Antecedentes históricos
La vacancia presidencial por incapacidad moral es un procedimiento de destitución
constitucional que ha sido aplicado de manera extraordinaria a lo largo de la historia republicana
del Perú. Solo se han dado tres casos: en 1823, al presidente José de la Riva Agüero; en 1914
al presidente Guillermo Billinghurst; y en el 2000 al presidente Alberto Fujimori.1
Marco Jurídico
Causales de vacancia
La vigente Constitución de 1993 establece en su artículo 113° que la Presidencia de la
República vaca por:
1. Muerte del Presidente de la República.
2. Su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso.
3. Aceptación de su renuncia por el Congreso.
4. Salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar a él dentro del plazo
fijado. Y
5. Destitución, tras haber sido sancionado por alguna de las infracciones mencionadas en el
artículo 117º de la Constitución.
Contexto
A partir de finales de los 90, el gobierno de Fujimori enfrentó una creciente impopularidad
mientras se descubrían numerosos casos de corrupción, volvían las dificultades económicas y
se hacían patentes las intenciones de éste de perpetuarse en el poder. En septiembre de 1998,
el congreso (en el que los partidarios de Fujimori tenían la mayoría absoluta) desestimó el
pedido de nulidad de la Ley de Interpretación Auténtica que permitía una segunda reelección
de Fujimori, la misma que era considerada ilegal por la oposición.
Fujimori se presentó como candidato para las elecciones generales del 2000 sin renunciar
previamente a su investidura de Presidente de la República. Tras una campaña proselitista
empañada de acusaciones de fraude, tienen lugar en abril las elecciones, en las cuales surgió
inesperadamente como segundo el economista Alejandro Toledo, líder del movimiento
político Perú Posible, y que posteriormente aglutinaría en torno a sí a los grupos de la oposición.
Durante la primera vuelta, Fujimori superó a todos los otros candidatos incluido Alejandro Toledo
quien argumentando un supuesto fraude se negó a participar en la segunda vuelta electoral (sin
presentar nunca su renuncia oficial ante el Jurado Nacional de Elecciones) y llamó a la población
a votar en blanco. Producida esta, que tuvo lugar en mayo, resultó ampliamente elegido Alberto
Fujimori y la opción alentada y respaldada por Toledo del voto en blanco alcanzó la nada
despreciable cifra del 17% de los sufragios. A raíz de la victoria de Fujimori, sus detractores
incitaron protestas y el 28 de julio, durante la toma de posesión de Fujimori, tuvo lugar la Marcha
de los Cuatro Suyos dirigida por Alejandro Toledo. Durante la marcha, se denunció la infiltración
de matones para desorganizarla y ocurrió el incendio de una sede del Banco de la Nación, en
el cual murieron 6 de sus empleados. Se especuló que el gobierno había ordenado iniciar
el incendio, ya que las instalaciones se desplomaron por completo a pesar de ser de material
noble, y en los enfrentamientos entre los vehículos policiales y los manifestantes no se dio la
magnitud destructiva necesaria como para destruir un edificio al punto que quedó el del Banco
de la Nación.
"Un importante contingente de ciudadanos no coincide con nuestras propuestas. Eso es previsible en el
juego democrático. Sin embargo, respetando esas opiniones discrepantes, tenemos que admitir que no
existe ninguna democracia en el mundo en la que gobiernen las minorías, por muy respetables que éstas
sean. Menos aún que gobiernen los no elegidos, o aquellos candidatos a congresistas que han obtenido
un mínimo número de votos. Eso no existe en ninguna parte del mundo, menos en el Perú."4
Tiempo después de iniciar su tercer período en el 2000 y a través de la compra de un vídeo por
parte de grupos opositores, salieron a la luz el 14 de septiembre de ese año evidencias de los
actos de corrupciónefectuados durante su gobierno por Montesinos, su más cercano
colaborador. Fue mediante vídeos de cámara oculta que Montesinos instalaba y en los que
aparecía sobornando a miembros de otros partidos para que apoyasen a Fujimori. En ese
momento estalló la que sería la última crisis de su gobierno.
16 de septiembre de 2000.
Fujimori cesó a Montesinos de su cargo formal como asesor, agradeciéndole por los servicios
prestados, en un acto que provocó indignación en muchos ciudadanos. Además Fujimori
entregó personalmente 15 millones de dólares en efectivo a Montesinos como indemnización.
Poco después, Montesinos viajó a Panamá buscando asilo político, que nunca fue concedido.
