AEREA
Anatomía
La faringe se divide en nasofaringe, orofaringe y laringofaringe.
La nasofaringe está formada por los conductos nasales, que incluyen el tabique, los
cornetes nasales y las vegetaciones adenoides
La orofaringe está formada por la cavidad oral, que incluyen la dentadura y la lengua
La laringe
Los músculos laríngeos pueden dividirse en dos grupos: músculos que abren y cierran la
glotis (cricoaritenoideo lateral [aducción], cricoaritenoideo posterior [abducción] y
aritenoideo transverso), y músculos que controlan la tensión de los ligamentos vocales
(cricotiroideo, vocal y tiroaritenoideo)
Inervación
Sensitiva. El nervio glosofaríngeo (IX par craneal) inerva el tercio posterior de la lengua
y la orofaringe desde su unión con la nasofaringe hasta incluir las superficies faríngeas
del paladar blando, la epiglotis y las fauces, hasta la unión de la faringe y el esófago. La
rama interna del nervio laríngeo superior, rama del nervio vago (X par craneal), inerva
la mucosa desde la epiglotis hasta las cuerdas vocales, estas incluidas. Las fibras
sensitivas del nervio laríngeo inferior, una rama del nervio laríngeo recurrente (también
rama del nervio vago) recoge la inervación sensitiva de la mucosa de la laringe subglótica
y de la tráquea
Motora. La rama externa del nervio laríngeo superior inerva el músculo cricotiroideo.
La activación de este musculo tensa las cuerdas vocales. Las fibras motoras del nervio
laríngeo inferior aportan inervación motora al resto de la musculatura intrínseca de la
laringe. La lesión bilateral de los nervios laríngeos inferiores (p. ej., por lesión de los
nervios recurrentes laríngeos) puede producir una activación sin contraposición del
cricotiroideo, lo que conduce al tensado de las cuerdas vocales y al cierre de la vía aérea.
La glotis está formada por los pliegues vocales (cuerdas verdaderas y falsas) y el espacio glótico
(abertura entre las cuerdas vocales verdaderas)
La glotis es la porción más estrecha de la vía aérea del adulto (mayor de 8 años),
mientras que el cartílago cricoideo lo es en la vía aérea del lactante (desde el nacimiento
hasta el año de edad)
La vía aérea inferior se extiende desde la laringe subglótica hasta los bronquios.
La laringe subglótica se extiende desde los pliegues vocales hasta el borde anterior del
cartílago cricoideo (C6)
Evaluación
Historia. Una historia previa de dificultad en el manejo de la vía aérea es la mejor predicción de
una vida aérea problemática. Deben revisarse, si están disponibles, los registros anestésicos
respecto a la facilidad de intubación y de ventilación (número de intentos, capacidad para
ventilar con mascarilla, número y tipo de pala utilizada, uso de fiador o cualquier modificación
de la técnica). Se debe prestar especial importancia a las enfermedades que pueden afectar la
vía aérea. Deben buscarse síntomas específicos relacionados con el compromiso de la vía aérea,
como el ronquido, estridor, sibilancias, disnea, disfagia u obstrucción del flujo aéreo relacionado
con la posición.
La infección del suelo de la boca, de las glándulas salivales, de las amígdalas o un absceso
faríngeo pueden ocasionar dolor, edema, y trismo, con limitación de la abertura de la
boca.
Los tumores pueden obstruir las vías aéreas o causar una compresión extrínseca y la
desviación de la tráquea.
Los individuos con obesidad mórbida pueden tener antecedentes de apnea del sueño
debido a, amígdalas y vegetaciones adenoides hipertrofiadas, así como cuello corto y
aumento de los tejidos blandos en el cuello y en la vía aérea superior.
Examen físico
Los hallazgos específicos evidentes que pueden indicar una dificultad de las vías aéreas incluyen:
Deben evaluarse las lesiones de la cara, el cuello o el tórax para valorar su contribución al
compromiso de la vía aérea
Examen de cabeza y cuello
Boca. Identificar la macroglosia y las condiciones que reducen la abertura de la boca (p.ej.;
cicatrices faciales o contracturas, enfermedad de la unión temporomandibular). Una dentadura
deficiente puede aumentar el riesgo de lesiones dentarias y de desalojamiento durante la
manipulación de las vías aéreas. En el preoperatorio, deben identificarse las piezas dentarias
movibles y protegerlas o extraerlas antes de la manipulación.
