PROCESO DE GENERACIÓN
El proceso inicia con la extracción de una mezcla de vapor y agua geotérmica
desde del reservorio geotérmico a través de los pozos productores, ya en la
superficie, se separan el vapor del agua geotérmica utilizando un equipo llamado
separador ciclónico. Una vez separados, el agua se reinyecta nuevamente al
subsuelo, mientras que el vapor ―agua en estado gaseoso― ya seco es
conducido hasta la central generadora.
En la central geotérmica, la fuerza o energía del vapor activa la turbina cuyo rotor
gira a unas 3 mil 600 revoluciones por minuto, que a su vez activa el generador,
donde el roce con el campo electromagnético transforma la energía mecánica en
energía eléctrica. Del generador salen 13 mil 800 voltios, que se transfieren a los
transformadores que los convierte en 115 mil voltios, que son inyectados a las
líneas de alta potencia para ser entregados a las subestaciones y de ahí hacia
los hogares, fabricas, escuelas y hospitales, entre otros.
El vapor geotérmico, después de haber hecho girar la turbina, es condensado
―convertido en agua― y reinyectado al subsuelo, donde mediante un proceso
de tipo reciclable el agua se puede volver a calentar, convertirse en vapor que
puede extraerse nuevamente para volver a impulsar una turbina. De esta forma
la geotermia se convierte en una fuente de generación de energía eléctrica
limpia, cíclica, renovable y sostenible, ya que con la reinyección se logra recargar
el recurso, alargando su vida útil o productiva a través de un aprovechamiento
sostenible de la fuente.
La energía geotérmica es reconocida a nivel mundial como fuente de generación
de electricidad amigable con el medio ambiente debido a que no produce gases
tóxicos ni causantes de efecto invernadero, el uso de áreas de suelo no es
extenso y con un manejo adecuado sus implicaciones ambientales son mínimas
y fáciles de prevenir o mitigar.