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PAIDOS CONTEXTOS “Titlos publicados: LE Dil M, Wen Nae. mi in cai 22 Pion nor rin BE SLA Soe meer qe pen cre ands Tory Bl ple anes Ste be aba ons Lge re Lakme der ior on Hn pe. ‘tan isd gers Seta rs es tain se cae aed mtr Bisco Kings ser sled Teor Cat Ein na i mosreadet ee ended fone ls “Kunad, Por ud creme, ise Le el pon i edi ail. be dl eta imo Tenn pila pe SANS ig’ Sate sera icine SF Ne Re lle dr rept deters SPE ee pg lear ost Beiter 2 Sent pein el amor SEL Dior: Pena yer BE Rooms Pareles? Be eats BN ar Pn gr ry jada apis waz4 eRatey; RESRES EY BYSRESRIREE: Eons note ame ell Edom eee cEE pacman " Seed nar, Todo cl placer er mio Dae Spelled ependamene ANDRE COMTE-SPONVILLE LA FELICIDAD, DESESPERADAMENTE a PAIDOS WD “il ria Le Boab dsréxet ‘Pubes en na en 0, por Eeon Pl Fes, Nanct “adc de Frigue Fel Gomes abies de Mao Esler © Eikion Pins Fess 8 tool del tedacrn, oq Foes Goose 8 Joot dene lr eee om cans Bone Par bene 8A Meso ca 92-oxb8 Barcone laos SAIC, Defeee 999 Bono Aes Mp/inoenenincnn Iss 54.95.1950 Dept pi 0209/2001 Inprov en Huope SL, ELS 0 Bale pn en Ean - Pinte a Ss El siguiente texto ex l tranerpcén,revisaday ‘coregid pore autor, dela conferencia — el debate posterion~ que André Comte Sponvlle Pronuncié el 18 de octubre de 1999 eel marco de los Landis Philo del Pano‘ceal de Bouguenate (44340) ‘Sumario La felicidad, desesperadamente u La felicidad falda o las earmpas dela esperanea a Tl. Critica dela esperanza ola felicidad nace 37 TL La felicidad desesperante: una sabiduria dela desesperacién, la felicidad yelamor B Preguntas a André Comte Sponville a La felicidad, desesperadamente Asi que hablaré de la felicidad... Ante un tema como éste, he de confesar que me encuentro divide ‘entre dos sensaciones opuestis. Primero, una sensa ‘én de evidenca, ncaa detvilidad, porque la fei- ‘idad, casi por definicién, interesa 2 todo el mundo (acuéedense de Pascal: «Tados os hombres buscan la manera de ser flces Esto no tiene excepcién.. Es motivo de todos los acts de todos ls hombres, basta Loccencial es no mentiry, antes, no mentire. No ‘mentrse sobre la vida, sobre uno mismo, sobre la felicidad, ¥ porque no quisiera mente he adoptada cf siguiente plan. Ea un primer momento, trataré de comprender por qué no somos felics,o tan poco, 0 tan mal o tan excepeionalmente: es To que lamaré le Jeicidad falda 0 ls trampas de le esperanca. En un ‘segundo momento, afin de tratar de salir de eta team: a expondr€ una cca del esperanza, que desembo- ‘x en lo que lamaré la felicidad en acto. Por sim, ‘en un tereer momento, que podria llamarse la fli ded desesperadamente, erminaré evocando lo que podria ser una sabiduria de le desesperaci, en un Sentido que precisuté, que tambien sera tna sid sia dela felicidad, de la acca y del amor. I La felicidad fallida o las trampas de la esperanza Por qué es necesara la sabiduria? En el fondo, podrian hacerme, 0 hacers, esa pregunta. 2Nece Stamos sabidura? Le tradicién contesta que si, pero qué nos demuestra que tiene azén? Nuestra des tricia, Nuestra isaisfaccén, Nuestra angusta. 2Por {906 es necesaria la sabiduria? Porque no somes fel ces. Sien esta sala Jos hay que son plenamente fli css s evidente que no tengo nada que aportares, al ‘menos ss felicidad s una felicidad en la verdad: son nis sbios que yo. Les autorizo de buen grado a aban- ddonar la sala. Pero gpor qué habrian venido? .” Esta cfecie no es una ciencia en el sentido moderno del término. Es mis bien un arte 0 tun aprendizae e trata de aprender a vivir; solamen- teesto es filosotar de verdad." ‘Aprendera vivir? De acuerdo, Pero entonces no podemos evar el vero de Aragoo, bellamente popu Iarizado por Brassens «El tiempo de aprender a vivir yaces demasiado tarde...» Cuando era profesor de Zerminale, durante aque Ila famosa