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Nueva Antropología

ISSN: 0185-0636
nuevaantropologia@hotmail.com
Asociación Nueva Antropología A.C.
México

Montes de Oca Barrera, Laura Beatriz


ENTRE ACTIVISTAS, FUNCIONARIOS E INDUSTRIALES. APLICACIÓN DE LA
ETNOGRAFÍA —ENFOCADA Y POLÍTICA— EN ESCENARIOS DE GOBERNANZA
Nueva Antropología, vol. XXVIII, núm. 83, julio-diciembre, 2015, pp. 25-46
Asociación Nueva Antropología A.C.
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15944800003

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ENTRE ACTIVISTAS, FUNCIONARIOS E INDUSTRIALES.
APLICACIÓN DE LA ETNOGRAFÍA —ENFOCADA Y POLÍTICA—
EN ESCENARIOS DE GOBERNANZA

Laura Beatriz Montes de Oca Barrera*

Resumen: este artículo presenta una reflexión sobre el poder de la etnografía en la investigación
social, enfatizando la recientemente reconocida utilidad para la investigación sociológica a través
de la etnografía enfocada. Para ello se profundiza en su aplicación epistemológica y metodológica
en los estudios que, desde la sociología política, se desarrollan para analizar escenarios y procesos
gubernamentales y de decisión pública, caracterizados por diferenciales de poder entre los sujetos
que interactúan. Se presentan hallazgos etnográficos sobre dos escenarios desde los cuales se
proponen algunas pistas para reconceptualizar lo que en teoría política se denomina “gobernan-
za”. La intención es mostrar que la etnografía es un método innovador que permite captar el de-
talle “microscópico” de la realidad estudiada, conjugando las perspectivas emic y etic, lo cual le
brinda un potencial importante para reducir el desfase entre el concepto y “la realidad” y, contri-
buir con ello, a la confirmación y refutación de teorías.
Palabras clave: etnografía enfocada, metodología, investigación sociológica, gobernanza.

Abstract: This paper presents a reflection on the power of ethnography in social research, empha-
sizing the recently recognized utility for sociological research through focused ethnography. To do
so, it is emphasized the epistemological and methodological application of ethnography in studies
developed in Political Sociology to analyze governmental and public decision scenarios and pro-
cesses, where the actors involved has different power resources. Ethnographic findings on two sce-
narios provide clues to re-conceptualize what is called in political theory “governance”. The intention
is to show ethnography as an innovative method to capture the detail “microscopic” of the reality
studied, combining emic and etic perspectives that offers significant potential to reduce the gap be-
tween concept and “reality”, and thus contribute to the confirmation and refutation of theories.
Keywords: focused ethnography, methodology, sociological investigation, governance.

INTRODUCCIÓN

The revival of ethnographic research wi-


thin sociology is undisputed […]. As ethno- *Doctora en Ciencia Social con especialidad
en Sociología por El Colegio de México. Investiga-
graphy is (re) gaining a well-deserved dora asociada C de tiempo completo en el Institu-
prominence within the discipline its empi- to de Investigaciones Sociales de la unam. Línea
rical focus, theoretical underpinnings, and principal de investigación: Estructuras y siste-
narrative styles are also expanding —tra- mas asociativos de gobernanza, Expansión global
del capitalismo y nuevas experiencias de articu-
ditional forms of ethnographic inquiry lación gobierno-mercado-sociedad, Participación
now exist within more experimental ones. ciudadana en la toma de decisión pública. Correo
Javier Auyero y Lauren Joseph electrónico: lbmontesdeoca@sociales.unam.mx

25
26 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

E
l objetivo de este artículo es pre- trales en el proceder etnográfico: la cons-
sentar una reflexión en torno al trucción social y teórica del campo
poder de la etnografía en la in- (field), así como la producción de textos
vestigación sociopolítica, enfatizando etnográficos. En la segunda parte se ex-
su recientemente reconocida utilidad pone la forma en que se ha aplicado este
para la investigación sociológica y poli- proceder en la investigación propia, ana-
tológica. En específico, se profundiza lizando dos tipos de escenarios de gober-
en la aplicación epistemológica y meto- nanza; es decir, aquellos donde confluyen
dológica de la etnografía —enfocada y agentes del Estado, el mer­cado y la so-
política— en los estudios que, desde la ciedad en procesos gubernamentales y
sociología y la ciencia política, se desa- decisorios. Ahí se reflexiona sobre el
rrollan para analizar escenarios y pro- poder de la etnografía políti­ca como un
cesos gubernamentales y de decisión método útil para mejorar la concep­
pública. En estos contextos, caracteri- tualización sociológica o politológica.
zados por las relaciones de poder que En esta parte se distinguen dos tipos
los surcan —fundamento ontológico—, de escenarios, ambos marcados por el
la etnografía aparece como un método conflicto, pero uno caracterizado por
innovador para enfocar la mirada ana- la confrontación y otro por la interlo­
lítica en la interacción de agentes con cución. Con esta distinción, se presenta
diversos intereses (políticos, económi- cómo estos escenarios constituyen aque-
cos y sociales), así como para proponer llos campos de relación en los que (inter)
reconceptualizaciones sobre teorías y actúan —a través del conflicto, la nego-
categorías analíticas que no logran ciación y colaboración— activistas socia-
comprender la riqueza y complejidad les, funcionarios e industriales, a la vez
de tal interacción. que se proponen algunas pistas para la
El artículo se compone de dos seccio- reconfiguración teórica que los analiza.
nes que plasman la aplicación, por una
parte, de la etnografía enfocada, y por DE LA ETNOGRAFÍA
la otra, de la etnografía política. La pri- ANTROPOLÓGICA TRADICIONAL
mera concentra la discusión en torno al A LA ETNOGRAFÍA ENFOCADA
proceder etnográfico para analizar pro- O SOCIOLÓGICA
cesos sociopolíticos contemporáneos, lo
cual ha implicado su adaptación meto- Un trabajo etnográfico riguroso exige, sin
dológica y articulación epistemológica dudas, tratar con la totalidad de los aspec-
para otras disciplinas sociales, en par­ tos sociales, culturales y psicológicos de la
ticular para la sociología y la ciencia po- comunidad, pues hasta tal punto están en-
trelazados que es imposible comprender
lítica. Ahí se muestra cómo es que este
uno de ellos sin tener consideración de to-
método ha sido adaptado al análisis so- dos los demás.
ciopolitológico mediante la etnografía Bronislaw Malinowski
enfocada, para lo cual se enfoca la mira-
da en los cambios y las permanencias, El método propuesto por Malinowski
específicamente sobre dos aspectos cen- dejó impresa una huella duradera en
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 27

