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EL CORVO EN CHILE

Corvo de lujo realizado hacia el año 2006 en España por la empresa


SAMI, y con finos grabados al ácido con motivos florales y el escudo de
Chile, de Antonio Montejano.
http://corvochileno.blogspot.com/

Cuando en Europa sólo la nobleza se batía a duelo en


defensa de su honor, en España todo el pueblo se batía a
duelo, sin distinción de clases. Los que no podían comprar
una espada lo hacían con cuchillos o navajas. Ese mismo
rasgo español se traslado a Chile.
(Una navaja es un cuchillo cuya hoja pivota sobre un eje que la une al
mango para que el filo quede guardado entre dos cachas o una hendidura
hecha a propósito).

El corvo fue introducido en Chile como un cuchillo utilitario


durante el período de la Conquista, y tiene su origen en los
cuchillos árabes con punta curva. Esa misma manufactura
fue heredada por los ibéricos y mas tarde por los chilenos.
Durante la colonia evolucionó su forma y su uso se masificó
entre los trabajadores ganaderos que además lo usaban
como arma de defensa. Durante la Independencia, en plena
guerra contra los realistas, las montoneras de Manuel
Rodríguez usaban estas armas típicamente chilenas. No se
encuentran rastros de esta arma como tal en otros lugares
de América.
Como arma de combate, el corvo aparece en la Guerra
contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), donde
los Rotos lo llevaban al frente de forma irregular, sin formar
parte de las armas reglamentarias, como lo demuestran sus
diferentes formas, materiales y tamaños y la no inclusión
en los uniformes oficiales. Su valor como arma militar
quedó afianzado en las campañas terrestres de la Guerra
del Pacífico (1879-1884), en particular en el Asalto y toma
del Morro de Arica el 7 de junio de 1880.
El corvo concentra su peso y momentum en la punta o el
filo, dependiendo de la ubicación del blanco. La forma del
cuchillo multiplica mecánicamente la fuerza del atacante y
provoca fácilmente heridas graves o mutilaciones severas
ya que puede cortar un hueso limpiamente. El corvo
siempre tiene una punta muy aguda y un filo
extremadamente fino, y no requiere una gran fuerza para
ser usado con efectividad; lo verdaderamente importante
es la solidez de la muñeca
No era nada raro durante el siglo XIX ver a huasos y
mineros con corvos en el cinto porque era costumbre que
se batieran a duelo con estas armas. Los duelos se
producían a causa de una riña y concluían cuando uno de
los contendientes caía muerto o tan mal herido que no
podía seguir peleando. También se producían por desafíos:
un huaso “choro” se paseaba entre la gente “arrastrando el
poncho” (desafiando a todo el mundo) hasta que otro
“choro” se lo pisaba en señal de aceptar el duelo. De ahí
que se diga que los que buscan camorra “andan
arrastrando el poncho”.

A continuación un contrapunto entre un lanchero maulino y


un minero de Lota
"El lotino
En Lota Alto i Lota Bajo
Nadie me hace resistencia:
Si me busca la pendencia,
A cualquiera doi un tajo.
Me cuadro i pongo barajo
Cuando haya otro que brama,
Siento pronto que se inflama
Mi sangre como demonia:
desde Lota a Patagonia
Soy minero de gran fama".

"El maulino
La vez que topo un minero
Que quiera ver un terror,
Entonces con más valor
desnudo el cortante acero,
Le salgo al frente, lijero,
Yo con mi puñal marcado
Con letras por cada lado
En que esta mi nombre escrito,
El cual dice mui clarito:
De todos soi respetado".

El texto fue tomado de wikipedia yde los aportes de los forisras de Razón y
Fuerza. El contrapunto proviene del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones
Populares de la Biblioteca Nacional de Chile.
PEGG

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