primera clase del afio en que habia que cexplicar a los alumnos qué era la Filosofia, citaba a ‘menudo la definicin de Epicuro con la que he ini- dado esta conferencia, y también el verso de Aragon “El tiempo de aprender a vivie ya es demasiado tarde...» (atin no sabia que una idea vecina se en cuenta en Montaigne: «Nos ensedan a vivir cuando la vida ya ha pasado.” ¥ les decia: «Ast es, filosofar sinve para aprender a ive, si puede ser, antes de que sea demasiado tarde, antes de que sea defintiearen tetarde», Por iltimo, aadia, con Epicuro, que, para flosofur, nunca sees «demasiado viejo ni demasiado 10. pie 1110 1, Vein Bra 26 os fsa a que nos ens a vise 12” ar, 126 pg. 163 Laveen de Mortage es sos gene y menor sombrs que ade Aragn: so guice ‘Shun ue ct enor no enti lois Sede nce “Lica eclares haba coed aia sts de Hepa Ife de Antler re ls tomplane 2% amen, sepa joven» puesto. que munca es demasiado tatde ni .2Y cuando el desc esas fecho? Ya no abtengo surimiento, puesto que ya 20 hay carencia. No obteng felicidad, poesto que ja no hay deseo. Obtengo lo que Schopenhauer lla aburimionto, que cx a ausencia de fiidad col lugar mismo de su presencia espera Decamos «Qué fz eras. ¥ tan pronto el 00 se reali, {somes desgraciados, como se relza,yno por allo Somos fess noe aburimos o deseamoe oct oss De hla frae que anunciaba, que resume tan tte mente lo esencal «La vida osc, como un pend, el door al hastion * Sufrimiento porque deseo lo cu bo tengo y sult ex caenca:aburimiono porgue tengo lo que dese cv istant ya no deseo. ‘George Berard Shaw deca que ebay dos cai teofes en la existencia: la primera, cuando nuestros deseos no son stisfechor; la segunda, cuando lo sone. Fratracin odecepisn Sufrimientoo abur Iniento. Inanicin o inanidad. Es cl mundo del Belesastés:anidad de vanidades, odo vanidadn 22 El mundo como solid 9 eresentaite, WV, 57 Basehonn, Oi, 985 pi 130 34 1 iuepen, nserouoiAee Porque el deseo es carenci, y en la medida en que es carencia, la felicidad se nos escapa neces smente. Es lo que llamo «las teampas de la espe ranzay, siendo la esperanza la carencia misma —lo recomaré mis adelante— en el tiempo y en la igno- rancia. Sélo esperamos lo que no tenemos. Traten, para comprobarlo, de esperar a estar sentados. Slo ‘speramos lo que no tenemos, y por es0 somos ta to menos felices cuanto més esperamos el devenir, Siempre estamos separados de la felicidad por la ‘era si fuese feel». Por lo tanto, c= imporible que lo sea alguna vez, puesto que no deja de esperar el devenir. También Pascal; con un genio al menos comparable, lo resume a su manera en los Pens ‘mientos. Se trata de un fragmento de unas veinte lineas, dedicado al iempo, Pascal explica que no se vive nunca para el presente: se vive un poco para el pasado, explica, x, sobre todo, mucho, mucho para cl futuro. El fragmento se termina con estas pala bras: «De esta manera no vivimos nunca, peta espe ‘amos vivir 3, estando siempre dispuestos a ser fl ‘es, ¢s inevitable que no lo seamos nunca” 2, Pent, 7-172, ease ambien a ocr «Ca oe Romnern, de disoe de 105 (pig: 270 dee ein i amma rane By Qu hace? {Cm evar ecco del fs trcony cl abutinicr, de la esperar yl Se oe ibe En rier lg >, Hs vats stg poses En pier lg vide dttcomo cee Psa Perce ip dae tecn accra Hagaos come ede men Sajnos gue someon qc to non dv toy, nue gue no minoss: Nowe deed tn ele, Ese eae noflwtica, puso gu eo Sosa setmta preceamene dene fags 5, Semis poole equ lane Fiptaca tine dc openness ee, Ter dal snc eae ele, ge tds ies anes se conscan de haber perics on a espera de qu anal semana ue ene. St tstoles aya viv sexo qlee slo epoch Perot ver ind tc condemn questo no coe tye un voi a mene an a sbi a erces eg prolonge a precedente pero > cambiand dene Ya mo sertaade ina haa ci Scan, de epermea cn expres, se mds bien de unt, ono dra Cams a ua