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UNIDAD I:

INTRODUCCION AL DESARROLLO DE LA IGLESIA

En esta unidad se tratará acerca de conceptos fundamentales del desarrollo


integral de la iglesia. Además se estudiará panorámicamente las dimensiones y los
factores que configuran el contexto de este estudio.

LO QUE ES EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA IGLESIA


Se entiende por desarrollo integral de la iglesia el crecimiento de la misma en
todas las dimensiones deseables y saludables a fin de que cumpla con los propósitos
para los cuales fue traída a la existencia por su Señor.
No tiene que ver sólo con el crecimiento espiritual de sus miembros, o con la
expansión numérica únicamente. Una iglesia saludable crece en todas dimensiones
sin sacrificar unas áreas para concentrar toda la energía en otras, como recomienda el
apóstol Pablo en Efesios 4:15: "sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en
todo en aquel que es la cabeza esto es, Cristo..."
En el Nuevo Testamento entonces, el crecimiento de la iglesia, se refiere tanto a
su expansión numérica y geográfica como al desarrollo espiritual, social y corporativo
de sus miembros.
Veamos a continuación algunas de las palabras que describen el tipo de
crecimiento saludable que experimentaba la iglesia primitiva:
 Crecer, crecimiento: Los términos griegos para "crecer, crecimiento" son
auxano, auxo, auxeesis, huperrautarse. El significado de estos términos es
crecer, incrementarse, aumentarse (Lucas 2:40; Hechos 6:7, 12:24, 19:20; 1
Corintios 3:6; Efesios 2:21, 4:15-16;.-?. Tesalonicenses 1:3; 2 Pedro 3:18).
Pedro Larson explica el significado de estos términos: "...El sentido general de
su uso en el Nuevo Testamento se deriva de la manera en que una planta o una
persona crece según un proceso de desarrollo normal". En ocasiones se usa
también hupernuxano, cuyo significado expresa crecimiento al límite de sus
posibilidades (2 Tesalonicenses 1:3).
 Progreso o desarrollo: Las palabras griegas prokopto y proko- pee, que se
traducen crecer, avanzar, aventajar, conducir a más, provecho y progreso, se
usan por los hagiógrafos para expresar el desarrollo o progreso de un individuo
o grupo que viene por la gracia de Dios (Lucas 2:52; Filipenses 1:12; 1:25;
Romanos 13:12; Gálatas 1:14; 1 Timoteo 4:15; 2 Timoteo 2:16).
 Edificar, sobreedificar: En el griego del Nuevo Testamento, la idea de construir
o hacer crecer un edificio, se expresaba en las palabras oikodomeo, epoikodontco
y sunoikodomeo. "...Su uso denota una actividad o función especial del apóstol
hacia la comunidad cristiana"; explica Pedro Larson. En la iglesia primitiva cada
discípulo ejercía una función de responsabilidad en cuanto al crecimiento de los
demás. Había un crecimiento dentro del cuerpo de Cristo que acompañaba el
crecimiento numérico de la iglesia (1 Corintios 3:10, 3:12,14; Efesios 2:20, 22; 1
Pedro 2:5).9 Más adelante amplía esta explicación en lo siguiente:
El crecimiento en Hechos no es meramente numérico ni geográfico, sino crecimiento en
dimensiones espirituales y étnicas. La calidad acompañaba la cantidad. Las cualidades de
fe, amor, gozo, honestidad y pureza son el resultado de una comunidad de la palabra de
Dios y del Espíritu Santo.
La iglesia ha sido llamada a hacer discípulos de Cristo, tiéne como meta final
sacar a la luz todo aquel esplendor de la imagen de Dios que el pecado ha encubierto
en el ser humano. Esto es posible gracias a la obra de Cristo en la cruz y al ministerio
del Espíritu Santo. La perfección inicial se recibe en el momento de la conversión, pero
no puede apreciarse hasta que el instrumento (cuerpo, mente, alma) por el cual ella
debe manifestarse, sea perfeccionado y equipado para este propósito.

DIMENSIONES DEL DESARROLLO INTEGRAL


Carlos Miranda observa que hay cuatro áreas en las cuales la iglesia primitiva
crecía y que son las mismas que se observan en toda iglesia saludable en nuestros
días.11 Una iglesia saludable crece no sólo en número de miembros. La historia nos ha
enseñado que estas iglesias son tan frágiles como un castillo de naipes. Añadir
miembros, sin un discipulado que les ayude a crecer como miembros responsables de
la iglesia, es derrochar fuerza y energía para obtener muy poco de resultado duradero.
Ken Hemphill expone ocho características de una iglesia viva y afirma que una
definición de crecimiento de la iglesia que sea bíblicamente correcta debe abarcar
tanto el aspecto numérico como los aspectos de maduración. Luego, será necesario
reconocer que el crecimiento de la iglesia no es algo que sea resultado de los esfuerzos
humanos, sino de la actividad divina y que es "... fruto de una relación correcta con
Jesús, el Señor de la iglesia" (Mateo 16:13-19). Partiendo del texto, redacta la
definición siguiente: "El crecimiento de la iglesia ocurre cuando la iglesia local cumple
sobrenatural y fielmente con la Gran Comisión en su contexto único y con una visión
para el mundo".
Una iglesia saludable crece no sólo en número de miembros, también crece en
unidad interna como cuerpo de Cristo; crece en su influencia hacia su comunidad y
sus miembros crecen en una vida espiritual de relación con Dios. Estas áreas o
dimensiones de crecimiento son las que se exponen a continuación.

EL DESARROLLO NUMÉRICO
El crecimiento numérico de la iglesia es una de las dimensiones de su desarrollo
integral. Esta era una característica saludable que estaba presente en la iglesia
primitiva: "Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos" (Hechos
2:47b). Al respecto Juan Carlos Miranda comenta: "Como resultado efectivo de las
actividades individuales y colectivas de esa iglesia, de lo que ello: estaban sembrando,
el Señor les daba crecimiento".
Orlando Costas señala que el crecimiento numérico está relacionado al carácter
apostólico de la iglesia: "La palabra "apóstol* está vinculada a la idea de misión,
movilidad y extensión. En el Nuevo Testamento un apóstol era uno enviado para hacer
discípulos. La iglesia es una comunidad apostólica porque es heredera del mensaje y
el encargo de los Apóstoles". De manera que es bíblicamente correcto decir que una
iglesia sana es aquella que crece y se expande de forma proactiva en el mundo. El
crecimiento numérico de la iglesia no debe ser considerado un hecho casual y
esporádico o algo que es obrado por el Espíritu sin la acción intencional de los
miembros de ella. Por el contrario el crecimiento de la iglesia siempre debería ser el
resultado del trabajo planificado bajo la dirección del Espíritu Santo.
El crecimiento numérico de la iglesia en el Nuevo Testamento se expresa en las
siguientes palabras:
 Añadir, aumentar, agregar: son traducciones del griego prostitheemi que denota
la incorporación de una persona a la iglesia (Mateo 6:27; Hechos 2:41, 47, 5:14
y 11:24).
 Multiplicarse, acrecentarse, multitud: de los términos griegos pleethuno y
pleethos indican llenarse, tener en abundancia, multiplicarse. Se usan estos
términos para comparar el crecimiento de la iglesia con la multiplicación que
ocurre en los cultivos (Hechos 2:6, 5:14, 6:1, 7, 9:31,12:24; 2 Corintios 9:10).
 Mies, siega: Las palabras griegas therizo y therismos eran términos
relacionados a la agricultura. Estos indican la acción final de cosechar o segar,
recogiendo e! fruto del trabajo realizado. El uso de estos términos es en sentido
figurativo comparando a la humanidad como un gran campo donde la cosecha
está lista para ser levantada. Esta cosecha se compone de todos aquellos
hombres, mujeres y niños que oyendo el mensaje del evangelio aceptan vivir
como discípulos del Señor. Jesús empleó en varias ocasiones este término en
sus parábolas y enseñanzas sobre la labor que habrían de realizar sus
discípulos en el mundo: "A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos
(Mateo 9:37); "El que siega recibe su salario, y recoge fruto para vida eterna
(Juan 4:36); "He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque
están listos para la siega" (Juan 4:35b).

EL DESARROLLO SOCIAL
Se denomina desarrollo social de la iglesia al cambio gradual en la aceptación de
la comunidad que rodea a la iglesia hacia la misma. A esto se refiere Hechos 2:47 al
afirmar que los cristianos permanecían: "...teniendo favor con todo el pueblo". Una
iglesia saludable crece en sus relaciones con la gente de la comunidad, a esto se le
llama también ministerio social. Todo lo que la iglesia haga para ministrar a las
personas de su comunidad en sus necesidades incrementará la simpatía de estas
personas hacia los cristianos y hacia el mensaje del evangelio.
La iglesia de Cristo es enviada al mundo para hacer un impacto positivo en la
sociedad. Cuando los cristianos desean el bienestar de las personas en su comunidad
están continuando la labor de reconciliar al mundo con Dios iniciada en el ministerio
de Cristo. El Padre delegó en Cristo la autoridad para "reconciliar" todas las cosas y
Cristo dio a su iglesia este ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:17-19).

EL DESARROLLO CORPORATIVO
El desarrollo corporativo de la iglesia se refiere al crecimiento en los lazos de
comunión entre los hermanos. Esto se expresa en el libro de los Hechos afirmando:
"Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas..."
(2:44).
Jesús enseñó a sus seguidores que debían estar unidos y lo expresó en muchas
de sus parábolas. En Mateo 13:30 encontramos un ejemplo de esta idea: "... Recoged
primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi
granero. La palabra griega que se usa es sunargo, que significa recoger, poner las
cosas juntas, reunir a las personas (se usaba generalmente asociada a la cosecha).
También se usa este término en Mateo 13:47: "Asimismo el reino de los cielos es
semejante a una red, que echada en el mar, recoge toda clase de peces..."
Otro término griego usado por los autores del Nuevo Testamento para describir
este tipo de unidad es "koinonía", que se traduce como "comunión" y literalmente
significa "sociedad", expresando la idea del compañerismo cristiano. En la iglesia los
cristianos deben aprender a compartir muchas cosas:

D ESARROLLAR LAZOS DE AMISTAD


La amistad entre los cristianos se basa en el conocimiento común de la Palabra
de Dios (1 Juan 1:3) y en que comparten la misma amistad hacia Cristo. Si los
cristianos son verdaderos amigos de Cristo pueden llegar a ser buenos amigos entre sí
(Hechos 2:42; 2 Corintios 6:14).20

A UMENTAR LA CARIDAD ENTRE LOS CREYENTES


Los cristianos comparten las "cosas materiales" y se demuestran el amor en una
forma práctica (Romanos 12:13,15:27; Gálatas 6:6). No es correcto que algunos
cristianos tengan demasiado cuando otros no tienen suficiente para sus necesidades.
Pablo elogia a las iglesias que levantaron una ofrenda para los hermanos necesitados
de la iglesia de Jerusalén (Hechos 13:16; Romanos 15:26; 2 Corintios 8:4, 9:13).

C RECER COMO COMPAÑEROS EN EL MINISTERIO


Aprender a trabajar juntos o ministrar. Tomar parte con alguien en una acción
(Mateo 23:30; 1 Corintios 10:18,20). Pablo describe a Tito como su compañero y
colaborador ("socio") en el ministerio. Los cristianos deben crecer en el compañerismo
de llevar adelante la obra del evangelio (Filipenses 1:5).

PERFECCIONAR EL COMPAÑERISMO ESPIRITUAL


Los cristianos deben participar de la misma experiencia (Hechos 10:33; 2
Corintios 1:7). El cristiano participa en experiencias comunes con otros cristianos
como: adoración, oración, gozo, la celebración de la cena del Señor, en experiencias de
aprendizaje, en los sufrimientos, entre otros.

EL DESARROLLO ESPIRITUAL
Por desarrollo espiritual de la iglesia entendemos el crecimiento de los creyentes
en su relación con Dios. Éste es un tipo de crecimiento interno que transforma al
creyente en un proceso que va desde la infancia espiritual ¡.-Ha madurez, donde
continúa el crecimiento.
Gene Getz, en su libro Refinemos la perspectiva de la iglesia, expone los
propósitos del proceso de edificación de los creyentes, extraídos del Nuevo
Testamento, en seis objetivos específicos a alcanzar:
1. Proveer a los nuevos creyentes con un conocimiento de las doctrinas básicas de
la fe cristiana.
2. Proveer a todos los creyentes con un conocimiento profundo de las Escrituras.
3. Proveer a todos los líderes con experiencias balanceadas del Nuevo Testamento.
4. Equipar a todos los creyentes para el servicio cristiano.
5. Ayudar a los padres a desarrollar una vida familiar di calidad.
6. Desarrollar formas y estructuras contemporáneas en la iglesia que sirvan como
medios para alcanzar estos propósitos objetivos y metas.

Ken Hemphil, autor de "El modelo de Antioquía. Ocho características de una


iglesia efectiva", señala que el discipulado es una tarea de entrenamiento, a la cual las
iglesias saludables dan suma prioridad. En esto está de acuerdo con Bill Hull, quien
define discipulado como: "El entrenamiento intencional de los discípulos, del que hay
que dar cuenta y el cual está basado en relaciones de amor." Luego aclara los términos
de esta definición como sigue:
"Intencional" demanda que tengamos una estrategia clara y bien planeada. "Entrenamiento"
implica un curso de estudio elaborado y un proceso diseñados para ayudar a las personas a
alcanzar ciertas metas. La frase "dar cuenta", reconoce el hecho de que las > personas
necesitan ayuda para cumplir con sus compromisos con Dios. La frase final, "basada en
relaciones de amor", demanda que la edificación de la comunidad sea una prioridad alta de
la iglesia que está discipulando.

Considera además, que aquellas iglesias que dan mucho énfasis al evangelismo,
y no dan la misma prioridad al discipulado, en realidad no están siendo fieles a la
Gran Comisión... "El evangelismo auténtico requiere la asimilación de nuevos
creyentes en la iglesia; la asimilación a su vez, hace necesario el discipulado que
finalmente lleva al evangelismo eficaz."
Basándose en el estudio del modelo de la iglesia de Antioquía, concluye que el
discipulado es un proceso continuo que toma al nuevo nacido en Cristo y le lleva hasta
un ministerio reproductivo, en el que, al igual que en el crecimiento natural de un
bebé, el nuevo discípulo pasa por las etapas de la infancia, las etapas de desarrollo de
la niñez, la adolescencia, la maduración y reproducción. Cada una de estas etapas
tiene sus necesidades y características especiales a las cuales se debe atender.
Las palabras del Nuevo Testamento que indican esta clase de desarrollo es:
1. Conversión. El proceso de perfeccionamiento del creyente inicia en la
conversión. Conversión en el sentido bíblico no es sólo depositar toda la fe en
Cristo, creyendo en Él como Hijo de Dios. "El acto de la conversión se representa
por el verbo hebreo sub y el verbo griego epistrepho, significando ambos "volver
o retomar". La conversión en el Nuevo Testamento se describe como una vuelta
al Señor, abandonando el mal". Para que una persona tome la decisión de
permitir que Dios transforme toda su vida, se requiere de una explicación clara
y lo más amplia posible de lo que implica ser cristiano, a fin de corregir todas
aquellas ideas de "religiosidad" que no demandan compromiso, con que pudiera
haber sido influenciada en su contexto.
En la iglesia contemporánea se escuchan reportes de muchas
conversiones, que en realidad no lo son. En realidad debería hacerse una
distinción clara entre aquellos que habiendo escuchado el mensaje creen en
Cristo y desean conocer más respecto a sus demandas, pero no están listos a
incorporarse a la iglesia y aquellos que realmente han comprendido las
demandas del evangelio y desean ser discipulados para que toda su vida sea
transformada a la imagen de Cristo Jesús.

2. Bautismo. Es el medio por el cual una persona manifiesta su deseo de unirse a


la iglesia del Señor. Para Michael Green ésta es "... La insj gnia de la identidad
cristiana y debería conferirse lo antes posible después que la persona se ha
entregado claramente a Cristo". Continúa más adelante: "...el bautismo no
constituía la señal del discipulado cristiano maduro, sino la del comienzo
inexperto en la fe de Jesús; porque pensaban en el arrepentimiento, la fe, la
recepción del Espíritu y el bautismo sobre todo como una unidad y cuanto más
cerca estuvieran estas cosas entre sí, tanto mejor"
3. Aumentar, tener más, sobreabundar, abundancia, ser mayor. Las
palabras griegas que se traducen con estos términos son: perissuo, perissuma y
perissia y la idea que transmiten es de plenitud y abundancia de vida que
provienen del Señor y son fruto de la obra de salvación por medio de Cristo.
Ejemplos del uso de estos términos son:
a. 2 Corintios 4:15: "...para que abundando la gracia por medio de muchos, la
acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios."
b. 1 Corintios 15:58: "Así que hermanos míos amados, estad firmes y
constantes creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano".
c. Filipenses 1:9: "Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y
más en ciencia y en todo conocimiento..."

4. Abundar. Pleonaza, es la palabra griega que se traduce por "abundar". Este


término tiene el sentido superlativo de: aumentarse, prevalecer,
sobreabundar.27 Su uso en el Nuevo Testamento se asocia con:
a. El fruto abundante de acción de gracias en sus hijos que produce la
abundante gracia de Dios (2 Corintios 4:15).
b. Pablo esperaba fruto abundante en sus discípulos (Filipenses 4:17).
c. Crecimiento del creyente en abundancia de amor para con sus hermanos (1
Tesalonicenses 3:12; 2 Tesalonicenses 1:3).
d. "...vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio;
al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto
fraternal y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros,
y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:5-8).

5. Perfeccionamiento. El termino en lengua española "perfeccionamiento" es la


traducción del griego katartismon que describe el trabajo que se hace con las
manos para hacer o construir algo. También puede traducirse como "ponerlos a
punto", "prepararlos", "equiparlos", "hacer que llegue a ser lo que debe ser", "dar
forma o formar". En el texto del Nuevo Testamento Katartizo tiene una gran
riqueza de significados:
a. Reparar o remendar (como reparar un hueso que se había quebrado o
arreglar las redes para pescar, Mateo 4:21, Gálatas 6:1). En este sentido se
aplica a la disciplina cristiana que tiene el propósito de restaurar la vida de
los cristianos.
b. Completar (1 Tesalonicenses 3:10).
c. Adecuar, ordenar, disponer, ajustar (como se prepara un barco para salir a
navegar).
d. Trabajar algún tipo de material para construir algo, como en Efesios 4:11,12.

Pedro Larson define perfeccionamiento como "...la obra de edificación, de


crecimiento espiritual, de crecer en gracia y en el conocimiento de Cristo".
En el sentido griego entonces, perfeccionamiento describe la labor de
discipulado expresada en la Gran Comisión (Mateo 28:18-20), como tarea
restauradora (2 Corintios 13:11; 1 Pedro 5:10).
6. Santidad. En el Nuevo Testamento se emplea el adjetivo plural griego agioi, que
se traduce "santos", para referirse a los creyentes que formaban la iglesia. La
vida santa es la voluntad de Dios para cada creyente (Tesalonicenses 4:3-7); es
obrada por Dios en la vida del discípulo de Jesús (Colosenses 1:22) por medio de
la expiación obrada por Cristo en la cruz. Una persona santificada, es aquella
que ha sido separada del pecado, consagrada al ministerio y purificada de toda
maldad. Esta santificación comienza con la conversión, se desarrolla y culmina
en la glorificación. Fue Juan Wesley, quien desarrolló esta doctrina,
entendiéndola como esencial para el crecimiento gradual del discípulo de
Cristo.

7. Llevar fruto. El resultado o producto de la vida cristiana saludable es


observable así como una planta sana da fruto a su tiempo. Las palabras griegas
que expresan este sentido de fructificar son phero, karpos y karophoreo y se
emplean para expresar tanto acciones o hechos buenos como el resultado de la
labor misionera y evangelística de la iglesia. Algunos ejemplos son:
a. Mateo 7: 17-18: "Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da
frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar
frutos buenos".
b. Colosenses 1:10: "para que andéis como es digno del Señor, agradándole en
todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de
Dios..."

Las iglesias que mantienen un crecimiento constante trabajan en mantener un


equilibrio entre evangelismo planeado y el programa de discipulado intencional con el
propósito de guiar a los creyentes a la madurez espiritual.

FACTORES CONTEXTUALES EN EL DESARROLLO DE LA IGLESIA

EL FACTOR PASTORAL
Alguien dijo "el pastor de la iglesia es la clave o el clavo" para el crecimiento. En
otras palabras el pastor que no es un facilitador del crecimiento es un bloqueador del
mismo. "El obstáculo más formidable para el crecimiento es un pastor que piensa de
modo negativo y que es pesimista sobre las oportunidades de crecimiento de su
comunidad1 El tal pastor enseña que la tarea básica de la iglesia es tener cuidado de
aquellas ovejas que ya están en el redil antes de concentrarse en buscar ovejas
perdidas e incorporarlas continuamente al redil".
La imagen que el pastor tenga de su ministerio y la visión que tenga para su
iglesia son factores determinantes en el crecimiento de la iglesia. Todo pastor de una
iglesia creciente tiene un sentido de destino o propósito para su vida y ministerio y lo
transmite a su congregación. Es posible que no tengan una declaración de misión o
propósito por escrito pero sus miembros entienden su responsabilidad en incorporar
nuevos miembros a la iglesia y saben transmitirla efectivamente a los nuevos
creyentes.
EL PASTOR DEBE ENTENDER SU FUNCIÓN
COMO LÍDER ESPIRITUAL EN LA IGLESIA LOCAL
El pastor debe percibirse a sí mismo como líder espiritual de la congregación.
Hay personas que llegan al ministerio pastoral porque son buenos maestros o
predicadores o simplemente porque son fieles, pero sin tener dones de liderazgo. Esto
causa un grave perjuicio a la congregación que se asemeja a un vehículo en marcha
sin nadie al volante.
Las dos palabras bíblicas que describen la función directiva del pastor son:
1. "Kubernesis" o "los que administran" que literalmente se refiere a dones de
dirección o gobierno (1 Corintios 12:28).
2. "Proistemi" que significa: gobernar, dirigir o conducir y también cuidar y
proteger (Romanos 12:8; 1 Corintios 12:28; Efesios 5:22-33; 1 Tesalonicenses
5:12-13 y 1 Timoteo 3:5).

La función del pastor descrita en Efesios 4:11-12 como líder espiritual del
cuerpo de Cristo, "perfeccionar a los santos para la obra del ministerio", se puede
comparar a un entrenador de un equipo deportivo o mejor aún, al director de una
orquesta. No importa como mueva los brazos sino la música que resulta cuando los
miembros tocan coordinadamente. Guillermo Brown, define la tarea del pastor como
sigue: "el pastor debe ser una persona responsable de la buena coordinación y
supervisión del ministerio del equipo de líderes y de toda la grey, con el fin de la
edificación y bienestar de la congregación y el cumplimiento de su misión en el
mundo".
El pastor es entonces el responsable de guiar el crecimiento de su iglesia en
todas las dimensiones, pero para hacerlo ha de valerse de la misma gente que el
Espíritu ha traído a formar parte de esa congregación local, como explica Carlos
Miranda: "Parte del precio que habrá de pagar será que como líderes tendremos que
poner en acción nuestro liderazgo". En esta función principal el pastor se asemeja al
gerente que administra los recursos humanos de una empresa.
Si confeccionamos una descripción de trabajo del pastor principal en base a los
datos que da el Nuevo Testamento, deberíamos incluir dentro de las responsabilidades
principales del pastor las siguientes:
 Planificar y coordinar con metas y propósitos bien definidos las actividades y
trabajo de los departamentos o ministerios de la iglesia local. Estos líderes
incluyen a todas las personas que tienen responsabilidades de pastorear,
enseñar, servir, liderar, predicar, administrar, entre otros. C. Peter Wagner dice:
que "un pastor ha de ser un hombre que tenga objetivos claramente definidos y
la capacidad de evaluar de modo sincero y franco los resultados de sus planes y
procedimientos".
 Planificar el programa de capacitación para los líderes de la iglesia local. Este
debe incluir preparación teórica para los ministerios específicos pero también
entrenamiento práctico.
 La meta de hacer discípulos, desarrollándolos al más alto nivel de preparación
que sea posible para que a su vez sean discipuladores de otros, debe ser la tarea
más importante en la agenda pastoral.
 Pastorear íntimamente a su equipo de líderes quienes a su vez pastorean a la
congregación.
EL PASTOR DEBE CRECER EN SU VIDA ESPIRITUAL
Algunos pastores se recargan con detalles incontables del ministerio y no dejan
espacio en su tiempo para cultivar su propia vida de relación con Dios. Esto repercute
en un debilitamiento de su ministerio y en un agotamiento de su propia vida. Sus
sermones carecen de poder y su vida de entusiasmo.
Estar cerca del corazón de Dios le facilitará ver a las personas y amarlas como
Dios las ama.
Los pastores son ante todo servidores y administradores ante Dios (1 Corintios
4:1-5). La fidelidad que Dios demanda de sus pastores no puede ser reemplazada o
sustituida con activismo. El ministerio al cual Dios ha llamado a los pastores requiere
de la sujeción continua a la dirección del Espíritu Santo, quien es el principal escultor
de la vida espiritual de los cristianos. Los ministerios basados en la sabiduría y
sagacidad de seres humanos no tienen el respaldo de Dios y pueden fácilmente
tornarse en grupos sectarios.

EL TRABAJO PASTORAL DEMANDA CAPACITACIÓN DE ALTO NIVEL


El llamado al ministerio pastoral es también un llamado a la preparación
continua. El trabajo pastoral es una de las profesiones más complejas que tiene que
ver con toda la problemática que viven los seres humanos y también con ciencias de la
educación, administración, consejería, entre otras. Ningún pastor puede tener un
ministerio fructífero sin capacitarse teológicamente y actualizarse permanentemente
para ministrar en un mundo de cambio constante.
Los líderes cristianos tienen la responsabilidad de capacitarse al mejor nivel
posible que esté a su alcance. El negarse a hacerlo es una muestra de desinterés por
hacer las cosas lo mejor posible para Dios. La educación teológica mantiene al pastor
actualizado. Le ayuda a ver el trabajo ministerial con una visión más amplia. Le
perfecciona como predicador, como maestro, como administrador, como consejero,
como estratega del crecimiento de la iglesia, entre otros muchos beneficios. Le ayuda a
estar actualizado con el mundo secular donde están inmersas las personas a quienes
sirve. En otras palabras, la educación teológica le ayuda a ministrar mejor a la gente.

EL PASTOR DEBE FORMAR Y MINISTRAR CON UN EQUIPO MINISTERIAL


Hay un precio que todos los pastores que quieren ver a su iglesia crecer deben
estar dispuestos a pagar y es desarrollar a su equipo ministerial. Educar miembros
sólidos para que sean líderes en la iglesia demanda mucho estudio y preparación de'
los pastores y maestros; y algunos no están dispuestos a hacer el sacrificio. Algunos
tienen la idea equivocada de que las cosas salen mejor cuando las hacen ellos mismos
y se rehúsan a confiar los asuntos del ministerio a otras personas "inexpertas". Pero la
historia de muchas iglesias locales y ministerios pastorales demuestra que mientras
más se centralicen las responsabilidades ministeriales en unas pocas personas,
menos crecimiento duradero experimentará la iglesia.
De manera que el pastor que desea de todo corazón que su iglesia crezca,
dedicará tiempo a la formación de sus líderes. Para ello es muy importante ayudar a
las personas a descubrir sus dones espirituales y capacidades naturales, pero
también necesitan ser enseñados en la práctica del ministerio que van a desarrollar.
El pastor debe también trabajar en armonía con sus líderes. En las iglesias de
mucho crecimiento el pastor principal es el líder y pastor cercano de los líderes
principales de la iglesia. La vida espiritual y ministerio de estos líderes están bajo su
estrecho cuidado y vigilancia. Estos líderes a su vez tienen responsabilidad por otras
personas, a quienes pastorean. Es un error como pastores querer ministrar
cercanamente a muchas personas, lo cual trae agotamiento en el ministerio. La
experiencia práctica nos dice que un solo pastor no puede abarcar más de cien a
doscientos creyentes.
El modelo de nuestro Señor fue un grupo íntimo de doce discípulos. El volcó su
corazón en ellos, les transmitió su pasión por la redención de las personas, les
corrigió, les transmitió la vida del ministerio y los envió. Aun en la ausencia del Señor,
la obra no se detuvo, sino que creció hasta extenderse por todo el mundo conocido
entonces. Si como pastores queremos que nuestro esfuerzo no sea en vano, debemos
preparar a los líderes para que lleguen a ser los mejores ministros que puedan ser y
compartir el trabajo pastoral con ellos.
Los pastores que mejor trabajan en equipo son aquellos que están dispuestos a
compartir su liderazgo con otros. Raymond Hurn realizó un estudio del ministerio
pastoral en las Iglesias del Nazareno y descubrió unas características que se repetían
en los pastores de las iglesias crecientes:
 Son pastores que delegan autoridad en muchas personas en la iglesia.
 Son personas que estimulan a la gente para que compartan con ellos como
amigos.
 Son líderes que ejercen un liderazgo firme, o sea, las personas tienen alguien a
quien seguir. La gente le reconoce como pastor y respaldan su liderazgo.
 Desarrollan un ministerio pastoral entre su equipo ministerial.
 Tienen buenas relaciones con la gente de su iglesia y su comunidad.
 Desarrollan programas exitosos para servir a la gente de su comunidad.

Cuando el pastor es quien marca el paso y tiene el apoyo de un equipo de líderes


comprometidos y competentes, la iglesia naturalmente experimenta crecimiento. El
desarrollar un equipo de líderes es difícil pero es determinante para el crecimiento.
Esta relación entre crecimiento en liderazgo y crecimiento de la cantidad de miembros
se puede ver en el siguiente gráfico:
Liderazgo frente a la membresía: Cuadro N° 1. El crecimiento en la cantidad y
la calidad del liderazgo debe ser proporcional al crecimiento en miembros de la iglesia
para que el crecimiento sea saludable y sostenible.
EL PASTOR DEBE DESEAR QUE SU IGLESIA CREZCA CON TODO SU CORAZÓN
PERO TAMBIÉN CON TODAS SUS FUERZAS.
La pasión por los perdidos es algo que no puede requerirse a la congregación
cuando el pastor no es un ejemplo de ello. El pastor no sólo debe hablar de ello en la
predicación y la enseñanza, también debe ser un modelo que la gente pueda seguir,
sobre todo cuando la iglesia es pequeña o no tiene líderes entrenados todavía. La queja
de muchos laicos acerca de sus pastores es que no participan en evangelizar y
discipular a los nuevos creyentes. Hay miles de excusas que un pastor puede dar para
no involucrarse personalmente, pero todas ellas se traducirán en los oídos de sus
miembros como falta de interés real por ganar a las personas para Cristo.
La mejor manera en que el pastor debería involucrarse es siendo el líder de los
programas de evangelismo y crecimiento de la iglesia local. Puede que tenga un
coordinador de evangelismo u otros líderes trabajando en esta área, pero de ninguna
manera puede estar ausente de la planificación y de su rol como motivador e
inspirador de estos ministros.

EL FACTOR LAICO
Los laicos de las congregaciones juegan un rol fundamental en el crecimiento.
Aunque hemos afirmado que el pastor es la clave principal para el crecimiento, nada
puede hacer si la congregación no desea que este crecimiento ocurra.
Es muy frustrante para un pastor que tiene pasión por el crecimiento, pastorear
una congregación que carece de entusiasmo por ganar a los perdidos. Esto puede
acabar con su ministerio y apagar su llamado. Para evitar malos entendidos es
importante que el pastor exponga su visión del crecimiento de la iglesia cuando están
en las conversaciones del llamado pastoral de manera de poner en claro cuáles son
sus expectativas con respecto al apoyo de la congregación.
Lo mismo ocurre cuando una congregación deseosa de encontrar un pastor que
lidere el crecimiento invita como pastor a una persona que no tiene pasión por los
perdidos. Esto puede ser causa de un decrecimiento lento de la membresía y del
enfriamiento espiritual de la congregación. De manera que es muy importante hacer
algunas preguntas claves a los candidatos pastorales sobre la visión que los
candidatos tienen del ministerio por ejemplo: ¿Cómo piensa usted entrenar a la iglesia
para la tarea del evangelismo y discipulado?; ¿Cuánto tiempo piensa dedicar usted al
pastoreo de los líderes de la iglesia?; ¿Cuáles son las funciones pastorales que usted
delegará en los miembros capacitados de la congregación?; entre otras.
Una de las situaciones que desanima a los laicos a comprometerse con los
programas de la iglesia son los continuos cambios pastorales. En el mismo estudio de
Elmer L. Towns en las iglesias del Nazareno de Estados Unidos citado anteriormente,
se afirma que las iglesias más crecientes tienen un promedio de pastorado de
"veintidós años y un mes". Algunos investigadores del iglecrecimiento señalan que
generalmente se tarda entre siete a doce años para movilizar hacia el crecimiento a
una congregación establecida. Por ejemplo las iglesias de las Asambleas tic Dios que
son de rápido crecimiento tienen un promedio de duración en los ministerios
pastorales de veintidós años. Lo que demuestran estos estudios es que en las iglesias
crecientes, pastores y laicos aprenden a trabajar juntos y resolver sus problemas,
laicos y pastores cultivan la amistad. Estas iglesias pueden desarrollar la visión e
idear planes a largo plazo y tienen paciencia para trabajar en pro de los resultados con
perseverancia.
Lo cierto es que el crecimiento de la iglesia demanda una congregación
dispuesta a pagar el precio. Juan Carlos Miranda41 menciona cuatro aspectos que la
congregación deberá aportar al crecimiento:
1. La congregación debe estar dispuesta a seguir el liderazgo de un pastor que
tiene la visión de crecimiento. En ocasiones los pastores tienen la motivación
y la estrategia pero se encuentran con hermanos que se oponen al crecimiento,
a las metas y a las exigencias de trabajo en el ministerio. Esto ocurre cuando las
personas no tienen pasión por los perdidos. En ocasiones son personas
acostumbradas a que el pastor haga todo el trabajo de la iglesia. Tienen la
percepción de que el pastor es su "empleado" a quien se ha contratado para que
haga los oficios religiosos (ésta es una idea que prevalece en un medio donde la
religión tradicional ha sido la católica romana con su sistema sacerdotal).

2. La congregación debe ser generosa en contribuir económicamente para el


crecimiento. Cuando una iglesia crece se necesita más dinero para sillas,
ampliar el edificio, ayudas a misioneros y obreros, materiales didácticos,
actividades, ayuda social, entre otros. Con el tiempo los nuevos miembros
deberán ser enseñados a ser responsables también por los gastos de la iglesia,
pero siempre que la iglesia esté haciendo discípulos activamente necesitará
apoyo financiero proveniente de la congregación.

3. El crecimiento requiere que los miembros inviertan de su tiempo y


esfuerzo. La congregación deberá estar dispuesta a dar mucho más que dos
horas semanales para asistir a los cultos. No es tampoco toda la congregación la
que tendrá que dar tiempo extra y no será para todos en la misma cantidad. En
las congregaciones siempre hay un grupo de hermanos a los que se les llama
"consumidores" que no se involucran en un ministerio pero que son asistentes a
los cultos.
Pero en una iglesia que crece hay un buen grupo de personas motivadas y
trabajando en funciones de diferente responsabilidad. Un equipo promedio de
trabajo ministerial se compone de unas diez a veinte personas que dan entre
cuatro y ocho horas por semana al trabajo en la iglesia. Sin un equipo de trabajo
no es posible llevar adelante un programa de crecimiento. En este equipo habrá
un buen número de líderes en ministerios "hacia dentro" que ministrarán a los
creyentes en sus diferentes etapas de crecimiento. Se ha calculado que en las
iglesias más crecientes un 5% a 10% de la membresía se involucra en
ministerios "hacia fuera" o sea en programas de evangelismo o misión fuera del
templo; un 50% en ministerios "hacia dentro" y un 40% son consumidores.
Esto puede observarse en el cuadro N°. 2.
Una iglesia cuya membresía está movilizada tendrá que lidiar con
problemas propios del crecimiento como son: ¿Qué programas se usarán para
reclutar voluntarios y entrenarlos?, ¿Cuántos son los que se van a capacitar
para los ministerios? y ¿Dónde van a poner a ministrar estas personas?

4. La congregación debe estar dispuesta a dar lugar a nuevos "desconocidos"


en la iglesia lo cual algunos perciben como una amenaza al círculo de
compañerismo cristiano (koinonía). El hecho de reunimos donde todos nos
conocemos nos da una gran sensación de seguridad y confianza, pero una
iglesia que crece no puede aferrarse a este tipo de hermandad cerrada. Las
personas nuevas necesitan ser aceptadas e insertadas a la familia de Dios que
es la iglesia local en lugar de ser tratadas con desconfianza y antipatía.
Además de estos aspectos que menciona Miranda, los miembros de la
iglesia deben despojarse de algunas formas de pensar negativamente acerca de
sí mismos que ha invadido a muchas congregaciones afectándolas y ha
paralizado el crecimiento. Para que la iglesia crezca es fundamental que
proyecte una imagen positiva hacia las personas de su comunidad. Por lo
general cuando las iglesias tienen una imagen positiva de sí mismas, ésta se
proyecta naturalmente hacia el exterior.
Algunos ejemplos de esta forma derrotista de pensar son los siguientes:
 "Somos pocos pero buenos", una expresión que refleja el sentimiento de
comodidad y seguridad que provee ser parte de un "pequeño rebaño". No hay
nada de bueno en que la iglesia no crezca numéricamente. La falta de creci-
miento es un síntoma de enfermedad en todo organismo viviente. De manera
que conformarse a ser indefinidamente una iglesia pequeña no es el propósito y
el deseo de Dios. Esta mentalidad minoritaria debe ser dejada a un lado si
queremos que la iglesia crezca.
 "Nosotros no tenemos los recursos", es otra forma de esconder el desinterés por
hacer discípulos. En ocasiones los pastores encuentran obstáculos en los
mismos miembros de la junta a la hora de presentar el presupuesto para el
programa de evangelismo y discipulado. Con facilidad algunas personas olvidan
que Dios es el dueño de todos los recursos. Esta mentalidad de pobreza debe ser
desechada y crecer en generosidad para ofrendar y en l| confianza de que Dios
proveerá en la medida de las necesidades para que su obra no se detenga. Las
grandes empresas evangelísticas y misioneras de la historia de la iglesia no se
han llevado a cabo por la donación de personas adineradas, sino por las
ofrendas sacrificiales de muchas personas de clase pobre y trabajadora.
 "Nosotros no podemos salvar a estas personas tan peca doras", este sentimiento
de "falta de poder para vencer el pecado" invade en ocasiones a congregaciones
que están ubicadas en comunidades donde abunda la inmoralidad, como
barriadas donde hay adictos, prostitución, brujería, homosexualidad,
delincuencia, entre otros. Una iglesia creciente por el contrario es consciente de
que tiene un mensaje para compartir con todas las personas y que es poderoso
para transformar las vidas. En lugar de escandalizarse por los pecados, estas
iglesias tienden su mano de ayuda a las personas para librarlas de la trampa en
que Satanás les ha puesto y entrenan a sus miembros para tratar con la
problemática de la gente de su comunidad.
EL FACTOR SOCIAL
Otro factor que se debe considerar porque influye en el crecimiento de la iglesia
es el del contexto social. No todas las comunidades son igualmente abiertas o receptivas al
evangelio. En ocasiones la iglesia encontrará barreras que dificultarán el crecimiento. A fin de no
invertir tiempo y esfuerzo en terrenos que no producen, es necesario que los líderes cristianos
aprendan a identificar estas barreras y tratar de eliminarlas.
 Las iglesias crecientes construyen "puentes de comunicación" con la
sociedad a la que quiere evangelizar. Uno de los problemas más difíciles de
resolver para servir mejor a la comunidad es hallar puentes de comunicación.
Para comunicar con efectividad el evangelio, los creyentes deben aprender cómo
hablan, cómo piensan y cómo viven las personas de su contexto o sea
interiorizarse en su cultura.
Asimismo se deben identificar los valores que rigen en la sociedad. Cada
grupo tiene unas normas en cuanto a lo que es correcto y lo que es mal visto. En
algunas sociedades por ejemplo, hay normas estrictas en cuanto a lo que cada
sexo hace, como en Papua, Nueva Guinea, donde es una ofensa para los
hombres que la mujer vista pantalones. En otros lugares hay símbolos de
autoridad como entre los indios Kunas de Panamá, donde el Zaila (cacique) es el
único que usa un gran sombrero de palma. En los grupos de jóvenes de algunas
sociedades es de mala reputación llegar virgen al matrimonio. En otras, el sólo
hecho de hablar a solas con una mujer soltera es razón para exigir que la tome
por esposa (como entre los indios Kunas de Panamá).
Los cristianos tienen que ser muy respetuosos de la cultura de la gente.
En ocasiones cuando se transmite el evangelio a pueblos de otras culturas, lo
que se rechaza no es el mensaje en sí, sino el "envoltorio" en que viene
presentado que se identifica con una cultura ajena la cual perciben como una
amenaza a su forma de vida. El misionero proviene en ocasiones de una nación
que históricamente se ha visto por este grupo como invasora o enemiga. No
debemos ignorar entonces que las personas "prefieren asistir a iglesias donde
los miembros hablan y actúan como ellos". Cuanto menores sean las barreras
de idioma, raza, clase social y cultura, que deban cruzar las personas, más
accesible será para ellos el evangelio.
Son los cristianos los que deben cruzar estas barreras y no sentarse a
esperar que la gente inconversa tome la iniciativa. El apóstol Pablo nos dio
ejemplo de esto al afirmar: "A todos he llegado a ser todo, para que de todos
modos salve a algunos." (1 Corintios 9:22b). Tenemos suficiente evidencia
escritural para afirmar con Wayne Weld y Donald McGavran: "No hay nada en la
Biblia que requiere que al hacerse cristiano uno tiene que cruzar las barreras de
lengua, raza o clase. Exigir esto es poner el énfasis en los requisitos de los
hombres en vez de las condiciones de la Biblia.
Los cristianos muchas veces no son conscientes de la forma en que la
gente de su comunidad les percibe. El desafío está en tratar de ver las cosas con
los ojos de la gente para poder transmitirle el mensaje en forma que tenga
sentido para ellos. En otras palabras, las iglesias crecientes han aprendido a
descubrir cuáles son las llaves que abren las puertas del interés de sus vecinos.
 Las iglesias crecientes se mueven dentro de las estructuras de autoridad de
la comunidad a la que sirven. Cada iglesia local es un organismo social que
funciona dentro de la sociedad más grande donde subsisten a su vez otros
grupos asociados por motivos religiosos, deportivos, económicos, políticos u
otros. A. R. Tippet explica que las unidades sociales dentro de los pueblos tienen
el propósito de- satisfacer y proveer para las necesidades humanas y siguen
algunos procedimientos establecidos para resolver sus problemas y tomar
decisiones. Este autor considera además que la iglesia debe "estar consciente de
los segmentos sociales cohesivos y verlos como unidades accesibles dentro de
las cuales podemos llevar a cabo nuestro ministerio".
Estratégicamente cuando se trata de evangelizar a un grupo social es
mejor conocer su estructura de autoridad interna a fin de ganar a los líderes
primero en lugar de alcanzar a alguien que está al margen del grupo. De esta
manera se puede ganar a mayor número de personas porque siguen el ejemplo
de sus líderes y confían en sus decisiones.
Otro aspecto importante que aprovechan las iglesias crecientes es la red
de relaciones de los nuevos creyentes. Los nuevos cristianos forman parte de
varios grupos sociales a la vez como son: la familia, compañeros de trabajo,
amigos, compañeros de deportes o estudio.47 Estos grupos íntimos son
relaciones donde el nuevo creyente puede compartir el evangelio, lo cual no
ocurre a veces con los creyentes de muchos años que pueden haberse
distanciado de estas relaciones. Es un error alejar al nuevo creyente de su
familia y amigos no cristianos. Por el contrario, compartir tiempo con ellos de tal
manera que puedan ver la transformación obrada en su vida es la forma más
efectiva de evangelismo.
Para aquellos que han nacido en un hogar evangélico es difícil
comprender el cambio social que enfrenta una persona al "convertirse". En
ocasiones el nuevo convertido sufre el rechazo de su círculo social o familiar,
sobre todo en países o grupos no "cristianizados".
 Las iglesias crecientes sirven a sus comunidades en lo que ellos perciben
que son sus necesidades. Toda iglesia local está ubicada en medio de una
comunidad que tiene sus características, sus necesidades y su problemática
particular. Las iglesias crecientes son aquellas que sirven a las necesidades de
su comunidad con sus recursos y capacidades. Estas iglesias no sólo son
conscientes de su potencial, sino que se esmeran en conocer quiénes son sus
vecinos y en encontrar oportunidades de servirles en medio de sus dificultades.
Las formas y contenidos de las actividades evangelísticas deben estar
relacionadas con las necesidades de aquellos que se quiere alcanzar.
 Las iglesias crecientes han comprendido que la "iglesia" es más valiosa que
el edificio del templo. La ubicación geográfica del templo en ocasiones puede
ser un obstáculo para el crecimiento. Si se encuentra en una barriada peligrosa
los creyentes se sentirán inseguros de asistir. Si se ubica en un lugar de difícil
acceso las familias con niños y los ancianos o discapacitados se verán en
problemas para concurrir. Además las iglesias urbanas enfrentan problemas
como: lugar para estacionamiento, denuncias de los vecinos por el volumen de
la música, falta de espacio para expandir el templo, entre otras.
Las iglesias crecientes hacen del edificio del templo un lugar adecuado
para el crecimiento. Hoy en día hay muchos modelos diferentes de templos que
se adecúan a los tipos de ministerio que la iglesia tiene: hay iglesias que
funcionan en casas de familias y se reúnen en locales alquilados; otras que
venden el templo y compran una fábrica o cine en una ubicación accesible con
transporte público y lugar para estacionamiento; hay templos que funcionan
como escuelas o universidades entre semana; otros que construyen una serie de
locales comerciales anexos para ayudarse en el sostén del ministerio; hay otras
iglesias que se reúnen bajo árboles o en carpas y las hay que han remodelado,
vendido, comprado y ampliado el edificio cada cinco o diez años para abarcar a
una congregación en crecimiento; y podemos seguir citando otros modelos. Lo
más interesante es que cada uno de estos modelos funciona para facilitar la
expansión de las iglesias.
En el momento en que el edificio es un limitante para el crecimiento de la
iglesia, se debe estudiar la forma de enmendarlo lo más rápido posible. Algunas
iglesias han encontrado soluciones alternativas. Una de ellas es tener varios
cultos. Esto les ha ayudado a dar más participación a los ministros de la iglesia
y a ofrecer variedad en los estilos de culto. Algunos tienen el domingo temprano
cultos de estilo más "tradicional" con himnos y un estilo que agrada a la gente
que tiene una "cultura evangélica" más arraigada. Luego tienen otro culto para
los creyentes más nuevos y jóvenes que gustan de un estilo de culto más
contemporáneo. Otros tienen un culto para creyentes y otro especialmente
diseñado para alcanzar a los "invitados". Las iglesias grandes además tienen
entre semana un culto especial para todos los que están involucrados en
ministerios y liderazgo.
Otra alternativa a la falta de espacio es formar nuevas congregaciones.
Esta estrategia resulta exitosa cuando se han entrenado líderes para las nuevas
iglesias y cuando hay una iglesia madre que las apadrina mientras que
alcanzan una madurez en liderazgo, en sostén económico y facilidades para
congregarse.
El estilo de construcción del templo y el mobiliario son a veces una
barrera que incomoda a los nuevos asistentes. Un edificio descuidado y de un
estilo de construcción diferente al estilo de las casas que le rodean, fomentará el
descontento de los vecinos. En ocasiones sólo bastará un poco de pintura y una
modernización en la fachada para fomentar una actitud positiva en los vecinos.
El edificio del templo puede volverse una excelente herramienta
evangelística cuando se pone al servicio de la comunidad, planificando
actividades de interés social o enfocadas a los problemas de la comunidad. Un
ejemplo de ello son las iglesias que usan sus instalaciones como centro de
ayuda escolar, como guarderías para niños de madres que trabajan, como lugar
para deportes, como centro de reunión para los jóvenes, o actividades para los
ancianos, como consultorios médicos, como centro para recuperación de
adictos, como centro de consejería familiar, como centro de aprendizaje de
oficios, como escuela de alfabetización para adultos, como comedor para
indigentes, entre otros muchos ejemplos.

