cuestionamientos
política
sobre
presupuestaria
en México
Titular:
Laura Sour Vargas
Colaboradores:
Fausto Hernández Trillo y Juan Manuel Torres Rojo
Roberto Hernández Ruiz
John Roberto Scott Andretta
Jorge Alejandro Chávez Presa
Cesar Velázquez
Guillermo M. Cejudo
ISBN:000-00-0000-0
Primera edición: marzo 2007
1. Presentación
3. ¿Cuáles son los alcances del juicio oral ante los problemas
del proceso penal en México?
Roberto Hernández Ruiz
El dinero que gasta el gobierno le pertenece a cada uno de los ciudadanos del Presentación
país, pues las principales fuentes de ingreso del gobierno son los impuestos
pagados y los ingresos que se obtienen por la venta de nuestro petróleo. En
tal caso, si es nuestro dinero, ¿podríamos dejar que otros lo gasten sin enterarnos
en qué o cómo lo usan? Por lo tanto, no sólo resulta conveniente sino necesario
conocer ¿quién decide cuánto y en qué gasta el gobierno?
El proceso de quién decide cuánto y cómo se gasta es el siguiente: cada
año el gasto del gobierno se realiza en base al Presupuesto de Egresos de la
Federación (PEF). El Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP) coordina la formulación del PEF con otras dependencias y
organismos. Después del consenso para estructurar el PEF, el presidente manda
a la Cámara de Diputados su proyecto de gasto para el siguiente año. La
Cámara de Diputados revisa, modifica y aprueba el proyecto. Entonces, los
principales actores responsables en la decisión sobre cómo y en qué gastar son
el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.
De esta forma, el gobierno gasta tu dinero asignándolo a diversas
actividades y tareas por medio de los diferentes programas que implementa
en cada administración. Los programas afectan principalmente la riqueza de
tu familia, tu empleo y la inflación del país pues son una forma de distribuir
riqueza y tratan de generar equidad y brindar igualdad de oportunidades para
toda la población. Por eso, es importante conocer el PEF y saber qué está
pasando con tu dinero.
En este libro podrás encontrar algunas respuestas de cómo y en qué se
gasta tu dinero, así como el impacto de ese gasto para la sociedad mexicana.
Estás respuestas tienen diversos enfoques que van desde el interés en saber a
quién pedir cuentas del gasto hasta el impacto de una política específica para
el cuidado de la reserva de agua en un lago.
Como podrás observar conforme avances en la lectura del libro,
encontrarás que los temas presentados son muy diversos, tanto como las
necesidades de información de las personas. Cada vez son más los nuevos
temas que se insertan dentro del marco del gasto, esto por la creciente demanda
de información por parte de los usuarios. Todos los temas están presentados
en forma de una interrogante, pues son estas preguntas las que se nos hacemos
cada día los ciudadanos.
Entre las preguntas que se pretenden contestar están: ¿A quién le tengo que
pedir cuentas? ¿Cuáles son los alcances del juicio oral ante los problemas del proceso penal en
México? ¿Sería factible eliminar la pobreza en la tercera edad en el ámbito nacional por
medio de una pensión básica universal? ¿Puede un banco de agua salvar el lago de Chapala?
¿Por qué no podemos evaluar adecuadamente el gasto en educación en México? ¿Han contribuido
las leyes de deuda a mejorar el desempeño fiscal de los Estados en México? ¿Cómo rinde
cuentas el gobierno? La arquitectura institucional de la rendición de cuentas en México.
Estos cuestionamientos son un nuevo punto de reflexión para pensar sobre
la política presupuestaria en México. Además, nos brindan la oportunidad de
analizar los distintos impactos que conlleva cada decisión en materia de gasto.
Menú
¿A quién
le tengo que
pedir
cuentas?
Definición de Responsabilidades,
Rendición de Cuentas y
Eficiencia Presupuestaría
en México
Unos de los principales retos que enfrentan los gobiernos en las socieda- INTRODUCCIÓN
des modernas es mejorar la aplicación del gasto público. Algunas de las pre-
guntas que de ello se desprenden incluyen ¿De qué depende que el gasto
público se aplique eficientemente? ¿Qué induce a un funcionario público a
aplicar el gasto correctamente?
Algunos autores afirman que un determinante importante para la apli-
cación del gasto público es una estructura clara y definida de distribución
de responsabilidades entre los distintos órdenes de gobierno. De esta for-
ma, las preferencias de los ciudadanos se pueden alinear mejor, contribu-
yendo sustancialmente a una mejora en la calidad del ejercicio del gasto
público. Ello presupone que la contigüidad del elector con el gobernante
es el factor más importante en la medición del desempeño del segundo. Así,
el instrumento para castigar o premiar al gobierno es el voto; es decir, me-
diante la votación se da la auditoria social, la cual contribuye a que la cali-
dad del gasto público se incremente.
Este trabajo concluye que los electores no conocen a quién pedirle cuen-
tas por las distintas actividades públicas que el gobierno realiza. La conse-
cuencia más importante de ello es que no es seguro que la calidad del ejer-
cicio del gasto público se eleve con una reforma descentralizadora. La
lección de política es que en los procesos de reformas descentralizadoras
tanto la definición de las responsabilidades, como su promoción entre la
ciudadanía, constituyen los elementos más importantes en dichas reformas.
En una democracia donde existe un federalismo fiscal, la auditoria social Algunos conceptos
se da por medio del voto. Para ello es necesario que el elector conozca a
ciencia cierta quién es el último responsable de cada actividad pública.
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ral y local) y se producen tres bienes públicos (uno producido por el ejecu-
tivo federal, otro por el local y el tercero lo co-producen ambos órdenes),
cuando la ciudadanía conoce qué bien produce cada uno de los niveles de
gobierno, entonces es posible llegar a aplicar la sanción al orden de gobier-
no responsable mediante el voto electoral. En caso contrario, la calidad y
la eficiencia del gasto público lejos de aumentar, incluso puede disminuir,
ya que si el elector no sabe quién es el responsable de cada actividad, puede
castigar con su voto al Presidente de la República en lugar de un presiden-
te municipal.
Es decir, si no se sabe a quién pedirle cuentas, una de las principales
virtudes de una reforma al federalismo fiscal (la de que las preferencias se
alinean mejor en las comunidades, o que el gasto se adecua mejor a las nece-
sidades sociales de gasto) se ve mermada. Desafortunadamente, este ha sido
el caso de México. El proceso de descentralización ha obedecido más a
cuestiones políticas que a una planeación integral donde se definan respon-
sabilidades y se diseñen los instrumentos de financiamiento adecuados. Ello
ha traído como consecuencia que el ciudadano no llega a percibir quién es
el último responsable de la producción de los distintos bienes y servicios
públicos. Los resultados de esta indefinición de responsabilidades son:
1. Disminución de la transparencia
2. Debilitamiento de las Instituciones
3. Obstaculización de la Auditoria Social
4. Disminución de la eficiencia en el uso de recursos
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Gráfica 1
¿A QUIÉN LE TENGO QUE PEDIR CUENTAS?
Salud Otro gran componente del gasto programable es en el sector salud. Con
respecto a éste, es mayor la probabilidad de que la persona sepa qué auto-
ridad de gobierno es la responsable de proporcionar los servicios de salud
gratuitos sin considerar el IMSS e ISSSTE si tiene mayor edad, mayor ingreso
y un mayor nivel de educación.
Es más probable que una persona crea que con su voto electoral puede
influir en un cambio en la calidad de los servicios de salud gratuitos si co-
noce los distintos niveles de gobierno y es menos probable que crea lo
anterior si es un funcionario público.
Si hoy fueran la elecciones de los tres órdenes de gobierno y la calidad
de los servicios de salud fueran deficientes, la probabilidad de que la perso-
na crea que con su voto puede castigar a la autoridad responsable aumenta
si su nivel de ingresos es alto, si es educado y conoce a los diferentes niveles
de gobierno. Dicha probabilidad disminuye si es un funcionario público.
Gráfica 2
¿Cree Usted
que su voto electoral
puede influir en
un cambio en la calidad de los
servicios de salud gratuitos?
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Se observa que es más probable que la persona sepa cuáles son las tres Programas de
autoridades de gobierno en México encargadas de operar los programas alivio a la pobreza
de alivio a la pobreza, si tiene mayor tiempo de residir en el mismo sitio.
Sin embargo, es menos probable que lo sepa si se es un trabajador asalaria-
do. Probablemente, ello se deba a que un trabajador asalariado es menos
dependiente de este tipo de programas.
Si el número de pobres en el país se incrementa, la probabilidad de que
la persona castigue con su voto a cualquier autoridad de gobierno aumen-
ta, sólo si la persona tiene mayor edad e ingreso. Lo mismo sucede si es un
trabajador a destajo. Sin embargo, dicha probabilidad disminuye si son in-
dividuos con muy altos ingresos.
Gráfica 3
Si la proporción
del número de pobres
del país aumenta,
¿a quién castigaría con su
voto en contra?
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Gráfica 4
¿Qué autoridad
del gobierno
se encarga de combatir
el crimen organizado?
Servicios públicos Los individuos con mayor edad, los de mayor ingreso y, los que conocen
los tres ordenes de gobierno y tienen educación, tienen mayor probabili-
dad de saber quién es la autoridad responsable de mantener en buen esta-
do las calles de su ciudad.
La probabilidad de que los individuos sepan quién es el responsable de
proporcionar el alumbrado público de su ciudad es mayor cuando tienen
un ingreso alto. Sin embargo, es menor para aquellos que tienen un mayor
número de años de residencia y al mismo tiempo mayor educación.
Impuestos Es más probable que la persona sepa qué nivel de gobierno cobra el im-
puesto que se paga sobre el salario –o sobre las ganancias de los negocios
del jefe de familia– si tiene un mayor ingreso, si conoce a los diferentes ni-
veles de gobierno y, además tiene un alto nivel de educación. Por otro lado,
es menos probable que la persona entrevistada sepa la respuesta si es un
funcionario público.
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En cuanto al IVA, los individuos con ingreso alto y elevado nivel educa-
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Fausto Doctor en economía por la Universidad del Estado de Ohio. Tiene dos li-
¿A QUIÉN LE TENGO QUE PEDIR CUENTAS?
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¿Cuáles
son los alcances
del juicio oral
ante los problemas
del proceso penal
en México?
Sin duda, varias de las percepciones públicas acerca de la justicia penal INTRODUCCIÓN:
mexicana son válidas: la atención al público en agencias de Ministerio Pú- Ineficiencia y arbitrariedad
blico es lenta, burocrática, e ineficiente. Ir a denunciar equivale a deposi- en el sistema penal en
tar la denuncia en una caja negra. La mayoría de los delincuentes son atra- México
pados en flagrancia. El sistema es perfecto para sancionar al miserable pero
torpe para localizar y sancionar al delincuente sofisticado. Finalmente, la
defensoría de oficio es una institución delgada y débil frente al poder de
la procuraduría.
En efecto, podemos resumir en dos los problemas generales que desde
hace tiempo hacen de México el territorio dócil para la peor combinación
de los males posibles en un sistema penal: violación sistemática de dere-
chos e impunidad casi total.