el proceder de la antropología, a un etnografía distinguía como “el sentido


grado tal que, incluso, podemos hablar de vida tribal” o “el espíritu de los indí-
de un “paradigma malinowskiano” genas” (ibidem: 23), era preciso “inter-
(Marcus, 2009). Esto no implica, por narse de manera permanente y
supuesto, que el proceder etnográfico mediante estadías prolongadas” en las
en antropología no se haya transfor- comunidades nativas para alcanzar
mado posteriormente, adaptándose a una comunicación en su lengua, hasta
los nuevos contextos sociales, políticos que el observador fuera visto como
y económicos. Lo que sí implica es que “una molestia o un mal necesario” (ibi-
la propuesta de Malinowski configuró dem: 25). Sólo así —en palabras del au-
un medio para “definir lo que debe es- tor— se podría tener un “auténtico
tudiarse, las preguntas que es necesa- contacto” que permitiría “agotar lo más
rio responder, cómo deben preguntarse posible la totalidad” (ibidem: 31), ade-
y qué reglas es preciso seguir para in- más de obligarse a estar con los indíge-
terpretar las respuestas obtenidas” nas para lograr familiarizarse con sus
(Ritzer, 2002: 612).1 En otras palabras, costumbres y creencias; ello a fin de
el paradigma Malinowskiano definió comprender los “imponderables de la
la forma en que se concibe la realidad vida real”, es decir, lo que los sujetos
analizada —supuesto ontológico—, así realmente hacen en su cotidianidad
como la forma de conocerla —supuesto (ibidem: 36).
metodológico— y, a partir de ello, cons- Este proceder estaba vinculado a los
truir conocimiento —supuesto episte- objetivos que le dieron vida a la propia
mológico— (Denzin y Lincoln, 2012; Antropología. Es decir, aquel interés por
véase también Sautu et al., 2005). comprender lo acontecido en las socie-
Entonces, más allá de las etiquetas dades no-occidentales, denominadas
que pongamos, es indiscutible que el an- “primitivas”, “simples” o “tribales”. Em-
tropólogo polaco marcó la consolidación pero, ante la imbricación planetaria,
metodológica y epistemológica de la an- producto de la globalización —en parti-
tropología (o etnología), en general, y de cular, con el incremento en el flujo mun-
la etnografía, en particular. Para Ma­ dial de personas e información, ocurrido
linowski (1975 [1922]: 14) —como se desde la última década del siglo xx—, la
aprecia en el epígrafe anterior— el tra- frontera entre lo propio y lo extraño se
bajo etnográfico exigía abarcar la tota- tornó más permeable. Fue entonces
lidad de los aspectos sociales, culturales cuando se criticó la pertinencia de un
y psicológicos de la comunidad. Esta método fun­damentado en analizar de
perspectiva, llamada integral u holís­ manera integral un todo aislado y aje-
tica, marcó la metodología de la disci- no, descontextualizado de los procesos
plina. Para captar lo que el padre de la más amplios. Cuando el universo analí-
tico de la antropología parecía desvane-
1
Esta es la definición que Ritzer propone
cerse frente a la maleabilidad del
para hablar de paradigma (véase también Va- mundo globalizado, los antropólogos co-
lles, 1999). menzaron a construir nuevos objetos de
28 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

Cuadro 1. Etnografía tradicional y enfocada: elementos contrastantes

Etnografía tradicional Etnografía enfocada


Visitas largas a campo Visitas cortas a campo
Intensidad temporal de la información Intensidad de la información construida
construida
Énfasis en la escritura (notas) Combinación de escritura y grabación
(notas y transcripción de audio y video)
Mirada holística en todos los aspectos Mirada enfocada a ciertos aspectos del
del campo campo
Sociedades ajenas (estudio de lo extraño: Sociedad propia (estudio del alter ego;
strangeness) alterity)
Aprender el idioma nativo Familiarizarse con el lenguaje particular
(sociolectos: tecnicismos, argot, no verbal)
Fuente: Elaboración propia (con base en Knoblauch, 2005: 7; Taylor y Bogdan, 1987 [1984]: 50-99).

estudio y nuevas miradas etnográficas. como los objetos de estudio, sin embar-
En este proceso, la etnografía comenzó a go, comparten un diseño metodológico
ser utilizada por estudiosos de diversos básico, el cual retoma algunos puntos
campos científicos. Dejó, como otros tan- del paradigma malinowskiano y modi-
tos métodos, de ser “propiedad” exclusi- fica otros. En los siguientes apartados
va de una disciplina para entrar en el se observarán algunas de estas conti-
ámbito integral de las ciencias sociales. nuidades y modificaciones. Aquí baste
Es así como en la actualidad, parti- sólo mencionar, de manera esquemáti-
cularmente desde finales del siglo pa- ca —y, por tanto, simplificada— (cua-
sado y principios de éste, podemos dro 1), la distinción entre el proceder
hablar de una “etnografía sociológica” o tradicional y el adaptado a la sociolo-
“enfocada” —cabe mencionar que ya ha- gía, mediante una mirada enfocada
bía habido incursiones etnográficas en (Knoblauch, 2005).
los primeros estudios sociológicos de la En el cuadro 1 podemos apreciar
Escuela de Chicago (de los años veinte las transformaciones relacionadas con
a los sesenta) sobre las subculturas y las visitas a campo; la intensidad tem-
los grupos “desviados” (Nadai y Mae- poral y de la información construida; el
der, 2005); empero, esta mirada fue re- énfasis en las notas o en la combina-
emplazada posteriormente por métodos ción de notas y grabación; la mirada
“duros” frente al auge de la metodolo- holística o enfocada; el estudio de so-
gía cuantitativa. La adaptación del ciedades ajenas o en la propia; además
método etnográfico a estos nuevos con- de la necesidad compartida de apren-
textos y a las exigencias de las otras der el lenguaje nativo, ya sea un idio-
disciplinas sociales es tan diversa ma o un sociolecto. Teniendo en mente
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 29

estos cambios y continuidades, en los “imaginación sociológica” del investi-


siguientes apartados se profundiza so- gador, sino por la interacción de éste
bre dos aspectos centrales para el pro- con los sujetos que conforman el uni-
ceder etnográfico: la construcción verso de análisis.2
social y teórica del campo en la inte- Desde esta óptica, aquí se propone
racción del etnógrafo con los sujetos de pensar que el trabajo de campo o el tra-
análisis durante el trabajo sobre terre- bajo sobre terreno (fieldwork) no sólo
no; así como la producción de textos implica la estancia en algún o algunos
inteligibles que logren captar la com- sitios geográficos, sino la construcción
plejidad analizada, sin perder la aten- de escenarios de interrelación (física o
ción y el interés del lector. simbólica) entre diversos agentes. En
esto se toma distancia de la perspectiva
La construcción teórica “clásica” de considerar el campo como la
y social del campo interacción directa con los sujetos y con
la idea de “salir de la oficina” (Wood,
Ethnography faces a dilemma. On the one 2007: 123). La construcción del campo
hand the attempts to overcome the notion of implica la relación cara a cara, con y de
“field” as geographically limited area are los sujetos situados en el presente; pero
overdue. On the other hand these attempts también la reconstrucción de una rela-
clearly show that is hard to escape from the
ción pasada, a la que se tiene acceso de
notions of “field” and “fieldwork”.
Andreas Wittel
manera indirecta mediante historia
oral o documental; así como las redes de
La propuesta de George Marcus (1995) relación indirecta (virtual o simbólica)
sobre una etnografía multisituada que trascienden la presencia física de
abrió la caja de Pandora en torno a la los agentes, a las cuales se tiene acceso
definición del campo (field) en la etno- también de manera indirecta.
grafía antropológica y, sobre todo, en la A lo anterior subyace un asunto que,
sociológica. De ser concebido clásica- por muy obvio que parezca, no puede
mente por la antropología desde una ser ignorado. El campo se construye en
ubicación espacial y sincrónica (aquí- el trabajo sobre terreno, lo cual implica
ahora), el campo pasó a ser concebido la intervención del investigador. Se
como una construcción teórica (Nadai construye socialmente, en una relación
y Maeder, 2005 y 2009) —además de intersubjetiva (entre el sujeto observa-
una construcción social (Gatt, 2009; dor y el observado); y se construye teóri-
Gupta y Ferguson, 1997)— a la que se le camente, en un juego que conjuga las
incorporó la dimensión múltiple (de red) categorías emic y etic (Harris, 1975).3
—Wittel, 2000— y diacrónica (de pro-
ceso). Dejó de estar limitado a un esce- 2
Esta construcción se verá ilustrada, en la
nario geográfico —alguna localidad—, segunda sección del texto, con la presentación
sobre la investigación propia.
y empezó a ser pensado como el núcleo 3
Como es sabido, para Marvin Harris las ca-
del propio objeto de estudio. El campo tegorías emic corresponden a las descripciones y
es construido, empero, no sólo por la explicaciones significativas para el participante,
30 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