EL FACTOR ESPIRITUAL
Otro de los factores que diferencia a las iglesias que crecen de las que decrecen
es el entusiasmo con que los miembros viven su fe. Hay una gran diferencia en el
impacto que el cristiano hace en el mundo cuando vive su fe con entusiasmo o cuando
la percibe como "cumplimiento de deber".
¿Cuáles son las conductas observables para medir el entusiasmo espiritual de
los miembros de las iglesias? Christian A. Schwarz advierte que aprender la sana
doctrina no sustituye el cultivo diligente de una relación personal con Cristo. Para ello
hay que guiar a la congregación a:
 Desarrollar una vida de oración. Hay una relación medible entra la cantidad de
tiempo que oran los creyentes con la calidad de vida espiritual y el crecimiento
de una iglesia. En las iglesias crecientes los momentos de oración son para los
miembros una experiencia inspiradora.
 El tiempo personal de reflexión en la Palabra influye en el entusiasmo espiritual
de las personas.
 Los cristianos deben aprender a transmitir su fe con entusiasmo contagioso. El
entusiasmo espiritual contagioso surge naturalmente de una relación personal
diaria con Jesucristo. Como discípulos de Cristo se nos ha llamado a vivir
expuestos. No podemos escapar a la realidad de que la gente hoy nos examina y
analiza. Un cristiano "atrayente" en este nuevo siglo es alguien que vive su
relación con Dios de modo natural y dinámico; uno que se caracteriza por una
espiritualidad entusiasta, contagiosa y servicial.

En nuestros tiempos es fácil distinguir a personas confiables; justas; amables;


emprendedoras; serviciales; caritativas; gozosas; compasivas... todas estas virtudes
que caracterizan entre otras a los cristianos llenos del Espíritu. El cristiano del siglo
XXI al igual que el del siglo I debe vivir "...como una luz que ilumine y muestre cómo se
obedece a Dios"... pues... "Así verán los demás y alabarán a Dios, el Padre..." (Mateo
5:16) ¡En un mundo donde las tinieblas de pecado abundan, es cada vez más
perceptible la luz de la santidad!
UNIDAD II:
BASES BIBLICAS Y TEOLOGICAS DEL DESARROLLO DE LA IGLESIA

En esta unidad trataremos los principales fundamentos bíblicos y teológicos del


desarrollo integral de la iglesia, mediante la exposición de las verdades escritúrales
acerca del funcionamiento, desarrollo y misión de la iglesia.

FIGURAS BIBLICAS DE LA IGLESIA Y SUS CARACTERÍSTICAS


Las metáforas bíblicas sobre la iglesia son muy importantes para ayudarnos a
comprender la naturaleza y la razón por la cual existe la iglesia de Cristo.

COMO EDIFICIO (EFESIOS 2:1 9-22)


En el Nuevo Testamento se compara a las personas redimidas con un edificio.
Algunas personas hoy en día emplean los términos "templo" e "iglesia" como si fueran
sinónimos para referirse al edificio donde los creyentes se reúnen para dar culto a
Dios. Pero la palabra "iglesia" en el Nuevo Testamento, siempre se refiere al conjunto
de hombres y mujeres que son discípulos de Cristo (2 Corintios 6:16) y nunca a un
edificio donde los cristianos se reunían.

LA UNIDAD DE LA IGLESIA PROVIENE DE CRISTO


En Efesios 2:19-22 el apóstol Pablo relaciona a la iglesia con un edificio, cuyo
fundamento son los apóstoles y los profetas y cuya piedra angular, la cual sostiene
toda la construcción, es Cristo. Este edificio es un templo santo y morada de Dios en el
Espíritu. William Barclay, advierte de los peligros de basar la unidad de la iglesia en la
organización, la forma de culto, los rituales u otras cosas semejantes. Pedro coincide
con Pablo, en que Cristo es la "piedra viva" o "principal piedra del ángulo" que sostiene
todo el edificio de la iglesia (1 Pedro 2:4-8). Esta base o cimiento es lo que amarra y
otorga solidez a toda la estructura, si esta piedra se quita, todo el edificio caería y se
convertiría en escombros.

LA IGLESIA ES UN EDIFICIO EN CONTINUO CRECIMIENTO


Cada nuevo creyente debe estar unido a Cristo y a la iglesia. Las piedras que
conforman la estructura de este edificio son los discípulos de Cristo (1 Pedro 2:5). Esta
figura igual que la del rebaño, enfatiza la función de la iglesia en crecer y ayudar a sus
miembros a desarrollarse unidos a Cristo. La verdadera iglesia se esfuerza
continuamente en añadir nuevos creyentes, quienes a su vez al estar bien cimentados
en la estructura del edificio, pueden servir de apoyo a los otros que se irán añadiendo.
En 1 Corintios 14:12 Pablo menciona que Dios concede a los miembros de la iglesia
algunos "regalos" que les ayudan a edificarse mutuamente que son los dones del
Espíritu. Cada uno de los creyentes será juzgado y recompensado el día del juicio final
con base en la excelencia con que ha servido conforme a los dones que le fueron
otorgados (1 Corintios 4:2).

LOS LÍDERES DEBEN SER BUENOS ADMINISTRADORES


DE LOS RECURSOS HUMANOS DE LA IGLESIA
Esta figura del edificio en 1 Corintios 3:10-17, enseña también que es
responsabilidad de los líderes escoger los materiales idóneos para ensamblar las
piezas del edificio, para que cada una de ellas cumpla con su función particular.
Entrenar y ubicar a cada persona para trabajar en el ministerio para el cual ha sido
llamada es una de las funciones principales del liderazgo cristiano. En 1 Corintios
3:10-17, Pablo menciona tres tipos de ministros constructores:
1. El prudente (3:12-14) que construye una iglesia sólida y duradera.
2. El poco prudente (3:15) cuyo ministerio es perecedero y transitorio.
3. El necio, que perjudica el edificio (3:17), cuyo trabajo no viene de Dios, ni es
aprobado por Dios.

COMO CUERPO
Pablo tiene predilección por la metáfora del cuerpo para enseñar algunas
características que hacen única a la iglesia de Cristo entre las demás asociaciones
humanas.

LA IGLESIA ES EL CUERPO DE CRISTO


Pablo afirma; "Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en
particular" (1 Corintios 12:27). En otras palabras lo que el apóstol quiere resaltar no
es que la iglesia se parece al cuerpo de Cristo, sino que la iglesia es el cuerpo de Cristo
sobre la tierra.56 La iglesia entonces es "toda la comunidad de cristianos que
constituye la extensión de la encamación terrenal de nuestro Señor".57 Cuando la
iglesia sirve al mundo como Cristo lo hizo, la gente puede ver a Cristo por medio del
obrar de la iglesia.
Otros pasajes donde Pablo refuerza esta verdad son:
 Cristo actúa por medio de la iglesia, su cuerpo (Efesios 1:22-23).
 Cada miembro que se une a la iglesia es insertado a la carne y los huesos del
cuerpo de Cristo (Efesios 5:29-30).
 Cada miembro tiene un lugar y una función en el cuerpo de Cristo y esta
función o ministerio debe ser una continuación de la obra de Cristo (1 Corintios
12:12).

LA IGLESIA DEBE TENER UNIDAD EN LA DIVERSIDAD


Esta iglesia de Cristo, de la que habla el apóstol, es la iglesia universal. El
vínculo que une a esta iglesia es espiritual (Colosenses 1:18,24), es el mismo Espíritu
de Dios el que habita en cada uno de sus miembros (1 Corintios 1:13) y este Espíritu
es uno, como Cristo es uno y no se puede dividir.
La iglesia es "una", pues solamente hay un cuerpo. Esta unidad expresa
armonía, trabajo en equipo y colaborar juntos para alcanzar propósitos comunes. En
la iglesia de Cristo nadie debe ser segregado o menospreciado por cuestiones de sexo,
raza, cultura, posición social, educación u otro motivo (I Corintios 12:13-25). Estas
relaciones armoniosas en la iglesia no ocurren milagrosamente. Por ello, Pablo dice en
Efesios 4:16, que el cuerpo debe ser bien "concertado". El significado de esta palabra
griega sunarmologoumenon, es "ajustado" o "amarrado" y resulta de la unión de dos
palabras: sun y harmologos, que significan "atadura" y "articulación". Esta figura
ilustra las relaciones de ayuda mutua y solidaridad que debe existir entre los
miembros de la iglesia. Los cristianos se sirven los unos a los otros.
LA IGLESIA DEBE ESTAR SUJETA A CRISTO
La cabeza de este cuerpo, es Cristo. Él es su Salvador. La iglesia de Cristo tiene
un cuerpo de creyentes en cada "iglesia local", pero también tiene un cuerpo en la
iglesia universal, compuesta por todas las iglesias cristianas de todas las culturas.
Cuando la iglesia está sujeta a Cristo se convierte en el instrumento de su misión en el
mundo. Para que esto ocurra es necesario que cada uno de sus miembros entregue su
"cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios" (Romanos 12:1). De esta manera
cada nuevo creyente se "pierde" a sí mismo en el cuerpo de Cristo donde hay una sola
voluntad que se obedece y es la de Jesucristo. Cuando los cristianos se unen al cuerpo
y no mueren a sí mismos, la unidad de la iglesia no puede hacerse real, ya que, cada
cual querrá ir por su propio camino. Una iglesia así se compone de varios grupos que
siguen a líderes humanos diferentes, en vez de trabajar juntos en pro de objetivos
comunes.
Los líderes de la iglesia son aprobados por Dios cuando sirven en sujeción a
Cristo cumpliendo con el ministerio para el cual Dios les ha llamado y para el cual la
iglesia le ha concedido un lugar de autoridad.

LA IGLESIA SANA SE DESARROLLA NATURALMENTE


EN TODAS DIMENSIONES
En Efesios 4:12 Pablo señala que la iglesia, así como el cuerpo humano debe
crecer. Para que este desarrollo sea saludable Dios ha preparado la estrategia: los
mismos miembros del cuerpo más maduros son quienes equipan y sostienen a los
débiles hasta que éstos alcancen su pleno desarrollo y puedan a su vez equipar a
otros.
Entre los miembros del cuerpo hay una dependencia mutua y cada uno de ellos
tiene una función propia que cumplir para que el cuerpo tenga salud y sea fuerte. Los
dones espirituales son repartidos en el cuerpo por el Espíritu para que todos se
ayuden recíprocamente a crecer (Romanos 12:4-6; 1 Corintios 12:7-12).

COMO PLANTA
La figura de la iglesia como un plantío de Dios es frecuente en las parábolas de
Jesús y todas ellas hablan de la "vitalidad" que debe distinguir a una iglesia saludable.
La iglesia como todo organismo viviente cuando es sana crece en todas las
dimensiones y se reproduce.

LA IGLESIA COMO AGENTE DE DIOS


PARA EVANGELIZAR AL MUNDO
Jesús emplea esta figura en la parábola del sembrador de Mateo 13:1-9
(también Lucas 8:4-15). Cristo se identifica a sí mismo con un sembrador en Mateo
13:37, al identificarse como el que trae la buena semilla. La iglesia es quien debe
continuar con esta labor, puesto que se le ha entregado la buena semilla del evangelio
para llevarla a todas las naciones (Mateo 28:19-20).
El énfasis central de esta parábola es la diversidad de suelos con que se
encuentran los cristianos. En otras palabras, los cristianos debemos aprender a
probar los suelos para sembrar más abundantemente en los corazones más receptivos
al evangelio (Hechos 9:15).
LA IGLESIA DEBE EXTENDERSE Y PRODUCIR
EL MAYOR FRUTO POSIBLE DE LA MEJOR CALIDAD
En Lucas 13:18-19 se halla la parábola de la semilla de mostaza cuya
enseñanza principal es que la iglesia se desarrollaría más y más si era bien cultivada.
La parábola de la higuera estéril de Lucas 13:6-9, que por tres años no dio
ningún fruto, ofrece una imagen clara y triste de una iglesia que no está cumpliendo
con el propósito de Dios. Igual que la higuera esta iglesia terminará muriendo. Por ello
Jesús le da un año de gracia para retomar su labor y dar fruto. Esta parábola es una
advertencia a todos aquellos pastores y líderes que se conforman con un crecimiento
pobre o nulo en la membresía de sus iglesias y que no están haciendo nada para sacar
a su congregación del estancamiento.

LA IGLESIA NECESITA GENTE DISPUESTA A SERVIR COMO OBREROS


En Mateo 9:37-38, Jesús encomienda orar para que haya obreros suficientes
para que la "cosecha" no se pierda. Hay muchas personas dispuestas a oír el mensaje
del evangelio y aceptarlo en su corazón, pero que no tienen oportunidad de alcanzar
salvación, a menos que los cristianos lleguen a ellos con un corazón dispuesto a
servirles como evangelistas, maestros, intercesores, entre otros ministerios. A mayor
cantidad de siervos en el campo, más abundante y de calidad será la cosecha.
En Mateo 20:1-16, hay una advertencia acerca de los obreros que no tienen la
motivación correcta para servir en la "viña de Dios". Jesús condena la actitud de
aquellos que sólo piensan en lo que pueden obtener del trabajo en el ministerio y
elogia a los que ofrecen su vida en servicio incondicional a Dios, confiando en que Dios
con justicia les recompensará por su labor. Los obreros que tienen motivaciones
egoístas, no permiten que Dios derrame sus bendiciones abundantes sobre la iglesia
(Mateo 19:30, 20:16).63 Son los obreros con la actitud correcta los que serán
recompensados..."porque muchos son llamados, más pocos escogidos" (versículo 16).

LA IGLESIA DEBE PERMANECER UNIDA A CRISTO


La unión a Cristo es la lección principal de la parábola de la vid en Juan
15:1-17. De esta unión depende:
 Que la iglesia sea fructífera (Juan 15:1-11; Colosenses 1:20-23).
 Que los miembros de la iglesia se relacionen en amor y armonía (Juan 15:12-17,
también Efesios 4:25-32).
 Que la iglesia sea luz para un mundo en tinieblas (Juan 15:18-27 y17:6-18).

LA OBRA DE LA IGLESIA ES UN TRABAJO DE EQUIPO


Dios da crecimiento a la iglesia cuyos miembros trabajan juntos en armonía
como obreros en una cosecha, afirma Jesús en Juan 4:36-38. Pablo retoma esta figura
de la iglesia como plantación de Dios en 1 Corintios 3:1-23, para corregir una
incipiente división en la iglesia de Corinto causada en parte por una mala
interpretación de lo que es el ministerio cristiano. El apóstol extrae de esta
comparación los siguientes principios:
 Los ministros sólo son siervos de Dios pero el que actúa es Dios (1 Corintios
3:5-9). Dios es quien hace crecer la semilla del evangelio, por ello ningún líder
puede gloriarse de los resultados como si éstos fueran el fruto de su
personalidad, inteligencia, fe o cualquier otra cosa.
 Los siervos ministros deben trabajar en armonía en la plantación de Dios (1
Corintios 3:8-9). En la iglesia todos somos colaboradores los unos de los otros y
siervos de un único Dios.

COMO REBAÑO
La imagen pastoril es una de las favoritas de Jesús para ilustrar su relación con
sus discípulos. Desde los días del Antiguo Testamento los judíos se veían a sí mismos
como un rebaño de ovejas, cuyo pastor era Jehová (Salmo 23; Jeremías 13:17;
Miqueas 2:12).
En San Juan 10:1-21, el Maestro, utiliza esta metáfora del rebaño que era bien
conocida por sus oyentes. Al hacerlo, Jesús se identifica con Jehová, pastor de las
ovejas de Israel. Pero el rebaño que Jesús tenía en mente, no abarca solamente a los
judíos, sino a toda la raza humana: "También tengo otras ovejas que no son de este
redil..."(Juan 10:16).
Esta figura es sumamente rica en enseñanzas, cuando conocemos más en
detalle sus componentes y los relacionamos con la iglesia en nuestros días.

LA IGLESIA SE COMPARA A UN REDIL


Un redil, es un lugar que se usa para proteger a los animales durante la noche,
cercado por paredes o alambrados. Este refugio protege a las ovejas de los
depredadores y de las inclemencias del tiempo; pero además, impide que las ovejas
salgan y se extravíen en la oscuridad, pudiendo caer en un precipicio y lastimarse. La
iglesia, igual que el redil, debe proveer refugio a las personas Una iglesia fría e
indiferente a las necesidades de la gente, no atrae a las personas. El testimonio de
muchos cristianos es que fueron atraídos a la iglesia por una palabra cariñosa, una
sonrisa, una taza de té entregada con amor, u otros gestos dónde pudieron palpar el
amor de Dios.

LA MANADA NO ESTA SOLA, A LA DERIVA,


SINO AL CUIDADO DE UN PASTOR
La oveja es un animal frágil, no puede subsistir sola y necesita de los cuidados
del pastor. La responsabilidad del pastor es buscarlas cuando están perdidas y
alimentarlas (Juan 10:9). El cuidado del buen pastor hace que las ovejas se sientan
seguras y protegidas cuando enfrentan problemas. Aunque las ovejas son muchas y
diferentes las unas de las otras, el rebaño es uno solo y el pastor ele la iglesia es uno
solo, Jesucristo, quien se ganó ese derecho, al proveerles vida eterna, por medio de su
muerte en la cruz.
En Mateo 9:36, Jesús mirando a la multitud, siente compasión por ellas porque
Él puede ver la condición espiritual de las personas. ¿Cómo ve a las multitudes el
Señor, en esta ocasión? Las vio desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen
pastor. Literalmente Jesús dice, que estaban "extenuadas y abatidas", como si
hubieran sido desgarradas y mutiladas por fieras salvajes, o padecido a manos de
ladrones; describiendo de esta forma el estado espiritual del pueblo de Israel. Los
fariseos eran quienes les habían llevado a esa condición, en lugar de enseñarles y
conducirlos en la verdad de la Palabra, les abrumaron con pesadas cargas y los
condujeron a un estado de aturdimiento espiritual y desaliento mental. ¿Cuál cree
usted que es la principal preocupación de Jesús al ver el estado espiritual de las
multitudes en nuestros días? ¿Será la falta de pastores idóneos, para guiar al rebaño
a una saludable vida espiritual?
En Juan 21:15-17, Jesús usa esta metáfora para enseñar a sus discípulos,
especialmente a Pedro, el tipo de liderazgo al cual los había llamado. Los apóstoles
desarrollan y explican esta función pastoral luego en sus cartas, a fin de instruir a los
líderes de las nuevas congregaciones, sobre las características específicas del
ministerio pastoral. Estas son:
 Mirar y apacentar (Hechos 20:28). Se refiere tanto a una protección como a
alimentación. Las acciones que describen esta función son: alimentar, enseñar,
instruir, guardar, cuidar, atender, vigilar.
 Perfeccionar y equipar (Efesios 4: 12). Las acciones que describen esta función
son: adiestrar, formar, preparar, capacitar, restaurar. El propósito de este
perfeccionamiento es que todos los creyentes puedan cumplir con el ministerio
al cual el Señor les ha llamado.
 Un ministerio especial de oración por las necesidades de su iglesia (Santiago
5:14).
 El ministerio de la predicación y enseñanza de la Palabra (1 Timoteo 5:17).
 Formar nuevos pastores (1 Timoteo 4:14).
 La movilización de los demás miembros en sus respectivas tareas de ministerio
conforme a sus dones espirituales y su vocación (Efesios 4:12).

Jesús necesitaba personas que tomaran la responsabilidad de liderar a la


iglesia. Los primeros pastores fueron formados por El mismo, para que, inspirados en
su ejemplo, cuidaran de la grey'’'’ de Dios. Los pastores son en un sentido parte del
rebaño y necesitan el pastoreo de Jesús, el Pastor de Pastores. Pero también son
responsables, junto a los demás dirigentes de la iglesia de proveer capacitación,
entrenamiento y organizar a los hermanos para llevar a cabo la misión de la iglesia:
llevar el evangelio a toda criatura.
Los pastores deben surgir del mismo rebaño, de manera que cada miembro de la
iglesia es potencialmente un pastor y de hecho todos debemos en el rebaño
pastorearnos los unos a los otros. Pero hay uno, a quien Dios llama con un llamado
especial, para ser responsable delante de Dios por la vida espiritual de una
congregación. El pastor es la persona clave para el crecimiento de la iglesia. No sólo
debe querer que la iglesia crezca, sino que debe también estar dispuesto a pagar el
precio, así como Jesús lo hizo. El obedecer la voluntad de Dios debe ser la suprema
prioridad en su vida.
Como vemos en ésta figura del rebaño, la iglesia tiene por objeto ser el lugar de
refugio para todos aquellos que confían en Jesús donde los hermanos cuidan los unos
de los otros y donde hay también un pastor que es responsable por la salud y la
multiplicación de las ovejas delante de Jesús, el Buen Pastor.

LA OVEJA ES UN ANIMAL PROVECHOSO


En ocasiones, se han querido sacar lecciones comparando a los discípulos de
Cristo con ovejas, haciendo referencia a la pasividad y ceguera de dicho animal, como
fuente de lecciones para la humildad y la dependencia del cristiano (Juan 10:27-29;).
Pero ésta no era la idea que tenía Jesús ni los israelitas de éste animal. Hay muchas
características positivas y provechosas de las ovejas de las cuales podemos aprender
valiosas lecciones, como son:
 Es un animal limpio, no contamina (Levítico 11:2,3; Deuteronomio 12:20,21;
14:4). Simboliza la santidad del cristiano y su función de "sal", en medio de un
mundo contaminado por el pecado.
 Sirve de alimento, sustento con su leche y su carne (Deuteronomio 32:14, Isaías
7:21-22). El cristiano tiene el pan de vida que el mundo ansia comer. El cordero
se servía a los invitados, lo cual puede asociarse a la hospitalidad que debe
caracterizar a los cristianos, sobre todo con los extranjeros y pobres.
 El cordero se servía en las mesas de gente de alto rango (I Samuel 25:18; 2
Samuel 12:4), pese a ser humildes los cristianos no deben temer de testificar
delante de los poderosos de este mundo.
 Con su lana se hace ropa (Levítico 13:47, Deuteronomio 22:11) y con su piel se
hacían vestidos los pobres (Hebreos 11:37). El cristiano también debe proveer
abrigo a los que padecen frío.
 Su piel era una de las cubiertas del tabernáculo (Éxodo 26:14, 36:19). El
cristiano ha de estar en la casa de Dios y en la presencia de su Señor siempre.
 Las ovejas y corderos eran ofrecidos en sacrificio, dos por día y cuatro los
sábados (Éxodo 20:24; Números 28:3-10). También se ofrecían en las fiestas, en
el día de la expiación, en la Pascua (Éxodo 12:3-5), en sacrificios de paz y como
ofrendas por el pecado (Levítico 3:6,7 y otros), en estos dos últimos se ofrecía lo
mejor del animal. También, el creyente, es un sacrificio vivo, que se ofrece a sí
mismo para reconciliar al mundo con Dios (Romanos 12:1; 2 Corintios 5:
18-20).

COMO NACIÓN SANTA


Desde los tiempos del Antiguo Testamento Dios quiso formar un pueblo que le
sirva y que pudiera usar como vehículo para derramar sus bendiciones sobre toda la
humanidad (Génesis 12:1-3). La condición para pertenecer a este pueblo de Dios
era aceptar el gobierno de Dios el cual estaba representado en su ley.'’ 7 De esta
manera muchos que no eran judíos vinieron a ser parte del pueblo de Dios por una
decisión personal como Rahab, mujer cananea de Jericó (Josué 2:1-21, 6:17-25) y
Rut la moabita. Ambas mujeres extranjeras junto a Tamar y Betsabé se mencionan
entre los antepasados del Mesías en Mateo 1:1-17.
Al pueblo de Dios en el Antiguo Testamento se le llama "Israel", que
originalmente fue el nuevo nombre de Jacob (Génesis 32:22-32). "Israel" es la forma
abreviada de "hijos de Israel", incluyendo en ellos a todos los descendientes de
Abraham con quien Dios hizo un pacto en el monte Sinaí (Éxodo 24:1-8) para que
fuera su "especial tesoro sobre todos los pueblos", "un reino de sacerdotes" y "gente
santa" (Éxodo 19:5-6).
El deseo de Dios era que su pueblo proclamara a las naciones su salvación y que
como un imán atrajera a las naciones al verdadero y único Dios (Isaías 43). Pero, salvo
algunas excepciones, el pueblo de Israel no sirvió a Dios en estos propósitos de
irradiar la luz de Dios a las naciones.
El Nuevo Testamento se inicia con el anuncio de la venida de Jesús quien era el
rey prometido del pueblo de Dios (Daniel 2:37). Jesús inicia en su ministerio la
formación de un nuevo pueblo, reuniendo en él a todos aquellos que estaban
dispuestos a servir a Dios anunciando: "el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo
4:17) A este "nuevo pueblo" formado de los creyentes de todas las naciones de la tierra,
se le denomina "iglesia" en el Nuevo Testamento y se les invita a servir a Jesucristo
como su único Rey y Señor. La forma en que los cristianos sirven a Dios es trayendo a
más y más personas a ser parte de su pueblo. El Nuevo Testamento enseña también
que Cristo regresará otra vez a establecer su gobierno sobre toda la creación, entonces
su reino habitará plenamente este mundo y todo su pueblo de todas las naciones
vivirá con él para siempre (Apocalipsis 5:11-14). Cuando el Reino venga, la voluntad
de Dios será hecha perfectamente en el cielo y en la tierra.
La iglesia entonces es la "avanzada" de este reino que se está acercando. Todos
los que pertenecen a su pueblo viven bajo los principios de su reino, aún en medio de
un mundo donde abunda el pecado. W. T. Purkiser afirma: "La anticipación del Reino
en la iglesia es la garantía de que el Reino será consumado, de que toda rodilla se
doblará ante la soberanía y de que toda boca confesará "que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2:10-11).
Este pueblo de Dios formado por los cristianos de todo pueblo, lengua, y nación
tiene unas características distintivas que le hacen diferente de otras naciones del
mundo y que le otorgan ciertos privilegios y responsabilidades. El apóstol Pedro
resume estas características únicas del pueblo de Dios al declarar "Mas vosotros sois
linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que
en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero que ahora habéis alcanzado
misericordia" (1 Pedro 2:9-10). Este pasaje nos enseña que, además de pertenecer a
una misma familia o linaje, los que pertenecen al pueblo de Dios tienen una tarea que
cumplir.
La iglesia es una nación formada con un propósito. No importa la raza o la
nacionalidad, de aquellos que han creído en Jesús. Todos conforman Su nación santa.
Somos un pueblo que ha sido hecho libre de la esclavitud del pecado en la cruz del
calvario. Somos libres para servir a Dios y vivir como ciudadanos de su Reino bajo sus
leyes. La característica distintiva de su pueblo, es la santidad.
Ser miembro del pueblo de Cristo es un gran privilegio. También tenemos una
gran responsabilidad, extender a todas las criaturas la labor de amor iniciada por
Jesús, llevando el evangelio a todas las naciones, mientras nos preparamos en
santidad para el encuentro con el Señor de la iglesia.
A esto también se refiere Pedro cuando afirma que somos una nación de
sacerdotes (1 Pedro 2:9-10). En la iglesia cristiana todos somos sacerdotes. La
principal tarea de los sacerdotes en el tiempo de Pedro, era la de interceder entre el
pueblo y Dios. Cuando se hace referencia a que este sacerdocio es "real", significa, que
oficia sus labores en presencia del Rey. En el momento en que Cristo murió, el velo del
Templo de Jerusalén, que dividía el lugar santo del Santísimo donde sólo podía entrar
el sumo sacerdote una vez al año, se rasgó de arriba a abajo. Este rompimiento
representa un cambio en la relación de Dios con su pueblo. A partir de la muerte de
Cristo todos sus hijos tienen acceso a su presencia y pueden ser quienes lleven a otros
a la presencia de Dios, esto se debe a que Cristo ha tomado el lugar de Sumo
Sacerdote en los cielos, quien aboga por la humanidad ante el Trono Celestial.
El hecho de que todos los cristianos son sacerdotes, significa que tienen el deber
de interceder en oración delante de Dios, por aquellos que están en pecado y
consagrar su vida, así como lo hizo Cristo, al rescate de los perdidos.
COMO FAMILIA
En Efesios 2:19, el apóstol Pablo asegura que todos los cristianos son miembros
de la familia de Dios. Esto es lo mismo a lo que se refiere el apóstol Pedro al afirmar
que los cristianos somos del mismo linaje en 1 Pedro 2:9-10.
La palabra "linaje" significa unión a una familia por lazos de sangre. Todos los
que han aceptado a Cristo como su Señor y Salvador pertenecen al linaje de la familia
de Dios. Esta relación no se refiere a un parentesco político, sino a una línea directa de
filiación. Si bien es cierto que todos los seres humanos son criaturas de Dios, no todos
los hombres y mujeres son "hijos" de Dios. Los hijos de Dios son los que han sido
lavados con la sangre del Cordero y han comenzado a vivir una nueva vida, bajo la
voluntad de Dios. El apóstol Pedro está escribiendo para los creyentes afirmando que
todos ellos son "familia de Dios". Igual que Dios escogió a Israel para ser su Pueblo
Santo, entre los demás pueblos, así también la iglesia, ha sido escogida para ser su
especial Familia.

EN LA FAMILIA DE DIOS, CRISTO ES EL HERMANO MAYOR


En Romanos 8:29 dice que Cristo ha sido dado a la familia de Dios como
hermano mayor para proveer ejemplo a seguir. Como en muchas culturas el hermano
mayor toma la responsabilidad por la familia cuando el padre no está presente. Cristo
es ese hermano que se ha hecho responsable por todos los hijos de Dios.
Como hermano mayor es nuestro proveedor, nuestro líder y nuestro ejemplo a
seguir. Cristo se preocupa por nuestro desarrollo y nos provee abrigo y amor.

PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS TIENE PRIVILEGIOS


Pedro Larson explica que la palabra griega oikeios, "familia" transmite "la idea
de intimidad, estrechez de relación, amor, calor, instrucción, protección, disciplina y
herencia. Este calor de familia es para todos los que forman parte de ella. Ningún
miembro debe sentirse aislado o marginado. ¡Todos son importantes!"

PERTENENCER A LA FAMILIA DE DIOS CONLLEVA RESPONSABILIDADES


En Gálatas 6:10, se nos exhorta a hacer el bien mayormente a los que son de la
familia de la fe. Los cristianos que pudiendo hacerlo no proveen a las necesidades de
sus hermanos en la fe, niegan con su conducta indiferente el ser seguidores
auténticos de Cristo, afirma Pablo en 1 Timoteo 5:8. La práctica de la caridad entre los
cristianos es una característica que no puede faltar en la familia de Dios.

LA IGLESIA ES UNA FAMILIA EN FORMACION


La familia humana fue diseñada por Dios. Satanás ha tratado de destruir por
todos los medios posibles esta célula básica de toda la sociedad. Pero Dios en su gran
misericordia está formando una familia nueva universal, que acoge a todas las
familias de la tierra. Las familias que se unen a la gran familia de Dios son de toda
clase y tamaño. Familias con hijos y sin hijos; de madres solas y padres solos; familias
de huérfanos y abandonados; familias de padres divorciados; entre otras muchas que
conforman la gran variedad de familias de la sociedad contemporánea.
Orlando Costas, afirma que la familia de la iglesia surge como resultado del
amor inagotable e incesante del Padre, quien la ha formado para ser "primicia de la
nueva creación", creada para ser instrumento del Padre en la difusión de su amor. Ella
no es un producto acabado sino una familia en formación, en la que sus miembros
van aprendiendo a relacionarse responsablemente.
No debemos esperar que la iglesia sea "perfecta" en todos los sentidos. Si bien es
cierto que la iglesia debe vivir en santidad, al mismo tiempo la iglesia es una gran
familia compuesta de seres humanos que son diferentes en muchas formas y que son
el fruto de las influencias que reciben de su medio familiar, eclesial, social, político,
cultural y económico. Muchas veces esto ocasiona roces y cambios de opinión en la
familia de Dios; no obstante en una familia lo que debe prevalecer es el amor y el
respeto. Estas diferencias no deben ser causas de divisiones sino más bien ser
aprovechadas para ver otros puntos de vista y crecer en la forma en que nos rela-
cionamos unos con otros.
Los miembros de la familia de Dios tenemos muchas más cosas que nos unen
que las que nos separan. Los lazos que unen a los cristianos son verdades eternas que
ningún poder humano o satánico puede destruir. Frecuentemente las cosas que
logran separamos y enemistamos son insignificantes cuando las comparamos con
ellas. En la familia de Dios debemos luchar para comprendernos, amamos y
apoyarnos que es la forma en que las familias permanecen unidas y son más fuertes.
¡Cuán diferente serían algunas iglesias cristianas si en lugar de perder tiempo y
energía en devorarse los unos a los otros lo invirtieran en ministerios con un propósito
constructivo!
Los mismos pecados de egoísmo que destruyen a la familia humana son los que
dañan a la familia de la fe (Efesios 5:1-6:9).

COMO EMBAJADORES DE CRISTO


Un embajador es un representante oficial enviado por un poder soberano e
independiente a un mandatario extranjero con el objeto de llevar un mensaje de parte
de su soberano. En el Antiguo Testamento los embajadores representaban a los reyes
y tenían las funciones de ser portadores de un mensaje, traducir un mensaje o
representar a su rey (Josué 9:4 y 2 Crónicas 32:31; 35:21).
En el Nuevo Testamento Pablo usa este término en 2 Corintios 5:20, para
expresar el privilegio que Dios nos ha concedido a todos los cristianos de ser
embajadores de Cristo, el Rey de reyes. Como embajadores se nos ha dado poder para
actuar en el nombre de Cristo y en su lugar, con el propósito de "reconciliar" al mundo
con Dios. Pablo dice que los cristianos tenemos el honor de rogar o persuadir a todas
las personas para que se reconcilien con su Creador. Este es el mensaje que como
embajadores de Cristo se nos ha encomendado comunicar y es apremiante. La frase:
"reconciliaos con Dios" indica "que sea ahora", de manera que como embajadores no
sólo somos portadores del mensaje de "reconciliación" sino que debemos esperar una
respuesta positiva de las personas y estar disponibles a guiarles en su progreso
espiritual.
Este término griego "katallassein", reconciliación es uno de los favoritos de
Pablo para expresar el cambio en la relación del hombre para con Dios, restaurando
las relaciones que antes estaban rotas. ¿Por qué era tan importante para el apóstol
hablar de la salvación como "reconciliación?

COMO EMBAJADORES RECONCILIAMOS AL HOMBRE CON EL CREADOR


Dios está interesado en recuperar la amistad con el ser humano. Pablo explica
que no es Dios quien necesita amigarse con el ser humano puesto que la separación
nunca fue su voluntad. Fue la familia humana la que se separó de Dios, rechazando
su autoridad y labró su propio destino. Esta reconciliación no sería posible sin la obra
de Cristo en la cruz (Romanos 5:10). En la cruz Dios estaba reconciliando al mundo
consigo mismo (Romanos 5:18-20). "La mismísima esencia del cristianismo es la
restauración de una relación perdida" afirma William Barclay y agrega:
"...el ministerio de la iglesia es un ministerio de reconciliación, tal como Pablo dice (2 Corintios
5:19-20). La función del predicador, no es llevar a los hombres a la ira de Dios, sino
proclamarles el ofrecimiento de su amor. El mensaje del predicador debe ser siempre: mira
esa cruz y ve cuánto te ama Dios. ¿Puedes volver la espalda a semejante amor?

COMO EMBAJADORES PROCURAMOS


LA PAZ ENTRE LOS SERES HUMANOS
Mientras que el pecado exista en el corazón del hombre y la mujer, la hermandad
de la raza seguirá siendo un sueño bonito, pero irrealizable. La violencia entre los
seres humanos no podrá ser borrada con la educación, con el bienestar económico y
social, o con la evolución del hombre a un nivel superior de conciencia, o por el
surgimiento de un nuevo orden mundial. Mientras que los seres humanos continúen
siendo enemigos de su Creador y se nieguen a obedecer su voluntad perfecta, no
habrá paz. Gracias a Dios hoy vemos personas, provenientes de pueblos que se odian,
ser hermanos y adorar juntos al Señor.
Cuando una iglesia proclama el mensaje de reconciliación las familias de su
comunidad son transformadas. Los hijos se reconcilian con los padres; matrimonios a
punto de divorciarse, se restauran y el amor florece (1 Corintios 7:11). El que robaba
deja de robar, el que odiaba aprende a perdonar, el que maldecía habla palabras de
amor y misericordia. El mensaje que portamos como embajadores de Cristo es
poderoso y es el más valioso que cualquier persona pueda escuchar alguna vez en su
vida. Cuando la iglesia esconde este mensaje comete un grave pecado de egoísmo.
Cuando la proclama día con día en su diario vivir derrama bendición a un mundo
sediento de paz.

EL HOMBRE NECESITA RECONCILIARSE CON LA CREACIÓN


La mano del ser humano y su actitud de rebeldía hacia Dios ha afectado a todos
los seres vivos. Los seres humanos hemos pasado de ser "labradores y cuidadores" de
la creación a ser destructores y derrochadores de los recursos naturales que Dios
puso bajo nuestra administración (Génesis 1:28-30, 2:15-17). Cientos de especies de
animales y plantas ya no existen. Cientos de ríos, ya sólo sirven como botaderos de
basura. Aún el espacio exterior que circunda nuestro planeta es ahora un basurero de
desechos para la ciencia espacial. El hombre necesita reconciliarse con el universo,
del cual se ha convertido de mayordomo, en destructor. Es nuestra responsabilidad
como representantes de Cristo cumplir con responsabilidad esta misión de amor con
todas las demás criaturas creadas por nuestro Dios.
La reconciliación provista por Cristo en la cruz del Calvario es completa y se hará
finalmente efectiva cuando El establezca Su Reino eterno. Pero la iglesia, su cuerpo,
no ha de esperar sin hacer nada, porque la reconciliación se ha iniciado con Cristo y la
iglesia es la continuadora de su ministerio.
Las personas de nuestras comunidades están esperando ver en nosotros al Cristo
vivo. Debemos ver a las personas con los ojos compasivos de Jesús y oír sus pedidos
de ayuda con los oídos amorosos del Señor. Los embajadores de Cristo usan sus
manos, no para portar valiosas joyas, sino para curar y ayudar al necesitado. Usan
sus pies para llegar donde está la persona que sufre y su boca no se cansa de enseñar.
El corazón de los embajadores de Cristo se conmueve como el del Señor y les lleva a
entregarse al servicio de la gente, como lo hizo Él.

COMO NOVIA (ESPOSA O DESPOSADA)


Desde los tiempos del Antiguo Testamento la unión de Dios a su pueblo se
ilustraba con la relación especial que debe existir entre el esposo y su esposa (Isaías
62:5; Oseas 2:19). En ocasiones cuando Israel se apartaba de Dios se le compara a
una mujer que ha roto su fidelidad a su esposo y se le llama "nación adúltera"
(Números 25:1, Jueces 2:17, Jeremías 3:20). Cuando Israel rompía con su voto de
fidelidad a Dios quedaba desamparada porque perdía las bendiciones que ésta
relación de fidelidad a Dios, como su único rey y señor le garantizaban. Las profecías
señalaban un día futuro en que el pueblo de Dios dejaría de estar desamparado: "Y te
desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad
y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad y conocerás a Jehová" (Oseas
3:19-20, vea también Isaías 62:12).
En Mateo 9:15 Jesús se identifica como este esposo prometido al pueblo de
Dios: "¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está
con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado y entonces ayunarán".
Más adelante vuelve a identificarse con el novio y a sus discípulos con la desposada en
la parábola de las diez vírgenes narrada en Mateo 25:1-13.77 Algunas de las
enseñanzas de esta parábola sobre el propósito de la iglesia son:

LA IGLESIA TIENE QUE ESTAR PREPARADA PARA EL FUTURO


En aquellos tiempos, la iniciativa para el matrimonio la daba el hombre, o su familia.
El acuerdo matrimonial se establecía por ambas familias, en general mucho tiempo
antes de que la joven alcanzara la edad para comenzar a convivir con su esposo (unos
doce años como mínimo). El novio debía pagar una dote, lo cual no indicaba que la
mujer era adquirida por él, sino que reconocía que la mujer escogida tenía un valor
especial para él y era una forma de recompensar a la familia que entregaba a la
muchacha. El hacerse regalos era también una costumbre que algunos practicaban y
el festín era una parte importante de la ceremonia matrimonial. El centro de atención
en la fiesta era el esposo, y no la esposa, aunque ella se adornaba de manera especial.
En Israel la mujer, pasaba a formar parte de la familia del esposo.
Mateo 25 arroja luz sobre el tiempo de la segunda venida de Cristo al final del
mundo comparando a la iglesia con una mujer prometida en matrimonio. Las vírgenes
prudentes de esta parábola representan a los creyentes fieles que se preparan para el
encuentro con su Señor, mientras que las insensatas que se descuidaron representan
a los que por descuido no aceptaron con seriedad la palabra de Dios y se perderán las
fiestas de las bodas del Cordero. Puesto que los judíos a quienes estaba dirigida esta
parábola no se habían preparado adecuadamente para gozarse con el nacimiento del
Señor, esta parábola es una palabra de advertencia a la iglesia para prepararse para el
encuentro con su Señor en su segunda venida.
En Apocalipsis 19:7-8, Juan describe su visión de las bodas futuras del
Cordero, donde la iglesia se reunirá con su Señor para siempre. Nuevamente se hace
referencia a que "su esposa se ha preparado". ¿En qué sentido tiene que prepararse la
iglesia? La preparación de la iglesia para el encuentro con su Señor es obrada por el
Señor mismo. La iglesia no puede santificarse a sí misma. La iglesia debe permitir que
su Señor la vista y la prepare en santidad para ser una esposa digna de su Salvador.
La perfección de la iglesia es obrada por el Espíritu Santo. Adam Clarke opina que la
iglesia del final de los tiempos será una iglesia reavivada en su santidad y su celo por
la obra del Señor: "Una predicción de que la iglesia se tornaría más pura en sus
doctrinas, más piadosa en su experiencia y más justa en su conducta de lo que jamás
ha sitio desde su fundación" La pureza de la iglesia, su santidad está expresada en su
impecable traje de bodas.

LA VERDADERA IGLESIA DE CRISTO ESTA


INSEPARABLEMENTE UNIDA A SU SEÑOR
La metáfora del apóstol Pablo en Efesios 5:25-32, enseña la profunda unión y
compromiso de Jesucristo con su iglesia, quien la amó y dio su vida por ella.. ."para
hacerla sólo suya, limpiándola por medio de su mensaje y del bautismo. Cristo quiso
regalarse a sí mismo una iglesia gloriosa, apartada del mal y perfecta, como si fuera
un vestido que no tiene una sola arruga ni una sola mancha, ni nada parecido"
(Efesios 5:26-27, Traducción en lenguaje actual).
La iglesia es la esposa de Cristo, pero las bodas aún no se han efectuado, este
hecho no ocurrirá hasta la segunda venida de Cristo.

EL DESARROLLO DE LA IGLESIA EN EL LIBRO DE LOS HECOS


La iglesia primitiva nos ofrece un modelo de crecimiento en todas dimensiones.
Estudiando el libro de los Hechos podemos percibir aquellos factores que llenaron de
vitalidad al Cuerpo de Cristo y lo llevaron a ser sumamente efectivo en su misión de
hacer discípulos de Cristo.
En esta sección estudiaremos los factores que influyeron en el desarrollo
saludable de la iglesia primitiva: el poder sobrenatural del Espíritu Santo; las vidas de
creyentes consagrados; iglesias que impactaron a sus comunidades; una estrategia
efectiva de crecimiento expansivo y una visión centrada en la misión.

EL FACTOR PENTECOSTÉS: “Y RECIBIRÉIS PODER”


El derramamiento del Espíritu para todo el pueblo de Israel y para toda la
humanidad había sido anunciado en los escritos proféticos del Antiguo Testamento
(Isaías 44:33,59:21; Ezequiel 39:29; Joel 2:28,29; Hechos 2:39 entre otros). Esta
acción del Espíritu anunciada por los profetas sería desde dentro del corazón humano
obrando de manera regeneradora y santificadora (Jeremías 31:33; Ezequiel 36:26,27;
37:14; 1 Corintios 3:16; 2 Corintios 3:3,6).
Estas profecías no se cumplieron hasta el día de Pentecostés La obra del
Espíritu Santo en la vida de los creyentes había sido distinta antes de éste día en los
siguientes aspectos:
 Dios ungía con su Espíritu solamente a aquellos a quien* había dado un
ministerio especial (Éxodo 31; Jueces3:10; 1 Samuel 16:13; 1 Pedro 1:10).
 Los siervos de Dios eran revestidos del Espíritu por un tiempo, luego podía ser
retirado (1 Samuel 10:10; Salmos 51:13; Ezequiel 2:2, 3:24 y otros).
 La obra del Espíritu en el corazón humano no podía ser completa hasta que
Cristo no hiciera posible la purificación de los corazones (1 Corintios 12:13), es
por eso que en el texto frecuentemente dice que el Espíritu "posó" sobre una
persona o estaba sobre él" y no que estaba "en" esa persona (Números 11:25;
Jueces 3:10; 11:29).
 El Espíritu aún no había constituido un pueblo que fuer.» el Cuerpo de Cristo
obrando en el mundo, lo que m.1s tarde hará con la iglesia. Aunque el Espíritu
obraba sobre el pueblo de Israel (Juan 11:52) no todos los pertenecientes a la
nación de Israel eran fieles a Dios; en cambio los que conforman la iglesia de
Cristo, son el conjunto de los santos regenerados por el Espíritu Santo.
D ESARROLLO INTEGRAL DE LA IGLESIA
EL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU SANTO EN PENTECOSTÉS
Jesús prometió que Él mismo edificaría su iglesia por medio del Espíritu Santo
(Mateo 16:13-19). Jesús fue claro al enseñar que la presencia del Espíritu en su iglesia
sería imprescindible para que ésta pudiera continuar con la obra de Jesús en este
mundo: "He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos
vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto"
(Lucas 24:49).
El día de Pentecostés es más que el inicio de la era cristiana, marca el inicio de
un nuevo tiempo en la historia de la salvación, en el que Dios obra de una manera
muy diferente y profunda en los corazones de sus siervos. Es hasta el día de
Pentecostés que Dios cumple su promesa de derramar su Espíritu sobre toda carne
(Hechos 1: 7-8, 2: 1-4, 17; Efesios 5:18). Dios puso su Espíritu en el hombre (Juan
16:7, 14:16-17), hecho que no era posible antes de la muerte y resurrección de Cristo.
En el Nuevo Testamento todo el ministerio del Espíritu se basa en la obra de
Jesucristo. El objeto del ministerio del Espíritu es glorificar a Jesús (Juan 16:13-14).
Sin la acción del Espíritu nadie podría apropiarse de la vida de Cristo. Es por ello que
en el resto de los libros del Nuevo Testamento, el Espíritu Santo recibe nombres que le
asocian a Cristo como son: "Espíritu de Jesús" (Hechos 16:7), "Espíritu de Cristo"
(Romanos 8:9) y "Espíritu del Hijo" (Gálatas 6:4). Se trata de uno y el mismo Espíritu,
la tercera persona de la divina Trinidad como explica René Paché "... para las
Escrituras, el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios y el Espíritu de Cristo son una sola y
única persona". Éste es el mismo Espíritu divino y eterno que habitó en Jesús, es el
que ahora edificaba su iglesia obrando en el corazón de los hijos de Dios.
¿Qué hubiera pasado con los discípulos si el Espíritu Santo no hubiera
descendido en Pentecostés? Seguramente el libro de los Hechos de los Apóstoles no se
hubiera escrito. Si examinamos detenidamente la historia de la iglesia en sus
primeros años, podremos ver cómo todos los sucesos y los personajes fueron
preparados, guiados y aprovechados por el Espíritu Santo para llevar adelante la
misión para la cual fue enviado a éste mundo.
Tenemos un claro ejemplo en la discusión de los primeros cristianos sobre el
tema de la circuncisión. Cuando los griegos de Antioquía fueron salvos, un año
después Bernabé y Pablo regresaron a Jerusalén con la noticia de que los gentiles
aceptaron el evangelio. Los judíos cristianos de Jerusalén pensaban que lo correcto
era exigir a los gentiles que primero pasaran por el rito de la circuncisión, haciéndose
judíos, para luego ser aceptados como cristianos. El Espíritu Santo intervino para
guiarles a la decisión correcta.
En el libro de los Hechos vemos al Espíritu Santo como el administrador y el
ejecutor de la Gran Comisión. Él es el motor que impulsó la obra misionera en la
iglesia primitiva. El Espíritu es quien tiene bajo su responsabilidad convencer al
mundo de pecado, guiarnos a toda verdad y glorificar el nombre de Jesús.
La llegada del Espíritu marcó la diferencia en la vida de los primeros discípulos.
El poder del Santo Espíritu de amor, les impulsó y les capacitó para vivir vidas santas,
separados del pecado; para sobrellevar las adversidades de la vida y también para
crecer cada día en la madurez cristiana siendo más y más semejantes al Maestro.
El Espíritu les impulsó con un nuevo celo evangelístico. El supremo propósito
en la vida de los primeros creyentes era llevar el mensaje de salvación a todas las
criaturas aprovechando todos los medios disponibles a su alcance. Estos creyentes
pusieron todos sus recursos en las manos de Dios y consagraron sus vidas por
completo a servir a su Señor.

