EL DESARROLLO NUMÉRICO
El crecimiento numérico de la iglesia es una de las dimensiones de su desarrollo
integral. Esta era una característica saludable que estaba presente en la iglesia
primitiva: "Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos" (Hechos
2:47b). Al respecto Juan Carlos Miranda comenta: "Como resultado efectivo de las
actividades individuales y colectivas de esa iglesia, de lo que ello: estaban sembrando,
el Señor les daba crecimiento".
Orlando Costas señala que el crecimiento numérico está relacionado al carácter
apostólico de la iglesia: "La palabra "apóstol* está vinculada a la idea de misión,
movilidad y extensión. En el Nuevo Testamento un apóstol era uno enviado para hacer
discípulos. La iglesia es una comunidad apostólica porque es heredera del mensaje y
el encargo de los Apóstoles". De manera que es bíblicamente correcto decir que una
iglesia sana es aquella que crece y se expande de forma proactiva en el mundo. El
crecimiento numérico de la iglesia no debe ser considerado un hecho casual y
esporádico o algo que es obrado por el Espíritu sin la acción intencional de los
miembros de ella. Por el contrario el crecimiento de la iglesia siempre debería ser el
resultado del trabajo planificado bajo la dirección del Espíritu Santo.
El crecimiento numérico de la iglesia en el Nuevo Testamento se expresa en las
siguientes palabras:
Añadir, aumentar, agregar: son traducciones del griego prostitheemi que denota
la incorporación de una persona a la iglesia (Mateo 6:27; Hechos 2:41, 47, 5:14
y 11:24).
Multiplicarse, acrecentarse, multitud: de los términos griegos pleethuno y
pleethos indican llenarse, tener en abundancia, multiplicarse. Se usan estos
términos para comparar el crecimiento de la iglesia con la multiplicación que
ocurre en los cultivos (Hechos 2:6, 5:14, 6:1, 7, 9:31,12:24; 2 Corintios 9:10).
Mies, siega: Las palabras griegas therizo y therismos eran términos
relacionados a la agricultura. Estos indican la acción final de cosechar o segar,
recogiendo e! fruto del trabajo realizado. El uso de estos términos es en sentido
figurativo comparando a la humanidad como un gran campo donde la cosecha
está lista para ser levantada. Esta cosecha se compone de todos aquellos
hombres, mujeres y niños que oyendo el mensaje del evangelio aceptan vivir
como discípulos del Señor. Jesús empleó en varias ocasiones este término en
sus parábolas y enseñanzas sobre la labor que habrían de realizar sus
discípulos en el mundo: "A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos
(Mateo 9:37); "El que siega recibe su salario, y recoge fruto para vida eterna
(Juan 4:36); "He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque
están listos para la siega" (Juan 4:35b).
EL DESARROLLO SOCIAL
Se denomina desarrollo social de la iglesia al cambio gradual en la aceptación de
la comunidad que rodea a la iglesia hacia la misma. A esto se refiere Hechos 2:47 al
afirmar que los cristianos permanecían: "...teniendo favor con todo el pueblo". Una
iglesia saludable crece en sus relaciones con la gente de la comunidad, a esto se le
llama también ministerio social. Todo lo que la iglesia haga para ministrar a las
personas de su comunidad en sus necesidades incrementará la simpatía de estas
personas hacia los cristianos y hacia el mensaje del evangelio.
La iglesia de Cristo es enviada al mundo para hacer un impacto positivo en la
sociedad. Cuando los cristianos desean el bienestar de las personas en su comunidad
están continuando la labor de reconciliar al mundo con Dios iniciada en el ministerio
de Cristo. El Padre delegó en Cristo la autoridad para "reconciliar" todas las cosas y
Cristo dio a su iglesia este ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:17-19).
EL DESARROLLO CORPORATIVO
El desarrollo corporativo de la iglesia se refiere al crecimiento en los lazos de
comunión entre los hermanos. Esto se expresa en el libro de los Hechos afirmando:
"Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas..."
(2:44).
Jesús enseñó a sus seguidores que debían estar unidos y lo expresó en muchas
de sus parábolas. En Mateo 13:30 encontramos un ejemplo de esta idea: "... Recoged
primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi
granero. La palabra griega que se usa es sunargo, que significa recoger, poner las
cosas juntas, reunir a las personas (se usaba generalmente asociada a la cosecha).
También se usa este término en Mateo 13:47: "Asimismo el reino de los cielos es
semejante a una red, que echada en el mar, recoge toda clase de peces..."
Otro término griego usado por los autores del Nuevo Testamento para describir
este tipo de unidad es "koinonía", que se traduce como "comunión" y literalmente
significa "sociedad", expresando la idea del compañerismo cristiano. En la iglesia los
cristianos deben aprender a compartir muchas cosas:
EL DESARROLLO ESPIRITUAL
Por desarrollo espiritual de la iglesia entendemos el crecimiento de los creyentes
en su relación con Dios. Éste es un tipo de crecimiento interno que transforma al
creyente en un proceso que va desde la infancia espiritual ¡.-Ha madurez, donde
continúa el crecimiento.
Gene Getz, en su libro Refinemos la perspectiva de la iglesia, expone los
propósitos del proceso de edificación de los creyentes, extraídos del Nuevo
Testamento, en seis objetivos específicos a alcanzar:
1. Proveer a los nuevos creyentes con un conocimiento de las doctrinas básicas de
la fe cristiana.
2. Proveer a todos los creyentes con un conocimiento profundo de las Escrituras.
3. Proveer a todos los líderes con experiencias balanceadas del Nuevo Testamento.
4. Equipar a todos los creyentes para el servicio cristiano.
5. Ayudar a los padres a desarrollar una vida familiar di calidad.
6. Desarrollar formas y estructuras contemporáneas en la iglesia que sirvan como
medios para alcanzar estos propósitos objetivos y metas.
Considera además, que aquellas iglesias que dan mucho énfasis al evangelismo,
y no dan la misma prioridad al discipulado, en realidad no están siendo fieles a la
Gran Comisión... "El evangelismo auténtico requiere la asimilación de nuevos
creyentes en la iglesia; la asimilación a su vez, hace necesario el discipulado que
finalmente lleva al evangelismo eficaz."
Basándose en el estudio del modelo de la iglesia de Antioquía, concluye que el
discipulado es un proceso continuo que toma al nuevo nacido en Cristo y le lleva hasta
un ministerio reproductivo, en el que, al igual que en el crecimiento natural de un
bebé, el nuevo discípulo pasa por las etapas de la infancia, las etapas de desarrollo de
la niñez, la adolescencia, la maduración y reproducción. Cada una de estas etapas
tiene sus necesidades y características especiales a las cuales se debe atender.
Las palabras del Nuevo Testamento que indican esta clase de desarrollo es:
1. Conversión. El proceso de perfeccionamiento del creyente inicia en la
conversión. Conversión en el sentido bíblico no es sólo depositar toda la fe en
Cristo, creyendo en Él como Hijo de Dios. "El acto de la conversión se representa
por el verbo hebreo sub y el verbo griego epistrepho, significando ambos "volver
o retomar". La conversión en el Nuevo Testamento se describe como una vuelta
al Señor, abandonando el mal". Para que una persona tome la decisión de
permitir que Dios transforme toda su vida, se requiere de una explicación clara
y lo más amplia posible de lo que implica ser cristiano, a fin de corregir todas
aquellas ideas de "religiosidad" que no demandan compromiso, con que pudiera
haber sido influenciada en su contexto.
En la iglesia contemporánea se escuchan reportes de muchas
conversiones, que en realidad no lo son. En realidad debería hacerse una
distinción clara entre aquellos que habiendo escuchado el mensaje creen en
Cristo y desean conocer más respecto a sus demandas, pero no están listos a
incorporarse a la iglesia y aquellos que realmente han comprendido las
demandas del evangelio y desean ser discipulados para que toda su vida sea
transformada a la imagen de Cristo Jesús.
EL FACTOR PASTORAL
Alguien dijo "el pastor de la iglesia es la clave o el clavo" para el crecimiento. En
otras palabras el pastor que no es un facilitador del crecimiento es un bloqueador del
mismo. "El obstáculo más formidable para el crecimiento es un pastor que piensa de
modo negativo y que es pesimista sobre las oportunidades de crecimiento de su
comunidad1 El tal pastor enseña que la tarea básica de la iglesia es tener cuidado de
aquellas ovejas que ya están en el redil antes de concentrarse en buscar ovejas
perdidas e incorporarlas continuamente al redil".
La imagen que el pastor tenga de su ministerio y la visión que tenga para su
iglesia son factores determinantes en el crecimiento de la iglesia. Todo pastor de una
iglesia creciente tiene un sentido de destino o propósito para su vida y ministerio y lo
transmite a su congregación. Es posible que no tengan una declaración de misión o
propósito por escrito pero sus miembros entienden su responsabilidad en incorporar
nuevos miembros a la iglesia y saben transmitirla efectivamente a los nuevos
creyentes.
EL PASTOR DEBE ENTENDER SU FUNCIÓN
COMO LÍDER ESPIRITUAL EN LA IGLESIA LOCAL
El pastor debe percibirse a sí mismo como líder espiritual de la congregación.
Hay personas que llegan al ministerio pastoral porque son buenos maestros o
predicadores o simplemente porque son fieles, pero sin tener dones de liderazgo. Esto
causa un grave perjuicio a la congregación que se asemeja a un vehículo en marcha
sin nadie al volante.
Las dos palabras bíblicas que describen la función directiva del pastor son:
1. "Kubernesis" o "los que administran" que literalmente se refiere a dones de
dirección o gobierno (1 Corintios 12:28).
2. "Proistemi" que significa: gobernar, dirigir o conducir y también cuidar y
proteger (Romanos 12:8; 1 Corintios 12:28; Efesios 5:22-33; 1 Tesalonicenses
5:12-13 y 1 Timoteo 3:5).
La función del pastor descrita en Efesios 4:11-12 como líder espiritual del
cuerpo de Cristo, "perfeccionar a los santos para la obra del ministerio", se puede
comparar a un entrenador de un equipo deportivo o mejor aún, al director de una
orquesta. No importa como mueva los brazos sino la música que resulta cuando los
miembros tocan coordinadamente. Guillermo Brown, define la tarea del pastor como
sigue: "el pastor debe ser una persona responsable de la buena coordinación y
supervisión del ministerio del equipo de líderes y de toda la grey, con el fin de la
edificación y bienestar de la congregación y el cumplimiento de su misión en el
mundo".
El pastor es entonces el responsable de guiar el crecimiento de su iglesia en
todas las dimensiones, pero para hacerlo ha de valerse de la misma gente que el
Espíritu ha traído a formar parte de esa congregación local, como explica Carlos
Miranda: "Parte del precio que habrá de pagar será que como líderes tendremos que
poner en acción nuestro liderazgo". En esta función principal el pastor se asemeja al
gerente que administra los recursos humanos de una empresa.