Cuello.
a. Clase I. Son visibles los pilares del velo del paladar, el paladar blando y la úvula
b. Clase II. Pueden verse los pilares del velo del paladar y el paladar blando, pero la úvula
se encuentra enmascarada por la base de la lengua.
c. Clase III. Solo visible el paladar blando. La intubación será difícil en los pacientes con vías
aéreas de clase III.
d. Clase IV. No se ve el paladar blando. Se prevé una intubación difícil.
Estudios especiales. En la mayor parte de los pacientes una historia y un examen físico
minuciosos serán suficientes para evaluar adecuadamente las vías aéreas. Pueden ser útiles las
siguientes pruebas complementarias:
Las tomografías traqueales pueden mostrar la presencia de masas que obstruyan la vía
aérea.
Las pruebas de función pulmonar y los circuitos de volumen de flujo pueden ayudar a
determinar el grado y el lugar de obstrucción de las vías aéreas
Las gasometrías basales en sangre arterial permiten identificar a los pacientes con
hipoxia crónica y a los que retienen dióxido de carbono.
Mascarilla
Indicaciones
Selecciona una mascarilla que proporcione un cierre ajustado alrededor del puente de
la nariz, las mejillas y la boca. Las mascarillas de plástico transparente tienen un olor
menos desagradable y permiten la observación de los labios (color) y de la boca
(secreciones y vómitos).
Las maniobras para mantener la permeabilidad de la vía aérea son las siguientes:
a. Extensión del cuello.
b. Tracción de la mandíbula colocando los dedos bajo los ángulos mandibulares y
llevándola hacia adelante
c. Rotación de la cabeza
d. Inserción de una vía orofaríngea que puede no ser bien tolerada si el reflejo faríngeo
permanece intacto. Las complicaciones de la utilización de vías aéreas orales incluyen
vómitos, laringoespamos y traumatismos dentarios. Un tamaño inapropiado puede
empeorar la obstrucción. Si la vía aérea es demasiado corta podría comprimir la lengua,
produciendo una obstrucción completa; si es demasiado larga, podría apoyar sobre la
epiglotis.
e. Una vía aérea nasal contribuye a mantener la permeabilidad de las vías aéreas
superiores en un paciente con obstrucción mínima o moderada, y es bien tolerada por
los pacientes despiertos o sedados. Los tubos nasales pueden causar epistaxis, y
habitualmente se evitan en pacientes tratados con anticoagulantes.
Se puede anticipar una ventilación difícil con mascarilla en un paciente con barba, con un índice
de masa corporal superior a 26 kg/m2, ausencia de dentadura, mayor de 55 años o con una
historia de ronquido. Deberían estar disponibles vías aéreas naso y orofaríngeas y mascarillas
laríngeas de diferentes tamaños.
Complicaciones. La mascarilla puede causar lesiones a los tejidos blandos de la boca, mandíbula,
ojos y nariz. Si se pierde la vía aérea, puede producirse laringoespamos o el vómito. La
ventilación con mascarilla no protege la vía aérea de la aspiración de contenido gástrico. El
laringoespamo, una contracción tónica de los músculos laríngeos y faríngeos, produce una
obstrucción aérea que se puede solventar mediante tracción mandibular y el mantenimiento de
una presión positiva constante
A. La LMA es un dispositivo reutilizable para el manejo de la vía aérea, que puede utilizarse
como alternativa a la ventilación con mascarilla o a la intubación traqueal en los
pacientes apropiados. La LMA tiene también un papel importante en el manejo de la vía
aérea difícil. Cuando se coloca adecuadamente, el extremo reposa sobre el esfínter
esofágico superior, el borde neumático lateral sobre las fosas piriformes, y el borde
superior del manguito sobre la base de la lengua. Tal disposición permite una ventilación
eficaz con una insuflación mínima del estómago.
B. Indicaciones
Como alternativa a la ventilación con mascarilla o a la intubación traqueal. La
LMA no sustituye a la intubación traqueal cuando esta no está indicada.
Para el manejo de una vía aérea difícil conocida o inesperada.
Para el manejo de la vía aérea durante la reanimación de un paciente
inconsciente.
C. Contraindicaciones.
Pacientes con riesgos de aspiración de contenido gástrico.
