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CHARLE; DUTOIT

BOB VA si ASPEREN

aniversario:
SZYMANIOWSKI

GEORG SOLÍ
RESERVE AU3UN0S APLAUSOS

PARA CUANDO ESCUCHE ESTE


MISMO CONCIERTO EN UN
COMPACT DISC SONY
Edita
SCHERZO EDITORIAL. S.A.
C/ Marqués de Mondéjar, II - 4.' C
28028-Madcid. Telíf. (91) 246 76 22
Presidente
Gerardo Queipo de Llana
Director
Antonio Moral
Director Adjunto
Anuro Reverter

Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura
Consejo de Dirección
Javier Alfaya, Domingo del Campo Castel,
Manuel García Franco, Aguslín Muñoz Jimé-
nez, Enrique Pérez Adrián.
Año U - n.° 20 - DICIEMBRE 1987 - 400 ptas.
Secciones
Redacción en Barcelona: César Calmell. Actua-
lidad: Arturo Reverter y Enrique Martínez Miu-
ra. Discos: Enrique Pérez Adrián. Alta
Fidelidad: Alfredo Orozco. Danza: Roger Sa-
las. Libros: Xoan Manuel Carreira. lia: Ebbe
Traberg. Música contemporánea: José /¡es.

Colaboran en esle número:


Javier Alfaya, Roberto Andrade Malde, Tomás
Arguelles, José Carlos Cabello Arroyo, Císar
Calmell, Domingo del Campo. Sansón Carras-
co, Xoan Manuel Caneira, Emiliano del Ceno,
Femando Fraga, Carlos Gaseó, Florentino Gra-
cia Utrillas, Luis G. Ibemi, José lges, Ángel
Luis Inurria, Bárbara MacShane, Santiago Mar-
tín Bermúdez, Enrique Martínez Miura. Joaquín
Martin Sagarminaga. Ángel Fernando Mayo,
Antonio Moral, Wolfgang Amadeus Mozart,
Agustín Muñoz Jímenor, Jep Nuil, Alfredo
Orozco Buezo, Rafael Ortega Basagoti, Enrique
Pérez Adrián, Gerardo Queipo de Llano Onain-
dia, Francisco Ramos, Arturo Reverter, Jordi
Ribera Bergós. Javier Roiz, Roger Salas, Los
Sobrinos del Capitán Grant. Jasé Antonio Ta-
pia Granados, Ebbe Traberg.
SUMARIO
Diseño de Portada
Salvador Aiaicó
OPINIÓN 4
Foto de portada: ACTUALIDAD 8
Snowdon. Decca. ENTREVISTA CON CHARLES DUTOIT:
— Charles Dutoit, corredor de fondo, Javier Alfaya 26
Publicidad, Redacción ENTREVISTA:
y Administración — BOB VAN ASPEREN: Comprender la música, José Carlos Cabe-
Scherzo Editorial, S.A. llo Arroyo 30
Marqués de Mondéjar. 11 - 4.° C DISCOS 35
Z 8028-Madrid
Teléf. (911 246 76 22 LIBROS 48
LA GUIA DE SCHERZO 50
Imprime DOSIER: Georg Solti 51
REVMASA, S.A. — Personalidad directoriaJ de Solti, Arturo Reverter 52
MOV1EGRAF, S.A. (Color) — La energía tenaz de Solli, Javier Al/aya y Barbara MacShane... 55
— La carrera wagneriana de Georg Solli, Ángel Fernando Mayo... 60
Fotocomposición — Cuarenta años de grabaciones, Enrique Pérez Adrián 64
Lumimar. S.A.
Albasanz. 48-50 — Discografia, Enrique Pérez Adrián 65
28037-Madrid. Teléf 204 30 01 — Últimos registros 67
ANIVERSARIO:
Depósito legal — Karol Szymanowski, impulsor de la música polaca del siglo XX, En-
M-41822-198S rique Martínez Miura 71
ISSN-0213-4802 DANZA:
— La modernidad elegante, Roger Salas 78
SCHERZO es una publicación de carácter plural — Alicia Alonso, primero Roma y después Madrid, Roger Salas... 79
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga-
nismo público ni privada La dirección respeta MÚSICA CONTEMPORÁNEA 80
la libertad dt expresión de sus colaboradores. JAZZ:
Los textos firmados son de la exclusiva respon- — Episodios, Ebbe Traberg 83
sabilidad de los firmantes, no siendo por tanto — VIH Festival de Jazz de Madrid, Ángel Luis Inurria 84
opinión oficial de la revista. ALTA FIDELIDAD 87

Scherzo 3
OPINIÓN

El pariente pobre
E ste podría ser el título de una zarzuela. Viene
constituido por una combinación de fonemas si-
milar a la de expresiones que constituyen deno-
minaciones de obras tan conocidas como El pobre Vai-
buena, El chaleco blanco. El cabo primero o La linda
Gran parte de esta situación, —lógicos cambios en
los gustos aparte— se debe al olvido en que de la gue-
rra para acá se ha tenido al género, considerado, casi
nunca con razón, como subgénero. Las distintas ad-
ministraciones han pasado olímpicamente del asunto,
tapada. Pero en este caso la agrupación de términos con ligerísiiias e insuficientes excepciones. Casi todo
tiene una clara adscripción y aplicación no a una par- el esfuerz i por mantener vivo a un quasi cadáver han
titura y libros concretos, sino a un estado de cosas re- venido t¿\ lado privado. Se han montado, como s^e'ha
lacionado precisamente con la actual situación del podido muchas veces, espectáculos poco dignos, autén-
género. Porque, en efecto, y es una historia ya larga, ticos bolos a los que sólo asistían los nostálgicos y al-
la zarzuela, —la grande y la la chica— es El pariente gún curioso, con orquestas prácticamente inexistentes
pobre de la música en este país; definición que, sola- y cantantes de saldo. Y bastante era teniendo en cuen-
mente enunciada, considerando las carencias que en es- ta cómo estaban las cosas, en épocas todavía más difí-
ta tierra tiene el arte de los sonidos en su dimensión ciles que la actual.
más culta, da una idea de la precariedad en que se mue-
ve y organiza (en los casos en que llega a producirse Ligeras luces parecen querer disipar la ominosa nie-
esto último). bla desde hace unos pocos años. El teatro oficial, el
Y hay razones para pensar que no debería ser así ya de la Zarzuela, ha sido anfitrión de algunas minitem-
que desde al menos mediados del XIX es una realidad poradas en las que con escasas salvedades se ha insiti-
la popularidad del género, que ha calado siempre en do en el repertorio más manido —no podía ser de otra
la sensibilidad de las capas bajas de la sociedad. Los manera después de todo—, pero en las que, al menos,
argumentos de los saínetes musicales, de las obras del se ha ensayado y se ha contado a veces con las figuras
llamado género chico, forma hispana del vaudeville actuales, que son —y seguimos con la lógica— por lo
francés o del singspiel alemán, han sido entendidos común cantantes de ópera que no han llegado, joven-
siempre —por razones de cercanía o de identificación— citos que intentan abrirse camino donde sea o viejas
por la gente sencilla, ávida por otro lado de degustar carrozas que se resisten a jubilarse. Es ahora, cuando
la música fresca y directa que los ilustraba, de tararear se están cuidando en mayor medida los repartos, la
los números más pegadizos, de saberse de memoria los prestación orquestal y, sobre todo, las puertas en es-
cantables de la obra. Se establecía una clara relación cena, preparándose espectáculos muy dignos, y toda-
entre lo representado y lo vivido y se daban las condi- vía se funciona en precario. El escenario de la calle de
ciones necesarias para que se creara una forma de arte Jovellanos ha de reservarse a la ópera —un boom de
—habría que discutir hasta qué punto menor— eviden- los últimos años— y nos parece muy bien que el
temente auténtico, nacional, superador de formulismos INAEM, y el equipo que lo representa presidido por
a la italiana y capaz de enfrentarse a la indiscriminada Campos Borrego, le otorgue cierta preferencia. Pero
invasión de la ópera montada en torno a ellos, género sin descuidar al pariente pobre.
éste —y puede verse claro en las zarzuelas que lo imi-
tan o en los productos miméticos alumbrados por nues- En recientes declaraciones, Garrido Guzmán, direc-
tros autores— postizo y alejado de la gran masa tor general de aquel organismo del Ministerio de Cul-
popular. tura, reconocía que ahora mismo, cuando se sabe ya
Los más viejos nos cuentan cómo se vivía la zarzue- que el Real va a reabrirse como teatro de ópera en 1992
la, incluso en los pueblos más pequeños de nuestra geo- y que el nuevo Auditorio de música se inaugurará a co-
grafía, a principios de siglo o en los años mienzos de la próxima temporada, se desconoce el des-
inmediatamente anteriores a la guerra civil. Se organi- tino que se le va a dar a la sala. Qué cosa más lógica,
zaban funciones de aficionados, se montaban recita- más natural, decimos nosotros, que se pensara en ella
les; participaban todos y, he ahí lo más significativo, como albergue de la zarzuela, como centro difusor e
cantaban todos. Se seguía con interés la carrera de los impulsor, revitalizador de un género bastante fosiliza-
Sagi-Barba, Arregui, Pére? Carpió, Pulido, etc. Mo- do. No hablemos ya de resucitar —o más bien crear—
destas compañías abarrotaban los ínfimos teatros de una política de estrenos, cosa harto difícil porque han
la localidad manchega, asturiana o catalana correspon- cambiado mucho la música y la sociedad. Es impensa-
diente. Hoy la situación es muy otra. Generalizando, ble plantear en estos tiempos la composición de zar-
puede decirse que la zarzuela sólo interesa a aquellas zuelas al uso. Quizá no lo fuera tanto si se recuperaran
personas, ya de cierta edad, que han vivido en su pro- sus valores y se restableciera de tal manera el cordón
pia casa el fenómeno, por cuestiones ancestrales nor- umbilical entre el género y su público. Como casi siem-
malmente, o porque han abierto su sensibilidad a él. pre, nuestras autoridades musicales tienen la palabra.
Parece claro que los más jóvenes no sienten el menor De ellas depende la reanimación de este pobre fami-
interés por el tema: o están enfrascados en el amplio liar. El espectador no tardaría en reaccionar. Al am-
y supermanipulado mundo del pop o, si sienten algu- paro de la reciente Orden Ministerial de Ayuda a la
na apetencia cultural de mayores vuelos, se decantan Música y Músicos Españoles podrían arbitrarse
hacia la ópera o hacia la música sinfónica. fórmulas.

4 Scherzo
OPINIÓN

EL DISPARATE MUSICAL

Disparate «made in Spain»


ace algún tiempo, cierto con-
H cursante participaba en uno de
esos malhadados y horteras
concursos de nivel subminimo (o sea,
Triste panorama, en fin, el de nues-
tro país, en el que los gambislas sólo
pueden ir a la cocina o a las Pescade-
rías Coruñesas.
por debajo del umbral mínimo, es de- Pero claro, qué podemos esperar de
cir, para tontos, hablando claro) con un país en el que, hasta hace muy po-
que El Ente nos obsequia con más fre- cos años, la música no se enseñaba en
cuencia de la que sería deseable (para los colegios ni siguiera en Historia del
levantar (?) la audiencia (!)). El suso- Arte (que en realidad se limitaba a pin-
dicho, con cara de arrimadilo a la co- tura, escultura y arquitectura), en el
la, la pringó en cierto momento que, cuando luego se enseña, se hace
cuando, al preguntarle el presentador tarde y mal (o sea, cuando los chava-
quién era Manuel de Falla, contestó, les sólo saben oír rock), y en el que
- UNA BROMA MUSICAL imperturbablemente, firme asentado cuando un presidente del Gobierno ha-
sobre sus prerrogativas que... «es el-in- ce pinitos en el piano, lo sacan en tele-
ventor de las fallas». ¡Aguanta! visión. Porque lo noticiable, queridos,
ndaba yo camuflado de perso- Recordando esta pequeña anécdota es que al señor Calvo Sotelo, le guste

A na normal y de madrileño de a
pie, con la aviesa intención de
contemplar el panorama del mercado
he meditado un poquito y creo que no
deja de ser triste que esta sección se ha-
ya tenido que construir con... las bar-
baridades que los españoles hacemos y
la música y toque el piano, no que al
señor González le sirva de somnífero
(que lo sé de muy buena tinta), cuan-
do debiera ser al revés. Por ahí fuera,
discografico, y contar cuantas versio- decimos sobre la música (clásica, claro
nes de mis sinfonías había en los ana- el señor Schmidt, ex presidente de la
está; en la otra siempre estamos a la úl- RFA, no sólo toca el piano, sino que
queles de las cada vez más escasas tima). Toda aquella ristra de dispara-
tiendas de discos, cuando, hallándome. hasta graba discos. Allí, si el señor Kohl
tes que motivó mi segundo articulo en se durmiera en un concierto, saldría en
en una de ellas, penetró en la misma un esta sección y que terminó por dar ti-
músico ejerciente, cuyo nombre ahora tulo a la misma es, en su mayor parle, los papeles. Aquí, la noticia es que el
no recuerdo. el resultado de la cultura que este país señor González vaya al concierto.
Tras cantar sus propias alabanzas, maneja en general y, especialmente, en Resumiendo, majos, que no tenemos
relatar sus virtudes exquisitas, y soltar lo musical. remedio. El otro día cierto cronista po-
algún gallo, comenzó a denostar la vi- lítico citaba el «Aleluya de Mendel»,
da musical de esta tierra, ya que al pa- Ese y no otro es el motivo de que dis- sin caer en la cuenta de que el Aleluya
recer no le contrataban ni por reco- lates como el famoso «Tosca de Ver- es de Haendel, y que Mendel era aquel
di» salgan a la luz sin que nadie les señor de los guisantes lisos y rugosos
mendación. El personal que había en ponga freno. Pero la cosa tiene raíces que luego originó todo el revuelo de los
el interior de la tienda, tanto emplea- aún más profundas de lo que uno pue- cromosomas, producto de sus leyes. El
dos como presuntos compradores, de imaginarse. Vean, si no, el ejemplo lujosísimo (?) programa (??) de mano
optó por dejar de mirar carpetas y ca- que les expongo.
rátulas y prestar oído a lo que se decía de los conciertos de Kleiber en el últi-
por tan desaforado personaje. Conocí a un sujeto, en cierta oca- mo Festival de Otoño citaba a «Bruno
Yo contemplaba absorto el disco sión, que se solazaba tocando la viola Fricsay» entre las batutas que han di-
de gamba, noble afición donde las ha- rigido a la Sinfónica de Baviera, que,
compacto con mis sinfonías salzburgue- ya, que no sube el colesterol ni perju- como se sabe, ha trabajado también
sas en la eximia versión de Schróeder dica a las vértebras lumbares. El sujeto con Ferenc Walter, Georg Karajan y
y Hogwood, cuando, con riesgo de que relataba compungido cómo, en el col- Herbert Von Solti. En fin, termino con-
se hubiera hecho añicos, lo solté ano- mo de la mala suerte, fue preguntado tándoles lo más gracioso: dicen que
nadado al escuchar de nuestro miste- en la mili por sus habilidades, y, ha- Plácido Domingo (que está en todas
rioso intérprete que determinado crítico biendo citado entre ellas el instrumen-
musical debería meterse sus cataplines to mencionado, resultó fulminantemen- partes,
otro día
como la Coca-Cola) enlró el
en un auditorio de Houston
en la barba (sic) y comprender que no te destinado a la cocina. Quedóse el po-
vale para crítico quien no es músico bre sumido en profundas e imposibles cantando Aida mientras se representa-
profesional. cabalas sobre qué nefasto hado le ha- ba... El rapto en el Serrallo. Los ató-
Mi reacción fue buscar un álbum de bría conducido al culinario aspirar a nitos espectadores todavía se deben
mi Flauta Mágica para estampárselo en que el cabo primero correspondien- estar preguntando cómo se equivocó de
la cabeza, pero llegué a la conclusión te supiera qué cosa es la viola de escenario. Encantador, ¿no creen?
de que como soy músico no puedo cri- gamba.
ticar... y me callé. Rafael Ortega
Ahora pienso que no lo debí hacer,
• previos interesantes
porque vociferar en público contra la <
de Tkmia

al
crítica musical, citar nombre y apelli- • in « T I fiase hoy mismo
dos de un caballero para ponerle ver- •llámenos!
de, sólo puede ser cosa de salieris. Salí
del local vomitando cerveza vienesa. SOTO MESA 2478583/2482927
•danza i Cosf.imH.i lie .S.-irftJnrjn 2
W.A.M. 5Jn n-Upc nal, -i
13 años de experiencia nos avalan 2íK'M ,'MDKIÍJ

Scherzo 5
OPINIÓN

se diga, o formulan frases del tipo «se-


BACHILLERÍAS CARTAS ría imposible analizar los mil y un ma-
tices, muchos los detalles, entramos
dentro de lo indescriplible...» Desde
Sr. director de SCHERZO: luego, no me cabe duda, ¿cómo se va
Un fantasma recorre Europa: la me- a describir o analizar aquello que no se
diocridad. No voy a hablarles de los po- entiende? ¡Si los críticos saben todavía
De músico líticos. Hablemos, por ejemplo, de la menos música que los intérpretes al uso
y cantor música clásica. El continente que alum- (y mira que es difícil)! Pero ocupan car-
bró inspiraciones increíbles, genios in- gos, dan o deniegan becas, parten y re-
comparables, se los ha tragado, los ha parten. ¡Dios mío, qué cruz!
triturado, ha infamado su memoria y, Por si fuera poca la ignorancia, vie-
conviniéndolas en hamburguesas, sal- ne además la idolatría. Yo, con todos
ierto día, en mis años de es-

C tudiante de Salamanca, glo-


saba el maestro Bernardo
Clavijo aquella frase de Boecio en
chichas y otras piezas de charcutería no
siempre fina, ha procedido al sistemá-
tico consumo de sus obras, transforma-
das por arte y magia de las hormonas,
los estilos, los discos, los directores-
los respetos, ni estaba fascinado ni salí
encantado de los conciertos del Sr. Klei-
ber en Madrid. Aparte de leer libros
sobre anecdotario de orquestas, in-
la que hace distinción entre músi- estrella, los abonos, el snobismo, la térpretes o teatros, ¿se ha pregunta-
co y cantor. «Este», venía a decir, clientela, los sponsores y las modas en do alguna vez algún crítico qué es de
«pone en práctica el arte musical, auténtica basura consumista: muchas verdad un fraseo correcto y si está pre-
notas, algún sonido; mucho ruido, po- sente o ausente en los conciertos que en-
aunque desconoce los principios en juicia? ¿No le ha suscitado a nadie,
que se funda. Pero sería impropio ca música. Mediocre Europa que, sin absolutamente a nadie, la más mínima
personalidad alguna, devorada sin du- duda la disposición trastocada de la
llamarle músico, título que sólo se da por el american way oflife y obser-
puede dar a quien ha estudiado y vada de reojo por los países del Este, orquesta (de Baviera), alterando la fi-
conoce los secretos de la música». pare continuamente mas y más concier- siología de la orquesta para la que
tos, de iniciativa privada o pública, sin escribieron Mozart, Brahms o Beetho-
Jamás pensara yo que hiciera fal- ningún sentido, aunque con un objeti- ven, lo que repercute, por lo pronto y
ta inventar otra categoría distinta vo muy claro: ¿opio del pueblo, opio como poco, en la afinación del conjun-
de éstas, a no ser para distinguir la de la élite? No, sentirse cullos y auto- to? ¿No merecen el más mínimo co-
complacidos. mentario los experimentos alternando
diversa pericia de cada cual, mas los arcos prescritos en las partituras eje-
hete aquí, que cada día oigo hablar cutadas? ¿Es más importante que esto
de los musicólogos, como clase dis- Mediocres intérpretes que, lo mismo la coreografía desplegada por el direc-
tinta y, pretendidamente, superior leen en público una partitura de tor, cuya variedad (sic) gestual no pa-
Brahms hoy y mañana a Janacek, que saba de tres clases de movimientos,
a las otras dos. Acaso se piense que por la tarde ejecuian a Verdi, Fresco- siendo el más singular el de brocha de
para ser músico o cantor no ha de baldi o a Pierre Boulez (de ahí la fa- pintor con el brazo derecho, descodi-
practicarse la lógica. mosa sentencia critica de que quien da ficado, pues lo mismo valía para una
Lo que más sorprende es que, muchos conciertos ai año, ni los hace anacrusa y un legato que para un cal-
todos bien ni tiene mucho tiempo para derón? ¿La más pequeña duda? ¿Es to-
precisamente, los musicólogos son estudiar). Pero basta que se busquen un do esto indiscutible? Yo, que puedo no
los que parecen carecer de lógica. buen manager, una agencia publicita- estar de acuerdo, me conformaría con
Hay musicólogos, unos pocos, con ria o la complicidad de los críticos pa- un análisis del entendido, un a-ná-li-sis
título de tales por una (y sólo una) ra que sean in-dis-cu-ti-bles. y que luego cada uno concluya lo que
universidad, o, algunos más, por Mediocres críticos o entendidos quie- quiera.
algún conservatorio. En cada caso nes, parapetándose en cuatro clichés o
las materias aprobadas han sido topicazos, convienen las así llamadas Claro que como no hay crítica, sino
bien diversas y distinta la duración críticas en una mera exposición de gus- emoción visceral, cada cual se acoge al
tos personales sin tener el coraje de co- brocardo «Este señor no da muchos
de los estudios. Pero, además, oirás nocer «me gustó o no me gustó», conciertos», «El que da muchos con-
muchas gentes han decidido llamar- apelando a una objetividad que, sin ciertos estudia poco», «Este señor no
se musicólogos por alguna de estas embargo, no aparece para nada en sus es un indocumentado» (es un genio in-
razones: tener en casa los cuadros comentarios: ningún valor crítico pue- discutible). La poca cantidad de con-
de tener quien no analiza la actuación ciertos al año, se me ocurre a mí, no
sinópticos del P. Sopeña, tocar la de un intérprete conforme a unos mí- garantiza la calidad de los mismos. Lo
gaita, ser capaz de emitir juicios nimos principios o reglas musicales único que garantiza es que, o se tiene
aun sin saber del tema, no ser ca- (que los hay, lean si no de Rameau un cachet muy alio (como es el caso)
paz de emitir juicios (ni sonidos), o Schónberg algunas páginas) donde o que no se gana ni para bocadillos.
pero sí de transcribir documentos, puedan hallar un campo común las
subjetividades de cada aficionado o No, señor Director, no crea que le
saber inglés (para traducir textos in- pseudoaficionado. Pero no, alineándo- hablo de SCHERZO, no le hablo sólo
gleses) o francés o alemán, pagar la se desde el principio con un favoritis- de los entendidos e intérpretes españo-
cuota anual de la Sociedad Españo- mo o aversión por cierto intérprete, se les; este vicio invade Europa y nadie tie-
la de Musicología, pagar la inscrip- encadenan desde ese apriorismo una se- ne ni idea de nada pero todos opinamos
rie de latiguillos y frases manidos y con- de todo. Mediocre yo que, por muchos
ción de algún congreso ad hoc... sabidos. Hagamos sí no una prueba: ¿a años que viva y estudie, jamás com-
Si algún hijo suyo le dice que que ya sabemos lo que va a decir el se- prenderé qué nos quiso decir Brahms,
quiere ser musicólogo no se deses- ñor X del concierto Y antes de que se por ejemplo, y todavía pierdo el tiem-
celebre? ¿a que lo saben todos los lec- po y el dinero en estos menesteres de
pere. Cómprele un violín y llévele tores de su revista? lectura varia.
a conciertos. A lo mejor aún está
a tiempo de conseguir que sea Un fantasma recorre Europa: sálve-
Mediocre Europa, cuyos entendidos se quien pueda.
músico. musicales, o bien no asisten al concier- Reciba un cordial saludo
to, o bien se duermen en Granada en
el concierto de Boulez y luego lo ponen
Sansón Carrasco por las nubes (en sueños) para que no José Migue! Rodríguez Tapia
6 Scherzo
EMI OBTIENE
SIETE
PREMIOS DEL DISCO
"GRAMOPHONE"
1987
©rchestral

CD CDS 7477058 (2 discs)


O EX 2705673 (2 LPs) E l EX 2705679 (doublepláyTQ

^eriS Performance

BEETHOVEN
Sinfonien

(DCDS 7476258 [2 discs) ThcLomton


G EX 2704743 (2 LPs) Q EX 2704749 (doubtepiayTC) Classical Pi
ROGER
NORRINGTON
Ghanúvr
CHAUSSON Concertó ta Piano, Violin and Slring Quartet
'Unfimstied' String Quartet
Jesn-Philippí Collanj, Augustin Dumay, Muir String Quartet
(DCDC7475482 OEL2703ai1 SJEL2703814

The Ait of rilo Schlpa


The KMV Treasury O EX 2909483 (2 LPs) E l EX 2909485 [2 TCs)
ÍUCDC747K82
G E L 2705631 B E L 2705634
Latest reléase in this n w Beethoven Sympruny cycle. Symphony Ma 9 'Crural'
CDCDC74S2212 OEL2706671 QEL2706674
SCHU8ERT String Quartets Nos. 8,14 & 15
Piano Trio m E fíat. Fantasía in C
Busch QuirUt, Rudotl Sírtin
The HMV Treasury O EX 2909503 (3 Lfs> E ) EX 2909509 (2 TCs)

Beecham conducts DeNt» - The complete stef eo recwdings


CDCDS 7475098 (2 d.scs)
ACTUALIDAD

mente, y plenamente acertados en la re-


Algo se mueve en Portugal creación de sus personajes. De todas
formas, no es Testoride una ópera que
demande extraordinarias cualidades
esulla que a la vuelta de la esqui- celos, bodas, dolor, traiciones..., en
R na, como quien dice, tenemos la
magnífica oportunidad de escu-
char música de la más alta calidad en
fin, todos los ingredientes de un verda-
dero dramón. Lo interesante es que, a
partir de ahora, existen muchas posi-
técnicas, pero si requiere ese punto de
expresión y dramatismo sin el cual se-
ría difícil seguir con interés la represen-
tación. Peor estuvo el contratenor
versiones excelentes, y casi nunca apro- bilidades de que Testoride Argonauta Mihaka, que sustituía —sin previo
vechamos la ocasión. Nos estamos re- sea objeto de grabación discográfica aviso— a Nathalia Stutzmann, y que
firiendo a la gran cantidad de —no olvidemos la intensa labor reali- tuvo bastantes problemas con su pane.
espectáculos de música y danza que zada en este sentido por la Gulbenkian, Por fin, hablaremos de la escenogra-
programa la Fundación Calouste Gul- que patrocina con enlusiasmo muchos fía, sencilla, e incluso un punto inge-
benkian en Lisboa y otras ciudades por- registros, como el realizado por Colín nua, dedicando su máxima atención al
tuguesas, y que a menudo son [an Davis, The Knoi Garden, deTippet, o excelente vestuario. Así, pues, nuestras
interesantes como lo que se ve por aquí. el álbum Voces Angeüacae, interpreta- sinceras felicitaciones a la Gulbenkian,
Un buen ejemplo puede ser el de las do por Pro Cantione Antiqua of que una vez más demostró su preocu-
Jornadas de Música An ligua, que en es- London— y de nuevas representacio- pación e interés por el patrimonio mu-
te año llegaban a su octava edición con nes, lo que sin duda merece, puesto que sical propio (cosa que debería ocurrir
un festival cuajado de importantes in- su música es bellísima, de una calidad de cuando en cuando en España).
térpretes, como Tallis Scholars, Nigel sosprendente, con continuos ecos mo- Antes de la ópera, los días 14 y 15,
Rogers, Jordi Savall y su nueva Cape- zartianos, no sólo en el tratamiento or- La Capella Reial de Barcelona y Hes-
lla Reial, el Clemencic Consort, etc. questal, sino también en el de las voces. perion XX ofrecieron sendos concier-
Nosotros asistimos a las últimas sesio- De las dos sesiones ofrecidas en Lis- tos dedicados a villancicos españoles y
nes musicales de este exquisitamente or- boa tuvimos oportunidad de escuchar portugueses, por un lado, y a las misas
ganizado festiva], que tuvo como la primera, el día 16 de octubre. Rene de Cererols ya reseñadas en el SCHER-
broche la primera audición moderna (lo Clemencic se presentó con una joven ZO último (puesto que se dieron lam-
que equivale a decir estreno mundial) orquesta con instrumentos antiguos, bién en Barcelona). La jornada de los
de la ópera Testoride Argonauta, del que en líneas generales tuvo un muy villancicos constituyó una auténtica
compositor portugués Joao de Sousa buen nivel, tanto en las cuerdas como sorpresa, ya que pocos esperábamos en-
Carvalho, un músico que vivió entre en metales y madera. Clemencic está contrarnos con una música tan mara-
1745 y 1798. La Fundación Gulbenkian haciendo constantes progresos en el te- villosa como la que escuchamos:
tuvo la feliz idea de rescatar esta parti- rreno operístico, y realizó un espléndi- verdaderas joyas preciosamente elabo-
tura del olvido mediante un encargo do trabajo, dirigiendo siempre con un radas, cuajadas de felicísimos efectos
hecho a Rene Clemencic, al final res- gesto preciso y vigoroso, consiguiendo expresivos, y que encontraron en el
ponsable no sólo de la elección de esta de la orquesta, Clemencic Consort, un elenco de Jordi Savall una interpreta-
determinada obra, sino también de su sonido muy atractivo, siempre terso y ción insuperable por afinación, empas-
realización en el Gran Auditorio de la límpido. En cuanto a los solistas voca- te, técnica y sentimiento, lanío en lo
Fundación en Lisboa. El libreto es bas- les, cinco, todos tuvieron muy buenos vocal como en lo instrumental. Eran
tante prototípico de lo que eran los ar- momentos, pero destacaremos la labor obras de Cererols, de Cabanilles, de
gumentos operísticos de entonces: de Lina Akerlund, soprano, y Mario Correa, de Gaspar Fernandes, etc., que
prisioneros, equívocos de personalidad. Cecchetti, tenor, muy bien estilística- debieran ser presentadas al público es-
pañol urgentemente. Por fin, el día 15
de octubre llegó el programa Cererols,
que también pudimos escuchar unos
días antes en León, y que en esta oca-
sión fue primorosamente recreado, lo-
grándose una lectura modélica, con un
trabajo de voces que demuestra que La
Capella Reial va a poder ser conside-
rado muy pronto como el mejor grupo
para este tipo de repertorios.
Ojalá que desde España tengamos
oportunidades de aportar cosas tan in-
teresantes a la música antigua. El es-
fuerzo de los músicos como Savall está
probado. Ahora falta el de las institu-
ciones (por ejemplo, este último con-
cierto se pudo celebrar gracias a la
coproducción de la Fundación Gulben-
kian con otro interesantísimo Festival,
el de la Abadía de Ambronnay, en
Francia). Para terminar, sólo nos que-
da instar a los amantes de la buena mú-
sica a que de cuando en cuando viajen
hasta Portugal, ya que a su atractivo
turístico últimamente está añadiendo
con fuerza el musical, y de calidad.
Una escena de la opero Testoride Argonauta. F1' tíDO SARAIVA J.C.C.A.

8 Scherzo
ACTUALIDAD

Desde EE.UU
Música antigua en Baden-Würtemberg Nathan Milstein ha vuelto a su pú-
blico de Mannhatan después de diez
meses de inactividad forzada. A sus

L
a Asociación para la Música ochenta años, Milstein se ha recupera-
Antigua de Baden-Würtemberg do asombrosamente de una caída que
(Alemania Federal) organiza, le ha tenido con el brazo en cabestrillo
año tras afio, una singular muestra de y que hizo que más de un seguidor
lo que es el mundo de la interpreta- anunciase el fin de la larga carrera del
ción con instrumentos auténticos, y maestro.
que esta vez se celebró del 25 de oc- Sin embargo, el pasado domingo 10
tubre al 2 de noviembre. Talleres, cur- de octubre, Milstein volvió a la sala
sos, conferencias, debates y concier- «Y» de la calle 92 para tocar con la
tos forman el apretadísimo programa, New York Chamber Orchestra. Según
del que aquí les traemos reseña de lo
que nos pareció más atractivo. los expertos, Milstein ofreció una bo-
nita versión del concierto de Bruch con
El primer concierto que vimos fue las cualidades que siempre le han carac-
el de Reinhard Goebel y Música An- terizado, su naturalidad, un estilo re-
tiqua Kóln, el 29 de octubre, con la finado y pleno de confianza en su
Mensa Sonora de Biber. Con los cam- técnica y una musicalidad delicada, y
bios realizados en el grupo, Goebel ha nada de atrevimientos ni de sobrecar-
conseguido una mayor incisividad y ga en el cansina. La dirección de Ge-
fuerza. Técnicamenie estuvieron per- rad Soward, al parecer, gris, no
fectos (qué bella es la música de cá- produjo sobresaltos. Bienvenido maes-
mara —dos violines, viola y tro, y que sea por muchos años para
continuo— cuando se hace bien...), Reinhard Goebel.
aunque echamos en falta un poco más alegría de los neoyorquinos.
de imaginación para dar un toque La radio pública, la única que no se
personal y diverso a cada una de las Fue muy interesante su visión de las financia con la publicidad agobiante de
sonatas que conforman la Mensa So- obras medievales, con una imposta- este país y que sobrevive gracias a la
nora, Pero, en definitiva, fue una ción de la voz oscura, desgarrada, du- «generosidad de los oyentes» —así lo
gran noche de música, coronada con ra, muy diferente de la utilizada en la repiten sus simpáticos locutores— está
un impresionante bis de la Tafelmu- Misa a cuatro voces de Thomas Ta- pasando ciclos completos de Michel
sik de Telemann, que el grupo acaba llis. Su técnica extraordinaria, su afi- Haydn —que aquí pronuncian a la ale-
de grabar para Archiv. nación absoluta, hacen que puedan mana y no a la inglesa como en
cantarlo todo de modo realmente su- España— y Dietrich Buxtehude. Dos
El 30 de octubre salió a escena Hes- blime, especialmente cuando interpre- compositores mucho más serios de lo
perion XX, con un programa en tor- tan música profana, música menos que la atención que se les presta en la
no a la época de Lope de Vega. Ya severa, en definitiva. programación habitual parece sugerir.
nos va siendo imposible encontrar ha- Hicieron tres canciones de Tallis de La idea de aprovechar conmemoracio-
lagos nuevos para las hermosísimas forma admirable, y ofrecieron varias nes cronológicas trae a veces estas sor-
actuaciones de este conjunto. Fue, propinas que consiguieron transpor- presas tan agradables.
una vez más, una excelente muestra tarnos al ambiente de las tabernas in- La llegada del otoño ha sido una ex-
de gusto, de sonido, de interpretación glesas. La despedida, Sweet and low, plosión musical en Nueva York. La Fi-
imaginativa y exquisita que se tradu- de Barnby, quedará para los anales de larmónica de Viena en el Lincoln
jo en un estruendoso éxito. la interpretación de música vocal. Cerner, bajo la dirección de Leonard
Al día siguiente había dos intere- El 1 de noviembre actuó el laudis- Bernstein, y con Christa Ludwig, en un
santes actuaciones: por la tarde, en la ta José Miguel Moreno, con obras del programa que, junto a la 29 de Mozart
Providenzkirche de Heidelberg (loca- barroco francés —Gaultier y y la Quinta de Sibelius, incluía la Sin-
lidad que acogió este año el Festival) Mouton— y Bach. Moreno entiende fonía número I, «Jeremiafi», del pro-
I aCh ape He Roya) e, con Herréweghe al perfectamente el mundo de la músi- pio Bemstein. En el Avery Fischer Hall,
frente, ofreció un programa de poli- ca francesa, lleno de refinamiento, in- los Moscow Virtuosi, bajo la dirección
fonía renacentista, con la Miso Pan- trospección y atención a los detalles, de su primer violín Wladimir Spivakov
ge Lingua y motetes de Desprez, y que fueron las características de su la- con obras de Shostakovitch, Tchai-
motetes de Lassus. Tuvieron que lu- bor en el escenario, mágica y envol- kovsky y Bach. El 9 de octubre, André
char contra la sequísima acústica, pe- vente. Dotado de una técnica Previn y la Royal Philharmonic y el pia-
ro aún así demostraron su inmensa incomparable, y con un volumen so- nista Horacio Gutiérrez, y el domingo
base técnica y su perfecta afinación. noro inusualmente alio, acompañado 11 la primera visita a EE.UU. de la Or-
La Chapelle es un coro mixto, forma- de una pulsación clara y límpida, hi- questa Filarmónica Central de China
do por hombres y mujeres, pero la zo el mejor Bach que pueda escuchar- bajo la dirección de Suohyang Chen y
presencia femenina no es obstáculo se, hoy por hoy, en laúd barroco. En Li Jian al piano, una visita atractiva
para una adecuación estilística total, la Chaconne BWV 1004 (obra infer- por su exotismo para los aficionados de
que les permite acercamientos a la nal no escrita para laúd, por cierto) Mannhatan con obras de Ravel, Shos-
música del XVI, como fue este caso, hubo algún pequeño tropiezo, pero en takovitch y Chen-Yi. Además, están
de una calidad incontestable. genera] su concierto fue plenamente por aquí la Filarmónica de Rotterdam,
Por la noche llegó el turno del Hi- merecedor del gran éxito alcanzado, la Orquesta Tonkünstler de Viena y
iliard Ensemble, en un concierto inol- que confirma su excelente momento muchas cosas más que les iremos con-
vidable. Cantaron música de los siglos artístico. tando. Como dicen los orgullosos neo-
XIU al XIX, bises incluidos, y siem- yorkinos: «too much of everything»,
pre lo hicieron de manera perfecta. J.C.C.A. demasiado de todo. , .
Javier Roiz
Scherzo 9
harmonía
mundi
IBÉRICA
N V
harmonía Cestl Beethoven/Llszt
mundi OrvntaB Sm'onianúm 7, op 92
Concertó TianscupoOn para piano de F Liszl
O Í Sen* Jacobs Jeai>-C¡aude PenneBer, piano
( K IBÉRICA CDHMC 90110002 CO HMC 901197
LP HMC 110002 LP HMC 1197

BMthown/Llszt J. Brahma
Sinfonía nüm 5. op 67 Cuaneio para piano y cuerdas.
T'anscnpciOn Dflra piano de F Liszl op 25
S c h u b e r t , Smalanüm 19, Sonala para violto y piano, op 108
Íes Musicons
D958 CDHMC 901062
Paul Badura-SkoOa, parió
CDHMC 901155 LP HMC 1062
ArMí i » **n«alno MC HMC 401063
O f t v M/nter Contratenor LPHMC 1155
Phtiarrmnea Baroque Oictiestia MC HMC 401155
toiclioIBS McGegan
CDHMC 905183
LP HMC 5183

NdutM

Quatre Mains Romanlique Moniuszko


Schumann/Bratims/ Halla
MBndalssonhn/Wagner SOUSÍBS S Wóylowtcz. soprano
PMippe Coire y EOouard Eiei/ean. tV Octinwn. lenor
piano Coros do la Radio Telw&ón
CD LDC 278 888 de Cracovia
LP LDC 78888 Orquesta Sintónica de la Radio
1AXDLER Nacional Polonesa
CD LDC 278889Í90
LP LDC 78889/91

Schutwrt
Undtar
Alice Arle', «ano
CD LDC 278876
LP LDC 78876

hfymotv Bo*thov«n piano tríos


E fíat ma|or. op ! "50 1 G major
O0 1 no 2
The London Fortepiano Tno
CD CDA 6619'
htaydn Strlng OuartMs
Op 71 no 3 en E Flal
Op. 74 ™ 1 en C
The Salomón SInng Quarlet
Simón Standage. wolin
Micaele Comoerti. viol'n
LP A 66197
Trevor Jones, vida
Corelli Jennter Watd Ciarte, chelo
Li FaHa y otra* S o n i m CD CDA 66098
The Purcetl Quariet LPA 66098
CDCDA662Í6
LPA 66226 Haydn Strlng Quartot*
Op 71 no 1 en B Fia
Bocctwrlnl Op 71 r>o 2 en O
p The Salomón String Quartet
6inOmenor 8en A Simón Slandage WcVrn
London Festival Orcteara Micaela Comben"!. Violm
fíoss Po&e. Director Trevor Jones. Viola
CD CDA 66^36 Jennlai WarO Ciarte. Chelo
CD CDA 66065
LP A 66085
Orfeo Gluck
LJ Coren*
Ancí^ Slowatoewcz. soprano
H Goriynsia. soprano
CVordl
Obarto
G Dtmittova. soprano
C Bergo'i!'. lenor
L Juranek. soprano R Panerai. bato
8 NCY/icxa. mezzosoprano Coros de Is Radio de &aviera
Orquesta de la Radio de Munich
LaDanu Dtor Lamberto Gardetlr
É tgnatowicz. soprano CDC 105843 H
K Myrlak. Tenor LPS 105843 f
«tersa» Sinlonena MC M 10SB43 F
Dior Tomasz Buga;
CO C 135872 H Hlndemith
LP S 13587? H
Spontlni B*qukfn
Otympla Franz Schmldt BngíHB Fassóaende'
J Varady/Si Toayska DtBíncn Fiscner-Dieskau
Digtncti F/scher'Óieskau El Nbro da K » • * • ! • H i l o * Coro de la ópera del Eaado de Vmna
Paer Scnreter / fíoOen HoH Orquesta Sinfónica de Viena
Rías - Kammerttior
Mannercfior dei Deufscnen Oper Sylvia Gisentwg / C. watkinson Dior W Sawalliscn
Berlín TMoser/K Rydl CDC 112851 H
USO Berlín Coros de ¡a opeta det Eslado
Dior Garó Albrecnt de Viena
CO C 137862 H Oiquesa Sintónica de la Radio
IPS 137863 F deAustna
Dior L Zagrosek
CD C 143862 H

C. Salnt-Smns Vaughan Williams


Chandos Concierto para piano n? 2, o p 22
R. Schumann
Sintonía núm 5 The Lark Ascendíng

TTie London Symphony Orcheslra


Conoerio para pono, op. 54 O" Bryden Thomson
tstaeta Uargalit. piano CD CHAN 8554
London Philharmomc Orchestrd LPABflD126O
Dn Bryden Thomson
CD CHAN 8546
MC ABTD 126a
LP ABRD 1254

R. StIBUSS
A.B8X Una vtdi iM Hare*. poema sinianico
Conoeno para violoncelo op 40
l^orthen Bailad n° SCwtégBlor Cuairo últimos lieoers. op poa
OrctwHra/Meditairarwan Ovsrture to Feíicty Lotl. soprano
a Picareaque Comedy ScoUtsh Naliona! Oichostra
RaphBef Watlftscri violoncelo Oír. Neeme Jám
London Pbitnarmonic Orcriestra CO CHAN B518
Dir Bryden Thomson MC ABTD 1228
CD CHAN 8*94 LP ABRD 1228
LP ABR01204

Astree Beethov«n
LoaCuaitMo*
Cuaneío Vegh
Auvidis/Valois 8 CDS al precio de 7
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Obras para pianoforte
Paul Badwa-Skoóa
CDE 7710
LPAS40

Johann Sobastlan Bach


El anM da la Fuga
HesperionXX
Dior Jordi Sara»
CDE2001
LPE2O1

• Pata mayo: información


soüre estos catálogos
dmgirse a
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Avda. Pía dal Ve ni, 24
08970 Sant Joan Despl
TEATRO LÍRICO NACIONAL Información
TEATRO LÍRICO
NACIONAL LA ZARZUELA

LA ZARZUELA
Calle Los Madrazo. 1 1 , 6 °
Tel. 429 82 25
Telen 41493 T7M E
2B014 MADRID
SrtremiHideiiie: Jíse Antonio Campos
Direciot Musical Asociado Migue; Ángel Gome; Msilinez
19, 22. 25, 28 y 31 de marzo. 8,11,13, 16 y 18 de junio. REPRESENTACIONES
a las 20 horas a las 20 horas. FUERA OE ABONO.

