Trabajo
En mecánica clásica, se dice que una fuerza realiza trabajo cuando altera el estado de
movimiento de un cuerpo. El trabajo de la fuerza sobre ese cuerpo será equivalente a
la energía necesaria para desplazarlo de manera acelerada. El trabajo es una magnitud
física escalar que se representa con la letra W.
En general, si un objeto se desplaza en línea recta con función posición s(t), entonces la fuerza F
sobre el objeto (en la misma dirección) está dada por la segunda ley de Newton del movimiento
como el producto de su masa m por su aceleración, es decir:
En el sistema métrico SI, la masa se mide en kilogramos (kg), el desplazamiento en metros (m),
el tiempo en segundos (s) y la fuerza en newtons (N= kg*m/s2). Así, una fuerza de 1 N que actúa
sobre una masa de 1kg produce una aceleración de m/s2. En el sistema usual de Estados Unidos,
la unidad fundamental que se ha elegido como la unidad de fuerza es la libra.
Si la fuerza fuese variable, supongamos que el objeto se desplaza a lo largo del eje x en la
dirección positiva, desde x=a hasta x=b, y que en cada punto x entre a y b actúa una fuerza f(x)
sobre el objeto, donde f es una función continua. Dividamos el intervalo [a, b] en n subintervalos
con puntos extremos x0, x1,…, xn e igual ancho ∆x. Elijamos un punto muestra xi * en el i-
ésimo subintervalo [xi-1, xi]. Entonces la fuerza en el punto es f (xi*). Si n es grande, entonces
∆x es pequeña, y puesto que f es continua, los valores de f no cambian mucho sobre el intervalo
[xi-1, xi]. En otras palabras, f es casi constante sobre el intervalo, por lo que el trabajo Wi que se
realiza al desplazar la partícula desde xi-1 hasta xi se obtiene aproximadamente mediante la
ecuación 2:
Así, podemos dar un valor aproximado del trabajo total con
Parece que esta aproximación es mejor a medida que incrementamos a n. Por tanto, definimos el
trabajo realizado al mover el objeto desde a hasta b como el límite de esta cantidad cuando n→∞.
Puesto que el lado derecho de 3 es una suma de Riemann, su límite es una integral definida, así
que
promedio de los n valores es veces la suma de Riemann de f en [a, b]. A medida que
incrementamos la cantidad de subintervalos (D x ® 0, n ® ¥ ) se obtiene, teniendo en cuenta la
definición de integral definida:
= = .
El concepto del valor promedio de una función en un intervalo es solamente uno de los muchos
usos prácticos de las integrales definidas para representar procesos de suma.
Este teorema es importante porque asegura que una función continua en un intervalo cerrado
alcanza su valor promedio al menos en un punto.
Si f es continua en el intervalo cerrado [a, b], existe un número c en este intervalo tal que
f(c)(b - a) =
Una superficie de revolución se forma cuando se hace girar una curva en torno de una recta.
Podemos imaginar que se desprende una capa externa muy delgada del cuerpo de revolución y
que la cascara se aplana para poder medir su área.
Cuando sea positiva y tenga derivada continua, definimos al área superficial de la superficie
obtenida al hacer girar la curva en torno al eje x
Con la notación de Leibniz para derivadas la ecuación se transforma en:
Donde se refiere a:
Entre las muchas aplicaciones del cálculo integral a la física y a la ingeniería, aquí se consideran
dos: la fuerza debida a la presión del agua y los centros de masa. Como con las aplicaciones
previas a la geometría (áreas, volúmenes y longitudes) y el trabajo, la estrategia es descomponer
la cantidad física en un gran número de partes pequeñas, aproximar cada parte pequeña, sumar
los resultados, tomar el límite y después evaluar la integral resultante.
Los buceadores de aguas profundas saben que la presión del agua se incrementa al aumentar la
profundidad. Esto se debe a que aumenta el peso del agua sobre ellos.
En general, suponga que una placa horizontal delgada con área de A metros cuadrados se
sumerge en un fluido de densidad p kilogramos por metro cúbico a una profundidad de d metros
debajo de la superficie del fluido. El fluido directamente arriba de la placa tiene volumen V=Ad,
de modo que su masa es m=pV=pAd. La fuerza ejercida por el fluido sobre la placa es
F=mg=pgAd, donde g es la aceleración debida a la gravedad. La presión P sobre la placa se
define como la fuerza por unidad de área: P=F/A=pgd.
La unidad SI para medir la presión es newtons por metro cuadrado, llamada pascal (abreviatura:
1 N/m2 = 1 Pa). Puesto que ésta es una unidad pequeña, se emplea con frecuencia el kilopascal
(kPa).
1 P=pgd=ẟd.
Esto ayuda a determinar la fuerza hidrostática contra una placa o pared vertical en un fluido. Éste
no es un problema directo porque la presión no es constante, sino que crece a medida que
aumenta la profundidad.
