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Cómo mejorar las relaciones personales: 6 claves

esenciales que debes conocer para cultivar


relaciones sanas y duraderas

por Alvaro López Morcillo 6 comentarios

Todos hemos sentido alguna vez cierta pena por no saber gestionar de forma positiva una relación con
alguien que es importante para nosotros.

Quizás te encuentres ahora mismo en una situación en que el desencuentro con tu hijo, con tu pareja o con tu
jefe es evidente, y te estés preguntando

o


0.0.0.0.1 ¿Cómo puedo mejorar esta relación?
 1 Antes debes saber que…
 2 Cómo mejorar las relaciones personales
o 2.1 Comprende al otro
o 2.2 Presta la atención a las pequeñas cosas
o 2.3 Mantén tus compromisos
o 2.4 Aclara las expectativas
o 2.5 Sé una persona íntegra
o 2.6 Discúlpate de forma sincera
o 2.7 Ofrece amor incondicional


 2.7.0.0.1 ¿Por quién vas a empezar?
¿Cómo puedo mejorar esta relación?

Pues bien, en esta entrada te voy a dar las 6 claves esenciales de Stephen Covey para construir mejorar las
relaciones personales.

Antes debes saber que…


Si bien las habilidades derivadas del autoconocimiento son esenciales para la buena gestión personal, las
habilidades sociales son claves en el éxito en comunidad.

Cuando te relacionas con personas que tienen importancia en tu vida interactúas por acción u omisión, de
modo que algunas de esas interacciones suman o son positivas para la relación y otras tienen el efecto
contrario.

Las relaciones de amor y confianza se construyen por acumulación de gestos que vas sumando día a
día. Clic para tuitear

Como ser humano que eres, inevitablemente en ocasiones harás cosas que restarán en la relación.

En ese caso, si tu reserva de amor y confianza es grande, esa resta seguramente no supondrá un deterioro
importante en la relación. smile

Sin embargo, si ya te encuentras en números rojos en tu balance de acciones positivas-negativas, la relación


se verá aún más deteriorada. uneasy

Cómo mejorar las relaciones personales


Una vez entendido lo anterior te voy a explicar las 6 claves con las que descubrirás cómo mejorar las
relaciones personales.

Comprende al otro

Una de las claves más importantes es sin duda comprender realmente a la otra persona.

De hecho se podría decir que es la base, y sin ella es difícil que el resto de cosas que hagamos sume del
modo que esperamos.

Si no comprendes realmente a la persona con la que tienes una relación, muy difícilmente podrás sumar en
su vida. Clic para tuitear

De hecho, acciones que naturalmente para ti suman, pueden ser interpretadas por el otro como acciones
interesadas y en lugar de sumar podrían llegar a restar.

Para comprender plenamente a otra persona has de aprender a escucharla sin juzgarla, haciéndote cargo
de sus preocupaciones, aunque éstas a ti no te parezcan importantes.

Te aconsejo que aquellas cosas que son realmente importantes para una persona a la que amas o respetas las
hagas también importantes para ti, pues es la mejor manera de que esa persona entienda que la
comprendes con suficiencia.

Por ejemplo, si le quitas importancia a todo lo que trata de transmitirte tu hijo, este no se sentirá
comprendido y tampoco sentirá que es importante para ti.

Habrás oído más de una vez aquello de “Trata a los demás como quieres que ellos te traten a ti”.

Pues para hacerlo primero has de “comprender a los demás como quieres que ellos te comprendan a ti”.
Sólo cuando comprendes a la otra persona puedes tratarla como ella espera y por tanto sumar en la relación.

Es por tanto una regla de oro para las mejorar las relaciones personales y basarlas en el amor, respeto y
confianza.
Presta la atención a las pequeñas cosas

Pequeños toques hacen grandes rasgos.

Las pequeñas acciones, tanto las que suman como las que restan, siempre tienen un gran impacto en
las relaciones, y es por eso que es importante cuidarlas.

Los gestos de cariño, de generosidad frecuentes suman sin duda a la relación, mientras que las faltas de
respeto, ironías, suspicacias, reproches… no hace falta que te diga el efecto que tienen.