LA LLENURA DEL ESPÍRITU EN LA


EXPERIENCIA DE LA IGLESIA PRIMITIVA
En tiempos de la iglesia primitiva la llenura del Espíritu no era una opción sino
un requisito (Efesios 4:13 y Hebreos 12:4). Para los discípulos no había dudas con
respecto a la necesidad de que todos los creyentes fueran llenos del Espíritu.
En conexión con el don del Espíritu los cristianos recibieron características
especiales como sabiduría (Hechos 6:3,10); fe (Hechos 6:5); gracia y poder (6:8). "Lleno
de gracia" es una de las expresiones usada especialmente por Lucas en su evangelio y
en Hechos para referirse a esta plenitud espiritual que caracterizaba a Jesús y a los
primeros creyentes.
Sin el Espíritu el hombre puede estar lleno de cualidades perversas como: ira
(Lucas 4:28; Hechos 19:28), furor (Lucas 6:11), envidia (Hechos 5:17,13:45). Pedro
afirma que estas perversiones provienen de Satanás y no pueden permanecer en un
corazón lleno del Espíritu de Dios (Hechos 5:3, 13:9). Pablo considera la doble
alternativa: dejarse dominar por los bajos instintos o dejarse dominar por el Espíritu
(Gálatas 5:19-20; Filipenses 1:11). Pablo exhorta a los filipenses a la santificación y les
dice que se llenen del fruto de justicia que Cristo ha obtenido para ellos. En este
pasaje Pablo expone su idea del obrar del Espíritu en el creyente: estar llenos de la
fuerza del Espíritu significa estar lleno de vida (Gálatas 5:25), que existimos en Cristo
y tenemos el modo de pensar del Señor (1 Corintios 2:16) y en cuanto miembros del
cuerpo de Cristo somos inundados por la abundancia de los dones de la gracia.
Pablo anima a los corintios a ser llenos del Espíritu Santo. Afirma que todos
ellos habían sido bautizados y habían recibido el Espíritu, del cual eran santuario, sin
embargo eran como niños, incapaces de asimilar y aplicar a sus vidas asuntos
espirituales más profundos (1 Corintios 1:13; 3:1-3 y 6:9). También los gálatas esta-
ban en peligro de desviarse del verdadero evangelio y echar por tierra el trabajo de
Pablo entre ellos porque no habían sido llenos del Espíritu (Gálatas 1:6; 3:3; 3:27; 4:6;
y 4:11).
En el libro de los Hechos se observa que la plenitud del Espíritu era una
experiencia normal en la iglesia Primitiva:
 Los líderes debían ser llenos del Espíritu (Hechos 8:4; 11:24; 13:9).
 Los diáconos debían ser llenos del Espíritu (Hechos 6:3, 7:55).
 Los grupos de discípulos eran llenos del Espíritu. Los 120 en Hechos 2:4 y la
multitud de 5 mil en Hechos 4:4.
 Los nuevos convertidos en ocasiones eran llenos del Espíritu, como en Hechos
9:17 y 13:52, (aunque es posible que en estos pasajes pudieran referirse al
bautismo post conversión debido a que aún los apóstoles no podían distinguir
entre las dos experiencias).
Pablo enseña a la iglesia de Éfeso que Dios desea que los creyentes de todas las
épocas sean llenos del Espíritu (Efesios 5:18). ¿Acaso no podemos vivir la vida
cristiana sin la llenura del Espíritu? René Paché responde a esta pregunta: "Es, pues,
fácil comprender por qué Dios quiere llenarnos de su Espíritu. Sabe que no podemos
servir a dos señores. De modo que, a partir del momento en que viene a morar en
nosotros, su deseo es que el Espíritu nos ocupe por completo, para que pueda
santificarnos, libertarnos y transformamos a Su imagen".
Es por eso que Dios siempre procura que seamos más llenos de su Espíritu,
como afirma Santiago 5:4: "...El Espíritu que Él ha hecho morar en nosotros nos
anhela celosamente" (RV 1960), así como un padre desea para sus hijos la plenitud de
salud y fortaleza.
En Hechos 1:7, Jesús usa la palabra griega "dunamis" para referirse al tipo de
poder que el Espíritu Santo les daría a los discípulos. De esta palabra provienen las
palabras "dinámico" y "dinamita". La presencia del Espíritu Santo daría a los
discípulos poder en los siguientes sentidos:

EL ESPÍRITU ES “CAPACIDAD” PARA LLEGAR


AL CORAZON DE LAS PERSONAS
El Espíritu dio a aquellos hombres habilidad espiritual para hacer un "impacto"
sobre los que escucharon su testimonio. De la misma manera, el creyente lleno del
Espíritu nunca testifica solo. El Espíritu Santo obra dentro de la persona inconversa
para ayudarle a aceptar el testimonio del creyente. El Espíritu puede obrar aún en el
corazón más endurecido, de la misma forma que la dinamita puede quebrar las rocas
más duras. Si pudiéramos observar cómo realizan su trabajo los dinamiteros,
veríamos que ellos colocan las cargas en lugares estratégicos para que la roca ceda. A
veces no lo logran con una sola carga y deben volver a intentarlo. De la misma manera
obra el Espíritu Santo para llevar a las personas a Cristo.

EL ESPÍRITU ES “PODER EN ACCIÓN”


El Espíritu panto obra en el creyente desde el momento de la conversión
(cuando acepta a Cristo como su Salvador), pero también el Espíritu "llena" al creyente
en una segunda experiencia concreta y reconocible y vuelve a llenarlo cuantas veces
sea necesario. El Espíritu tiene poder para transformar progresivamente a los "bebés
espirituales" en "cristianos maduros y responsables". El tiene capacidad para corregir
todo aquello que no está de acuerdo a la santidad que Dios quiere reflejar en nosotros.
El Espíritu Santo cambia a las personas, las transforma.

EL ESPÍRITU ES “PODER PARA TESTIFICAR”


Jesús dice en Juan 16:8: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado,
de justicia y de juicio" El Consolador actúa en el interior de las personas
"convenciéndolas". Este verbo utilizado aquí (elegcho) expresa que "Él convencerá con
pruebas". ¡De alguna manera maravillosa Él hace que percibamos la tierna
misericordia del Padre y pone en nuestro corazón el deseo de regresar a los brazos de
nuestro Salvador! El Espíritu Santo prepara nuestro espíritu, conmueve nuestro
corazón y convence nuestra razón, para que nosotros aceptemos la justicia de Dios.
Ningún ser humano podría ser salvo, si no fuera por la obra que el Espíritu hace en
nosotros, cambiando la actitud rebelde por una sumisa a la voluntad de Dios.
EL ESPÍRITU ES “PODER PARA VIVIR EN SANTIDAD”
Ser llenos del Espíritu Santo era una experiencia común en la iglesia primitiva
(Hechos 4:31, 19:5-6). En Efesios 5:18, el apóstol Pablo afirma que ser "llenos" del
Espíritu es un mandato de Dios. Todo cristiano necesita ser lleno "continuamente" y
"repetidamente" del Espíritu. Si comparamos al cristiano con un vaso y al Espíritu con
el agua, diríamos que el cristiano debe ser un vaso que siempre esté lleno hasta el
borde y que si por cualquier causa se vaciara aunque sea un poco, debe rellenarse sin
demora.
La presencia espiritual del Dios Salvador en el corazón de todos los creyentes es
el complemento indispensable de la obra de Jesucristo. Durante su vida en la tierra,
su presencia no podía ser concedida sino temporal y exteriormente a un pequeño
grupo de hombres, en un país determinado. Ahora, Cristo habita en Espíritu en el
corazón de todos los que le aman sobre la faz de toda la berra.
El Espíritu es quien hace posible el crecimiento del cristiano, abriendo poco a
poco sus ojos para que comprenda las verdades espirituales (1 Corintios 2:13). El
Espíritu le ayuda también a entender la verdad de los acontecimientos que le rodean y
le capacita para discernir cómo ha de conducirse en las diversas situaciones,
ayudándole a ver el mundo con los "ojos" de Jesús. Él Espíritu procura que las
verdades y las virtudes de Cristo sean proclamadas e imitadas, a fin de que todos
puedan percibir el poder, la sabiduría, la ternura, la prudencia, la paciencia y la
santidad sin tacha de Jesucristo (Juan 16:14). Todo lo que el Espíritu enseña lo saca
del tesoro de verdades que enseñó Jesús. Él no fue enviado a establecer su propio
reino, ni a fundar una nueva empresa por su cuenta propia, sino a confirmar y
establecer el reino de Cristo. El Espíritu fue enviado a llenar y a capacitar a los
hombres para vivir en santidad u obediencia perfecta a la voluntad de Dios.
¿Qué debe hacer una persona para ser llena del Espíritu Santo? Si la persona
está segura de que Jesucristo es su Salvador personal y desea ser llena del Espíritu
debe entonces presentarse a sí misma en oración en el altar de Dios. En esta oración
debe ofrendar toda su vida, pasada presente y futura, para que Dios tome posesión de
ella y la use conforme a Su voluntad. Esto implica renunciar a ejercer control sobre
nuestro futuro. Todo nuestro ser será gobernado por la voluntad soberana de Dios. Es
importante que en esta oración hagamos un compromiso de dejar que el Espíritu
Santo nos guíe "a toda verdad" buscando su dirección en cada situación. Esto es lo
que se llama "consagración".
Esta entrega total o consagración no debe hacerse sólo por un impulso
emocional. El poner nuestra vida en manos de Dios significa que invertiremos
nuestras fuerzas, tiempo, dinero y habilidades en la extensión del Reino de los Cielos.
¿Cómo sabe un cristiano que ha sido lleno del Espíritu? En nuestros días
algunos esperan algún tipo de "hecho ruidoso" como prueba de la llenura del Espíritu,
como las "lenguas" o la "risa" entre otros. Un estudio serio de la Palabra de Dios nos
llevará a la conclusión de que la única señal válida es la interna, la de un corazón
transformado, cuyo principal fruto es el amor. Entonces no es correcto esperar una
señal o manifestación espectacular. Por el contrario el Espíritu inunda de amor
nuestros corazones en un acto interno que no será visible a nuestros ojos, pero el
amor de Dios hará "explosión" en nuestros corazones impulsándonos a servir a otros.
Junto a este amor perfecto vienen gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22,23). Este fruto es sembrado en nuestro
corazón para que se desarrolle y crezca dentro de él.
Si la entrega total al Señor ha sido sincera, el Espíritu desciende. Dios anhela
que cada creyente sea lleno de su Espíritu de amor; si esto no ocurre es porque no
hemos puesto nuestra vida por completo en las manos de Dios. Una vida rendida a
sus pies es una vida invertida en la extensión de Su obra.

EL FACTOR PEDRO:
“DE NINGUNA MANERA, SEÑOR”
La cobardía de Pedro consistía en temor a la muerte y el sufrimiento. Sin
embargo pronto él comprendería que el camino tic la salvación del mundo pasaba por
el camino de la cruz. La tendencia del "yo" es siempre orientada hacia la autodefensa,
la autoprotección, la autosatisfacción, pero el Espíritu Santo quiere movernos a
actitudes totalmente contrarias y opuestas a éstas: el sacrificio voluntario, el darla
vida por la salvación de otros, la renuncia a lodo aquello que por derecho propio nos
pertenece, la elección de una vida semilla contraria a la acumulación material en pro
del avance del reino.
La plenitud del Espíritu dio a ese grupo de hombres vencidos, asustados y
cobardes: audacia, sabiduría y habilidad para testificar.

PASTOREAR LA IGLESIA NO ES TAREA PARA ENDEBLES ESPIRITUALES


El objetivo de Jesús al interrogar tres veces a Pedro en Juan 21:15-17, sobre la
calidad de su amor hacia Él, era el de hacerle comprender cuál sería en adelante su
ministerio, como uno de los líderes de la naciente iglesia. No debemos pasar por alto
que Pedro se encontraba pasando por una de las pruebas más duras de su vida. Pedro
le había fallado a su Señor, él que había sobresalí do siempre entre los demás por ser
el primero en hablar y el más valiente para actuar, se siente ahora avergonzado y
humillado por haber fallado a sus promesas de fidelidad (Mateo 26:33). Toda su
imperfección humana había quedado expuesta, al fin comprendió que no podía hacer
lo que Dios esperaba de él, basado en sus propias fuerzas y valentía humana.
Este interrogatorio de Jesús tenía el propósito no sólo devolverle a Pedro la
seguridad de que Jesús, pese a sus imperfecciones, le seguía valorando como útil para
la obra del Reino, sino que contiene unas instrucciones precisas sobre cómo ha de
continuar llevándose a cabo la tarea de hacer discípulos en todas las naciones.
Probablemente porque Jesús conocía el temperamento impulsivo de Pedro, quien solía
responder sin haber meditado bien su respuesta, es que repite la pregunta para
asegurarse que ésta viniera realmente del corazón. Él no podía encargar el cuidado de
sus "corderitos y ovejitas", a quien no le amara profundamente, al punto de estar
dispuesto aún a dar la vida por Su causa (la salvación de la humanidad).
Jesús quería asegurarse también que Pedro comprendiera que dedicarse a
cuidar "sus" ovejas era un trabajo para toda la vida y la resolución si ha de aceptarse
o no esta responsabilidad no debe hacerse impulsivamente, sino valorando el costo
concienzudamente. Todavía hoy en Oriente los cuidadores de ovejas deben demostrar
si una oveja muere, que esto no ha sido por su descuido, si no puede probarlo debe
afrontar el castigo.
Pedro había flaqueado en su fidelidad al maestro frente a la posibilidad de sufrir
y morir. Jesús le tranquiliza de estos temores en los versículos siguientes, no
prometiéndole que él no tendrá que sufrir, sino en que éste llegará en su ancianidad y
cuando haya cumplido con la misión que se le encomendaba. Para ese entonces Pedro
ya habría madurado lo suficiente en su confianza en el Señor, como para enfrentar el
martirio sin temor.
Las instrucciones que recibe para demostrar su amor al maestro fueron tres y se
refieren a lo mismo: la misión de hacer discípulos.
1. "Apacienta mis corderos" (versículo 15). La primera tarea i que se le asigna es
apacentar a los "corderos". Los corderos son las ovejas bebés quienes no saben
alimentarse por sí mismas. A éstas se les debe preparar el alimento y
administrárselo poco a poco. El término "apacentar" significa "sé j un buen
pastor" (Salmos 28:9; 1 Pedro 5:2; Apocalipsis 7:17). Apacentar, es "...cuidar,
guiar, gobernar, defender...", como afirma Adam Clarke: "... cuidar que el
rebaño esté reunido, atendido, controlado, guiado. Todo pastor espiritual de
Cristo, tiene un rebaño formado por "corderos" -nuevos convertidos- y por
"ovejas" -cristianos de experiencia-, qué alimentar, guiar, controlar y gobernar".
2. "Pastorea mis ovejas" (versículo 16). En la segunda ocasión, se refiere a
"pastorear ovejas". Las ovejas son los corderos que han crecido y ya pueden
alimentarse solos, pero siempre requieren de un pastor que les guíe a buenos
pastos y mansas aguas. Stuart Briscoe, comenta al respecto, que las ovejas
necesitan ser guiadas... "con el ejemplo y la enseñanza, en el camino de la
verdad y la justicia". Un pastor, en los tiempos bíblicos, era responsable de cada
uno de los miembros del rebaño que se le había confiado para su vigilancia. El
pastor era una persona valiente y apta para el trabajo duro, pero también debía
dar un cuidado cariñoso a los débiles, llevando a los corderos en sus brazos,
buscando a la oveja perdida, guiándoles a los buenos pastos en tiempos de
sequía, a lugares de sombra y de aguas calmas. Su responsabilidad era
alimentar y cuidar el rebaño.
3. "Apacienta mis ovejas." (versículo 17). Las ovejas adultas también necesitan
ser alimentadas. Nunca cesa el trabajo do discipulado hacia una persona, pues
las ovejas dependen tío su pastor para sobrevivir a todo lo que atenta contra su
vida. Es interesante notar que el Señor usa siempre diminutivos para referirse a
sus ovejas: "corderitos y ovejitas", lo cual es indicativo que su dependencia de
Jesucristo igual que un niño pequeño depende de sus padres para no perecer.

En estas palabras a Pedro, Jesús enseñó que no todas las personas se encuentran
en la misma etapa de crecimiento y que cada discípulo necesita ser guiado conforme a
sus necesidades en cada etapa de su desarrollo. Es deber del discipulador adaptarse
para dar a todos la atención y cuidado adecuado y no el de los discípulos.
Más adelante, Pedro en sus epístolas hace notar lo importante que fue
para su ministerio esta lección sobre el proceso del discipulado cristiano (1
Pedro 1:1, 2:2, 25).
Con ésta lección Pedro comprendió que los "discípulos estaban en la empresa de
ver vidas transformadas por medio de la obediencia a la Palabra autoritativa de Dios,
hecha posible por el poder del Espíritu dentro de ellos" y que "el discipulado no es una
tarea para endebles espirituales".

EL EVANGELIO ES PARA TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA


Otro concepto errado de Pedro fue el de creer que el evangelio era sólo para los
judíos. En el libro de los Hechos 10 se narra que el Espíritu Santo tuvo que intervenir
por medio de una visión para que Pedro comprendiera que el evangelio es para toda
criatura, sin importar su raza, su lengua, la religión que profese, la condición social o
económica, el sexo o la edad. Así fue como Pedro fue enviado a testificar a Cornelio.
Mientras al Espíritu no le costó mucho preparar a Cornelio, sí tuvo que trabajar
ingeniosamente para alistar a Pedro. El Espíritu no guía a los siervos de Dios por la
fuerza. Él se preocupa de darnos la seguridad de que estamos haciendo lo correcto. En
ocasiones deberá convencernos de nuestro error antes de enviarnos a una misión
específica como ocurrió con Pedro, pero en otras oportunidades será luego de
obedecer que seremos aleccionados, como j ocurrió con el profeta Jonás.
El Espíritu también necesita que nosotros nos detengamos en nuestras
responsabilidades diarias y que le dediquemos tiempo a la oración para que Él pueda
ayudarnos y guiarnos. Es saludable que los cristianos nos preguntemos de vez en
cuando si estamos más ocupados de lo que realmente Dios quiere que estemos. Si no
tenemos tiempo para leer la Biblia y orar, seguramente hemos asumido más
responsabilidades de las que Dios desea para nosotros.

LA IGLESIA DE ANTIOQUIA:
"Y FUERON LLAMADOS CRISTIANOS POR PRIMERA VEZ"
En el libro de los Hechos se habla de una iglesia que se destacaba sobre las
demás porque "la mano del Señor estaba con ellos". Nos referimos a la iglesia de
Antioquía. Esta iglesia atraía a los inconversos quienes se convertían en gran número
(versículo 21). Veamos algunas de las características de esta iglesia local:
 Fue fundada por el testimonio espontáneo de los laicos.
 Ganaban a muchas personas (11:24). Dios convertía a la gente por medio del
trabajo de los creyentes.
 Estaban entregados a la oración y ayuno (13:1-8).
 Ofrendaban en forma sacrificada y espontánea (11:27-30).
 Tenían una visión para el mundo (enviaron a los primeros misioneros: Pablo,
Bernabé).
 Había compañerismo entre judíos y gentiles (Gálatas 2:11-12). La sanidad de
las relaciones interpersonales era real. Sus estilos de vida y prejuicios habían
sido transformados por el Espíritu Santo.

En esta iglesia los creyentes recibieron por primera vez, el nombre de


"cristianos". Pero este apodo no fue dado en forma de elogio, sino como resalta Ken
Hemphill: "...probablemente era un término despectivo para designar a los discípulos
en Antioquía usado por la comunidad secular que los rodeaba. Tal vez estaban
acusando a los discípulos de intentar ser "cristos diminutos", o sea imitadores de
Cristo. Debemos orar para que el mundo secular que está a la puerta de nuestras
iglesias nos acuse de ser imitadores de Cristo".
En el Nuevo Testamento "cristiano" equivale a un seguidor de Jesús. La vida de
Cristo Jesús se muestra en su diario vivir. El cristiano es una persona que ha dado
lugar al Espíritu Santo para que viva en él y ya no vive para satisfacer sus deseos
egoístas (1 Juan 4:12). Un cristiano es uno que comprendió que "Dios hizo nuestro
cuerpo con propósito de que sea un templo santo en el cual Él pueda habitar y
llenarlo. En 2 Corintios 4:6-7, Pablo compara a los seres humanos con recipientes de
barro... Los recipientes de barro se usaban para conservar objetos o documentos de
valor, debían romperse cuando se requería el documento. Nuestras vidas "deben ser
rotas para que el Espíritu de Cristo pueda ser totalmente revelado".
Michael Green señala que aunque en nuestros días el ser testigo de Cristo se
considera más bien como algo suplementario, en aquellos tiempos era una
característica de todos los cristianos, quienes eran testigos del Cristo resucitado,
como se puede constatar en Hechos 2:32. La palabra testigo y mártir provienen de la
misma raíz griega mártis. Un testigo de Cristo o un cristiano en los tiempos de la
iglesia primitiva, es uno que se identifica totalmente con el maestro, le obedece en
todas las áreas de su vida, le sirve con todo lo que es y con todo lo que tiene y aún está
dispuesto a morir, antes de defraudar en palabra o conducta a su Señor.

LOS VIAJES DE PABLO: “EL APÓSTOL DE LOS GENTILES”


BIOGRAFIA DE PABLO
El apóstol Pablo fue sin duda el más grande de los apóstoles, I aunque él se
consideró a sí mismo como "el más pequeño". Nació alrededor del año 1 d.C., lo cual lo
bacía unos cinco años menor que Jesús. En aquellos días, los judíos llevaban dos
nombres: el hebreo que usaban entre los de su pueblo y el romano, de uso j entre los
gentiles. Por lo tanto, su nombre judío era Saulo y su nombre romano Pablo.
El futuro apóstol nació en la Ciudad de Tarso, en la Provincia de Cilicia, situada
en Asia Menor. Tarso era la mayor ciudad metropolitana de Cilicia. Estaba a dos
kilómetros de la costa, pero contaba con el Río Tauro, que era navegable hasta el mar.
En la niñez de Pablo, Tarso se encontraba en una época de gran prosperidad y fama,
debido a la fertilidad de sus llanuras y el fluido comercio con los países vecinos. Tarso
era también un centro principal de fama intelectual, que sobrepasaba a Alejandría y
aún a la misma Atenas. En su universidad estudiaban muchos jóvenes extranjeros y
de ella se proveían maestros hacia el exterior del país. En los registros históricos de
Tarso hay una gran lista de filósofos y educadores. Es el otro lado,
desafortunadamente, el hecho de ser una ciudad próspera y culta, provocaba entre
muchos de sus habitantes la tendencia al lujo a la pereza.
Había un buen número de judíos residentes en Tarso, los cuales habían
introducido a la región sus tradiciones y costumbres religiosas y viajaban cada año a
Jerusalén para las fiestas sagradas hebreas y para comerciar con sus paisanos. Se
cree que el padre de Pablo era nativo del norte de Galilea y había llegado a Tarso cerca
del tiempo del nacimiento de Jesús. De acuerdo con la misma educación de Pablo, es
posible deducir que su padre tendría dinero y gozaba de cierto reconocimiento y
prestigio en la ciudad. Pablo heredó la ciudadanía romana, la cual era muy valiosa en
aquella época. Esta ciudadanía, por ejemplo, le libraba de torturas romanas como el
azote y la cruz, además de concederle apelación directa al tribunal romano y al
emperador.
Pablo declara además que él era hebreo de hebreos o sea de pura estirpe judía.
A los seis o siete años, Pablo debió asistir a la escuela primaria de la sinagoga local.
Estas escuelas se llamaban "la casa del libro" porque se estudiaban principalmente
los libros del Antiguo Testamento. También se aprendía el idioma arameo, que era la
lengua que los judíos adoptaron para el uso cotidiano durante la cautividad
babilónica. Pablo aprendió también la lengua hebrea en la cual se encontraban las
Escrituras del Antiguo Testamento y el idioma griego, en el cual se encontraban
traducidas las Escrituras en ese tiempo.
El padre de Pablo era un buen judío además de un buen ciudadano romano, ya
que decidió enviar a su hijo a Jerusalén con el fin de instruirle en la religión judía y la
literatura secular (Filipenses 3:4-5). Fue así que a los 15 años, Pablo, dejó su hogar
para ingresar en el colegio de rabinos (maestros del Antiguo Testamento) en
Jerusalén, llamado "la casa de interpretación". Allí estudió con Gamaliel, el más
grande de los maestros de la ley judía, quién se caracterizaba por su gentileza,
temperamento y generosidad de sentimientos; a la vez que piadoso y estricto en
guardar la ley de Moisés. Su fiel discípulo Pablo se convirtió también "en cuanto a la
ley, fariseo" (Filipenses 3:5 b).
Los fariseos constituían el partido religioso más grande del judaísmo. Había
gran cantidad de fariseos en el tiempo de Pablo, algunos de ellos eran escogidos para
conformar el sanedrín. Muy posiblemente Pablo era un integrante de ese alto cuerpo
judío. Los fariseos -que generalmente pertenecían a la clase media- creían y
practicaban celosamente la ley mosaica, al extremo de querer aplicar a cada situación
de la vida la ley "escrita", lo cual los hacía rayar a veces en el ridículo. Fariseo significa
"separado" y realmente ellos se consideraban aparte de los demás judíos "los
pecadores" según ellos, quienes no seguían sus prácticas.
Todos los rabinos tenían algún tipo de ocupación secundaria, como alfareros,
herreros, zapateros, carpinteros, sastres entre otros. Pablo no fue la excepción. Él se
ganaba la vida fabricando carpas y tiendas, oficio práctico y rentable que había
aprendido de su padre. Estas se hacían del pelaje de las cabras, muy comunes en el
Asia Menor.
Probablemente Pablo escuchó por primera vez el mensaje del evangelio en
Cilicia de la voz de Esteban, en una de las sinagogas donde sus palabras causaron
alboroto (Hechos 7:9). Para el tiempo de la muerte de Esteban, Pablo estaba en
Jerusalén y habría sin duda presenciado su hermosa exposición bíblica. Cuando el
sanedrín, en forma ilegal, -ya que no tenía autoridad para ello-, decide ejecutar al
primer mártir cristiano, se nos dice que Pablo cuidó las ropas de sus verdugos (Hechos
7:58) y que estaba de acuerdo con ello (Hechos 8:1).
Sin embargo, los comentaristas bíblicos coinciden en comentar que las palabras
"Señor, no les tomes en cuenta éste pecado" (Hechos 7:60), pronunciadas por Esteban
arrodillado f e indefenso mientras las piedras llovían sobre su cuerpo, fueron sin duda
alguna de gran impacto en Pablo. A pesar que el capítulo 8 de Hechos nos narra una
gran persecución a partir de ese momento y se nos muestra a Pablo como el férreo
asolador de la iglesia, es natural suponer que las palabras de Esteban permanecieron
en él como un abrumador peso de conciencia, que le acompañaría posteriormente,
camino a Damasco. Más adelante en su vida Pablo describe con arrepentimiento esta
etapa de su vida (1 Corintios 15:9; Gálatas 1:13; Filipenses 3:6; 1 Timoteo 1:13,15).
La persecución de Jerusalén, en realidad tuvo un efecto positivo, en el sentido
que sirvió para esparcir la semilla de la fe. Los creyentes se dispersaron y pronto el
evangelio se estaba predicando por todas partes (Hechos 8:4). Pablo "respirando aún
amenazas y muerte contra los discípulos del Señor" (Hechos 9:1) salió -como un brazo
del sanedrín- a buscar a Damasco a los creyentes que habían fijado allí su residencia
"a fin de que si hallase hombres o mujeres de ese camino, los trajese presos a
Jerusalén" (Hechos 9:2).
Cuando ya tenía a la vista la ciudad, sucedió algo trascendental, Pablo se rindió
ante la prueba indubitable de la existencia del Cristo que se apareció en medio de esa
luz refulgente. Todo su orgullo y pretensión, como perseguidor de los cristianos
cayeron a tierra junto a él. Esteban había estado en lo cierto y Pablo había estado
equivocado. Pablo obedeció a la voz: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues... Levántate y
entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer" (Hechos 9:5, 6).
Durante su permanencia en la ciudad, "estuvo tres días sin ver, y no comió ni
bebió" (Hechos 9:9). Un discípulo que estaba en Damasco, llamado Ananías, se
convirtió en su amigo y consejero...*»Por medio de su oración, Dios le restauró la vista
a Pablo (Hechos 9:18).
Creemos que Pablo experimentó la conversión al rendirse totalmente al Señor,
luego de caer de su cabalgadura, lo que inferimos de su humilde y obediente
pregunta... "Señor, ¿qué quieres que yo haga?" (Hechos 9:6). Tres días más tarde,
Pablo recibió la experiencia de la llenura del Espíritu Santo (Hechos 9:17).

PABLO: EL ESTRATEGA DEL CRECIMIENTO: SUS MÉTODOS


(HECHOS 20:26-27, 1 CORINTIOS 9:19-22, HECHOS 14:21 -23,
2 TIMOTEO 2:2)
El apóstol Pablo fue sobre todo un misionero que abrió camino y plantó muchas
iglesias llenas de vida. Se puede decir que él ya era un ardiente misionero del
judaísmo, antes de su conversión. La experiencia en el camino a Damasco intensificó
su pasión misionera y alteró su rumbo. Como declara J. Osvvald Sanders: "En verdad,
Dios lo escogió precisamente porque vio en él una materia prima misionera
extraordinaria. Otros misioneros como David Livingstone han abierto continentes al
evangelio. Pablo abrió todo un mundo".
Jesús indicó fundamentalmente dos cosas a Pablo en el camino a Damasco: En
primer lugar, que su ministerio lo llevaría a tierras lejanas; en segundo lugar, que
sería dirigido principalmente a los gentiles (Hechos 22:21, 26:16-18). Recordemos que
el Mesías había sido enviado principalmente a "las ovejas perdidas de Israel", de
manera que encargó la evangelización de los gentiles a sus seguidores, entre los
cuales, Pablo sería el más destacado.
Se puede decir que el libro de los Hechos de los Apóstoles, es el primer manual
misionero del mundo, narrando no sólo la historia, sino también la filosofía de las
misiones. Tiene abundantes escenas y sucesos misioneros que sirven como guía a la
obra misionera aún hoy. Nos informa sobre éxitos y fracasos. Nos revela principios y
nos indica métodos. Prácticamente, es el comentario de Dios sobre problemas o
desafíos que se encuentran en la mayoría de los campos misioneros modernos. Abarca
un período de solamente 33 años y es una clara demostración de lo que hombres y
mujeres comunes pueden lograr en esta vida con la ayuda del Espíritu Santo.

PABLO PREDICÓ UN EVANGELIO COMPLETO


Los Hechos y sus Cartas nos hablan claramente de doctrinas fundamentales
como la universalidad del pecado y la seguridad del juicio; lo decisivo y eficaz de la
cruz para una salvación completa, la resurrección y la segunda venida de Cristo. Al
despedirse de los ancianos de Éfeso, sabiendo que sería la última vez que ellos lo
verían, les dijo de la siguiente manera... "Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que
estoy limpio de la sangre dé todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de
Dios" (Hechos 20:26-27). También en Tesalónica, a pesar de estar muy pocos días en
ese lugar, presentó en la sinagoga en forma resumida el mensaje del Señor a los judíos
(Hechos 17:1-9).
Es de destacar que Pablo no "diluía" el mensaje del evangelio, sino que lo
presentaba en toda su profundidad, con todas sus implicaciones; con sus privilegios,
pero también con sus responsabilidades y demandas. Si el apóstol volviera al mundo
en esta época, se horrorizaría al ver lo que los "predicadores de un evangelio de oferta"
tan comunes en este fin de siglo están diciendo en el "nombre de Jesús".
El Señor dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome
su cruz, y sígame" (Mateo 16:24). Pablo predicaba a este mismo Jesús, a un Cristo al
que debemos aceptar, no sólo como Salvador sino también como Señor, para que Él
sea el dueño de nuestras vidas y nos guíe por el cotidiano camino de la obediencia a su
Palabra, en medio de las situaciones que a cada uno nos toca enfrentar.

PABLO USÓ ESTRATEGIAS APROPIADAS


A LAS DIFERENTES CULTURAS Y CONTEXTOS
Pablo entendió que la tarea de hacer misiones involucraba a seres humanos de
diferentes contextos, posiciones, etc. sin limitar por esto jamás sus esfuerzos
misioneros a un nivel particular de la sociedad. Él se dio cuenta que las relaciones
humanas serían parte vital en la tarea de plantar la iglesia en nuevas y diversas
regiones. Guiado por el Espíritu y ayudado por su excelente preparación, Pablo
procuró identificarse lo mejor posible con los niveles nacionales y sociales de la
humanidad, a fin de presentar el evangelio de una manera inteligible y aceptable. El
concepto de "a todos me hecho de todo" de 1 Corintios 9:19-22, guio todo su
peregrinaje misionero.

PABLO PLANTÓ IGLESIAS: HECHOS 14:21 -23


Es curioso notar la estrategia del apóstol en este sentido. Con el profundo
espíritu pionero que lo caracterizaba y con la firme convicción del poder del evangelio
para transformar vidas y comunidades (Romanos 1:16), se concentró en alcanzar las
ciudades más estratégicas geográficamente y que ejercían mayor influencia sobre la
cultura y hábitos de la gente. Sin embargo no le satisfacía el simple evangelismo.
Cuando había convertidos los discipulaba y establecía iglesias con una organización
sencilla y flexible. En Hechos 14:21-23, nos dice que "Y después de anunciar el
evangelio en aquella ciudad (Antioquía de Siria) y de hacer muchos discípulos...
constituyeron ancianos en cada iglesia y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído".
Pablo también veía a las nuevas iglesias como una posible plataforma de
lanzamiento para alcanzar a otros, plantando iglesias hijas en nuevos lugares. En
realidad, esperaba que funcionaran así en un tiempo relativamente corto. La iglesia en
Tesalónica lo llenó de gozo en este sentido... "Habéis sido ejemplo a todos los de
Macedonia y de Acaya que han creído. Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada
la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar
vuestra fe en Dios se ha extendido" (1 Tesalonicenses 1:7,8).

PABLO DISEÑÓ UN SISTEMA DE EDUCACIÓN TEOLÓGICA (2 TIMOTEO 2:2)


El apóstol Pablo buscó y cultivó la amistad de jóvenes que prometían ser buenos
líderes y a la vez los disciplinó para que fuesen buenos ministros de Jesucristo.
"Ejercítate para la piedad" le instó a Timoteo (1 Timoteo 4:8). Pablo en varias ocasiones
se pone como ejemplo, como modelo a seguir "sed imitadores de mí, así como yo de
Cristo" (1 Corintios 11:1). El apóstol estaba marcando una pauta muy elevada. La
norma que imponía a sus discípulos no era inferior a la que se imponía a sí mismo. A
su pupilo por excelencia, Timoteo lo instruye en la multiplicación de su propio
ministerio: "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles
que sean idóneos para enseñar también a otros" (2 Timoteo 2:2).
El apóstol Pablo seguía un programa de expansión continua, al tanto que no
descuidaba el ministerio de consolidación de los lugares ya visitados (Hechos 15:36).
Confió en los jóvenes e inexpertos pastores que dejó encargados de cada nueva iglesia.
A estos mismos, a su debido tiempo, comisionó como "obispos" (superintendentes),
delegando en ellos la responsabilidad de designar ancianos (pastores) y supervisarlos.
Este fue el caso de Timoteo, Tito y Erasto, a quienes Pablo envió para establecer
"ancianos" en cada ciudad (Tito 1:5).
Pablo capacitó a éstos y muchos otros discípulos "en el camino", es decir "en el
ministerio" y no "para el ministerio". ¿Cómo lo hacía?:
1. Enviaba estudios escritos: Sus cartas eran verdaderos cursos a distancia.
Algunos creen que varias de sus epístolas circulaban por las distintas iglesias.
Pasajes como 1 Tesalonicenses 5:27 y Colosenses 4:16 parecerían confirmarlo.
2. Instruía por medio de cartas personales a los pastores de iglesias y
supervisores: Las Epístolas Pastorales (1 y 2 Timoteo y Tito) son prueba de ello.
3. Cuando visitaba los diferentes lugares -de acuerdo con el tiempo de su estancia-
enseñaba, en forma regular o intensiva: Por ejemplo en Corinto (Hechos 18:11),
Éfeso (Hechos 19:9-10), Troas (Hechos 20:7) y Roma (Hechos 28:30-31).

Pablo fue formado -como hemos visto- en el seminario residencial de la época, el


colegio rabínico de Jerusalén. Los conocimientos que allí adquirió, le fueron de gran
utilidad luego, en la proclamación y defensa del evangelio (Hechos 9:20-22 y 18:5). Sin
duda, quedaron demostradas las virtudes de la educación en residencia que había
tenido Pablo, como estudio concentrado, docentes, biblioteca, etc. Sin embargo,
cuando aquel joven rabino se convirtió en el gran apóstol del cristianismo y se propuso
extender el mensaje por todo el mundo gentil, se dio cuenta que para lograrlo
necesitaba un sistema de entrenamiento para sus ministros que Se adaptara a su
estrategia de crecimiento geográfico y numérico. Hace unos pocos años alguien
determinó que "a todos los seminarios residenciales del Brasil... (de una determinada
denominación), les llevaría 70 años capacitar a todos los pastores que necesita hoy
esa denominación".
Los llamados por Dios que están en la Iglesia del Nazareno, pueden optar por
ingresar a uno de los muchos excelentes programas residenciales que ofrece nuestra
denominación. Sin embargo, no todos podrán hacerlo, especialmente contemplando
los tiempos ¿jue vivimos. Para ellos la iglesia ofrece programas descentralizados, "de
extensión" o "a distancia", entre los que pueden escoger.
Una cosa es segura: no podremos preparar la cantidad de ministros que nuestra
creciente denominación está necesitando en América Latina y en el mundo (y por lo
tanto, no podremos ganar nuestra generación para Cristo) únicamente con programas
residenciales tradicionales. Gracias a Dios porque muchos programas de educación al
estilo de Pablo ya se realizan desde hace años en nuestra iglesia, en nuestro
continente, con mucho éxito.

EL CUMPLIMIENTO DE LA MISIÓN: “HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA”


En la iglesia del libro de los Hechos la misión se llevaba a cabo desde las puertas
del templo hacia afuera. El mandato "id" o "yendo" de la Gran comisión (Mateo 28:19)
era asumido por la comunidad de creyentes como una responsabilidad de llegar a los
que están "más allá". Este "más allá" incluía a todas las etni, griego que se traduce
"naciones" en la versión Reina Valera.
Jesús no se refiere aquí exclusivamente a cruzar fronteras políticas para ir a
nuevos países, sino a llevar el evangelio haciendo discípulos a todas las etnias, tribus
o familias de la tierra. No olvidemos que en los días de Jesús había una sola frontera
política que era la del Imperio Romano. Éste es el mismo término que Juan utiliza en
Apocalipsis 5:9-10, cuando describe la gran multitud de los salvos. Según los
misionólogos, existen unos 12 mil grupos no alcanzados en el mundo. Algunas
"naciones" tienen decenas de estos grupos (sólo en la selva amazónica hay más de
100). Cornil vemos en la multitud reunida para comenzar la eternidad, habrá
personas de todo linaje, lengua, pueblo y nación. Esto quiere decir que los doce mil
pueblos aún inalcanzados, deben ser alcanzados antes de que Cristo venga.
Algunos conforman su conciencia diciendo que "el Señor tendrá misericordia de
ellos" o que "juzgará a los que no han oído de su amor, de acuerdo a la luz que tengan".
Pero los creyentes primitivos entendían la Gran Comisión como una responsabilidad
no sólo para con sus vecinos, sino también por los que estaban en los pueblos más
distantes.
Algunas iglesias tienen una visión demasiado centrada en sí mismas. Ellas
están convencidas de que tienen tantas personas para ganar en su comunidad que no
les queda tiempo y recursos para preocuparse por los que están tan lejos. Esta
mentalidad localista frecuentemente lleva a no hacer nada por unos, ni por otros. Una
iglesia con un corazón cerrado a las misiones, se vuelve egoísta, localista y avara aun
para servir a su comunidad. Cuando la iglesia comparte el evangelio que por gracia le
fue dado con los que están más allá, Dios la bendice en su comunidad.
La iglesia de los Hechos y la historia de la iglesia nos enseña que no debemos
esperar a que toda la comunidad en donde se encuentra nuestra iglesia esté
evangelizada para empezar a preocuparnos por los que están en las comunidades más
alejadas. Los apóstoles no esperaron a que toda la Palestina del Nuevo Testamento
fuera cristianizada para enviar a Pablo y Bernabé a los gentiles de Antioquía. Los
metodistas del siglo XVIII no esperaron ganar todo el Reino Unido para enviar
misioneros al nuevo mundo. ¡Gracias a Dios que nuestros hermanos de los Estados
Unidos en los siglos XIX y XX tampoco esperaron evangelizar totalmente su nación,
sino que estaban convencidos de que aquí en América Latina también teníamos
necesidad del evangelio y nos enviaron sus misioneros! Ahora desde América Latina
nos toca asumir un rol protagónico como iglesia enviadora de misioneros al mundo.
Hechos 1:8, nos dice "...me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y
habiendo terminado la tarea me seréis testigos también en Samaría y hasta lo último
de la tierra". El Señor dio a entender que la tarea debía ser simultánea: mientras
estaban evangelizando en Jerusalén, debían hacerlo también en Judea y al mismo
tiempo en Samaría y hasta el último rincón del mundo conocido entonces".
En el libro de los Hechos hay doce ocasiones cuando los discípulos hubieran
podido sentirse satisfechos de lo que ya habían logrado, pero en cada ocasión el
Espíritu Santo los impulsó a extenderse más allá.
Quizás el caso más significativo que se narra es el de Felipe en Hechos 11:1-18.
Felipe se dirigió a Samaría. Los samaritanos eran gente despreciada por los judíos.
Los discípulos mismos se habían asombrado cuando Jesús se preocupó en sembrar el
mensaje de salvación en el corazón de una mujer samaritana (Juan 4). Pero el Espíritu
estaba obrando en el corazón de los discípulos infundiendo en ellos amor por todas las
personas, el mismo amor con que Dios les ama, para que compartieran con todos la
Palabra de Dios.
Es posible que Felipe haya pensado que en Samaría tenía que quedarse varios
años para realizar allí un fructífero ministerio. Pero extrañamente el Espíritu le llevó
súbitamente al desierto a testificar a una sola persona. ¡Cuántas veces la dirección por
la que quiere llevarnos el Espíritu no concuerda con nuestra sabiduría humana! Pero
el Espíritu sabía que éste etíope llevaría el Evangelio de regreso con él a su patria.
Como cristianos debemos tener cuidado en ser dóciles a la guía del Espíritu
Santo. A veces caemos en el error de medir el "éxito" en la obra de Dios de la misma
forma que las empresas comerciales calculan sus ganancias. También podemos ser
deslumbrados por la aceptación de la Palabra en nuestro lugar de ministerio,
olvidándonos de aquellos que en regiones lejanas aún viven en las tinieblas del
pecado.
El Espíritu Santo trata de sacar provecho de todas las circunstancias para que
el evangelio avance más y más geográficamente en el mundo. Él siempre nos guiará a
extendernos más allá, a otras ciudades, a otros países, a otros continentes y así hasta
llegar a lo "último" de la fierra. No importa cuán olvidado de los hombres esté algún
pueblo, o alguna persona, el Espíritu Santo nunca se olvida de ellos y sólo necesita de
nosotros para que ellos puedan oír la voz de Dios.

UN VISTAZO A LA MISION DE LA IGLESIA


LA MISIÓN DE LA IGLESIA
La palabra misión procede de la palabra latina missio, -onis que significa
"acción de enviar". Esta acción de enviar implica además que hay un otorgamiento de
facultades al enviado para que pueda cumplir con algún cometido. Como sinónimos
de misión se encuentran: facultad, embajada, poder, delegación, comisión; también
apostolado y predicación. Mientras que misionero es también un apóstol, predicador y
propagador.
El diccionario teológico Beacon define misión como sigue:
El significado central de los términos bíblicos y teológicos para misión es "enviar". La misión
es de Dios (missio Dei), quien desea que todos "sean salvos y vengan al conocimiento de la
verdad" (1 Timoteo 2:4). Dios envió a su Hijo al mundo, y el Padre y el Hijo enviaron al
Espíritu Santo para dar poder a la iglesia en su misión de buscar a los perdidos. Idealmente
se puede decir que cuando la iglesia envía obreros, el Espíritu Santo también los envía
(Hechos 13:1-4)"

Para que exista "misión" propiamente dicha deben darse cuatro aspectos o
condiciones:
1. El que envía debe tener en mente un objetivo o propósito final. Este para qué de
la misión se origina en el Creador. Teológicamente hablando, Dios es el punto de
partida y el ideólogo de la misión. Afirmar que la misión parte de la iglesia no es
bíblicamente correcto.
2. Se requiere un encargo preciso o un plan de acción que especifique el cómo ha
de llevarse a cabo la misión encomendada. Este plan debe considerar las
limitaciones para la acción del enviado, así como los asuntos en que necesita
consultar y en los que puede actuar guiado por el sentido común. En este
aspecto Dios ha dado las estrategias pero también permite que sus enviados
apliquen su creatividad para el mejor ejercicio de la misión. El agente que envía
y el enviado trabajan juntos en el diseño y la implementación de la misión.
Creador y criatura trabajan en armonía para alcanzar los objetivos de la misión.
3. Un enviado (también grupo, familia, pueblo o iglesia) escogido y llamado por
Dios que será el quién de la misión.
4. Este enviado debe ser calificado y entrenado de acuerdo con las características
de la misión encomendada. Dios es quien otorga las "calidades", quien le
entrena y perfecciona al emisario, quien a su vez colabora en el proceso de
preparación.

Todos estos aspectos de la misión tienen suma importancia para comprender la


misión delegada a la iglesia. Esta misión tiene su origen en Dios; debe ser
implementada por todos los que Él ha llamado y enviado (mirando a Cristo como
ejemplo supremo) y tiene una meta o propósito final que debe estar en armonía con la
misión para la cual Dios ha creado a los seres humanos.
En la Palabra, es siempre Dios el que llama y envía. Él es el diseñador de la
misión, quien escoge y capacita a sus escogidos y quien da las normas y directrices a
sus enviados.

¿MISIÓN DE DIOS O MISIÓN DE LA IGLESIA?


