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Cúmulo de voces:

las corrientes de la poesía española del siglo XXI


y sus influencias más próximas

Víctor Bayona Marchal


Ayla Cazallas Vreuls
1º Bachillerato
I.E.S Monterroso (Estepona)
INDICE

MOTIVACIÓN ___________________________________________________________________ 3
OBJETIVOS _____________________________________________________________________ 3
FUNDAMENTACIÓN ______________________________________________________________ 4
SITUACIÓN _____________________________________________________________________ 6
EL POEMA _____________________________________________________________________ 7
CONCLUSIÓN __________________________________________________________________ 24
¿CÓMO SE HIZO? _______________________________________________________________ 24
BIBLIOGRAFÍA _________________________________________________________________ 25

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MOTIVACIÓN

La poesía siempre ha sido un revulsivo social eficaz. Los poetas que entienden el mundo en el que
viven -en mayor o menor proporción- poseen el pulso suficiente como para situarse en una
posición neutral, extrínseca, pero sin abandonar su realidad, y desgranar las certezas que rodean
nuestra sociedad: un núcleo que no todo el mundo ve ni entiende.
De la misma forma, igual que la Historia sirve como método de conciencia a través del Tiempo, la
poesía recibe la exigencia de hablar por el propio Tiempo, por la propia Historia, de manera
verosímil, de manera real por encima de todo. Porque si algo caracteriza a la mayoría de los autores
actuales es el despojo de lo innecesario, de la ornamentación para alcanzar un estado de austeridad
que valga de espejo.
Que este texto sirva de motivación: ahora que la poesía es un género superventas, ahora que la
población tiene al alcance de su mano la poesía, es indispensable ver qué dicen las voces que no se
pierden en la multitud, qué tienen que decir.

“Pasen la página ahora mismo y dense cuenta de cómo la poesía, al contrario que los hechos
biográficos, desvela siempre, ante nuestros escépticos y fatigados ojos, una verdad irrenunciable”
(David Leo García, 2013:7)

OBJETIVOS

- Desglosar las corrientes poéticas actuales más importantes, desde sus influencias más
cercanas.
- Comprender la veracidad y la importancia de las voces actuales.

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FUNDAMENTACIÓN

Para desarrollar una relación, es necesario definir un punto de partida que sirva como principio
equivalente al final del estudio. Ha de ser un círculo que demuestre que el conocimiento no se
inventa totalmente, ni se desperdicia con el paso de los años. Este marco referencial será la poesía
francesa del siglo XIX.
De la mano de Las Flores del Mal (1857), surge el movimiento maldito en Francia, que va a ser
decisivo en la época contemporánea en la que vivimos. Baudelaire empieza a definirse como un
incomprendido a través de su poesía, marginado por una sociedad que no lo quiere y a la que no
quiere. Movido por esa irrefutable realidad de sentimientos, desarrolla la conciencia de individuo:
uno se basta para uno y sus necesidades. Su poética celebra el mal a través de la sinestesia, lo que
implica un desorden establecido, una decisión en contra de todo lo que lo horroriza. Desarrolla, a su
vez, una dualidad de tremenda importancia desde entonces: la intención de equiparar la materialidad
y la espiritualidad, a pesar de que el propio poeta acabe decantándose por la espiritualidad que le
sirve de evasión. Además, ensalza la posición de la mujer: Baudelaire ama a la figura femenina
extremadamente desde una posición deseante.
A Charles le siguen Verlaine y Rimbaud. Ambos tienen una relación amorosa que afecta
enormemente a sus obras:
Paul continúa con el movimiento de Baudelaire evolucionando en sus recursos y sus objetivos:
pretende sugerir más que definir, dejando lugar a lo subjetivo de la vida; el paisaje adquiere gran
importancia, puesto que es el símbolo de lo mutable, lo cambiante, idea que también defiende el
filósofo Nietzsche al equiparar la razón con los placeres, optando él por los segundos. Sin embargo,
Verlaine desarrolla una preocupación por el verso que significa un pensamiento formal, una
importancia oculta en la postura revolucionaria del poeta. Además, desarrolla dos temas que
implican una gran variación: el amor y la sabiduría, la antítesis entre Apolo y Dionisios: de nuevo,
la eterna intención de choque ideológico.
Arthur se sitúa en la parte humana de los sentidos, como ya lo haría Baudelaire, para indagar con
su poesía en la intuición, el ocultismo, el simbolismo y el surrealismo como método de nuevas
formas de conocimiento. Él es el creador de la poesía hermética que se cierra ante el lector, que es
un ejercicio de dificultad para definirse más como ser que como poeta:

“Conseguí que desapareciera de mi espíritu cualquier esperanza humana. Sobre cada alegría, para
estrangularla, salté sigilosamente como una fiera” (Arthur Rimbaud, 2013: 10).