Esta intervención se puede traducir en simbólica y virtual. Para ello, además de


tres situaciones etnográficas: 1. En la efectuar observación participante o di-
inmersión física del investigador en recta (con sus respectivas entrevistas
un lugar específico (el clásico “estar situacionales), también se realizaron
ahí” en un momento determinado); 2. entrevistas (semiestruc­turadas), inda-
En la inmersión simbólica del investi- gación documental y ob­servación indi-
gador mediante una disposición espe- recta o en línea (on line).4 El trabajo de
cífica de significados, así como 3. En la campo en los escenarios de gobernanza
inmersión virtual del investigador en tuvo la intención de “problematizar” la
el ciberespacio. Estas tres situaciones forma en que los individuos y grupos
refieren, a su vez, tres tipos de relación constituyen e interpretan sus interac-
de los propios sujetos que conforman el ciones cotidianas (Schwartzman, 1993:
objeto de estudio: relación cara-a-cara, 3). Con esta aproximación se intentó
relación simbólica y relación virtual. La comprender los hechos, procesos y rela-
primera –siguiendo el paradigma mali- ciones sociopolíticas desde la perspecti-
nowskiano– refiere a que los sujetos va de los propios sujetos (visión emic) y
conviven en una misma escena (en un de categorías teóricas preexistentes
espacio “real” o físico); la segunda impli- (etic); ello, con el fin de proponer nuevos
ca que los sujetos se relacionan simbóli- elementos para entender la gobernanza.
ca e indirectamente, por ejemplo, a
partir de discursos (Krauss, 2009); La descripción etnográfica:
mientras que la tercera se establece profundidad, fluidez y cristalización
entre sujetos que interactúan virtual-
mente, en un mundo en línea (online), Ethnography decodes and recodes, telling
haciendo uso de las tecnologías de la the grounds of collective order and diversi-
información y comunicación (Wittel, ty, inclusion and exclusion. It describes
2000). Estas inmersiones pueden se- processes of innovation and structuration,
and is itself part of these processes.
guir los cánones tradicionales de la et-
James Clifford, 1986
nografía antropológica (véase el cuadro
1), pero también pueden apegarse al La década de los ochenta del siglo pa­
proceder de la etnografía enfocada o so- sado marcó un parteaguas en el queha-
ciológica (es decir, con estancias cortas cer de la antropología. La publicación
pero intensivas y focalizadas).
En la experiencia de investigación 4
Cabe mencionar que este proceder es lo
propia, como veremos en la segunda que en metodología de la investigación se cono-
ce como “triangulación” de técnicas (véase, por
parte del artículo, la inmersión en el ejemplo, Valles, 1999). En esto es preciso enfati-
campo conjugó las tres situaciones etno- zar que aquí se encuentra otro elemento de
gráficas en tres tipos de relación. Esta transformación de la etnografía tradicional: el
entrada no sólo fue física, también lo fue reposicionamiento de la observación participan-
te; técnica que si bien seguirá siendo central,
deja de ser un fetiche metodológico (Wittel,
mientras que las etic son aquellas consideradas 2000; véase también Gupta y Ferguson, 1997)
apropiadas para una comunidad científica. para ser complementada por otras.
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 31

de diversas críticas hacia la autoridad y sideramos con el mismo autor, que


representación antropológicas, así como todo “análisis cultural es intrínseca-
al género etnográfico mismo, puso so- mente inconcluso” (Geertz, 1987 [1973]:
bre la mesa de discusión la problemá- 37), la descripción —por muy densa que
tica de la etnografía como descripción sea— no logra —como lo pretendiera el
densa y autorizada. Un ejemplo lo en- paradigma malinowskiano— captar la
contramos en la publicación de Wri- totalidad. Pese a la pretensión del mé-
ting Culture (James Clifford, 1986). todo etnográfico de armar, como un
Ahí se criticaba que el “estar ahí” del rompecabezas, las distintas piezas que
trabajo de campo malinowskiano y la componen la realidad analizada, la na-
descripción densa geertziana (véase rrativa etnográfica (tradicional y con-
más adelante) le dieran autoridad a las temporánea) no puede ser sino un
narraciones etnográficas, las cuales entendimiento, si bien amplio, siempre
además buscaban captar la totalidad parcial (Hovland, 2009: 136).
observada. Aunado a ello, posterior- No obstante esta parcialidad, la
mente se criticó el estilo narrativo de descripción —producto del método et-
la etnografía, en particular, y de las nográfico— favorece un entendimiento
descripciones cualitativas, en general. profundo de la realidad; y vale decir
Las preguntas que emergen de estas que tiene poco que ver con la idea de que
críticas se resumen en: ¿qué tanto es- “las verdades etnográficas son inhe-
tas narraciones eran producto más bien rentemente parciales” (Clifford, 1986:
de la imaginación del etnógrafo y, por 7). Ya sea que se proceda —de forma
tanto, constituían un relato de ficción? tradicional— mediante una observa-
Y ¿cuán profundas e inteligibles podían ción participante extensiva e intensiva
ser tales descripciones? A continuación en un solo sitio, como con la triangula-
se reflexiona sobre estos puntos. ción de técnicas —de la etnografía so-
La década anterior a la publicación ciológica— o siguiendo la pista de
de Writing Culture, el antropólogo esta- personas, cosas y procesos —con la et-
dounidense Clifford Geertz (1987 nografía multisituada— el método re-
[1973]) había planteado que la narra- quiere ser riguroso, pero ello no im­plica
ción etnográfica buscaba alejarse de las búsqueda de explicaciones o interpre-
“descripciones superficiales” de otros mé- taciones verdaderas sino, en todo caso,
todos que no lograban captar las “estruc­ relatos verosímiles que, a la manera
turas significativas” de los fenómenos del unicornio de Rilke, se alimentan de
analizados. Mediante una “descripción posibilidades (Pombo, 2004: 25).5 La
dens” (ibidem) se proponía —a la mane-
ra de una doble hermenéutica (Giddens, 5
Esto refiere a un animal que pese a su
2001 [1976])— hacer una interpreta- inexistencia en la realidad (por lo que carece de
ción de la interpretación. Tal descrip- verdad propiamente dicha), sí posee “objetivi-
dad en la mente de los que [lo] piensa[n], y esa
ción sólo era posible si el etnógrafo objetividad les proporciona una apariencia de
lograba una inmersión profunda en la realidad, una presencialidad mental” (Pombo,
cultura (Wittel, 2000). Empero, si con- 2004), es decir, un carácter verosímil.
32 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