 Un beso cada mañana antes de que tu pareja salga por la puerta


 Decir buenos días cada vez que entras al trabajo
 Interesarte por la salud de la familia de tus amistades
 Jugar durante un rato con tus hijos
 Agradecer lo que alguien haga por ti
 …

Confecciona esta lista tú mism@ y hazlo por disfrute, sin pensar qué llegará a cambio. Es un excelente
ejercicio para mejorar las relaciones personales

Mantén tus compromisos

Al romper una promesa importante, siempre te llevas con ello parte de la confianza que la otra persona ha
depositado en ti Clic para tuitear

Nuestro crédito se perderá, y al hacer una nueva promesa no nos creerán.

Las personas construyen sus expectativas en base a las promesas de los demás. Por ello,
independientemente de las circunstancias, no hagas una promesa que no tienes intención o garantías de
poder cumplir.

Es bastante habitual que al sentirnos culpables por haber decepcionado a otra persona le hagamos una
promesa que realmente no podemos cumplir, o que más tarde consideremos no es apropiada.

Es el ejemplo de un padre que promete a su hijo llevarle al circo o al parque y que al no poder cumplir esa
promesa responde con otra promesa aún mayor o poco conveniente como, “te voy a comprar muchas
chucherías”

Te cuento una breve anécdota personal:

Cuando trabajaba como Gerente de Proyectos, era habitual que pidiera informes a personas de mi equipo.

En una ocasión le pedí un informe específico a un supervisor que llevaba poco tiempo en la empresa.

Le di 3 días para finalizar el trabajo, si bien él en su ánimo de agradar se comprometió a entregarme


el informe al día siguiente. Yo era consciente de que no iba a ser capaz de realizarlo, pero le dejé
comprometerse con ese plazo.

Pasaron dos días y no me había entregado el informe. Entonces decidí interesarme y le pregunté cómo lo
llevaba: muy apurado me respondió que habían surgido otras prioridades etc..

Yo amistosamente le hice ver que él mismo se había encerrado en su propia trampa, y que si fallaba con
frecuencia en el cumplimiento de sus compromisos difícilmente iba a lograr conseguir la confianza que
requería la naturaleza de su puesto.
Aclara las expectativas

Las cosas claras y el chocolate espeso

Seguramente en algunas de tus relaciones hayas establecido expectativas implícitas basadas en el rol de la
otra persona y el tuyo propio.

La otra persona, al satisfacer tus expectativas te genera energía positiva, mientras que si no lo hace te hace
sentir mal.

Es habitual hacer valoraciones acerca del comportamiento de la otra persona cuando esta no cumple las
expectativas, pero lo cierto es que si no aclaras tus expectativas sólo tú eres tú responsable de las
situaciones negativas que eso genere, por mucho que quieras trasladar esa responsabilidad al otro.

Por eso es tan importante que hables claro con la otra persona acerca de qué esperáis el uno del otro en
la relación, especialmente si os encontráis en el inicio de la misma.

En relaciones laborales, muchas veces las expectativas no son claramente transmitidas a la hora de la
contratación, y ocurren cosas como que una persona que tiene por contrato trabajar hasta las 6 al marcharse
a esa hora genera decepción en su superior porque espera que demuestre su compromiso con la empresa.

El caso contrario también sucede: una trabajadora de mi anterior equipo se solía quedar hasta tarde en la
oficina ya que creía que iba a valorar de un modo positivo su sobre esfuerzo, sin embargo yo tenía la
sensación de que era improductiva.

Con los hijos, las expectativas hay que ir definiéndolas permanentemente, no sólo de padres a hijos sino
también en sentido contrario. Es por ello importante que preguntes a tus hijos qué esperan ellos de ti y te
hagas sensible con sus expectativas.

Lo sé, aclarar expectativas a veces te puede resultar algo violento, pero es importante que lo hagas
para evitar futuros malos entendidos o decepciones que puedan tener peores consecuencias.

