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All content following this page was uploaded by Juan Manuel Izar on 09 June 2015.
Resumen
Este trabajo presenta la metodología de la Administración Basada en Actividades, la cual es
de gran utilidad para evaluar la rentabilidad de los clientes.
Dicha técnica se apoya en la filosofía del costeo por actividades, ya que trata de identificar
las actividades de un proceso de manufactura de un artículo o prestación de un servicio,
luego define los generadores del costo, buscando relaciones causa – efecto entre éstos y las
actividades, de modo que se asignen los costos de cada actividad a los objetos de costo con
una base lógica.
Con esto es posible determinar si un cliente o segmento de ellos es rentable o no, a
diferencia del costeo tradicional que normalmente lleva a la conclusión errónea que todos
los clientes son rentables, lo cual no sucede en la realidad.
Al identificar los clientes no rentables, existen opciones para tratar de hacerlos rentables,
tales como estandarizar el servicio, lo que conlleva una disminución en el consumo de
recursos, o aplicar un sobreprecio que permita absorber los costos incurridos. Sólo en caso
extremo se llegaría a la decisión de prescindir de tales clientes.
Palabras Clave:
Administración basada en actividades
Generador de costo
Objeto de costo
Rentabilidad del cliente
1
Dr. Juan Manuel Izar Landeta. Doctor en Administración. Profesor investigador de la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí. E-Mail: jmizar@uaslp.mx
Introducción
Estamos inmersos en la era del conocimiento y con el desarrollo tecnológico, los cambios
se producen en todos los ámbitos del quehacer humano, cada vez con mayor rapidez. La
administración no escapa a este fenómeno y a raíz de ello, han aparecido en las últimas
décadas nuevas formas de gestionar las organizaciones, buscando mejorar su desempeño.
De la filosofía del costeo ABC, una década más tarde surgió la Administración Basada en
Actividades (ABM, de sus siglas en inglés, Activity Based Management), la cual tiene
aplicaciones de carácter estratégico, pues permite seleccionar proveedores, medir la
rentabilidad de clientes, elegir el diseño del producto o evaluar proyectos de inversión.
Definir el proceso y las actividades. Definir un modelo que vincule las actividades
con el proceso del negocio. En esta etapa es de suma utilidad la herramienta de
mapeo del proceso.
Colectar datos para el análisis de las actividades. Usar paquetes estándar para
rastrear los costos a las actividades. El análisis de actividades debe ser lo
suficientemente flexible, de modo que pueda usarse con iniciativas como ABM,
Reingeniería, Benchmarking y Calidad Total.
Por esto dice Hixon que el ABM es un cambio fundamental en el énfasis del negocio, ya
que la gente es quien realiza las actividades y éstas consumen recursos, de modo que al
mantener las actividades bajo control, los costos se controlan.
Mike Sherratt (2002) argumenta que las empresas necesitan especialistas con un enfoque en
ABM, a fin de estar acordes al clima comercial del siglo 21. Rasmussen y Savory (1999)
han aplicado el ABM conjuntamente con simulación, para evaluar la secuencia de las partes
en una celda de manufactura. Otros autores han efectuado auditoría interna al ABM
(Forrest y Forrest, 1999). Por su parte Jon Gearhart habla del uso del ABM para evaluar el
desempeño en Estados Unidos (1999). Terry Jost (1996) afirma que el ABM sirve para
redefinir las operaciones de almacenamiento en negocios minoristas en Estados Unidos, lo
cual conlleva redefinir las categorías de los productos, alentar el servicio al cliente y
reestructurar relaciones con los proveedores. Howard Armitage (1993) habla del papel que
juega el ABM en la implementación de la Calidad Total.
No obstante, también hay quienes señalan que la implementación del ABM es uno de los
principales obstáculos en las organizaciones, como Sharman (1993) en el caso de empresas
canadienses, o un artículo del grupo de empleadores CIMA (1999).
La metodología ABM
Con la metodología ABM es posible rastrear los requerimientos de recursos no sólo para
fabricar los productos, sino también para realizar su venta a los clientes, lo cual incluye
acciones de administración, venta, mercadeo, distribución, entrega, apoyo de postventa y
garantías. Lo que se hace en ABM, es observar el proceso completo de actividades que se
llevan a cabo para realizar la venta, con lo cual es posible evaluar la rentabilidad de los
clientes, ya que aún cuando todos compren, no todos resultan rentables y el conocer esto
proporciona una gran oportunidad de mejora para la organización.