Desde fines del Siglo XVIII el texto de la Gran Comisión (Mateo 28:16-20) ha
servido de base para definir la misión de la iglesia. Este "mandato evangelístico" fue
tomando más y más fuerza impulsando las misiones foráneas y las múltiples
sociedades que enviaban misioneros en Inglaterra y Estados Unidos (William Carey y
otros).
Algunos teólogos observan que la iglesia ha tomado poco a poco el lugar central
en la misión dejando a Dios a un lado. La mayoría de las teologías de la misión parten
de la iglesia y se confunde la iglesia con "el Reino". Este enfoque equivocado de la
misión ha afectado la estrategia misionera de la iglesia.
Toda definición de la iglesia y su misión debe partir de que la misión es de Dios
y la iglesia participa en esta misión como colaboradora. La iglesia no es la dueña y
diseñadora de la misión. Las bases de la misión podemos encontrarlas en los primeros
capítulos de Génesis donde relata cómo el hombre y mujer fueron creados para ser
administradores para los propósitos de Dios. En Génesis 3:15 encontramos la
esperanza de la redención que se reitera en cada uno de los pactos sucesivos de Dios
con su pueblo.

¿CUÁL ES EL ROL DE LA IGLESIA EN LA MISIÓN DE DIOS?


Este cambio de enfoque o punto de partida de la misión tiene unas
consecuencias poderosas en cuanto a la forma en que entendemos la misión de la
iglesia y en cómo la efectuamos.
En primer lugar, debemos ver a la iglesia como colaboradora de Dios en la
reconciliación de la humanidad con Dios, no con la iglesia o con una doctrina o una
denominación. Como afirma Efesios 5:20, los cristianos somos embajadores de Cristo,
colaboradores de Dios, enviados con un propósito dentro de la misión de Dios.
En segundo lugar, la iglesia no es el objeto de la misión de Dios sino un
instrumento de la misión de Dios. Esto da a la iglesia un sentido de humildad, de
dependencia y de propósito. El propósito de la existencia de la iglesia es el de guiar a
los que son salvos a encauzar su vida en los propósitos de Dios.
En tercer lugar, la iglesia existe para reconciliar al mundo con Dios. Según
Efesios 1:1-10, los tres beneficios de la reconciliación son: restauración de la
persona/familia; restauración de las relaciones; restauración de toda la creación -el
universo- de la destrucción que el pecado del hombre le ha causado.
En cuarto lugar, la iglesia ha sido creada para ser el pueblo de Dios actuando en
el mundo. En la Biblia la misión encomendada a la iglesia incluye tanto aspectos de lo
que Dios espera que ella sea, como de lo que Dios espera que ella haga en el mundo
como sierva de Dios. La misión de la iglesia es tanto "ser"102 como "hacer".
A continuación se examinan los pasajes que se consideran de mayor
importancia sobre la función delegada a la iglesia dentro de la misión restauradora de
Dios para la humanidad.

LA MISIÓN DECLARADA EN LA GRAN COMISIÓN DE MATEO 28:18-20


Un análisis exhaustivo del texto de la Gran Comisión demuestra que la tarea de
la iglesia va mucho más allá de "anunciar el evangelio en todo el mundo": la iglesia
colabora con Dios en el establecimiento del señorío de Cristo sobre toda la creación.
Veamos el análisis que hace René Padilla sobre este texto:
 La misión de la iglesia se basa en la autoridad de Cristo (los versículos 18-19, se
unen por la cláusula oun, "por tanto"). No basta con que las personas escuchen
de Jesús, sino que deben reconocerle como su Señor y "toda" su vida debe
reenfocarse en Cristo.
 El mandato es a "discipular", el verbo imperativo y principal de la frase es
matheteusate: hacer discípulos.
 Los tres verbos restantes son participios del verbo principal: porcuthcntcs
("yendo"): describe las circunstancias (no implica cruce de fronteras);
baptizontcs (bautizando): Incorporación de nuevos discípulos a la comunidad
cristiana. El bautismo es rito de iniciación. Para Pedro Larson, el bautismo tiene
dos facetas importantes "identificación e incorporación".

"El bautismo sería parte importante del discipulado, señalando la inclusión del nuevo
creyente en la iglesia del Señor por medio de la limpieza de pecados. Es de notar que no hay
establecimiento de alguna forma de bautismo. Para los primeros cristianos..."el bautismo era
un rompimiento mayor con su sociedad y una declaración definitiva de su identificación con
el Maestro".

Didaskontes (enseñando): El contenido de la enseñanza no es un conjunto


de doctrinas y normas sino "una persona": Jesús.
"Todas las cosas" se refiere a la formación integral, lisia enseñanza tiene como
manual del maestro y del discípulo a la Biblia, cuyo propósito principal es
revelar a Cristo. "Esta enseñanza incluye metodología del Señor y nos anima a
contemplar a Cristo mismo como nuestro modelo de servicio". El objetivo de esta
enseñanza es orientar a la obediencia o sea ir mucho más allá del nivel de la
memorización y la comprensión para llegar a transformar toda la vida.
 La promesa de la presencia de Jesús permanentemente es para los hacedores
de discípulos. Justo González lo explica de la siguiente manera:
"En ocasiones se separa la promesa de la permanente presencia de Jesús con los creyentes
de este pasaje, pero ésta es una promesa condicionada, Él estará presente con quienes sean
obedientes y hagan discípulos como Él ordenó. Ésta es una promesa de poder, garantizando
que el mismo Dios que había comenzado la obra en Jesús sería fiel en culminarla y en esto su
iglesia tendría un rol muy importante. Esta garantía de victoria fue probada en los hechos de
los cuales ellos fueron testigos..."El fundamento de la misión de los discípulos se encuentra
en el hecho de que, a través de la crucifixión y la resurrección, toda potestad le ha sido dada
a Jesús" (Mateo 28:18-19).

René Padilla opina que la iglesia debe interpretar este mandato de la Gran
Comisión como sigue:
"En conclusión, la Gran Comisión según Mateo 28:16-20 no es un "mandato evangelístico" en
base al cual la preocupación central de la iglesia debe ser la conversión de individuos y el
establecimiento de iglesias. Es, más bien, un llamado que el Señor resucitado hace a la
iglesia a dedicarse a formar hombres y mujeres que reconozcan su señorío universal, se
integren al pueblo de Dios y emprendan un seguimiento de Él que abarca todo aspecto de la
vida humana. E$, en otras palabras, una convocación a participar en la formación de
ciudadanos del Reino de Dios dispuesto a obedecerlo a Id en todo, para lo cual la iglesia
cuenta con la presencia constante del Espíritu ("él otro Jesús") "hasta el fin del mundo".

Pedro Larson resume la tarea encomendada a la iglesia en la siguiente


declaración:
"La comisión en que Cristo ha hecho copartícipe a 1§ iglesia no es tarea sencilla, y sólo podrá
realizarse si los seres humanos involucrados dan todo de sí. Sólo con hombres y mujeres que
estén dispuestos a entregarse por completo a esta causa, se podrá alcanzar la meta que Dios
ha puesto sobre los hombros de su iglesia: Hacer discípulos de todas las naciones;
enseñarles todas las cosas; esta tarea ha de ser de todos los días porque Jesús prometió
estar con los hacedores de discípulos todos los días; Jesús tiene todo el poder para guiar a
su iglesia a alcanzar esta meta por completo”.

La gran comisión es más bien un llamado a un compromiso con el discipulado


radical de Jesús.

LA GRAN COMISIÓN Y EL GRAN MANDAMIENTO DE MATEO 22:37-39


Algunos autores han relacionado el gran mandamiento (Mateo 22:37-39) con el
pasaje de la Gran Comisión al considerar que ambos son complementarios con
respecto a la misión delegada a la iglesia. John Stott, por ejemplo, los asocia en lo
siguiente:
"La Gran Comisión ni explica, ni agota, ni reemplaza el Gran Mandamiento. Lo
que hace es agregarle el requisito de amor al prójimo y servir al prójimo una nueva y
urgente dimensión cristiana. Si realmente amamos a nuestro prójimo no cabe duda de
que compartiremos con él las buenas nuevas del Señor Jesús".
Kick Warren, también ha encontrado, en un estudio minucioso del Nuevo
Testamento, que es en estos tíos pasajes, donde se halla el resumen de los cinco
propósitos de Dios para su iglesia, los cuales se hallan reforzados ampliamente en el
resto de la Biblia. El afirma que la iglesia que practica estos cinco mandatos del Señor,
tiene el crecimiento garantizado. Estos propósitos son:
 Amar al Señor con todo el corazón.
 Amar al prójimo como a uno mismo.
 Ir y hacer discípulos.
 Bautizarlos.
 Enseñarles a ser pueblo de Dios (semejantes a Cristo en sus pensamientos, en
sus sentimientos y en sus acciones).
Gene Getz, resalta la importancia de este mandamiento, que fuera dado por
Jesús a los discípulos poco antes de su muerte y resurrección. El observa que el
objetivo que perseguía el Señor Jesús se encuentra en Juan 13:34,35: "En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". Era
imprescindible que los discípulos fueran perfectos en amor y en unidad para que el
mundo creyera el mensaje que debían transmitir. Esta preocupación también la
manifiesta el Señor en la oración en Getsemaní (Juan 17: 21,23).
Pedro Larson también considera que la Gran Comisión registrada en diferentes
pasajes (Mateo 28:16-20; Marcos 16:14-20; Hechos 1:8) y el gran mandamiento
(Mateo 22:37-39) se complementan entre sí. Él los relaciona también con Lucas
24:44-49 y Hechos 1:8, por encontrar en éstos algunos elementos importantes para
comprender mejor la misión delegada a la iglesia: el contenido central del mensaje: la
obra salvífica de Cristo y la promesa del Espíritu Santo. En las últimas instrucciones
registradas en Hechos 1:8, se incorpora la palabra "testigos" y el plan progresivo de
avance geográfico en que debe efectuarse la tarea encomendada, comenzando por
Jerusalén.
En resumen, Larson encuentra en estos pasajes los siguientes elementos
importantes de la misión:
1. El mandato: compartir el evangelio.
2. El contenido del mensaje: arrepentimiento y perdón por medio de Cristo.
3. Los destinatarios de ese mensaje: todas las etnias o familias de la tierra.
4. El método (por medio de testigos que van, enseñan y bautizan).
5. La energía que los motiva: la dinámica del Espíritu.
6. El requisito de amor y servicio al prójimo.

LA MISIÓN COMO “LLEVAR FRUTO”


En el evangelio de Juan, Jesús transmite a sus discípulos la misión de llevar
mucho fruto, tanto de calidad, como en cantidad (Juan 15:16). En el capítulo 17
y 20 se concluye que la misión de la iglesia abarca cinco áreas:
1. Glorificar a Dios en Cristo.
2. Hacer conocer a Dios en medio del mundo.
3. Ser portadores y canales de la Palabra de Dios a la gente.
4. Realizar una obra de oración e intercesión.
5. Permitir que Dios revele, su gloria por medio de nosotros.

LA MISIÓN COMO “SERVICIO AL MUNDO”


Una correcta definición de la misión de la iglesia debe incluir el servicio cristiano
en medio de un mundo necesitado materialmente.
Orlando Costas opina al respecto:
"De ahí también la importancia vital del servicio de amor. Sin vidas comprometidas hasta lo
último con Cristo en el servicio al prójimo, la obediencia misional de la iglesia carece de
autenticidad. Porque la misión no se trata simplemente de ir a las naciones y discipulares, ni
meramente de establecer congregaciones que celebran el evangelio y reflexionan sobre su
significado. Antes bien, se trata de "salir a Cristo fuera del campamento llevando su
vituperio" en el servicio del mundo (Hechos 13:13-16). Y agrega: "La justicia es la otra cara
del amor, así como la diaconía (servicio) es el correlato de la koinonía (comunión) y la
encarnación el fundamento de la proclamación kerygmática".
Para Costas la evidencia y objetivo del crecimiento en la fe se halla en la
participación de todo el cuerpo en la misión. "En una comunidad vibrante que
respalde el anuncio y reciba a los llamados, lo numérico se convierte en una mera
producción consumerista". Concluye con Hoekendijk, "la iglesia realiza su misión en
la manifestación de la paz mesiánica (shalom) en la proclamación del evangelio
(Kerigma), viviendo en comunión (koinonía) y en el servicio (diaconía)"

LA MISIÓN EN EL PENSAMIENTO DE JUAN WESLEY


Juan Wesley fue el primero en reconocer que el cristiano existe para la misión.
Eunice Briant afirma: "Wesley era el primero de la época moderna que reconocía
claramente que la tarea del cristianismo en el mundo es misión y el primero que
sacaba deducciones prácticas inmediatas de este concepto".
Pero este servicio al mundo, sólo puede llevarse a cabo con el impulso del amor
de Dios en los corazones santificados de los creyentes. Es por eso que la enseñanza de
la vida de santidad, era para Wesley tan importante. El objetivo de su ministerio y de
sus grupos de crecimiento espiritual, era guiar a los creyentes a vivir en la santidad de
vida, porque esta villa de santidad era el imán que atraía a los pecadores al amor de
Dios. Mucho tiempo antes que algunos eclesiólogos contemporáneos, Juan Wesley
descubrió que una iglesia sana, crece naturalmente, por ello puso su énfasis en que
sus miembros aprendieran a vivir en santidad.
Para Wesley la santidad de la iglesia debe traslucirse en preocupación y acción
social. Santidad, para él significaba: amor de Dios en acción. Con este propósito
enseñaba la disciplina de la abnegación y la buena administración del dinero, a fin de
proveer para las necesidades de los necesitados.
Juan Wesley creía también que la iglesia debía alzar su voz profètica
denunciando el pecado de los que tenían en sus manos el poder de decidir sobre la
vida de otras personas. Por ello combatió toda forma de corrupción de su tiempo por
medio de panfletos que se distribuían, como son: el contrabando, el soborno con fines
políticos, el desempleo, la usura que causaba el alza en los precios de los alimentos, la
falta de atención médica y educación para los pobres, el desamparo de las viudas,
entre otros. Wesley supo defender las verdades bíblicas hasta las últimas
consecuencias, "...Wesley luchó contra la esclavitud de su tiempo, contra la pobreza y
luchó por darle lugar a la mujer en la iglesia".
Por muchos años se ha discutido si la iglesia debe preferir cantidad a calidad, o
calidad a cantidad, en sus miembros. Para Wesley, la cantidad y la calidad van juntas
y ambas son señales de una iglesia sana, como afirma Hunter: "El Sr. Wesley
firmemente prefería el crecimiento a la declinación y veía que calidad y profundidad
típicamente acompañan el crecimiento...".
En sus observaciones comprobó que las iglesias que decrecían en número de
miembros, también estaban menguando en la calidad espiritual de sus miembros.
Para Juan Wesley, la misión de la iglesia era integral y la santidad debía
manifestarse en todas las áreas de la vida del discípulo de Cristo. Para él, la Gran
Comisión, debía entenderse como guía para la misión de cada generación de
cristianos, hasta que todos los pueblos de la tierra sean alcanzados.

MISION DELEGADA A LA IGLESIA Y EL REINO


Algunos autores han tratado de explicar la importancia de esta misión delegada
-hacer discípulos- y el rol de los discípulos de Cristo en el advenimiento del Reino de
Dios escatológico. Jonatán Lewis, por ejemplo, entiende que el papel de los discípulos
es ser "agentes" del reino y expresa la misión de la iglesia en la siguiente frase:
"Dios ha confiado a su gente la tarea más grande de la historia humana. Nosotros somos los
agentes de su reino y tenemos la responsabilidad de llevar las buenas nuevas de libertad, a
través de Cristo, hasta los confines de la tierra. Nosotros no sabemos por qué Él ha elegido al
hombre como su agente. Quizás sus ángeles hubieran podido hacerlo mejor y más rápido.
Pero sospechamos que Dios nos ha confiado esta misión porque, a la vez, el proceso de
ejecución es esencial para nuestro crecimiento y para nuestra madurez La historia y la
experiencia enseñan que la iglesia que no propaga el evangelio se marchita y muere. De igual
manera, el creyente que individualmente no aprende a enfocar su atención en las
necesidades de otros y a ministrar para satisfacerlas, permanece perpetuamente en la
inmadurez".

Lozada y Angulo encuentran que el discípulo de Cristo debe desempeñar su


papel de co-actor en el establecimiento del Reino:
"Ingresar al reino... Representa hacerse agente o co-actor en el establecimiento de ese reino.
Implica una transformación de la persona y sus valores a través de la obediencia a los
mandamientos de Jesús… Dios mismo a través del Espíritu Santo estará acompañando y
capacitando a su pueblo para que pueda ser fiel al llamado de ser co-actores con Dios en el
drama de la restauración de toda la creación (Juan 14:15-17, 26; 16:13; Hechos 8:8-13;
Filipenses 2:13)… “No hay lugar para observadores en este proceso”

Comentan también que en el reino de Dios no hay lugar para miembros activos
e inactivos (como se acostumbra clasificar los miembros en algunas iglesias) o para
miembros pasivos. En la iglesia primitiva "...la comunidad en bloque marchaba
unánime porque era en este involucramiento activo que se experimentaba la acción
restauradora del reino de Dios". Esto se ve expresado en los términos: todos; ninguno,
unánimes, juntos, en común (Hechos 2:42 y 4:32-34).
Para Lozada y Angulo la misión de la iglesia es "...glorificar a Dios facilitando la
transformación de la vida de las personas "en todas las naciones"... esto ha de
realizarse reflexionando críticamente en los grupos de discípulos, sobre cómo "reflejar
el propósito restaurador de Dios." La responsabilidad de las iglesias locales es reflejar
el reino en sus estilos de vida y es Dios quien se encargará de añadir nuevos miembros
a ella. La responsabilidad de velar porque los miembros vivan esta calidad de vida,
recae sobre los líderes, quienes deben ser ejemplo para ellos.
La iglesia de los verdaderos discípulos de Cristo ha de ser transformadora de su
contexto, de la misma manera que lo hizo Jesús. En esto consiste el verdadero
discipulado "cristiano", en restaurar las vidas de las personas a la imagen de Cristo,
en el poder del Espíritu Santo, para que éstos a su vez, por amor a su Redentor, se
conviertan en restauradores de las vidas de otras personas. La iglesia primitiva puso
en práctica este discipulado restaurador con un tremendo impacto en su medio como
se ha visto anteriormente.

CONCEPTO DE DESARROLLO DE LA IGLESIA


DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MISIÓN
La iglesia no es la diseñadora de la misión sino un instrumento que interpreta la
voluntad misionera de Dios para toda la creación. La iglesia fue creada para crecer y
desarrollarse en todas las dimensiones (crecimiento integral). La misión de Dios abre
las puertas a diversidad de ministerios y vocaciones en el Cuerpo de Cristo.
Podemos resumir la misión de la iglesia como sigue: La formación de discípulos
de Cristo no es un ministerio más, entre los muchos en la iglesia, sino la meta
principal de todos los ministerios, puesto que éste fue el plan maestro de Cristo,
delegado a su iglesia para restaurar a TODO ser humano del dominio del pecado a la
santidad de vida y al servicio al mundo.

ALGUNAS APLICACIONES QUE RESULTAN DE LOS PASAJES ESTUDIADOS EN


CUANTO A LA LABOR ENCOMENDADA A LA IGLESIA SON:
1. La motivación para formar discípulos no debe ser la obediencia a un
mandato, sino que debe ser el estilo de vida natural del cristiano. Debido al
excesivo énfasis evangelístico que se dio equivocadamente a la Gran Comisión,
muchos cristianos tomaron una actitud legalista, de manera que lo que debía
ser un estilo de vida se convirtió en un mandamiento más a obedecer.
2. El objetivo del discipulado va más allá de un programa de adoctrinamiento
pues debe afectar la vida TOTAL de la persona y sus relaciones. El mandato
de la Gran Comisión debe considerarse a la luz de otros pasajes que describen el
propósito de la misión de Dios que es el "restaurar" TODAS las cosas por medio
de la obra redentora de Cristo y la acción vivificadora del Espíritu Santo.
3. La santidad de los creyentes no es la meta final de Dios ni de lo que
hacemos en la iglesia. No es nuestra meta final producir santos. La santidad
es un medio, no es un fin en sí misma (Éxodo 19:3-6; 1 Pedro 2:9). El deseo de
Dios es formar una nación santa para que sea un medio de redención para la
humanidad.
4. Esta misión requiere multiplicación de ministerios hacia adentro y hacia a
fuera de la iglesia local. Planificar actividades con el propósito de que toquen
las áreas de relaciones (con Dios, con otros, con uno mismo, cün la creación) en
todos los departamentos de la iglesia. Dar lugar a la reflexión para que los
mismos miembros diseñen formas de servir a la comunidad, en base a las
necesidades observadas.
5. Formar discípulos es un ministerio de asociación con el Espíritu Santo.
Desarrollar en los creyentes las disciplinas espirituales que les permitan
fortalecer la comunión con Dios y ser impulsados en la misión por el Espíritu
Santo, al ser perfeccionados en la santidad. La iglesia para realizar la misión
debe estar en sujeción a Dios. No es la iglesia la que produce los cambios en las
personas, es el Espíritu Santo, la iglesia interpreta ese momento y ayuda a la
persona a entrar en el plan de Dios para su vida.
6. La iglesia es responsable de hacer resplandecer el reino de Dios en su
comunidad. Enseñar la labor de la iglesia como continuadora de la obra de
Jesús y como la "avanzada" del reino, la que prepara el camino al Señor, quien
restaurará todas las cosas creadas. La iglesia debe discernir la realidad o los
signos de los tiempos. Esta misión de la iglesia entonces debe entenderse en dos
dimensiones: la dimensión personal: nuevas vidas = nuevos cristianos y la
dimensión social y política: la formación de una nueva humanidad = un nuevo
pueblo.
7. El llamado a hacer discípulos santos no procede de una iglesia o
denominación sino de Dios. El compromiso es con El.
¿CÓMO AFECTA LA COMPRENSIÓN DE LA MISIÓN A LA VISIÓN QUE LA
IGLESIA TIENE DE SÍ MISMA Y DE SU LUGAR EN EL MUNDO?
El crecimiento de la iglesia, según Orlando Costas, está directamente
relacionado con la visión que ella tiene de su propia naturaleza y misión. La iglesia es
en primer lugar "pueblo de Dios", "su creación"; también es le "comunidad del
Espíritu" y el “Cuerpo de Cristo”. Ella es enviada a: ..."reproducirse en todas las
culturas, entre todos los pueblos y a través de todas las esferas de la vida". Y agrega...
"sin el Espíritu, la iglesia se muere; sin iglesia, es imposible la continuidad de la
misión de Jesucristo".
En otras palabras si la iglesia no asume su rol como instrumento de Dios para
llevar la salvación (Cristo) al mundo, la sociedad no tendrá esperanza alguna. En la
opinión de John Stott, la iglesia contemporánea enfrenta nuevos desafíos en la
evangelización. Los hombres y mujeres modernos tienen un gran vacío en tres áreas
que se le presentan como prioritarias y que la iglesia puede y debe satisfacer
plenamente:

LA BUSQUEDA DE LA TRASENDENCIA
La gente moderna en su búsqueda desesperada de un ser superior y mejor que
ellos mismos (Dios) se vuelcan a las drogas, el sexo, el yoga, el materialismo, cultos
esotéricos, la nueva era, Etc. ..., en lugar de volverse a la iglesia y encontrar en los
servicios de adoración un verdadero sentido de trascendencia e íntima unión con
Dios. Esto constituye un desafío a la calidad de culto en la iglesia.

LA BUSQUEDA DE UN SIGNIFICADO PARA LA VIDA


El mundo moderno deshumaniza al ser humano. La tecnología cosifica al ser
humano. El reduccionismo científico lo equipara a un animal evolucionado y con
muchas semejanzas a sus "ancestros" simios guiados por el instinto de supervivencia,
la ley de la selva donde el más fuerte predomina y donde la autogratificación se
justifica.
El existencialismo, que afirma que Dios está muerto y que todo lo demás,
incluyendo la existencia del hombre, ha perdido significado como afirma John Stott:
"La falta de significado lleva al aburrimiento, al alcoholismo, la delincuencia juvenil y
al suicidio”. Y continúa más adelante la..."búsqueda de significación constituye un
desafío a la calidad de la docencia en la iglesia... el urgente desafío para nosotros
consiste en... hacerles conocer sobre la dignidad del ser humano".
Cuando los seres humanos son desvalorizados, todo en la sociedad se
descompone. Cuando la iglesia adopta esta forma de pensar abandona a los perdidos
para que mueran perdidos. Pero cuando se valora al ser humano, el evangelio llega a
los confines de la tierra, ¿por qué?; "Porque la persona cuenta. Porque todo hombre,
mujer y niño, tiene valor y significación como ser humano hecho a la imagen y
semejanza de Dios".

LA BUSQUEDA DE COMUNIDAD DE AMOR O INTERÉS POR SU PERSONA


La iglesia puede satisfacer esa necesidad por medio de su fraternidad.
LAS FUNCIONES BÍBLICAS DE LA IGLESIA
La iglesia existe porque Dios así lo quiso. Ella tiene un propósito qué cumplir
para Dios en éste mundo y ese propósito se relaciona con el gran plan de salvación de
Dios para la humanidad.
Dentro de esta misión encomendada a la iglesia se encuentra primordialmente
su deber de "ser un pueblo santo" rescatado del pecado y regenerado por la obra del
Espíritu Santo. Pero este pueblo lejos de permanecer aislado y escondido na sido
llamado, comisionado y capacitado para transmitir las buenas nuevas de salvación
por medio de su testimonio cotidiano y por medio de mi servicio desinteresado al
mundo.
Esta vocación de servicio a Dios se traduce en cinco funciones básicas de la
iglesia. Algunas más relacionadas con el cultivo de su "carácter santo" como son la
adoración y la comunión y otras enfocadas en su servicio al mundo, como son la
proclamación, la enseñanza y el servicio.
Siguiendo el orden, comencemos con la proclamación.

PROCLAMACIÓN
Por proclamación entendemos todo lo que la iglesia hace para transmitir
verbalmente el mensaje de salvación a los pecadores. Esto puede ser por medio de la
predicación, el testimonio, el evangelismo personal y también usando medios
audiovisuales como películas, radio, televisión, internet, publicaciones u otros
semejantes.
Para muchos la "evangelización" es la labor principal de la iglesia. Pero una
perspectiva más amplia y bíblica sería considerar que evangelizar es mucho más que
el testimonio hablado. La proclamación no consiste tan sólo en decir a otros lo que
hemos visto y oído, sino que incluye transmitir la experiencia personal con Cristo.

EL LENGUAJE APROPIADO PARA LA PROCLAMACION


La evangelización debe ser en un lenguaje entendible para la gente. El lenguaje
cristiano se ha vuelto tan obsoleto que muchas de las palabras ya han perdido su
significado para las personas contemporáneas y aún para los creyentes o lo que es
peor han propiciado muchos malos entendidos que son obstáculo para el testimonio.
A veces los cristianos -sobre todo los que han nacido en hogares evangélicos-
tienen la idea incorrecta de que todo el mundo entiende "su lenguaje". Debemos
reconocer que las frases repetidas que usamos se han vuelto inútiles para transmitir
el mensaje poderoso, dinámico y novedoso del evangelio. Por otro lado las palabras
técnicas de la teología nunca deben ser la forma de comunicarse con el mundo, puesto
que al hacerlo empañamos el mensaje. En lugar de ellos deberíamos ser dóciles al
Espíritu Santo quien nos capacita para anunciar el evangelio al mundo en una
manera comprensible.
También es cierto que no debemos reemplazar todo el lenguaje bíblico. Palabras
como gracia, perdón, santidad, consagración, amor y otras son irremplazables, pero
no serán comprendidas a menos que sean encarnadas en el pueblo de Dios. La gente
necesita ver y oír al mismo tiempo para comprender y aceptar. Los testigos cristianos
deben ser personas "creíbles" no por su perfección, porque todavía tienen muchas
cosas en qué madurar, pero sí en su compromiso con Cristo, su lealtad al llamado que
Él les hace. Es entonces que se ganarán el derecho a ser oídos.
En Mateo 9:35, dice que la predicación del evangelio era uno de los tres pilares
del ministerio de Jesús, junto a la enseñanza y las sanidades. La gente no sólo
escuchaba a Jesús, también veían sus obras de caridad y entendía sus enseñanzas
porque éstas eran impartidas en su lenguaje cotidiano y eran ilustradas con las cosas
que ellos conocían.

EL CONTENIDO DE LA PROCLAMACION
La evangelización debe ser el anuncio del evangelio completo. La
responsabilidad de la iglesia consiste en transmitir el mensaje completo sin olvidar
ninguno de sus elementos esenciales. Esto requiere de una planificación consciente
en lugar de la improvisación. Ningún maestro o predicador debería llegar al punto de
preguntarse ¿De qué voy a predicar mañana? La pregunta adecuada sería más bien
¿Cuáles son los contenidos que debemos abarcar en las clases o sermones del próximo
año o semestre o trimestre?

LA PROCLAMACION EVANGELISTICA
Sin dudas, el mensaje de Jesús era un mensaje de arrepentimiento (Marcos
1:14,15, Lucas 13:3). La necesidad de dar la espalda al pecado y volverse a Dios era
proclamada por Él con urgencia. El arrepentimiento incluye: reconocer el pecado
cometido, sentir dolor y pesar profundo por ellos y decidir abandonarlos. El pecado
incluye todo lo que hacemos, decimos o pensamos que no está de acuerdo a la
voluntad de Dios.
Es interesante notar cómo la palabra arrepentimiento está literalmente borrada
del pulpito de muchos predicadores de esta época. Estos predicadores presentan un
evangelio "light"-suave- (muy a tono con la era de confort que vivimos), un evangelio
que ofrece mucho y no demanda prácticamente nada, saben que "arrepentimiento" no
es una palabra atractiva. La proclamación de la Palabra de Dios no debe ser
acomodada a lo que a la gente le gusta oír.
¿Quiénes son los responsables de proclamar las buenas nuevas? Es verdad que
algunos de los apóstoles eran los predicadores "oficiales", como Felipe, Pedro y Pablo;
sin embargo la Palabra nos dice que todos los creyentes hablaban y testificaban de
Cristo.
En el Nuevo Testamento se usan indistintamente las palabras "predicaban" o
"evangelizaban".

LA PREPARACIÓN DE LOS MENSAJEROS


Los que comunican el mensaje del evangelio deben estar lo mejor preparados
que sea posible, puesto que el mensaje se desvaloriza cuando se anuncia de una
manera poco cuidadosa.
Algunos con sinceridad y buenas intenciones se paran en las intersecciones
peatonales o en plazas públicas de las grandes ciudades y con poca o ninguna
preparación le gritan el evangelio a los que pasan a su alrededor. El espectáculo que
dan es lamentable. La gente, la mayoría de las veces piensa que son locos o fanáticos
religiosos y pocas veces este método es efectivo.
Algo parecido sucede con muchos programas evangélicos de radio. Un
experimentado radiocomunicador latinoamericano dijo: "Los peores programas que
tenemos son, generalmente los evangélicos. Carecen de toda técnica periodística. No
hay error que no cometan y parece que han descubierto algunos nuevos"... y siguió
diciendo: ..."¿es que no se dan cuenta que, para cualquier cosa que se quiera hacer en
la vida hay que prepararse?" ¡Qué gran verdad! Los periodistas se entrenan varios
años en una universidad para anunciar noticias muchas veces intranscendentes y sin
demasiado valor. El evangelio es la mejor noticia del mundo, y hay que darla
adecuadamente, con conocimiento del mensaje y del medio.
Tampoco es cuestión de proclamar el evangelio a todas las personas de la misma
manera. El mensajero debe Conocer a su oyente, tendrá que darse cuenta dónde está
en sus actitudes, pensamientos y convicciones. Debe preguntarse: ¿Cuáles son sus
necesidades, sus gustos, sus preocupaciones? ¿Cuáles son sus preguntas, sus
creencias?
El Señor nos dejó un claro ejemplo de esto en la parábola del sembrador en
Mateo 13:1-9 y 18-23. Quien salió a sembrar primero tuvo que reconocer las
diferencias que el terreno presentaba. El Apóstol Pablo se identificó con sus oyentes y
se "acomodó" a su cultura (vea 1 Corintios 9: 22,23). Felipe inició la conversación con
el eunuco partiendo de su pregunta sobre el texto de Isaías 53.
Según el autor James Engel, las personas que escuchan el mensaje del
evangelio se encuentran en diferentes etapas con relación a su conocimiento de Dios.
Él diseñó una escala a la que llamó proceso de una decisión espiritual, que es más o
menos como sigue:

-8 Darse cuenta de un ser supremo pero sin conocimiento del evangelio.


-7 Conocimiento inicial del evangelio.
-6 Darse cuenta de los fundamentos del evangelio.
-5 Comprensión de las consecuencias del evangelio.
-4 Actitud positiva hacia el evangelio
-3 Reconocimiento de problemas personales, (ver necesidad de cambiar)
-2 Decisión para actuar.
-1 Arrepentimiento y fe en Jesucristo.
0 Nueva criatura.
+1 Evaluación después de hacer una decisión.
+2 Incorporación en el cuerpo de Cristo, en una iglesia local.
+3 Crecimiento por conocer y aplicar la palabra de Dios.
+4 Comunión con Dios por la Biblia y la oración.
+5 Mayordomía del tiempo, talentos, dinero, etc.
+6 Reproducción - ganar a otros.

Las personas inconversas se encuentran por lo general entre -8 y -3.


No podemos compartir el evangelio de igual manera a personas situadas en distintos niveles, pero si
podemos llevarlas al punto de confrontarles con una decisión (-2) para darles oportunidad que hagan una
decisión para arrepentirse y aceptar a Jesucristo como Salvador y Señor de sus vidas.
Luego sigue inmediatamente la etapa de cultivar esa nueva vida para que llegue
a ser un creyente maduro y reproductivo por medio del discipulado (+1 a +6).
La iglesia no debe estar preparada tan sólo para compartir las buenas nuevas
sino también para guiar a los nuevos creyentes, para que éstos puedan llegar a vivir
en santidad y servir a Dios dentro del propósito para el cual Dios les dio la nueva vida.
La salvación en la Biblia no es tan sólo un acto de decisión momentánea. Nadie puede
ser salvo si no permanece y crece en fidelidad y obediencia al Señor hasta el momento
de cruzar el umbral de la muerte: "El que creyere y fuere bautizado será salvo, más el
que no creyere será condenado" (Marcos 16:15,16).
Los mensajeros deben estar preparados para compartir el mensaje de salvación
para el hombre y la mujer en su totalidad, no sólo la salvación espiritual, sino la
salvación que libera de todas las ataduras del pecado en la vida de las personas. La
labor de proclamar el evangelio no puede, ni debe ser postergada. Cada generación de
cristianos es responsable por proclamar las buenas nuevas a su generación.

ENSEÑANZA
En el pasaje de Mateo 9:35 se nos menciona que la primer actividad que Jesús
hacía era enseñar. Jesús no fue principalmente un orador, un reformador o un líder
político, sino más bien un maestro. El más grande maestro que el mundo haya
conocido. Jesús creyó en la enseñanza y usó el método educativo en lugar del método
de los poderes políticos o el de la propaganda, o el de la fuerza, convirtiéndola en un
agente de redención. Era conocido por sus contemporáneos como maestro.
El Señor se preocupó de preparar un grupo de maestros que continuaran su
obra. Ellos cumplieron de tal manera que se nos dice que "los sacerdotes con el jefe de
la guardia del templo y los saduceos (estaban) resentidos de que (Pedro y Juan)
enseñasen al pueblo..." (Hechos 4:1,2). Más adelante, como ellos persistían en
enseñar y habiéndolos apresado nuevamente les recriminaron que habían "...llenado
a Jerusalén de vuestra doctrina..." (Hechos 5:28).

DEFINICIÓN DE LOS TERMINOS


DISCÍPULO Y DISCIPULADO
Los evangelios usan la palabra griega methetai (discípulos, aprendices) para
referirse a la comunidad de discípulos reunidos, los que han pasado de las tinieblas a
la luz (Juan 8:31; 13:35; 15:8). Estos son reconocidos por la praxis del amor (Juan
13:34,37) y cumplen su misión al dar testimonio en toda su existencia.
La palabra "discípulo" es la traducción del término griego mathetes que significa
"enseñado, capacitado". En su voz verbal (mantháno) implica además de acción de
aprender, el deseo de instruirse. También se aplica para describir aquella facultad de
la inteligencia que provee la aptitud para instruirse.
El filósofo griego Sócrates entendía que el discípulo es aquel que pone en
práctica en su vida los conocimientos. Luego de él, otros filósofos griegos equiparan la
palabra "discípulo", con otras a modo de sinónimos, como son: amigo, conocedor,
partidario, entre otras.
La palabra hebrea que más se asemeja en significado al griego mathetes, es
lamad, que literalmente significa acostumbrarse o familiarizarse con algo, aprender.
Se usa en pocas ocasiones en las que se refiere al proceso de aprendizaje, entendiendo
éste como la transmisión de la obediencia a la ley de Dios, la demostración resultante
del amor de Dios y la aceptación personal de la voluntad divina.
En el libro del profeta Isaías, el propósito de la enseñanza de parte de Dios, no es
lograr meramente acciones aisladas en obediencia a la ley, sino más bien reorientar la
vida toda del individuo. Como expresa H. Wildberger... "Isaías no espera únicamente
unos nuevos sentimientos o una nueva <forma de sentir> sino otra actitud
fundamental, que tiene que exteriorizarse en una conducta concreta respecto al
mundo circundante de los hombres".
En el Antiguo Testamento no hay ninguna palabra que describa la relación
discípulo - maestro al estilo que lo hizo Jesús. Para señalar a los alumnos de los
profetas se usa "servidor" (Éxodo 24:13; 1 Reyes 19:29; 2 Reyes 4:12). Es el siglo IX a.
C. cuando aparecen estas comunidades de "discípulos de profetas". El profeta era
considerado un guía o padre que les enseñaba la doctrina. Ejemplo de ello son los
discípulos de Elíseo (2 Reyes 4:38 y 6:2).
En el tiempo de Jesús quien deseaba conocer la ley de Jehová buscaba un maestro
(rabbí), pero la relación entre ellos terminaba cuando el rabbí consideraba que ya
"había adquirido suficientes conocimientos".
En el evangelio de Juan, Jesús usa mathetes con tres connotaciones:
1. Un discípulo es un cristiano que está involucrado con la Palabra de Dios de una
manera continua, “dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en El: si
vosotros permanecéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”
(Juan 8:31).
2. Un discípulo de Jesús pone su vid.» por otros (Ju.in 8:31).
3. El discípulo de Jesús permanece en unión fructífera con Cristo a cada instante
(Juan 13:34-35).

Para la iglesia primitiva el objetivo del discipulado es conocer la voluntad de


Dios para la vida y vivir dentro de esa voluntad revelada. Jesús es siempre el medio
para conocer la voluntad de Dios (Mateo 11:29). Pero para que esta enseñanza sea
realmente eficaz no debe ser sólo un proceso intelectual, en el cual uno se apropia de
las enseñanzas de Cristo, sino que significa recibir al mismo Cristo, aceptarlo y
empezar una vida nueva orientada en esas enseñanzas.
En el Nuevo Testamento la comprensión de la doctrina se muestra en la
conducta del discípulo. Siguiendo esta idea veamos unas definiciones de discipulado:
...el discipulado no es comunicación de conocimiento o información. Es
comunicación de vida. Es por eso que Jesús dijo: "Las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida" (Juan 6:63) (Juan Carlos Ortiz).
"Cualquier definición de discipulado que no incorpore las ideas de la relación
personal con Cristo, la consagración a su servicio y la buena disposición de vivir bajo
su autoridad, es por definición insuficiente" (Stuart Briscoe).
En el Nuevo Testamento, la enseñanza de la sana doctrina es indispensable y
constante en las iglesias. Los términos griegos que se usan para referirse a este tipo de
actividad forma ti va son:
 Didaskalía, doctrina (Mateo 15:9; Marcos 7:7; Romanos 12:7; Efesios 4.14;
15:4; Colosenses 2:22; 1 Timoteo 1:10; 4:1-6; 13-16; 5:17; 6:1; 2 Timoteo
3:10-16; 4:3; Tito 1:9; 2:1,7,10 y otros).
 Didaskein, verbo que indica la acción de enseñar (Hechos 11:26, 20:20, 1
Corintios 11:14; 2 Timoteo 22; Hebreos 8:11; 1 Juan 2:27 y otros).
 Didaktos, enseñados (1 Corintios 2:13).
 Didaskitos, apto para enseñar (1 Timoteo 3:2, 2 Timoteo 2:24).
 Didaskalos, maestros, doctores (Hechos 13:1; Romanos 2:20; 1 Corintios
12:28-29; Efesios 4:11; 1 Timoteo 2:7; 2 Timoteo 1:11, 4:3 Hebreos 5:12;
Santiago 3:1 y otros).

Esta enseñanza tenía por objeto dirigir a los creyentes a una experiencia íntima
y profunda con Dios que resulte en una completa transformación de su vida diaria.

¿PABLO, UN MAESTRO O UN EVANGELISTA?


Aunque algunos autores han tratado de demostrar un divorcio entre la
predicación y la enseñanza, no puede apreciarse esta división en las páginas del
Nuevo Testamento. "Tanto en el judaísmo rabínico como en la cristiandad primitiva no
existí?, un corte tan claro entre el trabajo de evangelista y el del maestro", afirma
Michael Green. Desde Pablo hasta Orígenes140 no hay separación entre evangelización
y enseñanza, por el contrario, ambos usaban la enseñanza como herramienta
evangelística y didáctica. A través de la historia muchos han dado testimonio de cómo
llegaron a Cristo por medio de la búsqueda de la verdad como Justino, Quadratus,
Aristides, Atenágoras, Taciano, Pantaenus y Clemente.
En la iglesia original las enseñanzas debían ser aplicadas en hechos concretos
"...trabajos prácticos, como la visita a los prisioneros, el aliento hacia aquellos que
habían sido condenados a muerte por su fe, así como el trabajar para vivir y la
ejercitación de una gran abstinencia en la comida, bebida, sueño, dinero y
vestimenta".
El apóstol Pablo fue quien más se destacó en el uso de la enseñanza como
estrategia evangelística. El fruto de este ministerio en la iglesia de Antioquía sería
imposible de calcular, pues de no ser por el despertar que se produjo en esta iglesia
cosmopolita, posiblemente el evangelio no se hubiera extendido a todos los confines
del entonces imperio romano. La iglesia de Antioquía, como menciona acertadamente
Michael Green, estaba abierta a la capacitación, pero no sólo por el hecho de adquirir
conocimientos teológicos y así satisfacer la curiosidad personal, sino por el hecho de
conocer más la mente y el corazón del Señor, a fin de poder servirle conforme a sus
propósitos, con sus vidas.
En la escuela de Tiranno, en Efeso, Pablo dedicó tres años a la enseñanza de un
grupo de intelectuales. Con esta estrategia Pablo supo ganarse el respeto y la amistad
de muchas personas influyentes. Pablo estaba bien preparado para debatir
públicamente el evangelio con estos hombres que venían a él con hambre de hallar la
verdad, como explica Michael Green:
He aquí un hombre que podía dominarse y, presumiblemente, provocar conversiones, en
medio de un debate público, dialegomenos…
...Para tal trabajo en la línea frontal era necesario un completo equipamiento intelectual. Por
cierto, no era que Pablo o cualquier otro en la primitiva misión cristiana, pensara que la discu-
sión por sí misma podía atraer a alguien al reino de Dios. Pero sabía que podía tirar abajo las
barreras que obstruían la visión del hombre acerca de la elección mora! y existencial que
debían enfrentar, al responder o no a Cristo.

Otra cualidad interesante de Pablo que menciona Green, es el entusiasmo que le


caracterizaba. Al igual que Jesús, Pablo creía en la restauración de los seres humanos
y por eso invertía tiempo y esfuerzo para persuadir (del griego peithon) a las personas
de aceptar el señorío de Cristo. Pablo se adaptó a las posibilidades de la gente para
realizar su tarea educativa como afirma Hechos 19:9 "Pablo discutía cada día en la
escuela de uno llamado Tiranno... desde la quinta hasta la décima hora". Lo que está
diciendo aquí, es que usaban el horario de la "siesta", el de mayor calor e incomodidad
entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde. ¡En Éfeso a estas horas había
más gente durmiendo que a la una de la mañana!
Había algo en Pablo que atraía a esta gente que les hacía sacrificar el tiempo de
descanso y soportar el calor, tan sólo para escucharlo. Para F.F. Bruce esta atracción
provenía del propio fervor y la energía del apóstol.148 Pablo amaba lo que enseñaba, su
entusiasmo era transmitido junto con sus conocimientos a sus oyentes. Sus
convicciones firmes, basadas en una experiencia personal con el Dios vivo que
predicaba, provocaba confianza en el corazón de sus oyentes, al punto que muchos de
ellos dejaban el paganismo y abrazaban la fe de Pablo. Gracias a Dios él logró
influenciar a muchos de estos intelectuales que se dedicaron, siguiendo su ejemplo, a
propagar el conocimiento del único Dios por todo el imperio.
Como vemos en la iglesia primitiva la enseñanza de la Palabra jugó un rol
principal, constituyéndose en el medio por el cual la iglesia era edificada con solidez
(Hechos 5:42).
La Iglesia del Nazareno reconoce la importancia de la educación cristiana
impulsando programas de discipulado, de Escuela Dominical, Horas Felices,
Seminarios, Colegios Bíblicos, escuelas, colegios y universidades alrededor del
mundo.
Según el Manual de la iglesia el propósito del ministerio de la Escuela Dominical es:
 Enseñar la Palabra de Dios con tal eficacia, hasta lograr que los alumnos sean
salvos, enteramente santificados y que maduren en su experiencia cristiana.
 Ayudar a los cristianos a crecer espiritualmente, impulsándolos a participar en
un ministerio de búsqueda, enseñanza y ganancia de almas.
 Buscar y visitar a personas que no asistan a la iglesia, para lograr que se
inscriban y asistan regularmente.

Pero la educación no es sólo tarea de la Escuela Dominical. La Escuela


Dominical es uno de los programas educativos de la iglesia local. Pero la misión de
hacer discípulos va más allá de las personas que llegan a la Escuela Dominical.
Nuestra responsabilidad es ser creativos diseñando y probando estrategias para llevar
a los nuevos creyentes a ser discípulos maduros, aún aquellos que por diferentes
motivos no están llegando a la Escuela Dominical, como por ejemplo los recién
convertidos, los enfermos, los ancianos, los que trabajan fines de semana, los que se
reúnen en células en lugares de trabajo, en hogares, en universidades, en las misiones
e iglesias nuevas donde no hay maestros preparados aún, entre otros.
En los últimos años la Junta de Superintendentes (¡enríales de la Iglesia del
Nazareno publicó un folleto titulado "Un pueblo cristiano de santidad misional". En él
se exponen los valores esenciales de la iglesia del Nazareno que son: ser un pueblo
cristiano, ser un pueblo de santidad, ser un pueblo misional. Como parte de su misión
se menciona la responsabilidad por el discipulado y la educación cristiana superior.
Estos párrafos dicen textualmente:
“Nos hemos comprometido a ser -invitamos a otros a convertirse en- discípulos de Jesús. Con
esto en mente, nos comprometemos a proveer los medios (escuela dominical, estudios,
bíblicos, pequeños grupos de mutua responsabilidad, etc.), a través de los cuales se anima a
los creyentes a crecer en su comprensión de la fe cristiana y en su relación unos con otros y
para con Dios. Entendemos que el discipulado incluye que nos sometamos a obedecer a Dios
y a las disciplinas de la fe. Creemos que debemos ayudarnos unos a otros para practicar la
vida de santidad a través del compañerismo cristiano, el sometimiento a la mutua
responsabilidad de amor. Wesley dijo: “Dios nos ha unido los unos con los otros para
fortaleces nuestras manos”.