La violación rutinaria de derechos humanos en el proceso penal mexi-
cano se manifiesta en la carencia sistemática de abogados defensores pre-
parados y efectivos, en la permisión de abusos de poder por parte de agen-
tes de ministerio público, en la casi total ausencia de escrutinio de los jueces 1
Dos ejemplos sirvan de muestra:
sobre el trabajo de la policía y ministerios públicos, sumándose a esto el “pero si una confesión es
obtenida mediante golpes, y ésta se
perverso endoso por parte de la Suprema Corte, que con varias de sus encuentra corroborada con otros
decisiones ha terminado por borrar del derecho mexicano parte importante datos que la hacen verosímil, no por la
actitud de los elementos de la policía
de la herencia del debido proceso1. Por otro lado, en términos de la magni- se deberá poner en libertad a un
tud que alcanza la impunidad, este es un país donde el juicio penal es la responsable que confesó plenamente su
intervención…” (Semanario Judicial de la
única ruta posible hacia la punición estatal, y donde sin embargo, sólo uno Federación versión CD ROM: IUS 2002,
Tesis VI, 2º. J/346). O “la sola detención
de cada 100 delitos desembocan en juicio. La incapacidad de la policía y arbitraria no es suficiente para
procuradurías en el “combate a la delincuencia” significa que el sistema no estimar que la confesión rendida ante
Ministerio Público... fue bajo un estado
sabe cómo investigar y consignar ante los jueces penales cualquier activi- psicológico anormal producido
dad criminal compleja: abuso sexual, violación, secuestro, tráfico de meno- por la violencia…” (Semanario Judicial de
la Federación versión CD ROM: FIUS 2002,
res, crimen organizado, homicidio intencional, son sólo algunos de los ejem- Tesis VI, 2º. J/109). Otros muchos ejemplos
plos donde la sociedad civil recientemente ha puesto el dedo en la llaga. se encuentran disponibles en esta fuente.
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Antes y después del envío
de la iniciativa presidencial, otros
partidos políticos, e incluso la propia del Presidente Fox, enviada en marzo de 2004 al Congreso.2 La iniciativa
Presidencia, habían enviado
iniciativas con propósitos similares. presidencial propone crear juicios orales, eficientes y públicos, para susti-
Todas las propuestas merecen una
discusión y análisis técnico
tuir al anquilosado sistema del grueso expediente legal cosido, redactado
profundo, y quizás el método más por el secretario.
eficiente consista en discutir
primero las ideas políticas que deben Este ensayo sirve al propósito de imaginar un sistema de justicia alterna-
inspirar la reforma del sistema tivo al nuestro y, al mismo tiempo, evaluar los alcances reformistas de la pro-
penal antes que discutir el
detalle de su expresividad legislativa. puesta presidencial ante el Congreso. La primera sección contrasta la ope-
ración de nuestro sistema de justicia penal con aquél ya en práctica en
Temuco, Chile y que, sin duda, representa la reforma penal más exitosa de
la región latinoamericana. Esta comparación se sintetiza en una tabla. El
documento termina con la evaluación de la propuesta presidencial identi-
ficando los retos para lograr la reforma deseada.
El juzgado Para algunos observadores, el sistema de justicia penal mexicano es, a gran-
penal mexicano des rasgos, un procedimiento centrado en el papel, incapaz de defender o
acusar apropiadamente a los acusados, donde no hay jamás alguna interacción
directa entre el juez y los acusados. Parece haber solamente interacciones
mediatizadas por el papel entre los acusados y algunos funcionarios del juz-
gado. Las enormes pilas de papel cosido a fuerza de hilo, y taladro, que lla-
mamos expedientes, revelan que los casos son procedimientos aparente-
mente insustanciales, torpemente organizados y sedientos de la tecnología
judicial moderna.
Es difícil reconocer los juzgados penales locales mexicanos como tales
a primera vista. Ninguna de las imágenes que tenemos de una corte empa-
tan con lo que se ve en ellos y parecen más bien una oficina burocrática
cualquiera. Computadoras nuevas se ubican junto a viejas máquinas de
escribir utilizadas para producir copias al carbón de documentos. El soni-
do de las viejas impresoras de matriz de punto se mezcla con la radio que
escuchan algunos empleados. Aunque parece haber una enorme cantidad
de movimiento en el juzgado, que en realidad es una oficina, mucho de esto
no parece estar relacionado con el proceso de la justicia. No es raro ver
empleados comiendo en su escritorio, comprando a un vendedor ambu-
lante o boleándose los zapatos mientras los acusados permanecen obser-
vando, desde la lejana reja de prácticas, las espaldas de los empleados y del
propio juez que atienden su caso. Nada parece comunicar la dignidad y el
sentido de que algún proceso importante está ocurriendo.
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ROBERTO HERNÁNDEZ
3
Gracias al apoyo del CEJA
y de RENACE, el autor produjo
cuentas de las varias instituciones que intervienen en el proceso penal: un video titulado Justicia Expuesta
cada uno aporta testigos y pruebas que tienden a fortalecer, coherente- que compara el juicio chileno
con el juicio mexicano y que está a
mente, su versión de los hechos. Y el juez, o conjunto de jueces (que son disposición de los interesados.
tres) tienen una libertad de decisión acotada no solo por la controversia
abierta y publica, entre las partes, sino también apoyada por una infraes-
tructura arquitectónica adecuada, y por un proceso que está estructura-
do para que el día de la audiencia de juicio oral sea la primera vez que se
sientan a oír cualquier dato, testimonio o versión de los hechos.
El juicio mexicano escrito, contrario a las promesas que parecería ofrecer El juicio oral
la tecnología del expediente y que consistían en dar certezas acerca de datos, frente al juicio escrito
pruebas y versiones, en realidad multiplica las posibilidades de que perso- mexicano
nas inocentes se vean condenadas. La infraestructura física del juzgado
mexicano no le hace justicia al principio de publicidad de la audiencia, ya
que con dificultad puede escucharse por terceros, y el propio acusado, lo
que ocurre durante las mismas. Lo mismo puede decirse respecto del prin-
cipio de presunción de inocencia, totalmente distorsionado igual que el
rostro del acusado tras la llamada “reja de prácticas”, el lugar desde donde
se toma la declaración de los acusados. La posibilidad de que el juez sea
imparcial es una hazaña en una sistema que no solo aglomera las funciones
de la prisión preventiva y de la sentencia, sino que además expone al juez a
una averiguación previa que viene investida con fe pública –es decir, el juez
tiene que contaminarse con los datos del juicio antes de la audiencia prin-
cipal–. Más aún, la inclinación de la balanza es tal que la disparidad de re-
cursos disponibles para el Ministerio Público supera con mucho no solo a
los de la defensa, sino hasta los del propio juez.
Con el fin de resaltar con mayor facilidad algunos puntos determinan-
tes, la tabla siguiente pone el modelo del “juicio oral” o juicio acusatorio
de cara con el “juicio escrito” (o inquisitorio) actual:
Transparencia y Seriedad: Los estenógrafos graban la audiencia auto- Los mecanógrafos pueden sin dificultad
Registros máticamente, y transcriben el juicio verbatim asentar en el expediente su propia versión
(tal cual se dijeron las cosas). La transcrip- de los hechos. En vez de usar verbatim, usan
ción verbatim de todo lo dicho está lista un narrativa indirecta. Las posibilidades de ex-
par de horas después del juicio. La infraes- torsión (cuando el mecanógrafo quiere
tructura de registro cuenta con impresoras asentar cosa distinta a lo dicho), en particu-
silenciosas (láser) y es ultra moderna. lar asentando cosas que perjudican al acu-
sado, son el pan nuestro de cada día. La in-
fraestructura de registro en el juzgado es
anticuada y ruidosa, emplean impresoras de
matriz de punto. El ruido impide escuchar
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¿CUÁLES SON LOS ALCANCES DEL JUICIO ORAL PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS DEL PROCESO PENAL EN MÉXICO? Menú
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ROBERTO HERNÁNDEZ
Tema Juicio Oral Juicio Escrito
Eficiencia en el funciona- El sistema se concentra en que el juez ten- El sistema se concentra en generar un expe-
miento del sistema ga una relación significativa con la prueba, diente. Se asume que lo que está en el
y en que el juez pueda formarse una versión expediente,“no está en el mundo”. De hecho,
de los hechos. el juez delega incluso la función de redactar
la sentencia, tarea que está a cargo de un “se-
cretario proyectista”, quien igual que el juez,
tampoco tuvo ninguna relación directa con
la prueba.
Delegación de funciones No hay delegación. El juez ejerce sus atri- El juez delega sus funciones en actuarios,
buciones directamente. Las posibilidades de secretarios de acuerdos y otros funcionarios.
corrupción por intermediación de funcio- Cada que un funcionario tiene que decidir
narios, desaparecen. alguna cuestión (notificación, fotocopias)
aparecen posibilidades de corrupción.
Calidad de la Información Hay una estrategia legal para cada caso, y No se hacen consideraciones estratégicas:
ésta es dirigida o en todo caso, en cada La responsabilidad sobre un caso se fractura
momento del juicio, concentrada en una entre varias personas, sin que implique coor-
sola persona. Tanto fiscales como defenso- dinación. Cada que el expediente cambia de
res de oficio normalmente acompañan un oficina, cambia también de responsable. El
caso desde que lo reciben, a través de todas fiscal que conduce la averiguación previa es
las instancias por las que transite, desde la distinto del fiscal que litiga el caso frente al
investigación policial hasta la posible ape- juez. El defensor de la averiguación previa
lación (también significa que cuando lo en- (si hubo) es distinto del defensor ante juez.
tregan, se pasan la estafeta). También son distintos los funcionarios que
en su caso, litigan la apelación.
Calidad de la prueba No hay prueba que tenga alguna credibili- La prueba, en la ley o en la práctica, tiene una
dad preconstituida. Sólo la prueba que se validez predeterminada. En la medida en que
vierte dentro de la audiencia del juicio oral el Ministerio Público tiene lo que se llama
tiene validez, pero su validez no está deter- “fe pública” (facultad para crear verdades
minada por la ley sino por su capacidad para legales) puede validar su investigación an-
convencer al juez de que representa una tes de llegar al juicio, y por lo tanto, sin ne-
versión legítima y creíble de los hechos. cesidad de persuadir al juez. En consecuen-
cia, el juicio es virtualmente irrelevante.
Actitud La arquitectura y la cultura promueven una La atmósfera no es respetuosa. Los juzga-
atmósfera de respeto y la atención se cen- dos son transitados por vendedores. Los
tra sobre las pruebas. funcionarios se distraen escuchando la ra-
dio a lo largo del día. Los acusados pueden
esperar largo rato tras la “reja de prácticas”
antes de que alguien les preste atención. Los
jueces pueden bolearse los zapatos en su
oficina y emprender otras actividades en ge-
neral posiblemente concordantes con la
producción de textos, pero plenamente in-
compatibles con sostener la audiencia.
Indumentaria El acusado se presenta al juicio vestido El acusado se presenta al juicio vestido de
como civil, y bajo una relativa libertad físi- reo, antes de ser juzgado, es ya un prisione-
ca, vigilada por un guardia de seguridad. El ro, y está a la vista de las partes detrás de una
resto de las partes portan traje formal. reja de prácticas que está conectada con la
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¿CUÁLES SON LOS ALCANCES DEL JUICIO ORAL PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS DEL PROCESO PENAL EN MÉXICO? Menú
Puntos de partida Si bien la reforma tiene objetivos políticos que están a la altura de cualquier
y puntos de llegada: verdadera democracia del mundo, tiene también un texto legal precario. Lo
complejidades de la que sigue es la identificación de algunos rubros que representan retos o
implementación del juicio deficiencias en la propuesta presidencial.
oral frente a la
propuesta presidencial
Falta de oralidad y publicidad El texto no explota la oralidad en las etapas previas al juicio: la interacción
de etapas previas al juicio rápida y eficiente con víctimas y testigos, y acusados. Y desde aquí estorba
los objetivos políticos por ser leal a fórmulas legales vacuas, que regulan la
actividad del fiscal y la actividad probatoria y que, en última instancia, ori-
llarán al fiscal, de nuevo, a valuar un trámite por encima de consideracio-
nes estratégicas y de la solución del conflicto humano ante él.