Sé una persona íntegra

La integridad personal es sin duda la base de cualquier relación de confianza Clic para tuitear

Si eres una persona detallista, que mantiene sus promesas, etc.. pero al mismo tiempo actúas sin integridad,
no podrás construir una relación personal duradera basada en la confianza.

Para ser integro es importante no faltar a la verdad, entendiendo por mentira: “toda comunicación que
intenta engañar”. Pero, la integridad va más allá de decir la verdad. Déjame que te muestre la diferencia:

 Cuando eliges tus palabras de modo que se correspondan con lo que ha ocurrido en realidad, eres
una persona veraz.
 Cuando eliges tus palabras de modo que se correspondan con lo que ocurrirá en realidad, eres una
persona íntegra.

Es decir, ser íntegro conlleva cumplir promesas y satisfacer expectativas además de decir la verdad.
Ser leal a las personas que no están presentes es una de las maneras más profundas de ser íntegro, lo cual
generará confianza en los que sí están presentes.

Si te muestras cercano y agradable a una persona en su presencia y luego la criticas a sus espaldas, es
probable que la persona que oiga esa crítica piense que harás lo mismo con respecto a ella.
También es el caso de que alguien te cuente algo que es confidencial y se lo cuentes a otra persona cercana
por el mero hecho de que es muy amiga tuya…

Discúlpate de forma sincera

Si por alguna razón no cumples las promesas o satisfaces las expectativas o confianza que otras personas
han depositado sobre ti, has de tratar de disculparte con rapidez y de corazón. Para disculparse hay que
trabajar la confianza en uno mismo.

Las personas con baja estima tienen dificultades para disculparse porque hacerlo les hace sentir aún más
vulnerables.

El débil es el cruel. La amabilidad sólo puede esperarse del fuerte. Leo Roskin

Las disculpas sinceras generan positividad, mientras que las disculpas reiteradas y poco sinceras
tienen el efecto contrario. Disculparse no es sólo útil para enmendar el daño que has hecho a otra persona,
sino que también sirve para subsanar una expectativa propia que no has satisfecho.

Te lo explicaré con una anécdota personal:

Un buen amigo me comentó un día algo que tenía remordimientos de conciencia, ya que había reñido a su
hijo de dos años con un tono que consideraba había sido excesivo.

Yo le propuse que se disculpara con su hijo, y él me dijo que su hijo era muy pequeño, que ya se le había
pasado y que no se iba a enterar de nada.

Yo le expliqué que aunque su hijo no se enterara, él sí lo haría y quizás eso le ayudara a saldar su
sentimiento de culpa.

Ofrece amor incondicional

Al amar incondicionalmente a otra persona le estás ayudando a sentirse segura y valorada por lo que es en
esencia Clic para tuitear

Si no ofreces tu amor incondicional las otras personas se sentirán limitadas por miedo a las consecuencias
asociadas a no escuchar tus consejos, ruegos, condiciones o exigencias.

Es decir, tu amor incondicional favorecerá la cooperación, contribución, autodisciplina e integridad de


la persona que lo reciba, ya que se sentirá libre de ser y comportarse como desea ser en esencia.

Por ello es importante el respeto y amor hacia los hijos cuando estos no procedan del modo que esperas
como su progenitor.

Amor incondicional significa no esperar nada a cambio.

Si lo practicas a diario te garantizo que con el tiempo llegará todo aquello que realmente deseas de esa
persona.

Bueno, ya conoces las claves para mejorar tus relaciones personales.


Claves para mejorar tus relaciones personales
03/07/2014 por Vanessa Carreño Andrés 4 comentarios

Vivimos rodeados de gente. Sin exagerar me atrevería a decir que una persona normal, con un trabajo, que
haga compras, que quede con amigos, que hable con su familia, que camine por la calle, que haga alguna
actividad en grupo, que utilice las redes sociales… puede llegar a relacionarse con unas cincuenta personas
en un día. Con unos hablas más y con otros menos, con unos tienes más confianza y con otros menos, con
unos pasas más tiempo y con otros menos, unos te importan más y otros menos. Pero todos generan en ti
emociones y tú también se las generas a ellos. Por eso, porque somos seres sociales y porque es
imposible vivir de espaldas al mundo, necesitamos prestar atención a cómo nos relacionamos con los
demás si queremos ser felices y sentirnos bien.