Como último poeta, Mallarmé es un modelo para los poetas modernos, si bien hace uso de una
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experimentación gramatical y una riqueza del vocabulario que será el vehículo de algunas corrientes
vanguardistas del siglo XX para llegar a la actualidad.

Con Paul Valéry, llega la transición: con la creación de la poesía pura, pone la primera piedra para
la mayor parte de la generación del 27. El poeta delega la importancia de su poética en el
conocimiento de la lengua, en los sentimientos y en el subconsciente.

Con estos cuatro autores, empiezan las corrientes y los movimientos que van a servir de
precursores a los autores contemporáneos para desarrollar una obra comprometida con la literatura,
arraigada en la historia.

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SITUACIÓN

Una vez establecidas las bases del punto de partida, es momento de continuar con los medios por
los que estos autores llegan a nuestra época, esto es, las corrientes literarias posteriores que traerán
implícitas las costumbres de la poesía maldita para tocar a los autores contemporáneos de forma
irremediable.
De la poesía hermética y del simbolismo, surge la poesía experimental: juegos sintácticos,
gramaticales, léxicos y de puntuación que envuelven una mayor expresividad el poema, una
directriz más marcada y definida.
Poetas como Lorca o los de la generación Beat estadounidense llevarán el surrealismo durante
todo el siglo XX hasta llegar al siglo XXI, cuando los poetas adoptan el movimiento como una
peripecia para inventar desde los elementos de la realidad una realidad plausible y reflejable en la
sociedad tangible.
De la poesía pura, a través de la generación del 27, la generación del 50 y la poesía de la
experiencia, los autores contemporáneos van a recoger dos actitudes: una moderada y más
tradicional y una más extrema y modernizada, más consumista1.

1
Se refiere a la poesía que predica una actitud capitalista, caracterizada por la idealización de los representantes en los
medios y por elevar las ventas de poesía a números estratosféricos)
6
EL POEMA

EL SUR
Desde uno de tus patios haber mirado
las antiguas estrellas,
desde el banco de sombra haber mirado
esas luces dispersas
que mi ignorancia no ha aprendido a nombrar
ni a ordenar en constelaciones,
haber sentido el círculo del agua
en el secreto aljibe,
el olor del jazmín y la madreselva,
el silencio del pájaro dormido,
el arco del zaguán, la humedad
-esas cosas, acaso, son el poema
(J.L Borges, 1981: 9)

En la actualidad, podemos definir el poema como una especie de ente privado y público a
la vez que hace las veces de conversación entre el poeta, y la propia realidad desde la que parte el
texto y a la que se dirige, como un misterio menos inseguro desde el primer verso.
Pero, de nuevo, no todas las voces van a adoptar la misma materialidad existente de la que partir:
algunos optaran por ceñirse estrictamente a lo que sus ojos ven, otros únicamente por lo que sienten
y los habrá que hagan uso de ambos elementos para elucubrar y especular.
***

Empezando por la corriente que trae la poesía hermética, pasamos por autores como Gary Snyder,
Pere Gimferrer2 (que ya admitió que no escribía para que la gente le entendiera) y muchos otros.
Estos aúnan elementos verosímiles y exactos, y elevan la plática a un lugar en el que todo deja de
ser como lo conocemos. Elaboran en esa situación: mastican el poema, le dan forma, lo sostienen y
cuando está listo se devuelve a la realidad como una mezcla de símbolos y figuras que pueden no
tener un sentido aparente, pero que es una cortina con una profundidad insondable.
En este espectro se mueven editoriales como La Bella Varsovia, Esto No Es Berlín, lA uÑa RoTa,
Kriller713, etc., entre los que destacan autores como Luna Miguel, María Sánchez, Ángel de la