DIE ENTFUHRUNG 21.23, 26 y 28 de febrero,

(Berg)
AUS DEM SERAIL a las 20 horas
En la Sala Olimpia.
Patricia Wise. Mariana Upovsek,
Claudia Eder. Donald George, (Mozart) FÍGARO
Gunlher Reich, Josef Frank Gerslhofer, Mariella Devia,
Libro y Música:
Hoplerweiser. Alfred Burgstahier. Doiolhea Wirtz, Gosta Winberg,
José Ramón Encinar.
BoOo Schwanbeck, Ernst Wilfred Gahmlich, Jaako Ryhanen.
(Estreno)
Gullstein. Hermann Winkler, Hans Dirección musical: Dalmacio González, Carlos
Frazen, Helmut Bohm, Ute Palmer. Miguel Ángel Gómez Martínez Chausson
REPRESENTACIONES Brlgitta Wulscher Dirección de escena- Dirección musical1
DE ABONO Dirección musical: Emilio Sagi José Ramón Encinar.
Arturo Tamayo. Escenografía y Figurines Escenografía. Figurines

é Con el patrocinio del


BANCO CENTRAL
Dirección de escena-
José Carlos Plaza.
Escenografía y Figurines:
Gerardo Vera.
Toni Businger.
(Nueva producción del
Teatro Lírico Nacional,
en colaboración con la Asociación
y Dirección de escena:
Simón SuSrez
(En coproducción con el Centro
para la Difusión de la Música
(Nueva producción del de Amigos de la Opera de Madrid. Contemporánea y el Cenlro de
1 9 , 2 3 , 2 6 . 28 y 30 de enero, Teatro Lírico Nacional). en su 25 aniversario) Nuevas Tendencias Escénicas)
a las 20 horas.
26 y 30 de junio: 4, 8 y 12 30 de marzo, a las 20 horas
15,18, 2 1 . 24 y 27 de abril,
LA BOHÉME a las 20 horas. de julio, a las 20 horas Recilal
(Puccini]
ERMIÜNE LES CUNTES SAMUEL RAMEY
Luis Lima/Francisco Araiza,
liona Tokody, Carmen González, (Rossini) DHOFFMANN baio
Montserrat Caballé, Margarita (Olfenbach) Warren Jones, piano.
Paolo Gavanelü, Alfonso
Zjmmermann, Chris Merrill, Alfredo Kraus, Eneúma Llons, Programa. Haendel, Purcell,
Echeverría, Enric Serra.
Oalmacio González. Martha Senn, Ana M.J González, Schubert, Rossini, Britten, Ravel,
Dirección musical: SesloSruscantini. Diana Moilague. Ivés
Antoni Ros-Marbá. Dirección musical Santiago Gericó
Dirección de escena; Alberto Zedda
Horacio Rodríguez Aragón. Escenografía, Figurines
Escenografía y Figurines: y Dirección de Escena:
Dirección musical. GALA DE LA
Hugo de Ana Hugo de Ana.
Alain Guingal. OPERA
Dirección de escena:
(Reposición de la producción (Nueva producción del Abril 1988
Giuseppe de Tomasi
del Teatro Lírico Nacional, 1986). Tealro Lírico Nacional).
Escenografía.
Ferruccio Villagrossi.
Figurines.
1 3 , 1 6 , 1 9 . 22 y 25 de febrero, 8.11,14, 17 y 20 de mayo, Pier-Luciano Cavallotb. MONTSERRAT
a las 20 horas. a las 20 horas (Producción del CABALLÉ
Gran Teatro del Liceo!.
AHILA ADRIANA Culi rt iMlruciiwi id1
(Verdi) LECOUVREUñ QUORUM
Yevgeny Mesferenko, (Olea) (•) Por primesa vef en el
John Rawnsley, Maria Chiara, Tea lio Lineo Nacional
Natalia Troüskaya, Elena La Zarzuela
Mario Malagnini. Sanliago Gencó, Obrazlsova, Jaime Atagall.
Alfonso Echeverría. Orazio Mori. 12 y 15 de mayo, a las 20 horas.
ORQUESTA SINFÓNICA En el Tealro Real
Dirección musical Dirección musical. DE MADRID (TITULAR DEL
Romano Gandolfi. Miguel Roa TEATRO LÍRICO NACIONAL) LE CID •
Dirección de escena: Dirección de escena.
José Luis Alonso Emilio Sagi. (Massenet)
CORO Y BALLET TITULARES
Escenografía. Mario Bernedo. Escenografía (En concierto)
DEL TEATRO LÍRICO NACIONAL
Figurines: Pepe Rubio. Ferruccio Villagrossi Plácido Domingo,
(Nueva producción del (Producción de ta Todas las úperas se interpretan
Teatro Lírico Nacional). Opera de Monte-Cario). en el idioma origina

MINISTER O DE CULTURA
ACTUALIDAD

Una ópera de Cerha en Viena Un clásico


El 26 de julio de 1960 la nueva
Festpielhaus de Salzburgo se inau-
guró con una producción de El ca-
ballero de la rosa, que durante el
desarrollo de aquel verano fue fil-
mada por Paul Czinner con la sala
vacía, aunque en el montaje final
se incluyeron aplausos y saludos de
los intérpretes para completar su
teatralidad. Distribuida por J. Art-
hur Rank la cinta dio la vuelta al
mundo. En Madrid pudo verse en
proyecciones realizadas por el Ins-
tituto Alemán, principalmente.
Una nueva copia, con recupera-
ción especial del deteriorado color,
se comercializó en vídeo y TVE tu-
Der Rattenfánger de Cerha con Ana Pusar y Peler Lindroos. vo el acierto de ofrecerla dentro de
su espacio mensual dedicado a la
ópera.
Friedrich Cerha, director del conjun- demos, como más conocidos, a los her- No ha pasado el tiempo por esta
to Die Reihe y más conocido en esta fa- manos Grimm, Goethe y Brecht. En el realización de Rudolf Hartmann,
ceta que en la de compositor, dirigió campo de la música podemos mencio- con decorados de Teo Otto y ves-
recientemente, con gran éxito tanto por nar un poema sinfónico de Paul Geis- tuario de Erni Kniepert. Casi un
parte de público como de critica, el es- ler y los Lieder de Hugo Wolf y Franz cuarto de siglo después, Karajan
treno de su segunda, obra escrita para Schubert, que toman como texto el vuelve sobre el montaje con míni-
la escena, Der Rattenfánger (El caza- poema escrito por Goethe. La figura mos retoques en la revisión. Y co-
dor de ratas). La primera representa- fue también incorporada al mundo de mo en el caso de la de 1960 edición
ción tuvo lugar el día 26 de Septiembre la ópera con anterioridad a Cerha. Des- (aquí con dos cambios en los come-
en la ciudad austríaca de Graz, con la taquemos, al respecto, las dos obras tidos centrales: Ludwig por Juri-
colaboración de las Operas de Graz y compuestas por Franz Glásser y Vik-
de Viena. Posteriormente, la obra fue tor E. Nessler en los años 1838 y 1879, nac, Stich-Randall por Rothem-
representada en el Teatro de la Opera résped i va mente. berger), la de 1984 ha pasado al
de Viena los dias 20, 22 y 24 de octu- Partiendo de la línea argumental pro- disco.
bre. Con este estreno, Graz consolida porcionada por la leyenda, Zuckmayer Es indudable que en la creación
su reputación como ciudad vinculada transforma la sustancia dramática, esen- filmada de 1960 los cantantes acu-
a la labor creadora de Cerha. Bastan- cialmente en lo que se refiere a la con- san a veces falta de espontaneidad
tes obras importantes de Cerha han vis- clusión, marcada por un profundo y ta cámara no tiene la agilidad que
to la luz por primera vez en este lugar. escepticismo hacia el ser humano y la hoy día el medio televisivo ofrece,
No debe olvidarse que en la Opera de utopia de un futuro mejor. Este escep- pero la realización en conjunto
Graz se dirigió también —antes que en ticismo se acentúa todavía más en el fi-
Viena—, la versión, completada por nal de Cerha. Este se vio obligado a puede, sin miedos, suscitar el cali-
Cerha, de la ópera Lulú de Alban Bcrg. reducir considerablemente la extensión ficativo de perfecta: por la sober-
Es ésta, como arriba se ha señalado, de la obra teatral de Zuckmayer. La bia dirección de actores, la
la segunda obra destinada por su autor consecuencia inevitable de ello fue la magistral utilización del espacio es-
a la escena. La primera, Baal (basada supresión de bastantes episodios. Lo cénico, el cuidado minucioso del
en Brecht), se estrenó en el Festival de que se acaba de decir no significa, ob- detalle. Musicalmente, ¿qué elogio
Salzburgo de 19S1 y no se ha manteni- viamente, falla de fidelidad a la idea mejor para ese cuarteto protagonis-
do en repertorio. En relación con Der original. Por el contrario, Cerha des- ta (Schwarzkopf, Jurmac, Rothem-
Rattenfánger,el propio compositor ha taca claramente el fondo de la acción berger y Edelmann) que el de
señalado que, probablemente, sea ésta y, sobre todo, amplía el estrecho mar- irrepetible?, ¿qué mayor esmero
su última obra para el teatro. La com- co temporal fijado por Zuckmayer.
posición exigió, de Tacto, todas sus Así, el autor lleva a cabo una generali- puede darse en la elección de un
fuerzas durante cuatro años. zación de los temas del modelo que le amplio y preciso equipo de secun-
La ópera se basa en la obra teatral fascinaron de modo especial, concreta- darios? ¿Cuándo Karajan fue tan
que. con el mismo título, escribió Zuck- mente el fenómeno del poder y los pa- efusivo servidor de una partitura
mayer y cuyo estreno tuvo lugar en Zü- trones de comportamiento de ello que (es evidente) adora?
rich en 1975. Su argumento se inspira resultantes en una sociedad co- En fin, ya se adelantó en el títu-
en la leyenda medieval del cazador de rrompida. En definitiva, una obra en lo, un clásico de la ópera en
ratas de la ciudad de Hameln. Esta fi- la que, como pusieron de relieve las
gura ha sido recogida en diversas oca- críticas a la primera representación, imágenes.
siones, tanto por la literatura como por Cerha ha conseguido una impresionan-
la música. Entre los escritores, recor- te música plena de expresividad. F.F.

Scherzo 13
ACTUALIDAD

Hemingway llevado a la ópera


El I Festival Internacional de Arte Lírico de La Habana inició su an-
dadura el pasado mes de octubre con el estreno mundial de la ópera He-
mingway, del compositor soviético Yuri Kasarian y libreto del escritor,
también soviético, Grigori Chiguinov. El evento, que tendrá lograr cada
dos años alternándose con el prestigioso Festival Internacional de Dan-
za, pretende recuperar la gran tradición lírica de la hermosa ciudad cari-
beña, que se ha visto bastante mermada en los últimos años, así como
revitalizar el género musical autóctono, que tiene una gran riqueza y di-
versidad.

P ocas ciudades americanas po-


seen la solera cultural de La
Habana, uno de los lugares más
cosmopolitas del mundo durante las úl-
timas décadas del siglo pasado y prime-
cional de Cuba devolverían el renombre
inlernacional a este viejo y entrañable
coliseo —situado frente al Parque Cen-
tral, en uno de los paseos más atracti-
vos de la hermosa capital cubana—, Ángel Menéndez en Hemingway.
ras de éste. Aunque su Oran Teatro donde ahora se ha desarrollado el 1 Fes-
data de 1832, los habaneros ya gusta- tival de Arte Lírico. Aunque sólo pude asistir a la prime-
ban de la ópera desde finales del siglo ra parte del Festival, no cabe la menor
anterior. En 1811 crean su propia com- duda que lo más interesante del mismo
pañía lírica estable, compuesta en su Variedad y coherencia residía en el estreno mundial de la ópera
gran mayoría por cantantes españoles, Ernest Hemingway de los autores so-
y a partir de la inauguración del (eatro La programación de esta primera viéticos Yuri Kasarian, compositor, y
comienzan a suceder se las visitas inin- edición lírica del Festival de la Haba- Grigori Chiginov, libretista. Se trata de
terrumpidas de las mejores compañías na, que ha tenido lugar entre el 17 y el una obra compleja y desigual, escrita
europeas, principalmente italianas. No 31 de octubre, ha resultado tan intere- en un lenguaje politonal y estructura-
sólo la ópera, sino también la danza y sante, como coherente y variada. Así da en un prólogo y dos actos con siete
el teatro alcanzan su máximo esplen- títulos más clásicos como Traviata, cuadros, incluido un ballet en el segun-
dor, y La Habana se convierte en pun- Fausto o Cavallería Rusticana, han al- do acto, que recrea momentos de la vi-
to de encuentro de los mejores artistas ternado con otros absolutamente nove- da del prestigioso escritor norteame-
de todos ios tiempos. Por las tablas de dosos, que incluían desde el estreno ricano a partir del ambiente de algunas
su Gran Teatro han desfilado cantan- mundial de una ópera hasta la recupe- de sus novelas más conocidas. Adiós a
tes como Luisa Tetrazini, Enrico Ca- ración de El Caminante, ópera cubana las armas, París era una fiesta o El viejo
ruso o Beniamino Gigli. Allí bailó la del compositor Eduardo Sánchez de y el mar son, junto a otras referencias
divina Anna Paulova o la mítica baila- Fuentes, que no subía a escena desde de carácter netamente histórico, la ba-
rína romántica Fanny Elssler, y actua- hacía más de sesenta años. La Zarzue- se sobre la que discurre la esencia y el
ron, entre otras muchas, actrices como la autóctona hacía su hueco con la co- hilo argumenta! de esta ópera, que en
Sarah Bernhardt o Eleonora Dusse. nocida Cecilia Valdés de Gonzalo Roig, palabras del compositor representa (da
Erich Kleiber dirigió la Orquesta Filar- al igual que la opereta con La viuda ale- aglutinación de lo literario y lo huma-
mónica de La Habana durante seis años gre. Además hubo varios recitales líri- no en la vida de Hemingway», y en la
(1943-1948) y Arturo Rubinstein o Pa- cos y toda una serie de actividades que, anee todo, se busca el ensalzamien-
blo Casáis se convirtieron en asiduos vi- colaterales con conferencias, películas, to del gran sentido humanista del autor
sitantes, al igual que otros Cancos videos y exposiciones, entre las que ca- de Tener y no tener.
preciados artistas. Luego, tras una lar- be destacar una con obras de composi-
ga crisis, Alicia Alonso y su Ballet Na- tores cubanos del Teatro Lírico
Nacional. La partitura es irregular y está escri-
ta con más oficio que imaginación. Se
aparta de lo tradicional, lo mismo que
de las vanguardias, y abundan las re-
ferencias a Shostakovitch y otros mú-
sicos. La interrelación música-drama
no siempre funciona y existe una clara
descompensación entre el foso y las vo-
ces, que se vio aún más agravada por
las condiciones acústicas del teatro. La
interpretación fue francamente loable,
dadas las grandes dificultades que en-
cierra la partitura, sobre todo para los
cantantes y muy especialmente para el
ro! protagonista, que bordó el baríto-
no Ángel Menéndez. Magnífica fue
también la dirección musical de Elena
Herrera. Desde el punto de vista escé-
nico hubo de todo, aunque lo mejor es-
tuvo al final del segundo acto en la
espléndida realización coreográfica y
escénica del ballet, con escenas de El
viejo y el mar. La acogida del público
fue bastante fría, al igual que la de la
crítica local en la prensa diaria.

Gran Teatro de La Habana. GRANDAL Antonio Moral


14 Scherzo
T * TEATRO
REAL IBERDUERO

OROUESIAYCORO
NACIONALES
DE ESPAÑA
TEMPORADA i987/i988

10 Solutas
4. 5. 6 Diciembre 1987

Víctor Pablo Pérez


J»an Fierre Rampal, flauta
Anlonin Arúu. flauta
Abono A
12 18. 19, 20 Diciembre !9g7

Director Philíppe Entremont


Solista. PhiHpfw Enlrcmoat. piano
Abono B

StnviDsky Diw ni mentó del Ballet "La Baiser de la Fce"


4/imarosa "Concierta para df* Pautas en Sot mayor Mazarí Concierto para piano y orquesta núm. 17 en Sol
KhftchaEurian Concierto pjra flauta > orquesta mayor. K 453.
García Abril Ohra a dcTcrmindi Saint-Saens Sinfonía nüm .1 en I>i mcíiitr Op 78 (con
Brillen 'Sinhinu de Réquiem. Üp 20 •rganoi

11 II. 12, 13 Diciembre 1987

Walter Weller
Makolm I-Vagfr, piano
Abono Libre
13 Solistas
16, 17 Enero 1988

Coro Nacional de España


Víctor Pablo Peres
\ determinar
Abono B

HaJfTItr D O Í bocetcn sinfónicos Mozart Sinfonía núm. 40 en Sol. menor K. 550


Mazarí Concierto para piano y orquesta núm 24 Do Haydn Misa num Do mayor "In Temporc Belli".
menor K 491
[Korah Sinfonía rmm 7 en Re menor. Op. 10

Este avance de programas es susceptible de modificación

Localidades disponibles en taquilla todos los Domingos

MINISTERIO DE CULTURA
ACTUALIDAD

Prometedor
comienzo Un Tríptico mediocre
Barctlon*. Gran teatro del Liceo. Puccini. // Trirtico. Olivia Slapp. Alessandro Cassis, Nicola Mar-
Barctlona Ralau de la Música. Brillen, Wat Ré- tín ÜCC i, Maiia Chiara. Margheriia Lilowa, Rolando Panerai, Dalmau González, M' Angeles Pe-
quiem. Coro Pro Música. Orquesla Ciudad de ters. Dirección musical: Robe no Abbado. Dirección escénica: Silvano Bussoiti. 2.Í.8.1O-X1-87.
Barcelona. Director; Franz-Paul Decker. 31-X;
1X1-87. El Triplico pucciano no se repren-
Con la interpretación del War Ré- s en taba completo en el Liceo desde tuvo que vestir una indumentaria ab-
quiem de Briden la Orquesta de la Ciu- 1973, y por lo tanto era lógica la surda y mostrar una caracterización
tat de Barcelona, dirigida por su titular expectación que susciló el hecho de inexitente (¿dónde estaba el gran na-
Franz-Paul Decker, clausuró el Festi- programarlo en la actual temporada, sone del que habla Rinuccio en el li-
val Internacional de Música de este año y más aún como espectáculo inaugu- breto?). Su actuación rayó aún a gran
a la vez que inaugura con este concier- ral, pero los resultados han sido más altura, si bien en ocasiones hizo gala
to su temporada regular de invierno. bien decepcionan (es. Para la que de- de una brusquedad excesiva para el
Un Festival que se ha caracterizado, a biera haber sido brillante ocasión se pillo contadino toscano que es Gian-
la par, tanto por el atrevimiento de su recurrió a una muy discutible produc- ni Schicchi. Lo más logrado estuvo en
programación como por la escasez de ción de la Scala de Milán con regía
del compositor Silvano Bussotti y es- su imitación del difunto Buoso Do-
público asistente en general a cada uno nati. Nada que objetar a la Lauretta
de los conciertos, y que ha puesto una cenografía y vestuario de distintos
autores. // Tabarro nos mos- de Ma Angeles Peters y al Rinuccio
vez más de manifiesto que todavía es- de Dalmau González. Consignemos
tamos muy lejos de conseguir, a pesar traba un París siniestro, qui-
de las apariencias, una ciudad con una zás excesivamente, con un
vida musical normalizada. abusivo uso del filtro rojo en
los focos, que le daba un as-
El concierto de clausura se desarro- pecto falsamente infernal.
lló, pues, en la misma tónica de siem- En Suor Angélica las cosas
pre, y el atractivo de la obra progra- cambiaron para bien: un es-
mada sólo se vio compensado por la pacio conventual diseñado
convocatoria de un escaso número de por Michele Canzoneri con
aficionados. Sin embargo no todo son una cierta proximidad a la es-
motivos para el desaliento si tenemos tética metafísica de Chírico,
en cuenta, sobre todo, el espléndido más en las formas que en el
trabajo que en esta ocasión supo reali- color. Pero en Gianni Schic-
zar Decker al frente de la orquesta, el chi, con decorados y vestua-
Coro Pro-Música de Londres y de los rio del propio Bussotti, de ^ _ _ _ ^_
dos coros infantiles catalanes. Afron- una fealdad absoluta, pare- M
tar una obra de tales magnitudes no es ció que asistíamos a una
tarea fácil ya que además de exigir por función de teatro de aficiona-
parte del conductor una idea global cla- dos, con su comicidad apolillada y que en las tres mini-óperas, las se-
ra donde hacer incidir cada uno de los un movimiento escénico nervioso gundas partes oscilaron entre la sol-
números conectados entre si de una mi- acompañado de gesticulaciones his-
triónicas. Como melteur en scéne vencía más absoluta y la medianía.
sa de réquiem concebida de forma La dirección musical corrió a car-
absolutamente unitaria, había el pro- Bussotti sólo acertó en Suor Angéli-
blema de saber ensamblar tres contin- ca, donde la protagonista —casi tan go del idolatrado Roberto Abbado,
gentes autónomos: coro infantil rematadamente loca como la Senta de que debemos juzgar satisfactoria si no
acompañado de órgano, coro mixto y Harry Kupfer— asiste a una apoteo- fuera por sus precipitaciones en los
orquesta, y solistas junto a pequeña or- sis final iconoclasta, sin madonna ni tempi y sus excesos efectistas. La or-
questa de cámara. Decker, mediante bimbo, puramente luminotecnia). questa del teatro demostró que por el
una acertada disposición de los grupos, momento sigue en el mismo mediano
acentuó la diferenciación de planos so- nivel de las últimas temporadas. Ve-
noros correspondientes a áreas semán- Tampoco los cantantes resultaron remos qué piensa hacer al respecto
ticas específicas, como por ejemplo ser realmente satisfactorios: en // Ta- Uwe Mund, nombrado recientemen-
hacer oír en offcl canto litúrgico y ob- barro destacó el buen hacer de la so- te director musical de la misma.
jetivo de las voces de los niños situa- prano Olivia Stapp —que fue Jordi Ribera Bergós
dos en el piso superior, o separar la ganando en calidad a medida que
soprano solista de los otros dos cantan- avanzaba la representación—y del ba-
tes masculinos encargados de las inter- rítono Alessandro Cassis, pero el te-
polaciones de los textos ingleses del nor Nicola Martínucci fue un Luigi
poeta Wilfred Owen. El resultado fue sin pasión ni mordiente. En Suor An-
una interpretación impecable de todo gélica el ambiente se caldeó en mayor
momento y atenía a poner en eviden- grado con la intervención de María
cia los matices de esta obra compleja Chiara en el rol principal; soprano de
cuyos efectos masivos nunca ensombre- muy agradable voz (recuerda a una 29 41
cen la delicada filigrana de su estruc- especie de simbiosis entre la Freni y
la Scotto) mostró una linea de canto "lodus luv días
tura. Por su parte, Enriqueta Tarrés MOsici Clisie» en directa
estuvo magnífica, y el tenor John van quizás excesivamente centrada en los
agudos. Gustó sin entusiasmar y fue Ik- lunes j nieves) a las 2.1,30. CICLOS
Kesteren supo comunicar una particu- Di: MI SICA CLASICA, dedicados a un
lar emoción en sus intervenciones. En merecidamente aplaudida. A su lado, ¿mor. a un estilo o a un periodo de 3a
fin, prometedores augurios para una la mezzo Margarita Lilowa compuso llist<>riLi de la Música
nueva temporada que lodos esperamos una Zia Principessa calculadamente Viernes, sábados > domingos, dos actua-
fría, con voz pastosa, no extraordi- ciones, a las 20.Í0 V las 2.1.Í0.
no se vea ensombrecida.
naria pero si aceptable. Para prota-
gonizar Gianni Schicchi se contó con
el veterano Rolando Panerai, quien
César Calmell
16 Scherzo
ACTUALIDAD

Regios metales
Dos mezzos de excepción Incluso cuando una audición mu-
sical tiene sus puntos discutibles o ne-
Recitales de Marilyn Home (Martin Kaiz, piano) y Brigúte Fassbaender (Inviti Case, piano). Festival
Iweinacional de Música de Barcelona. Palau de la Música. 22 y 26-X-87. gativos, podemos inferir de ella
consideraciones interesantes que qui-
Las actuaciones prácticamente su- cantante de ópera, y prueba de ello zás puedan invitar al lector a la re-
cesivas de Marilyn Horne y de Bri- es que Marilyn Horne se equivocó al flexión. Algo de ello hay con respecto
gitte Fassbaender denlro del Festival poner en su programa lieder de Schu- al décimo concierto del Festival In-
Internacional de Música de Barcelo- mann y Wolf. Su primera visita a ternacional de Música, que tuvo co-
na nos han dado la oportunidad de Barcelona no hubiera pasado de ser mo invitado al Ensemble de Cuivres
constatar los requerimientos distin- una correcta actuación en el recuer- d'Aquitaine.
tos que exigen dos géneros vocales do del aficionado a no ser por una Está en primer lugar el dualismo
dispares como son la ópera y el lied. segunda parte que sirvió de preludio entre la estética y la acústica. Este
Ambas perfectas cada una en su ver- al impresionante derroche de bises error se ha cometido una vez más en
tiente, demuestran aquello de que la que la cantante brindó, generosa, al el concierto que comentamos, en el
voz de un cantante en sí misma es tan público liceístico que aquella noche que la excelente calidad sonora de es-
sólo la materia prima de una evolu- llenaba el Palau de la Música. Fue en te octeto de metales que es el Ensem-
ción dirigida en un sentido o en olro este momento, en arias como Cruda ble d'Aquitaine era como engullida
de acuerdo con determinadas prefe- sorte, II brindisi o la Habanera de por las elevadas bóvedas de Santa
rencias personales y con el someti- María del Mar. Ello pudimos ya
Carmen cuando la sala ardió en apreciarlo en la primera parte del
miento a los rigores de especialidades auténtico fervor entusiástico de los concierto, dedicado a la Música de
concretas. Porque nos equivocaría- amantes del bel canto, que al fin es- Venecia en San Marcos de los siglos
mos si afirmáramos tan sólo que cuchaban aquello que hubieran que- XVI y XVII. Interesante fue, entre
Horne representa el goce natural de rido oír desde el comienzo. los autores interpretados (en los que
un instrumento prodigioso, mientras No tan espectacularmente celebra- no podía faltar un Gi ovan ni Gabrie-
Fassbaender es más bien el placer in- do pero no por ello menos intensa- 1¡, por ejemplo) la presencia de Bar-
telectual de una voz al servicio de la mente compartido fue el recital de tolomé de Selma y Salaverde
palabra. Algo de esto hay, es verdad, Fassbaender que nos dio una magní- (1580-1640), monje agustino castella-
pero siempre y cuando no pretenda- fica interpretación de canciones de no que publicó en Venecia su única
mos encerrarnos en estériles compa- Liszt, Pfitzner y Mahler. Un recital serie de obras conocidas. De él se in-
raciones cuantitativas acerca de los en que no faltó el aliciente de un pia- terpretó su Canzona a 8. Y también
volúmenes y extensiones de sus regis- nista sensacional como es Irwing Ga- la de Pales trina, autor conocido so-
tros sonoros. Y es que el aria operís- ge gracias al cual el lied romántico se bre todo como polifonista y cuya
tica y la canción no son en absoluto convirtió en lo que realmente tiene obra instrumental es poco divulgada.
niveles distintos medí bles por un mis- que ser: un género de protagonismo Los miembros del Ensemble interpre-
mo sistema de unidades, sino que son compartido entre voz solista e instru- taron su Demaissance Baliade.
dos géneros que difieren cualitativa- Un segundo punto de reflexión nos
mento acompañante. viene dado por la programación de
mente. En este sentido el lied no re-
sulta nunca una práctica fácil para el la segunda parte del concierto, don-
César Calmell de predominaba la música de nues-
tro siglo (Padrós, Poulenc y
Bernstein). ¿Conciertos monográfi-
cos o elécticos? En nuestro caso, la
segunda parte no guardaba relación
alguna con la primera si exceptuamos
aJoanBrudieu, compositor catalán
del siglo XVI cuyos Goigs de Nostra
Dona fueron interpretados por la Ca-
pella de Música de Santa María del
Mar, dirigida por Enric Gispert, y se-
guida de Conjluéncies (subtitulada
Música per a Sania Maña del Mar),
de David Padrós, que se ofrecía con
honores de estreno (véanse las con-
sideraciones del propio autor sobre
esta obra aparecidas en la p. 26 del
número de octubre de SCHERZO.
Por obra y gracia de la realización
electrónica, aparecen en ella ecos de
los susodichos Goigs; asimismo, un
percusionista y los miembros del
Ensemble (repartidos en distintos
puntos de la nave de la basílica)
confluyen en una especie de prolon-
gado juego dialéctico.
Jo.R.B.
Scherzo 17
ACTUALIDAD

Guijoan homenajea a Carmen Amaya III Mostra de


Bircdont. Festival Internacional de Música de gar preponderante a las tensiones
música catalana
Barcelona. Paiau de La Música Catalana. Díabo-
Lus in Música. Percusionistas de Barcelona. Joan
rítmicas.
Con el Homenatge a Carmen Ama-
contemporánea
Gutnjoan. Obiai de Llanas, Meslres Quadrcny,
Guinjoan, Boulcz. DaUapiccola y Gerhard. ya, Joan Guinjoan recuerda a la gran Se ha celebrado en Barcelona du-
2S-X-87. estrella del baile flamenco nacida en el rante la primera quincena de no-
Somorrostro barcelonés mediante una
Un Palau desesperadamente vacío fantasía de gran libertd formal confia- viembre la Mostra de Música
acogió el decimoquinto concierto del da a un grupo de percusionistas que Catalana Contemporánea, que es-
Festival Internacional de Música. realizaron una gran labor interpretati- te año cumplía su tercera edición.
Cuando se trata de un concierto de mú- vo. Timbales, cencerros, pandereta, Esta muestra es de carácter bianual
sica contemporánea, ya se sabe: todo bombo, gongs tailandeses... aparecie-
debe resolverse en petit comité. Pero ron en la obra así como las palmas al y está organizada por la Associació
aún así, el programa que Diabolus in estilo flamenco, otro excelente y prime- Catalana de Compositors que in-
Música y Percussions de Barcelona, ba- rizo instrumento de percusión. A pesar tenta de esta forma que sus asocia-
jo la dirección de Joan Guinjoan nos d<* la escasez de público, el Homenat- dos den a conocer, primordial-
proponía era de sumo interés, por ge a Carmen Amaya fue un vivo éxito.
cuanto unía obras ya clasicas dentro de Aplausos y una lluvia de claveles pre- mente, sus obras más recientes (de
la música actual (Dallapiccola, Mestres miaron la actuación de Guinjoan y los cuarenta y un compositores catala-
Quadreny, Boulez, Gerhard) a otras percusionistas barceloneses. nes representados había un total de
muy nuevas, que se estrenaban en Es- veintiún estrenos).
paña (Guinjoan y Llanas).
Jo. R. B. En esta ocasión han sido diez los
Asi, dentro del primer grupo pudi- conciertos que se han ofrecido y
mos aplaudir el exquisito Divertimen- que han tenido como protagonis-
to in quatro esercizi, de Dallapicola,
para soprano y pequeño conjunto ins- tas, aparte de los compositores, a
trumenta], partiendo de unos poemas la Orquesta Ciutat de Barcelona di-
amatorios del siglo XVIII. En esta obra rigida por Michel Swierczewski, el
aún clasicizante, donde palpita el re- Gruppo Strumentale «Música
cuerdo de la literatura madrigalesca, ac- d'Oggi» dirigido por Fabio Maes-
tuó como solista la soprano leonesa Los
Arenas (asi como en las obras de Bou- tri, la pianista Eulalia Solé, el Gru-
lez y Llanas), cantante de voz no exce- po LIM dirigido por Jesús Villa
sivamente voluminosa pero si de Rojo, el trío Linares-Motatu-Besses
agradable timbre, a tener muy en cuen- con Muntsa Aleaniz como recitan-
ta en futuras audiciones de música con-
temporánea. Por su parte. Libra, obra te, el grupo Barcelona 216 dirigido
para flauta, guitarra, clarinete, vi olí n, por Ernest Martínez Izquierdo, el
piano y percusión de Gerhard, consti- dúo Hidalgo-Marchetti, el Labora-
tuye un comentario a su propio signo torio de Música Electroacústica
zodiacal. En esta reflexión cósmica sur- Phonos que dedicó su concierto al
gen primorosos solos de flauta, guita-
rra (recuerdo del mundo hispánico de compositor Lluís Callejo, reciente-
un compositor exiliado en Inglaterra mente fallecido, y la Coral Canti-
tras la Guerra Civil) y violin, jugando ga dirigida por Josep Prats.
sobre todo con ios timbres y con las re- El Grupo strumentale «Música
sonancias del piano, y otorgando un lu-
Joan Guinjoan. d'Oggi» ofreció, además de un con-
cierto de compositores catalanes,
un concierto de compositores ita-
Triste conmemoración de Gluck
Con la audición de la Música de Ballet de Or/eo (en realidad se interpreta-
lianos, mientras que el Grupo LIM
lo hizo, básicamente, de composi-
ron únicamente la Danza de las furias y la Danza de ¡os espíritus) a cargo tores del resto del Estado.
de la Orquesta Ciudad de Barcelona bajo la dirección de Peter Maag el día La diversidad de estéticas repre-
antes y el mismo día en que se cumplían los doscientos años exactos de la sentadas junto con la variedad ins-
muerte de Gluck (14 y 15 de noviembre, respectivamente) se ha celebrado en
la Ciudad Condal tan importante efeméride. Nadie más se ha acordado de trumental y la calidad de los in-
aquel gran compositor que reformó el drama lírico en la segunda mitad del térpretes escodigos fueron la prin-
siglo XVIII. Tan sólo la Orquesta Ciudad de Barcelona pues, se ha acordado cipal atracción de esta Mostra que
de ello (un recuerdo demasiado pobre; mientras tanto, Decker tiene previsto se saldó con un muy notable éxito
ofrecer esta temporada la Tielfland de D'Albert en versión de concierto: pe-
ro Gluck, ni pensar en él) de público, lo que demuestra que
con una eficaz organización y el lu-
Gluck no gusta en Barcelona; sólo una minoría se interesa realmente por
él. Y no gusta porque no se le conoce bien. Si el año pasado se representó gar adecuado (pese al avión de las
Armide en el Liceo —y en una muy buena versión, por cierto— fue porque 22.30 que pasaba zumbando cada
la Caballé estaba interesada en esta ópera, nada más. Existe, pues, una obli- día sobre nuestras cabezas) es po-
gación ineludible de programar su obra para gozo de los barceloneses y hon- sible llevar a cabo satisfactoriamen-
ra de la ciudad. te un ciclo de conciertos de música
Desde estas líneas, exponemos a todos los organizadores musicales barce- contemporánea.
loneses al escarmiento y pública vergüenza, por su desinterés y frivolidad.
Jo. R. B. Jep Nuix

