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Estado de necesidad

[DP] Causa eximente de responsabilidad criminal por la que una persona para proteger un bien
jurídico y evitar un mal propio o ajeno que suponga peligro actual, inminente, grave, injusto,
ilegítimo, e inevitable de otra forma legítima, menoscaba otro bien jurídico cuyo daño no
puede ser mayor al que intenta evitar, siempre y cuando el mal que intenta evitar no haya sido
provocado intencionadamente por el propio sujeto y éste no tenga obligación de sacrificarse
por razón de su oficio o cargo. Ej.: agente de policía que golpea a un detenido que se
encuentra esposado para evitar que se autolesione. iSSt CP, art. 20.5.°
Eximentes.

(Derecho Penal) Hecho justificativo que excluye la responsabilidad penal de aquel que se
encontró ante la obligaciónde realizar un acto catalogado como delictivo para neutralizar un
peligro.
(Derecho Civil) y (Derecho Administrativo) Véase Necesidad.

Derecho Penal

Podemos definir el estado de necesidad como aquél en el que no existe otro remedio que la
vulneración del interés jurídicamente protegido de un tercero ante una situación de peligro
actual de los intereses propios, así mismo, tutelados por el Derecho. Son, pues, dos notas las
que caracterizan el estado de necesidad:

a) Colisión de bienes jurídicamente protegidos.

b) Inevitabilidad del mal ocasionado.

Su diferencia de la legítima defensa, que es otra situación que responde a un principio general
y genérico de necesidad, es clara: en ella existe una agresión ilegítima determinante de la
pugna de intereses, mientras que en el estado de necesidad la colisión de intereses proviene
de una situación de hecho sin que exista ilicitud inicial.

En cuanto a su fundamento, y transcendiendo el estado de necesidad del ámbito puramente


penal, no es de extrañar que se hayan formulado numerosas teorías. Así las que hablan de
decaimiento de la Ley Positiva ante la Natural, la que la basan en el instinto de conservación
etc.

El Derecho moderno sigue la Teoría Objetiva de la Colisión de Bienes o Derechos de BERNER


que permite asentar jurídicamente, de modo correcto, el estado de necesidad. Así, y siguiendo
el principio del interés preponderante, en que se basa esta eximente, se afirma que, cuando
exista colisión entre bienes o derechos desiguales el Estado debe proteger
el derecho superior o más valioso; por tanto, el que sacrifica un derecho inferior para salvar
otro de mayor importancia, no será castigado. Si los derechos en conflicto son iguales no
puede hablarse de justificación, sino sólo de inculpabilidad ya que lo que fundamenta aquí la
irresponsabilidad del agente es la inexigibilidad de conducta distinta. Así, existen dos clases
de estado de necesidad:

a) Estado de Necesidad Justificante. Se produce cuando están en conflicto bienes desiguales.

b) Estado de Necesidad Exculpante. Se produce cuando entran en conflicto bienes de igual


valor.

No hay verdadero estado de necesidad ni, en consecuencia, causa de justificación o


inculpabilidad cuando concurren bienes desiguales y el que actúa es el titular o el defensor del
bien menor.

Las consecuencias de ambas formas son diferentes. En el primer caso se trata de una causa
de justificación y ello trae los efectos propios de estas eximentes. En el segundo caso, al ser
una causa de inculpabilidad, se da una inmediata responsabilidad civil, legítima defensa etc. La
única especialidad es que en el caso de estado de necesidadjustificante se produce
también responsabilidad civil, que no queda excluida junto a la responsabilidad criminal para
todos los partícipes en el hecho. Así, el art. 118.1.3.ª C.P., todavía con excesiva fidelidad a la
redacción del Código de 1870 que sólo contemplaba esta eximente en relación a los delitos
contra el patrimonio, establece que en el caso del núm. 5 del art. 20 serán responsables civiles
directos las personas en cuyo favor se haya precavido el mal, en proporción al perjuicio que se
les haya evitado, si fuera estimable o, en otro caso, en la que el Juez o Tribunalestablezca
según su prudente arbitrio. Cuando las cuotas de que deba responder el interesado no sean
equitativamente asignables por el Juez o Tribunal, ni siquiera por aproximación, o cuando
la responsabilidad se extienda a las Administraciones Públicas o a la mayor parte de
una población y, en todo caso, siempre que el daño se haya causado con asentimiento de
la autoridad o de sus agentes, se acordará, en su caso, la indemnización en la forma que
establezcan las leyes y reglamentos especiales.