Por supuesto, no se trata de que necesitemos a los demás para ser felices. Eso sería dependencia emocional.
Y una persona feliz no lo es por los otros, lo es por sí misma. De hecho, lo primero para poder llevarte
bien con los demás es llevarte bien contigo mismo. Conocerte, entenderte y saber cómo darte lo que
necesitas – ya sea amor, aceptación, cuidados, descanso u otra cosa- para que, cuando te relaciones con
los demás, lo hagas desde un ser completo que no exige ni busca nada.

Esa es la primera clave para mejorar tus relaciones personales: no exigirles a otros lo que no te estás
dando tú. Y a partir de ahí hay muchas más que puedes poner en práctica cada día, en cada encuentro y con
cada persona (un amigo, un compañero de trabajo, tu familia, tu pareja o el camarero que te pone un café)
para conseguir tener unas relaciones personales sanas, felices y duraderas. Una vez más, depende de ti. Y,

además, es mucho más fácil de lo que crees. Mira, mira

 Interésate por los demás: preguntándoles qué tal están, qué tal ese asunto que les tenía
preocupados; ofreciéndoles tu ayuda cuando la necesiten; alegrándote por ellos cuando les vaya bien;
llamando o quedando con las personas que te importan de vez en cuando, devolviendo las
llamadas…
 Escucha de verdad cuando estés hablando con alguien. Con total atención y entrega a esa persona
y haciéndola sentir valorada e importante. Sin juicios, sin opiniones y sin consejos si no te los ha
pedido.
 Deja huella en los demás con tu forma de ser positiva, honesta y abierta. Esfuérzate por ser una
persona agradable y fácil de tratar, de esas que transmite confianza, muestra respeto y contagia
alegría allá por donde pasa.

“Puedes hacer más amigos en dos meses interesándote sinceramente en otras personas que los que puedes
hacer en dos años al tratar de que la gente se interese en ti” (Dale Carnegie)

 Fíjate en las cosas buenas de las personas, en lo que te gusta de ellas, y no en lo que hacen mal o
lo que te molesta. Normalmente se nos da muy bien echar la bronca y decir lo que no nos gusta, y
nos olvidamos de que lo que fortalece las relaciones personales es precisamente lo contrario, decir lo
que sí nos gusta.
 Así que díselo. Diles a las personas de tu entorno lo que más te gusta de ellas, lo que crees que
hacen bien, lo que valoras, lo que les agradeces… Sin esperar a que esa persona te lo pregunte o a
que necesite oírlo.
 Relaciónate con empatía, que es mucho más que ponerte en el lugar del otro. Es entender sus
opiniones aunque no sean las tuyas, compartir cómo se siente aunque tú no te sientas así, e
identificarte con él tanto como seas capaz. Algo así como acompañarle desde su propia piel.
 Sonríe mucho. No termino de entender porque, en general, nos cuesta tanto sonreír, ¡con lo mágico
que es lo que sucede cuando lo haces sin motivo! Y es que una de las cosas que más nos gustan y que
mejor impresión nos causa es eso, que nos sonrían porque sí. Te sientes bien tú, le haces sentir bien
al otro y cuando te devuelve la sonrisa, ¡te sientes aún mejor! Y sin necesidad de decir nada, ¡solo
con un gesto!
 Da lo que quieres recibir antes de recibirlo, y solo por el placer de darlo. Si quieres que alguien
te ayude, ayuda tú a alguien. Si quieres que alguien te abrace, abraza tú a alguien. Si quieres que
alguien te de las gracias, empieza dándolas tú. Muchas personas esperan a recibir sin darse cuenta de
que así nunca dependerá de ellos.

