557-576
Resumen
Este estudio tiene como objetivo analizar el síndrome del quemado, los modos
de afrontamiento del estrés, la salud mental y, específicamente, detectar predic-
tores de salud mental. Participaron 152 profesores no universitarios, de edades
comprendidas entre los 24 y 58 años, a quienes se evaluó con el “Inventario de
burnout de Maslach” (Maslach Burnout Inventory; Maslach y Jackson, 1981), el
“Cuestionario de modos de afrontamiento” (Ways of Coping of Questionnaire;
Folkman y Lazarus, 1988) y el “Cuestionario de salud general (General Health
Questionaire; Goldberg y William, 1996). Los resultados indican que el síndrome
del quemado se presenta en grado medio, los modos de afrontamiento que más
se utilizan son la búsqueda de apoyo social, planificación y reevaluación positiva y
el 40,8% presenta problemas de salud mental. Además, se halló un alto nivel de
estrés asociado con la estrategia de afrontamiento huida-evitación y que los profe-
sores menos satisfechos profesionalmente son los más “quemados”. Las variables
puesto de trabajo, nivel de estrés, grado de compromiso, cansancio emocional, los
modos de huida-evitación y reevaluación positiva contribuyen significativamente a
predecir la salud mental del profesorado.
Palabras clave: síndrome del quemado, modos de afrontamiento, salud mental y
profesorado no universitario.
Abstract
The main objective of the present study was to analyze burnout syndrome,
ways of coping with stress, mental health and, specifically, to detect mental health
predictors. The sample consisted of 152 non-university teachers between 24 and
Introducción
Método
Participantes
La muestra está formada por 152 docentes no universitarios (78,15% son muje-
res y 21,85% son hombres). La edad los sujetos está entre 24 y 58 años (M= 35,17
años; DT= 8,27). El 50% se encuentra entre los 26 y 35 años de edad. La minoría
tiene 56 o más años (0,69%). El 49,3% está soltero y el 42,8% está casado o
viviendo en pareja. El 67,33% de los sujetos no tiene hijos, el 18,67% tiene dos
Síndrome del quemado, afrontamiento del estrés y salud mental 561
Instrumentos
Procedimiento
Resultados
Tabla 1
Valoración del nivel de satisfacción profesional y de estrés
Tabla 2
Medias y desviaciones típicas obtenidas en el MBI, el WCQ y el GHQ-12
Tabla 3
Correlaciones entre las variables sociodemográficas y el síndrome del quemado,
los modos de afrontamiento y la salud mental
Puesto de
Número de trabajo que
Sexo Edad Estado civil
hijos actualmente
ocupa
P Sig. P Sig. P Sig. P Sig. P Sig.
MBI
Despersonalización 0,236 0,004 0,252 0,003 0,149 0,073 0,235 0,004 0,164 0,050
Cansancio -0,014 0,867 0,233 0,006 0,192 0,022 0,181 0,031 0,080 0,348
Realización -0,193 0,026 -0,207 0,019 -0,082 0,349 -0,106 0,224 -0,117 0,182
WCQ
Confrontación -0,072 0,388 0,025 0,768 0,094 0,257 -0,042 0,616 0,004 0,963
Distanciamiento 0,155 0,063 0,212 0,012 0,011 0,895 -0,065 0,440 0,030 0,725
Autocontrol 0,118 0,158 0,111 0,191 0,107 0,199 0,062 0,458 0,012 0,890
Búsqueda de apoyo
-0,151 0,067 -0,053 0,532 -0,044 0,593 -0,112 0,177 0,003 0,970
social
Aceptación de
-0,090 0,285 -0,043 0,620 -0,006 0,947 0,030 0,726 0,002 0,984
responsabilidades
Huida - Evitación -0,130 0,120 -0,053 0,534 0,103 0,216 -0,022 0,792 -0,038 0,649
Planificación -0,094 0,260 -0,006 0,948 0,046 0,582 -0,010 0,910 -0,074 0,384
Reevaluación positiva -0,113 0,180 -0,089 0,298 0,021 0,802 0,001 0,988 -0,144 0,091
GHQ-12