No obstante, el fundamento de esta responsabilidad civil no deriva


del estado de necesidad justificante, sino delprincipio de gestión de negocios ajenos o, más
propiamente, del enriquecimiento sin causa (ANTÓN ONECA), ya que el civilmente
responsable es la persona en cuyo favor se haya precavido el mal y
la indemnización corresponde al titular de los bienes jurídicos salvados, sea o no el autor del
hecho. Nuestra jurisprudencia sigue este punto de vista(S.T.S. 24 de enero de 1995).

Es de resaltar que el legislador no ha tipificado expresamente la doble modalidad


del estado de necesidad, justificante y exculpante, ya que ante la existencia de algunos
partidarios de la teoría monista en nuestra doctrina (GIMBERNAT) ha preferido no decantarse
expresamente por una opción doctrinal concreta. No obstante el precepto tan sólo presentaría
dificultades para una intelección monista del mismo.

En cuanto al ámbito, según el Código, comprende:

- El auxilio propio, que es el supuesto en el que el titular del bien superior atacado lesiona otro.

- El auxilio necesario, que es el caso en que el sujeto atacante es un tercero que actúa en
protección del bien jurídicoajeno (S.T.S. 5 de diciembre de 1994). Parte minoritaria de
la doctrina entiende que el auxilio necesario no queda comprendido en
el estado de necesidad exculpante y sólo en el justificante.

El estado de necesidad viene definido y regulado en el art. 20.5 C.P., según el cual está exento
de responsabilidad criminal el que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno
lesione un bien jurídico de otra persona o infrinja un deber, siempre que concurran
determinados requisitos. Estos son:

1.º Que exista un verdadero estado de necesidad. Es decir, una situación acuciante
de conflicto entre dos bienesjurídicos que además requiera de modo inevitable para
su resolución la lesión o puesta en peligro de uno de ellos. Ello implica la imposibilidad de
acudir a otros medios para remediar la situación que padece el sujeto y el consiguiente
criterio subsidiario en la apreciación de la eximente (S.T.S. 23 de octubre de 1995 o A.T.S. 8 de
mayo de 1996).

El conflicto que subyace el estado de necesidad debe ser apreciado objetivamente ya que el
error sobre esto determina la existencia de eximente putativa, si bien no se excluyen del todo
determinados factores subjetivos en lavaloración que hace el sujeto de dicha situación,
siempre que no afecten a la configuración básicamente objetiva de la realidad de la situación,
que la jurisprudencia requiere que sea angustiosa o perentoria. El Tribunal Supremo exige, así
mismo, el requisito de necesidad o inevitabilidad del acto interpretándolo actualmente en el
sentido de que, en caso de inacción, el mal que se evita se hubiera producido sin que haya otro
medio normal de evitarlo atendidas lascircunstancias del hecho y del sujeto. Ello responde a la
idea de que la inevitabilidad no puede ser exigida entérminos tan absolutos que desconozcan
estas circunstancias valorativas o la eximente sería, así, de imposibleaplicación. Aunque
la necesidad del acto se exija de un modo absoluto e inmediato, dicen la SS.T.S. 8 de junio de
1994 y 30 de septiembre de 1994, la valoración de estos requisitos no puede hacerse tan sólo
con criterios objetivos sin tener en cuenta el estado anímico de la persona actuante.

2.º Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar. Ha de concurrir, por tanto,
un mal que lajurisprudencia (SS.T.S. 22 de abril de 1983; 30 de octubre de 1994 o 9 de junio de
1995) exige que sea: real y efectivo; grave, atendida la importancia de los bienes amenazados;
inminente, siempre que el alejamiento en el tiempo pueda suponer posibilidad de precaver el
mal al bien mayor sin necesidad de tener que conculcar el menor, y, sobre todo,
proporcionado a la situación, es decir, que el mal que se cause no sea mayor que el que se
trata de impedir, lo que repugnaría la lógica más elemental.

El principal problema que se plantea es, pues, el del exceso en el estado de necesidad. Ofrece
dos posibilidades:

- Que el mal ocasionado sea mayor que el que se trata de evitar conociéndolo el sujeto tal
circunstancia, caso éste en el que, todo lo más, pudiera concurrir en algunos casos eximente
incompleta del art. 21.1 C.P.

