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Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

PRIMERA PARTE:
FORMAS DE REPRODUCCIÓN
SOCIAL EN LA MONTAÑA

CAPITULO 1.

Marginación, desarrollo y manejo

de los recursos naturales

en la Montaña de Guerrero

______________________________
José Antonio Chávez Román

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Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Introducción

La Montaña de Guerrero es un territorio de ricas manifestaciones culturales, como


de un enorme patrimonio medioambiental, sin embargo, tal como lo abordaré en este
capitulo, la Montaña es la zona que presenta los índices más altos de marginación del
estado de Guerrero y es testigo, a su vez, de un creciente deterioro de sus recursos naturales
ante un modelo de desarrollo que ha sido capaz de ofrecer alternativas a su población
indígena.

Los grupos étnicos náhuas, mixtecos, tlapanecos que forman la región de la


Montaña tienen limitadas alternativas de desarrollo; por una parte, las tierras pierden su
riqueza, los montes se han talado desmesuradamente, la flora y fauna silvestres se
extinguen, la marginalidad crece. También, en esta región, los problemas ambientales están
estrechamente relacionados con el uso intensivo que de los recursos naturales la población
más marginada hace. Pero este proceso no debe entenderse como que “los pobres” son los
que ocasionan tal degradación ambiental, más bien, la marginación es uno de los resultados,
más que la causa, de un proyecto de desarrollo inequitativo.

En este trabajo intento describir cuáles son las formas en las que se presenta la
marginación y cuáles han sido las experiencias p estrategias de desarrollo que han adoptado
los indígenas mixtecos, náhuas y tlapanecos para hacerle frente. Para ello, he realizado una
investigación de tipo descriptiva en la que, a través de un análisis documental y de
observación participante, se describen las experiencias de desarrollo en dos comunidades de
la Montaña de Guerrero. Mediante ejemplos en los municipios de Xalpatláhuac y
Copanotoyac, analizo algunas estrategias de desarrollo comunitario que han pretendido
enfrentar el proceso de marginación y deterioro de sus recursos naturales.

Estas comunidades, que a su vez con cabecera municipal, presentan índices de


muy alta marginación, característicos de la Montaña con un elevado deterioro de sus
recursos naturales. Ante fenómeno de exclusión – deterioro ambiental, presente en las
comunidades en estudio como Xalpatláhuac, aparecen las prácticas de desarrollo como los
proyectos asistencialistas estatales que en la mayoría de las veces están más involucrados
en actos proselitistas que sólo deterioran aún más la vida socioambiental. Este es un lugar
de pocas oportunidades en cuanto a políticas integrales de desarrollo; las tierras de cultivo
se han parcelado y, actualmente, se ha vuelto ínfima la producción de maíz, producto del
que ha dependido casi toda la comunidad. La pobreza de las tierras se agrava por la
utilización de enormes cantidades de agroquímicos. Además, se ha estado perdiendo el
conocimiento tradicional sobre sus cultivos (la cruza y el mejoramiento del germoplasma a
través de siglos) con la introducción de grandes cantidades de insumos agroindustriales,
trayendo consigo la erosión y el deterioro de las tierras y de su propia cultura. En este

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municipio no existen actividades de organización para proyectos productivos y parece ser


que su economía se mantiene gracias al capital de los migrantes.

Pero también en la Montaña han surgido organizaciones civiles como las


“Sociedades de Solidaridad Social” que promueven el desarrollo rural desde la misma base
comunitaria, impulsando una gama diversificada de actividades productivas y de servicios,
ya sea para el autoconsumo como para la comercialización. Estas organizaciones están
siendo promovidas tanto por hombres como por mujeres, alentando procesos autogestivos
que les han permitido enfrentar la exclusión social.

El desarrollo sustentable como alternativa a la marginación.

México es un país en el que la brecha entre pobres y ricos se observa crecer día a
día, al igual que crece la incertidumbre de la conservación de los recursos naturales y el
sustento a la vida de esta generación como de las generaciones futuras. Nuestro país, como
casi toda América Latina, atraviesa por una profunda crisis económica, que ha dejado en la
pobreza a cerca de 224 millones de personas –y 80 millones más en la miseria–. El 25% de
este sector se localiza en nuestro país.1

La crisis mundial de desarrollo dista mucho de haber sido superada. América


Latina es la región más desigual del mundo2, ya que sólo el 5% de su población posee en
25% de las riquezas. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
ha emitido informes que muestran cómo la pobreza y la desigualdad social, en cuanto a
ingresos económicos, son una de las principales causas del deterioro ambiental, advirtiendo
que “a pesar del crecimiento macroeconómico coyuntural de los países en vías de
desarrollo”, la región latinoamericana todavía se encuentra caracterizada por grandes y
crecientes desigualdades, tanto en la distribución de la riqueza como en el acceso a
oportunidades, y que el diseño de los programas para la lucha contra la pobreza no tienen
actualmente relación alguna con las políticas ambientales.3

En este proceso de empobrecimiento, los más afectados son los sectores rurales, y
concretamente los niños, mujeres e indígenas, provocando que miles de ellos busquen
nuevas y mejores alternativas de desarrollo fuera de sus comunidades, pues las políticas
gubernamentales tecnocráticas de los últimos tres sexenios han puesto a competir a un
sector rural conformado principalmente por pequeños productores y minifundistas, contra
los monopolios agroindustriales transnacionales, condenando al sector comunal a la
marginación.

1
“Frustrantes los resultados económicos de América Latina, dice la CEPAL”, en La Jornada, México, 7-IV-
00, p. 23
2
“Aumento 50% la pobreza, pese al avance económico en la región”, en La Jornada, 5-IV-00, p. 18
3
“Latinoamérica creció menos que el resto del mundo”, en La Jornada, 3-XII-99, p. 29

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El modelo de desarrollo aplicado en nuestra región, ha seguido orientándose como


proceso de “modernización económica”4, concepción tecnocrática de la modernidad, que se
basa en aceptar como desarrollo aquel crecimiento equilibrado semejante al de las
economías capitalistas más evolucionadas; crecimiento que es necesario alcanzar por las
naciones no desarrolladas.5 En este sentido, los defensores de una está teoría economicista
piensan el desarrollo como el crecimiento económico sustentado en “el avance científico –
técnico que asegurase la expansión y el desarrollo económico – industrial, para favorecer
una posterior fase de humanismo que afianzara el desarrollo industrial, como un círculo
mágico para desarrollar las potencialidades humanas y fortalecer la libertad de los
individuos”.6

Sin embargo, esta concepción sólo distingue el desarrollo con fundamento en


indicadores macroeconómicos e índices de crecimiento sostenido, y no se ha dado cuenta
que una cosa es crecimiento y otra muy distinta es desarrollo, pues una economía puede
crecer y ello no significaría el bienestar social mayoritario, pues a costa de tal crecimiento
se tiene que intensificar tanto la explotación de los recursos humanos como naturales sin
admisión de límites, ocasionando un gran costo social y ecológico –está claro que ¡aquí no
se podría hablar de desarrollo! “El venerado PNB es sólo un aceptable indicador del
crecimiento económico material pero no resulta un buen medidor del desarrollo y de
bienestar social”.7

Este crecimiento económico, analizado sólo por el incremento de la producción,


se aboca esencialmente a una expresión cuantitativa que tiene como premisa, entre otros
indicadores, el ser: ¡) un crecimiento equilibrado y homogéneo entre todos sus sectores
económicos (agropecuario, industrial y de servicios; 2) un crecimiento sostenido, mediante
una tasa de crecimiento constante igual o mayor que la que observa el crecimiento
demográfico, destinando el ahorro principalmente a las actividades productivas, y 3) un
crecimiento participativo y equitativo, cuidando de que las inversiones no se concentren
personal, sectorial o regionalmente, sino por el contrario, debe buscarse distribuir la riqueza
de una nación a un mayor número de personas en la sociedad, y para ello existe un
indicador que mide cuál es el ingreso por persona: el ingreso per capita.8

En el presente ensayo, habría que agregar, entendido como aquel proyecto que
conduzca a integrar las prácticas sociales, económicas y políticas de las diferentes
instituciones para que se ajusten a las necesidades de la gran mayoría de la sociedad. Un

4
Alain Touraine, ¿Podemos vivir juntos?, FCE, Buenos Aires, Argentina, 1996, p. 154
5
Lorenzo López Barbosa, Campesinos y desarrollo rural sustentable. Tres experiencias en el semidesierto de
Coahuila, tesis de maestría, UAM-X, México, 1999, p. 19
6
Leopoldo Allub, “Modernización y marginalidad”, en AAVV, Indigenismo, modernización y marginalidad.
Una revisión crítica, CUSJP, México, 1979, pp. 119s.
7
L. M. Jiménez Herrero, “LA crisis ambiental y el desarrollo sostenible”, en Debates, núm. 35/36, Valencia,
España, 1991, p. 46.
8
“¿Desarrollo económico en Guerrero?”, en La Jornada Sur, México 22-XII-99, p. 16.

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proceso de transformación a partir de la sociedad, que tenga como característica una


capacidad productiva autosuficiente de bienes y servicios deseados, pero a su vez, una
elevación de los promedios de productividad por trabajador y de ingresos por persona.9 El
desarrollo económico debe entenderse como una transformación cultural de valores y
cambios en las estructuras políticas y deponer para elevar profundamente los niveles de
vida de la población.

Pero estas características son todavía insuficientes para hablar de un desarrollo, un


desarrollo que sea sustentable, ya que no contempla el tema del uso y conservación de los
recursos naturales. Este desarrollo se entiende como la capacidad de “satisfacer las
necesidades de esta generación sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
para cubrir sus propias necesidades”.10

Esta concepción integra por lo menos tres elementos inherentes: “I) la satisfacción
de las necesidades básicas de esta generación; II) la capacidad de los sistemas naturales
para lograrlo; III) la cobertura de las necesidades de generaciones futuras.”11

El componente sustentable otorga prioridad a una ética de conservación del medio


ambiente para que las próximas generaciones puedan, de igual forma, aprovecharlo. Esto
quiere decir que nuestras actividades de hoy no agoten lo que podríamos llamar el “capital
ambiental”, mismo que se puede explicar mediante tres categorías: “1) la capacidad de los
sistemas naturales para absorber contaminantes sin los efectos secundarios que implica los
altos costos y que se transmiten a las generaciones futuras. 2) La existencia finita de los
recursos no renovables. 3) Los recursos renovables: el uso humano de algunos recursos
renovables no los agota. Sin embargo, en muchos casos únicamente se pueden renovar si el
sistema natural del que dependen o del que se obtiene no es sobreexplotado.”12

En este sentido también fluye la discusión en torno a la superación de la


marginación, ya que al abogar por un desarrollo sustentable también se estaría haciendo
frente a este fenómeno social que caracteriza a las regiones menos desarrolladas
económicamente, pues “el desarrollo sustentable sitúa en un mismo nivel la superación de
la pobreza (la satisfacción de las necesidades de la generación presente) y la preservación
del ambiente (no comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
necesidades), lo que implica el no subordinar un propósito por otro”.13 De esta forma, no se
estaría descuidando uno de los elementos que debe contener la sustentabilidad: el
crecimiento económico, mediante un proceso dinámico en el que los beneficiarios
económicos se distribuyan equitativamente entre todos los miembros de una sociedad, pero

9
Ibid.
10
Comisión Mundial del Medio Ambiente, Nuestro futuro común, Alianza Editorial, Madrid, 1987, p. 3.
11
Julia Carabias, “El desarrollo sustentable, única opción para la conservación”, en AA VV, Agroecología y
Desarrollo Sustentable, 2° Seminario Internacional de Agroecología, UACH, México, 1995, p. 9.
12
Luis Fernández, “Desarrollo y sustentabilidad”, en www.Ambiente-Ecológico.com, 11-IV-00, p.1.
13
Julia Carabias, Op- Cit., p.9.

