o INTEGRANTES:
.
PAJUELO IPARRAGUIRRE, Milagros Yaloha.
REYES CRIBILLERO, Lesly Thalia.
o CURSO:
GESTIÓN EMPRESARIAL
o DOCENTE:
Llanos Asencios, German Napoleón
o TEMA:
FUNDACIONES Y ASOCIACIONES
o CICLO:
V
o GRUPO:
B
o ESCUELA:
Ingeniería Civil
o SEMESTRE:
2017 – II
FUNDACIONES
¿QUÉ ES FUNDACIÓN?
Del latín fundatĭo, el término fundación permite nombrar a la acción y
efecto de fundar (establecer, crear o edificar algo)
Una fundación es un tipo de persona jurídica que se caracteriza por ser
una organización sin ánimo o fines de lucro.
Son fundaciones las organizaciones constituidas sin fin de lucro que, por
voluntad de sus creadores, tienen afectado de modo duradero su
patrimonio a la realización de fines de interés general.
Las fundaciones se rigen por la voluntad del fundador, por sus Estatutos
y, en todo caso, por la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones
Institución con fines benéficos, culturales, etc.
La Fundación está dotada con un patrimonio propio otorgado por sus
fundadores, la fundación debe perseguir los fines que se contemplaron
en su objeto social, si bien debe también cuidar de su patrimonio como
medio para la consecución de los fines. Su órgano de gobierno se
denomina Patronato.
La fundación debe ser sin ánimo de lucro, ello no impide que la persona
jurídica se dedique al comercio y a actividades lucrativas que
enriquezcan su patrimonio para un mejor cumplimiento del fin último.
1. CERTIFICADO DE DENOMINACIÓN
La Ley exige que en los Estatutos conste la denominación de la
fundación, que no podrá coincidir o asemejarse, de manera que pueda
crear confusión con ninguna otra previamente inscrita en los Registros
de Fundaciones.
3. APORTACIÓN DE LA DOTACIÓN
La dotación, que podrá consistir en bienes y derechos de cualquier clase,
ha de ser adecuada y suficiente para el cumplimiento de los fines
fundacionales. Se presumirá suficiente la dotación cuyo valor económico
alcance los 30.000 euros.
Cuando la dotación sea de inferior valor, el fundador deberá justificar su
adecuación y suficiencia a los fines fundacionales mediante la
presentación del primer programa de actuación, junto con un estudio
económico que acredite su viabilidad utilizando exclusivamente dichos
recursos. Se aceptará como dotación el compromiso de aportaciones de
terceros, siempre que dicha obligación conste en títulos de los que llevan
aparejada ejecución.
Formarán también parte de la dotación los bienes y derechos de
contenido patrimonial que durante la existencia de la fundación se
aporten en tal concepto por el fundador o por terceras personas, o que
se afecten por el Patronato, con carácter permanente, a los fines
fundacionales.
En ningún caso se considerará dotación el mero propósito de recaudar
donativos.
FORMAS DE CONSTITUCÓN
Las fundaciones, de acuerdo al artículo 99 del Código Civil, pueden constituirse
por escritura pública o por testamento. En el primer caso, resulta obvio que solo
puede ser creada por personas en vida, mientras que en el segundo solo cuando
muere el testador y se abre su testamento, se conoce su última voluntad de crear
una fundación.
Existe, por otro lado, una diferencia debido a que el testamento, como negocio
jurídico, puede ser otorgado únicamente por una sola persona. No existe la
posibilidad de que dos personas otorguen un testamento en conjunto, lo que
también se reflejará en el caso que la fundación sea constituida por medio de
ese procedimiento. En cambio, cuando la fundación es creada por escritura
pública, en su constitución pueden participar varios fundadores, pero en este
caso no se puede, jamás, hablar de una asociación o de un vínculo asociativo o
contractual entre los varios fundadores. El acto de constitución, que es también
un negocio jurídico, siempre será un acto unilateral (GALGANO).