Si confeccionamos una descripción de trabajo del pastor principal en base a los
datos que da el Nuevo Testamento, deberíamos incluir dentro de las responsabilidades
principales del pastor las siguientes:
Planificar y coordinar con metas y propósitos bien definidos las actividades y
trabajo de los departamentos o ministerios de la iglesia local. Estos líderes
incluyen a todas las personas que tienen responsabilidades de pastorear,
enseñar, servir, liderar, predicar, administrar, entre otros. C. Peter Wagner dice:
que "un pastor ha de ser un hombre que tenga objetivos claramente definidos y
la capacidad de evaluar de modo sincero y franco los resultados de sus planes y
procedimientos".
Planificar el programa de capacitación para los líderes de la iglesia local. Este
debe incluir preparación teórica para los ministerios específicos pero también
entrenamiento práctico.
La meta de hacer discípulos, desarrollándolos al más alto nivel de preparación
que sea posible para que a su vez sean discipuladores de otros, debe ser la tarea
más importante en la agenda pastoral.
Pastorear íntimamente a su equipo de líderes quienes a su vez pastorean a la
congregación.
EL PASTOR DEBE CRECER EN SU VIDA ESPIRITUAL
Algunos pastores se recargan con detalles incontables del ministerio y no dejan
espacio en su tiempo para cultivar su propia vida de relación con Dios. Esto repercute
en un debilitamiento de su ministerio y en un agotamiento de su propia vida. Sus
sermones carecen de poder y su vida de entusiasmo.
Estar cerca del corazón de Dios le facilitará ver a las personas y amarlas como
Dios las ama.
Los pastores son ante todo servidores y administradores ante Dios (1 Corintios
4:1-5). La fidelidad que Dios demanda de sus pastores no puede ser reemplazada o
sustituida con activismo. El ministerio al cual Dios ha llamado a los pastores requiere
de la sujeción continua a la dirección del Espíritu Santo, quien es el principal escultor
de la vida espiritual de los cristianos. Los ministerios basados en la sabiduría y
sagacidad de seres humanos no tienen el respaldo de Dios y pueden fácilmente
tornarse en grupos sectarios.
EL FACTOR LAICO
Los laicos de las congregaciones juegan un rol fundamental en el crecimiento.
Aunque hemos afirmado que el pastor es la clave principal para el crecimiento, nada
puede hacer si la congregación no desea que este crecimiento ocurra.
Es muy frustrante para un pastor que tiene pasión por el crecimiento, pastorear
una congregación que carece de entusiasmo por ganar a los perdidos. Esto puede
acabar con su ministerio y apagar su llamado. Para evitar malos entendidos es
importante que el pastor exponga su visión del crecimiento de la iglesia cuando están
en las conversaciones del llamado pastoral de manera de poner en claro cuáles son
sus expectativas con respecto al apoyo de la congregación.
Lo mismo ocurre cuando una congregación deseosa de encontrar un pastor que
lidere el crecimiento invita como pastor a una persona que no tiene pasión por los
perdidos. Esto puede ser causa de un decrecimiento lento de la membresía y del
enfriamiento espiritual de la congregación. De manera que es muy importante hacer
algunas preguntas claves a los candidatos pastorales sobre la visión que los
candidatos tienen del ministerio por ejemplo: ¿Cómo piensa usted entrenar a la iglesia
para la tarea del evangelismo y discipulado?; ¿Cuánto tiempo piensa dedicar usted al
pastoreo de los líderes de la iglesia?; ¿Cuáles son las funciones pastorales que usted
delegará en los miembros capacitados de la congregación?; entre otras.
Una de las situaciones que desanima a los laicos a comprometerse con los
programas de la iglesia son los continuos cambios pastorales. En el mismo estudio de
Elmer L. Towns en las iglesias del Nazareno de Estados Unidos citado anteriormente,
se afirma que las iglesias más crecientes tienen un promedio de pastorado de
"veintidós años y un mes". Algunos investigadores del iglecrecimiento señalan que
generalmente se tarda entre siete a doce años para movilizar hacia el crecimiento a
una congregación establecida. Por ejemplo las iglesias de las Asambleas tic Dios que
son de rápido crecimiento tienen un promedio de duración en los ministerios
pastorales de veintidós años. Lo que demuestran estos estudios es que en las iglesias
crecientes, pastores y laicos aprenden a trabajar juntos y resolver sus problemas,
laicos y pastores cultivan la amistad. Estas iglesias pueden desarrollar la visión e
idear planes a largo plazo y tienen paciencia para trabajar en pro de los resultados con
perseverancia.
Lo cierto es que el crecimiento de la iglesia demanda una congregación
dispuesta a pagar el precio. Juan Carlos Miranda41 menciona cuatro aspectos que la
congregación deberá aportar al crecimiento:
1. La congregación debe estar dispuesta a seguir el liderazgo de un pastor que
tiene la visión de crecimiento. En ocasiones los pastores tienen la motivación
y la estrategia pero se encuentran con hermanos que se oponen al crecimiento,
a las metas y a las exigencias de trabajo en el ministerio. Esto ocurre cuando las
personas no tienen pasión por los perdidos. En ocasiones son personas
acostumbradas a que el pastor haga todo el trabajo de la iglesia. Tienen la
percepción de que el pastor es su "empleado" a quien se ha contratado para que
haga los oficios religiosos (ésta es una idea que prevalece en un medio donde la
religión tradicional ha sido la católica romana con su sistema sacerdotal).
EL FACTOR ESPIRITUAL
Otro de los factores que diferencia a las iglesias que crecen de las que decrecen
es el entusiasmo con que los miembros viven su fe. Hay una gran diferencia en el
impacto que el cristiano hace en el mundo cuando vive su fe con entusiasmo o cuando
la percibe como "cumplimiento de deber".
¿Cuáles son las conductas observables para medir el entusiasmo espiritual de
los miembros de las iglesias? Christian A. Schwarz advierte que aprender la sana
doctrina no sustituye el cultivo diligente de una relación personal con Cristo. Para ello
hay que guiar a la congregación a:
Desarrollar una vida de oración. Hay una relación medible entra la cantidad de
tiempo que oran los creyentes con la calidad de vida espiritual y el crecimiento
de una iglesia. En las iglesias crecientes los momentos de oración son para los
miembros una experiencia inspiradora.
El tiempo personal de reflexión en la Palabra influye en el entusiasmo espiritual
de las personas.
Los cristianos deben aprender a transmitir su fe con entusiasmo contagioso. El
entusiasmo espiritual contagioso surge naturalmente de una relación personal
diaria con Jesucristo. Como discípulos de Cristo se nos ha llamado a vivir
expuestos. No podemos escapar a la realidad de que la gente hoy nos examina y
analiza. Un cristiano "atrayente" en este nuevo siglo es alguien que vive su
relación con Dios de modo natural y dinámico; uno que se caracteriza por una
espiritualidad entusiasta, contagiosa y servicial.
COMO CUERPO
Pablo tiene predilección por la metáfora del cuerpo para enseñar algunas
características que hacen única a la iglesia de Cristo entre las demás asociaciones
humanas.
COMO PLANTA
La figura de la iglesia como un plantío de Dios es frecuente en las parábolas de
Jesús y todas ellas hablan de la "vitalidad" que debe distinguir a una iglesia saludable.
La iglesia como todo organismo viviente cuando es sana crece en todas las
dimensiones y se reproduce.
COMO REBAÑO
La imagen pastoril es una de las favoritas de Jesús para ilustrar su relación con
sus discípulos. Desde los días del Antiguo Testamento los judíos se veían a sí mismos
como un rebaño de ovejas, cuyo pastor era Jehová (Salmo 23; Jeremías 13:17;
Miqueas 2:12).
En San Juan 10:1-21, el Maestro, utiliza esta metáfora del rebaño que era bien
conocida por sus oyentes. Al hacerlo, Jesús se identifica con Jehová, pastor de las
ovejas de Israel. Pero el rebaño que Jesús tenía en mente, no abarca solamente a los
judíos, sino a toda la raza humana: "También tengo otras ovejas que no son de este
redil..."(Juan 10:16).
Esta figura es sumamente rica en enseñanzas, cuando conocemos más en
detalle sus componentes y los relacionamos con la iglesia en nuestros días.
EL FACTOR PEDRO:
“DE NINGUNA MANERA, SEÑOR”
La cobardía de Pedro consistía en temor a la muerte y el sufrimiento. Sin
embargo pronto él comprendería que el camino tic la salvación del mundo pasaba por
el camino de la cruz. La tendencia del "yo" es siempre orientada hacia la autodefensa,
la autoprotección, la autosatisfacción, pero el Espíritu Santo quiere movernos a
actitudes totalmente contrarias y opuestas a éstas: el sacrificio voluntario, el darla
vida por la salvación de otros, la renuncia a lodo aquello que por derecho propio nos
pertenece, la elección de una vida semilla contraria a la acumulación material en pro
del avance del reino.
La plenitud del Espíritu dio a ese grupo de hombres vencidos, asustados y
cobardes: audacia, sabiduría y habilidad para testificar.
En estas palabras a Pedro, Jesús enseñó que no todas las personas se encuentran
en la misma etapa de crecimiento y que cada discípulo necesita ser guiado conforme a
sus necesidades en cada etapa de su desarrollo. Es deber del discipulador adaptarse
para dar a todos la atención y cuidado adecuado y no el de los discípulos.
Más adelante, Pedro en sus epístolas hace notar lo importante que fue
para su ministerio esta lección sobre el proceso del discipulado cristiano (1
Pedro 1:1, 2:2, 25).
Con ésta lección Pedro comprendió que los "discípulos estaban en la empresa de
ver vidas transformadas por medio de la obediencia a la Palabra autoritativa de Dios,
hecha posible por el poder del Espíritu dentro de ellos" y que "el discipulado no es una
tarea para endebles espirituales".
LA IGLESIA DE ANTIOQUIA:
"Y FUERON LLAMADOS CRISTIANOS POR PRIMERA VEZ"
En el libro de los Hechos se habla de una iglesia que se destacaba sobre las
demás porque "la mano del Señor estaba con ellos". Nos referimos a la iglesia de
Antioquía. Esta iglesia atraía a los inconversos quienes se convertían en gran número
(versículo 21). Veamos algunas de las características de esta iglesia local:
Fue fundada por el testimonio espontáneo de los laicos.
Ganaban a muchas personas (11:24). Dios convertía a la gente por medio del
trabajo de los creyentes.
Estaban entregados a la oración y ayuno (13:1-8).
Ofrendaban en forma sacrificada y espontánea (11:27-30).
Tenían una visión para el mundo (enviaron a los primeros misioneros: Pablo,
Bernabé).
Había compañerismo entre judíos y gentiles (Gálatas 2:11-12). La sanidad de
las relaciones interpersonales era real. Sus estilos de vida y prejuicios habían
sido transformados por el Espíritu Santo.
Para que exista "misión" propiamente dicha deben darse cuatro aspectos o
condiciones:
1. El que envía debe tener en mente un objetivo o propósito final. Este para qué de
la misión se origina en el Creador. Teológicamente hablando, Dios es el punto de
partida y el ideólogo de la misión. Afirmar que la misión parte de la iglesia no es
bíblicamente correcto.