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ROBERTO HERNÁNDEZ
ciedad). Es decir, persistirá la tendencia a tener los reclusorios repletos de
población que no es aún juzgada, y que representa un costo social enorme
por cada juicio y para las personas. Por ejemplo, la propia reforma acoge la
tendencia de catalogar delitos como graves y no graves, que significa que la
legislatura decide por los jueces acerca de la prisión preventiva. Si esto ocurre
a nivel federal, las legislaturas estatales lo harán igual.
El texto legal de la reforma ni siquiera ha tocado las necesidades informáticas La oralidad pide audiencias,
y logísticas de un sistema que funcionaría a base de audiencias. Y la en vez de expedientes
normatividad sigue convocando al expediente y dictando reglas sobre su
integración. Por otro lado, el diseño del sistema de recursos es inadecuado,
porque depende del expediente, e invita la intervención de los jueces de
apelación más allá de lo deseable. Lo que necesitamos erradicar para tener
un proceso ágil, público y oral, no es sólo el expediente.
Su interacción con los jueces y la policía necesita claridad en cuanto a cuándo Falta de diseño de gestión del
se inicia una averiguación previa, por qué, y cómo se termina, cómo se decide Ministerio Público
qué casos deben llevarse a juicio. Lo que se lleva al costoso juicio, debe ser
la menor cantidad de casos. En general, la averiguación previa sigue siendo
la única respuesta posible ante la denuncia. Recordemos que el sentido de
modificar el Ministerio Público es que no todo tenga que ir a juicio, como
hoy, por lo tanto, hay que cuestionar la utilidad de la averiguación previa y
mirar la diversidad de respuestas penales que otros sistemas penales han
diseñado.
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Debilidad investigativa
de la policía de si su rol es la prevención del delito o la investigación, Y si bien se refiere
a ellas, la propuesta no resuelve con claridad cómo se atenderán éstas ne-
cesidades.
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¿Sería factible
eliminar la pobreza
en la tercera edad en
"…a mí me parece terriblemente
injusto que a otros simple y senci- el ámbito nacional
llamente por estar como adultos por medio de una
mayores se les cubra con el dinero
precisamente de quienes trabajan,
pensión básica
con los impuestos…" universal?1
Vicente Fox Quezada,
12 de Marzo 2005
¿Sería justo y factible ofrecer una pensión básica universal por un monto
suficiente para eliminar la pobreza extrema en la tercera edad en el ámbito
nacional? ¿Podría lograrse el mismo objetivo por medio de programas de
ahorro voluntario y transferencias más modestas dirigidas exclusivamente
a la población de la tercera edad en condiciones de pobreza extrema? El
debate político reciente sobre el tema ha generado menos luz que calor.
Pero podemos reconocer un hecho incontrovertible más allá de cualquier
preferencia política. Los grandes sistemas de pensiones públicas
institucionalizados a mediados del siglo XX han fracasado en la función
más elemental de la seguridad social: proteger a toda la población, pero en
particular a la población de menores recursos, de la indigencia al final de
su vida productiva. A pesar de ello, esta prioridad no ha sido recuperada ni
en las reformas a la seguridad social, ni en las estrategias recientes para la
superación de la pobreza. La presente nota documenta el fracaso histórico
de la seguridad social en México como instrumento de aseguramiento
universal contra la indigencia en la tercera edad, y analiza la factibilidad y
equidad de las alternativas esbozadas en las preguntas iniciales, que segura-
mente estarán en el centro del debate en los próximos meses, o años.
ISSSTE, u otra pública), pero sólo 1.5% en el decil más pobre. Esto puede
¿SERÍA FACTIBLE ELIMINAR LA POBREZA EN LA TERCERA EDAD EN EL ÁMBITO NACIONAL POR MEDIO DE UNA PENSIÓN BÁSICA UNIVERSAL?
explicar porque, en contraste con los países industrializados, donde las pen-
siones públicas representan el rubro de mayor impacto redistributivo– prác-
ticamente eliminando la pobreza en la población de la tercera edad– en México
Tabla 1 estas transferencias contribuyen de hecho a agravar la desigualdad: la rela-
Distribución del ingreso privado
y del gasto público: 2002
ción en el ingreso medio total por persona entre el decil más rico y el más
(participación porcentual pobre es de 28:1 (el coeficiente de Gini = 0.49), pero si consideramos sólo el
por quintil) ingreso por pensiones esta relación es de 287:1 (Gini = 0.67) (ver Tabla 1).
Gráfica 1
Relación porcentual entre la
tasa de pobreza de la
población mayor de 65 años
y la tasa de pobreza
nacional
Fuente:
Elaboración propia a partir de datos
presentados en Tabla 9.1, Keeping the
Promise of Old Age Income Security in Latin
America: Pension Reform in Latin America is
Incomplete (Banco Mundial y Stanford U.
Press, 2004).
2
Menú
JOHN SCOTT
Los de afuera, los
de impuestos generales (es decir, excluyendo contribuciones a la seguridad de adentro y la captura
social aportadas por sus beneficiarios), los sistemas de pensiones opera- del Estado: ¿Quién se
dos por los distintos sistemas de seguridad social vigentes en México ab- beneficia de los
sorben actualmente subsidios públicos del orden de 1.5% del PIB, o 10% subsidios públicos a la
del gasto programable. Una décima parte de estos recursos corresponde a seguridad social?
la contribución gubernamental al sistema de pensiones del IMSS en el nue-
vo régimen, después de la reforma de 1995 (principalmente la "Cuota So-
cial"). El 90% restante se divide en partes similares entre las pensiones del
IMSS en curso de pago bajo el viejo régimen, cuyas obligaciones ha absor-
bido en su totalidad el gobierno federal, y los déficits de los sistemas de
pensiones de los trabajadores del sector público (ISSSTE y paraestatales), aún
por reformar. El primero de estos componentes representa un gasto
transitorio y acotado, aunque con montos anuales crecientes en el media-
no plazo. El segundo, por otra parte, presenta una dinámica de crecimien-
to explosivo, fiscalmente insostenible aun en el mediano plazo.
La incidencia de estos subsidios es altamente desigual, en términos ver-
ticales como horizontales, tanto por la concentración de la cobertura como
por las diferencias en beneficios entre los regímenes de aseguramiento exis-
tentes. La reforma del IMSS incluyó dos elementos redistributivos, que de
hecho aumentan la contribución gubernamental respecto al sistema ante-
rior: una contribución fija a las cuentas de los trabajadores (la "Cuota So-
cial"), y una pensión mínima garantizada equivalente a un salario mínimo,
pero condicionada a un historial contributivo que pasó de 10 a 25 años. Sin
una ampliación significativa en la cobertura de la seguridad social hacia la
población pobre, sin embargo, se ha logrado mayor progresividad sólo al
interior de la población asegurada. La reforma no logró alterar en forma
significativa los desincentivos a la informalidad en el mercado laboral, espe-
cialmente en el extremo inferior de la distribución. La participación del 20%
más pobre en el total de derechohabientes era prácticamente inexistente en
1992, y seguía siéndolo 10 años más tarde (2.7% en IMSS, 0.6% en ISSSTE).2
Por otro lado, es importante resaltar que el gasto ejercido actualmente a
favor de los trabajadores del sector público representa subsidios por
derechohabiente extraordinariamente generosos con relación a los subsidios 2
Ver tabla 1 y gráfica 2. Hay que notar una
ejercidos a favor de los trabajadores privados derechohabientes del IMSS– aún diferencia importante entre los salarios
incluyendo el costo de las obligaciones que ha absorbido el gobierno después base medios de los derechohabientes
reportados por el IMSS, que sugieren una
de la reforma del IMSS, y excluyendo, por supuesto, los costos que implicarían participación mayor de trabajadores de
las reformas correspondientes en el caso de los sistemas del sector público: bajos ingresos, y los ingresos que reporta
la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos
1.6 veces mayores en el caso del ISSSTE, y entre cuatro y ocho veces en el caso de los Hogares (ENIGH) para la población
derechohabiente del IMSS, que como vemos
de las paraestatales (Tabla 2). Para apreciar los contrastes en el espectro com- se concentra en los quintiles medios y
pleto de apoyos públicos por concepto de pensiones, la Tabla 2 incluye dos superiores. Esto refleja en parte el
concepto más amplio de ingresos que la
programas de apoyos a adultos mayores, que retomaremos adelante. ENIGH permite utilizar (incluyendo ingresos
Como en el caso del antiguo régimen del IMSS, estos gastos responden no salariales), y en parte un sub-reporte de
los ingresos salariales de los
en parte a fallas graves en el diseño y la administración de estos fondos en contribuyentes al IMSS.
3
Menú
vadas con relación a los trabajadores del sector privado refleja también con-
diciones laborales privilegiadas negociadas en el contexto de una relación
orgánica entre los sindicatos públicos y el antiguo régimen corporativo. Mien-
tras los trabajadores del sector privado, derechohabientes del IMSS se reti-
ran a los 65 años con tasas de reposición esperadas, en el nuevo régimen,
del orden 50% en promedio, los trabajadores del sector público se pensionan,
en general, diez años antes y con tasas de reposición cercanas al 100%, y
aún superiores en las paraestatales. En el caso particular de los trabajadores
Tabla 2 que han sido contratados por el IMSS, como patrón, al servicio de sus dere-
Subsidio público medio mensual
chohabientes, estos se retiran en promedio a los 53 años (no hay edad mí-
por pensionado (2003)
(gasto público neto de contribu- nima) con una tasa de reposición media de 130%– generando una carga fi-
ciones de los beneficiarios) nanciera que pone en riesgo la viabilidad de los servicios de salud del instituto.
Pesos % IMSS
Atención a los Adultos Mayores en Zonas Rurales (Sedesol, 2005) 175 8.3%
Apoyos para Adultos Mayores en Oportunidades (Proyecto de Presupuesto, 2006) 250 11.9%
Programa de Apoyo a Adultos Mayores (Cd. de México, 2005) 668 31.7%
Pensionados IMSS (obligaciones bajo antiguo régimen) 2 105 100%
Pensionados ISSSTE 3 281 156%
Pensionados PEMEX 8 250 393%
Pensionados IMSS-Patrón (Rég. de Jubilaciones y Pensiones, 2004) 12 552 596%
Pensionados de Luz y Fuerza 17 556 834%
Fuentes:
Cálculo del autor a partir de información
En ausencia de reformas a los sistemas de pensiones del sector público
presentada en Banco Mundial, 2004, congruentes con la reforma del IMSS, indispensables para su viabilidad eco-
Mexico Public Expenditure Review
(tabla 2.13); páginas de internet de Sedesol nómica, como para la equidad horizontal de los subsidios a la seguridad
y Gobierno del DF; e IMSS, Informe al
Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión
social, las obligaciones crecientes por concepto de pensiones para los tra-
sobre la Situación Financiera y los Riesgos bajadores públicos no dejarán a los gobiernos electos en los próximos años
del IMSS (Junio 2005);
Proyecto de Presupuesto de Egresos margen de libertad alguno para financiar rubros de gasto prioritarios –in-
de la Federación 2006. cluyendo programas contra la indigencia en la población de la tercera edad.
El hecho de que no se hayan concretado estas reformas a la fecha, ni aún
presentado las iniciativas relevantes, sugiere que el poder de los servidores
públicos para mantener estos privilegios –la captura del Estado por parte
de sus trabajadores– ha sobrevivido intacto a la transición democrática.
¿Quién paga? Estos subsidios se financian, por supuesto, por medio de impuestos genera-
les y deuda pública (o impuestos a generaciones futuras), y en el caso de los
trabajadores del IMSS, contribuciones a la seguridad social de los derechoha-
bientes del Instituto. Dada la concentración de los derechohabientes en los
quintiles de mayores ingresos (Gráfica 2), y la progresividad del sistema fis-
cal en México, el grueso de la carga impositiva la absorben los asegurados
mismos en su calidad de contribuyentes al fisco. Sin embargo, el alcance del
4
Menú
JOHN SCOTT
fisco, en particular de los impuestos indirectos, es más amplio que la cober-
tura de la seguridad social. Esto implica que los subsidios en beneficio de los
asegurados se financian en parte por medio de los impuestos que contribu-
ye la población no asegurada. Es decir, los sistemas vigentes de seguridad
social no sólo dejan desprotegida a la población pobre no asegurada; impo-
nen además una transferencia neta de esta población hacia los asegurados.