Estamos comprometidos con la educación cristiana, por medio de la cual los


hombres y las mujeres son equipados para vidas de servicio cristiano. En nuestros
seminarios, colegios bíblicos, colegios y universidades, estamos comprometidos con la
búsqueda del conocimiento, el desarrollo del carácter cristiano y la preparación de
líderes para lograr nuestro llamado divino de servir en la iglesia y en el mundo.
SERVICIO
Las palabras bíblicas que se refieren al servicio cristiano en el Nuevo
Testamento proceden de las palabras griegas latreia y leitourgeia y se pueden traducir
como: servicio, ministerio o culto. William Barclay explica que leitourgeia se usa en el
Nuevo Testamento para describir el servicio o trabajo que presta una persona para
Dios, los hombres o el gobierno y agrega: "...El cristiano es el hombre que trabaja para
Dios y para los hombres; primero, porque lo desea de todo corazón y, segundo, porque
es compelido por el amor de Dios, que lo constriñe".
Es interesante que la misma palabra, dependiendo del contexto donde se
emplea, puede aplicarse tanto al culto que rendimos a Dios, como154 a cualquier tipo
de trabajo de hacemos, como aclara Ben Patterson: "En la Biblia hay una unidad
indisoluble entre culto y trabajo, ya que ambos son formas de servicio a Dios. Está el
servicio que le damos a Dios en nuestro culto y está el servicio que le damos a Dios en
nuestro trabajo. El primero es la liturgia del santuario; el segundo es la liturgia del
mundo".
El punto de vista bíblico es que Dios creó el trabajo como una bendición. En el
relato de Génesis 1:28 Dios bendice a la pareja humana y les comisiona un trabajo
especial cuidando del resto de las criaturas vivientes. Esta responsabilidad consistía
en "labrar y guardar" (Génesis 2:15). La idea popular de que el huerto del Edén era un
lugar de ocio para vacacionar no concuerda con este relato, por el contrario, el trabajo
ocupaba en el paraíso un lugar fundamental. De manera que no es teológicamente
correcto enseñar que el trabajo es un castigo o que es una consecuencia de la caída.
El hombre y la mujer recibieron la encomienda de parte de Dios para "guardar"
a la creación en representación del Creador y de la misma manera en que Dios lo
haría. Es por ello que Dios crea al ser humano a su imagen y semejanza para que
pueda continuar el trabajo iniciado por El mismo al crear los cielos y la tierra, y que
pudiera ser responsable de "señorear" sobre toda la creación. El hombre y la mujer
fueron escogidos por Dios como "mayordomos" de Su valiosa creación, esto significa
que son responsables de administrar los bienes de Dios, quien es el propietario de la
Creación y deben hacerlo de la forma más conveniente para su dueño.
Entonces, al contrario de lo que promueven las ideas consumistas y
materialistas, la dignidad del ser humano no procede de lo que poseemos, puesto que
todo es de Dios y nada es nuestro. La posición cristiana es que la dignidad del ser
humano se halla en lo que hacemos con lo que Dios nos ha dado. De esta manera
sabia Dios permite que hasta la persona que a los ojos del mundo no ñeñe "nada" que
dar, encuentre valor para su existencia al administrar con fidelidad "todo" lo que Dios
le ha confiado; y da un sentido de humildad a los que tienen muchas posesiones, pues
a los ojos de Dios lo que una persona o familia o empresa pueda poseer es apenas una
pequeña porción de Su universo. En ambos casos, como bien ilustra Jesús en varias
de sus parábolas, lo que vale para Dios es la fidelidad y esmero que cada uno ponga en
cumplir con su servicio a Dios (Mateo 5:14-30, 20:1-16; Lucas 16:1-9,17:7-10 entre
otros).
Es bueno recordar estos principios bíblicos sobre la dignidad y el valor del
trabajo en estos tiempos postmodernos donde las personas prefieren usar su tiempo
"libre" para muchas cosas recreativas que no pueden hacer en los días laborales,
ocasionando éstos problemas a los ministerios y proyectos de las iglesias, puesto que
pocos están dispuestos a "sacrificar" estos espacios para hacer "trabajo" para Dios y
sus semejantes. El descanso y la recreación son importantes, los tiempos en familia
son importantes, pero el trabajo del ministerio también lo es, de manera que cada
persona y cada familia debe encontrar un equilibrio para incluir tiempo para servir a
Dios en sus agendas. Es importante enseñar la mayordomía del tiempo y de los
talentos al igual que enseñamos la mayordomía de los bienes materiales mientras el
discípulo está en su etapa inicial de discipulado y no esperar a que tenga varios años
de asistir a la iglesia para involucrarlo en el trabajo del ministerio.

EL MINISTERIO ES UN TRABAJO A
REALIZAR ENTRE TODA LA CONGREGACIÓN
Para algunos autores el significado original del término ministerio se ha
desvirtuado, puesto que, lo que originalmente era una función de toda la iglesia, se
delegó en algunas personas con un ministerio específico al cual la iglesia le contrata,
elige o llama. Es importante recuperar el significado de "ministerio" en el sentido
bíblico que se refiere a "...todas las responsabilidades de trabajo en las iglesias" y no
tan sólo a algunas funciones específicas.
En el libro de los Hechos, ministrar, es cualquier tarea llevada a cabo con el
impulso del Espíritu Santo, las cuales no estaban reservadas exclusivamente a los
apóstoles o ministros ordenados (pastores). Las 16 palabras griegas que describen la
diversidad de ministerios que se mencionan en el Nuevo Testamento han sido listadas
por Pedro Larson. Algunas de ellas como presbuteros (anciano), episcopos (obispo),
poimen (pastor) señalan a un líder de la congregación; pero muchas otras señalan a
cristianos que desempeñaban diferentes responsabilidades ejerciendo sus dones,
como son: keruz (predicador), oikonomos (administrador, mayordomo), diakonos
(siervo, diácono, diaconisa) entre otras.
Lamentablemente en la historia de la iglesia se ha perpetuado la distinción entre
clero y laicos que procede del Antiguo Testamento, destinándose algunos ministerios
exclusivos para los ministros ordenados y alejándose a la gran masa de creyentes del
ejercicio de sus dones y ministerios. Esta tradición invalida el propósito para el cual
Cristo murió, el cual es formar un pueblo santo donde todos sirven como sacerdotes
intercediendo entre la humanidad perdida y el Creador (1 Pedro 2:9-10). En el Nuevo
Pacto la distinción entre sacerdotes y laicos ha caducado.
Es importante recordar que el ministerio o servicio cristiano tiene su modelo en
Jesucristo, quien como afirma Alfred Kuen.. "Monopolizó todos los ministerios y todas
las funciones en el pueblo de Dios del nuevo pacto. Por ello, todo ministerio cristiano
no es más que la continuación del ministerio de Jesucristo por medio de los miembros
de su iglesia. Cristo es la fuente y el autor do todo ministerio en la iglesia: "Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas... (Efesios 4:11)".
En la práctica de la iglesia primitiva cada creyente debía llegar a ser un ministro
y cada pastor era un discípulo en crecimiento. No hay distinción en los requisitos de
consagración, santidad y servicio entre unos y otros. Para Robert Girard lo único que
distingue a los pastores de los "...creyentes sacerdotes..." es que ellos "... tienen dones
particulares destinados a equipar al pueblo de Dios para la obra del ministerio".
Separar a la congregación de la obra del ministerio es un grave error como
expresa Watson:
Pensar en el ministerio como privilegio do unos cuantos dirigentes teológicamente formados, es entender mal la
verdadera naturaleza de la iglesia. Todos los santos, o creyentes, deben estar implicados en la obra del ministerio.
Todos están llamados a servir en el cuerpo de Cristo. Cierto, hay algunos dones y algunos ministerios para personas
especializadas, pero su papel es únicamente formar a los demás miembros para que puedan llevar a cabo un
trabajo concreto en la iglesia. Nadie es un pasajero; todos forman parte de los tripulantes.
LA FORMACION DE MINISTROS ES UNA TAREA PRIORITARIA
En el ejemplo de la iglesia de Antioquía, se puede apreciar la labor de
equipamiento de los santos para la obra del ministerio. Los pastores-maestros, Pablo
y Bernabé, supieron guiar a estos discípulos de Jesús a una consagración total de sus
vidas para el servicio. Michael Green señala que una de las características de esta
iglesia es que estaba abierta a la iniciativa de los laicos. En una iglesia sana en
crecimiento "...cada miembro tiene un trabajo qué hacer distinto y complementario de
aquel que realizan los demás". El propósito de la enseñanza en Antioquía era poner en
marcha todo el potencial de los creyentes para el extendimiento del Reino de Dios.
Después de un año invertido en este propósito, Bernabé y Pablo, se gozaron en los
resultados, cuando estos creyentes les sostienen con fidelidad, mientras ellos
continuaban fundando iglesias en otras ciudades.
En el Nuevo Testamento la responsabilidad de la formación de los creyentes
recaía en el conjunto de líderes de la iglesia local. Este es el llamado prioritario de Dios
para los líderes en cuanto a su función en el cuerpo de Cristo. Para Gene Getz, la
iglesia en el sentido bíblico es un grupo de creyentes que se reúne para la mutua
edificación. De manera que sería bíblicamente correcto medir la autenticidad de una
iglesia, y de su liderazgo, desde el punto de vista bíblico, examinando la medida de
crecimiento y madurez que van adquiriendo sus integrantes.
Los líderes de los ministerios de la iglesia tienen la responsabilidad prioritaria
de formar a las personas para involucrarse activamente en la obra de la iglesia, como
afirma Alfred Kuen: "El objetivo final de todo ministerio es el crecimiento del Cuerpo
hacia la plena madurez, hacia la estatura perfecta de Cristo (Efesios 4:13). Este
objetivo... sólo se puede alcanzar si, por una parte, los encargados del ministerio
especial forman a los cristianos para que puedan desarrollar su ministerio y si cada
uno de estos últimos cumple su ministerio con la iglesia. Parte de la responsabilidad
de estos líderes es proveer ejemplo:
Los dirigentes son particularmente responsables de esto: necesitan enseñar que nada que no
sea la semejanza con Jesús satisfará al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Ellos
deben ejemplifica! el carácter de Jesús, mostrando en su propia vida algo de lo que podría
ser dicho carácter, lo cual significa someter al escrutinio de la luz de Cristo sus hábitos y sus
actitudes. Ellos deben esti mular ese parecido con Cristo en la congregación mediante una
insistencia sosegada pero firme en la oración y el estudio bíblico, en el compañerismo y la
comunión. Dos grandes enemigos de la semejanza de Jesús son el ignorarlo y el
desobedecerlo.

Michael Green, señala también que es importante rescatar el modelo de iglesia de


Antioquía en la pluralidad de su liderazgo para dar mayor oportunidad a lugares de
servicio en la iglesia local. Pese a la variedad de sus orígenes, de estos dirigentes
afirma: "...encarnaban esa calidad de compañerismo que estaban tratando de inculcar
en la congregación en general". En las congregaciones donde el ministerio se
centraliza en unas pocas personas o donde hay un solo líder dominante, el pueblo de
Dios no tiene espacios para servir a Dios, la congregación y los líderes no son bien
formados y pastoreados.
EL SERVICIO CRISTIANO AL MUNDO
El modelo bíblico nos habla de creyentes involucrados sirviendo tanto en
ministerios “hacia adentro" como en ministerio “hacia a fuera" de la iglesia local. Este
modelo se basa en el ejemplo de Jesús. En Mateo 20:28 él nos dice de sí mismo que
vino "no...para ser servido, sino para servir".
Jesús vivió en un tiempo de crisis social, moral, política y económica. En este
sentido lo que le rodeaba no era tan diferente al mundo en que nos toca vivir hoy. Una
recorrida por cualquiera de los evangelios nos mostrará a un Jesús que sirvió cada vez
que la necesidad salió a su encuentro, otorgando a veces salud para los cuerpos
enfermos y otras pan para los hambrientos, entre otros actos de servicio, cumpliendo
así un ministerio integral. Jesús envió a sus discípulos al mundo de igual manera que
el Padre lo envió a Él (Juan 20:21), es decir a servir al mundo.
Los cristianos de los primeros días lo entendieron y procuraron apoyarse
mutuamente con un sistema comunitario que buscaba suplir las necesidades de los
que menos tenían. Aunque permanecía entre ellos la propiedad privada (Hechos 5:4),
estaban libres del espíritu del egoísmo, de tal manera que "ninguno decía ser suyo
propio nada de lo que poseía..." Hechos 4:32. Esto lo vemos reflejado en la categórica
frase "Así que no había entre ellos ningún necesitado..." (Hechos 4:34). Este espíritu
de servicio también se expresaba para con los de afuera de la iglesia (Hechos 3:6). Las
obras de caridad eran la muestra de que la fe en Cristo era verdadera (Santiago
2:14-26).

COMUNION
El término griego que corresponde a comunión es koinonía. En el contexto
grecorromano del primer siglo se usaba este término para referirse a una sociedad
comercial, a relaciones armoniosas entre hermanos de sangre; también lo usaban
para describir el tipo de relación que deseaba tener el hombre y la mujer al contraer
matrimonio, pura vivir juntos y compartirlo todo; asimismo para describir la relación
del ser humano con Dios.
En el Nuevo Testamento se usa koinonía siempre con relación a la vida en el
Cuerpo de Cristo, como explica William Barclay: "Koinonía" es lo que liga a los
cristianos unos con otros, con Cristo y con Dios. El cristiano participa en la
experiencia común de gozo y lágrimas; participa en lo divino y en la gloria que será;
debe compartir lo que tenga, pues él sabe que su verdadera riqueza está en aquello
que, generosamente, pone al alcance de los demás".
Lucas describe con éste término la confraternidad entre los primeros cristianos
(Hechos 2:42). Esta comunión dinámica se ve reflejada en que comían juntos,
compartían lo que tenían, se unían en la oración y en la adoración, se daban ánimo los
unos a los otros en medio de las pruebas y se preocupaban por el bienestar los unos
de los otros.

OCACIONES PARA PRACTICAR LA COMUNION


En el Nuevo testamento los cristianos ponían en práctica el compañerismo de la
siguiente forma:
 Compartían lo que tenían. Este compartir incluía también los bienes
materiales. Pablo resalta la generosidad de las ofrendas de los hermanos de
Filipos y Macedonia para los cristianos de Jerusalén (Romanos15:26; 2
Corintios 8:4; 9:13 y Hebreosl3:16). En 2 Corintios 8:4, Pablo dice que los
macedonios, pese a su pobreza, le rogaban insistentemente para que les
concediera el derecho de participar en la ayuda económica para los santos de
Jerusalén. Más adelante Pablo reconoce que este acto de generosidad era una
demostración visible de la sinceridad de su comunión y una demostración
palpable de que los cristianos gentiles eran tan buenos cristianos como podían
serlo los creyentes de origen judío (2 Corintios 9:13).
En estos pasajes Pablo enfatiza que el compartir produce crecimiento
espiritual del que da, además de los beneficios físicos para el que recibe. Gene
Getz señala los beneficios producidos por estos actos de generosidad: "Ninguna
actividad como el compartir bendiciones materiales puede demostrar mejor,
conceptos tales como "verdadero amor cristiano", "unidad" y la "realidad de la fe
cristiana". El aprecio verbal y el interés son actos de bondad fáciles y baratos.
Pero compartir tangiblemente lo que es de uno a los demás "cuesta" y es una
experiencia que toda la humanidad (salvados e incrédulos) pueden identificar".
Los actos de bondad no son "naturales" en el mundo, pero son una
demostración de las cualidades otorgadas por Jesucristo y deberían ser lo
"normal" en la vida de las congregaciones cristianas tanto hacia adentro como
hacia a fuera.
 "Oraban". La comunión en la oración preparó a los primeros cristianos para la
llegada del Espíritu Santo en el Pentecostés; desde allí, la oración fue el medio
de expresión del sagrado vínculo entre los creyentes y los apóstoles que
exhortaban a los hermanos a continuar con esa práctica saludable para el
desarrollo de las nuevas comunidades (Santiago 5:16; 1 Timoteo 2:1). La
oración frecuentemente aparece relacionada a las acciones de gracias, a las
peticiones individuales de los miembros del cuerpo y a la extensión del evangelio
(Efesios 6:9; 2 Tesalonicenses 3:1). Pablo también manifiesta su interés
personal en orar por los hermanos (Romanos 1:8, Efesios 1:16, Filipenses
1:9,10).
Los cristianos se reunían para orar cuando había necesidad, también
oraban juntos cuando se reunían para la edificación y en sus casas. Oraban por
las necesidades de los hermanos (por ejemplo los enfermos), por los evangelistas
y por los que no habían conocido aún el evangelio (Santiago 5:1.1-16).
 Se reunían para comer juntos. En el contexto del Nuevo Testamento invitar a
una persona a comer era un símbolo de ofrecimiento de amistad y de aceptación
de la otra persona como si fuera de su propia familia. Estas comidas en el
comienzo iban seguidas de la Cena del Señor, aunque después se separaron a
causa de algunos desórdenes y abusos, pero ambas prácticas continuaron en la
iglesia. Este acto de compartir los alimentos en un tiempo de compañerismo
describe la imagen familiar del Cuerpo de Cristo que tenían en mente los
creyentes primitivos.
El apóstol Juan afirma en 1 Juan 1:3,, que esta clase de amistad
verdadera, profunda y comprometida con el bienestar ajeno, sólo puede darse
entre aquellos que en primer lugar son amigos de Cristo y que han logrado
internalizar el mensaje del evangelio.
 Comunión en la eucaristía. El compañerismo con Cristo se encuentra
principalmente expresado en la Cena del Señor (1 Corintios 1:9, 10:16). En la
eucaristía los cristianos encuentran a Cristo y se encuentran entre sí. Este
compañerismo con Cristo es participación en sus sufrimientos (Filipenses 3:10).
En la Cena del Señor los creyentes pueden recordar que los une el mismo
evangelio, la misma misión (Hechos 18:5; 2 Corintios 11:7-19; Filipenses 1:5,
4:15); la misma fe (Efesios 3:9); el mismo Espíritu (2 Corintios 13:14, Filipenses
2:1), y el mismo Dios (1 Juan 1:3).
 Integrar a los nuevos creyentes a la iglesia. En la iglesia primitiva, los nuevos
creyentes eran relacionados inmediatamente con el cuerpo de creyentes. El
contacto con otros cristianos es decisivo para que el nuevo discípulo sobreviva
en la primera etapa de su vida espiritual aún en nuestros días. El recién
convertido es particularmente vulnerable a las tentaciones y a las pruebas y
aún no tiene la fortaleza espiritual y el conocimiento bíblico para desarrollarse
como un discípulo saludable.
La atención personalizada que recibía el nuevo convertido le ayudaba en
la adaptación a la nueva vida que estaba comenzando. Este compañerismo
responsable de los discípulos más maduros hacia los bebés espirituales se
proveía en forma natural y continua, como se observa por ejemplo en el cuidado
que Ananías y Bernabé tuvieron con Pablo y en el que luego éste tuvo hacia
Timoteo.
Además de este cuidado personal, el nuevo creyente era incorporado al
compañerismo de un grupo o iglesia que se reunía en un hogar. Este aspecto fue
fundamental en aquellos días para la afirmación y el crecimiento del cristiano, y
es la estrategia aplicada exitosamente por Juan Wesley y otros que siguieron su
ejemplo. Estos grupos de confraternidad se han convertido en una de las
características saludables de las iglesias crecientes en los tiempos actuales,
como se estudiará en próximos capítulos.
Gene Getz es otro que considera que las relaciones del nuevo discípulo
con creyentes más maduros, es vital e imprescindible para el desarrollo
saludable o edificación del nuevo discípulo. Luego de analizar en el Nuevo
Testamento lo que se entendía por edificación, se pregunta: "¿Qué es entonces
edificación en el sentido novotestamentario de la palabra?" y luego responde:
Parece ser una experiencia continua donde la verdad bíblica (doctrina) se aprende dentro de
un contexto de "cristianismo relacional" y un "testimonio cristiano dinámico". Estas tres
experiencias son necesarias para desarrollar un cuerpo de creyentes maduros. Desatender
cualquiera de estas facetas de la vida del Nuevo Testamento es interferir con el plan
ordenado por Dios para la edificación de la iglesia local.

 Las reuniones en los hogares de creyentes. Hay muchos ejemplos en el Nuevo


Testamento de grupos de cristianos que se reunían en los hogares. En Hechos
2:41-47, se afirma que los creyentes se reunían tanto en el templo, como en las
casas. En otros pasajes se refiere a casas de familias donde se reunían, como: la
casa de Lidia (Hechos 16:40); la casa de Aquila y Priscila (Romanos 16:3-5); la
casa de Fildmón (Filemón 2), la de Jasón en Tesalónica; la de Tito Justo
(ubicada frente a la sinagoga de Corinto); la casa de Felipe, en Cesárea; la del
carcelero de Filipos y otras (Green 1979: 199-201). Desde los tiempos del
Antiguo Testamento Dios manifestó su deseo de restaurar a las familias. Dios
trató y pactó con las familias de Noé, Abraham, Jacob, David y-por medio de
ellas vino el Salvador. En el Nuevo Testamento la iglesia comienza en una casa
de familia (el aposento alto en la casa de Juan Marcos). Los interesados en oír
las buenas nuevas se reunían en casas, donde los apóstoles llegaban y
compartían su fe. I .as familias, incluyendo esclavos, libertos y amigos (que se
consideraban bajo la responsabilidad del jefe de familia en el imperio roma no)
aceptaban a Cristo y todos eran bautizados. En esc hogar comenzaba a reunirse
un grupo de cristianos que compartía su fe con otros en medio de la
hospitalidad del hogar. I )e esta manera la iglesia se expandió en las casas y esto
fue crucial en el avance del evangelio.174 Las reuniones eran variadas, como
explica Green:
Cuando había un hogar cristiano, eran varios los usos para los que se lo destinaba. En los
Hechos de los Apóstoles, se indicaba que estos hogares se utilizaban para reuniones de
oración, para una tarde de confraternidad cristiana, para los servicios de la cena del Señor,
para una vigilia nocturna de oración, adoración e instrucción, para reuniones de
evangelización improvisadas, para reuniones planeadas a fin de escuchar el evangelio cris-
tiano, para reunirse con los que querían saber más y para dar instrucción organizada.

Hay tres ventajas que podemos encontrar en las reuniones de grupos en los
hogares:
1. El trato afectuoso y personal entre los miembros.
2. Evangelismo llevado al seno de los barrios, lo cual facilita que el mensaje sea
aceptado.
3. Hay delegación de liderazgo y participación de los laicos en la tarea pastoral (1
Pedro 2:9). "Los miembros tendrán la oportunidad de desarrollar sus dones, lo
cual dará como resultado un cuerpo que está poniendo en funcionamiento
todos sus miembros, desarrollando así toda la capacidad de actividad que tiene
éste en pro del cumplimiento de su misión".

Juan Carlos Ortiz, quien llevó su iglesia en Argentina a un gran crecimiento por
medio de grupos en los hogares, considera que en la célula se dan cinco componentes:
devoción, discusión, propagación, movilización y multiplicación. Estos cinco
estuvieron presentes en la iglesia de los Hechos. En el capítulo 19 se afirma que "...
Pablo hizo discípulos en Éfeso y ellos llenaron toda la provincia de Asia con el
evangelio". Ellos adoraban al Señor, recibían enseñanza, hacían planes sobre cómo se
extenderían, iban a diversos lugares y fundaron muchas iglesias nuevas, algunas de
las cuales se mencionan en los capítulos dos y tres de Apocalipsis.
Explica también que devoción es: oración, adoración, alabanza, confesión y
quebrantamiento delante del Señor y discusión es la lección de la Palabra. Con
respecto a la secuencia de las lecciones aclara: "No damos una lección nueva cada
semana. Por lo general una lección dura dos o tres meses. ¿Por qué? Porque no
pasamos a una lección nueva hasta que no ponemos en práctica la aprendida. ¿Es
acaso que la Biblia no nos enseña que tenemos que ser hacedores y no tan solamente
oidores?".
Un grupo de discípulos reunido en un hogar provee el ambiente ideal para el
cuidado pastoral, mientras el creyente se desarrolla y madura a semejanza de Cristo,
como afirma Creen: "El grupo casero reducido es el agente primario del cuidado
pastoral, así como el ámbito esencial de la comunión cristiana"

ADORACIÓN
La adoración es uno de los temas centrales del Antiguo Testamento. James
Bartley ha compuesto el siguiente resumen de las enseñanzas del Antiguo Testamento
sobre la adoración:
"...en la revelación registrada en el Antiguo Testamento, establece la adoración como el
primer deber del hombre ante su Creador. El propósito de Dios no es sólo el de traer a los
hombres a una reconciliación con Él, sino que al ser reconciliados con Él lo adoren como el
único y verdadero Dios.
En la creación, Dios estableció el séptimo día como día de descanso de los deberes comunes
y de adoración a su Creador.
Para facilitar la adoración, Dios reveló su plan de morar entre su pueblo escogido en el
tabernáculo, dando instrucciones precisas y detalladas para la construcción del mismo, el
tabernáculo vino a ser el foco de la adoración del pueblo. Luego, todos los ritos ordenados por
Dios tenían el propósito de facilitar la adoración, recordando en forma gráfica quién era Dios
y cuál es la necesidad del hombre de mantener una relación íntima con Él. Así los sacrificios
y altares fueron los medios establecidos por Dios para que el hombre pudiera lograr el
perdón de sus faltas y afirmar su relación con Dios, parte esencial en la adoración. El arca
del pacto y el lugar santísimo, parte del tabernáculo y luego del templo, sirvieron para unir al
pueblo alrededor del culto a su Dios.
Las fiestas anuales y los días sagrados tenían el propósito de traer a los hombres a la
reconciliación con su Dios, o de guiarlos a alabarlo por su bondad. Las ofrendas llegaron a
ser parte integral y esencial de la adoración, representando una expresión de gratitud a Dios
por su bondad y una entrega personal de la vida a él como fuente de "toda buena dádiva y
todo don perfecto".
La obediencia a los preceptos de Dios era la evidencia, de parte del hombre, de que su
adoración era sincera. La adoración sin obediencia, a los ojos de Dios, era una hipocresía.
Jehová se revela como creador y dueño de todo. Es el Dios de todas las naciones y su
propósito es el de reunir a todas las naciones en su reino, un reino universal, en el cual todos
tienen el mismo conocimiento de Dios y la misma oportunidad de adorarlo y servirlo. En el
Nuevo Testamento veremos cómo este propósito eterno de Dios se define con más precisión
en y por medio de su Hijo Jesucristo con el fin de que todas las naciones lo adoren. También
Dios se revela como santo y la santidad de vida es un requisito para rendir adoración a El.
Dios es celoso por su pueblo y no tolera lealtades divididas. Dios se agradaba cuando los
fieles de su pueblo se acercaban a El, con sinceridad y pureza de corazón, con el fin de
adorarlo como el único y verdadero Dios. Mostraba su agrado al recibir la adoración de los
suyos, defendiéndolos, guiándolos y prosperándolos en todas las áreas de su vida.
Todo lo contrario para los que pervertían la adoración, o se negaban a reconocer y a adorar a
Dios según sus instrucciones. Estos eran privados de la misericordia y bendiciones de Dios y
llegaron a ser objetos de su castigo.
Tristemente la historia sagrada presenta a Israel como olvidándose continuamente de su
Dios y de todos sus favores, fácilmente dejándose arrastrar a la idolatría, resultando en
injusticias sociales y toda suerte de perversión moral y espiritual".

La palabra adorar en el Antiguo Testamento es la traducción de la palabra


hebrea shachah que originalmente significaba postrarse como señal de respeto
delante de Dios, de otras personas (Génesis 23:7; 33:3 y otros) o de dioses falsos. Más
adelante en el Antiguo Testamento la idea de adoración adquiere un significado más
profundo. Por un lado adorar es algo que las personas o el pueblo debe hacer
directamente y no por medio de intermediarios. La función del sacerdote era guiar al
pueblo en la adoración y no reemplazarlo.
También se hace distinción entre la adoración falsa y la verdadera. La adoración
verdadera es aquella que procede del corazón y no sólo de la postración corporal como
se acostumbraba en el culto a los ídolos. En el Antiguo Testamento, sobre todo en los
escritos de los Salmos y en los profetas es cidra la enseñanza de que la adoración
verdadera es constante y continua y nace de un espíritu humillado y agradecido a
Dios distinguiéndola de la falsa que sólo se demuestra en ceremonias rituales y
sacrificios en tiempos específicos.
En el Antiguo Testamento se señala también al Mesías venidero como el único
digno de ser el centro de adoración para todos los pueblos y familias de la tierra
(Salmo 22:27-29; Isaías 66:20-23; Ezequiel 46:2-9; Sofonías 2:11; Zacarías 1^:16-17).
La enseñanza del Nuevo Testamento refuerza y amplía la enseñanza sobre la
adoración en el Antiguo Testamento. Jesús se revela como el Mesías anunciado digno
de ser adorado desde su nacimiento. Pablo enseña en los primeros capítulos del libro
de Romanos que los seres humanos hemos sido creados con la capacidad racional de
comprender la magnificencia de Dios y de sus obras. Pero aunque la adoración debería
ser la respuesta "natural" del ser humano a esta revelación, a consecuencia de la caída
es el Espíritu Santo quien motiva al ser humano para adorar (Juan 6:44). Cuando el
Espíritu viene a vivir en el corazón del ser humano, desde la conversión, éste "busca,
anhela y desea" tener una relación con el Dios Todopoderoso dador de la vida.
Sin embargo, la adoración a Dios aunque fluye naturalmente del corazón
regenerado necesita expresarse como a Dios le agrada. En la Palabra se nos enseña
que debe haber una preparación para ser adoradores como a Dios le agrada, también
se deja claro en qué consiste o qué debe contener el acto de adoración que Dios espera
de sus hijos y lo que Dios espera que ocurra como resultado en la vida de un adorador.
Veamos estas enseñanzas brevemente.

LA PREPARACION DE LA ADORACIÓN
¿Cómo se prepara usted cuando va a tener una cita con una persona
importante?
La manera en que nos preparamos para adorar a Dios en nuestro devocional
personal o en el culto congregacional dice qué tan importante es Dios para nosotros.
¿Cuáles son los pasos previos que se deben tener en cuenta para preparamos y
preparar a la congregación para la adoración a fin de que ese encuentro con el Creador
sea provechoso? Mencionaremos cinco elementos:
1. Adorar requiere conocimiento del único y verdadero Dios. Tomar conciencia
de la persona con quien vamos a relacionarnos es el primer paso. Dios se ha
revelado y continúa revelándose de muchas maneras. Contemplar su Creación,
recordar su obra en la vida de las personas, escuchar un himno o coro de
alabanza y principalmente la lectura de Su Palabra nos ayudan a concentrarnos
en la persona de Dios. Es por este motivo que la lectura de la Biblia tiene un
lugar central en el culto cristiano, ya sea individual o congregacional. Ejemplos
Bíblicos:
En Génesis 8:20, Noé construye el altar preparándose para adorar
teniendo en mente que Dios es un Dios fiel, que cumple su Palabra y tiene
misericordia de su creación.
Génesis 17:1, Abraham adora a Dios luego que éste se le revela como el
"Todopoderoso".
Éxodo 34:6-7, Dios se manifestó a Moisés como "compasivo, clemente,
lento para la ira y grande en misericordia y verdad, que conserva su
misericordia por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebelión y el
pecado..." y el relato continúa diciendo que Moisés "se apresuró a bajar la
cabeza hacia el suelo y se postró [adoró]" (Éxodo 34:8).
Josué 5:15, se le indica a Josué entrar descalzo a la presencia del Señor.
Josué se inclina en la presencia de Dios consciente de Su santidad.
Isaías recuerda los atributos de Dios cuando le adora (Isaías 27:13 y
49:6-7).
En Lucas 24:50-53, los discípulos adoran a Cristo cuando ascendió al
cielo teniendo en mente que estaban contemplando al Cristo resucitado.
En Juan 4:24, Jesús enseña a la samaritana que la verdadera adoración
procede del conocimiento del verdadero Dios.
En 1 Corintios 14:25, se recomienda el estudio de la Palabra como efectivo
para movernos al conocimiento del Dios verdadero, comparándolo con la
ineficacia del hablar en lenguas, lo cual no edifica ni motiva a la adoración a
Dios, sino que confunde a los inconversos y los aleja de la revelación de Dios.
2. Adorar requiere tener en mente que somos parte del plan eterno redentor
de Dios. A través de la historia Dios ha llamado a sus hijos a ser parte de su
plan redentor (Génesis 12:1-3). Dios incluye a todos sus redimidos en la
realización de este plan. Para estar realmente conectado con Dios no se debe
ignorar o tener una vista parcial de su plan. Tampoco debemos desconocer los
hechos poderosos de Dios en la historia anterior a nosotros. Como explica
James Bartley:
Al acercarse a Dios para adorar, es importante que el creyente entienda lo que Dios está
haciendo en el mundo, y que todas las acciones y obras de Él están relacionarlas con ese
propósito eterno. La creación del mundo, la formación de Israel, la liberación de la esclavitud
de Egipto, la protección y provisión para ellos en el desierto, la entrada en la tierra prometida
y la venida del Mesías, todo está relacionado con su propósito de redimir a los seres
humanos y formar de ellos un pueblo santo y misionero bajo el señorío de Cristo.

Algunos ejemplos bíblicos pueden hallarse en los siguientes pasajes:


o Génesis 6-8, Dios revela sus propósitos a Noé.
o Génesis 17:3; 22:lss., Dios reveló sus propósitos a Abraham.
o Éxodo 12:27, 28 y Nehemías 8:1-6, el pueblo de Israel recuerda las obras
de Dios en su historia antes de adorarle.

Isaías 6:8-13; 49:6, el profeta recuerda el propósito de Dios para su vida


personal cuando adoraba.
Mateo 14:22-33; 28:1-9, los discípulos al ver los prodigios de Jesús le
adoran.
Hechos, 20:22-24; 21:10-13; 24:11, Pablo adora a Dios consciente de que
Él lo había llevado a Jerusalén a pesar de los peligros que le amenazaban para
cumplir con su parte del plan redentor.
3. Adorar implica reconocer la necesidad personal. La necesidad personal es
una fuerza poderosa para llevar a las personas a buscar el rostro de Dios.
Frecuentemente las personas llegan a Dios por alguna de estas
situaciones mencionadas y es necesario que el adorador se vea a sí mismo como
una persona necesitada del Creador. La actitud egoísta de autosuficiencia no es
aceptable a los ojos divinos para acercarnos a Él. Veamos algunos ejemplos
bíblicos:
 2 Samuel 12:13-20, David adoró a Dios luego de reconocer su pecado, pedir la
misericordia de Dios.
 2 Crónicas 20:12, Josafat y el pueblo reconocen su impotencia ante los ejércitos
enemigos y adoran a Dios por su promesa de victoria aunque ésta aún no había
acontecido.
 Job 1:20, Job adora a Dios en medio de sus múltiples pérdidas.
 Isaías 6:1, El profeta va a adorar al templo agobiado por la pena de la muerte de
su rey y la incertidumbre del futuro.

En la práctica de algunas iglesias, culto es sinónimo de servicio religioso


para los creyentes. La celebración de la Comunión o Cena del Señor y otros
rituales son parte de los propósitos de estas reuniones. Las iglesias que sólo
tienen cultos para los miembros y no consideran las necesidades de los
inconversos y nuevos creyentes en los servicios son por lo general iglesias de
poco crecimiento.
4. La adoración involucra al ser humano completo. La adoración verdadera es
aquella que procede de una persona obediente a la voluntad de Dios, puesto que
la adoración incluye también la obediencia y el servicio (Lucas 6:46). Toda forma
de servicio (trabajo) ofrecido a Dios o a otras personas es parte de nuestra
adoración. De manera que el cristiano siempre debe estar adorando en todo lo
que hace, piensa y dice.
Algunos entienden que culto es sinónimo de adoración, alabanza,
enseñanza de la Escritura y oración, pero lamentablemente, en ellos está
ausente el compromiso del servicio a la humanidad, sobre todo a los nuevos
creyentes que están presentes. El Cuerpo de Cristo ha sido llamado a dar culto
a Dios y servicio a los semejantes, afirma Michael Green, ambos deben ir de la
mano y agrega "Nuestro culto es real mente el escaparate, el verdadero
barómetro, de nuestra espiritualidad".
En la iglesia primitiva estos dos elementos, adoración y sei vicio, estaban
presentes. Un ejemplo de ello puede apreciarse en Hechos 11:27-28 y 13:2-3.
Dios requiere que el adorador presente delante de Él la vida limpia y obediente.
Algunos ejemplos bíblicos son:
 1 Samuel 15:22, "Saúl desobedeció deliberadamente las instrucciones de
Dios y luego pretendió adorarlo con el fruto de su desobediencia. Samuel,
en nombre de Dios, lo reprendió, afirmando que Dios no se agrada de la
ofrenda de adoradores desobedientes".
 2 Crónicas 6:5-11; 7:3, Salomón adora en la dedicación del Templo con
conciencia limpia de que había cumplido con todo lo que Dios le había
pedido a él y a David, su padre.
 Mateo 28:8, las mujeres adoran a Jesús habiendo obedecido las
instrucciones del ángel.
 Éxodo 20:1-6, la adoración a Dios consiste en obediencia continua, de
toda la vida, de todo el ser, en todo momento y en todo lugar. Esta
obediencia se transfiere a todo lo que hacemos, lo que decimos y lo que
pensamos.

Adorar a Dios requiere de la mejor preparación que sea posible. Esto


implica hacer los preparativos necesarios previamente en lugar de hacer
improvisaciones de último minuto.

ELEMENTOS INCLUIDOS EN EL ACTO DE ADORACIÓN


Ya sea privado o colectivo el acto de adoración, la Biblia incluye algunos
elementos que lo hacen aceptable o agradable a Dios. Éstos son:
 Alabanza a Dios por lo que es su naturaleza, expresando la admiración del
adorador por sus virtudes (1 Crónicas 16:25- 34; Salmos 96; 98; 101 entre
otros).
 Alabanza y acción de gracias por las obras y bendiciones recibidas de Dios
(Génesis 24:26, 27; 1 Crónicas 16:8; Nehemías 7, 8; Salmo 66:3; Apocalipsis
11:16-18).
 Revelación de nuestros pecados (Salmo 51; Isaías 6:5). Imploración por la
misericordia de Dios al tomar conciencia de la magnitud del pecado (Isaías 6:5);
por sanidad (Mateo 8:2, 2 Corintios 12:1-10); por liberación del poder
demoníaco (Mateo 15:22, 25).
 Revelación de la voluntad de Dios (Jeremías 1:4-10; Mateo 28:16-20; Hechos
9:1-6 y otros).
 El adorador rinde su vida al Señor. Cuando se pone mayor énfasis en el dar, la
adoración puede convertirse en algo frío y legalista. Cuando se pone el énfasis
en recibir, corre el peligro de convertirse en una experiencia exclusivamente
emocional.183 Es por ello que Pablo dice que la adoración o nuestro culto a Dios,
significa rendirse uno mismo y como pueblo para que Dios nos pueda moldear y
utilizar para sus propósitos (Salmo 95:6, 7; Isaías 6:8; Marcos 5:6).
 El adorador ofrece a Dios algo de valor. La ofrenda entregada a Dios expresa el
amor y la gratitud y representa la entrega total de la vida del adorador. Es por
eso que Dios mira el corazón del ofrendante (Mateo 5:23, 24) "Hoy en día, para
conseguir legalmente dinero u otros bienes materiales, uno dedica horas, días, o
meses de su vida. En otras palabras, uno hace un canje de vida por dinero o
bienes materiales. Por eso, los bienes materiales representan una porción de la
vida del que ofrenda; en este sentido los bienes materiales llegan a ser sagrados.
Al entregar una porción de los bienes en ofrenda a Dios, en efecto uno está
entregando una porción de su vida (1 Crónicas 29:5b)".184 El hecho de que Dios
acepte nuestra vida como ofrenda nos dice que ésta es algo de valor. Teologías
que enseñan que la vida humana no tiene valor no tienen asidero bíblico.
 El adorador intercede a favor de otros (Mateo 5:44; Juan 17). El adorador no
pierde de vista las necesidades de los demás.

LO QUE CONTINÚA AL ACTO DE ADORACIÓN


Cuando el adorador es sincero y adora a Dios en la forma que a Dios le agrada,
su vida es tocada y transformada constantemente a la imagen de Cristo. La santidad
de Dios se va encarnando en la vida del adorador. Hay tres resultados que podemos
esperar de la experiencia de adoración:
1. Sentir que Dios acepta nuestra adoración. Dios responde cuando el adorador le
rinde culto como a Él le agrada (Génesis 8:21 y 9:1; 2 Crónicas 7:1, 2; 12,18). El
corazón humano se llena de satisfacción cuando percibe que ha sido aceptado
en su adoración al Señor. De la misma manera Dios se goza en la alabanza de su
pueblo. En la adoración el Espíritu de Dios y el espíritu humano se unen en un
vínculo especial y único.
2. El adorador es bendecido (perdonado, restaurado, fortalecido, prosperado,
formado a la imagen de Dios). La adoración llena de alegría al adorador (2
Crónicas 7:10), en la adoración el pecador es perdonado (Isaías 6:7)
3. El adorador obedece al Señor. Dios es glorificado y su reino extendido puesto
que el adorador verdadero sale al mundo para servir a Dios (Isaías 66:7-24,
Hechos 1:4).

LA ADORACIÓN TIENE AMBAS DIMENSIONES


LA INDIVIDUAL Y LA CONGREGACIONAL
Recordemos que la palabra griega que se emplea para trabajo y culto en el
Nuevo Testamento es la misma. ¿Podemos afirmar entonces que el culto es un trabajo
o servicio que hacemos para Dios? Sí, como explica Men Patterson:
En la Biblia hay una unidad indisoluble entre culto y trabajo, ya que ambos son formas de
servicio a Dios. Está el servicio que le damos a Dios en nuestro culto, y está el servicio que
damos a Dios en nuestro trabajo. El primero es la liturgia del santuario; el segundo es la
liturgia del mundo. Pero de las dos formas de trabajo -o culto, si lo prefiere- la que es eterna
es sólo la liturgia del santuario. Lo que hacemos de ocho a cinco, llegará un momento en que
dejará de ser. Llegará el día en que ya no habrá necesidad de amas de casa, contadores
públicos, cocineros, abogados, conductores de autobús, ingenieros, cosmetólogos,
banqueros, carpinteros, políticos, plomeros, sastres, maestros, mecánicos o vendedores.
Incluso el trabajo que hacemos para el reino de Dios dejará de ser útil. Un día ya no se
necesitará el evangelismo. La educación cristiana se acabará, y también la profecía y los
servicios sociales. No obstante, el trabajo del culto seguirá para siempre.
Cuando rendimos culto a Dios introducimos un poco de eternidad en nuestra vida y trabajo...
En el cielo...lo que permanecerá es el trabajo temporal que hicimos en nombre de la
eternidad. En el cielo, las liturgias gemelas del santuario y del trabajo se unirán en forma
perfecta y para siempre.

¿Qué le dice a usted esta lectura con respecto a la forma en que preparamos y
nos preparamos para dar culto a Dios?
Compare sus respuestas a la luz de estas siete características de los cultos en la
iglesia de Antioquía que menciona Michael Green:
1. Era ordenado, concluye por el uso del griego leitourgein, liturgia que se traduce
como ministrar. Este término indica un patrón, un orden.
2. Era un culto serio. La centralidad de Cristo era notable en este culto. Era
notable Su señorío sobre sus vidas y el deseo que demostraban en conocer y
encamar la voluntad de Dios en sus vidas. Por ello ayunaban, había un gran
compromiso.
3. El culto se desarrollaba en un espíritu de oración. Estos creyentes daban
prioridad en su vida a la oración y por eso Dios pudo revelarles su voluntad de
llevar el evangelio a otras naciones por medio de Pablo y Silas.
4. Un culto expectante. Estos cristianos llegaban a congregarse anhelando
escuchar la dirección de Dios para sus vidas diarias.
5. Era un culto abierto a la intervención. El programa de culto de esta iglesia era
ordenado pero no rígido. Estaban abiertos a las intervenciones dirigidas por el
Espíritu Santo, por medio de la palabra revelada por Dios a algún hermano, que
ellos reconocían como verdadera.
6. Era un culto carismàtico. Los dones espirituales se ponían en acción para la
edificación del cuerpo.
7. Eran obedientes a la voluntad revelada de Dios. Oraban y ayunaban para estar
seguros de lo que Dios quería que hicieran.
UNIDAD III:
TIPOLOGIAS Y TENDENCIAS DEL DESARROLLO DE LA IGLESIA
En esta unidad se estudiarán algunos modelos históricos y contemporáneos
que nos darán un panorama de cómo la iglesia cristiana ha entendido y ha llevado a
cabo su misión en el mundo.

MODELOS HISTORICOS DEL DESARROLLO DE LA IGLESIA


IGLESIA CATÓLICA ROMANA
La iglesia Católica Romana es la iglesia cristiana más antigua y el tronco común
de donde salieron todas las demás ramas del cristianismo. Su historia se remonta a la
época post apostólica. La Iglesia Católica Romana ha ido cambiando en su visión de sí
misma y en el entendimiento de su misión en el mundo, influenciada generalmente
por grandes teólogos. En sus 20 siglos de historia podemos distinguir al menos cinco
grandes períodos:

PERÍODO APOSTÓLICO (HASTA EL AÑO 300)


Las iglesias que fueron organizadas bajo la dirección de los apóstoles estaban
integradas por todos los que habían hecho profesión de fe y habían sido bautizados.
La forma de gobierno era "congregacional" y sólo había dos rangos de liderazgo: los
ancianos (u obispos) y los diáconos.
Este período se conoce como el período de los padres. La iglesia se percibía a sí
misma como:
 Todos los creyentes eran el "Pueblo de Dios", el "verdadero Israel", los "sumos
sacerdotes".
 Las congregaciones eran "islas de seguridad" en medio de un mundo corrupto.
 La iglesia era la fuente indiscutida de la verdad.
 La iglesia era el medio por el cual la gracia de Dios fluía.
 Los sacramentos que se practicaban eran dos: el bautismo y la cena del Señor.
 La iglesia esperaba el tiempo de la redención (segunda venida de Cristo) y no se
veía a sí misma como un agente de cambio para el mundo presente.

La iglesia guardaba una estricta moralidad nacida de un amor santo y se


caracterizaba por una disposición a sufrir con gozo.
Los medios de gracia se administraban en el culto público y por ellos las
personas podían llegar a ser cristianas. Estos eran: la lectura de los profetas y
evangelios, la predicación y la exhortación, las oraciones comunes, el bautismo y la
cena del Señor.
El bautismo era el ritual que permitía a las personas ser aceptadas como
miembros de la iglesia, lo cual les permitía aprender la doctrina de la salvación
enseñada por la iglesia y de esta manera ser limpio de pecado.
Los teólogos que más influyeron en la doctrina de la iglesia fueron Cipriano y
San Agustín.

PERÍODO DEL EPISCOPADO MONÁRQUICO (AÑO 300 A 440)


Este es el período en que la iglesia pasa a tener el respaldo oficial del imperio.
Gracias al emperador Constantino, la iglesia pasa a ser "soda" del poder político. Por
ende el poder comienza a centralizarse en pocas personas.
En consecuencia en este período surge un nuevo rango de liderazgo, el obispo,
quien llegó a ser el corazón de la organización eclesiástica y la única voz autorizada
para dictaminar en cuestiones doctrinales y prácticas, siendo considerados sucesores
de los apóstoles del Señor. Su autoridad doctrinal se hizo imprescindible en esta etapa
donde abundaba la confusión teológica, debido a que había poco liderazgo educado
para orientar y enseñar a las congregaciones.
El obispo fue ganando más y más poder político dentro de la incipiente
organización política de la iglesia. En la época de Constantino llegó a centralizarse
esta autoridad en cuatro obispos principales que residían en las cuatro capitales del
imperio: Roma, Constantinopla, Alejandría y Antioquía. A estos cuatro se agregó el
obispo de Jerusalén.
Estos obispos presidían al cuerpo de los presbíteros (ancianos que dirigían las
congregaciones locales) quienes fueron ganando más y más autoridad sobre todos los
asuntos de la iglesia, relegando a los laicos a una función pasiva. Los obispos fueron
monopolizando ciertos ministerios como el rito de la confirmación o de recepción de
nuevos miembros y el rito de la ordenación, los cuales sólo tuvieron validez si eran
aprobados por ellos. Tal es así que en el primer concilio de la iglesia reunido en Nicea
en el año 325, sólo se permitió tener voz a los obispos.
Poco a poco la iglesia fue cambiando del modelo congregacionalista al
"sacerdotal". La función del clero llega a ser la de "mediadores entre Dios y los
hombres", como explica H. E. Dana:
''Con esta etapa de desarrollo se hizo un gran avance en la dirección del "sacerdotalismo". No
solamente las diferencias en el clero se hacían más pronunciadas, sino que se vio a! clero
como teniendo una relación más íntima con Cristo que el pueblo seglar.
La idea de la función mediadora de la iglesia, efectuada a través del clero, comenzó a asumir
su forma final y hacia fines del período, sólo se necesitaba de la cabeza papal para
completarla. Los medios a través de los cuales el clero dispensaba los beneficios de la gracia
divina eran los sacramentos, en los cuales se incluían la confirmación, el bautismo y la
eucaristía (cena del Señor)".

