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1. El infierno en la “Divina Comedia”.

La obra más inmortal de Dante Alighieri, “ la Divina Comedia” (1304-


1321), es una visita turística al infierno. Como guías turísticos en tan
inusual visita tiene en primer lugar al poeta Virgilio (al que Dante admiraba)
y al que le enseña el Infierno y el Purgatorio, y después a Beatriz el
Paraíso. A lo largo de la visita se van encontrando a distintas
personalidades famosas, al menos en la Florencia del siglo XII, y se va
contando cómo se organizan estas tres estancias y qué castigos o placeres
reciben los residentes.

Dante según sus comentadores viajó al infierno a la edad de 35 años, el día


de Viernes Santo del año 1300, recorrió todos los círculos en 24 horas. El
infierno que nos presenta tiene forma de embudo o de cono invertido, el
cual esta dividido en círculos decrecientes. Los círculos son nueve y ruinosa
y atroz es su topografía; los cinco primeros forman el Alto Infierno, los
cuatro último el Infierno Inferior, que es una ciudad con mezquitas rojas,
cercada por murallas de hierro.

Adentro hay sepulturas, pozos, despeñaderos, pantanos y arenales; en el


ápice del cono está Lucifer. Una grieta que abrieron en la roca las aguas del
Leteo comunica el fondo del Infierno con la base del Purgatorio.

Acompañado por su maestro y guía, describe al infierno como un cono con


la punta hacia abajo y los nueve círculos que poseía en los que son
sometidos a castigo los condenados, según la gravedad de los pecados
cometidos en vida, en el último círculo “judesco”, Dante describe que había
una especie de palacio en el cual se hallaban los que traicionaban a sus
bienhechores y allí se encuentra Lucifer , al que describe como un demonio
de tres cabezas y dentro de la boca de la principal se hallaba Judas, al cual
mordía con sus filosos colmillos mientras el traidor gritaba de dolor .
.
.

En el Infierno los condenados no están todos los pecadores juntos sino que
hay toda una división en función de cuál ha sido el pecado principal. Está
organizado en círculos concéntricos alrededor del propio Lucifer (cuanto
más malo has sido, más cerca del centro te toca, mientras que los círculos
más externos son los de los pecadorcillos de poca monta). En resumen los
círculos del Infierno son:
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Círculo 1. (LIMBO) el círculo más externo del infierno es el de los “paganos
virtuosos” y los no bautizados. Es decir, si no eres cristiano esto es lo mejor
a lo que puedes optar. A partir de aquí tienen residencia los pecadores
“activos”
Círculo 2. Los lujuriosos. Es importante darse cuenta de que los primeros
círculos (pecados menos graves) son aquellos en los que uno se ha dejado
llevar por los instintos, en este caso, por la lujuria en todas sus versiones.
.
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Círculo 3. Los glotones. Aquí son torturados los que comieron demasiado
(gula).
Círculo 4. Los avariciosos. Los que ansían sobre todo poseer bienes.
.

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Círculo 5. Los coléricos. Condenados a enfrentarse los unos con los otros in
parar.

En este punto está la laguna Estigia. Todo lo que queda dentro de ella está
reservado para pecadores de maldad verdadera).

Círculo 6. Los herejes. Aquellos que persisten voluntariamente en ignorar o


contradecir los dogmas y la autoridad de la Iglesia.
.

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Círculo 7. Los violentos. Bien contra las personas o propiedades. Se
incluyen aquí a los suicidas y los blasfemos.
Círculo 8. Los fraudulentos. Aduladores, corruptos, ladrones, falsos profetas,
etc. Aquí son sometidos a terribles torturas.
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Círculo 9. Los traidores. Según Dante el peor pecado posible es la traición.
Grandes traidores como Bruto y Judas tienen aquí su hogar en compañía
del mismísimo Lucifer.
.

Bueno, aquí tenéis una pequeña guía de lo que os espera en la otra vida,
porque seguro que ninguno os salváis de alguno de estos pecados. Creo
que nos vemos todos por allí, pero yo no os digo en que circulo estaré (a mi
me tocan varios, volveré loco a Caronte llevándome de un lado a otro).
.

Círculos del Infierno

El Infierno visto por Sandro Botticelli (ca. 1480–1495).

Dante Alighieri, en el Infierno, primer canto, describe la visión del propio viaje en elultratumba.
Aquí el Infierno está dividido en círculos que son significativamente nueve, basado en el
pensamientoaristotélico-tomistico. La construcción del Infierno está explicada por el autor en
el canto XI.
Antes de ingresar a los círculos encontramos la Selva, el Coliseo y la Colina donde Dantese
encuentra perdido "en el medio del camino de nuestra vida": detrás de la colina se encuentra
la ciudad de Jerusalén, debajo de la cual se imagina cavada la inmensa vorágine del Infierno.
Entra entonces por la Puerta del Infierno y penetra así en el Anteinfierno. Superando el
río Aqueronte en la barca de Caronte entra en el verdadero Infierno.
Véanse también: Infierno: Canto Primero, Infierno: Canto Segundo e Infierno: Canto Tercero.