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“sin afectar en cantidad y calidad los recursos naturales para asegurar la misma expectativa
a las generaciones que en el futuro vivirán en este mundo”14.

Ahora la pregunta estaría encaminada a saber ¿Qué tipo de desarrollo se ha


diseñado en el estado de Guerrero, lugar de tristes contrastes entre riqueza y pobreza
extrema; de gran riqueza en biodiversidad y grandes índices de contaminación ambiental.

La población indígena del país es hoy ele sector poblacional más rezagado y
vulnerable de la sociedad (véase cuadro 1). El estado de Guerrero (al igual que Chiapas y
Oaxaca, principalmente) alberga a un gran porcentaje de la población indígena, los más
pobres de nuestro país, en un espacio en el que predominan las desigualdades sociales
manifiestas en la precaria infraestructura en las viviendas, en las condiciones sanitarias,
educativas y recreativas.

CUADRO 1.
INDICADORES DE MARGINACIÓN DE LA POBLACIÓN
INDÍGENA EN MÉXICO*
Hablantes de
% % % %
lenguas %
de de viviendas de viviendas de
Población indígenas de población
población sin sin agua viviendas
(5 años y monolingüe
analfabeta electricidad entubada sin drenaje
más)
Indígena
3 854 512 28.51 17.30 21.73 40.17 66.43
A escala
20.26 13.63 6.48 15.71 24.94
nacional
* Fuente: cuadro adaptado del documento de: Del Val, José. “La población indígena y el desarrollo”,
et al. Demos. Carta demográfica de México. IISUNAM, México, 1999, p. 29. Fuente original, citada
por el autor: INEGI, Conteo de Población y vivienda 1995, INI. No se considero información de 15
municipios del estado de Chiapas (nota del autor)

Este estado ha sido partícipe de una estrategia de desarrollo, no sólo local sino
nacional, que ha polarizado su economía privilegiando e impulsando a una dinámica de
desarrollo unisectorial: el de servicios, principalmente el turismo.15

El estado de Guerrero es una de las entidades que en la década de los noventa


dependió casi exclusivamente de las diversas económicas cosechadas por el turismo y los
servicios, descuidando la explotación sustentable de algunas regiones indígenas, ricas en
recursos naturales y minerales, pero marginadas en las “cualidades creadas” (infraestructura
sociales y productivas, comunicaciones y transportes que posibilitarían el aprovechamiento
sustentable de su potencial natural).16 AL abandonar las posibilidades de aprovechamiento
de los recursos naturales in situ, se tienen que importar insumos para satisfacer la necesidad

14
J. Faña Batista, Desarrollo sostenible…”, www.Ambiente-Ecológico.com, 11-III-00, p. 2.
15
“¿Desarrollo económico en Guerrero?”, OP. Cit., p. 16
16
S. Osorio, “El lugar de la pobreza en Guerrero”, en Economista, núm. 3, jul – sep. Chilpancingo, Gro.,
1996, p. 47.

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de alimentos, lo que ocasiona el estancamiento a un posible crecimiento menos dependiente


de los que suceda en el sector turístico, actividad económica globalizada.

El descuido del sector primario, principalmente conformado por agricultores para


la autosubsistencia, poco competitivo para el capital global, ha dado como resultado el
abandono del sector, marginándolo y condenándolo a las llamadas estrategias de desarrollo
que no son, por mucho, ni sostenibles ni sustentables, postergando el desarrollo rural en
regiones de atraso y marginación como el caso de La Montaña de Guerrero.

A pesar de los esfuerzos realizados para alcanzar el desarrollo equitativo en todas


las regiones del estado, esto se ha visto frustrado por una persistencia en aplicar políticas
públicas asistenciales que han mostrado ser inadecuadas para lograr un verdadero
desarrollo integral.17 Por el contrario, si se sigue desarrollando una política desequilibrada,
con un crecimiento desproporcionado del sector servicios y si se diversifica la capacidad de
atracción de capitales en otros rubros para aprovechar sustentablemente las condiciones
naturales y sociales, se afectaría aún más a la población rural, a los pequeños y medianos
productores, principalmente, que hoy se encuentran en “bancarrota”.

2. La dinámica socioeconómica en la Montaña de Guerrero.

La Montaña de Guerrero es uno de esos espacios indígenas con determinadas


características productivas y económicas, constituido por espacios de identidad recreados y
reafirmados a través de los siglos.18 En la Montaña es donde hay árboles, en el cerro, en el
frío, donde están los más pobres (sic), los marginados del gobierno, pero sobre todo donde
están los indígenas, campesinos y se hablan tres lenguas.19 En la Montaña habita el tigre;
es el lugar en el que se teje el sombrero de palma, y donde habitan los guerreros en una
piedra.20 Estas son algunas de las reflexiones de los indígenas de su región cuando
describen su espacio.

Los actores sociales que l habitan, indígenas mixtecos, nahuas y tlapanecos, no


sólo han sido el soporte material de los procesos sociales, sino también el elemento activo
que fluye en la estructuración misma de la sociedad.21 Estos actores sociales, han

17
Humberto Santos Bautista, “El estado de Guerrero, ayer, hoy y mañana”, en AA VV, Guerrero hacia el
siglo XXI, Fundación Académica Guerrerense, A. C., Chilpancingo, Gro., P. 39.
18
Joaquín Flores Félix y Beatriz Canabal, Espacialidad social en la Montaña de Guerrero,
http:www/lamontañadeguerrero.htm
19
Beatriz Canabal, Estrategias de sobrevivencia en la región de la Montaña de Guerrero, UNAM-X, México,
1999, p.54
20
Comentario del señor Ramón Peña, líder moral de la comunidad de Tenango Tepexi, maestro de la banda
de música.
21
Odile Hoffman, “Entre representación y apropiación, las formas de ver el espacio”, en AAVV, Nuevos
estudios sobre el espacio, SEP/CIESAS, México, 1997, p. 18

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respondido y se han adaptado a nuevas formas de producción como la albañilería, el


comercio, la siembra de cultivos ilegales como la mariguana y la amapola, etcétera. Pero
también conservan algunas estrategias productivas ancestrales, como tejido de sombrero de
palma, la siembra en tlacolol, las artesanías, el comercio de productos agrícolas.

La Montaña se localiza en terrenos agrestes dentro de la Sierra Madre del Sur,


colindando con Puebla y Oaxaca. Su aspecto es de valles intermontanos, laderas inclinadas,
valles fluviales, lomeríos y una gran cantidad de áreas coluviales pequeñas u dispersas que
le dan un aspecto topográfico sumamente escabroso y agreste.22 Estas endientes
pronunciadas han significado por mucho tiempo una escasa accesibilidad para las
comunicaciones, principalmente en cuanto a la construcción de carreteras, lo que no ha
permitido la comercialización de los productos agrícolas entre las distintas regiones y el
exterior.

El poco contacto entre regiones por la precaria infraestructura de comunicaciones


y las pérdidas anuales de productos estratégicos causadas por fenómenos meteorológicos
abruptos, son algunas de las desventajas a las que se han enfrentado para desarrollar una
agricultura competitiva para esta zona.23

22
Antonio Ramírez, Empobrecimiento rural y medio ambiente en la Montaña de Guerrero, Procuraduría
Agraria, JP, México, 1996, p. 17.
23
Verónica Villa, A., “La irresistible carretera Tlapa – Marquelia en la Montaña de Guerrero”, en Hojarasca
(La Jornada), septiembre, México, 1999, pp.1s.

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La Montaña es la zona de mayor atraso económico de las siete regiones en las que
las autoridades estatales han subdividido a Guerrero, abarcando el 13.4% de la superficie
estatal y donde se alberga al 9% de la población en la entidad, formada principalmente por
tres grupos indígenas: nahuas, tlapanecos y mixtecos. El estado de Guerrero alberga a cerca
de 400 mil indígenas distribuidos en 38 municipios, principalmente en la Montaña y la
Costa Chica; quienes concentran el 17% de la población indígena del país.

Son 17 los municipios que conforman la Montaña, (1.Acatepec, 2.Alcozauca,


3.Alpoyeca, 4.Atlamajalcigo del Monte, 5.Atlixtac, 6.Copanotoyac, 7.Cualac,
8.Huamuxtlitlán, 9.Malinaltepec, 10.Metlatónoc, 11.Olinalá, 12.Tlacoapa,
13.Tlalixtaquillam, 14.Tlapa de Comonfort, 15.Xalpatláhuac, 16.Xochihuehuetlán,
17Zapotitlán Tablas), con una población de 261.459 habitantes, en una superficie de8,623.4
ha. De estos 17 municipios, 13 están dentro del margen de muy alta marginalidad, 3 con
marginación alta y sólo uno con marginación media (ver cuadro 2).

La Población Económicamente activa (PEA) representa en la región al 56.2% de


la población total. Alpoyeca, Cualac, Tlapa, Xochihuehuetlán y Olinalá son los únicos
municipios que rebasan esa media. Sólo el 17.5% de la PEA regional está empleada en
alguna actividad y el 91.16% de la PEA recibe menos de 2 salarios mínimos.24

Cuadro 2.
“Municipios de la Montaña de Guerrero”
Índice de Marginación Grado de Marginación
Municipio Habitantes Superficie
1990 1995 1900 1995
ACATEPEC 16017 599.2 2.22 2.66 muy alto muy alto
ALCOZAUCA 15502 551.6 1.95 1.72 muy alto muy alto
ALPOYECA 5293 155.4 0.31 0.41 alta Alta
ATLAMAJALCINGO 7599 199.4 1.8 1.99 muy alto muy alto
ATLIXTAC 18883 694 1.99 2.29 muy alto muy alto
COPANATOYAC 14126 388.4 2.05 1.94 muy alto muy alto
CUALAC 6157 196.8 0.89 0.95 alta muy alto
HUAMUXTITLAN 13148 432.5 0.26 0.24 alta media
MALINALTEPEC 24926 492 1.71 1.7 muy alto muy alto
METLATONOC 26886 1367.3 2.69 2.99 muy alto muy alto
OLINALA 19605 1028.1 1.27 1.43 muy alto muy alto
TLACOAPA 7645 326.3 1.9 2.27 muy alto muy alto
TLALIXTAQUILLA 6681 331.5 0.81 0.79 alta alta
TLAPA DE COMONFORT 50040 1054 0.56 0.64 alta alta
XALPATLAHUAC 10546 393.6 1.84 1.97 muy alto muy alto
XOCHIHUHUETLAN 7183 191.6 1.02 1 alta muy alto
ZAPOTITLAN TABLAS 11222 221.7 1.86 2.14 muy alto muy alto
Total 261459 8623.4
Fuente: CONAPO, Marginación Municipal 1990 – 1995

24
Montaña de Guerrero. Conservación de la biodiversidad biológica y desarrollo sustentable en áreas
prioritarias, PAIR/SEMARNAT/GEF/PNUD, México, 1999, p.51.