Pacientes con una distensibilidad respiratoria disminuida, porque la baja
presión de sellado de la LMA no será eficaz con las altas presiones inspiratorias
y la insuflación gástrica que pueden producirse. Las presiones pico inspiratorias
deben mantenerse inferiores a 20cm H2O para minimizar las fugas a través del
manguito y la insuflación gástrica.
Pacientes en los que se anticipe o sea necesaria la ventilación mecánica a largo
plazo.
Pacientes con reflejos intactos de la vía aérea superior, debido a que la
inspección puede precipitar un laringoespasmo.
D. Uso.
Existe una variedad de tamaños de adulto y pediátricos de LMA (Tabla 13-1). El
uso del tamaño adecuado aumenta la probabilidad de que el manguito se
adapte bien. En la Fig. 13-2 se muestran las maniobras para su correcta
inserción.
Asegúrese de que el manguito está bien deshinchado y lubricado. Debe evitarse
la lubricación de la cara interna de la LMA, porque una gota de lubricante que
cayese en la laringe podría precipitar un laringoespasmo.
Siga los requerimientos habituales de preoxigenación y monitorización.
Asegúrese de que la profundidad anestésica es la adecuada y de que los reflejos
de la vía aérea superior estén abolidos.
Coloque la LMA (Fig. 13-2). Se puede utilizar un mordedor blando como
protección con un paciente que muerde la LMA.
Coloque adecuadamente la cabeza del enfermo. La posición de “olfateo” (ligera
flexión de la porción inferior del cuello con extensión de C1-2) utilizada para
optimizar la intubación traqueal también es la mejor para la colocación de una
LMA.
Infle el maguito (Tabla 13-1). Normalmente se ve una expansión ovoidea del
cuello por encima del cartílago tiroides al inflar correctamente una LMA bien
colocada.
Compruebe que la ventilación es la adecuada.
Conecte el circuito anestésico y fije la LMA con esparadrapo si es necesario.
Retirada de la LMA. Un paciente que despierta de una anestesia general tolera
bien la LMA mientras el manguito no este hiperinsuflado (presión del manguito
inferior a 60 cm H2O). La LMA puede retirarse deshinchando el manguito una
vez una vez que el enfermo se ha recuperado de la anestesia general y los
reflejos de la vía aérea superior vuelvan a estar presentes.
La LMA puede utilizarse en procedimientos en los que el paciente este colocado
en decúbito prono. Si se elige esta técnica, los pacientes pueden colocarse por
sí mismos antes de la inducción. La LMA puede colocarse después de la
inducción con la cabeza del enfermo girada y reposando en una almohada o
unas sábanas.
E. Efectos adversos
El más frecuente es el de la irritación de garganta, con una incidencia estimada
del 10%, y a menudo está relacionada con la hiperinsulflación del maguito. El
efecto adverso más importante es la aspiración.
V. Intubación Endotraqueal
A. Intubación orotraqueal
Indicaciones. La intubación Endotraqueal permite mantener una vía aérea
permeable cuando los pacientes presentan riesgo de aspiración, cuando el
mantenimiento de la vía aérea mediante mascarilla resulta difícil y para la
ventilación controlada prolongada. También puede ser necesaria para
procedimientos quirúrgicos específicos (P, Ej., cirugía de cabeza y cuello,
intratorácica o intrabdominal).
Técnica. La intubación suele llevarse a cabo con un laringoscopio (Fig. 13-3). Las
palas más utilizadas son las de Macintosh y la de Miller.
a. La pala de Macintosh es de forma curva, y su punta se inserta en la
vallécula (el espacio entre la base de la lengua y la superficie faríngea
de la epiglotis) (Fig. 13-3D). Proporciona una visión adecuada de la
orofaringe y de la hipolaringe, permitiendo más espacio para el paso del
tubo y reduciendo al mínimo la posibilidad de traumatismos
epigloticos. Los tamaños varían desde el número 1 al 4, requiriendo la
mayor parte de los adultos una pala de Macintosh de número 3.
b. La pala de Miller es una pala recta que se introduce de modo que su
extremo yace por debajo de la superficie laríngea de la epiglotis (Fig. 13-
3 C). después se eleva la epiglotis para exponer las cuerdas vocales. La
pala de Miller permite una exposición mejor de la abertura glótica, pero
proporciona un paso más pequeño a través de la orofaringe y de la
hipofaringe. Los tamaños varían del 0 al 4, precisando la mayor parte de
los adultos una pala de Miller de los números 2 o 3.
