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El Desarrollo Humano como emergencia sistémica: su clímax en

perspectiva para la educación superior Integral


Temístocles Muñoz López. Universidad Autónoma de Coahuila.
tmunozlopez@yahoo.com.
José María Guajardo Espinosa. Universidad Autónoma de
Coahuila. jguajar@mail.uadec.mx.
Karla Irel Chavero Ortiz. Universidad Autónoma de Coahuila.
k_irel@hotmail.com.
Tema: la universidad como instrumento para el desarrollo integral
Subtema: Las Universidades como instrumento para el desarrollo integral del ser
humano
Resumen
Este trabajo versa sobre el esfuerzo de elucidar el clímax de la tendencia filogenética humana,
para aplicarlo a la educación superior. En la complejización evolutiva de la Physis (naturaleza)
se identificaron niveles de desarrollo que corresponden a la evolución de la materia desde su
origen, y que son caracterizados por la perspectiva emergentista y sistémica como niveles de la
Physis (Naturaleza): Cuántico, Quimio, Bios, Socio, Psico y en su último nivel culmina en lo
Metacognitivo, después de una transición del pensamiento abstracto en el humano. Argumenta
que el Ser Humano puede ser visto como emergencia para deslindar sus niveles de desarrollo
superior, que incluyen el pensamiento abstracto y la metacognición, temas que son de relevante
atención de la educación, y para los educadores que se preocupan por precisar que es el
Hombre. La Educación Superior requiere atender el desarrollo tanto del pensamiento abstracto
como el metacognitivo. Todo ello es el Hombre simultáneamente inclusivo como muñequitas
rusas, más allá de la tradicional visión Bio-Psico-Social. Así, la educación en general trabajará
al menos con el impulso y perfeccionamiento de los cuatro niveles superiores, en su función
sustantiva de lograr el desarrollo armónico e integral de las potencialidades humanas.
Palabras Clave: Desarrollo humano. Emergencia. Educación Superior. Teoría de la
ciencia.
Abstract
This paper deals with an effort to elucidate the climax of phylogenetic human tendency in order
to apply to higher education. He notes that the Human Being can be seen as an emergence to
delineate the highest levels of development including abstract thinking and
metacognition, issues that are relevant topics for education and educators who care to specify
that it is Man. In the evolutionary complexity of Physis (Nature) identified developmental
levels corresponding to the evolution of matter from the beginning, and are characterized by
the emergentist and systemic perspective as levels of physis (nature) as inclusive russian dolls:
Quantum, Chemo, Bios, Socio, Psycho and culminates in the latest metacognitive level after a
transition of abstract thought in man. Higher education requires addressing both development of
abstract thinking as metacognitive. This is the same man, beyond the traditional view Bio-
Psycho-Social. Thus, education in general works at least with the encouragement
and improvement of the four upper levels, where substantive role to achieve harmonious and
integral development of human potential.
Keywords: Human development. Emergence. Higher Education. Science Theory.
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo trata del desarrollo y particularmente del desarrollo humano, enfocados
desde lo sistémico, la complejización, la emergencia, la inclusión y la totalidad, tanto como de
un intento de explicar ambos, aquello que es regular y lo que es azaroso o contingente en el
proceso. El enfoque dominante es el de la evolución de la materia, la vida y el Ser Humano,
analizados desde la perspectiva del desarrollo; histórica, filogenética, evolutiva (Muñoz, 2011).
Adicionalmente el interés de los autores es elucidar el clímax, cúspide o culminación actual del
desarrollo humano, con el fin de aplicarlo en beneficio de la educación superior y sus
estudiantes.
Hay numerosas visiones sobre el tema, y se asume que el desarrollo es una transformación
cualitativa y que las cosas son y llegan a ser distintas gracias a ella y sin perder su identidad, o
que el desarrollo es la transformación de un sistema en otro diferente, y que en ocasiones es
más complejo. La naturaleza nos muestra que ambas cosas suceden, inclusive tenemos
incontables ejemplos de procesos de cambio cuya culminación exitosa (si hubiera alguna)
depende adicionalmente de la interacción con el ambiente o un contexto particular. Sin duda
alguna, no podemos acreditar el resultado de un proceso a la potencia interna que genera los
cambios, sin imaginar que en el entorno existen condiciones favorables para su desarrollo
exitoso o frustrado. La interacción es inevitable, necesaria y decisiva.