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Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

El 85% de la población vive en condiciones de pobreza extrema, prácticamente el


85% de la población indígena que habita la Montaña. Tan sólo véase que 10 de sus
municipios se encuentran entre los primeros 100 más pobres a escala nacional y entre los
15 en el ámbito estatal.25 Esto, como lo veremos posteriormente, ha permitido
inevitablemente una continua transformación y deterioro de sus recursos naturales y de la
misma vida social.

Los servicios sanitarios también están representando un problema serio en esta


región, ya que por cada unidad habitacional en casas tradicionales de adobe y techo de teja
roja, o las más humildes, de carrizo y palma, vive cerca de seis personas, con un
hacinamiento promedio de 81.54%. También hay construcciones de tabique y loza de
concreto con diseños arquitectónicos urbanos, promovidas por los jóvenes migrantes que
envían dinero par ala construcción de su casa, aunque no por ellos signifique una mejoría
en cuanto infraestructura en servicios básicos, ya que el 87.73% de estos hogares no
cuentan con drenaje ni excusado, el 50.41% carece de agua entubada, el 78% sólo tiene
piso de tierra y el 33.86% no cuenta con luz eléctrica.26

Esta pobre infraestructura aumenta las posibilidades de enfermedades,


principalmente gastrointestinales, expresándose en la alta morbilidad presente entre los
menores por la falta de higiene y la proliferación de bacterias e insectos transmisores de
enfermedades. Los servicios médicos no son suficientes, ya que se cuenta con una cama por
cada 11 mil personas, con una infraestructura médica también precaria, con servicios
médicos incompletos, mal distribuidos y con un personal insuficiente con poca preparación.
Por eso se seguirán observando como el de Tlapa de Comonfort, donde los indígenas
nahuas, por no contar con algún centro de salud cercano, se mueren sin ser atendidos, y
cuando se ofrece algún servicio “medico”, una simple inyección, en la comunidad se
reutilizan las jeringas sin desinfectar.27

El servicio escolar también se caracteriza por su insuficiencia e ineficiencia, pues


se calcula que el 33% de las comunidades no cuenta con acceso a todos los servicios
escolares, principalmente a partir del nivel de secundaria. El rezago educativo registra
analfabetismo cercano al 30% en la población menor de 15 años, y en los municipios de
Metlatónoc, Alcozauca, Acatepec, Atlamazingo, Xalpatláhuac y Zapotitlán, rebasa el
50%.28 Esto representa enormes desventajas en todos los sentidos, ya que al no saber leer ni
escribir y mucho menos contar y sumar adecuadamente, esta población se verá marginada

25
José Joaquín Flores Félix, El Tigre, San Marcos y el comisario. Poder y reproducción social en la Montaña
de Guerrero, tesis de maestría, UNAM-X, México, 1999, p. 82.
26
Datos obtenidos en CONAPO. Migración municipal 1990 y 1995. Variables socioeconómicas.
27
Afirmación de un profesor indígena en una asamblea comunitaria al celebrarse los 500 años de la fundación
de la comunidad Tenango Tepexi, municipio de Tlapa, Guerrero, 21, abril, 2000.
28
Programa de transformación sustentable de la Montaña de Guerrero. Consejo Regional de la Montaña,
Tlapa, Guerrero, México, 1997.

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Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

al comercializar sus productos o al migrar a los grandes centros urbanos, actividad cada vez
más común en esta región.

Ciertamente el panorama que nos muestra estadísticas, un tanto frías y


desalentadoras, nos acerca sólo un poco a la condición real a la que tienen que enfrentarse
cotidianamente los indios de la Montaña.

La pobreza en la Montaña está directamente vinculada con la manera en cómo se


ha operado un modelo de desarrollo estatal como nacional (e incluso mundial); una
constante política – social cuyos beneficios no han encontrado traducción en mejorías
sociales ni económicas al alcance de la mayoría de la población local. Más aún, las políticas
económicas han dejado como resultado un empobrecimiento casi absoluto; una depredación
de los recursos naturales y carencia de opciones productivas locales mediante las cuales a
partir de las bases sociales y mediante el desarrollo autogestivo se podría acceder a un
mejoramiento social equitativo y real.

Las políticas de desarrollo gubernamental han soslayado las distintas


potencialidades locales y la diversidad de vías para acceder al bienestar social.29 Estas
prácticas gubernamentales han fracasado porque en la mayoría de los casos están
determinadas por patrones comunes del y para el sector urbano, acciones para el desarrollo
no pensado únicamente en la región de la Montaña sino elaborados para un conjunto de
regiones, que al parecer tienen las mismas características pero que en realidad no logra
concordar con las demandas y actores sociales locales. Es común la falta de continuidad de
los escasos programas que comienzan a dar resultados positivos y como consecuencia, es
en el sector rural, y más precisamente en las regiones indígenas, en donde estas prácticas
dejan los estragos más profundos marcados por la marginación.

2. Características naturales y deterioro ecológico en la Montaña


de Guerrero

Está región se encuentra sobre la Sierra Madre del Sur, formado por parte de dos
provincias fisiográficas, la Sierra Madre del Sur y la Depresión del Balsas. La mayor parte
de los terrenos son regados por la cuenca del río Tlapaneco, afluente del Balsas. En este
último vierten sus aguas tres subcuencas: la del río Salado o Tlalixtaquilla, la del río
Igualita y la del propio Tlapaneco. En laparte sur, los ríos pertenecen a dos cuencas de la
costa del Pacífico: el Marquelia y el Papagayo. Comprende altitudes que van de los 700
msnm (tanto en los valles de Tlapaneco, al norte, como en las cañadas de la vertiente de la
costa, en el sur), hasta los 3 050 msnm (en los picos más altos de la cordillera).30

Incluye dos zonas ecológicas, la cálida–subhúmeda, en su parte septentrional, y la


templada subhúmeda, en la meridional. Presenta ocho subtipos climáticos que van desde los
cálidos subhúmedos en las zonas más bajas y secas, hasta los templados húmedos en las

29
José Joaquín Flores Félix, Op. Cit. p. 82
30
Antonio Ramírez, Op. Cit. p. 21

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puntas de las sierras. Las lluvias se presentan en verano y alcanzan promedios entre los 750
mm en el municipio de Huamuxtitlán y los 2500 mm en el municipio de Malinaltepec, en
los picos de la sierra. La temperatura media anual oscila entre los 23 y los 16°C. En la zona
templada se presentan heladas todos los años, durante los meses de noviembre a febrero. 31

Su relieve se caracteriza por la presencia de laderas pronunciadas (72% de la


superficie),d e las cuales el 17% son terrazas, 9% laderas regulares y 1.84% son valles
intermontanos. Aunque predomina un paisaje serrano, la región cuenta
geomorfológicamente con diversas unidades de paisaje, de acuerdo con las características
fisiográficas y litológicas.

Los datos sobre cobertura vegetal y uso de suelo indican que alrededor del 49% de
la región se encuentra con vegetación forestal, presentándose una mayor presión sobre la
vegetación de selva baja caducifolia. En cambio, la superficie con vegetación secundaria
representa alrededor del 27.07% regional. El resto se encuentra ocupada por la agricultura y
la ganadería. Esta interacción de factores ambiental da lugar a una importante variedad de
vegetación, de ello resulta una zona de alta representatividad en especies faunísticas.

Como podemos ver, en esta región no sólo se observa una gran diversidad étnica,
rica en manifestaciones culturales, sino también puede distinguirse un enorme patrimonio
en recursos naturales. Sin embargo, estas riquezas están poniéndose en vilo al enfrentar
altos índices de deterioro medioambiental.

Se considera deterioro de los recursos naturales al “factor o evento externo que


afecta la estructura y dinámica del ecosistema y que puede tener un efecto de tiempo
prolongado (escala de cientos de años) o tiempo corto (unos cuantos años) para que el
ecosistema se recupere, aunque también se considera a la extinción como deterioro
ecológico, cuando el daño es de tal magnitud que nunca se volverá a recuperar el
ecosistema perdiéndose para siempre”.32

En este sentido, los ecosistemas en la Montaña están siendo afectados a causa de


un proceso estructural de desarrollo que determina al hombre a hacer un uso intensivo de
los recursos naturales mediante un mecanismo de interrelación energética como material
que no permite reproducir, por dinámicas naturales, a los ecosistemas.33

En la Montaña, el deterioro ecológico presenta actualmente niveles alarmantes.


Entre los problemas ambientales podemos citar un enorme proceso de erosión,
contaminación de ríos y de mantos freáticos, deforestación, cambios de uso de suelo,

31
Ibid, pp.23
32
Germán Méndez, C. Diversos enfoques sobre el problema ecológico: una propuesta alternativa de
desarrollo municipal, el caso de la región lacustre P’urhépecha”, tesis de maestría, UAM-X, México, 1999,
p.6.
33
Patricia Romero, Lankao, Apuntes en torno a una propuesta de análisis de lo ambiental”, en Argumentos,
núm. 19, agosto, México, 1993, p. 83.

43
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

incendios y plagas forestales, depredación de flora y fauna, un aprovechamiento forestal


intensivo, precario tratamiento de residuos sólidos, entre otros factores.

En el estado de Guerrero, según datos oficiales, el índice de deforestación muestra


un problema grave, pues de un total de 5.6 millones de hectáreas de terrenos aptos para la
producción forestal se ha perdido el 39% de la superficie original. Consecuencia inherente
de la pérdida de esta cubierta forestal, es el incremento paulatino de una gran cantidad de
suelos condenados a la erosión, ya sea de manera severa o moderada: “Afectando
actualmente a4.7 millones de ha, lo que representa el 76% de la superficie total de la
entidad”:34

Por supuesto, este problema resulta sumamente desfavorable para los comuneros y
ejidatarios de la Montaña, ya que la transferencia de valor por la explotación de estos
recursos se dirige principalmente a los empresarios – dueños de los aserraderos en Tlapa,
Chilapa y Chilpancingo, principalmente. Esta actividad ha provocado un proceso de
pobreza – deterioro ecológico – pobreza, ya que por un salario mínimo, talan sus propios
bosques y son despedidos cuando las tierras quedan desprovistas de vegetación.
Obviamente, al quedar estéril, el suelo empobrece más aún tanto la vida social como la
ambiental, ya que su recuperación significa costos técnicos y materiales inalcanzables.

