Una contractura es una contracción involuntaria, duradera o permanente, de uno o
más grupos musculares. Puede aparecer al realizar un esfuerzo y entre los síntomas más frecuentes encontramos el abultamiento o inflamación de la zona, dolor y alteración del funcionamiento normal del músculo. --Motivos por los que podemos tener una contractura muscular: Si hemos realizado una actividad continuada con una postura inadecuada. Realización forzada de un ejercicio (por ejemplo, cuando cogemos más peso del debido). Deshidratación, falta de magnesio y potasio. Las células musculares necesitan agua, glucosa, sodio, potasio y magnesio. El estrés emocional y psicológico, como la ansiedad y la tensión puede causar una serie de reacciones en el cuerpo que afectan al sistema nervioso causando rigidez en el cuello y tensión muscular. ___ ¿Qué podemos hacer para evitar y tratar las contracturas? Una de las formas de prevenir una contractura es realizar un buen calentamiento antes de un esfuerzo. Trabajar el estiramiento de los músculos, y, por lo tanto, un buen trabajo de flexibilidad facilitar la recuperación del músculo después del entrenamiento. Una vez que tenemos una contractura no es conveniente tratarla uno mismo con masajes y remedios inapropiados, lo mejor es acudir a un fisioterapeuta de confianza. La fisioterapia (en otras ocasiones hemos hablado de qué puede hacer un fisio por ti aunque no estés lesionado) te ayudará a descubrir qué tipo de contractura es y cuál es el mejor método para su tratamiento, además, de ofrecerte los consejos adecuados para que puedas aliviar el dolor durante los próximos días de recuperación. DESGARRO MUSCULAR El desgarro muscular o rotura fibrilar es la lesión del tejido muscular, que va acompañada de hemorragia provocada por la rotura de los vasos sanguíneos que recorren el músculo afectado, provocando un dolor muy intenso que impide contraerlo. Sucede por una super elongación (exceder al músculo más allá de su capacidad de estiramiento), por una contracción brusca (veloz), o por realizar un esfuerzo superior a la capacidad biológica de resistencia a la tensión. Cuando una lesión similar le ocurre a un ligamento, se conoce como esguince.
Tipos de desgarro muscular
Tipo 1: Leve. Recuperación de 8 a 10 días. Tipo 2: Moderado. Recuperación de 2 a 3 semanas. Tipo 3: Grave. Recuperación de 3 semanas. Popularmente:
Desgarro Parcial - Es la rotura de algunas fibras musculares, no todo el músculo ya que
se rompen homogéneamente no en forma dispareja. Desgarro Total - Es la rotura de la mayoría de las fibras musculares. DISTENSIÓN MUSCULAR Una distensión muscular es el desgarro parcial o completo de fibras musculares, que se rompen, en mayor o menor cantidad, dependiendo de la violencia del gesto causante de la lesión. El desgarro puede ser tan ínfimo que sólo pueda ser observado y diagnosticado a través de microscopio o ecografía, o puede ser tan grave que provoque un sangrado interno por rotura masiva de fibras musculares. En el momento de producirse la lesión, las fibras musculares afectadas se retraen formando una brecha entre los extremos rotos. En ocasiones, además de verse afectadas estas fibras, también pueden verse implicadas las estructuras circundantes como el tejido conjuntivo (tendones) o los vasos sanguíneos. La afectación de los vasos sanguíneos evidencia la existencia de un hematoma en la zona afectada. ¿Cómo se produce una distensión muscular? Los desgarros o distensiones musculares se deben a una sobrecarga dinámica; siendo la causa más típica una contracción violenta con estiramiento excesivo simultáneo. Es decir, se conjugan dos tensiones enfrentadas. Por un lado la extensión muscular, es decir, la tensión excéntrica, y por otro la contracción muscular, o tensión concéntrica.
Estas lesiones suelen aparecer con frecuencia en deportes con movimiento o
acciones explosivas (fútbol, atletismo de velocidad…). Un cambio de ritmo brusco en la carrera, un golpe al balón, una batida de salto, son movimientos en los que el músculo puede verse afectado con esta lesión.