Índice
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 1Ante Infierno
 2Primer círculo: Limbo
 3Segundo círculo
 4Tercer círculo
 5Cuarto círculo
 6Quinto círculo
 7Sexto círculo
 8Séptimo Círculo
o 8.1Primer giro
o 8.2Segundo giro
o 8.3Tercer Giro
 9Octavo círculo
o 9.1Primera fosa
o 9.2Segunda fosa
o 9.3Tercera fosa
o 9.4Cuarta Fosa
o 9.5Quinta Fosa
o 9.6Sexta fosa
o 9.7Séptima fosa
o 9.8Octava fosa
o 9.9Novena fosa
o 9.10Décima fosa
 10Noveno Círculo
o 10.1Primera zona
o 10.2Segunda zona
o 10.3Tercera Zona
o 10.4Cuarta zona
 11Bibliografía
 12Véase también

Ante Infierno[editar]
Ante Infierno Justo después de entrar al Infierno se encontraba un espacio en el cual penaban
las almas que habían vivido sin cometer méritos ni infamias. Los inútiles, los indecisos,
aquellos que a su paso por el mundo no habían dejado huella estaban condenados a correr
sin reposo, desnudos, perseguidos por insectos y avispas que los picaban en todo el cuerpo.
Su sangre y sus lágrimas, al caer al suelo, alimentaban a una serie de repugnantes gusanos.
Estas almas estaban condenadas a nunca cruzar el río Aqueronte, pues carecían de la
voluntad para tomar tal decisión.
Algunos de los habitantes de este espacio eran Esaú y Poncio Pilato.

Primer círculo: Limbo[editar]


Se trata del Limbo: en él se encuentran las personas que, no habiendo recibido el bautismo y
siendo que nacieron privados de la fe, no pueden disfrutar de la visión de Dios, pero no son
castigados por algún pecado (por eso es llamado también anteinfierno). Su condición
ultraterrena tiene muchos puntos de contacto con la concepción clásica de los Campos
Elíseos.
Pero según la doctrina cristiana algunas almas pudieron salir del Limbo y acceder alParaíso:
se trata de hecho de los grandes Padres,
como Adán, Abel, Noé, Moisés,Abraham, David, Isaac, Jacobo, Raquel y muchos otros (en
el tercer canto también aparece entre ellos el pagano Rifeo) que vivieron antes del
Cristianismo pero que Cristoliberó después de la muerte llevando la insignia de su victoria
sobre el mal y causando entre otras cosas daños físicos al Infierno (por ejemplo hizo
derrumbarse todos los puentes de las Malebolge, como explica Malacoda a Virgilio en el canto
XXI).
Se encuentran aquí: Homero, Horacio, Ovidio, Lucano, Electra, Héctor, Eneas, Julio
César, Camila, Pentesilea, Latino, Lavinia, Bruto, Lucrecia, Julia la
Mayor, Marcia,Cornelia, Saladino, Aristóteles, Sócrates, Platón, Demócrito, Diógenes de
Sinope,Anaxágoras, Tales de
Mileto, Empédocles, Heráclito, Zenón, Dioscórides, Orfeo,Cicerón, Lino, Séneca, Euclides, Pto
lomeo, Hipócrates, Avicena, Galeno, Averroes.
Además en el canto XXII del Purgatorio Virgilio nombra compañeros suyos del Limbo en una
conversación con Estacio. Ellos son: Terencio, Estacio, Plauto, Vario Rufo (o
quizásVarrón), Persio, Eurípides, Antifonte, Simónides de Ceos, Agatón de
Atenas, Antígona,Deifile, Argia, Ismene, Hipsípila, Manto (Dante habla de la «hija de Tiresias»:
se debe quizás pensar a un despiste dado que ya la encontramos entre los adivinos
en Inf. XXVI),Teti, Deidamía.
Véase también: Infierno: Canto Cuarto

Segundo círculo[editar]
Aquí comienza el verdadero Infierno: de hecho encontramos a Minos que juzga a los
condenados según el mito ya presente en Homero y Virgilio.
En el segundo círculo están castigados los pecadores incontinentes y en particular los
lujuriosos: ellos son empujados por el aire, vencidos por la tormenta infernal,
evidentecontrapaso (por analogía) de la pasión que los abrumó en vida.
Están castigados aquí: Semirámide, Dido, Cleopatra, Helena, Aquiles, Paris, Tristán,Paolo
Malatesta y Francesca de Rimini.
Véase también: Infierno: Canto Quinto

Tercer círculo[editar]
En el tercer círculo, Dante y Virgilio continúan encontrando pecados incontinentes, en
particular golosos: ellos están inmersos en el fango, bajo una lluvia incesante de granizo y
nieve, y golpeados por Cerbero, guardián de todos los ínferos según la mitología clásicapero
aquí relegado a guardián de solo el tercer círculo.
El contrapaso es más complejo respecto al anterior círculo pero se puede ver igual: en el
fango en el cual están obligados a arrastrarse un antítesis del uso refinado que hicieron en
vida en el sentido del gusto y, en la avidez del guardián que los maltrata, un reflejo de la
avidez y la codicia. En conclusión, se puede decir que está potenciado al máximo el aspecto
bestial de la avidez de comida, como se nota también en la degradación que sufre el mismo
Cerbero respecto a su breve aparición en la Eneida (de hecho, Dante maximizó la
monstruosidad del aspecto físico así como en el objeto que se le tira: una focaccia somnífera
en la Eneida, pero acá un puño de tierra).
Aquí está castigado Ciacco.
Véase también: Infierno: Canto Sexto