Antecedentes
El desarrollo tiene múltiples dimensiones y facetas, así como parciales intentos de conocerlo,
explicarlo y aplicarlo a las más variadas actividades de la naturaleza y lo humano; el reto es
sugerente y por lo mismo, tentador. En efecto, muchos y muy variados han sido los intentos de
percibir las relaciones entre los sistemas, su contexto y sus componentes, sus regularidades y
sus singularidades, a partir de una sede conceptual y reflexiva como la Termodinámica, o la
Complejidad, la Teoría del Todo, la Teoría de Sistemas, el Emergentismo o la Teoría del Caos,
amén de otras explicaciones integrativas de ellas, las que están en desuso y las emergentes.
El interés de los autores parte de la notable transformación de la educación, la ciencia y las
ciencias en las últimas décadas, y de la necesidad de explicar el desarrollo humano,
considerando al Hombre como una especie más, y no la más evolucionada, sino aquella que
tiene orientada su evolución al desarrollo del sistema nervioso central y los aspectos cognitivos;
esta especie que es al menos simultáneamente Bio, Socio y Psico dentro de sí, y algo más.
Este es el origen del presente trabajo que procura rebasar esa limitada tri-dimensionalidad.
Contextualización del tema
El Desarrollo es un proceso que tiene fases distintas en cada sistema en particular, debido
principalmente a su particular nivel de complejidad y a la maduración en el equilibrio de sus
flujos energéticos y de materiales. En efecto, un sistema es un conjunto articulado de elementos
que guardan entre sí cohesión y covarianza, e intercambian materiales y energía (información)
entre sí y con los factores del entorno, lo que les confiere un equilibrio dinámico.
Los sistemas en cuasiequilibrio muestran siempre fluctuaciones generadas en forma endógena
o exógena, que gracias a sus procesos de autoorganización pueden conservarse con retornos
sin complicaciones mayores a sus funciones estables y lineales, regulares y predecibles, lo que
muestra su resilencia (capacidad de recuperación del sistema tras la alteración). No obstante,
en otros casos el sistema está sujeto a presiones y tensiones más allá de sus límites de
equilibrio por condiciones contingentes, azarosas e impredecibles, así como por la acumulación
de flujos excedentarios de información (materia y energía) producida por sus elementos.
Tenemos entonces a los sistemas alejados del equilibrio que pueden llegar a la irreversibilidad.
Para Bricmont (1996) la entropía (tendencia al desorden) del universo es hoy idéntica a lo que
era en el origen de los tiempos, y parafraseando a Prigogine… Los sistemas abiertos en un
estado lejos del equilibrio no mostraron una tendencia hacia el aumento del trastorno, aunque
producen entropía, pero pueden exportar esta entropía en su entorno, y pueden aumentar en
lugar de disminuir su orden interno. La situación es diferente si en los límites del sistema existen
atractores o cuencas de atracción en sistemas complejos que inducen cambios, tanto suaves
o graduales con niveles crecientes de organización, de la emergencia de propiedades nuevas a
lo largo de la Evolución, y que evitan la posibilidad de transiciones bruscas que puedan
desestabilizar o incluso aniquilar al sistema (Marco Cuellar, 2001).
En palabras de San Miguel de Pablos (2006) “el equilibrio no se alcanza nunca sin oscilaciones
alrededor del punto que él representa. Esas oscilaciones se denominan fluctuaciones, y se van
amortiguando paulatinamente en la evolución normal de los sistemas, hasta llegar al equilibrio
(en rigor inalcanzable, ya que el proceso es asintótico). Sin embargo, si una fluctuación inducida
por un flujo de energía se amplifica más allá de un cierto umbral, puede ocurrir que el sistema,
en vez de regresar trabajosamente al estado inicial, tome otro rumbo... Puede ocurrir que se
reestructure globalmente, adquiriendo una configuración integrada capaz de disipar de manera
mucho más eficiente el flujo energético que incide. Asistimos entonces al nacimiento de un todo
de orden superior, que incluso puede tener propiedades completamente nuevas.” Esto como se
verá adelante se refiere a la Emergencia (como surgimiento) y el mismo autor indica que según
Schneider y Kay, la vida puede contemplarse como una estructura disipativa lejos del equilibrio,
que mantiene su nivel de organización local a expensas de producir entropía en el entorno.
Es un hecho, el desarrollo, el cambio y la evolución avanzan donde encuentran menos
resistencia, y los sistemas se mantienen en un contexto estable que tiene límites probabilísticos
y suministro de materia y energía, que encierran en si la lucha entre las fuerzas del orden y el
caos, entre la variación y el azar, entre lo previsto y lo contingente. Todos los sistemas tienden
al desorden cuando no hay mecanismos reguladores, y como consecuencia, a su complejidad o
degradación en la naturaleza, en la sociedad, en las formas de conocer y en el conocimiento.
También, al llegar a un máximo desarrollo de acuerdo a su medio, los sistemas se optimizan en
un orden cuasiestable de mayor duración que tiende al clímax; punto previo al cambio de nuevo
(Estado crítico y Estado límite). Así, la densidad crítica del sistema está a medio camino entre el
orden y el caos, y todos los sistemas propenden a desarrollar una capacidad de
Autoorganización por medio de estructuras disipativas. Sin duda, todos los sistemas están en
un flujo constante como un todo (pantha rei diría Heráclito).
En el ser humano, según De la Herrán (2001) también se dan estas tendencias a normalizar
megasíntesis, utilizables por todas las ciencias, y útiles como potenciales atractores
envolventes de conocimiento formativo: “naturaleza mental” (Eddington), “orden implicado”
(Bohm), “evolución humana” (Teilhard), “tao” (Capra), “autoorganización evolutiva”,
“universalidad”, “noogénesis”, “autoconciencia”, etc. argumentará que la realidad no es parcial o
fragmentaria, ni lo ha sido nunca. O casi mejor, lo es y no lo es a la vez. Si el sistema
comprensivo se sitúa en un referente sólo-dual (caos–no-caos, determinación-indeterminación,
etc.), se aprehenderá parcialmente.