“La vida es como el eco. Si no te gusta lo que recibes, presta atención a lo que emites”

 Recuerda siempre que cada uno es, piensa y se comporta según sus experiencias, sus valores y
sus creencias. Y que eso hace que otro pueda tener opiniones, pensamientos y sentimientos
diferentes y tan válidos como los tuyos. Aceptarlo es entender que esa otra persona no está loca,
sencillamente no es tú.
 Se una persona de esas que suman en la vida de otros, que les hacen sentir bien, les motivan, les
ayudan y les impulsan a ser quien quieren ser y como quieren ser. Que no les ponen frenos, sino que
les hacen sentir que pueden conseguirlo, que son capaces y que se lo merecen.

La gente olvida lo que dices, la gente olvida lo que haces, pero nunca nunca olvidan cómo les haces sentir
(Maya Angelou)

 Pasa de los cotilleos y de las críticas y no te burles ni juzgues a otros por lo que hagan, por lo que
digan o por las decisiones que tomen.
 Deja de poner tus expectativas en los demás, esperando que se comporten o hagan lo que tú
pensabas que harían. Cada persona hace lo que considera mejor en ese momento, así que no saques
las cosas de contexto ni pienses cosas como que ya no te quiere. Tú sabes reconocer cuando alguien
te quiere y te trata bien, ¿no? Pero eso es distinto a querer que haga lo que tú esperas (cuando nos
pasa esto el conflicto suele estar más dentro de uno mismo que fuera). Aprende a querer a las
personas por lo que son, no por lo que te gustaría que fuesen.
 Antes de adivinar lo que piensa o lo que siente alguien, lo que le ha molestado o lo que quiere,
sobre ti o sobre lo que sea, ¡pregúntaselo! Esa bola de cristal con la que a veces adivinamos lo que
les pasa a los demás o pretendemos que ellos adivinen lo que nos pasa a nosotros sólo nos sirve para
montarnos películas y propiciar roces y malentendidos.
 No hagas a otros aquello que no quieres que te hagan a ti, pero tampoco hagas a otros aquello
que quieres para ti. Porque cada persona es diferente y tiene deseos y necesidades diferentes y que
a ti te guste eso no significa que a los demás les guste.
 Y, sobre todo, se como eres de verdad, sin mascaras, sin miedo a mostrar tu vulnerabilidad, sin
estar pensando en que tienes que ser divertido, gracioso u ocurrente… sino solo siendo autentico.
Eso es lo que los demás van a valorar de ti, que seas tú mismo. Lo demás son historias de tu mente

Como siempre, me encantaría conocer tu opinión en los comentarios. ¿Cuál de estas ideas vas a poner en
práctica hoy?

Y si quieres que te ayude a mejorar tus relaciones personales puedes escribirme a vanessa@coachingtobe.es
10 principios a seguir para mejorar tus relaciones interpersonales

DECALOGO DEL BUEN TRATO

1. Trata a los demás como deseas ser tratado: Esperar que las
demás personas te traten de manera cordial, respetuosa y que valoren
la persona importante que eres, es algo ilógico cuando no eres una
persona que trata a las personas teniendo en cuenta estos parámetros
con los que esperas ser tratado. Recuerda que de la manera en la que
seas con otros de la misma forma los otros serán contigo.

2. Saludar con cordialidad: Cuando saludes a la gente hazlo de buena manera, con gusto y alegría, que se
note que estas feliz y que irradies esa energía positiva que pueda inyectar de buenas vibras a otros. Un
saludo forzado y sin cordialidad no transmite un mensaje positivo, en ese caso sería mejor no ofrecerlo.

3. Ofrecer una sonrisa: Somos la única especie sobre la tierra que tenemos la capacidad de sonreír,
entonces porque no aprovechar este regalo para ofrecer un poco de alegría a otros. Una simple sonrisa no te
cuesta nada y si puede causar una reacción sumamente positiva en otros.

4. Prestar tu apoyo cuando creas que puede ser necesario: Muchas veces encontramos a otras personas
que se encuentran estresadas y colmadas por tantas responsabilidades que necesitan de una mano para que
puedan sentirse un poco más relajados, si esta en tus manos prestar un tipo de apoyo, a veces con pequeñas
cosas hacemos grandes acciones en la vida de otros. Fíjate que puedes hacer por otros para ayudarles a
aligerar su carga, y toma acción siempre que te sea posible. La gente te lo agradecerá y estará muy feliz de
contar contigo.