18 Scherzo
ACTUALIDAD

Cuatro compositores
III Ciclo de música contem asturianos
poránea en Oviedo y Gijón Durante la primera semana del
mes de Octubre tuvo lugar un ciclo
de conciertos en el Teatro Campoa-
Desde el día 14 de octubre al 3 de melodía, cuya fuente de inspiración mor de Oviedo, dedicado a cuatro
noviembre se ha desarrollado en Gi- es un canto llano, como elemento compositores Asturianos. La orga-
jón y en Oviedo, el III Ciclo de Mú- estructural, que va reapareciendo a nización corrió a cargo de la Fun-
sica Contemporánea que organiza lo largo de la obra con leves varia- dación Municipal de Cultura del
la Asociación Voces en Off, en co- ciones. El resultado es una compo- Ayuntamiento de Oviedo.
laboración con las Fundaciones de sición que podríamos calificar de Abrió el ciclo el compositor y
Cultura de Oviedo y Gijón. neoarcaica, cuya raíz podría estar miembro del grupo Quasar GEM,
Este año abrió el Ciclo el guita- en las danzas primitivas. Este con- Avelino Alonso. En la primera par-
rrista francés, afincado en España, cierto de Quasar GEM contó con la te se presentó la obra I.H. V.H., pa-
Patrick Gaudí, que ofreció un re- participación de la danzarina Que- ra flauta sola, interpretada por
cital compuesto exclusivamente por t¡ Velasco, que aportó la compo- Begoña Enguita, y la obra electroa-
obras de compositores asturianos. nente visual a la música del grupo, cústica V.P.M.ll. En la segunda
A través de su guitarra se pudieron insistiendo en la ¡dea de estos de parte del concierto se interpretó
oír obras de muy diversas estéticas, que su música tienda hacia un es- Canciu de Seronda para flauta y
que iban desde el posromanticismo pectáculo en el que se incluyen otras cinta electroacústica. La obra de
a raíces populares de Enrique artes en torno a la música. Avelino Alonso se caracteriza por
Truán, hasta la cerebralidad seria- El cuarto concierto corrió a car- una búsqueda de una nueva expre-
lista de Avelino Alonso, pasando go del violinista mexicano Manuel sividad, que pasa por extraer de los
por el impresionismo de Luis Váz- Enriquez, que presentó obras para instrumentos tradicionales nuevos
quez del Fresno, y la fuerza expre- violín solo y para violín y cinta timbres, y por un rigor formal lle-
siva del Preludio y Danza de Julián magnética. El programa de su con- vado hasta sus últimas consecuen-
Orbón. Pero dentro de esta diver- cierto fue especialmente variado, cias. Así su obra ha pasado por
sidad hay un transfondo común, un desde la ironía de la obra Incomu- diversas etapas, que lo han condu-
ambiente nebuloso, una cierta tris- nicación con Cinta de Carlos Cruz cido a un neoarcaismo manifiesto
teza no exenta de misterio, el pai- de Castro, hasta el ritualismo de en sus últimas obras como
saje asturiano está en la lejanía. Conjuro del mismo Enriquez, pa- V.P.M.ll.
Patrick Gaudí, guitarrista de fina y sando por obras de amplia elabo- Miguel A. Fernández presentó un
delicada técnica, supo expresar ración formal como los Juegos concierto de obras puramente elec-
acertadamente este ambiente. Gráfico-Musicales de Jesús Villa troacústicas, en el que pudimos oír
El segundo concierto corrió a Rojo, o la auténtica obra maestra sus obras 6 piezas cortas para ban-
cargo del guitarrista cubano Flores que es Tierra Quebrada, de Beatriz da magnética, Suite Electrónica,
Chaviano, que ofreció un recital Ferreira, obra de una belleza singu- Tonalidad y Rutinas. La obra
para guitarra y cinta magnética. En lar, que resultó realmente impresio- electrónica de Miguel A. Fernández
él se pudieron escuchar Módulos, nante para los que tuvimos la suerte se mantiene dentro de la línea esté-
de A. Lanza, Nairda, de Avelino de escucharla. Manuel Enriquez de- tica de la escuela francesa de los
Alonso, Villa-Lobos 87 de propio jó constancia de su reconocido años sesenta, manteniendo procedi-
Chaviano, Guit-Trónica de Cruz de prestigio como gran intérprete de la mientos concretos y los sonidos
Castro y Yantra I de Barroso. En música actual, demostrando un am- producidos por generadores como
todas ellas, Chaviano dio muestra plio dominio de las técnicas inter- materiales constructivos. Estos ele-
de una fecunda imaginación y de su pretativas contemporáneas. mentos los ordena siguiendo proce-
especializad ó n en este tipo de mú- Cerró el ciclo Ritual, de Esperan- dimientos formales clásicos.
sica, que le hace ser uno de los me- za Abad y José lges, con la direc- El concierto de Luis Vázquez del
jores guitarristas mundiales en e! ción escénica de Antoni Tordera. Fresno se centró en su obra pianís-
repertorio contemporáneo. Las Ritual es un espectáculo con ritmo tica, presentando en la primera par-
obras, de muy variada factura, musical. La luz, la escenografía, el te sus Audiogramas IV y sus Seis
marcan un camino expresivo, que movimiento, la palabra, el gesto, Preludios, y en la segunda su obra
puede ser muy fecundo y que de he- gira en torno a ideas musicales, se para cinta electroacústica, sintetiza-
cho, ya lo está siendo. construye a partir de la música. Es- dor y piano, Leyenda. El apego a
El tercer concierto fue encarga- peranza Abad da un curso de expre- la tradición pianística, en especial
do al grupo asturiano Quasar sión; a lo largo de sesenta minutos al impresionismo francés, y un neo-
GEM, que, junto a obras de Miguel hace desfilar frente a nosotros to- romanticismo muy descriptivo, son
Fernández, Luis Vázquez del Fres- do un repertorio de sensaciones, de las líneas estéticas fundamentales
no y José lges, ofreció dos estrenos sentimientos. José lges manipula la del trabajo de Luis Vázquez del
absolutos: Quasar 87, de Flores electrónica en vivo con singular Fresno. Destaca especialmente,
Chaviano y Vieja Práctica Misterio- maestría. Ritual, construido si- junto a lo anterior, sus trabajos
sa, de Avelino Alonso. La primera guiendo las normas clásicas, es una dentro de la caja armónica del pia-
de éstas obras intenta recrear el am- muestra de la tendencia actual de no, como en el caso del tercer mo-
biente de los clubs de Jazz, centran- las arles hacia un espectáculo tota- vimiento de Audiogramas IV, que
do la pieza en un solo del lizador cuyo ritmo estructural es presenta una explotación exhausti-
saxofonista al que se van añadien- musical. va de los recursos sonoros, para ob-
do intervenciones del resto del gru- tener un resultado de singular
po; la segunda de ellas parte de una Tomás Arguelles belleza. f ^

Scherzo 19
ACTUALIDAD

Un frustrado estreno y un homenaje Mejor fortuna tuvo el segundo es-


treno mundial de la temporada, el
Homenaje a Mompou de Román
El pasado dia 28 de octubre esta- Alís, dentro de un programa en me-
ba previsto el eslreno absoluto de la moria de Federico Mompou. La pri-
obra Proceso de Carlos Cruz de Cas- mera ejecución pública, con
tro, dentro de la temporada de la Or- dirección del fitular de la orquesta
questa Sinfónica de Asturias. Sin Víctor Pablo Pérez, tuvo lugar en la
embargo y en el último momento, villa de Llanes. Estamos ante un ti-
por discrepancias profundas entre di- po de composición que, sin mayores
rector y autor no llegó a realizarse. pretensiones, busca agradar y sonar
En declaraciones realizadas a este co- bien, y la verdad es que lo consigue.
mentarista, Cruz de Castro afirmaba No es especialmente original, y en
«que la orquesta no se había entera- ocasiones resulta algo monótona y
do de lo que tenía que hacer por cul- reiierativa, con cierto grado de pesa-
pa del director, que no se lo ha dez —es posible que sobren algunas
indicado. Se trata de una obra sin repeticiones motívicas— pero de-
gran dificultad, ya que son varios muestra el oficio de Román Alís así
efectos que aparecen por una de las como su dominio de la orquesta, con
secciones y van desapareciendo por pasajes climáticos francamente con-
otra, a la vez que surge un nuevo Cruz de Castro.
seguidos dentro de una estética tonal.
efecto en otra sección. Pero si el di- sido verdaderamente penoso, ya que La interpretación fue correcta, (la or-
rector no marca el pulso, no hay na- dentro de las dificultades que ya de questa tocó bien) aunque se deberían
da que hacer. Y prefiero asumir la por sí plantea el estrenar en nuestro haber aligerado algunos pasajes que
responsabilidad y el compromiso de país se suman las dificultades que se ofrecieron un tanto machacona-
no estrenar, antes de hacerlo de cual- presentan los intérpretes, el resulta- mente. Víctor Pablo Pérez dirigió
quier manera». Por su parte Ondrej do no puede ser menos alentador. Y con acierto las Variaciones sobre un
Lenard, el director eslovaco, confe- el caso es que Lenard es un buen di- tema de Chopin de Mompou, si bien
saba, que lo que él hacía «era músi- rector de repertorio y uno de los con escaso contraste entre las varia-
ca y no experimentos, y que se debía maestros con los que la Orquesta Sin- ciones.
pensar que un músico no es un com- fónica de Asturias se siente más a
putador». En todo caso el asunto ha gusto. Luis G. Iberni

Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
DICIEMBRE TEMPORADA i987/i988
PROGRAMA 7 Jueves 3, Viernes 4 PROGRAMA 9 Jueves 17, Viernes 18|

BRAHMS: Concierto para violín, op. 77 RAVEL: Alborada del gracioso.


Solista: Anne-Sophie Mutter (violín) Concierto para la mano izquierda.
BARTOK: Música para cuerda, percusión Solista: Enrique P. de Guzmán
y celesta (piano)
Mi madre la oca.
Daphnis y Cloe (suite núm. 2)
Coro de RTVE
ENERO
PROGRAMA 8 Jueves 10, Viernes 11 PROGRAMA 10 Jueves 14, Viernes 151
ANTONIO JOSÉ: Suite Ingenua CHAUSSON: Poema, op. 25. Solisla: Leónidas Ka-
ALBEN1Z: Rapsodia Española. Solisla: vakos (violín)
Maribel Calvin (piano). BFRLIOZ: Noches de Estío. Solisla: Nadine De-
GOULD: Sinfoniella Americana núm. 4 nize (mezzosoprano)
COPLAND: Cuatro Danzas de «Rodeo» BIZET: La Arlesiana

Este avance de programas es susceptible de modificación

20 Scherzo
ACTUALIDAD

Apostillas a la programación de RTVE Monográfico inglés


En el número 18 de SCHERZO Tamayo ha sustituido el extracto Madrid. Teatro Real, 23 de octubre de 1987. El-
gar: Obertura En el ¿ur op- SO; BHtten: Las ilu-
se publicaba, con firma de Rafael del Ocaso wagneriano por Muerte mutaciones op. ¡8; Wallon- Sinfonía n.° I en Si
Ortega, un comentario crítico a la y transfiguración, con lo que que- bemol menor. Orquesta Sinfónica de la RTVE- Di-
temporada 87/88 de la Orquesta y rector: Edward Downes.
da un monográfico Strauss la mar
Coro de la Radiotelevisión españo- de apañado (25, 26-1); Leitner (12, Tras la renuncia a la titularidad
la. El trabajo se había confecciona- 13-11) ha sumado a la Afisa de San- por parte de Gómez Martínez, en po-
do partiendo del avance de ia Cecilia otra obra de Haydn, la co tiempo hubo que buscar un direc-
programas editado por la Delega- Sinfonía n." 98, muy poco frecuen- tor sustituto. Conseguido el in-
ción de los conjuntos meses atrás. tada; Baudo, con un buen y lógico glés Edward Downes (Birmingham,
Con posterioridad la programación criterio, elimina Cristo en el Mon- 1926), se aprovechó, con buen crite-
ha sufrido de terminad as modifica- te de tos Olivos de Beethoven, obra rio, para montar un programa total-
ciones motivadas por distintas cau- de rara inclusión y por tanto de in- mente británico. La música de las
sas. La primera y más importante, terés (no precisamente musical), Islas es poco conocida en España qui-
la drástica reducción de actuaciones que nada pintaba, en efecto, al la- tando cuatro o cinco cosas. No es que
de Gómez Martínez por su renun- do de Vi Ha-Lobos, e inserta el Sta- puedan darse saltos de alegría por es-
cia al cargo de titular, que ostenta- bat Maler de Poulenc... cuchar la más bien plúmbea, aunque
ba desde hace tres temporadas, por Estas modificaciones, que pare- reveladora de un importante oficio,
diferencias de criterio con el nuevo cen justas y lógicas, pueden indicar sinfonía de Walton, partitura a la que
equipo rector presidido por Miguel que tras esta temporada híbrida, su autor no acabó de extraerle la sus-
Alonso. Ello ha conducido a la pre- que si se quiere cabe calificar como tancia musical que parecía albergar.
sentación en Madrid de Edward de transición, nuevos planteamien- Ni que nos embobemos con la exce-
Downes, con un monográfico in- tos van a encauzar las actividades sivamente larga y sólo a medias evo-
glés, o a la intervención de Ros de los conjuntos dependientes de la cadora obertura En el sur del gran
Marbá en el concierto protagoniza- Radiotelevisión que, de tal manera, patriarca Elgar. Pero son obras que
do por Anne-Sophie Mutter (3, quizá lleguen por fin, tras muchos no viene mal recordar o conocer. Lo
4-12), en el que se mantiene la obra años —y no pocos desvelos de la que está mucho más justificado en re-
para solista de Brahms y en el que anterior Delegación—, a desarro- lación con la de Britten, que, a dife-
se cambia la Segunda de Sibelius, llar la labor para la que fueron crea- rencia de aquéllas, ya había tocado
inicialmente prevista, por la barto- dos: estrenos, recuperación de la orquesta española. Porque es, sin
kiana Música para cuerda, nuestro abandonado patrimonio, duda, un magnífico exponente del ar-
percusión y celesta. estrecha colaboración con Radio y te exquisito y delicado del gran com-
Por otras razones se han promo- Televisión... Sin abandonos, claro, positor inglés, capaz de rizar el rizo
vido, generalmente para mejorar, el repertorio de siempre. y ahondar con fortuna en el inabor-
variaciones en distintos programas: dable, febril y críptico mundo de
Rimbaud.
Leitner: El oficio no basta Downes es músico serio, tradicio-
nal mente unido al universo operísti-
Madrid. Tíairo Real. Orquesta Sinfónica de Ra- acertado, si bien se encontró con un
dio Televisión Española. Haydn-.Sinfonia en sol problema inicial, en el primer tiem- co. Apechugó con un difícil
bemol mayor n. ° 0#. Missa Celiensü in honoren
po de la sinfonía, que no fue capaz de programa —servido con esfuerzo me-
Bealissimae Virginis Mariae (Misa Santa Cecilia).
Director: Ferdinand Leilner. 13 de noviembre de solucionar hasta el segundo. La Or- ritorio y notables resultados por la
1987.
questa tocó sin mando, y la lentitud orquesta— dando muestras de oficio.
Un buen director, ya en su última y pesantez rondaron lo exasperante. Pero se hubieran necesitado bastan-
etapa y un bello programa monográ- Luego, se enderezaron bastante las tes más ensayos para pulir tantas y
fico dedicado a Haydn, prometían cosas, si bien el resumen es algo ro- tantas cosas en obras nada fáciles,
mucho más de lo que luego la reali- mo y soso. La Orquesta hubiera ne- que el director de Birmingham, siem-
dad se encargó de transmitirnos. Fer- cesitado más vitalidad, y algunos pre con la cabeza en la partitura, no
dinand Leilner es un berlinés instrumentistas debieron de acordar- acertó a desentrañar del todo con su
solvente, serio, cuya carrera musical se de que aunque no era martes, si gesto rígido, corto, encogido. Sheila
puede calificarse como la de un di- viernes y trece. Armstrong, soprano solista en Brit-
rector competente y con algo más que ten, recordó en algún instante a la
oficio. Buen conocedor del reperto- La Misa pecó del mismo defecto: que antaño fuera. Es siempre artista
rio habitual, se decantó por dos obras cierta pesantez en los tempi, y tuvo inteligente y sensible, pero se encuen-
de Haydn: la excelente Sinfonía n. c las mismas virtudes, es decir, hones- tra muy disminuida vocalmente. La
98, pareja en belleza y calidad al resto tidad de la versión y un conocimien- obra exige diez veces más.
de sus hermanas londinenses y la to del mundo haydniano, quizás
gran Misa de Santa Cecilia, obra de A.R.
lejano a lo que hoy se lleva. La or-
trascendida espiritualidad, con el questa actuó con más conjunción y . nos que aceptable y algo desencajada
sello inconfundible de su autor, al flexibilidad, arropada por un pode- la mezzosoprano Mabel Perelstein,
que se le adivinan ya los muchos años roso coro que no desentonó y siguió muy flojo el tenor Richard Rost y un
dedicados a componer óperas para al pie de la letra las indicaciones de Gilíes Cachemaille que cumplió con
Esterhazy. Leitner. Los solistas compusieron un musicalidad su papel de bajo.
Las versiones no fueron malas, el grupo desigual: con clase y estilo vo-
concepto del director, en general cales, la soprano Linda Russel, me- G.Q.LL.O.
Scherzo 21
ACTUALIDAD

Frühbeck: Cierto olor a Mozart


como siempre
Madrid. Teatro Real 16 de octubre de 1987. Eket-
hoverr Concierto para piano y orquesta n. " 5 en
mi bemol Mayor Op. 73 «Emperador», Siravinsky:
La consagración de la primavera. Orquesta Na-
cional de Espafla. Rudolf Buchbinder, piano. Di-
rector: Rafael Frühbeck de burgos.
Dentro del repertorio de Frühbeck
de Burgos, los nombres de Beethoven
y Stravinsky son, seguramente, de los
más queridos por el ex-d i rector de la
ONE, lo que quiere decir también
que se siente a gusto con estos pen-
tagramas. Cuando era titular de la
Nacional algún conspicuo crítico di-
jo que el Beethoven de Frühbeck era
de muchos kilates. En todo caso, los Walter Klien.
admiradores del maestro que ocupa-
ban una buena parte del teatro aplau- Midrid. Teatro Real. I de noviembre de 1987 tendimiento no penetró en la sustan-
Mozart: Condeno n.° 20 pata piano en Re me- cia musical de la obra—, un inerte
dieron con fervor tanto su nor, K, 466; Réquiem. Orquesta y Coro Naciona-
acompañamiento en el Concierto de les. Wallcr Klien, Director: Luis Amonio Garda coprotagonista.
piano, como la versión que ofreció Navarro. Para la página coral la batuta, qui-
de La consagración de la primavera. zá buscando el máximo ajuste desde
Sí, cierto olor a Mozart, algún eflu- su indiscutiblemente fácil técnica ges-
Para quien esto escribe el protagonis- vio más o menos perdido que cosqui-
ta del Condeno fue Buchbinder, pia- tual, reservó mayores energías y
lleaba nuestra pituitaria musical construyó una versión epidérmica, al-
nista de total solvencia, de técnica tras desprenderse como por casuali-
segura e inatacable y que tocó el Em- go retórica y alejada del trascendido
dad de la colección de notas produ- sentido de los milagrosos pentagra-
perador con notable claridad y acier- cidas durante el transcurso del
to, si bien, a veces, se contagió del mas, que tuvieron asi una traducción
concierto arriba reseñado. Un buen poco matizada. Coro y orquesta se
irregular ritino al que el director so- aroma, pero episódico y débil; poco
metió a la orquesta. La consagración plegaron a estos parvos dictados. Dio
presente para embarcarnos y para in- la impresión de que aquél, que sonó
de !a primavera, que Frühbeck cono- troducirnos en la tragedia implacable
ce a la perfección, fue vista de una poderoso y relativamente empastado,
que anida —pese a la aparente cal- estaba lejos de conocer la obra en
forma textualmente electrizante, lo ma de la Romanza o a lo engañosa-
que, aunque parezca lo contrario, no profundidad. Sólo discreto el equipo
mente exultante del finale— en el solista: sensible, pero insegura, con
casa con la naturaleza musical de la Concierto o para envolvernos en la
obra. Todo resultó demasiado rotun- bella y quebradiza calidad timbrica,
austera e íntima solemnidad, no María Oran; casi inaudible, de ins-
do, sin perfiles verdaderamente des- exenta de aspereza, que subyace en
tacados, sin un sólo segundo de trumento algo opaco, Brigitte Ba-
el Réquiem, La primera obra, bien lleys; con restos de antigua sabiduría
relajamiento. La batuta marcaba el tocada y cincelada por el buen pia-
compás frenéticamente, provocando, estilística, pero con problemas de fia-
nista austríaco que es Klien, posee- to, Werner Hollweg, y consistente,
por momentos, que la orquesta se dor de un bello sonido y de una justa
sintiese ahogada y sin que los solis- homogéneo, con arrestos Matthias
aunque no muy expresiva dicción, tu- Hoelle, de voz todavía joven, por
tas alcanzaran el nivel de virtuosis- vo en la orquesta, blanda y lángui-
mo apetecido. hacer.
damente dirigida por García Navarro
G.Q.LL.O. —que quizá por timidez o errado en- A.R.

Voto de confianza questa en crisis. Es hombre de geslo


amplio, global izado r, un tanto esquemá-
tico pero convincente. No puede decirse
en determinados pasajes exhibió la
cuerda.
La ONE se quitó en cieno modo la es-
Madrid. Teatro Real. 23 de octubre de 1987. Tol-
drá: Vistas ai mar, Brahms: Concierto para pia- que esta primera toma de contado de la pina de Santander al acompañar de nue-
no y orquesta n." I en Re menor Op. 15, Strauss: temporada con el conjunto haya sido de- vo, ahora mucho mejor al pianista de
Asi habló Zaralhustra. Orquesta Nacional de F-S- masiado afortunada. En la obra sinfóni- aquella ocasión, ganador del primer pre-
pafla. Solista: David Wehr. piano. Director: Wal- ca de peso, el Zaralhustra straussíano, mio Paloma O'Shea, el norteamericano
ter Weller. Weller, luego de unas iniciales y prome- David Wehr; que, en una actuación se-
tedoras fases, no acertó a dotar de cohe- guramente por debajo de sus posibilida-
Esta actuación de la ONE ha servido rencia y claridad al discurso. Quedaron des, evidenció de nuevo excelente
para la presentación en Madrid, ya en su muchas cosas sin decir, acentos por re- mecánica, aseo, claridad de dicción (no
calidad de principal director invitado (tí- saltar, texturas por modelar. A partir del tanta pulcritud), buena planificación de
tulo compartido con Víctor Pablo Pérez), vals sobre todo no se alcanzó el vituosis- ideas y, al tiempo, sonido poco interesan-
del vienes Walter Weller (1939), que en mo que pide la pieza ni el ajuste requeri- te (metálico y nada colorista), cierta asep-
presencias anteriores en el Real (en una do en el ingrávido final, en el que (lautas sia expresiva, ayuno encanto y ausencia
ocasión con la RTVE) había mostrado in- y flautín, sin confianza en las manos del de espíritu —y de letra— brahmsiano,
discutible solvencia y un conocimiento del director, fallaron de manera inesperada. tampoco muy presente, esa es la verdad,
m^/ierdirectorial muy adecuado para sen- De todas formas, el buen hacer de We- en la colaboración directorial.
lar las bases de recuperación de una or- ller se apreció en la pastosa sonoridad que
A.R.

22 Scherzo
ACTUALIDAD

Bastante olor Por fin, los Tríos de Brahms


a Mozart
MuJrid, Teatro Real. 15 de noviembre de 1987.
Mozart; Obertura de Cosí fan tulle. Concierto pa-
ra piano n.° 23 en La mayor. K. 4S8; Villa-Lobos:
Bachtana n." 4'. Stravinsky: Petrouchka (versión
1947). Orquesta Nacional Dimiler Naumoff. pia-
no. Director: Isaac Karabtchevsky.

Dos obras mozartianas en este


concierto del director brasileño y la
ONE en sendas interpretaciones que
destilaron más y más auténticas esen-
cias que las apreciadas en la sesión
del 1 de diciembre. La obertura no
fue lo más oloroso, ya que, aunque
la batuta la enfocó correctamente y
la planificó bien, no consiguió insu-
flarle su consustancial gracia ni tam-
poco la ejecución orquestal tuvo la
depuración exigida (muy difícil el co-
metido de las maderas). El gran mo-
mento, aquél en el que el perfume
inefable de Mozart nos envolvió, se
dio en el sublime Adagio del K. 488, Madrid. Teatro Real; X Ciclo de Cámara y Po- lución formal en la búsqueda de un
donde la sensible concertadón de Ka- lifonía. Trio de Barcelona; Trios de Brahms estilo que parte de una escritura
Üp. B, 87 y 101.10.11.87.
rabtchevsky logró el prodigio de in- densa y melódicamente recargada
tegrar en un todo inconsútil la Hacía tiempo, mucho tiempo que que, poco a poco, se irá desnudan-
excelente disposición de la orquesta no se escuchaban en el Real los do hasta decantarse en un estilo
y la aérea y delicada sonoridad del Tríos de Brahms, tanto que en los más concentrado y conciso lleno de
piano de Naumoff, artista muy inte- corrillos del Teatro no se recorda- expresividad, como el del último
resante, musical, de dicción sutil y ba que se hubiesen interpretado al- Trío.
variada, quizá aplicada a un concep- guna vez allí como ciclo. En Asi lo supo comprender el Trío
to en exceso cauteloso y recogido, co- consecuencia, la velada programa- de Barcelona que adaptó su sono-
sa perceptible en los movimientos da para el cada vez más numeroso ridad a cada obra con unos plantea-
extremos. público del Ciclo de Cámara y Po- mientos objetivos, lo que no les
La cuerda de la ONE sonó plena lifonía revestía mucho interés por impidió cantar intensamente las
y empastada en la Bachiana, que fue el carácter de cuasi estreno a cien otoñales y efusivas melodías del
conducida con convicción expresiva, años vista de su composición. La hamburgués, logrando unas inter-
sin que pudieran evitarse algunos cla- presencia del Trío de Barcelona pretaciones vigorosas y líricas que,
ros desajustes. Stravinsky, bien vis- realzaba más aún la sesión, dada de alguna manera, fueron un reco-
to, dirigido con intención y, en honestidad y musicalidad de este rrido por su biografía.
ocasiones, fina musicalidad, resultó, conjunto español que es de los po- Tarde de música sin divismos,
no obstante, algo gris (Karabt- quísimos que se atreve a hacer mú- tarde que confiemos se repita para
chevsky es batuta competente, preci- sica de verdad, desafiando las que los Schubert, Haydn o Mozart
sa, un poco corta en lo técnico y costumbres y convencionalismos de aún por descubrir lleguen al gran
limitada en la capacidad de sugeren- un público acostumbrado a la ruti- público. El Ministerio de Cultura
cia). Ejecución orquestal aseada (ex- na y a la música/espectáculo, pero que parece empeñado por una vez
celentes Juana Guillem, flauta, y incapaz de acudir a escuchar las en difundir la música de cámara tie-
José Orti, trompeta, que lucieron es- grandes obras de la música de ne la palabra, el Trío de Barcelona,
pecialmente en sus solos), aunque cámara. la música.
muy lejos de la perfección y de la bri- Los Tríos de Brahms, escritos a
llantez deseadas. lo largo de su vida, jalonan su evo- Agustín Muñoz
A.R.
fila. Su sonido es algo plano, falto de ha aportado ese deseo de la correción
Hacer música definición instrumental, y sus com-
ponentes presentan algunos desequi-
librios, sobre todo por la endeblez
sin divismos. Formado por cuatro
mujeres, el Cuarteto de Colorado
pertenece al nutrido y envidiable pa-
con seriedad técnica de la violoncellista y los ata-
ques en exceso fogosos de la primer
norama cuarteiístico norteamerica-
no. Su participación hay que
Madrid. Tcairo Real. Ciclo de Cámara y Polifo- violín, que provocan con frecuencia valorarla dentro del actual empeño
nía. Haydn, Cuarteto en la mayor. Op. 20. n." 6 innecesarios roces. Pero así y todo se del Ciclo, que se dirige a una verda-
Pislon. Cuarteto n. " I; Dvorak, Cuarteto n, ° 14
en la bemol mayor Op. 105. Cuarteto de cuerda trata de una formación seria y pro- dera promoción de lo camerístico,
de Colorado. 3 de noviembre de 1987. fesional, que se entrega con toda vo- que haga que en poco tiempo deje de
luntad a la tarea de hacer música, y ser todo un acontecimiento la inclu-
El Cuarteto de Cuerda de Colora- que obtiene resultados cuando menos sión en un programa de un cuarteto
do no es probablemente un conjun- de gran dignidad. Su actuación den- de Haydn.
to camerístico de los de primen sima tro del Ciclo de Cámara y Polifonía E.M.M.
Scherzo 23
ACTUALIDAD

corta de aliento. Sobresalió el buen ha-


La insuficiente dignidad cer cómico de Rafael Castejón, hom-
bre que parece ser el compendio de una
tradición zarzue lis tica. Alfonso del
Midrid. Teauo Lírico Nacional La Zarzuela. El dúo de La Africana (Fdez Caballero/Echegaray):
Pedro Lavirgen. Josefina Meneses. J.M. Pou. Marisa Rui. Luis Villarejo. Carmen Rossi. La fíevolto- Real demostró su dominio escénico y
ja(Chapí/LópezS¡lva/Fdez. Sha»): Javier Alaba. Milagros Marlin. Rafael Castejón. Alfonso de] Real. el resto del extenso reparto completó
Chari Moreno. Dir. Musical: Miguel Roa. Dir. Escénica: J.L. Alonso. Orquesta Sinfónica de Madrid
y Coro del Teatro Lírico Nacional. (3 al 29.11.87). maravillosamente el servicio a la obra.
La dirección musical de Roa, sin salir
Si algo sobresale en este primer pro- nado en la elección de cantantes: Parece de la correción, no llegó a la altura pre-
grama de zarzuela de la minítempora- que se sigue condenando a la zarzuela cisa. La orquesta excelente.
da que dedica al género el Teatro de su como espectáculo de segundo rango pa- Es triste comprobar que la zarzuela
mismo nombre, es un dignísimo nivel ra el que no vale aplicar los niveles de sigue desempeñando un papel de terce-
en el orden escénico, acompañado de exigencia que valdrían para la ópera. ra fila en su propio teatro. Nos damos
una suficiente calidad musical- El nom- De esta manera la dignidad escénica no cuenta que las exigencias del manteni-
bre de José Luis Alonso va asociado en tiene la total correspondencia que se miento de una temporada de Opera con
las realizaciones de leatro musical a la exigiría para dejar completo el monta- las limitaciones de todo orden que im-
originalidad y el servicio a las posibili- je. Josefina Meneses tiene ta- pone la insuficiencia del local no per-
dades dramáticas de los textos dentro blas y es una cantan-
de las coordenadas que el servicio a la te de zarzuela, como
música impone. Si bien El dúo de La las antiguas, todo te-
Africana ya había sido presentada ha- rreno. Es una tiple
ce tres temporadas. La Revoltosa es un (y ya va siendo hora
montaje totalmente nuevo y muy en la de reivindicar tan
linea de¡ que hace varios años le sirvió castiza denomina-
al propio Alonso para ofrecernos La ción frente al extran-
verbena de la Paloma. Los valores del jerizante de sopra-
libreto quedan resaltados, un casticis- no) que conoce los
mo de buena ley recorre el espectáculo recovecos del género
de principio a fin y se plasma el aspec- y sabe defenderlos.
to humorístico, generalmente exagera- Su interpretación de
do con recursos zafios en otras la Antonelli lo de-
versiones anteriores. El dúo de La muestra bien a las
Africana, muy en la línea de la versión claras. Pedro La vir-
de hace tres años, deja bien claro el ca- gen no atraviesa el El dúo de La Africana.
riño del director por el mundo de la mejor momento de
ópera, contemplado a través del pris- su ya prolongada carrera artística y sus mite el desenvolvimiento de una
ma desfigurador de esa Compañía de insuficiencias y cortedades se hicieron temporada suficiente. Pero reducir la
Opera barata en la que todo puede ocu- notar. E! resto del reparto cumplió con oferta a dos programas de género chi-
rrir y cuyas pequeñas intrigas internas especial mención del coro. En La Re- co con sólo tres títulos, con repetición
se nos muestran en el ripioso testo de votiosa, Javier Alaba, sin ser un barí- de uno, parece demasiado fuerte. Su-
Miguel Echegaray. En el aspecto mu- tono de aquellos que supieran dar gerimos a la dirección del Coliseo que
sical no se puede ser tan optimista. Sin contenido al papel de Felipe, se desen- busque otras soluciones.
negar que el nivel vocal fue apto, opi- volvió con soltura mientras que Mila- Los sobrinos del
namos que algo más se podía haber afi- gros Martín cantó bien aunque quedó Capitán Graní
ción con las cotas alcanzables hoy por tancia conceptual entre batuta y solista
hoy. en el Concierío para violin n. " 4, El di-
Mozart entre En líneas generales, el monográfico
mozartiano que motiva este comenta-
rector trazó con líneas de apreciable
grosor, en (anto que Víctor Martín se
dos aguas rio discurrió por los cauces mínimos
exigibles. Sin embargo, se dieron igual-
mente respuestas técnicamente defici-
produjo con delicadeza —incluso
demasiada—. Su versión del Concier-
to fue decididamente romántica, de so-
Madrid. Teatro Real. 2O-XI-87. Mozaji. Concier-
to para piano n." 25 en do mayor k-503. Concier- tarias en la orquesta, que es forzoso nido limpio salvo raras ocasiones,
to pata vioiin n.° 4 en re mayor k-218. Sinfonía hacer desaparecer lo antes posible. No vibrato un tanto exagerado y expresi-
n." 41 en do mayor k-551 «Júpiter». María Tipo, especialmente inspirada la actuación de vidad rozando la afectación. López Co-
piano: Vicior Martin, violin. Orquesta Nacional
de España. Director: Jesús López Cobos. María Tipo, con sonoridades poco be- bos reincidió en su idea de un Mozart
llas —cadencia del primer tiempo— y recio y masivo al plantear la Sinfonía
Desde las páginas de SCHERZO se esporádicos roces, pero con una enco- «Júpiter». La contención del tempo en
ha insistido hasta la saciedad sobre la miable nitidez global de exposición. No el Allegro Vivace inicial no puede de-
necesidad de que nuestras orquestas to- se dio la misma transparencia en la or- cirse que sea una opción defendible. El
quen obras del clasicismo. Sólo me- questa, donde los instrumentos de vien- vigor de partida contrastó extrañamen-
diante una verdadera familiaridad con to se vieron ocultados en exceso y la te con pasajes de amanerado decai-
las partituras de Mozart, Haydn, Beet- cuerda baja fue apenas audible. El miento. La interpretación no gozó de
hoven y también los compositores me- aceptable nivel de la ejecución cayó va- la claridad deseable —sobre todo en la
nores desaparecerá la tradicional rios puntos en el Andante por las muy fuga del Finale—, con un viento de
dureza de sonido de las centurias espa- desafortunadas intervenciones de las nuevo ahogado, y la cuerda no sonó to-
ñolas. En la situación actual es dema- trompas. El acompañamiento de López do lo empastada que hubiera debido.
siado optimista esperar realizaciones Cobos vino definido por una cierta ti-
estilísticas redondas. Dignidad y corre- midez y escaso sentido lúdíco. Gran dis- E.M.M.
24 Scherzo
ACTUALIDAD

