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UNIVERSIDAD “SAN PEDRO”

o INTEGRANTES:
.
PAJUELO IPARRAGUIRRE, Milagros Yaloha.
REYES CRIBILLERO, Lesly Thalia.

o CURSO:
GESTIÓN EMPRESARIAL

o DOCENTE:
Llanos Asencios, German Napoleón
o TEMA:
FUNDACIONES Y ASOCIACIONES
o CICLO:
V

o GRUPO:
B

o ESCUELA:
Ingeniería Civil
o SEMESTRE:
2017 – II
FUNDACIONES
 ¿QUÉ ES FUNDACIÓN?
 Del latín fundatĭo, el término fundación permite nombrar a la acción y
efecto de fundar (establecer, crear o edificar algo)
 Una fundación es un tipo de persona jurídica que se caracteriza por ser
una organización sin ánimo o fines de lucro.
 Son fundaciones las organizaciones constituidas sin fin de lucro que, por
voluntad de sus creadores, tienen afectado de modo duradero su
patrimonio a la realización de fines de interés general.
 Las fundaciones se rigen por la voluntad del fundador, por sus Estatutos
y, en todo caso, por la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones
 Institución con fines benéficos, culturales, etc.
 La Fundación está dotada con un patrimonio propio otorgado por sus
fundadores, la fundación debe perseguir los fines que se contemplaron
en su objeto social, si bien debe también cuidar de su patrimonio como
medio para la consecución de los fines. Su órgano de gobierno se
denomina Patronato.
 La fundación debe ser sin ánimo de lucro, ello no impide que la persona
jurídica se dedique al comercio y a actividades lucrativas que
enriquezcan su patrimonio para un mejor cumplimiento del fin último.

 CONCEPTO DE FUNDACION EN EL CODIGO CIVIL.


La fundación es definida por el artículo 99° del Código Civil como: "Una
organización no lucrativa instituida mediante la afectación de uno o más
bienes para la realización de objetivos de carácter religioso, asistencial,
cultural u otros de interés social".

− OTROS CONCEPTOS EN LA DOCTRINA.


Según Palacio Pimentel, la fundación "viene hacer la destinación
de un patrimonio, por una persona, denominada fundador, a un
fin específico, concreto, altruista y extra patrimonial".

Para Fernández Sessarego, la fundación conceptualmente "es un


centro ideal unitario de imputación normativa de situaciones
jurídicas que alude, a nivel de la vida humana social, a una
organización de personas que administra sin propósito de lucro
bienes afectados por una o más personas, conocidas como
fundadores, y cuyos frutos se destinan a un fin de interés social".

El doctrinario Espinoza Espinoza, define a la fundación como:


"Una persona jurídica no lucrativa que se constituye con la
afectación patrimonial con fines altruistas de una o varias
personas (fundador o fundadores) en la cual sus integrantes
(administradores) se encargan de conservar y cuidar dicho
patrimonio, así como de dirigir esta persona jurídica, en beneficio
de terceros (beneficiarios)". Para García Amigo citado por este
mismo autor "Se entiende por fundación aquellos patrimonios
autónomos destinados por los fundadores a la consecución de un
fin lícito y administrados sin fin de lucro por las personas a
quienes corresponda su gobierno, conforme a las prescripciones
de sus estatutos, que, constituidas regularmente, gozan de
personalidad jurídica"

 PERSONAS NECESARIAS PARA CREAR UNA FUNDACIÓN


 Podrán constituir fundaciones las personas físicas y las personas
jurídicas, sean éstas públicas o privadas. Las fundaciones podrán
constituirse por actos inter vivos o mortis causa.
 Una fundación es creada por una persona o grupo de personas con una
aportación de dinero o patrimonio inicial, que se llama capital fundacional,
para conseguir un objetivo determinado.
 Las personas fundadoras escogerán, al menos, a tres de sus miembros
que formarán el patronato de la fundación. El Patronato es el órgano de
gobierno y representación de la misma, que adoptará sus acuerdos por
mayoría en los términos establecidos en los Estatutos. Corresponde al
Patronato cumplir los fines fundacionales.

 ESQUEMA DE PASOS A SEGUIR PARA CREAR UNA FUNDACIÓN


1. Certificado de denominación
2. Elaboración de estatutos
3. Aportación de la dotación
4. Otorgamiento de escritura pública
5. Liquidación del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos
jurídicos documentados
6. Informe del protectorado
7. Presentación en el registro de fundaciones

 PROCESO DE CREACIÓN Y DOCUMENTACIÓN NECESARIA PARA


FUNDAR UNA FUNDACIÓN
Las fundaciones tienen personalidad jurídica desde su inscripción en el Registro
de Fundaciones y solo las entidades inscritas en dicho Registro podrán utilizar
la denominación de “Fundación”

Los procedimientos y requisitos para la constitución de una fundación y su


inscripción en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Educación y Ciencia
son los siguientes:

1. CERTIFICADO DE DENOMINACIÓN
La Ley exige que en los Estatutos conste la denominación de la
fundación, que no podrá coincidir o asemejarse, de manera que pueda
crear confusión con ninguna otra previamente inscrita en los Registros
de Fundaciones.

2. ELABORACIÓN DE ESTATUTO (Se muestran detallados más adelante)


Toda disposición de los Estatutos de la fundación o manifestación de la
voluntad del fundador que sea contraria a la Ley se tendrá por no puesta,
salvo que afecte a la validez constitutiva de aquélla. En este último caso,
no procederá la inscripción de la fundación en el correspondiente
Registro de Fundaciones.

