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Thome Tals Acke de \ de Worle 085. eed UC 7 / ere \ ¢ d me ve} ae yey Paleogelie PROLOGO A LA TERCERA EDICION profesores Yale real un enorme inteligibles sin ma: Esta limitacién cronolégica se ha roto ya en nuestros dias donde la Paleografia Latina se dedic: a todos los monumentos geificos desde las primeras muestras del alfabetismo latino y se introduce hasta la Edad Moderna y Contemporinea. La obra del francés Jean Mallon a mediados del pasado siglo sobre Ii escritura romana antigua es elocuente de tal ruptura y, por otro lado, Ia relacin de autores que estucian la escritura en la Modernidad no es corta: H.L, Mikolevzki (Paleografia de la Modernidad), C. Garz6n (Paleografia y Neografia), 1].Gelb (Grama- tologéa), Aurelio Tanodli (Grafistica), E. Nunes (Gra- fologia Historica) y G.-Cenceti (Historia de ta ura Latina)... Titulos que evidencian limitaci6n cronolégica medieval que impuso, en sus origenes, el nombre de Paleografia Desde el punto fundamentalmente instrumental mara historiadores, que damos a este Arte de ler Fxcrituras antiguas, nuestro intento de paleogratia latina se funda en escrituras usadas en documentos de archivos desde el siglo IX hasta el XVII, sin que eludamos a escritura romana como fundamento natural de estas escrituras hispanas y dejando para tras dreas mis filol6gicas y otto futuro libro la lectu- ri de las escrituras librarias en todo tipo de materi Vf 1 crisis dle la EL ALCANGE. DE 16s SOPORTHS DX: LA ESCREFURA Desde el siglo XVI, al socaise de Jean Mabillon, el monje que hizo cartesiana a la Paleografia, ésta se ha edificado lentamente sobre fondos orginicos de Archivos y Bibliotecas de Occidente y en ddocumen- tos de cancillerfas y cédices. Mallon apuntaba por los aos 50 del pasado siglo en su Paléograpbie Romaine la necesidad de romper esos. supuestos para abordar libremente el estudio de la escritura en lun periodo tan significativo como el de la Roma Cl- sica, Los restos de escritura en piedra, metal, cerd- mica y graffiti de paredes son muy abundantes en. esa época frente a los pocos, relativamente, conser- vados en papiro y pergamino, La supericion de este punto de vista restrictive de dureza y blandura es un mérito indudable de la “Nueva Escuela Francesa de Paleografia” y sobre todo del citado Jean Mallon que puso orden en con- ceptos como escritura, textos, inscripciones y monu- mentos escritos En conclusién, la separaci6n entre escritura en material duro y material blando supone un estor de perspectiva, al tiempo que olvida un hecho incues tionable: La escritura es una actividad humana que no debe contemplarse s6lo bajo condicionamientos, externos, como son las consideraciones sobre las rmaterias en que Se sustenta 0 el mero periodlo ero- nolbgico Dos CONCEPTOS DE PALPOGRAFIN EN FL SIGLO SX Vistos tos alcances semiintico, de soporte y cro- noldgico del término escritura, nada mejor para acka- rar todo lo dicho que contrastar dos definiciones dadas por Agustin Millares Carlo, una en 1932 y otra en 1983. Por medio estin para explicar ef cambio la década de los anos 50 con la Nueva Escuela Fran cesa y las aportaciones de Giorgio Cencetti (Linea menti di Storia de la Scrittura). | M. Roxio * L. Roow ‘Paleografia es la disciplina que se ocupa del conocimiento e frterpretacion de las escrituras anti- _guas y estuclia sus orfgenes. Si nos atuviésemos a sit sentidlo etimoldgico, la Paleografia abarcaria el est- dio de toda clase de antiguos monumentos escritos. pero ef uso reserva a dicha palabra para denominar Ja ciencia que Irata sobre testimonios escritos sobre materiales que no sean la piedra, ciertos metales u otras substancias duras” (Tratado de Paleografia Espanola, 1932). “Paleografia es, de una parte, una ciencia auts- noma que cultivada por si misma, de acuerdo con meétodos propios y con fines especficos se propone explicar las razones de las diferencias morfolégicas bajo las cuales se presentan en el transcurso de los siglos los signos convencionales de la escritura, y de otra, auxiliar principal en el examen de éta (9) tan solo de ésta) tal como se nos ofrece en las inscripcio- nes, papiros, diplomas y libros” (Reedicin de la obra anterior de 1983). En resumen, que la Paleografia ausilia a la Histo- \ sia como ciencia que se ocupa de las escrituras en desuso, ya sean sus soportes materiales duros o blan- dos. En el caso de la Paleografia Latina, que es la que mis afecta a nuestra rea cultural y geogrifica en el campo de los Archivos y Bibliotecas, su objeto es el estudio de todas las manifestaciones escritas en el sis- tema alfabético latino, que no se agotan con la des- aparicién del Imperio Romano sino que perviven en tanto y en cuanto las formas grificas de dicho alfa- eto han servido de medio material de expresién lin- agilistica hasta nuestros dias, desde el cilamo al bol grafo, desde el stylo hasta la maquina de escribir. I. 2, LOS FINES CON QUE LA PALEOGRAFIA ABOR- DA LA ESCRITURA Y LOS QUE SE ABORDAN AQUI El abad Ekkehardo IL dedicaba a los monies menos aventajados en el estudio de las letras del monasterio de Saint Gall estas palabras:/Bt quas add linerarum studia tardiores vidisset, ad Scribendum ‘occupaverat et lineandum. f los paledgrafos, como a los escribas de Ekkehardo, se les ha consideraclo muchas veces recaderos titles a ka Historia y se les ha negado, incluso, el sentido de la Historia, como si la eseritura no fuera, ademeis de muscular, un pro- ducto creativo, inteligente y humano sujeto al deve- ir hist6rico. ' De ahi la importancia que tiene sefalar el punto de vista, la Optica y la finalidad especifica con que la Paleografia mira Ia escriturt, En ello esté una de las claves de su actual autonomia ¢ importancia en e concierto de las ciencias humanisticas y esté también, que cuente con un grin aparato bibliogrilico propio 0e2 * A. Siscame 1B Fig. 1. Esritorio de monjes escribiendo junto ala torre campanario del Monasterio de Tabara (Zamora), segin catco de ‘una miniatura de un Beato del Archwo Histérico Nacional cen estos dos tiltimos siglos. Abf esti para demostrar- Jo la existencia de dos revistas importantisimas: La belga "Scripiorium” y la italiana “Scrittures ¢ Civitta La Paleografia, considerada en sus fines, hay que entenderla hoy -segin Luis Ngnez Contreras- bajo tres aspectos: como simple instrumento de lec- ura, como auxiliar de la critica hist6rica en general y de la critica textual en particular, y, por fin, como Ciencia auténoma, con objeto y método propio, que estudia la escritura como una manifestacién de la creatividad humana. Léon Gilissen también incide con ciertos matices en esa tiple concepeiGn senia- lando una Paleografia de lectura, una Paleografia de anilisis o de pericia, y una Paleografin que se iden- tifica con Ia Historia de la Escritura Son tres puntos dle vista, tes Opticas distintas del fendmeno escritura, pero que no pueden separarse, ) sino siempre conjuntarse, Tras la lectura.y el andlisis ‘gnifico, o el anilisis grafico y la lectura, se llega a la construccién de la Historia de la Escritura, 0 la escri- tura tratada en discurso hist6rico, “ Anre Dp ur HScaURAS ANIOLAS Lectura, aqui, es entender por conceptos 0 pro- nuneiar por palabras lo que s6lo por letras anti esti escrito. Es I a mas tradicional y la mis vieja realidad de la Paleografia, incluso en otras €po- \= ‘en que era mais arte anticuario que ciencia pale- ‘ogrifica, Y siempre, kt mas fundamental y primera para descifrar las fuentes escritas en todos los aspec- 3, hist6ricos o simplemente paleogrilicos. Siempre que los hombres, al enfrentarse con monumentos antiguos escritos en caracteres y graff as a ellos extranos, hayan sentido cl deseo 0 nece- sidad de interpretarlos, habrin buseado y, a veces, hallado win método para ello, Este sistema interpre- tativo constituye un método de lectura y el primer estadio, el primer aspecto, rudimentario en verdad, del problema paleogrifico. Asi entendida la Paleo- gnifia, parece cuadrarle bien la definicién que ha | venido siendo usual en algunos autores, en el senti: Jdo de considerarla como el “arte de la escritura | antigua o de su lectura e interpretacion”. Fig. 2. Los monies modievales ‘que coptaban y recopilaban documents ef esertre yet bacian Paleografia de Iectura (1.16). En este capitulo entran las Colecciones de kimi- nas de Paleografia de autores como Andrés Merino, Zacarias Garcia Villada, Agustin Millares, Filem6n Arribas, Josefina Mateu, y textos como los de ta UNED, por citar algunos, que ayudan a aprender el sistema de lectura, Igualmente es Paleogratfia de Lec- tura la copiosisima coleccién de “Léxicos de Abre- viaturas” de autores como Adriano Cappelli, Traube, Lindsay y Millares, utilisimos en las bibliotecas auxi- liares de los Archivos, Por nuestra parte deseamos que, de este elenco, forme parte también esta mag- nifica colecci6n de documentos del Archivo de la Casa Ducal de Medinaceli como instrumento funda- ‘mental pata abrirse luego a posterfores y mas. pro- fundos estudios paleogrificos en mant biblio- grafia especializaca, 0 simplemente para trabajar sin temor a las abreviaturas y letras cursivas ensortijadas, en todo tipo dle Archivos y Bibliotecas. Queremos dar a este manual un carficter instru mental de paleografia de lectura en documentos de archivo, interesantes, variados y curiosos, atenclien- do a ese caricter prietico que en algunas especiali- dads universitarias espafolis han impuesto el coo horario y Ia distribucién de clases de Paleogratia Queremos también que sea un primer paso para que Jos alumnos se embelesen en la profundizacién furu- sa del mundo de la escritura y de Ia Paleografia, sea escogiéndola en su curriculum, sea en el Tercer Ciclo, sea en sus trabajos de investigaci6n. Creemos que Ia lectura de estas kiminas darin alumnos eapa- citacos para luego leer cédices y hacer estudios de Historia de la escritura, Poco queda ya de indescifrable en la escritura latina, incluso de criptografias, cifrados y notas mu cales, salvo algunas inscripciones de monedas les U monumentos, pero en conjunto hay que declarar que la Paleografia de lectura en sus muchos siglos de existencia ha cumplido su cometido descifrador y puede ser todavia un elemento importantisimo de ayuda al historiador. Constituye un avance en profundidad en rela- ci6n con la Paleografia de lectura. Su objeto no es ya proporcionar lecturas correctas de escrituras en des- uso sino, sobre todo, identificar, autentificar y elas ficar los grafismos ofrecer textos fieles y fija- dos, en cuanto a su escriturt, para auniliar a la criti ca historica, codicol6gica, diplomitica y filol6gica La Paleografia de andlisis dispone un modo de estudiar las escrituras tomando en consideraci6n los elementos precisos para fijtr sus caracteristicas. And- lisis que abarca no sélo las formas exteriores y Ios trazos complementarios de los signos grificos, sino también otros Factores dinimicos, intimamente conectaclos con el acto prictico de escribir, como el Angulo, trazado, ductus, adenvis de otros, también extdinds, como las relaciones de dimensi6n y espe- sor de Jos t1208, el tipo de soporte, ef instrumento grifico (cilamo, estilo, plums) 6 el estilo 0 gusto de epoca. ‘Tales supuestos han sido considerablemente desarrollados desde un punto de vista metodolégico por la *Nueva Escuela Francesa de Paleografia" a tra- vés de Jean Mallon y Léon Gilissen. Ambos autores en nuestio siglo han pretendido acabar con las | M. Rowrno + L, Rovalovs © A. Siscutz caracterizaciones meramente intuitivas tunis reemplazindolas por un anilisis objetivo y medido. El manual de Luis Niihez Contreras los asume y hace asequible al universitatio espaol, Con tales categorias la Paleografia interviene en kt ediciGn critica de textos mas fidedignos y se permi- te a partir de la escritura, cuando no lo hacen otros elementos, datar o localizar ka procedenc mismos. Labor ardua, pero fructifera para la Historia, ‘que ha cumplido esta Paleogeatia de And de las escri- de los PALPOGRAFIA COMO HISTORIA DE LA ESCRITURA te aspecto es uno de los que con mis proyecta el earicter auténomo y no anc dlero de la Paleografia, Bsa, cuando asume tal re ponsabilidad auténoma, se aplica sobre una esfera del pasado de la actividad humana que, como tal, no debe encerrarse en meros esquemats abstractos de clasifieacién, y donde actian tos simbolos que ha uusado el hombre para Bjar en soportes matcriales con economia y eficacia su pensamiento y votuntad Es decir, el “estudio bistérica de la escritura como expresién cultural” (Giorgio Cencett) 0 a través de la eseritura “irazar explicaciones convincentes objetivas de la trayectoria general de ta cultura en st ‘evolcion bistrica” (Angel Canellas), Pues la escr- tura latina, en su evolucion figurativa, €s “una niti- da muestra de la tncisoluble continuidad cultural de la Amigitedad a la Modernidad en la Historia de Occidente” (Ludwig Traubo) Desde esta tercert Vertiente, en una ciencia que incide en algo tan pequeno como la escritra, la Pale cografi, ha colaborado y colabora al estudio de los grandes problemas histéricos, no s6lo en st parte Drictica de ensefar a leer fuentes, sino tambien caan- dlo realza invesigaciones autGnomas que enriquecen Ja Historia General. Tales el caso, por ejemplo, de la clemostracién por argumentos ce anilisis paleogrit cos que la diversidad gréfica (escritura visigotica, rmerovingia,irlandest, beneventana...) que surge en Europa a partir del siglo V no es fruto de un aporte Jpuevo de “escrturas nacionales” por cad uno de los [pueblos bsebaros, sino distintos modos de calignia tuna misma eseritra, fa “romana o latina”, Tambien es importante explicar el proceso historico de cémo Roma asimila el arte de escribir de sus predecesores los griegos, ewindo y por donde Los primeros impulsores de la tendencia histori cista en la Pateografit son, en el pasado siglo, Wil hem Watembach y Ludwig Traube, en Alemania, y Luigi Schiaparell, en Talia, Wattembach creo un arsenal de conocimientos fundados en citas exactas sobre ef mundo de la escritura en la Edel Med soportes, instruments de trabajo del escriba, ma énfasis tros de escrituras y un glosario. Traube revolucioné la teoria de las abreviaturas de los cédices y docu- mentos medievales considerindolas como testigos clocuentes de hechos culturales muy importantes en la transmisiGn, desde Irlanda, dle la cultura clasica al resto de Europa, a través s6lo de los indicios abre- viativos, Luigi Schiaparelli, estudiando s6lo las turas de un manuscrito trazado entre los siglos VII y IX, que se encuentra depositado en la Biblioteca Capitular de Lucca, demuestra la influencia insular irlandesa, la hispano-visigotica y la franco-merovin- gia en los escribas y en la cultura italiana de esos siglos. En Espaia el mundo de la escritura medieval, sobre todo la visigética, en parangén con esos extranjeros, es la obra y figura de Agustin Millares Carlo en el pasado siglo. A partir de ellos, tanto la Escuela Italiana como la Alemana y la Nueva Escue- ido delimitando ‘mis conceptos y italiana "Scritura e Civfta” na en 1977 con Ia ambicién de contribuir a un conoci miento mas completo, construido en términos histé- ricos, cle ese instrumento, quizis, el mis completo y arduo de expresidn que el hombre haya utilizado y sabido darse en los siglos: la escritura. Reciente- mente en Italia la escuela de Armando Petrucci y Attilio Bartoli Langeli insisten en sus estudios sobre el nexo entre el status social y la escritura, Preten- den con métodos cuantitativos de series y frecuen- cias establecer una Historia Social de la Escritura, tratando temas sobre alfabetismo y cultura escrita, escritura y parentesco, escrituray_ criminalidad, esctitura y gobierno, etc., etc. la Francesa ha SUBSIDIARIEDAD CON 14 HISTORIA FI historiador que, sin ser paledgrafo especial spanoles dehe leer en sus tipos evolutivos, al menos como se dio en Espana; deberi, ademis, estar habi- las normas generales de transcripeidn acep- en el mundo cientifico y lis Bjadas por el “Comité Internacional de Diplomética” que aparecen en los manusles; deberii conocer Ios medios part descifrar con repertorios, logos (Cape- Ili, Riesco, Millares, etc.), los signos de puntuacién, Jos signos numerales, Ios signos no alfabéticos y las @abrevisturas en general, tanto en expresién de monedas, como de medidas ponderales, etc. Es logi- co también que, pars determinadas dlescripciones de documentos, conozea la nomenclatura paleogrifica de los tipos de escritura con su clenominacién mis comecta y habitual, y estar provisto de categorias de anilisis para descifiar mis ficilmente lecturas mis dificiles 0, en un caso dado, discriminar los docu- mentos verdacleros cle los falsos. gees bw sxicos y cal 16 Ante be tfen Escuumss AsmGAs I, 3. EA TECNOLOGIA DE 1A ESCRITURA ‘Cuando cualquier cultura ha optado por un tipo de escritura, han influido y lt han definido muchos factores sociales, politicos, religiosos pero también técnicos. Ha influido sobre qué soporte se hia escri- to Charro, cera, corteza del Arbol, papiro, piel, papeD, con qué instrumental se ha escrito (cuna, fino pincel de pelo animal, calamo con punta mas- cada, cilamo con hendidura, estilo © punzon, pluma, lipiz, boligrafo) y de qué material se han conformado los signos sobre el soporte (esculpido, estarcido, incision © tintas), Toda esa tecnologia inflye en las formas, en los angulos, en los médu- los y en’el peso de la escritura, de ahi la importan- cia para la lectura y la critica paleogrifica de enun- iar esa tecnologia El libro yy el documento, como vehiculos para transmitir pensamientos € informacién (memoria rerum, en frase del gran Isidoro de Sevilla) de gene- raci6n en generaci6n, se han configurado, dentro de Jo que se ha Ilamarlo la civilizacién escrita, por dife- rentes métodos de fabricacion y técnicas de ejecu- Gion de’soportes, segtin las épocas, las condiciones ambientales y geogrificas. y las necesidades polit cas y culturales que han estado vigentes en los seis mil afos desde que Ja escritura se hizo arcilla Estos vehiculos © soportes materiales naiural- ‘mente constan de una materia en la que se escribe, © soporte sustentante de la escritura (in quo scribi- fur, 0 elemento sustentado, como son las incisio- nes, las tintas, etc. La tinta o la incisi6n, por medio de la pluma 0 ef estilo, a través del empaste 0 stirco del simbolo trazado, ata y liga materialmente ad per- petuam rei memoriam las ideas € intenciones al ‘soporte material Fig, 3. tes maestvos caligrapos censenabanty seit com fas rsturas elas manos, ls brazis, fs ‘es el eerpo en genera, comsidenin ast ef dinantsine deka ‘eseritura (Enciclopedia D’Alerber, Diderod. La escritura, conpore 'n soportes: materia- les, ha sido un elemento esencial para la consisten- ia del tejido social de las organizaciones humanas, tanto porque afirman, con la inercia de la materia, las cosas que se realizan dia a dia, hora a hora, minuto a minuto, como para tener, gracias al docu- mento escrito, una miquina del tiempo que recuer- de y transmita con objetividad lo olvidado y ensefte, con su lectura, lecciones para el futuro: “porque fo {que antes fuera fecho non se olvidasse, e suptesen tos ‘omes por ellas las cosas que eran establescidas bien, como si de nuevo fuesen fechas” (Alfonso X el Sabio, Las Partidas). Bs curios6 observar cémo la escritura rnacié en Mesopotamia por una necesidad de admi- nistracién, para llevar cuentas y anotaciones del campo. Es decir, nacié antes el documento que el libro, y antes el archivo gubernativo que la bibliote- «a literaria. El sabio benedictino, el maurino Mabillon, here- dro de las tradiciones cientificas sobre documentos antiguos de la Orden de San Benito, resumia en st tiempo, el siglo XVII, la variedad y multiplicidad de Jos soportes escriturarios con estas palabras: Piedras, ladrillos 0 adobes, hojas de arboles y flores, liber de Arboles, esto es las tenues tiinicas interiores entre el lefo y las cortezas exteriores; tablillas de madera, tublillas de limonero con cera para escribir, libros elefantinos o tablillas de marfil, Kiminas de plomo, volimenes © rollos de lino, papiro egipcio, mem brana animal y carta nuestra vulgar © papel. Tam ign recoge testimonios de autores sobre el uso del ‘cuero 0 piel de peces, los intestinos cle serpientes y dragones, las conchas 0 caparazones de tortugas. Recoge un curioso pasaje de Cedreno que refiere cémo en tiempos del emperacor Basilisco sucedi6 tn incendio en Constantinopla, que devors una M. Rowtao * L Ropalatrz © A. Siscnre 7 basilica en la cual estaba una biblioteca con cerca dle 120.000 libros, entre los que habia uno cle membra- na de intestino de dragén de unos 120 pies de largo. en el que se habian escrito los poemas de Homero la Hada y la Odisea, con letras de oro. Y también transcribe con asombro la bella y marcia ley del emperador Constantino que concede a los soldacos en trance de muerte en el combate la gracia de poder hacer testamentos vilidos, e: biéndolos s6lo con su sangre en la vaina de su esp: da o en su escudo © con la misma espada en el polvo del suelo. En la Diplomaética que Mabillon pretende (estu- dio de los diplomas y documentos desde los tiem- pos de la Fundacion de la Iglesia), se significan solo cinco soportes blandos: la carta membrandcea 0 corlicea (en principio no la lama pergamino); la carta corticea de leno y la carta de papiro de Egip- to; Ia carta phimbea, y la carta comtin (0 el papel actual), Para él y Tos doctos de su época, el signifi cado de la palabra carta, en la mis estricta concep- ci6n griega, es todo lo que fuera apto para escribir (Quidquid codicibus aut excipiendae scripturae aptum esse) Tod luciones de soportes para escribie han tenido su aponte caracteristico a la téenicas escrtoras. Desde una solucién alfarera para escribir, dada por la antigiedad del Medio Oriente, que fue muy