5. Agradecer: Ser una persona agradecida con todo aquello que llega a nuestra vida es un hábito que
deberíamos cultivar todo el tiempo. Agradece a Dios por cada bendición que hay en tu vida, agradece a otros
el apoyo que te ofrecen, y no olvides pronunciar la palabra mágica siempre que recibas una mano amiga en
lo que sea que estés haciendo “GRACIAS” es una sencilla palabra, que agrada mucho a los oídos de otros.

6. Pedir las cosas Por favor: Algo que podría ser muy desagradable a los oídos de cualquiera es el hecho de
escuchar a alguien que espera que hagan algo por él, exigiéndolo, de manera descortés. Otra palabra
poderosa que logra que la gente te presente apoyo con gusto es “POR FAVOR” una petición hecha de forma
respetuosa, cordial y acompañada de estas palabras logran más que una exigencia o demanda inmediata.

7. Cultivar la paciencia: La paciencia es una virtud que podemos aprender a desarrollar, realmente a veces
nos cuesta mucho entender que lo todas las personas actúan de la misma forma que nosotros, tienen otro
entendimiento, diferente ritmo para hacer las cosas y en general funcionan totalmente diferente y esto
requiere paciencia para que podamos lograr una relación basada en la comprensión y el buen trato. Si la
paciencia no es una de tus virtudes preocúpate por cultivarla pues te ayudará a mejorar tus relaciones
interpersonales más de lo que crees.

8. Cultivar la tolerancia: Esta característica va muy de la mano con la paciencia, tolerancia significa
respetar a otros en su totalidad, sin importar que sea diferente a nosotros, si sus preferencias son opuestas o
si no cuadran con lo que consideramos perfecto. La tolerancia nos permite aprender a convivir con todas las
personas, pues todas tenemos los mismos derechos al vivir en este planeta.

9. Predicar con el ejemplo: La mejor forma de enseñarle a otra persona como tratar bien a otros es siendo
tu el ejemplo de ello, seguir los principios del buen trato de manera que otros tengan ese modelo a seguir
facilitará que otros deseen seguir tu modelo.

10. Ponerte en el lugar de los demás: Cultivar la empatía, es algo importante para mejorar en las relaciones
interpersonales y mejorar en cualquier campo de nuestra vida. Cuando aprendemos a ponernos en los
zapatos del os demás, podemos comprender la situación que están viviendo y lograr pensar en cosas que
podrían ayudarles a mejorar su situación. No se trata de justificar sus decisiones y sus errores, solamente
adentrarnos en lo que esa otra persona piensa, siente y la forma en la que ve su mundo de manera que
podamos entender porque su reacción. La gente encontrará muy agradable el saber que tienes la capacidad
de entenderlo al mismo tiempo que lo escuchas y le ayudas a buscar una solución a sus preocupaciones.

Sobre la autora:
Tres Estrategias PNL para Mejorar tus Relaciones
Personales

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Primera estrategia:

Una de las condiciones de la buena forma para la fijación de objetivos que nos enseña la Programación
Neurolingüística es que las metas u objetivos que nos fijemos deben depender sólo de nosotros y en
ningún caso de terceras personas; ahora, esto no quiere decir que no puedas fijarte objetivos relacionados
con seres queridos, compañeros de trabajo, amigos o vecinos.. al contrario: no sabrás el poder que tienes si
no lo intentas! Todo lo que desees lograr en tu vida está en tus manos, aun cuando ese algo involucre a
terceras personas.
Lo que es interesante de esta enseñanza de la PNL es su traducción en el gran poder que tenemos en nuestras
vidas. Aun cuando la propuesta nos lleve a pensar que en realidad nuestro poder es limitado, no es así, es
todo lo contrario.

Por ejemplo, si tu hijo adolescente está rebelde, se comporta de forma desobediente y eso te está agobiando,
entonces es lógico pensar que te gustaría ver un cambio en la forma cómo él se comporta. Ahora
contrastemos una formulación incorrecta y una correcta de este objetivo, de acuerdo con lo que nos
enseña la PNL:

Incorrecto:

-Lograr que mi hijo sea más obediente y considerado conmigo

Por la forma como está expresado, este objetivo no depende de ti, depende de tu hijo. No cumple con las
condiciones de la buena forma para la fijación de objetivos.