El costo principal de los actuales subsidios a la seguridad social para la
población no asegurada, sin embargo, es el costo de oportunidad de estos re-
cursos. Sin una reforma a los sistemas de pensiones en beneficio de los
trabajadores públicos, ningún ahorro público ni reforma fiscal será capaz
de generar recursos suficientes para financiar un sistema de protección social
de cobertura amplia en beneficio de la población que más lo necesita.
Gráfica 2
Hogares con derechohabiente
por quintiles poblacionales
ordenados por ingreso per cápita
Fuente:
Cálculos del autor a partir
de ENIGH 1992, 2000, 2002.
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JOHN SCOTT
seguridad pública –la protección de la vida y la propiedad– para el conjun-
to de la población –y no para un enclave privilegiado– ha sido entendida
desde Hobbes como la función mínima del Estado. En este sentido, el
universo poblacional con derecho a este aseguramiento básico por parte
de la sociedad –los derechohabientes de la seguridad social– sería la pobla-
ción en su totalidad, independientemente de su condición laboral, historia
contributiva, o cualquier otra característica.
¿Cómo transitar del sistema vigente expuesto arriba (Secciones 1 y 2) –trun- Protección social:
cado, fraccionado y de beneficios desiguales– hacia un sistema capaz de los instrumentos
asegurar a la población en su conjunto, por igual, contra la indigencia en la
tercera edad? Consideramos cuatro estrategias posibles:
a) reformar los sistemas vigentes de seguridad social, ampliando su
cobertura e integrándolos en un sistema único,
b) crear programas para la superación de la pobreza dirigidos a la
población de la tercera edad (o incluir a esta población en los pro-
gramas existentes),
c) una pensión básica dirigida, y
d) una pensión básica universal.
Estas estrategias no son mutuamente excluyentes, y pueden asumirse como
reformas complementarias (excepto en los últimos dos casos). Considera-
remos la última propuesta en algún detalle, por ser al mismo tiempo la más
controversial, y la más sorprendente en sus bondades.
7
Menú
gurados. Por ello, sería en todo caso relevante adoptar ambas estrategias
complementariamente para reducir los costos del componente de ahorro
obligatorio. Adicionalmente, sería necesario fortalecer el componente de
ahorro voluntario para quienes deseen (y puedan) obtener tasas de reposi-
ción superiores, y agregar un componente no contributivo que garantice
una pensión mínima a los trabajadores con productividad (y oportunidad
de ahorro) insuficiente para participar en el esquema contributivo básico.
Como hemos visto, la reforma del IMSS de 1995 no incluyó una reducción
significativa de los costos del sistema contributivo, ni, por supuesto, un com-
ponente no contributivo de protección social indispensable para eliminar
la indigencia en la tercera edad en las condiciones distributivas de México.
La integración de los sistemas de pensiones vigentes en un sistema re-
formado único, con cuentas individualizadas y tasas de reposición (obliga-
torias) iguales o, preferentemente, menores a las que ofrece el sistema ac-
tual del IMSS, sería indispensable para asegurar la viabilidad económica de
los sistemas del sector público, la equidad horizontal de la seguridad social
contributiva, y la liberación de recursos públicos para el componente no
contributivo de protección social.
b) Programas para la La segunda y tercera opciones de reforma identificadas arriba podrían pa-
superación de la pobreza y recer equivalentes en la práctica –una transferencia dirigida a los adultos
c) pensión básica focalizada mayores identificados como pobres a partir de criterios específicos. Sin
embargo, existen diferencias importantes –conceptuales, de percepción, y
de sustentabilidad política– entre ofrecer esta transferencia como parte de
una estrategia de lucha contra la pobreza –contingente a las prioridades de la
administración en turno, estigmatizadas como una ayuda para indigentes,
y acotadas en su cobertura por el presupuesto asignado– y un derecho
garantizado por una ley de seguridad social. Como hemos visto, hay pocos
rubros presupuestales mejor "blindados" en la historia reciente de México
que los derechos adquiridos por concepto de seguridad social. En contras-
te, los adultos mayores en condiciones de pobreza no han resultado espe-
cialmente favorecidos en las prioridades sociales de las administraciones
en la historia reciente de México. Por el contrario, la atención y el gasto
contra la pobreza se ha centrado sobre otros grupos, en algunos casos por
buenas razones de equidad y eficiencia –madres, niños y jóvenes pobres en
áreas rurales– y en otros por causas más contingentes –consumidores ur-
banos, productores agrícolas comerciales, etcétera.
El único programa federal no contributivo de transferencias a los adul-
tos mayores pobres que se implementa actualmente en México –Atención a
los Adultos Mayores en Zonas Rurales– surgió en 2003 como una concesión a
las demandas campesinas que llevaron al Acuerdo Nacional para el Campo. Su
presupuesto total en el 2005 (592 millones de pesos) representa medio punto
porcentual del subsidio público total asignado a los sistemas pensiones, y el
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Menú
apoyo por beneficiario representa apenas 8.3% del subsidio ejercido a fa-
JOHN SCOTT
vor de los derechohabientes del IMSS, y entre 1% y 2% de los subsidios que
absorben los pensionados de las paraestatales (Tabla 2).
Hace algunos meses el gobierno federal anunció una iniciativa más am-
biciosa que crearía un Instituto de Protección Social en el 2006, incluyendo, jun-
to con el Seguro Popular y un programa de vivienda para la población abierta,
un esquema de apoyos para adultos mayores de 70 años. Aunque el Pro-
yecto de Presupuesto para el 2006 no hace mención alguna de este Institu-
to, se asignan 2 200 millones de pesos para un nuevo componente de Opor-
tunidades para adultos mayores, que ofrecerá apoyos de 250 pesos al mes.
Una transferencia focalizada tradicional a partir de una "prueba de in-
greso" (means test), donde los beneficiarios dejan de ser elegibles en cuanto
cruzan la línea de pobreza, impondría sobre los pobres un impuesto mar-
ginal implícito del 100% en este punto, desincentivando el trabajo, el aho-
rro privado, y la participación en los sistemas contributivos de seguridad
social. En el caso de Oportunidades este problema se resuelve en parte
utilizando, en lugar del ingreso, un índice estadístico basado en un conjun-
to de variables socioeconómicas para seleccionar a los beneficiarios. Pero
cuando se trata de una pensión diseñada para prevenir la indigencia en la
tercera edad el ingreso sería naturalmente la variable más relevante para
identificar a la población objetivo, por lo que los errores de exclusión e
inclusión de Oportunidades podrían aumentar en este contexto. Hay que
tomar en cuenta también que actualmente el programa no llega a comuni-
dades muy pequeñas (sin escuelas o centros de salud), donde posiblemen-
te se encuentren los adultos mayores más vulnerables. Por otro lado, Opor-
tunidades es el instrumento de transferencias dirigidas más efectivo
disponible en México, por lo que resulta sin duda el mejor punto de parti-
da factible para arrancar un programa de pensiones dirigidas.
Las virtudes de la universalidad, en este contexto, son múltiples, y han sido d) Pensión básica universal
crecientemente reconocidas en el ámbito internacional.3 Primero, al garan-
tizar una cobertura prácticamente completa de la población pobre –en con-
traste con los errores de exclusión inevitables en cualquier mecanismo de
focalización administrativa, incluyendo Oportunidades– es la única estrate-
gia que maximiza el impacto sobre la pobreza extrema en la tercera edad y
garantizaría su eliminación si cuenta con un presupuesto suficiente. Segundo, en
contraste con una pensión focalizada, una pensión universal no afectaría los
incentivos laborales, de ahorro privado, o de incorporación a los sistemas
públicos contributivos de seguridad social, al no condicionarse al ingreso
de los beneficiarios. Finalmente, una pensión universal prácticamente eli-
minaría los costos administrativos, al no suponer costosos procesos de iden- 3
"Esta es probablemente la mejor manera
tificación y seguimiento ("recertificación") del padrón de beneficiarios. de proteger a los adultos mayores contra
Aunque las pensiones básicas universales o con criterios de selección la pobreza". Banco Mundial (2005),
p. 127. Ver también Banco Mundial (2004)
muy amplios son comunes en países industrializados (Holanda, Dinamar- y Willmore (2003).
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butivas como porcentaje del PIB –focalizados en todos los casos, excepto
JOHN SCOTT
Bolivia: Brasil (1.3%), Bolivia (0.9%), Uruguay (0.62%), Chile (0.38%), y
Costa Rica (0.3%).
Gráfica 3
Costo fiscal de una pensión
mínima universal (668/mes en
2005) para la población de 70
años o más bajo escenarios
alternativos de crecimiento anual
del PIB: 2005-2050
Fuente:
Estimaciones del autor a partir de
proyecciones poblacionales de CONAPO
(2000-2050).
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Menú
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Menú
¿Puede un
banco de agua
salvar el
lago de Chapala?
Gráfica 1
Componentes del ciclo
hidrológico
(valores medios anuales en km3)
Fuente:
Subdirección General Técnica. CNA
Gráfica 2
Precipitación media
mensual histórica.
Millones de metros cúbicos
(1941-2002)
Fuente:
Unidad del Servicio Meteorólogico
Nacional. SGT. CNA
2
Menú
Gráfica 3
Volúmenes concesionados de
agua superficial y de agua subte-
rránea para el uso agropecuario
por región administrativa
(Cifras acumuladas a
diciembre de 2002)
Fuente:
Gerencia del Registro Público de Derechos
de Agua. SGAA. CNA.
3
¿PUEDE UN BANCO DE AGUA SALVAR EL LAGO DE CHAPALA? Menú
Gráfica 4
Localización de la Cuenca
Lerma - Chapala
Estado %
México 11
Querétaro 8
Guanajuato 49
Michoacán 20
Jalisco 15
Fuente:
Instituto Mexicano
de Tecnología del Agua, 2001.
4
Menú
Una de las instancias más importantes para la gestión del agua son los Actores y entorno
Consejos de la Cuenca (CC), la CNA los define de la siguiente manera, (Ley institucional
de Aguas Nacionales 2004, LAN)
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Menú
El riesgo de deterioro ambiental que implican los bajos niveles de agua Propuesta
observados en años recientes en el lago de Chapala, motivaron la interven- de regulación
ción del estado a fin de revertir este problema. Se han propuesto diversas
formas de intervención. En este trabajo se describe una propuesta parti-
cular para incidir en el mercado de agua: un banco de agua.
Esta propuesta se fundamenta en la experiencia del banco de agua de
California. En ese caso, los derechos de propiedad estaban bien definidos,
lo que garantizaba la posibilidad de intercambios de agua a precios positi-
vos entre compradores y vendedores: la ciudad de Los Ángeles y los agri-
cultores del valle Imperial. Claramente existían dos usos rivales: consumo
humano y riego agrícola. En el caso de la cuenca Lerma-Chapala la rivali-
dad en el uso del agua está entre los agricultores y lo que se destina al lago,
sin valor económico determinado en algún mercado.
En el caso de la ciudad de Los Ángeles, los derechos de agua eran com-
prados a los agricultores, con el propósito de asegurar el abastecimiento de
agua potable a la ciudad. En el caso que nos ocupa, se trata de comprar agua
o derechos temporales a los agricultores de la cuenca Lerma-Chapala, para
asegurar un mínimo de abastecimiento de agua para el lago de Chapala.