En este período la separación de funciones entre el clero y los laicos se hace más
profunda. El modelo de organización sacerdotal es el que impera y se establece un
modelo administrativo centralista y autoritario. La gracia divina fluía por medio de los
sacramentos (confirmación, bautismo y eucaristía) y éstos eran administrados-por los
sacerdotes. El camino para el surgimiento del papado estaba preparado.

PERÍODO DEL PODER CENTRALIZADO EN ROMA (AÑO 440 HASTA 1700)


León el Grande fue el primer obispo que asume como papa en el año 440. A
partir de la aparición de este nuevo rango de liderazgo se acentúan las ideas de la
"ilimitada autoridad" de la Iglesia católica en todas las cuestiones de doctrina y
conducta.
La edad media encuentra a una Iglesia Católica Romana gobernada por tiranos
que guardan y defienden su poder celosamente a cualquier cusió. Es así como surge el
error más grande en la historia de la iglesia católica: "la inquisición".
Los énfasis de este período en cuanto a la función de la iglesia son:
 La autoridad de la iglesia para involucrarse en asuntos políticos y sociales. La
iglesia se veía a sí misma con la capacidad de traer el "cielo" a la tierra.
 El énfasis en el poder y la autoridad de la iglesia residía en el Papa y los obispos,
a quienes se consideraba "pastores".
 Énfasis en la tradición y los documentos que son fuentes de autoridad. La
iglesia equipara la autoridad de la Biblia a la autoridad de la tradición de la
iglesia.
 La Justificación es por las obras y por la sumisión total a la autoridad de la
iglesia.
 El sacerdocio era considerado una clase especial en la sociedad.
 Los laicos no podían leer la Biblia sin permiso de los sacerdotes.
 La iglesia es pura, incorruptible, verdadera.

La iglesia creía en su capacidad de encamación y la catolicidad se entendía


como religión para las masas y no sólo para los "perfectos".

PERÍODO DE LA REFORMA Y CONTRAREFORMA (DESDE 1700 HASTA 1962)


En este período se descubre que el pecado no está fuera de la iglesia sino que
puede estar dentro de ella también.
Hay un despertar litúrgico y énfasis en los sacramentos, mayormente en la
eucaristía, como órganos constructores de la iglesia.
Se hace énfasis en la vivencia personal y una mayor valoración de las
comunidades locales.

PERÍODO POSTERIOR AL CONCILIO VATICANO II (1962 HASTA LA ACTUALIDAD)


La iglesia católica cambió a partir del Concilio Vaticano II (1962-Papa Juan
XXIII). La eclesiología católica en este período se vuelve más ecuménica y misionera.
Entre los cambios más importantes encontramos:
 La iglesia adopta un compromiso misionero. Para 1960, el 60% de los católicos
vivía en América del Norte y Europa. Para 1980, el 60% vivía en Latinoamérica,
África, Asia y Oceanía. A principios del siglo XXI, el 70% de los católicos viven en
el tercer mundo.
 Se da mayor participación a los laicos, lo que permite el surgimiento de las
“comunidades de base”, grupos donde los laicos participaban libremente en la
liturgia. La forma democrática se refleja en la organización interna de estos
grupos. Para 1985 había 350,000 de estos grupos en América Latina.
 Un esfuerzo por acercarse a dialogar con los “hermanos separados”
(ecumenismo).
 Involucramiento en la transformación social del mundo.
 Se permite discutir y debatir sobre las reglas de la iglesia y sus doctrinas.
 Acentuación de los carismas (dones) del Espíritu Santo, cjufc son considerados
un canal para la acción del Espíritu. énfasis en la comunicación de dones, la
coparticipación y correspónsabilidad del ministerio de la iglesia.
 El movimiento carismàtico o católicos evangélicos con énfasis en la
evangelización. Hay más de 72 millones de católicos involucrados actualmente
en este movimiento.

F.W. Paterson afirma que: "El movimiento carismàtico ha servido a la Iglesia


Católica Romana en tres maneras:
1. Ha provisto un medio para promover el ecumenismo.
2. Ha profundizado la espiritualidad de miles de sacerdotes y ile feligreses laicos.
3. Ha despertado un nuevo celo para evangelizar. Por ejemplo, en 1981, en Corea
del Sur, hubo un proyecto católico que tuvo por lema: "Año para evangelizar a
su vecino." Informaron un aumento del 59% de católicos el primer año.

PROTESTANTISMO HISTÓRICO
El movimiento protestante reprendió severamente el modelo del
"sacerdotalismo" y abogaron a favor del "eclesiasticismo", es decir, la autoridad
centrada en la iglesia.
Pese a que sostuvieron la unidad orgánica de "todos" los cristianos defendiendo
el sacerdocio universal de los creyentes, no llegaron a cuestionar aquellos principios
que llevaron a la iglesia católica a ser lo que era. La iglesia siguió siendo considerada
como plenipotenciaria, o sea, con autoridad en todos los asuntos humanos. Por ende
el poder y la autoridad continuaron centralizados en los obispos. No debemos olvidar
que las nuevas iglesias protestantes surgieron amparadas por el poder político
nacionalista de sus respectivos países y tristemente se volvieron opresivas e into-
lerantes como la Iglesia Católica Romana, llegando a cometer aún crímenes más
horrendos en nombre de Dios, que su predecesora.

LA IGLESIA LUTERANA (ALEMANIA)


Martín Lutero (1483-1546) rechazó lardea de que la iglesia tuviera autoridad
sobre la conciencia individual del creyente, pero defendió la idea de la "Iglesia
Universal", como una realidad orgánica y visible que reunía en su seno a todos los
"creyentes". Había cuatro puntos fundamentales que Lutero defendía en su oposición
a la Iglesia Romana:
1. El sacerdocio universal de los creyentes. Los laicos participan en las decisiones
y en la administración de la iglesia.
2. La relación directa del creyente con Cristo (sin intermediación del sacerdote).
3. La autoridad final y absoluta de las Escrituras como guía infalible en asuntos de
fe y conducta.
4. Justificación por la fe. La salvación como un inmerecido regalo de Dios,
condicionada sólo por la fe y el arrepentimiento. Los sacrificios, penitencias,
peregrinaciones, rezos o confesión auricular no obran salvación.

Lutero reconoció que hay pecado también dentro de la iglesia, pero nunca criticó
o cuestionó la forma de gobierno y la autoridad central del Papa. Por el contrario
consideró a la iglesia como representante de Cristo en el mundo. Los luteranos a lo
largo de su historia han estado en unión con el Estado.
El Luteranismo se extendió rápidamente por toda Europa y luego Estados
Unidos, llegando hoy día a 12 millones. Los luteranos reconocen sólo dos
sacramentos: la cena y el bautismo. La adoración es litúrgica y se concentra en el
altar. La congregación local es la base del gobierno eclesial y tienen confederaciones
regionales o por países para asuntos legislativos y consultores.

LAS IGLESIAS REFORMADAS (FRANCIA Y PAÍSES BAJOS)


Las iglesias reformadas siguieron a los reformadores Zwinglio y Calvino. Muy
pronto se subdividieron en gran número de iglesias regionales muy distantes entre sí
geográfica y políticamente.
En cuanto a la forma de organización local, estas iglesias trataron de retomar a
los principios del Nuevo Testamento y fue de todos los movimientos reformistas el que
más autoridad retoma a los laicos.
Para Calvino el rol de la iglesia visible era imprescindible para la salvación,
puesto que ella es la entrada a la vida en Cristo, pero también la que se encarga de
cuidar y alimentar a los que son salvos. De manera que para Calvino, para estar unido
a Dios, bahía que estar unido a la iglesia visible. La iglesia también debe permanecer
unida al estado pero con el propósito de evitar que los gobernantes se desvíen de la
voluntad de Dios. La iglesia reformada desempeñó este papel mejor que ninguna otra.

LA IGLESIA ANGLICANA (INGLATERRA)


La Iglesia Anglicana se separa de Roma no por diferencias doctrinales o en la
forma de gobierno, sino por decisión del rey Enrique VIII quien quería casarse y
divorciarse de sus esposas (o enviarlas a la cárcel o al cadalso) según su caprichosa
voluntad, lo cual no era aprobado por la Iglesia Romana. Al separarse de Roma, el rey
pasó a ser la cabeza visible de la Iglesia Inglesa, pero las doctrinas y prácticas no
cambiaron en mucho.
Más adelante, debido a la influencia de los reformadores, reconocieron que la
iglesia cristiana auténtica se caracteriza por lo siguiente:
 Un linaje de líderes especialmente ordenados (obispos) de la sucesión directa de
los apóstoles.
 Fidelidad a la tradición doctrinal y litúrgica de esa sucesión. Los sacramentos
salvíficos son: la confesión, la confirmación, la ordenación, el bautismo y la
santa cena.
 Iglesia, tradición y Escrituras tienen igual autoridad.
 Rechazo absoluto a la autoridad del Papa de Roma.
 No cree en el purgatorio ni en la oración a los santos difuntos.

LA COMPRENSIÓN SOBRE LA MISIÓN DE LA


IGLESIA EN EL PERÍODO DE LA REFORMA
En el tiempo de la Reforma (1517-1792) el propósito primordial del movimiento
protestante no fue convertir a los incrédulos sino el de reformar a la Iglesia Católica
Romana. Algunos reformadores entendían que la Gran Comisión fue dada sólo a los
apóstoles y para su propia generación.
Por los años de estos movimientos de protesta o "protestantes", las rutas de
navegación al Nuevo Mundo eran dominadas por España y Portugal e impedían que
otros países llegaran a ellas. Esto favoreció el arraigo de la religión católica romana en
las colonias españolas y portuguesas de América.
Los evangélicos inician, sin embargo, etapas que sembraron la semilla de los
movimientos misioneros del siglo XVIII. Entre los pioneros de este despertar misionero
de la iglesia, el de mayor influencia fue el movimiento pietista.
Jacobo Spener (1635-1705), fue un pastor luterano en Frankfurt que enseñó el
énfasis en la piedad personal, el estudio de las Escrituras, la oración y el evangelismo
personal. Los "moravos" (refugiados que escaparon de la persecución religiosa en
Moravia) albergados en las tierras del Conde de Zinzerdorf en Sajonia enviaron
misioneros a las "Indias Occidentales" (América), Groenlandia, San Croix (Caribe),
Indias Orientales (India), Constantinopla, Persia (Asia menor), China, Ceilán, Egipto,
Samoa, Surinam, Australia y a los indios de América del Norte.
TIPOLOGÍAS EVANGÉLICAS (DENOMINACIONES)
DEL DESARROLLO DE LA IGLESIA
La variedad de conceptos surgidos de la Reforma sobre la iglesia y su misión
dieron lugar a una gran variedad de tipos de organización eclesiástica en numerosas
denominaciones protestantes. Los tres tipos de estructuras organizacionales de donde
provienen las estructuras de las iglesias contemporáneas son:

EPISCOPAL
La autoridad central de la organización es el obispo, cuya autoridad procede por
imposición de manos generación tras generación de los primeros apóstoles. La vida de
la iglesia se sostiene por esta gracia que ha pasado de obispos a obispos en la historia
de la iglesia.
Hay dos grados de oficiales bajo el obispo: los sacerdotes (presbíteros) y los
diáconos. Los obispos de alto rango se llaman arzobispos. También tienen una
posición de "arcediano" quien asiste al obispo cuidando de los asuntos de las iglesias
locales en la diócesis.
Esta forma de gobierno es seguida por la Iglesia de Inglaterra y por las Iglesias
Episcopales de América, Canadá y Australia.

EPISCOPALES O DE CONEXIÓN
En este modelo organizativo la base de toda autoridad es toda la congregación.
Todas las iglesias locales que forman una organización dependen del consentimiento
de las otras para tomar acciones. Hay cuatro ejemplos que se pueden citar de este
modelo:
1. Las Iglesias Episcopales Metodistas cuyo centro de autoridad es la Conferencia
General la cual asigna obispos y decide en asuntos doctrinales y organizativos.
Cada obispo coordina anualmente una conferencia en su área, la cual nombra a
los pastores locales y media en asuntos entre las iglesias locales y la iglesia
mundial. También tienen superintendentes de distrito para regiones más
pequeñas. Las iglesias locales tienen muy poca voz en asuntos de la iglesia
general y en los de su propia congregación.
2. En las iglesias luteranas la conexión se hace por medio del estado. Los clérigos
y seglares que gobiernan la iglesia (cuerpo llamado consistorio) son nombrados
por el poder civil. En esta forma de gobierno eclesiástico la iglesia es un sirviente
del estado.
3. En las iglesias presbiterianas la conexión es por medio de los presbíteros,
quienes representan a las iglesias locales. Estos presbíteros son elegidos por
pastores y ancianos y son quienes coordinan la colaboración entre las iglesias
locales. A este cuerpo sigue en autoridad el sínodo y a éste la Asamblea General,
que es la corte más alta de la iglesia.
4. Las iglesias congregacionales deciden por sus propios asuntos y la iglesia global
sólo funge como órgano consultivo. Su organización eclesiástica es muy
parecida a los presbiterianos y procuran que las iglesias se ayuden
mutuamente.

CONGREGACIONAL
Al modelo congregacional se adhieren los bautistas, los discípulos, los
adventistas y otros. Es un modelo surgido del legado apostólico. En el centro de la
organización está la iglesia local como cuerpo independiente y soberano que no
guarda ninguna dependencia de asamblea o cuerpo gubernamental de
representantes. Es un modelo simple y democrático.

¿CUÁL DE ESTOS SISTEMAS ES EL MEJOR?


Cualquiera de éstos funciona si los creyentes son verdaderos hijos de Dios y
comprometidos. Los sistemas modernos incluyen aspectos de los tres:
1. Los ancianos presbiterianos son nombrados por la congregación.
2. Los congregacionalistas eligen juntas de líderes.
3. Los episcopales tienen ancianos (sacerdotes) y diáconos y algunos toman muy
en cuenta la opinión de la congregación.

UN MODELO HISTÓRICO DE DESARROLLO DE LA IGLESIA: EL


MOVIMIENTO WESLEYANO (INGLATERRA, IRLANDA Y GALES 1703 -1791)
Mientras otros grupos y denominaciones están descubriendo el modelo
wesleyano y aplicando los principios de su estrategia con muy buenos resultados,
muchas de las Iglesias del Nazareno en América Latina desconocen este legado valioso
de nuestra herencia histórica del movimiento de santidad.
El avivamiento wesleyano del Siglo XVIII fue una renovación y extensión de la
Reforma del Siglo XVI. En el Siglo XVIII Inglaterra fue sacudida por un movimiento del
Espíritu que cambió los destinos de esa nación que sucumbía en la inmoralidad y los
vicios de su pueblo. El líder de este movimiento, el reverendo Juan Wesley, deseaba
junto a su hermano Carlos y otros jóvenes, volcar su vida en el servicio de los
inconversos y necesitados. Juan Wesley (1703-1791), era un hombre entregado al
estudio, a la obra del ministerio y deseoso de ser perfeccionado en su amor a Dios y al
prójimo. Su vida cambió cuando su mentor espiritual, el moravo Pedro Boehler le
ayudó a comprender "...que la justicia legalista no era suficiente para alcanzar la
salvación". A los 35 años, Juan Wesley pudo hallar paz para su alma cuando recibe la
certeza de haber sido limpiado de sus pecados. Desde entonces su vida cambió de
estar centrada en sí mismo hacia fuera de sí mismo, dedicando el resto de su vida a
llevar el conocimiento de Dios a las masas inglesas marginadas.
George Hunter ha definido a Wesley como un estratega de iglecrecimiento,
afirmando que los principios que se han descubierto después de medio siglo del
movimiento de iglecrecimiento, ya los había descubierto Wesley en su época. Juan
Wesley era un hombre práctico y a la vez analítico. Su teología no surgía desde atrás
de un escritorio, sino de la aplicación de las verdades bíblicas a gente de carne y
hueso. Su sensibilidad para reconocer lo inservible de algunas tradiciones y lo
provechoso de algunas estrategias implementadas por los laicos en su entusiasmo por
servir al Señor, es admirable. Al respecto escribe Hunter:
Juan Wesley dio forma a un movimiento evangelístico con una sofisticación que, tal vez, no
se había visto por mil años. Y su método a dar forma al ministerio del evangelismo era
notablemente parecido al del movimiento de iglecrecimiento hoy en día. Por ejemplo, él era un
pragmático que no se avergonzaba de serlo en la elección y desarrollo de estrategias,
modelos y métodos. El estándar supremo para evaluar cualquier acercamiento evangelístico
eran sus resultados, es decir, si su método ayudó a alcanzar objetivos apostólicos o no. El
escribió, "Yo cumpliría cada puntillo u orden, excepto cuando está en peligro la salva ción de
almas. Entonces prefiero los fines a los medios.

En su afán por hallar la verdad, él llevaba un registro detallado de todas


sus observaciones. Todo lo indagaba de primera mano, observando a las
personas, con entrevistas personales, llevando estadísticas, que luego
comparaba y analizaba. De esta manera, Wesley pasaba todas sus conclusiones
interpretativas de la Palabra, por el cernidor de la experiencia de cientos de
cristianos, como lo hizo por ejemplo, en el caso de la experiencia de la perfección
cristiana. Eunice Bryant, explica la investigación efectuada por Juan Wesley
para verificar la veracidad de esta experiencia: En 1757, Wesley escribió: “Un
crecimiento gradual en la gracia precede el don, pero el don mismo siempre es
dado instantáneamente. Nunca oí ni conocí ninguna excepción, y creo que
nunca hubo una.
Es de resaltar que sus doctrinas no son teorías deducidas detrás de un
escritorio o basadas en la experiencia de unos pocos, que hubieran sido influenciados
por sus conclusiones. Fue su investigación personal, entrevistando a cientos de
personas que testificaban la experiencia de la perfección cristiana; usando
cuestionarios -según el mismo afirmara- de lo más inquisitivos que podía
confeccionar, que esta experiencia fue por él verificada y explicada en sus notas.
Juan Wesley nunca cerró su corazón al mover del Espíritu Santo y es por eso
que nadie pudo frenar aquel avivamiento; no obstante, nunca tomaba una decisión
sin tener antes la certeza de que ésta fuera aprobada por Dios y útil para el
crecimiento de la iglesia, aunque fuera contraria a sus deseos personales. Los dos
hermanos Wesley compartían este amor por aceptar las estrategias que daban frutos
comprobados, aun cuando para ello debieran sacrificar sus gustos y preferencias
personales. Hunter comenta al respecto:
"Carlos era un poeta culto y un músico con gustos estéticos de la iglesia alta, pero apartó su
preferencia, (dignándose escribir himnos en el género musical "poco culto" que se estaba
cantando en las tabernas inglesas). Y Juan, después de 33 años de predicar a los
inconversos al aire libre, confesó que, "Hasta hoy el predicar al aire libre es una cruz para mí.
Pero... no veo ninguna otra manera de predicar el evangelio a toda criatura".

Uno de los aciertos más notables de su movimiento fue su sólido plan para el
discipulado de los creyentes. El propósito del discipulado de Wesley, era que los
creyentes crecieran en la perfección cristiana (santidad) y se mantuvieran en ella, para
lo cual no consideraba suficientes las prácticas cristianas o las formas externas de
cristianismo. En su sermón "Casi Cristianos" explica tres cosas fundamentales que se
requieren para ser un verdadero cristiano. Un verdadero cristiano es quien...
1. Ama a Dios... "Tal amor de Dios hincha el corazón, se posesiona de todos los
afectos, llena el alma a plenitud y emplea todas sus facultades hasta el
máximo." Éste es un cristiano gozoso, que se deleita en su Señor, que ha muerto
a toda clase de orgullo y que ya no es esclavo de las cosas del mundo.
2. Ama a su prójimo, incluyendo a sus enemigos. Les ama como a sí mismo,
como Cristo le ama a él.
3. Su corazón ha sido purificado por el Espíritu Santo, por la fe. En él, ha sido
purificado de todo deseo impuro, la soberbia, la ira, todo lo que es contrario a)
amor puro y santo de Dios. Este cristiano, explica, "se gasta en pro de otros" y
sufre todo el mal que los demonios le ocasionen por medio de otros seres
humanos.

LOS GRUPOS DE DISCIPULADO


La estrategia de Juan Wesley para discipular a los muchos convertidos fue
tomada de su observación y de su propia experiencia. Como buen estudioso del
crecimiento de la iglesia, había visto ya de pequeño a sus padres, asistir a las
"sociedades religiosas", un movimiento que intentaba avivar la iglesia anglicana. Ya en
el año 1700 había 40 de éstas sociedades religiosas en Londres. Como buen
pragmático, aplicó una estrategia que él mismo había probado y comprobado como
provechosa para el crecimiento espiritual, cuando años atrás había sido parte del
"club de los santos" junto a su hermano Carlos, Jorge Whitefield y otros, en la
universidad de Oxford. Juan, había experimentado los beneficios de crecer en el
compañerismo de un grupo de creyentes, buscando juntos la santidad de vida, por ello
no impidió que estas "sociedades", proliferaran en casas de familia por todo Bristol.
Wesley encontró que los grupos proveían el ambiente propicio para la
consolidación y el crecimiento de los creyentes, al descubrir los siguientes factores
que se daban en ellos:
 Un auténtico compañerismo cristiano.
 Los cristianos se daban cuidado y vigilancia unos a otros en amor.
 Los creyentes encontraban personas que se interesaban en su crecimiento
espiritual.
 Animo mutuo.
 Se proveía consejo y exhortación.
 Se proveía al creyente respaldo en oración por sus necesidades.
 Servicio mutuo.
 Se examinaban espiritualmente y se rendían cuentas unos a otros.

Wesley creó las sociedades como respuesta al clamor de las personas faltas de
cuidado pastoral y enseñanza de la Palabra, al observar que donde los nuevos
convertidos no se integraban a una sociedad, pronto se debilitaban en su fe y caían.
También comprendió que su misión era hacer discípulos y para ello, era vital
organizar las sociedades. Calculó que nueve de cada diez convertidos, se volvían a
perder, si no eran instruidos en una sociedad, los cuales se alejaban de Cristo más
que antes.
Juan Wesley entendió que el discipulado es un proceso y que toda la iglesia es
responsable de realizarlo, cuidando los unos de los otros, en cada etapa de
crecimiento de la vida cristiana. De esta manera, muchos laicos, hombres y mujeres
tuvieron la oportunidad de servir al Señor en un ministerio productivo.
En el movimiento wesleyano se organizaron diferentes grupos con diferentes
propósitos específicos:

LAS “SOCIEDADES UNIDAS” O


CONGREGACIONES LOCALES DE CREYENTES
Semejantes a las iglesias locales de nuestros días. Pero estas "sociedades
unidas", crecieron tanto que pronto tuvieron que dividirse en grupos pequeños
llamados "clases" (de no más de 12 personas), y en "bandas" (de cinco a diez personas)
que se reunían semanalmente. Estas sociedades tenían tres sencillas reglas:
1. No hacer daño a nadie.
2. Hacer todo el bien posible.
3. Obedecer los mandatos de Dios.

LAS “CLASES” PARA CRECIMIENTO DE TODOS LOS CREYENTES


El propósito de las reuniones de las clases era congregar a las personas un día
de la semana para ayudarles a poner en práctica su fe (ética de santidad). Los estudios
bíblicos se basaban en la enseñanza recibida en la sociedad unida el domingo anterior
(el sermón pastoral). En estas reuniones se hacía lo siguiente:
1. Canto o lectura.
2. Enseñanza sobre el sermón del domingo.
3. Orar.
4. Recaudar fondos (ofrendas y diezmos).
5. Conversar sobre sus vidas espirituales.

Las reglas obligatorias para todos los miembros de estos grupos eran:
1. Reunirse una vez a la semana, por lo menos.
2. Llegar puntualmente, a la hora acordada.
3. Empezar con canto y oración.
4. Debían compartir con los demás sus problemas y dificultades, con la mayor
franqueza y claridad posible, a fin de describir el estado de su alma,
mencionando las faltas que hubieran cometido en pensamiento, palabras y
obras así como las tentaciones que hubieran tenido en la última semana.

Uno de los asistentes era designado como moderador de la conversación y éste


comenzaba el proceso arriba mencionado. Marylou Riggle explica la importancia de
estos grupos para afirmar al nuevo creyente en su nueva experiencia:
"El nuevo convertido se encontró a sí mismo en el compañerismo de otros, quienes
experimentaban las mismas emociones, el gozo de los pecados perdonados, una pasión
para la salvación de otros y un deseo de crecer en la experiencia cristiana. Fue protegido
de sus malas costumbres o prácticas del pasado y a la vez edificado y disciplinado en la
fe. Los creyentes aprendieron a compartir sus cargas y a cuidar el uno del otro, tanto en lo
práctico como en lo espiritual. Aprendieron a vencer su timidez espiritual".

LAS “BANDAS” PARA LOS CRISTIANOS MADUROS


Las bandas eran grupos de creyentes ya maduros quienes estaban en la
búsqueda de la perfección cristiana. La participación en estos grupos era voluntaria.
En dichas reuniones los cristianos eran confrontados con sus actitudes pecaminosas
internas, el pecado interior.
Estos eran grupos homogéneos, o sea de mujeres casadas o solteras y de
hombres casados o solteros. Las reglas principales que estos grupos tenían eran las
mismas que la de las clases anteriormente mencionadas.

LA “BANDA DE LOS PENITENTES”


También tenían grupos especiales para los retrocedidos y los no convertidos,
llamados "banda de los penitentes".

LA CLASE SELECTA
La clase selecta era el grupo donde se capacitaba a los líderes de las clases y
bandas.

LA FORMACIÓN DE LOS LAICOS PARA EL MINISTERIO


Wesley formó ministros laicos en la marcha, reconociendo los dones y
habilidades que muchos de ellos demostraban para el ministerio. Estos vivían de sus
oficios: carpinteros, zapateros, granjeros u otros. Eran hombres y mujeres sin muchos
recursos, pero consagrados totalmente a la obra del Señor.
Debido a la extensión geográfica de su movimiento, no eran suficientes los
clérigos anglicanos que se le unieron para predicar a todos los que el Espíritu Santo
había despertado. Esto le llevó a permitir que se levantara un ejército de predicadores
laicos. Esto no fue fácil de aceptar para él. En una primera ocasión, al ser avisado, se
disponía a ir a hacer callar a uno de ellos. Su madre, Susana, al enterarse, le aconsejó
que antes de actuar, juzgara por sí mismo lo que predicaba. Luego de escucharlo
atentamente, se convenció de que Dios también podía usar a estas personas, aunque
no tenían una formación teológica "formal" como requería la iglesia anglicana en su
época. Justo González menciona que, luego de que Juan Wesley descubriera el
potencial y eficacia de los laicos para predicar, él mismo se dedicó a preparar a
muchos más hombres y mujeres para este ministerio, lo cual no estaba permitido
dentro del anglicanismo.
Más adelante, asignó a algunos de estos predicadores laicos, responsabilidades
de superintendentes de una zona geográfica, a fin de supervisar y predicar a un grupo
de asambleas.
Los líderes de las clases llegaron a 10 mil y no se escogían por su erudición o por
su posición social, sino por:
1. Por su calidad de vida.
2. Su sabiduría.
3. La profundidad de su fe

Estos hombres y mujeres fueron el ancla que consolidó el crecimiento numérico


y espiritual de miles de convertidos. Estos grupos se convirtieron en una poderosa
fuerza civilizadora y de crecimiento espiritual que transformó a la sociedad inglesa
desde las bases (el pueblo) hasta sus estructuras políticas.
La estrategia de los grupos de discipulado de Wesley, tuvo éxito tanto en las
urbes británicas, engrosadas entonces por el proceso de industrialización, como en
poblaciones de colonos en las nuevas tierras de América del Norte, al igual que había
sido exitosa en la iglesia primitiva y que lo continúa siendo hoy en cualquier lugar y
cultura del mundo. La estrategia de vivir y crecer en la vida cristiana en el
compañerismo de un grupo, provee satisfacción a las necesidades básicas que
caracterizan a todos los miembros de la raza humana: el ser amado, valorado y
seguro.
Cuando uno comprende la forma transparente en que aquellos primeros
metodistas, compartían sus más íntimos pensamientos, sus debilidades ocultas, sus
motivaciones escondidas, siente una gran admiración por su valentía. Los cristianos
contemporáneos, aun de las iglesias de tradición wesleyana, no practican masiva-
mente esta dinámica saludable de crecimiento en comunidad. Quizás aquí pueda
encontrarse la razón, por la cual los miembros de muchas iglesias no alcanzan
madurez en la vida espiritual.
Hay muchas barreras, que un cristiano debe vencer, para disfrutar los
beneficios que obtendría si permitiera que otros creyentes, le ayudaran a moldear su
vida a la imagen de Cristo. El individualismo y el temor de ser aceptado tal cual es, lo
acosan, pero al mismo tiempo, sufre la necesidad de encontrar amigos verdaderos,
amigos que le amen con el amor del Señor y que le provean del apoyo que necesita
para vencer sus temores y debilidades y que además estén dispuestos a darle la mano
para levantarse en los fracasos.
¿Podrá la iglesia del Siglo XXI desarrollar cristianos maduros como aquéllos?
¿Estarán sus líderes dispuestos a pagar el precio, venciendo sus propios temores y
abriendo su vida para ser examinados por otros hermanos? ¿Estarán dispuestos a
crecer en la comunión con otros, siendo guía de otros muchos creyentes que padecen
por falta de un adecuado cuidado pastoral? ¿Estarán listos los líderes a dejar a un
lado estrategias estériles y a ser flexibles en probar, arriesgar y perseverar, en aquellas
estrategias y métodos que están dando fruto abundante de cristianos maduros en
nuestros días?

ESTRATEGIAS DEL MOVIMIENTO WESLEYANO


PARA EL DISCIPULADO EN LA SANTIDAD
Las estrategias que Juan Wesley implemento en su movimiento surgieron de la
investigación cuidadosa en la Palabra y de la comprobación práctica. Como afirma
George Hunter: "... él era un pragmático que no se avergonzaba de serlo en la elección
y desarrollo de estrategias, modelos y métodos. El estándar supremo para evaluar
cualquier acercamiento evangelístico eran sus resultados, es decir, si el método ayudó
a alcanzar objetivos apostólicos o no".
Juan Wesley se adelantó a su tiempo, agrega Hunter, usando métodos
incipientes de la investigación cualitativa de las ciencias conductistas modernas,
como son: la observación; las entrevistas, la solicitud de informes a los líderes de su
movimiento, y llevaba un diario de estas observaciones y de las conclusiones
resultantes. La comprobación por medio de los datos fue más importante para él que
guiarse por las opiniones de otras personas. Aun verificaba los informes estadísticos
de sus líderes personalmente cuando le sonaban exagerados.
Juan Wesley tomaba muy en serio la obra del ministerio. Como líder espiritual
de su movimiento asumió la responsabilidad de sopesar cualquier método y estrategia
con la Palabra, con la razón y con los resultados observables. El persistir en métodos
que no daban resultados para el reino era para Wesley una pérdida irresponsable de
recursos y de tiempo. Como él afirmó: "cuando está en peligro la salvación de las
almas... prefiero los fines a los medios".
Para Wesley el cristianismo era "adquirido más bien por contagio que enseñado"
por ello era tan importante la convivencia con otros cristianos más maduros. El
crecimiento numérico de la iglesia y el crecimiento espiritual de los miembros están
relacionados. Wesley observó que la calidad y la profundidad en la vida espiritual de
los miembros de las iglesias acompañaban normalmente el crecimiento numérico y
que igualmente la declinación numérica de la membresía iba acompañada también
por la declinación espiritual.
El valor de sus conclusiones teológicas sobre la santidad de vida reside en lo
siguiente:
 Su teología o contenido del discipulado, no surgía desde atrás de un escritorio
desconectado de la realidad contextual, sino de la aplicación de las verdades
bíblicas a la gente de su tiempo.
 Evaluó y desechó aquellas tradiciones que no eran provechosas.
 Examinó y adoptó algunas estrategias exitosas e innovadoras descubiertas por
laicos en su entusiasmo por el ministerio.
 Todos los métodos y estrategias que adoptaba die otros modelos pasaban
primero por su análisis pragmático, que los evaluaba en función de sus
resultados para alcanzar la misión.
 Desechó cualquier método que pusiera en peligro la salvación y crecimiento de
las personas.

La comprensión de Wesley sobre el proceso de crecimiento del creyente fue la


que dio forma a la estructura del discipulado en su movimiento. Hay cuatro etapas
bien marcadas en su diseño:
1. Etapa de despertamiento, donde las personas comprenden que necesitan a Dios
en su vida y ser perdonados de sus pecados. El evangelismo por medio de la
predicación o las visitas era el medio que usaban para alcanzar este objetivo a
fin de que las personas reconocieran que necesitaban el perdón de Dios.
2. Etapa de formación espiritual básica en mu dase, donde las personas eran
edificadas en su fe y alentadas a aceptar a Cristo como su Salvador personal.
Estas células oran lidera das por laicos más maduros que guiaban a la gente
mientras experimentaban la justificación.
3. Los que han sido justificados deben esperar su santificación.

En su búsqueda de estrategias efectivas, desarrolló y copió de otros


predicadores contemporáneos, métodos que correspondían con su cultura, aun
sacrificando sus preferencias personales.
Ejemplos de ello son:
 La preferencia por la predicación al aire libre para alcanzar las masas de
obreros que copió de su amigo Jorge Whitefield.
 La creación de himnos en las melodías populares que se cantaban en las
tabernas, con la ayuda de su hermano Carlos Wesley.
 El uso del lenguaje sencillo del pueblo en la predicación v en la enseñanza, como
él mismo recomendaba:
Preferimos las palabras más obvias, fáciles y comunes por las cuales nuestro sentido puede
ser transmitido, ambos en ocasiones ordinarias y cuando hablamos acerca de las cosas de
Dios.
Por eso, nunca voluntariamente o a propósito desviamos de la manera más acostumbrada de
hablar, excepto cuando expresamos verdades escritúrales en las palabras de la Escritura,
cosa que, suponemos, ningún cristiano condenará.
 El uso de formatos impresos de estilo popular para la comunicación de la
Palabra como lo eran el tratado y el folleto.
 La dinámica de grupos pequeños para el crecimiento espiritual, llamados
clases, bandas y sociedades. Cada uno de estos grupos tenía un propósito
distinto. Las clases servían como grupos de reclutamiento para los nuevos
creyentes que habían sido despertados por medio de la predicación. Las bandas
eran grupos de cristianos maduros que estaban en la búsqueda de la perfección
cristiana. Los líderes tenían su propio grupo llamado "clase selecta" y aun los
que habían caído en pecado tenían "la banda de los penitentes". Nadie quedaba
desamparado en su peregrinaje espiritual.
 La responsabilidad del líder de estos grupos era el desarrollo espiritual de sus
miembros. Aunque los líderes de las clases tenían la consigna de reproducir
tantos grupos como fuera posible, no debían ir más allá de los que pudieran
atender con eficacia.
 El evangelismo debía ser con responsabilidad por el discipulado a fin de no dejar
insensiblemente abandonadas a su suerte a las personas interesadas en seguir
a Cristo. Los predicadores del movimiento invitaban a las personas a hacerse
miembro de una clase donde recibirían ayuda y guía espiritual, puesto que el
llamado a aceptar a Cristo como Salvador en SU movimiento implicaba un
llamado a unirse a un grupo para ser discipulado.

Un ejemplo contemporáneo de una estrategia similar a la wesleyana es la


dinámica de los grupos celulares. Dale Galoway, en su libro: Visión 20/20 -donde
expone la estrategia de estos grupos que ha sido la clave de crecimiento para su iglesia
en Pórtland, Oregon- afirma que las iglesias necesitan liberar a los laicos para el
ministerio, basado en su experiencia personal de una iglesia que creció de 0 a 6 mil
miembros entre 1972 y 1992, de los cuales 5,500 están involucrados en estos grupos
pequeños que se reúnen en los hogares. Estos grupos fueron para él la clave para
cerrar la puerta de atrás.

EL DESPERTAR EVANGÉLICO EN AMÉRICA DEL NORTE


El despertar espiritual en América del Norte en el Siglo XVII preparó el camino
para el surgimiento de las denominaciones evangélicas, debido al surgimiento de
predicadores que llevaron a grandes masas al arrepentimiento y la pureza de vida. En
la región nordeste de los Estados Unidos se destacaron los holandeses Teodoro
Frelinghuysen, presbiteriano (1691-1747) y Gilberto Tennant (1703-1764) de la
Iglesia Reformada Holandesa; además Jonatan Edwards (1703-1758) de la Iglesia
Congregacional. Jorge Whitefield (compañero de Juan Wesley) predicó en
Massachussets y la Costa Atlántica hasta Georgia del Sur. Este despertar propagó la
multiplicación de iglesias en todo el territorio y el surgimiento de las muchas
denominaciones.
En los inicios del movimiento misionero moderno se destaca la figura de
Guillermo Carey (1761-1834). Cuando Guillermo tenía 14 años, siendo aprendiz de
zapatero, un compañero de trabajo le presentó a Jesús como su Salvador. A los 21
años se unió a los Bautistas y fue pastor en Moulton y luego en Leicester (Inglaterra).
Fabricaba zapatos, estudiaba sobre los países del mundo y oraba por la conversión de
los paganos. Convencido do que la responsabilidad por las misiones es de todos los
cristianos, escribe y predica sobre ello y como resultado funda el 2 de octubre de 1792
la Sociedad de Bautistas Particulares para propagar el evangelio entre los paganos,
luego llegará a ser la Sociedad Misionera Bautista. Muchas sociedades misioneras se
inician en Inglaterra y Estados Unidos. En el año 1900 había ya 600 agencias
misioneras que enviaban misioneros a otros países y para 1988, crecieron a 3,800.
Al mismo tiempo los creyentes evangélicos crecieron en el mundo: En 1800 eran
209 millones.
En 1900 sumaban 558 millones. El 99% de ellos vivía en Europa y Estados
Unidos y el 1% en el Tercer mundo.
En 1985 llegaban a 1583 millones. El 34% se situaba en Europa y Estados
Unidos y el 66% en el Tercer mundo.
De 1975 a 1985 la iglesia evangélica creció apenas el 1,3% en Europa y Estados
Unidos, mientras creció el 6,9% por año en el Tercer mundo, o sea cinco veces más
rápido.
Dentro de las denominaciones evangélicas las iglesias más crecientes han sido
las surgidas del movimiento pentecostal. Carlos Partham fue quien dio la
característica distintiva a estas iglesias enseñando que era necesario un tercer
bautismo del Espíritu y recibir el don de lenguas para que el creyente sea santificado.
Algunas de las denominaciones surgidas de este movimiento en el Siglo XIX en los
Estados Unidos son:
 Iglesia Pentecostal de Santidad (1899)
 Iglesia de Dios en Cleveland (1900)
 Asambleas de Dios (1914)

Carlos Parham influenció en los estudiantes del Colegio Bíblico Bethel, (Topeka,
Kansas) quienes se convirtieron en predicadores en campañas de evangelización a lo
largo del país y desde 1906 en otros países de mundo influenciando aún a iglesias
tradicionales como los anglicanos, luteranos, bautistas, metodistas, menonitas,
presbiterianos, entre otras y aún a la iglesia católica Romana. Aún en campos
misioneros el crecimiento de las iglesias pentecostales lleva la delantera.
Patterson provee algunas cifras de los años 1980- 1985.
En 14 naciones de Europa y la Unión soviética (donde el cree i miento es
bastante difícil), 439 mil nuevos miembros.
En Italia (sede del catolicismo) hay 190 mil miembros. Un 66% de los
evangélicos son pentecostales. En Rumania donde la libertad de predicar es limitada
por el comunismo, crecieron de 200 mil a 410 mil en cinco años.
En África hay alrededor de 50 millones de evangélicos, pero en los países del
norte netamente musulmanes sólo un 0.5% de la población es evangélica. Sin
embargo los pentecostales crecieron de 2.195 millones a 4,435,612 miembros en cinco
años.
En Asia, terreno difícil por sus variadas religiones y culturas, los pentecostales
aumentaron en nueve países un 133% (1.256 millones).
En América Latina aumentaron de 5.498 millones a 10.771 millones en 15
países, o sea un 96%. ¡Un millón de nuevos miembros cada año!
Podemos preguntarnos entonces ¿Cuáles son los factores por los cuales las
iglesias pentecostales crecen tanto a nivel mundial?
¿Podemos aprender algo sobre desarrollo de la iglesia observando cómo
trabajan ellos en vez de conformarnos con criticarles o esforzarnos en no ser
confundidos con ellos?
Claro que esto es difícil, puesto que no estamos hablando de una sola
denominación. Dependiendo del campo misionero hay hasta 125 grupos
pentecostales diferentes. Además necesitamos de una actitud madura para seguir el
consejo del apóstol Pablo "examinadlo todo y retened lo bueno" (1 Tesalonicenses
5:21).
F.W. Patterson ha listado seis factores que han hecho posible este fenomenal
crecimiento:
"1. La obra pentecostal ha sido principalmente con los pobres.
Jesús prestaba atención especial a ellos. Los pobres son los más aptos para responder al
evangelio. Siempre habrá multitudes de ellos que necesitan el evangelio. .
2. El evangelio que predican los pentecostales es sencillo y cristocéntrico. Apelan tanto a la
emoción como a la razón; pero dependen del Espíritu Santo para dar la cosecha.
3. Con frecuencia alistan a los conversos enseguida como miembros asociados pendiente de
su adoctrinamiento y bautismo.
4. La organización eclesiástica de los pentecostales es sencilla.
Por lo tanto las congregaciones, aunque sean pobres, pueden sostenerse. No dependen en
grado apreciable de ayuda foránea. Fomentan iglesias autóctonas.
5. Animan a los miembros a que den una expresión abierta de su fe, tanto en los cultos como
fuera de ellos.
6. La oración ferviente y la dependencia del Espíritu Santo son elementos básicos en su
evangelización. En Corea del Sur, un aumento del 217 por ciento en cinco años fue el más
grande informado por los pentecostales. Los pentecostales coreanos suelen levantarse
tempranito y van a sus templos para dedicar una hora a la oración en camino a sus labores.
De esta manera se preparan para dar testimonio de Cristo todo el resto del día".

En el Congreso evangélico de Lausana en 1974, se da un paso importante en


cuanto el entendimiento de la iglesia sobre su responsabilidad evangelizadora. En el
documento resultante "El Pacto de Lausana", se define evangelización como sigue;
"La evangelización misma es la proclamación del Cristo histórico y bíblico como Salvador y
Señor, con la mira de persuadir a la gente a venir personalmente y reconciliarse así con Dios.
Al hacer la invitación del evangelio no tenemos libertad de ocultar o rebajar el costo del
discipulado. Los resultados de la evangelización incluyen la obediencia a Cristo, la
incorporación a su iglesia y el servicio responsable en el mundo"

TENDENCIAS CONTEMPORANEAS DEL DESARROLLO DE LA IGLESIA

IGLECRECI MIENTO:
McGAVRAN, PETER WAGNER
Dentro de la misionología hay una disciplina que estudia el "crecimiento de la
iglesia." Aunque hay estudios anteriores, la teoría moderna data de 1955 cuando
Donald A. McGavran publicó "The Bridges ofGod" (Los puentes de Dios). Su revisión
final sobre su teoría se encuentra publicada en "Understanding Church Growth"
(Comprendiendo el crecimiento de la iglesia) publicado en 1980.
Sus publicaciones se basaron en investigaciones del crecimiento de la iglesia en
el tercer mundo. Peter Wagner adaptó esta teoría a la iglesia norteamericana
aplicándola especialmente al planta- miento de iglesias y la comunicación del
evangelio.
Los énfasis mayores de esta teoría de crecimiento de la iglesia son:
1. El compromiso con el crecimiento de la iglesia es fidelidad a Dios (Mateo 16:18;
2 Pedro 3:9). Debemos dejarnos usar como instrumentos de Dios para lograrlo.
2. La investigación sumada a la base bíblico-teológica revela cómo crecen
realmente las iglesias y ayudan a enfocarse en los factores que producen
crecimiento.
3. Descubrir y desarrollar los dones para ponerlos en práctica debe ser de alta
prioridad en el programa de la iglesia (sacerdocio universal de los creyentes).
4. El evangelismo personal o masivo debe entenderse como hacer discípulos e
incorporarlos en la iglesia como testigos responsables (Mateo 28.19).
5. El principio de las unidades homogéneas. La comunicación del evangelio circula
por las redes de relaciones de las sociedades y subculturas, pero también cruza
barreras culturales y lingüísticas con mayor dificultad.
6. La fidelidad a la misión exige que las iglesias planten iglesias en todos los
grupos sociales y culturales, desarrollando estrategias para cruzar las fronteras
culturales.
7. El concepto de receptividad dice que hay grupos más sensibles o abiertos al
evangelio que otros. La responsabilidad de la iglesia es cosechar lo más posible
en estos campos abiertos mientras desarrolla estrategias para abrir los grupos
cerrados al evangelio.

Peter Wagner clasificó el crecimiento en cuatro clases:


1. Crecimiento personal o interno. Es el crecimiento que se da en la vida de los
creyentes hacia una mayor madurez y compromiso con Cristo y su obra.
2. Crecimiento expansivo. Es el crecimiento que se da como resultado de
evangelizar a los vecinos y amigos. Estas son personas de la misma cultura e
idioma del cristiano; por lo tanto no hay que cruzar barreras culturales.
3. Crecimiento Extensivo. En cuanto la iglesia local alcanza a personas de otra
cultura o subcultura. Puede ser una ciudad vecina, o comunidad cercana. En
este caso hay que cruzar algunas barreras para fundar iglesias en un grupo que
es diferente a las personas de la iglesia madre, como son: educación, nivel
socioeconómico, dialecto, entre otros.
4. Crecimiento por puentes: Es el tipo de crecimiento que resulta del cruce de
barreras significativas. Puede ser un grupo que se asemeja en algunos aspectos
o un grupo completamente diferente en idioma, religión y cultura.

CLASES DE CRECIMIENTO / EVANGELIZACIÓN


Peter Wegner también clasificó las formas de evangelismo en cuatro clases.
Cada una de ellas se reconoce por una palabra que comienza por la letra "P" y por ello
se clasifican como P-l, P-2, P-3, y P-4.
P-l. Presencia: La iglesia está presente en la sociedad por medio de buenas obras
como escuelas, clínicas, orfanatorios, obra social.
P-2. Proclamación: La iglesia predica y proclama el evangelio.
P-3. Persuasión: El objeto de la evangelización es hacer discípulos y hasta que la
persona no comienza a vivir la nueva vida no se considera finalizada la evangelización.
P-4. Propagación: Es la fundación de nuevas iglesias o comunidades de creyentes.

McGavran por su parte investigó las iglesias en los Estados Unidos y descubrió
siete características de iglesias crecientes:
1. Tienen metas de crecimiento a un año, 5 años y 10 años. Estas metas las ponen
los líderes luego de pasar semanas orando y analizando el estado de la iglesia
(un retiro espiritual es propicio para este fin). Las metas deben ser razonables y
todos los ministerios tienen que estar unidos.
2. Usan bien el tiempo de los líderes, el de los programas y el de los hermanos.
3. Los miembros están comprometidos con el discipulado de los nuevos
convertidos.
4. Hay compañerismo en grupos pequeños.
5. Tienen estrategias de evangelismo personal y masivo, o sea, no tienen sólo una
forma de evangelismo sino variedad.
6. Diversidad de ministerios para satisfacer las necesidades del contexto.
7. Tienen un plan de entrenamiento para sus líderes.

McGavran también descubrió que los líderes de iglesias crecientes tienen ciertas
características especiales:
 Consagrados,
 Visión más avanzada que los demás.
 Tienen convicciones bíblicas en cuanto a la salvación del hombre: El ser
humano está perdido sin Cristo.
 Están dispuestos a dedicar tiempo al evangelismo cada semana.
 Tienen preparación básica en evangelismo y Biblia (cursos de capacitación).
 Hay supervisión de los líderes superiores en cuanto al alcance de las metas
fijadas. Se sujetan a sus líderes, los escuchan, analizan juntos sus errores o
derrotas.
 Sobre todo: oración específica.