accesible, econsmica y barata, descentralizada y universal como) el barro mismo, se fue a otra solucién de membranas tenues y frigiles del nil6tico papiro, ligero y fuerte como una eafa, pero herramienta social tan dtl para Jos burdcratas y los sabios, que durante milenios fue €l soporte, sin competencia alguna, del esplendor faradnico y de las mejores Epocs de los pueblos cli sicos, Grecia y Roma. El papiso era, no obstante, pre cioso y caro, es decir, ro y al precio del monopolio de un poder, cuya materia prima y téenicas estaban centralizadas.cuidadosamente s6lo por Egipto y en alguna ocasién por Sicilia Desde la solucién del pesado, opa compacto y espeso biro, seco 0 cocido, se zaron felizmente las leves, finas, transhicidas, flexi- bles, extensas, sdlidas,alisadas, “satinadas” y sutiles peliculas del papiro y per pequeno peso para una re hoja, permitié la acumulaci6n de folios abundantes Y Signos mulkiplicados, en un libro 0 documento, cuyo peso material no fatigaba el brazo al lector; éste podia hojear con los dedos para adelante y para atris, sostenigndolo incluso s6lo con una mano, sin tar la vista, y ademas se podia viajar sin peso de equipaje con el solaz de un ligero libro para estu- dio © recreo. Por afadidura, en ambos soportes, papiro y pergamino, el célamo en uno y la pluma en ro se destizaban con suavidad en su raid y sati- lev. nada superficie, aliviando el siempre fatigoso acto de la escritura a mano durante horas, Como el ser dor Casiodoro en sus Instituciones de las letras secu lares y divinas o expresa con esta belleza: "Ob espectéculo glorioso! La catia partida, ef cdlamo, vuela sobre la carta, dejando la buella de las pala- bras celestes, como para reparar la injuria de aque- Hla otra cana que birié la cabeza det Salvador”. Desde la solucién del raro y precioso papizo se ‘pasé al relativamente mas abundante, s6lo por estar mis a mano, el comtin, por su procedencia en ani- males repartidos en multiples lugares geogrificos, y caro pergamino, por lo especializado de su artesa- nia, y que fue soporte principal de la Alta y Plena Pero la disponibilidad pergaminera era vamente limitada y adecuada s6lo para los modestos usos documentales y librarios de aquella época, Sin embargo, su competidor el papel se con- virtié Iuego en un material disponible a una muche- dumbre de mercaderes, gobernantes, notarios y clé- Figos con unas necésidades escriptorias en expan- sion, El papel permiti6 a partir del siglo XIV la for- macién de voluminosos archivos escritos sobre un material que hoy vemos en el siglo XXI que ha sido perdurable, una vez superacos los problemas técni- cos de la artesania hispanoirabe por los italianos de Ia costa dle Liguria, Desde soportes mas perennes, esto es, la arcilla cocida, la de los cinco milenios, el bronce, el mar- mol y'el plomo, se fue a otros mis perecederos como las tablillas de cera delebles, borrables y recu- perables, o las hojas de palma o el mismo papiro, en el que su fragilidad y finura no permitia con facili- dad ni el borrado ni rescrito del palimpsesto y al que sélo salvé en ocasiones, hasta nuestros fas, la brus- ca interrupcién de la vida a su alrededor, que es ta mejor condici6n de preservaci6n, ya sea por la inun- dacién de las arenas del desierto 0 la avalancha de En el soporte papiro, primero se escribid cémo- damente por una sola cara, marcando el renglén I fibras horizontales, para luego, ayudidos por el mentén y las dos manos, envolver y enrollar, sin romperse ni quebrarse, aunque sea utilizindo el mentén ademas de las dos manos, segtin se ve en las huellas de los papiros antiguos. Pero esa flexibi- lidad no permitia Ia doblez del cuademo porque, por la sequedad o vejez, las fibras se quebraban con cel tiempo y podian llegar a partisse al pasar de hoj Por eso se pasé al pergamino, soporte que, adema de @gcribirse bifacialmente por el recto y verso, era capaz tanto de enrollarse como de plegarse y coser- se para formar los resistentes cuadernos del cédice que podin utlizarse para leer con una sola mano. Es decit, se dio el celebrado trinsito del papiro al per- gamino, del rollo al cédice cuadrado. 18 ANTE De tare Escar as ANTICS Existieron en Ia civilizaciGn escrita las soluciones vegetales del incémodo fiber o biblos fibroso. del abedul, del tilo, del bambi o del ultramarino agave; también aquéllas de las inflexibles tablas de tronco, (eaudex) 0 de las incémodas y cortas hojas secas de palma mayores, como las de Malabar y Ceilin (pal- mas de las montaias, con hojas plegadas muy. fachas, en las que se escribia sobre los pliegues tras Ievantar una leve pelicula) 0 en las de hojas de pita embebidas en aceite de cedro, También fueron soluciones vege! re de escribir kt aportacién del negro del humo de vegetales quemados para obtener las tintas negra, o del ficido 0 tanino vege- tal procedentes de agallas de robles, de heces de uva, de cascaras de granada... para las Gintas meta- loicidas, 0 las del cilamo, cata 0 junco apli como instrumentos para llevar las tintas desde el recipiente a formar el signo sobre el soporte. Sin embargo, son otras las soluciones vegetales mus conocidas, porque fueron fruto de una elabora- cién ingeniosa y minuciosamente dirigidas a conse- guir una escritura extensa, sin necesidad de soporte voluminoso ni pesado, muy hecho a escala humana, por tanto de conservacién cémoda y lectura fell de simbolos sobre sus claras y limpias caras, las solu- ciones del papiro y papel. La soluci6n animal a los soportes escriturarios la dieron la seda china, cuya falta de funcionatidad impuls6 en China al descubrimiento del papel; 0 la piel curtida en unas condiciones tales que aceptara Ia tinta de escritura y, sobre todo, la mis perfecta soluci6n animal en la historia de la tecnologia de cescritura, el pergamino, soporte mis universal que el papiro, mis flexible y mais duradero que aquél y una de las mejores apor animal al gobierno de los pueblos y a la transmision de las ideas del antiguo genio humano a la moderni Los que habitualmente tocamos y transcribimos p gaminos tenemos la sensacién al tocarlos de ver todavia patentes kt comba c6ncava del lomo con el granulado de las papikis (parte del pelo) © convexa y de tacto suave y sedoso (parte de li care) que smite tras muchos siglos toxlavia el pergamino, siguiendo la direcci6n natural del espinazo y costi- lar animal, asi como el grosor del sufride cuello la finura del vientre, 0 escudrifar los ojos 0 restos de las heridas, -aumentackis por ki tensiSn del bastidor pergaminero-, causadas sean por cuerno, sean por picadura de insecto, sean las cicatrices de Ilig; sean los cortes irregulares de los bordes que ine tablemente no eran rectilineos porque seguian el filo natural de la piel. A veces en esos ojos quedan, ain visibles, restos de pelo que resistieron la fuerzi del agua, de Ia cal, del cuchillo raedor y de la piedra pomez. Con kis yemas de los dedos podemos dis- tinguir en cada & protuberancias de los anti- les a ‘ones de la especie guos bulbos pilosos o Ia tersura de la capa interior Iialina y con los ojos los colores de ambos licdos. El ergamino es eso, uN soporte animal que dificil mente por el tiempo 0 la técnica cel pergaminero puede disimular su animalidad, También con la ap: ricién del pergamino se hizo posible ka pluma de ave, remert y hendidt en su cahén, de determin: das aves como instrumento escriptorio mits funcio~ al que el cilamo y que aports escrituras tan bell como la uncial o lt misma capital elegante. No se puede olvidar en los soportes animales la portacion de la cera de la abeja, que aplicada a la tablilla constituy6 uno de los soportes escriturarios mis priicticos y en el uso cotidiano y escolar de los paises cel Mediterrineo, tanto que en Roma a los Archivos les lamaron Tabularia y a los hacedores de documentos en forma legal, tabellio- vin a nuestras plumas estilogeificas, las Il mamos estilas por el stylum punzante con que se escribia sobre la cera lacadat de la tablilla, La solucién mineral la aport6, aparte la ya men- cionada de la arcilla, un metal como el plomo o el esi Ys (cia pAb fe Mass car's cats de la say {enue que se obtenia con el martillo o mazo, cuya maleabilidad y blandura per- mitié hacer incisiones y, por tanto, constituirse en un material apto para la escritura, que podia enro- arse hasta en forma de volumen. Igualmente han sido soluciones minerales la plata, el oro y la ale: cin de bronce, junto con todo tipo de piedra duic- til a Ia incision, Y en el campo de las tintas los sul- fatos de hierro y cobre, las caparrosas, de las per- manentes tintas metalodcidas que cubren los sopor- tes casi en exclusiva desde el siglo XIV. Han existide soportes cuya funcién de aptitud cescrituntria o carticea ha desaparecido ya en la vida normal de nuestros dias, pero que pricticamente con las mismas técnicas se sigue fabricando para instrumentos musicales de percusién 0 de lindos abanicos © kimparas, 0 como protector para encua deracién de los contemporineos protocolos nota- riales, o incluso para restiuraci6n e injertos de dete- iorados pergaminos antiguos. Tal es hoy, en con: creto, el caso del pergamino, que ha perdido su mais historica_y afamada funci6n ante lt funcionalidad escriptoria del moderno papel vis tenaces LA MATERIA EN QUE SE ESRI La areilia seca 0 cocida En Asia floreci6 Ia primera civilizacién del eseri- to, tanto en China part comunicarse con Los dioses como en Mesopotamia part fijar derechos. entre hombres, Aqui, regi6n mis cercana a nosotros, se M. Rourao © L. Roowlotra © A, Sixcrez 19 adopts el sistema de escritura cuneiforme en barro como uno de los mis esenciales instrumentos y herramientas de los burderatas, para el gobierno y la consolidaci6n de las ciudades estados y los impe- ros, aparte, claro est, aunque menos y posterior ‘mente, como instrumento literario € ideol6gico. Era un sistema:cémodo por la economia y faci lidad de encontrar el soporte para el escriba, en cuyo escritorio ocupaba un lugar preeminente una gran jarra lena de fino y hiimedo barro. Como un alfarero mxis moldeaban la tablilla en una forma, un tamano y un volumen “normalizado” y conforme a la futura utilizaci6n y conservacion, La arcilla fina, muy fina, htimeda y blanda toda via, se incidia con una cua de metal, marfil 0 made- fa, Una vez gribada la escritura, se secaba al sol 0 se cocia en un homo. Los bajorrelieves asisios y babilénicos nos muestran a los escribas escribiendo de pie con una tablilla en el cuenco de la mano, sin que esto obste, para que en las grandes tablas util zaran la mesa. La escritura mas que escritura era asi pura impresion cuneiforme. Las tablillas de arcilla eran cuadradas con esqui- nas redondeadas. Seles ponia, a veces, el recto, plano, y el vuelto 0 verso, convexo, para que el calor de la coceién circulase mejor y diera mAs con- istencia a todo el documento. Aparte, estas formas facilitaban su introduccién y saca manual en los nichos, nidales y penetrates, recubiertos de bitumen, que constituian las estanterfas del archivo. El filo de la tablilla, que iba a dar la cara al archivero una vez puesto ante la estanterfa, constituia una superficie lisa donde se grababa el asunto brevete indicativo del tema del documento: un poco como nuestras modernas signaturas en cajas y legajos, 0 como los encabezamientos © indices y tejuelos de nuestros archivos, Ema un material pesado, rigido, frigil al golpe y la caida, embarazoso para transportarlo, y_ dificil mente se pudo pensar en unir piezas que al modo de rollos © cuadernos formaran un priictico y siem- pre funcional libro, aunque la técnica de la escritu- rt cuneiforme, tan apretada de espacios, permitio establecer en esos tiempos ya el principio universal © intemporal de la tendencia a la miniaturizacién, por lo prictico que es, el principio utilitario del eyes Fig, 4 Bs taba de arcade Mesopotamia inferior (1 mien 1 faG:)es un cerficade de ‘propiedad con su forma coneexer \ 1» maniputabe ‘maximum in minimis, ésto es, acumular de modo asequible y recuperable una gran cantidad de signos € informacién sobre una mera o diminuta tablilla rcillosa. A pesar de todo sirvi6 la arcilla mis como documento de archivo que como libro de bibliote- cca, mils como instrumento de memoria que de lec~ tura continua y asidua. Esta Gltima, como accién continuada y solicita, no se prestaba al adobe y ladrillo como luego Io hizo con el papiro, ef perga- mino y el papel -stas tablillas constituyen una garantia de J 0 de permanencia fisica y durabilidad funcional, términos netamente actuales en la Archi- vistica y Biblioteconomia, es un hecho objetivo € indudable, pues han permitido a los arquedlogos encontrar en el suelo de Mesopotamia, Siria, Asia Menor y Micenas archivos intactos de edades mile- narias, La lectura de estas tablillas es el ejemplo mas fehaciente de la importancia de la conservacién de archivos y bibliotecas. Y en estos pueblos donde el documento cra la herramienta de trabajo de los burécratas y administradores, hay que hablar més de archivos de gobierno que de bibliotecas. Su descu- brimiento masivo en el tltimo siglo ha remontado la Historia hasta el tercer milenio antes de Cristo y, por tanto, ha hecho los tiempos fabulosos y biblicos mas adaptables a la Historia. Las tablilias de madera La insuficiencia crénica y endémica del papiro se solventaba con el uso abundante de las tablillas de madera, recubiertas de cera © blanqueadas y bar- sobre las cuales se trazaban signos median- 4.0 con un pincel car- gado de tints, Hoy se afirma que la tablilli de mace- 1, como soporte de la escritura, remonta a los mile- narios comienzos sumerios de la escritura cuneifor- me. Los egipcios también la utilizaron, 0 con tinta 0 ceracas 0, algunas veces, cubiertas de estuco en lugar de cera, al mismo Gempo que los rollos de Papiro. En las representaciones de escribas asitios y arameos, encontradas en p: irios, éstos eseri- ben normalmente sobre dipticos dagtablillas con ansas © goznes y tienen en la mano Un estilo pun- tiagudo para grabar, vya en los poemas de Homero, el rey Proito intenta hacer matar a Belerofonte ‘con inci- siones y signos fatales sobre una tablilia plegada”. Y alli sabemos ei episodio de Demarato, relat Hersdoto, el e volutas, después de haber borrado en la que el pers Jerjes habia escrito antes su deci- sion de declarar 1a guerra a Grecia. En un fragmen- to de Sofocles, Agamenén ordena que se lea en una tablilla un elenco de principes griegos. Estresiades, 20 AnTe be Agen Escaruns ANTICUNS en las Nubes de Arist6fanes (769-772) sugiere a Sécrates hacer anular el proceso, haciendo derretir al sol la cera de una tablilla sobre Ia cual estaba escrito un texto de acusaci6n. Fabulas de Babrio y textos de Calimaco se conservan en Leyden y en ‘Viena sobre tablillas de cera, Los griegos llamaron a estas tablillas pinakis, deltion, pyktion, y gramma- weion, Y luego fue, sin lugar a dudas, el soporte escriturario nacional y utilitario de Roma en la Rept- blica y en el Imperio, Se llamaron alli tabulae, tabellae, cerae, pugilla- res, y sirvieron para recoger los escritos necesarios para la vida diaria del hombre civil. Es decir, docu- mentos puiblicos y privados, cartas y anotaciones de todo género, compras y ventas, textos literarios y ejercicios escolares, Para los documentos mis solemnes como edictos y leyes, 0 anales de los Pon- ices, e incluso en otros determinados documentos, las tablas y tablillas se blanqueaban con cal o con barniz. Son las lekyoma, en griego, y album 0 tabu- la deatbata en latin. Debido a la facilidad que las tablillas ceradas tenian para ser borradas, fueron el material escolar para hacer cuentas, comunicaciones epistolares bre- ves y para hacer borradores, tomar apuntes, notas © minutas antes de pasar a limpio en los papiros y pergaminos, Horacio en sus Sitiras recomendaba dar la vuelta al estilo o punta escriptoria, y con la espitula del otro extremo rascar el escrito, aplastar la cera y escribir de nuevo: Saepe stilum verias, ite- rum quae digna legi sint seripturus. Esto es, cambia a menudo la pluma, de la punta al rascador, si quie- res escribir algo que merezca la pena ser releido. Siempre se mantuvo con tenacidad tanto frente a la preciosidad de papiro como a la abundancia del pergamino o del papel, Ia tablilla dealbata y ta cerata eran abundantes, baratas y fitciles de usar y transportar. El diptico, el triptico y el poliptico for- maban los candices 0 eédices cogidos por su ansa Pig, 5 Tas ysl con clams y estas en un fresco ponper (© asa que también servia para colgarlos por medio de alambres tensados en los Tabularia, Tablina 0 archivos romanos. Su utilizaci6n en la Edad Media esta justificada en la magistral e imponderable Regla de San Benito Giglo VD donde se decia que sin permiso del abad los monjes no podian poseer ni cOdices, ni tablillas ni estilos o esgrafios (neque codices, neque tabulas neque grapbium). Esti testimoniado arqueolégica mente el uso en Oriente de las tablillas para trans mitir 6rdenes militares en los campamentos hasta el siglo X de nuestra Era, En la Vida de Carlomagno, obra del gran Eginardo (siglos VIII-DO, se recoge que el emperador utilizaba estas tablillas sobre su. almohada para hacer ejercicios de escritura, Se sabe ‘que los sermones para ser recogidos en un cédice se escribjan primero, mientras se predicaba en el puil- pito, con un método parecido a la taquigrafia sobre tablillas de cera. El anénimo presentador de los ser mones del célebre San Bernardino nos refiere que éstos fueron recogidos en el aio 1427 por Benito ‘Tundidor, 1 cual mientras asistia a los sermones escribia con el estilo sobre tablillas enceradas. De esta forma el texto, asf recogido, se transcribia al pergamino o papel, y las tablillas rascadas y encera- das de nuevo volvian a utilizarse, Sin embargo, s6lo las escasas tablillas de la época romana, desaparecidas otras coetineas y posteriores por su natural fragilidad ante la humedad y el fuego, hhan legado hasta nosotros y son recogidas en cual- quier manual de Paleografia o Arqueologia. Las mis conocidas son las de las minas de oro de Transilvania y las de Pompeya, Son auténtico material archivistico de documentos econdmicos. En los bores esté el extractillo 0 brevete que ya encontribamos en sus antecesoras, las tablillas de arcilla del Oriente Medio. [Los solemnes titulos militares aplicados en forma de diptico 0 diploma, como los de ciudadanta, fueron de uso corriente en el Imperio romano. De abi vino durante siglos el nombre de “diplo~ mas” a los documentos mis juridicos y solemnes y el nombre de Diplomitica, que merced al Renaci- miento y al maurino Jean Mabillon, mantiene hoy dia Ia ciencia de Ia forma interna y externa, tradicion, ¥y genesis de los documentos. No queremos terminar el tema de las humildes tablillas de cera sin una nueva memoria positiva de ellas, porque cuando se comenz6 a servir de la piel de Pérgamo para las necesidades literarias, cuando, el pergamino adquirié la patente de carta, o material aplo para la escritura, como el papiro, fueron, sin duda, las formas de estas tablillas las que inspiraron, cl pliego de una reunién de hojas de piel adobada y aida, que agrupadas en cuaderno, cosidas entre si por el lomo y habiualmente protegicas por una cubierta, no hicieron sino adoptar el modo de los IM, Rowexo # L. Ropatcrz # A, Sivcurz au polipticos. Los polipticos de tablillas utlizados como registros pudieron dar la primera idea de los cua~ demos de pergamino. No en vano encontramos aplicados a ellos el nombre de pugillares membra- nei, cuado los cuadernos eran cuadernillos, y el nombre de cédices, palabra proveniente de caudex © tronco de madera, cuando era un conjunto de cua- demos. Escribia Séneca que c6dice era un conjunto de tablillas asidas: Plurium tabularum contextus caudex apud antiquos vocabatur, unde publicae tabulae codices dicuntur. Y bueno es traer a aqui, a colaci6n de las tabli- Ilas lo que escribi6. Joseph van Haeltst, al tratar los origenes del cédlex: “El acontecimiento capital en Ta bistoria del libro, probablemente mucho mas impor- tante que el descubrimiento de Gutemberg, se sittia, i mas ni menos, entre el final det sigho primero y et cuarto de nuestra era, con la substitucion progresi- va del rolio de papiro por el cédice”. Marcial, en el siglo 1, seri el primer panegirista, de los libros, en forma ya de céxlices: son pequenios, ‘son e6modos en los viajes, no agobian ni atestan bibliotecas. Se pueden leer con una sola mano, cir- cunstancia & sible con el formato de volu- men 0 rollo de papiro, Marmole s, bronces y otros materiales En la Grecia clisica la polis asume muchas veces la democxitica tendencia hacia la publicacién uni- Fig. 6 Bla tstracion de tun Beato aparece et us0 de tabitas de cora punto a tolumen 0 role papi. 115) versal para general conocimiento, en piedra o en madera, de los documentos gubernamentales (leyes, decretos, concesiones de honores, inventarios de bienes y cuentas de edificacién de templos, etc.). Son los denominados “archivos de piedra” de los ‘griegos. Pero como muy bien apunta Emest Posner en su siempre utilizado libro de Archives in the ancient world, es muy importante distinguir entre recogicla, conservaci6n y servicio de documentos en los archivos, por un lado, con la publicacién de éstos en piedra o leukomata, como si se tratara de una Gaceta Oficial en ejemplar tinico, pero bien vi ble a todos en la via ptblica, por otro. La falta de imprenta multiplicadors se suplia con la posibilidad de muchos lectores pasantes ante un ejemplar tinico y accesible. La escritura grabada en estelas de dia 0 en bronce serviagy sirve evidentemente para honrar las personas, para llamar la atencién de mayor ntimero de ellas. Facilitaban, pues, ef acceso a documentos que debian ser consultados frecuen- temente y por muchos, cuyo original, cuando exis- tia, era asi mejor preservado dentro del Arcbeion. Los