2
Estos poetas no tienen lógica cronológica. Gimferrer sigue dedicado, aunque en menor medida, a la literatura.
3
Estas editoriales, muy actuales, abren su catálogo a apuestas jóvenes y promulgan una idea de poesía muy ética y poco
empresarial.
7
Torre, Unai Velasco, Óscar Pirot, Ángela Segovia y muchos otros.4
Aun así, dentro de este movimiento, hay poetas que adoptan una profundidad más sencilla y
austera a través de temas más tradicionales, de forma que el objeto se vea tras una cortina de humo
para el lector; otros juegan con imágenes envueltas en complejidades para desembocar en un
mensaje de importancia máxima y, por último, los que hay que retuercen la realidad para trazar
límites temáticos que no se habían explorado con gran profundidad anteriormente.
-En la línea más despojada:
PALABRA CARACOL
La palabra se asoma con cautela entre el ramaje blanco
como el caracol que estira sus cuernos y mueve el gesto del día

la palabra se arrastra intentando desprenderse de su concha


va dejando en su trayecto un tenue camino de baba
el caracol intenta atravesar la espesura del silencio
infla la voz para salir a flote de la tinta que se fermenta

la palabra abandona su casa hueca


y resplandece desnuda en un rincón del jardín
el caracol se deshace por fin del silencio
y ofrece su cuerpo
desnudo en el poema
(Óscar Pirot, 2016: 21)

Así podemos ver esa experimentación lingüística en el poema, despejado de signos de puntuación,
para que el mensaje sea lo que resalte de importancia: la metáfora del caracol lento como la palabra
tímida de la que se saca una conclusión evidente y que resulta la tesis poética y del lenguaje del
autor, si así se mira; al final, toda verdad acaba despojándose de lo innecesario.

-En la línea más simbolista:


UNO
El vehículo siniestrado contaba con un ocupante en el momento del desenlace: el conductor, en
este caso conductora, cuyo estado de salud es el de escribir en una servilleta hoy no sé cómo deciros
no me esperéis despierta, y luego arrugarla y lanzarla sin saber muy bien dónde, pero desde los
muslos no cesaba la sangre, se había formado un gran charco y no se podía leer nada.
(Ángel de la Torre, 2015: 14)

4
De nuevo, autores muy actuales. Algunos de ellos incluso al mando de editoriales, como Luna Miguel o Unai Velasco.
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Aquí la imagen es intermediaria entre una lectura rápida y súbita y un mensaje real, profundo y
tremendamente humano, escondido tras el paisaje que dispone el autor, como un puzle que se
elabora a la inversa: desmontar para entender. Esta es la incertidumbre de ciertas situaciones, la
inseguridad con la que afrontamos -o nos afrontan- algunos momentos.

-En el estilo que explora nuevas fronteras temáticas:


ACTOS IMPUROS
No es una mujer limpiando una lápida,
es una madre bañando a su hijo.
Javier Fernández
Cuando exhibís su vestido nuevo, recién lavado,
cuando habláis de su primera palabra, su primer diente,
o dudáis si es mejor darle el pecho o leche en polvo

yo os cogería a todos de la mano,


os llevaría en silencio al velatorio de mi cama,
donde mi hija juega eternamente a hacerse la muerta.
Os mostraría el color de sus ojos fingidos,
su cara hinchada de sueño acumulado,
los dedos arrugados, el pelo limpio,
tras bañarla cada noche con esmero.

Miradme. Yo también soy un buen padre.


(Ángelo Néstore, 2017:45)

Aquí el reverso de la imagen: la belleza como elemento contrapuesto al desorden de una realidad
tan imperfecta como situada en una vida: la incapacidad es eso, existencia que limita. Es, entonces,
necesario que el poeta reúna los detalles de un elemento común para mostrarlo no como normal, si
no todo lo contrario, como algo opuesto que sólo sirve de frontera para clasificar lo que sí y lo que
no, retorcer lo moral hasta convertirlo en algo nada ético.
***
De la poesía pura, de la generación de los 50, de Gil de Biedma, Cernuda, Aleixandre, Luis
Rosales, de todos los poetas que retomaron la humanización de la poesía nace la Poesía de la
Experiencia, un movimiento que empieza con fuerza en García Montero y que perdura hasta
nuestros días con dos claras ramificaciones que adoptan en mayor o menor medida, nuevos

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elementos que renueven la técnica de dicha poética.
Esta poesía se caracteriza a veces por tener hilo narrativo, un tono muy urbano y corriente,
cotidiano y una sencillez clara para el lector: surge de experiencias del autor que se plasman de
forma idéntica o casi idéntica:
LIFE VEST UNDER YOUR SEAT
Señores pasajeros, buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida de una muchacha triste,
buenas tardes, señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta de los amanecer en Manhattan,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva York al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos.
(Luis García Montero, 2015: 320-321)
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Los elementos narrativos son claros: dos historias que se entremezclan para dar la sensación de
bilateralidad al poema que el poeta busca, un tono urbano y corriente. Un poema que podría ser de
cualquier persona: te quiero, nos separamos, te echo de menos. Con ese gran argumento construyen
García Montero y los que siguen su corriente el texto, en base a un sentimiento común con el que el
lector se identifica.
Así ha llegado esta poética hasta nuestros días: una poesía de la experiencia que evoluciona hacia
una mayor profundidad en la forma y otra poesía de la experiencia que supone un ritmo llevadero
del autor: se deja a la sociedad, se conforma con claudicar y ser feliz en un mundo de posverdad:
LA CAÍDA
¿Recuerdas cómo mueren los pelícanos?
Bajo el sol de la tarde
que golpea la costa del Pacífico
el agua los engulle como al plomo.