contribución de la descripción etnográ- das que pueden generar un “ruido” o


fica es captar, por una parte, el detalle “zumbido” anecdótico extremo e innece-
—microscópico— de la realidad estu- sario. Quienes arguyen a favor de la
diada y, por la otra, conjugar las pers- “descripción densa” olvidan que la es-
pectivas emic y etic para explicar o critura, si no es un don, sí es un arte. La
interpretar las relaciones, los procesos idea no es redactar textos plagados de
y los fenómenos sociopolíticos y cultu- “anécdotas coloridas”, sino utilizarlas
rales. Para ello es preciso contextuali- de manera colorida. De ahí que, como
zar los fenómenos observados en una ha expresado Paul Atkinson (2005: 2),
complejidad local cerrada —como lo hi- la información empírica (de campo)
ciera el paradigma tradicional— o debe ser analizada y no sólo presenta-
abierta —como lo propone la etnografía da, reproducida y celebrada. Esto signi-
sociológica—, o bien, en una compleji- fica, por una parte, seguir un proceso de
dad global —como lo plantea la inves­ creatividad analítica (creative analyti-
tigación multisituada—. En particular, cal process, véase Richardson y St. Pie-
aquí se propone que la combinación rre, op. cit.: 962) que favorezca una
profundidad-contextualización es la narración favorecida por la riqueza del
que le permite al método vincular lo mi- lenguaje, así como por la lógica argu-
cro con lo macro y, como se muestra en mental. El reto es —en palabras de Mi-
la siguiente sección, tener un potencial chel de Certeau (en Clifford, 1986:
para la generalización teórica —vía la 3)— “narrar una cosa a fin de decir
comprobación o refutación de teorías otra”. Para ello es preciso —además de
específicas (Nadai y Maeder, 2009). la creatividad del investigador para
Ahora bien, como se mostró al inicio analizar la información de campo, cui-
de este apartado, la crítica de los dando la selección de las citas (el cor-
ochenta también abrió la puerta para pus inscriptionum de Malinowski,
cuestionar la creación narrativa en 1975: 41)—, la destreza para redactar
ciencias sociales. Los textos producidos un texto con estilo claro pero no plano,
desde la metodología cualitativa, en sino lleno de colores y matices. Con ello
contraste con aquellos resultantes de se buscaría construir un relato que, pro-
in­vestigaciones que siguen métodos curando equilibrar y entretejer la des-
cuantitativos, no pueden ser revisa­ cripción etnográfica con el análisis
dos transversalmente. Deben ser leídos teórico de manera armónica y fluida, lo-
a detalle. Esto lamentablemente pro­ gre —como un fenómeno de “cristaliza-
voca, incluso en los escritos más ejem- ción”— reflejar las diversas dimensiones
plares, varios bostezos en el lector del fenómeno, recurriendo —en la medi-
(Richardson y St. Pierre, 2005: 959). da de lo posible— a los diversos géneros
Entonces, si los escritos cuantitativos narrativos: literario, científico y artístico
aparecen ininteligibles para los no ex- (Richardson y St. Pierre, 2005).
pertos, muchas veces los textos cuali- Para finalizar esta sección se puede
tativos se hacen tediosos al estar decir que ante este reto —que se pre-
plagados de descripciones tan detalla- senta cotidianamente sumándose a las
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 33

diversas ansiedades del proceso de in- ción sobre gobernanza —el cual remite
vestigación— no hay un remedio certe- a un desfase entre el concepto y “la
ro o definitivo. Frente a esto no queda realidad”— para después ilustrar el
más que aprender sobre la marcha; proceder etnográfico en la investiga-
tanto para construir textos ágiles que ción particular. A partir de ello, en un
trasladen al lector a la situación etno- apartado final se delinean algunas pis-
gráfica, como a la propia construcción tas para la reconceptualización de este
del campo en la interacción del inves- término.
tigador y los sujetos de estudio. A con­
tinuación se exponen algunos apuntes Críticas al concepto
sobre la investigación propia, lo cual de gobernanza
—sin duda— muestra el reto men­
cionado. […] the political ethnography undertaken
here is designed to critically evaluate the
PROCEDER ETNOGRÁFICO strengths and limitations of central socio-
EN UN ESCENARIO DE logical concepts such as power, legitimacy,
clientelism.
GOBERNANZA: ETNOGRAFÍA
Javier Auyero y Lauren Joseph, 2007
POLÍTICA Y RECONCEPTUALIZACIÓN
Si se retoma la propuesta de Auyero y
A partir de lo presentado en la sección Joseph al considerar la etnografía polí-
anterior, en los siguientes apartados se tica como un medio para criticar los
muestra el camino seguido en un pro- conceptos sociológicos —en particu-
ceso de investigación en el que ha inte- lar— y de las diversas disciplinas socia-
resado problematizar la relación entre les —en general— es posible encontrar
agentes del Estado, el mercado y la so- en este proceder metodológico una veta
ciedad, tanto en procesos gubernamen- para cuestionar la forma en que desde
tales como en episodios de decisión la Ciencia Política, la Administración
pública. Esta exposición tiene dos obje- Pública y la Cooperación Internacional
tivos. El primero es ilustrar las trans- se define la “gobernanza”. Es decir la
formaciones y continuidades que ha coordinación que de manera armónica
seguido la adopción y adaptación del se establece entre agentes del Estado,
método etnográfico en un estudio so- el Mercado y la Sociedad para conducir
ciológico, considerando la construcción las decisiones públicas y el proceder gu-
social y teórica del campo (field). El se- bernamental.
gundo implica retomar la propuesta de La genealogía de este concepto per-
la etnografía política (Auyero y Joseph, mite ubicar que desde la década de los
2007) para criticar categorías teóricas ochenta del siglo pasado se comenzó a
y, en su caso, proponer su reconceptua- hablar de gobernanza como una nueva
lización, articulando el análisis etic con forma de relación entre gobernantes y
la evidencia emic. gobernados (Mayntz, 1998). Siguiendo
Para ello, se aborda, en primer lu- lo que Michel Foucault anticipara
gar, el problema principal en la defini- como un proceso de “gubernamentali-
34 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

dad” (governmentality) —es decir, el gica y politológica sobre la democracia:


