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CRÍTICA DE LIBROS

NANCY MCWILLIAMS: Psychoanalytic Psychotherapy. A Practitioner’s Guide,


The Guilford Press, New York, 2004. 353 páginas.

Para los seguidores de Maimónides o los personas interesadas en el mundo de la


conocedores de la tradición humanista terapia psicoanalítica, el libro puede ser
medieval (pensemos en Brunetto Latini y la también útil para otras personas. En parti-
tradición güelfa), o para cualquiera que cular, puede ser útil para los estudiosos en
piense que la gobernanza de la vida del indi- ciencias sociales.
viduo es materia de estudio para la ciencia Uno de los méritos del libro es su estilo
de la política, este libro puede ser de interés. concreto y no sectario en la presentación de
Su autora es una psicoanalista de gran expe- los temas. La autora no hace uso de esa arro-
riencia como terapeuta y como maestra de gancia que en épocas anteriores utilizaban
terapeutas. Al comienzo de su obra nos con- los expertos en psicología para habar de los
fiesa que “la psicología puede que sea una problemas de conducta —o gobierno, diría-
ciencia, pero la psicoterapia es un arte” (p. mos nosotros— de los seres humanos.
ix). Pues bien, Nancy McWilliams, profeso- McWilliams huye del esoterismo o del len-
ra del Institute of Psychoanalysis and guaje impenetrable y da muestras de estar
Psychotherapy of New Jersey y de la vecina intentando honestamente hacerse entender
Rutgers University, nos ofrece un buen resu- de forma sencilla y detallada. Se agradece
men de lo que es hoy este arte y esta ciencia, que baje a los pequeños detalles, como los
explicándonos los pormenores de una prác- inconvenientes de ser analista en una locali-
tica profesional que, como norma, entra en dad pequeña, el manejo de las emergencias,
escena cuando la vida de los individuos se las dificultades con la moral establecida en
desgobierna severamente. las familias de los pacientes y en los ámbitos
McWilliams tiene un buen conoci- en que se trabaja, los problemas de financia-
miento de la evolución teórica del psicoa- ción de la terapia y los inconvenientes de la
nálisis y presenta con agradable ecuanimi- profesión a la hora de reclutar y promocionar
dad las diferentes escuelas, o aportaciones a sus profesionales. Bien es verdad que en
teóricas, que se han ido sucediendo a lo este punto se echa en falta más concreción al
largo del siglo de vida de esta especiali- hablar del dinero, del precio de las sesiones
dad. Aunque su punto de partida es freu- terapéuticas, punto sobre el que pasa
diano —ella misma se reconoce seguidora McWilliams de puntillas y sin dar cifra algu-
en lo fundamental de Sigmund Freud— no na; algo que sorprende en una autora sensi-
se cierra a otras corrientes del psicoanáli- ble al detalle y que tiene siempre presente, y
sis, ni tampoco a otras variedades de psi- así lo menciona, la necesidad del cliente de
coterapia, a las que ve como aportaciones saber las cosas. McWilliams se refiere casi
valiosas. Terapias a veces necesarias como siempre al paciente como cliente y lo cierto
complemento, eso sí, de la terapia central. es que no profundiza en las implicaciones de
Como libro informativo de la evolu- este apelativo. Parece que el dinero y la pro-
ción del psicoanálisis es claro y completo. moción interna de los psicoanalistas siguen
Aunque está pensado para terapeutas que siendo puntos muy sensibles para la institu-
comienzan su carrera profesional o para cionalización del psicoanálisis.

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CRÍTICA DE LIBROS

Resulta muy informativo este libro ba al joven Freud. Una de estas terapias no
sobre la preparación que recibe o debe mandonas que le agradan a nuestra autora
tener un analista, sus condiciones persona- es la que propugnaba Bion con un plantea-
les, los límites de la situación terapéutica, miento innovador en donde el terapeuta
las bases del proceso terapéutico, los pro- deja a un lado su deseo y su memoria (p.
blemas cotidianos y, en resumen, las difi- 134) para poder atender adecuadamente al
cultades de la vida profesional y moral del paciente. Aunque McWilliams no parece
terapeuta. Como suele ser frecuente entre caer en la cuenta, admite así un tipo de psi-
los teóricos del psicoanálisis, su lenguaje coanálisis que no entiende la intervención
resulta con frecuencia marcadamente polí- sobre el gobierno de la vida del paciente
tico. Nuestra autora reconoce sin ambages como algo propio del poder ejecutivo (la
que “las virtudes y peligros de la teoría memoria y la voluntad), sino más bien del
psicoanalítica radican en el hecho de que legislativo (el dialogo terapéutico durante
el terapeuta está en una posición de un la sesión) y el buen juicio.
poder emocional sustancial” (p. 159). Para Los capítulos 8 y 9 están dedicados a
ella, el trabajo del terapeuta es eficaz debi- sendas historias del tratamiento de dos
do a esta posición de poder en que la situa- pacientes, Molly (cap. 8) y Donna (Cap.
ción analítica le coloca. Aunque, desde 9), contadas en un tono que quiere ser
luego, para McWilliams enseguida queda científico y equilibrado, pero que suena a
claro que “el poder es moralmente neutral. pequeña epopeya. Siempre suscitan duda
Puede aplicarse con fines buenos o dañi- estas historias clínicas y humanas contadas
nos” (p. 150). por una sola parte e ignorando que lo que
Con frecuencia se comenta en el libro ha ocurrido en ese proceso es casi imposi-
que la capacidad del terapeuta para poder ble de trasladar a un texto. Aun con estas
curar a sus clientes está basada en “la auto- reservas, las historias vuelven a tener un
ridad” (p. 46) o en el poder tan extraordi- gran interés si se leen desde el ángulo del
nario que el paciente pone en las manos de gobierno del individuo.
su analista. Un mérito de McWilliams es En resumen, un libro sensato y bien
su actitud respetuosa y abierta hacia escue- documentado sobre las capacidades del
las terapéuticas que han ido más allá de su psicoanálisis para ayudar al buen gobierno
maestro Freud. De ahí que con frecuencia de las personas, escrito por una terapeuta
recurra a H. S. Sullivan, M. Klein, W. R. que cuenta con preparación y experiencia.
Bion, D. W. Winnicot, H. Kohut u otros. Una buena ayuda para revisar en síntesis el
Su intuición la lleva a aceptar de buen camino que la práctica de esta tradición
grado alguna alternativa a las terapias terapéutica está adoptando a comienzos de
poderosas, es decir terapias en las que se nuestro nuevo siglo. Hay que añadir que,
hace uso sin tapujos del poder que se le para bien y para mal, se trata de una ver-
otorga al terapeuta, como ocurre de mane- sión norteamericana del asunto, pero escri-
ra exagerada en el caso de la hipnosis en ta con cuidado y sin afán de excluir a nadie
donde el doctor da literalmente órdenes ni de establecer ortodoxia alguna.
muy estrictas a los pacientes sugestiona-
dos. Una práctica que, por cierto, repugna- GIUSINI SAMOGGIA

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