3. APORTACIÓN DE LA DOTACIÓN
La dotación, que podrá consistir en bienes y derechos de cualquier clase,
ha de ser adecuada y suficiente para el cumplimiento de los fines
fundacionales. Se presumirá suficiente la dotación cuyo valor económico
alcance los 30.000 euros.
Cuando la dotación sea de inferior valor, el fundador deberá justificar su
adecuación y suficiencia a los fines fundacionales mediante la
presentación del primer programa de actuación, junto con un estudio
económico que acredite su viabilidad utilizando exclusivamente dichos
recursos. Se aceptará como dotación el compromiso de aportaciones de
terceros, siempre que dicha obligación conste en títulos de los que llevan
aparejada ejecución.
Formarán también parte de la dotación los bienes y derechos de
contenido patrimonial que durante la existencia de la fundación se
aporten en tal concepto por el fundador o por terceras personas, o que
se afecten por el Patronato, con carácter permanente, a los fines
fundacionales.
En ningún caso se considerará dotación el mero propósito de recaudar
donativos.

4. OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA


La escritura de constitución de una fundación deberá contener, al menos,
los siguientes extremos:
− El nombre, apellidos, edad y estado civil del fundador o
fundadores, si son personas físicas, y su denominación o razón
social, si son personas jurídicas, y, en ambos casos, su
nacionalidad y domicilio y número de identificación fiscal.
− La voluntad de constituir una fundación.
− La dotación, su valoración y la forma y realidad de su aportación.
− Los Estatutos de la fundación.
− La identificación de las personas que integran el Patronato, así
como su aceptación si se efectúa en el momento fundacional.

5. LIQUIDACIÓN DEL IMPUESTO DE TRANSMISIONES


PATRIMONIALES Y ACTOS JURÍDICOS DOCUMENTADOS
La escritura pública debe presentarse a liquidación del Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados en las
oficinas de Hacienda de la correspondiente Comunidad Autónoma.

6. INFORME DEL PROTECTORADO


Para poder proceder a la primera inscripción de la fundación en el
Registro, resulta necesario, de acuerdo con el artículo 35 de Ley 50/2002,
de 26 de diciembre, de Fundaciones y el 7.2 del Real Decreto 384/1996,
de 1 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento del Registro de
Fundaciones de Competencia Estatal, el informe preceptivo y vinculante
del Protectorado correspondiente sobre la idoneidad de los fines de la
fundación y la suficiencia de la dotación.

7. PRESENTACIÓN EN EL REGISTRO DE FUNDACIONES


La escritura de constitución y los demás documentos señalados
anteriormente deberán presentarse para su inscripción en el Registro de
Fundaciones, antes de seis meses desde el otorgamiento de la misma.
Transcurridos seis meses desde el otorgamiento de la escritura pública
fundacional sin que los patronos hubiesen instado la inscripción en el
correspondiente Registro de Fundaciones, el Protectorado procederá a
cesar a los patronos, quienes responderán solidariamente de las
obligaciones contraídas en nombre de la fundación y por los perjuicios
que ocasione la falta de inscripción. Asimismo, el Protectorado procederá
a nombrar nuevos patronos, previa autorización judicial, que asumirán la
obligación de inscribir la fundación en el correspondiente Registro de
Fundaciones.

 ESTATUTOS DE UNA FUNDACIÓN


− Nombre: La Ley exige que en los Estatutos conste la denominación de
la fundación, que no podrá coincidir o asemejarse, de manera que pueda
crear confusión con ninguna otra previamente inscrita en los Registros
de Fundaciones.

Para ello, debe solicitarse del Registro de Fundaciones una certificación


de que una determinada denominación está o no está previamente
inscrita, que debe acompañarse posteriormente a la escritura de
constitución. La certificación negativa de denominación debe haber sido
expedida, como máximo, tres meses antes de la fecha de otorgamiento
de la escritura. El nombre solicitado se reserva durante seis meses si se
solicita prórroga de denominación. Si han transcurrido más de seis
meses, debe solicitarse como si se tratara de nueva denominación.
− La denominación de la entidad.
− Los fines fundacionales.
− El domicilio de la fundación y el ámbito territorial en que haya de
desarrollar principalmente sus actividades.
− Las reglas básicas para la aplicación de los recursos al cumplimiento de
los fines fundacionales y para la determinación de los beneficiarios.
− La composición del Patronato, las reglas para la designación y
sustitución de sus miembros, las causas de su cese, sus atribuciones y
la forma de deliberar y adoptar acuerdos.
− Cualesquiera otras disposiciones y condiciones lícitas que el fundador
o fundadores tengan a bien establecer.
− Toda disposición de los Estatutos de la fundación o manifestación de la
voluntad del fundador que sea contraria a la Ley se tendrá por no puesta,
salvo que afecte a la validez constitutiva de aquélla. En este último caso,
no procederá la inscripción de la fundación en el correspondiente
Registro de Fundaciones.
 ACTIVIDADES DE LAS FUNDACIONES
Las actividades que lleve a cabo una Fundación dependerán del tipo de los
objetivos que se quieran conseguir.
Pueden basarse en:
 Formación e Investigación
 Comunicación
 Financiación y Cooperación