Si el agua de la cuenca se distribuyera mediante el mercado libre, el re-
sultado más probable sería la extinción del lago, ya que se asignarían mayo-
res recursos a la agricultura pues es la actividad económica con mayor uti-
lidad. Por otro lado, dado que no hay un mercado para intercambiar el bien
7
Menú
Funcionamiento La idea central que el banco funcione como un ente regulador que compra
del Banco de Agua agua en momentos de abundancia y la venda en épocas de escasez, con lo
cual financiaría los gastos ocasionados por su funcionamiento y asegura-
ría, al mismo tiempo un nivel mínimo de agua para el lago de Chapala. Man-
teniendo la premisa de buscar los costos de administración más bajos con
el mínimo personal empleado, se calculó un presupuesto de operación anual
de $5.3 millones, considerando que hay un solo gerente y un ayudante,
8
Menú
al estilo del banco de California. Este importe deberá ser cubierto por el
Escenario I
El volumen total de agua que se propone comprar para el banco es de 171.8 Reducción de los cultivos
millones de metros cúbicos al año, que es la cantidad que se puede ahorrar poco rentables
si dejan de sembrarse los cultivos poco rentables y se tecnifican los culti-
vos de frutales muy rentables, siempre y cuando se utilicen sistemas de rie-
go tecnificados, como los sistemas de aspersión para los granos y el siste-
ma de riego por goteo para los frutales (véase cuadro 2).
En este escenario, ningún agricultor sería expulsado de su actividad como
resultado de la adquisición por parte del banco de estos 171.8 Mm3, pero
se requeriría invertir en la tecnificación de los distritos de riego. El finan-
ciamiento para ello puede ser de origen privado, público o mixto.
Según los cálculos realizados, este volumen sería susceptible de ser ven-
dido por los agricultores al banco a un precio de $0.03 x m3, por lo que en
total se requerirían $5.2 millones. Si se agrega esta cantidad al presupuesto
anual de operación del banco que es de $5.3 millones, se necesitarían $10.4
millones por año. Esto se repetiría durante cinco años, duración promedio
del ciclo hidrológico de abundancia. Por lo tanto, se necesitarían $52.1
millones para financiar las actividades del banco de agua.
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Menú
Escenario II
Sustentabilidad del lago Éste es el escenario opuesto al presentado anteriormente. El agua que se
puede vender es el total del agua asignada al uso agrícola en los distritos de
riego, es decir 1,628 Mm3 (véase cuadro 2). El precio al que se comprarían
los derechos sería de $3.16 por m3. El precio del agua es diferente al del
escenario I porque se compra un volumen distinto.1 Por ello, se necesita-
rían $5,135 millones anuales que, sumados al presupuesto anual de opera-
ción del banco resultaría en un total de $5,141 millones de pesos.
Al igual que en el caso anterior, el banco compraría agua durante cinco
años. Por lo que se necesitarían $25,704 millones para financiar las activi-
dades durante los primeros cinco años.
En el sexto año, cada metro cúbico se vendería en $6.32 y se colocarían
en el mercado de agua un total 4,070 Mm3. De esta manera, durante el perío-
Cuadro 2 do de sequía, el lago de Chapala tendría asegurada dicha cantidad que se podría
Estimación de los Volúmenes de
agua susceptibles de venderse en
distribuir como convenga en los años que dure la sequía. En este escenario,
el Banco de Agua de la Región se aseguraría el límite mínimo de aportación al lago de Chapala para asegu-
Lerma-Chapala rar su sustentabilidad a costa de acabar con la agricultura de la cuenca.
Superficie regada (Ha) Volumen aprovechado (m3) Volumen ahorrado y susceptible a venderse (m3)
Fuente:
Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
Escenario III
Compra de volúmenes En este escenario se considera que los usuarios tienen concesiones que am-
sobreconcesionados paran volúmenes superiores o inferiores a los realmente utilizados y que el
banco puede adquirir los volúmenes que no estén concesionados o aquellos
que, estando concesionados, no se utilicen (demanden) en la producción.
En el cuadro 3, puede observarse que en algunos distritos, como el alto
1
Los costos de proporcionar agua al lago
aumentan más que proporcionalmente
con el volumen de agua transferida de los río Lerma, el volumen bruto total demandado es superior al volumen total
agricultores al lago. Esto se debe a que
el precio al que hay que pagar el agua, concesionado en 137.9 Mm3, mientras que, en el distrito de Zamora, el agua
implica igualar los beneficios medios
esperados de los agricultores. Cuando
que no se utiliza del total de volumen concesionado asciende a 44.1 Mm3.
se compran los primero metros cúbicos, se El volumen total susceptible de venta en toda la cuenca Lerma-Chapala
debe pagar poco porque se compran
a los agricultores más ineficientes, cuando es de 361.35 Mm3, el precio al que el banco debe comprar es de $0.15 por
se compran los últimos metros cúbicos
se compra caro porque se
m3, así que el costo total anual de compra de agua es de $54.2 millones que,
compra a los más eficientes. agregados al costo de operación del banco, da un total de $59.5 millones
10
Menú
Fuente:
Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
11
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¿Por qué no
podemos evaluar
adecuadamente
el gasto en
educación en
México?
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En el periodo de 1992 a 1997, los recursos federales destinados a educa- Evolución reciente
ción presentaron un incremento promedio anual de 6.0 por ciento real y de los recursos
los correspondientes a los gobiernos estatales lo hicieron en 10.2 por cien- para educación
to real, aunque con montos relativamente menores (véase cuadro). A par-
tir de la creación, en 1998, del FAEB dentro del Ramo 33 del Presupuesto
de Egresos de la Federación, los recursos federales presentaron un ajuste
inicial importante, registrando con posterioridad una tendencia positiva, más
estable que años anteriores, pero con crecimientos bajos que propiciaron
un promedio anual, para el periodo 1998-2004 de sólo 0.2 por ciento real.
En este último lapso, también se moderó el aumento registrado en los re-
cursos estatales, a un promedio anual de 8.1 por ciento real. De esta mane-
ra, se observa que la descentralización de los recursos destinados a la edu-
cación básica redujeron su dinámica y, por las características del esquema
adoptado, generaron que la de los gobiernos estatales también lo hiciera.
5
Menú
Concepto 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Total 302,377 362,139 404,214 352,949 365,555 393,599 302,984 314,141 342,853 361,809 379,825 402,110 n.d.
Subtotal 269,699 329,624 372,254 328,057 321,904 350,005 258,579 262,878 283,902 298,226 312,482 332,874 336,807
Ramo 25 71,500 98,556 114,734 100,417 101,905 120,392 15,853 15,821 16,730 17,012 17,159 18,500 16,934
Educación 198,200 231,068 257,520 227,640 219,999 229,613 117,861 116,634 126,234 131,027 140,808 150,649 157,608
federal
FAEB 124,865 130,423 140,938 150,186 154,515 163,725 162,265
Educación 32,678 32,515 31,960 24,892 43,650 43,595 44,405 51,264 58,951 63,582 67,344 69,237 n.d.
estatal
Concepto 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Total 19.8 11.6 -12.7 3.6 7.7 -23.0 3.7 9.1 5.5 5.0 5.9 n.d.
Subtotal federal 22.2 12.9 -11.9 -1.9 8.7 -26.1 1.7 8.0 5.0 4.8 6.5 1.2
Ramo 25 37.8 16.4 -12.5 1.5 18.1 -86.8 -0.2 5.7 1.7 0.9 7.8 -8.5
Educación federal 16.6 11.4 -11.6 -3.4 4.4 -48.7 -1.0 8.2 3.8 7.5 7.0 4.6
FAEB 100.0 4.5 8.1 6.6 2.9 6.0 -0.9
Educación estatal -0.5 -1.7 -22.1 75.4 -0.1 1.9 15.4 15.0 7.9 5.9 2.8 n.d.
n.d. No disponible En 1995, la economía mexicana padeció una severa crisis caracterizada
Fuente: por el descenso en la actividad productiva, altas tasas de inflación e interés,
Elaborado con información de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público.
devaluación de la moneda y reducciones de las entradas netas de capital del
exterior. Ante lo anterior, la política fiscal se orientó a incrementar el ahorro
público y a crear espacios para absorber parte de los costos de los progra-
mas instrumentados para el saneamiento bancario y el apoyo a los deudores.
En este contexto, se incorporaron medidas para fortalecer las fuentes
de ingresos tributarios indirectos (se aumentó el IVA en cinco puntos por-
centuales), se ajustaron los precios y tarifas del sector público y se redujo
selectivamente el gasto público. Ante el menor nivel de erogaciones públi-
cas en términos reales, se procuró asignar el gasto programable con mayor
eficiencia y racionalidad, privilegiando al desarrollo social. No obstante, aun
el gasto destinado a educación tuvo que contraerse.
En lo que respecta al año de 1998, el entorno internacional adverso que
enfrentó la economía mexicana afectó a las finanzas públicas, las cuales re-
sintieron el impacto fundamentalmente por el lado de los ingresos petrole-
ros. En ese año, el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo de
exportación resultó ser 34.5 por ciento menor que lo originalmente supuesto.
6
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A este respecto, cabe señalar que las cuentas públicas de los estados sólo
¿POR QUÉ NO PODEMOS EVALUAR ADECUADAMENTE EL GASTO EN EDUCACIÓN EN MÉXICO?
Fuente:
Elaborado con información de cuentas n.p. No presenta
públicas disponibles en las páginas de n.d. No disponible
1
Internet de los gobiernos estatales. El Distrito Federal no recibe recursos vía FAEB
8
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Grado de apertura
Estados Descripción
por objeto del gasto
Mayor apertura Chiapas Monto ejercido en programas específicos
Nuevo León Financiamiento de actividades del
Apertura media magisterio federalizado.
Oaxaca Montos por ciertos proyectos.
Aguascalientes, Coahuila, Durango,
Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Querétaro,
Poca apertura Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Monto ejercido global.
Sonora, Tabasco, Veracruz, Yucatán y
Zacatecas
Baja California, Baja California Sur,
No presentan apertura Morelos y Tlaxcala Sólo presentan el total del Ramo 33.
Como puede observarse, sólo algunos estados presentan una cierta es- Fuente:
pecificación en las cuentas públicas del uso de los recursos del FAEB, pero Elaborado con información de cuentas
públicas disponibles en las páginas de
no hacen una diferenciación clara entre recursos federales y estatales. Internet de los gobiernos estatales.
El Distrito Federal no recibe
De manera adicional, se realizó una revisión de las leyes de ingresos y recursos por este fondo.
los presupuestos de egresos de las entidades federativas para el año 2004.
En lo que se refiere a las leyes de ingresos, con excepción de Coahuila,
Morelos y Nuevo León, el resto de los estados presentan al FAEB, dentro
del rubro de aportaciones federales.
Con respecto a los presupuestos de egresos, se constató que no existe
una clasificación homogénea para la distribución del gasto, y sólo Chiapas
presenta la diferenciación de recursos del FAEB y el gasto estatal en educa-
ción, mientras que los estados restantes no registran separación de recur-
sos federales y estatales.
Por su parte, el Gobierno Federal incluye al FAEB dentro del Presupues-
to de Egresos de la Federación para atender al Programa Nacional de Edu-
cación y distribuye los recursos por estado con una apertura de gasto en
servicios personales, otros gastos corrientes y gasto de capital, sin conside-
rar metas e indicadores de gestión. Su fiscalización se lleva a cabo con ese
nivel de agregación por medio de las contralorías estatales, las cuales fir-
man convenios para tales efectos con la Secretaría de la Función Pública
del Gobierno Federal.
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Menú
Evaluación de ciertos
indicadores blicas de los estados con una apertura programática, existen indicadores que
permiten evaluar ciertos resultados nacionales y regionales que se han te-
nido sobre la población objetivo.