- El estado de necesidad putativo que luego veremos.

Para la valoración del mal deberá atenderse preferentemente a los criterios del propio Código
que se expresan fundamentalmente a través de la gravedad de las penas, pero sin excluir la
que resulte de la comparación de los bienes en conflicto con los valores constitucionales que
ampara la norma penal y teniendo en cuenta la inminencia de los males que concurren.

3.º Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto.
El conflicto no ha de ser intencionalmente provocado. Ello excluye los supuestos en que la
situación de necesidad ha sido causada por el sujeto mediante dolo, aunque sea eventual. Son
compatibles, pues, aquellas situaciones de necesidad nacidas de conductas fortuitas o culposas
del sujeto. La intencionalidad habrá de estar referida al resultado y no entenderse como
voluntariedad de la conducta, pues, como es sabido, en el actuar imprudente sólo la conducta
es querida, no así el resultado.

En caso de auxilio necesario de un tercero en una situación de necesidad provocada por el que
la padece, al referirse, como recuerda FERRER SAMA, la exigencia del Código al sujeto
actuante, al no ser el tercero actuante elcausante de la situación de peligro, debe quedar
cubierto por la eximente.

4.º No tener el necesitado obligación de sacrificarse por su cargo u oficio. La obligación o deber
habrán de estar jurídicamente impuestos, bien por la ley, bien por contrato y se refiere a la
exigencia impuesta al sujeto por ese deber de soportar los riesgos o peligros que entraña la
situación de necesidad y en la medida que tal deber se lo imponga. La carga que se impone al
sujeto tiene como fundamento la posibilidad de preservar el bien en peligro mediante la
actuación del sujeto. Si con esto no fuera objetivamente posible salvaguardar el bien,
este requisito no podría exigirse. Tampoco se aplica este requisito al auxilio necesario, aunque,
como recuerda RODRÍGUEZ DEVESA, elbeneficiario tuviera que sacrificarse.

5.º El animus conservationis. Se extrae este requisito de la necesidad de actuar «para evitar
una mal propio o ajeno» que determina el art. 20.5. Consiste en la intención del sujeto
actuante de salvaguardar el bien jurídico superioratacado.

En cuanto a modalidades o grados de esta eximente distinguimos:

1) Eximente incompleta.- Se produce cuando no concurre alguno de los requisitos que integran
el estado denecesidad, lo que provoca, según el sistema del Código, la degradación de
la eximente a atenuante por ministerio del art. 21.1 C.P., generalmente en calidad de muy
calificada, como se desprende del art. 68 C.P. No obstante, hay que precisar lo siguiente:

a) Si falta el propio estado o situación de necesidad, es decir, el requisito implícito en el art.


20.5 C.P. de conflictoentre diversos bienes jurídicos de modo que sea inevitable acudir a la
realización del mal que implica el delito para librarse del mal que amenaza, porque no hay otro
medio de impedir este último; la situación de necesidad desaparece por falta de base fáctica y
no puede apreciarse ni eximente ni atenuante. Este punto de vista es invariablemente seguido
por nuestra jurisprudencia (SS.T.S. 27 de diciembre de 1994; 1 de marzo de 1995; 30 de mayo
de 1995, 16 de junio de 1996 o 28 de marzo de 1996).

b) Igualmente, si el sujeto obra impulsado por otros móviles diferentes a salvaguardar el bien
mayor atacado no puede apreciarse tampoco la eximente ni como completa ni como
incompleta (SS.T.S. 20 de marzo de 1991 y 25 de abril de 1994). La ausencia de animus
conservationis excluye la exención.

c) Caso de faltar cualquiera de los demás requisitos, estamos ante el caso de la eximente
incompleta. Si el sujeto cree erróneamente que su acción es inevitable estamos ante
un estado de necesidad putativo, no ante una eximente incompleta.