Nuestro principal objetivo aquí es hallar el punto P sobre el que una placa delgada de cualquier
forma se mantiene horizontal. El punto se llama centro de masa (o centro de gravedad) de la
placa.
Primero se considera la situación más simple, donde dos masas m1 y m2 se fijan a una varilla de
masa insignificante en lados opuestos de un fulcro (punto de apoyo) y a distancias d1 y d2 de
éste. La varilla se estabilizará si
Éste es un hecho experimental que descubrió Arquímedes y se llama ley de la palanca. (Imagine
una persona de poco peso que pone en equilibrio a una persona más pesada en un balancín,
sentándose a una mayor distancia en relación con el centro.)
Ahora suponga que la varilla está a lo largo del eje x con m1 en x1 y m2 en x2 y el centro de
masa en x. Se ve que d1= x-x1 y d2= x2-x, entonces, la ecuación 2 da
3
Los números m1x1 y m2x2 se llaman momentos de las masas m1 y m2 (respecto al origen), y la
ecuación 3 indica que el centro de masa x se obtiene al sumar los momentos de las masas y
dividir entre la masa total m=m1+ m2.
En general, si se tiene un sistema de n partículas con masas m1, m2,…, mn localizadas en los
puntos x1, x2,…, xn sobre el eje x, puede demostrarse de manera similar que el centro de masa
del sistema se localiza en
Se llama momento del sistema respecto al origen. La ecuación 4 podría reescribirse como
mx=M, que indica que si se considerara a la masa total como si estuviera concentrada en el
centro de masa x, entonces su momento sería el mismo que el del sistema.
Ahora consideremos un sistema de n partículas con masas m1, m2,…, mn localizadas en los
puntos (x1, y1), (x2, y2),…, (xn, yn) en el plano xy. Por analogía con el caso unidimensional, se
define el momento del sistema respecto al eje y como
Entonces My mide la tendencia del sistema a girar respecto al eje y y Mx mide la tendencia a
girar respecto al eje x. Como en el caso unidimensional, las coordenadas ( x, y ) del centro de
masa están dadas en términos de los momentos por las fórmulas
donde m=∑ mi es la masa total. Puesto que mx= My y my= Mx, el centro de masa (x, y) es el
punto donde una sola partícula de masa m tendría los mismos momentos que el sistema.
Ahora, consideremos una placa plana (llamada lámina) con densidad uniforme p que ocupa una
región R del plano. Se desea localizar el centro de masa de la placa, llamado centroide de R. Para
esto utilizamos los siguientes principios físicos: el principio de simetría señala que si R es
simétrica respecto a la recta l, entonces el centroide de R está sobre l. (Si R se refleja respecto a l,
entonces R no cambia, y su centroide permanece fijo. Pero los únicos puntos fijos yacen sobre l.)
Así, el centroide de un rectángulo es su centro geométrico. Los momentos deben definirse de
modo que si toda la masa de una región se concentra en el centro de masa, entonces sus
momentos permanecen sin cambio. Asimismo, el momento de la unión de dos regiones que no se
traslapan debe ser la suma de los momentos de cada una de las regiones.
Suponga que la región R es del tipo mostrado en la figura 10a); es decir, R se sitúa entre las
rectas x=a y x=b, arriba del eje x y debajo de la gráfica de f, donde f es una función continua.
Dividimos el intervalo (a,b) en n subintervalos con puntos extremos x0, x1,…, xn e igual ancho
∆x. Elegimos el mismo punto muestra xi* como el punto medio xi del i-ésimo subintervalo; es
decir, xi=(xi-1 + xi)/2. Esto determina la aproximación poligonal a R mostrada en la figura 10b).
El centroide del i-ésimo rectángulo de aproximación Ri es su centro Ci(xi, 1/2 f(xi) ). Su área es
f(xi) ∆x, de modo que su masa es
De nuevo se suman estos momentos y se toma el límite para obtener el momento de R respecto al
eje x:
Al igual que para sistemas de partículas, el centro de masa de la placa se define de modo que
mx=My y my=Mx. Sin embargo, la masa de la placa es el producto de su densidad y su área:
Y, por tanto,
Si la región R se localiza entre dos curvas y=f(x) y y=g(x), donde f(x) ≥ g(x), entonces puede
usarse la misma clase de argumento que condujo a las fórmulas 8 para demostrar que el centroide
de R es (x, y), donde
Se concluye esta sección mostrando una conexión sorprendente entre centroides y volúmenes de
revolución.
Teorema de Pappus. Sea R la región plana que está completamente en un lado de una recta l en el
plano. Si se hace girar a R en torno a l, entonces el volumen del sólido resultante es el producto
del área A de R y la distancia d recorrida por el centroide de R.
Referencia Bibliográfica