Anda di halaman 1dari 4

Utilidad cardinal

La utilidad cardinal es un concepto económico según el cual, la utilidad o


satisfacción que obtiene una persona al consumir un cierto bien o servicio es
directamente observable y cuantificable.

La utilidad cardinal es una medición exacta de la utilidad que obtienen los


consumidores de cada bien o servicio. La unidad de medida utilizada son los “útiles”
y con ellos es posible hacer operaciones aditivas, ordenaciones y comparaciones tal
como se hace con los números. La utilidad cardinal asigna un cierto valor al consumo
de una cesta de bienes y servicios, valor que depende de las preferencias del consumidor
y de la cantidad consumida de cada bien.

Ventajas de la utilidad cardinal


La utilidad cardinal tiene varias ventajas entre las que destacan:

 Permite conocer con exactitud cuánto valora un bien o servicio una persona
 Es posible ordenar los bienes y servicios según reporten mayor o menor utilidad
 Se pueden hacer comparaciones directas entre las valoraciones que hacen
distintos consumidores
 Es factible calcular con exactitud la utilidad marginal que reporta el consumo
de una unidad adicional del bien o servicio
 Se pueden graficar las preferencias de un consumidor utilizando una curva en
cuyos ejes se encuentran la cantidad consumida y los “útiles” obtenidos

A continuación vemos las curvas de utilidad total y marginal en donde se aplica el


concepto de utilidad cardinal ya que a cada cantidad consumida se le ha asignado un
valor exacto y medible.
Desventajas de la utilidad cardinal
La utilidad cardinal en la práctica no existe. No es posible medir con exactitud la
satisfacción que le reporta a una persona el consumo de un cierto bien. Cualquier
número que asignemos será arbitrario y en ningún caso será posible hacer
comparaciones interpersonales.

La utilidad cardinal es una ficción que tiene utilidad teórica pero que no se ajusta a la
realidad. Las personas son complejas y medir el valor que asignan a los bienes y
servicios es engañoso.

De todos modos, la imposibilidad de una utilidad exacta no es impedimento para hacer


análisis económico. Algunos economistas han propuesto el uso de la utilidad ordinal
que en vez de asignar valores exactos se enfoca al orden o prioridad.

Utilidad ordinal
La utilidad ordinal es un concepto económico que señala que es posible ordenar las
cestas de bienes y servicios que consume una persona de acuerdo al grado de
satisfacción que le reportan.

La utilidad ordinal nace como respuesta a las limitaciones de la utilidad cardinal en


donde se pretendía asignar un valor exacto a la utilidad que reportaba cada cesta de
consumo. Dado que en la práctica lo anterior no es posible, la opción que ofrece la
utilidad ordinal es ordenar estas cestas de acuerdo a las preferencias del consumidor. De
esta forma, es posible conocer cuales cestas son preferidas sobre otras pero no es
factible hacer comparaciones interpersonales de manera exacta.

Así por ejemplo, si tenemos tres cestas de bienes: A, B y C. Es posible ordenar estas
cestas de acuerdo a las preferencias del consumidor, por ejemplo si A>C>B, entonces A
es preferido a C y C es preferido a B.

Origen de la utilidad ordinal


El economista Vilfedo Pareto fue uno de los primeros en afirmar que era posible
explicar la teoría del consumidor sin utilizar la utilidad cardinal. De esta forma, solo
bastaría conocer el orden de las preferencias pero no su valor exacto. No obstante,
Pareto no logró demostrar completamente su afirmación, fue necesario que otros
economistas como Allen, Hicks y Slustky replantearan una teoría de consumo y
demanda independiente de los valores asignados arbitrariamente a las cestas de
consumo.

Ventajas de la utilidad ordinal


La utilidad ordinal evita el problema de tener que asignar valores arbitrarios a las
preferencias de los consumidores. Además presenta las siguientes ventajas:
 Permite conocer cuáles castas prefiere el consumidor sobre otras
 Una transformación monótona creciente de la función de utilidad de un consumidor
refleja las mismas preferencias
 Es posible hacer análisis económico sin hacer supuestos rígidos acerca del valor que
asigna el consumidor a cada cesta de bienes o servicios

Desventajas de la utilidad ordinal


La utilidad ordinal sólo refleja la prioridad u orden que asigna una persona a las cestas
de consumo pero no permite conocer con exactitud lo siguiente:

 La utilidad marginal
 La diferencia o comparación de los valores que asignan distintos consumidores a las
cestas de consumo