Justificación
Resulta común hablar del Hombre como un ser Bio-Psico-Social, no obstante, el biólogo
generalmente ve al ser humano probablemente desde el punto de vista de sus funciones vitales
y el instinto, el psicólogo lo ve desde el pensamiento, la emoción, la sensación o la intuición, en
tanto que el sociólogo lo hace desde la perspectiva de sus relaciones en la comunidad humana
y las organizaciones sociales.
Los estudios han mostrado que el Ser Humano es eso y más, por lo que nos proponemos
plantear una perspectiva que muestre todos los niveles del Desarrollo Humano, integrados y
articulados de tal manera que ampliemos las visiones convergentes del Hombre como producto
de la emergencia sistémica de un conjunto de características que sean la base para un nuevo
acercamiento válido a la naturaleza humana.

Las interrogantes
La interrogante primaria a tratar en el presente ensayo es ¿Puede el Desarrollo del Ser Humano
ser analizado como una emergencia sistémica?, además…
¿Cuáles son los principios que rigen el Desarrollo como Emergencia? y,
¿Cuáles son las características de la nueva perspectiva de Ser Humano como Emergencia
Sistémica?
¿Cuál es la culminación educable del Ser Humano como Emergencia Sistémica? y,
¿Cómo se aplica este conocimiento para lograr el desarrollo armónico e integral de los
egresados de la Educación Superior?
MÉTODO
Se realizó un análisis crítico de la literatura relativa a los niveles de organización de la Physis y
su complejización, tomando como eje la propuesta emergentista y otras teorías de la ciencia
como la Teoría del Caos, la Teoría de la Complejidad, la Teoría de sistemas, y la
Termodinámica los sistemas alejados del equilibrio de Prigogine con la finalidad de generar un
enfoque educativo sobre las tendencias evolutivas del Hombre y la culminación de sus
potencialidades que pueden ser impulsadas por la Educación Superior.
DESARROLLO DEL TEMA
Fundamentos teóricos
La complejización siempre es un fenómeno natural aún en el hombre, es la lucha constante
entre la impelente necesidad de manifestación de las potencialidades internas contra los
permanentes condicionamientos contextuales del entorno, si su localización en el universo
satisface las condiciones necesarias para su existencia (Heisenberg). Es un fenómeno que se
asoma desde el nivel cuántico al individuo total, y desde el Big Bang hasta nuestras vidas
cotidianas; desde la sutileza de las interacciones nucleares débiles de los quarks (Life in
Multiverse, de Jenkins y Pérez, 2010, 28-35), hasta las catástrofes de los terremotos,
maremotos y volcanes. Así, el planeta, la vida y el hombre se crean y se recrean en medio del
conflicto de sus potencias y su realidad, y ello tiene como resultante la complejidad emergente o
el desorden total de su destrucción.
El proceso que seguirá cuando la información se reconduce al sistema en condiciones alejadas
del equilibrio es la Emergencia. Efectivamente, la emergencia nos dice que dado un sistema, la
evolución hacia la complejidad es un proceso que culmina en la aparición de otro sistema
derivado, que contiene dentro de sí las condiciones estructurales y las propiedades de su
sistema de origen, pero que desarrolla adicionalmente atributos propios y diferentes. Por
ejemplo, la unión de Hidrógeno y Oxígeno resulta en el agua que tiene características propias
como la bipolaridad y la cohesión, que la hacen el solvente ideal para la vida.
Adicionalmente, Boisier (2002) aplica el concepto al desarrollo territorial, sosteniendo que el
desarrollo territorial debe entenderse como una propiedad emergente, como una emergencia
sistémica compleja y con elevada sinergia. En biología se refiere a la emergencia de las
estructuras y propiedades en la medida en que el desarrollo tiende a la complejidad, desde la
perspectiva de E. Mayr (1998), considerando que la emergencia en un sistema es la aparición
de características en los niveles superiores de integración, que no se podrían haber predicho a