romanos tenian mucho respeto a la tradicion y eran ondenados y racionales en la gestién por su caricter prictico € idiosincrasia politica, Sin embar- g0, también siguieron la primitiva costumbre de los griegos mediante s6lo la publicacién en_piedra madera blanqueada (album) © metal, de los clocu- mentos pablicos trascendentes, Cuando en el aho 70 de nuestra Era ardi6 el Capitolio, el fuego devord mill tablas de bronce donde estaban grabadas dos los mas antiguos trataddos de paz firmados con naciones extranjerts. Vespasiano, entonces, se vio obligadlo a rebuscar en todos lados las posibles y fidedignas copias. Muchos documentos valiosos cubrian las paredes de otros edificios sagrados, tales como el templo de Diana sobre el Aventino, el templo de Dius Fidius 0 el templo de Moneta, como recogen Din Casio, Polibio, Cicerén, Tito Livio y Festo. sta tendencia a escribir sobre metales determi- nados documentos expuestos al publico conoci- miento, muy ttil a falta de la difusora imprenta, se sigui6 todavia en la Alta Edad Media. Por ejemplo, Liutprando, rey de los longobardos, escribié diplo- mas en bronce. Igualmente hicieron en la Edad ‘Media el papa Le6n IIL y el emperador Carlo Magno, TMP-CESARI-M-AVREIe| ANTONING AG-DIM 5! SEVER Ml PERTINACIS AVG: ARABICE ADIABENICI PARTHICE MAXIME PA CATORIS ORBIS FILIO. DD- RESPYBLICA TVCCILLANORM: ‘Fig. 7 Inseripeién on pledra con bella excrtura en capital ‘elasica romana en Tucel (Martos Jan). (La stigtedad como argument), Los tratidos de Epigrafia antigua y medieval scogen estos documentos a los que el paledgrafo francés Mallon y otros contemporiineos han sacado. provechosis consecuencias para Ia Historia de la Escritura, tal como ya hemos dicho, Paralelamente al papiro y a las tablillas de cera, hho se renunci6 jamais a ciertos materiales arcaicos. Por ejemplo el viejo liber o la envoltura fibrosa (fil- Jed, tilia) que se encuentra en el tilo entre la corte- za y el tronco. Con este liber se hacfan como hojas de papel, que se pegaban entre sf para formar rollos como los del papiro. Esta fue en realidad la primera forma de libro. En 1951, en Novgorod, se descubrié Aloe De uae Esciuigas ANAS entre dos laminas de un pavimento de calle de una ciudad medieval un rollo de liber con escritura. Igualmente sucedié con libros y documentos de tela, como los antiguos librt lintel. En tiempos de Aure- iano y Constantino fueron usados, y se conocen gave proporcionalya en sus hojas unas fibras que sirvieron para Ia fabricacin de un papel basto. Los indlios de la Nueva Espana, mayas y aztecas, escribfan, mejor dirfamos, dibujaban y_pictografia” ban, sobre liminas del amatle, planos para la con: truccidn de sus templos, textos jerog! gnifias, almanaques de medici6n del tiempo por el sol, la luna y las estrellas, etc. La limina de amatle era un soporte mis inge- nioso que el contrachapeado de tiras de junco del milenario papiro egipcio, pero, ni mucho menos aleanzaba la perfeceién y versatilidad del papel chino, arabe y europeo, en que Hernin Cortés lle- vaba los libros de Leyes, los justos titulos y las capi tulaciones con la Corona. Se fabricaban las laminas de amatle con unas cortezas separadas de troncos de raices de unas higueras o ficus. Las cortezas se mojaban en agua pura de los arroyos. Con ello se ablandaban, esponjaban y deslenaban, y era facil quitar y separar la pelicula negruzca y gris superior de la corteza, Sin deshacer ni triturar Ia comeza, y ésto es importante subrayarlo, al contrario de como ya hicieron en otro continente y orilla los chinos con la corteza de la sedosa morera, los mayas e indios mexicas s6lo machacaban la Mimina de corteza con una piedra estriada para extenderla mis en su ancho. No era papel propiamente dicho, puesto que no existia el desfibrado en fibras y fibrillas para hacer una pulpa licor o pasta que, luego, colando el agua en un lienzo © en una verjurt o verja de jun- cos 0 alambres, por sequedd laminasen sus fibrillas en un fieltso 0 kimina, Escribfan en amatle sus libros y documentos, con escritura jerogiifica, que enrollaban en formas de biombos “doblados a la manera de Castilla” (Pedro Martir de Angleria) protegidos con tapas de madera, que extendliclos podian alcanzar de 10a 15 ‘metros, como vio el cronista ef Castillo en el templo de Totonaqui en Cempoala. El papiro Como el bambi en el este y sudeste asifticos © el agave o pita en México, el papiro (biblos), planta de matisma de raiz tortuosa, gruesa como un puno, con tallo afilo, sin nudos y corte triangular, espeso en la base y afilado en in, coronado por un penacho en forma de titso, era una planta de uso social y de corte anual en las aguas dormidas de las marismas de Egipto. Cuando estaba macro se arran- 2 terminac’ hwo! M, Rows + L Ropilotre © A. Sésciz 23 aba el tallo con facilidad separindose de ln raiz. Se chupaba ésta como hoy chupamos el zumo de chu- fas u horchata, y de papiro se hacfan velas de barcos, \dalias y pais, se trenzaban cestos (segtin Teo- frastes, el cesto de Moisés recién nacido era de papi ro) y atin con bitumen se hac de barcos ligeros (navis papyracea, segtin Plinio). VWYVYY gipcia deta flor del pair. De todas formas la utilizaci6n social mas impor- te del papiro, atestiguada en Fgipto desde el cuarto milenio antes de nuestra Era, fue la de ser soporte dle eseritura, y hemos de decir también que el papel de papiro aparece como la solucién s6l0 ideada y disefadla para mejor instrumentar la escri- tura, para formar hojas de un libro en rollo y para mejor archivar el documento. Toda la produccién literaria de la Antigtiedad ha sido pricticamente transcrita sobre papiro. Esta especie de cipericea (Cyperus papirus), cuyos matojos aleanzaban a veces los seis metros de alto, era una planta o hier- ba de marismas. Su terreno y ecosistema, no s6lo Preferido, sino predilecto, fue el bajo delta det Nilo, donde estos juncos originaron una industr polistica tan activa que no pudieron hundir ni asirios 1 babilonios, ni los romanos en Sicili ‘Tan importante fue esta cipericea que sus fibras vasculares (biblos), su planta (papyros), su transfor- macion en soporte apto part escribir (charta), enrollamiento de partes encoladas (tomos, cilinaros, volumen), sus hojas separadas (paginae, plagulae, sebedae 6 cédulas), su. primera y tiltima hoja encola cas (protocolon y escatocolon) son términos qui todavia, a cinco 6 seis milenios vista, perduran usta les y consagradlos en el lenguaje de nuestro mundo de la informacién de los libros y, documentos. Hay que atribuir a un abuso natural del lenguaje, tan clado a las metiforas, sinécdoques y metonimias, el que nombres como biblas y liber, que primero babi- an servido para designar la fibra del papiro, luego fueran aplicados al libro 0 cédice de pergamino 0 le papel. Asi cambis su semsntica Tal fue y ha sido la importancia de este hallazgo exipcio, historia de la transmision de ideas, de la memoria, de los textos y los documen- tos, que todavia perduran el milagro de sus nombres en el mundo del documento y el papel. Pero tam- bien, y esto hay que decirlo en honor del pergami- no, seatin kt Enciclopedia de D’Alembert y Diderot, al liber de las plantas se le ha legado a llamar per- gamino 0 piel animal. Misterios felices pero muy expresivos del poder de transmision de la misma lengua en sus constantes y variables. Se pelaban de! papiro las cortezas de los tallos triangulares, y de las mollas blandas y atin freseas, con un cuchillo muy afilado se hacian unas loncha (Pbilirae) finas y largas (casi 40 cms.), preparadas part formar entre si, yustapuestas y superpuestas como un caiizo en dos capas, una vertical y otra horizontal, llenas en abundancia de fibras 0. vena blancas, s6lidas, resistentes, inodoras ¥ ligeras. Mar- tilleadas en una lamina se pegaban entre si con su mismo jugo, ayudando en ocasiones algtin Acido acético 0 vinagre, Estas fibras, si el junco se cortaba maduro (pues si se cortaba verde ennegrecian y muy maduro eran mas quebradizas), daban liminas blan- cas con las propiedades contradictorias de un buen soporte de escritura (resistencia y ligereza) porque recibieron incesantemente el jugo vital de la rafz, que con la esplendorosi luz solar de Egipto realizaba la funcién clorofilica que las hacia crecer en grosor y Tongitud, que las afirmaba en fuerza y las acercaba unas a otras dindoles mas resistencia. Las fibras lon- gitudinales del tallo, que son las fundamentales para formar la reticula total o hilos de la tela del papiro, son las que mis crecen en el proceso vital ce la plan- ta, Cuando se manufacturaba el papiro se entretejian Gabor texendi) las cédulas (schedulas) 0 lonchas en posicién vertical y horizontal, como una trama y urdimbre de pao, sobre una tabla humedecida, Luego se batia con un mazo el tejido, hoja © plagt- Ja, con lo que el licor ttitbido de la savia que segre gaban las venas o fibras se convertia en pegamento © adhesivo, y se secaba al sol. El mismo jugo servia, pues, de buen apresto para convertir el papiro en material apto, es clecir, en “carta” para escribir. Slo bastaba el lijado y brunido. En esto hay una diferen- cia del papiro con el papel. Este necesita las cargas © adiciones de cola © engrudo para que cartee 0 haga el ruido del papiro, y pueda recibir por la punta del célamo las tintas. Después se lijaba y alisaba el papiro con herramienta abrasiva de maufil 6 con una coneha, Estas hojas 0 pkigulas se encolaban una tras otra, desde ef protocolo al escatocolo, htsta formar un rotulo, rollo y volumen que se envolvia y desen- volvia pare escribir y leer M. Rowino © L, Rovaloue © A. Sivcnez 25 Escribian en él con un tallo de junco Guncus ‘maritimus), nacido en las marismas saladas, con un cain de 1,5 0 2 milimetros de didmetro y una altu- ra de 16 a 23 centimetros, La extremidad se cortaba en bisel, la cual se hendia en varios puntos, machacarlo y hacer como un pincel. Colocaban, a la hort de escribir, el papiro sobre una paleta de maclera o marfil, que tenia en su parte superior dos orilicios tinteros y una especie de plumario para guardar Jos cilamos, Las firis horizontaleg del entramado le servian de renglones. lie como Casiodoro ha mostrado con elegan- ia y respeto lo que era el papiro 0 carta para un amante de la escritura y las letras fijadas a un sopor- te material: Nifotica silva sine ramis, sine, frondis, virgultis molliore, berbis duriore. Bs decir, selva del Nilo sin ramas, sin frondas, mas tierna que los reto- fos, més dura que la hierba. Su composicién la explica ast: functura sine rimis, continuitas de minutiis, viscera nivea virentitum berbarum, scriptu- rabilis, facies, quae nigredinem suscipit ad decorem, etc.: Juntura sin grietas, continuidad de pequeneces, nevosas entrafas de verdes hierbas, cara o faz. capaz de ser escrita, que asi recibe el hermoso adorno de la negritud, La negritud, claro esta, cle la tinta. Final- mente prefiere Casiodoro el uso del papiro a las cor- tezas de liber porque ante éstas la escritura siente la repugnaneia de la dureza del tronco y a duras penas puede ser expedida: Scriptura in illis repugnante duritia corticis vix poterat expedir Alacio, citado por Mabillon en el libro I de su Diplomitica, explica asi este proceso y hace una ori- ginal y descriptiva forma de la fabricacién del papi- ro, distinguiendo la forma egipcia de tejer el papiro y la forma romana; Ex papyri philiris aut excisis, et simul vinetis, tamguam stamine et statumine com haginabatur, quemadmodum et tela fit ex pluribus filis, Extendebantur enim papyri philyrae in aliqua tabula; bine obliniebantur glutino: si tn Aggipto texchantusr, aqua Nili turbida; st Romae vel alft€par- bus texebantur, pollinis flore fervente aqua tempe- rato, minimo acett adspersu. Detnceps aliae philirae sversae superponebaniur ad modum eratis: tan dem malleo tenuata, glutino perversa, quod in ea file: implicarentur et mutio amplexti velutt nodo constringerentur: in papyro vero stamen super Stat ‘men extenderetur, philivis enim rectis philyrae supe- rimponebantur adversae. Con el papiro nos encontramos con un soporte verdaderamente propulsor de formacién y ereaci6n de las Bibliotecas y de los Archivos para cultivo de las mentes y mejor gobierno de voluntades con el insrumento documental, Esto ha tenido eco en kt eseultura ckisica con representacién de musis.y hombres de gobiemo con rolios © voltimenes de Papizo, sobre todo en el mundo griego y romano, donde gracias a la politica de exportacién empren- ida a partir del siglo IV antes de Cristo por los Tolo- ‘meos, s¢ inicia un proceso hist6rico y beneficioso que permite y favorece notablemente la duplicacién y multiplicaci6n de las obras literarias y filosoficas. De un solo exemplum nacieron con el papiro miles de exemplares con poco peso y volumen materiales, pero mucho contenido metafisico de ideas y mayor facilidad de escritura y lectura. Hay quien piensa que las actuales divisiones y secciones de la Hida y a Odisea se fundan en las dimensiones totales y uciales de los voliimenes de papiro, en que pri- mero fueron copiadas y recopiladas, Esta multiplicacion de ejemplares fue y es una cautela fundamental para evitar la posible y demos trada pérdida irreparable de obras conservadas en un tinico ejemplar como ocurria en ot#os soportes anteriores, Con el papiro nacié el libro en el sentido que lo entendemos hoy, como escrito sometido a una produccién de unidades en serie, como una mercancia nacida para ser repartida y difundida, Aparecen 10s libreros y las librerias que comerciali- an el libro, Como consecuencia proliferan las bibliotecas y archivos, como reconocié Casiodoro cen sus Epistolas: Se invent6 el papiro. Con él vino la elocuencia, El papiro es muy suave y continuo como producto que es de las niveas entranas de la verde bierba, El papiro se puede extender en amplitud y at mismo tiempo envolverse, reducirse y liarse en un ‘pequeno espacio. Su blanca tersura embellece los negros caracteres dle la escritura. Conserva asi la dulce cosecha de la inteligencia para devolveria al lector cuando éste decide recogerta. Elypapiro es fiel testigo de todas las acciones bumanas, testigo elo- cuente e implacable enemigo del pasado”. No obstante el papiro, incluso en Roma, fue un género aro y precioso y es afirmacién comtin que en las sociedades clisicas ciertos estratos sociales no pudieron procurarse con dinero, hasta la aparicién del pergamino, Un soporte escriturario en cantidad suficiente al estar ms a mano de todos los pueblos sul materia prima, la piel animal En el esplendor del Imperio romano, ka pose dora de los mejores secretos de fabricaci6n era avin Alejandria, que exportaba en masa los fardos «lel papiro al Imperio. Y atin sigui6 esta preeminencia egipcia en la Alta Edad Media como comprucba un texto de Gregorio de Tours y una carta de Quilperi- co I en 29 de Abril de 716: los puertos de Marsella y Fos eran entonces utilizados para la. importacién de papiro en las Gallas, La exclusiva atin existia en tiempos de la conquista cle Egipto por los arabes en el ao 641 después de Cristo. Parece que esta con- quista reduce Ia exportaci6n 0, al menos marca 1a fi se final de la reducci6n de la carta papirdcea, ya ea por la implantacién del pergamino y su mayor M. Rowao ¢ L Rovalctz © A. Sis ccesibilidad frente a los altos costos del trifico marino en pesados farcos y su instalacién en los hérreos cartdceos, ya sea por las reformas arabes en los sistemas de irrigaci6n y cultivos del Nilo que eli- minan las marismas productoras. Si se reconoce hi toricamente por los autores especializados que los bes fueron los que introdujeron el cultivo del papiro en Sicilia Fl producto cuando se fabricaba con calidad de materiales era como un buen “papel” de hoy con su flexibilidad para plegarse y desplegarse en rollo (pli- care et explicare), blanco de hueso brillante, de tacto sedoso, sobre el cual el eseriba, con un cala- mo mojado en tinta, daba signos a las ideas situin- dolas en columnas (paginae o scbedae, piginas y cédulas), En el tercer milenio antes de Cristo los egipcios consiguieron la perfeccin, pero Casiodoro. muchos siglos después hizo un poético canto al papiro, tan exulante, que s6lo se puede compren- der su desbordante lirismo en una sociedad que empleaba mucho la tablilla cle cert y conocia muy poco el pergamino y nada del papel. La utilizacién del papiro no tuvo competencis en su género hasta finales del siglo IIT después de Cristo, cuando empez6 a perder su-protagonismo al ser sustituide por el pergamino 0 carta membrand- cea, sobre todo para los cédices y escritos literarios. En cambio sti antecesor nil6tico se continué usando con prestigio y solera en diplomas de las cancilleri- as imperial y pontificia, en la longobarda y visigoda, cn la corte carolingia hasta el siglo Vill, en Ravena hasta los siglos X, y en Roma hasta el siglo XI. Los papiros de Ravena y los del Archivio Segreto Vatica- ho confirman por su actual conservacién esta per- sistencia como soporte de diplomas imperiales reales. EI rollo de papiro se conservaba en recipientes de madera y arcilla, y para alejar a los it bibliGfagos se impregnaban del antiséptico aceite de cedro, Por testimonios de Vitrubio, Ovidio, Marci Luciano, Plinio, Horacio y otros, era ésta una priicti- ca muy ordinaria, Es decir se embadurnaban y unta~ ban los papiros con el aromatico e incorruptible aceite, goma o resina de cedro, que les daba un color amarillento y ademsis permitian asi evitar los insectos bibli6fagos como las polillas, gusanos, car- comas y todo tipo de fauna maléfica. Recogemos aqui por st significacién el verso horaciano en que ‘con ansia que se compongan poemas dignos de conservarse frotados con aceite de cedro: Speraimius carmina fingi posse linenda cedro. Pero el radical enemigo siempre eran Ia hume: dad y el calor, conjuntaclos ambos contrarios preso- criticos para ser gérmenes de la fauna y la flora des- tructora de las fibras Cbiblas) liberianas o papira Se han conservado mejor los papiros del alto y Jectos dice esper medio Egipto, donde la natural sequedad del des eto favoreci6 mas su conservacion que el emba- durnamiento de aceite de cedro. La costumbre que tenfan los egipcios de depositar libros y documentos cen las tumbas, colocadas siempre en sitios secos, ha contribuido a lt conservacién de muchos documen- ws. "Independientemente de las destruceiones ocd- sionadas por guerras, pillajes 0 incendios, otras innumerables causas, en particular ta evoluci6n de las formas de escritura, explican la desaparicion y susiitucion cast toral de las bibliotecas de los prime- ros siglos de nuestra Era, En efecto, eva muy natural ‘poner al diay copiar tos libros cuya lectura se batbia convertido en dificultosa, No obstante, este naufra- gio no bubiera sido tan completo sino se bubjera empleado un material tan perecedero para escribir (lean Vezin) 1a historia del papiro es la de la insuficiencia de Occidente y de su dependencia respecto al mono- polio del delta del Nilo, La administracién romana lo emple6 cada vez mas en los dias del Imperio y cif cilmente puede concebirse a Roma gobernando el Imperio mediante el exelusivo uso de las tablillas para la comunicacién administrativa con las provin- cias periféricas. La Historia dle Augusto nos cuenta que el emperador Aureliano decret6 que la provin- cia de Egipto librara a Roma perpetuamente, a guisa de impuestos en especie, el papiro, lino, ediamo y vidio (siglo ID. Se reserv6 fundamentalmente ese soporte carticeo pari informaciones que debian reflejaise y leerse en panoriimica, no a pedazos: Por tanto se aplicé a libros registros y de cuentas desti- nados a uso y conservacién permanente y, c6mo no, a los documentos dispositivos y probatorios dotados con legal Fehaciencia. De este modo solo quedaban restos de carta importada en los borred eartaria de Gccidente para los ciudackanos mais ricos que sf podian procurarse los cémodos libros de papiro, ‘como se observ6 en las ruinas de Herculano y Pom peya También es historia en Ia plena Edad Media el fendmeno de las copias de seguridad! o de renova ci6n o de reparacion ex caducitate de privilegios en vetusto papiro que son pasados, luego, al perma nente pergaumino. ‘Tres privilegios del monasterio de Nondntola, concedidos por los papas Adriano I Joan VIII y Marino, extendidos en papiro son man- dados tasladar en la cancilleria pontificia de Ino- cencio Ml porque estaba smidos de vejez ec quae de tpsis scrips papyrtis, ex quadam parte prae nimia vetustate consuntis colligere potutt, in publi- cam formam redigere procuravit. ¥ el caso tambic con protigonismo de Tnocencio HII que renueva un privilegio del papa Agapito 11, del ano 946. Se Fenuieva en pergamino por la patente consuncion de 28 Aare pe ura Escarons ANTIGUAS Ja extremada vejez al no estar escritos sobre perga- mino sino sobre papito: Quas iam nimia vetustate consunta cum fuerint, non in pergameno, sed in papyro conseripta El pergamino y la vitela “Es la piel de la res, limpia del vellén y de la humedad y jugo de la carne; rafda y estirada y ade- recada queda muy blanca y muy & propésito para escribir en ella” (Sebastiin de Covarrubias), La piel animal (epiclermis, dermis e hipodermis) reducida a s6lo la sutilisima y elistica dermis en forma de cuero, pero sin ser cuero, mediante la abrasion y eliminacién del pelo y la carne, el adobo de cal y la atenuacién tensa en bastidor de grasas y pigmentos en la membrana, ha sido también un anti guo y milenario soporte de la escritura por sus dos ‘earas: Se menciona ya por los tratadistas de sopor~ tes un escrito sobre cuero con aspecto de pergami- ‘no que remonta al segundo milenio antes de Cristo. Se conocen dos rollos escritos en cuero egipcio del segundo milenio antes de Cristo y un tratado de ‘Matemiticas, también egipcio, del IT milenio. Horacio en sus conocidas Satiras fue el primero en el mundo latino en emplear la palabra membra- na en el sentido