PLANTAR IGLESIAS: PETER WAGNER, LOUIE BUSTLE, BRUNO RADI


Las conclusiones del movimiento de iglecrecimiento sobre la razón por la cual
algunas denominaciones son más crecientes que otras fue: "Sin excepción, las
denominaciones que están creciendo son las que enfatizan la fundación de iglesias".
La Iglesia del Nazareno es una de estas denominaciones que impulsa a los
pastores para que más y más movilicen el potencial de los laicos iniciando células
donde las personas nuevas reciban atención a sus necesidades.
De algunas de estas células surgirán las nuevas congregaciones, como expresan
L. Bustle y B. Radi en el libro: Un Sistema de Movimiento. Un modelo de evangelismo
agresivo: "...sabemos que para ganar el mundo entero para Cristo, los planes deben
ser expandidos más allá de la iglesia local para impactar ciudades enteras." En este
libro animan a los superintendentes para que creen conciencia en los pastores y para
que asuman la responsabilidad de plantar nuevas iglesias y de proveer pastores para
las mismas; afirmando que son las iglesias locales las mejor dotadas por Dios
para dar a luz nuevas congregaciones y son los pastores los más indicados para
descubrir y entrenar a los nuevos pastores.

REQUISITOS BÁSICOS PARA PLANTAR IGLESIAS


Carlos Miranda afirma que hay cinco requisitos básicos que deben cumplir las
congregaciones para ser plantadoras de iglesias:
1. La gente. Debe haber un grupo de creyentes o núcleo inicial para iniciar una
iglesia nueva. Formar a esta gente lleva tiempo y energía de la congregación
madre.
2. La motivación directa del Espíritu Santo o un llamamiento específico. Jesús
motivó a sus discípulos de la siguiente manera:
a. Demostró su compasión hacia los perdidos (Mateo 9:36).
b. Dio un ejemplo misionero (Mateo 9:35).
c. Les enseñó sobre la necesidad (Mateo 9:37).
d. Les enseñó a orar por la obra misionera (Mateo 9:38)
e. Les envió a hacer trabajo misionero (Mateo 10:1 y 5a)
3. La fe. Se requiere fe para moverse entre los obstáculos que surgirán y para
perseverar por un año o más que durará el trabajo intensivo.
4. La filosofía del ministerio. Antes de plantar una iglesia hay que hacerse algunas
preguntas: ¿Qué clase de iglesia vamos a plantar?; ¿Qué clase de ministerio
necesita ese contexto que queremos alcanzar?
5. Se requiere hacer una investigación de la zona para responder a preguntas
como éstas: ¿Hay creyentes nuestros en el lugar?; ¿Cómo es el testimonio de
ellos?; ¿Qué tipo de vecindario es?; ¿Está creciendo o disminuyendo la pobla-
ción?; ¿Qué está sucediendo en otras iglesias?; ¿Hay lugares posibles de
reunión?

MODELOS PARA COMENZAR IGLESIAS


Las iglesias nacen de diferentes formas. Veamos la siguiente clasificación de
Carlos Miranda:
Modelos a partir de la iglesia local:
 Iglesia hija autóctona: se forma con un grupo de familias de la iglesia local y
ganadas de la comunidad, tiene liderazgo propio y un lugar propio de reunión.
 Iglesia hija Satélite: Un grupo semiautónomo que depende de la iglesia madre y
se nutren de los líderes de ésta.

Estas iglesias pueden nacer por:


 Accidente o sea una división no planificada de la iglesia.
 Planificación, o sea por aprovechamiento de oportunidades como son: mudanza
de los miembros de la iglesia madre, nuevos convertidos en una zona geográfica
distinta.
 Adopción, cuando un grupo independiente de similar doctrina se une a la
denominación.

Modelos a partir de una agencia especializada:


 El equipo misionero. Un equipo que es enviado y financiado por una
denominación o iglesia local o sociedad misionera. Este equipo debe
componerse de personas “expertas en plantar iglesias" que han sido entrenadas
para ello. Se espera que al tiempo de seis meses puedan dejar un núcleo de
nuevos creyentes para que un pastor asuma la nueva misión.
 Por medio de un "pastor fundador". Este pastor puede ser:
-Un ministro experimentado.
-Un estudiante seminarista.
-Un laico que evangelizó a sus vecinos.
-Un líder de célula de estudio bíblico.

Otros modelos para plantar Iglesias son:


 Un plantador de iglesias independientes sin afiliación una denominación o
agencia.
 Grupos de creyentes que se juntan luego del paso de un evangelista sin afiliarse
a ningún grupo. Pueden ser también abandonados o convertidos por medio de
un ministerio radial en un lugar apartado. Estos grupos pueden ser adoptados
por una denominación.

LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA: RICK WARREN


Una de las iglesias de crecimiento más rápido del valle de California es la Iglesia
Comunitaria del Valle de Saddleback, una iglesia Bautista del Sur. El pastor Rick
Warren comenzó la iglesia en una sala de una casa sencilla alquilada cuando estaba
recién graduado del seminario en 1980. Para el tercer año tenía un promedio de
asistencia de mil personas y tenían la meta de alcanzar una membresía de 20 mil
personas para el año 2020 y fundar una iglesia nueva cada año.
Algo que caracteriza al pastor de esta iglesia es la seguridad de su llamado. Él
sabe que está en el lugar correcto donde Dios quiere que esté. Es una persona que se
enorgullece de su profesión: ser pastor. En su libro Una iglesia con propósito: como
crecer sin comprometer el mensaje y la misión, el pastor Rick Warren comparte lo que
para él son las claves para el crecimiento de su iglesia.

DESCUBRIR LOS PROPÓSITOS DE DIOS Y COMUNICARLOS


Para Warren cada iglesia debe descubrir los propósitos de Dios para ella,
comunicarlos a la congregación y obrar en consecuencia con dichos propósitos. Al
estudiar la Palabra buscando estos propósitos la iglesia debe enfocarse en las
siguientes preguntas: ¿Qué debemos ser como iglesia? y ¿qué debemos hacer como
iglesia? Rick Warren descubrió cinco propósitos, de Dios para su iglesia: Adoración,
evangelismo, compañerismo, discipulado y ministerio.
Estos propósitos deben comunicarse a toda la congregación por medio de lemas,
símbolos, enseñanza de la Palabra, testimonios u otros posibles, pero para que sea
efectiva debe tener las siguientes características:
 Enfocarse en los resultados esperados y no en las actividades.
 Promover la participación de toda la iglesia para alcanzarlos.

La declaración de propósito de su iglesia está expresada como sigue:


“Guiar a las personas a Jesucristo y hacerles miembros de su familia para desarrollarles
en su madurez cristiana y prepararlos para desarrollar su ministerio y su misión en la
iglesia y en el mundo con el fin de glorificar a Dios".
Para Warren uno de los errores que cometen las iglesias es que sólo se
concentran en un propósito, mientras que las iglesias crecientes desarrollan
programas para cada uno de ellos.

EDIFICAR A LA CONGREGACION
Warren clasificó a las personas según su grado de compromiso con los
propósitos en cinco niveles que van desde la comunidad alrededor de la iglesia, la
multitud de asistentes, la congregación de miembros, los cristianos comprometidos
con los ministerios y el núcleo compuesto por todos aquellos que tienen alguna
responsabilidad de liderazgo.
En su iglesia hay reuniones específicas cuyo propósito es llevar a los miembros
a un mayor compromiso y entrenar a los comprometidos para los ministerios. Entre
estos programas tienen clases para nuevos miembros, grupos pequeños de
compañerismo.
Warren afirma que mientras las personas crecen espiritualmente también van
creciendo en compromiso con Dios. Los hábitos saludables se deben ir estableciendo
en la vida de los nuevos cristianos: Tiempo diario con Dios, ofrenda y diezmo,
compromiso con un grupo pequeño.
El núcleo de liderazgo necesita ser equipado para que ellos puedan ministrar a
la congregación. Para moldearlos Warren tiene un programa que se enfoca en los
siguientes temas: dones espirituales, desarrollar la pasión, desarrollo de habilidades,
desarrollo de la personalidad. En su iglesia se ayuda a la gente a descubrir el
ministerio para el cual Dios les ha diseñado, permiten a la gente que sea creativa para
desarrollarlo y que cambien de ministerio sin sentirse culpables.
Su consejo a los pastores es: "Concéntrate en edificar a la gente, Dios edificará a
la iglesia".

ATRAYENDO Y MANTENIENDO A LA MULTITUD


Al igual que Jesús, la iglesia que desea el crecimiento debe amar a la gente,
satisfacer su necesidad y usar métodos de enseñanza interesantes y prácticos.
En su iglesia el culto de adoración es algo que debe planearse pensando en el
no-creyente que asistirá. Es por ello que el estilo de música, la letra de las canciones y
el mensaje se enfocan en llegar a las necesidades de los inconversos. Los miembros de
la iglesia están conscientes del propósito de estos cultos y están expectantes orando
para que la gente reciba a Jesús. Aunque el culto no es la única herramienta
evangelística en su iglesia, es una herramienta que saben usar con efectividad.
Para que la iglesia pueda atraer a la comunidad debe conocer bien cuáles son
las necesidades específicas de la gente de su contexto que la iglesia puede satisfacer.
Para ello la iglesia no sólo necesita conocerse a sí misma, o sea descubrir el potencial
que Dios le ha dado por medio de los dones repartidos a ja congregación, sino además
estudiar su comunidad. Para este estudio propone cinco preguntas básicas para
realizar una encuesta a la comunidad:
1. ¿Cuál cree usted que sea la mayor necesidad de esta área?
2. ¿Asiste usted activamente a una iglesia?
3. ¿Por qué cree usted que la mayor parte de sus vecinos no asiste a una iglesia?
4. Si usted fuera a buscar una iglesia a la cual asistir, ¿qué cosas buscaría en ella?
5. ¿De qué manera le podría servir a usted? ¿Qué consejo me podría dar a mí como
ministro que realmente desea ser de ayuda a la gente?
META IGLESIAS
Cari F. George, quien surge del movimiento de Iglecrecimiento, acuñó el término
"meta-iglesia" para denominar a las iglesias innovadoras que rompen con los
esquemas tradicionales. La palabra "meta" la usa en el sentido griego de "cambio". La
tesis principal de su libro: The Corning Cliurch Revolution (La revolución de la iglesia
que está llegando), es que las iglesias que van a permanecer son aquellas que se
adapten al cambio que está ocurriendo en su contexto.
Las metas iglesias o iglesias que están tomando decisiones de cambio, se
caracterizan por lo siguiente:
 Tienen una red de grupos pequeños donde la gente recibe cuidado pastoral de
líderes laicos entrenados. Estos líderes son pastoreados por el pastor (ministro
ordenado).
 La organización y estructura de la iglesia está diseñada para maximizar la
participación de los laicos en el ministerio y la colaboración entre laicos y
ministros ordenados en el trabajo de la iglesia.
 La iglesia aprovecha los dones y habilidades de los laicos enfocando los
ministerios en dichas fortalezas de la congregación. O sea si la iglesia tiene
muchos maestros, uno de sus ministerios fuertes será el educativo.
 La iglesia está preparada para un alto crecimiento numérico sin perder la
calidez del compañerismo y el cuidado pastoral.
 La carga del ministerio no es de un solo individuo, sino de un cuerpo colegiado
de ministros ordenados y laicos.
 Una iglesia que desarrolla la capacidad de autoevaluarse y corregir su estrategia
permanentemente en todos los niveles de liderazgo y en todas las áreas.

Un ejemplo de este tipo de iglesias son las llamadas iglesias contemporáneas.


Estas iglesias enfocan su ministerio en la gente de la comunidad que quieren
alcanzar. Ellas tienen en claro su misión y visión y la transmiten a las personas.
Estas iglesias llamadas contemporáneas, al igual que en el modelo de Rick
Warren, mencionado en el punto anterior tienen metas claras para la gente nueva:
 Participación regular en un servicio especial para creyentes.
 Involucrarse en un grupo pequeño.
 Involucrarse en un ministerio de acuerdo a sus dones.
 Cultivar amistades y dar testimonio a los inconversos.
 Crecer en la intimidad con Dios y en la fidelidad a su Palabra.
 Capacitarse para servir a Dios y a los otros (desarrollo ministerial).

Veamos un ejemplo de cómo entiende su misión una iglesia contemporánea en


la declaración de misión de la Iglesia del Nazareno Central de Campiñas:
"La Iglesia del Nazareno existe con el fin de servir como instrumento para el avance del reino
de Dios a través de la predicación y la enseñanza del evangelio en todo el mundo. Nuestra
bien definida comisión es la de preservar y propagar la santidad cristiana tal como la
explican las Escrituras, a través de la conversión de pecadores, la redención de los
apóstatas y la entera santificación de los creyentes. Nuestro objetivo es de orden espiritual,
a saber, la evangelización como respuesta a la Gran Comisión de nuestro Señor: "Id, haced
discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19-20, Marcos 16:15, Juan 21:21)".
Otro ejemplo que incluimos aquí es el de la Primera Iglesia Bautista de Ciudad
Satélite:
"El propósito de la Primera Iglesia Bautista de Ciudad Satélite A. F. es Hacer Discípulos
cuyas vidas se conformen a la imagen de Jesucristo, porque:

 Glorifican a Dios en la Adoración.


 Obedecen las enseñanzas de la Biblia.
 Se edifican mutuamente por medio del compañerismo.
 Evangelizan al mundo "...hasta los fines de la Tierra".
 Sirven al prójimo con amor y excelencia.

IGLESIAS CELULARES
Las iglesias celulares son aquellas que tienen un fuerte énfasis en el programa
de células o grupos pequeños que se reúnen en los hogares de creyentes. Sobre este
modelo citaremos al pastor Larry Stockstill, pastor de la iglesia Bethany World Prayer
Center de Beker, Louisiana, Estados Unidos.
El pastor Stockstill llevó a su iglesia en cinco años a 6 mil miembros por medio
de una multiplicación intencional de células y líderes laicos. En 60 meses su iglesia
pasó de 25 a 600 células. Este pastor relata que su visión de una iglesia celular se
formó por la voz de Dios y el ejemplo de iglesias alrededor del mundo que estaban
creciendo por medio de esta estrategia celular siguiendo el modelo de la iglesia
primitiva. Pero él tuvo que guiar a su iglesia a un cambio de paradigmas. Junto a sus
líderes realizó un análisis de los ministerios de la iglesia para descubrir y recortar
aquellos que se estaban robando la energía de la iglesia, las finanzas y el tiempo de las
personas, pero que no les estaban ayudando a cumplir con la Gran Comisión. Luego
reenfocaron estos recursos en abrir nuevas células y en capacitar líderes para ellas.
El descubrió que este modelo ofrece las siguientes ventajas:
 Facilita la formación de equipos ministeriales.
 Los creyentes se vuelven más productivos y comprometidos.
 Las células son centros de discipulado.
 Las células son centros de evangelismo efectivo.

Los tres pilares del crecimiento en esta iglesia son:


1. La oración.
2. Las células.
3. Las misiones.
UNIDAD IV:
DISEÑO DE UNA ESTRATEGIA DE DESARROLLO DE LA IGLESIA

Todos los que amamos la obra de Dios deseamos verla crecer fuerte y saludable.
Este deseo proviene del corazón mismo de Dios y es sembrado por el Espíritu Santo en
el corazón de sus hijos. En ocasiones ocurre que en la iglesia trabajamos mucho y con
buenas intenciones, pero los frutos que se recogen son escasos. En nuestro afán
tratamos de copiar estrategias y modelos que están resultando en otras iglesias, pero
nos sorprendemos al evaluar los resultados y nos preguntamos ¿Por qué no resultó?
¿Qué hicimos mal?
Esta sensación de fracaso es compartida por muchos líderes cristianos. Para
Christian Schwarz el problema es que hemos olvidado que la iglesia es un organismo
vivo que no funciona como una máquina. En la Biblia se compara a la iglesia con
cosas vivas como una siembra, un rebaño, un cuerpo humano. En la naturaleza todo
ser vivo sano crece, esto nos enseña que el crecimiento de la iglesia ocurre
naturalmente cuando está saludable. Como todo organismo viviente, la iglesia tiene
que nacer, alimentarse, ejercitarse, educarse, cumplir con el propósito para lo cual fue
creada por Dios y reproducirse.
Cuando comenzamos a ver la iglesia»*como un organismo viviente, nos damos
cuenta que debemos hacer algunas preguntas de manera diferente. En vez de
preguntar ¿Cuánto ha crecido la asistencia a los cultos?, nos preguntaremos... ¿Cómo
podemos crear condiciones que permitan desplegar el potencial de crecimiento de la
iglesia?
En esta unidad veremos entonces cómo diseñar una estrategia de desarrollo
para la iglesia, enfocándose en los problemas de fondo que tienen que ver con la
"calidad de vida" de la congregación. Desarrollar el potencial de la iglesia requiere de
un plan de crecimiento integral. Comenzaremos entonces desenmascarando algunos
de los "virus" ocultos que impiden el desarrollo de la iglesia.

DERRIBANDO LOS MITOS SOBRE CRECIMIENTO DE LA IGLESIA


Lo primero que debemos hacer es deshacernos de algunos mitos (formas de
pensar equivocadas) en cuanto al crecimiento de la iglesia. Veamos algunos de ellos:
1. Las iglesias grandes son las mejores. Hemos sido bombardeados por la
manera de pensar "materialista" que se enfoca en los resultados cuantitativos y
mide el "éxito" en números y ganancias. I lomos caído en la tentación de admirar
iglesias de crecimiento grande y vertiginoso y ponerlas como ejemplo sin al
mismo tiempo observar su "calidad" en salud. Las iglesias grandes suelen
mostrar una calidad de vida inferior. Por ejemplo, en las iglesias pequeñas
(menos de 100 de asistencia) el 31% de los miembros están involucrados en los
ministerios según sus dones, mientras en las mega-iglesias (más de 2 mil de
asistencia a los cultos) sólo el 17%. En las iglesias pequeñas el 46% de los
hermanos asiste a un grupo celular, mientras que en las mega-iglesias el
número baja al 12%. También se pueden encontrar iglesias grandes y
saludables, pero son menos frecuentes que las pequeñas saludables. De
manera que una iglesia pequeña en crecimiento puede ser tan o más saludable
que una mega iglesia.
2. Las iglesias grandes crecen más que las pequeñas. En el estudio publicado de
Christian Schwartz resultó que las iglesias que ganan más personas para Cristo
son las de menos de 100 miembros; mientras que a medida que el tamaño de
iglesia aumenta, también disminuye el porcentaje de crecimiento:
'
NÚMEROS DE
% DE CRECIMIENTO
CANTIDAD DE MIEMBROS QUE SE
MIEMBROS / ASISTENCIA EN CINCO AÑOS
MIEMBROS GANADOS NECESITARON PARA
PROMEDIO A LOS CULTOS
EN CINCO AÑOS GANAR UN NUEVO
MIEMBRO

Pequeña 1-100/51 32 63% 3,12


100-200/136 32 25% 6,25

200-300/226 39 17% 7,69


300-400/330 25 7% 16

Mega-iglesia
112 4% 44,64
1000-5000/2856

Este cuadro muestra que mientras cuatro iglesias de menos de 100


miembros ganaron 128 personas, una sola iglesia grande del mismo tamaño
(400) ganó 25 personas en el mismo período. ¡Las cuatro iglesias "pequeñas" en
conjunto ganaron 103 personas más que la iglesia grande!
Pero más sorprendente es comparar las iglesias "pequeñas" con las mega
iglesias (de mil a 5 mil miembros) que ganaron un promedio de 112 miembros
en cinco años.
3. Una iglesia decreciendo puede ser una iglesia saludable. No es verdad. El
estudio de Schwartz derrostró que todas las iglesias saludables estaban
creciendo también numéricamente. Pero la falta de crecimiento cuantitativo
señalaba siempre una calidad deficiente.
4. La iglesia que quiere crecer debe tener metas numéricas concretas. Las
metas son buenas, motivadoras y necesarias para la iglesia. Pero el problema es
que las metas numéricas aunque son muy motivadoras no sirven de mucho
cuando no van acompañadas de un plan donde cada persona entienda cuál es
su parte para ayudar a alcanzar esa meta. Por ejemplo si decimos que la meta
para este año es aumentar en un 30% la asistencia a la Escuela Dominical,
necesitamos ayudar a las personas para que puedan involucrarse de acuerdo a
sus dones en: dar la bienvenida a las visitas, preparar el lugar de clases para
que sea acogedor, servir un refresco o café, ofrecer transporte a los que no
pueden llegar, recoger a los niños y acompañarles a sus hogares, entrenar a los
maestros para que las clases sean dinámicas e interesantes, u otros. En otras
palabras concentrarse en la "calidad" da mejores resultados que concentrarse
en la "cantidad".
5. Las metas tienen que ser "realizables". Uno de los temores de poner metas es
que éstas no se puedan alcanzar. Humanamente tratamos de evitar el desánimo
y la humillación poniendo metas que fácilmente podamos alcanzar. Pero no
debemos olvidar que el crecimiento de la iglesia es resultado no sólo del trabajo
de ella sino de la acción del Espíritu Santo. Las metas entonces deben
desafiarnos a hacer grandes y mejores cosas para Dios, pero al mismo tiempo
deben ser realistas. Por ejemplo, la iglesia "x" se propone comprar un nuevo
terreno y edificar un templo nuevo en dos años en una zona urbana. El costo del
proyecto es de cien mil dólares. Pero si vemos la realidad de esta iglesia es que
ha existido por más de 20 años en un edificio muy humilde, cuyo valor actual es
de 35 mil dólares y al que se le ha dado poco mantenimiento, nunca ha
ahorrado nada para este proyecto y el ingreso anual de la iglesia es de 10 mil
dólares. No tienen promesa de ninguna ofrenda especial para este proyecto. ¿Es
un proyecto alcanzable aún con esfuerzo? Probablemente lo que esta iglesia
alcanzará será bastante desánimo. Sería diferente si se trabajara en un proyecto
por etapas a cinco o diez años, sería más realista, aunque costoso para esta
iglesia.
6. Más actividad es lo que necesitamos para crecer. Corregir las áreas
deficientes de la iglesia no siempre implica trabajar más sino concentrarnos en
las áreas más débiles. No siempre necesitamos una gran carga de dinamita para
derribar una montaña que bloquea el crecimiento. Tal vez sólo necesitamos
construir un puente, un túnel o una carretera. En la Biblia tenemos el ejemplo
de David acertando un solo golpe al punto más débil de Goliat. Esto significa
que lo más sabio no es sobrecargar a nuestra gente de actividades y proyectos.
Lo más sabio es enfocar todas las energías en las áreas fuertes para que éstas
levanten las áreas débiles y así permitir que todas las áreas se desarrollen
saludablemente.

DIAGNÓSTICO DE LA IGLESIA
Una buena manera de comenzar el diseño de una estrategia de crecimiento para
la iglesia es haciendo un examen de "calidad". De manera que no son sólo los números
los que nos interesan, aunque los números son importantes, pero nuestro diagnóstico
irá más allá a fin de medir la calidad de vida cristiana de la congregación.
Para hacer un diagnóstico de la iglesia local debemos observar aquellos
"indicadores de salud" que son determinantes para evaluar el "estado de salud" o la
"calidad" de la iglesia. La guía que se ha elaborado para este diagnóstico se enfoca en
ocho características sanas y deseables para una iglesia. Estas ocho características
cualitativas de las iglesias crecientes se repiten en todas las culturas, lo cual quedó
comprobado en el estudio publicado por Christian A. Schwarz realizado en más de mil
iglesias, en 32 países, de los cinco continentes.
A continuación se explica brevemente cada una de estas características seguida
de una guía de preguntas para evaluar cómo se encuentra la iglesia local en ese
aspecto. Cada una de estas características es de igual modo importante para la salud
de la iglesia. De manera que los líderes son responsables de desarrollar una iglesia
saludable en cada una de estas ocho áreas.
Algunas iglesias son más fuertes en algún área que en otras, pero esto es
normal, puesto que cada iglesia tiene características especiales y dones específicos
que Dios le ha concedido para ministrar a su comunidad. Es por ello que Schwartz
descubrió que no ha sido de mucho provecho para una iglesia tratar de ser una copia
de otra congregación. Pero comprobó que cada una de las ocho características están
presentes en las iglesias que crecen, mientras que las que no estaban creciendo o
estaban decreciendo estaban muy débiles en al menos una de las ocho características
y esto detenía el crecimiento natural de esa congregación.
Al terminar de realizar el diagnóstico, se proponen ideas de medidas correctivas
para cada aspecto donde se hallaron deficiencias.
LIDERAZGO CAPACITADOR (EFESIOS 4:12)
Los líderes de iglesias saludables entienden que Dios les ha concedido
autoridad, no para hacer ellos la mayor parte del trabajo del ministerio, sino para
invertir la mayor parte de su tiempo en el discipulado, la delegación de tareas y la
multiplicación de líderes.
Los líderes de estas iglesias invierten su energía en preparar a otros para hacer
la obra del ministerio. Ellos han comprendido que la iglesia, al igual que un árbol de
naranjas, no tiene como meta principal de su existencia producir naranjas, sino
reproducirse en otros árboles de naranja a fin de que cuando su vitalidad mengüe y su
vida se extinga, continúen existiendo árboles de naranjas.
Una iglesia saludable se reproduce en todas las dimensiones: los discípulos
ganan otros discípulos; los maestros entrenan otros maestros; los líderes entrenan
otros líderes; los pastores entrenan otros pastores; las iglesias fundan iglesias hijas y
las hijas engendran a sus nietas. Esta inversión tiene un efecto multiplicador muy
saludable para la iglesia puesto que compartir la fe y la práctica del ministerio es la
mejor manera de garantizar la continuidad de una congregación en el tiempo.
No debe sorprendernos encontrar que en las iglesias con crecimiento acelerado
es frecuente encontrar que los líderes no dedican gran cantidad de tiempo al
desarrollo de sus propios líderes y ministerios. Sin embargo, lo que ocurre
generalmente en las iglesias de crecimiento rápido es que las expectativas de los
miembros es que sus líderes inviertan tiempo y energías en la capacitación de sus
miembros que ministran en diversas áreas. De manera que, aunque ésta sea un área
muy comúnmente descuidada por el liderazgo, si se puede corregir, redundará en
mejores resultados en cuanto a la calidad del crecimiento.

Preguntas para el diagnóstico del factor "liderazgo capacitador":


1. ¿El ministerio de los líderes está centrado en preparar a los creyentes para que
puedan involucrarse activamente en los ministerios según sus dones?
2. ¿Cuánto del tiempo de los líderes de la iglesia está relacionado con el
entrenamiento y el discipulado de los creyentes?
3. ¿La forma de relacionarse de los líderes con la congregación es de tipo
autoritaria, centrada en los objetivos o más bien orientada al compañerismo y la
camaradería?
4. ¿Los miembros perciben a los líderes como sus servidores y se preocupan por
ayudarles en su propio desarrollo? ¿Sus líderes les están capacitando,
apoyando, motivando y acompañando para que lleguen a realizarse en el
ministerio para el cual Dios les ha dado dones y capacidades?
5. ¿Cuántos pastores/ministros asalariados de tiempo completo o parcial tiene la
iglesia ahora, en relación a diez años atrás?
6. ¿En cuántos maestros y predicadores ha crecido la iglesia en estos diez años?
7. ¿Cuántos se han graduado en el Seminario o (ETED) de nuestra iglesia en estos
diez años?
8. ¿Cuántas personas se han capacitado en los últimos diez años para trabajar en
ministerios específicos hacia fuera?
EL INVOLUCRAMIENTO DE LA CONGREGACION
EN LOS MINISTERIOS DE LA IGLESIA SEGÚN SUS DONES
Al ubicar a las personas de la congregación a ministrar según los dones que han
recibido del Espíritu, el crecimiento de la iglesia ocurre naturalmente, puesto que
están ocupados en las tareas para las cuales Dios escogió a cada uno y los equipó. En
esta granja (iglesia) las naranjas producen naranjas y los manzanos producen
manzanas, las vacas producen leche y los granjeros (líderes de la congregación) se
ocupan de la salud de árboles y animales.
Los líderes que ayudan a sus miembros a reconocer sus dones y les ponen a
trabajar de acuerdo a sus características especiales, obtienen un rendimiento
extraordinario y un gozo único en su congregación que proviene de la satisfacción
personal por contribuir a la misión de la iglesia y que caracteriza a estas
congregaciones crecientes. Nada satisface más a los miembros consagrados que
poder dar un aporte constructivo a la obra de Dios, porque están haciendo aquello
para lo cual fueron diseñados por el Creador.
En el estudio de Schwarz, por ejemplo, se observó que las iglesias saludables y
crecientes aprovechan la nueva energía de los nuevos convertidos para evangelizar a
otros. En lugar de considerarlos "analfabetos espirituales" les animan a hablar a otros
aprovechando así los nuevos contactos que ellos tienen para llevar el evangelio. En las
iglesias saludables se respeta el principio natural de "transformación de energía",
nada se pierde, todo se aprovecha para el ministerio.

Preguntas para el diagnóstico factor "ministerio según dones":


1. ¿Los líderes de su congregación conocen sus propios dones y líos dones de su
equipo que complementan los suyos?
2. ¿Qué porcentaje de la congregación puede decir con certeza cuáles son sus
dones espirituales?
3. ¿Qué porcentaje de su congregación está sirviendo en ministerios según sus
dones?
4. ¿Qué tan gozosos están los miembros de su congregación en cuanto a su
servicio en la iglesia?

ESPIRITUALIDAD CONTAGIOSA (ROMANOS 12:11-12)


En las iglesias crecientes los creyentes se caracterizan por vivir sus vidas con
entrega, con ímpetu, con fuego y con entusiasmo. En cambio aquellas iglesias que sus
miembros perciben la fe como "cumplimiento del deber" no están creciendo.
En las iglesias crecientes los miembros disfrutan de su tiempo devocional con Dios, su
entusiasmo procede de una experiencia real y personal cotidiana con Jesucristo.

Preguntas para el diagnóstico factor "espiritualidad contagiosa":


1. ¿Los miembros de su iglesia disfrutan de su tiempo devocional a solas con Dios
y su Palabra?
2. ¿Están los miembros de su iglesia entusiasmados ?
3. ¿Proveen sus líderes modelo de espiritualidad entusiasta?
4. ¿Apelan los líderes al sentimiento de culpabilidad para movilizar a las personas
a servir al Señor?
5. ¿Identifica alguno de estos asesinos del fervor en su congregación? clasifique su
fuerza de uno a diez en cada uno:
a. Puritanismo. Una idea errónea en cuanto a que se requiere estar separado
lo más posible del mundo y la cultura para ser santo. Los creyentes deben
ser algo así como "extraterrestres". Los miembros de iglesias con esta
mentalidad de aislamiento se esconden y no salen a servir al mundo para no
contaminarse.
b. Odio a las instituciones. Rechazan cualquier cosa que sea planificada y
coordinada con anticipación. Entienden que improvisar o ser espontáneo es
equivalente a ser "inspirado por el Espíritu".
c. Justicia por obras. Tendencias legalistas que creen que el cielo hay que
ganarlo por obras. Se juzga a las personas duramente y hay poca
misericordia con los que muestran algún tipo de debilidad.
d. Fatalismo. La idea derrotista de que nada podemos hacer para cambiar la
situación actual o futura.
e. Sentimientos de inferioridad. Aquellos que se excusan para no hacer la
obra del ministerio diciendo: "No tenemos medios, no tenemos habilidades,
no tenemos gente preparada, esta comunidad es dura..."
Algunas variantes de éste, son:
 La dependencia paternalista: que lleva a las congregaciones a no
iniciar ninguna obra de construcción o estrategia a menos que reciban
ayuda de fondos y recursos de una fuente externa (Distrito, Oficina
regional y otra).
 La mentalidad de pobreza e impotencia: es el sentimiento de
abandono a conformarse como estamos, en lugar de ser creativos y usar
los recursos que Dios pone a su alcance para la obra del ministerio.
 La mentalidad minoritaria, que se conforma con ser una pequeña
congregación. Estas personas se conforman y contentan de ser un
"pequeño pueblo muy feliz" donde todos se conocen.

6. Placer caprichoso. Líderes que temen comprometer a su gente para evitarse


ellos el trabajo arduo.
7. Esperanzas mágicas. Persistir en estrategias y prácticas que no dan resultado.
8. Dependencia de grandes emociones. Creyentes que esperan tiempos de
congresos y avivamientos para animarse en su fe, en vez de estar siempre
animados en Jesucristo.
9. Materialismo. El excesivo amor a lo material lleva al egoísmo para con los
inconversos y los hermanos; el egoísmo corrompe la iglesia.

ESTRRUCTURAS FUNCIONALES
Las estructuras y organización interna de una congregación son útiles cuando
están diseñadas en función de los objetivos por alcanzar. No existen "por que sí", más
bien, son evaluables constantemente para ver si cumplen el objetivo o no.
Las iglesias altamente tradicionalistas y qué resisten los cambios en la forma de
hacer las cosas son las que tienen menor calidad y menor crecimiento.
En las iglesias saludables los diferentes departamentos o ministerios trabajan
con objetivos comunes y se complementan entre sí. Por ejemplo: Si la Juventud
Nazarena Internacional -JNI- está planeando un proyecto comunitario (como limpiar
la calle) el ministerio de compasión puede ayudar a este proyecto, pues tienen dones
complementarios y objetivos comunes. En la naturaleza, a este fenómeno se le llama
"simbiosis", o sea, distintas especies trabajan juntas y se ayudan mutuamente. El
modelo competitivo, donde el mejor se lleva el premio y el del monopolio, donde
dominan unos sobre otros, no son aceptables en la iglesia saludable donde se "aman
los unos a los otros".
En las iglesias saludables los dones, los ministerios y los proyectos se benefician
mutuamente y retroalimentan. Un ejemplo de esto podemos verlo en la naturaleza en
la relación entre las plantas y la tierra. La tierra ofrece a las plantas los nutrientes
para crecer, pero al mismo tiempo las plantas envían a la tierra sus hojas secas para
que éstas, al desintegrarse, devuelvan a la tierra sus nutrientes. En la iglesia se suele
descuidar este factor natural muy importante. Por ejemplo, si se buscan donantes
para un proyecto misionero, lo natural sería enviar información de cómo se han usado
esas donaciones y con qué resultados, a fin de bendecir la vida de los donantes y
seguir motivándoles a contribuir al proyecto.
La iglesia, al igual que la naturaleza, también debe organizarse en forma
funcional. En la naturaleza no hay detalles descuidados, todo tiene su razón de ser y
todo lleva fruto. Cuando una especie no se procrea pone en peligro la supervivencia de
todos los demás. Los frutos evidencian además la calidad de los progenitores (Mateo
7:16).
Schwarz descubrió que las iglesias saludables se concentran en dar frutos
buenos, mientras que las de baja calidad ¡ni estaban siquiera llevando un registro de
la asistencia a los cultos!

Preguntas para el diagnóstico factor "estructuras funcionales":


1. ¿Son las estructuras de gobierno de nuestra iglesia desalentadoras ya que no
permiten a otras personas desarrollarse y ocupar lugares donde servir con sus
dones?
2. ¿Son los horarios de los cultos inadecuados para las personas que queremos
alcanzar?
3. ¿El presupuesto financiero es tan rígido que no permite la aplicación de nuevos
proyectos y estrategias?
4. ¿Hemos evaluado de forma crítica todas las estructuras de la iglesia desde el
punto de vista de su funcionalidad? En otras palabras ¿todo lo que hacemos en
la iglesia está contribuyendo a edificarla (1 Corintios 10:23)?
5. ¿Hemos desarrollado una declaración de la misión de la iglesia y hemos
efectuado planes concretos a raíz de ésta?
6. ¿Tienen las estructuras de nuestra iglesia potencial para la multiplicación?
7. ¿Tenemos un organigrama en nuestra iglesia?
8. ¿Conoce la congregación el organigrama?
9. ¿Tenemos descripciones de tareas para los funcionarios?

CULTO INSPIRADOR
En las iglesias crecientes la experiencia de adoración es donde la presencia de
Dios y la guía del Espíritu se hace evidente, por medio lie la predicación, la alabanza
(basada en la enseñanza bíblica) y contextualmente pertinente, oración fervorosa,
atmósfera reverente y expectante de la presencia de Dios.
En otras palabras, la experiencia de participación en el culto debe ser una
experiencia "inspiradora" para los presentes. Por inspiradora se refiere a que las
personas sientan que el Espíritu ha estado presente y ha reconfortado sus vidas. Las
personas dicen al salir: "qué lindo culto"; "me agradó mucho este servicio... ".
Las personas que ven el asistir a los cultos como un deber cristiano no están de
acuerdo con esta forma de evaluar los servicios. Sin embargo en las iglesias crecientes
las personas asisten a los cultos porque esperan encontrar algo que les satisface: una
experiencia agradable e inspiradora. El mismo entusiasmo y expectativa con que la
gente llega al culto genera un clima positivo y gozoso en la reunión.
Al contrario de lo que algunos piensan, los factores que agradan a los sentidos
(u hombre exterior) como son: un local arreglado con gusto, un ministerio de
recepción y bienvenida a los visitantes; una presidencia del programa bien preparada;
una secuencia conveniente en las partes del culto; contribuyen a que las personas
"disfruten del culto", o sea que el culto que le brindan a Dios es una experiencia gozosa
y enriquecedora para sus vidas. El culto les ayuda a crecer en su semejanza a Cristo,
les ayuda a tener un encuentro con el Dios vivo y les prepara para salir nuevamente a
servir en el mundo.

Preguntas para el diagnóstico factor "culto inspirador":


1. ¿Tenemos un equipo que prepara el culto?
2. ¿Los sermones en nuestra iglesia tienen aplicación a las necesidades de la gente
que asiste?
3. ¿Las personas nuevas y los creyentes se sienten bienvenidas al llegar al templo?
4. ¿Estamos involucrando de manera activa en los cultos al mayor número de
personas?
5. ¿Hay coordinación temática de todas las partes del culto con el sermón?
6. ¿Nuestros cultos dan ánimo a las personas para ser mejores cristianos en el
mundo?

CÉLULAS INTEGRALES
Los grupos celulares constituyen el ambiente donde los creyentes aprenden a
servirse unos a otros y a servir al mundo con sus dones. En las células se lleva a cabo
mucho de aquello que nos distingue como iglesia de Cristo.
Los grupos facilitan la multiplicación de ministerios y servidores y hacen más
accesible a los inconversos la entrada al Cuerpo de Cristo.
Las células o grupos pequeños son también un buen ambiente para el discipulado
cristiano.
Estos grupos resultan ser poderosos como impulsores del crecimiento cuando en
ellos no sólo se exponen las verdades bíblicas, sino que se las relaciona con hechos
concretos de la vida diaria de los creyentes y se da espacio para las preguntas que
realmente preocupan a las personas.
En las iglesias saludables se promueve la multiplicación de los grupos celulares.

Preguntas para el diagnóstico factor "células integrales":


1. ¿Tenemos líderes de células que han sido entrenados?
2. ¿Cada líder de célula tiene un aprendiz a su cargo?
3. ¿Ha crecido nuestra iglesia en el número de células?

EVANGELISMO SEGÚN LAS NECESIDADES


Las iglesias en crecimiento enfocan el evangelismo a las inquietudes, preguntas
y necesidades de los no cristianos de su contexto.
Las iglesias crecientes entienden que Dios ha dado a algunos en su
congregación el don de evangelistas y no a todos. En estas iglesias los líderes conocen
al 10% de las personas en su congregación que tiene el don de evangelismo y lo
aprovechan.
El promedio de contactos de los creyentes con los no creyentes resultó en el
estudio de Schwarz de 8.5 personas por cada creyente. Lo que las iglesias crecientes
aprovechan son estos contactos que ya existen y no tienen necesidad de promover que
los cristianos hagan amistad con los no creyentes.

Preguntas para el diagnóstico factor "evangelismo según necesidades":


1. ¿Hemos identificado a los que tienen el don de evangelista en nuestra
congregación?
2. ¿Tenemos gente entrenada para el evangelismo personal?
3. ¿Tenemos predicadores evangelistas entrenados?
4. ¿Hay actividades evangelísticas especiales planeadas en mi iglesia para
alcanzar a la familia extendida y amigos de los creyentes?
5. ¿Hay estrategias desarrolladas para alcanzar las relaciones de los creyentes?
6. ¿Estas estrategias se han diseñado con base en las necesidades e intereses de
las personas de la comunidad?
7. ¿Hemos realizado un diagnóstico de la comunidad donde se encuentra ubicada
la iglesia? Si no lo han hecho, se incluye un modelo en la siguiente página.

RELACIONES AFECTIVAS
La atmósfera de las iglesias crecientes es una de calidez y bienvenida. Las
relaciones entre las personas son positivas, el trato es amable y desarrollan lazos de
amistad. Comparten tiempo fuera de las actividades de los cultos y se expresan el
afecto mutuo.
El amor que irradian los cristianos es una fuerza atrayente mucho mayor que
cualquier programa evangelístico, basado en modelos verbales (discursos no tienen el
mismo efecto que la práctica diaria del amor). El amor bíblico es fruto, es acción más
que palabras.

Preguntas para el diagnóstico factor "relaciones afectivas":


1. ¿Se ensena en mi iglesia a desarrollar el fruto del amor?
2. ¿Se estimula a los miembros a expresarse el afecto?
3. ¿Son los líderes modelos en la forma de trato amable para los demás?
4. ¿Las personas saben resolver conflictos de forma constructiva?
5. ¿Se anima y se elogia a la gente en nuestra iglesia?
6. ¿Se anima a las personas en nuestra iglesia a involucrarse en el contexto y
demostrar la caridad cristiana?

DIAGNÓSTICO DEL CONTEXTO SOCIAL


¿Cómo elaborar una descripción de la realidad del contexto donde se ubica la
iglesia? ¿Qué datos o aspectos son importantes de describir y comprender?
 Aspecto geofísico. Contempla la ubicación geográfica y climática de la zona,
como son: límites o fronteras, pueblos, colonias, calles o avenidas principales,
extensión del territorio en kilómetros cuadrados, estaciones, clima y
temperatura (máxima, media, mínima).
 Aspecto demográfico. Datos sobre la población por raza, ocupación, idioma o
dialectos, edad y sexo; tasas de crecimiento o decrecimiento de la población y
grupos o clases sociales, profesionales, clase alta, ocupaciones medias, pobres,
entre otras). Nivel de educación de la población y analfabetos.
 Aspecto de servicios. Como son: (a) Medios de transporte (tren, buses,
metro...); (b) Comunicaciones (radio, TV, teléfono y periódicos); (c) Salud
(hospitales y clínicas o puestos de atención; (d) Educación (escuelas, colegios,
universidades, otros); (e) Vivienda (propias, alquiladas, sin casa) y tipo de
construcción, tamaño y condiciones (precarias, cómodas, incómodas,
lujosas...); (f) Recreación y deportes (lugares y tipos de diversión accesibles); (g)
Seguridad social (policía, delincuencia).
 Aspecto económico. ¿De qué vive la población? (a) Agricultura, ganadería
(productos principales, condiciones de producción y comercialización); (b)
Industria (tamaño y propiedad, si son familiar, nacional, extranjera,
multinacional) y seguridad de trabajo (laboral, de mercado, de producción); (c)
Comercio (internacional, interior, exterior); (d) Artesanía (tipo de artesanía y
personal que ocupa); (e) Turismo (sitios de atracción, museos, parques...); (f)
Asociaciones (cooperativas de producción, ahorro y crédito, de consumo...), (g)
Población económicamente activa; porcentaje de cada sector.
 Aspecto político. ¿Cómo se organiza la sociedad en sus estructuras, comités y
gremios? ¿Cuáles son las instituciones políticas como partidos, grupos y
programas? ¿Cómo es la mentalidad de la población en cuanto a la política:
politiquera, indiferente...?
 Aspecto cultural. ¿Cuáles son los valores que se reconocen y defienden en esta
cultura? ¿Cuáles son los valores positivos o costumbres que se observan en la
familia? ¿Cuáles son los conflictos generacionales que suelen darse? ¿Cuáles
son las aspiraciones de los jóvenes de la comunidad?
 Aspecto religioso. En este aspecto es importante conocer el porcentaje de la
población involucrada en grupos religiosos e investigar a otros grupos religiosos
y sectas: (a) Su ubicación física y nombre; (b) Sus líderes; (c) Doctrinas y
características principales; (d) Feligresía; (e) Horarios de cultos y servicios que
prestan a la comunidad.
 Estudio de la comunidad. Rick Warren sugiere encuestar a algunas personas
de la población en cuanto a lo siguiente: (a) ¿Cuál es la mayor necesidad de la
gente en esta área? (b) ¿Asiste usted regularmente a una iglesia? (c) ¿Por qué
cree usted que la gente de esta comunidad no asiste mayormente a una iglesia?
(d) Si usted fuera a buscar una iglesia donde asistir ¿Qué cosas buscaría en
ella? (e) ¿De qué manera le podría servir a usted? ¿Qué consejo me daría a mí
como ministro que realmente desea ayudar a la gente?

PLANIFICACIÓN (OBJETIVOS Y METAS)


Considerando que la dirección del Espíritu debe prevalecer sobre la estrategia
humana (Hechos 16:6-10, Romanos 15:22-28, 2 Corintios 1:15-16). Dick Carlson
define planificación como sigue:
En ninguna empresa humana se trabaja improvisadamente. Es preciso "anticipar" los
objetivos deseados y los problemas, así como las soluciones. Planificar es dar cuerpo al
pensamiento, a los sueños y propósitos de tal forma que se lleguen a localizar, identificar y
escalonar los actos y los resultados que conducirán a nuestros objetivos. Es elaborar los
proyectos cuyo trazado nos proponemos seguir. Es administrar el empleo de nuestro tiempo,
de nuestros recursos y de nuestro esfuerzo con el fin de realizar lo que queremos hacer.

A fin de planificar adecuadamente se debe considerar lo siguiente:


1. Dejar a un lado la "megalomanía" (proyectos desmesurados e incompatibles con
la realidad). Llevan al fracaso y producen desconfianza en el liderazgo.
2. Debe ser aplicada a todas las actividades de la iglesia. La predicación es lo único
que pudiera quedar más libre, aunque la experiencia nos dice que series de
sermones son de mucho provecho en la edificación de la iglesia.
3. Desechar la ambigüedad en los propósitos y responsabilidades de las personas
involucradas. Por ejemplo cómo suena esta propuesta: "Vamos a proyectar la
película". ¿Cómo le parece que está enunciado este objetivo? No está faltando
algo... Esta persona no tiene una visión clara de lo que quiere hacer. No ha
respondido a las preguntas como: ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Quién? ¿Para
qué? ¿Qué viene después? entre otras.
4. Dejar atrás las excusas: Algunas de las causas o "excusas" por las cuales no se
diseñan planes para el desarrollo integral de las iglesias locales son las
siguientes:
a. "La planificación toma demasiado tiempo y energías que necesitamos
usar en otras actividades".
b. "Planear estrategias para que sean aceptadas por otras personas
generalmente no funciona".
c. "El trabajo de coordinación es demasiado difícil".
d. No necesitamos diseñar planes para nuestra iglesia local si podemos
copiar otro modelo "exitoso" del pasado.
e. Si planificamos el crecimiento de la iglesia entonces ¿Qué estamos
dejando a la obra del Espíritu Santo?
f. Ya tenemos demasiadas actividades en la iglesia local, no hay espacio
para incluir más cosas en la agenda.
g. No tenemos suficientes ministros profesionales (entrenados por el
Seminario) para lanzarnos en una estrategia ambiciosa de evangelismo.
h. Nuestra iglesia se compone mayormente de nuevos convertidos, de
manera que primero tenemos que dedicar uno o dos años a discipulados
V luego poner en marcha alguna estrategia de evangelismo.