Gulda: un músico cabal Caballé: más


Recital de Friedich Gulda. piano. Obras de Mo-
zari, Schubert, Debussy. Cofea, Monk y Chopin.
arena que cal
Madrid. Teairo Real, 24.10.1987. Recilat de Moni serial Caballé, soprano. Miguel
Zaneiii, piano. Obras de Vivaldi, Rossini, Nin,
Martínez Palomo y Chapí. Madrid, Teatro Real.
Este concierto, pendiente desde la 27.10.67.
pasada edición del Feslival de Otoño a Este recital, al que asitió S.M. la Rei-
causa de un accidente sufrido por Gul- na Sofía, sirvió para clausurar el Fes-
da, ha tenido por fin lugar. Confieso tival de Otoño 1987. Musicalmente,
que me sentía poco al raido por la resultó de poco interés: ni el programa
ausencia de programa previo y por las ni la actuación de Caballé y Zanetti fue-
declaraciones del propio artista. Pero ron felices. La gran soprano estaba en
todos los recelos se disiparon en cuan- baja forma, lo que puede explicarse por
diversas circunstancias: familiares
to alacó el allegro inicial de la Sonata —fallecimiento reciente de la madre y
en Si bemol mayor K. 333 de Mozart, otros parientes— y personales, concre-
a quien luego habría de calificar, en tadas en una escayola que la fatigaba,
uno de los múltiples coloquios sosteni- al obligarla a usar muletas. Anos atrás,
dos con el público, como «rey de los nada de ello hubiera sido impedimen-
compositores». Gulda sigue siendo un to para disfrutar de su espléndida voz,
pianista espléndido, un músico cabal y que aún hoy conserva calidades. Pero
un intérprete extremadamente comuni- el tiempo pasa y, además, la frecuen-
cativo que no sólo disfruta haciendo tación de repertorio inadecuado por
dramático ha endurecido la que fue ex-
música sino que, además, sabe trans- Friedrich Gulda traordinaria organización vocal de la
mitir esa sensación al público. A la sa- soprano. Por ello, las tres arias de Ros-
lida del concierto, la totalidad de las sini que cerraron la primera parte tu-
opiniones que pude recoger tenían en vieron realización imperfecta, además
común la satisfacción patente en una de ser monótonas en la expresión. An-
mayoría de rostros contentos y sonrien- ocasión seleccionó, fueron igual de bue- tes, habíamos podido gustar una bue-
tes. Esa es la mejor prueba de que el nos, y el cuarto y último —General La- na línea de canto, frases bellas y
método Gulda, por ant i convencional vine eccentric— sirvió al pianista para momentos vocales felices en la precio-
que sea, funciona bien. conducirnos al mundo del Jazz, que le sa aria de Vivaldi Son quaper mare ig-
Finalizado el programa, el público es tan querido como familiar: la grata noto. En la segunda mitad del concierto
requirió con insistencia a Bach, pero Suile de cinco piezas infantiles de Chick las cosas no mejoraron. La calidad de
las obras seleccionadas era sólo relati-
Gulda no oyó o no quiso darse por en- Corea recuerda con frecuencia a Bar- va, su contenido expresivo —
terado. Salvo esa ausencia, los demás io k y Debussy aunque —es obvio— sin especialmente el de los Cantos popula-
autores que tocó son típicos de su re- su genio. Se cerró el programa oficial res de Nin— se hallaba muy lejos de la
pertorio y están bien documentados por con un homenaje a Thelonius Monk. sensibilidad de Caballé, y la tesitura
el disco. Así, las dos Sonatas de Mo- Retornando al pasado, Gulda nos era poco adecuada a su voz.
zart K. 333y K. 457 nos recordaron al ofreció, primeramente dos Chopin
Gulda que con Abbado o Hamoncourt (Nocturno Opus 15.2, Vals postumo El primer bis fue lo mejor del con-
ha grabado varios conciertos del salz- Opus 70), prueba adicional de versati- cierto: la difícil aria de Jimena, perte-
burgués. Espontáneo, vital, comunica- lidad y elegancia aunque, de nuevo, hu- neciente a Le Cid, de Massenet, mostró
tivo, su Mozart es de los mejores que biese preferido tempi más reposados. a las claras, en qué repertorio puede la
hoy puedan escucharse, junto al de su Luego, cómo no, Mozart: el final de la Caballé de hoy dar lo mejor de sí mis-
paisano Brendel o a los Zimerman y Sonata K. 576 y la reducción a piano ma, vocal y dramáticamente, pese a que
Arrau. Los tempi son siempre vivos; la solo del Largheito del Concierto K. los agudos fueran algo forzados. El
dinámica, justamente contrastada; y el 537, de la Coronación. Así se cerró un ambiente se caldeó y el público obtuvo
sonido, alegre, hermoso y cantarín, que recital tan grato y divertido como irre- aún otras dos propinas, ambas de
sólo se tornó algo más serio y vigoro- prochable musicalmente. Hasta muy Obradors: En el pinar y las Coplas de
Curro Dulce, dedicada esta última a Jo-
so, oportunamente, en la Sonata en do pronto, Gulda. sé Carreras.
menor K. 457, que Gulda acercó al pri-
mer Beethoven. Roberto Andrade R.A.M.
El tránsito a Schubert en la segunda
parte era previsible. Gulda nos ofreció
una excelente transcripción del Lied
Der Wanderer D. 493 (precisamente el
que contiene el motivo que desarrolla
la Fantasía D. 760, del mismo nombre)
y un muy bello Impromptu en La be-
mol, D. 899 número 4, que sólo hubie-
ra deseado, personalmente, algo más
tranquilo. No obstante, ¡qué admira-
ble digitación, cercanos ya los 60 años!
De su Debussy estábamos bien infor- Gtél. Alvmrei de Castro 32
mados por su magistral registro para "•"•"'• *""•» (maro: iglesia, Queveüo)
Basf que agrupa los dos cuadernos de infor/Mciott: ,,„„. < . < I A H
Preludios para piano. Los que en esta

Scherzo 25
ACTUALIDAD

Charles Dutoit, corredor de fondo


hora los directores pasan de sermet no enseñaba dirección de or- mayores éxitos discográñcos. Des-
A una orquesta a otra. ¿Sabe
por qué? Hay pocos directo-
res de talento, de nivel alto. Enton-
questa. Decía siempre que la direc-
ción no se puede aprender. Lo único
que se puede hacer es asistir a los en-
pués de unos años de titularidad de
la Orquesta Filarmónica Nacional de
México y de la Orquesta de Gote-
ces los jóvenes, cuando tienen talen- sayos de otros directores y verlos tra- borg, Dutoit fue nombrado, en fe-
to, tienen abierta una carrera in- bajar. Luego es una cuestión de brero de 1977, director artístico de la
mediata y sin esperarse van a dirigir experiencia. Yo estoy plenamente de Orquesta Sinfónica de Montreal, con
las grandes orquestas del mundo. Y acuerdo con él». Luego habla de la la cual ha venido a España y con la
es una locura. Porque cuando se di- figura de Ansermet: «Ansermet no que se asocian sus mayores logros fo-
rige y se trabaja con orquestas de ese era sólo un músico, sino también un nográficos. Así que es, claro está, fo-
nivel no se aprende, porque los mú- filósofo, un matemático. Era un ro f o de las grabaciones. No entiende
sicos conocen su oficio mejor que el hombre que quería reunir todas las la actitud de los directores que se nie-
joven director, y eso no es sano. Los cosas. Para él el fenómeno musical gan a grabar o se muestran remisos
jóvenes directores no tienen tiempo no era algo aislado. Era una forma ante la idea de ir a un estudio de gra-
de aprender, como antes. Karajan de humanismo. Su escuela era una es- bación a trabajar: «No querer grabar
fue durante diez años director de un cuela de siglos, europea, humanista». es una locura. Es una
pequeño teatro de la ópera de Aix- También trabajó con Charles cosa del siglo pasa-
la-Chapelle, Ansermet comenzó su Munch en Tanglewood, pero como do. El disco es muy
carrera a los treinia y cinco años... él dice, «No fanáticamente». Luego, importante. Tiene
Y los directores de ahora no tienen en el 55 tuvo ocasión de asistir a Lu- sus problemas, cla-
la posibilidad de aprender de un mo- cerna a un curso de dirección de Her- ro. Tienes muy poco
do profundo los problemas de la pro- bert von Karajan. Allí en la orquesta tiempo para traba-
fesión. Hay que trabajar con orques- formada por los alumnos trabajó co- jar, a veces no te gus-
tas de tercera fila para aprender. ¿Sa- mo violinista. Dutoit estudió en los ta como queda lo
be por qué? Porque si algo no va bien conservatorios de su ciudad natal y que has grabado. Pe-
hay que saber qué hacer para mejo- de Ginebra violín, viola, piano y per- ro eso también te
rarlo. Hay que pensar el modo de cusión, además de composición y di- ocurre en los con-
explicarlo. Es una cuestión de expe- rección de orquesta bajo la dirección ciertos. Nosotros he-
riencia y de pedagogía. Si algo anda de von Karajan. mos tenido una ven-
mal en la Orquesta Filarmónica de «Tuve la suerte de trabajar en Lu- taja enorme, porque
Berlín no hay que decir al segundo cerna con él y aprendí muchísimas los discos que hemos
clarinete: «Muy señor mío, tiene que cosas. Tiene una especie de fuerza in- hecho desde 1980
hacerlo así». Ño. El sabe de sobra terior, de concentración, algo que no son todos digitales.
que es lo que no ha hecho bien. se puede explicar, que crea una ten- Somos la única or-
Una carrera de dirección es una sión increíble. Posee una técnica de questa del mundo
cuestión de maduración lenta. Yo ensayo muy interesante. Siempre ha- que ha hecho sólo di-
creo que un director de orquesta co- bla del sonido, pero es un sonido di- gital y nuestros dis-
noce un poco mejor su profesión al ferente del de Ansermet, digamos del cos fueron los pri-
cabo de veinte años de trabajo. Y lo sonido que tenemos nosotros. Es un meros digitales que
creo de verdad, no es ningún chiste». sonido oscuro y sin ángulos. Re- aparecieron en el
Charles Dutoir habla con convic- dondo.» mercado. En cierto
ción, casi con pasión. Es un hombre Más tarde, en 1958 Dutoit estudió modo fueron graba-
alto, delgado, inquieto, que se deba- con Alceo Galliera en la Academia ciones de demos-
te con un castellano muy correcto Musical Chigiana. Su debut como di- tración».
—«Hace dos años que no lo hablo. rector de orquesta fue ocho años más
Para volverlo a hablar fluidamente larde, en 1963, con la Orquesta Sin-
sería cuestión de un par de sema- fónica de Berna, cuyo titular actual La exclusiva con Charles Dutoit en Montre
nas»— y que ofrece todas las facili- es Peter Maag y que entonces regía DECCA
dades posibles a un entrevistador. No Paul Kletzki. Un año después es Fue en 1980 cuando Dutoit y la Or-
es un hombre que se encierre en una nombrado director de la Orquesta de questa Sinfónica de Montreal firma-
mecánica de preguntas y respuestas. la Radio de Zurich y debuta en la ron su contrato exclusivo con la
Le gusta extenderse en las cuestiones, Opera de Viena, invitado por Kara- firma Decca y grabaron una obra que
explicar. Varias veces duranie nues- jan. En 1966 es nombrado director sigue siendo una de las preferidas de
tra entrevista utilizó una palabra cla- artístico de la Sinfónica de Berna y Dutoit: el Dafnisy Che, de Maurice
ve para él: pedagogía. director asociado de la Orquesta de Ravel. La grabación fue muy acla-
Tonhalle de Zurich, cuyo titular era mada, recibió unos cuantos premios,
Batuta segura, dúctil y fiable Rudolf Kempe. pero sobre todo demostró que Dutoit
Nacido en 1936 en Lausana (Sui- Dutoit comenzó en seguida a gra- había conseguido elevar significativa-
za), Charles Dutoit ha hecho una ca- bar discos. Hasta hace pocos años mente el nivel artístico de la orques-
rrera lenta, poco brillante en algunos había grabado muchas obras para ta canadiense. Esta, una formación
momentos, pero que le ha servido pa- firmas como CBS, Erato, Deutsche relativamente joven, fundada en
ra convertirse en una batuta segura, Gramophon y Philips, pero han si- 1934, tuvo como director, en 1957,
dúctil, fiable. El gran maestro de su do los últimos años, en la década de a Igor Markevitch, al cual sucedieron
juventud fue Ernest Ansermet. «An- los setenta, donde ha conseguido sus el joven Zubim Mehta (1961-67),

26 Scherzo
ACTUALIDAD

el alemán Franz-Paul Decker y ei año sin hacer Bruckner, pero eso lo a Messiaen durante diez días. Toca-
español Rafael Frühbeck de Burgos entiendo muy bien. Puedo vivir un mos la Turangalila, Et expecio resu-
—experiencia esta última al parecer mes sin Bruckner, pero no puedo vi- rrectione mortuorum... Y un grupo
no muy afortunada ni para la orques- vir un mes sin Mozart». de cámara hizo también otras obras
ta ni para el director. Todo hace pen- suyas. Luego tuvimos a Ligeti, a Du-
sar que el matrimonio del director tilleux...». Y aquí se le fue el santo al
suizo y la orquesta canadiense seguirá Una treintena de discos cielo a Dutoit: no se acordaba de a
siendo tan feliz como hasta ahora. Con una treintena de discos en su qué otros compositores actuales ha-
Dutoit se considera a sí mismo un haber, la combinación Montreal/Du- bían invitado hasta que al hablar del
«constructor de orquestas». En cier- toit parece tender sobre todo al reper- deseable genio de los sintetizzdores,
to modo su definición es ecléctica torio del gran maestro suizo de la palabra genio le trajo a la memoria
cuando dice: «A mí no me gusta uti- Dutoit, Ansermet: Ravel, Mous- a Lutoslawski: «Lutoslawski es un
lizar un mismo estilo para todo. Por sorsky, Stravinsky, Bartok... Ha- compositor muy importante. Acabo
ejemplo, hay orquestas que lo tocan blando así nos vamos acercando de hacer ahora su Change Two con
todo con el mismo color. Nosotros hacia la música más reciente. Cuan- el Concertgebouw, una obra para
hablamos siempre del sonido, del co- do se evoca la crisis del experimen- violín y orquesta realmente fantásti-
lor, de los problemas de estilo de ca- talismo, Dutoit no se muerde la ca. Y Change Threela haremos aho-
da obra. Pero, claro, cada orquesta lengua y dice, «¡Qué bien!, ¿ver- ra en Nueva York». «He hecho
tiene su personalidad y nuestra or- dad?» y se refiere a esa inspiración también la Séptima Sinfonía de Hans
questa es la más clásica de América romántica que le parece encontrar en Wemer Henze con la Orquesta de la Ju-
del Norte. Tiene una experiencia tre- una buena parte de la música actual. ventud Alemana, cuando él cumplió
los sesenta años. En Montreal también
hemos hecho Boulez, Stockhausen.
Sin duda la música de nuestro tiem-
po es importante para nosotros. Hay
que reconocer que si no le gusta al
público, el público debe resolver ese
problema. Nuestros creadores escri-
ben música de nuestro tiempo, con
todos los problemas que ello conlle-
va. Además, nosotros, en Montreal,
al ser, junto con las de Vancouver y
Toronto, una de las tres orquestas
sinfónicas que hay en el país, tene-
mos que atender también a la pro-
ducción de nuestros compositores
jóvenes».
Con Dutoit se podría estar hablan-
do todavía mucho más rato. Es un
hombre comunicativo, al que le gus-
ta saltar de un tema a otro. Habla-
mos también de sus grabaciones de
Falla, y Dutoit lamenta que no haya
apenas música sinfónica española pa-
ra grabar. Le hablo de Gerhard, no
sólo porque sea el músico español
más grande después de Falla, sino
porque su larga estancia en Inglate-
rra le hizo más famoso Ínter nacional-
mente. Pero Dutoit no lo conoce. Le
digo entonces que hay varias graba-
ciones de obras suyas para orquesta
mío a una valla publicitaria de la orquesta. FRANCOIS GAGNE/DECCA sinfónica de Decca y se interesa, me
pregunta dos veces por el nombre del
menda de la música del siglo XVIII. «El experimentalismo fue, en buena compositor catalán.
Tocamos mucha música de Mozart, medida, un producto de la postgue- Dutoit por la tarde dirigió una pre-
de Schubert —que, por supuesto, es rra. Entonces todo, claro, estaba des- ciosa Pelruschka y una vez más pro-
un compositor del siglo XIX, pero truido, hasta la filosofía. Por bó el placer de un público que él
que está dentro de esa tradición supuesto que la música concreta, los definió como «tan cálido». Su única
clásica—. Así la orquesta tiene ese síntetizadores y todo eso está muy frustración, como la de otros miem-
sentido del fraseo, del color, de la afi- bien, son cosas interesantes en la bros de la orquesta y del crítico de La
nación que viene de la música ciencia del sonido, pero hace falta un Presse, de Montreal, que acompaña
clásica». genio que sintetice todo eso». a la orquesta en su gira, es que el Mu-
Pero también hace Mahler y mú- Y cuando dice la palabra genio de seo del Prado estuviera cerrado por
sica del siglo XX, sobre todo. Y pronto se acuerda de Lutoslawski. una huelga. Luego nos despedimos.
Bruckner. Dutoit dice: «Un amigo Hacía unos momentos estábamos ha- Un hombre simpático, sin poses de
mío, Daniel Barenboim, dice que no blando de la música contemporánea artista, un corredor de fondo que ha
puede pasar un año sin hacer una sin- y decía: «Tenemos la costumbre de llegado a su meta.
fonía de Bruckner. Yo no tengo ese invitar todos los años un compositor
problema, mire, yo puedo estar un a Montreal. El primer año tuvimos Javier Alfaya

Scherzo 27
ACTUALIDAD

La muerte de Petruchka
Madrid. Teatro Rea], 4 y 5 de noviembre de 1987. Sirauss: Don Juan; Bartók; Concierto paro or-
questa; Mussorgsky-Ravfl: Cuadros de una exposición. Berlioz: Carnaval romano1, Morel: Boreal;
Rachmaninov: Rapsodia sobre un tema de Paganini-, Stravinsky: Petruchka, Ravel: Bolero, IM valse.
Orquesta Sinfónica de Montrea], Director; Charles Duioil.
Uno de los momentos más angus- claro, es potente y acredita un empas-
tiosos y patéticos de la música de es- te y una conjunción envidiables. Su
te siglo queda concentrado en el mejor familia es probablemente la
suave golpe de pandereta que, seca- madera, de sonoridad y estilo muy
mente, trágicamente, sugiere la muer- franceses. La cuerda, compacta, no
te del muñeco Petruchka en torno al se caracteriza por la dulzura o el ter-
que Stravinsky tejió una partitura ge- ciopelo; el metal es contundente. El
nial, reveladora, definidora. Las segundo es un conductor fácil, de
múltiples caras de esta obra poliédri- gesto variado y flexible, un animal de
ca, en la que el timbre adquiere im- podio, que domina todos los resor-
portancia nueva, incluso estructural tes del arte de dirigir y que mantiene
y en la que el ritmo y la orquestación en envidiable forma a la centuria de
son utilizados de manera original, es- la que es titular. No es, sin embar-
Paavo Berglund. tableciendo un lenguaje sorprenden- go, dueño de conceptos interpretati-
te que sería aprovechado y vos profundos o especialmente
Un paisaje potenciado en seguida en La consa-
gración de la primavera, fueron mos-
tradas con una nitidez, una
trascendentes que puedan sobrevenir
de una adecuada asunción estilística
y de una sublimación de su dinamis-
muy gris luminosidad, una intencionalidad ex-
presiva, plenamente coreográfica, un
mo y cualidades expresivas. Estas li-
mitaciones quedaron expuestas en la
Madrid. Teatro Rea!. 16 de noviembre de 1987. brillo extraordinarios en la interpre- pálida recreación de Bartók, en la fal-
Momsalvalge: Laberinto: Beeihoven: Concierto ta de sabor romántico de Strauss, en
para piano n.° 4\ Sibehus: Sinfonía n . f l i Solis- tación de la orquesta canadiense y de
la: Jean-Bernard Pommier. Orquesta Royal Phil- su director Charles Dutoit. Cuando la rigidez y no lograda progresión del
harmonic de Londres. Director: Paavo Berglund. sobrevino el suspiro último de la ma- Bolero o en la irregularidad de los
rioneta y cuando, inmediatamente, Cuadros. Espectacular Berlioz, aun-
Se suele hablar de Sibelius como las trompetas con sordina desgrana- que con ciertos problemas de plani-
compositor descriptivo, lo que es inco- ron su disonante lamento, el público ficación (la traicionera acústica del
rrecio porque no estuvo nunca en su que llenaba el Real estaba sin alien- Real): los vientos sonaron siempre
ánimo la pintura directa de su geogra- to, tal había sido la convicción, el vir- mucho más fuerte que la cuerda, a
fía; tampoco utilizó habitualmente le- tuosismo y el vigor con los que se veces materialmente sepultada.
mas populares concreios en su música. había plasmado la cruda pintura stra- Correctas la dirección y la interpre-
Pero no cabe duda de que ésta pinta un vinskiana. Un Petruchka espléndido, tación pianística de Marc-André Ha-
paisaje interior, recoge unas impresio- una interpretación rutilante que pue- melin, canadiense, en Rachmaninov,
nes sonoras, tiene un color en el que su de colocarse al lado de la también buena prestación, sin llegar a la en-
país, Filandia, se reconoce. Está per- grande que hace unos años, en el mis- traña, en La valse (propina de lujo
manentemente aludida. Temáticamente mo escenario, realizara la Sinfónica junto con el Bolero), y no demasia-
. —a través de un folklore imaginario— de Londres dirigida por Yuri Temir- do interesante, dejando aparte la ver-
y orquestal mente. kanov, aunque ésta tuviera una ma- sión, la obra de Morel, bien
El paisaje recreado, con la Quinta yor acidez y destilara unas tintas orquestada pero excesivamente ape-
Sinfonía del autor nórdico, por el tam- quasí expresionistas. gada a moldes repetidos: ostinato rít-
bién finés Berglund fue bastante más Y no puede extrañar la altura de mico en orden a crear efectos de corte
grisáceo de lo que la obra precisa. Es esta versión si se repara en las carac- primitivo o ancestral.
una bella partitura, hábilmente desa- terísticas de orquesta y director. La
rrollada por su creador con esa técnica
tan propia de él basada en la construc- primera posee un sonido brillante. A.R.
ción y elaboración de breves células te-
máticas y en la vanada y progresiva ciales expresivamente en Sibelius. El co- gran formación, admirablemente trata-
utilización del ritmo. Ostinatos, trémo- mienzo estuvo bastante desajustado, da por el autor catalán. La utilización
los, densidades rotas por esporádicos además de falto de ese misterio ecoló- alusiva del ritmo y de una serie de do-
rayos de luz... Triunfo final en los re- gico que vibra en esta música, y las ma- ce sonidos, así como la sabia construc-
petidos acordes que cierran la sinfonía. deras, no a gran nivel en toda la noche, ción sinfónica, otorgan indudable
El director —uno de los pocos que em- rozaron la desafinación. Mucha confu- importancia a esta partitura.
puñan la batuta con la izquierda— sión en el final del Allegro modéralo, El concierto —que no quedará para
Otorgó eso que se denomina idiomatis- con unos metales demasiado fuertes y la historia— se cerró, no en olor de
mo y carácter a su interpretación, a la nada empastados. multitud, con una perfectamente olvi-
que no faltó cierta grandeza y buenas Pommier ofreció una versión un tan- dable danza húngara de Brahms. Hay
dosis de sabor épico, y resaltó adecua- to impersonal de Beethoven, aunque que esperar una futura actuación de la
damente la tonalidad oscura de la or- bien locada, y tuvo el lastre del tosco buena orquesta londinense, que ha de-
questación; se olvidó o no quiso acompañamiento de Berglund. La or- fraudado no poco. Lo mismo que Ber-
—probablemente no supo— de tratar questa, conducida algo mecánicamen- glund, a quien recordamos una más
convenientemente los timbres —menos te, se lució en el espléndido Laberinto matizada versión de la sinfonía de Si-
grises de lo que se cree—, de clarificar de Montsalvatge, tríptico inspirado en belius con al ONE allá por 1975.
los planos, de regular las intensidades el mito de Ariadna. La obra, estrena-
y de graduar las progresiones, tan esen- da en Granada en 1971, emplea una A.R.
28 Scherzo
ACTUALIDAD

Un Chausson sólo a medias Gira de la J.O.N.D.E.


Madrid, Teatro Real: 2,3 y 4-X-87. Preludio o la siesta de un fauno (C. Dcbussy); Concierto para piano
por la U.R.S.S.
y orquesta, en La menor, Op. 16 (E. (ineg); Sinfonía en Si bemol mayor, Op. 20 (E. Chausson). Or- La Joven Orquesta Nacional de Es-
cheslre National du Cavilóle de Toulouse. Director Michtl Plasson. Solista: Gabriel Tacchino, piano. pafía ha regresado a nuestro país, des-
Ciclo ONE. pués de realizar una gira por la URSS
en la que ha visitado las ciudades de
Tal y como ha llegado a configu- bideces wagnenanas vía Franck, to- Kiev, 1.en i n grado, Tallin y Tartu, in-
rarse un concierto sinfónico viene a ques románticos, sensibilidad a lo terpretando obras de Toldrá, Falla,
ser una especie de drama musical, Fauré, predebussiano. El intérprete Barlók, Debussy, Ginastera y
con planteamiento, nudo y desenla- debe analizar todas estas líneas de Beethoven.
ce. Todo confluye hacia ese último fuerza para reconstruir al mismo Con esta visita a una de las salas de
acto en el que se imparten apoteosis, tiempo una forma viva y coherente. concierto de mayor tradición musical
redenciones, éxtasis, resurrecciones, Plasson dilucidó los entresijos de ta de Europa y en las que la Joven Or-
transfiguraciones y no sé cuántas co- partitura con oficio y eficacia pero questa ha tenido una especial acogida
sas más. Escoger para esta consagra- los recompuso mecánicamente y con del público, finaliza el Encuentro III de
ción una Sinfonía tan poco frecuen- escasa sutileza. El resultado sólo fue los programados para este año. Se tra-
tada como la de Chausson no deja de convincente a medias y no se hizo ho- ta de su segunda gira internacional, des-
nor a los méritos que reúne la' pués de la que realizó en EuropaJía en
ser a estas alturas un golpe de 1985.
audacia o de extravagancia, según Sinfonía. Es de destacar también que ésta ha
se mire, que el público de los viernes sido la última actividad para los jóve-
acusó. Porque no nos engañemos, La orquesta no es excepcional, ni
tiene una personalidad definida. Sus nes músicos que fueron miembros fun-
poco tiene que decir Chausson a una dadores de la Orquesta y que han visto
germanofilia militante cuya fe inque- insuficiencias quedaron al descubier-
to en Debussy, donde la batuta estu- culminado su períodos máximo de per-
brantable es equiparable al fervor ita- manencia en ella, limitado a tres años.
lianizante que sentía Don Hilarión vo precisa pero poco inspirada. A partir de ese momento, treinta y cua-
Eslava y muchos de sus contemporá- Igualmente resultó formulario el tro de los hasta ahora Miembros Inte-
neos. Entusiasmos que son muy le- acompañamiento al Concierto de grantes tendrán que orientar su futuro
gítimos pero que distorsionan Grieg, cuyo protagonista Gabriel profesional y artístico individualmen-
cualquier valoración objetiva. Tacchino se limitó a cumplir sin más. te. Entre tanto, en la Joven Orquesta
Todo músico es una encrucijada y Nacional, mediante nuevas pruebas de
Chausson no es una excepción: mor- D.C.C. admisión —al menos dos al año—,
nuevos jóvenes ocuparán su puesto.

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Scherzo 29
ENTREVISTA

Bob van Asperen


comprender la música
•w-y / clavecimsta holandés Bob van Asperen está considerado por muchas perso-
» y ñas como el más claro seguidor de la línea interpretativa de Gustav Leon-
M—J hardt, sobre todo en cuanto al rigor intelectual con que construye sus versio-
nes. Este solista de técnica completísima, musicalmente controvertido y personal-
mente de carácter algo inquieto y nervioso, dotado de un fino sentido del humor,
terminó con dos recitales en España una larga gira de casi dos meses que le ha
llevado por toda Europa. Entre un concierto y otro accedió amablemente a conce-
dernos la entrevista que tienen en sus manos.

CHERZO: ¿Qué es lo que hace que uno escoja la Acepto el halago, pero no estoy de acuerdo. Claro que
S música, y dentro de la música un instrumento co-
mo el clave?
BOB VAN ASPEREN.—En primer lugar, me gus-
también puede darse el caso contrario. Recuerdo que
una vez estuve leyendo el curriculum y las críticas dis-
cográficas de un colega de otro clavecinista, y en ellas
taría decir que fue la música la que me escogió a mí. ponía que esa persona "toca tal y tal otra pieza inclu-
Supongo que ese es el mejor inicio, y el que debiera so mejor que Bob van Asperen..." Yo me río en el sen-
tener todo el mundo... En cuanto al clave, la verdad tido positivo, claro.
es que fue prácticamente por casualidad; mi profesor S.—En todos estos años que lleva Vd. en la música,
de piano se vio obligado a dejar de darme clases, y en- ¿qué es lo que ha aprendido, lo que ha descubierto,
tonces decidí que tenía que hacer alguna cosa mas, no lo que más le importa?
pararme, y ¡o que escogí fue el clave, porque es un ins
truniento con unas posibilidades increíbles. Lo que más B.v.A.—Quizás lo que voy a decirle parezca un po-
me atrae es que uno puede tocar en solitario una gran co raro, o superficial, pero sobre todo me he dado cuen-
cantidad de música que con otros instrumentos habría ta de ¡o mucho que me interesa la música, y de que hay
que compartir, habría que tocar por lo menos con una que apoyarse, hay que confiar en las obras musicales
persona más. Pero cuando uno ve que puede hacer tan- buenas, y en los buenos compositores. Lo que quiero
tísimas obras solo, la experiencia es verdaderamente en- decir es que en la mayoría de las ocasiones lo que el
riquecedora. Nada se puede comparar a la especie de intérprete se pregunta es qué repertorio podría hacer
esquizofrenia que se siente cuando estás tocando una para tener éxito... Hay que olvidarse de uno mismo,
obra a cuatro o cinco voces... y apoyarse en la música. Cuando coges música de Mon-
teverdi, de Bach, de Mozart, de Frescobaldi, o de otros
S.—De todas formas, ¿cuándo se dio cuenta de que compositores así, es cuando puedes descender a los de-
el camino que iba a seguir estaría siempre unido al mun- talles más refinados para intentar comprender lo que
do del clave y de la interpretación auténtica? significa el lenguaje de la música, lo que significa un
B.v.A.— Bueno, es que uno no sabe nunca cómo le determinado tipo de polifonía. Es como descubrir mun-
van a ir las cosas, si lo que tiene entre manos va a fun- truida de ese estudiar
dos nuevos y
modo y
por qué esa polifonía está cons-
no de otro. Creo que descubrir
cionar o no. Simplemente se trata de seguir una espe- las diferentes formas de construcción
cie de voz que te llama; sí te arriesgas y te sale bien, importante, por eso aprendo tanto delmusical
estilo
es muy
polifóni-
estupendo. SÍ no... co, del estilo fugado, de los ricercares polifónicos, de
S.—Es bien sabido que Vd. fue alumno de Gustav los siglos XVI y XVII. Resulta que esa música, es bá-
Leonhardt. ¿Alguna vez, con el paso del tiempo, se ha sicamente una construcción, y luego hay que volver a
sentido incómodo por el hecho de que la fama y la fi- convertirla en música, lo cual es casi como un juego;
gura de Leonhardt pudiera haber oscurecido la suya como un juego parecido al ajedrez, por ejemplo. Lo
o la de otros clavecinistas de también muy alto nivel? que podríamos llamar juego en la música es muy, muy
importante, nunca hemos de pensar que la concepción
B.v.A—No, de verdad, no se trata de buscar com- de una obra musical tiene una forma definitiva, cerra-
paraciones de unos con otros, a mí esas cosas única- da. Es algo sustancial que intento comunicar a mis
mente me hacen sonreír. Mire, voy a ser un poquito alumnos haciendo que experimenten, y explicándoles
indiscreto, pero a veces, en críticas de conciertos o de que no se preocupen por los fallos o los errores, por-
discos, he recibido halagos de personas que piensan que que cuando uno está probando o experimentando al-
toco mejor que, por seguir con el ejemplo que Vd. po- go no se puede considerar que tenga errores. No hay
ne, el señor Leonhardt. Cuando me dicen eso me río. otra solución que tener una vía propia de experimen-

30 Scherzo
ENTREVISTA

Bob van Asperen. FOTOS: CURSO DE MÚSICA BARROCA DE MADRID

tación. Cuando se es joven uno piensa que tiene la so-


antigua deforma más natural, con menos discusiones
lución técnica o musical para una pieza determinada, que hace unos años?
y dice: "ya lo tengo".
Pero en realidad nunca puede ser así, hay que pro- B.v.A.—Sí, le voy a decir algo sobre eso: cuando dice
bar muchas cosas, experimentar. que había muchas discusiones, tiene Vd. razón, e in-
cluso diría que todavía se está discutiendo demasiado.
S.—Si tuviera que optar por una interpretación mu-La verdad es que ahora hay mucha más gente intere-
sicológicamente recta, segura, o por una más experi- sada en el campo de la música antigua, pero creo que
mental, ¿recomendaría a sus alumnos lo segundo? los resultados verdaderamente buenos todavía son ra-
ros; quiero decir que el que haya más gente interesada
B.v.A.—En realidad la respuesta la da el tiempo, el
no hace que el nivel general aumente mucho.
ir haciéndose viejo. Pero cuando se es joven, o te arries-
gas y haces música o bien tomas una postura más pru- Lo que sí que hay es una gran cantidad de artículos
dente y esperas hasta que tus dudas se resuelvan. Si que intentan sacarle punta absolutamente a todo, dis-
cutiendo los detalles de los detalles. Uno no debe per-
tuviera que escoger, diría que es mejor tener dudas que
no tener más que una pretendida seguridad y esponta- der el tiempo en intentar expresar con palabras lo que
neidad musical que quizás es falsa. Puedo parecer un quiere decir, sino simplemente tocar y mostrar los re-
sultados. Las discusiones han de terminarse en algún
poco negativo, pero lo cierto es que el entusiasmo por
punto.
hacer música es algo que sigue en ti con el paso de los
años; pero si lo único que tienes es eso te será muy di-S.—Hace seis años Vd. formó una orquesta, Melan-
fícil controlar tus propios pasos. Si lo que quiero es
te'8l. ¿Seguirá con su carrera de solista o dedicará ca-
que mis alumnos experimenten es porque quiero que da vez mayor trabajo a la dirección?
tengan dudas, y que prueben soluciones diversas, pero
sabiendo que sólo con espontaneidad no se hace músi- B.v. A.—Bueno, yo no soy demasiado amigo de di-
ca, claro. rigir, pero a veces lo hago, sobre todo cuando tengo
interés en preparar una determinada música que requie-
S.—Aún así, ¿no cree Vd. que ahora se hace música re un conjunto orquestal. Se trata de partituras como

Scherzo 31
ENTREVISTA

conciertos para clave, o cosas así. Pero desde luego sarrollar un estilo personal definido. ¿Debe ser real-
nunca ha sido mi deseo ocupar todo mi tiempo diri- mente ésta la preocupación fundamental?
giendo. Además, es un trabajo enorme si se quiere ha-
cer bien, y prefiero tocar solo, claro. Lo otro es mucho B.v.A.—Yo nunca me preocuparía por eso, desde
más complicado, aunque también compense, desde lue- luego. Su pregunta es interesante, porque hay gente que
go. En cuanto a la orquesta, le diré que Melante, 81 cree que eso es muy importante. Le contaré algo: cier-
se trata sobre todo de un grupo de carácter incidental, ta vez un colega, un clavecinista, tuvo que tocar junto
o accidental. Obviamente existe, sigue funcionando, pe- a otro clavecinista, eran unas cuantas piezas... El diá-
ro no hacemos demasiadas cosas, más que nada por- logo fue más o menos así: "Bueno, el público conoce
que yo lo concibo como un instrumento para hacer, tan bien mi estilo personal de interpretación, que pre-
como digo, un tipo de repertorio muy especial, que no feriría no tener que cambiarlo nunca...". A mí eso no
sea el de clave solo. Algunas veces hemos ofrecido con- me preocupa, porque considero que uno ha de ser lo
ciertos con una plantilla muy grande, creo que fue en suficientemente libre como para aceptar sin traumas
España precisamente donde hicimos sinfonías de Mo- cualquier influencia, pero es que también debe uno mis-
zart, pero raramente lo repetiremos. De cuando en mo dejarse influir leyendo, estudiando y experimentan-
cuando hacemos algunas cantatas de Bach, o concier- do métodos e ideas, mezclando todo eso para descu-
tos para clave, y con vistas al año que viene, bicente- brir cosas nuevas. Es como cuando Colón dijo:
nario de Carlos Felipe Manuel Bach, prepararemos "Vayamos al fin del mundo". Si no encontramos co-
algunas cosas, pero me dedicaré más a mis conciertos sas interesantes no pasa nada, quizá lo consigamos un
en solitario. poco más tarde. Lo importante es seguir los impulsos
S.—¿Qué tipo de música le
gusta interpretar? O, si lo pre-
fiere ¿con qué música se siente
más cómodo?
B.v.A.—En realidad me en-
canta hacer muchos estilos dife-
rentes. Quizás uno, al principio
de su carrera, se pregunta: ¿no
será mejor concentrarse en un
repertorio concreto? La verdad
es que nunca he hecho eso, por-
que he tocado Frescobaldi,
Bach, Louis Couperin... Sim-
plemente lo que intento es tocar
cosas buenas, lo cual ciertamen-
te limita el repertorio, pero den-
tro de lo que queda hay donde
elegir. Por otra parte, también
me río cuando de repente leo
una crítica que soy un especia-
lista en música francesa, y al
mes siguiente ya soy especialis-
ta en Carlos Felipe Manuel
Bach. A veces también ocurre
que algún colega me dice: "Ah,
tú y Frescobaldi..., tú tienes al-
go con Frescobaldi..." Me ha- Bob van Asperen con Marijke Miessen en un concieno del curso de Música Barroca, de este
cen gracia estos comentarios, verano, en Madrid.
pero también me gusta escuchar cosas así.,. que brotan de tu mente. Con o sin resultados, seguir
S.—¿Qué tipo de clave, de instrumento, es su pre- ese camino.
ferido?
S. — Vd. forma parte de la élite, de la flor y nata de
B.v.A.—Me temía que iba a preguntármelo, así que la música antigua. Desde su posición privilegiada, ¿qué
seré diplomático. A veces tengo que escoger enue cla- cree que es lo que falta para considerar que en todos
ves con un mecanismo muy preciso y peor sonido, o los campos interpretativos se han conseguido los más
entre otros que suenan de forma más bella pero que exigentes niveles?
son más imperfectos. La verdad es que me inclino más
por los instrumentos de sonido bello, poético, incluso
con problemas técnicos. Así pues, lo que prefiero es queB.v.A.—Este tema es también muy importante, por-
hacer una elección musical, no técnica, aunque al to- cuerda todavía no en
considero que el campo de los instrumentos de
car pueda tener más dificultades y los elementos técni- temenie alto. A pesar de conseguido
se ha
todo, hay
un nivel suficien-
algunos instrumen-
cos no respondan de la forma que uno querría. tistas con una técnica exíraordinariamente alta, pero
S.—Cuando alguien quiere despuntar en un mundo por lo general, en la mayoría de los casos, hay mucho
como el del clave, parece que ¡o más importante es de- que mejorar. Hay que volver a las fuentes, a Geminia-
32 Scherzo
T * TEATRI "'"I

KEAI ENDIISA

X CICLO DE
CAMARAY
POLIFONÍA
TEMPORADA 1987-

11 I de diciembre, martes
Julliard Quartet
Abono D
14 15 de diciembre, marles

ChiHingirian Quartet
Abono D

J. Brahms: Los tres cuartetos de cuerda (integral); Shoslakovich: Cuarteto núm. 8


Cuarteto en Do menor Op. 51 núm. 1; Bartók: Cuarteto núm. 6
Cuarteto en Si bemol mayor Op. 67; Cuarteto Schubert: Cuarlelo núm. 14 en Re menor, D. 810, "La
en La menor Op. 51 núm. 2. muerte y la doncella"

12 2 de diciembre, miércoles

Orquesta de Cámara Española 15 16 de diciembre, miércoles Abono C

Concierto homenaje al violinista Hermes K ría I es Coro Nacional de España


Concertino-director: Víctor Martín Orquesta de Cámara Española
Solistas: Goncal Cometías, Hermes Kríales, Pedro León, Dirección: Carmen Helena Téllez
Francisco Romo, Domingo Tomás, Manuel Vi-
lluendas hiolines» Concertino: Víctor Martin
Bach: Concierto para dos violines en Re menor J. S. Bach: Cantanlas del Tiempo de Navidad (BWV 72,111
Vivaldi: Concierto para dos violines en La menor; Concier- y 122)
to para tres violines en Fa menor; Concierto para
cuatro violines en Si menor
Mozart: Concierto en La mayor para violín y orquesta
16
Hesperion XX
12 de enero, martes Abono D