de pergamino. Pero hoy esti claro para todos los expertos que es a partir del siglo 1V, coincidiendo con las primeras muestras de la ese tura uncial, cuando el soporte del pergamino empie- za a abundar y a ser comin, relevante y ordinario en los escriprorios, en las Bibliotecas y en los Archivos. La técnica del cuero es una conquista de civili- zaciones diferentes y mas © menos coetiineas, a causa de la universalicad y facilidad de acceso a la materia prima (piel de vaca, cordero, cabra, cerdo, asno, caballo), a diferencia de la del endémico papi- ro que la velamos centrada practicamente en un solo Tug El curtidor ha utiizado siempre con la piel animal ténicas muy variables para preservar su le- ible suavidad y pata adaptare a cada una de las distinas necesilades solictadas en el cuero lt piel. En It evertura eran impreseindibles la lisur, la Blancura, la inescia ante ls tins para que no se oman y se fjen, la flexibly la finuray la pos Dilldad de poderse escribir sobre dos cars, Bl arte de fabricar el pergamino es muy conoc\ do pero cada ‘aller de pergaminero contaba. con tuchos seeretos téenieos y artesanales, marea de ada cast, No To podia fabricar cualquiera, Una de tas formulas de fabncacion mis antigua nos la apor- ta un manuscrto de In catedral de Lucea, en aia del siglo Vi “Pergamena quoniodo fier debe: mite lam tn calcem BY rade iam cum nobacula de amb par- ter etlaxas desscare. Deinde quodquod volueris sea- pilanira facere, fac et post Pingue cur colorbus Meted [i piel en cil durante tres dias. seguidos, luego extendedla y tensadla en un bastdor, pars Tego facta ‘con un cuchillo afildo por sus dos cass, Dejdla luego seca. en fin alisadla a volun- tad sobre un tabureteelindticoy pintadla con colo- Se emplearon pieles de cordero, de cabra, pero preferentemente de teinera. por In posibilidid de Empleo en éstas de sus dos ciras, su blancura, Ba fa, tesistencia, y mis clficulad en ondularse alabe- aise y arugise etc. También se ha fabricado con peor calidad en sus dos caras de pieles de asno, Fobo, conejo, gamo, gacela et. La naturaleza del anignal 9 su edad determinaban la eleccién en Fan- tion de obtener mayor o menor blandura,flexibil dad, baneuma y ausencla de granos 0 protuberancias congéntas 4 bulbos plosos lg. 14. ariesanos del pergamino jan en ager, calcina, dpi ‘men tensam en ef bastido: yan: en tun cable y cortan la pie! del pergamino, nciclopedia de DiAlember y Dideroo. M. RoMPHO © L. Rooalotez * A, Siscrez 29 Estas pieles en primer hygar eran remojadas abun- dlantemente y nego escurrdas para su limpieza, y favorecer ef mejor rapado,afeitado y depilacién, des- came y desengrase. Para evita la putrefaccin, el mal olor a rancio y dale firmeza y blancura se eliminaban Jas grass mediante un bano y embadurnado con un hisopo en una basa o reeipientelleno de cal, que per- mitia también, Iuego, la fill depilacicn 0 caida del pelo desde la raz, en un caballete, ya con tieras ya por mera friceién con bastones y especies de cuchi- llos con filos apropiados, El descarne de la hipodermis, 0 acuchillado de Ja came y grasa de la parte interior de la piel, se hacia tras un nuevo remojaco y desgoteo en agua caliza durante casi 24 horas, que derretia las grasas, para luego poder descarnar mas hibilmente con herramientas cortantes muy caractersticas muy bien dibujadas en In Enciclopedia de D’Alembert y Diderot A partir de esas operaciones el pergaminero toma un camino diferente que el curtidor de cuero. Fl curtido del cuero, para que la piel no se pudra, se hace por medio de taninos orginicos o minerales De modo que el cuero con el acido se hace asi imputrescible y sumamente resistente a la accién del agua en prendas y calzado. Ademés en el cuero no se rae la parte interior 0 de Ia carne. Sin embargo, el pergaminero va por otra via para conseguir una limina de dermis tersa, suave, Aipta para aglutinar el pigmento de la tinta, flexible, fina, mas blanca, agradable y uniforme en sus dos caras, seca de grasas, para que asi, con todas esas civalidades suministacas a la piel, compitiera eficaz~ mente con la lindeza, la dignidad y blancura escri ‘uraria del papiro: toma la piel depilada y casi des- camada y la tensa con clavija en un bastidor 0 marco, donde de nuevo es intensamente goteada y rascada en la parte de came y grasa con cuchillos de acero muy especiales (escurtit la piel con hierro) con fuerza y sin levantarlo, que acompaian luego con agua y polvo calizo esparcidos con tin trapo. Asi intenta conseguir una Kimina mas magra y seca de rasa, que no huela a rancio, sin pigmentaciones de la flor de piel, y con espesor equivalente entre lomo Y Mientre, omoplatos y ancas traseras. Esa operacion se repite una y otra vez por la arte de la carne y del pelo (en ésta para conseguir blancurs), Hoy esta uniformidad de espesor se obtiene por medios mecinicos y no manuales: Asi se consigue una flor de piel blanca, lisa y relativa- mente uniforme e incluso sacar de una sola piel dos Petgaminos. la tension constante del bastidor sirve al mejor exprimido, secado y limpieza de la dermis. Este esti Tamiento “modifica profundamente la estructura entelazada y celular de ka dermis. Se reordenan las fibras de coligeno paralelamente por capas en el sentido de las fuerzas de los bastidores. Este reor- denamiento, sin embargo, no se produce en los cue- ros debido a que el bastidor no entra en estas fic- ciones de estirar las fibras del cokigeno proteinico. ‘Pig, 12. Bastidores para rensar y mar a piety modo de arta en Ja artes de pergamines, (Enciclopeca D’Alemiber y Didero0. 30 Anne oe unre Escumens AXTIOUNS Porque el secado y desengrasaco es total y caracte- ristico del pergamino, con operaciones muy espe- Gales de mano, bastidor y acero, ayudadas de subs- tancias higroscépicas como la creta, el yeso y 1a cal La reaccién entre la caliza o calcio, el agua y las gra- sas de la dermis e hipoclermis producen un jabonci- Ilo soluble, que se dispersa ficilmente con el agua y asi artastrapigmentos, dcidos y grasas. Por cierto, mucho del color amarillento propio del pergamino ha sido provocado por estos tratamientos alcalinos de su manufactura, Con estas alteraciones los tinicos ‘elementos de la piel viva que perduran en el perga- mino son las proteinas insolubles y algo de agua, Las proteinas se agrupan componiendo fibras de gran consistencia fisica y excelente capacidad de hidratacin; a diferencia de lo que ocurre con el papel, las fibras del pergamino no se entrecruzan ni enmaraaan, El tinico elemento que actiia como sus- tentador o cohesionador de las fibras cle cokigeno es ef agua que como en el papel, forma enlaces inter moleculares, que adhieren quimicamente las fibras, principalmente por medio de los lamados puentes de hidrégeno. Esto determina que el agua, y mis concretamente la humedad bien medida, tenga un papel tan importante en la conservacién del perga- mino. Quitada la piel del bastidor se coloca sobre un jergdn 0 caballete, cubierto de piel tensa, y se la masca en seco con un hierro semejante al que se empleaba para la piel de cuero, pero muchisimo mas fino y cortante, semejante a una laya. El filo de ésta es un poco recurvado para que muerda mas. Este hierro a filo mordiente se hace pasar de arriba abajo de la piel y en varias vueltas se llega a supri- mitad del espesor de la piel, tanto del lado de la flor como de la care, Este raspacio en seco sobre el jergén © somier es la operacién mis dificil de todas las que se aplican al pergamino. Es sotprendente cémo el pergaminero puede, sin cortar la piel o cortarla muy rara vez, hacer correr la cuchilla de arriba abajo, apoyando en la piel con todas sus fuerzas un hierro que com como una navaja de afeitar y cuyo filo curvado y bien afilado deberfa hacer por la piel nada mas ponerlo encima. En efecto, el pergaminero a diferencia del curtidor es un ope: nario que compra el pergamino en basto y lo pre para mediante el raido en seco con un objeto cor- tante sobre un somier o jergdn para hacerlo apto, para la escritura” (Enciclopedia de D’Alembert y Diderod), Por cierto, las raeduras 0 virutas del raspado del pengamino son wn producto muy bueno para hacer In llamada cola de pergamino. Es una cola muy clara ¥y limpia empleada para teiir prendas de lana, para pinturas finas y para encolar el papel. lo un corte en 1a lisura,finura y suavided (impreseindible para cel suave deslizamiento de ka pluma) de una piel org nica con naturales imegularidaces de los bulbos 0 frinulos pilosos, sobre todo en la flor de piel que tubria la epidermis, se obtiene por un hjado final de picdra pémez u otra piedra o material ryg0s0 y abra- Sivo adecuado. Fl pergamino uatilzado para los e6i- es tenia mejor tratamiento que el utlizado para los documentos: Para hacerlos ms uniformes se escogi- fn las partes proximas al cvello y los miembros cel dinimal, a costa de qute fueran los pergaminos incluso iis espesos y menos staves; ademis en éstos el Iia- ddo era importante aseguririo bien por ambas caras, ka de la epidermis en la que se vi 2 de la hipodermis, es decir, ln del pelo y me, euancl por ambas habia que escribir Ta abrasion y alisado de Ia piel con piedra pomez era una operacién muy delicada por st buido y destreza. Bien Hlevada puede llegar a hacer confundir la dlferencia entre lt parte del pelo 0 flor dle piel y la de la carne, incluso en la basta piel de cordero que puede llegar a competi con la més Fina de temera. El apomazade era mes intenso por la parte del pelo para borrar las trazas del grano y las Celulas pigmentarias, y que perma, al mismo tiem- po, crear tina porosidad para agarrar el aglutinante e'la tinta al soporte proteinico, El lado de la came fue mis ligeramente apomazaco para quitar cual- quier ristro de cal y al mismo tiempo permitir ka adherencia de la ida tinta El producto de la piel hecha pergamino es un material escriptorio ligero y flexible, que tomaba bien las tintas sin correrlas ai desprenderlas, se escribia sobre buen alisado por las dos cans, se le bien porque resaltaban en stt blancurt las’ negras Tetras, se corregia ficilmente por raspadura sin dejar aigujero, se ilusttaba © iluminaba con miniaturas mucho mejor que en el papito y papel, se plegaba ¥ doblaba para hacer cuatdemos, y necesitaba pocas Eolas y pocos cosidos e hilos cuando se encvader aba por la fortaleza de st fibra ante el desgarro. No heeesitaba ninguna capsa o capsula de cuero para er protegido como lo habia requerido el volumen © rollo de papiro, Cuando éste no fue usaclo en forma de rollo 6 volumen, sino en forma ce e6elice 0 Hbro euadrado, necesit6 para encuaclemarse un refuerzo de pergamino. Este, sin ayuda de otro soporte ¥ por si mismo, es el que realmente pees el libro cua- dirado a imitacién de las tablas dipticas ¥ polipticas, mejorando su funcionalicad, Las grandes recopila- Gones y colificaciones fueron posibles en estos libros cusidrados, funcionales y sumarios, que dieron el nombre de “Codigo” a las recopilaciones. En el Siglo It pricticamente se difminan y pierden los tollos de papiros en las bibliotecas ante la funciona Tidadl de los 6 on ans INUIS BiLisesl ” sreaterpwtere de Clceron apearocen revvide sre: San Agustin tn erat 3 Sal 32 Anse De tan Escarnnas ASTIOUNS El pergamino ha tenido también por st natur: leza proteinica de células fibrosas en capas super- puestas, la senalada e hist6rica posibilidad de ser reutilizado, como ya veiamos con otras maneras en las tablillas de cera o nos ha pasaclo con las pizarras De ahi han venido los famosos palimpsestos. Aqui no era la parte sascadora del styitem la que bortaba sino la sumersion del pergamino ya manuscrito en anos de leche y su posterior raspado con piedra pomez, dando una superficie mas lanuda al perga- mino, que hace reconocibles a simple vista a los palimpsestos [Asi apareci6 la piel como mero soporte escritu- rario (ratado con cal) mucho mis tarde que el cuero (ratado con tanino Acido) y, en general, los histo- riadores seAalan puntos eronicos y tOpicos diferen- tes sobre el comienzo de su utilizaci6n por la Huma nidad. Hay quien interpreta determinados relieves de palacios asirios donde aparecen dos escribas, tuno escribiendo sobre una piel y oo sobre una tablilla, como el testimonio fehaciente de que los asirios en el primer milenio antes de Cristo ya sabi- an fabricar el pergamino. Sin embargo Plinio recoge y transmite a la Edad Media la reperidisima teoria del frigen en Pérgamo, en Asia Menor y en el siglo IT antes de Cristo, Esta tradiciOn pliniana atribuye al rey Attalo I la fundacién de 1a Biblioteca de Pérga- mo, impulsada y consolidada luego por Eumenes It (297-158 antes de Cristo) cuya competencia con ta mas antigua y famosa de Alejandra impuls6 al rey de Egipto, Ptolomeo Filadelfo, a dejar de suministrar el preciado papiso para asfixiar la nueva fundacién. Esto seguramente favoreci6 en el siglo III antes de Cristo una intensiva fabricacion y mejor tratamiento de la piel animal para soporte Sptimo escriturario en ‘Asia Menor, pues es probable que el invento estu- viera ya, y mucho antes los judios, los asirios, los persas y los griegos la hubieran utilizado con algin tratamiento espectal distinto al del cuero. Lo cierto «5 que los romanos dieron el privilegio de patente de invenci6n a Pérgamo, y el nombre de esta ciudad, al soporte, pues llamaron en los siglos IV y V des- pués de Cristo, ala piel asf preparada para escribir, pergamino, con la expresiOn membrana pergame- hea. As‘ aparece en el Fdicto de Diocleciano De pre- iis rerum venalium, (abo 301 después de Cristo) y San Jer6nimo (330-420) le aplicé el simple nombre de pergamenuim. Sin embargo, su nombre inicial urante la Edad Media fue simplemente el de mem- brana, carta membranicea © papiro de piel, sin nin- ‘guna alusién topogtifica a Pérgamo. Para todos queda claro que la verdadera competencia en el mundo de a eseritura del pergamino con el papiro comienza en Occidente entre los siglos I y IV des- pugs de Cristo. El pergamino, a pesar de ser un material caro, liberd a Occidente de la dependencia ipto en materia escrituraria, En tales siglos este sucedineo del papiro comenz6 a ser fabricado a gran escala cuando en la produccion éste se revel6 insuficiente y cuando el pergamino comenz6 a mos- ‘rar sus Vventajas propia, en una época de gran pro- ducci6n, uso y transmisi6n de informacién escrita, como fue la del pujante y nuevo cristianismo con sus legiones de apologetas y apdstoles con Biblias y sermones en las manos. Se impuso en Ia Alta Edad Media, cuando las vias de comunicaci6n con Egipto y el papiro se desorganizaron. Fueron siglos en que cl prestigio legal y literario del pergamino en rela- cidn con el papiro era menor, segiin ya nos delata- Casiodoro, pero sus ventajas, entre ellas su mayor resistencia al desgarro y capacidad de escrito, lo hizo con el tiempo preferir al papiro. En los docu- mentos de archivo la implantacién fue més lenta que cn las bibliotecas si nos fijamos en lo que nos dicen los testimonios coetineos. Los ejemplos de cédices librarios son del siglo Hf; tal es el caso del frag- mento de De bellis macedonicis. Los de documentos membrandceos © en pergamino son pricticamente del siglo VII EI pergamino era mas facil de falsifi- car y de afeitar y, por tanto, de interpolar y falsificar por su dureza y consistencia proteinica que las fibras celuldsicas de su antecesor el papiro y su sucesor el papel no tenian, Por eso las cancillerfas eran mas refractarias que las librerias. Sin embargo, hemos de decir que la aportacion, del pergamino a la permanencia de las ideas, con- quistas escritas del genio humano, 0 a los bancos de la informacién de aquel entonces (Biblioteca y Archivos), fue un mero paliativo, a pesar de la posi- bilidad de escribir por las dos cars. No aport6, por su caricter econémicamente oneroso, lo que luego cel mas barato papel de pasta de trapo 0, sobre todo, cel baratisimo de pasta de madera de la Era Indus- trial, supondsian para la multiplicaci6n y servicio det escrito tanto en Ia administracién como luego en la edicién de libros por la imprenta, El pergamino se utilizaba con economia y austeridad. No se dispen- dié como hoy 0 casi ayer se derrocha y despilfarra con el papel. Rabano Mauro, abad de Fulda, aman- te apasionado de la Lectura y de los libros, en la ple- nitud del siglo IX mandaba el pergamino ya fabrica- do a los escribas para que éstos sin dificultades y sin excusarse en la escasez le copiasen con diligencia un libro. ‘Todo fue normalmente apretado en este sopor- te, sobre todo en los documentos de archivos, a veces sin espacios intervocablos, sin puntos y pirra- fos aparte, con los blancos reduc los marge- res, se multiplican enormemente las abreviaturas, y los paledgrafos hoy dia se las ven y se las desean para en su rigurosa lectura no perder el renglén 0 pasar de un renglén a otro o incluso localizar el per- M. Rowtno + L Roonlourz * A. Siveez dido. Para comprender estas economias de compri midos renglones, parrafos y palabras basta s6lo con hacer un cilculo comparativo entre el ntimero de reses necesarias y el numero de documentos resul- tantes. Y, asi, es plenamente comprobable el eleva do ndmero de piezas animales que bastaban en la confeecci6n de los grandes libros de coro de nuestras catedrales 0 de las voluminosas biblias en pergami- no. Expertos en el tema han hecho el cilculo que para escribir un libro de 392 folios cle gran formato (560 x 390 mm.) se necesitaba una gran matanza de reses: Nada miis y nada menos que 200. Fue y seria cl muis econ6mico papel artesanal o industrial, asu miendo las formas librarias y documentales que en el mundo de ta informacion implantado el pergamino, la turbina por antonomasia de Ia civ zacién escrita, y el que convirti6 los reducidos teso- ros de cartas en grandes archivos nacionales con voluminosos registros como los de la Corona de Aragén, Simancas o el Vaticano. Pero, no obstante, tiene raz6n el famoso juicio de Dziatsko de que gracias a Ia capacidad de com- pactacién 0 acumulacién del escrito en el cédice de pergamino, que no tenfa el rollo de papiro fueron posibles las grandes recopilaciones legislativas Cor- ‘pus © Cédigos de Teodosio y Justiniano, Hay quien, incluso ha relacionado, como lo escribié ya Thomp- son en el siglo pasado, el éxito definitivo del perga- mino con el triunfo y expansién del Evangelio y Nuevo Testamento en la nueva iglesia cristiana en el caso del Imperio de Roma; y otros como Birt y Garruci hacen de los dos fenémenos, pergamino y cristianismo, una mera coincidencia. Estd claro que esta materia era mas durable, mas transportable por volumen y ligereza y mas compacta porque se pres- taba a ser escrita por las dos caras. Se adecuaba asi mejor el pergamino a multiplicar bros de gran ny mucho uso, tales como la Biblia, los Evangelios, largos y muy extensos pero necesarios para Ia evangelizaci6n, Eusebio de Cesarea, escritor griego, en su Vida de Constantino, asegura que éste emperador mand6 ejecutar cincuenta copias de las: Sagradas Escrituras para las Iglesias de Constantino- pla, Ademsis, una vez comprobadlas las virtudes de Permanencia y durabilidad del pergamino, los sabios del ocaso del Imperio romano se apresuraron a transeribir sobre pergamino las obras de los siglos Pasados a las que se queria asegurar una larga per- manencia y duracién, San Jeronimo, su. Epistolt CXL teficre que hacia el final del siglo IV dos sacer- dotes de Cesarea, Acacio y Euzoio, emprendieron el trabajo de renovar la bellisima biblioteca que reco- pilé San PAnfilo. Reemplazaron por copias de cédi- ces cuadmados en pergamino todos los voltimenes 0 rollos de papiro que encontraron en mall estaclo 0 en vias de perecer. Gracias a estas “regeneraciones” de 1a informacion en papiro al pergamino, por emple- ar un término muy usual hoy en Archivistica para los novisimos soportes magnéticos y Opticos, que prosi- guieron durante los siglos IV a VI después de Cris- to, nosotros tenemos hoy dia muchas obras de la antigiledad que la Alta Edad Media salvé al naufra- gio de las literaturas occidentales. Porque el uso del débil y frigil papiro constituye una de las causas, si no la tnica, por la que la destruccién y conservacién de documentos y libros hayan sido a veces tan caprichosas en su selecci6n Ia introduccién del papel en nuestro Occidente disminuy6 el uso del pergamino, aunque se conti- nu6 utilizando durante muchos siglos, incluso en la Edad Moderna para documentos de mayor autori- dad y a los que se exigia mayor permanencia y durabilidad como vemos en la serie cronolégica de este Laminatio. Fl tratamiento que da a la piel el pergaminero hace que este soporte sea muy higrosc6pico, al con- trario de lo que produce el tratamiento que da el curtidor al cuero. El pergamino por eso se hincha cuando hay exceso de humedad en un archivo y se retrae 0 contrae cuando se liberan. La dimensién del pergamino se hace asi sumamente variable y es un fendmeno muy chocante y perjudicial sobye todo en pergaminos iluminados con miniaturas, pues éstas se craquelan y danan con las tensiones de la fuerza expansiva y retrictil de la piel, distintas de I al mismo tiempo se producen en la capa pik superpuesta, También hay que decir que los pro- ductos calizos utilizados en su depilacién y secado condicionan que este soporte tenga unas reservas alcalinas que constituyen una buena defensa ante la acidez medioambiental de nuestras ciudades. Esta ima ventaja no ta presenta el cuero que es mis ficido. La vitela, por su parte, es el pergamino mis fino, mis blanco, menos absorbente de tinta, (y por esto le respeta mis la viveza de sus colores), hecho a partir de piel de bestia nonnata o abortada (perga- mino virgen 0 vitela uterina) 0 que se inmol6 recién nacidla, para cuyo tatamiento incluso no fue nece- saria la cal, por la escasez de grasas, de tez y de células pigmentarias, seguin afirma la Enciclopedia Francesa citada ya la que