cpeane abo tas lipo, que no se consider srepble deer Tafa, Seu col Limcgraen 1965; pig 33d rd ce) El mundo tan ingult ac 20 pemamoe i aun la Sida presence yl sttane ue rime. ing ene gu re mos. De roee que scrpieesamos en lead deve el Ferro sunca en el de vied aor. Y tabi lege 10 18-25 dels Pomcer«aperamor geass eser no ‘que defredada en esta scsi oo el t,o ace {fea no saisiceros mance el presets, ln expsiaceor ‘ret y de dsgraca en der ne fa hale occ 36 Laren, oeSrEADNETE defraudada (puesto que sino hubiese vida después de fa muerte, no habria nadie para advertrlo). En el fondo, es la estrategia de Pascal. EI mismo Paseal que explica tan bien que «estande siempre dispues: tos a ser feces, es inevitable que no lo seamos ‘nunci>, también esr, en otzo fragmento de sus Pensamientos, que «no bay mis bien en esta vida que la esperanza de ota vidi." Es el salto rligioto: csperar la felicidad después de la muerte. O, en t&r ‘minos tolégicos, pasar dela esperanza (como pasién) a la espera (como virtud telogal, pues tiene a Dios por objeto). Era estratega tiene su carta de nobleza filosfica... También es preciso tener fe, y ustedes saben que no la tengo. O estar dispuesto a jugarse la vida, como dita Pascal, y me niego a ello: el pensa imicnta debe someterte ¢ lo mis verdadero, o a lo ns verosimil, y no elo més ventajoso PPorlo tanto, he tenido que tratar de inventar, 0 de reinventar, ota estratega. Yano el olvdo nila diver ‘én, tampoco la huida hacia adelante de esperanza en ‘esperanza, nitampoco el salto a una esperanza abso: lute, sino, al contraro, um intento de tratar de ibe ramos de ese ciclo de la esperanza y la deepen, de la angustia ye aburtimiento, uo intent, puesto que toda esperanza es siempre defraudada, de tratar de liberamos de a misma esperanza, Exto me conduce a mi segundo punto 24, Ponds, 27194. Vee win ono arumesto ela cpus ene pment 118233. I Critica de la esperanza, o la felicidad en acto Contando con tan poco tiempo, no tiene sentido hacer historia de la filosfia ni penetcar come habia que hacerlo en el pensamiento de cada uno de los autores que aeabo de evocar Permitanme, para ir Aeprisa, que los tome conjuntamente, en bloaue, y forzosamente, de un modo un poco brusco, A pera sdetoda la admiracion que siento por ells, me parece {que Platén, Pascal, Schopenhauer o Sate se pasar tun poco de rosca, como se dice familiarmente, No somos tan desgraciados. Que seamos menos felices defo que los otros ereen 6 de lo que fingimos sero, ppodemos entenderlo; pero no, en mi opinién, o en todo caso no siempre, que seamos tan desgraciados como deberiamos serlo si Platén, Pascal, Scho- ppenhauer 0 Sartre tuviesen r2z6n a pesar de todo. Porque, entre In felicidad esperada («iQue feliz seria i...) yla felicidad falda, o, en otras palabras, enire I esperanza y la decepciéa, entre el sutimien: toyel aburrimionto, hay una © dos pequenas cosas Gee, «que Platn, Pascal, Schopenhavery Sartre olviden, 0 cuya importancia subesiman gravemente. Estas dos equchas cosas son el placer yl alge 1 Bora bie: zevinderhay plier? ZCili bay Sega? Hay placer, y hay alegria, cuando deseamos To que tenemos, lo ge hacemos, lo que ex hay pa cer, ay alegra, endo deseamos lo que no nos fala Dicho de otro modo, bay placer y bay alegri, todas lat eeces que Plate se ques,” Wo eal no ‘ertodhvirani refuticién deFphatonise= cannes demuestra que el place ola agra tienen eazén?