partir del conocimiento de los componentes de los niveles inferiores. Schrödinger planteó
primero (¿Qué es la vida? 1944) a la biología molecular y la eliminación de entropía por los
seres vivos como los dos pilares de la biología del futuro. Sugiere que la Teoría de Sistemas,
explicada y justificada por la termodinámica de procesos lejos del equilibrio, puede suministrar
la principal pista que lleve a una concepción -y definición- aceptable de "vida" si no se elude la
"tercera perspectiva" que se refiere al vínculo entre vida y conciencia.
Carlos Beorlegui (2006) presenta el modelo emergentista sistémico, con la propuesta de cinco
representantes importantes, a saber, Bunge (Emergentismo Sistémico), Popper (Emergentismo
interaccionista), Searle (materialismo Biológico), Monserrat (Emergentismo humanista) y Lain
Entralgo (Estructurismo Dinámico), para mostrar sus semejanzas como concepción dinámica y
evolutiva de la realidad, configurada por diferentes estados o niveles de complejificación de tal
modo que el nivel inferior es condición de posibilidad (“subtiende dinámicamente”) del nivel
superior, pero no se reduce a él. Asume que con la emergencia, puede constituirse un nuevo
nivel de realidad por un salto cualitativo.
El mismo incluye entre autores emergentistas a otros filósofos y científicos como Edgar Morín,
R. W. Sperrry, G. M. Edelman, Francis Crick, J. Ferrater Mora, J. L. Pinillos, y F. Cordón, entre
otros. Además plantea que las primeras referencias a la tesis emergentista se dieron en el
ámbito de la biología, para denominar, como indica J. Ferrater Mora, la teoría de la evolución
emergente, presentada por C. Lloyd Morgan, Samuel Alexander y otros como J. S. Mill que lo
había propuesto en su Lógica.
Continuando con el resultado de la Complejización y la Emergencia, Francois Jacob argumenta:
“El descubrimiento de cada muñeca rusa, la revelación de estos desniveles sucesivos, no
resulta simplemente de una acumulación de observaciones y experiencias. Con frecuencia
expresan un cambio más profundo, una transformación en la naturaleza misma del saber. No
hacen sino traducir, en el estudio del mundo viviente, una manera nueva de considerar los
objetos"(1986: 29). El afirma que Cada una de estas unidades constituidas por la integración de
subunidades puede designarse con el término integrón. Un integrón se forma por la unión de
integrones de nivel inferior y a su vez participa en la construcción de un integrón de nivel
superior (1986, pag. 302). En El Gen egoísta dice que de la materia a lo viviente no hay una
diferencia de naturaleza, sino de complejidad. La célula es a la molécula lo que la molécula al
átomo: un nivel superior de integración. Aquí el Integrón es un concepto semejante al de
"Holón" de Koestler.
Siguiendo más allá, de acuerdo a Beorlegui (op. cit.) el modelo emergentista consiste en
entender la mente como el especial modo de estructuración producida y emergida en el proceso
evolutivo del cerebro humano, y Bunge (1977) asegura que la mente, como nueva
sistematización del cerebro, es producto de un salto cualitativo del proceso evolutivo. Afirma
que para que ella llegue a configurarse como tal, se deberían de tener en cuenta tres elementos
o dimensiones complementarias: la maduración biológica y cerebral con la que se da el salto de
lo prehumano a lo humano; el modo sistémico de entender la mente como estructura total del
cerebro; y la dimensión interpersonal y social como ámbito donde surge y se desarrolla la mente
y la persona. Sólo en el crisol de la sociedad humana llega cada persona humana a
configurarse como tal.
Con relación a lo anterior, Castro (2006) menciona que los estudios demuestran que el propio
cerebro es capaz de percibir mediante microtúbulos la realidad por signos y símbolos a lo largo
de la evolución de la vida, y en el caso del hombre el campo interactivo de tubulinas (proteínas
de los microtúbulos) debe de generar múltiples espacios topológicos, autosemejanzas fractales