El 23 de octubre regresó por sorpresa, lo que desató un nuevo escándalo. El 29 de octubre
Montesinos volvía a salir furtivamente del país, a bordo del velero «Karisma», llegando a recalar
finalmente en Venezuela en la clandestinidad.
De otro lado, dado que la Constitución peruana no permite convocar a elecciones generales
mientras no se haya producido el cese (por muerte o renuncia) tanto del presidente como de los
dos vicepresidentes (cosa que hasta ese momento no ocurría), el Congreso de la República,
aun controlado por los partidarios de Fujimori, dictó la Ley de Reforma Constitucional N° 273656
del 5 de noviembre de 2000, la cual introdujo en la Constitución una disposición transitoria
mediante la cual se acortó el mandato del presidente de la república y de los congresistas, esto
con la finalidad de hacer viable la intención de Fujimori de convocar a nuevas elecciones.
En medio del caos político y la inestabilidad de su presidencia, Fujimori en su condición
de Presidente del Perú, viajó el 13 de noviembre a la Cumbre del APEC en Brunéi. Al finalizar
esta conferencia, se tenía previsto su paso por Kuala Lumpur para luego llegar a Tokyo y desde
allí emprender un viaje a Panamá para la X Cumbre Iberoamericana; sin embargo Fujimori se
quedó en la capital del Japón. En la ciudad nipona Fujimori se hospedó en el lujoso hotel New
Otani, además declaró a la Agence France-Presse que "no quiere ser un factor de perturbación"
en el Perú.
Renuncia de Fujimori
Ante el temor de que fuera denunciado penalmente por los actos de corrupción de su gobierno
y alegando falta explícita de garantías para su integridad física; Fujimori, desde Tokio, remitió
por fax al Presidente del Congreso de la República, su renuncia formal a la Presidencia y luego
envió un mensaje a sus partidarios, anunciándoles que renunciaba a la Presidencia del país:
"He vuelto, entonces, a interrogarme sobre la conveniencia para el país de mi presencia y participación
en este proceso de transición. Y he llegado a la conclusión de que debo renunciar, formalmente, a la
Presidencia de la República, situación que contempla nuestra Constitución, para, de este modo, abrir paso
a una etapa de definitiva distensión política que permita una transición ordenada y, algo no menos
importante, preservar la solidez de nuestra economía."7
Proceso de vacancia
Ante lo insólito que significó la renuncia de Fujimori desde el exterior y debido a la indignación
generada por los escándalos suscitados, el Congreso de la República decidió rechazar dicha
renuncia (que por carecer de refrendación ministerial, era legalmente nula) y declarar vacante
la Presidencia de la República aduciendo "incapacidad moral permanente"8 inhabilitando
además a Fujimori para ejercer cualquier cargo público por un periodo de 10 años.9
"Artículo 1°.- Declárase la permanente incapacidad moral del Presidente de la República, ciudadano
Alberto Fujimori Fujimori, según lo establecido en el inciso 2) del artículo 113° de la Constitución Política
del Perú.
Artículo 2°.- Declárase la vacancia de la Presidencia de la República, debiendo aplicarse las normas de
sucesión establecidas por el artículo 115° de la Constitución Política del Perú."8
Resolución Legislativa,
21 de noviembre de 2000.
A favor: 62 congresistas
En contra: 9 congresistas
Abstenciones: 9 congresistas
Ausentes: 39 congresistas
Suspendido: 1 congresista
Al día siguiente, tras aceptar la renuncia a la Segunda Vicepresidencia de la República
de Ricardo Márquez Flores (99 a favor, 0 en contra y 0 abstenciones), el Presidente del
Congreso peruano, Valentín Paniagua Corazao, asumió la Presidencia de la República del
Perú.
Inhabilitación política
El 23 de febrero de 2001, con 60 votos a favor, el Congreso peruano aprobó inhabilitar
políticamente al expresidente peruano Alberto Fujimori:
"De conformidad con el artículo 100° de la Constitución Política, y considerando la gravedad de los hechos
denunciados contra el expresidente de la República, don Alberto Fujimori Fujimori y las evidentes
infracciones constitucionales en que ha incurrido, se hace imperativo ejercer las atribuciones del Congreso
de la República establecidas en el artículo 100° de la Carta Magna del Estado, para imponer sanción
ejemplar, ha resuelto:
Inhabilitar a don Alberto Fujimori Fujimori, expresidente de la República, para el ejercicio de toda
función pública por diez años."9
Resolución Legislativa,
23 de febrero de 2001.