En materia de educación, en el año 2003 la tasa de analfabetismo era
cercana al 8.5%. La escolaridad promedio nacional era de 7.9 años, en tan-
to que la de los principales socios comerciales de México era de 15 años.
Hay además grandes diferencias regionales; en Baja California Sur mien-
tras que 97.2% de los alumnos inscritos en primaria la terminan, en Gue-
rrero lo hace sólo 79.3%.
Los estados menos desarrollados de México (Chiapas, Guerrero, Oaxaca
y Veracruz) contribuyen en gran medida al rezago del país en indicadores
de educación. En el año 2003, esos estados registraron niveles de matricu-
lación en educación primaria inferiores en 10.8% a los del promedio na-
cional. El promedio de deserción fue de 2.6%, en comparación con el 1.8%
del país. Más aún, en 2003, dichos estados registraron tasas de eficiencia
terminal inferiores, en 9.7%, a las promedio.
El bajo desempeño de los indicadores educativos en los estados menos
desarrollados del país parece estar más relacionado con la ineficiencia en el
uso de los recursos existentes que con la carencia de los mismos. Las transfe-
rencias para educación básica por estudiante no difieren en gran medida en-
tre los estados más desarrollados y los de menor nivel de desarrollo. En el
año 2003, mientras que los estados de menor nivel de desarrollo recibieron
un promedio de 8,191 pesos constantes de 2004 por estudiante, los tres esta-
dos más desarrollados (Coahuila, Baja California y Nuevo León) recibieron
en promedio 7,656 pesos constantes de 2004 por estudiante (véase gráfica
1). Además, los estados de menor nivel de desarrollo obtuvieron mayores trans-
ferencias por estudiante que el promedio nacional (6,736 pesos constantes
de 2004); sin embargo, continúan registrando indicadores desfavorables, lo
cual puede implicar un uso ineficiente de los recursos presupuestarios.
Gráfica 1
Transferencias federales en
educación básica vs.
tasa de deserción 2003
Fuente:
Elaborado con información de la Cuenta
de la Hacienda Pública Federal 2003, SHCP,
y el Sistema Educativo de los Estados
Unidos Mexicanos, principales cifras, ciclo
escolar 2003-2004, SEP.
10
Menú
11
Menú
12
Menú
¿Han contribuido
las leyes de
deuda a mejorar
el desempeño
fiscal de
los estados en
México?
I. Instituciones fiscales Para controlar la deuda de los gobiernos subnacionales existen cuatro en-
y el desempeño foques básicos: el primero se fundamenta en la disciplina de mercado; el
fiscal de los gobiernos segundo en la cooperación de los distintos niveles de gobierno para el di-
subnacionales seño e implementación de controles de deuda; el tercero se refiere a un
control directo por parte del gobierno central; el último, propone la crea-
ción de reglas, tales como la imposición de un límite de deuda o la imposi-
bilidad de tener déficit fiscales. El último método tiene la ventaja de ser muy
transparente y evitar negociaciones políticas entre el gobierno central y los
locales. Sin embargo, en muchas ocasiones la falta de flexibilidad provoca
que los gobiernos locales desarrollen formas de eludir las reglas, convir-
tiéndolas en letra muerta.
En términos de federalismo fiscal existen cuatro enfoques básicos para
controlar la deuda de los gobiernos subnacionales, sin embargo su adop-
ción es diferenciada entre países desarrollados o en vías de desarrollo. Para
éstos, basarse únicamente en la disciplina de mercado es muy difícil por-
que los mercados financieros no están bien consolidados. Aun en países
2
Menú
CÉSAR VELÁZQUEZ
regionales y locales presenta diversas limitaciones. Asimismo, en países que
han experimentado un proceso de descentralización como parte de la de-
mocratización (tal es el caso de algunos países en América Latina) es casi
políticamente imposible pensar que se lleve a cabo un control directo de la
deuda local por parte del gobierno central. De igual forma, en países con
instituciones democráticas y federales relativamente nuevas, buscar el con-
senso entre los distintos niveles de gobierno y los diferentes partidos polí-
ticos se puede volver una tarea difícil.
En este sentido, el enfoque basado en reglas o disposiciones formales
para controlar el endeudamiento de gobiernos subnacionales resulta una
vía interesante. Las restricciones legales para controlar el endeudamiento
tienen la ventaja de ser transparentes, claras y estrictas por lo que ayudan a
evitar las negociaciones políticas, sean entre el ejecutivo y el legislativo o
entre el gobierno central y los locales.
Sin embargo, no es claro hasta qué punto funcionarían las reglas para
controlar la deuda en escenarios donde los gobiernos regionales y locales
pueden desarrollar métodos contables para evitarlas y, debido al contexto
político o judicial, puede o no existir un castigo para aquellos gobiernos
que no sigan con los principios establecidos por la disposición formal. Al-
gunos trucos metodológicos con los que los gobiernos pueden eludir las
leyes son:
3
Menú
los 90, sobre la forma en que los estados responden a fuertes cambios
deficitarios, se encontró que los estados con reglas antidéficit débiles se
ajustan más lentamente que los estados en donde existen reglas más estric-
tas. Por ejemplo, un déficit de $100 lleva a los estados con reglas débiles a
reducir su gasto en $17, mientras que los estados con reglas estrictas redu-
cen su gasto en $44. Por otro lado, no existe evidencia de que, después de
un cambio fiscal brusco, las reglas antidéficit produzcan cambios en los
impuestos.
Estudios recientes sobre el sistema de coordinación fiscal mexicano, ana-
lizan la crisis de deuda que sufrieron los estados a mediados de la década
pasada, y en particular las razones por las que el gobierno federal fue el
prestador de última instancia. Resaltan la falta de corresponsabilidad entre
los ingresos propios y el gasto de los estados y proponen algunos elemen-
tos para una reforma en materia de federalismo fiscal en México.
II. Leyes de deuda En México, las leyes de deuda pública estatales surgen principalmente a me-
pública en México diados de la década de 1990 a raíz de la crisis financiera que vivieron los es-
tados producto de un descenso económico generalizado. La deuda de los
estados no generó un problema macroeconómico, como sí sucedió en Bra-
sil. Sin embargo, representó un gran problema fiscal para todos los estados
debido a que no contaban con los fondos suficientes para hacerle frente a
sus deudas. Por esta razón, y debido a que los bancos estaban experimentan-
do problemas de liquidez y capitalización, el gobierno federal tuvo que res-
catar a la mayoría de los estados.
Para evitar esta clase de contingencias, se realizaron algunos cambios
en el diseño institucional que regulaba las relaciones entre el gobierno fe-
deral y los locales. Además, varios estados empezaron a promulgar leyes
para regular su deuda. Como se puede observar en el cuadro 1, la mayoría
de las leyes de deuda pública estatal surgieron en la segunda mitad de la
década de 1990, es decir, después de la crisis. No obstante, algunos estados
promulgaron sus leyes de deuda mucho antes, tal es el caso de Baja
California, Guerrero, Estado de México y Querétaro.
El cuadro 1 también presenta un índice que refleja el grado de severi-
dad de las leyes de deuda en cada estado. Este índice señala qué tantos in-
centivos genera la ley para no endeudarse, el cual consiste en el análisis de
7 variables consideradas importantes para la determinación de la adquisi-
ción de deuda por parte de los estados. A mayor índice, menores incenti-
vos para adquirir deuda. Este índice toma valores desde 0 hasta 70, siendo
el estado de Aguascalientes el de mayor índice de severidad, con un valor
de 65, mientras que el de menor índice de severidad es Tlaxcala, con un
valor de 15. El promedio de los estados es de 43.2 y la desviación estándar
es de 12.88.
4
Menú
CÉSAR VELÁZQUEZ
Cuadro 1
Deuda Pública Estatal
Deuda/
Leyes de Deuda Pública Transferencias Federales
Si bien en el caso mexicano actualmente la deuda de los estados no repre- Nota: Elaboración propia con datos para
cada estado. Ver texto para mayor
senta un problema para las finanzas públicas del país, sí representa una información sobre el índice de severidad.
proporción importante del ingreso de los estados (ver la columna 3 del Los datos de la columna (3) son para el
año 2002.
cuadro 1). Es decir, si la deuda de algunos estados sigue creciendo, puede
dejar de ser manejable, sobretodo ante una situación de tasas de interés más
altas. Asimismo, se ha encontrado evidencia que sugiere que los estados y
municipios han observado un bajo esfuerzo fiscal ante el aumento de las
transferencias federales.
5
Menú
III. Análisis
estatales antes y después de promulgar sus leyes de deuda. Como se obser-
va en el cuadro 2, los resultados de la comparación indican que el déficit
fiscal fue menor después de la introducción de las leyes de deuda pública.
Mientras el promedio de déficit fiscal antes de la promulgación de las leyes
fue de 0.03 pesos per cápita de 1994, después de promulgarse las leyes el
promedio registró un superávit de 0.007 pesos per cápita. Asimismo, el ma-
yor déficit observado antes de la introducción de las leyes de deuda fue supe-
rior que el máximo observado después de la introducción de las mismas.
6
Menú
CÉSAR VELÁZQUEZ
crisis económica de 1995 y el efecto que ésta tuvo en las finanzas públicas
estatales, muchos estados se comportaron fiscalmente conservadores por-
que buscaban ser rescatados por el gobierno federal, quien imponía ciertas
condiciones fiscales para efectuar el rescate. Por tanto, de acuerdo con esos
resultados, el grado de severidad de las leyes no afecta el comportamiento
fiscal de los estados de manera determinante.
El mismo estudio econométrico, aplicado antes, se repitió para diferen-
ciar aquellas leyes que establecen límites específicos de deuda de las que no
lo hacen. Los resultados siguieron la misma tendencia: el establecimiento
de límites de deuda no produce ningún efecto en el desempeño fiscal de
los estados.
Por otro lado, dada la creciente competencia política que se ha observa-
do en el país en el ámbito municipal y estatal, es interesante observar cuál
es su efecto en el gasto gubernamental. Los resultados generados por este
estudio señalan que los estados gobernados por el PAN muestran menor
déficit fiscal que aquellos gobernados por el PRI. Lo anterior resulta con-
sistente con la creencia popular de que el PAN es un partido más conserva-
dor fiscalmente. Por otra parte, no se encontró diferencia entre los estados
gobernados por el PRD y por el PRI. Finalmente, se encontró que a mayor
competencia política existe un mayor déficit fiscal.
Los resultados indican que las restricciones formales establecidas en las leyes Recomendaciones
de deuda de los estados no tienen un efecto determinante en su comporta-
miento fiscal. En este sentido, vale la pena discutir y esclarecer qué elementos
están insertos en este resultado. Podemos mencionar tres de ellos. En pri-
mer lugar, queda claro que no todos los tipos de restricciones legales tie-
nen un impacto en la reducción del déficit fiscal. En el caso de México, las
leyes de deuda no son lo suficientemente estrictas como para cambiar
las preferencias de gasto de los gobiernos estatales.
En segundo lugar, es importante pensar hasta qué grado se pueden
imponer y ser operativas estas leyes, es decir, cuáles son los castigos por no
cumplir con ellas, y qué tan factible es que se apliquen multas en el caso de
incumplimiento. Según reportes de la Oficina General de Contabilidad
de Estados Unidos, nunca ha existido juicio alguno por violaciones a este
tipo de reglas fiscales. Si esto sucede no sucede en Estados Unidos, enton-
ces en un país como México, donde el sistema judicial tiene menor fuerza,
es poco probable que se castigue a aquellos funcionarios que violen la ley.
En tercer lugar, otro problema al que nos enfrentamos es que en Méxi-
co los registros de contabilidad de los estados y municipios son muy nue-
vos y en la mayoría de los casos sólo existe información agregada, por lo
que resulta muy sencillo para los gobernadores eludir las leyes.