La pérdida de la vegetación natural de la Montaña, ha caído hasta el 43.2%. El


17.4% es vegetación perturbada, la cual, se presupone, está configurada por especies de
flora endémica y, desafortunadamente, en el 39.4% de la región ya no existe vegetación
natural (véase cuadro 3)

CUADRO 3

La región de La Montaña de Guerrero, superficie con vegetación


natural, natural perturbada y sin vegetación natural*
REGIÓN MONTAÑA GUERRERO
SELVA BAJA CADUCIFOLIA 108,496 689407
SELVA MEDIA SUBCADUCIFOLIA 0 58453
BOSQUE DE PINO 4,559 48732
BOSQUE DE ENCINO 14,030 149868
BOSQUE DE PINO ENCINO 22,647 739614
BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA 2255 123647
BOSQUE DE OTRAS CONIFERAS 0 7489
MANGLAR 0 6477
VEGETACIÓN HIDRÓFILA0 0 9923
SUP. C/VEGETACIÓN NATURAL 151987 1826496
% DE LA REGIÓN 43.2 28.5
PALMAR 4504 27830
BOSQUE DE ENCINO ABIERTO 41857 310320
BOSQUE DE PINO ENCINO ABIERTO 13988 245421
BOSQUE DE PINO ABIERTO 923 26650
B. MESOFILIO DE MONTAÑA ABIERTO 0 19247

34
Programa Sectorial de Ecología y Medio Ambiente 1999-2005, Gobierno del estado de Guerrero.
Procuraduría de Protección Ecológica, Chilpancingo, Gro., 2000, pp. 7-8

44
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

BOSQUE DE OYAMEL ABIERTO 0 7853


SUP. C/ VEGETACIÓN PERTURBADA 61272 636946
% DE LA REGIÓN 17.4 9.9
SUP. SIN VEGETACIÓN NATURAL 138,468 3945894
% DELA REGIÓN 39.4 61.5
SUPERFICIE TOTAL DE LA REGIÓN 351,727 6416807

*Fuente: Programa Sectorial de Ecología y Medio ambiente 1999-2005. Gobierno del Estado de
Guerrero, Procuraduría de Protección Ecológica. Chilpancingo, Gro., 2000, p. 9 (fuente citada por los autores
INEAGRO, 1999)

El aprovechamiento forestal no se ha desarrollado totalmente por eso no


representa una alternativa económica el aprovechamiento sustentable de los bosques de
pino, oyamel y encino. Hoy día, son 12 los predios en los que se están explotando
intensivamente estos recursos (con una producción anual de 24 mil metros cúbicos de rollos
anuales) lo que representa el 12% del total estatal, en 24 ejidos de las comunidades de
Zapotitlán, Atlixtac, Malinaltepec, Metlatónoc y Acatepec.35

Estudios recientes señalan que la deforestación, alteración del suelo y capacidad


de regeneración natural presentan grados distintos, dependiendo de la subregión
agropecuaria. En este sentido, la zona calida de la Montaña principalmente en los
municipios de Xalpatláhuac y Tlapa- presenta los niveles más altos debido al uso intensivo
de las actividades ganaderas para el pastoreo – esencialmente representado por ganado
caprino. Esta región ganadera, aunque no deja de se runa actividad para autoconsumo, se ha
caracterizado por sus altos índices de deforestación (33% anual), y su escasa regeneración
vegetal es causada principalmente por el libre pastoreo.36

Se calcula también que más del 36% de los suelos de la superficie de la región
hoy están dañados y con un alto riesgo de deterioro. Estas zonas dañadas, que representan
cerca del 4% de la superficie regional, se concentran en la parte baja y media de la cuenca
del río Tlapaneco –sin considerar las zonas de riego o de uso intensivo-, que abarca gran
parte de los municipios de Tlapa, Xochihiehuetlán, Olinalá y, en menor medida,
Huamuxtitlán. Aquellas zonas que tienen un alto riesgo a convertirse en zonas dañadas –
que representan más del 32% de la superficie- se concentran también en las partes medias y
bajas de la cuenca del río Tlapaneco.37

35
Programa de Transformación sustentable…. Op. Cit, p. 12
36
Rolando Espinosa, Diagnostico socioeconómico de la Montaña de Guerrero, CASIFOP, AC, México, 2000,
p. 27
37
Ibied

45
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

4. Estrategias de desarrollo en la Montaña de Guerrero.


Xalpatláhuac y Copanatoyac.

La experiencia, al hacer trabajo de campo en las comunidades indígenas de la


Montaña me permitió distinguir cuáles han sido las prácticas de desarrollo ante el proceso
de marginación tan elevado que presenta esta zona, asó como el manejo de los recursos
naturales ante el proceso de su severo deterioro.

Copanatoyac y Xalpatláhua son comunidades cuyas similitud radica en su muy


alta marginación (véase cuadro 2, p. 10 en este artículo). También se ubican en una zona en
la que los recursos naturales están severamente perturbados. Las estrategias de
sobrevivencia son limitadas, predominando la agricultura para la autosubsistencia, la
migración, el cultivo de productos ilícitos y la dependencia de los insumos tanto monetarios
como agrícolas, que ofrecen los gobiernos municipales a través de los menguados planes
gubernamentales.

Una característica los distingue. Esta diferencia radica en el en Copanatoyac, se ha


optado por un grupo de mujeres que han decidido transcender su marginalidad y con ello no
depender de “estrategias de desarrollo” impuestas por instancias gubernamentales o
institucionales, las cuales ofrecen proyectos verticales sin considerar las peculiaridades
socioculturales locales; éste es aún el caso de lo que ocurre en Xalpatláhuac.

Xalpatláhuac, que significa “gran extensión de arena” colinda con Zoyotlán (al
este), Tlaquilcingo (al sureste), Tlacota (al suroeste) y Tototepec (al norte. Predominan los
grupos étnicos nahua y mixteco. No se sabe con precisión en que fecha fue colonizado este
pueblo, pero según Daniéle Dehouve ya existía en el año de 1780.38

Sus primeros colonizadores procedían de Axochiapan, un pueblo nahua del estado


de Morelos. Eran familias en busca de un mejor lugar para habitar. Primero llegaron a la
ciudad de Tlapa, Guerrero, de donde –luego de establecerse temporalmente- prosiguieron
su andar. Más tarde, y como signo luminoso, descansaron bajo la sombrea de un ahuehuete.
La cañada, en donde nacía éste, ofrecía una vista sin par. Sin embargo, al poco rato,
reanudaban el camino. Un recién nacido, miembro del grupo empezó a llorar. Nada ni nadie
mitigaba su llanto pero, al llegar ala orilla del río Jale (Xali- arena), el bebé no sólo dejó de
llorar, sino hasta sonrió; esta señal inequívoca significó para las familias el fin de la
búsqueda de un territorio para vivir. Hoy, de ese ahuehuete, sólo quedan trozos. Talado por
la comunidad y situado enfrente de la plaza central, yace cual basura. Fue talado para
construir una vivienda. Esta actividad se ha vuelto común; además, cortan la flora primaria
y ocupan terrenos de cultivo. El alto índice demográfico exige nuevas viviendas. En 1960,
la población sumaba 1816 habitantes y actualmente cuenta con 10 546 pobladores, sin
contar el elevado flujo migratorio de todo este tiempo, contraste desafortunado si
consideramos que sus técnicas de labranza siguen siendo tradicionales y cada vez menos
productivas, con una economía de autosubsistencia y con nulas posibilidades de desarrollo.

38
Daniéle Dehouve, El tequio de los santos y la competencia entre los mercaderes, INI/SEP, México, 1976,
p. 54.

46
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Xalpa es cabecera municipal y rige a otras 20 localidades. Tiene una gran


importancia en La Montaña por ser un centro religioso para los peregrinos católicos, ya que
en 1852 se construyó un aparroquia39 a la que cada año llegan (principalmente el tercer
viernes después de cuaresma) miles de peregrinos a visitar al santo patrón de Axochiapan
(San Andrés) o conocido también como “el día del santo Entierro – o Santo entierrito–” el
cual forma parte de un ciclo festivo sincrético, en el que las fechas del calendario de
festividades de la Iglesia coinciden con el calendario agrícola de este pueblo, como el de
casi toda la Montaña.

Es un pueblo en donde predominan las lenguas nahua y mixteca, con excepción de


las de algunos maestros de escuela, principalmente los de secundaria y bachillerato. La
población de Xalpa, hacia 1995, era de 10 546 habitantes, distribuidos en un territorio de 2
549.018 hectáreas. En la comunidad, hay 1579 viviendas particulares en las cuales el
96.99% de ellas no cuenta con drenaje ni excusado, el 91.29% de las casa tiene pisos de
tierra y tienen un hacinamiento del 89.16%. La mayor parte de la comunidad cuenta con
agua entubada (en un 76.07%), y el 9.6% no tiene luz eléctrica. Estos datos tan sólo son un
reflejo del grado de marginalidad con que ha sido calificado este municipio, con un índice
de 1.97 para 1995, “muy alta”.40
Copanatoyac es un nombre derivado de la palabra náhuatl: cupanauhatoyac, que
significa “el río en donde sale una cabeza” (cuaitl, cabeza panahuia, sobresalir, sobrepasar;
atovatl, río, y c, en). Es la cabecera del municipio con el mismo nombre, y colinda con el
municipio de Xalpatláhuac y con las comunidades de Potoichan, Patlicha, Ocotequila (de
Copanatoyac) y la ciudad de Tlapa de Comonfort. Las 4 387.8 hectáreas del municipio se
formaron principalmente con la porción territorial del municipio de Tlapa, en 1860.41

Tiene una población total de 13 880 habitantes, de los cuales el 79% hablan
lengua indígena, principalmente el náhuatl y el mixtecp (el 31% es monolingüe). Su
población está formada mayoritariamente por jóvenes (65%), lo que exige la adquisición o
dotación de nuevos terrenos para la construcción de nuevas viviendas que ocuparán las
nuevas familias de estos jóvenes, con lo cual se evitará seguir desmontando áreas forestales
y utilizar tierras que antes eran exclusivamente par ala producción agrícola y de pastoreo.

Copanatoyac, como casi toda la región de La Montaña, se caracteriza por albergar


una lucha ancestral por los espacios y el control de los recursos naturales; luchas que se
remontan a la época de los linajes mixtecos y las oleadas migratorias de los grupos nahuas
del altiplano. 42 Desde entonces, se ha manifestado una constante búsqueda del control y
usufructo de los recursos naturales, así como una lucha por la tierra y el acceso a los
poderes locales.

39
Ibid, p. 67.
40
CONAPO; Marginación municipal… Op. Cit.
41
Jorge Obregón, La Montaña de Guerrero. Economía, historia y sociedad, INI/ UAG, Chilpancingo Gro.,
1991, p. 80.
42
Mauricio Muñoz, Mixteca – Nahua – Tlapaneca, INI, México, 1963, pp. 13

47
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

En cuanto al grado de marginación, el municipio de Copanatoyac está ubicado en


el número 43 a nivel estatal. Por lo tanto, se puede inferir que niños y jóvenes indígenas –
principalmente mujeres– de entre 15 y 25 años sufrirán esta situación, orillándolos a migrar
de manera estacional para contratarse como jornaleros en los cultivos agroindustriales de
hortalizas en el noreste del país; a saber: la caña, el jitomate y la cebolla en el estado de
Morelos o el melón en la Tierra Caliente de Guerrero, o bien, migrar al mercado informal
en los sitios turísticos de la costa guerrerense y emplearse como vendedores ambulantes.,
empleados domésticos o en la construcción.

Y mientras la mayoría de la población se dedica a las actividades agrícolas (69%),


el desempleo asciende al 72%. En cuanto a los servicios, el 66% no cuenta con agua
entubada, el 29% no tiene luz eléctrica, el 96% no tiene drenaje, el 84% de las viviendas
tienen piso de tierra, y el hacinamiento asciende a otro 84%. Esta infraestructura insalubre
va a ocasionar y está ocasionando irremediablemente enfermedades nutricionales en
menores y, pro consiguiente, un alto índice de mortandad.