Cuarto círculo[editar]
Los pecadores de incontinencia del cuarto círculo son los avaros y los pródigos, condenados a
empujar enormes pesos de oro, divididos en dos grupos que cuando se encuentran se
injurian: la grandeza del peso que los oprime simboliza la cantidad de bienes terrenales que
acumularon o gastaron, dedicándose enteramente a esto en vida.
El guardián del círculo es Plutón, rey del Averno, que Dante confunde quizás con Pluto, dios
de la riqueza

Véase también: Infierno: Canto Séptimo

Quinto círculo[editar]
Este círculo es el último en el cual se encuentran pecadores castigados por su incontinencia:
aquí están los iracundos y los perezosos, los primeros inmersos y los segundos sumergidos
en el pantano del Estigia. Los primeros estuvieron inmersos en el fango de su propia rabia, y
ahora se golpean y se injurian eternamente, mientras los segundos gastaron su vida en la
inmovilidad del espíritu, y por eso están hundidos, privados de aire y palabra así como en vida
se privaron de las obras.
El custodio, también barquero sobre el Estigia, es Flegias, alegoría de la ira: su figura es
tomada de la mitología, siendo él el rey de los Lápitas que incendió el templo de Delfospara
vengarse de Apolo, que había seducido a su hija, como narran Virgilio y Estacio.
Algunos han planteado la hipótesis de que en el pantano se encuentran los soberbios y
losenvidiosos, porque no se encuentran en ninguna otra parte: pero viendo bien son infinitos
los modos en los cuales un hombre puede pecar, y por eso las culpas están repartidas en
grandes categorías, según una justicia divina inescrutable para la lógica humana. Notamos
después como la soberbia y la envidia serán castigadas en el Purgatorio no como culpas
precisas, sino como tendencias del carácter, diferencia que bien distingue a los dos reinos.
Aquí es castigado como iracundo: Filippo Argenti.
Véanse también: Infierno: Canto Séptimo e Infierno: Canto Octavo.

Sexto círculo[editar]
El sexto círculo está dentro de los muros de la ciudad de Dite, en la
mitología homónimode Plutón, y acá vigilada por una multitud de diablos y por las Furias
o Erinias (el primero es el nombre en latín, el segundo griego). Ellas son
tres: Megera, Alecto y Tisífone, y son las diosas de la venganza, que personifican el
remordimiento por un delito cumplido que perseguía al criminal.
Aquí son castigados los herejes (entre los cuales los epicúreos, que negaron la supervivencia
del alma) en sepulcros en llamas: la idea probablemente está tomada de la pena a la cual
estaban castigados los herejes en los tribunales terrenales, es decir lahoguera, en cuanto el
fuego era considerado símbolo de purificación y correspondía a la luz que ellos pretendían
expandir con sus doctrinas. En el Infierno los seguidores de cada secta están juntos, en
contraste a la discordia y a la división que en cambio llevaron en la Iglesia, mientras que el
sepulcro alude a la negación de la inmortalidad del alma (aunque no todas las herejías la
negaban).
Los heresiarcas no están incluidos en las grandes categorías de la incontinencia y de la
malicia, sino que forman una clase distinta: ellos de hecho creyeron poder escapar al juicio
normativo de Dios, pero no fueron inmunes del castigo. Naturalmente son distintos también de
los condenados del primer círculo, los cuales no son verdaderos condenados en cuanto la de
ellos fue simple ignorancia, y no una libre elección.
Aquí son castigados: Farinata degli Uberti, Cavalcante dei Cavalcanti, Federico II,Ottaviano
degli Ubaldini, Papa Anastasio II.
Véanse también: Infierno: Canto Noveno, Infierno: Canto Décimo e Infierno: Canto Undécimo.

Séptimo Círculo[editar]
Al séptimo círculo se accede después de haber superado los restos de una grieta, provocada
por el terremoto que movió la tierra al morir Cristo. Ella marca una neta diferencia de la parte
superior del Infierno: de hecho los condenados de los últimos tres círculos son culpables de
haber puesto malicia en sus respectivas acciones. El custodio del círculo es el Minotauro, que
representa la «loca bestialidad», es decir la violencia que equipara los hombres a las bestias.
Aquí son castigados los violentos, divididos en tres grandes giros:
Primer giro[editar]
Los violentos contra el prójimo, es decir los homicidas y los criminales, tiranos, violadores y
bandidos, son inmersos en el Flegetonte, río de sangre hirviente que simboliza la sangre que
derramaron en vida, y son atormentados por los centauros, que también representan la
violencia y la fuerza bestial. Los condenados están inmersos en el río en distintas
proporciones según la gravedad de la culpa, y son golpeados por las flechas de los centauros
si intentan salir de la sangre más de lo establecido.
Aquí son castigados los tiranos: Alejandro de Feres, Dionisio I de Siracusa, Ezzelino III de
Romano, Obizzo II d'Este, Atila, Pirro Neoptólemo y Sexto Pompeyo; el homicidaGuido de
Montfort; los bandidos: Rinieri de Corneto y Rinieri de' Pazzi.
Véase también: Infierno: Canto Duodécimo

