El mismo Marc Bloch, autor de la frase antes citada, se vio obligado a matizarla al
puntualizar: “el hombre no, los hombres” y al hacer esta precisión reconocía lo
intrincado del problema.
Toda persona o grupo humano que dirija sus esfuerzos en contra del progreso de
la humanidad y que, por tanto, intente impedirlo es o será un sujeto social
conservador o reaccionario, es decir, todo lo contrario a un sujeto histórico.
Cuando dentro de unos siglos los jóvenes en edad escolar se acerquen por vez
primera a la Historia o visiten museos para contemplar esas reliquias
denominadas libros, es posible que puedan leer la siguiente inscripción: La
revolución que triunfó en el siglo XXI fue el Humanismo…
Sería el mayor logro jamás alcanzado por el hombre. Un nuevo estadío que
proclamara a los cuatro vientos cardinales una nueva era donde gobernara la
conciencia crítica. Donde la persona se dejara llevar sólo por la luz que alumbra
toda dignidad y valor humano, un razonamiento lógico que desarrollara el afán por
la literatura y otras artes, una nueva cultura por bandera.
Una revolución social de tal magnitud despertaría la inquietud por el “saber”, un
hambre de conocimiento basado en el argumento, la discusión y la filosofía como
paso previo al dictamen de toda razón, de toda acción, una razón inherentemente
suprema, capaz de albergar comprensión en la metafísica de la expresión humana
más ancestral.
Como aspirar a la supremacía del hombre social si todo lo que fundamenta los
pilares de la superación personal, de la conducta serena y responsable, son
mitigados por una fe de “relativismo”, donde todo vale. “Tengo estos principios y si
no les gusta, los puedo cambiar”.
Evaluación y análisis
O los hombres se han quedado sordos a lo que les dictaba su razón, o es la idea
misma que nosotros nos forjamos de nuestra razón la que contiene en germen
esas abominaciones de las que no se hubiera creído el hombre capaz.
En el siglo IV antes de Cristo, Aristóteles pensó que las ideas correspondían a las
esencias de las cosas y que no se encontraban en un mundo aparte, sino en los
mismos seres sensibles: en el hombre. Escribió un pequeño y magistral opúsculo
llamado De ánima (Sobre el alma o Acerca del alma), que no es sino un estudio
acerca de los vivientes, acerca de los seres naturales dotados de vida.
Evaluación
1. Asistimos atónitos al auge del terrorismo. ¿Era eso lo que la razón quería?
2. La célebre frase de Hegel “lo que es racional es real, y lo que es real es
racional” parece una broma sarcástica. ¿Era la aniquilación inhumana del
hombre lo que la razón quería?
3. ¿Es en nombre de la razón que eso se haya producido?
4. ¿Cómo rehacer la moral cuando el hombre mismo ha destituido a las
autoridades que él tenía por guías, a saber, como Dios y la razón (ciencia)?
5. ¿Cómo hablar del bien y del mal cuando nos hemos arrastrado más allá del
bien y del mal?
6. ¿Es el nihilismo (la pérdida del sentido, la negación de los valores) lo que
ha hecho posible todo esto?
7. ¿La delincuencia moral de nuestras sociedades es lo que ha permitido que
el mundo asista sin parpadear al exterminio, al hambre, a la guerra
económica, a los atentados terroristas, etcétera?
HUMANISTAS UNIDOS
Dentro de los mundos posibles está el propuesto por Vingen, el cual parte del
análisis de una de las tantas dimensiones (la dimensión tecnológica y en particular
las máquinas) que influyen sobre los cambios de los mundos posibles (espacios
de estados). Pero existen otras dimensiones que están influyendo sobre los
cambios posibles como la vertiente social (conciencia social), la religiosa, la
cultural, la biológica, etc.
Los humanistas siempre han tenido una visión al respecto y nos han estado
alertando sobre la posible deshumanización del hombre producto del uso irracional
de las máquinas:
"El hombre no puede vivir sin fe. El problema decisivo para nuestra propia
generación y la venidera consiste en si esta fe será una fe irracional en los lideres,
en las máquinas y en el éxito, o la fe racional en el hombre, basada en la
experiencia de nuestra propia actividad productiva (Fromm)".
Creo en una sociedad futura donde hombres y máquinas desarrollen todas sus
potencialidades y convivan armónicamente sin que ninguno tenga que perder su
esencia. No se puede estar de acuerdo con una representación de la inteligencia
humana restringida tan solo a producir valores materiales, que es el punto de
partida de las sociedades posthumanas, hay otras manifestaciones de la
inteligencia, como el arte, el deporte, la historia, la ciencia humanas. ¿Abandonará
el hombre estas actividades a las máquinas? y serán ellas quienes hagan la
historia, compongan canciones... Dejará la humanidad de disfrutar de la belleza,
estoy seguro que no. La relación hombre robot puede llegar a ser una relación de
respeto, algo así como al entrar a una reunión el hombre y la máquina coinciden
en la entrada y uno le dice al otro: "Pase usted primero". "Ni hablar, usted
primero".
Evaluación y análisis
3. Vista como otra inteligencia no humana, sin las motivaciones del hombre,
capaz de superar al hombre en todas sus actividades incluso el arte. ¿Qué
hará el hombre entonces?
4. ¿Tendrá el hombre que imitar a las máquinas?