El costeo tradicional considera los costos de venta como fijos y los prorratea entre los
clientes de manera global, con base en el volumen de compra de cada uno de ellos.
Por su parte el ABM lo que hace es establecer todas las actividades que se efectúan para
cerrar la venta, determinar los costos de cada una de ellas y seleccionar los generadores de
costo que sean adecuados, buscando relaciones causa - efecto entre éstos y los objetos de
costo, que en este caso son los clientes. Luego se asignan los costos de cada actividad
conforme al consumo de unidades del generador de costo que haya requerido cada cliente,
con lo cual, dos clientes que en principio podrían resultar igualmente atractivos bajo el
costeo tradicional, en realidad son diferentes, ya que uno puede tener costos ocultos y el
otro beneficios ocultos, lo que hace una diferencia significativa entre ambos, tal y como se
ilustra en la figura I (Kaplan y Cooper, 1999):
Figura 1. Comparativo de la rentabilidad
de los clientes A y B
Ingresos
Beneficios
aparentes Costos
ocultos
Costos
Beneficios
ocultos
El cliente A es más rentable que el B, tal y como se aprecia en el lado derecho de la figura,
ya que tiene costos más bajos de servicio. Al observar el lado izquierdo, con el costeo
tradicional ambos clientes parecían igualmente rentables, ya que aparentemente resultaban
con costos iguales, lo cual se debe a que parte de los costos que genera el cliente B, se le
cargan al A, al prorratear de manera indebida los gastos generales de operación.
Algunas de las características de los clientes con bajo o alto costo de servicio se sintetizan
en la tabla I (Kaplan y Cooper, 1999):
Tabla 1. Características de los clientes según su costo de servicio.
Clientes con elevado costo de servicio Clientes con bajo costo de servicio
Ordenan productos personalizados Ordenan productos estándar
Piden cantidades pequeñas Piden cantidades grandes
Hacen pedidos impredecibles Hacen pedidos predecibles
Piden entregas personalizadas Aceptan entregas estándar
Cambian las condiciones de entrega No cambian las condiciones de entrega
Requieren procesamiento manual Usan procesamiento electrónico
Piden amplio apoyo de preventa Solicitan poco o ningún apoyo de preventa
Solicitan amplio apoyo de postventa Requieren poco soporte de postventa
Exigen que la empresa mantenga altos Hacen su reabastecimiento conforme al
inventarios calendario de producción
Pagan con atraso Pagan puntualmente
Fuente: Kaplan y Cooper, 1999, p.
Por lo que toca a las utilidades acumuladas de la compañía, éstas varían con el porcentaje
total de la clientela conforme a la famosa curva de ballena, la cual se ilustra en la figura
siguiente (Izar Landeta, 2007):
Utilidades
300
acumuladas
% de utilidades totales
250
200
150
1 2 3
100
Clientes
50
acumulados
0
0 20 40 60 80 100 120
% de Clientes
En el gráfico se observan 3 zonas: la primera compuesta por el 40% de los clientes, que son
los más rentables, de modo que la rentabilidad llega al 250% de su valor final; luego en la
segunda zona se incluye al 50% de los clientes y la utilidad se mantiene en un nivel alto;
pero en la zona 3, que sólo abarca al 10% de la clientela, la utilidad acumulada baja del
250% hasta el 100% y estos son los clientes con los cuales no sólo no se generan utilidades,
sino que ocasionan pérdidas, de modo que la utilidad de la empresa se ve disminuida y sería
mejor establecer estrategias para ellos o de plano, en el pero de los casos, no mantenerlos
como clientes.
Algunas de las recomendaciones de Kaplan y Cooper para la correcta administración de la
clientela son las siguientes (1999):
Protección de los clientes rentables que se tengan.
Determinar el precio de los servicios con base en el costo del servicio (producto más
servicio).
Hacer descuentos a aquellos clientes con bajo costo del servicio.
Incluir el costo del servicio en las negociaciones con nuevos clientes.