13 9 de diciembre, miércoles

Malcolm Frager, piano


Abono C Dilección: Jordí Savall
Recital de música barroca

Haydn: Sonata núm. 44 en Sol menor


Webcr: Sonata. Op. 24, en Do mayor
Brahms; $cher¿o, Op. 4; La rapsodia, Op. 79 núm. I; 4 pie-
zas para piano, Op. 119

Este avance de programas es susceptible de modificación

Localidades disponibles en taquilla

MINISTERIO DE CULTURA
ENTREVISTA

ni. Lo que él describe a veces lo oigo en manos de los S. —¿ Qué es lo que está preparando para el futuro,
buenos violinistas que de verdad hay, pero que se po- qué grabaciones?
drían contar con los dedos de una mano. No hay que
tener miedo de perder la espontaneidad; el estilo ba- B.v.A.—En estos momentos estoy haciendo El cla-
rroco no viene por si sólo, hay que estudiar... ve bien temperado, de Bach para una casa de discos
S.— ¿Ocurre eso también con los instrumentos de alemana muy conocida, EMI-Electrola, la misma en
la que aparecieron los conciertos para clave de Ema-
viento? nuel Bach. Ya he grabado el Primer Libro, que me ima-
gino que saldrá dentro de medio año, aproximada-
B.v.A.—Quizás no tanto, pero también es difícil en- mente, y creo que en el mes de marzo continuaré con
contrar un intérprete realmente genial de traverso ba- el Segundo. Es un trabajo enorme, de verdad, pero creo
rroco... Creo que todos los instrumentos deberían que los resultados son excelentes. Quizás alguno de los
influir en los demás, podríamos consultar fuentes de lectores escuchó algo del Primer Libro, puesto que ofre-
diversos instrumentos y tratar de conseguir el mismo cí un concierto para Radio 2 en 1985 con la integral,
tipo de entonación y de expresión de un violín pero con y esa fue una de las primeras veces que toqué en con-
el clave. • • Tratar de ser un traverso o un oboe... Mu- cierto esa obra tal y como la estaba grabando. Cuan-
cha gente asegura que el clave, o el piano, son instru- do uno graba en disco una obra como El clave bien
mentos fáciles de tocar, porque no hay que preocuparse temperado se juntan varias cosas. Por un lado, está la
de afinar, únicamente pulsas una tecla y ya está... No, oportunidad de, simplemente, tocarla y dejarla graba-
hay que conseguir una especial entonación, entender da, pero es que hay que pensar en todos los detalles
la música. Este tipo de cosas, quepa- de la Partitura. Uno mismo debe for-
ra un buen cantante son más fáciles zarse a no dejar nada imprevisto. Pa-
de entender, porque está habituado «Para el intérprete ra El clave bien temperado existen 20
a matizar mucho cuando canta, esto fuentes documentales, y no todas son
es lo que hay que conseguir en todos no hay igualmente válidas. Algunas cosas
los instrumentos. hay que tomarlas de un lado, y otras
otra solución de otro. Y ese trabajo lo tienes que
S. — Vd. es el profesor de clave en que tener hacer personalmente, no puedes de-
el Real Conservatorio de La Haya. legar en otra persona la importantí-
¿Cómo ve a ¡a nueva generación de una vía sima tarea que es escoger qué versión
alumnos con los que trabaja en es- vas a grabar de esa obra. Hay que
tos momentos? propia
comprobar todas las variantes que se
B.v.A.—Debo decir que ahora de producen en determinadas notas, o
tengo un grupo muy bueno de gente compases, todos los detalles y las co-
experimentación» sas que se han ido añadiendo poste-
en La Haya, que trabaja con mucho
entusiasmo, especialmente desde que riormente a esos manuscritos, sólo
hace un tiempo inauguramos, por así decirlo, una se- Dios sabe por quién... Quizás por Juan Sebastián Bach
rie de jornadas abiertas al público. Cada mes hacemos mismo, pero es que ni siquiera la última versión cono-
tres días abiertos al público, y la verdad es que todos cida de Bach es definitiva, hay que seguir escogiendo
se esmeran muchísimo. Siempre empezamos con una porque algunas fuentes consideradas como casi las úl-
pequeña conferencia, pero no por mí, sino por uno de timas fueron copiadas por los alumnos de Bach, que
ellos, porque es una forma muy interesante de ver có- mezclaban lo que él había escrito con sus propias con-
mo viven la música, qué hay dentro de ellos. Los alum- tribuciones... Y, por cierto, alguno de estos alumnos
nos trabajan y se esfuerzan, pero a veces hay que era bastante pedante... Pero cuando quieres grabar una
estimularlos, yo creo que de cuando en cuando es nor- versión buena hay que ir comprobando todo. Te da mu-
mal que un alumno se sienta un poco perezoso, pero cho trabajo, pero es fantástico. Es la ventaja y la des-
lo que yo no puedo hacer es trabajar en su lugar. He ventaja de grabar... Resulta que al hacer la grabación
de enseñarles los trucos, los secretos técnicos, decirles tienes que tocar completamente a solas en una habita-
qué deben hacer y qué no, y después hacer que actúen ción de un museo, o en una iglesia, sin público, sin ca-
con responsabilidad. Si no lo hacen así, es un proble- lor... A lo mejor el museo está situado al lado de una
ma, porque, al fin y al cabo, le diré que a mí no me estación de ferrocarril, como ocurría en Hamburgo,
interesa para nada que ellos toquen bien, que sean bue- cuando grabé e! Primer Libro ... Se dan situaciones
nos clavecinistas... (risas). Pero sí que hay que presio- muy divertidas para el técnico de sonido, porque de re-
narlos un poco a veces. Hay también otro aspecto pente pasa un tren... En fin, se dan todas estas carac-
diferente en la enseñanza, que es de los cursos de vera- terísticas, pero además has tenido que hacer antes un
no. Son un poco peligrosos, porque hay mucha gente trabajo muy duro, que quizás no haces para un con-
que tiende a pensar que no son más que unas vacacio- cieno. Sin embargo, una grabación queda ahí, y hay
nes mejoradas con buena música. Dicen... "qué bien, que esforzarse mucho.
un curso de verano...", y hay que tener en cuenta que
otros alumnos sólo tienen esa opotunidad durante el
año, y hay que aprovecharla. Lo que también está cla-
ro es que siempre es necesario tener un profesor al la-
do que te vigile un poco; hacer ejercicios del siglo XVII
o XVIII está muy bien, pero tienes que tener a tu lado
un profesor que te diga que lo estás haciendo mal, o
bien, que te critique continuamente... José Carlos Cabello Arroyo

34 Scherzo
DISCOS

mentablemente, los datos biográficos de


ADALID: Piano a cuatro manos. Migad
Zaaetti y FenuBdo Turina, Plano. Etnos 02
•A - XLI. Madrid, 1987
DISCOS Adalid repiten graves errores, lomados de
una publicación de 1965, única fuente de
consulta al seguir inédita la biografía de
La gran contradicción del romanticismo Adalid que escribió en 1981 Margarita So-
musical es que, siendo el período favorito to Viso, coincidiendo con el centenario de
del público, es «1 gran desconocido. Una co- la muerte del compositor.
sa es aquello que cualquier aficionado iden- Zanetti y Turina han sido los intérpretes
tifica como música romántica y muy otra lo que, desde hace tres altos, vienen reponien-
que el aficionado del periodo romántico do las obras a cuatro manos de Adalid, y
identifica con su música. Muy diversa es la en esta ocasión el disco se ha adelantado a
música de Liszt que oímos en nuestros con- la edición de la música, preparada por Mar-
ciertos y la que el propio Liszt interpretaba garita Soto. La versión demuestra un cono-
en sus conciertos. Y uno de los graves pro- cimiento y un rodaje de las obras, asi como
blemas es que aquello que identificamos co- la estima por las mismas de los intérpretes.
mo gran música romántica y, con toda razón Esa maduración es fácil de apreciar respec-
admiramos, era en su momeno música re- to de las grabaciones de Radio-2 y las mías
servada. del estreno, en nuestro días.
La confusión sobre el período romántico Es éste el cuarto disco con música de Ada-
en la música no sólo alcanza a lo; aficiona- lid y el primero monográficamente dedica-
dos, sino también a una buena parte de in- lo; lo ha logrado Bontempo ya y comien- do al autor.
térpretes y escritores sobre lemas musicales. zan a lograrlo los españoles y aún lo espera
Mientras, al hablar sobre los denominados el cubano. X.M.C.
barroco y clasicismo se intenta hablar sobre Adalid es, desde luego, un ejemplo del
la práctica musical de los siglos XVII y músico romántico que opta por el enclaus-
XVIII, al hacerlo sobre el siglo XIX parece tramiento —como Álkan o Ruiz Espadero— C.P.E. BACH: Concierto para clave en la
que preferimos repetir aquellas cosas que pero que está en pleno contacto con la ac- mayor Wq.29. Cuartetos en la menor
quienes consideramos grandes, escribieron tualidad musical francesa, inglesa, alemana Wq.93, en re mayor Wq.94, en sal mayor
sobre si mismos y sobre sus contemporáneos. o italiana como lo demuestra su biblioteca. Wq.95. Ton Koopnun, dave y dirección.
Algo parecido sucede con los más recientes Formado en la rigurosa escuela de Mosche- Orquesta Barroca de Amsterdam. Wilbert
intentos de períodización de los romanticis- les conocía perfectamente el repertorio mu- Hazetzel, flauta; Wiíl Peeters, viola: Ricii-
mos musicales, basados en demarcaciones sical desde los clásicos vieneses pasando por te van der Mecr, violoocello. Philips 416
objetivas y con real relación con la música su maestro, Field, Clementi, Thalberg, Cra- 615-2. Compacto ADD 5*'16".
y su entorno. mar, Schubert, Kalkbrenner, Hummel,
Mendelssohn, Herz, Schumann y su espo- Este compacto —con grabacio-
Por lo dicho, siguen circulando tópicos y sa, Weber, hasta Liszt, pero también las pri- nes analógicas que datan de 1979
errores sobre la cuestión y uno de los más meras ediciones modernas de Bach, y 1981 (Wq.29)— nos propone
comunes es creer que la veneración formal Haendel, Mozart y Palestrina, Marti ni, Ca- obras de Cari Philipp Emanuel Bach perte-
es propia del primer clasicismo y que éste rissimi, Purcell o Arcadelt, y desde luego las necientes a dos de sus manifestaciones fa-
evolucionó hacia la descomposición formal novedades en ópera italiana y francesa, así voritas: el concierto para teclado y la música
y algo asi parece ocurrir con el virtuosismo. como Wagner. Este enciclopedismo sobre la de cámara. El Concierto en la mayor mues-
La realidad es diversa y los experimentos vir- música de su época es imprescindible para tra una deuda innegable con el modelo es-
tuosísticos, sobre todo en el piano, están entender lo que de atipica tiene su obra y su tablecido por Johann Sebastian Bach en las
ocurriendo en vida de Beethoven siendo pro- personalidad y para alcanzar su evolución relaciones teclado-orquesta. El mundo esti-
movidos pot Pleyel, Clemenfi y otros desde la década de 1860 hacia los derrote- lístico es por supuesto otro muy diferente,
construcl ores-editores; las típicas asimetrías ros del formalismo —7 sonatas de piano, pues estamos ante una página perfectamente
de figuración entre las dos manos, de las so- una de violín y piano y un cuarteto de representativa de la expresividad a ultranza
natas beethovenianas son hijas de la Op. 40 cuerdas—, las escrupulosas revisiones de las del movimiento Empfindsamkeit. Los Cuar-
de Clementi y las atrevidas modulaciones lo obras, la estructura de su única ópera y su tetos Wq. 93-95 tienen todavía puntos de
son de la música sentimental de C.Ph.E. uso de la modulación o de los textos. Es evi- contacto con la sonata en trio barroca, pues
Bach. La admiración por el belcantismo va dente su predilección por el humanismo que en ellos el violoncillo dobla la mano izquier-
a ser el motor de los grandes virtuosos del desde Mendelssohn se extiende por la obra da del clave. El idioma personal de Cari PW-
piano y de la guitarra y la reacción contra del último Liszt y por la de Brahms y que lipp se hace patente, además de en la
ese virtuosismo .cuyo máximo exponente es integra gran parte de su obra en la tercera combinación instrumental escogida, en la
Thalberg, va a ser uno de los argumentos generación romántica y hace de ella música agitación de la línea melódica y en la escri-
favoritos de Schumann en sus criticas. Pe- reservada. Sin absolutamente nada que ver, tura de gran dificultad con que son trata-
ro no olvidemos que aún en 1839 Liszt, desde luego, con Chopin como dijera An- dos los tres instrumentos principales. Discos
Herí, Czerny, Thalberg y Chopin se reúnen tonio Iglesias y mucho menos con un clasi- como éste ayudan a la efectiva recuperación
para escribir una obra de virtuosismo que cismo tardío como recientemente se dijo en del gran Cari Philipp, recuperación que es-
se convertirá en mítica, las variaciones titu- un programa de Radio-2. ¿Qué clásico mo- peramos sea masiva el próximo 1988, aflo
ladas Hexamerón. dulaba al grado contigua? del bicentenario de su muerte.

Las preocupaciones formales, por la re- Las interpretaciones contenidas en la gra-


cuperación de los valores clásicos, por la es- Este formalismo y este humanismo se re- bación son ejemplares por lo que se refiere
piritualidad religiosa, por el descubrimiento vela incluso en las obras grabadas en este dis- al tratamiento estilístico diferenciado de la
del órgano, el mito Bach, el mito Palestri- co que, como toda la música a 4 manos, está música de C.P.E. Bach. El desigual, estra-
na, etc. ocurrirán bastante más tarde y la in- pensada más para ser interpretada que pa- falario, personalísimo y en cualquier caso
teligencia de ello será tan tardía que la ra ser oída. Beethoven. desde luego, está pre- excelente clavecinista Ton Koopman nos
admiración por Brahms, el progresivo sente en la preocupación formal y en la ofrece en el Concierto Wq. 29, como direc-
(1933-47)y ladeBerlioz no tiene aún veinte presencia de un aria en el tercer tiempo de tor y como solista, lodo un repertorio de la
altos de vida. las sonatas. La tensión romántica, hija de manera más elocuente de tocar la tormen-
Creo que la incomprensión, cuado no la la escena, está presente, sin duda en la Mar- tosa música del compositor, con sus brus-
injusticia, que ha recaído sobre los músicos cha Fúnebre, no cabe olvidar que la muerte cos contrastes, tanto dinámicos como
románticos de nuestro entorno tienen mu- como tema y como pasión es un elemento expresivos o de ataque. En los Cuartetos el
cho que ver con la más absoluta ignorancia definitorio de la música romántica y común trabajo instrumental alcanza un notable
de muchos musicógrafos que se ocuparon a todos los períodos. equilibrio. El nivel virtuosístico es muy al-
del tema. Las figuras del portugués Bontem- to, con menciones especiales para Koopman
Son de interés muy grande las notas que y Hazelzet.
po, del cubano Ruiz Espadero o de los es- Antonio Gallego ha escrito para la carpeta
pañoles Masarnau y Adalid son merced oías en lo referido a la tradición de tocar a cua-
de recuperación en la imprenta y en concier- tro manos y en los análisis de las obras. La- E.M.M.

Scherzo 35
DISCOS

BACH: Conciertos para violi'n B.W.W. más patente en las Suites Inglesas—, carac- una interpretación verdaderamente moder-
¡.041 y 1.042; Dobles conciertos B. W. V. terística que es propia del lenguaje bachia- na». Quizá si las Cantatas se analizasen se-
1.043y 1.060. Arthur Grumiau* / H. Kreb- no de madurez. paradamente, una por una, se podrían
bers / H. Holligger. Les Soliste» Romands La versión de Kenneth Gilbert, magnífi- preferir en ocasiones versiones de directo-
- Arpad Gtrecz. Orquesta ^¡ueva Philarmo- co intérprete de la música clavecinística fran- res no tan rigurosos (léase Richter, Rilling
nía. Edo de Waarl. Disco compacto Philips cesa, es de gran calidad. Su lectura se rige o las antiguas y admirables de Hermann
Silver Une Clasics 420.700-2 (61'25" por la correción conceptual y una ejecución Scherchen); pero la coherencia y musicali-
A.D.D.) de elevado virtuosismo. La interpretación dad del músico berlinés hacen que estos dis-
merece uno de los primeros lugares entre las cos puedan ser considerados como piezas
Si en los últimos treinta anos se que han sido llevadas al disco. Tiene más in- modélicas de interpretación bachiana, supe-
han producido cambios y orien- terés que la de Huguette Dreyfus y sólo po- riores incluso a las dirigidas por Gustav
taciones innovadoras en la inter- drían echarse en falta algunos rasgos Leonhardt, el otro responsable de esia edi-
pretación musical, esos cambios hay que interpretativos, como la sobriedad de Leon- ción, de realización más austera y timbres
consignarlos en los criterios aplicados a la hardt o la exigencia musicológica de más secos y fríos. Muy bien las aportacio-
interpretación de la música del barroco, cuya Hogwood, nes de los solistas vocales (los veteranos Ess-
valoración desde una óptica historicista an- wood, Equiluz y Hampson) y no tan bien
tirrománlica ha supuesto una auténtica re- la de alguno de los niños solistas que desa-
E.M.M. finan peligrosamente en varias de las arias
volución estilística que ha redundado en de, por ejemplo, la Cantata BWV. 153. So-
beneficio de autores como Bach, Vivaldi o berbia toma sonora y prensado modélico,
Monieverdi, por citar sólo unos nombres, teniendo que añadir que estas grabaciones
quienes han encontrado un nuevo vigor ex- superan en mucho a bastantes compactos
presivo en los instrumentos originales, Leon- BACH. Suites para orquesta núms.: 2 y 3.
hardt, el Concent us Musicus o Gardiner han William Bennetl, nauta. The Academy of que se hacen en la actualidad. Como es ha-
liberado a esta música de su lastre románti- SI. Martln-in-lhe-Fikds. Philips 416 657. bitual el álbum viene acompañado por las
co, devolviéndole su ligereza, teatralidad, correspondientes partituras y por comenta-
claridad y, por qué no, su rudeza. La serie de precio medio Classics de Phi- rios y análisis interpretativos del propio Har-
lips nos trae uno de los mejores ejemplares noncourt (en alemán, inglés y francés; no
Pero como ninguna revolución surge es- de la serie. Este disco pertenece a la integral hay que olvidar que el álbum es de impor-
pontáneamente, resulta interesante y alec- de las Suites de Bach, grabada por Marri- tación). En fin, por si usted, lector, no se
cionador escuchar aquellas interpretaciones ner y la Academy of St. Martin-in-the-Fields había dado cuenta todavía, hay que rendir-
que, despojadas de planteamientos decimo- a finales de los setenta. Precisamente se trata se ante la evidencia: estamos ante el crea-
nónicos, apuntaban a concepciones más res- de las dos mejores interpretaciones de aquel dor idóneo de la música de Bach. No le dé
petuosas con el estilo de la época. Ese sería álbum. Como es sabido, Marriner ha vuel- más vueltas.
el caso de Arthur Grumiaux, cuyo acerca- to a grabar estas obras en el año 1983.
miento a Bach sigue siendo válido por su En la preparación de estas versiones in-
musicalidad y comprensión del universo del tervino el gran Thurston Dar! y su mano se E.P.A.
barroco bachiano, del que ofrece unas lec- nota. La interpretación es excelente, vivida,
turas sobrias y muy expresivas. muy barroca, con un William Bennett co-
Colaboran con el gran violinista belga el mo extraordinario solista de flauta en la Sui-
extraordinario Heinz Holliger, cuyo sonido te n.° 2. La ligereza de ritmo, la dinámica BACH: Wachet auf, ruft uns die Síimme
es un regalo para el oído, y el antiguo con- típica de Marriner, con su especial manera BWV 140. Magnificar BWV 243. EdlthMat-
certino del Concergebouw Krebbers, digno de comprender a Bach, hacen de estas lec- hU, Peter Schreier (BWV 140); Marta Sla-
parlenaire del belga. turas de lo mejorcito que podamos encon- der, Herí ha Tópper, Ernsl Haefliger,
En resumen, disco interesante que no des- trar, sobre todo en series medias. Hogwood, Dietrích Fischer-Dieskau. Coro y Orquesta
vía los vientos de la historia que soplan vi- Leonhardt, Linde, Kuijken, Leppard, Pi- Bach de Munich. Director: Karl Richter. DG
tales en el Concentus Musicus o la Petite nock, son otras de las muy buenas opcio- Gallert» 419 466-2 Compacto ADD 64'1S".
Bande. nes entre las que se puede elegir.
En cualquier caso, una reedición muy El paso del tiempo no ha sido
A.M.J. oportuna y positiva, que saludamos con ale- precisamente clemente con el
gría. El disco, con comentarios sólo en idio- Bach de Karl Richter. En los
mas foráneos, está arropado por una años sesenta se quiso ver su propuesta co-
BACH: Las seis Suites francesas BWV discreía carpeta y una grabación de notables mo un Bach de apreciable pureza. Con el
812-817. Kenneth Gilbert, clave Ruckers de características técnicas. avance de tos criterios históricos, el estilo de
1636. Harmonía Mundí HMC 90437.38 2 Richter ha vuelto al lugar al que pertenecía,
Compactos ADD 44'56", 50'13". G.Q.LL.O. la tradición romántica. Un Bach de fraseo
amplio, excesivamente masivo, incluso ma-
La Suite para clave nace en Fran- cizo en ocasiones, con una lírica claramen-
cia con Chambonieres y pasa a te anacrónica y al que es por completo ajena
Alemania merced a Froberger. BACH: Las Cantatas completas, vol. 37 la incisividad de acentuación a que nos ha
La influencia francesa se siente todavía con (BWV. 152 a 156). Paul Esswood (contral- acostumbrado Harnoncourt. A todo ello hay
claridad en las Suites de Bach. El composi- lo); Kurt Equiluz (tenor); Thornas Hamp- que añadir que el color, dados los medios
tor admiraba sinceramente a los clavecín is- son (bajo). NÍ6os Cantores de Tolz y utilizados, tampoco tiene nada que ver con
las franceses —en especial a Coupcrin— y Concentus musicus de Vtena. Director: Nl- el mundo que descubrió la renovación en la
permitió que en su escritura se introdujesen kolaus Harnoncourl. Tddec 6.35656, álbum interpretación barroca. Richter viene a cons-
métodos típicos de su arte. Las Suites fran- de 2 LPs. incluyendo comentarios y parti- tituirse asi en un eslabón de la historia de
cesas—(¡lulo que no procede de Bach—es- turas. Grabaciones Vieoa, 1985. la interpretación bachiana de la línea acriti-
tán relacionadas con el Libro de Ana ca y que, desde luego, no es un precedente
Magdalena, lo que las situaría cronológica- de la visión actual. Por lo demás, Richter
mente hacia el aflo 1722. Parece que Bach Prosigue esta monumental edición de to- fue siempre fiel a si mismo, como demues-
reelaboró el material del Buchlein y le dio das las Cantatas de J.S.Bach, uno de los le- tra que la Cantata BWV 140, grabada en
la forma de Suites bajo la que aparece en gados de mayor envergadura e importancia 1979, tenga una lectura tan romántico co-
esta colección. Las obras muestran una ten- en toda la historia de la música grabada, a mo el Magníficat, que data de 1962. Si us-
dencia a la abstracción, que irá en aumento pesar de que aún hoy se levanten voces aira- ted lector es partidario de Karl Richler, o
en composiciones posteriores, que confirma das en contra de este macroproyecto. Una no se plantea demasiados problemas estilís-
lo avanzado de la fecha de creación y cues- vez más habremos de acudir a palabras del ticos, podrá disfrutar de un Bach muy bien
tiona su datac ion en el período de Weimar propio Harnoncourt diciendo que «estamos tocado y sobre todo extraordinariamente
(1708-1717) El estilo que domina en las obras ante una nueva tentativa de desligar esta ad- cantado. El sonido es además excelente.
es marcadamente francés, pero en unión con mirable música antigua de la sonoridad sin-
elementos italianos —aspecto que aún será fónica clásica y de obtener, por medio de las
características de los instrumentos antiguos, E.M.M.

36 Scherzo
DISCOS

BARCE: Preludios 1-24 Eulalia Solé, Pla- un intento de exposición sistemática del mé- ba. Lisa contribuyó, de esta manera, a di-
no. Etilos 04 - A - XXXVII. Madrid. 19S7. todo armónico diseñado por Barce y deno- fundir generosamente no sólo la música de
minado «Sistema de niveles». No se trata de sus contemporáneos, sino también la de
Regresa al mercado el sello Etnos con la un disco de audición fácil y no creo que fuera autores anteriores (casos como Bach, Mo-
serie «La música española para leda», pro- pensado para ser oído de un tirón, pero es zarl, Schubert, entre otros). En lo que ata-
yecto que se prolongará por varios años bajo un documento de gran interés que demues- ñe a Beethoven, el compositor húngaro
la asesoría de Amonio Gallego, sucesor de tra que el motivo por el que alguna de estas transcribió para el piano las Sinfonías, asi
Andrés Ruiz Tarazo na en tales menesteres. piezas no está en el repertorio habitual es por como algunos Lieder y el Septeto, Op. 20.
El proyecto presenta un equilibrio entre la consabida tendencia a la rutina de los pia- En estas geniales transcripciones, el autor lo-
amores de los siglos XV1U, XIX y XX con nistas españoles. A su favor está la esplén- gró trasladar magistral mente al piano el es-
claro predominio del piano sobre otros ins- dida versión de Eulalia Solé, intérprete píritu de la orquesta, al ser capaz de
trumentos de (ecla. idónea para proyectos de este tipo por su producir, en palabras del propio Liszt, «to-
gran técnica, meticulosidad e inteligencia dos los rasgos, todas las combinaciones, to-
Por lo que a la música española reciente musical. das las figuras de la composición más
se refiere parece un lanto simbólico que el compleja, sin dejar a la orquesta otras su-
primer autor sea Ramón Bar ce. autor que perioridades que las de la diversidad de tim-
ha representado dentro de la arbitrariamente X.M.C. bres y los efectos de masas».
La interpretación pianística de la sinfo-
nía núm, 5, ofrecida en este registro por el
gran pianista autríaco Paul Badura-Skoda,
es encomiable desde todos los puntos de vis-
ta. Badura-Skoda ha sabido captar plena-
mente ese deseo de Liszt, antes mencionado.
La bellísima exposición de la obra va unida
a una claridad absoluta y, sobre todo, a un
perfecto equilibrio en los matices, en espe-
cia] en algunos momentos de la interpreta-
ción (escúchese con atención, a este respecto,
el segundo movimiento).
En la cara B de este disco figura la Sona-
ta núm. 19, en do menor, D.958, de Schu-
berl. Se trata de una grabación realizada en
un concierto público, ofrecido por Paul
Badura-Skoda en la Sala Gaveau, de Paris,
el 14 de octubre de 1978. Es, sin duda, un
documento interesante, pero carece de sen-
tido su presencia en este disco. Si se ha he-
cho con la intención de ofrecer una segunda
obra, debido a la brevedad de la Sinfonía
núm. í, ¿no habría resultado más congruen-
te incluir, sin ir más lejos, una de las nume-
rosas sonatas del propio Beethoven? De este
modo, se habría salvaguardado, al menos,
la unidad de autor.
Finalmente, como datos informativos de
denominada generación del 51 el rol de com- BEETHOVEN: Sinfonía ntim,5. en do me- interés, es de señalar que el sello de Harmo-
positor humanista y, a lo largo de su pro- nor, Op. 67 (transcripción pira piano de nía Mundi ha publicado, aunque con intér-
ducción ensayística, le ha tocado reflexionar Franz Ltezl). SCHUBF.RT: Sonata núm. 19. pretes diferentes, las restantes sinfonías de
sobre múltiples aspectos de la Nueva Músi- en do menor, £>. P5S. Paul Badura-Skoda, Beethoven transcritas para piano, salvo la
ca. Acierta Antonio Gallego cuando escri- piano. Harmonía Mundl, HMC 1195. Séptima y la Noveno. Con anterioridad a es-
be que la actividad de ensayista y la de tas grabaciones, únicamente existia en Es-
compositor de Barce están «intimamente en- paña una versión, publicada por Archiv, de
En presencia de Liszi nos encontramos, la Sinfonía núm. 8, interpretada al piano por
troncadas. No son actividades paralelas ciertamente, ante uno de los músicos más
—como en el caso de otros compositores, Leonard Hokanson.
grandes e interesantes de la Historia de la
capaces de desdoblarse muy especiacular- Música. No creo que la admisión de este
mente— sino cara y cruz de las misma axioma ofrezca duda alguna. Lo que sí re- F.G.U.
moneda.» sulta más dudoso es el grado de conocimien-
Ahora bien, sin duda que ese entronca- to de la inmensa obra escrita por Liszi. En BEETHOVEN: Cristo en el Monte de los
miento no ha dejado de hacer de la obra de la mayoría de las ocasiones, dicho conoci- Olivos. Op. 85. Montea Pick-HIeronimi, so-
Barce un lugar aparte en la creación musi- miento se limita a la interpretación de algu- prano. James Anderson, tenor. Viciar van
cal comemporánea española. Aún cuando nos poemas sinfónicos, obras para piano y, Halt-m, bajo. Coros y Orquesta Nacional de
la oferta de música desde el sector público muy raras veces, las sinfonías. Las restan- Lyon. Director: Serge Baudo. Harmonía
ha venido condicionada en lo últimos vein- tcs y numerosas faceras del compositor que- Mundi HMC 5181.
ticinco años por condicionantes politico- dan en el más absoluto olvido. ¿Qué decir,
ideológicos exclusivamente y, sorprendente- por ejemplo, del conocimiento de su obra
para órgano o del de sus bellísimas compo- El Oratorio Cristo en el Monte de los Oli-
mente, esos condicionantes han sido igua- vos, obra temprana a pesar de ocupar en el
les para todos los gobiernos desde el periodo siciones vocales y corales? Y, por supuesto,
sus magníficas transcripciones para el pia- catálogo beethoveniano el número 85, per-
de Fraga, el caso de Barce es peculiar, pues tenece a un capítulo del autor no muy abun-
si bien su persona ha intervenido en lodo ti- no ni se conocen. Por todo ello, el disco es
un buen remedio para paliar la carencia en doso, aunque no por ello desdeñable. Dentro
po de actividades desde 1964 hay que seña- del bloque integrado por la obra vocal de
lar que hasta hace unos pocos años su obra vivo de esle tipo de obras.
Beethoven. este Oratorio ocupa un lugar de
ha protagonizado muchas menos cosas. In- considerable relieve. Escrito en quince días,
cluso obras que reúnen [amos factores pa- Liszi transcribió para el piano y otros ins-
trumentos un buen número de obras de com- sobre un texto del poeta Franz Xaver Hu-
ra gozar del favor de un público normal ber que parafrasea el del Evangelio, fue es-
como su Música Fúnebre de 1969, no vie- positores diversos, incluso algunas
compuestas originalmente por el mismo. Es- trenado en el teatro Am der Wien, en
ron el disco ni la imprenta hasta 1979, y lo programa con la Segunda Sinfonía y d Con-
primero en versión más bien mediocre. tas transcripciones son, dentro de la produc-
ción lisüliana, un capitulo fundamental para cierto para piano núm. 3, el día 5 de abril
conocer al artista y al mundo que le rodea- de 1803.
Los Preludios de piano es el resultado de

Scherzo 37
DISCOS

Estamos, por supuesto, ante una obra in- les reticencias, las aguas volvieron a su cau- ble en disco de vinilo. Así. este compacto
frecuente, tanto por to que hace a la sata del ce y el concierto fue aclamado como una reúne dos grabaciones del violinista Henryk
concieno como al disco. En este último cam- obra maestra. De carácter eminentemente lí- Szeryng (1918), el Concierto de Brahms y el
po. Deutsche Grammophon publicó en su rico pero orquestado con brillantez, su in- más popular de los dos compuestos por
momento una magnífica versión a cargo de terpretación exige un solista de excepción Mendelssohn. Realizadas respectivamente en
Elizabeth Harwood, James King y Franz que sepa recrear todos los matices de la obra. 1973 y 1976, recogen en plenitud al artista
Crass. En lo que afecta a ésta nueva, de Har- Del recientemente fallecido Arthur Gru- polaco de origen y mexicano de nacionali-
monía Mundi, es algo desigual, sobre todo miaux, Philips publica en compacto su se- dad. La belleza de su sonido, la perfección
en lo que a las voces concierne. De los tres gunda versión del concierto brahmsiano. la de su técnica, su noble expresión y su impe-
solistas —soprano, tenor, bajo— que inter- que a comienzos de la década de los 70 gra- cable musicalidad, rara vez habrán sido su-
vienen en la obra, son la voces de soprano bó con Coün Davis y la Orquesta Phitarmo- peradas aún en los numerosísimos registros
y tenor quienes asumen el peso original. La nia. Se trata de una interpretación muy que la partitura de Brahms ha conocido.
intervención del tenor James Anderson no transparente, excesivamente Úrica e intinüsta Pienso que esta versión sólo ha sido mejo-
resulta demasiado brillante. Su voz, poco que, si bien permite disfrutar del irreprocha- rable, en conjunto, por las de Oistrakh con
clara y carente de potencia, contrasta con ble juego del violinista belga en las parles Klemperer o Szell o la de Perlman con Giu-
la de la soprano, que sin llegar a un nivel más camerís ticas, en el primer movimiento lini (todas EMI).
óptimo, realiza, sin duda, una labor acep- de carácter más sinfónico la dirección exce-
table, no sólo en sus intervenciones solistas, sivamente tímida de Colin Davis le priva de Ambas tomas sonoras, de óptima calidad,
sino también en los casos en que canta acotn- su vigor y su fuerza esenciales, desequilibran- reflejan a la perfección tanto la riqueza tim-
paflada por el conjunto vocal. Esta desigual- do todo el conjunto del concierto. brica del violin como la espléndida sonori-
dad tenor-soprano es apreciable, en el duetto dad —pastosa, amplia, cálida— de ¡a
So ruhedenn mil ganzer Schwere, en el que Ha sido una pena que Philips no haya edi- Orquesta de Amsterdam, una de las prime-
la voz del tenor aparece prácticamente ve- tado la primera grabación de Grumiaux con ras del mundo, muy bien dirigida por Hai-
lada por la de la soprano. Por su parte, la Van Beinun y el Concertgebow que, en la tink. Pero en el Concierto de Mendelssohn,
Orquesta Nacional de Lyon realiza, en lineas misma línea de Davis, logran una versión la aproximación de director y solista es qui-
generales, un trabajo aceptable, aunque no más equilibrada, transparente y vigorosa. zá demasiado grave y cautelosa y hay otras
uniforme en todos tos números de la obra. Esta grabación está editada por Salvat en la opciones preferibles, aunque ésta sea bue-
Así, en la introducción orquestal, no llega Enciclopedia de los grandes compositores na. Así, por ejemplo, las de Menuhin, las
a expresar en su plenitud la profunda emo- con un sonido aceptable. de Perlman con Previn o el propio Haítink
tividad derivada de los pentagramas beetho- Completa el compacto el grandilocuente (ambas EMI), la de Mintz con Abbado (DG)
venianos. Esto mismo parece acusarse en Concierto de Bruch que, en manos de Gru- o la de Mutter con Karajan (DG). Curiosa-
algún momento de acompañamiento a so- miaux, alcanza una interpretación inolvida- mente, todas ellas abordan la obra con gran
listas y coro. ble, a pesar de la tosquedad del director que amplitud de ¡empi, acercando su duración
lo acompaña, Heinz Walberg, un Kapelmeis- a los 30 minutos. No estaría de más para el
ter que no sabe aprovechar la sonoridad de posible comprador, contrastar alguna de es-
En resumen, versión que, a pesar de lo di- tas grabaciones, que acaso posea, con las
cho, puede escucharse con agrado. No obs- una orquesta como la de la Philarmonía de más incisivas y nerviosas del gran Jase ha
tante, yo me sigo pronunciando por la de los 70, cuando el espíritu de Klemperer res- Heifetz, sea dirigido por Münch (RCA), sea
Deustsche Grammophon, más arriba citada. piraba aún entre sus músicos. por Beectiam (EMI): creo que ambas pue-
En suma, disco para los incondicionales den ya disfrutarse en compacto.
F.G.U. de Grumiaux. El resto por el mismo precio
encontrará en la viña del señor a Oistrakh,
BRAHMS: Concierto para viotín Op. 77 Menuhin, Stem, Szeryng. R.A.M.
BRUCH. Concierto paro violín Op, A.M.J.
iá.Arihut Grumiaux - Orquesta Nueva Fi-
larmonía dirigida por Sir Colín Davis / BRUCKNER: Sinfonía n.° 7 en Mi mayor.
Heinz Walberg. Disco compacto Philips SU- BRAHMS: Concierto para violfn en re ma- Orquesta Filarmónica de Viena. Director:
ver Une Clussics 420.703-2 <Ó2'29"A.D.D.) yor, opus 77. Cario María Ciuliui. Deutsche Grammop-
MENDELSSOHN; Concierto para violín en bou, compacto, 419627-2. DDD. Duradón:
Cuando se estrenó el Concierto mi menor, opus 64. 67*52. Grabación realizada en la Musikve-
de violín de Brahms en 1879, los Henryk Szeryng, violín. Orquesta Conctrt- rein, Grosser Saal, Viena, durante el mes de
buenos oyentes de Leipzig no gebouw de Amsterdam. Bemard Hailink, di- junio de 1986.
daban crédito a lo que oían: un concierto rector.
erizado de dificultades, escrito contra el vio- PhUÉps 41643S-Z. Disco compacto ADD. Hace algunos aflos, en una en-
lín y que, para colmo, parecía una sinfonía. Duración 70'10". trevista concedida por el maes-
No les faltaba razón porque Brahms en su tro italiano a José Luis Pérez de
obra intentaba una síntesis entre lo sinfóni- La tecnología moderna permite Arteaga, se podía leer la siguiente declara-
co y lo concertante, síntesis que lograría po- agrupar, sin merma de calidad ción de principios relacionada con el con-
co después brillantemente con su segundo sonora, obras cuya duración su- cepto de Giulini en su aproximación a
concierto para piano. Superadas las inicia- pera los 70 minutos, cifra casi impractica- Bruckner; «... Esto es lo que yo veo de ex-

