Foro Interno
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CRÍTICA DE LIBROS
Resulta muy informativo este libro ba al joven Freud. Una de estas terapias no
sobre la preparación que recibe o debe mandonas que le agradan a nuestra autora
tener un analista, sus condiciones persona- es la que propugnaba Bion con un plantea-
les, los límites de la situación terapéutica, miento innovador en donde el terapeuta
las bases del proceso terapéutico, los pro- deja a un lado su deseo y su memoria (p.
blemas cotidianos y, en resumen, las difi- 134) para poder atender adecuadamente al
cultades de la vida profesional y moral del paciente. Aunque McWilliams no parece
terapeuta. Como suele ser frecuente entre caer en la cuenta, admite así un tipo de psi-
los teóricos del psicoanálisis, su lenguaje coanálisis que no entiende la intervención
resulta con frecuencia marcadamente polí- sobre el gobierno de la vida del paciente
tico. Nuestra autora reconoce sin ambages como algo propio del poder ejecutivo (la
que “las virtudes y peligros de la teoría memoria y la voluntad), sino más bien del
psicoanalítica radican en el hecho de que legislativo (el dialogo terapéutico durante
el terapeuta está en una posición de un la sesión) y el buen juicio.
poder emocional sustancial” (p. 159). Para Los capítulos 8 y 9 están dedicados a
ella, el trabajo del terapeuta es eficaz debi- sendas historias del tratamiento de dos
do a esta posición de poder en que la situa- pacientes, Molly (cap. 8) y Donna (Cap.
ción analítica le coloca. Aunque, desde 9), contadas en un tono que quiere ser
luego, para McWilliams enseguida queda científico y equilibrado, pero que suena a
claro que “el poder es moralmente neutral. pequeña epopeya. Siempre suscitan duda
Puede aplicarse con fines buenos o dañi- estas historias clínicas y humanas contadas
nos” (p. 150). por una sola parte e ignorando que lo que
Con frecuencia se comenta en el libro ha ocurrido en ese proceso es casi imposi-
que la capacidad del terapeuta para poder ble de trasladar a un texto. Aun con estas
curar a sus clientes está basada en “la auto- reservas, las historias vuelven a tener un
ridad” (p. 46) o en el poder tan extraordi- gran interés si se leen desde el ángulo del
nario que el paciente pone en las manos de gobierno del individuo.
su analista. Un mérito de McWilliams es En resumen, un libro sensato y bien
su actitud respetuosa y abierta hacia escue- documentado sobre las capacidades del
las terapéuticas que han ido más allá de su psicoanálisis para ayudar al buen gobierno
maestro Freud. De ahí que con frecuencia de las personas, escrito por una terapeuta
recurra a H. S. Sullivan, M. Klein, W. R. que cuenta con preparación y experiencia.
Bion, D. W. Winnicot, H. Kohut u otros. Una buena ayuda para revisar en síntesis el
Su intuición la lleva a aceptar de buen camino que la práctica de esta tradición
grado alguna alternativa a las terapias terapéutica está adoptando a comienzos de
poderosas, es decir terapias en las que se nuestro nuevo siglo. Hay que añadir que,
hace uso sin tapujos del poder que se le para bien y para mal, se trata de una ver-
otorga al terapeuta, como ocurre de mane- sión norteamericana del asunto, pero escri-
ra exagerada en el caso de la hipnosis en ta con cuidado y sin afán de excluir a nadie
donde el doctor da literalmente órdenes ni de establecer ortodoxia alguna.
muy estrictas a los pacientes sugestiona-
dos. Una práctica que, por cierto, repugna- GIUSINI SAMOGGIA
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