Negociar relaciones ganar – ganar que reduzcan el costo del servicio con clientes
cooperativos.
Ceder a la competencia los clientes con costo del servicio elevado.
Atraer a los clientes de la competencia con bajo costo del servicio.
Para efectuar esto deben establecerse los márgenes de beneficios con base en el costo del
servicio de los clientes, de modo que para aquellos clientes con costos elevados, una
estrategia recomendable es fijarles mayores precios y de manera similar para aquellos
clientes que tengan bajos costos de servicio, se les puedan ofrecer descuentos. Shapiro,
Rangan, Moriarty y Ross (1987) ilustran esto en un gráfico donde en el eje horizontal
colocan el costo del servicio y en el vertical el margen neto obtenido, tal y como lo muestra
la figura III:
Figura 3. Rentabilidad del cliente.
Alto
Pasivo Caro de servir, pero
El producto es crucial paga un precio mayor
Buena relación con el proveedor
Margen neto
obtenido
Muy sensible al precio
Agresivo
y con pocas
Saca partido de su volumen de
demandas especiales
compra
Precio bajo y con muchas
demandas especiales
Bajo
Bajo Alto
Presentación de un caso
Se presenta un caso ficticio de un despacho contable que tiene clientes a los que ha
agrupado en 5 segmentos. El objetivo es ilustrar la aplicación del ABM en la evaluación de
la rentabilidad de los clientes.
El despacho contable lleva registro de sus clientes a los que clasifica en 5 grandes
segmentos: Industria metal mecánica, industria textil, empresas constructoras, personas
físicas y negocios comerciales.
Bajo el costeo tradicional los costos fijos se prorratean con base en los ingresos que cada
grupo de clientes genera. El periodo anual que acaba de terminar, arrojó los resultados que
se presentan en la tabla II:
Tabla 2. Resultados del periodo anterior con el costeo tradicional.
Cliente Ind. metal Ind. Emp. Personas Negocios Total
Concepto mecánica textil constr. físicas comerciales
Ingresos 118,000 132,500 240,000 420,000 635,500 1,546,000
Gastos Op. 82,600 92,750 168,000 294,000 444,850 1,082,200
Utilidad 35,400 39,750 72,000 126,000 190,650 463,800
Fuente: Elaboración propia.
La utilidad ha sido 30% de los ingresos obtenidos y los gastos de operación de cada
segmento de clientes, que representan el 70% de sus ingresos, se han prorrateado con base
en el monto de ingresos que cada grupo de clientes ha generado, por lo cual todos resultan
rentables.
Si se desea confirmar o refutar esto con base en la metodología ABM, lo primero es definir
las actividades que ocasionan estos gastos. Tras un análisis, las actividades y rubros de
gastos resultantes son: Procesamiento de pólizas, preparación de estados financieros,
aclaraciones a clientes, declaraciones de impuestos y gastos de papelería y suministros, los
cuales tuvieron los siguientes gastos:
Tabla 3. Gastos del periodo anterior por actividad ($).
Actividad Gasto Operativo Generador del Costo
Procesar Pólizas 147,000 Número de Pólizas
Prep. Edos. Financieros 218,000 Número de Edos. Financieros
Aclaraciones a clientes 211,200 Número de solicitudes
Dec. de Impuestos 157,000 Número de declaraciones
Papelería y suministros 349,000 Volumen de Ingresos
Gasto total del periodo 1,082,200 -
Fuente: Elaboración propia.
Con dichas tasas se asignan los costos de las actividades a los clientes según el consumo
que cada grupo haya hecho de los recursos.
Esto se ilustra para el caso del segmento de clientes de la industria metal mecánica. Han
consumido 1,100 pólizas, por lo cual se les asigna en la actividad de procesamiento de
pólizas el monto siguiente:
Costo asignado = 1,100 pólizas x 10.50 $ / póliza = $ 11,550
Y para los suministros, que se prorratean con base en el volumen de ingresos, el costo es:
Costo asignado = 118,000 $ ingresos x 22.574 % = $ 26,638.00
Al sumar los 5 rubros de gastos, se da un monto de $ 70,828.00, con lo cual el valor de las
utilidades generadas por este grupo de clientes es $ 47,172.00, que es un monto 33% mayor
al obtenido con el prorrateo global de los gastos.