38 Scherzo
DISCOS

traordinario en Bruckner, la existencia de Lully. Incluso no parece demasiado aven- ofrece aquí con el joven Inbal —discreto y
una inocencia que sufre; una angustia, un turado pensar que si las condiciones exler- respetuoso él: hace ya 15 años de esto— una
dolor, un sufrimiento, sí, pero sin rebeldía. nas hubieran sido otras Charpentier hubiese de las lecturas más recomendables, con un
El sufrimiento ha sido aceptado como una competido directamente con el florentino sonido muy bueno, por mucho que no pue-
necesidad de vida, ha sido acepiado con bon- con su producción escénica. Este aspecto de da deshacerse del lodo del ruido de fondo
dad. Pot esto en Bruckner se da esie increí- su tálenlo no fue probablemente desarrolla- (el masier en cinta, ya saben). Completa el
ble don de fe, bondad y amor a todo y hacia do por completo. Incluso así legó páginas disco una rara avis, las Variaciones "lá ci
todos. Para llegar a emendei todo esto yo del interés de David et Janathas y Médée, darem la mano", la pieza que Béjart con-
he necesitado una madurez humana y vital El idilio en música Les Arts Florissants es virtió en un soberbio ballet alrededor del mi-
que me permitiera acercarme a este senti- obra un tanto menor y de circunstancias, pe- to de Don Juan. Con esta bella obra el
miento positivo con la necesaria capacidad ro en la que desde luego sale a flote la flui- compacto se convierte en disco negro y me-
de comprensión no sólo musical, sino tam- dez de ideación de su autor. dio. Es, pues, un disco muy interesante aun-
bién anímica...» Hermosos conceptos, qué que no importante, donde se encontrará
duda cabe, de los que se deduce que Giulini William Christie es el más activo defen- calidad, pero no genio. Advirtamos que es-
ha necesitado llegar a los sesenta años para sor de Charpentier. Con el Concertó Voca- to significa que se trata de un disco por en-
lograr la madurez humana que demandan le realizó una lectura de gran intensidad linca cima de la media.
las interpretaciones del compositor austría- de las Lecons de Ténébres. Los registros de
co. De esta forma vemos que coincide con Médée y Actean, con el grupo que toma su
otros bmcknerianos de pro, como Günter nombre de la obra de Charpentier aquí gra- S.M.B.
Wand (ver comentario a su ciclo Bruckner bada, han supuesto valiosísimas aportacio-
en el n°l6 de SCHERZO), Cari Schuricht, nes al conocimiento de nuestro músico y del
Hans Knappertsbusch o Karl Bóhm (quien barroco francés en general. La interpreta-
decía a propósito de la Séptima: «la más ción de Les Arts Florissants cuenta con la GRIEG: Peer Cynt iSuites núm. 1, Op. 4ti
grande obra musical jamás escrita»), y tam- comprensión del lenguaje, incluidos los tó- y núm. 2, Op. 55), Cuatro Danzas Norue-
bién vemos que podría ser una permanente picos y ese cierto aire de pomposidad retó- gas, Op. 35 (orquestación: Hans Sftt). An-
lección de humildad y sabiduría para los di- rica que se encuentra en tantas obras tigua Romanza Noruega, Op. 51. English
rectores más jóvenes que ya desde sus co- francesas de la época, y la cuidada ejecución Chamber Orcheslra. Ph¡Iharmonía Orches-
mienzos se atreven con reses tan peligrosas de todos los trabajos de Christie y su gru- tra. Direi-lor: Raymond Leppard. PHILIPS
(así pasa lo que pasa). po. Sin embargo, se echa de menos una con- CLASSICS 420 (181-2. Digital compacto.
vicción más sincera, que quizá los músicas
no han encontrado en esta pieza de valor no Verdadero campeón de la músi-
La grabación que ahora comentamos es esencial en el catálogo de Charpentier. ca del XVIII, Raymond Leppard
la cuarta realizada por Giulini en lo que a nos ha legado para el microsur-
sinfonías de Bruckner refiere. Hace unos co ejemplares versiones de obras de grandes
diez altos salieron al mercado internacional E.M.M. compositores de esta centuria (Haendel en
del disco sus versiones de la Segunda (Sin- particular); por ello, no es raro que en un
fónica de Víena) y Novena (Sinfónica de determinado momento deseara grabar obras
Chicago), ambas en EM1 y que próxima- de otras épocas y estilos. Y ahí tenemos el
mente estarán disponibles en compacto. Pos- CHOPIN: Concierto para piano n." I. Va-
riaciones "Id ci darem la mano ". Filarmó- presente disco, que auna grabaciones de
teriormente el músico italiano grabó la obras de Gríeg efectuadas en 1975 (las Sui-
Octava con la Filarmónica de Viena pra nica de Londres: EJIahu labal. Claudio
Arrau, piano. Philips - Silver Lint Classics. tes de Peer Gynt y las Danzas, reprocesa-
Deutsche Grammophon (ver comentario en das digitalmente) y en 1981 (la Antigua
d n.° Ode SCHERZO) y ahora nos llega esta CD 420 706-2 ADD.
Romanza Noruega). Lógicamente, su inte-
Séptima que marca, a juicio de quien esto rés creemos que no radica en las archicono-
escribe, la cota más alta de calidad interpre- Proceden estas dos obras de la cidas Suites de Peer Gynt, sino en las Danzas
tativa junto a la lectura panteísta, linca y integral de música para piano y y en la Antigua Romanza, poco conocidas
expresiva de la Segunda (no se puede ima- orquesta grabada entre 1972 y en nuestros ambientes musicales.
ginar versión más bella). Esta Séptima cuen- 1973 por Arrau e Inbal para Philips. El Con-
ta con una gloriosa Filarmónica de Viena, cierto es una obra que encierra bellezas y en- Para Peer Gynt, Leppard se vale de la
de la que Giulini extrae un sonido cálido y cantos, la belleza del Chopin de nocturnos English Chamber Orchestra. Ello puede
luminoso, con carnosa efusividad románti- y baladas, el encanto mórbido pero innega- parecer un poco raro, ya que estamos
ca, amplia gama dinámica (sin exageracio- ble de un romanticismo Intimo y doliente. acostumbrados a escuchar esta música inci-
nes) y enorme claridad de texturas (ayudado No es, como saben bien los aficionados, una dental de la mano de las grandes formacio-
por una excelente grabación). La articula- de las grandes obras del repertorio concer- nes sinfónicas, pero tendríamos que ver de
ción es impecable y el discurso sonoro re- tante. No comparto el desprecio de algunos qué orquesta disponía Grieg cuando el es-
bosa sencillez y diafanidad. Además hay colegas hacia esta obra. No es una obra con- treno de la obra teatral de Ibsen (1876) pa-
sensibilidad para el erotismo místico de la certante de Brahms, de Beethoven, de Men- ra juzgar si la solución es lícita o no. De la
partitura y para el misterio. En fin, otra (ra- delssohn, pero posee calidades suficientes Suite núm. I debemos mencionar la lectura
ra) ocasión en que la industria del disco rea- por si mismas. Es obra de uno de los gran- de la Muerte de Aase, que no resulta lán-
liza un registro que constituye una gran des del piano de todos los tiempos y la or- guida como en otras versiones, sino de un
experiencia espiritual, y no decimos aque- questa, que a veces pasa inadvertida, nunca gran lirismo y profundidad expresiva. Muy
llo de «Busque, compare, etc.», porque, hoy resulla molesta. La discografia ha dado al- contrastada —quizás demasiado, pues tuvi-
por boy, la Séptima de Bruckner por Giuli- gunas versiones memorables: la antigua de mos que controlar el volumen de nuestro
ni es la alternativa indudable. Brailowsky para RCA o la moderna de Z¡- aparato— En el palacio del rey dt la mon-
mermann y Giulini para D.G. muestran dos taña; algo similar sucede en el Retomo de
maneras tan diferentes de enfrentarse a la Peer Cynt de la Suite núm. 2.
E.P.A. obra que las constituyen en referencias ex-
tremas de dos formas de entender a Chopin, Las Cuatro Danzas Noruegas fueron es-
más lánguida y egocéntrica la de Brailowsky, critas originariamente para piano a cuatro
CHARPENTIF.R: í.« Arts Florisstwts. En- de mayores intenciones objetivas la de Zi- manos en 1881, pero en seguida las orques-
semble Vocal el Instrumental l-M Arts Flo- mermann. Otras opciones interesantes son tó el compositor, director y violista checo
rissan». Director: Wllliam Christl*. Pollini-Kletzki (EMI), Samson Francois- Hans Sitl (1850-1922). quien desempeñó su
Harmonía Mundi (Musique d'abord) HMA Frémaux (EMI) o Gilels-Kondrashin (Melo- labor con evidente savoir faire. En el disco
1901083. Compicto ADD 40'35". día). Pero una de las versiones más desta- que comentamos, su interpretación corre a
cadas es ésta que nos ocupa, donde Arrau, cargo también de la English Chamber, des-
La recuperación de la música de gran chopiniano que ha grabado una de las tacando la juguetona núm. 2 en La y la núm.
Marc Antoine Charpentier series más equilibradas de Nocturnos de to- 4 en Re, con un interesante tema iniciado
(1644-1704) es posiblemente la dos los tiempos (y en Chopin el equilibrio por el oboe y de sabor oriental izan te.
es acaso lo más difícil... y lo más de agra-
más importante de las producidas en lo que decer por razones evidentes), además de Por su parte, la A ntigua Romanza Norue-
se refiere al diecisiete francés. Se ha podido otras muchas cosas (scherzi, baladas, etc.). ga (ue compuesta ea 1891 para dos pianos,
comprobar así que Charpentier es el com- pero diez años después Grieg la orquestó.
positor mejor dotado después del propio omitiendo empero alguna de las Variacio-

Scherzo 39
DISCOS

nes. El tema principal se basa en una bala- la lectura del Segundo Concierto. El repro- nición de estados anímicos. ¡ Cuántos
da que el compositor halló en la colección cesado alcanza mayor sentido en este soporte gondoleros venecianos, canciones de cuna,
de música popular noruega editada por L.M. CD, con una eliminación considerable de pa- escocesas y marchas fúnebres han hecho sus-
Lindemann. Precisamente, el aspecto más rásitos de fondo y mayor verosimilitud so- pirar a sus recreadores en el claroscuro de
interésame de la obra se basa en las dichas nora, si bien el punto de partida era ya de los salones románticos! De Schubert a
Variaciones, construidas partiendo de este excelente calidad: el ingeniero de los Con- Brahms, de Field a Chopin, todos los com-
tema principal, que predomina asimismo en cierlos era Gumer Hermanns (1976) y el de positores del siglo XIX cultivaron la pequeña
el Fínate, harto brillante y contrastado. Venezia e Napoli fue Hans-Peter Schweig- forma.
mann(!977). Es muy importante que en es- Mendelssohn, como en tantas otras cosas,
Jo.R.B. te soporte el Segundo Concieno sea ofrecido también fue uno de los primeros en abor-
en seis posibilidades de acceso directo, una dar estas miniaturas que, en número de 48,
para cada parte del amplio único movimien- constituyen una de las colecciones más per-
H1NDEMITH: Sinfonía Maltas elpintor. R. to en que consiste la obra: la facilidad de es- fectas de su genero y de más hondas reso-
STRAUSS: Muerte y transfiguración, Op. tudio y análisis es ahora enorme y algo no nancias, toda vez que el autor berlinés supo
24. Orquesta Sinfónica de Londres. Direc- desdeñable para muchos aficionados. hallar el equilibrio entre la forma lied y un
tor: Jascas Horenalein. Cnandos, 8533, elaborado sentido de lo descriptivo que se
compacto. ADD. SI,05. Grabaciones efec- puede traducir en diseños apenas esbozados
tuadas eo la Walihunstow Town Hall, Lon- S.M.B. y sagazmente contorneados por una delica-
dres, el 19 de mayo de 1972 (Hindemirh) y da paleta cromática, que pone en juego la
en la t'airfieid Hall. Croydon.d 29 de julio imaginación del intérprete, que ha de saber
át 1970 (Strsuss). Distribuido en España por LOCATELLI. Sonatas para flauta travese- cantar y hallar el colorido de cada romanza
Harmonía Mundi Ibérica. ra y bajo continuo op. 2 núms.: 2, 6, 7 y sin caer en el exceso ni la afectación.
10. WUbert Hazrlzel, flauta. Ton Koopnum,
clave y Richte van der meer, violoocello. Pintura melódica destinada a la evocación
La sinfonía Mathis der Moler Pnilips 416 613. y el ensueño, pintura melódica para aque-
(tres fragmentos orquestales ex- llos que quieran hacer música disfrutando
traídos de la ópera del mismo ti- con el rey de los instrumentos, como Baren-
tulo) fue la última grabación realizada por Compre Vd. este disco, amigo lector, por
lo que su portada le sugiere. Efectivamen- boim, el pianista argentino que con estas Ro-
Jascha Horenstein un año antes de su falle- manzas sin palabras firma uno de sus más
cimiento. En ella puso de manifiesto, sobre te, Joven pastor tocando la flauta es el titu-
lo de la obra de Dirck van Santvoort que grandes e indiscutibles registros, no ya por-
todo, los elementos ácidos y sarcásticos de que técnicamente su juego pianístico sea irre-
la partitura de Hindemith, mediante una di- ilustra este ejemplar. Es el típico producto
de la escuela holandesa del siglo XVII. De prochable, sino porque Barenboim sabe
rección inexorable, plena de tensión, conec- darles ese tono clásico romántico, insinuan-
tando el mundo del compositor alemán con él se desprende una rústica plasticidad, una
juvenil dedicación; el joven flautista, mira do lo que de descriptivo hay en cada una de
el amarga expresionismo de la Segunda Es- ellas sin caer jamas en lo cursi. Su interpre-
cuela de Viena y ofreciendo, en consecuen- algo burlón a quien le escucha, y la pieza que
parece estar sonando adquiere todo el en- tación, marcada por la naturalidad y toca-
cia, una versión de discurso musical áspero da por la poesía, tiene el sabor de los grandes
y cortante. La lectura, por lo expuesto, se canto de su tiempo.
vinos que gustan de ser saboreados sin can-
aparta bastante del mensaje propuesto por Locatellí es un compositor que si bien sar jamás y en los que siempre se descubre
Hindemith, a saber: "tratar de establecer aprendió bajo los auspicios del gran Core- algo nuevo.
una relación cálida con el oyente a través de lli, consiguió su estilo propio a fuerza de ori-
una orquesta romántica", a pesar de lo cual ginalidad y gracia. Estas cuatro Sonatas para Dos discos de buen sonido y prensado ha-
es una interpretación realmente fascinante, flauta de la op. 2, son un buen reflejo de cen plenamente recomendable un producto
fogosa y combativa, el canto del cisne de un ese estilo, adquirido y propio a la vez. Por hecho para gozar y disfrutar.
gran director. Con el poema sinfónico de Ri- tratarse de obras tempranas, el compositor
chard Strauss sucede Otro tanto: la batuta respeta aún las formas tradicionales. Son A.M.J.
de Horenstein no plasma transfiguraciones piezas que, en todo caso, exigen del intér-
celestiales, sino tumultos expresivos, furia prete un gran virtuosismo. Esto no es pro-
instrumental y viólenlas antítesis sonoras. La blema para ninguno de los tres intérpretes
respuesta orquestal, aun siendo sobresalien- que protagonizan la grabación, especialmen- MENDELSSOHN: Sonatas para violin en
te, denota que no estamos ante un director te para Hazelzei, cuyo arte de tocar la flau- Fa menor, Op. 4 y en Fa mayor sin número
preciso (con las ventajas de espontaneidad ta hemos alabado en numerosas ocasiones de Opus. Sfalomo Mintz, violin. Paul Os-
que ello conlleva y los inconvenientes de los y que en este caso ratificamos plenamente. tro vslt y, plano. D.G. 419 244-2. Digital
pequeños desajustes que seguramente mo- Es uno de los grandes. Su grabación de la compacto.
lestarán a más de uno). La grabación, clara op. 10 de Vivaldi fue modélica. Estas So-
y definida en origen, ha mejorado al sei natas de Locatelli encuentran en él su tra- A los adictos y afectos a la mú-
transferida a compacto. Disco excelente, en ductor ideal. A su lado, Koopman hace sica de Mendelssohn, puede con-
definitiva, que requiere toda su atención. diabluras a) clave, muy bien secundado con siderarse que la diosa Fortuna
el cello barroco de van der Meer. les ha sonreído con la publicación de este dis-
co, que contiene dos obras poco difundidas
En suma, un disco delicioso, como su pro- del músico de Hamburgo y en óptimas ver-
E.P.A. siones.
pia portada. No le defraudará y comproba-
rá una vez más que lo de los instrumentos Compuesta en 1823, cuando e! composi-
LISZT: Conciertos para piano I y 2. Vene- de la época, no es ninguna tontería cuando tor no contaba más que catorce años, la So-
zia e Napoli: Condoliera, Cantone y Taran- se alcanzan cotas de traducción sonora co- nata en Fa menor, Op. 4 sorprende ya por
tella. Lazar Bcrman. Sinfónica de Vtena: mo las de este trío. A ello hay que sumar su madurez contructiva, aunque desde el
Cario María Gialini. Deutsche Grammop- una buena grabación, no digital, pero no por Adagio-Allegro modéralo inicial acuse un
hon Gallería 415 839-1 CD ADD. ello de inferior calidad. El prensado es in- cierto sabor beethoveniano, que puede sen-
maculadamente holandés. Un acierto. tirse en la totalidad de la obra. Con ella de-
Este reprocesado fue ya objeto muestra Mintz ser un violinista de muchos
de comentario, como disco ne- C.Q.LL.O. quilates, a pesar de exhibir una sonoridad
gro, en el n.° 4 de SCHERZO. un tanto desgarrada. Por su parte, Os-
Razonábamos allí la categoría de referencia trovsky se identifica con un modelo de pia-
de ambos conciertos jumo a dos versiones MENDIÍLSSOHN: 48 Romanzas sin pala- nista expresivo, de nítida y recia pulsación
lejanas (Sauer-Weingartner para EMI, y buen acompañante.
bras, Daniel Bartnbolm piano. 2 Lps, D.G.
Katch en -Argenta para Decca) y apuntába- 419.105-1 Las mismas cualidades de ambos intérpre-
mos dos modernas como muy importantes, tes deben aplicarse a la versión de la Sonata
pero acaso no equiparables (Brendel-Haitink Impromptus, nocturnos, fantasías, ro- en Fa mayor, sin número de Opus, obra da-
para Philips y Beroff-Masur para EMI). No manzas sin palabras, momentos musicales, tada en 1838, contando Mendetssohn ya con
es preciso ampliar aquel comentario, aun- pueblan el romanticismo con su perfume me- veintinueve años; se trata de una obra más
que quiero ahora precisar lo maravilloso de lancólico y su intimismo proclive a la defi- definida en lo estilístico que la anterior, he-

40 Schcrzo
DISCOS

cha que queda bastante claro desde el prin- De las dos interpretaciones resulta modé- menos por el momento, y aunque hayan fir-
cipio: el primer y principal tema del primer lica la del Román, en la que se acierta ple- mado logros parciales que incluso superan
movimiento (Allegro vii/ace) es típico del namente con el tono de sátira, pero no se cae a Hogwood/Schróder no llegan al emperto
compositor y parangonadle a oíros temas en exgeraciones. Absolutamente memorable formidable de este corpus global. La reedi-
que podríamos hallar en la Sinfonía Esco- la intervención de Rene Zosso. Una de las ción en disco compacto representa una me-
cesa (1842) y sobre todo en la obertura Mar grandes realizaciones del Clemencic Consort. jora del sonido con respecto al soporte en
encalma y'feliz viaje (1832). Destaca tam- Sujeta a discusión, en cambio, la reconstruc- LP, que gozaba de condiciones de gran cali-
bién, por su calidad y elaboración, el Ada- ción de La fele de Vane, donde es quizá dad en este aspecto.
gio central. excesiva. El trabajo, en gran medida especu- El quinto volumen de la colección, que es
La toma de sonido —el ingeniero es Klaus lativo, tiene interés, pero es mucho lo debi- el aquí comentado, cubre la creación sinfó-
Scheibe, un hombre muy activo en D.G.— do a la Fantasía de los intérpretes. nica mozartiana de los altos 1775-1783. Son
es de gran claridad; por éste y por los moti- La edición en compacto de estos discos años en los que el compositor se dedica con
vos más arriba reseñados, debemos consi- mejora considerablemente su sonido, en es- menos entrega al género después de una eta-
derar este disco como obligado para pecial si los comparamos con el prensado es- pa de gran actividad dentro del mismo. Pe-
mendelssohníanos impenitentes y amantes de pañol, en verdad malo. ro si la cantidad es menor, el dominio de la
la música de cámara, pero puede hacer fe- forma se manifiesta en todo su esplendor,
liz también al melómano medio con in- E.M.M. pues página tras página se suceden obras
quietudes. maestras. En estos discos apenas pueden se-
ñalarse obras más logradas que otras. Aquí
Jo.R.B. MOZART: Las Sinfonías. Volumen V. Salz- se encuentran sinfonías de la madurez ple-
burgo 1775-1783. Sinfonías en do mayor na de Mozart, como la n.° 35 «Haffner» y
k-318, n.° 33 en si bemol mayor k-319. en n.° 36 de «Linz».
Lafete de Vane. Ckraenck Consorl. Direc- re mayor «Haffner» k-385 (con la Marcha
k-408. n.° 2), n.° 36 en do mayor «Linz» La interpretación de la Academy of An-
tor: Rene Clemencic. Harmonía Mundi cient Music restituye las prácticas diecioches-
HMC 901036. Compacta 4T07". k-425. The Academy of Abcient Music Jaap
Síhrodtr, concertino; Christophtr Hog- cas de ejecución orquestal. Además de los
Le román de Fauvel. CJemencfc Consort. Di- instrumentos del momento se recuperan ele-
rector: Rcné Clemencic. Harmonía Mundi wood, continuo. 1,'Oiseau-Ijre. 3 compac-
tos ADD 55", 67'17", 63'33". mentos estilísticos —ausencia de víbralo con-
HMC 90994. Compactó S9'44". tinuo, maneras de frasear y articular— y
costumbres interpretativas: separación de
Dos visiones musicales de la Es difícil exagerar la importan- violines primeros y segundos, alejamiento de
Edad Media que comparten un cia del ciclo de las sinfonías mo- flautas y trompetas. No se da tampoco el so-
carácter de heterodoxia en el se- zartianas grabado por la metimiento al criterio único de un director.
no de la cultura oficial de la época. Lafete La música se organiza por secciones. El re-
de l'áne es una de tantas celebraciones que of Ancient Musíc en 1981. Esta interpreta- sultado no sólo es fiel —incluso con una fi-
delidad a lo escrito muy superior a lo que
las formaciones del tiempo de Mozart esta-
ban técnicamente capacitadas para propor-
cionar— sino sobre todo de una gran belle-
za. La claridad, la atención al detalle, la exac-
titud rítmica y la conjunción en el fraseo son
algunas de las notas que deben destacarse de
estas interpretaciones de la Academy of An-
cíent Music. Estamos, sin dudarlo, ante un
clásico de la fonografía de nuestros días.

EM.M.

MOZART: Le nozze di Fígaro. Thomas


Alien, Margare! Pnce, Kafhleen Balde, Jor-
ma Hj.nninen, Aun Murrav, Kurt Rydl, Ma-
riana Nicolesco, Alejandro Ramírez, Ernesto
Gavaizi, Patrizia Pace, Franco de Grandis,
Coro de la Opera d* Viena. Orquesta Filar-
mónica de Vlena. Director: Riccardo Mu ti.
EMICDS 7 47978 S. Tres compactos DDD.
165'52".

De nuevo, tras la fallida versión


de Marriner para Philips, (Ver
crítica de R.A.M. en el n? 9 de
SCHERZO), Las bodas mozartianas entre
nosotros, en esta reciente y todavía calenti-
denotan la supervivencia de fuerzas paganas, ción ha cambiado por completo la visión ta grabación ahora importada por EMI es-
que la Iglesia Católica prefirió admitir, pa- contemporánea del excelso legado del salz- pañola. Es un registro realizado en la
ra controlarlas mejor, junto a sus prácticas burgués dentro de este campo. Integrales co- Musikvereinsaal de Viena en noviembre de
ortodoxas. Le román de Fauvel es una obra mo la de Bohm y la de la Academy of St. 19S6. Muti, uno de los grandes mimados de
extremadamente crítica y de gran fuerza sa- Martin In The Fields —mucho más aquélla la compañía, ha tenido probablemente algu-
lí rica. Escrita entre 1310 y 1316, su autor o que ésta)— han quedado notablemente en- nos de los mejores mimbres hoy disponibles
autores pretendieron con ella mostrar todos vejecidas ante la extraordinaria propuesta para conseguir un acabado próximo a lo per-
los vicios que abundaban entonces en las más contenida en estos registros. Desde luego, no fecto: voces de general relieve, orquesta idó-
altas instancias cortesanas. Musicalmente, es- se puede olvidar que se cuenta hoy con oíros nea, técnicos de sonido avezados... El
tamos ante la agrupación de todas las for- grandes mozart¡anos, concretamente con resultado final es sin duda de alto sianding;
mas conocidas en este momento: Conductus, Brüggen y Hainoncourt (éste ni siquiera ha de calidad innegable; de un nivel musical que
Virelai, Rondeau y otras. Le román de Fau- grabado las sinfonías que ha interpretado no se lograba en esta ópera para el disco des-
vel es históricamente de gran importancia con instrumentos de época, pero ha obteni- de la suntuosa y equilibrada recreación de
por tratarse de una de las primeras coleccio- do resultados sorprendentes con la Orques- Giulini (EMI asimismo, 1961), aunque la que
nes que dejan sentir las innovaciones del Ars ta de Concertgebouw). Sus grabaciones, sin ahora se comenta tenga más lunares y diste
Nova. embargo, no constituyen un ciclo total, al en mayor medida del ideal.

Scherzo 41
DISCOS

Pero señalemos, en primer lugar, algo de difíciles arias, haciendo gala de gusto, varie- Fragmentos escogidos, ahora en
lo mucho bueno que se da cita en la presen- dad de matices y cálida expresividad. un compacto de buena calidad,
te interpretación. Muti, gran director de ópe- Ann Murray perfila inteligente y sentida- de una de las más bellas ver-
ra, que reúne en su todavía joven batuta el mente un Cherubino vivaz y nervioso en el siones de ese singspiel sublimado que es La
nervio de un Toscaníní, el ardor de un Can que queda patente el lado erótico. Dice muy flauta mágica, que muy bien podría haber-
telli, la precisión de un De Sabata y la ele- bien el recitativo, con calor y trémula expre- se reeditado en su integridad; aún contando
gancia de un Giulini, demuestra aquí de sión. Cumplidores sin más la Nicolesco y con que la grabación primigenia no recoge
nuevo hasta qué punto pretende y casi siem- Rydl (no muy hábil en la agilidad) como la totalidad de la obra, que aparece despro-
pre logra los mejores efectos teatrales y mu- Marcelina y Bartolo, inadecuado Ramírez, vista de diálogos.
sicales a base de un estudio serio y que hace un Don Basilio demasiado tímido Fíente a la aproximación infantil de Bóhm
concienzudo de la partitura. Pone de mani- y soso, gentil la Pace como Barbarina y no I (Decca, 1955) o Fricsay (DG, 1956), a la
fiesto una decidida inteligencia, convenien- especialmente feliz De Grandis como Anto- más grandiosa y solemne de Bóhm II (DG,
temente acompañada de arte, para nio. Eficaz el Don Curzio de Gavazzi. 1965), a la ultraterrena y mágica de Karajan
desentrañar con un respeto exquisito al tex- 1 (EMI, 1950), a la tan equilibrada y vital de
to y sobre todo af espíritu los matices más Soberbia prestación de la Filarmónica de
insignificantes, a veces escondidos, que se Viena, atenta siempre a las precisas deman- Beecham (EMI Rcferences, 193S), a la más
contienen en el pentagrama. Hay cuidado, das de la batuta, incluso a aquéllas que im- a ras de tierra pero bella de Solti (Decca,
casi mimo en la acentuación, las respiracio- plican un cierto grado de rudeza. La forma 1971) o al cuidadosísimo fresco pintado por
nes están muy naturalmente colocadas y las de cantar de esta orquesta, su transparencia Haitínk (Philips, 1981) —por no citar sino
acotaciones puntualmente observadas. Con sonora siguen siendo admirables. La graba- las más significativas—, Klemperer opone,
todo ello se obtiene un discurso fluido, sin ción, que es buena, muy buena, recoge ex- en esta incisión realizada en marzo y abril
fisuras, elocuente, convincentemente mazar- celentemente todos los timbres, aunque a de 1964 en Londres, una amplitud y una
tino. Los tempos parecen estar siempre en veces —la obertura podría ser un ejemplo- perspectiva que llevan, por el camino de un
el justo término y el ritmo es aplicado de for-
ma elástica. Se aprecia una transparencia de
texturas y un equilibrio de voces que rara vez
se dan y que permiten seguir con claridad
el desarrollo de momentos tan embrollados
como el final del segundo acto o el sexteto
Riconosci in quest'amplesso, n.° 19. Gene-
ral precisión y exactitud de ataques (alguna
leve desigualdad en el terceto n° 14, Susan-
na. or vía sorlile) y muy trabajados y medi-
dos recitativos, en los que el bajo, en la voz
aquí de un fortepiano (bien manejado por
Bob Kettleson) —idea nada discutible si se
hace con gracia—, sustituye al clave y enri-
quece ocasionalmente la armonía y la línea
vocal con oportunos ornamentos.

No llega, de todas formas, Muli a plas-


mar la vida teatral y la atmósfera de la ópe-
ra en igual medida que en su espléndido
Casi, que tenia la no pequefia ventaja de ser
la traslación al disco de una representación
salzburguesa. Falta en este caso, con todo en
su sitio y con la sintaxis mozartiana suficien-
temente aprehendida y desarrollada, esa chis-
pa mágica inaprehensible que es lo que
proporciona a una ópera grabada dimensión
definitiva. Aspectos esenciales y archipresen-
tes en esta gran obra maestra (sátira, crítica
social, erotismo) quedan en ocasiones par-
cialmente marginados.
se echa en falla una mayor incisívidad y cla- trazado arquitectónico de sólidos perfiles, a
El equipo de cantantes es, en conjunto, rificación de planos. En estos discos com- explicarnos la ópera como una de las cosas
brillante, de primera fila. Pero no todos es- pactos, y suele pasar, el sonido, tan puro y que en realidad es: una ceremonia en la que
tán a la altura de las circunstancias. Alien, nítido, queda, o esa sensación da, como apri- todo el aparato y simbología masónicas ad-
barítono con medios, muy correcto en lo mu- sionado, encerrado en un espacio pequeño. quieren dimensión y trascendencia. Lo que
sical, resulta monótono: posee un timbre po- Muy bella versión, pues, que presenta ade- no excluye, en la visión racionalista del vie-
co cautivador y acusa defectos en la más la ópera absolutamente Integra, sin jo maestro alemán, la ternura, la gracia y la
pronunciación. Fígaro es un personaje mu- excluir ni una nota, ni un recitativo. Es efusión, administradas sabiamente para equi-
cho más rico y rompedor. Hynninen, barí- probablemente la mejor que se ha hecho en librar la grandiosidad del edificio. Estos ras-
tono martin en Madrid hace muchos años los últimos 25 años aún considerando las li- gos se aprecian sólo relativamente en la
en Peí leas, sorprende por la actual oscuri- mitaciones apuntadas. Sobre ella permane- versión contenida en el disco, mera ordena-
dad de su color. Dibuja un Conde distingui- cen, no obstante, las grandes cimas: Busch ción de fragmentos elegidos casi al azar (¿có-
do pero también monocorde y con problemas (EMI, TURNABOUT, 1934), Karajan (EMI, mo puede en una obra como ésta preferirse
fonéticos graves. Battle, exquisita cantante, Electrola, 1950) (ambas sin recitativos), Klei- este número a aquel otro?).
delinea con arte una encantadora Susanna, ber (Decca, 1955). quizá la más lograda, y
llena de aciertos expresivos, aunque la cali- üiulini (EMI, 1961), ya citada. El reparto viene constituido por auténti-
dad liviana de su instrumento, propio de una cos cabezas de serie de su época. Con el lu-
soubretle, le impide ahondar en el persona- jo de tres damas cantadas nada menos que
A.R. por Schwarzkopf, Hoffgen y Ludwig. Espec-
je y darle la sensualidad que destila por to-
dos sus poros. Con ciertos problemas vocales tacular, dentro de lo lírico del instrumento,
e irregularidades de emisión la Price que, sin MOZART Die Zauberflole. Gundula J»no- la Reina de Lucia Popp: irisaciones metáli-
embargo, encarna perfectamente a una Con- witz, Nlcolai Gedda, Wslter Berry, Lucia cas, coloratura infalible, gélida expresividad.
desa angustiada por su Intimo drama y al Popp, Elizabeth Schmrzkopf, Chrisla Lud- La suntuosa sonoridad de la Phil-
tiempo dueña de los recursos que le propor- wig, Marga Hoffgen, Gottlob Frfck. etc. Co- harmonia contribuye a dar este tono cere-
cionan su inteligencia y su extraordinaria fe- ro y Orquesta Pnilharmonia. Director: CMIo monial al conjunto.
minidad. Canta primorosamente sus dos Klemperer. EMI CDM 7 69056 2. 1 disco
compacto ADD. 59'25". A.R.

42 Scherzo
DISCOS

MOZART: Misa de la Coronación k-317. ra tres cantantes solistas y trío de cuerdas, rea se concentró especialmente en la música
Misa breve k-220. Exsultate, jubílate k-165. tiene una disposición de repetición de se- religiosa, lo que dio lugar a que las colec-
Ave Verum Corpus k-618. Mathis. Procter, cuencias (transiciones instrumentales a la ciones de música instrumental y profana que
Troyanos, Grobe, Laubenlhal, Shirley- manera del antiguo ritornello) que recuer- tema previsto publicar no vieran la luz en
Quirk, Eogen. Coro de la Radio dt Bavtera da el tema Tabula rasa. En su defecto, una su totalidad. Este disco recoge, parcialmen-
(k-317). Coro de la Catedral de Regcnsburg duración demasiado extensa, de lo que no te, una de sus escasas colecciones instrumen-
(k-HO, k-618). Orquesta dd Estado de Dres- se beneficia la idea musical básica. tales, y sin duda, la más conocida: Las
de llí-165). Director: Bemhard Kke. Orques- Quizá se le pueda achacar a Párt el uso Danzas de Terpsichore.
ta Sinfónica de la Radiod i fusión bávtrm de un material no exclusivo y su recurso a The New London Consort ha selecciona-
(k-220,i 17,618). Director: Rafael kubdik. formas antiguas, pero de lo que no se pue- do treinta y un piezas de Terpsichore: Pas-
DG Gallería 419 060-Z Compacto ADD de dudar es de la enorme efectividad I im- sameze. Gallardas, Pavanas, Ballets,
S9-2S" brica y de la subyugante musicalidad que Zarabandas y Voltas. Entre las más cono-
desprenden todas sus obras. Las referencias cidas están las Branles de la Torchey de las
La reedicción de estas grabacio- aquí van del ambiente de las fanfarrias de Brujas. Diversas versiones discográficas de
nes —originales de 1973 y 1979 metales típico de Janacek de la Sinfonietta estas obras avalan su interés y calidad. En-
(Klee)— en formato LP fueron (Arbos), hasta el empleo de formular típi- tre las más celebradas destaca la del desa-
ya comentadas en su momento en las pági- cas de la polifonía del XIII; se piensa en Pe- parecido David Munrow. Este disco
nas de SCHERZO por quien esto firma rotino a la hora de escuchar el carácter compacto, de sonido límpido y extraordina-
(n°10, pp. 41-42). Poco hay que añadir a lo lacrimoso de Aden Wassern zu Babel. Pari riamente claro, vuelve a confirmar nuestra
entonces dicho. En lo que se refiere al soni- intervallo es un homenaje explícito a la es- opinión acerca del New London Consort.
do se puede confirmar que el del presente critura en espejos de los corales de Bach para Excelentes instrumentistas, estilo muy ade-
compacto mejora —en pulcritud y sensación órgano, Summa es un arreglo del Credo a cuado, pero de una frialdad y academicis-
de especialidad— al ya notable LP. Lo más imagen y semejanza del Credo de Stravinsky, mo (si es que de ello se puede hablar en
valioso de las interpretaciones se centra en y el canto típicamente medievalista está pre- músicas de esta época), que muchas veces
el trabajo de Kubelik, mientras que la pági- sente en Es sang vor tangen Jahren. malogran lo que podrían haber sido versio-
na dirigida por Klee no pasa de lo meramen- nes de referencia. ¿Dónde está la gracia que
Pero por encima de esas referencias, que exigen algunas Volta, o la furia en las Bran-
te correcto. El Mozart de Kubelik es quizá nunca llegan a ser plagio, lo más importan-
más robusto, sobre todo en el tratamiento les? Por eso, hay que señalar que as( como
te en Párt es la contención de su música, la en las piezas solemnes la lectura es sobera-
de los coros, de lo que se tiende a hacer hoy, uniformidad y la fluidez del discurso, su tre-
pero su vision del salzburgués no carece en na, en las más populares, estos fríos ingle-
mendo poder de seducción, del que es ejem- ses nos dejan casi congelados. Por lo demás,
absoluto de gracia y vitalidad, con un su- plo ilustre el De profundis, para cuarteto
brayado especialmente atractivo de la cuer- la presentación gráfica y literaria del disco
vocal, órgano y percusión, que funciona con es muy buena.
da aguda. base en un gran ostinato en Mi menor de los
instrumentos, sosteniendo el movimiento si-
E.M.M. métrico de tas voces. Pieza delicada, de sua- G.Q.LL.O.
ve vehemencia, no exenta de dramatismo.
Si a la belleza de la música, añadimos una RAVEL: Bolero. Rapsodia española. Pava-
PÁRT: Arbos. Tht HOUard Eoscmble. Brasa interpretación precisa y con sobrado cono- na para una infanta di/unta. La Valse. Ma
Ensemble Staatorchester. Stuttgari. ÍMr,: D. cimiento del material que se tiene entre ma- mere l'Oye. Sinfónica de Boston: Charles
Rnssell Davits. ECM digital LP 831959-1. nos (los miembros del Hilliard Ensemble
demuestran una sensibilidad a prueba de Mnnch. RCA PapUlon Collection GD
CD 831959-2. «6512. CD ADD.
bomba), no se puede negar que estamos ante
una de las grabaciones más estimulantes del STRAVINSKY: La Consagración de la pri-
Dentro del catálogo Nevis Series, ano. Un disco que, aparte de ofrecer músi- mavera. Petrochka. Sintónica de Bostón:
el sello alemán ECM acaba de ca de nuestro tiempo, tiene un carácter de Pkrre Montean*. RCA PapiUon CoUeclion
publicar un segundo disco con universalidad que casi fuerza a decir «apto GD 86529. CD ADD.
obras recientes del soviético Arvo Pan, na- para todos los públicos».
cido en 1935 y actualmente reside entre Vie- Reseñamos estos dos discos co-
na y Berlín Oeste. Tras la excelente acogida La toma de sonido es irreprochable y los mo muestra atractiva de la nue-
del anterior álbum, Tabula rasa, compues- fondos con ruidos que se apreciaban en Ta- va Papillon Collection de RCA,
to por obras de un carácter instrumental y bula rasa han desaparecido aquí para dar pa- serie económica en que se realiza un lanza-
expresivo muy homogéneo, la editora ha te- so a un prensado limpísimo. Digno de miento de antiguas grabaciones del sello, al-
nido la feliz idea de agrupar en este segun- comprar con urgencia. go alicaído en los últimos tiempos. Se trata
do disco, de tftulo genérico Arbos, un de la clásica colección de antiguas glorias,
puñado de piezas de igual, por no decir ma- F.R.
algunas de referencia, donde la calidad y lo
yor, homogeneidad que el anterior. Se tra- comercial se aunan en reprocesados de alta
ta de una serie de pequeñas composiciones, exigencia. No creemos necesario insistir en
vocales en su mayoría, escritas entre 1976 la calidad artística de este Ravel y de este
y 1985, recopiladas de un par de conciertos PRAETORIUS: Danzas de Terpsichon, Stravinski, ya que se trata de registros legen-
dedicados a la música de Pan en agosto de 1.612. New London Consort. Director: Phi- darios de los que todos los aficionados han
1986 y enero de !987enLudwisburgy Lon- lip Pkkcn. L'Oiseau-Lyrt 414 633 compacto tenido alguna vez noticia. Son grabaciones
dres, a cargo de miembros del Hilliard En- DDD. de 1951 a 1962, es decir, la época en que la
semble, el Brass Ensemble Staatsorchester Sinfónica de Boston gozaba de la titulari-
Stuttgart y el violinista invitado, Gidon Kre- Entre 1571 y 1621 nos cuentan dad de Münch y era —como sigue siendo—
mer, que parece muy ligado a la música de las crónicas que vivió este curio- uno de los más importantes conjuntos del
Parí, no en vano ya asombró con su inter- so personaje llamado Michael mundo. Tanto Monteaux como Münch han
pretación de Fratres en el otro disco. Praetorius, cuyas Danzas de Terpsichore (al repetido grabaciones en sus respectivos com-
menos algunas de ellas) nos ofrece este dis- positores de estos discos (Münch con París,
Todo el ambiente místico, realzado con co que interpreta el New London Consort. orquesta que él fundó en la época Lando ws-
una paleta sonora de enorme seducción, del Su vida, funestamente influida por las lu- ki; Monteaux con Sinfónica de Londres).
Tabula rasa vuelve a estar aqui presente, ha- chas luteranas de la época, se desarrolla en Monieaux fue quien estrenó ambos Stravins-
ciendo más hincapié, si cabe, en la fuerte re- diversas ciudades alemanas. Desde 1587 es kis en el lejano París anterior a la primera
ligiosidad y el sentimiento de nostalgia por organista en la iglesia de St. Manen en gran guerra. Münch es uno de los grandísi-
el pasado, ya habituales en Parí, como que- Francfort. Años más tarde establecerá re- mos de la música oiquestal francesa. Es de-
da ampliamente reflejado en las dos com- lación con un gran músico en Dresde: cir, hablar de sus interpretaciones podría ser
posiciones más a trayentes del disco: por un Schütz. como intentar descubrirles a ustedes el Me-
lado, el Siabat Mater, que al mismo tiempo Su espíritu sistemático le hace emprender diterráneo.
es la más extensa, y por otro, a mi juicio, un ambicioso programa de publicaciones con
la composición estrella del álbum: la emo- el objeto de poner su vasta producción mu-
cionante Deprofundis. El Stabai Mater, pa- Nos limitaremos a ponderar ventajas de
sical a disposición de otros músicos. Su ta- la reedición de estos registros en soporte CD.