“arte de gobernar” un barco para lle- el de “innovaciones democráticas”.
varlo a buen puerto, posible para cual- Este vocablo hace referencia a los es-
quiera y no sólo para “el príncipe” pacios y mecanismos de participación
(Foucault, 2006 [1978]: 136)—, hablar que abren la estructura gubernamen-
de gobernanza implica pensar en un tal a la colaboración de agentes exter-
ejercicio de gobierno en el que parti­ nos, con lo cual se busca profundizar la
cipan agentes públicos y privados. participación en un régimen represen-
Normativamente, un ejercicio de go- tativo (Cameron et al., 2012; Fung y
bernanza requiere descentrar el con- Wright, 2003; Grindle, 2000; Smith,
trol del gobierno sobre el Estado para 2009; Welp y Whitehead, 2011). En
involucrar a otros agentes del mercado este sentido, las innovaciones demo-
y la sociedad en una relación interacti- cráticas se configuran como una forma
va que favorece la conformación de re- de gobernanza. Si bien las distintas
des de política pública (Kooiman, 1993; formulaciones teóricas sobre la gober-
Pierre, 2000; Pierre y Peters, 2000; Ma- nanza varían en torno al papel que
yntz, 1998). Al respecto es importante debe tener el Estado en esta coordina-
enfatizar que este nuevo arte de gober- ción —yendo desde las más extremas
nar está formalmente caracterizado que anticipaban su dilución e, incluso,
por relaciones horizontales y mediana- su desaparición, hasta aquellas que
mente armónicas de coordinación entre plantean un papel central— encontra-
las partes, desde las cuales se busca mos como elemento fundamental en su
una conducción conjunta de los asun- definición la configuración armónica y
tos públicos. equilibrada entre los tres sectores.
De manera puntual, y como mues- Pero, ¿qué pasa cuando esta relación
tra del énfasis de esta formulación no cumple con la premisa básica de la
conceptual —y para ilustrar lo que coordinación armónica y el equilibrio
Giddens definiera como una “doble entre las partes? Entonces, ¿ya no se
hermenéutica”—, a partir del año 2001 ha­blaría de gobernanza? ¿Hasta dón­
el Diccionario de la lengua española de se puede pensar la gobernanza, y
incluyó el vocablo gobernanza para re- qué decir de las relaciones que están
ferirse al “arte o manera de gobernar más marcadas por el conflicto que por
que se propone como objetivo el logro la armonía? ¿Cómo se explican las re-
de un desarrollo económico, social e laciones de confrontación o negocia-
institucional duradero, promoviendo ción entre agentes sociales, políticos y
un sano equilibrio entre el Estado, la económicos, caracterizados por tener
sociedad civil y el mercado de la econo- recursos de poder desiguales?
mía” (rae, 2001: 1141; véase también Como se muestra en el siguiente
Luis Aguilar, 2006: 37). La práctica de apartado, las relaciones “reales” entre
la gobernanza está relacionada con agentes públicos y privados, al menos
otro concepto que en fechas recientes en países como México, distan mucho
emergió en la discusión teórica socioló- de ser una configuración armónica. De
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 35

ahí que, considerando la evidencia em- marcada por el conflicto, sigue dos lógi-
pírica construida, se propongan algu- cas: la confrontación y la interlocución.
nas pistas para su reconceptualización. El primer campo remite a los esce-
narios de confrontación en torno a la
Etnografía en escenarios regulación de tres ámbitos económicos
de gobernanza: específicos: a) el control o liberalización
La construcción del campo de cultivos con semillas genéticamente
modificadas o transgénicas; b) el con-
Como parte de un proceso de investiga- trol o prohibición de publicidad y venta
ción aún en curso —iniciado en 2006 en escuelas de alimentos procesados con
y conformado por cuatro estudios parti- bajo contenido nutricional y alto conte-
culares—,6 ha interesado analizar, en nido calórico (la llamada comida “cha-
distintos contextos decisorios y guber- tarra”); c) así como la legislación en
namentales, la relación entre agentes telecomunicaciones y radiodifusión.
del Estado, el mercado y la sociedad. El El segundo refiere a la interacción de
objetivo general es problematizar agentes económicos, sociales y políticos
(Schwartzman, 1993, véase supra) la en estructuras institucionalizadas de
interacción física, simbólica y virtual gobernanza, también llamadas inno-
entre estos agentes a fin de “poner a vaciones democráticas. Lo que confor-
prueba” conceptos como el de gober- ma los escenarios de interlocución; es
nanza y el de innovaciones democráti- decir, los consejos o comités consultivos
cas. Para ello, se han construido dos creados por las instancias guberna-
campos (fields) específicos para obser- mentales federales para integrar la
var esa interacción durante un trabajo opinión de agentes externos en proce-
de campo enfocado. Interacción que, sos gubernamentales y decisorios re­
lacionados con los tres ámbitos de
6
El primero fue parte de una investigación regulación antes mencionados (Orga-
formativa realizada en El Colegio de México,
con apoyo de la beca doctoral del Consejo Nacio-
nismos Genéticamente Modificados u
nal de Ciencia y Tecnología (2006-2010); el se- ogm, comida “chatarra” y telecomuni-
gundo fue realizado en una estancia posdoctoral caciones), así como con la construcción
en el Instituto de Investigaciones Sociales de de Normas Oficiales Mexicanas (nom).
la Universidad Nacional Autónoma de México
(iis-unam) con apoyo de la beca posdoctoral de la
Por cuestiones de espacio, en este ar­
unam (2011-2013); el tercero, refiere al estudio tículo se presenta la “fotografía” de dos
en curso como investigadora asociada del mis- episodios de conflicto e interlocución
mo instituto (desde 2013), con el cual se obtuvo de los escenarios de gobernanza mencio-
la beca 2014 para las Mujeres en las Ciencias
Sociales, conferida por la Academia Mexicana
nados: la legislación sobre ogm y la cons-
de Ciencias; finalmente, el cuarto remite a una trucción de una nom sobre eficiencia
ampliación del proyecto desarrollado en el iis energética.
—a realizar entre 2015 y 2017— como parte del El trabajo de campo realizado im-
programa de verano en ciencias sociales del Ins-
tituto de Estudios Avanzados de Princeton, en
plicó la triangulación de diversas téc-
colaboración con la Escuela de Altos Estudios de nicas de investigación: observación
París y la Universidad de Upsala. directa, participante y no participante;
36 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

realización de entrevistas situaciona- semiestructuradas. Con estas etapas


les; observación en línea (indirecta); —complementadas y alternadas con
documentación (con fuentes físicas y trabajo de gabinete— se transformó el
electrónicas), así como entrevistas se- proceder más “puro” de la etnografía
miestructuradas a partir de lo cual se tradicional —la que sigue el paradigma
siguió el conflicto y la negociación, a la malinowskiano—, para su aplicación
manera de una etnografía multisitua- en el ámbito sociológico. Se concatenó,
da (Marcus, 1995). En esto se siguieron como se observa en el cuadro 2, la ob-
las tres etapas que, de manera flexible servación directa con la indirecta (en
e iterativa, configuran el trabajo sobre línea y mediante documentación o en-
terreno del método etnográfico (Taylor trevistas a informantes clave) a fin de
y Bogdan, 1987; Durand, 2012). Es de- apreciar la relación cara a cara, simbó-
cir: 1) primer contacto y documenta- lica y virtual, entre funcionarios, indus-
ción; 2) trabajo de campo intensivo (con triales y activistas.
observación participante y entrevistas En este cuadro se esquematiza
situacionales); 3) cierre del trabajo de cómo es que la construcción de los dos
campo y realización de entrevistas campos ha requerido combinar las tres

Cuadro 2. Inmersión en escenarios de relación


Técnicas Observación directa (participante y no-participante)
Observación indirecta
Entrevistas (situacionales, semiestructuradas y on line)
Documentación

Escenarios de Inmersión física Inmersión simbólica Inmersión virtual


confrontación:
–Protestas Relación directa Relación indirecta Relación directa e
sociales (cara-a-cara): (discursos): activistas- indirecta: activistas-
–Debates públicos activistas-funciona- funcionarios-indus- industriales; activistas-
rios triales funcionarios