2. Se requiere un encargo preciso o un plan de acción que especifique el cómo ha
de llevarse a cabo la misión encomendada. Este plan debe considerar las
limitaciones para la acción del enviado, así como los asuntos en que necesita
consultar y en los que puede actuar guiado por el sentido común. En este
aspecto Dios ha dado las estrategias pero también permite que sus enviados
apliquen su creatividad para el mejor ejercicio de la misión. El agente que envía
y el enviado trabajan juntos en el diseño y la implementación de la misión.
Creador y criatura trabajan en armonía para alcanzar los objetivos de la misión.
3. Un enviado (también grupo, familia, pueblo o iglesia) escogido y llamado por
Dios que será el quién de la misión.
4. Este enviado debe ser calificado y entrenado de acuerdo con las características
de la misión encomendada. Dios es quien otorga las "calidades", quien le
entrena y perfecciona al emisario, quien a su vez colabora en el proceso de
preparación.
"El bautismo sería parte importante del discipulado, señalando la inclusión del nuevo
creyente en la iglesia del Señor por medio de la limpieza de pecados. Es de notar que no hay
establecimiento de alguna forma de bautismo. Para los primeros cristianos..."el bautismo era
un rompimiento mayor con su sociedad y una declaración definitiva de su identificación con
el Maestro".
René Padilla opina que la iglesia debe interpretar este mandato de la Gran
Comisión como sigue:
"En conclusión, la Gran Comisión según Mateo 28:16-20 no es un "mandato evangelístico" en
base al cual la preocupación central de la iglesia debe ser la conversión de individuos y el
establecimiento de iglesias. Es, más bien, un llamado que el Señor resucitado hace a la
iglesia a dedicarse a formar hombres y mujeres que reconozcan su señorío universal, se
integren al pueblo de Dios y emprendan un seguimiento de Él que abarca todo aspecto de la
vida humana. E$, en otras palabras, una convocación a participar en la formación de
ciudadanos del Reino de Dios dispuesto a obedecerlo a Id en todo, para lo cual la iglesia
cuenta con la presencia constante del Espíritu ("él otro Jesús") "hasta el fin del mundo".
Comentan también que en el reino de Dios no hay lugar para miembros activos
e inactivos (como se acostumbra clasificar los miembros en algunas iglesias) o para
miembros pasivos. En la iglesia primitiva "...la comunidad en bloque marchaba
unánime porque era en este involucramiento activo que se experimentaba la acción
restauradora del reino de Dios". Esto se ve expresado en los términos: todos; ninguno,
unánimes, juntos, en común (Hechos 2:42 y 4:32-34).
Para Lozada y Angulo la misión de la iglesia es "...glorificar a Dios facilitando la
transformación de la vida de las personas "en todas las naciones"... esto ha de
realizarse reflexionando críticamente en los grupos de discípulos, sobre cómo "reflejar
el propósito restaurador de Dios." La responsabilidad de las iglesias locales es reflejar
el reino en sus estilos de vida y es Dios quien se encargará de añadir nuevos miembros
a ella. La responsabilidad de velar porque los miembros vivan esta calidad de vida,
recae sobre los líderes, quienes deben ser ejemplo para ellos.
La iglesia de los verdaderos discípulos de Cristo ha de ser transformadora de su
contexto, de la misma manera que lo hizo Jesús. En esto consiste el verdadero
discipulado "cristiano", en restaurar las vidas de las personas a la imagen de Cristo,
en el poder del Espíritu Santo, para que éstos a su vez, por amor a su Redentor, se
conviertan en restauradores de las vidas de otras personas. La iglesia primitiva puso
en práctica este discipulado restaurador con un tremendo impacto en su medio como
se ha visto anteriormente.
LA BUSQUEDA DE LA TRASENDENCIA
La gente moderna en su búsqueda desesperada de un ser superior y mejor que
ellos mismos (Dios) se vuelcan a las drogas, el sexo, el yoga, el materialismo, cultos
esotéricos, la nueva era, Etc. ..., en lugar de volverse a la iglesia y encontrar en los
servicios de adoración un verdadero sentido de trascendencia e íntima unión con
Dios. Esto constituye un desafío a la calidad de culto en la iglesia.
PROCLAMACIÓN
Por proclamación entendemos todo lo que la iglesia hace para transmitir
verbalmente el mensaje de salvación a los pecadores. Esto puede ser por medio de la
predicación, el testimonio, el evangelismo personal y también usando medios
audiovisuales como películas, radio, televisión, internet, publicaciones u otros
semejantes.
Para muchos la "evangelización" es la labor principal de la iglesia. Pero una
perspectiva más amplia y bíblica sería considerar que evangelizar es mucho más que
el testimonio hablado. La proclamación no consiste tan sólo en decir a otros lo que
hemos visto y oído, sino que incluye transmitir la experiencia personal con Cristo.
EL CONTENIDO DE LA PROCLAMACION
La evangelización debe ser el anuncio del evangelio completo. La
responsabilidad de la iglesia consiste en transmitir el mensaje completo sin olvidar
ninguno de sus elementos esenciales. Esto requiere de una planificación consciente
en lugar de la improvisación. Ningún maestro o predicador debería llegar al punto de
preguntarse ¿De qué voy a predicar mañana? La pregunta adecuada sería más bien
¿Cuáles son los contenidos que debemos abarcar en las clases o sermones del próximo
año o semestre o trimestre?
LA PROCLAMACION EVANGELISTICA
Sin dudas, el mensaje de Jesús era un mensaje de arrepentimiento (Marcos
1:14,15, Lucas 13:3). La necesidad de dar la espalda al pecado y volverse a Dios era
proclamada por Él con urgencia. El arrepentimiento incluye: reconocer el pecado
cometido, sentir dolor y pesar profundo por ellos y decidir abandonarlos. El pecado
incluye todo lo que hacemos, decimos o pensamos que no está de acuerdo a la
voluntad de Dios.
Es interesante notar cómo la palabra arrepentimiento está literalmente borrada
del pulpito de muchos predicadores de esta época. Estos predicadores presentan un
evangelio "light"-suave- (muy a tono con la era de confort que vivimos), un evangelio
que ofrece mucho y no demanda prácticamente nada, saben que "arrepentimiento" no
es una palabra atractiva. La proclamación de la Palabra de Dios no debe ser
acomodada a lo que a la gente le gusta oír.
¿Quiénes son los responsables de proclamar las buenas nuevas? Es verdad que
algunos de los apóstoles eran los predicadores "oficiales", como Felipe, Pedro y Pablo;
sin embargo la Palabra nos dice que todos los creyentes hablaban y testificaban de
Cristo.
En el Nuevo Testamento se usan indistintamente las palabras "predicaban" o
"evangelizaban".
ENSEÑANZA
En el pasaje de Mateo 9:35 se nos menciona que la primer actividad que Jesús
hacía era enseñar. Jesús no fue principalmente un orador, un reformador o un líder
político, sino más bien un maestro. El más grande maestro que el mundo haya
conocido. Jesús creyó en la enseñanza y usó el método educativo en lugar del método
de los poderes políticos o el de la propaganda, o el de la fuerza, convirtiéndola en un
agente de redención. Era conocido por sus contemporáneos como maestro.
El Señor se preocupó de preparar un grupo de maestros que continuaran su
obra. Ellos cumplieron de tal manera que se nos dice que "los sacerdotes con el jefe de
la guardia del templo y los saduceos (estaban) resentidos de que (Pedro y Juan)
enseñasen al pueblo..." (Hechos 4:1,2). Más adelante, como ellos persistían en
enseñar y habiéndolos apresado nuevamente les recriminaron que habían "...llenado
a Jerusalén de vuestra doctrina..." (Hechos 5:28).
Esta enseñanza tenía por objeto dirigir a los creyentes a una experiencia íntima
y profunda con Dios que resulte en una completa transformación de su vida diaria.
EL MINISTERIO ES UN TRABAJO A
REALIZAR ENTRE TODA LA CONGREGACIÓN
Para algunos autores el significado original del término ministerio se ha
desvirtuado, puesto que, lo que originalmente era una función de toda la iglesia, se
delegó en algunas personas con un ministerio específico al cual la iglesia le contrata,
elige o llama. Es importante recuperar el significado de "ministerio" en el sentido
bíblico que se refiere a "...todas las responsabilidades de trabajo en las iglesias" y no
tan sólo a algunas funciones específicas.
En el libro de los Hechos, ministrar, es cualquier tarea llevada a cabo con el
impulso del Espíritu Santo, las cuales no estaban reservadas exclusivamente a los
apóstoles o ministros ordenados (pastores). Las 16 palabras griegas que describen la
diversidad de ministerios que se mencionan en el Nuevo Testamento han sido listadas
por Pedro Larson. Algunas de ellas como presbuteros (anciano), episcopos (obispo),
poimen (pastor) señalan a un líder de la congregación; pero muchas otras señalan a
cristianos que desempeñaban diferentes responsabilidades ejerciendo sus dones,
como son: keruz (predicador), oikonomos (administrador, mayordomo), diakonos
(siervo, diácono, diaconisa) entre otras.
Lamentablemente en la historia de la iglesia se ha perpetuado la distinción entre
clero y laicos que procede del Antiguo Testamento, destinándose algunos ministerios
exclusivos para los ministros ordenados y alejándose a la gran masa de creyentes del
ejercicio de sus dones y ministerios. Esta tradición invalida el propósito para el cual
Cristo murió, el cual es formar un pueblo santo donde todos sirven como sacerdotes
intercediendo entre la humanidad perdida y el Creador (1 Pedro 2:9-10). En el Nuevo
Pacto la distinción entre sacerdotes y laicos ha caducado.
Es importante recordar que el ministerio o servicio cristiano tiene su modelo en
Jesucristo, quien como afirma Alfred Kuen.. "Monopolizó todos los ministerios y todas
las funciones en el pueblo de Dios del nuevo pacto. Por ello, todo ministerio cristiano
no es más que la continuación del ministerio de Jesucristo por medio de los miembros
de su iglesia. Cristo es la fuente y el autor do todo ministerio en la iglesia: "Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas... (Efesios 4:11)".
En la práctica de la iglesia primitiva cada creyente debía llegar a ser un ministro
y cada pastor era un discípulo en crecimiento. No hay distinción en los requisitos de
consagración, santidad y servicio entre unos y otros. Para Robert Girard lo único que
distingue a los pastores de los "...creyentes sacerdotes..." es que ellos "... tienen dones
particulares destinados a equipar al pueblo de Dios para la obra del ministerio".
Separar a la congregación de la obra del ministerio es un grave error como
expresa Watson:
Pensar en el ministerio como privilegio do unos cuantos dirigentes teológicamente formados, es entender mal la
verdadera naturaleza de la iglesia. Todos los santos, o creyentes, deben estar implicados en la obra del ministerio.
Todos están llamados a servir en el cuerpo de Cristo. Cierto, hay algunos dones y algunos ministerios para personas
especializadas, pero su papel es únicamente formar a los demás miembros para que puedan llevar a cabo un
trabajo concreto en la iglesia. Nadie es un pasajero; todos forman parte de los tripulantes.