Scherzo 43
DISCOS

Son al menos las cuatro siguientes: larga du- mas de acentuar y el subrayado de los con Radio Nacional de España. No obstan-
ración (más de 65 minutos cada uno, sin ol- vientos. te, es difícil, por el momento, conocer esta
vidar que ambas obras de Stravinski fueron Como curiosidad puede oírse cantar al versión, puesto que no ha sido publicada en
publicadas en dos discos negros separados), mismo Harnoncourt en el número 4 de Der disco.
reprocesado con mayor calidad y relieve so- Schauspieldireklor.
noros, eliminación relativa de ruido de fon- F.G.U.
do (menos en Consagración, de 1951 y E.M.M.
monoaural, que en Petrouchka, de 1959, o
en los Ravel. de 1958-62) y amplísima divi- SCHUBERT: SinfoníaN."9en Do Mayor
sión en pistas. Esta última cualidad es de SCARLATT1: Sonatas para clavicémbalo. D.944. «La Grande». Orquesta Filarmóni-
enorme importancia. Por ejemplo, Consa- Trevor Plnnock, clavicémbalo. Archlv
419632-2 AH. DDD Compacto <55'55"). ca de Berlín: Daniel Barenboim. CBS-42316.
gración permite escucha continuada y tam- Digital, Importación.
bién catorce accesos directos (cada número
o danza en que se divide la acción y que en Domenico Scarlatti, contempo-
disco negro no es posible con exactitud, ai ráneo estricto de Bach y de Obra de lenta recuperación, y como tan-
ser un todo musical continuo). A su vez, Pe- Haendel (nacidos los tres en tas de su autor, postuma, debe su éxito tan-
trouchka está dividida en once pistas. Inde- 16S5), es un compositor cuya vida y obra to al celo de Mendelsshon —quien la
pendientemente de que por ejemplo, usted aparecen estrechamente vinculadas a nues- estrenara en Leipzig en 1839—, como al
prefiera una Consagración más aristada o tro país y a la historia de nuestra música, buen acuerdo llevado a cabo entre Schu-
un Bolero menos apresurado, creo que se asi como a la de nuestros vecinos portugue- mann, descubridor ante la historia de la par-
(rata de dos discos imprescindibles por su ses. En 1720 entró al servicio de la corte de titura, y Ferdinand Schubert, hermano y
calidad artística y sonora y por ser de am- Portugal como maestro de la infanta María primer admirador del gran músico.
plio repertorio en magnificas versiones. In- Bárbara. Al contraer ésta, en 1729, matri- La interpretación de Barenboim y los fi-
vitamos al aficionado a que examine el resto monio con el futuro Fernando VI de Espa- larmónicos berlineses no resulta demasiado
del lanzamiento de la serie Papillon, donde ña, Scarlatti se instaló en Madrid, donde convincente. El Andante del primer movi-
encontrará nombres como Richter, Or- permaneció hasta su muerte, ocurrida en miento está dicho con una blandenguería y
mandy, Reiner, Brüggen, Previn y otros. 1757. Su producción se encuentra dividida una lentitud expositiva exasperantes. El paso
en dos etapas, cuya línea divisoria está mar- al Allegro está planteado de forma brusca
cada, precisamente, por su instalación en y artificial, sin la planificación necesaria, lo
S.M.B. Portugal y, con posterioridad, en España. que acentúa la impresión de que Barenboim
Durante la primera compuso, sobre todo, no acaba de hallar ese tempo básico del que
música vocal, mientras que, a lo largo de la van naciendo los demás sin dallar la conti-
SAL1ERI: Prima la música, poi le parole. segunda, su producción quedó ligada exclu- nuidad del discurso musical. Alguna mejo-
MOZART: Der Schauspieldirektor k-486. sivamente al teclado. ra, fundamentalmente externa, viene a
Robert Holl, Thomas Hampson, Robería resaltar el tiempo lento. Barenboim se hace
Alexander, Julia Hamarí, Magda Nador, De Domenico Scarlatti nos han quedado eco de la indicación «p» en la introducción
Kriutina Ijlki, Harry van der Kamp, Niko- casi 600 sonatas, tituladas Essercizi en las a cargo de los contrabajos, paia continuar
laus Harnoncourt. Orquesta del Concertge- únicas treinta editadas en su vida. Estas so- con casi idéntica intensidad al manifestarse
bouw de Amslerdam. Director: Nlkolaus natas constan de un único movimiento, di- el tema principal, dicho por el oboe con be-
Harnoncourt. Teldec 6.43336 AZ. vidido en dos secciones, y son, generalmente, llo sonido y estricta observancia de las indi-
monotemáticas, aunque en muchas de ellas caciones de Schubert. Aún así domina la
Harnoncourt ha tenido ta buena idea de se encuentra el germen de una segunda idea, pesantez en un Andante que no debiera ser
reunir en un solo registro dos obras de ca- con lo que se apunta ya el bitematismo que ni lento ni rápido, y el movimiento discurre
racterísticas muy similares de Salieri y Mo- caracterizará a la sonata en la siguiente eta- por un cauce de general monotonía, plano
zart y que fueron compuestas para la misma pa de su evolución. Uno de tos aspectos más de contrastes y desvaido en el fluir. A esto
ocasión. Prima la música, poi le parole y Der interesantes de estas breves sonatas reside en cabe añadir la poca variedad que preside el
Schauspieldirektor nacieron por un encar- su escritura instrumental, de una riqueza y Scherzo —muy patente en el trio—, y la for-
go del emperador Joseph II y fueron inter- de un atrevimiento inusitados en la época. ma en que son desaprovechados los ricos
pretadas jumas en el palacio de Schónbrunn En este sentido, significan una de las apor- contrastes de color de los metales, cuyo tra-
el 7 de febrero de 1786. Las dos son breves taciones mayores de la evolución de la téc- tamiento mira ya hacia Bruckner. Si en el
obras en un acto de talante ligero, Diverti- nica de los instrumentos de teclado. Allegro vivace final las cosas parecen me-
mento en el caso de Salieri, Komódie en el jorar algo, tampoco escapa éste a la sensa-
de Mozart. Ambas tratan el mismo tema, la En este compacto de Archiv se han reco- ción general de pobreza dinámica y falta de
creación de una ópera y la fundación de una gido una serie de sonatas, todas ellas perte- planificación.
compañía pata tal fin, sirviéndose de la sá- necientes al último período scarlattiano. El
tira para atacar a los camantes y las eternas clavicembalista Trevor Pinnock, intérprete
de la versión que nos ocupa, demuestra, una Conclusión: Barenboim debe ceder el paso
querellas entre ellos. Como nos recuerda el a otras versiones mucho más hondas; enca-
propio Harnoncourt en las notas del libre- vez más, su conocimiento y su buen queha-
cer en la ejecución de !a música barroca pa- bezando la lista están Furtwángler y
to que acompaña a la grabación, triunfó la Klemperei.
ópera italiana de Salieri en aquella ocasión, ra teclado. La brillante lectura de las obras,
en tanto que la de Mozarl fue recibida con los recursos del fraseo, los cambios de co- J.M.S.
frialdad. El Divertimento teatral de Salieri lor o de nivel dinámico, son aspectos impor-
tiene un buen libreto y una música hábil y tantes a destacar en la visión de Trevor
chispeante. Hay que lamentar que para po- Pinnock. Todo ello, unido a un profundo SCHIIMANN: Concierto para piano y or-
der acoplar las dos obras en el mismo disco sentido expresivo, se pone ampliamente de questa en La menor, Op.54. GR1EG: Con-
se hayan cortado todos los recitativos y al- manifiesto en cada una de las sonatas aquí cierto para piano y orquesta en La menor,
gún aria de Prime la música. Una decisión recogidas. Es de resaltar, en especial, la lec- Op. 16. Radu I.upu. piano. Orquesta Sin-
que es el único fallo de una grabación deli- tura de algunas de ellas. Así, en la Sonata fónica de Londrev Director: André Previn.
ciosa. Al parecer asistimos a un renacimiento K.SI8 se pueden apreciar de modo muy claro DECCA OVAT1ON 417 728-1. Dígita]
de Salieri —¿efectos del film Amadeus—, los puntos señalados: grandes efectos de co- compacto.
Al que se empieza a tocar y a grabar. Siga- lor y contrastes notables de forte y piano,
mos a la espera de nuevas interpretaciones con violentos cambios de atmósfera y con-
para el disco. El compositor, sin ser un ge- traposiciones de fuerte carácter dramático. Estos dos conciertos suelen edi-
nio imprescindible, tiene el interés suficien- Pinnock amplía hasta el máximo las posi- tarse juntos; recordemos que
te como para merecerlo. bilidades del instrumento para lograr estos además de está existen también
efectos de dramatismo y expresividad. en disco por ejemplo la antigua versión de
Katchen y Kertesz (con ta Filarmónica de Is-
Las versiones, que cuentan con un buen En lo que a versiones de las Sonatas de rael, también para Decca) o la más joven de
plantel de cantantes, son vivaces y llenas de Scarlatti se refiere, en ta actualidad la úni- Anda y Kubelik (con la Filarmónica de Ber-
humor. Hay más elementos interpretativos ca grabación completa existente de las mis- lín, para D.G.). Su reunión obedece más a
nuevos y de interés en la recreación de Mo- mas se debe a Scotl Ross, realizada a imperativos comerciales que a imperativos
zart que en la de Salieri, como son las for- iniciativa de Radio France en colaboración de afinidad. Schumann inició la composi-

44 Scherzo
DISCOS

ción de su concierto en 1841 y la concluyó mente, tiene un sonido que podriamos de- los comentarios del disco, el concierto fue
en 1845; aquél período fue para el músico cir que no es el típico inglés, se trata de una dedicado por Shostakovitch a su amigo Ois-
de Zwickau de madurez y desarrollo de su solidez más centroeuropea que inglesa. Los trakh con motivo de su sexagésimo aniver-
lalenlo creador; aunque sin haber conquis- violinistas adornan mesuradamente, refor- sario, pero el compositor erró, ya que el
tado aún la eslima del gran público. En cam- zando asi el carácter ni excesivamente bri- violinista cumplía sólo 59. Probablemente
bio, Gríeg, perieneciente a una generación llante ni muy apagado de la música. En fue un error afortunado para Oistrakh, que
más joven, no compuso el suyo hasta 1868, alguna ocasión podría pensarse que su so- un ailo después recibió en su verdadero se-
contando sólo con veinticinco arios, y la par- nido es duro, si bien esto se debe más a la xagésimo aniversario una partitura realmen-
titura denota claramente el deseo de agra- búsqueda de un efecto que a una caracterís- te excepcional: La Sonata para violin y
dar y la influencia de su época de formación tica suya. piano. Evidentemente, las colas que alcan-
en Leipzig al acometer una labor de tipo con- El continuo está muy bien realizado por zan el Nocturno y el Pasacalle del Concier-
certante. Mas, de todos modos, podríamos el celtista y director Charles Medlam, que tie- ta N." 2 del que hasta ahora —para quien
hallar elementos similares en ambos concier- ne una técnica más que suficiente, y un so- suscribe— había sido imposible encontrar
tos, como por ejemplo la misma tonalidad nido poderoso (que alguna vez peca de poco grabación alguna. De todas formas, se tra-
(La menor) o que —según afirma Bryce Mo- refinado, es cierto). Nosotros no dudamos ta de una obra notable, que no dejará de te-
rríson en el documentado articulo que acom- en recomendarlo, especialmente a los lecto- ner interés para quienes gusten de la peculiar
paña al disco— fue hacia el concierto de res auténticos. Como alternativa a este re- y anacrónica música de Shostakovitch (di-
Schumann que Grieg «volvió su mirada pa- gistro únicamente podriamos señalar la cho sea ésto sin ánimo peyorativo alguno,
ra tener una guia precisa». grabación del también conjunto inglés The en estos tiempos de furor de lo moderno, la
Parley of Instruments, con obras de Muffat posmodernidad y ia ultramodernidad).
Las presentes versiones (grabadas en 1973 (el Armónico Tributo, en Hypcrion A66032).
y reeditadas ahora) se cuentan a nivel de to- Al carácter histérico de este CD protago-
ma de sonido, entre las de mayor claridad. J.CCA. nizado por David Oístrakh —fallecido en
En Schumann, Lupu demuestra haber en- 1974— viene a contribuir también la presen-
tendido a la perfección el deseo del compo- cia de Kondrashin, director fallecido en
sitor, según el cual su Concierto no debe ser SHOSTAKOVITCH: Conciertos para vio- 1981.
una pieza convencional para virtuosos. Es- lín y orquesta. N.° I en La Menor, Op. 99. El sonido del CD es excelente y quizá só-
tamos ante un pianista de gran refinamien- N.° 2 en Do Sostenido Menor. Op. 129. Or- lo cabe setlalar un ligero siseo de fondo que
to y absoluta nitidez, buen intérprete de lo questa Filarmónica de Moscú/Kirill Kon- no es de extrañar en grabaciones de 1956 y
romántico y, a juzgar por lo escuchado, qui- drashin. Vio Un: David Oistrakh. Le Chant 1967, por muy procesadas que estén.
zás un mozartiano importante. Esta misma do Monde, CD 278 882. Fabricado en la
nitidez se acentúa en su brillante versión del J.A.T.G.
Concierto de Grieg: escúchense por ejemplo RFA.
los acordes descendentes y la exposición y SIBELIUS: Sinfonía número 2 en Re ma-
desarrollo del primer tema de] Allegro mol- Este CD forma parte de una se- yor, Opus 43. Orquesta Filarmónica de Yle-
ió modéralo con que empieza la obra, asi rie dedicada al violinista David Di. Director, Leonard Bernstein. DG
como su cadenza. También el tercer movi- Oistrakh y contiene dos graba- 419.771-2- Disco compacto DDD. Duradón,
miento —quizás el de mayor sabor ciones/fisítíricas(1956y 1967 respectivamen- 51'28".
noruego— logra una interpretación de gran te) de los dos conciertos para violin y orques-
dase. Por su parte, Previn se destaca por de- ta de Shostakovitch, ambos dedicados a este En los últimos años Bemstein ha
jar respirar al solista y a la orquesta. violinista. realizado bastantes grabaciones
Al Concierto N.° I muchas fuentes le atri- para Philips y DG. En núme-
Jo.R.B. buyen el Op. 77, ya que al parecer el autor ros anteriores de SCHERZO expresé entu-
decidió finalmente adjudicarle el opus co- siasmo por la Misa y las Sinfonías de Haydn
rrespondiente a la fecha de su composición y disgusto por el ciclo sinfónico de Schu-
SCHMELZER Y MUFFATÍ Sonatas (Obres (1948) y no a la de su estreno (1955). Esta mann. En general, los últimos discos del di-
de Johann Heinrích Schraelzer y Georg obra es probablemente una de las que sus- rector norteamericano (Elgar, Tchaikovsky,
MUFFAT). London Baroque; Dlr.: Charles citan mayor consenso entre las del contro- Mahler, Wagner, el ya citado Schumann) tie-
Median. CD Harmonía Mnndl HMC vertido Shostakovitch; pocos son los que nen varios rasgos comunes: tempi lentos o
MUZO. DDD. Duración: 61'35". vacilan en calificarla de obra maestra. Es re- lentísimos, énfasis general, fuertes contras-
lativamente conocido en nuestro país tes dinámicos... Tales presupuestos encaja-
El austríaco Schmelzer —varias veces interpretado en el Teatro ban mal en las obras de Schumann;
(1623-1680) es un músico nada Real— y han sido accesibles algunas graba- aplicados ahora a una sinfonía tardorromán-
frecuentado en grabaciones, y eso ciones del mismo: una de Melodía — tica, épica y retórica, funcionan muy bien.
que tiene una calidad más que estimable, co- fabricada en la URSS— con la Orquesta Sin- Tanto, que ésta me parece la más impresio-
mo por otra parte se encarga de demostrar- fónica de la Radio de la URSS dirigida por nante versión de una obra que ha conocido
nos el excelente conjunto London Baroque d hijo del autor y con Igor Oistrakh —el hijo ya muchas interpretaciones discográficas
desde el principio, con una maravillosa ex- de David Oistrakh— al violfn. Otra editada memorables, como las de Monteux, Szell,
posición de la sonata Lamento sopra la mar- (no muy bien) en España por EMI con la or- Kussevitsky, Beecham, Rojdestvensky, Bar-
te Ferdinand II, una sobrecogedora pieza questa New Ph Harmonía dirigida por Ma- birolli o Karajan. Comparado con el rigu-
funeraria con algo de música programática. xim Shostakovitch y con David Oistrakh roso tratamiento objetivo de los dos
El resto de las obras es también interesantí- como solista. Las tres versiones son abso- primeros citados, o con su propia grabación
simo, ya que se trata de música que dice al- lutamente recomendables y quien suscribe realizada en los anos 60 para CBS, el traba-
go, no es solo una colección de melodías que se encontraría en un aprieto si se viera for- jo de Bernstein puede parecer desmedido,
se dejan oír. Como ejemplo puede valer la zado a elegir una. Claro está que no es el iiltrarromántico; pero como ya se ha dicho,
Sonata a 3, un lamento noblemente embe- caso, porque el disco de Melodía ya no se ello va de perlas en esta ocasión. Asi por
llecido con virtuosas figuraciones de los encuentra en nuestros lares y el de EMI de- ejemplo, el Andante dura unos cuantos mi-
violines. ja mucho que desear en cuanto a sonido. nutos más de lo habitual (18.52. Frente a
El Concierto N." 2, mucho menos cono- 12.35 de Szell o 14.53 de Rojdestvensky) pe-
En el disco encontraremos también dos cido y apreciado que su hermano mayor, se ro en ningún momento resulta pesado por-
composiciones del más conocido Muffat inscribe perfectamente en el estilo persona- que Bernstein sabe sostenerlo muy bien,
(1653-1704); entre ellas está la Sonata n." 5 lisimo del compositor. Contiene temas que manteniendo la tensión armónica y contras-
de la colección Armónico Tributo, pieza mo- recuerdan al folklore judio y combinacio- tando certeramente las diferentes secciones:
numental que termina con una pasacaglia nes instrumentales que el autor también uti- hasta once veces cambia Síbelius la indica-
con 24 variaciones, en donde el ingenio y el liza en el Primer concierto para violin y en ción de lempo, circunstancia que propicia
oficio del músico se demuestran perfec- el Concierto N,° 2 para violoncello. Curio- alternancias dramáticas en un movimiento
tamente. samente, la cadenza principal irrumpe en el cuya inspiración parece vinculada a ensayos
Allegro final de la obra, que luego acaba co- operísticos de su autor, según las notas del
London Baroque hace una sensacional in- mo el Conciero N." 1, a toda marcha en un disco. Esa lentitud es también aprovechada,
terpretación de este repertorio, que por otra júbilo genaral. Según cuenta Jean Gailois en con la inestimable cooperación de la Filar
parte les viene como anillo al dedo, ya que
ette conjunto, aunque es británico, obvia-

Scherzo 45
DISCOS

montea de Viena, para desentran ai detalles mejor Karajan. Vida de héroe recorre en sus Una cosa hay que está muy clara: dados
orquestales rara vez audibles con ta claridad, manos un amplio arco expresivo, de lo épi- los precios de los discos compactos corrien-
el color y la intensidad presentes en este rae- co a lo lírico, de lo grotesco a lo sublime, tes, los adictos a esie sistema necesitamos se-
morabe registro. siempre con un extraordinario control or- ries que aunen la calidad con la facilidad en
Philips ha publicada en disco compacta questal —con una respuesta sensacional de el precio.
de precio reducido la buena versión que de la Filarmónica de Berlín— y una prodigio- Jo.R.8.
esta Segunda Sinfonía grabó Colín Davis ha- sa alquimia sonora.
cia 1975, acoplada con tres piezas breves del
propio Sibelius. A pesar de lan ventajosa al- E.M.M. VERDI: Ariís de Giovanna d'Arco, I Mas-
ternativa, y aunque cualquiera de los regis- nadieri, Jerusalem, ¡I Corsaro, II TYovato-
tros antedichos basta por si sólo para TCHAIKOVSKVr Sinfonía núm. 5 en Mi re, I Vespri siciliani, Don Cario y Otella
disfrutar esta bella Sinfonía, el de Bernstein menor, Op. 65. GLINKA: Obertura de Rus- Dúos de Un bailo in maschera y Otello. Ka-
hay que conocerlo y puede resultar óptimo tan y Ludmila. Mussorgsky: Preludio de lii Ricciarelll, Plácido Domingo. Orquesta
complemento a los más clásicos de Szell o Khovanchino. Una noche en el Monte Pe- Filarmónica de Ruma y Academia de Sania
Monieux. Esperemos que este altísimo ni- lada Orquesta sinfónica di Chicago. Orques- Cecilia. Director Gianandrea Gavazzenl.
vel musical se mantenga a lo largo de la gra- ta Sinfónica de landres. Director Slr Ceorg RCA Gd S6S34. Compacto 66'W".
bación del ciclo completo de Sinfonías de Solti. DECCA OVATION 417 723-2. Digi-
Sibelius poí Bernstein, para ayudar a la me- tal compacto La parcela lírica de la serie de
jor apreciación del gran músico finlandés, RCA Papillon Coleclion, de pre-
La receta par? montar discos co- cio económico, está cubierta por
R.A.M. mo el presente es fácil: recurran este registro, que recoge el recital grabado por
ustedes a añejas grabaciones dis- Katia Ricciarelli en 1972, y que sirvió para
STRAUSS: Vida de héroe Op. 40. Orques- pares de un mismo director que puedan reu- presentarla, poco después de ganar un con-
ta Filarmónica de Berlín. Director: Herbert nirse por razones de nacionalidad, estilo o curso vocal organizado por la R.A.l. Una se-
von Karajan. EMI Studio CDM 7 69027 2. contemporaneidad de los compositores; ac- lección de arias verdíanas, oportunamente
Compacto ADD 45 "12". tualicen la toma de sonido y envásenlo... y escogidas para que la soprano, protegida por
ahí tienen ustedes el producto: un disco — la veterana batuta de Gavazzeni, pudiera salir
Es reconocido con rara unanimi- en este caso de maestros clásicos rusos— a airosa. Asi predominan los andantes, don-
dad que Herbert von Karajan es base de obras en su mayoia archiconocidas, de su voz lírica, de timbre cálido y mórbi-
KiWAUH)
uno de los más grandes intér- que ahora reaparecen bajo la escuderia de do, atractivos medios tonos, puede
pretes que ha conocido la música de Richard una serie de divulgación. expansionarse con efusividad, en un canto
Strauss (no olvidemos a Kempe). Gran par- más aplicado que distinguido. Cuando aco-
Pero, a pesar de ello, no minimicemos las mete (Masnadieri, Thtvatore) el dinámico re-
te de las necesidades expositivas del arte so- cosas: la lectura que Solti nos lega de la citativo verdiano o sus briosas cabalettas, los
noro del bávaro —suntuosidad, exquisitez, Quinta de Tchaikovsky (grabada en 1975) es resultados son muy otros. La cantante, ade-
virtuosismo orquestal— son precisamente al- una de las más impactantes y electrizantes más, hace caso omiso de las indicaciones de
gunas de las virtudes de la batuta de Kara- de cuantas se han escuchado en disco, pu- la partitura: los trinos, por ejemplo, están
jan. Muchas de las obras de Strauss en las diendo competir con las de un Haití nk (pa- confortablemente suprimidos; el fa grave de
lecturas de Karajan se han convertido en re- ra Philips) o un Markevich (en su integral que la terrorífica cadencia de Arrigo! Ah, parli
ferencias obligadas: El caballero de la rosa, grabara tambiín para Philips anos ha). La a un core, ignorado
Zarathustra, Don Juan, Muerte y transfigu- actuación de los músicos de Chicago —
ración, Don Quijote (con Rostropovitch), realzada ahora por el reprocesamiento
Cuatro últimos Lieder (con Janowitz). Otro El disco se completa con los dos dúos, con
digital— resulta extraordinaria; ahí están esos Plácido Domingo, de una grabación realiza-
tanto ocune con Vida de héroe, autoconiem- clarinetes del Andante inicial o el admira-
plación narcisista de su autor y extraordi- da también en 1972, que incluía fragmentos
ble solo de trompa del Andante cantabile además de Butterfly, y Francesco da Rimi-
naria realización musical, que Karajan ha con alcana licenza que le sigue.
grabado varias veces. No se diferencian de- ni. La presencia del tenor no añade un adi-
masiado una lecturas suyas de otras de esta Comparativamente hablando, la versión de cional interés; al contrario, nunca Domingo
obra. Karajan no ha variado mucho su idea la Obertura de Ruslán y Ludmila de Glinka estuvo peor en Riccardo del Bailo, ni tan in-
con el paso del tiempo. Esta grabación pa- (grabada entre 1965 y 1966) se nos antoja co- conveniente en Otello.
ra EMI de 1975 —que aparece ahora en mo algo más efectista y precipitada. Como Un modesto ejemplo, en suma, de dos can-
compacto de buen sonido y a precio medio— contraste, las obras de Mussorgsky (graba- tantes que han dado prueba otras veces de
reúne todas las excelencias interpretativas del das en el mismo período) son un verdadero superiores condiciones.
ejemplo de equilibrio conceptual. ER

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• Poí islán tdjunio
O Par giro 000*1
D Con au|0 i la Cuenta n." . „ de (3)
•le
Alentainenie. N.° OH N.° 5 D N.° 10 D N.° 15 •
Firmada
N.° 1 H N.° 6 D N.° 11 E N.° 16 D
{I) Lu uucrlpciaoei pi» d ewaniero pot tonco ordmirki 5 000 pul. y pn ttoa 6.000 piu pvt Eiuúpi 7.000 pui
Amtnu y dctwrrin »r *bon*du mrdiuie ebeque bucaría N.° 2 D N.° 7 G N? 12 • N.° 17 O
ai Tichne ID qur na procedí. N." 3 • N.° 8 • N? 13 D N.° 18 a
N? 4 • N.° 9 D N? 14 D N.° 19 D
K Agotados

46 Scherzo
LA MÚSICA EN LA URSS Y REAL MUSICAL
REAL MUSICAL representa en España a la
DIMITRI KABALEWSKI URSS en los más diversos aspectos de su
Op. »
rico panorama musical contemporáneo: discos
Melodía, ediciones Meskniga, agencia estatal
de conciertos Gosskoncert, instrumentos en
general y a la Sociedad de autores o BAAP.

Obras de la URSS editatas por Real Musical

PEDAGOGÍA MUSICAL

ERSHEMSKI
10-+.01: Psicología de la dhtcrlon.

SPOSOBIN. L. B.
¡X 1.021 Taina de U Música.

PIEZAS INFANTILES
PARA PIANO PIANO
(_R\!; Real Musical Midhd
KABALEVSKY. D. (1904...)
• 11-1.007 Fieras infantiles.
Op. 39 y Op. 51 niíms. 1 y 3
NEUHAUS. H.
D. SHOSTAKOV1CH • 10-t 009 H arte del piano.

NUCOLAIEV, A.
• 11-1.016 Escuela rusa dd piano. w\ I "
SEIS i • I I I 017 Escuela rusa dd piano, wl. I." pinte 2.

SHOSTAKOVICH, D. (IW6-107S)
PIEZAS = • 11-1.013 Seis piezas Infantiles.

INFANTILES = SCHEDRIN, R. (1932...)


• III.970 Concierto pora Plano y Orquesta n.° 1.
• I! -1.971 Concierto para Piano > Orquesta n.* 2.
• 11-1.972 Coociertu para Plano y Orquesta n.* 3.

IIIIIIIIIIIIH = II
OBOE
II III II III II III II vV
II ni ii ni ii A ^ r ESHPAI, A. I1925..1
13-2.201 Concierto para Oboe y Orquesta. (Red. Obrn: y Piam>)

TROMPETA
PIANO SOLO
ARUTUNIAN, A.
• I3-7.2UI Concierto para trompeta y orquesta
(BM) (Rix) trompeta y pian»!.
REAL MUSICAL • 13-7.202 Tona y variaciones para trompeta y orquesta.
(Rol. trompeta y pian»!

(RM) Real Musical al KTVICÍQ de la núatca

MAW1D na m I • » I •
LIBROS

GILLES CANTAGREL: Bach en son lemps. hecho los ti? 6037,6078, ¡6109!, y 6160 y no
PJurid. Hachetle. París, 1982. S68 páginas.
1 TOI. de 18 x II cm. LIBROS existen los estatales de Cartagena y Puer-
tollano.
La bibliografía sobre Johann Sebastian Otra cuestión de reflexión obligada es la
Bach es tan ingente que se está tentado de de quienes contestan a la encuesta de perso-
creer que apenas hay ya lugar para nuevos des que colaboran mayoritariamente y nas, pero no a la de su actividad al servicio
libros que aporten realmente algo. Se cuen- aquellas otras que no lo hacen. Generalmente de entidades y aun de quienes lo hacen a la
ta ya con biografías y estudios musicales ge- son muy colaboradoras las dedicadas a la in- de personas y de su entidad privada, pero
nerales (Spilta, Basso), visiones personales terpretación y mas ¡as de gestión privada que no a la de la entidad pública que dirigen. Se-
dotadas de genio (Schweitzer) y monografías las de gestión pública; muchísimo los Cen- ñalaré como ejemplos a la persona 3342 que
sobre partes concretas de su obra (Dúrr, tros de Documentación e Invesfigación y fo- cubre su encuesta y la de su grupo instru-
Whiitaker). Lamentablemente, no lodos es- notecas, a medias los Conservatorios, poco mental el 3814, pero no la de la enlidad pú-
tos trabajos fundamentales se hallan dispo- las bibliotecas y archivos y poquísimo las blica 6571. La persona 1394 cubre su
nibles en castellana El libro francés que ha Universidades (siete sobre diecinueve). Este encuesta, pero no la 6160 del Conservatorio
sido remitido a nuestra redacción presenta apartado registra 193 Agrupaciones de Cá- que dirige. La persona 1426 cubre su ficha
la suficiente originalidad de planteamiento mara, 16 Agrupaciones Líricas, 692 Bandas, individual y no las 4233, 5760, 5761 y 6090,
como para hacerse con un sitio propio. Se 1.040 coros, 35 Orquestas Sinfónicas. 80 entidades que gerenta. Sirva para pedir un
construye la recopilación de Gules Cantagrel Agrupaciones Orquestales diversas, 83 Ar- poco de responsabilidad a quienes desempe-
en forma de una sucesión de más de 400 fi- chivos, 50 Bibliotecas, 22 Centros de Docu- ñen cargos y que entiendan que un reperto-
chas lomadas de textos de la época, siendo mentación e Investigación, 50 Fonotecas, 5 rio no es un lugar de auto promoción, sino
éstos canas, peticiones, contratos, opiniones Laboratorios de Música Electroacústica, 8 un fichero.
de los contemporáneos del músico e indica- Museos y colecciones de Instrumentos, 284
ciones sobre obras especificas. El cuerpo que Conservatorios, Escuelas y Academias, 19 Completa el volumen un directorio de Or-
asi se logra en una masa documental consi- Universidades, 24 Agencias, 57 Asociacio- ganismos oficiales de gestión musical y el
derable, a la que hay que sumar las nume- nes Profesionales y Sindícalos, 283 Funda- prólogo incluye algunas estadísticas de in-
rosas notas explicativas y las breves noticias ciones, patronatos y sociedades filarmónicas, terés. El volumen es serrvido a pedido por
que se dan acerca de los personajes que apa- 36 Afinadores, 17 Compañías Discográficas, el Centro de Documentación Musical. Mi-
recen a lo largo del libro. Todas eslas instan- nisterio de Cultura. INAEM. Teatro Real.
táneas cumplen a la perfección con la misión Plaza de Isabel II. 28013 Madrid, y en for-
120 Comercios mayoristas 67 puntos de ma no venal. Si no lo posee el lector, no de-
que se declara en el tílulo del libro, colocandoconstrucción yrestauraciónde instrumentos,
a Bach sobre el animado paisaje de su tiem- je de solicitarlo pues su uso se convertirá en
121 Editoriales, 26 Estudios de grabación y práctica habitual.
po y su sociedad. Et trabajo de Cantagrel, 124 Salas de Concierto. Ello puede dar idea
que confiamos en ver traducido alguna vez de la utilidad de este repertorio incluso co- X.M.C
al castellano, pasa así a ser una magnifica mo simple agenda.
Un capítulo de confección reprensible re-
fuente de consulta sobre Bach. sulta el de Conservatorios, escuelas, acade- ADAM ZAMOYSKI: Paderewski. Javier
£.A/.Af. mias, dividido en Ceñiros privados (148) y Vergarm. Buenos Aires, 1986. 280 páginas.
JACINTO TORRES et al. Recursos Musi- Centros Públicos (136). Aun siendo escasos 1 vol. de 22 x 13 c m.
cales en España 1987. Centro de Documen- aquellos centros que cubrieron las hojas de
la encuesta es iriste comprobar que el direc-
Ignacy Jan Paderewski fue el dios del pia-
tación Musical. Ministerio de Cultura. no de fines del XIX y primeras décadas del
Madrid, 1987. 728 pp. dt 23 x 16,5 cm.
torio está mal elaborado por falla de nor- XX. Sus interpretaciones de Beethoven —
malización de la ficha. Se supone que el aunque tocaba tan sólo unas pocas obras
En su segunda edición. Recursos Musica- orden es: denominación, dirección postal y suyas—, Liszt y, sobre todo, Chopin, del que
les en España se présenla como el directo- leléfono, dependencia administran va, nom- se consideraba su supremo oficiante, le ha-
rio de la Base de Dalos de igual nombre bre del director y u'iulos que imparte. Ello bían ganado la adoración de todos los pú-
residente en la red informática de los Pun- no se respeta escrupulosamente ni en aque- blicos. Paderewski fue también un polaco
tos de Información Cultural PIC. Cerrada llos centros que han repon di do a la encues- militante, intervino en la obtención de la in-
con la información recibida hasta fines de ta. Por lo demás es sorprendente comprobar dependencia de su país iras la 1 Guerra Mun-
1986, incluye 8.037 entradas divididas en que entre los declarantes hay quienes mien- dial y por algún tiempo tomó a su cargo la
3.744 Personas; 3.466 Entidades; 761 Acti- ten con total y absoluto descaro simulando presidencia del Consejo de ministros. Toda
vidades y 66 Publicaciones Periódicas. Quie- ser centros públicos cuando lo son privados la gloria que su propia época le otorgara al
nes deseen consultar en los «PIC» este Banco y así dicen ser públicos pero no aclaran su músico se encargó la posteridad de negárse-
de Datos deben pedirlo con la denominación dependencia. Cierto es que esie tipo de erro- la drásticamente. Sobre su labor compositi-
IMUS para diferenciarlo de los otros dos re- res se acumula en el listado de centros que va, asociada casi toda ella a sus comienzos
pertorios musicales disponibles en los PIC, no han respondido a la encuesta, pero en des- como pianista en la década de 1880, ha caí-
el biográfico y el hemerográfico. cargo del Centro de Documentación he de do una valoración por completo negativa. El
decir que ni el Ministerio de Educación y triunfo del objetivismo, por su parte, ha con-
Como señala Jacinto Torres en la carta que Ciencia es capa/ de decir con exactitud qué denado los excesos, la fuerza subjelivista, del
adjunta al envío de los libros, «a pesar del reñiros son estatales, cuales autonómicos, arte interpretativo de Paderewski.
cuidado que hemos puesto en su elaboración, cuales de diputaciones, cuales municipales,
es inevitable que en una obra como ésia se cuales de patronatos y cuales privados. Y asi La tarea para un biógrafo como Zamoys-
produzcan errores y omisiones» e invita a en- es posible que existan en España Centros Pri- kí es desde iuego ardua: librar a Paderewski
viar «observaciones críticas y sugerencias» vados al 100%, sin subvención pública de de su propio mito, retornar a su figura mu-
de todo tipo. Efectivamente, dado que sólo ningún tipo, que no respetan por ello la le- sical, lanío tiempo denostada, y perfilarla
han respondido un 34,83% de tas personas gislación vigente sobre ordenación académica con sus verdaderos contornos. El por otro
y un 57,91 Va de las Entidades es lógico que ni órganos de gobierno (ni siquiera la LO- lado interesante trabajo contenido en este li-
menudeen los errores más diversos; así per- DE) ni la referida a emisión de títulos y que, bro no consigue plenamente responder a las
manecen personas fallecidas (por ej. la en- sin embargo, usan papel timbrado y símbo- exigencias de la situación. Zamoyski persi-
trada 1.139), se omiten1 personas de relieve los del Ministerio de Educación y Ciencia gue más al hombre, cuya vida parece una
(cual et profesor de H de la Música de ta (por ejemplo el n° 6090). Este volumen de aventura, que al músico, cuyo estilo e influ-
Universidad de Zaragoza o el de Paleogra- Recursos Musicales es testimonio de la anar- jo se deja en un segundo plano, en favor de
fía del R- Conservatorio de Madrid), algu- quía reinante en los centros de docencia mu- la actividad política. La visión que domina
nas figuran desplazadas de su actividad de sical y debiera servir de invitación ai MEC en el texto no acaba de perder todos los re-
mayor relevancia (así el n? 713) y otras va- a poner coló a desmanes que desembocan sabios románticos que tanto acabaron por
riedades de error que se verán corregidas en en la actual emisión de t(luios sin validez en perjudicar a Paderewski. Un entendimiento
la 3* Edición como en ésta se vieron muchas diversos lugares de nuestro país. Asimismo, subjeiivista de la practica del arte, que en esta
de la 1 *, ello depende de la colaboración de debiera el MEC sugerir a los Conserváronos ocasión se nos presenta como un triunfo de
los recipiendarios de la información. de su dependencia la conveniencia de respon- la voluntad personal.
der a las encuestas oficiales, pues no lo han
Por lo que se refiere a las Entidades es cu-
rioso el estudio de aquellos tipos de en tí da- E.M.M.