Segundo giro[editar]
Los violentos contra si mismos están divididos en dos categorías netamente distintas por la
diversidad de sus penas: los suicidas son transformados en árboles por haber querido
voluntariamente renunciar a su naturaleza humana, y de hecho no podrán nunca recuperarla:
el día del Juicio Final, cuando condenados y benditos tomarán sus cuerpos para sufrir y gozar
en modo más intenso, los suicidas se limitarán a colgar a las ramas del propio árbol el cuerpo
recuperado. Ellos son además castigados por las Harpías, criaturas mitológicas con cuerpo de
pájaro y cara de mujer, que en la Eneida profetizaban a los troyanos hambre y desgracias.
En cambio los derrochadores, que en vida destruyeron y desgarraron su sustancia, aquí son
desgarrados por perras famélicas. Ellos son distintos de los pródigos del cuarto círculo ya que
no solo no tuvieron mesura a la hora de gestionar su patrimonio, sino que también tenían
objetivos destructivos, y de esta manera destruían su propia sustancia: son por lo tanto
víctimas de una caza infernal, muy parecida a aquellas narradas en elmedioevo (el ejemplo
más famoso se encuentra en el Decamerón de Boccaccio, en el cuento de Nastagio degli
Onesti), y de ese modo también acrecientan el sufrimiento de los suicidas.
Aquí son castigados los suicidas: Pier della Vigna y un anónimo florentino. Y los
derrochadores Lano de Siena y Jacopo de Sant'Andrea.
Véase también: Infierno: Canto Decimotercero

Tercer Giro[editar]
Los violentos contra Dios, la naturaleza y el arte son, de hecho, divididos en tres grupos: los
blasfemos están echados en la arena ardiente, inmóvil bajo una incesante lluvia de fuego; los
sodomitas en cambio corren incesantemente bajo el fuego, y, finalmente, los usureros
("violentos contra las artes" en cuanto violentos contra el derecho humano al trabajo) están
sentados en la lluvia de fuego. No existe una guardia para este grupo en específico, pero que
hay un guardián del séptimo círculo completo, es decir, elMinotauro.
El contrapaso una vez más se refiere a las sanciones impuestas en la Edad Media a los
crímenes contra los dioses: la hoguera. En el caso de los sodomitas notamos una relación con
el episodio de la Biblia de la destrucción de Sodoma y Gomorra justamente bajo una lluvia de
fuego. Se nota también cómo los usureros son irreconocibles a Dante, que los identifica sólo
por el escudo de la familia, que lo llevan colgado, en una condena global de la sociedad a la
que pertenecen (son irreconocibles también los avaros y pródigos del cuarto círculo,
connotándolos como ciegos por el amor a los bienes terrenales, que al alejarlos de los bienes
celestes distorsiona también la naturaleza humana).
Aquí se castiga como blasfemo: Capaneo. Son castigados como contra naturaleza:Brunetto
Latini, Prisciano de Cesarea, Francesco d'Accorso, Andrea dei Mozzi, Guido
Guerra, Tegghiaio Aldobrandi, Jacopo Rusticucci y Guglielmo Borsiere. Y aquí se castigan
como usureros a un Gianfigliazzi, un Obriachi y un Scrovegni.
Véanse también: Infierno: Canto Decimocuarto, Infierno: Canto Decimoquinto,Infierno: Canto
Decimosexto e Infierno: Canto Decimoséptimo.

Octavo círculo[editar]
El octavo círculo aún castiga a los pecadores que usaron la malicia, pero esta vez en
modo fraudulento contra los que no son de confianza. Tiene una forma muy peculiar que
Dante describe con cuidado: está ubicado en un profundo foso en el medio del cual hay un
pozo (la parte más profunda del Infierno); entre el banco y los pozos se excavan diez inmensa
zanjas conectadas por acantilados rocosos que actúan como puentes (que, sin embargo, el de
la sexta fosa se derrumbó por el terremoto que siguió a la muerte deCristo): estas zanjas son
las diez fosas del octavo círculo, llamadas colectivamente "Malebolge", un término acuñado
por Dante como los nombres de los demonios que guardan algunos hoyos, como
los Malebranche de la quinta (bolgia originalmente significaba "bolsa", mientras que su uso
moderno naturalmente deriva de la Divina Comedia). El custodio de Malebolge
es Gerión, símbolo de fraude, según las palabras del poeta que lo presentó en el Canto
XVII (v. 7 "imagen sucia de fraude). De hecho, él tiene "cara de hombre justo" y el cuerpo
de serpiente (otra imagen emblemática del mal de las primeras páginas de la Biblia), y su cola
bifurcada representa la subdivisión entre el octavo y noveno círculo, es decir, respectivamente,
el fraude hacia quienes no se confía, y contra los que se confía, mientras que la piel multicolor
representa la diversidad del engaño, como se ve en las diez fosas:
Primera fosa[editar]
En la primera fosa se castiga a los proxenetas y a los embaucadores, es decir, aquellos que
sedujeron en nombre de los demás y por cuenta propia: se dividen en dos formaciones que
recorren la fosa, golpeados por latigazos por parte de "cornudos demonios". El contrapaso es
más bien genérico, ya que los azotazos en la Edad Media, eran un castigo común en muchos
tipos de delitos menores: Dante, sin embargo hace hincapié en la desnudez de los pecadores,
que por supuesto se refiere al mercimonio que hicieron en vida.
Aquí se castiga como un rufián: Venedico Caccianemico, y como seductor: Jasón.
Véase también: Infierno: Canto Decimoctavo