7
Menú
regulan las relaciones fiscales entre los distintos órdenes de gobierno con
el objetivo de crear una mayor disciplina de mercado y reducir los incenti-
vos del gobierno federal para rescatar a los estados, así como para fomentar
la transparencia a nivel estatal y municipal. En particular, podemos men-
cionar algunas recomendaciones de política pública:
8
Menú
¿Cómo rinde
cuentas el
gobierno?
La arquitectura
institucional
de la rendición de
cuentas en México
Los mecanismos de La rendición de cuentas se basa en el deber de explicar las acciones propias
rendición de cuentas a alguien más. Hay tres elementos centrales de la rendición de cuentas: a) la
relación entre dos actores, uno de los cuales delega autoridad al otro; b) la
obligación de informar, explicar y justificar las acciones y decisiones toma-
das con el respaldo de dicha autoridad; y c) la posibilidad de hacer efectiva
esa obligación o, en su defecto, imponer sanciones por su incumplimiento.
¿Por qué es importante la rendición de cuentas? Para empezar, porque
sin ella es muy difícil tener un gobierno eficaz, pues éste requiere conocer
y evaluar el desempeño de los funcionarios. Por ello, es necesario que las
acciones gubernamentales sean públicas y que haya la posibilidad de
monitorearlas y sancionar las faltas. Pero sobre todo la rendición de cuen-
tas es importante porque es la única forma de dar contenido a la democra-
cia electoral, al asegurar, por una parte, que los intereses y las preferencias
de los ciudadanos se reflejen en las decisiones gubernamentales y, por otra,
que los gobernantes no abusen de su poder y que estén sujetos a los límites
impuestos por la ley y la ética. En pocas palabras, la rendición de cuentas
es un requisito básico de la gobernabilidad democrática.
La rendición de cuentas como objetivo sólo es alcanzable mediante ins-
trumentos institucionales concretos. Así, es necesario distinguir entre la ren-
dición de cuentas (el objetivo a alcanzar) y los mecanismos de rendición de
cuentas, es decir, los medios establecidos para determinar si las responsa-
2
Menú
GUILLERMO M. CEJUDO
forma, si bien la rendición de cuentas en abstracto es algo difícil de medir
y cuantificar, al hablar de mecanismos de rendición de cuentas nos referi-
mos a instituciones e instrumentos concretos, que son los que, si operan
efectivamente, garantizan el control ciudadano sobre los gobernantes.
¿Cuáles son los mecanismos de rendición de cuentas? En un texto ya
clásico, Guillermo O’Donnell ha propuesto distinguir entre rendición de
cuentas vertical y horizontal.1 La rendición de cuentas vertical se refiere a los
mecanismos que permiten a los ciudadanos dar a conocer sus demandas
sociales y denunciar a los funcionarios por actos ilegales que pudieran
cometer. El mecanismo primordial de la rendición de cuentas vertical es la
realización de elecciones libres y justas, y está complementado por las li-
bertades de prensa y de asociación. El problema es que las elecciones sólo
ocurren esporádicamente y que su efectividad está constreñida por defi-
ciencias en el sistema de partidos, la falta de información sobre las plata-
formas políticas y, en general, el desapego entre los ciudadanos y sus re-
presentantes.
Estos problemas realzan la importancia de la rendición de cuentas hori-
zontal. Ésta se refiere a la existencia de agencias estatales que tienen la fa-
cultad legal y la capacidad de supervisar y sancionar las acciones (y omisio-
nes) de otros actores y agencias del Estado. La necesidad lógica de este tipo
de instituciones es evidente: los ciudadanos no pueden verificar por sí mis-
mos (e imponer las sanciones correspondientes) si el gobierno siguió los
procedimientos establecidos legalmente, si se ajustó a las disposiciones
presupuestales aprobadas por el legislativo, o si respetó los derechos hu-
manos y las garantías individuales de los ciudadanos involucrados. Para ello,
se requiere de instituciones dedicadas precisamente a eso: a ejercer, con
autonomía, el control de la legalidad y la supervisión del uso apropiado del
dinero público y de la fuerza del Estado. Este tipo de instituciones abarca
a los organismos de fiscalización, las instituciones defensoras de derechos
humanos, las fiscalías especiales, y las comisiones anticorrupción. Desde
luego, además de estos mecanismos ad hoc, cuando la división de poderes
es real el Congreso y el Poder Judicial son los principales mecanismos de
control horizontal.
Como complemento a la distinción hecha por O´Donnell, los argenti-
nos Smulovitz y Peruzzotti han sugerido considerar una dimensión más, la
rendición de cuentas exigida desde la sociedad.2 Este tipo de rendición de
cuentas depende de la activación de grupos ciudadanos, movimientos so-
ciales y medios de comunicación para exponer irregularidades en el gobier- 1
Guillermo O’Donnell, "Horizontal
no, para atraer la atención pública a temas específicos, o para exigir acción Accountability in New Democracies”,
por parte de alguna institución. Estos mecanismos adicionales de rendición Journal of Democracy, 9, núm. 3 (1998).
3
¿CÓMO RINDE CUENTAS EL GOBIERNO? LA ARQUITECTURA INSTITUCIONAL DE LA RENDICIÓN DE CUENTAS EN MÉXICO Menú
Tabla 1
Mecanismos de rendición
Tipo Objetivo Mecanismos
de cuentas Vertical Representación de • Elecciones libres
demandas ciudadanas • Competencia entre partidos
Las instituciones En materia de rendición de cuentas podríamos decir que hay complemen-
de la rendición tariedad institucional si los distintos mecanismos de rendición de cuentas
de cuentas en México (ya sean verticales, horizontales o sociales) se vinculan de manera tal que el
buen funcionamiento de cada uno de ellos depende –y a la vez refuerza– la
operación del resto. Al respecto, la historia reciente de la rendición de cuentas
en México demuestra que los logros alcanzados se han obtenido gracias a
la combinación, gradual pero continua, de nuevos y mejores mecanismos.
Los mecanismos Si bien las primeras señales de liberalización política fueron las reformas
horizontales de primera electorales iniciadas en los años setenta y los triunfos opositores en algu-
generación nos ayuntamientos a principios de los ochenta, los efectos de la competen-
4
Menú
GUILLERMO M. CEJUDO
que los partidos de oposición tuvieron presencia suficiente en el Congreso
para incidir en la labor de fiscalización y vigilancia del Ejecutivo. A pesar
de ello, algunos cambios importantes en los mecanismos horizontales de
rendición de cuentas empezaron a tener lugar desde principios de la déca-
da de los noventa. En 1990, un decreto presidencial creó la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH), como un órgano desconcentra-
do de la Secretaría de Gobernación. Más adelante, en enero de 1992, una
reforma elevó dicho organismo a rango constitucional, con personalidad
jurídica y patrimonio propios.3 Esta decisión ocurrió como parte de los in-
tentos del gobierno por establecer compromisos creíbles, que limitaran su
discrecionalidad y volvieran predecible su comportamiento. Al “atarse las
manos” en materia de derechos humanos, el gobierno creaba un nuevo me-
canismo horizontal de rendición de cuentas que, aunque imperfecto, signi- 3
En 1999, una nueva reforma
ficaba la posibilidad de exponer abusos a las libertades básicas y señalar la constitucional fortaleció la autonomía de la
Comisión, al dotarla de plena autonomía
responsabilidad gubernamental en esta materia. presupuestal y de gestión.
De hecho, la creación de la CNDH forma parte de una serie de modifica-
ciones constitucionales que iban en el mismo sentido: la creación de orga-
nismos autónomos como el Instituto Federal Electoral (IFE) y el Banco de
México (que recibieron su autonomía constitucional a mediados de los años
noventa) limitaba la discrecionalidad del gobierno en el área electoral y de
política monetaria, pero también dotaba al régimen de mayor legitimidad,
pues alejaba la sospecha de manipulación política en ambas esferas.
La reforma judicial de 1995 fue otro paso en la misma dirección. Esta
reforma fortaleció al Poder Judicial de la Federación y le dio la facultad de
actuar como árbitro en las disputas entre los poderes ejecutivo y legislativo
y entre distintos ámbitos de gobierno. Sobre todo, esta reforma reforzó la
independencia del poder judicial y lo erigió como verdadero contrapeso al
Ejecutivo. En consecuencia, se activó un mecanismo de rendición de cuentas
que, aunque formalmente en vigor, había permanecido en un estado de
latencia, del que despertó sólo cuando se rompieron las ataduras que lo
sujetaban a la voluntad presidencial.
Estos primeros avances en la dimensión horizontal de la rendición de
cuentas significaron, sin duda, un límite importante a las prácticas autori-
tarias en el sistema político mexicano, pues imponían restricciones –antes
inexistentes– a la capacidad del Poder Ejecutivo para actuar en un ambien-
te de total autonomía. Sin embargo, como se ha dicho ya, las instituciones
horizontales sólo pueden funcionar efectivamente como complemento de los
mecanismos verticales, nunca como substituto.
5
Menú
informar cada año sobre “el estado que guarda la nación”, si los incentivos
¿CÓMO RINDE CUENTAS EL GOBIERNO? LA ARQUITECTURA INSTITUCIONAL DE LA RENDICIÓN DE CUENTAS EN MÉXICO
6
Menú
GUILLERMO M. CEJUDO
to a su vez de la competencia electoral.
Así, como sugiere la idea de complementariedad institucional, el efecto
principal de las elecciones competidas en la arquitectura institucional de la
rendición de cuentas fue que activó y potenció los mecanismos horizonta-
les y sociales ya existentes. Más aún, la alternancia en el gobierno federal, a
partir de 2000, y la intensificación de la competencia política han aumenta-
do los incentivos para vigilar el comportamiento de los funcionarios pú-
blicos y, en general, el desempeño gubernamental. De igual forma, ambos
fenómenos incrementaron la importancia del trabajo de organizaciones
civiles y medios de comunicación, pues, para bien o para mal, la agenda
pública está cada vez más sujeta a los vaivenes de la opinión pública. Los
resultados son aún insatisfactorios pues, como se discute más adelante,
quedan importantes huecos por cubrir, pero el avance es innegable.
Los mecanismos horizontales y verticales se han complementado también Los mecanismos sociales
por la activación de instrumentos de vigilancia ciudadana. La liberalización
política gradual que experimentó México en las últimas décadas del siglo
XX abrió espacios para que los medios de comunicación ejercieran un pa-
pel activo en la vigilancia de las acciones gubernamentales. La censura y
los límites autoimpuestos han quedado atrás, y en su lugar existe –por lo
menos en el ámbito nacional– una prensa libre que cuestiona las decisio-
nes gubernamentales y que ha señalado los errores y problemas de funcio-
narios e instituciones públicas. A pesar de que aún existen rezagos tanto
en la apertura del gobierno como en la profesionalización de los medios,
en general las decisiones gubernamentales ya no están excluidas de la vigi-
lancia periodística, y los funcionarios saben que por cada decisión que to-
men no sólo deberán responder a su superior jerárquico, sino que, poten-
cialmente, los ojos de los medios de comunicación estarán sobre él.
Otro componente esencial de la vigilancia ciudadana ha sido la activa-
ción de organizaciones civiles que han pugnado, desde diversas trincheras,
por una gestión pública más democrática y abierta. Se pueden mencionar
numerosos ejemplos, desde la campaña “adopta un ciudadano” lanzada por
Alianza Cívica en la década de los noventa, hasta casos recientes como el
trabajo de Transparencia Mexicana en el tema de licitaciones publicas, el
del grupo de organizaciones que protestan contra la inseguridad en la ciu-
dad de México o contra el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, el de
organizaciones enfocadas a la transparencia presupuestal, y otros muchos
grupos de ciudadanos que se han dado a la tarea de vigilar al gobierno. Sin
embargo, el principal reto en este sentido no se encuentra en obstáculos
legales sino en la apatía y falta de organización en la sociedad civil.