seguimos en esta explica- ci6n. La poca constituci6n, lt poca acumulacion de grass y Ia falta de pelo del jovencisimo animal oti- ginaba una piel tersa y suave, flexible y fina, donde dificilmente se distingue por el color a primera vista la parte del pelo y Ia de In came. Este pergamino se utilizo para copiar el texto de Ia Biblia, misales y breviarios, porque su finura era tal que permitia transcribir el texto sagrado en un volumen de peso y dimensiones modestas y comparables a nuestras Biblias de bolsillo actuales. En la cancilleria pomtfi- 34 Are oe aren Escurunys ANTIOUSS cia las bulas solemnes se hacfan con pergamino de animal adulto, mientras los breves, cerrados con el sigilo 0 sello del anillo del pescador se hacian en vitela, escrita curiosamente por la parte del pelo, y no de Ia carne, como er corriente en los demas documentos. Esta singularidad de la cancilleria pon- tificia se fundaba en primer lugar porque en la parte del pelo eran mas dificiles de disimular los raspados e interpolaciones o cambios de texto, y en segundo, lugar esa singularidad, era como una sena de auiten- ticidad y cautela ante aprendices a falsarios de docu mentos, El papel artesano EI papel artesano, en el que se encuentran muchas muestras paleognificas de este manual, segiin ef Tesoro de la Lengua Castellana, editado por el candnigo de Cuenca, Sebastiin de Covarrubias, en pleno Siglo de Oro, en 1611, era entonces “carta u hoja hecha del licor exprimido de los retazos de lienzo, con una invencién particular, pero notoria: Porque vienen a molerse y se reducen a un jugo de leche, y en ciertas hilos de alambre se saca y des- pués se seca al sol", Esta limina era mas delgada, iis desgarrable y de menos cuerpo que el papiro y el pergamino, pero no tanto. Su aspecto primero era como afieltrado y algo- donoso con respecto la consistencia de la piel y las chapas vegetales sobrepuestas del papiro. Pero la téenica en la mejora de sus calidades, su asequibili dad y su baratura con respecto al pergamino, elimi- 6 pricticamente a éste de los usos escriptorios en. las sociedades modernas. El papel era y fue hasta mediados del siglo XIX tuna auténtica manufactura, muy elaborada e inge- ‘de un producto que aparentemente no tiene nada que ver con su materia prima, procedente de la seleccisn de lienzos de lino y cinamo, cortados, desteniclos, lavados, fermentados, machacados, des- fibrados y luego apelmazados y satinados. El papiro egipcio, de mis antigiiedad reconocida que el papel chino, nunca puede ser considerado como una cla ipel porque en su elaboracién no se separan del junco ni se reforma su disposiciGn natural, cosa que si se hace con el papel, cuyo producto final, como ya hemos dicho, no tiene nada que ver en el aspecto y en la estructura mas aparente de sus fibrillas primas de lino y cihamo. Era el papel, nombre que en Espafa, Francia, Alemania ¢ Inglaterra, tomé de su antecesor el papi ro (los italianos Haman al papel carta), el producto final de una pasta, pulpa o licor de fibrillas celulési- ‘cas, separadas por pudricién y espelechadas y refi- padlas en agua clara, sin suciedad ni fango, con mat- tillos manuales (chinos) o por la fuerza hidraulica en piedras de molino Grabes) 0 en varios martillos y mazos agregados a un eje (genoveses), © por ener gia edlica y cilindro de cuchillos (holandeses). Es la primera fase de manufactura Una vez obtenide mecinicamente este licor semiliquido de fibrillas y fibras se derramaba en una. gran tina de madera para proceder a la segunda fase: la formacidn de la kimina o el pliego. En la tina se sumergia una forma, molde o bastidor cuadran- gular de madera, tratada con aceite en su primera fabricaci6n. Este bastidor sostenia juncos, 0 tramas: de tela © finisimos hilos de lat6n (puntizones), colo- cados longitudinalmente_y a una pequenisima, menos que milimétrica, distancia entre ellos. Fs veruras © puntizones eran a su vez sostenidos por ows hilos de metal, los corondeles, dispuestos, eso si, en direccién horizontal a los otros, y con mayor distancia entre si de centimetros. Sacada la formade- ra y bastidor de Ja tina, el agua se colaba, filtrad: entre los espacios leves de las verjuras 0 alambres. Estos, sin embargo, no dejaban colar y sedimenta- ban y posaban las fibrillas en una limina o fieltro apretado y sutil, que puesta sin romperse ni rasgar~ se a pesar de estar mojada sobre un aseado fieltro 0 sayal de lana, para su secado por absorci6n lenta (para evitar que el papel se barquillease) y cohesién. de fibras, era luego levantada por el levador y enco- lada, para impedir que corriese Ja tinta entre las fibras, desfigurase Ia letra y defenderla ce los ani- males papirdfagos, E] laurente © laborante es el hombre que con la forma en Ia mano e introduciéndola en la tina de la pasta, hace con ingenio y perfeccién de movimien- tos, de mano y del licor de tapos, la kimina. Mete la forma como quien toma una cucharada, Hace tres movimientos, uno a la derecha, otro a la izquierda y ‘otro hacia el pecho, para que caiga toda la pasta superflua al grosor y gramaje marcados por el marco mévil de la formadera o forma, Estos movimientos se pueden notar al examinar los papeles artesanales que pueblan nuestros archivos pues se observariin en determinados bordes més acumulacién de pas y se explican esas barbas densas ¢ itregulares de los filos del papel antiguo, Un torpe hombre de tina daba por sus malos movimientos un papel desigual y de mala calidad, No digamos nada de la delicade- 2a del artesano ponedor de la kimina sobre un Fiel~ wo, sacindola del mokle, operacién de gran destre za para no deformar ni rasgar la hiimeda kimina. Y, por fin, del que levanta y separa la lamina, ya menos. hiimeda, de los fieltros, por una esquina de la hoja amis fuerte y predeterminada ya por el laurador y ponedor, para hacer el encolado, que constituye la tercera fase de la artesania: mediante el encolado, almidonado, oreado, satinado (con la calandra) y lijaco se preparaba el papel como soporte escripto- M. Rowiao © L, Ronalatt2 © A. Siscuz 35 rio propiamente dicho y se embals porte a kis ciudades. EI papel ya en el siglo XIV y en Europa aparte de sus cudlidades grificas 0 faclidades eseritura y lectura, condiciones competitivas con el ergamino, al ser por sw mayor abundancia barsto {en una proporcién de 1/9 con relacién a su m: cercano competidor, el pergamino), el tener 4 posibilitades de produecién en cantidad mucho ‘mayores, el ser al mismo tiempo duradero y, sobre todo, el Ser transportable y asequile en las volumi- roses cantidades que requerian los impresores grandes cancillerias europeas. Esta asequibilidad no In tuvieron en fa misma medida ni el papiro egipcio ni el pergamino, Este pronto queds desplazado totalmente del libro impreso y mis pavlatinamente del documento escrito, solemne y no solemne. ‘loys Ruppe en 1947 ha calculaco que una de las Biblias que imprimié Gutemberg en 340 folios de papel, que mide cada uno 42 x 62 centimetros, hubie- ba para su trans- de ‘Fig. 14, Hementos de una formadera done secon ls bilos Imetaens que marca en agua fas vers de pustizones y corundeles (Enciclopedia D’Alemnbert y DideroD. ra necesitado de haberse realizado en vitela © perga- ‘mino unas 170 pieles de res. Los 30 ejemplares que se tiraron impresos en pergamino supontian casi 5000 pieles. ¥ los 100 que se tiraron en papel, hubieran supuesto en pergamino unas 15000 pieles, Era, pues, el papel ante el pergamino, sobre todo cuando aquél pucdo competir en lisura, blancura y consistencia de encokdo; una eleccién obvia para el nuevo mundo, absorbente y cemandante de soporte escriturario, en fomo a fa buroeracia y en tomo a fas prensais multi- plicadoras de ejemplares dle Gutemberg Esti demostrado (excavaciones arqueolégicas de nuestro Ultimo sigio por los arquedlogos Sven Hedin, Aurel Stein y Folke Berginan), que ya, 300 anos antes de Tsai Lun, en China se usaba el papel. Es Iogico pensar que una técnica tan elaborada no podia ser consecuencia de una invencién individual ¥ momentinea, sino mis bien de seculares y colec- tivas experiencias anteriores al alto dignatario impe- rial, el eunuco Tsai Lun, a quien la tradicion china, tendenciosa siempre en atribuir todos los bienes all Emperador o a su entomo, atribuye la invencién del papel, dejanclo obscuros muchos artesanos. anéni- mos de la gran extension asidtica ‘Tras una habil maceracién de las fibras largas, flexibles ¢ hilachadas de la brusonetia, arbol de ‘morera, los chinos conseguian la Kimina. Tales fibras se desintegraban, machacaban y echaban juntas con agua en un mokde © forma de hilos de bamba que filtaba el liguido mientras las fibras se quedaban y afieltraban en una Kimina Para obtener las fibrillas de las ramas de more- ra, materia prima vegetal, se podaban en diciembre, cuando ya perdian ta hoja. Los haces de tallos se hervian con agua y cenizas de plantas céusticas o de sosas. Con este hervido era facil retirar el tronco de Jn corteza, el liber, formado de finas fibras, que habi- ain sido los vasos en Jos que circulaba la abundante y fica savia de la morera, alimentadora y ereadora de Ja seda. Los palos de madera se tiraban. A continua ci6n se remojaban otra ver. las cortezis part quitar- les la pelicula 0 cuticula negruzea. El liber, libre ya de toxlas las carga internas y externas, se hervia de nuevo con cenizais lejias de efecto suave. Se obteni tuna pasta blanca licor celu- losico se a afadia agua ce arroz que aumentaba el blancor. Esta era la materia prima del primer papel chino que se postba en las formaderas. Las formas, los chinos las urdian y tejfan con finos hilos de bambi. No eran puntizones y coron- deles metilicos, pero si filamentos mis finos quelos de latGn que conocemos en Europa. Los inte que dejaban cotaban el agua y asentaban en Jas fibras de la pasta, Los hilos de bambi se her en aceite para que su superficie facitase: mejor Ia cién del agua y la fijacién del licor de fibras. 36 ARTE be tem ESCuTLRAS ANTICUNS DE LA HOJA DE PAPEL AL PAPEL CONTINUO Expulsador dy upto coe ‘nico Proceso de fabricacién le past de papel ( Pig. 15. Comparaciin de las sucesious sistemas (artesanatlese industrials) de fabricacion del papel. (Museo de la Crencia y de la Técnica de Catalunya) ‘Tsuen Honin Tsien publics en 1962 su obra Wri- ten on bamboo and silk. En ella muestra ¢! troz0 de papel, segiin él, mis antiguo del mundo, hallado en Ta tumba de Pa-Chiao, y fechado unos cien aos antes de nuestrt Era Sin embargo, segtin se observa en los restos ‘exhumados de dicho papel, la calidad era nistica y su estructura y dureza floja. En el ano 105 después de Cristo, Tsai Lun resumio y sistematiz6 Ia artesa experiencia anterior, creando el papel perfecto, y amplié la esfera de las materias primas del liber de morera con otras nuevas afadidas como el lino, algodén, tapos viejos, viejas sedas y viejos papeles, Jogrando una pasta delgada, resistente y econémica: mejoré la técnica de elaboracién, sintetiz6 un méto- do, renov6 las materias primas y sistematiz6 los pro- cesos de la manufactura. Se formaba, asi, una nueva pulpa o pasta con tejidos, fibras del liber moral y fibras de cithamo. Se filtraba en un molde el agua y quedaba una imina de fibrillas afelpadas. La calidad del papel habfa mejorado en funcién de la fibra. Sin el trapo, el lino 0 el citamo, el papel de morera era muy frigil, desgarrable y atraia demasiada humedad. “Tsai Lun eta chambelin de la corte del empera- dor Chang, Uno de sus deberes era supervisar la Biblioteca Imperial. E] emperador Hai al visitarla vio Jas altas pilas de libros en forma de incémodas tabli- Ilas finas de bamba y rollos de seda, y le orclené que buscara un sistema mas prictico, mis compacto y al mismo tiempo que fuera mis perdurable, EI tejido de seda no era prictico por caro y por perecedero. ‘Tsai Lun encontr6 la materia cohesiva del tapo y fibras liberianas para unir las fibras y al mismo tiem- po dar la impermeabilidad suficiente para fijar la tinta, En el ano 105 después de Cristo offecis al emperador Hai una blanca hoja de papel sobre una rica bandeja enlacada, Hoy se cree que fue el tapo la materia prima clave y la principal de la invencién y aportacion de ‘Tsai Lun a la artesania anterior, Afirmaci6n que hace HJ. Plenderleith que examin en el British Muscum Jas mas tempranas muestras de papel que han llega- do hasta hoy, descubiertas en 1907, por Sir Auriel Stein en una torre guardiana en la Gran Muralla de China, junto a Tun-Huang (Turquestin chino). En tuna caja selluda que contenia un gran ntimero de documentos, algunos escritos sobre madera, otros sobre sed y nueve cartas de papel. Estas cartas no tenfan fecha, pero ninguno de los otros documentos era posterior al ano 137. Es un testimonio seguro de que la fecha de la sistema ‘cin de Tsai-Lun, reseiada en la historiografia, esta ba muy cercana a estos papeles posteriores, ‘Ademas, la morera 0 el moral chinos, de los que los gusanos de seda se alimentaban ya hacia mucho tiempo, aadia a la pulpa un aglutinante natural que cera al mismo tiempo, un encolado natural y perfec- to para que el papel cartease, se impermeabilizase ante la fuida tinta, sonara como un pergamino cuando se blandeaba al aire, se hiciera charta 0 carta, id quod est aptum ad scribendum, No embe- bia totalmente la tinta y tena lustre como plateado y barnizado, No presentaba desigualdades que sir- vieran de obsticulos al deslizar habil del cilamo © pincel escriptorio, sin_pelillos que enredaran dando facilidades para los trazos gruesos y los ras- ie finos y delicados. En China entre los aos 265 y 420 se invent6 la iécnica del encolado del papel. En el Museo de la Historia de China se conserva una muestra de papel encolado elaborado en el ano 384, periodo corres pondiente del emperador Bai Cuiyuan. El fel sin el encolado, sin apresto y satinado, era, a veces, una imina muy absorbente, como ocurte con el papel wcante, Era preciso un bano de gelatina diluida (gramo y medio por litro de agua), un secado cui- dadoso para que la tinta dejase en el papel los bor- des y ribetes de las letras bien precisos, limpios, cohesionadlos los trazos y marcados los rasgos con Ja finura de la punta de la pluma, Esta tesminacién cra esencial para la escritura con tinta y lo seria Iuego para la impresién. ‘is tarde surgieron las técnicas de embadurna- do del papel y de aplicacién de polvos minerales para estamparlo, plisislo y blanquearlo. También se invents la técnica del tehido del papel, mejorando cen mayor grado su presentaci6n Entre los 265 y 316 fue clifundica la artesania del papel en el norte del Vietnam y en el ano 751 Tleg6 4 Atabia y fueron los sabes quienes la difndieron a lo largo de las regiones que ocuparon, Este aio 751 es el ano de la gran insurrecei6n del Turquestin contra la China, Durante la conquista de esta region, el gobernador de Bagdad hizo prisioneros en el rio Tharaz a dos chinos fabricantes de papel, y con ayuda de estos fund6 una factoria en Samareanda Lugar muy propicio por sus abundantes y limpidas aguas, cuya fuerza motriz kt emplearon los ar para labores que los chinos hacfan con fuerza huma- ha pues éstos majaban y machacaban con el pie y la yrudndose ce palancas para muliplicar la fuerza. Los arabes conocedores de la fuerza hide Jica y su transmisién muliplicaron la capacidad pro: ductor al desligar el esfuerzo humano de la prepa racién de la pasta y cedérselo al agua Por medio de una rueda dentada, con los dien= tes al socaire del movimiento descendente de las aguas, ya conocida por Erén de Alejandtria (siglo 1 después de Cristo) supieron wansformar el movi- miento circular de una rueda movida por ka comrien- te de un rio, en un movimiento de muela sobre pilas de tapes y fibras para desfibrarlas con efecti- j j i M, Rowmso © L, Rooalcvez + A. Stein 39 vidad y mayor productividad, técnica que supieron captar los genoveses e italianos, cuando sustituye ron la muela por el arbol o eje de mazos. Las materias primas utilizadas por los arabes fue- ron la plants del ramio, el lino, el cinamo, que eran muy abundantes en aquellas terras y en las qui luego conquistaron en el Mediterrineo, El cinamo, las reds, capazos, cuerdas, sacos y el lino virgen se remojaban para que se ablandasen, desleaasen y desfibrasen. Con Ia cal se blanqueaban kas fibras y con agua se eliminaba Ja misma cal, En ua mortero © en un pin de molino se majabaa las fibras para que quedasen suelias, finas y suaves como la seda Era muy importante la limpieza del mortero y I maja, del pilén y del manillo o de ka muela, pues ‘cualquier tipo de orin hacia luego. quebradizo el papel. Los firabes perfeccionaron el proceso de la lami- nacién con respecto a los chinos. Las formas 0 mol- des que se introducian en las tinas con el licor 0 pasta de trapos eran de dos piezas. Un marco mévil, cl cual daba el espesor y gramaje de la lamina al no dejar que se desparramase horizontalmente cierta tidad de pulpa, y un bastidor fijo con una parti lia o enrejado de juncos o canas de bambi unidos pot pelos de crines 0 cordeles finos, © también, y en ext son miis novedosos, y luego copiados por los genoveses, una red o verjura de hilos de latén. No obstante, como veremos, los italianos superarfan los arabes en el proceso de seleccién de tapos y en ta perfeccion de la ruptura y trituracién de las fibras De hecho el papel hispanosirabe es un papel gruc- 50, algodlonoso y pesado, con fibras largas, algunas Visibles por su color pajizo y poco mantilleadas, apli- cadas a una forma que no era de alambres finos. los érabes al suprimir el moral o morera como materia prima introducen un sistema de encolaclo a base de resinas 0 gomas aribigas 0, en otros casos, engrudo de almidén. Con este encolado 0, en ottos casos, almidonado el papel soportaba muy bien kt exeritura con tintas metaloscidas y no sdlo las de negro de humo, Este encolado vegetal o de goma arcbiga daba al papel un aspecto algodonoso. No obstante este papel se convittié en una pr ciost y gananciosa mercanefa, muy demandada en todos los paises del Medio Oriente, De Samarcands Paso esta industria a Bagdad en el ado 794; otras fbricas surgicron en Alepo, en Damasco y en otras iuchicles iskimicas. En Siria una factoria era kn de Bambyce, entre Edesa y Alepo, donde se hacia Papel o mercado de él, y dio el nombre de bambi cinos a los manuseritos en papel. De Siria pasé a El Cairo y Alejandria, gran foco de produccién del Papiro, en el ano 900. Desde alli sigue la ruta de ‘Tinez y Fez en Marruecos, desce donde el papel Penetss en Espana, on rs Desarae 8 Colecciones yo EI manuserito sobre papel mas antiguo, en la lenta ruta occidental de las técnicas del papel, es el Gharibu'l-Hadlth (c6dice Wamer 298) y es un trata do de palabras raras y curiosas de las sentencias de Mahoma escrito en el aio 866 que se conserva en la biblioteca de la Universidad de Leiden (Holanda) En el ano 751 los drabes omeyas, con Abxle man I, fundan el califato de Cérdoba, En el siglo X se vive una época de esplendor en Gérdobacon Abderraman 111 (912-961) y Alhaquen It (961-976), califa bibliofilo en Madinat al Zara, Es la épox competencia y emulacién entre dos grandes cortes callfales, la de Cérdoba y la de Bagdad, Un gran rniimero de inmigrados y traductores griegos. de oriente se establece en Cérdoba, Hay un gran movie miento de pensamiento, de Filosofia, de recoger por escrito la sabidurfa antigua, de poesia y de historia. Miles de copistas tribajan en Cérdoba. En. los diwan, © departamentos de la administracion califal, se escribian los registros y In correspondencia en papel EL papel estaba en Cordoba en su momento oportuno. Los drabes lo conocian ya desde el silo VIN. Si Bagdad, Damasco, El Cairo, grandes centros culturales posefan el papel, tenfan molinos de papel, spor qué no Cérdoba? En Gérdoba existian el io, los trapos, el almidén, las resinas, las bibliotecas y’ los archivos de un gran califato, Ademés conocemos los testimonios de Al Razi, Al Idrisi y Al Himyari de los molinos papeleros con morteros junto al puente El catalin Valls Sobira recoge Ins forografias de los molinos de San Miguel, a orillas del rio Guadal- quivir a los que califica como papeteros, sin mis, aunque en esta época la labor arte do de papel se hacia en molinos 0 en artesani Aseris, Asi sticedi6 y esti comprobado en Jitiva y Cataluia, AL Makdlisi recuerda que los andaluces eran muy habiles en la fabricacién del papel. Y Ribera, que los drabes emplearon en Espana desde muy temprano el papel de pasta de trapo, que hizo desterrar el papiro antiguo y redujo el uso «lel lujo de la vitela. Levi Provencal en su Hisvoria de ka Musuilmana reconoce que existian en la Cordoba califal dos incustrias de Injo, la del papel y la del pergamino. El papel cordobés era de pasta de trapos y fibras con un encolado de geuesa capa de almidén satinado a golpe de piedra. Este encolado y satin: do hacia el papel “carta” © soporte apto para escri- bir porque ta tinta no se corr ni las fibrillas de cel losa se pegaban y enredaban en la punta del cil mo o plumilla. EI papel que es asi apto para La cescritura al agitarlo con Ia mano produce un sido ccaracteristico que se ha llamaclo *carteo". Sin embar- go, en algunas restauraciones de papeles de lt de al del Fabrica 40 Arve ute Fscamunas ANTIGUAS €poca de la domin: abe se ha sustituido el almidén por una cola sintética en aras de garantizar la permanencia, pero privando a la posteridad el poder estudiar fas técnicas mis primitivas del papel, Es eviclente que una vez establecida Ia existen- cia y fabricacién del papel en Cérdoba y Sevilla, ranada y Toledo, en los siglos X y XI, su elabor Gién se extendi6 por toda Ia peninsula musulmana, y es admitida y celebrada en la historiografia de la fabricacion del papel Ia existencia de molinos pape- leros en Jitiva, Toledo y Cataluna. En e nal ubicacién de las manufacturas papeleras espa- olas hay que tener muy en cuenta la presencia del esparto, cuyas fibras son muy caracteristicas del papel primitive espanol, como las de moreras eran del chino o las del ramio del japonés. El esparto es una planta herbéicea que crece espontineamente con sus hojas rigidas, con apariencia de juncos, en las estepas mediterineas y pedregosas del centro y sureste de la Peninsula Ibérica y norte de Africa. La cosecha de las hojas se efecttia en el mes de agos- to. Se enrollan con un basin en ramos de hojas y se tira con brusquedad de ellas. Asi se respeta el tallo y In raiz y Gnicaménte se recolecta lo que es ‘itil, Cada planta puede dar unas cincuenta cose- cchas. Sus fibras mas largas se reservan para la fabri- cacién de cuerdas y y. el resto para la fabricacion de papel. Ademis su fibra se puede uti- lizar en la industria textil con el mismo éxito que el caamo y el lino. | Toledo fue en el siglo XII donde se instalé el gran movimiento que habjan iniciado los Omeyas ‘en Cordoba, Adquitié la categoria de ser difusora de las obras por los monasterios y escuels europeas Efectivamente de este primitivo papel espanol contamos con un testimonio del abad de Cluny, Pedro el Venerable, en su Tractatus contra lucdeos, ano de 1140, que certifica lo vio hacer en Toledo: ‘En el cielo Dios lee el libro del Talmud. Pero gqué clase de libro es? Se parece a tas que usamos cada dia para leer, bechos con pieles de carnero 0 macho cabrio 0 de terneros, 0 con cortezas de jtancas extra- fidas de las marismas de Oriente. Pero éste esta hecho con pedazos de ropa vieja 0 cosas mas viles ain, y lescritos sts signos con pliunvas dle aves 0 cdlamos afi Jados y con tinta de la mds infecta clase De este modlo el papiro toledano (papyrum tole- tanum), 0 el pergamino de trapos era famoso en Castilla, donde el primer c6dice conocido en papel es el “Breviario Gético. 