2) Estado de necesidad putativo.- Se produce en el caso de concurrir en el sujeto agente la


creencia errónea de hallarse en situación de necesidad cuando realmente no es así. Se trataría
de un típico error de prohibición. Puede ofrecer tres supuestos según el extremo sobre el que
verse el error del sujeto:

a) Inexistencia de peligro del bien jurídicamente protegido, pese a la creencia errónea del
sujeto. Se ha de aplicar el art. 14.3 C.P. y, por tanto, si el error es invencible, queda excluida
la culpabilidad. No sería, pues, causa dejustificación, pero sí de inculpabilidad y, si es vencible,
se aplicaría la pena inferior en uno o dos grados.

b) Posibilidad de salvaguardar el bien jurídicamente protegido por medios no dañosos


o perjudiciales. La solución es idéntica a la del caso anterior por aplicación del art. 14.3 C.P.
c) Causación de un mal mayor. La solución sería idéntica a la de los casos anteriores.

No obstante, como algunos autores prefieren y ha considerado la jurisprudencia en ocasiones,


se produciría en muchos supuestos de estado de necesidad no un error de prohibición, sino
un error de tipo al recaer el error sobre alguno de los elementos de hecho de la eximente. Tal
sería el caso de los tres supuestos acabados de exponer. Lacuestión tiene trascendencia ya
que, al aplicar el art. 14.1 C.P., en caso de error vencible si no hay
prevista comisiónimprudente del delito en concreto la conducta quedaría impune, al igual que
si el error hubiera sido invencible o que en el caso de eximente simple no putativa. Tampoco
se puede considerar la posibilidad de configurar el estado denecesidad putativo como un caso
de error sobre un hecho calificante de la infracción ya que ello, en base al art. 14.2 C.P.,
impediría su aplicación. Ello suprimiría la eximente putativa, intención de la que
el legislador está muy lejos, y la consiguiente falta de efectos de la misma, que no podría ser
más injusta.

Por último, sólo cabe recordar que el llamado «hurto famélico» es hoy, superadas polémicas
doctrinales ya muy antiguas, considerada como un supuesto o modalidad
de estado de necesidad.

La doctrina que hemos expuesto es de aplicación al Derecho Penal Militar por ministerio de los
arts. 9 C.P. y 5 y 21 C.P.M., así como al resto de Derechos Penales Especiales por ministerio, en
cada caso, de los arts. 9 C.P.; 2.1 Ley 209/1964 de 24 de diciembre, Penal y Procesal de
la Navegación Aérea (modificada por L.O. 1/1986 de 8 de enero); art. 138 L.O. 5/1985 de 19 de
julio de Régimen Electoral General o D.F. 1.ª,1 L.O. 12/1995 de 12 de diciembre
deReprensión del Contrabando (V. atenuantes, circunstancias; error; eximentes de la
responsabilidad criminal;responsabilidad criminal).

Es uno de los supuestos cualificados de modificación de la responsabilidad que puede


configurarse como eximente. Aparece como tal cuando alguien, impulsado por
un estado de necesidad, y para evitar un mal propio o ajeno, lesiona un bien jurídico de otra
persona o infringe un deber, concurriendo, además, los siguientes requisitos: que el mal
causado no sea mayor que el que se trate de evitar; que la situación de necesidad no haya sido
provocada intencionadamente por el sujeto; y que el afectado por el estado de necesidad no
tenga, por su oficio o cargo,obligación de sacrificarse. Cuando el estado de necesidad se aplica
para evitar un mal ajeno, se habla de auxilionecesario, que se regula como
el estado de necesidad. Aunque el estado de necesidad no suele aplicarse para excusar
conductas delictivas que tienden a remediar situaciones de un mal socioeconómico, se admite
la referidaeximente en el hurto famélico o acto contra la propiedad impulsado por el hambre.

Código penal, artículo 8.


 Agravante, dentro del derecho Penal, aquel delito que presenta o revela una mayor
carga de culpabilidad o perversidad. La primera de ellas es la premeditación, porque el
acto premeditado, preconcebido y calculado contiene una mayor cantidad de voluntad
criminal y una mayor dosis de libertad. El que premedita, por la frialdad y calma con
que prepara el delito revela gran peligrosidad.
La alevosia, hace referencia a la forma, modo y tipo en que se comete un delito, en
especial el motivo que lo induce, es decir, el que mata para robar y seguir así una vida
crapulosa muestra mayor peligrosidad que el homicida que mata por defender la
honra de su hija.
También suponen mayor gravedad del delito el ensañamiento o prolongación cruel e
inhumana del dolor de la víctima, el empleo de astucia,fraude, abuso de superioridad,
abuso de confianza, nocturnidad, actuar en cuadrilla, el desprecio a la persona (edad,
sexo o dignidad) o en su morada o llugar sagrado.
En el desarrollo del delito es preciso considerar estos momentos:preparación,
tentativa (frustración) y consumación. Generalmente, la ley penal no castiga la
preparación a no ser que revele propósito criminoso.
Cuando un delincuente da comienzo a la ejecución de un delito y debe interrumpirlo
por causas ajenas a su voluntad, surge la figura jurídica de la tentativa.