Escenarios de Inmersión física Inmersión simbólica Inmersión virtual


interlocución:
–Grupos de Relación directa: Relación indirecta Relación directa e
trabajo en activistas-funciona- (discursos): activistas- indirecta: activistas-
estructuras rios-industriales funcionarios-indus- industriales; activistas-
institucionaliza- triales funcionarios
das de gobernanza
(consejos- comités
consultivos)
Fuente: Elaboración propia.
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 37

modalidades de inmersión antes referi- Legislación mexicana sobre


das (física, simbólica y virtual) a fin de bioseguridad
captar los tres tipos de relación entre
los sujetos (directa o cara a cara, e indi- En el campo de confrontación se siguió
recta, a través de discursos o con la me- el conflicto (Marcus, 1995) a través de
diación de un dispositivo tecnológico).7 las protestas sociales y los debates pú-
Ello implicó, por una parte, realizar blicos (contra la Ley Televisa, los ogm y
observación directa (estar ahí) con los la comida “chatarra”). Se apreció la in-
sujetos de relación —efectuando obser- terpelación directa de activistas hacia
vación participante (como parte inte- legisladores o funcionarios públicos;
grante del fenómeno) y no-participante así como, de manera indirecta, de acti-
(como observadora externa)— y, por la vistas hacia industriales y viceversa.
otra, observar el fenómeno de manera Para ejemplificar la relación directa, se
indirecta, ya sea mediante el relato o presenta la descripción —analítica, de-
los discursos de los sujetos —asequible tallada y contextualizada (véase pri-
a través de entrevistas o documenta- mera parte de este artículo)— de un
ción—, o bien, a través de dispositivos episodio de confrontación específico: la
tecnológicos de información y comu­ aprobación, en 2004 y 2005, de la Ley
nicación, como internet, los cuales fa­ de Bioseguridad de Organismos Gené-
cilitan la relación directa o virtual de ticamente Modificados (lbogm). Para
los sujetos. Los escenarios analizados ello, en primera instancia se contex-
—espacios que condensan los significa- tualiza el conflicto, delineando los
dos de las relaciones organizacionales; principales momentos del proceso le-
es decir, protestas, manifestaciones pú- gislativo.
blicas y reuniones (meetings),8 —invo- En el marco de la entrada en vigor
lucran de manera directa (relación cara del Protocolo de Cartagena —diciem-
a cara) o indirecta (virtual y simbólica) bre de 1993— y con la firma y ratifica-
a funcionarios públicos, activistas so- ción del gobierno mexicano —2000 y
ciales e industriales. A continuación se 2003, respectivamente—, en 2002 se
ejemplifica esta relación con dos episo- impulsó una propuesta de ley sobre el
dios específicos. manejo de ogm. Tal iniciativa fue tur-
nada a la Cámara de Diputados donde
—en diciembre de 2004— se votó favo-
7
Para facilitar la esquematización, en el rablemente. El dictamen de la lbogm
cuadro 2 se distinguen las tres modalidades de fue regresado al Senado para su apro-
inmersión; no obstante, en la práctica están en-
treveradas.
bación final en febrero de 2005. El 2 de
8
Schwartzman (1993: 39) enfatiza la rele- mayo de ese año entró en vigor y fue
vancia del estudio de las reuniones en la Antro- reglamentada tres años después —24
pología (Anthropology of Meetings). Al ser de marzo de 2008—, estipulando la ne-
eventos de comunicación ensamblados dentro
de un escenario sociocultural específico, conden-
cesidad de establecer un Régimen Es-
san la producción y reproducción cotidiana de pecial de Protección al Maíz antes de
las estructuras. la aprobación experimental de la semi-
38 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

lla. Este requerimiento, empero, fue la industria agrobiotecnológica. Asi-


eliminado en 2009.9 Ello puso fin a la mismo, cuando se discutía el dictamen
moratoria establecida en 1999, posibi- de ley en el Senado, activistas, intelec-
litando —desde 2010— la siembra ex- tuales y científicos se apostaron afuera
perimental de maíz en el norte del del edificio legislativo y colocaron un
país. Considerando este contexto, en- enorme globo en forma de ojo, como
seguida se presentan dos “fotografías” metonimia de la vigilancia civil sobre
—construidas a partir de la informa- el proceso legislativo. De igual forma,
ción de campo obtenida mediante ob- el 14 de diciembre de 2004, fecha en
servación externa, documentación y que se tenía previsto votar la iniciativa
entrevistas— que muestran, por una de ley en la cámara baja, activistas de
parte, la relación directa de activistas y Greenpeace distribuyeron entre los di-
funcionarios y, por la otra, la relación putados cajas de una “medicina” sui
indirecta entre activistas e industriales. generis: el AntiCorp. En su caja se
1. Relación directa activistas-fun- leían las siguientes indicaciones: “Con
cionarios. Durante la votación legisla- AntiCorp usted puede prevenir un ata-
tiva de la llamada “Ley Monsanto”, ya que de Monsantosis a la hora de votar
sea disfrazados de ángeles y demonios la Ley de Bioseguridad y puede preve-
afuera del edificio del Senado, o bien, nir el sometimiento de nuestra biodi-
haciendo rappel al interior de la Cá- versidad, nuestra salud y nuestra
mara de Diputados, activistas de soberanía alimentaria al control corpo-
Greenpeace —organización que enca- rativo. Tómese al momento de iniciar
beza en México y el mundo la lucha el debate” (Cruz, 2004).
contra los transgénicos— denunciaron 2. Relación indirecta activistas-in-
la complicidad de las autoridades con dustriales. Esta relación indirecta se
aprecia en la confrontación simbólica
que hubo en el conflicto analizado.
9
Mediante un decreto publicado en el Dia-
rio Oficial de la Federación del 7 de marzo se
Esto es, en la disputa sobre la “verdad
reformaron, adicionaron y derogaron diversas científica” de los transgénicos. A princi-
disposiciones del reglamento de la lbogm. Se de- pios de 2010 se agudizó la confronta-
rogó el artículo transitorio, el cual ordenaba la ción a causa de la liberación de cultivos
publicación de un Régimen de Protección Espe-
cial al Maíz con el fin de preservar las varieda-
experimentales de maíz genéticamente
des de maíz existentes en todo el país, así como modificado. Con la premisa de que la
establecer los centros de origen y diversidad ciencia por sí misma es —o debería
de este grano. En su lugar —en el artículo 73— ser— un saber imparcial y esterilizado,
se implementó una estrategia de comunicación
y consulta pública —a través de la página elec-
activistas e industriales desplegaron
trónica del Sistema Nacional de Información campañas virtuales en las que denosta-
sobre Bioseguridad de la Cibiogem— sobre los ron los argumentos del adversario, al
casos que se someterían a un proceso de autori- ser catalogados como parte de una
zación. En este decreto quedó estipulado que las
secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente
“ciencia mala”, “sucia”, “manipulada”,
serían las encargadas de establecer las medidas “interesada” o “falsa”. Por ejemplo, Fa-
de bioseguridad “caso por caso”. brice Salamanca —director de AgroBio,
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 39