 CARACTERÍSTICAS DE LAS FUNDACIONES


Las características fundamentales serían las siguientes:
 Necesitan de un patrimonio
 Deben perseguir fines de interés general
 No están formadas por socios
 Carecen de ánimo de lucro. No tener ánimo de lucro significa que no se
pueden repartir los beneficios o excedentes económicos anuales, por
tanto, sí se puede:
 Tener excedentes económicos al finalizar el año.
 Tener contratados laborales en la Fundación.
 Realizar Actividades Económicas que puedan generar
excedentes económicos.
 Lógicamente, dichos excedentes deberán reinvertirse en el
cumplimiento de los fines de la entidad.
 Se rigen por la Ley de Fundaciones 50/2002, cuando son de competencia
estatal, es decir cuando actúan en más de una Comunidad Autónoma, o
la Comunidad Autónoma carece de legislación específica. En caso
contrario se regirán por la legislación específica Autonómica, como es el
caso de la Comunidad de Madrid donde existe la Ley de Fundaciones de
la Comunidad de Madrid.
 Es un acto de organización: La fundación es un acto de organización para la
administración del patrimonio afectado. En estricto, la fundación es un nuevo
sujeto de derecho (distinto del fundador) que administra, a través de la
organización creada, el patrimonio aportado por el fundador, y, en consecuencia
se desvincula de este, quién queda al margen de ella.
 El fin debe ser de interés social: El objetivo de la fundación es de interés social,
por cuanto es eminentemente solidario, filantrópico, de servicios a la comunidad,
etc.
Por ejemplo La Fundación por los Niños del Perú, proscribiendo así la
consecución de objetivos individuales o familiares para los cuales el
ordenamiento arbitra otros medios como el fideicomiso.
 Carece de miembros: Al respecto Espino Méndez, A. precisa que la fundación
no está constituida como la asociación por reuniones de personas que
constituyen los cuerpos sociales como sustracción del ente al cual se le atribuye
la titularidad posible de los derechos y deberes jurídicos, sino por seres humanos
sólo circunstancialmente determinados que son los beneficiarios y los que
integran los órganos administrativos que tampoco lo son, pues estos están
exclusivamente al servicio de la voluntad del fundador, quién queda fuera del
ente después de su creación. En suma la fundación es una persona jurídica, que
no tiene el temperamento asociativo de la asociación, carece de una asamblea
general y por lo tanto de miembros; los administradores intervienen para cumplir
con las disposiciones del fundador, no cuentan con facultades propias de una
asamblea en una asociación; en tal sentido interviene un órgano estatal, el
Consejo de supe vigilancia de fundaciones, que ejerce algunas facultades que
le corresponderían a los asociados, pero que no constituye una asamblea de
asociados.
 Realiza objetivos a favor de terceros: La fundación al ser un acto de
desprendimiento, de preocupación del entorno, por los problemas que afectan a
grupos o categorías de la población, a través de su buena acción beneficia a los
terceros, y no a quién la ha creado o a quienes la administran, tampoco a favor
de sujetos individuales o señalados, intentando así compartir el bienestar propio
con las necesidades de otros, y nivelar las desigualdades sociales.
 No tiene órganos soberanos de gobierno: La fundación no tiene órganos que
pudieran extinguir la entidad, cambiar el objeto, fin de su creación o destino de
sus bienes, como es el caso de la asamblea general de la asociación (que define
todo lo concerniente a su organización, variación de fines, disolución, etc.), pues
solamente tiene órganos administrativos, integrados por seres humanos,
quienes sin ser miembros de tales entidades, ponen su voluntad y su acción al
servicio de tales obras.