LA UTILIDAD CARDINAL Y ORDINAL

UTILIDAD CARDINAL
Este término menos radical, aunque más creíble, de la utilidad cardinal consiste en
asumir, por conveniencia osimplemente por necesidad, que cada individuo es capaz de
asociar un número, o una puntuación, a cada nivel de utilidad, de modo que la escala
construida permita medir, almismo tiempo, el nivel alcanzado de satisfacción y
establecer comparaciones.
UTILIDAD ORDINAL
Esto es menos rígido, y consiste simplemente en ordenar la utilidad.Cuando se hace
referencia a “utilidad” en términos ordinales, se quiere reflejar solamente el
ordenamiento de las preferencias. Se define entonces a utilidad como unavariable cuya
magnitud relativa indica el orden de preferencias.
Para analizar las decisiones del consumidor, la relación que existe entre la cantidad que
consumen y lautilidad que proporcionan. Parece lógico suponer que a medida que
aumenta la cantidad consumida de un bien, aumenta la satisfacción o utilidad total.
* Hasta ciertopunto la utilidad o satisfacción es mayor a medida que incremento el
consumo del “bien o servicio”.
* Nuestro consumo llega a un punto de saturación. Luego de dichopunto la utilidad
decrece (desutilidad o insatisfacción) (se vuelve un mal).
* La satisfacción del consumo de un bien es única, dependiendo de la persona,
delmomento, las circunstancias y el bien. Las primeras unidades o porciones
consumidas me otorgan mayor utilidad o satisfacción.

Así podemos concluir que no se establece uncomportamiento racional de los individuos,


si esto fuera lo contrario no habría utilidad basada en decisiones y sería una utilidad
experimentada, sin elecciones.
Regístrate
Teoría de la preferencia revelada

La teoría de la preferencia revelada se atribuye a Paul Samuelson en su artículo


“Consumption Theory in Terms of Revealed Preference” (Teoría del consumo en
términos de preferencia revelada) de 1948. La teoría del consumidor se basa en la
existencia de preferencias que se materializan en funciones de utilidad. Estas funciones
de utilidad son maximizadas por los consumidores sujetos a una restricción
presupuestaria. El problema es que resulta difícil aceptar que los individuos realmente
tienen una fórmula matemática definida en la mente a la hora de decidir entre diferentes
opciones. Lo que la teoría de la preferencia revelada hace es trabajar al revés para
establecer que podemos deducir estas funciones de utilidad desde el comportamiento del
consumidor. Analizando estas opciones, procedemos hacia atrás hasta conseguir un
conjunto de preferencias que influyan en las decisiones que tomamos como
consumidores. Por tanto, permite a los economistas estudiar el comportamiento del
consumidor empíricamente.

Existen dos principios en la teoría basados en la completitud y la transitividad:

Axioma débil de preferencia revelada (WARP, por sus siglas en inglés): si A se revela
preferido a B (A RP B), entonces debe serlo en todos los casos. Entonces, si un
consumidor siempre elige B, debemos asumir que eligió A anteriormente y que
“sobraba” suficiente presupuesto para permitir al consumidor elegir B también.

Axioma fuerte de preferencia revelada (SARP, por sus siglas en inglés): este axioma
añade transitividad. Si solo hay dos bienes, está claro que WARP define la elección del
consumidor: A sobre B. Sin embargo, el SARP añade la idea de preferencias reveladas
indirectamente: si A se elige sobre B, y B sobre C, el SARP y la transitividad dictan que
A entonces también es preferible sobre C, por lo que A se revela indirectamente
preferido a C (A R* C). Esto reduce drásticamente la cantidad de pruebas empíricas
necesarias para definir las preferencias del consumidor.

En el caso mostrado en la figura adyacente, sabemos que C es indirectamente preferido


a B (C R* B) porque nos permite alcanzar una curva de utilidad más alta. Dado que C y
B definen un espacio (R*), y sabemos que C, B y A están contenidos dentro de
R*(R*{(C,B)}), entonces podemos decir que C RP A RP B, esto es, al observar que C
es indirectamente preferido a B, podemos decir que C es una preferencia revelada sobre
A (C RP A), y que A es una preferencia revelada sobre B (A RP B).

Si pensamos en A, B y C como un conjunto de bienes infinitamente complejo, podemos


plasmar todas las elecciones del consumidor. En teoría, podemos proceder hacia atrás
para construir funciones de utilidad si tuviésemos acceso a información ilimitada. Sin
necesidad de tener que hacer esto, podemos añadir información de consumidores para
descubrir verdades generales sobre preferencias de ciertos segmentos de población.

Anda mungkin juga menyukai