y holográficas. El resultado es un supercomputador cuántico (N.A. analizado desde la física
cuántica, la epistemología, la teoría computacional y la teoría de la evolución por David Deutsch,
1997) cuyas unidades ya no son bits sino qubits o bits cuánticos con muchos estados posibles.
Cada qubit es un dímero de tubulina. Ahora bien, hay 108,070 tubulinas en el SNC
superestructurándose en múltiples niveles de resonancia para acciones sencillas como mover
un dedo, o articular la palabra “dedo”, o comprenderlo articulado lingüísticamente como dedo.
Esta perspectiva implica el posible papel de los efectos cuánticos en la conciencia como lo han
sostenido Penrose y Hameroff (1995). Ellos comenzaron a colaborar en un modelo
específico, la Reducción Objetiva Orquestada (RO), en la que la
superposición de coherencia cuántica en los microtúbulos del cerebro altera el espacio-tiempo
por la gravedad cuántica, para hacer que la función de onda auto-colapse,
e instantáneamente los eventos se incorporen a un cauce de conciencia (comprising a stream
of consciousness). Javier Monserrat (en Engramas neuronales y teoría de la mente, 2001, p
191:195) propone la investigación en la vía de la neurología microfísico-cuántica, que sitúa el
punto de mira de su investigación en niveles inferiores a las neuronas para fijarse en el ámbito
de las partículas elementales que las forman, donde se producen sucesos cuánticos que nos
llevarían a situar ahí la emergencia de las experiencias cualitativas de la conciencia.
Hipótesis de trabajo
1. El Hombre puede ser visto como una Emergencia Sistémica, y tiene simultáneamente
dentro de él múltiples niveles emergentes que van de lo cuántico a lo metacognitivo.
2. Los más elevados niveles de desarrollo de la Physis en el Hombre son sujetos de la
educación.
3. La Educación Superior requiere tener como meta el desarrollo armónico e integral de todas
las potencialidades humanas, y especialmente fundamentarse en el desarrollo del
Pensamiento Abstracto y la Metacognición.
Campo elaboracional
La perspectiva del autor aquí implica una integración de conocimientos que expresan en su
conjunto una nueva visión del hombre, así como otra perspectiva correlativa al propio contenido
del proceso de desarrollo y su explicación dentro del campo de la teoría de la ciencia. El
contraste entre lo que llamamos el Conocimiento normal y el Conocimiento extraordinario es
inevitable, y los paradigmas que van surgiendo muestran las teorías inconmensurables, con un
dramático cambio de marcos epistémicos.
El conocimiento normal explica al hombre desde la perspectiva disciplinar con un enfoque
reduccionista con pretensiones de totalidad, que corresponde a su área del saber específica;
así, un biólogo, un psicólogo o un sociólogo atenderán y explicarán al ser humano desde sus
particulares punto de vista. Desde otra perspectiva, ahora interdisciplinaria como un ser Bio-
Psico-Social para las áreas de las ciencias humanas y particularmente en la educación, se
buscará con mejor éxito una comprensión de tres dimensiones integradas que explican su
compleja naturaleza. No obstante, los recientes desarrollos integrados de la mente y la
conciencia por una parte, la realidad cuántica y la biosemiótica, crean un marco epistémico
nuevo que tiende a complejizar la comprensión de la multidimensionalidad del Ser Humano,
coherente con el enfoque transdisciplinar de la Teoría de Sistemas, la Teoría de la Complejidad,
la Termodinámica en Sistemas alejados del equilibrio, la Teoría del Caos y el Emergentismo.
Ello nos lleva a reconsiderar nuestra noción de lo que es “el Hombre” al detectar otras
dimensiones que solo se elucidan mediante estos marcos científicos referenciales construidos
para explicar la realidad e integrar las propias teorías de la ciencia.
Crisis: Rupturas y/o Antípodas fundamentales
Es inevitable contrastar los nuevos conocimientos que se derivan de la apreciación
transdisciplinar del hombre bajo el agudo sentido crítico de estos metatemas.