 FORMAS DE CONSTITUCÓN
Las fundaciones, de acuerdo al artículo 99 del Código Civil, pueden constituirse
por escritura pública o por testamento. En el primer caso, resulta obvio que solo
puede ser creada por personas en vida, mientras que en el segundo solo cuando
muere el testador y se abre su testamento, se conoce su última voluntad de crear
una fundación.
Existe, por otro lado, una diferencia debido a que el testamento, como negocio
jurídico, puede ser otorgado únicamente por una sola persona. No existe la
posibilidad de que dos personas otorguen un testamento en conjunto, lo que
también se reflejará en el caso que la fundación sea constituida por medio de
ese procedimiento. En cambio, cuando la fundación es creada por escritura
pública, en su constitución pueden participar varios fundadores, pero en este
caso no se puede, jamás, hablar de una asociación o de un vínculo asociativo o
contractual entre los varios fundadores. El acto de constitución, que es también
un negocio jurídico, siempre será un acto unilateral (GALGANO).
Por otro lado, la fundación que se encuentra prevista dentro de las disposiciones
testamentarias puede ser materia de revocación por parte del testador mientras
se encuentre en vida, pudiendo, por tanto, dejar sin efecto cualquier decisión
sobre el particular. Ello es imposible en materia de fundaciones creadas por
medio de una escritura pública o inter vivos.
Por cierto, la experiencia demuestra que no hay obstáculo para que el fundador,
inclusive, se designe a sí mismo como uno de los administradores, pero esta
circunstancia no le da ninguna atribución
FUNDACIÓN: En su esquema básico, una Fundación es un patrimonio destinado a un
fin, que es administrado por un órgano de gobierno (Patronato). El ejemplo más
conocido es la Fundación Nobel: el señor Nobel, antes de fallecer, destinó un patrimonio
muy extenso para entregar con sus frutos unos premios cada año. El órgano de gobierno
es el encargado de administrar, seleccionar los premiados y velar a que se cumpla la
voluntad del fundador.
Hay fundaciones en las que lo que interesa es que se cumplan sus fines con trabajo,
dirigido por su órgano de gobierno, siendo secundario (pero elemento imprescindible) el
importe del patrimonio.
Por ejemplo, las Fundaciones Tutelares cuentan con un patrimonio inicial, pero
sus fines; esto es, ser tutores de incapacitados, no lo cumplen con los fondos del
patrimonio, sino con el trabajo de los miembros de su Patronato. La financiación que
necesitan no suele depender de la aportación inicial.
Otro ejemplo es el de la Fundación Aequitas: sus fines se cumplen con el
patrimonio inicial y las aportaciones siguientes, pero, independientemente de los fondos,
la Fundación cumple sus objetivos gracias al trabajo de su Patronato y de las personas
que consigue movilizar.
La fundación, por su lado, es un patrimonio adscrito a un fin. La doctrina más reciente
(Galgano en Italia) considera a la fundación como una organización creada para el
destino de un patrimonio, con lo que se da más preeminencia al apartado personal que
al patrimonial. En España esto se comprueba por el papel cada vez más importante que
está cobrando la figura del Patronato (gestores de la fundación).
La Fundación la idea central es que un patrimonio se pone a disposición y se destina al
cumplimiento de unos fines sociales, que constituirán el fin fundacional, en la Asociación
lo que prima son las personas, que se asociación con el fin de desarrollar esos fines
sociales.
LAS FUNDACIONES BENÉFICAS DE LOS GRANDES DEL MUNDO INFORMÁTICO
E INTERNET
Yahoo! for Good y Yahoo! Employee Foundation
Fundación YEF de YahooEn la fundación
de Yahoo! denominada YEF consideran
que las personas son su mayor activo y la
mejor manera de demostrarlo es
apoyando a organizaciones sin fines de
lucro. La fundación es la fundación de
empleados, una organización filantrópica
que reúne el talento, tiempo y recursos financieros.
Esta fundación dio inicio en 1999, la cual ofrece tres importantes oportunidades para
participar: la donación al fondo de la YEF, la subvención de YEF y el voluntariado a
través de la fundación. El objetivo de Yahoo! es fomentar en los empleados la
participación en sus comunidades.
La YEF ha donado más de 2.7 millones de dólares a las organizaciones sin ánimo de
lucro. Y cabe destacar que esta organización está impulsada sólo por los empleados.
Las principales áreas de enfoque para la fundación YEF incluyen el apoyo a la juventud
y la educación, en las comunidades y las familias, y del medio ambiente.
Fundación Educativa de Oracle
Fundación OracleLa Oracle Education Foundation provee los servicios de Think.com y
ThinkQuest a la comunidad global de educación primaria y secundaria justificando un
aporte anual de $13 millones por el tiempo y recursos que invierte la empresa.
Confieso que esta es de las fundaciones
que menos emociona ya que una de las
áreas de enfoque es la promoción de un
producto de Oracle educativo en una
audiencia joven. Sin embargo hay que
destacar que Larry Ellison, el CEO de
Oracle también ha dado importantes
aportes a otras fundaciones con cifras de hasta $40 millones al año.
COMENTARIO GENERALIZADO
Referente al Artículo 99, la Fundación es una Persona Jurídica no lucrativa, que no debe
llevar a confusión: tener un fin no lucrativo no impide el realizar actividades económicas
que generen excedentes. Lo que sí implica el carácter no lucrativo es que estos
excedentes no podrán destinarse a él o los fundadores, en caso se trate de una
fundación constituida mediante escritura pública, o a los herederos del fundador si la
fundación se constituyó por testamento, sino que deberán ser aplicados a la
consecución del fin fundacional.
Al respecto, debe notarse que el fin no solo debe ser no lucrativo, sino además debe
tener el calificativo de "interés social", Definir el "interés social" de manera concreta
resulta imposible por la diversidad de necesidades de las sociedades en momentos
determinados. Es así que el contenido de este término varía de acuerdo a circunstancias
tales como el espacio, el tiempo, la cultura y el nivel de desarrollo, pues no en todas las
sociedades los intereses y necesidades son las mismas. El fin fundacional debe tratar
de satisfacer demandas de la sociedad, demandas que Va-rían de acuerdo al lugar y al
momento histórico.
Como es fácil deducir, el que se introduzca un elemento indeterminado como el "interés
social" conlleva un serio riesgo de arbitrariedad por parte de los Registros Públicos al
momento de calificar la inscripción de una fundación, pues siempre se podrá discutir el
grado de interés de la sociedad en cierto tema o su utilidad para ésta. De esta suerte,
estimamos que la interpretación de "interés social" debe ser la más amplia posible, pues
en caso contrario se corre el riesgo de dejar fuera actividades que podrían ser de interés
para la sociedad pero cuya novedad impida el que esto se entienda así por el registrador.
Creemos que el riesgo de impedir la constitución de fundaciones que beneficien a la
sociedad debe hacer que en caso de duda se prefiera la inscripción y que, ante cualquier
problema posterior, se opte por la modificación de los fines hacia otros que sí sean
claramente de "interés social".
Si bien la fundación debe contar con una organización, pues ésta es necesaria para la
existencia de toda persona jurídica, existe controversia en cuanto a si la fundación
cuenta con miembros o no. Es nuestro parecer que esta persona jurídica no tiene
miembros por cuanto ni los fundadores, que al constituirla se desligan necesariamente
de la misma, ni los administradores, simple órgano administrativo, son miembros de la
misma. Al no tener miembros es el Consejo de Súper vigilancia de Fundaciones el ente
que asume las principales prerrogativas en cuanto a su control.
Se tiene así que la fundación es un patrimonio, administrado por una organización de
personas que no son miembros de la misma, destinado a realizar un fin de "interés
social" bajo la supervisión del Consejo de Supervigilancia de Fundaciones.
Sin embargo, hay un sector de la doctrina nacional que sostiene que la fundación es
una organización de personas que administra un patrimonio afectado a un fin
(FERNÁNDEZ SESSAREGO, ESPINOZA ESPINOZA, entre otros).
Por último, la constitución de la fundación requiere de la afectación de bienes que
habrán de constituir su patrimonio, ya que, a diferencia del comité cuyo propósito es
recaudar fondos para un determinado fin altruista, la fundación se constituye con el
objetivo de lograr un fin de interés social. La consecución de este fin requiere que ya
existan fondos, lo que no impide que para continuar se realice actividades económicas
que generen excedentes lo que será especialmente importante en fines de larga
duración.