0 Mozaribico de Silos”, fechaclo entre los aos 1040 y 1050, y con el con- vencimiento que es un papel anterior a los molinos de Jitiva, Es un cédice parte en papel y parte en pergamino, Carmen Crespo y Vicente Vifas afirman que este “Misa! mozdrabe del Monasterio de Samo Domingo de Silos es considerarlo como primera tadicio- muestra de papel europeo. Las caracteristicas pateo- grdficas del texio, el obedecer a una titurgia, ta ‘mozarabe, abolida en Espana en 1080 durante et pontificado de Gregorio Vi, colocan su fabricacion tn la fecha tope de ese aito sin embargo, hay que reconocer que el primer gran complejo manufacturero de papel lo fund6 en Jitiva el rey de Valencia, Alkadir, en el aito 1074. Era un sitio adecuado porque s precisa, limpida y caleérea, con la fuerza de la vertiente y se dlaba una gran riqueza de céftamo. Algunos autores no estiman esta fecha como correcta, ¥ creen en la tarclia de 1150. Al Idrisi, gedgrafo arabe, fallecido en 1164, ministro del rey Roger de Sicilia, narra que las fabricas papeleras de Jétiva exportaban a Oriente ¥ 4 Occidente resmas dé papel de gran calidad, El pri- ‘met papel espaol fue frabe por la utilizacicn de la cenergia hidriulica de los molinos y del esparto y ccitiamo como fibras fundamentales. En defintiva fue mas arabe que chino. La palabra resma, de 20 manos de 25 pliegos cada una, es como diremos tuna palabra de oxigen drabe que todavia se emplea cen papelerias y el mundo del papel ‘Un Iéxico latino de la Biblioteca Nacional de Paris, originario de la abadia de Silos, y datado en la 2 mitad del siglo XIf presenta la primera hoja de cada cuaderno en pergamino y las otras son en papel muy fuerte, cuya superficie no ha sido ali da, Las que han sufrido la acci6n de la humedad tie~ nen aspecto de secante. Las verjuras son guests ¥ espesas, en una proporcién de 20 cada 12.6 13 cen- timetros, Estas verjuras revelan una forma o molde provisto de tallos recortados y afilados de bambi y, desde luego no revelan que los hilos sean de latén. Los corondeles son invisibles. Después de estas con- sideraciones el francés experto en cédices griegos, Jean Irigoin, afirma que a la vista del cédice la ‘manufactur hispanosrabe no habia entonces alcan- zado un grin desarrollo, ‘pues ella no exports sus productos hacia el imperio bizantino, aunque pro~ hablemente en esto influye la falta de relaciones Bizancto-Islam bispano”. os genoveses ¢ italianos de la Marea de Anco- na en el siglo XIII tienen muy buenas telaciones con ce] Imperio de Bizancio, Llegaron a controlar el impe: rio de Trebisonda, el acceso a la ruta cle los merca- dos persas, a In de Asia Central y a la India. Tenian factorias enflos diferentes estadosmusulmanes donde aseguraban el trifieo y las comunicaciones. |Asi, en competencia con venecianos distribuian pro- ductos preciosos como las espectas, y tuvieron el monopolio del alumbre, mordiente del tinte en los tejidos. Estos contactos genoveses e italianos con Oriente, con Persia, con Arabia, con la India, son muy importantes para comprender sus tepentinos y grandes conocimientos sobre la ingenierfa del papel, M.Rowo L, Ropnlatia © A. Sisemz a en la que los italianos legaron a ser los amos en Europa en una competencia fundada en el recono- cimiento de la calidad incontestable del papel italia El papel manufacturado por Italia es ya un fend- meno posterior al de Espa, pues es un siglo pos- terior, el siglo XII, Alli no se le llamo papiro ni per gamino de trapo. Sencillamente se le nombrs y nombra ‘carta’, palabra de origen griego que signi ya hemos dicho, lo que tiene aptitud 0 facilidad para recibir y fijar escritura, En 1235 pare- ce que algunos molinios papeleros ya tenian activi- dad productiva en la costa ligur 0 de Génova, Pocos anos después se encuentra, en 1268, documentada la factorfa papelera de Fabriano, ciudad banda por el rio Giano, afluente del Esino, de aguas limpias y calizas procedentes de los Alpes, y situada muy cerca de Ancona. Le seguirfan las factorias de Bolo- nia, Colle Val d’Elsa (Toscana), Prato, etc. Los archi vos espaioles atesoran mucho papel italiano ya en el siglo XIV en detrimento del tradicional hispanos mabe de Jativa y Cataluta, Y son las innovaciones técnicas papeleras italianas de este siglo (utilizacion de pilas de agua con martillos multiples y variados para desfibrar mejor la pulpa, el encolado con gela- tuna animal en sustitucién del almidén arabe, y la filigrana © marca de fébrica) las que realmente dles- bordan al pergamino y fomentan In expansi6n de las manufacturas por Suiza, Francia y Alemania, paises que vieron a finales del siglo XIV que el papel a la italiana si era un material altamente competitive con el pergamino. Y paises que con Italia satu insaciable mercado espanol hasta el siglo XVII, en que surge 1a mejor manufactura catalana, La villa de Fabriano se convirtié con esas inno- vaciones en el centro supremo de produccién pape- era en cantidad y calidad, centro activo en el comercio del mismo, que aprovisionaba a Europa y al mismisimo Oriente, de donde aprendié el ingenio ¥ supero a la charta damascena 0 charta bombaci- nna, es decir, al papel de Damasco. Era el papel de Fabriano de fibra de lino y camo, bajo la influen- de Samarcanda, de cuyos sabios maestros, al Socaire del agudo y penetrante comercio genoves, aprendieton. Italia no perder en los siglos poste: Flores esta supremacia perfectamente contrastada, & Pesar del nacimiento de estados mxis poderosos y ‘extensos que no pudieron competir con esta peqi a repuiblica, fica, como. Primero, en Fabriano se empled la eficacia de la eneraia hidriulica para el desfibraclo, como lo habi an aprendido de los arabes. Pero introdujeron una Rovedacl, que parece ser no introdujeron los arabes espanoles, mediante unas palas que convertian el movimiento circular del agua en un martilleo con manillos de distintos dientes y filos. Martilleo meci- nico (el de los chinos em por maceraciin manuab aque disminuta cows y ayuda a car un papel de call superior mis cohesionacs ss Abel fin, menos pesado, y mis loo corn sera el fall porel movimiento de marilleo polvaente de cone Y tnoienda mente un sibol que levanal sok buen desibado sera una dels claves del eto del Papel alano, En exe silo XIV se dfunde el culsvo Ge ino ye caNamo, yet enzo susttuye a a lana tomen que lh meta sociedad urbana equerta ms No sélo mejraron con el cambio de ln muela porlos mazos mates, sino que implantaron la fee Ha de alambre de ltGn en laformadern de lauren: te yaustuyeron cl encolida vegetal de los drabes, «qe daba al pape un agpecto algodonoso y de muy relavalisun con respecto La tersure eu Com Petidor el pengamino, por la gelatin o cola ana {qe con tnt hailidose operacion de satinado pro dhjeron vn papel liso y spo parm ese, ¥ mis barato que ‘el petgamino, Hieron ‘un, producto competiivo, incliso con ls mis tradcionales man facts drabes de Valencia'y Cataluna, Ades el encolado do al papel mis resistencia en el tempo frente los insects, bacteria y hongos papitcolis, lo que fue un alcente imporsnte para canelleras Y exetoanos pdblicos en el siglo XIV calad dallana del papel naturals a éste no aor al fuene y seguro pergamino. Desde el Siglo XIV hast el XI ln téeiea que emplearon les encin de i pls holandesa en el siglo XVI, que susttuy6 los mazos por los rolls 0 elindros de cuchilt, que alone utlzd en fictoras de mucha importa de produccién,o el perfeccionamiento de is tijets pars conarel topo por los alemancs y el marvilloso papel bbls de los holandeses que o tajeron del Japan, Tos hilo slimbrcos del bastidor de ta Forma, aportekin tecnoldgica de Fabriano, que sostentan Dl 0 gst mientras se escuria,dejaban una Hig Hsia eso sehal sobre el papel una especie de vistble en wn folio aitesano puesto a conta fae marent son lan veruras,y el papel que. ls Gene oe lama vo Pero también, ademés, se observan en ese papel aresino, al ashe y en transparencis,figo- Tas objets, besiasysinbolos, ibujides y mat cados por e gua en la misma pasta del papel: Son 2 Ae De unk Esco ANTIGUAS las filigranas, figuras producidas por hilos de Iatén 6 de plata, colocadas en la forma, con las que cada faetoria de papel intentaba distinguir la calidad de su producto final frente a los de Ia competencia Italia cre6 un buen papel y necesité una marca de origen, la filigrana. Italia desde el siglo XIV expor- taba papel a los mercados de Espana, Inglaterra, Paises Bajos, Austria y Alemania. Pero ya desde el siglo NIIT se encuentran filigranas italianas de las papeletas de Fabriano (Marca de Ancona). En todos estos paises existian depdsitos de papel it iano. Los incunables y sus filigranas estin para demostrar este aserto, Fueron las factorias italianas las primeras que usaron estas contrasefas © marcas. Los chinos y los Arabes desconocieron esta prictica comercial. El papeleto ejecutaba un diseno con hilos de latén © plata y lo fijaba en el centro de la mitad superior de! bastidor 0 forma; El licor de papel, recogido de la colar el agua en ese dibujo de alambres, qu daba menos denso, de tal manera que el folio seco, colocado en un negatoscopio 0 contraluz, transpa- renta perfectamente tal dibujo. ‘Tras esas innovaciones técnicas italianas desde el siglo XV al XVIII asistimos a mejoras en el marti- Ilo de satinado (piedra, vidrio) que los alemanes convierten en calandras en el siglo XVI; también la referida pila holandesa, aparecida en la segunda mitad del siglo XVI, con un cilindro de cuchillos que revolucioné el refinado de la pulpa; y por fin, Ja invenciéa en Birmingham por John Baskerville, de papel tela, sin marcas 0 verjuras de agua. El siglo XVIII es el siglo del esplendor papelero c ¥ espanol, No en vano el Principado de Cataluita era una de las regiones mis privilegiadas de la Peninsula y de Europa en la procluccién con- junta de lino y catamo, materias pri para la produccién lel buen papel. Tenia la tem- planza, el agua y ln feracidad de sus vegas para el Canamo, pero también tenia la frialdad medida y ka humedad necesaria para el lino. Aunque el lino de las allas tierras granadinas, leonesas, gallegas y de mejoraba alc En el Censo de fiu- tos y manuficturas hecho por Larruga en 1799, Cata- luna contaba con 822 arrobas anuales de lino y 159.794 arrobas de cifamo. En cithamo Ia supe Aragon y Valencia solo, pero ninguna regién quizsis tenfa la capacidad de concentracién y materias primas vecinas (Arag6n y Valencia) y las condiciones acuiticas y caledreas requeridas por los. tratadistas del papel. No debe extranar que el des- arrollo de la papeleria coincida en lugar y tiempo ccon la industria textil de lienzos. Las zonas ricas en lino y canamo, si tienen aguas que no colorean al papel, si son limpidas y puras, y sobre todo si son calesireas, son zonas papeleras, esenciales wresania de Las manufacturas de papel en Espaha son. espléndidas en este siglo, Sus molinos llegan al nivel ‘europeo. Los molinos dispersos de una o dos cubas en lis riberas de los fos, fueron poco a poco reem- plazados por instalaciones mis grandes que com- prendian a menudo una decena de unidades ele mentales. Se constituyeron verdaderas manufacturas capitalistas, creadas gracias a los fondos acumulados ten el negocio, La aparici6n en el siglo siguiente, el XIX, de lt maquina de hacer papel continuo debia precipitar este movimiento capitalista. Conocemos e] molino de Pere de Foatanilles que, en 3 de noviem- bre de 1763, testimonia la produccién de 250 resmas diarias y manufacturadas, No estan ajenas estas flbricas al movimiento de constnicci6n y puesta en funcionamiento de reales fibricas y manufacturas privilegiadas de los reinados de Felipe V y Fernando VI. Las cuentas y facturas de Jos gastos de las oficinas de Consejos y Secretarias del Despacho Universal revelan un uso constante del papel de Capellaces y Pobla de Claramunt (papel de Jos hermanos Francisco y Pedro Guarro, de los Soteras, de los hermanos Romani, de los Ferreras, de los Borrull), aunque no exclusivo, pues el papel genovés (con las marcas de las flores de lis © floretes o de los leones soportando el escudo) no perdi6 su preponderancia y alta calidad. En 1735 Felipe V al conceder a los molinos de Jos hermanos José y Toms Romani (Capellades), proveedores de las principales oficinas de Cataluna Y Madrid, el titulo y escudo de Fabrica Real, afirma en su Real Cédula la alta cota de perfeccién y pri- mor con que se labra el papel por estos molinos: s fdbricas dle papel son las mejores que bay en Espana, en bondad y calidad de todas suertes de ‘papel como son el fino comin, imprenta, marquilla y marca mayor y que estos géneros imitan a los que vienen de Génova y Francia Felipe V facilité el acopio de materias primas, promoviendo el cultivo de lino y canamo en Catalu- ‘Aa ygprohibiendo la exportacion de trapos por Real ‘Orden de 29 de febrero de 1728, Por sti poca importancia paleognifica soslayamos el extudio cel papel inclustrial de los siglos XIX y XX. La escritura se ha realizado por esculpido, modelado o incisién en piedra, tablillas de barro, tablillas de cera y cortezas de Arbol. Pero con el papiro, el pergamino y el papel se necesits un nuevo material que se afadia a aquéllos con un pin- cel, un calamo 0 una pluma, cargados con un pre- parado liquide que.permiti i los signos con un color negro, coloreado © metilico, diferentes del j : i q . M. Rowena © L, Roonicurs * A. Sinan B Fig, 16.Filigranas 0 marcas de fabrics en agua, aplicadas a las ‘oj salidas del Papelero fondo, La tinta es uno de los ingenios humanos, y resulta apasionante meterse en el por qué y c6mo de cada uno de sus componentes. San Jer6nimo en. su Epistols 180 eseribi6 en el siglo IV: “Splus seribit in cera; calamus, vel in cbarta vel in membranis aut in quacumque materia, quae apta est ad scriben- dium". Bs decir, el estilo escribe en la cera, pero para ¢! papiro (cbarta) o las pieles (membranae) hacia falta un cilamo que Mevase la tinta al surco del soporte. No era dificil obtener tintes en pueblos como Mesopotamia y Egipto donde el arte de ka tintura de los tejidos estaba bastante desarrollado. 4a tinta es una sustancia mis 0 menos viscosa, apta para adherirse mecsinica o quimicamente a tri- ¥és de un instrumento (calamo, pluma o pincel) Para escribir, trizar, colorear o imprimir a soportes ntiguos © uadicionales. Es una parte muy impor- tante, como elemento sustentado en el sustentante (Papiro, pergamino y papel), para el fendmeno de la €scritura_y la posterior conservacién del soporte documental. La tinta, ademas de fijar las ideas y Yoluntades a un soporte, se puede convertir en degracante de éste sobre todo en su calidad de metalodcida que decolora, mancha, taladra y quema © puede atraer fauna y flora degradantes, Una tints tiene Componentes biisicos como el colorante, pigmento natural o artificial (humo, anili- na el disolvente para darle Muidez desde el instru- mento escriptorio hasta el soporte (agua, aceite, alcohol, acetona); el aglutinante para dar cohesién mecinica @ las particulas colorantes entre si ya todas éstas con el soporte (gomas vegetales, gelati- B cola, miel, azticar, clara de huevo) y la suficlen- te viscosidad para que las particulas queden unifor- ‘memente suspendidas, sin hacer poso, en el liquide disolvente y la tinta fluya moderadamente, ni corr ‘mucho ni poco, ni gotee en la pluma desde el tinte- 0 al documento cuando se deposite en el cana de Ja pluma, para que no se corra con el agus al apl cease en el papiro, pergimino © papel y para darle byillo al surco empastado: y el mordiente o sustan- cia de adherencia quimica de las tintas metalodcid al soporte, Los componentes complementarios de las tints son los, a veces necesarios, espesantes (ininerales de bario), os humectantes para controlar el secaclo, los antisépticos © antifermentativos (vinagre) de mohos y bacterias en Jas materias orginicas que componen las tintas, los odorantes (aleanfor, especia de clayo, almizcle), los anticongelantes (alcoholes como el brandy © cofac y glicoles), los abrillanta- dores (cerveza y café) y los penetrantes de la tinta en el papel (alcoholes como el vino blanco). Desde el punto de la Paleografia nos interesan fandamentalmente lis tintas caligrificas, Estas pue- den ser por la materia del pigmento: de carbon 0 egro de humo, las metaloicidas, las de colores y ccon otras materias actuales, 1) las de carbén son negras y su materia prima es el finisimo polvo sedimentado por el humo obte- ido de quemar en un recipiente poco aireado sar- mientos, huesos, abetos, gelatina, heces de vino secas, maderas resinosas etc. Es un colorante, por su naturaleza carbénico inalterable ante los cicos, Ia uz, el agua y la fauna y flora de tos archivos. El disolvente que suspende esos polvos es el agua de: tilada 0 de lluvia, es decir, limpida, para evitar reac- ciones extranas ante Ia presencia de materias quimi- cas, hongos y bacterias no deseadas, El aglutinante del negro con el agua podia ser goma vegetal, miel, clara de huevos, aceite, gelatina etc. Este es uno de sus elementos mis débiles ante los agentes agreso- tes a la permanencia del documento: A veces I dedos de un investigador se llevan el negro de la tinta, ante la falta de cohesién de la goma por la antigtiedad. A veces, se le aadi6 como ingrediente tun dcido, como el vinagre, para remediar las debili- dades lel aglutinante y adherir quimicamente la tinta al soporte. O también se fe ahadia al negro de humo el sulfato ferroso 0 vitriolo verte que oxidaba el surco de tinta y con el tiempo le creaba una aure- ola 0 fondo ocre imborrable. De este modo la tints era mas resistente al raspado y al agua, También como odorante, part hacerla agradable al olfato del cescriba se le anadia aleanfor 0 agua de rosas. Comtinmente se admite que dentro de las tintas negeas (alramentium) las tintas de carbsn son las 's antiguas y, ademuis, de origen contrastado y mis antiguo en el Extremo Oriente, tanto que los, historiaclores del Imperio Celeste remontan cin de la tinta a Tien Chen, que vivid bajo el empe- rador Huang-Ti, en el aio 2597 antes de Cristo. La tinta de los papiros egipcios es de negro de catb6n, con goma aribiga y miel. Con esos ingre- dientes ha desde el ato 2500 antes de Cristo. 