 Atenuante. Las leyes penales señalan algunas causas que disminuyen la


responsabilidad criminal, pero no la anulan totalmente: la embriaguez no habitual, la
de ser el culpable menor de dieciocho años, la de no haber tenido el delincuente
intención de causar un mal de tanta gravedad como el que produjo, la de obrar por
estímulos o motivos morales altruistas o patrióticos de notoria importancia, etc. Son
también circunstancias atenuantes, la reparación en lo posible -a impulsos de
arrepentimiento espontáneo- de los efectos o consecuencias del delito, dar
satisfacción al ofendido o bien confesar a las autoridades la infracción.

 Eximente, es todo aquello que exime de una obligación o de una culpa, es decir que
libera de una responsabilidad criminal, por ejemplo; el eximente por miedo
insuperable o un trastorno mental por esquizofrenia

Mirar capítulos 19, 20, 21 y 22 del código penal


OPINIONES VARIAS

1º - Estado de necesidad

#Para el caso sub- examine, la conducta no es antijurídica, ya que, efectivamente se lesiono el bien
jurídico tutelado, pero fue por una justa causa, el estado de necesidad; que es aceptado por la doctrina y
la jurisprudencia, debido a la imposibilidad de la ley penal de aplicar una responsabilidad objetiva, cosa
que sucedería si los imputados son condenados a muerte. Ahora bien, el estado de necesidad tiene unas
características; la falta de opciones, razones de fuerza mayor, y la proporcionalidad entre el daño causado
y el beneficio adquirido.
#El estado de necesidad es aplicable a este caso, donde los agresores realizan el delito, por motivos
inherentes a la vida, su instinto de supervivencia, y la imposibilidad de haber más opciones, obligando a
cualquier persona a realizar el delito, hecho este que exime de responsabilidad.
Ahora bien, en gracia de discusión, llegado el caso de que, no hayan tales eximentes de la
responsabilidad, no hayan atenuantes u otro tipo de tópicos, podría en ultimas decirse que hay una falta
de tipicidad.
# El dolo es compuesto por intención y conocimiento, de esta forma, los espeleólogos tenían el
conocimiento de la anti juridicidad del hecho, pero no tenían la intención de matar, mas bien, las
circunstancias de fuerza mayor, el estado de inconsciencia e incoherencia que podría tener la persona
debido a la falta de alimentación, condujeron a los espeleólogos, no a matar, sino a hacer posible su
propia existencia, diferente a matar por gusto, gula o avaricia.
#Debido a que la conducta descrita en la norma es de carácter doloso por su ingrediente subjetivo, de ser
aceptadas las tesis anteriores, no se debería condenar a los imputados, debido a la falta de tipicidad y
anti juridicidad.
(enfoque desde el derecho natural)

2º - Desesperacion - shock

Al leer este escrito nos encontramos con diferentes fuentes doctrinales, quizás poniendo en duda nuestra
primera decisión hacia la reacción que se debe tomar.
Encontramos que influye en nuestra respuesta el ius positivismo y el ius naturalimo, casi en un mismo
plano.
Primero: sería aceptar la condena de muerte de los acusados ya que cometieron una grave contucta
punible, y sabiendo que este tipo de actos conllevan a una consecuencia jurídica inherente.
Pero analizando el caso concreto detalladamente encontramos que existen varias razones jutificables
para la acción cometida por los exploradores ya que se encontraban en un estado extremo de
deseperación (shock) por ende no estaban totalmente concientes de lo que hacían, negando así la
condena de muerte para ellos, pero aceptando una condena carcelaria por el homicidio cometido y la
presión que ejercieron sobre el señor Whetmore a la hora de tirar los dados.
También estipulamos que no sería justo dejarlos en libertad total después de haber cometido este delito, y
de que 10 personas ( obreros) muerieron para salvarles la vida.