CONCLUSIONES
1. En nuestro país para crear una Fundación, se debe poseer patrimonio
(económico, bienes inmuebles, etc.) y vocación de servicio.
2. Otra de las formas de crear una fundación es dejar una herencia,
nuestros bienes a través de un testamento, para un fin determinado y /o
nombrando a un albacea (administrador) para que puedan servir por
ejemplo a los niños pobres de nuestro país en un lugar determinado.
3. En el Perú el proceso administrativo para organizar y constituir una
fundación, es ineficiente porque no cuenta con facilidades técnicas dadas
por el estado y por este motivo muchas de las posibles fundaciones no
llegan a constituirse, ni poner en práctica sus objetivos propuestos.
4. El funcionamiento de las fundaciones debe ser siempre regulados y
organizados por el ESTADO u organismos gubernamentales, porque
existen un total desinformación de aquellas personas que al morir no
dejan beneficiarios directos y fácilmente el ESTADO podría controlar
dichos actos contractuales.
5. En nuestro país la legislatura que rige para las fundaciones es muy
diferente a la existente en otros países.
6. No existe una filosofía jurídica y/o doctrinal, respecto al conocimiento del
cómo, del porqué, del para que y desde cuando iniciar un proceso de
planificación legal para la existencia de las fundaciones; para ello el
estado debe preocuparse en difundir y expandir la existencia de este tipo
de conocimientos para el desarrollo de personas jurídicas
respectivamente.
ASOCIACIONES
I. INTRODUCCION
El desarrollo de este artículo surge a propósito de la comprobación fáctica de 3 hechos
de suma importancia: el primero, las asociaciones constituyen una de las personas
jurídicas a la que los ciudadanos recurren con mayor frecuencia como forma de
organización, por lo que no es casualidad que actualmente existan más de 10,000
asociaciones inscritas a nivel nacional; el segundo, muchas de ellas suelen realizar
importantes actividades económicas para obtener los recursos para el cumplimiento de
sus fines, las que tienen un gran impacto en la economía de nuestro país, esto se puede
apreciar con mucha más claridad tratándose de las ONG y los Centros de Conciliación,
(que conforme al artículo 24 de la Ley 26872 adoptan esta forma jurídica); y el tercero,
el desconocimiento que existe entre el ciudadano común, sobre su naturaleza y sus
consecuencias , lo que suele generar una serie de conflictos a su interior, la mayoría de
las veces relacionadas a su patrimonio, motivando el desprestigio de la institución.

II. DEFINICION DE ASOCIACION:


Debemos empezar señalando que las personas jurídicas sin fines de lucro (asociación,
fundaciones y comité) tienen especial importancia en nuestro ordenamiento jurídico, lo
que se puede apreciar en el artículo 2 inciso 13 de nuestra Constitución que reconoce
como derecho fundamental de las personas: “A asociarse y a constituir fundaciones y
diversas formas de organización jurídica sin fines de lucro, sin autorización previa y con
arreglo a ley”. Sobre el particular el Tribunal Constitucional ha señalado que este
derecho fundamental tiene un doble contenido: como un atributo de todas las personas
a asociarse libremente, sin autorización previa y con arreglo a ley; y como forma de
organización jurídica, constituida como consecuencia del ejercicio del derecho de
asociación, limitada a los fines que se propone, los que no serán de lucro. En la doctrina
podemos apreciar que cuando se trata de definir ese tipo de personas jurídicas, se
encuentran presentes las siguientes características:
a) concurrencia de personas organizadas para realizar una actividad común.
b) vocación de permanencia en el tiempo.
c) finalidad no lucrativa.

En esta línea de pensamiento, el artículo 80 del Código Civil ha definido a la asociación


de la siguiente manera: “…es una organización estable de personas naturales o jurídicas,
o de ambas, que a través de una actividad común, persiguen un fin no lucrativo”. En
cuanto a las 2 primeras características no encontramos mayores problemas, lo cual no
ocurren en el caso de la tercera, motivo por el cual hemos querido centrar nuestro
artículo en dicho tema.
III. LA FINALIDAD NO LUCRATIVA DE LAS ASOCIACIONES:
Como se desprende del punto anterior, el carácter no lucrativo de las asociaciones
constituye una de las características más importantes en este tipo de organizaciones, y
también se encuentra presente en otras fórmulas que ha previsto nuestro Código Civil,
como es el caso de las Fundaciones y los Comités.
Hasta no hace mucho tiempo, se solía identificar el carácter no lucrativo de las
asociaciones, con la imposibilidad de éstas para desarrollar ciertas actividades
económicas, pues se sostenía que las mismas, sólo podían ser desarrolladas por aquellas
reguladas por la Ley General de Sociedades. No obstante ello, la realidad nos demuestra
que esta afirmación no es exacta, pues tanto las personas jurídicas lucrativas así como
las no lucrativas, tienden a desarrollar actividades económicas para la generación de
excedentes, en un caso para repartirlo entre sus socios o, en otro, para reinvertir los
mismos en la finalidad social para las que fueron creadas.
En la doctrina actual existe consenso acerca de las actividades no lucrativas que pueden
desarrollar las asociaciones son innumerables, empero deben ser lícitas y no contrariar
al orden público ni a las buenas costumbres. Así, Carlos Fernández Sessarego señala que
“....dentro de esos parámetros encontramos una vasta gama de actividades no lucrativas
que pueden desarrollar los miembros de la asociación.
Entre ellas a título de ejemplo, cabe mencionar las de carácter cívico, religioso, benéfico,
cultural, político, gremial. Deportivo u otros similares”.
Actualmente hay coincidencia en los autores consultados en que la finalidad no lucrativa
de una asociación no puede definirse a partir de la actividad común que realiza, sino
que”... el carácter lucrativo o no de la persona jurídica está definido en la relación entre
sus integrantes y las mismas”, en ese sentido la comprobación del carácter lucrativo o
no, debe hacerse a partir del destino que se le da a los beneficios económicos que se
obtienen. El ejemplo que nos ilustra con claridad este tema es el siguiente: “...tomemos
el caso de un grupo de ciudadanos dedicados a tareas académicas
Sobre este punto, no podemos dejar de mencionar que nuestra legislación ha previsto
situaciones especiales en el ámbito de este tipo de entidades, las que constituyen
evidencia clara de la existencia de un interés general en esta forma de organización, y
es la que permite que los adolescentes y los sindicatos de trabajadores puedan constituir
asociaciones reguladas bajo la normatividad del Código Civil que decidan promover la
cultura de los jóvenes, para cuyo caso constituyen un centro educativo que bautizan con
el nombre “La nueva Generación”. La entidad lleva a cabo quehaceres educativos, éste
es su objeto social. La finalidad que persiguen sus fundadores puede ser puramente
altruista (por ejemplo, el fomento de la educación cristiana) o lucrativa como es el caso
de las academias universitarias”.
IV. CARACTERISTICAS DEL FIN NO LUCRATIVO:
El tema en cuestión se encuentra relacionado al tema del patrimonio de la asociación,
el cual debe aplicarse necesariamente al objeto social y respecto del cual los asociados
no tienen ningún derecho. Las consecuencias que se derivan de tal afirmación son
esencialmente dos:
a) la prohibición de repartir los beneficios económicos que se obtengan entre los
asociados.
b) en caso de disolución y liquidación, el haber neto resultante no puede repartirse entre
los asociados, sino que tiene que destinarse a la persona que se haya previsto en los
estatutos o, en su defecto, a la que señalen la Sala Civil de la Corte Superior, conforme
lo prevé el artículo 98 del Código Civil.