Segunda fosa[editar]
En la segunda fosa, tratada en el mismo canto precedente son castigados los aduladores, que
se encuentran en excrementos humanos, digno contrapaso por la obscenidad moral de sus
pecados.
Son castigados aquí: Alessio Interminelli y Thais.
Véase también: Infierno: Canto Decimoctavo

Tercera fosa[editar]
En el hoyo tercero son castigados los simoníacos, que hicieron mercimonio de los bienes
espirituales y sobre todo de oficios eclesiásticos: ellos están al revés en los agujeros de los
que sólo aparecen los pies, rodeados por las llamas. Ellos que son tan grandes en bolsas que
en vida llenaron de dinero, convirtiendo sus funciones en favor de los bienes puramente
terrenales y no divinos. La llama que lame sus pies se refiere a la llama delEspíritu Santo que
cayó sobre la cabeza de los apóstoles y de María.
Se castiga aquí: Papa Nicolás III.
Véase también: Infierno: Canto Decimonoveno

Cuarta Fosa[editar]
En la cuarta fosa se castiga a los adivinos y a los magos, quienes caminan con la cara
distorsionada hacia atrás, en contraste con el pretexto de ver el futuro: mediante la arrogancia
y el engaño de las personas se proclamaban tener las facultades reservadas exclusivamente
a Dios. Sin embargo, no deben ser confundidos los astrólogos con los adivinos: en la Edad
Media se consideraba a la astrología una ciencia que trataba de los astros y sus influencias, y
el propio Dante en varias ocasiones se refiere, por ejemplo, cuando afirma ser nacido
bajo Géminis, mientras que la cuestión de cómo estas influencias son consistentes con el libre
albedrío se considera, asimismo, en todo caso aquí insiste en el engaño, la pretensión de ser
capaz de ver y cambiar el futuro, lo cual, según Dante, es falso.
Son aquí castigados: Anfiarao, Tiresias, Arunte, Manto, Calcas, Eurípilo, Miguel Escoto,Guido
Bonatti.
Véase también: Infierno: Canto Vigésimo

Quinta Fosa[editar]
La quinta fosa está compuesta por un lago de brea hirviente en el cual son inmersos los
malversadores, aquellos que tomaron provechos ilícitos de sus cargos públicos. A cuidar la
bolgia hay un grupo de diablos llamado con el nombre de Malebrache, que castigan con sus
ganchos a los condenadores que intentan salir de la brea: Dante, con gran despliegue de
fantasía, nombre
algunos: Malacoda, Barbariccia, Alichino, Calcabrina, Cagnazzo,Libicocco, Draghignazzo, Ciri
atto, Graffiacane, Farfarello, Rubicante. Como los diablos mismos se burlan del condenado, la
inmersión en la brea alude a la vida que tuvieron, mientras que la sustancia será justificada
por su viscosidad, que hace referencia al modo en el que engañaron a la gente en vida.
Son aquí castigados: un anónimo de Lucca, Fray Gomita, y Michele Zanche.
Véanse también: Infierno: Canto Vigésimo primero e Infierno: Canto Vigésimosegundo.

Sexta fosa[editar]
En el hoyo sexto son castigados los hipócritas, que están vestidos con pesadas capas de
plomo, doradas al exterior, con evidente alusión al contraste entre la aparición de "oro",
agradable, que los hipócritas muestran al mundo exterior, y sus interioridad falsa, agobiada
por los malos pensamientos: esta pena puede haber sido sugerida a Dante de la etimología
que Uguccione de Pisa da a la palabra "hipócrita", como algo que una persona que "esconde
algo debajo del oro, bajo una apariencia dorada". Una subcategoría particular de hipócritas
está representado por los miembros del Sanedrín, que condenaron a Cristo a la muerte "en
beneficio de todo el pueblo", pero causando la ruina de los Judíos: con
evidente contrapaso están crucificados en la tierra, en medio del camino, de modo que los
hipócritas que se caminan con las capas pesados los pisan. Aquí son castigados: Catalano dei
Malavolti y Loderingo degli Andalò y son crucificados en la tierra: Caifás, Anás y los fariseos.
Véase también: Infierno: Canto Vigésimo tercero

Séptima fosa[editar]
En la fosa séptima los ladrones son castigados, colocados entre las serpientes con sus manos
atadas por serpientes, y transformados en estas: estos animales son el símbolo por excelencia
del demonio, del engaño, como se lee en el Génesis, donde a engañar
a Adán yEva es Satanás en forma de serpiente. En este caso en particular el uso de este
animal se justifica por la naturaleza insidiosa de los ladrones, cuyas manos están atadas
porque estas cometieron el delito. Además la transformación de sus figuras se puede
interpretar como un contrapaso, precisamente porque su naturaleza es lo único que tienen en
el Infierno, sin embargo, también son despojados de eso. Guardián y condenado de este pozo
es Caco, un personaje mitológico que fue un ladrón y asesino, y que Dante hacecentauro,
señalando que no se encuentra con los demás en el séptimo círculo porque además de ser
violento también era ladrón. Éstos son castigados: Vanni Fucci, Cianfa Donati, Agnolo
Brunelleschi, Buoso Donati, Puccio Sciancato y Francesco de' Cavalcanti.
Véanse también: Infierno: Canto Vigésimo cuarto e Infierno: Canto Vigésimo quinto.