c. Existen numeroso laringoscopios (p, Ej., Bullard, Upsher, Wu) y palas (p,
Ej., Siker) modificados para hacer más fácil la intubación en condiciones
difíciles o inusuales. Hay que familiarizarse antes con ellos en
situaciones programadas.
d. Debe colocarse al paciente con la cabeza en posición del olfateo, con
almohadillas o mantas debajo del occipucio y la mandíbula desplazada
hacia adelante. Esta posición alinea el eje oral faríngeo y laríngeo, de
modo que la vía desde los labios hasta la glotis se encuentra
prácticamente en línea recta (Fig. 13-3 A y B).
e. Con la mano izquierda se sostiene el laringoscopio cerca de la unión
entre el mango y la pala. Después de abrir la boca con un movimiento
de tijera del pulgar e índice de la mano derecha, se inserta el
laringoscopio en el lado derecho de la boca del paciente mientras se
desplaza la lengua hacia la izquierda. Hay que evitar pellizcar los labios
y lesionar los dientes con la pala. Después se hace avanzar la pala hacia
la línea media hasta que se observa la epiglotis. A continuación, se
elevan la lengua y los tejidos blandos faríngeos para exponer la abertura
glótica. El laringoscopio debe utilizarse como elevador (Fig. 13-3 C) en
vez de como palanca (Fig. 13-3D) para prevenir las lesiones de los
incisivos maxilares o de las encías.
f. El tamaño del tubo Endotraqueal depende de la edad, constitución del
paciente y tipo de cirugía. En general, en las mujeres se utiliza un tubo
de 7mm y en los hombres uno de 8mm. El tubo se sostiene con la mano
derecha como se sostendría un lápiz, y se hace avanzar a través de la
cavidad oral desde el lado derecho de la boca y después a través de las
cuerdas vocales. En la figura 13-3 E puede observarse la visión
anatómica obtenida con un laringoscopio de Macintosh. Si la
visualización de la abertura glótica es incompleta puede ser necesario
utilizar la epiglotis como referencia, justo por debajo de la cual se pasa
el tubo a la tráquea. La presión externa cricoidea y/o tiroidea también
puede ayudar a la visualización. El extremo proximal del manguito del
tubo se coloca justo por debajo de las cuerdas vocales, y se anotan las
marcas sobre el catéter en relación con los incisivos (o los labios) del
paciente. El manguito se hincha justo hasta el punto de obtener una
estanqueidad en presencia de una ventilación con presión positiva de
20cm a 30cm de H2O.
g. Colocación adecuada del ETT. Puede confirmarse mediante la
detección del dióxido de carbono telespiratorio y la auscultación sobre
ambos campos pulmonares durante la ventilación y el estómago. Si se
auscultan ruidos respiratorios solamente en el lado derecho, se ha
producido una intubación del tronco principal derecho (más frecuente),
y debe retirarse el tubo hasta que se ausculten los ruidos respiratorios
de manera bilateral. La auscultación de los ruidos respiratorios en cada
axila evitará que el examinador confunda los ruidos respiratorios
transmitidos a partir del pulmón contrario. Ninguna técnica de
verificación es válida por sí misma, y las consecuencias de un error
diagnostico pueden ser desastrosas. Puede que sean necesarias otras
técnicas de confirmación, como la broncoscopía o la radiología. Se debe
mantener un alto índice de sospecha de intubación esofágica hasta que
no se verifiquen una oxigenación y ventilación adecuadas.
h. El catéter debe asegurarse firmemente con esparadrapo,
preferiblemente a piel tersa sobre estructura ósea.
Las complicaciones de la intubación orotraqueal incluyen la lesión de los labios
o de la lengua, lesiones dentarias y traumatismos de la mucosa traqueal o
faríngea.
Rara vez se observa una separación de los cartílagos aritenoides y lesiones de
las cuerdas vocales o traqueal.
B. Intubación nasotraqueal
Complicaciones. Son similares a las descritas para la intubación orotraqueal. Además, puede
producirse hemorragia nasal, disección submucosa y desprendimiento de amígdalas y adenoides
aumentados de tamaño. Si se compara con la intubación orotraqueal, la vía nasotraqueal se
asocia con una incidencia aumentada de sinusitis y de bacteriemia.