—, pero cre, a peat de todo, una fuerte motvacion para no ser platénico 0 para resitr a Plan, ‘Algunos ejemples Si etuviesen dando un paseo por el campo, hci se mucho calor tviera sed, no pensiran: «Qué felis seria si patie beber una cerveza bien fia» no son ingenuos hasta tl punto—, sino: «Que pa centro seria beber tna cerveza bien fas. Eo un recodo del cain, can con una went: es sven una cerveza bien fia. Empiczan a bebera.. ¥lasombra ddeSchopeahaver sarc les ssurr al oda «Puss fi Jos, no es mis que eso... La misma cerver, tan Aeseable tanto que te flab, e agai que ya te abv: sewn. Le responden: «De ningin modo, iis! Qué bueno es beber una cerveza bien fra cuando se tiene sed» 25. Al meno el Plat de E ongure, pare que nose puede deen is qu do gue no es atl reeen e ‘sc lo gue noe fa, Sn rl dl od ol place, lin Ices sn embargo uniparlaldtings lcres rd), por empl, dead cl punta devi de Spnora (pease epeitcate ie, 1V, Pica so gues lama cee fal oe ota coma qu el aps humana ca cuanto sek con Siders como dl pind ora paiva de uae 7] este aptto er elena eet) on | Primera carscteristica. * O por qué los estoieos consideraban Ia esperanza como una pasén,y no como un vrtud ‘como una debilidad,y no come una fuerza, Sie sabio slo desea lo que depende de él (us actos de volun tad) o lo que conoce (lo rea), qué necesiad tiene de "Ese espcitu del estoicismo. Es el expirtu de Spi noza. Es el espritu de Epicuro.” El placer, el cono- clmiento yl acién no necesitan para nada ala espe sanea, y pueden, con su realidad, legar a excluita 25, i, V cea ela props #7. 28, Aun cand Epic deo sie ep para lap sanz lo qe llama ala esperanes funda, gue yo Uamare Inks bien cla confanan- ase espe vals que seen Ve pigs 214223 ames neta esren0e ° Bor qué el place? Porque decia que esperar ex desea in goa. El contsaio de desea in gozar, desde tel momento en que hay desco(y si uno est vivo, hay deseo) es desenr gozando, desea lo que gozamos, en la sexualidad, en el arce, en el paseo, en la amistad, cen la gastronomia, en el deporte, en el trabafo, ete Es, porlo tanto, el placer mismo. ‘Bor qué el conocimiento? Porque decia que espe tar es desea sin saber. El contraio de desea sin saber cx desea lo que se sabe. Es, por lo tanto el conoc ‘mento mismo, al menos para quien lo desea, para uien ama la verdad, tanto més ewanto que no falta, El sabio,en este sentido, es un «conocedor», como .” cEsperas aprobartu examen? Si asi fs, temes gue te suspendan, {Temes suspender? Si asics, esperasaprobar. cTienen miedo de caer ener mos?’ Si asf es, esperan gozar de buena salud , que slo ‘existe en el presente (no la felicidad falda, sino la felicidad en acto) Es tambign lo que llamamos «amor», que slo se refiere a lo red Ex el ence de los caminos. El deseo es la esencia ‘misma del hombre; peto hay tres formas principales de descar, tres casos principales de deseo: el amor, Ja voluntad y la esperanza, Cail es I diferencia entre la esperanza y la vo- lntad? En ambos casos hay deseo. Pero la esperan- 12a, como hemos visto, es un deseo que se rfiere alo {que no depende de nosotros; ya voluntad, un deseo ue se reliere alo que s{ depende de nosotros. 30 ca, I, escao de apropos 90 yexlcicin de lus dfniconesi2y Bde ls fccones, 2 ‘a mcnan,oseronmesE Cuil es In diferencia entre la esperanza y el amor? En ambos casos hay deseo, Pera la esperanza ‘es un deseo que se refiere alo ierel:y el amor, un ddesco que se refiere a lo rea, Se me podkta objet ‘que, cuando el nfo espera sy juguete, este timo es ‘muy real... Si en la tienda, en el ecaparate. Pero lo {que el ni espera no es el jugueteen la tend, sino el juguete en su casa, la posesin del jaguee,y esto no es, es ire. Sélo esperamos lo que no es, y so amames lo que ex. Tt La felicidad, desesperadamente: una sabiduria de la desesperacién, Ia felicidad y el amor Lo que sabemos es que la felicidad es desespe- rance, Eo algin lugar, Freud, retomando una expre: sin creo que de Goethe, escribe que no hay nada ‘nis diffi de soportar que una sucesin inintereum: pda de tees dias muy buenos... Tal vez para todos Jos que no saben vivir mis que de esperanza: tres dias muy buenos seguidos constituyen una difiul- tad porque apenas dejan nada que esperar... Es ef cesttés del normalista durante el aio que sigue ala ‘oposicién. Los estudios son largos,difcils, hacia aos que uno se decia: «jQue feliz seré cuando ter mine, cuando pane la oposicin!».Y, de epente, ya ‘sti, uno es catedritico y le ofrecen un cusrto sito cen la calle Ulm, para disfrutar de la vida 0 empezar una tess ..Qué mis se puede esperar, o qué mejor? Nada. Es el momento més fcil de la vida, el més feliz, o el que mis deberia serlo... Pero Ia realidad eB Eee Se hu ee oe o Le uca, Somrmuniee muy diferente esl momento en gue el normals fase deprimey piensa que ya seria hora, ques, de flsoe de vers. Al mens algo. Hay oso que ya esperan un pico de conferencinte, 0 ue pre pata el concumo dla ENA... Uno tice las der Sones qe se merece Por lo tanto, lo qe stbemos es uel felicidad es desesperant: lo qe ato de pensar esc a des esperacion pod ser fli lcd eseperada ¥ le dexsperacén fel! Dicho de otro modo, la desesperain, en el sentido que yo la tomo, no « un extemo dela dexgracia oe abatimicnn depres ¥ del suicida, Es mis bin lo contri: tomo a ‘alabraen uo send eral eimolec, AEignar cl grado cero de fa esperanc, la para} Sipe enna de xperon"Tabiénpodtianoe {mara sinesperanzan, pero o me gustan mucho fos nclepismes s, ademés, ste término dria una faba impresin de facidad, como sno se volver sabio de la noche ala man, como si bastara con eco, como pudenemor iets en ls daria como en tin sill. La palabrs sdesespens tién>, com st duseza, sue Tenebtosa, expen tmcor I dfcaltad del camino, Sapone un trabajo, Go el sentido en que Feud haba de wn aye se daca, en el fondo, se rata de 5. La eopernsa st primero: por lo tanto, hay ue perder, y cas siempre cs doloroso. Me gosta gue, en Ie palabra desesperacio, se sche un poco ese dolor eet tj, ear dfcalad, Un wexiucrzon, det Spinocn, aque nos haga menos dependiencs dla xperanca Porlo tanto la desesperacin, tal como yo entien do, ya no esta tristeza, i menos ane nse, la Chee ad. arto, seen % remunci ola resignacin: es mas bien logue llama ria de buen grado una geye deseperaién, un poco cen deentido en que Nietzsche heblabe de una gan2 ciencia. Seria Ia. desesperacién del sabio: seria la sabiduria dela desesperacién ‘Por qué? Porgue cl sabio (el sabio que no so, hay que precsado, y que sin duda nadie agui pre cede ein coo dein os ces es svanzar, has de saber adénde vas dsumos que la a es el objetivo que nos fiames ladora, para tatar de avanzr. ‘ecia,yano tiene nada gue eguardar nique esperar 8 & plenamente fez, nada le fale. porade ae fala, ex plenament feliz socaba estas palabras de Spinora en la Bt: es la primers verdad del budismo, y por este motiva nece- sitamosfilosofar, Nunca ke dicho que, en los serv: cos de oncologia, en la misera oen Ia gucra, ior. far no tenga lugar, He dicho que ante el horror —." Al escucharle, me day cuenta de que he ‘ebido de dect «unida ala idea de su causa», Es una expresién que he podido utilizar, como me ocurre con frecuencia, para ir més ripido alo evencial. En primer Ingar, porque se tata de na intervencién oral, y no de un texto eerto, porque se trata de una conferencia, y no de un curso de historia de la filo- sofia. Pero hay ciertamente otra cosa. Si con fre ‘cuencia tengo tendencia, oralmente, a supimir esta referencia # una causa externa es para dear un sitio 54, Vee por compl Leyte ane, pig. 8, ol Pet ra des goes vert, i 523 A % Lamune, seein para el amor de uno mismo, © para lo que Spinoza lama contento de sf mismo, que deline como «un sgoz0 nacido de que el hombre se considera a si -mismo ya su potencia de obrapy,” es decir, «una ale aria nid a la iden de una causa internan.” Como pdeia el sbio, que lo ama todo, no amarse también as{mismo? Por so sudo dejar de lado la idea de causa cetera; para integrar el amor o el contento de si ‘mismo en una definicién general del amor. Después de todo, no estamos aqui para hacer exégess. Lo que rc