1 de con la tinta de la India y la tinta china, inven da entre Jos anos 2673 a 2597 antes de Cristo. En la Edad Media la tinta de negro de humo comenz6 a perder preponderancia ante la presencia de las metalosicidas que eran reactivas quimicamen- te para aglutinarse al papel y al pergamino, que eran | mada tinta de dificiles de eliminar su huella por raspado y di mente se desprendian del soporte pues hacian entrambos un combinado quimico substancial. j En el siglo XIX surge una tinta con el mismo, | procedimiento y con pigmento de color pardo Ik porque procede de extractos de un drbol denominado asi, a los que se aitadia ca bonato potisico y amoniaco. Es un colorante a dife- rencia de las anteriores muy inestable a los efectos de Ia luz y al cloro que acompana las cargas del papel. El lapiz es una tinta sdlida, pero deleble por abrasién suave, que participa de las propiedades de estabilidad maxima a la luz de la del carbén, no en vano el grafito Jo es, Es una tinta inerte. Pero el ipiz apis, lapidis) con wna mina dentro de una careasa de madera, ¢s Un instrumento escriptorio relativa- mente moderno, producto final en el que han inter venido aportaciones europeas y ultramarinas. Pie~ drs de plomo negro o plombagina, grafito puro procedente de Cumberland, se utilizaban en Inglate- lo XVII como piedra de marcar en forma de barritas por tenderos y mercaderes. Est barritas eran incémodas porque, faltas de car sa, manchaban los dedos al escribir y se partian con facilidad. En 1761 el bivaro Kaspar Faber, y Faber es hoy una marca de kipices, mezcl6 grafito en polvo con azufte, antimonio y resinas formando una barra ig. 17. China deste bce vcs wei, ba tendo ut rowan cade ea fbrcac ce its de negro de fmesceones on M, Rowe © 1. Room mis s6lida que la anterior, En 1790 el francés Nico- lis Jacques Conté que hizo unas barritas, lus mejo- res conocidlas, con argamasa de grafito y arcilla, cre6 lipices de diversa dureza desde el mis duro 1 lineas finas al mas suave para trazos gruesos 1812 el ebanista William Monroe, natural de Cor cord (Massachusetts), tallé tablillas de cedro suave y uniforme, muy estrechas, con longitudes de unos veinte centimetros, con una ranurt y acanaladura que encajaba exactamente la mitad del perimetro de lq barrilla de grafito. Cuando se encolaban las dos tablillas con la mina dentro se obtenia lo que cono- cemos hoy como lipiz. El lipiz sustituy6 al antiguo, estilo de plomo para el pautado y disefio en seco de muchos documentos y de éstos muchos comenza- ron o se marcaron con un Lipiz. Se pautaba con un kipiz blando y luego con una goma de caucho mez- clada con piedra pomez o incluso migas de pan se borraba sin dejar huella. El sacapuntas es un instru- mento que se agrega a los utensilios de escribir en la Era Industrial tras la aparici6n del Kipiz. | 2) Las metalosicidas (de agallas o gilicas, ferro- Jealicas, cuprogilicas, taninas 0 caparrosas) son negnis u ocres, ¥ a veces débilmente ocres 0 casi invisibles. Constituyeron una alternativa escriptoria que desplaz6 a las de negro de humo. EI uso del tanino con fines escriptorios lo cono- Gi6 ya Fil6n de Bizancio en el siglo IIL antes de to. El tanino o dcido vegetal aplicaclo por un c: al papiro producia una escritura invisible (as tintas invisibles se denominan simpaiticas) que se pod hacer visible y negra sumergiéndolo en un bano de agua con sales metilicas de hierro, Plinio en su His toriat Naturalis (siglo D alude a un liquide negro obte- nico con una solucién de sal de hierro mezclada con nueces de agallas y cfiscaras de granada trituradas. mas avanzado, en el siglo XI, tenemos también el texto de Teofilo en su Schedula diversarum artiuan el capitulo dedicado a 1a tinta (encaustum) maniti Ala infusi6n de tanino obtenido en la maceraci6n del espino albar se anadia una sal metilica, | En la Edad Media los monasterios cristianos con. Vfeccionan muchas formulas de estas tintas, de modo, |que en el siglo XI, cuando las escrituras got /Fraguindose a partir de la escritura carolina las tintas metalocicidas ferrogilicas son ya de uso general. En esta tinta su colorante proviene de i6n quimica de un gcido con un metal en el sopor te de la escritura, El dcido oxida al metal produ- ciendo el color de la tinta y muerde materialmente al soporte que impregna, de modo que el escrito no se borrt cuando le cue agua y es dificil el borrado 0 faspadlo total. A veces se le aade negro de humo Para mejorar su coloracién inicial antes de la reac- ¢i6n quimica completa. sestin EI metal puede ser un vitriolo en sulfato de cobre (itriolo azul) © de hierro (vitriol verde). Las sales ferrosas eran preferidas a las de cobre porque daban tuna tinta mas Muida, mss estable en la suspension de sus pa “gro era menor que el del cobre, por eso se le reforzaba con colores naturales. wlutinante, que impide que’ las sales formen gru- mos 0 se depositen como poso en el fondo del tint ro, es la goma aribiga o ki miel, la clara de huevo, ite de oliva y aceite de linaza. EI dso vinagre y agua de lluvia © destilada 5 ciones extrafis (el vino iba como disolvente del tan no, secador de la tinta como todo alcohol y conse vante de la goma aribiga; el co contra Jos mobos que se podian producit con el tintero abierto o en la misma escritura); y el écido o mordiente, taninos vegetales provedentes de agallas de robles, cortez hollejos del vino, c! mirobélano, alumbre, Las agallas, que en este caso no tienen nada que ver con los peces, pues aparecen en hojas j6venes peciolos dle hojas 0 yemas de encinas, robles, et. Es un vicio y reaceion de Ia planta ante la presenci de huevos inoculados de insecto. Son mejores aga- las y tienen mis fuerza quimica las que se cortan antes de que se rompa el huevo, porque tienen mis taninos, Eran famosas en Ia Edad Media las agallas de Aleppo porque su proporcién en tanino es la de un 53%. E] que estas tintas se vuelvan débilmente ocres les clepende de la falta de calidad del tanino o de la desproporcion formularia entre la sal metalica o vitriolo y el tanino, agua, vino o vinagre. Pues se hicieron muchas recetas, buenas y malas, Son tintas inestables, y mais Cuando les ayuda lt humedad y kv contaminacin atmostérica, porque siguen reaccionando, quemando y oxidando el soporte, Los efectos son aureolas amarillas en las 1s de tintas cle un folio a otro, quema- duras y orificios del soporte, emte, vino, nt evitar reae- 3) Las tintas de colores, La tints rojt © de minio sxe empled ya en tiempo de fos romanos. Este liqui- |do prnpura, segtin Plinio en sw Historta Naturalis, se aici de la sangre que segregaba un molusco mari- \no univalvo llamado méirice, 0 conchil. Con él se tscribian los titulos de los vokiimenes de papiro, y et un prvilegio de Empenicores y familiares suyos el escribir y firmar con tinta miniadh, Asi Io deter- minaba el Codigo de Justiniano: Sutra rescript alo Colore quam purpureo Iustrari, coctigne muricls et ivi concbilii ardore signari. Es dct, os reseriptos imperiales cleben ser ennoblecidos con la firma y signo del empenidor en color pirpura, Todavia hoy Jos ciidadanos evitamos firmar en rojo, 46 Aree urs ESOS ANTIGUAS Nicetas Koniate recoge que el emperador Isicio Angelo Augusto concedio a su tio materno, Teodo Tmonita, el privilegio de llevar phicas, faleras J manto plrpuras al montar a caballo y euscribit Con wnismo color tos libelos y cartas publicas: “Now Solum prpureas phaleras et smilie palliam in equ Jando, sed enrmelem cotorem in suscribendis publicis bells et lineris concessit” (Nicetas Koniatas). BS prieticn de firmar en pirpura fue seguida por los yes carolingios en kx Edad Media “También en tiempos del Imperio Romano se tefian los pergaminos con pirpurt, muis © menos feve, para que resaltasen las letras con tinta de oro 6 plata, San JerSnimo asi lo recoge en su carta 3 EUs. foguior “Inficiuntur menbranae colore purpureo ingpeo, auiro liquescit in litteras”. Igualmente se Teco fe esta noticia en el célebre prefacio del Libro de Sob, en un texto que hemos aprenclido al estudiar rleografia la elegante, area y argéntea letra uncial romana, mis lustrosa y brillante sobre el pergamino Parpurse “Habeant qui volunt cereres bros, rel vvembranis purpureis auro argentoque descriptos, pet unciatibus (ut vulgo aitint) lnteris onera magis rata, quam codices quam emencdatos”, El obispo Sun Bonifacio, mirtir, cuando escribe a la abacess Eadburga le ruega que le escriban Iss cartas del apéstol San Pedro con letras dle oro, como wnt apfeatea cle honor y Feverencia con las Sagradas Tecrituras, para el que las usaba predicando: "Sic ef vrctbue deprecor, ut mibi cium aro conscribas epIsto~ fas domini mei Petri Apostoli, ad bonorent et reve pentiam sanctarian Scripturarin ante octlos car nalium in predicando Pero las tintas rojas, bermellones, azules, moracs y verdes y otnis de colores se hacian normalmente fon agua gomada como disolvente y ite, el Slumbre como mordiente y luego diversos colors rales segin el color como azafrin, sulfuros de Cauno y arsénico, arcillas Himonitas y Oxkdos de lomo Coro ¥ amarillo), races de alizarina, polvo de Brasil, cochinilla 0 carmesf, minio 0 cinabrio (rojo) flor de heliotropo, flores de lirio y malaquita (verde), jncligo, tornasol, kapiskizuli GzuD ete 4) Las anilinas, En estas tintas, propias del siglo XIX, el componente biisico es una grasa natural Cel gncligo) © sintética, t6xica e incolors, pero que toma color al oxidarse. Sus aditivos pueden ser gomas, Geidos, alumbre etc. Son inestables a la luz y ho tenfan sii aglutinante ni mordiente, Hoy es nejomdas, Se dan mucho en tintas de tampones con idlitvos de glicerina, como humectante, y de ‘cido facético como mordiente. 5) De maquina de escribir, implantadas en la ‘Administracin Espaniola ea el aio 1900. Su colo- rante es negro de humo; el disolvente €s agua ¥ cohol, el humectante que mantiene fresca Ia tinta die la cinta suele ser semigraso de glicerina, vaselina, flicoles 0 aceite, El mordiente, que asegura tras la presién del tipo metilico ka adherencia de 1a tints, pero que con el tiempo crear aureolas écidas en las Terms es un dcido acético, El papel carbén de ealco tiene caracteristicas muy semejantes 6 1a de boligrafo es normalmente de anilina semigrasi descubierta en 1935, que para penetrar en Gl papel necesitan un penetrante como puede ser él alcohol y derivados. 5) La de rotulador es también de una anilina no grasa soluble en alcohol 0 acetona. 8) La de estilogritica es normaimente de anilinas sin elementos mordientes, lo que hace que protejan qa pluma y su depésito, por un lado, pero por otro hace que se disuelvan muy Ricilmente en agua, 5 porren los escritos y sean deleznables a la luz. on respecto a la mayoria de las tintas caligrafi- cas utilizadas hoy dia hay que decir que, a excep Gon de las formulas de tintas de carbén, bajo rece tis antiguas, todas contienen, en lugar de sustancias Vegetales, cotorantes sintéticos de gran variedad y wea conocidos por mor de los secretos comerciales We fabricacién, Su mayor enemigo normalmente es fa luz, Las tintas de los documentos del Laminario han demostrado permanencia y durabilidad. Los UTENSILIOS DE LA MANO PARA FESCRIDIT Para resaltar en seco 6 en tinta los trazos de la itura se necesitaban una serie de instrumentos como son; el estilo, el cilamo, It pluma, el corta- plumas y otros, Tl estilo fue un instrumento escriptorio de metal, de hueso o de marfil, provisto de punta aguda que por su dureza y agudeza permitia escribir sureanco yr fablilla de cera, una kimina de xeuno o plomo o sobre una blanda corteza de liber tLotre extremo tenia una paleta o punta gruesa para borrar, rascando y apelmazando, a cera o él pean, De ahi ka expresion vertere styltum (ar ta Guelta al estilo desde kr punta a ka espatula © parte Toma) a ka accién de corregir un escrito y darle esti fo. Es clisico mencionar aqui los versos del poeta fomano Ovidio en su Metamorfosis, que describen to que era un escfibiente con el estilo en una mano y la tablilla de cera en la otra, Jas dudas, las incisio- Yes, los borrados, kis correcciones, las desaprobs Clones de lo escrito y ls aprobaciones: “Dextra tenet rando sobre w M, Rosine © L, Roo altera ceram, Incipit, et dubitat, sertbit damnatque tabellas. Et notat et delet, mutat, eulpatque probat- que’ ‘Ademis del uso escriptorio, el estilo podia igual- mente servir para marcar en seco renglones, pauta dle miniaturas, ruedas y letras capitales antes de apli- car los colores de las tintas. Las puntas de plomo, esta © plata dejaban una marca en seco, como sucede con el modernisimo Lipiz que puede luego ser borrado, El cilamo (en latin arundo, fistula, canna) e un instrumento para trazar la escritura, de naturale- za vegetal, como un junco o una cana (se encontrado algunos ejemplares de bronce) cortados oblicuamente y afilados en la base, que retenian por capilaridad la tinta liquida en su canén o tubo hasta empastarla en el soporte. Es el instrumento por antonomasia de los egipcios utilizado para aplicar tinta en el papiro, con la punta hecha pine mediante la masticacién de la punta, 0 bien reali- zando una bendidura en esa punta por su parte media que aseguraba una mayor retencién de la tinta, El cilamo normalmente se utilizaba para escri- tura donde los trzos y los rasgos tenfan el mismo peso en el surco de tinta. Los romanos apreciaban mucho los cilamos provenientes de Egipto, como testifica Marcial: “Dat chartis babiles calamos Men- phitica tellus Ia generalizacién del uso del pergamino en los, siglos del imperio romano, con su lisura y tersura conjugadas con la resistencia, mayor que Ia del [| es Fig, 18. tla grfiarios det siglo ir enen Notworeal rides en ms punta ys Datta para escrbiey borraren forte tai de cena 47 papizo, permitié el uso de la pluma de ave, con posibilidades grificas distintas de las del ealamo de aia pincel © caia hendlida. Un cronista del siglo V, el andnimo Valesiano, menciona la pluma de ave, como alternativa del cilamo por primera vez, al contar la historia de Teo: dorico, rey de los ostrogodos, que no sabia escribir Y que por eso firmaba con pluma sobre una Limina, de moldes las cuatro primeras letras de su nombre: “ut, posita lamina super chartam, per eam penna duceret et subscriptio etus tantum viderenur”. Y Isidoro dle Sevilla, dos siglos después, en el capitulo VI de sus Etimologias, afirmé recogiendo todo el saber dle la Antigiedad que los dos instrumentos de escritura eran el cdlamo de la planta y la pluma del ave: “Instrumenta scribae calamus et penna, Ex bis enim verba paginis infiguntur, sed calamus arboris, est, penna avis, cuius acumen dividitur, in duo, in oto corpore untiate serwata”. Se admite que la intro- duccién de la pluma de ave fue pareja en el tiempo, con la generalizacion del uso del pergamino en el mundo romano, pues era compatible y mis accesi- ble que las cafas o juncos. La dureza y consistencia de capas celulares del pergamino soportaba’ muy bien la dura presion de la pluma de ave en los tra- 205 0 surcos descendentes, cargados de tinta, Pre- sin que no habia sido tan posible en el mis fragil y fibroso papiro. La phima de ave es una produccién de su epi- dermis, como ocurre con los pelos en los mamite- ros. La pluma se compone de un tubo (alamo), prolongado pot un asta Craquis) que presenta a ambos lados unos filamentos denominados barbas. Part escribir se utilizaron las plumas mas desarrolla~ das de las alas, que se denominan remeras. El cila- mo de Ja pluma de ave tiene una parte hueca y translticida en Ia base del caién para fijarse al cuer- po, que convenientemente cortada y afilada es la base y principio del instrumento escriptorio llamado pena, pénola, péndola, y plums. En la Historia de Tit Escritura la apariciGn de Ia pluma se rekaciona con la aparicién de la escritura inicial, donde los con- trastes entre gruesos y finos son patentes y bien dis ttibuidos. Las plumas remeras mis utilizadas fueron las del buitre, el cuervo, el pelicano, el cisne, el pato, y sobre todo el Ansar, mejor doméstico que eran duras, incorruptibles por las tintas, sati- gadas para no molestar a la mano, La flesibilidad y la suavidad en el deslizar por el soporte se basaba en Ia humedad natural de su constitucién, por eso Jos buenos escribanos introducian en verano la punta en un vaso de agua y, sino, se guardaba en. una vaina o cipsula de cuero llamada plumero 0 calamario. 48 Anne Dp ex Escarons ASTICCAS Fl can se raspaba de las partes mas blandas con un cortaplumas y luego se tajaba en tres corte: hasta conseguir un extremo sisado y escotado con aspecto de pico de ave predadora. Este pico se hen- dia y acanalaba en la punta en dos lengtietas o pun- tas para retener mis tinta, cuyo tajo final se esculpia segiin la tipologia de letra que se pretendia hacer. Si las dos lengtetas tenfan un tajo simétrico, engen- draba una letra con los trazos verticales de surco grueso, los horizontales muy finos, y los intermedios ils espesos. Si el tajo era en bisel y dejaba la len- giieta de la izquierda coja, obligaba a la mano a adoptar una posicién que daba lugar a una escrit ra ritmicamente alternada de trazos grucsos y finos en proporcién a la longitu del tajo, como es el caso de la escritura beneventana 0 Ia gética formada, Si la lengtieta coja en el bisel era la derecha, se origi c tuna escritura muy fina en sus trazos. En el siglo XVIII comienzan a aparecer las plu- nas de acero intentando conseguir la flexibilidad, la landura y ductilidad de las de ave, pero sin corro- cerse y con muds resistencia al desgaste. En 1750 en. ‘Aachen, un magistrado llamado Johann Santssen reclamaban el invento. Las plumas de acero hechas ‘a mano eran caras de precio por lo arduo de su arte- sanjay tan duras que raspaban al papel y formaban_ pelusas de fibras en la punta impidiendo el desliza- miento de la pluma. Pero el proceso mecinico de fabricaci6n hizo ya posible la pluma de acero de calidad, en gran ntimero y a bajo precio, llegando a ser desde el siglo XIX uno de los productos mas Uti- les y mas facilmente disponibles de nuestra era con- temporinea, A partir de ese siglo se consigue mis sofisticacién con la pluma estilogrifica de J.J. Parker y Lewis Edson Waterman (que en 1883 aplicé el principio de capilaridad de movimiento de los liqui- dos a la pluma provista con depésito de tinta), con Fig, 19. 1a _generalsactén de iy reststente pergamino nerd of uso deta plume de ave como Imensito de escribir ‘(Encilopecta Daalembert y Dideroo. el boligrafo de Lazlo Biro y con la miquina de escri- bir. Tuvieron poco impacto en el uso algunas plu- las de cuerno y concha de tortuga, refor- iS con punta de diamante, subi y otras piedras de gran durabilidad. El problema de 1a pluma de ave era el progresi- vo desgiisie de sus punts, que alteraba la estructurt de la escritura, Para ello los eseribanos estaban pro~ vistos de cortaplumas con mango de mavfil y un corto pero afilado filo de navaja, especialmente hechos para esta misién, Denominado en latin scalprum, scalpellum, 0 cultellus y era para templar Ia pluma. Tenia un tajo debidamente formateado que dient seguridad a la mano para comtar y tajar la punta sin tocarla con Ja mano y templar la pluma de ave, cada vez que se fabricaba 0 que se desgastaba. El novelis- ta Walter Scott afirm6, como quien consigue un reto, que habia sido capaz de escribir una novela enter con una sola pluma de ganso, ayudandose del corta- plumas y de la buena calidad del canén de la pluma, A principios del siglo XIX se inventé una maquina cortaphimas de ave que automiticamente por un mecanismo de guillotina escogia el punto que se que- ria dar a la pluma, daba un perfecto tajo, punta y hen- didura © raja para mayor efectividad en el escrito. Las reglas, el compas y las escundras servian, para pautar y dar forma a los renglones del escrito, Las correcciones en el papiro y en el pergamino si la tinta estaba fresca se podian hacer con una esponja que absorbia el liquido, pero se hacian por raspado normalmente, aunque el papiro lo soporta~ ba poco. Por su naturaleza dérmica con capas super- puestas de células en el pergamino, el raspaco pro- ducido con el rasorium 0 raspador se simulaba en €1 por simple presién, Sin embargo al tratarse del papel, que iba encolaco, como hemos visto, al ru parse se eliminaba el encolado, y para evitar que se corriese la tinta al reescribir, y ocultar las huellas del escrito primitive, se aplicaba un frotamiento de grasa incolora que daba un nuevo encolado a la ras- padura, La grasa se hacia con polvos de resinas de coniferas apelmazados en panecillos semejantes. a nuestras actuales gomas, La forma del tintero la determiné La necesic de guardar la tinta liquida y de meter y sacar pluma, La boca y el cuello se hcian estrechos y a tuna altura que s6lo el cilamo de fa pluma se entin= tase, se evitase la evaporaci6n y preservarse la tinta de las impurezas. Se hicieron tinteros dle cuerno, madera, de piedra y de cerimica. A comienzos del siglo XVII se hicieron de peltr plomo y estano. El tintero de eristal fue producido en masa en la segunda mitad del siglo XIX. EL pergamino nec tuna superficie satinadla y resbaladiza. La arenilla de piedra pémez era ideal para esto y muy util, lo 2, aleaci6n de cine jtaba. para sser escrito tener 1M, Roneno © 1, Rooks.» A, Skvcria: 45; Fig, 20, Los calfgrafos del rey Alfonso X el Sabio con plumas, comps» cortaplumas. Este se tiene en la mano contraria para sujetar, sin toca con los dedos ef eédice. Pawimonio Naciona. mismo que el salvad6 harina gruesa de cereales, para secar © enjugar la tinta pronto y antes de que se corriese o manchase. Se guardaban en una salva- dem con la tapa agujereada como uno de nuestros saleros de mesa, El secante o papel sin carga de cola comenz6 a difundirse en el aio 1840. Fig, 21, fscribano espaol del sig XVI com pupet, phuma, Unters calamari o plumera 9 saleadera, Seaiin dibujo de Felipe Guamin Poma de Ayala. (Consejo Gr. del Notriado. El lapicero contempordneo es una continuacién de las antiguas barritas minerales que trazaban ras- 20s ficilmente borrables, y de ello hemos tratado Anteriormente en las tintas. L4.CATEGORIAS QUE INSTRUMENTALIZAN LA ESCRITURA Y FITAN LA LECTURA La eseritura no es una mera herramienta material para la sociedad, sino que es un producto de gran inteligencia y finura que habla ideas y juicios a la vista y, por ello, individualiza con gran sabiduria los signos grificos para que su céxligo de significantes se descifre, casi automaticamente, en. significados con suma facilidad por el lector experimentado. La comrecci6n de la Lectura de eserituras antiguas se consigue, primeramente, estudiando las formas de las diferentes letras, sus nexos y lignduras, y el valor de las abreviaturas. Hay que acostumbrarse en la lee- tur paleogeifica a leer sin guiarse por el sentido que nos dicta la mente, y si deletreanclo sosegadamente las figuras, una a una, que nos transmiten los atentos ojos. Igualmente cierta es la importancia de tener un cierto dominio del lenguaje que codifica con signos la escritura, En efecto, cuando en Espaia se escribyia en latin, se eseribia “per gramaticam”, es decir, et escriba era un conocedor del latin, su pronuncia- Gi6n, sus desinencias y conjugaciones, morfologia y sintaxis. Y yo diria que para hacer lectura paleoge- fica de documentos en latin o en catalin o en galle- {20 0 en castellano de los siglos que abareamos en ‘este manual, se necesita un cierto y buen conoci- 50 ART UFR ESCRTURAS ANTICS miento del idioma, con especial preponderanci para todos del latin’ Nunca se entiende un produc- to paleogrifico sin conocer el modo de produccin por gramatica, Conocido el Ienguaje se recomienda para leer con facilidad no detener Ia vista en la letra, 4. | silaba 0 palabra que se esté leyendo, sino que hay que mirtr, como hacen los buenos lectores, de sos- Jayo las silabas y palabras ma que ayu- \dan a descifrar las dificultades con mis contexto. ‘También es importante para la lectura acostumbrar se a escribir las letras antiguas. Lectura y escritura la par, y si ambas juntas se aprenden, se ahorraré por esta via ki mitad del tiempo y trabajo, que se consulte s6lo en aprender a leer. En los pri- ‘meros dias hay que delimitar el tempo, por la fati- ga que representa para el ojo el habituarse a formas gnificas distintas. A medida que el ojo se familiariza se podri emplear mis tiempo con menos fatiga. Pero vayamos a los elementos que, segtin pale~ 6grafos y grafocriticos, constituyen y estructuran como un todo a una escritura determinada, sea la visigotica, la carolina o la gotica. A una escritura la constituye su forma morfologia, y estas formas se estructuran y acoplan tomando un aspecto peculiar of fa raves del angulo, ef wazado, el ductus, el mélu- Io, ef peso y el estilo, Una vez Constituidos y estruc- turados los alfabetos se adaptan a los usuarios en saneillerias y librerias, que los fijan y tipifican, la derec! ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA ESCRETURA, Las formas de la escritura 1a primera eategoria de identficacién de un sis- tema de eseritura es su forma o figura y trtza con- encional y distnta que lt consttuye deateo de un édligo habitual y descifable desde la vista por la inteligencia, Es el aspecto o figura exterior que ofre- Gen las Tineas que conforma las letras segin modo de ejecucion para que piedan ser entendidas ¥ dlistinguidas por todos los lectores de un sisten (tas formas titerales se consigtien por combins- Jciones distintas y opuestas de trazos y r05 $ | dentes y descendentes, dextr6giros © sinistrégiros, rectilineos, angulosos o curviineos. Lis ineas esenciales 0 magisrales de una lett | que tienen un movimiento de arriba abajo, con Ii Gi mayor presion y grosor de surco de tina, Se enominan generalmente tazos, hechos con todo el cuerpo de la pluma, abieras’ las lengle ensanchan el srco de tints, que pueden ser rect eos, curvilineos © mistos de ambos. A su vez los Curvilineos pueden ser céncavos ¥ convexos Tas linets finas, perfiladas y sutles que enlazan abies eiutod’p i acmatidss con mitt o tienot aen- oa ae be eiaisdd rasgos que oe hated Goa'eals el cone de la pluma, ain abrlse sus lengoctas, Hay actus, como ine benevertanas y las godess, en fan que el pans de wszo a aago se hace mediante un cod, angul o frac Tne paral Gane! Corn part rasgdeses\ impor ante el punto'de atbque'y cl punta Ge veomts de lo puns. El purso de aiaque y el de remate, segan el Neca te fe poucians cease Atos a exo del angule de una ceestors, puede ser abotonado, 0 Save ett dell iim: acerado o Ano tue: Drogresivarnente va cnsenchdndose por progrestva Presta. y diominucion de velocklad de la mano, erponfa o can gancho por un movialesto nical 0 fil ditino al del azo 0 rasgo; recto, cuando no conmancia de un movimiento iainto al de este ttazo, edondo, cuando se produce und pata iniclal o final de la pluma ye deposita mas tint en cl fouy en maza, cuando en detcrminados astiles se ini ciayo en los cafdos, e termina con gran presion de : plma que dlsminuye o aumenta a medida que se wr afenlandh a seisineneal enon o.ce tigaton tin movimiento répido al remate de una letra bus- ands el inicio dal slgulente azo o lets; 0 biela- do o wuncado, Sarna comocianmasletaps pad dees rare ltioa en Bepatia yu evoluelon.histrica es uy eonveniente que. en las clases teéricas los Sioes Iegoos ¢ eoooner i Casha Fame tnadre y alma de las formas de todas la escrturas Taina, El conceimiento de las formas de los alfibe- tos capil elise, unclal y semtuncial, son bisicos pars aonar la peleograia morfologica de los dock faci gece de Huettog archivos blicecas Tnuego, Was la lecsura olada por el profesor, el alumne dcberd confeeclonar un afabeto mayisculo ¥ o1ro mindsculo, los cvales deberéealifear sein Js forms scr fa (ama de liminas ues hay categorias convencionales de formas de Encrinim visigetica, carolina, gotica y humanisica ‘Todo este ira habtuando al ojo a ientificr formas J tociltar la lectara de palabras y la formacion de Foenpiie Uegailfe capgoeats on of (ue dei is palabras, ls frases, conceptos jucios de la mente fo que levee teniendo a la Vista un documento puleogrifico,# iespreat por contesto ¥ en pen! tid lo simples formas grficas. Bs deci, que la le burs, y Ia paloogefia tncuida, no es sempre un Fete fe ya de foe al cepa Que muchas veces, en personas leidas, 8 al re De ahi se extaen tes consoouencis, La prine- ta, las difeulades lnherentes aun alumo de pale gratia que domine poco la lengua 0 disleco dl deoursoto, pomguc pera el-pelo6gafo tn icipor- tame eel conrinleatede ls Yornas alfblncas | M. owes © L Ropaloiez © A, Saxe 5 como el conocimiento de Ia lengua y su vocabulario cen diccionarios de términos hist6ricos; la segunda, la necesidad de que el aprendiz de escritura se habit 4 leer sosegacamente el documento de cabo a fin, figindose y recredindose en las formas con sus movi- mientos y pausas, dejando las lagunas 0 palabras il gibles para sucesivas lecturas; en una segunda lec- tra estas laguns ‘in reduciendo, a medida que se vayan dilucidando las formas individuales del seria conereto y que se entienda mis el conteni- do 6 mensaje del documento, para que, por fin, en tuna tercera lectura pricticamente se transcriba com- pleto. La tercera consecuencia es ver cad letra en su palabra, y cada palabra en su contexto. ‘Atendiendo al modo como la forma se enmarca cen los pautados de renglones o caja de escritura las formas literales pueden ser nrayrisculas y miniiscu- Jas. Las mayéisculas, también llamadas capitales por su empleo encabezando capftulos, se inscriben en ‘un sistema lineal, tangentes @ las partes altas y bajas, sin salit de éste ningdn astil © asta o hampa por arri- ba y ningtin caido 0 jamba por abajo. Si el sistema de pautado bilineal comprende sélo el cuerpo de la letra, de modo que las astas y los cafdos se encie~ fran en otra pauta paralela mis amplia, tenemos las letras mintisculas, Por tanto, los adverbios mraius 0 minus, mas que a dimensiones se refieren a enmar- ‘que de las letras de un alfabeto en un sistema bili- neal, la maytiscula, y en un sistema cuadrilineal, la mindiscula, Légicamente tampoco maytiscula”y mintiscula tienen nada que ver con la velocidad y presin de la pluma sobre el soporte, que nos dan las escrituras sentadas y cursivas. Una maytiscula la 0 cursiva, Io mismo que una mintiscula, Véase en la kimina 63 el DON CARLOS con letra capital clisiea enmarcada en un sistema bilineal, y en sistema cuadrilineal o mintisculo el resto del texto en gética textual Uno de los elementos que deforma la figura 0 forma ideal de las letras es el modo de coordinarse y enlazar una letra con otra dentro de una palabra yo5e Fig, 22. Disintase betricas formas” que ba adeptado ta Serie dee ss urigenes. mediante ligado, anexi6n, o mera contigitidad. El ligado es un enlace espontineo, sin solucién de continuidad entre el remate del trazo de una letra y ef ataque de otra, la mayoria de las veces por eco- noma de tiempo en el trazado, Veremos en las s de escritura visigética cursiva, y en las goticas cursivas en suis distintas versiones, cémo los ligados jeran las formas dle las letras, La anexidn o el nexo es la fusion de dos trazos de letras distintas en un s6lo, por ejemplo en el diptongo ae en las excti- turas géticas donde una letra que termina en curva convexa hacia la derecha y la siguiente también con- vexa pero hacia Ia izquierda, ambas curvas se fun- den en un solo trazo, La contigitidad se refiere a una estrecha vecindad, sin espacio intermedio prictica- mente, de dos letras que ni estén ligadas ni anexas. De modo que pocemos concluir que son letras sucl- tas las que tienen separados por un blanco de dos letras contiguass sus puntos ce ataque y remate. El dngulo de la escritura Al producir ese producto tan inteligente como la ritura es muy importante para la disposicién y estructura de los trazos y rasgos, el Angulo 0 posi cién en la que se colocan por los dos primeros dedos, asentados o no sobre el tercero, el tajo de las dos puntas, lengiletas © piernecillas que hace el corte o hendidur en el extremo del caién de la pluma, calamo, o instrumento escriptorio. Posicién ‘en relacién horizontal o ladeada con la linea del ren- gin imaginatio de escritura; y también tener en cuenta el corte o Angulo que tengan entre si las dos, puntas o lengtietas de Ia hendidura, corte recto, en luna manera, 0 en bisel 0 cojo en piernecilla izquie™ da o derecha, de otra. Un alumno podrt compren- der perfectamente lo que significa este dngulo en el dinamismo de produccién de una escritura si tiene experiencia en el uso de plumas y plumines que hoy utilizan los disehadores y dibujantes dle letras. Pero siempre podri fabricarse un camo de cana bien afilado y escribir con el corte de la plum donde se asienta la hendidura en varios dngulos sobre la horizontal del rengldn o cortando la punta fen bisel a la derecha 0 a la izquierda, jugando al mismo tiempo con las posiciones de la mano sobre Ja mesa, del cuerpo en general y del folio en recto © en oblicuo. Estas situaciones nacidas de la posicién del corte de la pluma sobre el rengiGn o del corte de la misma pluma dan un ingulo a la escritura, cuyos efectos se observan en las variantes © posicién de los oscuros y los claros, los gruesos y finos, en el surco de tinta de los trazos verticales, horizontales u oblicuos, cur vos 0 tectos, cuando por aquetla posicidn se abre © cietra mas o menos la hendidura entre las puntas de la pluma, También se observa el Angulo en la forma del punto de ataque 0 del punto de remate de cada letra, El dngulo que hace la pluma sobre el soporte, centre otros factores, ha tenido mucha importancia para los paledgrafos en la evoluci6n de la escritura latina en la época romana y, luego en la Edad Media para explicar el paso de la escritura carolina a la opqreltupwry3z ve Fig, 23, influencia del dngulo que forma la pluma en su ‘pscton yen su tao sobre la forma de escrtura El trazado lees ccucrerdimineotaeoxeeieateorra 1S [eeres ere nen cclescicicoapea Rg aoa asta eaens Sltnes on earn eee eae fos ase tae Cea et aeons mee eee Se ea ais pteat near See eel oh wane cass regued ona uae lame estar ya hatte ciamtiosstcntine eet ooo! eps tas tcfo star aida Sa tase ent oellaneasl mass) Sere aiaakconsto s PARDO Fig. 24 Variantes de posictm de los azos guess y fines, ‘originados por el digit de eserttura, (Giulio Batted) ¥ [ART be AEN ESCRETURAS ANTIOUAS El ductus Duco, ducis, ducere, dictum es un verbo que tiene selacin con el verbo conducir y evar. ¥ es. que la ejecucién de la escritura es como seguir a tra- vés del trazado un camino con desviaciones y tra yectos, sentidos y contrasentidos, ordenados desde cl punto inicial de una letra hasta su final, © entre varias letras enlazadas. Es el ductus el modo y orden, de sucesion con que cada sistema de escritura des- artolla los diferentes trazos y rasgos que componen, una letra desde su punto de inicio hasta su remate. Este desarrollo, segtin el trazado que vefamos mis arriba, puede hacerse cle un modo y orden que evite recorridlos inttiles, pausas y facilite enlaces en. tun solo tiempo 0 bien hacerse con amplitud, pausas y varios tiempos. Y el orden sucesivo de trazos y rasgos tiene mucha importancia en la historia de la evoluci6n de las formas de la escritura, ductus en que haya preponderancia de movimientos hacia la derecha © dextrégiros, o movimientos hacia la izquierda o sinisteégriros. E] alumno que logra a través de indicios gra cos, como son Ia direccidn y sentido de los ataques ¥ remates de los distintos trazos de una letra o de la misma forma de los mismos, reconstruir el ductus 0 movimiento de la mano, posee un punto de apoyo muy importante para descifrar escrituras como la ‘gética procesal y la gética procesal encadenada La mano aunque corra al escribir, deja marcados los habitos de la escritura sentada, redonda o lenta, Segtin el ductus la escritura puede ser sentada 0 cursiva. La sentada toma a veces nombres de for- mada, textual y redonda, Y la cursiva los de currens, con denominacién latina para evitar la ambighedad, del término cortiente, 0 notular por su uso funda-| mental en anotaciones marginales y glosas. La escritura sentada nace en sus formas de un ‘movimiento de la mano y Ia pluma que vela y cuida mis por la exacta reproducci6n en el soporte del modelo ideal alfabético, y menos por la economia del tiempo. El respeto del movimiento al modelo hace que las formas carezcan de ligados entre letra y letra, que los ataques y los remates sean. conteni- dos y no deformen sustancialmente la figura. Tam- poco resulta ajena a este tipo de escritura una inten- cionalidad estética 0, incluso, una intencionalidad de identificaci6n de una cancilleria escribanta segtin la imagen y aspecto de la escritura. Estas cescrituras han predominado siempre en usos libra- rios y también en usos cancillerescos en privilegios pontificios, reales y senoriales. Este movimiento sentado de It pluma da nor malmente lugar a formas redondas 0 de camino argo, Por contra las formas rectas, al ser éstas el camino mas corto entre dos puntos, se dan en las cursivas, Sentadas son en la escritura visigética la redonda y en las goticas la gotica de privilegios. El nombre de escritura textual se ha aplicado fund mentalmente, no exclusivamente, a escrituras got cas sentadas en cOdices manuseritos destinados a la Iectura fruitiva de muchas personas interesadas que necesitan una escritura modélica que recree y desci- rable a los muchos que aprendieron a leer y a escti- Dir segtin modelo. La escritura cursiva es producto de un movi- miento y recorrido que, a pesar de la mayor © menor uniformidad y fidelidad a los modelos, persi- gue sobre todo economizar tiempo, movimientos y pausas, en el trazado de un signo 0 signos contiguos sin que éstos pierclan la identidad necesaria dentro: de un sistema grifico. Esa economia por rapidez suprime y simplifica cuantos movimientos aumenten ‘6 desvien del camino mas corto el recto, y deforma y despieza con lineas de fuga y prolongacién que evitan las pausas entre trazo y trazo el modelo ideal de la letra y en cierta manera condiciona sus reglas y formas. La version de escritura currens es un cul- tismo y la expresiOn notulat se refiere al uso de esta escritura en anotaciones © glosas marginales en cédices, nétulas © minutas 0 borradores de docu- mentos previos al perfecto original o en resolucio- - Aunque existen cursivas en usos librarios, la cursiva se des- envuelve mas en el campo de los documentos de archivo, que por naturaleza no necesitaban la mayo- ria de las veces ser lefdos muchas veces, sino pocas ¥ por pocos interesados en cada negocio o derecho. EI soporte, tanto el sustentante (papiro, perga~ mino, papel) segtin su lisura, grado de permeabili- dad a la tinta y satinado, como el sustentado, sein sea la tinta de carbono o metalodcida mas o menos aglutinacla © espesa en su correntia por la pluma, influye en la redondez o cursividad de escrituras y en los movimientos y pausas de la mano. Obsérve- se lo que decia el eminente caligrafo espanol Juan de Iciar en el siglo XVI, basindose en su experien- ‘En el conoscimiento del papel se puede cada IL Rooniuez © A. Séxcinz 33 uno engaitar faciimente en quanto al passarse la tina en él. Proviene este vicio de no tener buena cola, Condscese esto quando el papel en si tlento es floxo y muelle: v vandedndolo no suena como un pergamino muy tiesso. El buen papel ba de tener las condiciones siguientes. La primera y principal buena cola, porque sin ésta las otras no aprovechan Ha de ser liso que pueda correr ligeramente Ia pério- Ja por él, y por la misma causa se advierta que no tenga’ ciertos pelilios que se alan al tiempo del escrewir, y bazen borrar la letra: ba de ser bien pare jo, no mancillado y muy blanco, Finalmente para todo género de letra tirada, o que se escriue a pries- sa requiere ser bien liso y delgado como dice Anto- nio Tagliente. Y para letra que hade escreuir con arte y mesura, requiere ser el papel algo rezio que ‘pueda tolerar el peso de la mano, que va con tiento, To qual da ocasion, que la pénola descargue mds tinta, Esta tiltima condicin es muy necessaria para escripturas que no se permiten sobrepuestos ni addi- ciones marginales, sino que es forgado raer lo mal el instrumento gréfico, el cailamo y la pluma, influyen en la cursividad, pues para las letras pequenas y tiradas, las dos lengietas que hace la hendidura deben estar bien rafdas y redondeadas en su perfil, sin biseles © cojos, igualadas, para que no rasque el soporte ni forme pelusilla, frenando la velocidad. Y ademas para asegurar la correntia y despica bien Ia tinta la hendidura debe ser larga | et msctuto Es la dimension de la forma de las letras ya sea | en su cuerpo principal, en sus astiles y en sus cal- dos, ya en la proporci6n entre el cuerpo por un lado, y los astiles y caidos por otro, en los espacios intermedios entre tazos y rasgos y en los ojos de ‘dererminadas leas. Veremos que tiene. mucha importancia a la hora de definir en los documentos Ja eseritura gotica aragonesa o la misma gotica de albdlaes, ‘Pig. 25. Trazos esrios sein ducts ‘sentados y curstees que tfluyen ent tas formas le sus letras. (Gullo Bate. od 7 54 ART tem ESCITURAS ANTIGUAS Fl peso Esti en funcién del mayor (menos pesada) 0 menor (mas pesicla) contraste 0 relieve entre trazos de surco grueso de tinta, hechos con todo el cuerpo, de las puntas de la pluma abierto, y los rasgos de surco fino y delgado, hechos con solo el sutil y raido tajo 0 punta, y los surcos intermedios entre ambos, en que gradualmente se cierran 0 se abren las len- aiietas de In punta, Una escritura sin pricticamente contrastes entre gruesos y finos es una escritura pesada, hecha con un estilo, un cilamo o una pluma, todos de naturaleza dura. n mayor presién que se hace al ejecutar k zos abre los puntos del corte de la pluma, surca el apresto del papel o del pergamino, y el surco se rellena de mayor cantidad de tnta que cuando en Jos rasgos se disminuye la presién y se cierran las puntas del tajo, Adems Ia punta del cone de la pluma que da a la derecha presiona mis que la que da a la izquierda y la tinta adquiere una entonacion mis fuerte, y si la tinta es metalodcida una mayor capacidad de mordiente. Se originan gruesos en los trazos descendentes y finos en los ascendentes, en que Ia presién es nula para evitar sobre todo el cenganche del papel o del pergamino. En las escritu- ras cutsivas hay normalmente poca diferencia entre ‘gruesos y finos, debido a la mayor velocidad de la mano, que va en detrimento de la presién de la pluma sobre el papel para no enganchar ni frenar 0 por el uso de plumas con las puntas mis rigidas y afiladas que no permiten las alternancias de perfil tan patentes. Elestilo En cada época, como en otros aspectos de la humanidad, ha existido un modo de concebir la ‘escritura en correlaci6n con otras manifestaciones culturales, desde un ocio a un negocio, desde algo artistico a algo meramente funcional, que se llama estilo, Evidentemente no es lo mismo el estilo de la cescritua carolina que responde a unas pretensiones distintas al estilo de las escrituras géticas 0 huma- nisticas Escritura diplomdtica (cancilleresca) Fs una eseritura elaborada en las curias ptiblicas ¥ oficios de la fe publica como elemento junto al soporte y otras marcas externas para garantizar la instrumentalidad de los documentos dentro de las relaciones juridicas y administrativas de la sociedad, Es una escritura ad cautelam que identifica y testifi- caa simple y a profunda vista la autoria y autentic dad de un documento como emanado de una deter- minada corte pontificia, real, episcopal, capitular y monfstica o de un oficio escribanil o notarial. Es una escritura hecha por expertos y part expertos, es decir de un uso relativamente restringido. Esta es Ia escritura que fundamentalmente trataremos de ense- far a leer en este laminario, convencidos de que la libraria, tras el dominio de esta cancilleresca, es de Ficil dominio por si mismo con una especializac en el vocabulario del tema de cada eédice. Eseritura Ubraria Es una escritura que surge en sus elementos constitutivos y estructurales, como surge el libro donde se asienta, para satisfacer necesidades fruiti- vas ¢ intelectuales. Es escritura destinada a muchos, yen ella, como tal, més que la cautela ante la inte polacién’y falsificacion que lesione un derecho, prima en sus autores la claridad y la belleza, que atraigan al mayor nimero de lectores por su facili- dad de lectura y deleite a los ojos. Es un poco lo que sucede, en cierto modo y generalmente, con la esci tra lapidaria y epigrifica Escritura usual (corriente) Es la escritura que normalmente rehuye las cau- telas diplomaticas y los cinones esteticistas por su empleo habitual y de ductus cursivo en las personas que normalmente escribian y escriben, Es la escritu- 1a de las firmas de los candnigos de la catedral de Toledo en la kimina 16, la de la postdata de Isabel la Catlica de la kimina 51 0 en la 21, la suscripcién del rey don Sancho. Estas contrastan con las canci- lerescas que les preceden. Eseritura canonizada Se trata de una escritura normal, que rige a satis facci6n de escribidores y lectores los usos (sean caneillerescos, librarios, 0 epigrificos) de una comu- nidad grifica, que tiende a fosilizarse en sus ele- mentos y convive con otras nuevas formas de escri- tura, Es lo que sucedi6 con las escrituras capital cli~ sica y uncial romanas © con la gotica textual de pri- vilegios castellana que convivieron, y algunas convi- ven atin hoy, con sistemas grificos posteriores. eC 0 Mh

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