Tesis principal y derivadas sobre el Ser Humano como Emergencia Sistémica.


Aquí se sostiene como tesis principal que el Ser Humano es producto de una emergencia
sistémica, y dentro de él, la mente humana también lo es. Por tanto cada uno de los niveles o
estructuras integrantes que lo constituyen han sido superados progresivamente y cada nuevo
nivel de organización de la materia está en su historia filogenética, dentro de él y contiene los
anteriores, pero con nuevos componentes y propiedades que le son particulares en un nivel
mayor de complejidad.
Lo anterior implica que el propio desarrollo es un proceso de complejización de las cualidades
de la materia y la energía y ha sido tratado en la Edad Media siguiendo El árbol de Porfirio
(Isagoge, 4, 20) según refiere Ferrater Mora (1991); Smallwood y Green (1970: p. 85) en su
Biología de 1969; Jacob (2002. El gen); además se considera en la Jerarquía de Sistemas de
Engel (1977) o Teoría de los Sistemas de Engel, un Modelo Biopsicosocial; en el modelo de
Rosenblum y Kuttner (2006: pp. 53, 224) de la “Jerarquía de la explicación científica”; en
Cuestiones Cuánticas de Ken Wilber (1984, en Wilber, 2009:33); en Así es la Biología (Mayr,
1998); San Miguel de Pablos en “¿Qué es la vida?” (2006); Marco Cuellar en Las teorías del
caos y los sistemas complejos (2001); Carlos Eduardo Maldonado en Termodinámica y
complejidad (2011); Coveney, en The Second Law of thermodynamics: entropy, irreversibility
and dynamics (1988 p.412), y otros más que por razón de espacio no se citan.
En seguida se presenta un intento de sistematizar la complejización de la realidad bajo una
perspectiva emergentista y sistémica de niveles y la teoría de la ciencia, con la posibilidad de
comprender dentro de ella al hombre como un ser simultáneamente multidimensional y
multietápico, pero siempre en proceso de desarrollo, porque el hombre nunca es algo, siempre
se está transformando en algo.
El nivel cuántico
El Ser Humano en su primer nivel de desarrollo evolutivo contiene lo cuántico, es decir, el
horizonte de complejidad de la materia en su nivel subatómico donde hay transformaciones
recíprocas de materia y energía. Esto ya ha sido tratado por Ken Wilber (1998) en Cuestiones
cuánticas, Escritos místicos de los físicos más famosos del mundo; por Danah Zohar (1996) en
El yo cuántico; por Bruce Rosenblum y Fred Kuttner (2010) en El enigma cuántico, Encuentros
entre la física y la conciencia y Jenkins y Pérez (op. cit.)
El nivel quimio
Este nivel comprende la complejización en la estructura y propiedades de la materia desde lo
atómico a lo molecular, considerando en ella a los átomos, iones, isótopos, moléculas
inorgánicas y su complejidad funcional en las moléculas orgánicas. Ello ha sido descrito en los
niveles de organización biológica según Smallwood y Green (op. cit.); Knight and Colwell
(2004); Nicholis, G. and Prigogine (1977).
El nivel Bios
En el Nivel Bios tenemos la emergencia de la vida con características propias emergentes como
la Autoconservación, la Autoreplicación, la Autoorganización, y la Autoregulación. Jacob (op.
cit.); Mayr (op. cit.); Maldonado (op. cit.)
El nivel Socio
La vida al evolucionar a formas colectivas crea también otro nivel de coexistencia que implica la
emergencia de nuevas propiedades y regulaciones que son distintas a las de la vida individual y
le confieren ventajas adaptativas a nivel interespecífico e intraespecífico, tales como la división
del trabajo para la obtención de alimento, territorialidad, protección y especialización en sus
funciones. Boisier (op. cit.); Bervejillo (1996); y Echeverría, R. (2003).
El nivel Psico
El desarrollo del sistema nervioso central y la vida en sociedad han modulado los
comportamientos instintivos individuales de los seres vivos, y en este nivel emergen en un
primer paso evolutivo la inteligencia primigenia y las emociones. En los mamíferos se manifiesta
el pensamiento concreto incipiente que en el ser humano se transformará progresivamente, con
la emergencia de la mente, en pensamiento abstracto (pensar con ideas y sobre ideas),
imaginación y sentido estético. Ver Moya (2004); Bunge (Emergence and the Mind, 1977);
Beorlegui (2006) en Los emergentismos sistémicos: un modelo fructífero para el problema
mente-cuerpo.
El nivel metacognitivo
Finalmente, el desarrollo del pensamiento abstracto en sus manifestaciones de máxima
expresividad traerá este proceso emergente que nos permite, como una etapa avanzada de
maduración cognitiva, la posibilidad de pensar sobre nuestros propios pensamientos, razonar
sobre nuestro razonamiento, o conocer sobre nuestro conocimiento, tanto como evaluar
racionalmente el resultado de nuestras actividades y ajustar las decisiones tomadas. Ver Pozo
(1999); Antonijevic y Chadwick (1981) y Monereo (2000: 30)
Todas las etapas anteriores son realmente niveles emergentes del desarrollo y la evolución
complejizante de la materia y la energía, que contienen las etapas anteriores pero tienen sus
propios atributos y procesos distintivos. Estos se observan en la Figura 1.
Nuevas características y propiedades
Complejidad estructural y energética
Aumento de los flujos energéticos
Nuevos flujos emergentes
Complejización inclusiva