Nada puede salvarlos.

Hay tanta dignidad en el vacío,


tanto amor en sus vuelos,
que en el último instante escogen el silencio.
Sólo queda
el golpe de sus cuerpos contra el agua
como un rumor de viento imperceptible.

Desde esta habitación no puede verse el mar,


no existen altas rocas y no queda horizonte
que no hayan destruido.
No importa,
intuyes un rumor en esta noche negra,
puedes tocar su brazo.

Recordarás entonces, al percibir el frío,


que en otoño ese mar que tanto amas
se vuelve gris y deja
los nombres del pasado escritos en la arena.

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Te has sentado a mirarlos.
Frente a ti,
torciendo el horizonte,
un niño se sumerge entre las olas.
El levante, tan cálido y perfecto,
lo traiciona y lo empuja.

Has venido a salvarme.

Tus brazos,
tan frágiles ahora,
cubren el cuerpo de mis nueve años
hasta tocar la orilla.

Es cierto,
desde esta habitación no puede verse el mar
pero tiemblan mis manos igual que aquella tarde.
Ahora cojo las tuyas,
siente cómo te amo,
cómo salvas mi miedo con tus gestos,
cómo tienes la vida sujeta entre los dedos.

Deja a un lado la carne,


has golpeado tanto tu rostro contra el agua
que la luz se ha quebrado.
No hay estrellas debajo del océano.

Abre los ojos,


es tan ciega la muerte que el temor te confunde.
Abre los ojos,
búscame ahora en medio de este océano,
voy a agarrarte fuerte con mis brazos,
siente cómo te aprieto,
busquemos nuestra orilla,
el mar no ha dibujado nuestros nombres,
es hoy, no somos el pasado,
es la espuma del mar contra las rocas
este miedo en tus labios.Nos espera la vida. (Fernando Valverde, 2017: 103-105).
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En este poema prima la imagen y la narración de unos hechos que marcan al poeta, pero también
se desbordan los sentimientos, las imágenes que son metáforas, los versos que derrotan la barrera de
los sentidos para una comprensión más profunda de lo que significa querer a una madre, por
ejemplo. Es así como vemos la evolución, en una mayor plenitud en los versos.

En la otra rama de la corriente, encontramos poemas más urbanos aún, más austeros, más en la
corriente de textos reflexivos que de poesía como tal. Estos son mensajes que le sirven al autor de
recuperación psicológica, y que al lector le van a hacer el mismo uso: su truco está en la
propagación de un mensaje a través de una verdad universal como es una emoción por tal estímulo,
o un estado de ánimo prolongado por tal otra situación. Este género, si bien puede adoptar esta
categoría, se ha convertido en poesía superventas. Sus ventas han llegado a superar a las de novela.
¿Por qué? Porque es una poesía fácil, directa, habitual, de ayuda para el lector, de entretenimiento y
que llega con gran amplitud gracias al impulso que le dan las redes sociales. Algunos críticos
definen esta corriente como la de Poesía del tuit:

LA SOLEDAD DEL CUERPO


Me dijiste que debía
olvidar todo lo que me habías hecho
para que esto pudiera funcionar.
Y lo hice, amor, lo hice,
y olvidé también y sin querer
tu manera de acariciarme,
tu facilidad de hacerme reír,
tu esmero al limpiarme,
el amor al cuidarme,
y te olvidé a ti entre un daño
y otro,
olvidé sin querer.
Esa pregunta que termina
con todo:
¿puedes seguir enamorada de alguien
a quien has dejado de querer?
(Elvira Sastre, 2016: 31)

***
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De la misma forma, si superponemos corrientes y estilos que tienen técnicas y fines diferentes,
encontramos a autores con voces personalísimas que se relacionan entre sí precisamente por eso,
por la expresión única de una poética muy singular.
Se pueden destacar tres modelos que influyen en gran medida en estos autores:
- la poesía de la experiencia; son poetas que no se evaden totalmente de la realidad para
construir sus poemas.
- la poesía reflexiva, filosófica: buscan una respuesta ética, moral, social y útil de alguna
forma para el lector.
- la poesía descriptiva y profunda: a través de la sencillez de una imagen, anclan el poema en
una situación y un contexto claramente definidos, y eso se nota en la lectura, cuando el texto
es claro -que no evidente- y con sentido y propiedad.

