El Avaro, de Moliere
(1) Género: Dramático
(2) Especie: Comedia
(3) Actos: Cinco
(4) Tema Principal: La avaricia como defecto
PERSONAJES:
(1) Harpagón: El avaro.
(2) Elisa: Hija de Harpagón.
(3) Cleanto: Hijo de Harpagón.
(4) Valerio: Fingido criado de Rapagón, enamorado de Elisa.
(5) Mariana: Amada de Cleanto.
RESUMEN DEL AVARO:
El avaro, comedia en prosa dividida en cinco actos representada por Moliere en
1668 y publicada al año siguiente.
Con El Avaro, inspirado en La Aulularia de Plauto, Moliere demuestra mejor que
nunca su perfecta maestría en la escritura teatral. Los tradicionalistas religiosos,
a la sazón muy poderosa, habían conseguido la prohibición real de Tartufo, pero
El avaro le proporcionó un nuevo triunfo.
Viudo y terriblemente avaro, Harpagón quiere casar a su hija Elisa con Anselmo,
viejo y rico, dispuesto a tomarla sin dote, pero Elisa se quiere casar con Valerio,
que ha conseguido entrar en la casa de Harpagón contratado como intendente.
Al mismo tiempo, Harpagón y su hijo varón, Cleanto, rivalizan por el amor de
Mariana. Para ayudar a su amo, el criado de Cleanto, La Flecha, roba el oro de
Harpagón. Acusado en falso, Valerio revela su amor por Elisa. Este tradicional
recurso de la confesión termina desenredando toda la intriga:
Anselmo descubre que Mariana y Valerio son los hijos que creía haber perdido
en un naufragio. Al final, ambas parejas de jóvenes podrán casarse y Harpagón
quedará satisfecho al recuperar su preciado oro.
En esta comedía Moliere utiliza todos los resortes del humor: el personaje cómico
de Harpagón, lo cómico de la situación – todos los personajes fingen– y, por
supuesto, lo cómico de las palabras y los gestos, heredados de la farsa y del
baile que el autor conocía muy bien. Desde ese momento, el amor y la juventud,
además de triunfar, se ríen de la autoridad que quiere casarlos en contra de sus
deseos.
En El avaro, Moliere juega con los personajes entre la confesión y el engaño,
reconciliando a los que lo consideran un moralista con los que sólo reconocen
en él a un autor teatral inspirado. La comedia otorga al juego de máscaras todo
su poder subversivo para convertir la verdad del deseo en la verdad de todos,
permitiendo que también se imponga la moral.
EL PURGATORIO
Por la puerta de san pedro ascendieron a un monte, lugar donde se purifica el
espíritu. Es el purgatorio, compuesto por nueve círculos o grados en forma
crónica. Por ellas suben las almas, y en cada círculo se purifican de un pecado.
En la grada más alta se encuentra la entrada al paraíso. Para entrar en el
purgatorio las almas se reúnen en la desembocadura del Tiber. Guarda la puerta
catón símbolo de la moral pagana. Dante describe las penas de los condenados
con esperanza.
EL PARAÍSO
Llegan al paraíso. Encuentra a Beatriz y Virgilio desaparece, ya que, como
pagano, no puede acompañarle a la tercera mansión. Beatriz y dante son
transportados a las mansiones celestiales, formadas por nueve círculos, donde
los bienaventurados gozan de la inefable presencia de dios. Cada círculo es una
esfera que envuelve otras inferiores. En el octavo cielo ve a los espíritus
triunfantes: “La Virgen Maria”, el “arcángel san Gabriel”, los bienaventurados. El
noveno o cristalino representa a las jerarquías angélicas.
REPRESENTACIONES DESTACADAS
En el siglo XIX representaron la pieza algunos de los actores más insignes del
panorama artístico español, como Antonio Vico, Ricardo Calvo o Teodora
Lamadrid. Ya en el siglo XX pueden mencionarse los siguientes montajes:
Teatro La Latina, Madrid, 1925. Intérpretes: Fernando Díaz de Mendoza y
Guerrero, María Guerrero López.
Teatro Español, Madrid, 1958. Dirección: José Tamayo.
Escenografía: Vicente Viudaes
Intérpretes: Guillermo Marín (rey Sancho), José María Seoane (Busto Tavera),
Asunción Sancho (Estrella), Carlos Muñoz (Don Sancho), Alfonso Muñoz, José
Bruguera, Társila Criado, Nuria Torray, Antonio Ferrandis.
Teatro Español, Madrid, 1970. Dirección: Alberto González Vergel.
Intérpretes: Carlos Ballesteros, Marisa Paredes, José Luis Pellicena, Antonio
Iranzo, Roberto Martín.
Corral de Comedias, Almagro, 1998. Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Dirección: Miguel Narros.
Intérpretes: Juan Ribó (rey Sancho), Nuria Gallardo, Helio Pedregal, Chema de
Miguel.
Teatro Pavón, Madrid, 2009. Dirección: Eduardo Vasco.
Intérpretes: Daniel Albaladejo (rey Sancho), Muriel Sánchez (Estrella), Arturo
Querejeta, Jaime Soler.