Por otro lado, la fundación que se encuentra prevista dentro de las disposiciones
testamentarias puede ser materia de revocación por parte del testador mientras
se encuentre en vida, pudiendo, por tanto, dejar sin efecto cualquier decisión
sobre el particular. Ello es imposible en materia de fundaciones creadas por
medio de una escritura pública o inter vivos.
Por cierto, la experiencia demuestra que no hay obstáculo para que el fundador,
inclusive, se designe a sí mismo como uno de los administradores, pero esta
circunstancia no le da ninguna atribución
FUNDACIÓN: En su esquema básico, una Fundación es un patrimonio destinado a un
fin, que es administrado por un órgano de gobierno (Patronato). El ejemplo más
conocido es la Fundación Nobel: el señor Nobel, antes de fallecer, destinó un patrimonio
muy extenso para entregar con sus frutos unos premios cada año. El órgano de gobierno
es el encargado de administrar, seleccionar los premiados y velar a que se cumpla la
voluntad del fundador.
Hay fundaciones en las que lo que interesa es que se cumplan sus fines con trabajo,
dirigido por su órgano de gobierno, siendo secundario (pero elemento imprescindible) el
importe del patrimonio.
Por ejemplo, las Fundaciones Tutelares cuentan con un patrimonio inicial, pero
sus fines; esto es, ser tutores de incapacitados, no lo cumplen con los fondos del
patrimonio, sino con el trabajo de los miembros de su Patronato. La financiación que
necesitan no suele depender de la aportación inicial.
Otro ejemplo es el de la Fundación Aequitas: sus fines se cumplen con el
patrimonio inicial y las aportaciones siguientes, pero, independientemente de los fondos,
la Fundación cumple sus objetivos gracias al trabajo de su Patronato y de las personas
que consigue movilizar.
La fundación, por su lado, es un patrimonio adscrito a un fin. La doctrina más reciente
(Galgano en Italia) considera a la fundación como una organización creada para el
destino de un patrimonio, con lo que se da más preeminencia al apartado personal que
al patrimonial. En España esto se comprueba por el papel cada vez más importante que
está cobrando la figura del Patronato (gestores de la fundación).
La Fundación la idea central es que un patrimonio se pone a disposición y se destina al
cumplimiento de unos fines sociales, que constituirán el fin fundacional, en la Asociación
lo que prima son las personas, que se asociación con el fin de desarrollar esos fines
sociales.
LAS FUNDACIONES BENÉFICAS DE LOS GRANDES DEL MUNDO INFORMÁTICO
E INTERNET
Yahoo! for Good y Yahoo! Employee Foundation
Fundación YEF de YahooEn la fundación
de Yahoo! denominada YEF consideran
que las personas son su mayor activo y la
mejor manera de demostrarlo es
apoyando a organizaciones sin fines de
lucro. La fundación es la fundación de
empleados, una organización filantrópica
que reúne el talento, tiempo y recursos financieros.
Esta fundación dio inicio en 1999, la cual ofrece tres importantes oportunidades para
participar: la donación al fondo de la YEF, la subvención de YEF y el voluntariado a
través de la fundación. El objetivo de Yahoo! es fomentar en los empleados la
participación en sus comunidades.
La YEF ha donado más de 2.7 millones de dólares a las organizaciones sin ánimo de
lucro. Y cabe destacar que esta organización está impulsada sólo por los empleados.
Las principales áreas de enfoque para la fundación YEF incluyen el apoyo a la juventud
y la educación, en las comunidades y las familias, y del medio ambiente.
Fundación Educativa de Oracle
Fundación OracleLa Oracle Education Foundation provee los servicios de Think.com y
ThinkQuest a la comunidad global de educación primaria y secundaria justificando un
aporte anual de $13 millones por el tiempo y recursos que invierte la empresa.