importa es el debate fllos6tico: he dicho que se trata de amarlo todo; ahora bien, toda —lo real, el universo, la verdad es lo que no podemos poscer Esta es Ia diferencia que he evocado entre el amor ‘que toma, que quiere posees ros, vel amor que se alegra, que compare y acoge, pis. El bebé que torna el pecho llora cuando se lo retiran, es desgra ado, Si se fo devuelven, se calma. Hace aioe que, unos y otros, buscamos nuestro pecho. Quisiramot ‘un abuen objeto, como dicen ls pscoanalistas, que ppudisemo’s poser, que nos colmara, que hiciese que ya nadatnos faltara. No hay suerte: estamos desteta- dos, esa historia acabé, terminé. Ha llegado el ‘momento de crece. 2Nos pasaremos a vida busca dun pecho, xan el mando entero et a in Por iltimo, y sobre todo, aunca be dicho que hubiera que avenirse 2 loreal, si entiende usted por oi fi dio 29 eo ese Vn in IN, propecia 527 ec, ‘36 Es, exclio de propo 30 cen 4 sS0R8 Cone eA a flo que habria que renuncar a transformatlo. Ea pi- ‘mer gat, al venir aqui, unos y ozs, ya hemos cam- biado alguna cosa: el mundo con esta reanin o sin ‘ta reunign no es lo mismo. Creo haber insistido en cl hecho de que lo que hace acruar noes la esperanza, sino Ia voluntad. Ustedes saben que hice mucha pol ‘ica, Durante esos aio, cuando colgaba cartels, hacia cl pueraa puerta, et, me sorprendia el hecho de que hubiese gente que me dijera, en cada campafaelecto- ral: «Espero que esta vez ganemos». Pero no hacian nada. Yo era quien colgaba los carteles, quien diste- buia las octal, quien vendia los periédicos, Los caltantes tienen una palabra amable para desig & fener tris ‘pera la victoria, como nosotros —eso no cuestadine- fo peo qu nmi abc gue depend ded i, Mcairas que un malate es ef BEng No os Tepes bo que les ditsenc {ambos exsperan la victoria, la justia, la paz, la iber- tad), sino la volumtad, la acién. Los que hacen que as cosas cambien no son los que esperan, sino los que Tacha. No dud, sefiorita, que usted espere la just: {Bayyo thbien, Perla verdadera cuestidn es: «Qué Ihacemos?». No se trata de no cambiar nada, como areca uted temer, sno al contraro de aceptr todo do que no depende de nosotres, es nis pare . Porguc lo que seh de imitar,en Jsucristo, no puede ser ila fei Tn esperanza, puesto que no las tenia: slo puede ser clamor Soy tan ateo como se puede sero, pero trto de ser un aeo fie La ttadicin judeocrsana me i min, igual que la radicin gig, ya veces también fencueatto en ella leeiones de sabiduriay de dees peracign, Si estamos ya en el Reino, cpara qué espe El misono Spinoza, que no era mis xsano que yo, se declan fl al capita de Criten" Que queda deci? Que, para Jess na era Dis, hijo de Dos, ni se bene de ninguna revelacin sobrenatur: no ett més que un hombre como ot cualquier, simplemente mis sabio que la mayori,..Este es tam- bien mi punto de vista. Dgamos que es mi manera de rmantencrme fill espiritu de Spinoza 1%, Some ologiue, L ae,cvs anul 5 (- vine n Cr, 1993, I, ge 395 398). Wee, por emp i Coe 43 a. Ostene,y Eri, V, sci del propo 8 Sen ean de Spinoza con {Gino con cl essnian son dor problemas dis) eae ‘lies sagittal de Alaa Matheron, Le Chit lat Sesion ex Spins, hubie Mootale, 197 102 can, pessoa Decia que sé hay sabidura de aegria,y que slo thay alegria de amar. Que-un lector de los Eoorgelior pueda sentirse cerca de este pensamiento es algo que ‘no me sorprende. Esto no quiere decir que usted no sme haya comprendido, ai que yo no sea ateo. Quiere decir simplemente que la sabiduria no pertenece a nadie, nia ninguna Iglesia, lo cuales mejor. La felic- ded noes un dogma ni una recompensa, «La beattud —decia Spinoza— no ese premio dela vrtud, sino Javiruad misma Esla lima propesicin dela Etce Penmitan que sea tambign la conclusin de nuestra (65. Bs, V, propor 42 am

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