La complementariedad entre los mecanismos sociales y horizontales de
rendición de cuentas se ha fortalecido con el tiempo. Distintas institucio-
nes aprovechan la disposición de organizaciones ciudadanas para vigilar al
7
Menú
Los mecanismos De esta forma, los mecanismos verticales, horizontales y sociales de rendi-
horizontales de segunda ción de cuentas generaron un círculo virtuoso, en el que se refuerzan a sí
generación mismos y crean una arquitectura institucional estable y duradera. El pro-
blema es que, dadas las características del sistema político mexicano, la
principal preocupación durante la década de los noventa fue el acotamien-
to del poder presidencial y, en general, de la discrecionalidad del gobierno.
Sin embargo, limitar a la autoridad no es suficiente para garantizar un buen
gobierno. El desencanto ciudadano con el funcionamiento de la democra-
cia se debe a que, si bien la autoridad está limitada y el riesgo de una regre-
sión autoritaria parece conjurado, no se han alcanzado los resultados espe-
rados. La efectividad del gobierno sigue siendo el gran pendiente de la
democracia. Algunas decisiones recientes –diseñadas para fomentar el buen
desempeño gubernamental– constituyen los mecanismos horizontales de
segunda generación, que se caracterizaron por dos rasgos: en primer lugar,
por ser una respuesta directa a la necesidad impuesta por la competencia
electoral de tener un sector público más transparente y eficaz; y, en segun-
do lugar, por desatar un nuevo ciclo de sinergias y complementariedades
con los otros mecanismos existentes.
En primer término, el impacto de la creciente competencia política ha
sido evidente, sobre todo, en los instrumentos administrativos para rendi-
ción de cuentas. Si bien muchos de los mecanismos existentes hacen que el
gobierno en su conjunto rinda cuentas, también son necesarios los instru-
mentos que permiten vigilar y monitorear el desempeño de agencias con-
cretas. Desde 1997, tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo han dise-
4
Por ejemplo, hace poco, la Secretaría de la ñado mecanismos que fortalecen el control sobre la burocracia. A pesar de
Función Pública publicó una Guía
Ciudadana para el monitoreo, con la que
intentos fallidos por modernizar la administración pública y crear un ser-
espera que los ciudadanos participen más vicio civil, el gobierno de Ernesto Zedillo dio un paso importante en la
activamente en la lucha anticorrupción
(Reforma, 30 de junio de 2005). rendición de cuentas al promover una reforma al sistema presupuestario,
5
Por ejemplo, antes las lagunas en la
para crear un sistema orientado al desempeño. Si bien no se lograron to-
legislación electoral en materia de dos los resultados esperados, sí se avanzó en mejorar la capacidad de la
precampañas partidistas, un diario se ha
dado a la tarea de monitorear el gasto en Secretaría de Hacienda para monitorear el gasto de manera más efectiva y
propaganda en medios electrónicos por
parte de los precandidatos de distintos
hacer el proceso presupuestal más transparente.
partidos (El Universal, varias ediciones en Otro cambio significativo en este sentido fue la creación, en la enton-
junio de 2005). Esto no sólo ha llamado la
atención sobre el asunto, sino que ha ces Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, de un sistema
inducido a los propios precandidatos a dar
explicaciones –rendir cuentas, así sea
para monitorear la relación entre el gobierno y sus proveedores a través de
informalmente— sobre dichos gastos. Internet. Este sistema, llamado Compranet, fue puesto en marcha con obje-
8
Menú
GUILLERMO M. CEJUDO
corruptas. Desde 1997, se decidió que todas las dependencias y entidades
tuvieran en Compranet información sobre sus procedimientos de licitación
pública. A finales del sexenio de Zedillo, buena parte de las adquisiciones
del gobierno federal y de varios gobiernos estatales estaban automatizadas
en Compranet, lo cual no sólo incrementó la transparencia sino que también
disminuyó los costos de las adquisiciones gubernamentales e incrementó
el número de proveedores.
Sin duda, uno de los legados más importantes de la década de los no-
venta en términos de rendición de cuentas horizontal fue la creación de la
Auditoría Superior de la Federación (ASF). En respuesta a una iniciativa pre-
sidencial (aunque con un retraso de varios años), el Congreso aprobó en
julio de 1999 una reforma constitucional que creaba la ASF. Más adelante,
en diciembre de 2000 se aprobó la ley reglamentaria (Ley de Fiscalización
Superior de la Federación), con lo cual entraba en operación el mecanismo
de rendición de cuentas mejor equipado para controlar la legalidad y buen
uso del dinero público en el quehacer gubernamental. Además, se amplió
la visión tradicional de rendición de cuentas (concentrada en el control fi-
nanciero y legal) para incorporar las nociones de eficiencia y eficacia en el
ejercicio del gasto. El hecho de que el Congreso se apoye cada vez más en
este organismo profesional especializado no sólo para hacer las revisiones
anuales rutinarias de la Cuenta Pública, sino también para realizar auditorias
en áreas donde se sospecha algún uso indebido de recursos, ha significado
un cambio fundamental en la función fiscalizadora. Si bien los criterios
políticos y partidistas siguen teniendo un peso decisivo cuando se deter-
mina qué asuntos investigar –lo cual es de esperarse en cualquier democra-
cia representativa– lo importante es que esos criterios ya no juegan un papel
determinante en el proceso de investigación y en sus conclusiones. En otras
palabras, se ha logrado que los escándalos políticos se conviertan en expe-
dientes administrativos, que se investiguen de manera objetiva y profesio-
nal, y que se genere información imparcial y confiable. La tarea pendiente
es, desde luego, crear los instrumentos que permitan traducir los hallazgos
de la ASF en decisiones con impacto, ya sea para sancionar infractores o
para mejorar áreas ineficientes. Así, la autonomía de la ASF da mayor legi-
timad a la actividad de vigilancia del Congreso; su labor complementa los
mecanismos de control administrativo interno a cargo de la Secretaría de
la Función Pública, y los de control legal en manos del Poder Judicial; y la
información generada sirve para fomentar el debate público en medios de
comunicación.
Los resultados de las elecciones de 2000, que culminaron el largo pro-
ceso de apertura democrática sirvieron para complementar esta segunda
generación de mecanismos horizontales de rendición de cuentas. Además
de una vigorosa campaña anticorrupción desde los primeros días del go-
bierno de Vicente Fox –que, sin embargo, ha estado más enfocada a la
9
Menú
Gráfico 1
La arquitectura institucional
de la rendición de cuentas en
México
Pero quizá los cambios más importantes, y que –a falta de reformas más
importantes en otras áreas– constituyen uno de los legados más notables
de este sexenio, son la aprobación de una Ley Federal de Transparencia y
Acceso a la Información Pública Gubernamental, y la creación de un ser-
vicio profesional de carrera. La ley de transparencia busca garantizar el
acceso de toda persona a la información pública, con la única restricción
de salvaguardar la información estratégica, confidencial y de datos perso-
10
Menú
GUILLERMO M. CEJUDO
pública, así como en manos de los otros poderes de la Unión, y los órga-
nos constitucionales autónomos, con la vigilancia ejercida por el Instituto
Federal de Acceso a la Información. A su vez, en 2003, producto de una
iniciativa del legislativo pero con amplia participación de funcionarios fe-
derales, se aprobó la creación del Servicio Civil de Carrera. Como parte de
la ley de servicio profesional, el Congreso también transformó a la
Contraloría en una nueva Secretaría de la Función Pública, que además de
las actividades de desarrollo administrativo y control de la corrupción, está
a cargo de la implementación del servicio civil. Pese a algunas deficiencias
en el diseño, el sistema está ya en operación y los exámenes de ingreso son
la vía para ingresar al servicio público, lo cual, por una parte, garantiza que
el mérito tiene prioridad como criterio de acceso a la administración, pero,
además, en el mediano plazo disminuirá la importancia de redes clientelares
y lealtades personales en el servicio público.
Estos mecanismos de rendición de cuentas de segunda generación –más
enfocados en el control de la administración que en el acotamiento del poder
presidencial (objetivo de los mecanismos de primera generación)–, com-
pletan el entramado institucional de la rendición de cuentas en México.
No puede negarse el cambio dramático experimentado en los últimos 20 Las piezas faltantes y los
años en materia de rendición de cuentas. En 1984 se consideraba un gran ajustes necesarios
logro en la lucha por la “renovación moral” que los funcionarios estuvieran
obligados a declarar anualmente sus bienes e ingresos a la Contraloría. Esto
sólo matizaba la realidad de un sistema político que, en su conjunto, era
inmune a los mecanismos de rendición de cuentas. Los poderes legislativo
y judicial no eran contrapesos efectivos al Ejecutivo; la competencia electo-
ral apenas se iniciaba en la lucha por los ayuntamientos; la discrecionalidad
presidencial –emblematizada en la “partida secreta”– no estaba acotada por
ningún mecanismo horizontal, vertical o social de rendición de cuentas. En
la práctica, el control ciudadano sobre la gestión pública era nulo.
Los avances, graduales pero continuos, en la creación, activación y for-
talecimiento de diversos mecanismos de rendición de cuentas han creado
una compleja arquitectura institucional, conformada, como se ha argumen-
tado, por mecanismos especializados (el Congreso en el control político, el
Poder Judicial en el control legal, la ASF en el control presupuestario, la Se-
cretaría de la Función Pública en el control administrativo, etc.), que, no
obstante, se complementan y refuerzan entre sí.
Pero los cambios espectaculares que México ha experimentado en ma-
teria de rendición de cuentas no deben llevar a la conclusión de que la tarea
esta terminada. Por el contrario, a pesar de las sinergias creadas por la cre-
ciente complementariedad entre los distintos mecanismos de rendición de
cuentas, es posible todavía identificar espacios incompletos. Sin pretender
11
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GUILLERMO M. CEJUDO
municipio– de la falta de mecanismos de rendición de cuentas equivalen-
tes a los que ya existen en el ámbito federal. Si bien muchos de los meca-
nismos han sido ya creados formalmente, en la práctica los gobernadores
y presidentes municipales no están sujetos al escrutinio que, con cada vez
mayor sofisticación, se ejerce sobre el gobierno federal. Dado el gran in-
cremento que en tiempos recientes ha habido en las responsabilidades y
recursos en manos de los gobiernos subnacionales, es necesario llamar la
atención sobre la importancia de fortalecer los mecanismos de rendición
de cuentas en esos ámbitos.
No debe sorprender que los escándalos políticos más notorios en los
últimos años hayan tenido que ver con el financiamiento de los partidos, el
enriquecimiento ilícito de gobernadores y presidentes municipales, el abu-
so de poder de los gobiernos estatales, o delitos cometidos por legislado-
res federales o locales. Estos pilares débiles en la arquitectura institucional
de la rendición de cuentas son, sin duda, una amenaza seria a la efectividad
con que los ciudadanos controlan la gestión gubernamental. Los controles
más estrictos actualmente se dirigen hacia Ejecutivo federal que, como parte
del cambio democrático, ha perdido la hegemonía de que gozaba hasta hace
poco. Y han sido precisamente el Congreso, los partidos políticos y las
autoridades subnacionales los principales beneficiarios de ese proceso, pues
los poderes formales e informales que ha perdido la presidencia se han
trasladado a esos espacios donde la rendición de cuentas es aún débil. Esta
mudanza de los centros de poder debe acompañarse de cambios paralelos
en la arquitectura de rendición de cuentas, a fin de que los avances en este
tema se extiendan del gobierno federal a las otras instancias de poder. La
receta es simple: que cada persona o institución con poder formal o infor-
mal y que reciba recursos públicos esté sujeta a diversos mecanismos de
control, monitoreo y supervisión.
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