Octava fosa[editar]
En el hoyo octavo se castiga a los consejeros fraudulentos, que andan encerrados en llamas:
la lengua de fuego es la imagen de la lengua con la que pecaron, dando consejos engañosos,
y de hecho también tienen dificultad para hablar, como lo vemos en el diálogo entre Dante y
Ulises y luego entre Dante y Guido da Montefeltro. Se castiga aquí: Ulises,Diomedes y Guido
da Montefeltro.
Véanse también: Infierno: Canto Vigésimo sexto e Infierno: Canto Vigésimo séptimo.

Novena fosa[editar]
En el hoyo noveno se castiga a los sembradores de la discordia, que puede ser sembradores
de la discordia religiosa, que es responsable de los cismas, política, responsable de
las guerras civiles, o más generalmente para los hombres y las familias. Ellos están mutilados
por un demonio que vuelve a abrir sus heridas tan pronto como se cierran, enfatizando con la
separación de sus órganos las perennes divisiones que causaron en la humanidad. Éstos son
castigados: Ali Ibn Abi Talib, Mahoma, Pier da Medicina, Gayo Escribonio Curión, Mosca dei
Lamberti, Bertran de Born, Geri del Bello.
Véanse también: Infierno: Canto Vigésimo octavo e Infierno: Canto Vigésimo noveno.

Décima fosa[editar]
En la última zanja del octavo círculo se castiga a los falsificadores, que en vida falsificaron
cosas, personas, dinero o palabras. Están sufriendo de enfermedades horribles que les
deforman: los falsificadores de las cosas tienen lepra, los de personarabia, los de
monedas hidropesía y los de palabra fiebre. Estas enfermedades los desfigura, así como en
vida ellos desfiguraron la realidad. Aquí se castigan como falsificadores de cosas Grifolino
d'Arezzo, Capocchio; como falsificadores de persona:Gianni Schicchi y Mirra; como
falsificadores de moneda: Mastro Adamo; y como falsificadores de palabra: la esposa de
Putifar y Sinón.
Véanse también: Infierno: Canto Vigésimo noveno e Infierno: Canto Trigésimo.

Noveno Círculo[editar]
El noveno y último círculo del Infierno castiga todavía a los culpables de malicia y fraude, pero
esta vez contra quienes se fiaron. El noveno círculo está materialmente separado del
precedente por un inmenso pozo, y en la estructura misma del poema está resaltado por la
inserción de un "canto de pasaje", pero igualmente muy importante. En este pozo están
castigados los gigantes, que están fuera de la estructura ternaria del Infierno de la misma
forma que son extraños a la naturaleza humana, más allá de que se parezcan: ellos son al
mismo tiempo condenados y custodios del último círculo, que está de esa forma encuadrado
por titánicas figuras de rebeldes contra la divinidad, los Titanes justamente que se rebelaron
a Júpiter y Lucifer que a pesar de ser el más bello y potente de los ángeles se le rebeló a su
creador. Ahora, por contraste por haber querido elevarse usurpando un poder que no es de
ellos, todas estas figuras están inmovilizadas en los más profundo del Infierno: aquí en
particular encontramos a los gigantes, encadenados a las paredes del pozo desde el ombligo
hacia abajo. Solo Anteo está en parte más libre, dado que no participó en la guerra de los
hermanos contra Júpiter.
Están aquí castigados: Nemrod, Efialtes, Briareo, Ticio, Tifon y Anteo.
Véase también: Infierno: Canto Trigésimo primero

El último círculo está constituido por un inmenso lago de hielo, llamado Cocito, formado así
gracias al movimiento de las alas de Lucifer. Están aquí castigados los traidores de quienes se
fiaron, simbolizado por la frialdad del hielo, así como fueron fríos sus corazones y sus mentes
en pecar, en contraposición a la caridad, tradicionalmente simbolizada por el fuego. Pero se
puede notar un contrapaso también en la materia misma del poema: si su aislamiento respecto
al resto del Infierno esta enfatizado por la inserción de un canto y de un nuevo proemio al
inicio del sucesivo, el clima traicionero en el cual actuaron en vida estos condenados está bien
representado con el clima que Dante recrea, clima de silencios y de tácitos, que no dice casi
nunca abiertamente el pecado por el cual están castigados, y que cuando se alarga en un
discurso más amplio parece querer esconder los detalles importantes, como en el discurso
del conde Ugolino, que narrando su muerte no dice cual fue su culpa, ni en qué forma
el arzobispo los traicionó. Además el Cocito está dividido en cuatro zonas, sin embargo, en
contraste con la gran variedad de culpas y penas en Malebolge y en general en los círculos
precedentes, es sustancialmente uniforme: casi igual es la pena, como igual fue la culpa: se
nota de hecho que, más allá de la superficial subdivisión de estos condenados en traidores de
los parientes, de la patria etc, incurrieron en sus vidas en más de una traición. Quien traicionó
a sus parientes traicionó al mismo tiempo al partido (los hermanos Alessandro yNapoleone
degli Alberti) o húespedes (Fray Alberigo y Branca Doria), Ganelón traiciona al
rey Carlomagno que es también su tío, Bruto traiciona a César que es también su padre, etc.
Primera zona[editar]
La primera zona del noveno círculo es la Caina, llamada así por Caín, que mató a su hermano
Abel. Justamente aquí están los traidores a los allegados, sumergidos en hielo hasta la
cabeza con la cara hacia abajo. Aquí se castiga a Alessandro Alberti, Napoleone degli
Alberti, Mordred, Vanni de' Cancellieri, Mascheroni Sassolo y Camicione de' Pazzi.
Véase también: Infierno: Canto Trigésimo segundo