Este tema aparentemente claro no lo es en realidad, por el contrario, es el que suele


generar una serie de conflictos al interior de las asociaciones, tanto por que la persona
común desconoce este puntos y, porque en nuestros Tribunales esta materia no ha sido
desarrollada, sobre todo si se tiene en cuenta que en la práctica la repartición de los
beneficios económicos entre los asociados puede adoptar mil formas, una más
sofisticada que la otra. A lo anterior, habría que agregar que en la medida que una
organización genera excedentes, produce también en algunos miembros de la entidad,
la falsa expectativa de tener derecho a ella, pues no alcanzan a comprender las razones
por las que no pueden tener derecho a la misma, si trabajaron para ello.

V. MECANISMOS PARA CAUTELAR LA NO VULNERACIÓN DE LA FINALIDAD NO


LUCRATIVA DE LAS ASOCIACIONES:
Tal como lo hemos señalado, en la práctica, podemos apreciar que la finalidad no
lucrativa de las asociaciones se vulnera con suma facilidad, en algunos casos, con el
asentimiento de sus asociados, quienes recurren a innumerables justificaciones para
efectos de la contabilidad, como bonos especiales, privilegios injustificados a sus
directivos, etc. Este tipo de vulneraciones a menudo suelen resultar impunes, pues no
tenemos conocimiento que se haya hecho uso de la facultad que concede el artículo 96
del CC ni que se haya sancionado a los infractores, lo cual creemos, obedece a que los
mecanismos que establece el Código Civil resultan insuficientes, además de adolecer de
claridad. Sobre el particular, se mantiene vigente la crítica que en su oportunidad se
formulará sobre lo lacónico de su regulación: “Si el punto de partida fue evitar la
regulación patrimonial de la asociación porque este aspecto no era importante (dada la
finalidad no lucrativa) este punto de partida ya había sido superado por la realidad hace
mucho tiempo (inclusive mucho antes del debate del nuevo Código). Si la opción básica
fue una regulación básica y técnica, contradice la opción pedagógica de otras partes del
Código”. Este punto de vista crítico se ve reforzado si se tiene en cuenta que en la
mayoría de los casos los asociados no suelen ser abogados, y la asesoría legal preventiva
no es una de las características del común de los peruanos, por tanto desconocen los
mecanismos que tienen para proteger sus derechos y las formas que se le exige para
que puedan hacer uso de aquellos.

5.1 Control de los asociados:


El código le ha dado un papel principal en esta materia a los asociados, si revisamos el
artículo 92 del Código Civil podremos apreciar que se reconoce el derecho de los
asociados a impugnar judicialmente los acuerdos que violen las disposiciones legales o
estatutarias, lo cual nos parece totalmente correcto y acertado.
A continuación, el mencionado dispositivo legal establece que las acciones
impugnatorias contra los acuerdos mencionados, deben ejercitarse en un plazo no
mayor de 60 días, contados a partir de la fecha del acuerdo o, dentro de los 30 días
siguientes a la fecha en que su inscripción tuvo lugar (si el acuerdo fuera inscribible) ante
el Juez Civil del domicilio de la Asociación, prescribiendo además que el trámite será el
del proceso abreviado.
Es pertinente anotar, que el ejercicio del aludido derecho, se encuentra supeditado al
cumplimiento previo de ciertos requisitos, según se den los siguientes supuestos de
hecho:
a) si se trata de asociado no concurrente a la Asamblea General.
b) si el asociado fue privado ilegítimamente de emitir su voto (asistió a la Asamblea pero
se le impidió votar).
c) si el asociado concurrió a la Asamblea y se opone al acuerdo.

Sobre los dos primeros supuestos huelgan los comentarios, más no así en el tercero,
donde el mencionado dispositivo exige para poder demandar un requisito adicional:
deberá dejar constancia en el acta su oposición al acuerdo. Personalmente,
consideramos que uno de los temas que generan mayor controversia giran en torno a
este tema, en primer lugar, porque debe tenerse en cuenta que en la práctica, el
derecho del asociado (que asistió a la Asamblea General y desea impugnar judicialmente
un acuerdo), se vulnera con facilidad, pues basta para ello omitir en el acta de la sesión
su oposición expresa al acuerdo y, el sentido de su voto, así lo haya solicitado
expresamente; más aún cuando es común, que las actas sean redactadas días después
de producida la Asamblea y, las observaciones a sus defectos u omisiones, se formulen
en la asamblea siguiente; lo que puede originar que ésta se lleve a cabo luego de
transcurrido el plazo establecido en la norma.
Abunda el hecho que existen pronunciamientos emitidos por la Sala Civil de la Corte
Suprema, en el sentido que el derecho de impugnación de los asociados, sólo puede
ejercitarse dentro de los plazos previstos y, en la vía del proceso abreviado. El
mencionado criterio lo compartimos parcialmente, pues consideramos que no sería
aplicable tratándose de un acuerdo que vulnera una norma imperativa (como es el caso
del carácter no lucrativo de la asociación), por lo que nada impediría que, vencido el
plazo aludido, pueda impugnarse a través de la vía del proceso de conocimiento;
pretensión que podría ser incoada no sólo por asociado (con o sin los requisitos que
exige el artículo 92 del Código Civil), sino también por el Ministerio Público o por
cualquier persona con legítimo interés para ello, tal como ocurre en el ámbito de la Ley
General de Sociedades, en el que el interés privado es aún más fuerte que en el de las
asociaciones. El fundamento de éste punto de vista estriba en la primacía de las normas
de carácter imperativo, pues ningún ordenamiento jurídico puede admitir que la
voluntad de la Asamblea General infrinja los mandatos de la ley así lo quieran sus
asociados, más aún, cuando los mecanismos previstos para que un asociado pueda
defenderlas resultan insuficientes.