LA FORMACION DE MINISTROS ES UNA TAREA PRIORITARIA
En el ejemplo de la iglesia de Antioquía, se puede apreciar la labor de
equipamiento de los santos para la obra del ministerio. Los pastores-maestros, Pablo
y Bernabé, supieron guiar a estos discípulos de Jesús a una consagración total de sus
vidas para el servicio. Michael Green señala que una de las características de esta
iglesia es que estaba abierta a la iniciativa de los laicos. En una iglesia sana en
crecimiento "...cada miembro tiene un trabajo qué hacer distinto y complementario de
aquel que realizan los demás". El propósito de la enseñanza en Antioquía era poner en
marcha todo el potencial de los creyentes para el extendimiento del Reino de Dios.
Después de un año invertido en este propósito, Bernabé y Pablo, se gozaron en los
resultados, cuando estos creyentes les sostienen con fidelidad, mientras ellos
continuaban fundando iglesias en otras ciudades.
En el Nuevo Testamento la responsabilidad de la formación de los creyentes
recaía en el conjunto de líderes de la iglesia local. Este es el llamado prioritario de Dios
para los líderes en cuanto a su función en el cuerpo de Cristo. Para Gene Getz, la
iglesia en el sentido bíblico es un grupo de creyentes que se reúne para la mutua
edificación. De manera que sería bíblicamente correcto medir la autenticidad de una
iglesia, y de su liderazgo, desde el punto de vista bíblico, examinando la medida de
crecimiento y madurez que van adquiriendo sus integrantes.
Los líderes de los ministerios de la iglesia tienen la responsabilidad prioritaria
de formar a las personas para involucrarse activamente en la obra de la iglesia, como
afirma Alfred Kuen: "El objetivo final de todo ministerio es el crecimiento del Cuerpo
hacia la plena madurez, hacia la estatura perfecta de Cristo (Efesios 4:13). Este
objetivo... sólo se puede alcanzar si, por una parte, los encargados del ministerio
especial forman a los cristianos para que puedan desarrollar su ministerio y si cada
uno de estos últimos cumple su ministerio con la iglesia. Parte de la responsabilidad
de estos líderes es proveer ejemplo:
Los dirigentes son particularmente responsables de esto: necesitan enseñar que nada que no
sea la semejanza con Jesús satisfará al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Ellos
deben ejemplifica! el carácter de Jesús, mostrando en su propia vida algo de lo que podría
ser dicho carácter, lo cual significa someter al escrutinio de la luz de Cristo sus hábitos y sus
actitudes. Ellos deben esti mular ese parecido con Cristo en la congregación mediante una
insistencia sosegada pero firme en la oración y el estudio bíblico, en el compañerismo y la
comunión. Dos grandes enemigos de la semejanza de Jesús son el ignorarlo y el
desobedecerlo.
COMUNION
El término griego que corresponde a comunión es koinonía. En el contexto
grecorromano del primer siglo se usaba este término para referirse a una sociedad
comercial, a relaciones armoniosas entre hermanos de sangre; también lo usaban
para describir el tipo de relación que deseaba tener el hombre y la mujer al contraer
matrimonio, pura vivir juntos y compartirlo todo; asimismo para describir la relación
del ser humano con Dios.
En el Nuevo Testamento se usa koinonía siempre con relación a la vida en el
Cuerpo de Cristo, como explica William Barclay: "Koinonía" es lo que liga a los
cristianos unos con otros, con Cristo y con Dios. El cristiano participa en la
experiencia común de gozo y lágrimas; participa en lo divino y en la gloria que será;
debe compartir lo que tenga, pues él sabe que su verdadera riqueza está en aquello
que, generosamente, pone al alcance de los demás".
Lucas describe con éste término la confraternidad entre los primeros cristianos
(Hechos 2:42). Esta comunión dinámica se ve reflejada en que comían juntos,
compartían lo que tenían, se unían en la oración y en la adoración, se daban ánimo los
unos a los otros en medio de las pruebas y se preocupaban por el bienestar los unos
de los otros.
Hay tres ventajas que podemos encontrar en las reuniones de grupos en los
hogares:
1. El trato afectuoso y personal entre los miembros.
2. Evangelismo llevado al seno de los barrios, lo cual facilita que el mensaje sea
aceptado.
3. Hay delegación de liderazgo y participación de los laicos en la tarea pastoral (1
Pedro 2:9). "Los miembros tendrán la oportunidad de desarrollar sus dones, lo
cual dará como resultado un cuerpo que está poniendo en funcionamiento
todos sus miembros, desarrollando así toda la capacidad de actividad que tiene
éste en pro del cumplimiento de su misión".
Juan Carlos Ortiz, quien llevó su iglesia en Argentina a un gran crecimiento por
medio de grupos en los hogares, considera que en la célula se dan cinco componentes:
devoción, discusión, propagación, movilización y multiplicación. Estos cinco
estuvieron presentes en la iglesia de los Hechos. En el capítulo 19 se afirma que "...
Pablo hizo discípulos en Éfeso y ellos llenaron toda la provincia de Asia con el
evangelio". Ellos adoraban al Señor, recibían enseñanza, hacían planes sobre cómo se
extenderían, iban a diversos lugares y fundaron muchas iglesias nuevas, algunas de
las cuales se mencionan en los capítulos dos y tres de Apocalipsis.
Explica también que devoción es: oración, adoración, alabanza, confesión y
quebrantamiento delante del Señor y discusión es la lección de la Palabra. Con
respecto a la secuencia de las lecciones aclara: "No damos una lección nueva cada
semana. Por lo general una lección dura dos o tres meses. ¿Por qué? Porque no
pasamos a una lección nueva hasta que no ponemos en práctica la aprendida. ¿Es
acaso que la Biblia no nos enseña que tenemos que ser hacedores y no tan solamente
oidores?".
Un grupo de discípulos reunido en un hogar provee el ambiente ideal para el
cuidado pastoral, mientras el creyente se desarrolla y madura a semejanza de Cristo,
como afirma Creen: "El grupo casero reducido es el agente primario del cuidado
pastoral, así como el ámbito esencial de la comunión cristiana"
ADORACIÓN
La adoración es uno de los temas centrales del Antiguo Testamento. James
Bartley ha compuesto el siguiente resumen de las enseñanzas del Antiguo Testamento
sobre la adoración:
"...en la revelación registrada en el Antiguo Testamento, establece la adoración como el
primer deber del hombre ante su Creador. El propósito de Dios no es sólo el de traer a los
hombres a una reconciliación con Él, sino que al ser reconciliados con Él lo adoren como el
único y verdadero Dios.
En la creación, Dios estableció el séptimo día como día de descanso de los deberes comunes
y de adoración a su Creador.
Para facilitar la adoración, Dios reveló su plan de morar entre su pueblo escogido en el
tabernáculo, dando instrucciones precisas y detalladas para la construcción del mismo, el
tabernáculo vino a ser el foco de la adoración del pueblo. Luego, todos los ritos ordenados por
Dios tenían el propósito de facilitar la adoración, recordando en forma gráfica quién era Dios
y cuál es la necesidad del hombre de mantener una relación íntima con Él. Así los sacrificios
y altares fueron los medios establecidos por Dios para que el hombre pudiera lograr el
perdón de sus faltas y afirmar su relación con Dios, parte esencial en la adoración. El arca
del pacto y el lugar santísimo, parte del tabernáculo y luego del templo, sirvieron para unir al
pueblo alrededor del culto a su Dios.
Las fiestas anuales y los días sagrados tenían el propósito de traer a los hombres a la
reconciliación con su Dios, o de guiarlos a alabarlo por su bondad. Las ofrendas llegaron a
ser parte integral y esencial de la adoración, representando una expresión de gratitud a Dios
por su bondad y una entrega personal de la vida a él como fuente de "toda buena dádiva y
todo don perfecto".
La obediencia a los preceptos de Dios era la evidencia, de parte del hombre, de que su
adoración era sincera. La adoración sin obediencia, a los ojos de Dios, era una hipocresía.
Jehová se revela como creador y dueño de todo. Es el Dios de todas las naciones y su
propósito es el de reunir a todas las naciones en su reino, un reino universal, en el cual todos
tienen el mismo conocimiento de Dios y la misma oportunidad de adorarlo y servirlo. En el
Nuevo Testamento veremos cómo este propósito eterno de Dios se define con más precisión
en y por medio de su Hijo Jesucristo con el fin de que todas las naciones lo adoren. También
Dios se revela como santo y la santidad de vida es un requisito para rendir adoración a El.
Dios es celoso por su pueblo y no tolera lealtades divididas. Dios se agradaba cuando los
fieles de su pueblo se acercaban a El, con sinceridad y pureza de corazón, con el fin de
adorarlo como el único y verdadero Dios. Mostraba su agrado al recibir la adoración de los
suyos, defendiéndolos, guiándolos y prosperándolos en todas las áreas de su vida.
Todo lo contrario para los que pervertían la adoración, o se negaban a reconocer y a adorar a
Dios según sus instrucciones. Estos eran privados de la misericordia y bendiciones de Dios y
llegaron a ser objetos de su castigo.
Tristemente la historia sagrada presenta a Israel como olvidándose continuamente de su
Dios y de todos sus favores, fácilmente dejándose arrastrar a la idolatría, resultando en
injusticias sociales y toda suerte de perversión moral y espiritual".
LA PREPARACION DE LA ADORACIÓN
¿Cómo se prepara usted cuando va a tener una cita con una persona
importante?
La manera en que nos preparamos para adorar a Dios en nuestro devocional
personal o en el culto congregacional dice qué tan importante es Dios para nosotros.
¿Cuáles son los pasos previos que se deben tener en cuenta para preparamos y
preparar a la congregación para la adoración a fin de que ese encuentro con el Creador
sea provechoso? Mencionaremos cinco elementos:
1. Adorar requiere conocimiento del único y verdadero Dios. Tomar conciencia
de la persona con quien vamos a relacionarnos es el primer paso. Dios se ha
revelado y continúa revelándose de muchas maneras. Contemplar su Creación,
recordar su obra en la vida de las personas, escuchar un himno o coro de
alabanza y principalmente la lectura de Su Palabra nos ayudan a concentrarnos
en la persona de Dios. Es por este motivo que la lectura de la Biblia tiene un
lugar central en el culto cristiano, ya sea individual o congregacional. Ejemplos
Bíblicos:
En Génesis 8:20, Noé construye el altar preparándose para adorar
teniendo en mente que Dios es un Dios fiel, que cumple su Palabra y tiene
misericordia de su creación.
Génesis 17:1, Abraham adora a Dios luego que éste se le revela como el
"Todopoderoso".
Éxodo 34:6-7, Dios se manifestó a Moisés como "compasivo, clemente,
lento para la ira y grande en misericordia y verdad, que conserva su
misericordia por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebelión y el
pecado..." y el relato continúa diciendo que Moisés "se apresuró a bajar la
cabeza hacia el suelo y se postró [adoró]" (Éxodo 34:8).
Josué 5:15, se le indica a Josué entrar descalzo a la presencia del Señor.
Josué se inclina en la presencia de Dios consciente de Su santidad.