5. La agricultura como alternativa de desarrollo

La agricultora depende básicamente de un solo producto: el maíz. La buena o


mala temporada definirá la calidad de vida ese año o bien la búsqueda de trabajo como
migrante, jornalero o “bracero”, y así adquirir los insumos agrícolas o los requerimientos
alimenticios complementarios. La baja productividad en productos primarios como el
maíz, implica la necesidad de importarlos de las zonas fértiles como la Cañada de
Huamuxtitlán o de la Costa Chica, del mismo estado- Se importa hasta el 50% (cerca de 44
mil toneladas) del requerimiento anual de este producto básico.43

Se trata de comunidades con falta de agua casi todo el año, como XAlpatláhuac, o
comunidades azotadas por inundaciones como Copanatoyac. Éstas son sólo unas cuantas
limitantes del desarrollo en la región. Otra de las limitantes de estas comunidades, son las
pendientes escarpadas de hasta 35° de inclinación donde los indígenas, calabaza, chile y, a
veces, un poco de maíz bola.44

El terreno agreste que da forma geográfica al 80% detona la región de la Montaña,


obliga a que el método agrícola tlacolole45 sea el más adecuado para tales características.

43
Rolando Espinosa, Diagnostico socioeconómico de la Montaña…. Op. Cit. p. 24
44
El “maíz bola” es el nombre que le dan a la amapola para referirse a este producto en público. También se
siembra marihuana, pero en proporciones menores.
45
“Este método consiste esencialmente en la rosa del terreno, es decir se corta toda la maleza y los arbustos
pequeños del espacio que se va a cultivar, posteriormente se talan los diferenta árboles, salvo aquellos que
pueden ser útiles para la siembra, o los que proporcionan algún fruto o producto, a esta acción se le denomina
tumba; a continuación, la maleza y los árboles se amontonan a la más baja altura posible del suelo y se dejan
secar durante un periodo determinado que varía en términos de la vegetación cortada y de la humedad de la

48
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Esta técnica agroproductiva sigue practicándose en las comunidades de Copanatoyac y


Xalpatláhuac no por causa de la insuficiencia tecnológica de insumos agroindustriales, sino
porque el método tlacololero es el más apto para las condiciones físicas y climáticas
regionales; además, la labor es muy sencilla, pues basta con mover apenas la tierra para que
ésta conserve su estructura y compactación, evitando así su erosión hídrica. Se forman
pequeños muretes de piedra, de un metro de altura, los cuales son reconstruidos
periódicamente para mantenerlos en condiciones óptimas durante el tiempo en el que se
sembrará. La técnica tlacololera sigue siendo la más empleada en Xalpa. Cuando el terreno
lo permite, se le combina con el arado, por ello, permitía la regeneración de la vegetación
con la consiguiente acumulación de nutrientes y supresión de ciertas malezas, además
permitió a los campesinos indígenas crear ricas variedades de maíz, resultado de un proceso
milenario que ha consistido en una rigurosa selección, cruza y conservación in situ; una
tradición de reverencia a su maíz generacional que ha logrado adaptar a sus necesidades y
condiciones.46 Tan sólo véase el siguiente listado de las variedades de maíz que han podido
adaptarse a las condiciones biogeofísicas de la comunidad de Xalpatláhuac:

Tepesentli (“espiga de la montaña”). Este maíz es conocido como maíz criollo; se


ha adaptado a las condiciones locales por lo que es posible cultivarlo en terrenos de
tlacolol como en los valles cultivados por arados. Existen cuatro subtipos de este
maíz: sentli cohcotzi (espiga amarilla); sentli Isaac (espiga blanca); sentli chichiltec
(espiga roja); yayahtzi o sentli caputztic o sentli morado (espiga azul). La tradición
consiste en sembrar todos los tipos de maíz al mismo tiempo.
Apasentli (maíz conejo). Recibe este nombre por su rápido ciclo de crecimiento de
tres meses. Existen tres subtipos de este maíz: el rojo, blanco y azul.
Tlayolichichiltec (maíz colorado). Este tipo de maíz llega a madurar diez días antes
que el apasentli.
Tlayoli Cuechtic (maíz híbrido). Este maíz se introdujo en la década de los setenta y
sólo se cultiva escasamente en las tierras irrigadas.47

Los agroecosistemas campesinos contemporáneos, (Véase el cuadro 4) también


son practicados por las comunidades de Copa y de Xalpa. Sin embargo, primero se
distingue el tlacolole y el sistema sedentario de agricultura tradicional, altamente
sustentable hace algunas décadas, pero con el acelerado crecimiento de la población resulta
una catástrofe depender sólo de esta actividad por su inviabilidad económica frente a la
competencia, pues el costo de producción de maíz en tlacolole es dos veces más elevado
que el de barbecho.

zona, por lo regular seleccionan los troncos y varas útiles, (para leña o para construcción de cercas), antes de
proceder a la quema de toda la maleza”, Jorge Obregón, Op. Cit. p. 226
46
Laura Carlsen, “Disputa por la biodiversidad” en Masiosare en La Jornada, 24, septiembre, 1999- Esta
investigadora aclara que este proceso de selección y conservación de las semillas de maíz poco tienen que ver
con la creencia en la pureza genética o resistencia al cambio per se, y señala que dos terceras partes de estos
productos experimentan con nuevas variedades y compran o reciben semillas de fuera.
47
Daniéle Dehouve, Op. Cit., pp. 77-78.

49
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Cuadro 4
Eficiencia y sustentabilidad de los agroecosistemas*

Agroecosistemas productividad Estabilidad Sustentabilidad Equidad

baja baja alta alta


Tlacolole
Sistema sedentario de agricultura
tradicional media media alta Media

Agricultura con utilización de


insumos químicos alta baja baja baja

* Cuadro readaptado de los agroecosistemas presentados por Gramont, H. Et. al. La sociedad rural
mexicana frente al nuevo milenio. UNAM, Plaza y Valdés. México, 1997, p. 236

Ante el crecimiento poblacional, se requirió hibridizar la producción, acelerando


ésta par satisfacer la demanda. Esto implicó que, a diferencia de los dos primeros sistemas,
en los que se deja descansar la tierra hasta por dos o tres años para reponer y mantener
siempre fértil la capa superior, se utilizará en demasía el terreno labrable.48

Así, se tuvieron que adoptar intensivamente técnicas e insumos externos, como el


uso indiscriminado de agroquímicos, lo cual provocó que los suelos se acostumbraran a
tales compuestos hasta depender completamente de ellos;49 además de traer consigo
consecuencias todavía poco estudiadas en la salud de los indígenas por la contaminación de
mantos freáticos, la erosión genética de germoplasma culturalmente generado por siglos;
compactación y salinización de los suelos y la pérdida de la biodiversidad; en síntesis, una
destrucción sin límite del capital natural.50

Este proceso de sustitución metódica de las tecnologías tradicionales, ha traído


consigo un problema aún más grave en la historia reciente de la Montaña como la
degradación y el agotamiento de grandes superficies del suelo (tanto de uso forestal como
agrícola), que al perder su capacidad de regeneración natural terminan por quedar
desprovistas de vegetación y a merced de los procesos de erosión. EL empleo de insumos
químicos ha significado una total dependencia y su inviabilidad económica, pues para
mantener una producción “estable” se tendrán que invertir grandes cantidades de energía y
materiales. Se ha dejado de lado el papel de “la naturaleza como proveedor de servicios”, lo
que significa que la fertilidad, el control de la competencia, tanto de la maleza como de los

48
PAIR, Op. Cit. p. 64
49
Mauricio Bellón, “Agroecología y cambio tecnológico”, en Ecología aplicada a la agricultura, UNAM-X,
México, 1996, pp. 151 s.
50
Hubert C. de Gramont, La sociedad rural mexicana ante el Nuevo milenio, INAH/UAM, México, 1997,
pp.235 s.

50
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

insectos, ahora se logra a través del uso indiscriminado de insumos inorgánicos y de


insecticidas y herbicidas.51

6. Xalpatláhuac, transformaciones de la agricultura tradicional

A causa del abuso intensivo expansivo de los recursos naturales, Xalpatláhuac


muestra un grado de erosión y deterioro ecológico severos. El elevado crecimiento
poblacional, la carencia de ofertas de trabajo y la ausencia de organizaciones para proyectos
productivos, han sido sólo algunas de las variables detonantes de las principales causas del
deterioro de la vida social y ecológica comunitaria.

En cambio, la tecnología agrícola tradicional se concibe como “aquella que se ha


adaptado a las condiciones ambientales de un determinado lugar a través del tiempo y, que
maneja bajos niveles de insumos derivados tanto agroquímicos como de maquinaria
moderna pero que necesita altos insumos en fuerza de trabajo”.52 El componente
contemporáneo de esta agricultura tradicional que se presenta en la comunidad de
Xalpatláhuac como en Copanatoyac, es un producto histórico derivado de la combinación
de tres elementos básicos: 1) su origen mesoamericano, que se relaciona con una serie de
manejos tecno – ambientales, que tienen un sustrato al que podemos llamar ecológico; 2) su
origen hispánico, que en la mayoría de los casos se limita a enfatizar o a anunciar la
introducción de ciertas plantas, o de componentes tecnológicos como el arado y a
considerar como un evento fundamental la utilización de animales de tiro, de carga y
domésticos. Estos últimos, agentes de cambio en la dieta cotidiana y, en algunos casos, de
eventos catastróficos como la deforestación y erosión de suelos (v.gr. en la Montaña de
Guerrero, la relación entre erosión y la presencia de rebaños de chivos); 3) el derivado de
prácticas modernas, semimecanizadas, introducidas en México desde e siglo pasado,
relacionado históricamente con el progreso y con una serie de acciones prácticas para
solucionar los problemas del “atraso agrícola minifundista”.53

En Xalpatláhuac, tanto la agricultura tradicional como los conocimientos


colectivos sobre la relación hombre – tierra, han dejado de ser esenciales para su cultura.
Por eso es de suponer que las generaciones futuras ignorarán tan importante legado.
Técnicas agrícolas que harían producir más sin deteriorar la tierra, se recuerdan hoy con
escuchar tan sólo a los ancianos del pueblo. Se rememora aún la técnica del tlapahuiya
tlayoli (envenenamiento del maíz), que consiste en untar las semillas del maíz destinadas a
la siembre, con flor (yoyotli) que, ya molida, se mezcla con ajo y cebolla. Con ello se
intentaba repeler plagas o animales que pudieran malograr la cosecha.

51
El uso de insecticidas a mediano y largo plazo, dice Bellón, op. Cit. p. 152, provocara resistencia de las
plagas, lo que dificultará posteriormente su control además de que estos compuestos químicos destruirán a su
vez los insectos benéficos alterando así el ecosistema local.
52
Alba Gonzáles, “Antecedentes para la construcción de la agricultura tradicional en México: la agricultura
que llega con la Conquista”. En AA VV Agroecología y desarrollo sustentable, Op. Cit., p. 15.
53
Ibid., p. 16

51
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Otro ejemplo de esta tecnología agro ecológica, basada en conocimientos


prehispánicos, es la elaboración y utilización de compostas de los agricultores en Xalpa.
Éstas se preparaban antes del temporal de lluvia. Consistía en escarbar una zanja, cerca de
las tierras donde se barbecharía, de aproximadamente dos metros cuadrados que
posteriormente se rellenaba con hojarasca y estiércol de cabra, como de otras hierbas
locales. Esta zanja se cubría con un poco de tierra y se señalaba la localización del
“preparado”, y mientras transcurrían las primeras lluvias, se le cuidaba removiéndolo
constantemente. A las pocas semanas, el producto –humus- estaba listo para ser vertido en
las primeras espigas de la temporada y de, esta forma, se aseguraba una asecha segur ay
abundante.