El equipo estándar para la intubación fibroóptica incluye un bloqueo de oclusión oral o una vía
aérea de Ovassapian, anestésicos tópicos, equipo de aspiración y fibroscopio óptico con fuente
de luz.
Indicaciones
Técnica
Se coloca un tubo endotraqueal sobre el fibroscopio óptico, se conecta el tubo aspirador al canal
de aspiración y con una mano se sostiene la palanca del espacio mientras se hace avanzar o se
maneja éste con la otra mano. Una vía aérea oral de Ovassapian es útil y bien tolerada para las
laringoscopias orales. Es importante mantener el fibroscopio óptico en la línea media cuando se
hace avanzar para impedir su penetración en la fosa piriforme. Cuando se encuentran en la
hipofaringe, el extremo del escopio se coloca anteriormente y se hace avanzar hacia la epiglotis.
Si la mucosa o las secreciones deterioran la visión el escopio, debe retraerse o extraerse para
limpiar el extremo e insertarse de nuevo en la línea media. A medida que se desliza por detrás
de la epiglotis, pueden verse las cuerdas vocales. El escopio se avanza con el extremo en posición
neutra, hasta que se perciben los anillos traqueales. Si la anestesia tópica es adecuada, el
paciente lo tolerará sin toser. Se estabiliza el escopio y se hace avanzar el tubo sobre él hasta el
interior de la tráquea. Si se produce una resistencia al paso puede ser necesario girar el tubo 90°
en dirección antihoraria, para impedir el contacto con la comisura anterior y permitir el paso a
través de las cuerdas vocales.
D. La varilla con luz consiste en una especie de sonda maleable y luminosa sobre la cual puede
introducirse un tubo endotraqueal a ciegas en la tráquea. Para insertarlo, se atenúan las luces
del quirófano y la varilla luminosa se hace avanzar siguiendo la curva de la lengua. Una claridad
en la zona lateral del cuello indica que el extremo del tubo está en la fosa piriforme. Si el extremo
penetra en el esófago, se produce una notable disminución del brillo de la luz. Cuando el
extremo se encuentra correctamente colocado en la tráquea se observa un brillo notable en la
parte anterior del cuello. En este punto se hace deslizar el tubo de la misma forma que con un
fiador estándar.
E. Intubación traqueal retrógrada. Esta técnica se utiliza cuando las técnicas descritas
previamente no han tenido éxito. Se efectúa con el paciente consciente, que ventila con una vía
aérea estable. Para esta técnica, se identifica la membrana cricotiroidea y se punciona en la línea
media con un catéter intravenoso de calibre 18G. Se introduce una guía metálica de 80cm que
se dirige hacia la cabeza Se utiliza un laringoscopio para visualizar y recuperar la guía metálica,
y sobre ésta, que sirve como guía a través de las cuerdas vocales, se desliza el tubo endotraqueal.
La vía aérea puede dividirse en vía aérea conocida y vía aérea desconocida, siendo esta
ultima la que más dificultades conlleva a los especialistas.
La asociación de anestesiólogo define como vía aérea difícil a la cual la intubación
fracasa después de 3 intentos o 10 minutos. Algunos sugieren la definición al fracaso de
un intento óptimo o el mejor intento. Este se define como un intento por un
laringoscopista de bastante experiencia, sin un tono muscular resistente, con la posición
de olfateo optimo, un uso de manipulación laríngea externa y el cambio de pala de
laringoscopio y de tamaño de esta una sola vez.
El papel de la anestesia regional en el esquema de la vía aérea quiere una atención
especial. Aunque el esquema indica la consideración de anestesia regional en uno de
sus puntos, debería tenerse en cuenta que su uso no resuelve el problema de la vía aérea
difícil. Normalmente no se recomienda el uso de anestesia regional para un paciente
con una vía aérea difícil conocida si no es probable que la cirugía sea corta o existe
compromiso en el acceso de la vía
La LMA aparece en el esquema como una opción para la intubación despierto, como
opción en pacientes con vía aérea difícil no conocida que pueden ser ventilados con
mascarilla pero no intubados, como una vía para intubación en pacientes que pueden
ser ventilados con mascarilla pero que no pueden ser entubados mediante una
laringoscopia convencional, como una vía de emergencia en pacientes que no pueden
ser ventilados ni intubados.