Si se procede en forma similar para los otros segmentos de clientes, se obtienen los
resultados que se muestran en la tabla VI:
Tabla 6. Gastos de cada actividad con ABM.
Cliente Ind. metal Ind. Emp. Personas Negocios Total
Actividad mecánica textil constr. físicas comerciales
Procesar Pólizas 11,550 9,450 8,400 73,500 44,100 147,000
Prep. Edos. Fin. 13,080 15,260 6,540 130,800 52,320 218,000
Aclaraciones 10,560 15,840 5,280 137,280 42,240 211,200
Dec. de Imp. 9,000 11,500 6,500 86,250 43,750 157,000
Suministros 26,638 29,911 54,179 94,812 143,460 349,000
Gasto total 70,828 81,961 80,899 522,642 325,870 1,082,200
Fuente: Elaboración propia.
Con esto la rentabilidad de los clientes se modifica respecto a lo que se tenía con el costeo
tradicional, quedando de la siguiente manera:
Tabla 7. Resultados del periodo anterior con ABM.
Cliente Ind. metal Ind. Emp. Personas Negocios Total
Concepto mecánica textil constr. físicas comerciales
Ingresos 118,000 132,500 240,000 420,000 635,500 1,546,000
Gastos Op. 70,828 81,961 80,899 522,642 325,870 1,082,200
Utilidad 47,172 50,539 159,101 (102,642) 309,630 463,800
Fuente: Elaboración propia.
La tabla VIII presenta los resultados obtenidos con el costeo tradicional y el ABM:
Tabla 8. Comparativo de resultados con costeo tradicional y ABM.
Cliente Ind. metal Ind. Emp. Personas Negocios Total
mecánica textil constr. físicas comerciales
Tradicional 35,400 39,750 72,000 126,000 190,650 463,800
ABM 47,172 50,539 159,101 (102,642) 309,630 463,800
Diferencia 11,772 10,789 87,101 (228,642) 118,980 0
Fuente: Elaboración propia.
En la última fila se dan las diferencias de las utilidades obtenidas con ABM y el costeo
tradicional.
En 4 de los 5 segmentos de clientes, se han obtenido valores mayores con ABM, excepto
con las personas físicas, que no sólo son clientes no rentables, sino que ocasionan una
pérdida al despacho, razón por la cual debe replantearse su situación en términos de lo
comentado anteriormente, hacer que disminuyan sus requerimientos de recursos, pues son
quienes demandan mayores cantidades de ellos, tanto en pólizas, estados financieros,
aclaraciones y declaraciones de impuestos, o bien fijándoles un precio diferenciado mayor
al actual por los servicios prestados.
Conclusiones
Con el ejemplo antes resuelto, se ha probado la diferencia entre la metodología de la
administración basada en actividades y la del costeo tradicional, la cual tiene implicaciones
que llevan a redefinir la estrategia de las empresas.
En este caso concreto de la rentabilidad de los clientes, un grupo de ellos, las personas
físicas que en apariencia constituían el segundo segmento más importante para el despacho
contable, se ha probado que no son clientes rentables, ya que tienen mayores demandas de
recursos, razón por la cual debe replantearse la situación del negocio con ellos, de modo
que puedan hacerse clientes rentables, o en el peor de los casos, dejar de prestarles el
servicio y enfocar los esfuerzos en otros clientes con potencial para ser rentables.
Aún cuando la implementación de un sistema ABM en las organizaciones no es tarea fácil,
los beneficios que trae consigo son evidentes, al proporcionar una base más racional y
apegada a la realidad para tomar decisiones importantes que lleven a la mejora en la
operación y estrategia de los negocios.
Bibliografía
Amos, Tracey G., y Paolillo, Cynthia A., (1997). "Enhancing CFO, GMRA & GPRA
implementation with activity based management", en Government Accountants Journal,
Vol. 46, No. 1, p28-34.
Armitage, Howard, (1993). “Activity-based management information: TQM´s missing
link”, en CMA Magazine, Vol. 67, No. 2, p7.
CIMA Employers Group, (1999). "Activity-Based Management Exchange IV Royal Mail,