3º - Estado de necesidad – no culpables


Basándome en la teoría del estado de necesidad, en mi opinion personal, podría argumentar que no los
condenaría, ya que estaban en un caso extremo y de fuerza mayor, donde debían decidir si sobrevivir con
la consecuencia de que un compañero perdiera la vida o morir todos. Aunque haya controversia frente a
este acontecimiento debido a que la ley es clara y debe cumplirse al pie de la letra, este caso podría ser la
excepción a la norma porque se trataba de 4 vidas frente a solo 1.
Además fue comprobado que este homicidio fué realizado bajo un convenio con el cual todos estaban de
acuerdo.

4º - Positivista

Estoy de acuerdo con los argumentos del Ministro Keen el dice que para tomar una buena decisión,
debemos ver desde todos los puntos de vista, tener cuidado de no seguir al pie de la letra lo escrito, sino,
saber interpretarlo en nuestro caso. Saber diferenciar muy bien la moral del derecho. En el caso de los
espeleólogos, sin importar la condición en q se encontraban se cometió un crimen, tenían la intención y el
conocimiento de lo q pasaba, en el tiempo q se comunicaron sabían q tenían poca esperanza de
sobrevivir pero existía la posibilidad.
En resumen aquí no aplica la legitima defensa, sabían lo q hacían. Y por encima de esto es la ley quien
prevalece, no se puede poner por delante la moral ni los sentimientos pues aquí se privó a un ser un
humano de su vida solo por hambre.

ESTADO DE NECESIDAD JUSTIFICADO:


Es aquella situación en la que existe, para un determinado bien jurídico, el peligro de su quebranto
de forma grave, que únicamente puede ser evitado mediante el sacrificio de bienes jurídicos ajenos.

Se trata de un conflicto de bienes en cual el ordenamiento jurídico entiende ajustado a derecho la


lesión o puesta en peligro de algunos de ellos.

El funcionamiento del estado de necesidad se encuentra en la prevalencia del interés


preponderante.

El art. 20.5 establece los requisitos necesarios para el estado de necesidad, que pueden ampliarse
a:

Presupuesto: que exista una situación de necesidad. Es situación de necesidad cuando se pone al
sujeto en un conflicto de bienes o intereses en circunstancias que le permiten afirmar la salvación de
unos bajo la dependencia del sacrificio de otros.

Finalidad de salvar el bien mayor: en todo caso se ha de afirmar que el conflicto ha de ser real y el
peligro inminente. El que actúa ha de hacerlo en estado de necesidad, es decir que una vez cesada
la situación de necesidad no tiene objeto la eximente.

El estado de necesidad implica que se tenga conciencia de esa necesidad y se obre a causa de la
misma para salvar aquél bien o interés preponderante.

Existe una finalidad subjetiva dirigida a evitar el mal sobre el bien preponderante, por tanto el estado
de necesidad supone un intento de evitación del mal.

El interés preponderante: nos señala que el mal causado ha de ser inferior al mal que se pretende
evitar.

Por mal no solamente ha de entenderse la lesión del bien jurídico sino también su puesta en peligro.

La ponderación de los bienes jurídicos se realizará conforme a un doble criterio:


1. Teniendo presente la importancia abstracta de los bienes en conflicto.
2. La intensidad y significación del peligro que fundamente la necesidad y el ataque.

Podemos resumir que se ponderarán en función del criterio de la mayor o menor gravedad del mal,
que se equiparará al de mayor o menor gravedad de la pena que correspondería por ese hecho
delictivo.

Actuación justificada: la acción tiene que ser idónea para salvar el bien mayor.

Falta de provocación: la situación de necesidad no ha de haber sido provocada intencionadamente


por el sujeto. Esto significa que la intencionalidad equivale al querer, directa o eventualmente.

Ausencia de obligación de sacrificio: se ha de salvar al necesitado, ahora bien, puede ocurrir que
éste tenga una obligación de sacrificarse, por tanto su interés no es preponderante. Sin embargo
esta obligación no es ilimitada sino que encuentra sus límites en:

- La propia normativa que regule tras oficio o profesión.

- Porque el interés preponderante puede recurrir en quien desempeña un oficio o cargo


http://www.marisolcollazos.es/Derecho-Penal-I/Derecho-Penal-I-19-Causas-justificacion.html

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