Inclusividad remodelada
Emergencia cualitativa

Estabilidad sistémica
Inclusión progresiva

---------------→

---------------→

Integración
Figura 1. Niveles progresivos del Desarrollo como Emergencia Sistémica, enfocados al Desarrollo Humano,
donde se observan los principios generales que siguen el desarrollo y la evolución de la materia y la energía
al hacerse complejos y al emerger cada nuevo nivel. Se asume que desde el nivel Bios el Ser Humano es
sujeto de la educación, y en el desarrollo del pensamiento abstracto y la metacognición, de la educación
superior.

Principios específicos de la complejización


En este trabajo se considera un Principio (lat. principĭum) como un enunciado con fundamento
empírico, que refiere un punto de partida obligado durante el proceso de complejización. El
significado que aquí se precisa es necesario para la comprensión y explicación del proceso de
desarrollo de los niveles de complejización. Los Criterios para considerarlos Principios de la
complejización son sus Propiedades Entitativas (estáticas), sus Propiedades Funcionales
(dinámicas) y su Validez Intemporal (Trascendencia). Las propiedades y condiciones de estos
criterios son únicamente de valor práctico para realizar una sistematización, por lo cual no
pueden ser extrapoladas a otras explicaciones sin ajustes.
Las Propiedades Entitativas refieren a un conjunto de atributos constitutivos sine qua non, que
pueden ser analizados en condiciones estáticas, sincrónicas, sin una significativa movilidad en
tiempo y espacio, a manera de una fotografía instantánea del sistema bajo estudio. Incluye:
Unidad, Orden, Continuum, Totalidad, e Inclusión.
Las Propiedades Funcionales son atributos y condiciones dinámicas, analizables bajo la
perspectiva de la temporalidad longitudinal, etápica, secuencial y complejizable. Incluye:
Diversidad, Cambio, Transformación, Interacción, Flujo, Orden, Maduración, Equilibrio dinámico,
Emergencia, y Resilencia.
Finalmente, podemos indicar que el criterio de Validez Intemporal (Trascendencia) que se
establece para incluir un principio, nos indica que el principio rige, sirve de base o explica
aquellos atributos o condiciones que se conservan de manera identificable a lo largo del tiempo
y por tanto alcanzan una categoría de trascendentes en el análisis de la complejización del
desarrollo en un sistema. Incluye: Unidad, Transformación, Flujo, Orden, Identidad - semejanza,
Equilibrio dinámico, Emergencia, Inclusión, Resilencia, y Continuidad.
CONCLUSIONES
La presente propuesta integra, articula y genera una nueva perspectiva del ser humano más
allá de lo Bio-Psico-Social (que no son rechazados sino incluidos) y ello implica que la evolución
de la materia y de sus flujos de energía sigue a lo largo de todas las estructuras materiales e
inmateriales existentes y aún, en el conocimiento y sus formas de conocer particulares del ser
humano en específico.
El Ser Humano es una Emergencia Sistémica, cuya máxima manifestación es la emergencia de
la mente, a partir de la base biológica del cerebro, y así puede ser analizado a plenitud.