Confieso que esta es de las fundaciones
que menos emociona ya que una de las
áreas de enfoque es la promoción de un
producto de Oracle educativo en una
audiencia joven. Sin embargo hay que
destacar que Larry Ellison, el CEO de
Oracle también ha dado importantes
aportes a otras fundaciones con cifras de hasta $40 millones al año.
COMENTARIO GENERALIZADO
Referente al Artículo 99, la Fundación es una Persona Jurídica no lucrativa, que no debe
llevar a confusión: tener un fin no lucrativo no impide el realizar actividades económicas
que generen excedentes. Lo que sí implica el carácter no lucrativo es que estos
excedentes no podrán destinarse a él o los fundadores, en caso se trate de una
fundación constituida mediante escritura pública, o a los herederos del fundador si la
fundación se constituyó por testamento, sino que deberán ser aplicados a la
consecución del fin fundacional.
Al respecto, debe notarse que el fin no solo debe ser no lucrativo, sino además debe
tener el calificativo de "interés social", Definir el "interés social" de manera concreta
resulta imposible por la diversidad de necesidades de las sociedades en momentos
determinados. Es así que el contenido de este término varía de acuerdo a circunstancias
tales como el espacio, el tiempo, la cultura y el nivel de desarrollo, pues no en todas las
sociedades los intereses y necesidades son las mismas. El fin fundacional debe tratar
de satisfacer demandas de la sociedad, demandas que Va-rían de acuerdo al lugar y al
momento histórico.
Como es fácil deducir, el que se introduzca un elemento indeterminado como el "interés
social" conlleva un serio riesgo de arbitrariedad por parte de los Registros Públicos al
momento de calificar la inscripción de una fundación, pues siempre se podrá discutir el
grado de interés de la sociedad en cierto tema o su utilidad para ésta. De esta suerte,
estimamos que la interpretación de "interés social" debe ser la más amplia posible, pues
en caso contrario se corre el riesgo de dejar fuera actividades que podrían ser de interés
para la sociedad pero cuya novedad impida el que esto se entienda así por el registrador.
Creemos que el riesgo de impedir la constitución de fundaciones que beneficien a la
sociedad debe hacer que en caso de duda se prefiera la inscripción y que, ante cualquier
problema posterior, se opte por la modificación de los fines hacia otros que sí sean
claramente de "interés social".
Si bien la fundación debe contar con una organización, pues ésta es necesaria para la
existencia de toda persona jurídica, existe controversia en cuanto a si la fundación
cuenta con miembros o no. Es nuestro parecer que esta persona jurídica no tiene
miembros por cuanto ni los fundadores, que al constituirla se desligan necesariamente
de la misma, ni los administradores, simple órgano administrativo, son miembros de la
misma. Al no tener miembros es el Consejo de Súper vigilancia de Fundaciones el ente
que asume las principales prerrogativas en cuanto a su control.
Se tiene así que la fundación es un patrimonio, administrado por una organización de
personas que no son miembros de la misma, destinado a realizar un fin de "interés
social" bajo la supervisión del Consejo de Supervigilancia de Fundaciones.
Sin embargo, hay un sector de la doctrina nacional que sostiene que la fundación es
una organización de personas que administra un patrimonio afectado a un fin
(FERNÁNDEZ SESSAREGO, ESPINOZA ESPINOZA, entre otros).
Por último, la constitución de la fundación requiere de la afectación de bienes que
habrán de constituir su patrimonio, ya que, a diferencia del comité cuyo propósito es
recaudar fondos para un determinado fin altruista, la fundación se constituye con el
objetivo de lograr un fin de interés social. La consecución de este fin requiere que ya
existan fondos, lo que no impide que para continuar se realice actividades económicas
que generen excedentes lo que será especialmente importante en fines de larga
duración.
CONCLUSIONES
1. En nuestro país para crear una Fundación, se debe poseer patrimonio
(económico, bienes inmuebles, etc.) y vocación de servicio.