Isaías recuerda los atributos de Dios cuando le adora (Isaías 27:13 y
49:6-7).
En Lucas 24:50-53, los discípulos adoran a Cristo cuando ascendió al
cielo teniendo en mente que estaban contemplando al Cristo resucitado.
En Juan 4:24, Jesús enseña a la samaritana que la verdadera adoración
procede del conocimiento del verdadero Dios.
En 1 Corintios 14:25, se recomienda el estudio de la Palabra como efectivo
para movernos al conocimiento del Dios verdadero, comparándolo con la
ineficacia del hablar en lenguas, lo cual no edifica ni motiva a la adoración a
Dios, sino que confunde a los inconversos y los aleja de la revelación de Dios.
2. Adorar requiere tener en mente que somos parte del plan eterno redentor
de Dios. A través de la historia Dios ha llamado a sus hijos a ser parte de su
plan redentor (Génesis 12:1-3). Dios incluye a todos sus redimidos en la
realización de este plan. Para estar realmente conectado con Dios no se debe
ignorar o tener una vista parcial de su plan. Tampoco debemos desconocer los
hechos poderosos de Dios en la historia anterior a nosotros. Como explica
James Bartley:
Al acercarse a Dios para adorar, es importante que el creyente entienda lo que Dios está
haciendo en el mundo, y que todas las acciones y obras de Él están relacionarlas con ese
propósito eterno. La creación del mundo, la formación de Israel, la liberación de la esclavitud
de Egipto, la protección y provisión para ellos en el desierto, la entrada en la tierra prometida
y la venida del Mesías, todo está relacionado con su propósito de redimir a los seres
humanos y formar de ellos un pueblo santo y misionero bajo el señorío de Cristo.
¿Qué le dice a usted esta lectura con respecto a la forma en que preparamos y
nos preparamos para dar culto a Dios?
Compare sus respuestas a la luz de estas siete características de los cultos en la
iglesia de Antioquía que menciona Michael Green:
1. Era ordenado, concluye por el uso del griego leitourgein, liturgia que se traduce
como ministrar. Este término indica un patrón, un orden.
2. Era un culto serio. La centralidad de Cristo era notable en este culto. Era
notable Su señorío sobre sus vidas y el deseo que demostraban en conocer y
encamar la voluntad de Dios en sus vidas. Por ello ayunaban, había un gran
compromiso.
3. El culto se desarrollaba en un espíritu de oración. Estos creyentes daban
prioridad en su vida a la oración y por eso Dios pudo revelarles su voluntad de
llevar el evangelio a otras naciones por medio de Pablo y Silas.
4. Un culto expectante. Estos cristianos llegaban a congregarse anhelando
escuchar la dirección de Dios para sus vidas diarias.
5. Era un culto abierto a la intervención. El programa de culto de esta iglesia era
ordenado pero no rígido. Estaban abiertos a las intervenciones dirigidas por el
Espíritu Santo, por medio de la palabra revelada por Dios a algún hermano, que
ellos reconocían como verdadera.
6. Era un culto carismàtico. Los dones espirituales se ponían en acción para la
edificación del cuerpo.
7. Eran obedientes a la voluntad revelada de Dios. Oraban y ayunaban para estar
seguros de lo que Dios quería que hicieran.
UNIDAD III:
TIPOLOGIAS Y TENDENCIAS DEL DESARROLLO DE LA IGLESIA
En esta unidad se estudiarán algunos modelos históricos y contemporáneos
que nos darán un panorama de cómo la iglesia cristiana ha entendido y ha llevado a
cabo su misión en el mundo.
En este período la separación de funciones entre el clero y los laicos se hace más
profunda. El modelo de organización sacerdotal es el que impera y se establece un
modelo administrativo centralista y autoritario. La gracia divina fluía por medio de los
sacramentos (confirmación, bautismo y eucaristía) y éstos eran administrados-por los
sacerdotes. El camino para el surgimiento del papado estaba preparado.
PROTESTANTISMO HISTÓRICO
El movimiento protestante reprendió severamente el modelo del
"sacerdotalismo" y abogaron a favor del "eclesiasticismo", es decir, la autoridad
centrada en la iglesia.
Pese a que sostuvieron la unidad orgánica de "todos" los cristianos defendiendo
el sacerdocio universal de los creyentes, no llegaron a cuestionar aquellos principios
que llevaron a la iglesia católica a ser lo que era. La iglesia siguió siendo considerada
como plenipotenciaria, o sea, con autoridad en todos los asuntos humanos. Por ende
el poder y la autoridad continuaron centralizados en los obispos. No debemos olvidar
que las nuevas iglesias protestantes surgieron amparadas por el poder político
nacionalista de sus respectivos países y tristemente se volvieron opresivas e into-
lerantes como la Iglesia Católica Romana, llegando a cometer aún crímenes más
horrendos en nombre de Dios, que su predecesora.
Lutero reconoció que hay pecado también dentro de la iglesia, pero nunca criticó
o cuestionó la forma de gobierno y la autoridad central del Papa. Por el contrario
consideró a la iglesia como representante de Cristo en el mundo. Los luteranos a lo
largo de su historia han estado en unión con el Estado.
El Luteranismo se extendió rápidamente por toda Europa y luego Estados
Unidos, llegando hoy día a 12 millones. Los luteranos reconocen sólo dos
sacramentos: la cena y el bautismo. La adoración es litúrgica y se concentra en el
altar. La congregación local es la base del gobierno eclesial y tienen confederaciones
regionales o por países para asuntos legislativos y consultores.
EPISCOPAL
La autoridad central de la organización es el obispo, cuya autoridad procede por
imposición de manos generación tras generación de los primeros apóstoles. La vida de
la iglesia se sostiene por esta gracia que ha pasado de obispos a obispos en la historia
de la iglesia.
Hay dos grados de oficiales bajo el obispo: los sacerdotes (presbíteros) y los
diáconos. Los obispos de alto rango se llaman arzobispos. También tienen una
posición de "arcediano" quien asiste al obispo cuidando de los asuntos de las iglesias
locales en la diócesis.
Esta forma de gobierno es seguida por la Iglesia de Inglaterra y por las Iglesias
Episcopales de América, Canadá y Australia.
EPISCOPALES O DE CONEXIÓN
En este modelo organizativo la base de toda autoridad es toda la congregación.
Todas las iglesias locales que forman una organización dependen del consentimiento
de las otras para tomar acciones. Hay cuatro ejemplos que se pueden citar de este
modelo:
1. Las Iglesias Episcopales Metodistas cuyo centro de autoridad es la Conferencia
General la cual asigna obispos y decide en asuntos doctrinales y organizativos.
Cada obispo coordina anualmente una conferencia en su área, la cual nombra a
los pastores locales y media en asuntos entre las iglesias locales y la iglesia
mundial. También tienen superintendentes de distrito para regiones más
pequeñas. Las iglesias locales tienen muy poca voz en asuntos de la iglesia
general y en los de su propia congregación.
2. En las iglesias luteranas la conexión se hace por medio del estado. Los clérigos
y seglares que gobiernan la iglesia (cuerpo llamado consistorio) son nombrados
por el poder civil. En esta forma de gobierno eclesiástico la iglesia es un sirviente
del estado.
3. En las iglesias presbiterianas la conexión es por medio de los presbíteros,
quienes representan a las iglesias locales. Estos presbíteros son elegidos por
pastores y ancianos y son quienes coordinan la colaboración entre las iglesias
locales. A este cuerpo sigue en autoridad el sínodo y a éste la Asamblea General,
que es la corte más alta de la iglesia.
4. Las iglesias congregacionales deciden por sus propios asuntos y la iglesia global
sólo funge como órgano consultivo. Su organización eclesiástica es muy
parecida a los presbiterianos y procuran que las iglesias se ayuden
mutuamente.
CONGREGACIONAL
Al modelo congregacional se adhieren los bautistas, los discípulos, los
adventistas y otros. Es un modelo surgido del legado apostólico. En el centro de la
organización está la iglesia local como cuerpo independiente y soberano que no
guarda ninguna dependencia de asamblea o cuerpo gubernamental de
representantes. Es un modelo simple y democrático.
Uno de los aciertos más notables de su movimiento fue su sólido plan para el
discipulado de los creyentes. El propósito del discipulado de Wesley, era que los
creyentes crecieran en la perfección cristiana (santidad) y se mantuvieran en ella, para
lo cual no consideraba suficientes las prácticas cristianas o las formas externas de
cristianismo. En su sermón "Casi Cristianos" explica tres cosas fundamentales que se
requieren para ser un verdadero cristiano. Un verdadero cristiano es quien...
1. Ama a Dios... "Tal amor de Dios hincha el corazón, se posesiona de todos los
afectos, llena el alma a plenitud y emplea todas sus facultades hasta el
máximo." Éste es un cristiano gozoso, que se deleita en su Señor, que ha muerto
a toda clase de orgullo y que ya no es esclavo de las cosas del mundo.
2. Ama a su prójimo, incluyendo a sus enemigos. Les ama como a sí mismo,
como Cristo le ama a él.
3. Su corazón ha sido purificado por el Espíritu Santo, por la fe. En él, ha sido
purificado de todo deseo impuro, la soberbia, la ira, todo lo que es contrario a)
amor puro y santo de Dios. Este cristiano, explica, "se gasta en pro de otros" y
sufre todo el mal que los demonios le ocasionen por medio de otros seres
humanos.
Wesley creó las sociedades como respuesta al clamor de las personas faltas de
cuidado pastoral y enseñanza de la Palabra, al observar que donde los nuevos
convertidos no se integraban a una sociedad, pronto se debilitaban en su fe y caían.
También comprendió que su misión era hacer discípulos y para ello, era vital
organizar las sociedades. Calculó que nueve de cada diez convertidos, se volvían a
perder, si no eran instruidos en una sociedad, los cuales se alejaban de Cristo más
que antes.
Juan Wesley entendió que el discipulado es un proceso y que toda la iglesia es
responsable de realizarlo, cuidando los unos de los otros, en cada etapa de
crecimiento de la vida cristiana. De esta manera, muchos laicos, hombres y mujeres
tuvieron la oportunidad de servir al Señor en un ministerio productivo.
En el movimiento wesleyano se organizaron diferentes grupos con diferentes
propósitos específicos:
Las reglas obligatorias para todos los miembros de estos grupos eran:
1. Reunirse una vez a la semana, por lo menos.
2. Llegar puntualmente, a la hora acordada.
3. Empezar con canto y oración.
4. Debían compartir con los demás sus problemas y dificultades, con la mayor
franqueza y claridad posible, a fin de describir el estado de su alma,
mencionando las faltas que hubieran cometido en pensamiento, palabras y
obras así como las tentaciones que hubieran tenido en la última semana.
LA CLASE SELECTA
La clase selecta era el grupo donde se capacitaba a los líderes de las clases y
bandas.