Otros agricultores utilizaban un tipo de abono orgánico en los meses de temporal


–junio y julio-, poco después de que aparecen los primeros tallos de maíz, basado en verter
chinacatl (estiércol de murciélago) recolectado de las numerosas cuevas de los alrededores,
o algunos otros sólo utilizaban las heces de vaca y cabra, siempre y cuando tuvieran la
certeza de que las primeras lluvias estaban por arribar.

Con la ayuda del abono orgánico y con las lluvias que provocan el crecimiento del
río Xali, los habitantes de Xalpa recibían una generosa capa de limo que fertilizaba los
terrenos de cultivo, con lo que se lograba asegurar dos cosechas al año, no sólo de maíz
sino de calabaza, garbanzo, chile, fríjol, quilitl (quelite), manteniendo de manera
sustentable, la poca población de antaño.

Las características de esta agricultura alternativa sostenible están fundadas en


ciertas taxonomías biológicas que coexisten con la práctica indígena. Así, cultivos
heterogéneos, mixtos y simbióticos, con una base productiva propia y sin insumos externos,
han evitado la dependencia.54

Sin embargo, estos ciclos agrícolas ya no coexisten como una labor inherente de
cultivo. Los métodos agrícolas locales se han hibridizado con la introducción de semillas
mejoradas, al implementación de asistencia técnica mediante la aplicación de paquetes
tecnológicos basados en la intensa utilización de agroquímicos. Todo ello justamente para
solucionar las demandas de alto crecimiento demográfico, pues se necesitan cantidades
suficientes de alimentos con márgenes más cortos de tiempo para dorar de alimentos a esta
población.

Por distintas razones, no se ha encontrado el camino adecuado hacia un desarrollo


sustentable e integral para satisfacer los requerimientos mínimos de la vida biológica y
cultural de la población cuyo grado de migración, generación tas generación, va en
aumento. Así, las características que presenta este municipio actualmente son
desalentadoras. La precariedad de la vida que nos muestran las estadísticas, el retraso
económico y la transformación de valores culturales son, de igual forma, una variable más
de la situación del manejo cultural de sus recursos naturales y su consiguiente deterioro.

54
Enrique Leff, Cultura y manejo de los recursos naturales, siglo Veintiuno Editores, México, 1995, pp. 276-
279.

52
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

7. La regeneración de la vida en tepetchiltec – cerro rojo

En las sociedades actuales, por más “primitivas” o “modernas” que se les quiera
ver, hay deidades omnipotentes que tienen que ser ofrendadas mediante rituales,
ceremonias, códigos y símbolos religiosos colectivos, lo que permite la asignación de los
sujetos a un grupo y a la conformación de su identidad.55 En la sociedad “posmoderna”
tenemos “deidades” a las que les hemos rendido “culto”: nuestro tiempo, nuestro espacio y
nuestra capacidad de reflexión. Así mismo, se han creado códigos de comunicación virtual
on line que “cohesionan lazos humanos y rasgos identitarios dentro de la red (¡gulp!). Estos
códigos virtuales, símbolos omnipotentes y omnipresentes, coexisten simultáneamente con
las prácticas y ritos indígenas. Año tras año –desde ya más de cinco siglos-, los pueblos
indios piden a sus dioses, ya hibridizados, fertilidad y buenos deseos para seguir
reproduciéndose biológica y socioculturalmente. De este modo, el círculo de la vida no se
detiene y se celebra, una vez más, la sobrevivencia de los pueblos indios.

En la Montaña la agricultura es posible de entender si no se toma en cuenta el


ritual. La relación que coexiste con la tecnología occidental se ha fusionado con las
construcciones simbólicas u religiosas del imaginario social de los indígenas. EL ciclo
agrícola en la Montaña es principalmente de temporal por lo que su subsistencia ha
dependido principalmente de su relación con los elementos naturales. Son tres actividades
esenciales que deben repetirse año tras año, para asegurar una cosecha saludable: 1)
preparar técnicamente bien el terreno de labranza, respetando cuidadosamente las fechas de
iniciación de cultivos, 2) que el “gobierno otorgue a tiempo los agroquímicos, actualmente
alimento físico de la tierra”, 3) realizar una correcta petición de “buenos tiempos a los
dioses (tierra, lluvia y sol; San Marquitos, Sta. Cruz, Sto Entierrito, San Judas…), a través
de “rigurosos” rituales religiosos.

Estos ritos de iniciación del ciclo agrícola empiezan paralelamente en toda la


región de la Montaña, principalmente en las comunidades indígenas más marginadas en los
meses de abril y mayo. La ofrenda, el sacrificio, la oración, el copal, la imagen, son
símbolos que necesitan ser ofrendados a los elementos deidificados: viento, agua y sol para
que éstos no desamparen a los pueblos.

En Copanatoyac la lluvia es la deidad que debe ser propiciada y controlada a


través de un ritual sincrético que comienza el 22 de abril cuando se celebra el día de la
Resurrección de Cristo. Comienza con una misa católica común y un acto teatral
comunitario en el que se presenta a Judas – quien por unas monedas traicionó a Jesús de
Nazaret- de una manera sarcástica, pues es vestido con una túnica púrpura, una bolsa de
mujer bajo el brazo y una máscara de madera.

Él tiene que recorrer las calles escarpadas de la comunidad, bailando y jugando


con la banda de música (imprescindible en las comunidades de la Montaña) que toca con
fervor en medio de la multitud que se divierte mientras Judas molesta a los comerciales, a
55
Jorge Obregón, Op. Cit. p. 235

53
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

los priístas, o a los perredistas, en un acto lúdico en donde no se distinguen clases, religión
o preferencia político – partidistas.

Este acto termina con la quema de Judas (una copia de carrizo y cartón) que
simboliza la extinción por el momento, de la avaricia, de la maldad, de los pecados y la
llegada de los buenos tiempos para la siembra. Al siguiente día la comunidad se dirige al
Tepetchichiltec (Cerro Rojo, en la comunidad de Yelotepec del municipio de Copanatoyac)
a practicar el ritual de petición de lluvias que consiste en ofrendar a San Marcos (dios que
propicia las lluvias) con bienes materiales como alimentos, flores, copal, imágenes; se
hacen oraciones, se canta. En este lugar, según el imaginario colectivo de la comunidad, es
donde “vivió San Marcos” (sic), es donde vivieron sus antepasados, los aztecas. Dice el
mayordomo de Copanatoyac (don Miguel Morales Cano) que los aztecas ya pedían la lluvia
en ese lugar pues se han encontrado ídolos (figuritas de barro) y utensilios enterrados en
montículos de piedra, que al parecer formaban pirámides pequeñas ahora ya desgastadas.
Ahora ellos han hecho sus propios montículos a base de esas piedras y han puesto una cruz
en la cima para simbolizar a San Marcos (San Marcos es representado comúnmente por los
indígenas de la montaña por una roca colocada enfrente de una cruz de madera).

El ritual concluye con sacrificios de animales (gallinas, guajolotes y cuando el


favor que se pedirá es muy grande se sacrifica un chivo), se ofrenda comida y flores de la
montaña, en un ambiente embriagador por el humo de veladoras y copal que se que ma en
los popochcalli (copas que componen el humo) para estar en contacto con los dioses. Esto
se hace en el interior de una cueva en donde vive San Marcos (sic), pues ahí ellos se dan
cuenta si las lluvias vendrán a tiempo o si habrá sequía. Se cree que si en este lugar sagrado
se ora con sinceridad, “el fondo de la cueva se abrirá para así poder encontrar un paraíso,
basado sólo en riquezas naturales; agua limpia, árboles frutales, comida en abundancia,
lluvias bondadosas.”

Estos rituales y mitos han sido creados u practicados por siglos para que los indios
de la Montaña no perezcan ante la adversidad, conjuntado lo simbólico, lo religioso, la
memoria histórica, y un sinnúmero de estrategias de sobrevivencia. Muchos de estos
instrumentos les proporcionan identidad y a la vez les dan cohesión, seguridad sobre sus
bienes y una regulación de su vida cotidiana56.

8. Migrantes y mujeres en las alternativas de desarrollo

Siendo la Montaña un espacio en el que predominan las desigualdades sociales,


marcado por niveles de marginación elevados y un alarmante proceso de deterioro de sus
recursos naturales, los mixtecos, nahuas y tlapanecos se han visto obligados a ampliar sus
horizontes para multiplicar las oportunidades, tanto de trabajo como de reproducción social.
Para lograrlo, “los indios de esta región han mantenido una gran capacidad de adaptación e
innovación en sus actividades y modos de vida, como de estrategias de sobrevivencia”.57

56
J. Joaquín Flores Félix, La revuelta por la democracia, UNAM-X / El atajo ediciones, México, 1998, p. 12
57
Bey Marguerite, “Pobreza y movilidad social en la Montaña de Guerrero”, en Trace¸ núm. 3, junio, 1998, p.
64.

54
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

En este sentido, los pueblos indios de la Montaña han encontrado en la migración


una estrategia de sobrevivencia, principalmente para satisfacer los elementos necesarios
para el sustento familiar y comunitario.

La migración –como consecuencias- es uno de los mayores problemas sociales


que enfrentan casi todas las comunidades indígenas de la Montaña- Emigran cerca de 30
mil indígenas –nahuas, mixtecos y tlapanecos- “ante los embates del ineficaz modelo de
desarrollo que ha privilegiado al turismo y al sector servicios, además del rezago
económico de siglos, desatención a las demandas más urgentes, políticas verticales y
paternalistas, que han condenado a los indígenas al abandono”58

Datos de la PROSCAI (Procuraduría Social del Campesino y Asuntos Indígenas)


registran que el 15.38% de la población de esta zona es emigrante. Pero este dato no refleja
la compleja realidad que cotidianamente enfrentan estos pueblos para garantizar su
subsistencia, por lo que el porcentaje podría ser más elevado.