2. Otra de las formas de crear una fundación es dejar una herencia,
nuestros bienes a través de un testamento, para un fin determinado y /o
nombrando a un albacea (administrador) para que puedan servir por
ejemplo a los niños pobres de nuestro país en un lugar determinado.
3. En el Perú el proceso administrativo para organizar y constituir una
fundación, es ineficiente porque no cuenta con facilidades técnicas dadas
por el estado y por este motivo muchas de las posibles fundaciones no
llegan a constituirse, ni poner en práctica sus objetivos propuestos.
4. El funcionamiento de las fundaciones debe ser siempre regulados y
organizados por el ESTADO u organismos gubernamentales, porque
existen un total desinformación de aquellas personas que al morir no
dejan beneficiarios directos y fácilmente el ESTADO podría controlar
dichos actos contractuales.
5. En nuestro país la legislatura que rige para las fundaciones es muy
diferente a la existente en otros países.
6. No existe una filosofía jurídica y/o doctrinal, respecto al conocimiento del
cómo, del porqué, del para que y desde cuando iniciar un proceso de
planificación legal para la existencia de las fundaciones; para ello el
estado debe preocuparse en difundir y expandir la existencia de este tipo
de conocimientos para el desarrollo de personas jurídicas
respectivamente.
ASOCIACIONES
I. INTRODUCCION
El desarrollo de este artículo surge a propósito de la comprobación fáctica de 3 hechos
de suma importancia: el primero, las asociaciones constituyen una de las personas
jurídicas a la que los ciudadanos recurren con mayor frecuencia como forma de
organización, por lo que no es casualidad que actualmente existan más de 10,000
asociaciones inscritas a nivel nacional; el segundo, muchas de ellas suelen realizar
importantes actividades económicas para obtener los recursos para el cumplimiento de
sus fines, las que tienen un gran impacto en la economía de nuestro país, esto se puede
apreciar con mucha más claridad tratándose de las ONG y los Centros de Conciliación,
(que conforme al artículo 24 de la Ley 26872 adoptan esta forma jurídica); y el tercero,
el desconocimiento que existe entre el ciudadano común, sobre su naturaleza y sus
consecuencias , lo que suele generar una serie de conflictos a su interior, la mayoría de
las veces relacionadas a su patrimonio, motivando el desprestigio de la institución.
Sobre los dos primeros supuestos huelgan los comentarios, más no así en el tercero,
donde el mencionado dispositivo exige para poder demandar un requisito adicional:
deberá dejar constancia en el acta su oposición al acuerdo. Personalmente,
consideramos que uno de los temas que generan mayor controversia giran en torno a
este tema, en primer lugar, porque debe tenerse en cuenta que en la práctica, el
derecho del asociado (que asistió a la Asamblea General y desea impugnar judicialmente
un acuerdo), se vulnera con facilidad, pues basta para ello omitir en el acta de la sesión
su oposición expresa al acuerdo y, el sentido de su voto, así lo haya solicitado
expresamente; más aún cuando es común, que las actas sean redactadas días después
de producida la Asamblea y, las observaciones a sus defectos u omisiones, se formulen
en la asamblea siguiente; lo que puede originar que ésta se lleve a cabo luego de
transcurrido el plazo establecido en la norma.
Abunda el hecho que existen pronunciamientos emitidos por la Sala Civil de la Corte
Suprema, en el sentido que el derecho de impugnación de los asociados, sólo puede
ejercitarse dentro de los plazos previstos y, en la vía del proceso abreviado. El
mencionado criterio lo compartimos parcialmente, pues consideramos que no sería
aplicable tratándose de un acuerdo que vulnera una norma imperativa (como es el caso
del carácter no lucrativo de la asociación), por lo que nada impediría que, vencido el
plazo aludido, pueda impugnarse a través de la vía del proceso de conocimiento;
pretensión que podría ser incoada no sólo por asociado (con o sin los requisitos que
exige el artículo 92 del Código Civil), sino también por el Ministerio Público o por
cualquier persona con legítimo interés para ello, tal como ocurre en el ámbito de la Ley
General de Sociedades, en el que el interés privado es aún más fuerte que en el de las
asociaciones. El fundamento de éste punto de vista estriba en la primacía de las normas
de carácter imperativo, pues ningún ordenamiento jurídico puede admitir que la
voluntad de la Asamblea General infrinja los mandatos de la ley así lo quieran sus
asociados, más aún, cuando los mecanismos previstos para que un asociado pueda
defenderlas resultan insuficientes.