Carlos Parham influenció en los estudiantes del Colegio Bíblico Bethel, (Topeka,
Kansas) quienes se convirtieron en predicadores en campañas de evangelización a lo
largo del país y desde 1906 en otros países de mundo influenciando aún a iglesias
tradicionales como los anglicanos, luteranos, bautistas, metodistas, menonitas,
presbiterianos, entre otras y aún a la iglesia católica Romana. Aún en campos
misioneros el crecimiento de las iglesias pentecostales lleva la delantera.
Patterson provee algunas cifras de los años 1980- 1985.
En 14 naciones de Europa y la Unión soviética (donde el cree i miento es
bastante difícil), 439 mil nuevos miembros.
En Italia (sede del catolicismo) hay 190 mil miembros. Un 66% de los
evangélicos son pentecostales. En Rumania donde la libertad de predicar es limitada
por el comunismo, crecieron de 200 mil a 410 mil en cinco años.
En África hay alrededor de 50 millones de evangélicos, pero en los países del
norte netamente musulmanes sólo un 0.5% de la población es evangélica. Sin
embargo los pentecostales crecieron de 2.195 millones a 4,435,612 miembros en cinco
años.
En Asia, terreno difícil por sus variadas religiones y culturas, los pentecostales
aumentaron en nueve países un 133% (1.256 millones).
En América Latina aumentaron de 5.498 millones a 10.771 millones en 15
países, o sea un 96%. ¡Un millón de nuevos miembros cada año!
Podemos preguntarnos entonces ¿Cuáles son los factores por los cuales las
iglesias pentecostales crecen tanto a nivel mundial?
¿Podemos aprender algo sobre desarrollo de la iglesia observando cómo
trabajan ellos en vez de conformarnos con criticarles o esforzarnos en no ser
confundidos con ellos?
Claro que esto es difícil, puesto que no estamos hablando de una sola
denominación. Dependiendo del campo misionero hay hasta 125 grupos
pentecostales diferentes. Además necesitamos de una actitud madura para seguir el
consejo del apóstol Pablo "examinadlo todo y retened lo bueno" (1 Tesalonicenses
5:21).
F.W. Patterson ha listado seis factores que han hecho posible este fenomenal
crecimiento:
"1. La obra pentecostal ha sido principalmente con los pobres.
Jesús prestaba atención especial a ellos. Los pobres son los más aptos para responder al
evangelio. Siempre habrá multitudes de ellos que necesitan el evangelio. .
2. El evangelio que predican los pentecostales es sencillo y cristocéntrico. Apelan tanto a la
emoción como a la razón; pero dependen del Espíritu Santo para dar la cosecha.
3. Con frecuencia alistan a los conversos enseguida como miembros asociados pendiente de
su adoctrinamiento y bautismo.
4. La organización eclesiástica de los pentecostales es sencilla.
Por lo tanto las congregaciones, aunque sean pobres, pueden sostenerse. No dependen en
grado apreciable de ayuda foránea. Fomentan iglesias autóctonas.
5. Animan a los miembros a que den una expresión abierta de su fe, tanto en los cultos como
fuera de ellos.
6. La oración ferviente y la dependencia del Espíritu Santo son elementos básicos en su
evangelización. En Corea del Sur, un aumento del 217 por ciento en cinco años fue el más
grande informado por los pentecostales. Los pentecostales coreanos suelen levantarse
tempranito y van a sus templos para dedicar una hora a la oración en camino a sus labores.
De esta manera se preparan para dar testimonio de Cristo todo el resto del día".
IGLECRECI MIENTO:
McGAVRAN, PETER WAGNER
Dentro de la misionología hay una disciplina que estudia el "crecimiento de la
iglesia." Aunque hay estudios anteriores, la teoría moderna data de 1955 cuando
Donald A. McGavran publicó "The Bridges ofGod" (Los puentes de Dios). Su revisión
final sobre su teoría se encuentra publicada en "Understanding Church Growth"
(Comprendiendo el crecimiento de la iglesia) publicado en 1980.
Sus publicaciones se basaron en investigaciones del crecimiento de la iglesia en
el tercer mundo. Peter Wagner adaptó esta teoría a la iglesia norteamericana
aplicándola especialmente al planta- miento de iglesias y la comunicación del
evangelio.
Los énfasis mayores de esta teoría de crecimiento de la iglesia son:
1. El compromiso con el crecimiento de la iglesia es fidelidad a Dios (Mateo 16:18;
2 Pedro 3:9). Debemos dejarnos usar como instrumentos de Dios para lograrlo.
2. La investigación sumada a la base bíblico-teológica revela cómo crecen
realmente las iglesias y ayudan a enfocarse en los factores que producen
crecimiento.
3. Descubrir y desarrollar los dones para ponerlos en práctica debe ser de alta
prioridad en el programa de la iglesia (sacerdocio universal de los creyentes).
4. El evangelismo personal o masivo debe entenderse como hacer discípulos e
incorporarlos en la iglesia como testigos responsables (Mateo 28.19).
5. El principio de las unidades homogéneas. La comunicación del evangelio circula
por las redes de relaciones de las sociedades y subculturas, pero también cruza
barreras culturales y lingüísticas con mayor dificultad.
6. La fidelidad a la misión exige que las iglesias planten iglesias en todos los
grupos sociales y culturales, desarrollando estrategias para cruzar las fronteras
culturales.
7. El concepto de receptividad dice que hay grupos más sensibles o abiertos al
evangelio que otros. La responsabilidad de la iglesia es cosechar lo más posible
en estos campos abiertos mientras desarrolla estrategias para abrir los grupos
cerrados al evangelio.
McGavran por su parte investigó las iglesias en los Estados Unidos y descubrió
siete características de iglesias crecientes:
1. Tienen metas de crecimiento a un año, 5 años y 10 años. Estas metas las ponen
los líderes luego de pasar semanas orando y analizando el estado de la iglesia
(un retiro espiritual es propicio para este fin). Las metas deben ser razonables y
todos los ministerios tienen que estar unidos.
2. Usan bien el tiempo de los líderes, el de los programas y el de los hermanos.
3. Los miembros están comprometidos con el discipulado de los nuevos
convertidos.
4. Hay compañerismo en grupos pequeños.
5. Tienen estrategias de evangelismo personal y masivo, o sea, no tienen sólo una
forma de evangelismo sino variedad.
6. Diversidad de ministerios para satisfacer las necesidades del contexto.
7. Tienen un plan de entrenamiento para sus líderes.
McGavran también descubrió que los líderes de iglesias crecientes tienen ciertas
características especiales:
Consagrados,
Visión más avanzada que los demás.
Tienen convicciones bíblicas en cuanto a la salvación del hombre: El ser
humano está perdido sin Cristo.
Están dispuestos a dedicar tiempo al evangelismo cada semana.
Tienen preparación básica en evangelismo y Biblia (cursos de capacitación).
Hay supervisión de los líderes superiores en cuanto al alcance de las metas
fijadas. Se sujetan a sus líderes, los escuchan, analizan juntos sus errores o
derrotas.
Sobre todo: oración específica.
EDIFICAR A LA CONGREGACION
Warren clasificó a las personas según su grado de compromiso con los
propósitos en cinco niveles que van desde la comunidad alrededor de la iglesia, la
multitud de asistentes, la congregación de miembros, los cristianos comprometidos
con los ministerios y el núcleo compuesto por todos aquellos que tienen alguna
responsabilidad de liderazgo.
En su iglesia hay reuniones específicas cuyo propósito es llevar a los miembros
a un mayor compromiso y entrenar a los comprometidos para los ministerios. Entre
estos programas tienen clases para nuevos miembros, grupos pequeños de
compañerismo.
Warren afirma que mientras las personas crecen espiritualmente también van
creciendo en compromiso con Dios. Los hábitos saludables se deben ir estableciendo
en la vida de los nuevos cristianos: Tiempo diario con Dios, ofrenda y diezmo,
compromiso con un grupo pequeño.
El núcleo de liderazgo necesita ser equipado para que ellos puedan ministrar a
la congregación. Para moldearlos Warren tiene un programa que se enfoca en los
siguientes temas: dones espirituales, desarrollar la pasión, desarrollo de habilidades,
desarrollo de la personalidad. En su iglesia se ayuda a la gente a descubrir el
ministerio para el cual Dios les ha diseñado, permiten a la gente que sea creativa para
desarrollarlo y que cambien de ministerio sin sentirse culpables.
Su consejo a los pastores es: "Concéntrate en edificar a la gente, Dios edificará a
la iglesia".
IGLESIAS CELULARES
Las iglesias celulares son aquellas que tienen un fuerte énfasis en el programa
de células o grupos pequeños que se reúnen en los hogares de creyentes. Sobre este
modelo citaremos al pastor Larry Stockstill, pastor de la iglesia Bethany World Prayer
Center de Beker, Louisiana, Estados Unidos.
El pastor Stockstill llevó a su iglesia en cinco años a 6 mil miembros por medio
de una multiplicación intencional de células y líderes laicos. En 60 meses su iglesia
pasó de 25 a 600 células. Este pastor relata que su visión de una iglesia celular se
formó por la voz de Dios y el ejemplo de iglesias alrededor del mundo que estaban
creciendo por medio de esta estrategia celular siguiendo el modelo de la iglesia
primitiva. Pero él tuvo que guiar a su iglesia a un cambio de paradigmas. Junto a sus
líderes realizó un análisis de los ministerios de la iglesia para descubrir y recortar
aquellos que se estaban robando la energía de la iglesia, las finanzas y el tiempo de las
personas, pero que no les estaban ayudando a cumplir con la Gran Comisión. Luego
reenfocaron estos recursos en abrir nuevas células y en capacitar líderes para ellas.
El descubrió que este modelo ofrece las siguientes ventajas:
Facilita la formación de equipos ministeriales.
Los creyentes se vuelven más productivos y comprometidos.
Las células son centros de discipulado.
Las células son centros de evangelismo efectivo.
Todos los que amamos la obra de Dios deseamos verla crecer fuerte y saludable.
Este deseo proviene del corazón mismo de Dios y es sembrado por el Espíritu Santo en
el corazón de sus hijos. En ocasiones ocurre que en la iglesia trabajamos mucho y con
buenas intenciones, pero los frutos que se recogen son escasos. En nuestro afán
tratamos de copiar estrategias y modelos que están resultando en otras iglesias, pero
nos sorprendemos al evaluar los resultados y nos preguntamos ¿Por qué no resultó?
¿Qué hicimos mal?
Esta sensación de fracaso es compartida por muchos líderes cristianos. Para
Christian Schwarz el problema es que hemos olvidado que la iglesia es un organismo
vivo que no funciona como una máquina. En la Biblia se compara a la iglesia con
cosas vivas como una siembra, un rebaño, un cuerpo humano. En la naturaleza todo
ser vivo sano crece, esto nos enseña que el crecimiento de la iglesia ocurre
naturalmente cuando está saludable. Como todo organismo viviente, la iglesia tiene
que nacer, alimentarse, ejercitarse, educarse, cumplir con el propósito para lo cual fue
creada por Dios y reproducirse.
Cuando comenzamos a ver la iglesia»*como un organismo viviente, nos damos
cuenta que debemos hacer algunas preguntas de manera diferente. En vez de
preguntar ¿Cuánto ha crecido la asistencia a los cultos?, nos preguntaremos... ¿Cómo
podemos crear condiciones que permitan desplegar el potencial de crecimiento de la
iglesia?