Los municipios con menos infraestructura, mayores problemas de erosión de


tierras de cultivo y con mayores índices de marginación son los que presentan un mayor
flujo migratorio. Casos particulares como Xalpatláhuac y Copanatoyac son ejemplos claros
de que la gente emigra de una forma continua. Sólo en los Estados Unidos –en Nueva Cork
precisamente- existen cerca de 300 xalpanecos trabajando en labores diversas (actividades
diversas (actividades agrícolas, vendedores, obreros) lo que a su pueblo le representa la
principal fuente de ingresos económicos. Otros tantos se encuentran en colonias de
residencia permanente en Acapulco y algunas otras en la Ciudad de México. Las familias
que emigran temporalmente a la zona norte del país, como jornaleros agrícolas, lo hacen en
condiciones marginales antes, durante y después del flujo migratorio.
En estas comunidades, los nahuas emigran entre los meses de septiembre a enero
que corresponde a la época en que terminaron de sembrar al periodo de secas, y lo hacen
comúnmente, en familias enteras- Entre los mixtecos, instalados en las partes mas altas de
la Montaña, con el terreno más accidentado y más pobre de la región, la migración ha
cobrado mayor fuerza en los últimos 30 años, entre otras causas por la baja productividad
de los cultivos básicos y el alto deterioro ecológico de su territorio que avanza de manera
irreversible.59 Por su parte los tlapanecos migran menos en comparación con sus vecinos
mixtecos y nahuas, ya que según Marguerite Bey, ellos están ubicados en diferentes pisos
ecológicos de la Montaña Alta, lo que les ha permitido diversificar al máximo su
producción.60

58
“La Montaña: la emigración, una estrategia de sobrevivencia”, en La Jornada El Sur, 03-IV-00, p.14.
59
Ibid.,p. 14
60
Marguerite Bey, Op. Cit., p. 65

55
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

El proceso de desarrollo actual, aunado con la problemática de marginación “muy


alta” induce nuevas pautas cualitativas para la migración en términos de incentivos y
necesidades adicionales al transparentarse los abismos sociales” entre el atraso y el
progreso – lo antiguo y lo moderno-, al profundizarse las desigualdades sociales entre las
naciones y zonas de atraso como urbes atractoras de mano de obra, al importarse patrones
de vida y consumo cada vez más inalcanzables, aunque sumamente atractivos par aun
grupo de personas históricamente marginados, o migrar por depredar los recursos naturales
y los sistemas ecológicos rompiendo los esquemas de sustentación humana”.61

El caso de las familias de Copanatoyac y de Xalpatláhuac, representa todos los


tipos de movilidad característicos de la Montaña. La migración al interior del municipio es
provocada por problemas de divisionismo comunitario por cuestiones políticas o religiosas:
la búsqueda de espacios para la producción, la desertificación de las tierras otrora para el
cultivo, al alto crecimiento poblacional, etc., las ha llevado a construir nuevos espacios
como rancherías, no mayores a as 30 familias, alrededor de las cabeceras municipales,
utilizando nuevas tierras comunales lo que ha creado un cierto conflicto interétnico pues,
según sus costumbres, no es posible abandonar la comunidad y seguir utilizando sus suelos
y menos aún es posible apoderarse de estas tierras y constituirse como una localidad
independiente sin tener obligaciones para con la comunidad, como el tequio o la aportación
para las fiestas.

Entre los problemas que trae consigo la migración se encuentra el referido a la


deserción escolar. Los más elevados niveles de deserción, se observan principalmente en la
primaria pues el menor de edad forma parte esencial de ingreso económico par ala familia
por lo cual tiene que trabajar como pastores y jornaleros, teniendo que emigrar en muchos
de los casos con toda su familia a los estados del norte del país en épocas de cosecha, o de
gran turismo hacia Acapulco, conduciéndolos a una falta de continuidad en sus estudios o a
su total abandono.

Los migrantes mejor pagados representados por los que se dirigen a Estado
Unidos, adquieren un estatus privilegiado dentro de la comunidad porque tienen la
posibilidad de rehacer su casa de una manera más “moderna” – y segura-,a partir de
materiales industriales –como concreto-, olvidándose de aquellas casa de carrizo y adobe
que caracterizaban a estos municipios hace algunos años atrás. Su estatus adquiere un
nuevo matiz, pues al cambiar de manera de hablar, comportarse, vestirse, comer, etc.,
obtienen una posición distinta y se transforman en sujetos particulares: “quienes estuvieron
en los Estados Unidos”

También con la migración Xalpatláhuac como Copanatoyac, han aparecido


nuevos actores sociales como las “bandas o pandillas juveniles” con edades que oscilan
entre los 15 y los 23 años de edad que decidieron, o se vieron en la necesidad de unirse
entre sí, adoptando un lenguaje verbal y corporal similar a lo que han observado en las
bandas juveniles de las grandes ciudades, conformando así pequeñas “tribus modernas” que
en estos casos se autollaman “los batos locos” o los cholos”, como una estrategia de

61
“México en el siglo de las migraciones”, en La Jornada 14-VII-00, p. 28

56
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

autoafirmación en un sistema que les ofrece pocas oportunidades de desarrollo y que


enfrentarlo de forma individual en tales condiciones, consumiría hoy a cualquiera.

Las políticas de desarrollo comunitario para detener el éxodo rural en la


comunidad de Xalpatláhuac y Copanatoyac –como de la mayor parte de las comunidades
indígenas de la Montaña- sólo se basan en proyectos asistenciales, en los que el Estado
actúa como benefactor otorgando servicios orientados en muchos de los casos, con fines
político – partidistas. Los problemas se agravan frente al hecho de que ninguna
dependencia federal o estatal ha buscado tender puentes, entrelazando objetivos comunes
con instituciones gubernamentales y no gubernamentales para solucionar de una manera
integral, los problemas más sentidos.

Pero ¿se ha intentado algo fuera de estos modelos de “desarrollo”? En una


entrevista, el representante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan,
nos relata que se intentó una forma de comité comunitario independiente que tuviera la
facultad de llevar un control en cuanto al número de migrantes y, sobre todo, que se
vigilaran las condiciones en las que se contrataba para así poder, en determinado momento,
actuar en contra de cualquier violación de las garantías individuales. El objetivo era luchar
contra las condiciones tan deplorables en las que trabajan los migrantes, jornaleros y los
que se dirigen a los Estados Unidos, por la manera tan peligrosa en la que cruzan la frontera
y donde muchos perecen en su intento de lograr una vida mejor. Sin embargo, las
violaciones a los derechos humanos han sido ignoradas por las autoridades e incluso, se
presentan muy pocas denuncias por parte de los afectados, pues estas garantías son
desconocidas para ellos.62 Otra de las finalidades de este proyecto era tener la certidumbre
de contar con un contrato que especificaba las condiciones en las que el migrante iba a
trabajar y en el que se precisaba el tiempo y lugar a donde se dirigía, pero esto fracasó pues
no pudo hacer coordinación ni asesoría por parte de las instituciones como de las
asociaciones civiles, principalmente porque los jornaleros desistieron por temor a dejar de
ser contratados por los “enganchadores” y patrones, ya que éstos últimos no quieren tener
restricciones.

La marginación nos e presenta por igual en toda la población de las comunidades


de la Montaña, siendo las mujeres –y los niños- el sector más desprotegido en cuanto a
bienestar social, económico y cultural se refiere.- El papel de mujer indígena en la Montaña
presenta grados de exclusión más marcados que el caso de los hombres. En la comunidad
de Copanatoyac, como en Xalpatláhuac, las mujeres han sido relegadas a quedar fuera de la
toma de decisiones para los proyectos de desarrollo comunitario. Su escolaridad es inferior
a la de los hombres. Su trabajo representa una fuente esencial de ingreso económico
familiar y también es sumamente alto su índice migratorio.

En Copanatoyac las mujeres carecen de los servicios más elementales. Cuentan


con un escaso grado de escolaridad, ya que el municipio tiene 58% de población analfabeta
y de este porcentaje, las mujeres representan el grado de analfabetismo más alto: un 37%.
Se enfrentan a una precaria –a veces nula- atención médica pues tan sólo hay un médico
para 6,940 habitantes, y esto ha provocado que la comunidad presente un grado de

62
Entrevista con Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

57
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

mortandad elevado: un 4% de mortalidad general (todas las edades) y un grado de


mortalidad infantil de 31%, dato sobresaliente y preocupante cuando distinguimos los
niveles nutricionales y de salubridad en la mayoría de los casos precarios, ya que la
población que crece a un promedio anual de 2.4% produce grandes cantidades de basura
que termina vertida en el río Nixpantli, espacio público donde se cohesiona gran parte de
las actividades de la comunidad, pues es el lugar en donde se lavan los trastes, la ropa,
donde se divierten los niños, etc.

Las mujeres han pasado inadvertidas como constructoras de su propio desarrollo,


pues los índices muestran que ellas son las que más carecen de educación, servicios
médicos, trabajo (asalariado), etcétera. Describir la función de las mujeres en el desarrollo
comunitario de la Montaña es muy difícil de expresar con datos estadísticos fríos que sólo
expresan de manera aproximada la realidad del mundo cotidiano de una mujer indígena que
paulatinamente empieza a reclamar los derechos fundamentales que se les han privado.

Hermelinda Tiburcio (mixteca) advierte: “Las mujeres indígenas en la Montaña


vivimos en un mundo desconocido, ajenas a los problemas de nuestro país y a las luchas
que dan otras mujeres por nosotras… Nuestras abuelas se murieron sin saber leer ni
escribir, vivieron sin conocer este mundo, las jóvenes en la actualidad tampoco estudian por
falta de maestros en las comunidades indígenas. Las mujeres mueren a corta edad, ante la
carencia de servicios médico… Una mujer indígena vive esperando que amanezca otro día
par que su esposo vaya al monte a esperar las cosechas de las ‘dos únicas estaciones del
año’ para los indios, el tiempo de lluvia y el tiempo de secas… por la tarde llega el perro
moviendo la cola, entonces quiere decir que su amo ya viene y la mujer con rapidez se
levanta, atiza su comal para hacer tortillas calientes… En nuestras sociedades las mujeres
se casan muy jóvenes –entre 13 y 16 años-, tienen aproximadamente de 12 a 18 hijos, estoe
s normal para ellas, pero no todos los hijos viven, se mueren pequeños, sólo esperan el
milagro de Dios para poder vivir”.63

9. Alternativas de desarrollo

Como se puede ver, tal vez la capacidad de adopción de proyectos productivos,


para lograr un desarrollo sustentable, es sumamente difícil visualizarlos en La Montaña, no
porque se esté en contra de la adopción de nuevas tecnologías comúnmente llamadas verdes
sino por la incapacidad de la planeación gubernamental y la costumbre de que “el indio es
pobre” (sic) y le tienen que dorar de recursos, monetarios o en especie, privándolos al
acceso de nuevas formas de desarrollo como las autogestivas y sustentables.

Sin embargo el desarrollo autogestivo, integral y sustentable no es una utopía o


proyecto ajeno a la región pues experiencias exitosas existen, así como proyectos
autogestivos y de manejo de recursos naturales en La Montaña, aunque de manera muy
aislada y poco difundida. Entre esos proyectos de desarrollo que han beneficiado a la región

63
Hermelinda Tiburcio, “Las mujeres, triste historia en la Montaña”, en Palabra India, núm. 1, noviembre,
ciudad Nezahuacoyotl, Edo. de México, 1999, pp.17s

58
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

se anuncia el caso de las Sociedades de Solidaridad Social (“triple S”): También han
surgido los Comités de Desarrollo Municipal, que reúnen los distintos representantes de los
municipios (cabeceras como rancherías y comisarias) y son presididos por el presidente
municipal.64 A nivel regional, e 1996 surgió el Consejo Regional de la Montaña como un
proyecto guiado por una gestión descentralizada del desarrollo. En este consejo participan
los presidentes municipales de toda la región , las diversas dependencias gubernamentales
(Sedesol, Sagar, Proscai, INI, SEMARNAP), pero lo más interesante es que han participado
por igual las diferentes organizaciones no gubernamentales así como profesores e
investigadores, siempre con una vocación apolítica.