Correcto:

-Lograr gestar en mi mismo los comportamientos, sabiduría y herramientas necesarios para influir de forma
positiva en el comportamiento de mi hijo.

¿Te das cuenta de la diferencia?

Este segundo objetivo depende de ti, quieres cambiar primero tú y tienes un enfoque ecológico hacia el
comportamiento de tu hijo adolescente. Cuando hablamos de PNL hablamos de ecología, de armonía, de
realizar los cambios por el camino de menos resistencia y los cambios más poderosos siempre comienzan
por nosotros mismos, especialmente cuando estamos hablando de un ser querido tan cercano como un hijo.
¿Tiene sentido?

—————————-

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Segunda Estrategia:

Seguimos con el mismo ejemplo.

Tienes un objetivo claro, ecológico, que depende de ti mismo y que acepta el poder que tienes de
transformar tu vida primero y luego como consecuencia de tus cambios internos, experimentarás cambios en
las personas que te rodean.

Ahora podemos potenciar ese objetivo con este agregado que le van a sumar mucho poder a tu objetivo:

Gracias a la PNL aprendemos que la forma como nos comunicamos con nosotros mismos y con los demás
genera sensaciones y emociones que nos alinean o alejan del logro de nuestras metas. La PNL nos insta
a usar palabras poderosas que nos llenen de poder y de actitud positiva. Una de esas palabras, que además yo
recomiendo siempre para la formulación de afirmaciones es la palabra decido. No es lo mismo plantearse un
objetivo usando la forma infinitiva del verbo que hacerlo con un verbo poderoso como DECIDIR y en
primera persona. Compara tú mismo:

Objetivo Correcto:
 Lograr gestar en mi mismo los comportamientos, sabiduría y herramientas necesarios para influir de
forma positiva en el comportamiento de mi hijo.

Objetivo Correcto y con honores! :

 Yo, ___________ decido lograr gestar en mi mismo los comportamientos, sabiduría y herramientas
necesarios para influir de forma positiva en el comportamiento de mi hijo.

¿Notas la diferencia? Cuando usas la palabra DECIDO estás hablando de una determinación y al hacerlo se
mueven emociones e imágenes mentales que te ayudan en el logro de ese deseo, te hacen sentir más
congruente, más motivado. ¿Te das cuenta el poder que una sola palabra tiene?

Tercera Estrategia:

Ahora que hablamos de imágenes entonces vamos a agregar a ese objetivo un tercer ingrediente ultra
poderoso: la imagen mental de lo que quieres lograr, en otras palabras: usamos el poder de la
visualización, una de las más poderosas herramientas de la Ley de la Atracción y la PNL.

¿Qué imagen mental despierta en ti ese objetivo que acabamos de enunciar? Piénsalo por un momento.
Recuerda que el protagonista eres tú y tus sensaciones. Así que una excelente elección de imagen mental
tendría que girar sobre ti, sobre cómo te vas a sentir tú durante el proceso de ese objetivo hecho realidad,
cuando comiences a sentir y a experimentar esos cambios en ti que van a reflejarse en los cambios en tu hijo
adolescente.

¿Cómo te sientes?

¿Qué ves?

¿Hay algo por lo que estés agradeciendo?

¿Cómo se siente estar en el camino del logro?

¿Qué sensaciones despierta eso en ti?

Ya es una realidad o está en proceso de serlo y tú lo sabes… entonces busca dentro de ti la imagen que más
te llene de PAZ y esa es la que vas a usar como herramienta de visualización durante el enunciado de tu
objetivo.

Ahora, ponlo por escrito, visualízalo y ve la magia pasar

Como sé que quieres aprender mucho más de PNL y deseas estudiar más a fondo esta disciplina, recuerda
que esta semana Xavier Illinworth está compartiendo una saga de videos con tips de programación mental en
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con amor,

eli

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