Segunda zona[editar]
La segunda zona del noveno círculo es la Antenora, que debe su nombre al
troyanoAntenor que traicionó a su ciudad: aquí están, de hecho, los traidores al partido
sumergidos con la cara hacia arriba, o con hielo que cubre la mitad de la cabeza. Aquí son
castigados: Bocca degli Abati, Buoso da Duera, Tesauro dei Beccaria, Gianni de'
Soldanieri, Ganelón, Tebaldello Zambrasi, Ugolino della Gherardesca y Ruggieri degli Ubaldini
Véanse también: Infierno: Canto Trigésimo segundo e Infierno: Canto Trigésimo tercero.

Tercera Zona[editar]
El tercer lugar del noveno círculo es la Tolomea que lleva su nombre en honor al rey
egipcio Tolomeo que traicionó al huésped Sexto Pompeyo (o deriva el nombre del gobernador
de Jericó, que traicionó y mató a su suegro Simón Macabeo, Sumo Sacerdote, y a sus dos
hijos). De hecho aquí están los traidores de los huéspedes, sumergidos en el hielo con la
cabeza echada hacia atrás, para que se les congelen las lágrimas en los ojos, evitando dar
rienda suelta a la pena en lágrimas. Aquí son castigados:Fray Alberigo y Branca Doria.
Véase también: Infierno: Canto Trigésimo tercero

Cuarta zona[editar]
La cuarta área del noveno círculo es la Judeca, llamado así por Judas, que traicionó a Jesús,
benefactor de la humanidad. Aquí están los traidores de los benefactores, plenamente
inmersos en el hielo, pero en diferentes posiciones, "Unas están yacientes; otras erectas, /
ésta cabeza abajo, aquella de pie, / otra, como un arco, el rostro al pie devuelve" (vv. 13 - 15).
Estas cuatro posiciones tienen significados diferentes, a saber, los que "yacen" traicionaron a
sus pares, aquellos con la cabeza hacia arriba han traicionado a sus superiores (por ejemplo,
a sus señores) y los que tienen los pies hacia arriba a sus inferiores (por ejemplo, a sus
súbditos), mientras que los que están doblados habrían traicionado a ambos (Francesco da
Buti). En el infierno más profundo, castigados por el mismo Lucifer, el primer gran traidor,
están los traidores de las más altas instituciones, creadas bajo la voluntad de Dios para el bien
de la humanidad: ellas son tres, y por lo tanto son tres las bocas de Lucifer en el que son
masticados, en analogía evidente con el concepto de unidad y la Trinidad de Dios. Lucifer, el
principio de todo mal, tiene en la boca central a Judas Iscariote, el traidor de Cristo, que
desciende de él la autoridad espiritual, desgarrado su cuerpo con los dientes. En las bocas
laterales, con la cabeza hacia afuera, están Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, que
conspiraron contra César y, por lo tanto traidores del imperio. "Las dos máximas potestades
fueron ambas preordenadas por Dios como guías a la humanidad para conseguir
respectivamente la felicidad ultramundana y aquella terrenal" (Natalino Sapegno).

 Primer círculo: En el Limbo se encuentran las personas que no fueron bautizadas,


destacándose entre ellos personajes de connotación histórica que según la religión católica
mueren sin conocer la fe; este espacio está conformado por un castillo rodeado de 7 muros
denominado la Mansión de los Justos.
El castillo representa la sabiduría y los 7 muros las artes comprendidas en
el Trivium (gramática, retórica y lógica) y
el Quadrivium (aritmética,astronomía, geometría y música). Aristóteles, Sócrates, Platón, el propio
Virgilio, Averroes, Zenón... son algunos de los que habitan el primer círculo.

 Segundo círculo: Errantes por el espacio se encuentran los lujuriosos y las personas
que pecan por amor utilizándolo para bien propio. Minos juzga a las almas y las sumerge en un
gran torbellino incesante que los agobia en la soledad absoluta. Semiramis, Cleopatra, Aquiles,
Paris, Tristán...moran en éste círculo.

 Tercer círculo: En un lugar donde el granizo y la lluvia helada no cesan, metidos en el


fango, se encuentran los glotones, los soberbios y los envidiosos, azotados en el suelo por La
Tormenta y sirviendo de alimento al can Cerbero. Dante se encuentra con Ciacco, castigado en
éste círculo, y hablan de las disputas por el poder de Florencia.

 Cuarto círculo: En este círculo pródigos y avaros (incluyendo clérigos, papas y


cardenales), que custodiados por Pluto rey de la riqueza, pelean en una justa utilizando como
armas grandes pesos de oro que simbolizan la cantidad de bienes terrenales que acumularon o
gastaron en vida.