GHQ1 -0,021 0,800 -0,018 0,827 -0,014 0,870 -0,071 0,390 0,134 0,106
GHQ2 0,022 0,789 0,149 0,073 0,044 0,590 0,069 0,405 0,164 0,047
GHQ3 0,019 0,821 0,127 0,129 0,045 0,587 0,034 0,684 0,140 0,091
GHQ4 0,074 0,368 0,016 0,846 0,072 0,385 -0,054 0,511 0,180 0,029
GHQ5 0,074 0,367 -0,071 0,394 0,105 0,201 -0,107 0,196 0,164 0,047
GHQ6 0,010 0,907 -0,071 0,397 -0,042 0,614 -0,100 0,226 -0,053 0,524
GHQ7 0,105 0,199 0,004 0,965 0,153 0,061 -0,062 0,451 0,020 0,807
GHQ8 -0,033 0,687 0,003 0,972 0,007 0,934 -0,056 0,497 0,109 0,189
GHQ9 0,089 0,283 0,000 0,999 -0,027 0,741 -0,058 0,483 0,208 0,012
GHQ10 0,035 0,673 0,018 0,832 0,018 0,831 -0,066 0,429 0,236 0,004
GHQ11 -0,018 0,832 0,074 0,376 0,127 0,122 0,063 0,450 0,137 0,100
GHQ12 0,074 0,368 0,024 0,776 -0,096 0,246 -0,033 0,687 0,173 0,037
GHQ global 0,071 0,393 -0,019 0,820 0,000 0,996 -0,107 0,200 0,199 0,017
Tabla 4
Variables sociodemográficas y laborales que muestran diferencias estadísticamente
significativas en el “Inventario de burnout de Maslach” (MBI)
Tabla 5
Variables sociodemográficas y laborales que muestran diferencias estadísticamente
significativas en el “Cuestionario de modos de afrontamiento” (WCQ)
Grado de
Grado de
compromiso
Cuestionario Número de realización de Valoración del
Estado civil con los
de modos de hijos las expectativas nivel de estrés
objetivos de la
afrontamiento iniciales
educación
F Sig. F Sig. F Sig. F Sig. F Sig.
Confrontación 1,338 0,264 1,526 0,198 1,449 0,221 1,396 0,238 0,381 0,822
Distanciamiento 0,205 0,892 0,372 0,828 0,483 0,748 1,525 0,198 0,373 0,828
Autocontrol 1,054 0,371 1,36 0,251 1,286 0,278 1,306 0,271 0,520 0,721
Búsqueda de apoyo
4,709 0,004 2,492 0,046 2,064 0,089 2,692 0,033 0,375 0,826
social
Aceptación de
0,179 0,910 2,125 0,081 1,636 0,169 0,823 0,513 2,939 0,023
responsabilidades
Huida - evitación 0,774 0,051 0,695 0,596 2,551 0,042 3,717 0,007 1,874 0,118
Planificación 0,213 0,888 0,17 0,953 0,695 0,596 0,886 0,474 0,606 0,659
Reevaluación positiva 0,523 0,667 0,119 0,976 1,882 0,117 0,818 0,516 2,206 0,071
Tabla 6
Variables sociodemográficas y laborales que muestran diferencias estadísticamente
significativas en el “Cuestionario de salud general” (GHQ-12)
Tabla 7
Análisis de regresión múltiple entre las variables sociodemográficas, laborales, de
autovaloración y la salud mental
Tabla 8
Análisis de regresión múltiple entre el síndrome del quemado, los modos de
afrontamiento y la salud mental
Discusión
Con base en los objetivos planteados encontramos que los promedios obtenidos
en las tres dimensiones del “Inventario de burnout de Maslach” confirman que los
participantes del estudio presentan el síndrome del quemado en grado medio. Se
apreciaría un grado elevado de este síndrome si los sujetos poseyeran altas puntua-
ciones en cansancio emocional y despersonalización y una baja realización personal
(Moriana et al., 2006). Al comparar estos resultados con investigaciones realiza-
das en la comunidad autónoma extremeña, empleando el mismo instrumento de
medida con orientadores de Institutos de Educación Secundaria (Guerrero y Rubio,
2008), detectamos que los participantes de nuestro estudio están más despersona-
lizados, menos cansados y realizados. Sin embargo, cuando los comparamos con
el profesorado universitario de la Universidad de Extremadura (Guerrero, 2002),
obtenemos que los participantes de la presente investigación se encuentran menos
despersonalizados, pero más cansados y realizados.