la principal organización promotora en cos. En las sesiones ordinarias se pre-


México del cultivo de ogm— denunció sentan los anteproyectos de nom, así
la acción de “algunos grupos de activis- como las observaciones realizadas en
tas”, quienes difun­dieron “información los grupos de trabajo o en las consultas
sesgada con el objetivo de seguir dete- públicas establecidas antes de la apro-
niendo la experimentación” mediante bación de la norma. La deliberación
una “campaña de desinformación” con técnica y el análisis sobre temas especí-
la que buscan “atemorizar a la opinión ficos se efectúan en grupos de trabajo.
pública sobre los supuestos ‘daños irre- Mediante observación participan­
versibles’ que conlleva el emplear esta te,10 entrevistas situacionales y semies-
tecnología” (AgroBio, 2010). Esto, en tructuradas a informantes clave se
alusión a la difusión que hiciera Green- pudo apreciar que el comité opera gene-
peace sobre “las ratas de Monsanto”; es ralmente como un espacio de relación
decir, los resultados de un estudio que entre funcionarios, industriales y aca-
muestra que el maíz transgénico démicos, en tanto ha estado integrado
(Mon863), patentado por Monsanto y por organizaciones empresariales y de
autorizado en México, ha provocado da- comerciantes, así como por institucio-
ños en ratas (Ribeiro, 2005). nes académicas y por representantes
de diversas dependencias del gobierno
Discusión en un grupo de trabajo federal. Empero, en 2011 hubo un in-
sobre normalización tento del secretario técnico del comité, a
cargo del entonces director de Normali-
En torno al escenario de interlocución, zación de la Secretaría de Economía, de
y siguiendo la negociación —en alusión integrar a miembros de organizaciones
a la etnografía multisituada de Marcus que representaran los intereses de con-
(1995)—, se observó directamente la sumidores y usuarios. Con ello, este es-
relación entre activistas, funcionarios e cenario fungió, por unos meses, como
industriales en un espacio consultivo un espacio de interlocución entre acti-
dedicado a la elaboración y modifica- vistas, funcionarios e industriales. Esta
ción de una Norma Oficial Mexicana participación prosperó entre 2011 y
(nom). El episodio específico fue la dis- 2012, cuando tres organizaciones socia-
cusión para la Norma Oficial Mexicana les fueron apoyadas (con gastos de viá-
de emisiones de bióxido de carbono ticos) para asistir a las sesiones de
(nom-163), realizada dentro de un gru- trabajo; situación que cambió, desde
po de trabajo del comité consultivo na-
cional de normalización de seguridad 10
En contraste con el escenario sobre la
al usuario, información comercial y lbogm, en el que la observación de la protesta
prácticas de comercio (adscrito a la Se- fue directa pero no-participante, debido a que
cretaría de Economía). Cabe mencio- no hubo un involucramiento en las actividades
de los activistas; en la discusión del comité de
nar que este comité opera mediante normalización la observación fue participante,
sesiones ordinarias, extraordinarias y al acudir como parte de una organización de
grupos de trabajo sobre temas específi- consumidores en las discusiones de 2012 y 2013.
40 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

2013, con la nueva administración fe- las reuniones de trabajo del comité,
deral. Particularmente en 2012 se llevó pero también observación indirecta
a cabo la discusión de la nom-163 con la mediante la documentación del con-
colaboración de estas organizaciones. flicto y la negociación con lo referido en
En el episodio analizado se constató la prensa, así como con lo publicado
que la participación de activistas se difi- por los propios agentes involucrados
cultaba debido a la especialización téc- en sus portales de internet, además de
nica de la discusión.11 Si bien una de las lo narrado por informantes clave en
organizaciones participantes tenía no- entrevistas semiestructuradas. La
ciones sobre la eficiencia energética y la triangulación de técnicas fue relevan-
emisión de bióxido de carbono, no conta- te, sobre todo si pensamos que algunos
ban con información técnica de primera de estos espacios son de difícil acceso,
mano; elemento que sí tenía el sector pero también si consideramos que de
industrial. Ante ello, la estrategia fue no haber estado ahí, no se habría lo-
conformar redes con otras organizacio- grado obtener información útil para
nes que no estaban interesadas en par- armar el rompecabezas y presentar un
ticipar directamente en el proceso de relato etnográfico útil para cuestionar
normalización (específicamente con un las categorías etic antes mencionadas:
centro de investigación independiente gobernanza e innovaciones democráti-
sobre cambio climático). El resultado cas. Los casos analizados, siguiendo la
de la negociación fue la publicación, en pauta metodológica de la etnografía
2013, de la nom-163 (Semarnat-ener- enfocada y las premisas epistemológi-
scfi-2013), la cual recogió algunos de los cas de la etnografía política, muestran
comentarios de activistas pero, a decir elementos relevantes para criticar los
de uno de ellos, prevaleció el interés del dos conceptos. Pero, como un ejercicio
sector industrial (automotriz). de reconceptualización implica una
Seguir el conflicto en torno al proce- amplia discusión teórica —imposible
so legislativo de la lbogm, así como la de presentar en las páginas de este ar-
negociación sobre la nom-163 implicó tículo—, a continuación sólo se presen-
—en términos metodológicos— reali- tan algunas pistas para ello.
zar observación directa en las calles y
Gobernanza e innovaciones
11
Cabe señalar que esta dificultad repercu- democráticas: pistas para
tió también en la investigación y en el trabajo una reconceptualización
de campo. Al igual que en el escenario sobre bio-
seguridad y ogm la interacción con los informan-
tes generó la necesidad de familiarizarse con el
El análisis de los escenarios descritos
lenguaje técnico, el sociolecto de campos de co- —así como de otros que, por cuestio-
nocimiento que eran totalmente extraños. No nes de espacio, no se incluyen en este
obstante, conforme avanzó el trabajo sobre el artícu­lo—12 nos indica que las estructu-
terreno —con la lectura de documentos especia-
lizados y la interacción en los escenarios de go-
bernanza— se favoreció la familiarización con 12
Tales como el escenario de conflicto en tor-
los términos y tecnicismos. no a la regulación en telecomunicaciones, donde
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 41

ras basadas en una lógica de go­ tración pública local, estatal y fede-
bernanza, es decir, aquellas donde ral— no implica que en su operación se
interactúan agentes del gobierno, el sigan las premisas básicas de la go­
mercado y la sociedad en procesos de- bernanza. Es decir, que las relaciones
cisorios y gubernamentales, distan entre activistas, funcionarios e indus-
mucho de tener relaciones armónicas y triales sean armónicas y equilibradas.
equilibradas. Tanto la legislación sobre La negociación sobre la nom-163 mos-
ogm, como la discusión de la nom-163 tró las desventajas de información de
muestran que si bien se puede identifi- activistas, así como el acceso privile-
car una tendencia hacia la apertura de giado de los industriales en estos pro-
la agenda pública —con la integración cesos decisorios. Asimismo, la apertura
de agentes externos en procesos legis- de estos espacios no implica que el go-
lativos y de políticas públicas—, esta bierno ceda el control monopólico so-
apertura suele ser parcial, además de bre la toma de decisión pública. En
que la integración está marcada por todo caso, pareciera que estos espacios
importantes diferenciales de poder se abren para ir a tono con la tenden-
(Elias, 1982 [1970]). cia internacional de la apertura, pero
Como se indicó, una de las condicio- en la práctica las decisiones públicas
nes fundamentales de la gobernanza y siguen siendo tomadas a puertas ce-
las innovaciones democráticas es que rradas, siendo unos cuantos los que
los gobiernos se abran a los ciudada- pueden tener acceso. Es por ello que los
nos. Que se promueva la participación propios actores, los activistas, no du-
y colaboración de agentes externos en dan en calificar estos espacios como
el quehacer público. Esto es observable una “simulación”.
en la apertura de espacios de partici- La posición expuesta genera que se
pación y de innovación institucional multipliquen las protestas sociales.
(los consejos consultivos y las oficinas Como lo vimos con el conflicto en torno
de contraloría social son un ejemplo). a la legislación mexicana en bioseguri-
Empero, el establecimiento formal de dad, las puertas institucionales no se
espacios como los consejos y comités abrieron para, si quiera, escuchar el
consultivos —como el comité de nor- sentir de las organizaciones críticas.
malización presentado, así como otros Esto generó una amplia movilización
tantos consejos que las dos últimas dé- de activistas que intentaban, por la vía
cadas han impregnado la lógica y el no formal —es decir, la de las protestas
discurso institucional de la adminis- sociales— incidir en el proceso. No obs-
tante, prevaleció la voz de la industria,
se discutió la regulación sobre la venta de comi- aquella que, con acceso directo a los le-
da “chatarra” en escuelas, así como el escenario gisladores, logró como en otros tantos
de negociación para formular la norma mexica- casos —telecomunicaciones o hidro-
na y la norma internacional iso 26000, ambas
sobre responsabilidad social (para el primero
carburos— plasmar sus intereses.
véase Montes de Oca, 2014; los otros dos temas Estos hallazgos etnográficos difie-
se analizan en Montes de Oca, 2011). ren mucho de los elementos que teóri-
42 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