Si tuviéramos que nombrar a autores intermediarios que nos lleven a los contemporáneos, podrían
ser Luis García Montero, Benítez Reyes, Carlos Marzal y Gil de Biedma por parte de la poesía de la
experiencia, Chantal Maillard por parte de la poesía del pensamiento, y María Victoria Atencia y
Alice Oswald por parte de la poesía descriptivo-moral, entre otros.
Así, al igual que se puede jugar con los colores al mezclar, podemos encontrar poéticas con más
influencia de un tipo que de otra, pero todas comparten la tesis de que el poema es una experiencia
en la que hay que situar al lector y de la que se extrae un mensaje.
En este apartado, por tanto, podríamos hablar de multitud de autores y voces, pero se ha
seleccionado a cinco que representan una gama amplia de los distintos conjuntos de corrientes:

EROS ES MÁS
Todas y cada una de las cosas
del mundo tienen hoy exactitud
matinal. Esta dulce luz de Málaga
declara una vez más la equivalencia
entre la realidad y el paraíso.
Está el pequeño hotel en la subida
al monte donde se alza el santuario
que toma el nombre de una diosa antigua
para honrar a María. En el jardín
hay dos pequeñas mesas preparadas
con los dones más simples. Agua. Leche.
El vidrio, diferente del cristal.
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Superior al cristal. La brisa en torno.
La jarra con el zumo de naranja.
El limón al alcance de la mano,
en el árbol. Los frutos más nutricios.
El cruasán recién hecho y el pan tierno.
Sal, aceite de oliva, mermelada.
La cortesía de los anfitriones.
Una sentencia antigua que comprendo
íntegramente ahora: si no hay
amenidad la vida no es humana.
El valle entre los montes. La ciudad
que desde aquí parece silenciosa.
Promesa es la jornada que se inicia
bajo esta cobertura de palmeras.
(J.A González Iglesias, 2007: 49-50)

En este poema se pueden escrutar elementos meramente descriptivos, como la mesa del desayuno
o la vista del hotel en lo alto de una colina; versos que son, incluso, aforismos, y que llevan el peso
del texto (“[…]si no hay amenidad/ la vida no es humana”); y una situación que surge de la
experiencia del autor: pasar un día en un entorno que lo hace reflexionar y escribir.

Ya sé que es necesaria la tormenta,


el viento que devasta la ciudad
de los planes.

Que es parte inseparable de esta vida


el arduo sufrimiento
que a veces terremota el calendario.

Mas que difícil ver tras la inclemencia


-encima del relámpago
que asusta este minuto-
un cielo sin estorbos:
ilesa arquitectura
a prueba de borrascas.

Se tarda mucha vida en unos ojos

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que trepen más arriba de las nubes
burlando los enjambres de isobaras.

Pupila esperanzada con memoria del pájaro.


(Jesús Montiel, 2006: 47)

Esta vez el poema tiene menos imágenes -tan sólo la tormenta- pero una gran cantidad de
mensajes asociados y superpuestos para indagar en la naturaleza humana del recuerdo, en este caso.
Se puede apreciar esa intención divulgativa de la fe y la esperanza en combinación con el recuerdo,
el pasado: el hombre tiende a desear que lo anterior no sea una carga para el futuro.

LO JUSTO SOLO
Pido a los días que abandonen
su agudeza sensitiva
y vuelvan a su ruda labor de días.

A dirigir desde lo cierto:

un sol que asciende


y un sol que desaparece;

una nieve blanca


y un agua cristalina después.

A materializar lo que desemboca.

A permanecer desde la equivalencia:

al baldeo nocturno de la memoria,

al entierro muy íntimo de lo irrecuperable.

Eso les pido,


que vuelvan a su labor de puentes
y a su labor de rejas,
de tiempo raro para esta época,
de pulmones negros

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y pulmones verdes.