Con relación a los modos de afrontamiento más utilizados, obtenemos las mayo-
res puntuaciones en las estrategias de búsqueda de apoyo social y planificación
(estrategias activas y centradas en el problema). Aunque se han encontrado relacio-
nes positivas entre algunas dimensiones del síndrome y los modos de afrontamiento
centrados en la emoción, como las estrategias escape-evitación y distanciamiento,
Leiter (1990) ha señalado que las estrategias de afrontamiento de control y acti-
vas previenen el síndrome del quemado y las de escape facilitan su aparición. De
la misma manera, son ineficaces para hacer frente al síndrome del quemado las
estrategias inactivas e indirectas centradas en las emociones (Pines y Kafry, 1981).
Uno de los hallazgos de nuestra investigación es que la estrategia huída-evitación
predice la salud mental de los participantes y que la búsqueda de apoyo social es
el modo de afrontamiento más empleado en los docentes separados y divorciados.
Estos datos coinciden con los resultados de Guerrero (2002) que apuntan que los
docentes separados utilizan más el modo de afrontamiento búsqueda de apoyo
social.
El análisis que aporta información acerca de la salud mental revela que más
de la mitad de la muestra estudiada no parece ser vulnerable a problemas men-
tales. En nuestro país, en los primeros meses del 2010, el Ministerio de Sanidad y
Consumo ha hecho público que los trastornos mentales son la causa más frecuente
de enfermedad (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007). Además, el Instituto
Nacional de Estadística (2010) asegura, que por primera vez en la historia, los suici-
dios reemplazan a los accidentes de tráfico como primera causa de muerte externa
y que las causas de fallecimiento que más aumentaron respecto al año 2007 son
los trastornos mentales y del comportamiento, que subieron un 4,6% y causaron la
muerte de 12.879 personas. También, el estudio realizado por el sindicato de Unión
General de Trabajadores (2009), concluye que un 73% de los encuestados sufre
570 Guerrero, Gómez, Moreno, García-Baamonde y Blázquez
estrés laboral, el 31% ha visto empeorar su salud a causa de los riesgos psicoso-
ciales y siete de cada 10 trabajadores se declaran “quemados”. Los problemas de
salud más frecuentes asociados al estrés en el profesorado son dolores de espalda
y cuello, problemas en la voz, problemas de sueño, sensación de poco tiempo, can-
sancio mental, dificultades de memoria e irritabilidad, entre otros (Extremera, Rey
y Pena, 2010).
A pesar de que nuestro trabajo indica que las variables sociodemográficas no
son buenas predictoras de la salud mental, algunas investigaciones señalan que
las características sociodemográficas y laborales sirven como variables modulado-
ras entre estímulos organizacionales estresantes y sus posteriores consecuencias
(Xanthopoulou, Bakker, Demerouti y Schaufeli, 2007). Concretamente, en nuestra
investigación encontramos que, por un lado, con relación al sexo existen diferencias
significativas en los factores despersonalización y realización, de manera que los
hombres presentan una despersonalización más alta y las mujeres una realización
superior. Estos resultados coinciden con los de Durán, Extremera, Montalbán y Rey
(2005) y Lau, Yuen y Chan (2005) en donde los hombres tienen mayor tendencia
hacia la despersonalización. En cambio, en este último estudio las mujeres presen-
tan un mayor agotamiento emocional, no coincidiendo con nuestros resultados, en
los que las mujeres puntúan más alto en realización. Gold (1985) también encuen-
tra puntuaciones más bajas en mujeres en despersonalización y más altas en reali-
zación. Asimismo, los resultados obtenidos por Bresó et al. (2007) indican que las
mujeres puntúan más alto en agotamiento e ineficacia.
Con respecto a la asociación síndrome del quemado y años de experiencia
docente los resultados obtenidos en nuestro estudio indican que la mayor des-
personalización y el cansancio emocional corresponden al profesorado que tiene
una experiencia profesional de cuatro a cinco años. También el profesorado que
cuenta con una experiencia laboral que supera los 20 años manifiesta un impor-
tante cansancio emocional. Los docentes que menos despersonalización y cansan-
cio presentan tienen menos de un año de experiencia. Estos resultados coinciden
con los estudios de Claro y Bedregal (2003), Llorente, Salanova y Martínez (2005)
y Van Dick y Wagner (2001), que encuentran que las variables que más influyen
en la aparición del estrés y del desgaste emocional son el sexo, la edad (profesores
jóvenes y a punto de jubilarse) y el estado civil (en concreto los docentes solteros),
entre otros. En cuanto a la realización manifiesta, observamos diferencias estadís-
ticamente significativas, presentando más altas puntuaciones el profesorado que
cuenta con una experiencia entre 11 y 20 años. La menor corresponde al grupo
que cuenta con menos de un año de experiencia profesional. Estos resultados se
diferencian de los obtenidos por Muñoz y Lucero (2009) quienes encuentran que
cuantos menos años de servicio mayor es la realización personal y del trabajo. Estos
autores apuntan como causas de este hecho que las personas con muchos años de
servicio presentan mayor agotamiento físico y mental y unas diferencias sociales,
laborales y psicológicas cada vez mayores respecto a las nuevas generaciones.