Otros proyectos, regidos bajo el paradigma del desarrollo sustentable, han sido la
experiencia de Programa de Aprovechamiento Integral de los Recursos Naturales (PAIR)
en coordinación con la facultad de Ciencias de la UNAM, en los municipios de Alcozauca,
Tlapa, Alpoyeca, Tlacoapa, Acatepec y Copalillo, a través de proyectos de desarrollo que
busca estrechar vínculos interinstitucionales y de trabajo interdisciplinario. Se trata de
proyectos autogestivos que buscan revertir la situación económica marginal de algunas
comunidades a partir de un trabajo interdisciplinario orientado a la investigación –
desarrollo como eje metodológico para la resolución de problemas sobre el manejo de los
recursos naturales, así como para la generación de conocimientos y la formación de
recursos humanos, no olvidando la importancia del cuidado sustentable del medio
ambiente.65

En fin, los proyectos abundan pero no siempre cuentan con los apoyos financieros
adecuados para su sostenibilidad. Por el contrario, siguen apoyándose programas
gubernamentales asistenciales, tanto regionales como federales, que se aprueban y
funcionan de un amanera vertical, no integral, con la ausencia de los sujetos sociales
quienes reciben los escasos beneficios de tales programas66

Por contraposición a este desarrollo y ante la problemática socioeconómica por la


que atraviesa la comunidad de Copanatoyac, un grupo de mujeres sugiere organizarse para
generar alternativas de desarrollo en sus comunidades. Se trata de mujeres con una
situación especial en su grupo doméstico; “son generalmente madres solteras, que por
viudez, soltería o abandono tienen que asumirse como gestoras de su desarrollo. Se trata
también de mujeres casadas con necesitar apremiante de obtener recursos económicos
extras; mujeres en suma que han quedado bajo la responsabilidad de la unidad familiar y
productiva”67 que decidieron unirse para formar una organización “triple S” personalidad
que hoy tiene una mayor cobertura desde los distintos programas de la gubernamentales y
de ONG para el financiamiento y créditos de proyectos productivos.

64
Marguerite Bey, Op. Cit., p. 66
65
Véase http://www.fciencia.unam.mx/trpair.html
66
Marguerite Bey, Op. Cit., p. 67
67
Beatriz Canabal y J, Joaquín Flores Félix, Arenita del río; las mujeres de Copa, UNA-X, México, pp.1s
(multicopiado)

59
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Han decidido unirse también para hacer frente a otros problemas que observan
dentro de su comunidad. Los niños y jóvenes no tienen acceso a una alimentación con los
requerimientos mínimos de nutrientes pues la dieta es básicamente de maíz, fríjol y chile.
El deterioro de sus recursos naturales cada vez es más grave conforme ha aumentado la
marginación social. El río se ensaca alarmantemente y éste es uno de los principales
espacios en donde se desenvuelve y depende su vida cotidiana. Al río se vierte por igual
substancias orgánicas que inorgánicas.

La triple S “Axale” se ha caracterizado por estar siempre en la búsqueda de


nuevos proyectos productivos, pues han encontrado que organizándose y participando en
estos proyectos pueden lograrse varios beneficios permanentes, ya sea como productoras,
creando fuentes alternativas y complementarias de empleo, además de obtener beneficios
económicos, y logrando elevar la calidad de vida de sus familias generando un espacio par
ala convivencia y cohesión social-

En cuanto al deterioro de los recursos naturales, que día a día se vuelve más grave
se han ofrecido algunos talleres –con pocos resultados hasta el momento- de reciclaje y
elaboración de composta, pues los desechos agrícolas (tamo, cañuela, zacate de maíz, paja
de fríjol, zacate de campo, y desechos orgánicos habitaciones) hasta el momento no han
podido darles un uso adecuado y son vertidos en el río en medio de otros desechos sólidos
no biodegradables, produciendo enfermedades. Es por todo esto que la organización se ha
planteado la implementación de técnicas rústicas para el cultivo de hortalizas y algunos
otros productos alternativos como el hongo seta, reutilizando los rastrojos antes
desperdiciados y convertidos en basura, así como la elaboración de fertilizantes orgánicos
ricos en proteínas para el consumo humano, un subproducto o rastrojo para el complemento
de la alimentación animal, y por otro lado crear fuentes alternativas de empleo e ingresos
económicos mediante la comercialización de los excedentes de esta producción,
consolidándose de esta manera las relacione sociales en un marco de acción de cultura
ambiental y sustentable para la conservación de los recursos naturales.

Estos sujetos sociales han aparecido buscando alternativas viables para


transformar su condición marginal de vida. Se trata de mujeres que han decidido abrir lo
dado a lo posible para colocarse al margen del paradigma desarrollista actual y transformar
su realidad a través de estrategias de desarrollo por medio de proyectos productivos que les
solucionen demandas específicas y locales, tanto de bienestar social como de conservación
de su medio ambiente frente al irracional sistema económico global.68

La legitimación de estos sujetos sociales, me refiero a las triples S (Sociedades de


Solidaridad Social), así como de otras agrupaciones de productores, han alcanzado tal
magnitud a escala regional y nacional porque han trazado un camino para transitar hacia
una sociedad más democrática y una economía más sustentable a través de la movilización
para gestionar recursos económicos como servicio técnicos y científicos. Han decidido con
ello unirse para trascender a uniforma alternativa de vida que abogue por el respeto a los
derechos humanos, la autodeterminación social, económica, política y cultural, así como al

68
Enrique Leff, “Los nuevos actores del ambientalismo en el medio rural”, en Memoria, num. 114, agosto
México, 1998, p. 50.

60
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

derecho de manejar autogestivamente sus recursos naturales de una manera sustentable


versus el paradigma de desarrollo actual que busca extraer un máximo de ganancia
sostenida, conduciendo a la autodestrucción comunitaria, cultural y ambiental.

CONCLUSIONES.

En este trabajo he pretendido mostrar en qué medida los altos índices de


marginación social influyen en el proceso de deterioro de los recursos naturales de la región
de la Montaña y, ante este proceso de empobrecimiento, de que forma los indígenas
mixtecos, nahuas y tlpanecos recrean viejas y nuevas prácticas de desarrollo, para seguir
existiendo biológica y socioculturalmente.

Ciertamente, estamos inmersos en un modelo de desarrollo que contempla el


tránsito de una sociedad “atrasada” a una sociedad idílica desarrollada como las naciones
del “primer mundo”, planteando como <<desarrollo>> sus actividades socioeconómicas y
culturales como las únicas validas. Se sigue pensando en la conducción a un tipo de
sociedad homogénea mediante una percepción evolucionista en un análisis reduccionista de
la vida social enfrentada entre el futuro y el pasado, la modernización y la tradición, lo
interno y lo externo-

Más bien, tenderemos que pensar al desarrollo en forma distinta que concilie el
pasado con el futuro; un pasado que ha sido concebido como tradición y un futuro definido
únicamente por la intensificación de los intercambios económicos.

Los paradigmas actuales de desarrollo, exigen un uso intensivo de los recursos


naturales dañando seriamente la relación hombre – naturaleza. Encontramos así escenarios
como el de la Montaña de Guerrero, lugar de pocas oportunidades de desarrollo sustentable
que, aunque rica en manifestaciones culturales y en su biodiversidad faunística y forestal,
ha sufrido modificaciones en gran parte de sus actividades socioculturales de conservación
sustentable del medio ambiente.

Esta situación ha sido ocasionada por el caciquismo y el latifundismo no


erradicado totalmente por los periodos revolucionarios, por el elevado crecimiento
poblacional, la escasez de proyectos productivos autogestivos, las prácticas agrícolas
intensivas, la utilización indiscriminada de agroquímicos, las políticas públicas obsoletas
por su insistencia en el “paternalismo”, la pérdida de conocimientos culturales en cuanto a
manejo de recursos naturales y la pérdida constante de suelos por la incesante
deforestación.

En la agricultura, las prácticas productivas se han intensificado, sustituyendo la


flora nativa en la continua búsqueda de tierras de labranza aún fértiles a causa de la
esterilización de las actuales tierras para el cultivo.

61
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Pero además, la marginación ha corrido de manera paralela con el proceso de


ecodestrucción, tendiendo puentes para que las nuevas estrategias de sobrevivencia
impacten directamente los recursos naturales, ya que la poca infraestructura comunitaria, la
falta de asistencia técnica para proyectos productivos sustentables y el alto crecimiento
poblacional, provoca que los indígenas tengan que producir de una manera más intensiva y
extensiva. Se ha ocasionado así, la erosión de los suelos por la tala inmoderada de sus
recursos forestales en la búsqueda de nuevos espacios par ale pastoreo del ganado carprino
y para nuevas siembras que en la mayoría de los casos son monocultivos a los que se les
aplican grandes cantidades de agroquímicos e insumos no adecuados a las características
físicas de los terrenos, mayoritariamente pendientes sumamente anguladas, lo que seguirá
ocasionando el alto proceso de erosión de estos terrenos.

La agricultura campesina tradicional, practicada ancestralmente, ha demostrado


ser con frecuencia y como se mostró en este estudio, altamente sustentable dentro de los
contextos ecológicos e históricos, a menudo utilizando técnicas de manejo adaptadas a las
condiciones locales. Esto ha permitido a la población indígena de la Montaña, satisfacer sus
necesidades vitales durante siglos, aún bajo condiciones ambientales adversas, aspecto que
se ha abandonado en esta región por la injerencia de modelos externos con la utilización de
insumos no locales provocando una dependencia hacia la tecnología occidental con la
esperanza de esperar la dotación de insumos como los agroquímicos que, en ocasiones, se
otorgan con fines electorales.

Estos elementos son de importancia cuando se trata de implementar alguna


estrategia de desarrollo social, concepto ajeno a estos pueblos ya que por mucho tiempo,
sólo han conocido los programas asistenciales gubernamentales, algunas veces en épocas de
elecciones, pero sobre todo, porque ésta ha sido la manera “más sencilla” de enfrentar la
marginación, aunque la menos efectiva.

El desarrollo sustentable representa una propuesta integral para hacer frente a la


problemática de marginación en La Montaña de Guerrero en el que las comunidades
indígenas reafirmen y enriquezcan su identidad multicultural mediante su participación en
proyectos productivos para aprovechar la riqueza natural y social sin dañar el medio
ambiente. De esta forma, las generaciones futuras podrán disfrutar los recursos naturales de
una manera armónica, haciendo un uso adecuado de los ecosistemas reafirmando los
sólidos lazos culturales de una sociedad comunal que ha sabido mantener su unión y su
seguridad en medio de los cambios que conlleva la modernización económica que les exige
nuevas formas de producción, y que les permite seguir sobreviviendo también como
cultura.

Frente a los actuales embates del desarrollo neoliberal y sus efectos antiagrarios
hacia el pequeño productor, se requiere u Estado capaz de lograr una combinación
adecuada de competencia y cooperación a través de su intervención con la utilización de
nuevas fórmulas complementarias de la economía de mercado para producir el desarrollo
del mercado interno pero cuidando en no caer en ese Estado que ha producido mucho daño
a nuestro país; El Estado “asistencialista”.

62
Marginación, desarrollo y manejo José Antonio Chávez Román

Creo que si no se logran articular estos elementos para el desarrollo integral y


sustentable a escala nacional, con la participación de actores con demandas particulares en
un contexto local, y si sólo se circunscribe el desarrollo como un proceso lineal en la
búsqueda de un máximo de ganancia, mediante la extracción intensiva de los recursos
naturales y de la intensa explotación del propio ser humano, colapsando la cultura de
conservación del medio ambiente, ese sector de la población quedará estancado por
siempre, en mayor o menor medida, dentro de los parámetros de la marginación.

63

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