Les pido la liviandad


de un fragmento muy repetido:

una jornada que acaba;


otra que empieza y cubre lo justo,
lo justo sólo.
(Alejandro Simón Partal, 2017: 43-44)

En este poema encontramos una situación mucho menos relevante, pero sí una carga filosófica
tremenda, esto es, la idea de justicia platónica. El autor pide a los días, al propio Tiempo, tiempos
mejores. Esto no implica una línea de bien continua, no es la felicidad Aristotélica. Para el poeta, la
necesidad imperante es la de un equilibrio entre el bien y el mal (de pulmones negros/ y pulmones
verdes). En la repetición de esta situación se halla la virtud de la felicidad, la sabiduría y la
tranquilidad; el deseo del autor es “un fragmento muy repetido: / una jornada que acaba; / otra que
empieza y cubre lo justo, / lo justo solo”. Estilísticamente, la poética es más filosófica que
descriptiva, pero tiene un claro fin práctico: hacer realidad la demanda reflexiva.

-NO IMPRECISO, INCOMPLETO-


Sentado a la mesa,
parto el pan con las manos

y el mantel
se llena de migajas,
como si algo en el gesto escapase al propio gesto.

Siempre hay pérdida:


incluso ahora
una parte de mí no me pertenece.

Afuera
también se desmenuza el día:

cada copo de nieve es una tregua


(J.M Rodríguez, 2004: 47)

17
Una imagen ancla al lector en el poema: lo sitúa, lo pone en el lugar del escritor y le enseña con
sus propios ojos su realidad individual. Si se multiplica la cantidad de imágenes que se superponen,
la estancia es más larga, más existente. De esta forma, el poema transmite verosimilitud. Relaciona
imágenes con esos versos de peso filosófico (y el mantel / se llena de migajas, / como si algo en el
gesto escapase al propio gesto. / Siempre hay pérdida). Esta plenitud de sensaciones hace de la
sencillez de un texto la sencillez de la emoción del lector que se reconforta al sentirse igual a otro
ser humano.
NO TENGO CASA
Mi gran habilidad:
sé convertir el aire

en palabras que dicen lo que pienso.


Sin embargo hablo poco.

Hablar me hace mayor,


me desvincula.

También me empequeñece.
No me sirve el lenguaje

si miro a las estrellas


mientras orino

(gravedad, dame el alma


secreta de las cosas).
Y he de tener cuidado con los pensamientos,
padezco de nostalgias expansivas:

la libertad de un árbol solitario


contra el atardecer.

Es lo que más añoro:


una casa sin puertas,
sin ventanas, sin techo.
(Rafael Espejo, 2015: 11-12)

18
Este poema puede tratarse como una confesión: el autor revela secretos personales para definirse
como individuo. Esta técnica implica retrospección, pausa, serenidad, cautela. Una poética intensa y
austera que, descargada de plenitud de imágenes y símbolos, dice lo que tiene que decir y como lo
tiene que decir. Un ejercicio de tranquilidad tanto para el escritor como para el lector.
***
Evolutivamente, nace una poesía necesaria para el lector y el autor que requieren estabilidad
interior. Con influencia de los haikus, del locus amoenus, de la poesía descriptiva, nace una poética
en la que el objetivo del autor es encontrarse con su naturaleza para exaltar algo de su entorno. La
naturaleza puede ser idílica, nostálgica, mitológica, simbólica, pero siempre es relativa al poeta.
En esta línea destaca Rialp ediciones5.
EL VUELO
Sobre el oscuro río, flota el cisne:
la cabeza doblada sobre el pecho,
las alas prietas contra las costillas
y las palmas muy juntas, como reza
un niño su nocturno padrenuestro.
Reposa el ave en medio de las sombras.
Parece comprimido por la noche,
ceñido por un puño de tinieblas,
como un diamante bajo la presión
tectónica de la honda oscuridad.
Súbita, su quietud blanca estalla
con el estrépito del agua rota,
de las alas que baten poderosas.
El cisne se levanta, ofreciendo
al aire su orgulloso pecho abierto.
(Sergio Navarro, 2017: 27)

Podría definirse este poema como una imagen. La belleza sencilla de un instante que se basta a sí
mismo para ser poesía. No es necesario simbolizar eternamente, buscar respuestas y preguntas. Hay
situaciones en las que las cosas suceden sin motivo aparente, y el poeta debe aprender también a
canalizar esa estancia.

5
Este grupo propone una poética sostenida en el verso blanco y con mayoría de elementos paisajísticos. En su catálogo
destacan Martínez Mesanza, Sánchez Rosillo, etc.

19
Atravesamos esqueletos de arboledas,
sudorosos andenes de apeaderos,
paisajes incendiados como úlceras
de interminables adioses.

¿Acaso no llegaron hasta nosotros


aquellas riberas de fresnos y abedules
con más frío que nunca
y sus ramas blancas
eran una ajorca de rocío al amanecer
ante la ciega cordillera de la muerte?