5.2 Control del Ministerio Público:


El Código Civil no ha sido claro respecto del rol que debe desempeñar el Ministerio
Público en la fiscalización de las asociaciones, lo cual ha creado cierta sensación en ellas,
en el sentido de que no están obligadas a dar ningún tipo de explicaciones a entidad
distinta, salvo a la SUNAT en temas estrictamente tributarios. Ello obedece de alguna
manera, a aquél punto de vista que sostiene -haciendo una interpretación restrictiva del
artículo 96 del CC-, que la intervención del Ministerio Público sólo podría darse en
aquellos casos en que se hubiera incurrido en causal de disolución, la cual deberá
solicitarla ante el Poder Judicial.
Consideramos que el punto de vista descrito no es el correcto, pues este tipo de
entidades requiere de un control externo, a fin de no vulnerar sus fines y custodiar que
sus actividades sean lícitas, observando el orden público y las buenas costumbres. Sobre
el particular Fernández Sessarego, al comentar el artículo 96 tantas veces mencionado
señala que: “la norma se fundamenta en la necesidad de contar con un sistema que
permita supervigilar y, en su caso, requerir y obtener la disolución de aquellas
asociaciones que desnaturalizan su finalidad no lucrativa con propósitos ilícitos, son
contrarias al interés público o a lo que resulta ser la concepción moral imperante dentro
de una comunidad” (el subrayado es nuestro). Dentro de este contexto, somos de la
opinión que nada impide que el Ministerio Público pueda intervenir para controlar si
una persona jurídica está cumpliendo con sus fines, si sus actividades se están
desarrollando dentro del marco que establece la ley, respetando el orden público y las
buenas costumbres o, cuando tenga noticia de que no se están cumpliendo.
Sobre el particular, debemos mencionar que la intervención del Ministerio Público en
los supuestos previstos por la norma ha sido casi nulo, lo cual podría significar una de 2
cosas:
a) que las asociaciones son respetuosas de las normas y no las transgreden.
b) que no llegan a conocimiento del Ministerio Público las posibles infracciones que
puedan darse en este tema.

El artículo 159 inciso 1 de la Constitución Política del Estado, concordado con el artículo
1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, establece con toda claridad que la función
principal del Ministerio Público es la defensa de la legalidad. Si esto es así, y luego de
una interpretación sistemática por comparación de norma y teleológica, podemos
afirmar que no existe impedimento alguno para que el mencionado órgano autónomo
pueda fiscalizar a las personas jurídicas no lucrativas, además de tomar las medidas
pertinentes cuando conozca sobre acuerdos que vulneren el carácter no lucrativo de las
asociaciones, aun cuando ello no implique solicitar la disolución judicial de la asociación,
tales como solicitar la nulidad de un acuerdo determinado, se determine la
responsabilidad de los Directivos por mala gestión, etc.
En este punto de nuestro análisis, debemos mencionar que sería importante que las
normas del Código Civil establezcan expresamente facultades de control para el
Ministerio Público, a través de inspecciones periódicas, estableciendo la obligación de
las asociaciones la presentación de los balances anuales, etc.; o en su defecto, establecer
como sucede en el caso de las Fundaciones, un órgano administrativo con facultades de
control y sanción, empero sin facultades de disolución, ya que el artículo 2 inciso 13 de
la Constitución lo prohíbe.

5.3 Terceros con interés:


Los terceros, a menudo, juegan un papel sumamente importante en este tipo de
personas jurídicas, tal es el caso de quienes contribuyen con sus donaciones (para que
sean destinados directamente a los fines de la asociación o para que mediante ellas
puedan. obtener los recursos para el cumplimiento de sus fines) y/o los beneficiarios de
la actividad de las asociación o del destino de su patrimonio (en caso de disolución).
A pesar de la importancia del tema, el libro de personas no lo ha tratado. Lo cual genera
serias controversias al momento de determinar quiénes deben ser considerados
terceros con legítimo interés, de los mecanismos que tienen a su alcance para que
puedan intervenir en determinados casos o para la defensa del fin no lucrativo de la
asociación, etc. Tal hecho suele generar algunas preguntas: ¿qué sucede cuando
conocen que la asociación está repartiendo utilidades entre los asociados? ¿Qué pasa
cuando las donaciones no se han aplicado al fin previsto por el donante? o ¿qué hacer
cuando los beneficiarios del trabajo de la asociación conocen que los fondos no se
vienen aplicando correctamente?
Como se puede advertir, el tema es de suyo complicado. El artículo VI del TP del Código
Civil establece que “Para ejercitar o contestar una acción es necesario tener legítimo
interés económico o moral”. En este caso habría sido conveniente establecer quienes
deben ser considerados como terceros con legítimo interés, por ejemplo en el caso de
los beneficiarios el tema es sumamente discutible. En todo caso, en el marco de la
legislación que tenemos le corresponderá al Juez determinar, en cada caso concreto,
cuando nos encontramos frente a un tercero con legítimo interés, quienes no tendrán
impedimento alguno para interponer las acciones pertinentes para evitar se vulneren el
carácter no lucrativo de los asociaciones a través de un proceso judicial, en la vía
procedimental de conocimiento.