El grado de satisfacción percibido está estadísticamente asociado al síndrome
del quemado, de manera que los profesores que sienten menor satisfacción presen-
tan las puntuaciones más altas en despersonalización y en cansancio y las más bajas
Síndrome del quemado, afrontamiento del estrés y salud mental 571
en realización. Es decir, sufren mayor desgaste y están más quemados los más insa-
tisfechos. Además, el grado de realización de expectativas iniciales está asociado al
síndrome del quemado, de manera que cuanto menor es el grado de realización
de expectativas más elevadas son las puntuaciones obtenidas en las dimensiones
despersonalización y cansancio y más bajas lo son en realización. En otras palabras,
cuanto menor sea el grado de realización mayor será el de desgaste profesional.
Estos resultados coinciden con los de Schaufeli y Buunk (2002) que señalan que el
síndrome del quemado es el resultado de las diferencias entre las expectativas y la
realidad del día a día profesional. Por otro lado, Meier (1983) afirma que las expec-
tativas, las conductas para lograrlas y el entorno son factores que condicionan el
síndrome del quemado. Del mismo modo, para Cherniss (1980) la falta de ajuste
entre las expectativas y la realidad es la que produce el desgaste emocional. En los
participantes de nuestro estudio, el profesorado que no ha visto totalmente cum-
plidas sus expectativas iniciales obtiene las puntuaciones más altas en la estrategia
huida-evitación. Este resultado contrasta significativamente con los que sí las han
visto realizadas. Además, el profesorado que desea cambiar la docencia por otra
ocupación obtiene los promedios más elevados en despersonalización y cansancio
y los más bajos en realización, es decir, son los que más desgaste profesional pre-
sentan.
Estudios sobre la percepción subjetiva del estrés manifiestan que existen dife-
rencias individuales en el modo de vivir el estrés y que a cada persona le afecta de
diferente manera las situaciones laborales estresantes (Kahn y Byosiere, 1992). La
prevalencia es mayor en el sexo femenino, lo que puede estar relacionado con que
la gran mayoría de los docentes son mujeres (Muñoz y Lucero, 2009). También,
Latorre y Sáez (2009) han demostrado que el tipo de centro docente influye más
en el nivel de estrés percibido que en el nivel de desgaste profesional. En esta línea,
en nuestro estudio hemos encontrado con relación a la valoración de la percepción
subjetiva del estrés, las siguientes asociaciones significativas. Se observa por un
lado, mayor despersonalización y cansancio en los profesores que perciben un alto
nivel de estrés, por lo que demostramos la relación entre el estrés y el síndrome del
quemado. Por otro lado, un alto nivel de estrés percibido está estadísticamente rela-
cionado con la estrategia de afrontamiento huida-evitación (centrada en la emoción
y no dirigida al problema), es decir, los sujetos que se perciben más estresados
recurren a la huida-evitación como mecanismo y recurso de afrontamiento. Estos
resultados coinciden con los de Schaufeli y Enziman (1998) quienes señalan que las
personas que están desgastadas profesionalmente afrontan las situaciones estre-
santes con un estilo pasivo o defensivo. También Chan y Hui (1995) constatan que
los profesores que presentan estrategias de escape o evitación presentan mayor
desgaste profesional. En este sentido, Yela (1996) encuentra que a mayor des-
gaste emocional se emplea con más frecuencia un afrontamiento pasivo. También
Guerrero (2003), señala que el profesorado universitario que presenta un alto grado
de agotamiento emocional y despersonalización es el que más emplean estrategias
pasivas, de aceptación y no orientadas a la búsqueda de soluciones eficaces.
El análisis de la variable grado de compromiso con los objetivos de la educación
indica, en primer lugar, que el profesorado con una actitud comprometida con
572 Guerrero, Gómez, Moreno, García-Baamonde y Blázquez
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