camente definen la gobernanza y las der o control social del mismo y acceso
innovaciones democráticas. En lugar abierto a los procesos decisorios). Pero
de vinculaciones equilibradas y armó- esta denominación conduce a pensar
nicas, manifiestan relaciones marca- en una mala gobernanza o una no de-
das por el conflicto y los diferenciales mocrática, lo cual lógicamente nos lle-
de poder; asimismo, en vez de apertura va a pensar en una no gobernanza.
plena de los procesos gubernamentales, En este sentido habrá que cues­
los hallazgos etnográficos denotan in- tionar si es más viable hablar de go-
tentos sólo parciales por abrir las insti- bernanza, sin calificativos (positivos o
tuciones. Entonces, ¿qué se debe hacer negativos), como una apertura (no ne-
ante esta distancia entre la teoría y la cesariamente total o incluyente) de los
práctica (entre las categorías etic y las procesos gubernamentales y deciso-
emic)? ¿Es preciso, como lo hacen algu- rios, en la que interactúan mediante
nos activistas críticos, hablar de simu- una lógica de negociación, pero tam-
lación y de maquillaje institucional; o bién de conflicto, agentes del mercado,
más bien, hay que modificar la concep- el gobierno y la sociedad, los cuales no
tualización? La propuesta de este artí- comparten los mismos recursos de po-
culo es que, desde la academia, se debe der. Lo mismo se puede decir del con-
optar por lo segundo. cepto innovación democrática. Más
Si interesa que la reflexión en cien- que buscar calificativos sería conve-
cias sociales sea de utilidad para ex­ niente ampliar —no estirar (Sartori,
plicar la realidad, es preciso adecuar 1999)— las definiciones para explicar
los conceptos a ella. Si bien se puede realidades que, en general, suelen ope-
partir de categorías etic para intentar rar de manera más compleja que como
explicar los procesos sociales y políti- lo plantean las teorías. Es así como pa-
cos, esto no implica la posibilidad de rece más apropiado hablar de inno­
incidir en ellos para cambiarlos confor- vaciones institucionales, como el
me a lo establecido normativamente, establecimiento, dentro de la estructu-
sobre todo porque esto depende de ra gubernamental, de espacios orienta-
otros factores no-académicos. Enton- dos a incluir la participación de agentes
ces, es preciso adecuar los conceptos a externos; espacios que pueden o no ope-
lo que realmente ocurre. De hecho, esta rar democráticamente y que se pueden
premisa —fundamentada en el para- o no traducir en una toma de decisión
digma malinowskiano— ya está pre- igualmente democrática.
sente en la discusión actual sobre la
gobernanza. Desde esta óptica es que CONCLUSIÓN
las discusiones sobre la gobernanza ya
proponen hablar de una “buena gober- La redacción de este artículo estuvo
nanza” (cce, 2001) o una “gobernanza marcada por un objetivo general: evi-
democrática” (Dingwerth, 2004) para denciar el poder de la etnografía para,
referirse al ideal esbozado líneas arri- por una parte, analizar objetos de estu-
ba (inclusión plural, equilibrios de po- dio propios de la sociología y de la cien-
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 43

cia política mediante las premisas construye de manera interactiva. El


metodológicas de la etnografía enfoca- sujeto investigador y el investigado
da y, por la otra, criticar conceptos conjugan saberes, las categorías etic se
como el de gobernanza e innovación complementan con las emic. La etno-
democrática, a partir de los fundamen- grafía, así, tiene un importante poten-
tos epistemológicos de la etnografía cial para la generalización teórica
política. Pensando en los componentes frente a un desfase entre el concepto y
de un paradigma, para concluir este “la realidad” como lo vimos con los ca-
artículo se presentan los tres funda- sos analizados.
mentos del poder de la etnografía, los
cuales han sido desplegados en los dis- BIBLIOGRAFÍA
tintos apartados del texto.
Fundamento ontológico. La etnogra- AgroBio (boletín de prensa) (2010), “Grupos
fía nos permite pensar la realidad como activistas pretenden decidir por los agri-
un todo, demasiado complejo como para cultores sinaloenses”, en línea [http://
ser captado por las teorías científicas www.agrobiomexico.org.mx/uploaded/
(antropológicas, sociológicas o politoló- documento66.pdf], última consulta: 16
gicas). Es una realidad que se constru- de junio de 2015.
ye con la vivencia de sus actores, la cual Aguilar V., Luis (2006), Gobernanza y ges-
es parcialmente “fotografiada” por la tión pública, México, fce.
interpretación de los investigadores. Atkinson, Paul (2005), “Qualitative Re-
Por ello, cualquier acercamiento no search. Unity and Diversity”, Forum:
puede ser sino parcial e intersubjetivo. Qualitative Social Research, vol. 6,
Fundamento metodológico. Como lo núm. 3, art. 26, en línea [http://www.
muestra la propuesta de la etnografía qualitative-research.net/index.php/fqs/
enfocada, este método ha trascendido article/view/4/9], última consulta: 1 de
barreras disciplinarias. Pese a la pre- noviembre de 2014.
valencia de la metodología cuantitati- Auyero, Javier y Laurent Joseph (2007),
va —a veces más imaginaria que real “Introduction: Politics under the Ethno-
para el caso mexicano (Rivera y Sala- graphic Microscope”, en Lauren Joseph,
zar, 2011)—, cada vez más estudios so- Matthew Mahler y Javier Auyero (eds.),
ciológicos y politológicos adoptan este New Perspectives in Political Ethno-
proceder heurístico como un medio in- grahy, Nueva York, Springer, pp. 1-13.
novador para captar la realidad desde Cameron, Maxwell et al. (2012), Nuevas
una mirada que privilegia lo (inter) instituciones de democracia participa-
subjetivo a fin de explicar o interpretar tiva en América Latina, México, Flacso.
las relaciones, los procesos y los fenó- Clifford, James (1986), “Introduction: Par-
menos sociopolíticos y culturales. tial truths”, en James Clifford y Gero-
Fundamento epistemológico. En un ge Marcus (eds.), Writing Culture. The
ir y venir entre teoría y práctica, como Poetics and Politics of Ethnography,
lo propone la etnografía política, el co- Berkeley, University of California
nocimiento de la compleja realidad se Press, pp. 1-26.
44 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera

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