No obstante lo anterior, tratándose de terceros con legítimo interés o no, tampoco


existe ningún impedimento para que puedan denunciar tales hechos al Ministerio
Público, para que pueda proceder conforme a sus atribuciones.

VI. LAS EXONERACIONES TRIBUTARIAS EN EL CASO DE LAS PERSONAS JURÍDICAS SIN


FINES DE LUCRO.
El tema de las exoneraciones tributarias constituye un elemento importante cuando
hablamos de personas jurídicas sin fines de lucro, debiendo precisar que no todas las
asociaciones por ser tales gozan de este beneficio, sino que procede en los casos
previstos por la norma correspondiente y previa solicitud de parte, razón por la cual esta
es una de las materias que deberíamos tener en cuenta al momento de la redacción de
los estatutos, por las implicancias que tiene.
El artículo 19 del Texto Único de la Ley del Impuesto a la Renta, aprobado por Decreto
Supremo N° 054-99-EF sustituido por el artículo 2° de la Ley 27386, establece quienes
son los sujetos que pueden gozar de la exoneración del pago por este concepto, y cuáles
son los requisitos que se deben cumplir para ello.
En el caso de las asociaciones, el inciso b) del mencionado dispositivo, alcanza a las
rentas destinadas a sus fines específicos en el país de las Asociaciones sin fines de lucro,
cuyo instrumento de constitución comprenda exclusivamente alguno o varios de los
siguientes fines: beneficencia, asistencia social, educación, cultural, científica, artística,
literaria, deportiva, política, gremiales, de vivienda; siempre que no se distribuyan
directa o indirectamente entre los asociados y, cuando en los estatutos esté previsto
que su patrimonio será destinado en caso de disolución, a cualquiera de los fines antes
mencionados. Asimismo en el segundo párrafo del texto legal mencionado se establece
que, no estarán sujetas a dicha exoneración, las rentas provenientes de operaciones
mercantiles distintas a sus fines estatutarios, que realicen las fundaciones afectas y
asociaciones sin fines de lucro.
Como lo hemos señalado, en el ámbito de las asociaciones se pueden diferenciar los
fines de la persona jurídica y, las actividades económicas que éstas realizan con el objeto
de obtener recursos. Dentro de este contexto, resulta pertinente hacer 2 afirmaciones:
a) que no toda persona jurídica no lucrativa se encuentra exonerada, sino sólo aquellas
que tienen como fines la que se consignan en la norma aludida.
b) se entiende que la exoneración alcanza a las donaciones de bienes, tanto nacionales
o extranjeras, que se apliquen directamente a los fines de la asociación; más no estarían
exoneradas las ganancias que se obtengan de la realización de actividades económicas
para obtener fondos o, las donaciones que se reciban y que no puedan destinarse
directamente a sus fines.

Consideramos que la redacción de la norma no es feliz, una primera crítica que se puede
hacer, es que no guarda coherencia con la regulación realizada en el Código Civil; así,
podemos señalar lo siguiente:

a) para la concesión de este beneficio se pone énfasis en la actividad común que


desarrolla la asociación, sin tener en cuenta la importancia de actividad que realiza para
la colectividad, la eficiencia de la misma, etc.
b) nos parece una redundancia cuando la norma expresa la exigencia que “siempre que
(las rentas) no se distribuya, directamente o indirectamente entre los asociados”, pues
como lo hemos señalado precedentemente, la característica central de las asociaciones
son su finalidad no lucrativo, lo que implica necesariamente tal prohibición.
c) no se justifica la obligación de “..... Que en sus estatutos esté previsto que su
patrimonio se destinará, en caso de disolución, a cualquiera de los fines mencionados”;
pues de destinarse el patrimonio a un fin distinto al mencionado en la norma acotada,
nada impide que se le pueda quitar ese beneficio y, porque aún en el supuesto que los
estatutos no lo establezcan, resulta de aplicación el artículo 98 del CC, el cual le da
facultades a la Sala Civil de la Corte Superior proceda teniendo en cuenta el interés
social.

Dentro de este tema, un punto importante que no debe soslayarse, es que más allá del
hecho de que una asociación se encuentre o no exonerada del impuesto a la renta, si
ésta vulnera la prohibición de repartir los beneficios económicos obtenidos entre los
asociados, este hecho además de las implicancias civiles que tendría -y que ya hemos
señalado-, tendría implicancias en el ámbito tributario, tanto para los asociados que los
recibieron como para la Persona Jurídica que lo repartió; y, dependiendo del caso
concreto, podría inclusive tener implicancias en el ámbito penal.
Conclusiones:
La importancia del rol que vienen desempeñando las Asociaciones en nuestra sociedad
es incuestionable; resultando ser el tema más controvertido sobre las mismas su
carácter no lucrativo, el cual puede ser vulnerado fácilmente, especialmente en un
contexto en que ese tipo de personas jurídicas realizan actividades económicas que
generan importantes beneficios y, sobre el cual los mecanismos previstos para evitar la
vulneración del carácter no lucrativo de la asociación son insuficientemente claros. La
complejidad del tema hace necesario la adopción de variadas medidas, sugiriéndose las
siguientes:
a) difundir en la población los alcances y límites de este tipo de personas jurídicas no
lucrativas.
b) propiciar que el Ministerio Público realice una función contralora en este tipo de
personas jurídicas, otorgándosele facultad para intervenir las mismas en casos en que
se adviertan irregularidades en su administración y no solamente en el caso a que se
refiere el artículo 96 del CC.
c) reformular el texto legal vigente, en especial, el aspecto referido al diseño de
mecanismos eficientes de controles externos e internos, definiendo con claridad los
alcances del derecho de impugnación de los asociados y terceros, y mejorar el aspecto
procesal que el tema involucra; y, como consecuencia de ello.
d) esperar que la Jurisprudencia determine los casos en que se vulnera el fin lucrativo
así como, precise quienes deben ser considerados para tales efectos terceros con interés
para iniciar la acción correspondiente.

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