El artículo 159 inciso 1 de la Constitución Política del Estado, concordado con el artículo
1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, establece con toda claridad que la función
principal del Ministerio Público es la defensa de la legalidad. Si esto es así, y luego de
una interpretación sistemática por comparación de norma y teleológica, podemos
afirmar que no existe impedimento alguno para que el mencionado órgano autónomo
pueda fiscalizar a las personas jurídicas no lucrativas, además de tomar las medidas
pertinentes cuando conozca sobre acuerdos que vulneren el carácter no lucrativo de las
asociaciones, aun cuando ello no implique solicitar la disolución judicial de la asociación,
tales como solicitar la nulidad de un acuerdo determinado, se determine la
responsabilidad de los Directivos por mala gestión, etc.
En este punto de nuestro análisis, debemos mencionar que sería importante que las
normas del Código Civil establezcan expresamente facultades de control para el
Ministerio Público, a través de inspecciones periódicas, estableciendo la obligación de
las asociaciones la presentación de los balances anuales, etc.; o en su defecto, establecer
como sucede en el caso de las Fundaciones, un órgano administrativo con facultades de
control y sanción, empero sin facultades de disolución, ya que el artículo 2 inciso 13 de
la Constitución lo prohíbe.
Consideramos que la redacción de la norma no es feliz, una primera crítica que se puede
hacer, es que no guarda coherencia con la regulación realizada en el Código Civil; así,
podemos señalar lo siguiente:
Dentro de este tema, un punto importante que no debe soslayarse, es que más allá del
hecho de que una asociación se encuentre o no exonerada del impuesto a la renta, si
ésta vulnera la prohibición de repartir los beneficios económicos obtenidos entre los
asociados, este hecho además de las implicancias civiles que tendría -y que ya hemos
señalado-, tendría implicancias en el ámbito tributario, tanto para los asociados que los
recibieron como para la Persona Jurídica que lo repartió; y, dependiendo del caso
concreto, podría inclusive tener implicancias en el ámbito penal.
Conclusiones:
La importancia del rol que vienen desempeñando las Asociaciones en nuestra sociedad
es incuestionable; resultando ser el tema más controvertido sobre las mismas su
carácter no lucrativo, el cual puede ser vulnerado fácilmente, especialmente en un
contexto en que ese tipo de personas jurídicas realizan actividades económicas que
generan importantes beneficios y, sobre el cual los mecanismos previstos para evitar la
vulneración del carácter no lucrativo de la asociación son insuficientemente claros. La
complejidad del tema hace necesario la adopción de variadas medidas, sugiriéndose las
siguientes:
a) difundir en la población los alcances y límites de este tipo de personas jurídicas no
lucrativas.
b) propiciar que el Ministerio Público realice una función contralora en este tipo de
personas jurídicas, otorgándosele facultad para intervenir las mismas en casos en que
se adviertan irregularidades en su administración y no solamente en el caso a que se
refiere el artículo 96 del CC.
c) reformular el texto legal vigente, en especial, el aspecto referido al diseño de
mecanismos eficientes de controles externos e internos, definiendo con claridad los
alcances del derecho de impugnación de los asociados y terceros, y mejorar el aspecto
procesal que el tema involucra; y, como consecuencia de ello.
d) esperar que la Jurisprudencia determine los casos en que se vulnera el fin lucrativo
así como, precise quienes deben ser considerados para tales efectos terceros con interés
para iniciar la acción correspondiente.