Lincopi Bruch, C. F., Pereyra, C., Echeverría, B., & Sánchez Vázquez, A. (2017,
January). Una polémica en las filas del marxismo latinoamericano: Carlos Pereyra,
Bolívar Echeverría y Adolfo Sánchez Vázquez. Marxismo Y Revolución, 1–21.
Retrieved from http://marxismoyrevolucion.org/wp-content/uploads/2017/01/Una-
polémica-en-las-filas-del-marxismo-latinoamericano.pdf
Filosofía, en Toluca (México), entre los días 23 y 27 de noviembre del año 1987, en la
la polémica es abierta por Carlos Pereyra (1940-1988), quien a inicios de 1988, presenta
una ponencia titulada Señas de identidad. En ella abre el problema sobre el sentido del
ismática (de “ismo”) como religión de estados, repúblicas y partidos. Carlos Pereyra
identifica el término ‘marxista’ como una suerte de velo de maya que impide captar la
preguntarse por el sentido, el significado, de la identidad del ser ‘marxista’, cuestión que
a nuestro juicio, fue mayoritariamente olvidada por los ‘marxistas’ y con razón, no
pocos cambiaron su coherencia político-revolucionaria con cómodas posiciones de
La primera réplica vendrá por parte del destacado filósofo ecuatoriano Bolívar
Para Echeverría, Carlos Pereyra olvida que junto a ese marxismo ismático, religioso,
Echeverría es más agudo y afirma que el marxismo es el pensamiento que con mayor
Marx y de sus discípulos, en efecto, abre, interroga, problematiza, cuestiona, toda una
época y, frente a esas interrogantes es que todo el pensamiento moderno ha tenido que
definir, orientar, diseñar, una posición ante ese genio crítico de la modernidad. El
intentar responder a las preguntas abiertas por Marx, en ese sentido, todos somos
marxistas, pues toda la época se ha visto obligada a tener como interlocutor a Marx, sea
filosófica.
militancia revolucionaria, sobre el sentido de ser marxista, tal y como lo hizo Marx
cuando afirmó “yo no soy marxista”, se trata de una forma inteligente de reivindicar el
profundo, esto es, de seguir el camino de una crítica radical a la modernidad capitalista
Tras la caída de los socialismos del Este, es innegable que la izquierda revolucionaria y,
con ella, el pensamiento marxista, se vio obligada a realizar un fuerte repliegue. Todos
fueron los primeros en abandonar las filas de la lucha revolucionaria por el socialismo.
versión mayoritaria durante el siglo veinte fue el materialismo dialéctico o diamat, que
del marxismo despótico y religioso que Carlos Pereyra tiene como objeto de su crítica y
deberíamos tener en cuenta que tal marxismo ismático tenía muy poco que ver con
hecho, hasta el día de hoy, la mayoría de los círculos militantes en América Latina
pero también por otros intelectuales marxistas como Georg Lukács, Karl Korsch, Karel
‘marxista’.
modernidad capitalista en la perspectiva de las tesis once sobre Feuerbach, esto es, de
‘doctrina’, que se puede extraer de las obras de Karl Marx y Friedrich Engels”. Pp.4
referente preciso.
Son tantas y tan variadas las interpretaciones que del marxismo ofrecen sus propios
protagonistas, que hace ya mucho tiempo se habla más bien de marxismos, en plural, lo
del método marxista que fuera aceptable para la totalidad de quienes se colocan en esta
perspectiva.
A finales del siglo veinte sigue tan viva como a mediados del siglo pasado la necesidad
es, por supuesto, tan actual como siempre la necesidad de asociar esa teoría crítica a una
práctica política que busque las vías de la transformación social, pero ni una cosa ni la
otra bastan para delinear con claridad una posición específicamente marxista.
esclarecimiento de las raíces de ese movimiento social, y por vigoroso que haya sido su
aporte para el despliegue y fortalecimiento del mismo, estas razones no bastan para
modernidad- que el llamado marxismo, cualquier cosa que signifique, ofrece todo lo que
no hace falta ninguna profesión de fe marxista para desarrollar una actividad intelectual
sino también porque el marxismo esta muchas veces ausente de la confrontación crítica
y el debate contemporáneos.
Habría que considerar la obra de Marx, como en diferentes planos intelectuales ocurre
con cualquier clásico, como punto de partida necesario pero no suficiente para pensar
modernidad. Pp.7
política. Pp.8
razón dialéctica, Sartre habla del marxismo como “el horizonte de toda la cultura
El marxismo es la “filosofía” de nuestro tiempo porque trae las preguntas a las que
todas las otras “filosofías” deben también intentar responder. En este sentido, todos -
barbarie “purificadora”.
El marxismo sólo puede tener esa vigencia trascendental gracias a que es ante todo una
Pp.9
Así, mientras en el plano de la teoría resulta difícil, si no imposible, establecer para los
dejar de lado, sin traicionar la encomienda revolucionaria que ellos deben cumplir, un
política fundamental que define a éste como sujeto, la capacidad de formar la figura
modernidad. Liberar a la democracia es, en este sentido, lo mismo que luchar por el
producción socializados, sólo en esa medida el capital, la cosa hecha sujeto, deja de
Tesis primera de Marx sobre Feuerbach y, con base en ella, en la unidad indisoluble de
Al hacer suyo el planteamiento originario de Marx, caen bajo la crítica de Pereyra todo
sobre la conciencia o del ser sobre el pensamiento” (El sujeto de la historia, p. 75).
Pp.13
social, o sea: por la praxis. En suma, el materialismo filosófico - concluye Pereyra- tiene
La teoría del reflejo tiene como supuesto ontológico la ignorancia de la unidad sujeto-
reconoce esa unidad, el conocimiento no puede consistir para Pereyra en una simple
idealismo ya había aportado, como señala Marx: la naturaleza del conocimiento como
concreto real. Esta negación no deja de suscitar las críticas a que da lugar el
aborda otros dilemas tradicionales sin privilegiar uno de sus términos. Así sucede con
que sobre ellas hace, las dicotomías de estructura y proceso histórico, historia general e
a esta última, la agudeza crítica de Pereyra alcanza sus más altas cotas al deshacer los
que exige enfrentarse a viejos clichés y explorar nuevos caminos. Y al hacerlo toma en
reduccionistas, caen bajo su lúcida mirada toda una serie de conceptos políticos
fundamentales. Pp.16
Pereyra es un intelectual comprometido ideológica, políticamente con un proyecto
Pereyra escribe que: “El marxismo presenta la paradoja… de ser la única teoría capaz de
necesario, pero insuficiente, o sea: inacabado. Pero ser marxista es también, dicho con
precisa en estos términos: “El proyecto marxista de terminar con las relaciones
42). Pp.20