Los niveles que incluye el desarrollo humano desde una Perspectiva Evo-Devo-Edu son El nivel
Cuántico, El Quimio, El Bios, El Socio, El Psico y el nivel Metacognitivo.
Estos dos últimos niveles, a partir del pensamiento abstracto que es transicional entre el nivel
Psico y el Metacognitivo, son propios y característicos de los humanos como estructura axial de
su evolución biológica y nos permiten diferenciarnos etológicamente de las demás especies.
La labor que pueden ejercer las instituciones educativas en el desarrollo humano puede ser
aplicada al incidir sobre los niveles Bios, Socio, Psico y Metacognitivo, en tanto que la
educación superior requiere enfocarse más allá del aprendizaje de los aspectos operacionales e
instrumentales del desarrollo humano, precisamente en el desarrollo del pensamiento abstracto
la metacognición.
Otros aspectos relativos al Desarrollo Humano a lo largo de la vida, complementarios a esta
visión filogenética o Evo-Devo-Edu, son tratados en otra ponencia de este mismo congreso.

Falsación
Se invita a las personas interesadas en el tema, a que con espíritu crítico y perspectiva
científica puedan falsar algunos o todos los aspectos planteados en esta propuesta.

Referencias
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de Tecnología Educativa. Vol. 7. Nº 4. pp 307 – 321
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mente-cuerpo. Pensamiento: Revista de investigación e Información filosófica, ISSN
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Bervejillo, Federico (1996) Territorios en la globalización, cambio global y estrategias de
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LOS AUTORES
Temístocles Muñoz López. Biólogo con Doctorado en Ciencias de la Educación, y Post-
Doctorado en Teoría de la Ciencia. Maestro de Perfil Deseable y Docente Investigador. Cursos
de maestría en Metodología de la Investigación, Maestría y Doctorado en Ciencias de la
Educación de la Facultad de Ciencia, Educación y Humanidades de la U.A. de C. L.I. Contextos
Socioculturales y Educación del CAEC de Desarrollo Humano. Como particular trabaja en
Asesoría, Consultoría y Capacitación en temas de vanguardia de la educación.
José María Guajardo Espinosa. Doctor en Ciencias de la Educación y Post-Doctorado en
Teoría de la Ciencia. Maestro de Perfil Deseable y Docente Investigador. Cursos de maestría en
Metodología de la Investigación, Maestría y Doctorado en Ciencias de la Educación de la
Facultad de Ciencia, Educación y Humanidades. L.I. Contextos Socioculturales y Educación del
CAEC de Desarrollo Humano. Subcoordinador de Tecnologías Educativas en la CGEPI de la
U.A. de C.
Karla Irel Chavero Ortiz. Es Estudiante de Doctorado en Ciencias de la Educación, M.C en
Ciencias de la Educación, Lic. En Psicología y diplomado en programación neurolingüística en
la Universidad Autónoma de Coahuila. Actualmente docente en la UA de C en la Facultad de
Ingeniería, por algunos años reclutadora, seleccionadora de personal y capacitadora en el área
de la industria privada, con experiencia en pruebas de simulación de trabajo (Assesment).

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