Éste es el mes que nos derrama


su gélido ungüento
de su azulada luz.
(Jesús Losada, 2010:18)

Este poema pretende una descripción profunda de un paisaje. Se encuentran plenitud de elementos
sinéstesicos: los materiales de los que se nutre el autor para construir su poema son atípicos y
suponen un tacto para el lector; el poema sale del papel para encontrar, para unir.

LES OMBRELLES
Si yo supiera, como Luis Alberto,
hacer poemas con los nombres propios
y que cada uno de esos nombres propios
evocara con fuerza a quien lo lleva,
escribiría aquí Virginia y Silvia,
y pondría Santiago en este verso,
para evocar con ellas la hermosura,
para evocar con él la gentileza.
Si la noche no hubiera sido extraña
y tuviese en el alma a Leopardi,
diría de las luces de las barcas
como vagas estrellas en las olas,
de las barcas lejanas y perdidas
en el cansado mar de preguntas,
para evocar con ellas la tristeza,
20
para evocar con ellas la esperanza.
Si la noche no hubiese terminado,
junto al ladrido fiel del oleaje;
si Europa me dejara indiferente,
si al corazón me hubiese hablado Horacio
para salvar el tiempo que no vuelve,
para salvar los nombres y los rostros.
(Julio Martínez Mesanza, 2016: 32)

Esta poética recurre a la tradición. Aúna elementos mitológicos, históricos, sociales. Construye un
paisaje individual de todo lo que rodea al autor y exalta un aspecto fundamental en su vida. En este
caso, el poeta se compara con otro poeta, reflexiona sobre la propia identidad se su voz en relación
con la esencia de otras veces, lo que supone un acto de fe ciega: ponerse en duda a sí mismo.

***

Por último, la corriente quizás más desapegada, menos encasillada de todas, es la corriente de los
autores que cambian su estilo de forma drástica cuando ya tienen trazada su trayectoria. El elemento
en común es ese cambio en su poesía; el acto de mudar de método cuando ha transcurrido largo
tiempo es un hecho loable, un gesto de compromiso firme con la poesía.
Podemos destacar a varios autores en esta línea, pero por su cambio, se ha señalado a dos que han
hecho de la poesía un modo que abandona la costumbre:
Ana Rossetti empieza a publicar poemas desde su mirada curiosa. En su último libro, Deudas
Contraídas (La Bella Varsovia, 2016) propone un diálogo entre poeta y lector en el que anima,
propone y exige que el ser humano recupere todo lo que se le ha quitado. Una transformación
orientada a la poesía social que despierta en el lector el espíritu de lucha o, al menos, el desapego
por la actitud conformista, un libro que reaviva, que invita a despertarse, que inyecta esperanza
fundada en todo aquel que se asome. Arranca con una cita de la poeta Ella Wheeler Wilcox que
dice: “el pecado del silencio cuando se debe protestar convierte a los hombre en cobardes”. Esta es
la tesis del poemario. Mostrar una actitud crítica verdadera, profunda.

SUNT LACRIMAE RERUM


Qué ha sido de tu hermano, de tu hermana, imágenes tuyas, sangre tuya, tus iguales en estirpe.
Qué has hecho de tus hijos, de tus hijas, de tu linaje y tu herencia.

Qué has hecho de ti, disfrazando la existencia para no ver su desamparo, narcotizándola para no
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sentir su crueldad, embruteciéndola para no reconocer el fracaso del mundo. Te has desprendido de
la familia humana como un fragmento aborrecido que no encuentra donde asirse. Un fragmento de
contradicciones y dilemas; así, así eres tú
(Ana Rossetti, 2016: 11)

Con este lenguaje inflamatorio, apelativo, la autora clama, llama al lector a abrir los ojos y a ver
que, en el fondo, la raza humana se está dejando llevar por las circunstancias y las influencias que
nos rodean, está mostrando una actitud pasiva que sólo puede acabar en una extensión infinita de la
ignorancia. Rossetti recurre a la familia, el elemento del que se vale para anclar al lector. “Si no lo
haces por ti, hazlo por los que quieres. Reacciona”. Todo eso en un estilo prosaico que despoja al
texto de ornamentaciones innecesarias en este caso. Lo importante, lo primordial, es el mensaje que
no se enseña ni se transmite, que se contagia.