En esta unidad veremos entonces cómo diseñar una estrategia de desarrollo
para la iglesia, enfocándose en los problemas de fondo que tienen que ver con la
"calidad de vida" de la congregación. Desarrollar el potencial de la iglesia requiere de
un plan de crecimiento integral. Comenzaremos entonces desenmascarando algunos
de los "virus" ocultos que impiden el desarrollo de la iglesia.
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DIAGNÓSTICO DE LA IGLESIA
Una buena manera de comenzar el diseño de una estrategia de crecimiento para
la iglesia es haciendo un examen de "calidad". De manera que no son sólo los números
los que nos interesan, aunque los números son importantes, pero nuestro diagnóstico
irá más allá a fin de medir la calidad de vida cristiana de la congregación.
Para hacer un diagnóstico de la iglesia local debemos observar aquellos
"indicadores de salud" que son determinantes para evaluar el "estado de salud" o la
"calidad" de la iglesia. La guía que se ha elaborado para este diagnóstico se enfoca en
ocho características sanas y deseables para una iglesia. Estas ocho características
cualitativas de las iglesias crecientes se repiten en todas las culturas, lo cual quedó
comprobado en el estudio publicado por Christian A. Schwarz realizado en más de mil
iglesias, en 32 países, de los cinco continentes.
A continuación se explica brevemente cada una de estas características seguida
de una guía de preguntas para evaluar cómo se encuentra la iglesia local en ese
aspecto. Cada una de estas características es de igual modo importante para la salud
de la iglesia. De manera que los líderes son responsables de desarrollar una iglesia
saludable en cada una de estas ocho áreas.
Algunas iglesias son más fuertes en algún área que en otras, pero esto es
normal, puesto que cada iglesia tiene características especiales y dones específicos
que Dios le ha concedido para ministrar a su comunidad. Es por ello que Schwartz
descubrió que no ha sido de mucho provecho para una iglesia tratar de ser una copia
de otra congregación. Pero comprobó que cada una de las ocho características están
presentes en las iglesias que crecen, mientras que las que no estaban creciendo o
estaban decreciendo estaban muy débiles en al menos una de las ocho características
y esto detenía el crecimiento natural de esa congregación.
Al terminar de realizar el diagnóstico, se proponen ideas de medidas correctivas
para cada aspecto donde se hallaron deficiencias.
LIDERAZGO CAPACITADOR (EFESIOS 4:12)
Los líderes de iglesias saludables entienden que Dios les ha concedido
autoridad, no para hacer ellos la mayor parte del trabajo del ministerio, sino para
invertir la mayor parte de su tiempo en el discipulado, la delegación de tareas y la
multiplicación de líderes.
Los líderes de estas iglesias invierten su energía en preparar a otros para hacer
la obra del ministerio. Ellos han comprendido que la iglesia, al igual que un árbol de
naranjas, no tiene como meta principal de su existencia producir naranjas, sino
reproducirse en otros árboles de naranja a fin de que cuando su vitalidad mengüe y su
vida se extinga, continúen existiendo árboles de naranjas.
Una iglesia saludable se reproduce en todas las dimensiones: los discípulos
ganan otros discípulos; los maestros entrenan otros maestros; los líderes entrenan
otros líderes; los pastores entrenan otros pastores; las iglesias fundan iglesias hijas y
las hijas engendran a sus nietas. Esta inversión tiene un efecto multiplicador muy
saludable para la iglesia puesto que compartir la fe y la práctica del ministerio es la
mejor manera de garantizar la continuidad de una congregación en el tiempo.
No debe sorprendernos encontrar que en las iglesias con crecimiento acelerado
es frecuente encontrar que los líderes no dedican gran cantidad de tiempo al
desarrollo de sus propios líderes y ministerios. Sin embargo, lo que ocurre
generalmente en las iglesias de crecimiento rápido es que las expectativas de los
miembros es que sus líderes inviertan tiempo y energías en la capacitación de sus
miembros que ministran en diversas áreas. De manera que, aunque ésta sea un área
muy comúnmente descuidada por el liderazgo, si se puede corregir, redundará en
mejores resultados en cuanto a la calidad del crecimiento.
ESTRRUCTURAS FUNCIONALES
Las estructuras y organización interna de una congregación son útiles cuando
están diseñadas en función de los objetivos por alcanzar. No existen "por que sí", más
bien, son evaluables constantemente para ver si cumplen el objetivo o no.
Las iglesias altamente tradicionalistas y qué resisten los cambios en la forma de
hacer las cosas son las que tienen menor calidad y menor crecimiento.
En las iglesias saludables los diferentes departamentos o ministerios trabajan
con objetivos comunes y se complementan entre sí. Por ejemplo: Si la Juventud
Nazarena Internacional -JNI- está planeando un proyecto comunitario (como limpiar
la calle) el ministerio de compasión puede ayudar a este proyecto, pues tienen dones
complementarios y objetivos comunes. En la naturaleza, a este fenómeno se le llama
"simbiosis", o sea, distintas especies trabajan juntas y se ayudan mutuamente. El
modelo competitivo, donde el mejor se lleva el premio y el del monopolio, donde
dominan unos sobre otros, no son aceptables en la iglesia saludable donde se "aman
los unos a los otros".
En las iglesias saludables los dones, los ministerios y los proyectos se benefician
mutuamente y retroalimentan. Un ejemplo de esto podemos verlo en la naturaleza en
la relación entre las plantas y la tierra. La tierra ofrece a las plantas los nutrientes
para crecer, pero al mismo tiempo las plantas envían a la tierra sus hojas secas para
que éstas, al desintegrarse, devuelvan a la tierra sus nutrientes. En la iglesia se suele
descuidar este factor natural muy importante. Por ejemplo, si se buscan donantes
para un proyecto misionero, lo natural sería enviar información de cómo se han usado
esas donaciones y con qué resultados, a fin de bendecir la vida de los donantes y
seguir motivándoles a contribuir al proyecto.
La iglesia, al igual que la naturaleza, también debe organizarse en forma
funcional. En la naturaleza no hay detalles descuidados, todo tiene su razón de ser y
todo lleva fruto. Cuando una especie no se procrea pone en peligro la supervivencia de
todos los demás. Los frutos evidencian además la calidad de los progenitores (Mateo
7:16).
Schwarz descubrió que las iglesias saludables se concentran en dar frutos
buenos, mientras que las de baja calidad ¡ni estaban siquiera llevando un registro de
la asistencia a los cultos!
CULTO INSPIRADOR
En las iglesias crecientes la experiencia de adoración es donde la presencia de
Dios y la guía del Espíritu se hace evidente, por medio lie la predicación, la alabanza
(basada en la enseñanza bíblica) y contextualmente pertinente, oración fervorosa,
atmósfera reverente y expectante de la presencia de Dios.
En otras palabras, la experiencia de participación en el culto debe ser una
experiencia "inspiradora" para los presentes. Por inspiradora se refiere a que las
personas sientan que el Espíritu ha estado presente y ha reconfortado sus vidas. Las
personas dicen al salir: "qué lindo culto"; "me agradó mucho este servicio... ".
Las personas que ven el asistir a los cultos como un deber cristiano no están de
acuerdo con esta forma de evaluar los servicios. Sin embargo en las iglesias crecientes
las personas asisten a los cultos porque esperan encontrar algo que les satisface: una
experiencia agradable e inspiradora. El mismo entusiasmo y expectativa con que la
gente llega al culto genera un clima positivo y gozoso en la reunión.
Al contrario de lo que algunos piensan, los factores que agradan a los sentidos
(u hombre exterior) como son: un local arreglado con gusto, un ministerio de
recepción y bienvenida a los visitantes; una presidencia del programa bien preparada;
una secuencia conveniente en las partes del culto; contribuyen a que las personas
"disfruten del culto", o sea que el culto que le brindan a Dios es una experiencia gozosa
y enriquecedora para sus vidas. El culto les ayuda a crecer en su semejanza a Cristo,
les ayuda a tener un encuentro con el Dios vivo y les prepara para salir nuevamente a
servir en el mundo.
CÉLULAS INTEGRALES
Los grupos celulares constituyen el ambiente donde los creyentes aprenden a
servirse unos a otros y a servir al mundo con sus dones. En las células se lleva a cabo
mucho de aquello que nos distingue como iglesia de Cristo.
Los grupos facilitan la multiplicación de ministerios y servidores y hacen más
accesible a los inconversos la entrada al Cuerpo de Cristo.
Las células o grupos pequeños son también un buen ambiente para el discipulado
cristiano.
Estos grupos resultan ser poderosos como impulsores del crecimiento cuando en
ellos no sólo se exponen las verdades bíblicas, sino que se las relaciona con hechos
concretos de la vida diaria de los creyentes y se da espacio para las preguntas que
realmente preocupan a las personas.
En las iglesias saludables se promueve la multiplicación de los grupos celulares.
RELACIONES AFECTIVAS
La atmósfera de las iglesias crecientes es una de calidez y bienvenida. Las
relaciones entre las personas son positivas, el trato es amable y desarrollan lazos de
amistad. Comparten tiempo fuera de las actividades de los cultos y se expresan el
afecto mutuo.
El amor que irradian los cristianos es una fuerza atrayente mucho mayor que
cualquier programa evangelístico, basado en modelos verbales (discursos no tienen el
mismo efecto que la práctica diaria del amor). El amor bíblico es fruto, es acción más
que palabras.
LIDERAZGO
Hasta fin de año nuestro pastor debe ser descargado en un 20% de sus labores
habituales, para poder dedicar más tiempo a su equipo de líderes.
ESTRUCTURAS Hasta finales de diciembre, habremos establecido los dirigentes para cinco
células.
CULTO A partir del próximo año, celebraremos en las noches del último domingo de cada
mes, un culto enfocado en los no creyentes.
RELACIONES Por tres meses, se tratarán en las clases y las células, el tema “ama a tu prójimo
como a tí mismo y hazlo cada vez que tengas oportunidad". Al finalizar este tema,
se espera que cada participante pueda decir: “me gusta cada vez más pertenecer
a esta iglesia".
ORGANIZACIÓN
Nuestro Dios es un soberano organizado. Todo en su creación tiene un orden y
un propósito. Todas las cosas creadas son interdependientes y sujetas a leyes
naturales. En las figuras de la iglesia hemos visto cómo la iglesia se compara con
"cosas" organizadas. El cuerpo humano es un conjunto de órganos funcionando en
perfecta armonía, lo mismo un plantío, un pueblo y los demás.
Las iglesias del Nuevo Testamento estaban organizadas. Al inicio usaron el
modelo de organización de las sinagogas judías, luego la diversidad de ministerios
hicieron que esta organización se volviera más compleja y funcional, por eso se
establecen: ancianos (Hechos 14:23); diáconos (Hechos 6:1-6); diaconisas (Romanos
16:1).
También se escriben normas para procedimientos de adoración y testimonio (1
Corintios 14:40).