La LMA de intubación (FASTRACH) incluye un tubo curvado de acero inoxidable de
diámetro de 13mm cubierto de silicona, un conector de 15mm, un mango, un
neumotaponamiento y una pieza elevadora de la glotis. El tubo tiene diámetro
suficiente para alojar un tubo endotraqueal de 8mm y es lo suficientemente largo como
para asegurar que el neumotaponamiento permanezca debajo de las cuerdas vocales.
Las diferencias más importantes entre LMA de intubación y LMA básica son el tubo de
acero, el mango y la pieza que eleva la epiglotis. La LMA de intubación se coloca de
forma parecida a la LMA básica y una vez colocado se puede poner el
neumotaponamiento inflado para que pueda ser utilizado como el conducto de
intubación a ciegas o mediante fibroscopio. Se puede utilizar para intubar un tubo
endotraqueal especial con un extremo curvado para minimizar el daño tisular. Si se va a
intentar intubar a ciegas debe lubricarse el tubo y suavemente introducirlo a través de
la LMA. El tubo endotraqueal debe avanzase suavemente hacia la tráquea mientras se
agarra el mango de la LMA.
No es recomendable utilizar el mango de la Fastrach como palanca, una vez que se
considere que se ha conseguido la intubación debe verificarse la posición del tubo
endotraqueal, inflar el neumotaponamiento y fijarlo.
Después de intubar se puede dejar la LMA o retirarla dejando en su lugar el tubo
endotraqueal. Si se va dejar la LMA debe desinflarse el neumotaponamiento. Si se va a
retirar hay que desinflar el neumotaponamiento y después retirarla, manipulando el
mango utilizando un estabilizador del tubo endotraqueal para mantenerlo en su sitio.
Puede que la broncoscopia rígida sea necesaria para mantener una vía aérea parcialmente
obstruida por un cuerpo extraño, una rotura traumatológica, una estenosis o una masa
mediastinica.
En los pacientes con una vía aérea especialmente difícil puede llevase a cabo una traqueostomia
mediante anestesia local antes de la inducción de la anestesia general
Técnica precisa una incisión y disección cuidadosa de los vasos, los nervios y el istmo del
tiroides. Generalmente entre el tercer y el cuarto anillo cartilaginosos de la tráquea.
Las complicaciones incluyen hemorragia, una falsa vía y neumotórax
Consideraciones especiales
Indicaciones: Los pacientes con riesgo de aspiración son aquellos que han ingerido alimentos
recientemente, las embarazadas y los que presentan obstrucción intestinal, obesidad mórbida
o reflujo sintomático.
Técnica
El equipo necesario para una inducción de secuencia rápida debe incluir: aspiración tipo
Yankeuer funcionando, diferentes palas de laringoscopio, diversos tubos
endotraqueales con fiador, incluyendo un tamaño menor del normal y un ayudante que
pueda efectuar una presión cricotiroidea eficaz
Se preoxigena al paciente utilizando un flujo de oxigeno al 100% durante 3 a 5 minutos
Se hiperextiende el cuello hasta que la tráquea está directamente anterior al esófago.
Un ayudante realiza la maniobra de Sellick ejerciendo una presión firme sobre el
cartílago comprimiendo y ocluyendo el esófago.
No debe intentarse ventilar al paciente mediante una mascarilla. La intubación puede
realizarse por lo general en 30 a 60 segundos.
Si los intentos de intubación no resultan debe mantenerse continuamente la presión
cricoidea durante todas las maniobras de intubación posteriores y durante la ventilación
con mascarilla con oxigeno al 100%
Técnica
Para llevar a cabo la intubación se utiliza gargarismo con lidocaína al 4%, seguido de una
nebulización o spray con lidocaína para disminuir la sensibilidad de las vías aéreas
superiores. El bloqueo del nervio laríngeo superior se puede emplear para anestesiar
estructuras supragloticas.
La inyección translaringea de anestésico local puede anestesiar la glotis y la traque
superior
La laringoscopia oral con el paciente despierto a menudo permite la valoración de la vía aérea.
Pueden utilizarse sedantes como el midazolam, el propolol y el fentanilo además de los bloqueos
descritos anteriores.
La intubación nasal con el paciente despierto puede llevarse a cabo después de una anestesia
tópica y de los bloqueos regionales de las vías aéreas adecuadas.