ATRÉVETE Y SUCEDERÁ
Por eso, atrévete.
Apacigua tu mente,
ilumina tus ojos,
imagina justicia,
imagina consuelo,
imagina bondad.
(Ana Rossetti, 2016: 75)

Al final del libro, la autora muestra el resultado al terminar su camino: una sociedad en calma,
pero consciente, justa, buena, en el sentido estricto de la palabra bueno. Porque la concepción
teleológica de Rossetti es clavar en el individuo la conciencia de individuo y de sociedad, y así se
alcanzará el bien.

El otro autor destacado en este apartado es Vicente Gallego, poeta que empieza encuadrado en la
generación de la experiencia, pero que acaba desembocando en una poesía prácticamente mística,
cargada de simbolismo natural y elementos temporales que resultan en poemas de carácter vibrante,
honesto.
CANTO
¿Cuando tuvo principio
mi amor por cuanto amo? ¿Fue primero
amar, ser el amo,
fue primero cantar o ser el canto?

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(Vicente Gallego, 2016: 11)
Con esta reflexión el poeta abre la puerta a la pregunta que ronda todo su poemario: ¿el origen del
hombre es anterior al hombre mismo?

CANTO XXXI
Encinta están las aguas, los espacios
llevan dentro molida
la rosa de la luz, la tarde rosa.

Y ahora puede esperarse


que se quiebre el añil, lo están rompiendo
tres haces de tiniebla y queda el cuarto
de la noche en pañales,
en una intimidad de carne nueva.

Va a dar fruto la hora,


porque tanta preñez, ¿cómo podría
llamar a confusión, cómo va el cielo
a dejar de extenderse, cómo el aire
logrará desdecirse, echarse atrás
y ya nunca acariciarnos
(Vicente Gallego, 2016: 43)

En este texto vemos las características que marcan el renovado estilo del poeta: una naturaleza
extremadamente viva, extremadamente voluntaria y cargada de elementos que la embellecen y la
hacen única. En esta simbiosis viven el entorno del poeta y el poeta, en esa necesidad de encontrar
la humanidad en lo que rodea al cuerpo, de cuestionar los límites de la vida más allá de la vida
propia e individual.

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CONCLUSIÓN

De esta forma, tras una mirada profunda sobre las principales corrientes poéticas de la actualidad,
se puede entender que no son una maraña de textos individuales y aislados unos de otros. Es
inevitable que cada poética adquiera características personales, pero, desde luego, resulta imposible
decir que hay tanta multitud de estilos que no pueden relacionarse unos entre otros, o ni siquiera
definir con claridad las influencias.
Asimismo, queda demostrado que la poética actual en lengua española parte de la realidad. En
algunos casos se abstrae, se eleva, se conjuga lejos de la práctica, pero en definitiva siempre vemos
ese toque verosímil de un autor que no deja de ser humano, porque la humanidad, al igual que el
mundo en el que vivimos, no puede abandonarse. Siempre queda la creencia, la intención, el anclaje
del ente a la tierra y que permite que el poema sea una puerta entre el lector y el propio poeta. Este
último dispone unos elementos a su gusto, a su manera, para que el primero los atraviese con
conciencia y voluntad y salga inevitablemente más vivo.

¿CÓMO SE HIZO?

Para realizar este trabajo, hemos fijado una base en la que los miembros coincidíamos como
elemental, y hemos empezado a elaborar las ideas principales de nuestra investigación que el
tiempo de lectura de poesía contemporánea nos había dado. Cuando tuvimos un esquema ordenado,
procedimos a investigar en otros libros de estudios literarios y antologías para estructurar los
capítulos de forma académica.
Después, para sostener nuestra tesis, buscamos entre multitud de libros de poesía contemporánea
que hemos podido encontrar a nuestro alrededor, poemas y textos que, en efecto, cuadraran con el
planteamiento que queríamos demostrar. Tras un proceso de lectura y análisis de estos textos, hemos
extraído un breve comentario de los poemas que hemos considerado más significativos para la línea
de nuestro estudio. Una vez aprendida la forma de organizar el material y obtenido los textos con
los comentarios correspondientes, empezamos a redactar el trabajo hasta que estuvo terminado.
Después hemos pasado varios procesos de repaso, hasta que lo dimos por concluido.

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BIBLIOGRAFÍA

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Gallego, Vicente (2016) Ser el Canto, Visor Poesía.

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Rodríguez, J. M (2004) La caja negra, Pre-Textos.

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Rossetti, Ana (2016) Deudas contraídas, La Bella Varsovia.

Sastre, Elvira (2016) La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida, Visor Poesía.

Simón Partal, Alejandro (2017) La Fuerza Viva, Pre-Textos.

Valverde, Fernando (2017) Poesía (1997-2017), Visor Poesía.

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