 Quinto círculo: Este círculo es el último en el cual se encuentran pecadores castigados


por su incontinencia, aquí están los iracundos y los perezosos; los primeros inmersos en el fango
de su propia rabia y los segundos sumergidos en el pantano del Estigia. Aquí es castigado como
iracundo, Filippo Argenti.

 Sexto círculo: Dentro de los muros de la ciudad de Dite, vigilados por las tres Furias o
Erinias (Megera, Alecto y Tisífone, diosas de la venganza), moran los herejes, metidos en
sepulcros de fuego. Farinata predice a Dante su destierro e infortunios. Aquí son castigados:
Farinata degli Uberti, Cavalcante dei Cavalcanti, Federico II, Ottaviano degli Ubaldini, Papa
Anastasio II.

 Séptimo círculo: Al séptimo círculo, custodiado por el Minotauro, se accede después de


haber superado los restos de una grieta, provocada por el terremoto que movió la tierra al morir
Cristo. Los condenados de los últimos tres círculos son culpables de haber puesto malicia en sus
respectivas acciones. Aquí son castigados los violentos en tres giros:

Primer giro: Los violentos contra el prójimo, es decir, los homicidas y los criminales, tiranos,
violadores y bandidos. Inmersos en proporciones a su culpa en el Flegetonte, río de sangre
hirviente que simboliza la sangre que derramaron en vida. Aquí es castigado Atila entre otros.
Segundo giro: Los violentos contra si mismos: los suicidas, transformados en árboles por querer
renunciar a su naturaleza humana y los derrochadores, que en vida destruyeron y desgarraron su
sustancia, son desgarrados por perras famélicas.

Tercer giro: Los violentos contra Dios, la naturaleza y el arte: los blasfemos inmóviles bajo una
incesante lluvia de fuego, los sodomitas y los prestamistas.

 Octavo círculo: Custodiado por Gerión, se castiga a los pecadores que usaron la
malicia, pero esta vez en modo fraudulento contra los que no son de confianza los fraudulentos.
Está compuesto por diez zanjas:

Primera fosa: En la primera fosa se castiga a los rufianes y a los seductores, es decir, aquellos que
sedujeron en nombre de los demás y por cuenta propia.

Segunda fosa: Los aduladores, que se encuentran en excrementos humanos, digno contrapaso por
la obscenidad moral de sus pecados.

Tercera fosa: Donde son castigados los simoniacos.

Cuarta fosa: En la cuarta fosa se castiga a los adivinos y a los magos, quienes caminan con la cara
distorsionada hacia atrás, en contraste con el pretexto de ver el futuro.

Quinta fosa: La quinta bolgia está compuesta por un lago de brea hirviente en el cual son inmersos
los malversadores, aquellos que tomaron provechos ilícitos de sus cargos públicos.

Sexta fosa: En el hoyo sexto son castigados hipócritas que se comprometen a llevar ropa pesada
de plomo, en las afueras de oro.

Séptima fosa: Los ladrones son castigados y sometidos a las serpientes con sus manos atadas por
serpientes, símbolos de la maldad, haciendo referencia al Génesis.

Octava fosa: Se castiga a los consejeros fraudulentos, que andan encerrados en llamas.

Novena fosa: Los escandalosos, cismáticos y herejes están mutilados por el demonio para volver a
abrir sus heridas tan pronto como se cierren.

Décima fosa: Última zanja del octavo círculo se castiga a los falsificadores de cosas, personas,
dinero o palabras. Están sufriendo de enfermedades horribles que les deforman, como la lepra.

 Noveno círculo: Para los traidores, esta vez, contra los que confían. Antes de llegar a
él, hay un pozo rodeado de gigantes, masas brutales e inertes que son sepultados en la tierra,
confundidas con torres. Dentro de él hay un pozo de cuatro zonas distintas oprimidas por hielos
gruesos, en él se encuentra el constructor de la Torre de Babel que impidió al mundo hablar la
misma lengua. En el centro de la Tierra, entre hielos que envuelven las sombras, esta Lucifer con
medio cuerpo fuera de la superficie glacial, masticando a Judas como juguete de plástico.

Primera zona: La Caina, después de Caín, que mató primero a su hermano Abel, de hecho, aquí
están los traidores castigados familiares, sumergidos en hielo hasta que la cabeza con la cara
hacia abajo.

Segunda zona: Antenora, lleva el nombre del troyano Antenor que traicionó a su ciudad: aquí
están, de hecho, los traidores y el partido se sumergió en el hielo con la cara hacia arriba.

Tercera zona: Tolomea lleva el nombre del rey egipcio Tolomeo que traicionó a los huéspedes
Sexto Pompeyo. Los traidores de los invitados, sumergidos en el hielo con la cabeza echada hacia
atrás, para que congele las lágrimas en los ojos, evitando dar rienda suelta a la pena en lágrimas.

Cuarta zona: Giudecca, llamado Judas Iscariote, que traicionó a Jesús, benefactor de la
humanidad. Aquí se hallan los traidores de los benefactores, plenamente inmersos en el hielo, pero
en diferentes posiciones.

Es interesante que dentro de la cultura occidental siempre se ha tenido una concepción del infierno
lleno de llamas, en cambio para Dante el hielo, la cueva y la oscuridad es la casa de Lucifer.

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