COSTRUYENDO UN ORGANIGRAMA
Toda iglesia debería tener un organigrama que represente las funciones de cada
uno. El organigrama no sólo ayuda a que cada uno pueda entender su rol dentro del
cuerpo, sino que deja bien claro los niveles de autoridad, responsabilidad y de
interdependencia de los diferentes ministerios.
La forma en que la iglesia está organizada dice mucho de los deseos que ésta
tenga de crecer y desarrollarse. Las estructuras que están orientadas hacia sus
necesidades internas y cuyos pastores toman las decisiones guiados por el consenso
de la congregación no llegarán muy lejos. El pastor de no crecimiento es el que se con-
forma con cumplir el rol para el cual la congregación le ha "contratado", o sea proveer
"mantenimiento". A los creyentes se les requiere un bajo compromiso. La mayoría de
los miembros nuevos de esta iglesia provienen de los niños crecidos de la congregación
o lo que se denomina crecimiento "biológico".
Pero las estructuras orientadas en la tarea por hacer (misión) son las que
obtienen mayor crecimiento. Los miembros de esta iglesia tienen un alto compromiso.
Hay mucha gente involucrada en la obra de la iglesia. En estas iglesias el pastor toma
las decisiones guiado por la visión y las actividades de la iglesia están orientadas a la
comunidad. La mayoría de los miembros que recibe esta iglesia provienen de nuevos
creyentes discipulados.
La forma en que la iglesia se organiza debe estar entonces orientada a la
producción de discípulos como afirma Dawson Trotinan, fundador de Los Navegantes:
"La actividad no sustituye la producción. La producción no sustituye a la reproducción.
Cualquier ministerio en el que estemos implicados debe ser reproductivo".
DELEGAR FUNCIONES
Ningún pastor puede hacer todo el trabajo de la iglesia. Ninguna junta local o
cuerpo de diáconos es capaz de lograrlo. D. Prime afirma: "Donde no existe delegación
todo funciona lentamente y llega a la paralización."
Todo acto de delegación implica un riesgo pero... negarse a ella es atarse a
obligaciones secundarias, a veces triviales, que impiden al dirigente cumplir
eficientemente su misión primordial (Éxodo 18:13-27, Hechos 6:1-6).
Las personas a quienes vamos a delegar deben llenar ciertos requisitos básicos
como son: (a) Fe reconocida, buen testimonio; (b) Sentido de responsabilidad, celo y
perseverancia; (c) Capacidad, aunque sólo sea potencial para la tarea que se le va a
asignar.
Delegar requiere delimitar o precisar el campo de acción (lo que va a hacer) y el
marco temporal (tiempo de su función). Por lo general la permanencia prolongada en
un puesto agota las ideas y la obra puede debilitarse. Otros líderes más talentosos
pueden surgir.
No es provechoso cambiar a un líder que está haciendo bien el trabajo, pero sí es
saludable relevar a los funcionarios cuando muestran ineficiencia o negligencia (luego
de un proceso de tratar de animarlo pastoralmente y procurar que la transición sea
constructiva). De ser reubicado este líder en otra función es conveniente asegurarse
de que no se repita la experiencia anterior. Es importante que cada persona tenga una
descripción de responsabilidad donde se incluya:
El nombre de la tarea o función, por ejemplo: Maestro ayudante de clase cuna.
Fecha en que se le asigna dicha función.
Objetivos de este ministerio, por ejemplo: cuidar de los bebés y enseñar los
rudimentos de la Biblia.
Ejemplo de tareas: Por ejemplo: buscar y llevar niños a sus hogares, preparar la
lección, ordenar la sala de clase, oración por los bebés y sus familias, asistir a
cursos de capacitación, entre otros.
Personas de referencia: Responsable ante...; coopera con...
Dones espirituales que tiene.
Aptitudes, habilidades o intereses.
Tiempo que va a emplear, determinar por ejemplo: tiempo para preparación,
tiempo con los niños, tiempo en reuniones, tiempo en capacitación.
Duración de esa tarea, por ejemplo: hasta enero 2006.
EL ENTRENAMIENTO DE LA IGLESIA
¿Por qué capacitar a la gente para la obra del ministerio en la iglesia local?
Veamos la opinión de algunos autores especializados en libros de discipulado al
respecto:
Para que la fuerza laica que hoy duerme en las iglesias pueda ser puesta en
acción, se requiere de un cambio de actitud de los pastores. Para Ralph Neighbourg
éstos son la clave para que las cosas se inviertan. En primer lugar, se requiere
cambiar el mensaje, rescatando los principios bíblicos de la responsabilidad de la
evangelización que recae sobre todos los creyentes y poner énfasis en lo que significa
aceptar el señorío de Cristo. En segundo lugar, se requiere que los pastores "...se
retiren a una posición secundaria y se conviertan en humildes servidores que provean
a cada hombre, mujer y niño, del equipo necesario para que ellos sean ministros".233
Para Waylop Moore, la mejor forma de movilizar a la iglesia, es desarrollar un
plan de discipulado por las siguientes razones: Su alcance hacia las personas es
ilimitado; es el ministerio más flexible; es la forma más segura de movilizar a toda la
iglesia para la evangelización; da mayor fruto a largo plazo que los demás ministerios;
provee liderazgo local centrado en Cristo.
El discipulado es una estrategia cíclica, los nuevos son discipulados y
adiestrados para multiplicarse y adiestrar a otros discípulos, quienes a su vez
repetirán el proceso.
Para Keith Phillips, autor de "Id y haced discípulos", el discipulado debe
entenderse como un proceso de edificación, transformación y fructificación...
"El discipulador sabe que su labor continúa hasta que su discípulo se convierte en un
creyente espiritualmente maduro y reproductor. Tiene que invertir una gran cantidad de
tiempo en su discípulo y dar una atención individual a sus necesidades. El discipulado es
una reproducción de calidad que asegura que el proceso de multiplicación continuará de
generación en generación".
Ralph Neighbour, quien dedicó trece años de su vida a entrenar a otros cristianos
para compartir su fe con otros, en su libro: Contacto en el Espíritu, afirma, que el
problema por el cual los creyentes no quieren ganar a otros, es un problema de
egoísmo, lo cual puede corregirse con un adecuado plan de discipulado bíblico.
Para Neighbour, la disposición para evangelizar, fluye naturalmente en aquel
creyente que ha nacido del Espíritu. Pero ese impulso natural, se ve a menudo frenado
por una mala comprensión del concepto de evangelismo, que entiende que éste es
responsabilidad de los ministros "profesionales". Otro error común que viene a
agravar el problema, es la presuposición incorrecta de que los laicos existen para
"sostener" a los pastores, para que hagan el trabajo del ministerio. Esta teología,
explica Neighbour, no es bíblicamente correcta, ".. .Todo integrante del laicado es un
ministro... todo cristiano es un ministro..." Luego se pregunta: "¿Cómo terminar con
un cónclave de ministros profesionales que controlan la vida de la comunidad
cristiana, que manejan las estructuras denominacionales y que estimulan al laicado a
permanecer en su lugar de siempre para observar cómo ministran ellos." Encuentra
que la solución está en enseñar una teología adecuada, pues "la teología incuba
metodología".
En esta etapa que puede durar de cuatro a seis semanas, el nuevo creyente debe
"enamorarse de Cristo". En los tiempos bíblicos la oración se consideraba como una
señal del nuevo nacimiento. Ananías prueba el cambio operado en la vida de Saulo,
afirmando "he aquí, él ora" (Hechos 9:11). El deseo de tener comunión con el Padre
celestial es puesto en el corazón del nuevo creyente por el Espíritu Santo. Los nuevos
cristianos eran enseñados, por el ejemplo de otros, a perseverar en la oración (Hechos
2:42). Ellos también eran enseñados en los asuntos prácticos de la oración, por esto
transmitieron lo que Jesús les enseñó en los evangelios.
Para Henrichsen crear el hábito de orar es la parte más dura, pero la más
importante en el entrenamiento del nuevo discípulo. Con este propósito él recomienda
oraciones registradas en la Biblia como en Efesios 1:15-23 y 3:14-20.
El bautismo en la iglesia primitiva no era sinónimo de unirse como miembro de
una determinada denominación, ni un testimonio de que la persona ya había
ordenado su vida de acuerdo a la nueva fe. El bautismo es un testimonio público de
que la persona ha nacido de nuevo y que ha puesto su fe en Cristo para salvación.
También significaba que el nuevo creyente se sometía a la iglesia para ser guiado y
discipulado en la nueva vida.
EJECUCIÓN DE LA MISIÓN
El pastor es la persona clave en la movilización de la congregación. Dios usa
personas para guiar a la congregación en el crecimiento.
Esta función del liderazgo está comprendida en el significado de la palabra
"obispo". El obispo o pastor es la persona que tiene la responsabilidad de involucrar a
otros en el trabajo del ministerio y de vigilar además que lo hagan bien.
Movilizar es también una parte importante del equipar a los santos. En el
sentido bíblico la preparación ministerial siempre es una combinación de práctica de
misión que refuerza y consolida el aprendizaje de tipo intelectual. Quien está siendo
equipado participa en la misión. El perfeccionamiento o aprendizaje de las artes
ministeriales nunca es un fin en sí mismo, sino una herramienta para involucrarse
activamente en la obra del ministerio.
El conjunto de los miembros con sus dones respectivos, debe ser coordinado
para que la iglesia cumpla el propósito de Dios, el cual consiste en el crecimiento del
cuerpo de Cristo en todas sus dimensiones. Esto sólo puede lograrse mediante una
conducción inteligente que sepa organizar la iglesia integrando a todos los miembros
en un proyecto común.
Una iglesia departamentalizada donde los líderes tienen agendas y objetivos
independientes de los demás y del conjunto, no refleja la armonía del Cuerpo
funcionando junto que nos muestra la Palabra.
Como afirma Guillermo Brown: "El valor del trabajo de un pastor se mide, no en
el atractivo de sus sermones, sino en la eficacia de los ministerios de los creyentes bajo
su cuidado".
En esta etapa que será permanente en la vida de la iglesia, el rol del pastor
deberá enfocarse en los siguientes aspectos: Predicación enfocada en la misión y en
mantener la unión y la armonía del Cuerpo.
ACOMPAÑAMIENTO Y EVALUACIÓN
La falta de evaluación y control puede hacer fracasar todo el proyecto. Estos
procesos tienen el fin de:
Reorientar hacia los objetivos (la visión).
Combatir el desánimo, la negligencia, la inconstancia.
Detectar defectos y subsanarlos.
Al menos una vez al año el pastor y sus líderes inmediatos debería hacer una
revisión del trabajo realizado en función de los resultados, considerando los éxitos,
errores, fracasos y sus causas y hacer planes para corregir, animar, reorientar el
futuro, perfeccionar el adiestramiento, modificar estructuras, entre otros.
En esta etapa de acompañamiento, el rol del pastor deberá enfocarse en:
Motivación al equipo de líderes y ministros.
Pastoreo de líderes.
Evitar la autonomía de personas o departamentos.
Limar diferencias o roces en el equipo de liderazgo.
Actuar para resolver problemas que los líderes abajo de él no pudieron resolver.