EL ROL DEL PASTOR EN LA FIJACION DE METAS


El pastor es la pieza clave en la fijación de metas. Si él no está listo para mirar
hacia el futuro con fe y esperanza, de nada servirán los esfuerzos de la congregación.
El pastor de la iglesia más grande del mundo en Corea, Paul Yonggi Cho, afirma
también: "El requisito número uno para tener un crecimiento de iglesia real
(crecimiento ilimitado de iglesia) es fijar metas".
Un requisito indispensable para captar la visión de Dios es la fe. Arthur Adams
dice: "La fe es la más importante cualidad de un líder. Un compromiso con algo tan
fuerte que afianza la vida del líder y que es contagioso".223 Rick Warren, también
afirma: "La fe de la iglesia nunca será más grande que la visión de su pastor".
Para Warren, la principal responsabilidad de un pastor es soñar con el
futuro,..."Puedo contratar gente con dones espirituales que yo no tengo, pero yo no
puedo delegar a otros el creer en Dios por mí". Robert Schuller recomienda a los
pastores que fijen metas ambiciosas: "Por todos los medios, fija metas más allá de tus
metas. Y si hay algún obstáculo en el camino que te impida establecer metas más
grandes, recuerda: debes tener seguridad de que estos obstáculos deben ser vencidos
a cualquier precio, o acepta el hecho de que la semilla de la enfermedad y la muerte
está sembrada".
Luego de elaborar un diagnóstico sincero de la situación actual de la iglesia,
todo pastor necesita hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que piensa que Dios
quiere que sea su iglesia dentro de cinco años?

DISEÑO DE UN PLAN ESTRÁTEGICO DE CRECIMIENTO


El desarrollo de la iglesia es algo que toma tiempo y perseve- i ancia, como
comenta Schwarz: "No es de esperar que una medida sola (algo así como la
determinación del perfil de iglesia, una conversación de consulta, una noche de
oración, un seminario, el estudio de un libio) vayan a abrir la brecha definitiva. Pero
allí donde los elementos anteriormente indicados -y otros muchos más- en una
"acción concertada" actúan conjuntamente, se pueden poner en marcha procesos
duraderos de cambio".
Cada iglesia debe desarrollar un programa a su medida. También puede
aprovechar recursos de fuera de la iglesia como consejeros, pastores u otros.
Antes de desarrollar un plan de desarrollo para su iglesia tenga en mente los
siguientes aspectos:
 La planificación es un trabajo del equipo de líderes de la iglesia. Los líderes
que elaboran los planes y estrategias con su equipo de líderes tienen mejores
resultados que aquellos que elaboran primero las estrategias y luego buscan
voluntarios.
 Hay un prerrequisito para crecer: La iglesia debe estar motivada
espiritualmente para crecer. Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿Está
nuestra gente motivada espiritualmente? ¿Nuestra gente está interesada en
glorificar a Dios con sus vidas? Si las personas no tienen interés en hacer algo
para que la iglesia crezca entonces debemos empezar por resolver este
problema.
El primer paso será ayudar a las personas a poner a Dios en primer lugar
en sus vidas. A esto le llamamos consagración (o ser llenos del Espíritu).
El segundo paso será ayudarles a entender que la voluntad de Dios es que
la iglesia crezca y sirva en el mundo y que puedan tomar conciencia de cuál es la
función de cada uno dentro del Cuerpo de Cristo, para la cual Dios les ha
capacitado con dones especiales.
Cuando las personas se dan cuenta de lo útiles que pueden ser en las
manos de Dios, no necesitan que se les esté motivando continuamente; la
motivación viene de su interior, de su deseo de alegrar el corazón de su Padre
Celestial.
De nada servirá todo lo que se haga en la iglesia si no contamos con
personas deseosas de servir a Dios. No hay una receta única para todas las
personas. Pero podemos propiciar el espacio para estas experiencias planeando
actividades como retiros, campamentos, campañas de consagración, proyectos
de compasión, contacto con una iglesia "modelo" u otras.
 Fortalezca los factores débiles en su congregación. Responda a la pregunta:
¿Cuáles de los ocho factores de desarrollo está menos desarrollado en nuestra
congregación? Estos factores débiles serán nuestras prioridades de atención
porque cualquiera de ellos que no esté desarrollado suficientemente puede
bloquear el crecimiento de 1a. iglesia.
 Saque provecho a los factores fuertes en su congregación. Responda a la
pregunta: ¿Cuáles son los puntos fuertes de nuestra congregación? Estas áreas
fuertes serán las que debemos aprovechar. Por ejemplo si nuestra iglesia
necesita mejorar en evangelismo, pero tiene un culto fuerte, con buena música,
puede ser aprovechado para actividades evangelísticas.
¿Cómo podemos usar nuestros puntos fuertes a favor de nuestros puntos
débiles? Uno de los puntos fuertes de todas las iglesias son los dones de su
gente. Estos dones al ser analizados a la luz de las necesidades de la comunidad
pueden darnos oportunidades nuevas de ministerios que aún no se han
aprovechado.
 Encuentre soluciones adecuadas para "su" iglesia. Para encontrar soluciones
adecuadas debemos aprender a hacer las preguntas correctamente. Las
preguntas deben ayudarnos a tratar las causas del problema y no tan sólo los
efectos. Por ejemplo, en vez de preguntar: ¿Cómo podemos tener más asistencia
a los cultos de oración este año?, deberíamos preguntar: ¿Cómo podemos crear
conciencia en la congregación de la importancia de la oración? ¿Cómo atraer a
la gente a grupos de oración con horarios que sean accesibles a sus jornadas
laborales y responsabilidades de familia?
Al planificar debemos de tener cuidado de no caer en la tentación de
empujar a la iglesia para entrar en un plan o estrategia copiada de otra iglesia.
Lo más apropiado será diseñar un plan de acuerdo a las características
especiales y únicas que Dios ha dado a su iglesia para ministrar a una
comunidad específica La pregunta correcta entonces es: ¿Cómo podemos
emplear lo que Dios ha dado a nuestra iglesia para que el desarrollo de la iglesia
sea más saludable en todas dimensiones y que este crecimiento glorifique a Dios
en nuestra comunidad?
 Una buena planificación contempla cada una de las ocho áreas de
desarrollo para la iglesia. Todas las áreas son importantes.
 Los objetivos o metas fijadas deben enfocarse en la calidad. Estos deben ser
expresados claramente a fin de poder evaluarlos sin dificultad. Veamos unos
ejemplos:
Área Ejemplo de objetivas cualitativos

LIDERAZGO
Hasta fin de año nuestro pastor debe ser descargado en un 20% de sus labores
habituales, para poder dedicar más tiempo a su equipo de líderes.

MINISTERIOS En el transcurso de nueve meses, el 80% de los miembros deben haber


descubierto sus dones y un 50% debe estar enrolado en su correspondiente
ministerio.

ESPIRITUALIDAD Hasta el 1 de febrero, habremos determinado quién de los colaboradores


coordinará el ministerio de la oración.

ESTRUCTURAS Hasta finales de diciembre, habremos establecido los dirigentes para cinco
células.

CULTO A partir del próximo año, celebraremos en las noches del último domingo de cada
mes, un culto enfocado en los no creyentes.

En el próximo año, comenzaremos tres nuevas células, dos para adolescentes y


CÉLULAS una para jóvenes universitarios. Este año nuestros líderes de célula, entrenarán
a estos tres lideres de entre los que están asistiendo actualmente a nuestras
células.
EVANGELISMO Para mediados de abril, tendremos entrenados a los que tienen don de
evangelismo.

RELACIONES Por tres meses, se tratarán en las clases y las células, el tema “ama a tu prójimo
como a tí mismo y hazlo cada vez que tengas oportunidad". Al finalizar este tema,
se espera que cada participante pueda decir: “me gusta cada vez más pertenecer
a esta iglesia".

IDEAS PARA UN PLAN DE DESARROLLO DE LA IGLESIA LOCAL


A continuación se incluye una guía de "ideas" para desarrollar a la iglesia
I0C.71I en todas las áreas. Para esta sección se ha tomado como base el libro de
Christian A. Schwartz y Christoph Schalk: Desarrollo Natural de la Iglesia en la
Práctica.
Aunque éstas son "ideas" que pueden servir a muchas iglesias en
Latinoamérica, tienen el objeto de ayudarnos a pensar y no de dar un mapa a seguir
por su congregación. El equipo de líderes de la iglesia podrá apropiarse de ellas,
descartarlas o adaptarlas y agregar otras, según las características de su iglesia y
comunidad.

EN CUANTO A REENFOCAR LA FUNCION


DE LOS LIDERES COMO CAPACITA DORES
1. Desarrollar una estructura de apoyo para nuestros líderes.
2. Calendarizar reuniones de formación para los líderes (mínimo cada tres
meses).
3. Ayudar a los líderes a concentrarse en las tareas conforme a sus dones y
capacidades y reubicar los que están mal orientados.
4. Descubrir personas que pueden asumir tareas del pastor y líderes
principales.
5. Confeccionar junto a los líderes y miembros activos en ministerios, un plan
para el desarrollo de la iglesia a corto, mediano y largo plazo (uno, tres y cinco
años).
6. Establecer tiempo para que el pastor pueda cultivar su tiempo de relación con
Dios para recibir dirección para su vida e iglesia.
7. Calendarizar reuniones para evaluar las actividades y programas de la
iglesia.
8. Identificar necesidades de los miembros de forma intencional (conversación,
encuestas, revisión de temas para sermones, entre otros).
9. Identificar nuestros puntos fuertes como congregación y algunas barreras
que nos detienen en el crecimiento.
10. Desarrollar una declaración de la misión de nuestra iglesia y los objetivos de
nuestros ministerios.
11. Cada líder selecciona colaboradores para dedicarse a su desarrollo personal
cada año: La meta debe ser una constante selección de nuevos líderes
emergentes y después una preparación para desarrollar su potencial de
liderazgo, para que después de algún tiempo, ellos mismos puedan desarro-
llar sus tareas de ministerio por sí mismos.
EN CUANTO AL ENTRENAMIENTO DE LA IGLESIA
PARA MINISTRAR SEGÚN SUS DONES
1. Establecer, como equipo de líderes, metas en cuanto al desarrollo de su equipo
inmediato de colaboradores.
2. Evaluar qué actividades se podrían reemplazar para dar espacio a otras que
contribuyan al desarrollo de la iglesia. ¿Cuáles serían estas actividades?
3. Diseñar un plan para educar a la iglesia sobre los dones espirituales por medio
de sermones, clases de escuela dominical, células u otro.
4. Ayudar a las personas a descubrir sus dones por medio de materiales
apropiados para ello. Este debe ser un plan continuo de la iglesia a fin de que
todas las personas pasen por él.
5. Analizar los resultados de las pruebas de dones. Elaborar una lista general de
los dones de la congregación.
6. Programar reuniones con los consejeros dé dones, para lo cual se debe entrenar
consejeros de dones.
7. Permita que las personas se concentren en las actividades que contribuyen al
crecimiento de la iglesia. Evitar el sobrecargo de responsabilidades.
8. Confeccionar listas de descripciones de tareas y responsabilidades para los
ministerios de la iglesia.

EN CUANTO A DESARROLLAR ESPIRITUALIDAD FERVIENTE


1. Confeccionen un plan para enseñar sobre la oración y tener tiempo de oración
juntos con compañeros de oración. Aquí puede usar el recurso de quienes
tienen el don de la oración.
2. Incluyan espacios para testificar sobre la vida de oración y las bendiciones
personales de estas experiencias en privado o en grupos pequeños.
3. Trabaje en desarrollar una cultura de elogio (en privado y en público) para
reconocer a los que han hecho las cosas bien, en lugar de castigos y llamados de
atención a los que hacen las cosas mal.
4. Analice en qué medida es positivo y entusiasta el lenguaje que se usa en los
cultos, en las clases, en los cantos de su iglesia.
5. Pregúntese: ¿Cómo podríamos hacer que en nuestra iglesia haya una atmósfera
más amable, cariñosa y positiva?
6. Establezca pasos para medir cómo está cambiando esta atmósfera en la
congregación.

EN CUANTO A MEJORAR LAS ESTRUCTURAS


PARA QUE SEAN MÁS FUNCIONALES
1. Cada iglesia debe descubrir cuáles son las estructuras apropiadas para
funcionar en su contexto de ministerio.
2. Redacte la declaración de misión junto a los líderes, si aún no la tienen.
3. Analice la efectividad de las estructuras actuales de la iglesia, a la luz de la
misión. Para redactar una declaración de misión tenga en cuenta lo siguiente:
 Debe ser precisa y corta (unas 35 palabras) y responder a la pregunta
¿Por qué existe nuestra iglesia?
 La declaración debe ser abierta a revisiones y cambios.
 La declaración debe ser presentada a la iglesia. Se puede incorporar en
los sermones y programas.
4. Identifique la estructura de su iglesia: (a) componga un organigrama de roles
y funcionarios; (b) identifique las estructuras que promueven el crecimiento y
tienen potencial para la multiplicación de aquellas que lo bloquean.
5. Identifique las normas y políticas que son inamovibles conforme al manual de
la denominación.
6. Desarrolle metas medibles para las estructuras de la iglesia (para seis meses).
Estas metas deberían apuntar a ampliar aquellas estructuras que sirven a los
objetivos de crecimiento.
7. Instruya a los líderes de los ministerios para que desarrollen conscientemente
el potencial de multiplicación de las estructuras. Por ejemplo: capacitar a otro
líder, desarrollar estrategias evangelísticas, desarrollar estrategias para
formar a sus colaboradores, incluir a las personas que tienen dones para este
ministerio particular, entre otras.
8. Hágase la pregunta: ¿Qué clase de cambio necesita esta estructura en
particular para ser funcional a los objetivos de la misión?
9. Ponga a trabajar a las personas con dones en las áreas de ministerios más
débiles en su estructura.
10. Elimine programas y actividades que no contribuyan al desarrollo de la
iglesia.
11. Desarrolle un organigrama que muestre claramente todas las
responsabilidades en la iglesia. ¿Quién es responsable de cada cosa? ¿A
quién debe acudirse en un problema particular?

CUANDO EL CULTO NECESITA UNA TRANSFORMACION


PARA QUE SEA INSPIRADOR
1. Entrene un equipo para la preparación del culto.
2. Observen cultos inspiradores en otras iglesias.
3. Evalúen si los mensajes transmiten entusiasmo.
4. Preparen un plan para los cultos respondiendo las siguientes preguntas:
 ¿Qué necesidades de los que asisten definirán los temas de los futuros
sermones?
 ¿Qué cambios esperamos que ocurran en la vida de los asistentes
después de los cultos?
 ¿Qué ministerios de nuestra iglesia están disponibles para ayudar a las
personas en estos cambios?
 ¿Nuestro estilo de música refleja la variedad de los gustos de los
asistentes?
 ¿La letra de las canciones apunta a los objetivos de la misión y a los
cambios que se quieren fomentar en la congregación?
 ¿Hay más personas que podemos involucrar en el culto? ¿Cuántas?
¿Cuáles? ¿Dónde? ¿Cómo las capacitaremos? ¿Cómo podemos hacer
para identificar a los visitantes? ¿Cuál sería la mejor bienvenida para
ellos?

5. Prepare una sesión de evaluación después de cada culto para determinar


aquellos aspectos que se pueden mejorar y de qué forma.
CUANDO HAY QUE DESARROLLAR CELULAS INTEGRALES
1. En oración seleccione líderes para células que tengan dones adecuados.
2. Entrene a estos líderes para que puedan desempeñar su rol y dirigir su grupo a
la multiplicación.
3. Planifique al menos una reunión al mes con estos líderes para formación y para
compartir experiencias.
4. Planifique reuniones para evaluar el crecimiento de las células y su
reproducción (cada seis meses).
5. Desarrolle una estrategia para involucrar a toda la iglesia apoyando el
ministerio de las células y a sus líderes.
6. Identifique las necesidades de los asistentes a las células que no están cubiertas
y desarrollen ministerios que las suplan.

ENFOCANDO EL EVANGELISMO SEGÚN LAS NECESIDADES


 La prioridad será entrenar un líder para coordinar la evangelización si aún no lo
tiene.
 Asegúrese de que todos los componentes de las células han sido formados para
evangelizar.
 Programe reuniones evangelísticas en las células, para invitar a familiares y
amigos, una vez al mes.
 Ponga a trabajar en evangelismo a todas las personas que tienen dones para ello
en su iglesia.
 Provea compañeros de oración para sus evangelistas.
 Enfoque algunas actividades de los ministerios para las necesidades de los no
creyentes.
 Desarrolle un plan para discipular a cada nuevo creyente e integrarlo a la
iglesia.
 Desarrolle un plan para que cada nuevo miembro descubra sus dones y se
involucre activamente en 'os ministerios locales.

DESARROLLANDO RELACIONES AFECTIVAS EN EL CUERPO


 Planifique una serie de sermones regulares sobre el significado del amor entre
los miembros de la iglesia.
 Desarrolle un ministerio de consejería para aconsejar a las personas que tienen
problemas en cómo expresar su amor.
 Incluya un material de estudio en las células o Escuela Dominical sobre cómo
espera Dios que nos demostremos el amor que ha puesto el Espíritu en nuestros
corazones. Instruya a las personas para resolver los conflictos en forma
constructiva.
 Provea tiempo en los cultos o reuniones para testimonios sobre experiencias en
cuanto a amar como Dios nos ama.
 Cree oportunidades para profundizar las relaciones interpersonales:
campamentos, reuniones para compartir o comer juntos, entre otras.
 Evalúe el nivel de ocupación de los líderes de la iglesia para que les quede
tiempo para cultivar sus relaciones interpersonales.
 Entrene a sus líderes para elogiar y animar a las personas y sea ejemplo de ello.
 Anime a la congregación a involucrarse de manera consciente en el contexto
fuera de la iglesia local.

PRUEBE LAS METAS


Una vez que hayan fijado las metas con el grupo de líderes haga una evaluación
de las mismas para ver si cumplen con las siguientes características:
 ¿Estas metas contemplan el desarrollo integral de las personas en la iglesia? Por
ejemplo, si la meta es alcanzar 50 personas y evangelizarlas, ¿se ha
contemplado además cómo van a ser discipuladas?
 ¿Estas metas son medibles? Las metas deben estipular el período de tiempo que
llevará alcanzarlas. Anunciar estas metas públicamente es una buena
motivación a los participantes para esforzarse en alcanzarlas.
 ¿Son metas significativas? ¿En realidad nos desafían a dar nuestro mejor
esfuerzo? Recuerde que las metas a alcanzar demasiado pequeñas, no hacen
ninguna diferencia.
 ¿Esta meta está fuera de nuestro alcance? Igualmente si la meta es inmanejable
no es una buena meta, sino una meta ridícula y falsa que producirá mucha
frustración y desilusión para las personas involucradas que ya no querrán invo-
lucrarse en alcanzar nuevas metas. Sin embargo es mejor tener metas grandes y
no alcanzarlas en su totalidad, a tener metas demasiado pequeñas.
 ¿Estas metas son también objetivos de las personas involucradas en
realizarlas? No sirve de nada que el pastor, el distrito o la organización fije metas
cuando éstas no nacen del corazón de la gente. Si no consideran estas metas
como de su propiedad, su grado de compromiso no será suficiente y faltarán los
voluntarios, el dinero y el tiempo para alcanzarlas.

ORGANIZACIÓN
Nuestro Dios es un soberano organizado. Todo en su creación tiene un orden y
un propósito. Todas las cosas creadas son interdependientes y sujetas a leyes
naturales. En las figuras de la iglesia hemos visto cómo la iglesia se compara con
"cosas" organizadas. El cuerpo humano es un conjunto de órganos funcionando en
perfecta armonía, lo mismo un plantío, un pueblo y los demás.
Las iglesias del Nuevo Testamento estaban organizadas. Al inicio usaron el
modelo de organización de las sinagogas judías, luego la diversidad de ministerios
hicieron que esta organización se volviera más compleja y funcional, por eso se
establecen: ancianos (Hechos 14:23); diáconos (Hechos 6:1-6); diaconisas (Romanos
16:1).
También se escriben normas para procedimientos de adoración y testimonio (1
Corintios 14:40).

EL PASTOR ES EL LÍDER RESPONSABLE


POR LA ORGANIZACIÓN DE LA CONGREGACIÓN
Muchos pastores fracasan porque carecen de iniciativa y visión en cuanto a lo
que a organización se refiere. En la parábola del mercader de Mateo 13:45, Jesús toma
las aptitudes empresariales y las santifica para su Reino. Él se refería al ministerio
como "los negocios de mi Padre" y afirmaba que los hijos de Dios han de ser más
hábiles que los hijos de este mundo.
Cada iglesia debe encontrar la organización que le sea funcional. Esta va a
responder a factores como: origen, su tradición teológica, su denominación, número
de miembros, nivel cultural y social, su idiosincrasia y la calidad de los dones
espirituales. Los manuales organizativos de las denominaciones por lo general per-
miten espacio para que las iglesias locales puedan hacer las adaptaciones necesarias
en su estructura administrativa. La Iglesia del Nazareno no pone límite a la cantidad
de ministros y ministerios de una iglesia local, más bien la estructura organizativa
para la iglesia local facilita el crecimiento y la delegación de tareas en los laicos de la
iglesia.

DEFINIR LA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA QUE LA IGLESIA NECESITA


Cuanto más grande es la organización, se requerirá de un organismo más
amplio para dar lugar a mayor cantidad de líderes y ministerios. Las funciones de
cada junta o persona deben exponerse por escrito con claridad y precisión.
“Cualquier estructura de autoridad o liderazgo en la iglesia que corta el funcionamiento de la
congregación en el uso de sus dones es contraproducente. Hay iglesias que enfatizan el
ministerio del pastor a tal extremo que todos los demás vienen siendo poco más que
espectadores”.

El resultado son pastores agotados y pocos resultados.


La estructura de la iglesia debe reflejar la respuesta a la siguiente pregunta:
¿Cuál es la mejor manera de determinar la voluntad de Dios y de ponerla por obra en
la vida y ministerio de la iglesia? En el Nuevo Testamento las iglesias se estructuraban
conforme a la necesidad (no había lugar para el autoritarismo).
Una organización eficaz es aquella que logra aprovechar al máximo los recursos
humanos:
 Los miembros participan en el planeamiento.
 La mayoría de los ministerios se dirigen hacia tuera.
 Todos los líderes tienen igual derecho de participación.
 Lugar para múltiples ministerios para todos los miembros
 Da lugar a la búsqueda de la voluntad de Dios (individual y como cuerpo)
 Los creyentes más maduros toman decisiones directivas
 Lugar a la evaluación mutua y corrección
 Libertad de trabajo a los que tienen la visión correcta. Evitar ministerios de
visionarios infructuosos.
 El organigrama debe ser lo más plano posible (facilitar la comunicación,
planeamiento, ejecución).
 Debe ser flexible (todo cambia...)
 En función de los dones
 Responsabilidades claras (delegar, orientar, dar libertad).
 Mentores de líderes en puestos de responsabilidad.

La Biblia revela un cuadro de liderazgo compartido y repartido ampliamente en


la congregación.

COSTRUYENDO UN ORGANIGRAMA
Toda iglesia debería tener un organigrama que represente las funciones de cada
uno. El organigrama no sólo ayuda a que cada uno pueda entender su rol dentro del
cuerpo, sino que deja bien claro los niveles de autoridad, responsabilidad y de
interdependencia de los diferentes ministerios.
La forma en que la iglesia está organizada dice mucho de los deseos que ésta
tenga de crecer y desarrollarse. Las estructuras que están orientadas hacia sus
necesidades internas y cuyos pastores toman las decisiones guiados por el consenso
de la congregación no llegarán muy lejos. El pastor de no crecimiento es el que se con-
forma con cumplir el rol para el cual la congregación le ha "contratado", o sea proveer
"mantenimiento". A los creyentes se les requiere un bajo compromiso. La mayoría de
los miembros nuevos de esta iglesia provienen de los niños crecidos de la congregación
o lo que se denomina crecimiento "biológico".
Pero las estructuras orientadas en la tarea por hacer (misión) son las que
obtienen mayor crecimiento. Los miembros de esta iglesia tienen un alto compromiso.
Hay mucha gente involucrada en la obra de la iglesia. En estas iglesias el pastor toma
las decisiones guiado por la visión y las actividades de la iglesia están orientadas a la
comunidad. La mayoría de los miembros que recibe esta iglesia provienen de nuevos
creyentes discipulados.
La forma en que la iglesia se organiza debe estar entonces orientada a la
producción de discípulos como afirma Dawson Trotinan, fundador de Los Navegantes:
"La actividad no sustituye la producción. La producción no sustituye a la reproducción.
Cualquier ministerio en el que estemos implicados debe ser reproductivo".

DELEGAR FUNCIONES
Ningún pastor puede hacer todo el trabajo de la iglesia. Ninguna junta local o
cuerpo de diáconos es capaz de lograrlo. D. Prime afirma: "Donde no existe delegación
todo funciona lentamente y llega a la paralización."
Todo acto de delegación implica un riesgo pero... negarse a ella es atarse a
obligaciones secundarias, a veces triviales, que impiden al dirigente cumplir
eficientemente su misión primordial (Éxodo 18:13-27, Hechos 6:1-6).
Las personas a quienes vamos a delegar deben llenar ciertos requisitos básicos
como son: (a) Fe reconocida, buen testimonio; (b) Sentido de responsabilidad, celo y
perseverancia; (c) Capacidad, aunque sólo sea potencial para la tarea que se le va a
asignar.
Delegar requiere delimitar o precisar el campo de acción (lo que va a hacer) y el
marco temporal (tiempo de su función). Por lo general la permanencia prolongada en
un puesto agota las ideas y la obra puede debilitarse. Otros líderes más talentosos
pueden surgir.
No es provechoso cambiar a un líder que está haciendo bien el trabajo, pero sí es
saludable relevar a los funcionarios cuando muestran ineficiencia o negligencia (luego
de un proceso de tratar de animarlo pastoralmente y procurar que la transición sea
constructiva). De ser reubicado este líder en otra función es conveniente asegurarse
de que no se repita la experiencia anterior. Es importante que cada persona tenga una
descripción de responsabilidad donde se incluya:
 El nombre de la tarea o función, por ejemplo: Maestro ayudante de clase cuna.
 Fecha en que se le asigna dicha función.
 Objetivos de este ministerio, por ejemplo: cuidar de los bebés y enseñar los
rudimentos de la Biblia.
 Ejemplo de tareas: Por ejemplo: buscar y llevar niños a sus hogares, preparar la
lección, ordenar la sala de clase, oración por los bebés y sus familias, asistir a
cursos de capacitación, entre otros.
 Personas de referencia: Responsable ante...; coopera con...
 Dones espirituales que tiene.
 Aptitudes, habilidades o intereses.
 Tiempo que va a emplear, determinar por ejemplo: tiempo para preparación,
tiempo con los niños, tiempo en reuniones, tiempo en capacitación.
 Duración de esa tarea, por ejemplo: hasta enero 2006.

EL ENTRENAMIENTO DE LA IGLESIA
¿Por qué capacitar a la gente para la obra del ministerio en la iglesia local?
Veamos la opinión de algunos autores especializados en libros de discipulado al
respecto:
Para que la fuerza laica que hoy duerme en las iglesias pueda ser puesta en
acción, se requiere de un cambio de actitud de los pastores. Para Ralph Neighbourg
éstos son la clave para que las cosas se inviertan. En primer lugar, se requiere
cambiar el mensaje, rescatando los principios bíblicos de la responsabilidad de la
evangelización que recae sobre todos los creyentes y poner énfasis en lo que significa
aceptar el señorío de Cristo. En segundo lugar, se requiere que los pastores "...se
retiren a una posición secundaria y se conviertan en humildes servidores que provean
a cada hombre, mujer y niño, del equipo necesario para que ellos sean ministros".233
Para Waylop Moore, la mejor forma de movilizar a la iglesia, es desarrollar un
plan de discipulado por las siguientes razones: Su alcance hacia las personas es
ilimitado; es el ministerio más flexible; es la forma más segura de movilizar a toda la
iglesia para la evangelización; da mayor fruto a largo plazo que los demás ministerios;
provee liderazgo local centrado en Cristo.
El discipulado es una estrategia cíclica, los nuevos son discipulados y
adiestrados para multiplicarse y adiestrar a otros discípulos, quienes a su vez
repetirán el proceso.
Para Keith Phillips, autor de "Id y haced discípulos", el discipulado debe
entenderse como un proceso de edificación, transformación y fructificación...
"El discipulador sabe que su labor continúa hasta que su discípulo se convierte en un
creyente espiritualmente maduro y reproductor. Tiene que invertir una gran cantidad de
tiempo en su discípulo y dar una atención individual a sus necesidades. El discipulado es
una reproducción de calidad que asegura que el proceso de multiplicación continuará de
generación en generación".

Ralph Neighbour, quien dedicó trece años de su vida a entrenar a otros cristianos
para compartir su fe con otros, en su libro: Contacto en el Espíritu, afirma, que el
problema por el cual los creyentes no quieren ganar a otros, es un problema de
egoísmo, lo cual puede corregirse con un adecuado plan de discipulado bíblico.
Para Neighbour, la disposición para evangelizar, fluye naturalmente en aquel
creyente que ha nacido del Espíritu. Pero ese impulso natural, se ve a menudo frenado
por una mala comprensión del concepto de evangelismo, que entiende que éste es
responsabilidad de los ministros "profesionales". Otro error común que viene a
agravar el problema, es la presuposición incorrecta de que los laicos existen para
"sostener" a los pastores, para que hagan el trabajo del ministerio. Esta teología,
explica Neighbour, no es bíblicamente correcta, ".. .Todo integrante del laicado es un
ministro... todo cristiano es un ministro..." Luego se pregunta: "¿Cómo terminar con
un cónclave de ministros profesionales que controlan la vida de la comunidad
cristiana, que manejan las estructuras denominacionales y que estimulan al laicado a
permanecer en su lugar de siempre para observar cómo ministran ellos." Encuentra
que la solución está en enseñar una teología adecuada, pues "la teología incuba
metodología".

LA RESPONSABILIDAD DE LA IGLESIA LOCAL POR EL DISCIPULADO


¿Qué dice la Biblia sobre la responsabilidad de la iglesia local en entrenar
(discipular) a los laicos para el ministerio?
 Porque la voluntad de Cristo es que cada cristiano ponga en práctica el don que
ha recibido. En Efesios 4:8, Pablo afirma que la obra de Cristo se caracteriza por
"repartir dones" a la humanidad. Es la voluntad de Cristo para cada uno de sus
discípulos. Es Su plan para sus vidas.
 La repartición de dones es un aspecto más de la obra redentora de Cristo. Hay
una relación de acción y reacción entre el ejercicio de los dones por la iglesia y la
salvación de las personas. La cita que hace Pablo del Salmo 68:18 no es casual.
Las iglesias más crecientes son las que tienen múltiples dones y ministerios.
 Los dones son el testimonio de la salvación tan grande que hemos recibido.
Hebreos 2:3. El Señor usó muchas maneras de comunicar la salvación a las
personas (enseñó, predicó, sirvió de múltiples maneras y lo coronó dando su
vida). Los dones son parte del sello del Espíritu que Dios pone en nosotros sus
hijos, son como una certificación de la victoria que hemos recibido de Cristo en
la Cruz.
 Cristo no vino a establecer una clase exclusiva de ministros o sacerdotes (como
vimos ésta fue una secuela del tiempo post-Constantino donde multitudes
fueron impulsadas a la iglesia y reclamaban la figura del sacerdote). En Hebreos
se afirma que Cristo vino a abolir el sacerdocio dándonos acceso a todos al lugar
santísimo. La multiplicidad de ministerios no es una linda imagen visual del
cuerpo en funcionamiento, sino la norma de vida y de servicio que Cristo
estableció para su iglesia.
 Cada miembro del cuerpo es único y es llamado a perfeccionar su singularidad
(Romanos 12:3,6; 1 Pedro 4:10).

Capacitar a los responsables de funciones en la iglesia es la actividad prioritaria


de los pastores y ministerios principales de la congregación (Efesios 4:11). Se
necesitarán clases sistemáticas o cursillos especiales a cargo de personas
competentes donde se combinen la teoría y la práctica. Debe tenerse paciencia, tolerar
errores y no esperar la perfección. Tampoco debe aceptarse la mediocridad como un
patrón permanente y aceptable en la obra del ministerio.
No hay que delegar solamente lo sencillo. Hay que confiar en la capacidad de la
gente.
El debate entre qué es más prioritario en la labor de la iglesia: evangelizar o
edificar a los ya creyentes, se ha prolongado por tiempos. Lo cierto es que una iglesia
que se dedica al ministerio de la evangelización y descuida la formación de sus
miembros produce "espectadores evangélicos". Pero cuando la iglesia da prioridad a la
edificación, lo que produce son verdaderos discípulos y ministros.
¿CÓMO COMENZAR?
Walter Henrrichsen sugiere una idea para llamar a los creyentes a iniciarse en
un programa de discipulado, explicando que es de suma importancia desarrollar dos
esferas en el creyente:
 La entrega de tiempo.
 La disposición para aprender. El rol del entrenador, en esta etapa, es proveer
estímulo y guía, capacitando a la persona para alcanzar sus propias metas.
También es de suma importancia lograr que el discípulo continúe en la Palabra
(Juan 8:38).
Para iniciar este entrenamiento recomienda el siguiente proceso:
 Preguntar para comenzar ¿Qué es un discípulo?
 Proponer que investigue en el evangelio de Juan, durante una semana ¿qué es
un discípulo?
 Luego reunirse para compartir juntos los resultados y preguntar ¿Le gustaría a
usted ser un discípulo? Asegurarse de que acepta el compromiso de permanecer
en la Palabra (Juan 8:31) y encargarle que medite en la manera en que podría
permanecer en la Palabra. Dejar que descubra por sí mismo la respuesta y que
enumere diversos métodos y maneras prácticas de llevar a las diferentes esferas
de su vida las enseñanzas de la Palabra.
 Pedir que comparta su respuesta y luego que pase una semana orando acerca
de lo que Dios quiere para su vida en cada esfera, que ha enumerado en su lista.
 Ayudarle a descubrir los principios del discipulado y a aplicarlas en su vida.

AREAS QUE SE DEBEN DESARROLLAR EN EL DISCIPULO


En cuanto a los contenidos del discipulado, un programa de discipulado debe
ser integral o sea desarrollar el carácter y la calidad de vida cristiana, para que ésta se
refleje en todas las áreas del diario vivir (hogar, trabajo, entre otros); se buscará
formar al discípulo en una visión global y comprensiva del mundo; motivarlo a un
servicio con excelencia; al conocimiento de las Escrituras; la comunión y crecimiento
en el Espíritu Santo, por medio de una vida devocional.
Un programa de discipulado tiene el objetivo de guiar al nuevo creyente a un
compromiso cada vez más profundo con Cristo, con e! Cuerpo y con el Mundo, en
forma progresiva e intencional. En las iglesias saludables con programas de
discipulado progresivo, lleva un promedio de dos años entrenar a un nuevo creyente
para asumir algún tipo de liderazgo (como líder de célula u otro).
Veamos brevemente cada una de estas etapas:

COMPROMISO CON CRISTO (META BAUTISMO)


En el tiempo de la preconversión la persona necesita recibir conocimiento que le
ayude a tomar las siguientes decisiones: Reconocer que tiene un problema personal
con el pecado que sólo Cristo puede solucionar; aceptar a la iglesia local donde deberá
integrarse y entender las implicaciones de su decisión por Cristo, o sea que implica
también aceptar su señorío y hacerse un discípulo.
En esta etapa el discipulado post conversión y la relación con su "hermano/a
mayor" es sumamente importante y no pueden descuidarse. Estos primeros pasos de
discipulado deben ayudarle a:
 Revisar su decisión para asegurarse de que ha sido sincera.
 Comprender lo que significa "nacer de nuevo".
 Aceptar participar del ritual del bautismo.
 Iniciar las disciplinas del estudio de la Palabra y la oración.

En esta etapa que puede durar de cuatro a seis semanas, el nuevo creyente debe
"enamorarse de Cristo". En los tiempos bíblicos la oración se consideraba como una
señal del nuevo nacimiento. Ananías prueba el cambio operado en la vida de Saulo,
afirmando "he aquí, él ora" (Hechos 9:11). El deseo de tener comunión con el Padre
celestial es puesto en el corazón del nuevo creyente por el Espíritu Santo. Los nuevos
cristianos eran enseñados, por el ejemplo de otros, a perseverar en la oración (Hechos
2:42). Ellos también eran enseñados en los asuntos prácticos de la oración, por esto
transmitieron lo que Jesús les enseñó en los evangelios.
Para Henrichsen crear el hábito de orar es la parte más dura, pero la más
importante en el entrenamiento del nuevo discípulo. Con este propósito él recomienda
oraciones registradas en la Biblia como en Efesios 1:15-23 y 3:14-20.
El bautismo en la iglesia primitiva no era sinónimo de unirse como miembro de
una determinada denominación, ni un testimonio de que la persona ya había
ordenado su vida de acuerdo a la nueva fe. El bautismo es un testimonio público de
que la persona ha nacido de nuevo y que ha puesto su fe en Cristo para salvación.
También significaba que el nuevo creyente se sometía a la iglesia para ser guiado y
discipulado en la nueva vida.

COMPROMISO CON EL CUERPO (META MEMBRESIA)


El ser miembro responsable de una iglesia local es un asunto serio. Jesús no
permitía que nadie que no estuviera dispuesto a pagar el precio de la obediencia se
uniera a su grupo de discípulos.
Algunas iglesias rebajan tanto sus requisitos para aceptar nuevos miembros
que lo que obtienen es un crecimiento que no continuará en más crecimiento. Como
resultado vemos iglesias cuyos pastores tienen poca colaboración para los ministerios,
iglesias que crecen en miembros, pero no crecen igualmente en las finanzas y vemos
cómo las costumbres del mundo se meten más y más en las iglesias, traídas por
cristianos que no han sido enseñados a "obedecer en todo".
En esta etapa que puede durar de siete a 14 semanas de discipulado, será
sumamente importante tener metas como éstas:
 Continuar cultivando la adoración, la oración, la alabanza.
 Conocer y poner en práctica las doctrinas de la iglesia.
 Comprender sus responsabilidades como miembro del Cuerpo.
 Comprender los beneficios de ser un miembro de la iglesia local para su
continuidad en la vida espiritual.
 Aceptar a Cristo como Señor de todas las áreas de su vida.
 Ser aconsejado en las áreas de conflicto de su vida (como problemas familiares,
asuntos éticos en su trabajo o estudio; recreación saludable; heridas del
pasado, entre otros).
 Comprender la obra del Espíritu Santo y buscar la llenura del Espíritu.

En Hechos 2:42 se afirma que los nuevos discípulos perseveraban en la doctrina


de los apóstoles. Para Michael Green el contenido de esta doctrina era:
 Vida, obra y enseñanzas de Jesús, el contenido de los Evangelios.
 Jesús como el cumplimiento de las profecías mesiánicas (Hechos 2:16; 22,36).
 Imperativos éticos de la nueva vida en Cristo.

El discipulado es formación bíblica práctica. Santiago 1:21-22 exhorta ¡"Pero


sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos". La Palabra debe ser una experiencia digerida y comunicada en el estilo de
vida del discípulo. El discipulado en esta etapa de compromiso con el Cuerpo, consiste
en ayudar al discípulo para que llegue a ser un hacedor obediente.

COMPROMISO CON EL MUNDO (META MINISTERIO)


En esta etapa el discípulo necesita ser guiado a comprender el propósito de Dios
para su vida y su lugar en la misión de Dios en el mundo.
En la Biblia se puede apreciar claramente que el propósito de Dios para su
pueblo es que éste se desarrolle en santidad y que extienda el conocimiento del único
y verdadero Dios a todos los pueblos de la tierra. En esta etapa el discipulador tiene
que estar seguro de vivir en la santidad ya que su vida será imitada por sus discípulos.
Cuando la iglesia y sus líderes no guían a la gente a tomar parte activa en la
obra están malogrando la vida de sus miembros. La esencia del cristianismo es darse
en ofrenda uno mismo para salvar al mundo. El tomar parte en la obra de Dios no es
una opción para algunos, sino el requisito indispensable para perseverar en la
fidelidad al Señor hasta el final de la vida. Los cristianos que no participan en la
misión de la iglesia se vuelven inestables en la fe y propensos a abandonarla por otras
cosas donde encuentran "satisfacción" para llenar su tiempo libre.
Todas las iglesias deberían tener un curso anual para que los miembros
descubran sus dones y cómo usarlos en los ministerios de la iglesia. El entrenamiento
para el ministerio respectivo deberá hacerse con la participación de los que ya están
trabajando y tienen experiencia en esas áreas. Los líderes de los ministerios, incluyen-
do el pastor, deberían estar permanentemente trasmitiendo sus habilidades,
conocimientos y entrenando a los nuevos prospectos. "La evidencia y objetivo del
crecimiento en la fe se halla en la participación de todo el cuerpo en la misión. ...Sin
una comunidad vibrante que respalde el anuncio y reciba a los llamados, lo numérico
se convierte en una mera producción consumerista".239
En esta etapa deben distinguirse dos períodos:
1. Período de entrenamiento inicial de introducción al ministerio
(aproximadamente un año).
a. Desarrollar y guiar al creyente en la doctrina y la vida de santidad.
b. Ayudar a los creyentes consagrados (santificados) a descubrir sus dones
espirituales.
c. Adiestrar a todos los creyentes para el ministerio correspondiente.
d. Involucrar a todos los creyentes en la Gran Comisión (cada creyente
encuentra su lugar de ministerio).
2. Período permanente de crecimiento y apoyo pastoral a los ministros activos (de
por vida).
a. Continuar desarrollando a los ministros en la vida santa integral.
b. Ayudar a los ministros a continuar creciendo para asumir compromisos de
liderazgo.
c. Asegurar que todos los que ministran están siendo pastoreados y
alimentados en la Palabra (servicios especiales para ministros).
d. Ayudar a los ministros a comprender las dificultades y tentaciones con que
se enfrentan los ministros.
e. Pastorear y entrenar a los líderes en todas las áreas de su vida personal y
ministerio.

EJECUCIÓN DE LA MISIÓN
El pastor es la persona clave en la movilización de la congregación. Dios usa
personas para guiar a la congregación en el crecimiento.
Esta función del liderazgo está comprendida en el significado de la palabra
"obispo". El obispo o pastor es la persona que tiene la responsabilidad de involucrar a
otros en el trabajo del ministerio y de vigilar además que lo hagan bien.
Movilizar es también una parte importante del equipar a los santos. En el
sentido bíblico la preparación ministerial siempre es una combinación de práctica de
misión que refuerza y consolida el aprendizaje de tipo intelectual. Quien está siendo
equipado participa en la misión. El perfeccionamiento o aprendizaje de las artes
ministeriales nunca es un fin en sí mismo, sino una herramienta para involucrarse
activamente en la obra del ministerio.
El conjunto de los miembros con sus dones respectivos, debe ser coordinado
para que la iglesia cumpla el propósito de Dios, el cual consiste en el crecimiento del
cuerpo de Cristo en todas sus dimensiones. Esto sólo puede lograrse mediante una
conducción inteligente que sepa organizar la iglesia integrando a todos los miembros
en un proyecto común.
Una iglesia departamentalizada donde los líderes tienen agendas y objetivos
independientes de los demás y del conjunto, no refleja la armonía del Cuerpo
funcionando junto que nos muestra la Palabra.
Como afirma Guillermo Brown: "El valor del trabajo de un pastor se mide, no en
el atractivo de sus sermones, sino en la eficacia de los ministerios de los creyentes bajo
su cuidado".
En esta etapa que será permanente en la vida de la iglesia, el rol del pastor
deberá enfocarse en los siguientes aspectos: Predicación enfocada en la misión y en
mantener la unión y la armonía del Cuerpo.

ACOMPAÑAMIENTO Y EVALUACIÓN
La falta de evaluación y control puede hacer fracasar todo el proyecto. Estos
procesos tienen el fin de:
 Reorientar hacia los objetivos (la visión).
 Combatir el desánimo, la negligencia, la inconstancia.
 Detectar defectos y subsanarlos.

Al menos una vez al año el pastor y sus líderes inmediatos debería hacer una
revisión del trabajo realizado en función de los resultados, considerando los éxitos,
errores, fracasos y sus causas y hacer planes para corregir, animar, reorientar el
futuro, perfeccionar el adiestramiento, modificar estructuras, entre otros.
En esta etapa de acompañamiento, el rol del pastor deberá enfocarse en:
 Motivación al equipo de líderes y ministros.
 Pastoreo de líderes.
 Evitar la autonomía de personas o departamentos.
 Limar diferencias o roces en el equipo de liderazgo.
 Actuar para resolver problemas que los líderes abajo de él no pudieron resolver.

ALGUNOS PENSAMIENTOS FINALES DE ESTE CURSO


La iglesia en América Latina necesita modelos visibles de iglesias crecientes y
bien enfocadas en el desarrollo de ministerios integrales hacia adentro y hacia fuera.
Parece ser que el mayor desafío que enfrenta la iglesia en nuestros días es el de
renovarse en todas las dimensiones (visión, compromiso, culto, comunión,
compasión, Etc.). Si la iglesia no puede recuperar la imagen de Dios en ella, como
cuerpo de Cristo que es, entonces no servirán todos los esfuerzos por sacar a los
cristianos a bendecir este mundo. En eso coincido con Costas cuando dice: "Sin vidas
comprometidas hasta lo último con Cristo en el servicio al prójimo, la obediencia
misional de la iglesia carece de autenticidad".
Este compromiso se hace cada vez más difícil en medio de una generación que
sólo piensa en "pasarla bien". Si a esto le sumamos el paternalismo eclesiástico en que
nos hemos formado y el marcado individualismo de nuestra época, no parece haber
posibilidad de realizar ese precioso modelo de una iglesia militante y saludable que
sea digna representante de Cristo en el mundo.
La iglesia necesita crecer en primer lugar en santidad y comunión. También
debe crecer en misión, unidad y fidelidad. Los líderes deben dar prioridad en sus
agendas a formar iglesias sanas, porque como hemos visto las iglesias sanas crecen
naturalmente. Los cristianos latinoamericanos debemos redescubrir nuestra doctrina
de santidad y reflexionar en cómo ésta nos impulsa en la misión de Dios en el mundo.
Necesitamos una enseñanza más profunda de la doctrina de santidad, que la presente
como el único camino hacia la madurez cristiana y que ésta doctrina transforme todas
las áreas de la vida personal, comunitaria y la forma en que hacemos ministerio en la
iglesia.
En cuanto a nuestra responsabilidad evangelística, la iglesia en los países en vía
de desarrollo tiene aún muchos desafíos. Los problemas sociales son demasiado
grandes y abrumadores. La iglesia sirve a millones de seres humanos que viven con
imposibilidad de alcanzar los recursos mínimos para vivir dignamente. Para muchos
de ellos el trabajo y el estudio han perdido sentido porque finalmente sus esfuerzos no
generan los medios suficientes para proveer dignamente a sus familias. Muchas
personas se abandonan y pierden el interés en el trabajo. Otros pierden interés en la
educación, ya que no es posible conseguir trabajo para todos los que egresan de las
universidades. Si a esto se suman los altos costos de los servicios, la canasta básica, el
vestido, la salud y la vivienda, los jóvenes pierden el optimismo de que nuevas alter-
nativas se abran en el futuro. Muchos de estps jóvenes están en nuestras iglesias.
Debemos dejar de vivir en la utopía de que la iglesia puede solucionar todo a su
alrededor en un corto tiempo. Tenemos que desechar también el otro extremo
derrotista que nos dice que nada podemos hacer por este mundo.
Creemos que la iglesia puede hacer mucho más de lo que está haciendo. Para ello la
iglesia evangélica en Latinoamérica necesita urgentemente de pastores líderes que
sean llenos del Espíritu de Cristo y con una actitud humilde y servicial para con la
gente. Pero además necesitamos levantar pastores que tengan un llamado a guiar y
entrenar al pueblo de Dios para que éste pueda llevar la salvación a estas tierras,
pastores de los que podamos sentirnos orgullosos y que nos desafíen con su visión,
que nos motiven contagiándonos con el amor de Dios por los perdidos.
La iglesia evangélica va a hacer una diferencia en este mundo enfermo de
pecado, únicamente si mueve al gran ejército de laicos que hoy están en sus bancas
para que se infiltre en todas las ramas del árbol social y que logre desde la superficie
penetrar como la lluvia a los estratos más profundos y oscuros del suelo de la
humanidad.
Tenemos un mensaje de esperanza para nuestros pueblos, un mensaje que para
propagarse debe hacerse carne en nuestras vidas y en nuestras iglesias

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