48 Scherzo
FUNDACIÓ CAIXA DE PENSIONS

TEMPORADA MUSICAL 17U


DESEMBRE87- MAIC88
I Msemore W u f f l l i Muso Catalana OUASTET JUILLARD DE E.UA Schubert. Hindemttti,

3 Mtemere Centre Ciitural de la Cata de Penstcns BÉIA 9 » . plana Beetnown. scftumjnn. De&usv. Cnapn

Kdneinbng CONCERT DE NADAL DE LA FUNDACIÓ CAIXA DE PENSIONS.


Palau de la Música Catalana THE SIXTEEN COR I ORQUESTRA d e icnOres Directa HARRY CHPISiOPHEíS
EI«ÍSIÍS.IF

VIII FESTIVAL DE MÚSICA ROMÁNTICA: Fem Mendeissoiv


ilgener Centre Cultural Oe 13 Cana de Penswns MONTSERRAT ALAYÍDRA, soprano MKXJEL ZANETT1, paño ORIOL ROMAIli, ctannet
S t n n - W i e c t Sponr. Mendelssonn

20 9*r*r Centre Cultural de la Carta de Pensáis BRUNO CANINO, piano Bwtnown. Faurí. BrSms, Menóelssohn

Centre Cultural de la Caica de Pensloos QUARTÍT LINDSAV de Londres, seethmen, MtrWetísdin

Jfeírw Centre Cultural Oe la Cana de Pcnslwis JOAN ENR1C LLUNA, clarnet «NNA CALVO, VIOII SAU.V HEATH, oana
UHDSAY MARTINOALE. vlonncel Brahms. Mendetssaln

lOfebnr Centre CuRural de la CaUa de PensKrc. QUARTET ENEKO He París, UMON COU, plana
JanÜect, SOiumann. MenOWsMiíi

17fetw Centre Cultural Oe la C3W * Petwom JOMH MASÓ, plano LKJt UendelssDhn. Cticcln.

MMnr Cmtre Ottural de la ata ae PenKms CORAL CARMINA, erguí. Qrector JORDI CASAS. Mende&ohri

i man; Centre Cultural de la Cabía Oe Penslnis. AIKRT METO, puno Scrunann. LBK Menjetuhon.

sman; Centre Cultural de la Calía de Pensión; OIVERTIHENTI E N S E U B I Í de Lordres. BMi. Tialtovskv. MmMssorn.

1S man; Puau de la Música Catalana SBC CONCEíT ORCHESTRA, CWfEO UTALA. Soltetes Orectcr LASaO HHTAT.
EllES de MenWssohn

CICLE DE ORCUE ROMANTIC


Etgletia de Santa Mana de Jesús de Créela
MONTSERRAT TORRENT WOLFCANC ZERER. MARÍA NACV. JORDI HCUERAS.

CONCERT DE SETMANA SANTA OE LA FUNDACIÓ CAIXA DE PENSIONS


Palau de la Musía Catalana
MONTEVEROI CHOIR ENCLISH BAROOUE SOLOISTS Director X W N EUOT CAROINCR.
LA PASSIÓ SECONS S*NT MATEU de 1 S Bacfi

XI FESTIVAL DE MÚSICA ANTICA


1] aOrt Centre OJturS de la Cana de Pensions EMMA n t f f i r . nprano ANTHONY ROOLEY, «aüt
Temes de rano» aeda a »s cancons c*s segleí w i i W I I

15 atril Centre CJturji de la Cata de Penocns. MELVn TAN, forteOano Beetmwn. Scnuaert

W JOffl Centre Cultural W la Cana de Penstcns DIATESSARON. JOAN CARLES SENTTS, Rauta travessera. JOWI ARCELACA. 000*
Mrroc flauta dota JEAN LOUIS PRADAL, acné M m c JOSEP BORRAS, Fagot
Mann Uarais. L Autor» Dornd. P O Ptmnjor. F Coupam

n Jtrt Centre O t o í i de la Cala de PensKms THE AMST1RDAM F0ÍTEP1AN0 TK10. Hawtn i Mozart

K MKl Cflrtn: CJturí de la O M d i ÍHHions CIENO WtSOH, fortenano Beetnoven.

CtrmD«urMc«laCltadeP>BlonsHAIfíMARTINLINDE.ftautaOSCA«MILAIII.cl3vK0nI)3lPEn
Ltdalr. H a n M Bacn. LOtU
tgn <k cmMni ovnancMn t M M h
PalaudelaUúsKaCKllmOtOJJESTUDELSEaEXVIlLWectornAJKSRÜG^
Mourt Beethover
U *™n i <kam ii o m dinn « a u n
n»gatinjan IM M I I malg Centre CuHural de la Cato de PensMns. STAMfr HOOCLAMD, forttpBno Havon. Nozart Becthovtn. OusMt

IB mjlg Centre Cultural de la C s u de PensJoE CW M I FESTTVAl DE MÚSICA AHTICA DE BARCELONA.


D l M o r PHIUPE HERREWECHE.
mvW JlnfiinmcW M U FunduM O B I » P1MOIH.
U malg Centre Gutural W II Caita de Penttors HESPERION XX. Director K K M SAVALL
U laae. i jenUns. *. FeíraCosco ti. c Coperarto O Ctban. C T « . j Dowtand. A. Hotxxne. Wllam »ird I ntrtrns

24 m t j t e n r e Cunum de la Calta de Pernons t K S t í s ENS£MeLE. Dreoor ANDRAS « Í C S l f i


Hüstca nongaresa I turca deK ugles XV al m i l

FUNDACIÓ CAIXA DE PENSIONS


LA GUIA DE SCHERZO

Cido de Cámara Oratorio de Navidad (Mil). Parker, piano. Copian, Patání. Cotrubas, Rawn-
CONCIERTOS y Pottfonfa 13,16,19: Mismos intérpre- Rachmaninov, Vaughan sley. 21, 23, 27, 29.
te!. Bach, Oratorio de Na- Williams.
1: Juilliird Quartcl. vidad (IV-VIJ. 15: Alfred Brendel. piano.
ASTURIAS Brahms. los (res cuartetos. Schubert. BERLÍN
2: Orquesta de Cámara Es- lí: Philharmonia Orchestra. DeulKhe Opcr
Sinfdnk* de Asturias pañola. Víctor Martin. Ho- BERLÍN Cario María Giulini.
menaje a Hermes Kriales. Filarmónica de Berlín Schumann. DER FREISCHUTZ (We-
9,10,11: Luis Aguin-e. Dié- Bach, Vivaldi, Mozart. 19: New London Consort. ber) López Cobos. Schaaf.
guez, Haydn, Betihoven. 9: Malcolm Frager, piano. Philip Pickett. Música me- Schmidt, Róhrl, Kleindienst,
21,13: Vieloi Pablo Pérei. 1, 3: Lorin Maazel. Men- Welker. Kollo. 19. 22, 25,
Haydn, Weber, Brahms. delssohn, Beethoven, Pro- dieval navideña.
Josep Colom, piano. Mo- 15: Chillingirian Qusnet. 12: Academy of Si. Martin 21.
zart, Haydn. kofiev.
22: Coro Nacional. Orques- 12,13: James Conlon. Barry in the Fields. lona Brown.
ta de Cámara Española. Douglas, piano. Prokofiev, Vivaldi. FLORENCIA
BARCELONA Carmen Helena Tellez. Stravinsky. Ravel. Teatro Comuaak
Bach, Tres Cantatas de lí, 19: Coro de la Radio y
Orquesta Clidid Navidad. MUNICH
de Barcelona Coro de Cámara de Estocol- LA BOHEME (Puccini)
mo. Levine. Ballle, Win- Filarmónica de Munich Kleiber. Zefnrelli. Freni,
S, 6: Uri Segal. Anne-Sophie Ibenniísica bergh. Haydn, La Creación. Menitt, Summers, Ferrin,
22, 23: Coro de la Catedral 10, II.12: Coro de la Filar- Mori. I, 3,6,9, 11, 13.
MulEer, violín. Mozart, II: Orquesta de Cámara de mónica. Flor. Vakar, Boch-
Strauss, Brahnis. Santa Euduvigis. Menuhin.
Europa- Claudio Abbado. Olass. Calgani. Zakai. Vi- WÍI7. Holl. Haydn, La LONDRES
10,12,13: Franz-Paul Dec- Schubett, Mendelssohn. Creación.
ker. Eslhei Nyffenegger, valdi, Mazan, Haydn. Eaglish National Optra
violoncello. Cervelló, pfiz- 30, 31: Karajan. A de- 19, 20, 21: Kutt Sanderling.
Orquesta de RTVE terminar. Nelson Freiré, piano.
ner. Weber, Hindemilh. Brahms. Shostakovitch. RIGOLETTO (Verdi) Da-
19, 20: Sinfónica de Bilbao. 3, 4: Antoni Ros-Marbá. JO, 31: Coro de la Filarmó- niel. Miller, Rawnsley, Shar-
Coral San Juan Bautista de Anne-Sophie Mutter, violin. nica. Blomstedt. Solistas. pe. Rendall, Davies,
Leioa. Coral Zigor. Solistas. BOSTON Dwnson. 1, 4, 10. 12, 17.
Brahms, Bartok. Beethoven, Novena.
Enrique Carda Asen sí o. 10, 11: Enrique Carda Sinfónica de Bailan
Berlioz, Infancia de Cristo, Asensio. Maribe] Calvin,
21, 23: Coral San! Jordi. Al- 3.4,5,11,1S: Coro del Fes- PARÍS MUNICH
bert Argudo. Bach, Ferrer, piano. Antonio Josí, Albé-
niz, Gould, Copland, tival de Tanglewood. Seiji Orquesta de París Biyerische Staatsoper
Debussy. 17, 18: Antoni Ros-Marbá. Ozawa. Peter Serkin, piano.
Ravel. 9, 11: Coro del Festival de 2, 3: Jeffrey Tale. Miisuko DIE FRAU OHNE SCHAT-
iBCrcamera Tanglewood- Behrens. Lud- TEN (Strauss) Sawallisch.
wig, King. Seiji Ozawa. Uchida, piano. Wagner.
3: Naum Gruben, piano. Ctalro Dlroslon Música Bartok, Dvorak. Busse. Fassbaender, Jones.
Contemporánea Strausj, Elektra. 9, 10: Semyon Bychkov. Schunk, Weikl. 19, 2*.
Schubert, Beelhoven. Rach-
maninov. Haydn, Mozart, Strauss.
1* Teatro Real. Grupo Cir- 16, 17, 18: Christoph von
13: Orquesta de Cámara de culo. Josí Luis Temes. CLEVELAND
Europa. Claudio Abbado. Dohnanyi. Raphael Oleg, PAKIS
Ouras finalistas del Premio Orquesta de Cleveland violin. Mussorgsky, Sibe-
Brahms, Rihm, Haydn. SGAE. Theaire National
lius, Tchaikovsky.
3, S, I: Chrisioph von Doh- Opera dt París
Cmrocmcerl Asociación Española de oanyi. David Cerone, violln.
Música de Cámara Mussorgsky, Chausson, NUEVA YORK NORMA (Bellini) Valdís.
18: Lucia Popp. liwin Gage. Sain!-Saens, Ivés. Pizzi. Frusoni. Kavrakos.
Schubert, Schumann, 3: Cuarteto Euler. Centro Filanndalca de Nueva York
Schoenberg, R. Strajss. 1Q, 11, 11: Christoph von Plowright, Dupuy, Galois.
Cultural de IB Villa. Dohnanyi. Lynn Harrell. 3, 4. S: Leonard Slatkin, 3. 5, 8. II.
17: Colectivo de Músicos de violoncello. Schumann, Cárter, Haydnt Fauré. CENDR1LLON (Davies)
BILBAO la Asociación. Homenaje a Mahler. 10.11.12: Leonard Slaikin. Burdekin. Cáctrcs. 9, 10,
Sintónica de Bilbao Villa-Lobos. Fine, Ginaslera, Rach- 11.
DRESDE maninov . MACBETH (Verdi) Schoen-
16,17; Cora] San Juan Bau- 17, lí, 19: Leonard Slatkin. wandt. Vilez. Estes, Grund-
TARRASA Filarmónica de Dmde heber, Burchuuidzc, Con-
tista de Leioa. Coral Zigor. Vaughan Williams, Erb.
Coral Andra Mari de Rente- Temporada de la C»J« de Brahms. nell. 1, 1, 4, 7, 9, 10, 11,
ría. Solistas, Enrique Garda Ahorros de Tamsa 6. 7: Woss. Yaeko Yamane, 19, 30: Zubm Mehia. Katn- 13.
Ase.isio, Berltoz, La Infan- piano. Haydn, Makino. leen BattJe. soprano. Mo- DON GIOVANNI (Mozart)
cia de C"¡lo. 2t: Mi que] Farrí, piano. Bruckner. zart, Strauss, Suppí, Zagrosck, Járvefeit. Le
Brahms, Mompou. 2t, 27: Rhode. Slrauss. OFfenbach. Lehar. Roux. Lagrange, Dran,
Haydn. Mozart, Btethoven. Courtis, Garetti. 4, 7. 14,
CANARIAS 16. 11,11, 23.26, U, 3fl.
Sociedad Filarmónica VALENCIA VIENA
LONDRES
de La» Pilmas Palau át la Miiaici Orquesta de la ORF SAN FRANCISCO
Tbc Soalh Bank Centre
2: New American Chamber 3: Cuarteto Juilliard. 10,11: Carlos Kalmar. Rez-
Orchestra. Mísha Rach- Brahms, los tres cuartetos. 1- Philharmonia Orcheslra y nicek. Komgold, Bartok. Opera de Sao Fnncfeco
levsky. Constantin Orbelian. 9: Ensemble de Madrid. Fer- Chorus. Simón Presión. So- 13: Coro Laulu Mihet de
listas. Haendel. Mesías. Helsinki. Mattila, Hynni- PIQUE DAME (Tchaikows-
piano. nando Poblelc. Vivaldi, ki) Coleman. Tchekarov.
Bach, Mozart, Schubert. 3: Royal Philharmonic. Paa- nfn. Leif Segersiam. Si-
9: Elisabelh León s kai a. vo Bcrglund. Stephen Evstaieva, Crespin, Och-
piano. 15, 16: Orquesta de Cáma- belius. man 1,5,9, 13.
ra de Europa. Claudio Ab- Bishop-Kovacevich. piano. 21: Coro de jóvenes de Vie-
1S: Hermanas Pekinel. Mendelssohn, Mozart. ROMEO ET JUL1ETTE
pianos. bado. Brahms. Haydn, na. Ghazarian, Protschka, (Gounod) Plasson. Uzan.
Schubert. / Schubert, Men- Debussy. Polgar Charles Mackerras. Swenson, Lima. Dickson,
delssohn. 6: Alfred Brendel. piano. von Eybler. Howeil. 2, 4.
MADRID Schubert.
19, 20: Orquesta Municipal LES CONTES D'HOFF-
de Valencia. Manuel Gal- 7: Philharmonia Orchestra.
Orquesta Nacional Giuseppc Sinopoli Mariko MANN (Offenbach) Plas-
duf. Mozart, Gounod, Of-
Senju, violin. Mendelssohn, OPERA son, Mansouri. Domingo,
4, 5, 6: Víctor Pablo Pérez. fenbach. Biiet, Strauss. Krause, Dahl. Gustafson. 8,
26, 27: Academia de Viena Bruckner.
Jean-Pierre Rampal, Amo- (: Alfred Brendel, piano. 11.
nio Arias, flautas. Cimaro- y Coro Coneentus Vocales. BARCELONA
Haendel, El Mesías. Schubert.
sa, Khachaturtan, García 9: Sinfónica BBC. Gúnter Gran Teatro del Liceo
Abril. Brillen. Wand. Mozart, Brucfcner. VERONA
11, 11, 13: Walter Weller. LOS ANGELES 10: Royal Philharmonic. MEFISTOFELE (Boito) Teatro Filarmónico
Malcolm Frager, piano. Salvaiorc Accardo, violin. Collado. Caballé, Giaiotti.
HalFFter. Mozarl, Dvorak. Filarmónica de Los Angele)
Brahms. Sibelius. 4, 7. 10, 13. PRINCIPE 1GOR (Boro-
18, 29. 20: Philippe Entre- 8,10, II; Los Angeles Mas- 13: Alfred Brendel, piano. CAVALLER1A RUSTICA- din) Lazarev, Pokrovskij.
moni, director y sol isla. ter Chórale. Christopher Schubert. NA (Mascagni) Patane. Kalinina, Sinijsvskaja, Fe-
Stravinsky, Mozart, Saint- Hogwood. Kirkby, Robbin. 14: Royal Philharmonic. Obraztsova, Murgu, Serra. din. Alekseev, Nesterenko.
Saens. Cordón, Tilomas. Bach, André Previn. Jon Kimura PAGLIACCI (Leoncavallo) 4 , 6 . 9 , 11, 13.

50 Schcrzo
DOSIER

Georg Solti, uno de los directores más


atractivos de los últimos lustros, acaba
de cumplir 75 años. Sir George es ya
un clásico en vida, un intérprete
su percotizado, un conocedor de
primera clase. Su cumpleaños —una
especie de bodas de platino con la vida
al tiempo que en él son también las de
oro con la dirección de orquesta— es
una efeméride importante, porque nos
indica hasta qué punto la música,
pese a todo, sigue viva en uno de
su más preclaros servidores, un
heredero de esas famosas e
inaprehensibles esencias del
pasado que intérpretes como él
se encargan todavía de transmitir.
Felicitamos a don Jorge y le damos
de paso las gracias por la entrevista
que ha tenido a bien concedernos
en su residencia londinense, el
pasado 20 de noviembre. Sus
interesantes declaraciones aparecen
en este dosier a él dedicado enmarcadas
por trabajos que esperamos ayuden a
definir, centrar y valorar su personalidad
indiscutible y que pasan por su esencial
cronología, por un estudio de lo más
señalado de su monumental discografía,
por su contacto con la música de
Wagner y por un breve examen de
sus más importantes características
como director.

Scherzo íl
DOSIER

La personalidad directorial de Solti


La herencia derosa personalidad está fraguándose. Una personalidad
que, rompiendo ataduras y algunos moldes —aunque sin
ser realmente revolucionaria—, va a estallar y a revelarse

S olti es un hijo de su tiempo. La implacable lógica


de la cronología ha hecho de él un perfecto ejem-
plo de maestro dotado de una personalidad artísti-
ca y un estilo directorial que responden justamente a lo
que cabía esperar. Ni por ideas musicales es Solti un con-
con enorme fuerza y vigor. Un apretado y restallante mun-
do expresivo —no especialmente conflictivo— pugna por
salir a la superficie desde el inquieto interior de quien es
ya por entonces mucho más que una promesa y tomar for-
ma musical coherente; algo en verdad difícil y que no siem-
ductor del pasado, un nostálgico, ni por técnica es un ade- pre se logra en estos primeros años.
lantado del momento histórico que le ha tocado vivir. Su Desde el principio intervienen en la configuración de
evolución ha sido, por otro lado, a lo largo de los ya mu- esta personalidad una serte de factores clave que, con ma-
chos lustros de carrera, totalmente previsible. A los 75 yor o menor incidencia, han contribuido a definirla pri-
años, el director nacido en Budapest, ha dictado muchas mero y a marcar una determinada evolución después. Y
lecciones, unas más convincentes que otras, y ha almace- se establece, como es lógico, una correlación entre unos
nado en su inteligencia y sensibilidad un gran poso que, y otros.
en cierto modo, lo convierten en una especie de clásico
en vida, en eslabón de una tradición de maestros de la di- En efecto, el mensaje expresivo, musical, resultado de
rección de orquesta de la que hasta hace muy poco era un análisis pasado luego por el cedazo de la sensibilidad,
uno de los benjamines. ha de verterse mediante el gesto comunicador que expli-
que —aparte la labor en el ensayo, donde la palabra tie-
Siempre se ha hablado, y con razón, de la influencia ne valor primordial— a la orquesta las pautas sobre las
que sobre el joven Solti ejerció el gran monstruo —tan que habrá de discurrir aquella idea y cuya puesta en soni-
discutible en muchas cosas, pero tan incuestionable en lo dos dará como consecuencia una interpretación. La idea,
que se refiere, fundamentalmente, al oficio, a la capaci- el gesto, conectados entre sí, determinarán a la postre la
dad de galvanización de una centuria, a la precisión y a sintaxis —fraseo, acento, articulación— y la coloración,
la eficacia del gesto— que fue Toscanini, a quien cono- el lipo de sonido —manejo de timbres, gradación de pla-
ció en Salzburgo en 1937. A los 25 años, cuando todavía, nos, regulación de intensidades—. Y todo ello, para el
aparte sus actividades como repetidor en la Opera de Bu- oyente, la textura, la personalidad auditiva de una par-
dapest, no había realmente dirigido en serio (lo haría unos titura.
meses más tarde), la enorme autoridad del italiano en el Ha habido permanentemente en Georg Solti una pecu-
podio le pasma y le impresiona. Gran parte de su futura liar técnica gestual que conjuga lo primitivo con lo refi-
manera de situarse, de marcar, de subdividir y, aún y en nado. En seguida captan poderosamente la atención los
no pequeña medida, de entender la música son consecuen- extraños y desasosegados movimientos, las contorsiones,
cia de este contacto. Pero Toscanini, aunque esencial, no los virajes que configuran su mímica en el podio. Son ges-
lo es todo en esta época de formación. Solti ha estudia- tos angulosos, nerviosos, casi espasmódicos, nada estéti-
do, si bien con la orientación del que quiere ser y es pia- cos, con frecuentes inclinaciones de torso. Los brazos,
nista, en la Academia Franz Liszt de su ciudad natal. Entre amplios, móviles, dibujan imaginarias líneas de abajo a
sus profesores ha tenido nada menos que a Kodály, a Von arriba, de izquierda a derecha. La mano siniestra es una
Dohnanyi y a Bartók, lo que asegura un impórtate grado catapulta capaz de obtener pavorosos efectos sonoros,
de conocimiento y rigor. Es, por tanto, cuando encuen- de clarificar planos, de potenciar dinámicas, de impulsar
tra al par me sano, un músico bastante desarrollado, con hasta la extenuación a los metales. La batuta, constante-
ideas propias, que pronto podrá difundir, ayudado, eso mente en acción —normalmente es de pequeñas
sí, por el cauce que la relación le procura. dimensiones—, delinea febriles arabescos y, con el fulcro
en una prodigiosa muñeca, y he ahí uno de los grandes
Pero hay otros nombres, otras técnicas, otros estilos en secretos de Solti, establece con enorme cantidad de va-
el campo de influencias que rodean a Solti por esas fe- riantes y posibilidad de matices una esencial pulsación,
chas, y hasta bien acabada la Segunda Guerra Mundial, vertebral, nuclear, implacable, definidora de la respira-
que contribuyen a ir conformando su personalidad. Bru- ción musical, del aire agógico en la que aquella vive. Es-
no Walter o Adolf Busch, por ejemplo, que intervienen ta palpitación no suele convertirse, gracias a la cada vez
en la organización de las primeras andaduras del Festival mejor articulación del discurso soltiano, en una constan-
de Lucerna. Erich Kleiber y, por supuesto, Furtwángler, le simplemente mecánica.
el envés de Toscanini. Y puede que el prometedor pianis-
ta y director húngaro intentara en algún momento la im- Esta gestualidad angulosa, quebrada, pero, pese a las
posible síntesis del arte de cada uno de los dos últimos apariencias, perfectamente organizada, tiene adecuada co-
con el fin de establecer una vía intermedia entre la flexi- rrespondencia con los efectos sonoros que a través de ella
bilidad y la libertad, por un lado, y la rigidez y la preten- se promueven. El color de la orquesta del Solti de los cua-
dida objetividad, por otro. renta, cincuenta y sesenta no es variado, posee el brillo
del acero. La textura general es consistente, pétrea, pero
en modo alguno apelmazada. Las lineas fundamentales,
La manera maestras de la partitura están bien diseñadas y resaltadas,
como grabadas a buril. Los contrapuntos aparecen po-
derosamente realzados, aún con el peligro de desnivelar
A partir de 1946, Solti, comienza, ya en serio y con es-
porádicas actuaciones ante el teclado, su carrera
directorial. Sus características en esta parcela van afirmán-
por exceso la construcción. Los acentos son firmes, pre-
cisos; los ataques, fulminantes. La dinámica, trabajada
dose, tanto en las salas de concierto como en los estudios sobre todo del mezzoforte en adelante, propicia terrorí-
ficos fortísimos que, curiosamente, rara vez han roto el
de grabación o, sobre todo, en los foso líricos. Una po-

52 Scherzo
equilibrio polifónico o producido distorsiones. La rítmi- do de los planos sonoros y un aliento sensacionalmente
ca, justa, tajante, furiosa en ocasiones. Todo ello otorga administrado. Daba gusto ver a aquel diablo, calvo co-
a las versiones de Solti una tensión, una vitalidad y, tam- mo una bola de billar, agitarse hasta la exasperación, vol-
bién, una agresividad que pueden llegar a sobrecoger y, carse en una continua danza, contorsionarse, dirigir con
por lo mismo y a sensu contrario, a producir determinado todo el cuerpo, marcar sin desfallecimiento el ritmo de
grado de incomodidad física. Existe en ellas un algo de base con la batuta y, al tiempo, subdividir con un codo,
redundante que las aproxima a veces a lo estentóreo abrasarse en ia orgía sonora provocada por él.
—nunca a lo retórico dado su habitual y buscado esque-
matismo ni a lo ampuloso teniendo en cuenta su frecuen- La evolución
te crudeza (imbrica y ia economía acentual— y les otorga
ras 75 años de existencia y más de 50 de carrera al-
un cierto grado de rudeza además de proporcionarles un
tono epidérmico nada favorecedor.
No puede negarse, de todos modos, a este estilo direc-
T gunas de las características comentadas, que en el fon-
do continúan estando presentes de uno u otro modo, han
torial, a esta forma de hacer música un inevitable atracti- perdido virulencia. La manera directorial de Solti se ha
vo. Las interpretaciones obtenidas a partir de estos dulcificado, sus conceptos son ahora más elaborados, sus
presupuestos por el conductor húngaro han poseído mu- discursos, más reflexivos. Hay menos agresividad, menos
chas veces un valor de seducción casi salvaje. Solti fusti- inmediatez en sus acentos. Busca y consigue muchas ve-
ga, prende, arrastra materialmente, nos atenaza y —en ces —aun a cambio de pulir en exceso, de limar antiguas
particular si le vemos— puede ganarnos para su causa, asperezas, de hacer peligrar la naturalidad— una articu-
introducirnos en un mundo áspero, aristado, no exento lación más fluida, un fraseo más romántico, más amplio;
de fulgurante belleza. No es la belleza de lo trascendente tantea un sonido más muelle; elige unos tempos más mo-
ni aquélla que procede de la sutileza, de la exquisitez, del derados. Sus últimas actuaciones y grabaciones nos ilus-
tran al respecto. ¿Hasta qué punto es
preferible este Solti más domestica-
do, más sabio —en ciertos aspectos
más standard— al Solti más prima-
rio, conminativo, barlokiano de an-
taño? La cuestión queda en el aire.
En cualquier caso, de esto no cabe
duda, un director sensacional, un
conductor fuera de serie; antes que
un músico profundo o un creador re-
volucionario. Un rapsoda antes que
un poeta. Un profesional de altos
vuelos que puede compararse sin es-
pecial desdoro con algunos otros
grandes de la batuta nacidos como él
en Hungría y, como él, emigrados.
No posee Sir Georg, es cierto, el re-
finamiento y exquisitez, la finura de
Fritz Reiner (1888-1963), que llevó a
la cima a la Sinfónica de Chicago,
que ahora gobierna él; ni las dotes
constructoras, el equilibrio interno y
el vigor estructural de Ferenc Fricsay
(1914-1963); ni el raciocinio prodigio-
so, la concentración y la elocuencia
—lograda a partir de sutiles tensio-
nes— de Georg Szell (1897-1970). Pe-
ro sus valores, en algún caso no
inferiores, son indiscutibles.
refinamiento del espíritu o del ansiado equilibrio intelec- Con Solti, que, en virtud de aquellos y de un talento
tual. Es la belleza de lo fragoroso, de lo implacable. No dramático singular, es uno de los grandes directores de
es la poética lo que nos seduce; es el vértigo, la dimen- foso del presente, la tradición húngara tiene sin duda a
sión telúrica. su más egregio representante, fallecidos los tres citados
En su época más fogosa Solti era capaz de encandilar, y de calidad menor los que permanecen en la brecha: Do-
jugando tales bazas, incluso con músicas teóricamente ale- ran (1906), Melles (1926), Lehel (1926), Kulka (1929), So-
jadas de su estilo. Un ejemplo: las oberturas de Von Sup- mogy (1907)... Aunque, en realidad, Georg Solti,
pé. Nunca Poeta y aldeano o Caballería ligera han tenido nacionalizado inglés y permanente director musical de la
ese sabor agreste, ese poderío energético, esa tan conta- Orquesta de Chicago, es, como suele decirse, ciudadano
giosa vitalidad que determina, a pesar de la falta de aro- del mundo y, en no pocas cosas, ciudadano de América.
ma vienes, el atractivo de su versión para el disco con la Quizá fuera útil —en todo caso, motivo para otro
Filarmónica de Viena. Forzoso es recordar algunas de sus trabajo— establecer sus afinidades y disparidades con al-
recreaciones mahlerianas. ¿Cómo no saltar del asiento an- gunas de las pocas batutas eminentes que hoy existen; so-
te la forma de bramar las terroríficas escalas descenden- bre todo con las que son, más o menos, de su quinta y
tes del comienzo de su Segunda de Mahier con la Sinfónica a cuyo nivel artístico en raras ocasiones llegaría: Giulini,
de Londres? Pocos han organizado como él una tan pa- Karajan, Celibidache, Kubelik...
vorosa batalla como la que desencadenó en Madrid cuan-
do hace años dirigiera en el Real a la Orquesta de París
Vida de héroe de Richard Strauss; con un pasmoso senti- Arturo Reverter
Scherzo 53
LA MÚSICA etnos
ESPAÑOLA
NOVEDADES
PARA TECLA

LA HUSIC* LA HOBIC»
uritoLi
P*RA TRCLA PASA TICLA

RAMÓN BARCE PNT.M O HALFFTER


P r e l u d i o » : | a 24. O I) r 3 Ü na ra pia no

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E uláiia S o l é , piano

R. BARCE: Preludios 1 a 24 04-A-XXXVII E. HALFFTER: Obras para piano 04-A-XXXVIII


Eulalia Solé, piano Guillermo González

LA mjBJCA
••PAROLA
FADA TECLA M A N U E L DF F A L L A
Obra p i n Piano
E U L A L I A S O L É

M. DE FALLA ; Obra para piano 02 A XXXIX M. DEL ADALID; Piano a cuatro manos 02-A-XU
Eulalia Solé Aligue! Zanetli / Fernando Turina

OTRAS ¡NOVEDADES
C. BRUNO EN CONCIERTO 06-B-XL
F. Chupín, J. L. Turina, E. Rincón TEOBALDO POWER II 03 A-03
Guillermo González, piano

RODOLFO HALFFTER
0TR4S RE EDICIONES
01-A-VIII
Perfecto García Chornei, piano TEOBALDO POWER 01-A-VI
Guillermo González, piano
J
La energía tenaz de Georg Solti Hace poco nuestros colegas de Le Monde de la Mu-

C
omo Karajan, como Mravinski, como Giu-
lini, Solti es ya una leyenda, una leyenda sigue publicaban unas deliciosas caricaturas de Jorge
viviente. Nacido en Budapest hace setenta Sitre, con texto del gran chelista Janos Starker, de so-
y cinco años —que lleva con un soberbio bresalientes figuras de la música actual: el texto de la
vigor— Solti es una de las escasísimas fi- de Solti decía lacónica y expresivamente: «Sir Georg
guras indiscutibles que quedan en aclivo en el mundo Solti: La respuesta a la crisis energética mundial». Uno
de la dirección orquestal. Alto, de largos bracos, de re- siente la tentación de pensar que la frase no es entera-
cia contextura, con movimientos rápidos y peculiarísi- mente exagerada. Porque Solti irradia energía dé una
mos, camina ligeramente arqueado y cuando se le habla manera natural, espontánea. Hay en él siempre la pre-
se vuelve casi por completo hacia su interlocutor, cla- sencia de un luchador que ha triunfado, pero que sabe
vando en él una mirada de increíble vivacidad, que re- hacerse perdonar su triunfo por la humanidad y la cor-
cuerda inevitablemente la famosa mirada de otro viejo dialidad que desprende. Sólo alguna vez, muy de vez
que fue eternamente joven: Pablo Picasso. Amable, ex- en cuando, hay una sombra de melancolía en la mira-
presivo, atento a lodo lo que ocurre a su alrededor, es- da de Solti. Por ejemplo, cuando recuerda aquella vez
cucha con atención cada pregunta, reflexiona un en 1939 en que vio a su padre en la estación de ferro-
instante y después de un «yes»1 muy marcado y acen- carril cuando iba camino de Suiza. Su padre comenzó
tuado, se dispone a responder. a llorar. El joven Solti, un poco irrilado, le preguntó
por qué lo hacía. El padre no supo qué responder. Nun-
ca más se vieron. Toda ía familia del músico pereció
asesinada por la bestia inmunda del Tercer Reich, por
la abyecta máquina de matar nazi.
Pero él sobrevivió. Refugiado en la neutral Suiza,
luchando contra un destino adverso Solti siguió su ca-
mino. Honrado en todo el mundo —su país natal aca-
ba de concederle la más alta condecoración de
la República—ciudadano británico, Sir Georg Solti
vive en una hermosa mansión de Hampstead.
Su estudio está enteramente tapizado de libros,
de partituras, de diplomas, de cuadros— hay un
soberbio autorretrato de Kokoschka, unos hermosos
dibujos de Caesar Kunwald, el tío de Antal Dorad,
de las cabezas de Bartok, Dohnanyi, Kodaly, Leo
Weiner... Es ahí donde nos recibe.

Un ambiente excepcional
—¿Podría hablarnos del ambiente, del
clima musical de la Hungría de su
FOTO: DECCA juventud? —Teníamos una
Lord Snowdon escuela de música excep-
cionalmente buena,
la Academia Fe rene
Liszt, que sigue exis
tiendo y en el mis-
mo edificio. Aca-
bo de visitarlo en
septiembre. Que
dan las mismas
aulas, igual que
donde yo re-

Scherzo 55
DOSIER

cibí mis lecciones, nada ha cambiado. Era una escuela las orquestas. Son asombrosamente buenos. Pero na-
maravillosa. ¿Qué es lo que hace buena a una escue- turalmente hay problemas, relacionados con el dine-
la? Instalaciones. Pero sobre todo buenos maestros. Tu- ro, la enseñanza, los instrumentos y los profesores.
vimos profesores excepcionalmente buenos. Esa es Pero hay mucho talento. Me lo pasé muy bien.
probablemente una de las razones por las cuales hubo —¿Podría hablarnos usted de sus maestros?
y hay hoy tantos buenos músicos húngaros. Pienso que
una buena formación es importante. Y nosotros tuvi-
mos la mejor imaginable. Y he de decir que la mezcla Cuatro retratos
de húngaros y judíos fue propicia. Húngaros y judíos
crearon una mezcla musical maravilosa. Así, pues, te- Solti se pone en pie y nos enseña su galería de retra-
níamos una escuela excepcionalmente buena y la com- tos. Pero no sólo nos habla de Bartok, Dohnanyi, Wei-
petición era maravillosa, lo cual es muy importante. ner y Kodaly sino también de un profesor de violín,
Nos sentábamos en un aula
cinco o seis de los estudiantes
con más talento, tocando dos
veces a la semana en presencia
del profesor, lo cual nos hacía
naturalmente cada vez más
exigentes. Por supuesto es una
manera muy dura de aprender,
porque o sobrevives o te hun-
des. Estaré eternamente agra-
decido a esa escuela. No tengo
muchas cosas que agradecer a
Hungría porque mi vida fue
muy difícil allí, pero siempre
tendré ese agradecimiento por
la educación musical que
recibí.
Me gusta dirigir en Budapest
y en señal de agradecimiento
entrego mis honorarios a los
estudiantes de dirección y he
establecido un fondo para
ellos. Ahora tenemos un proyecto algo más ambicio- de un viejo profesor alemán amigo de Brahms, y de
so, voy a llevar a unos cuantos intérpretes de metales otros.
húngaros a Chicago para que mis músicos les enseñen —Todos estos dibujos de ellos me los regaló Dora-
durante unas cuantas semanas. Quiero así dar a unos ti, son obra de su tío. Eran muy diferentes entre sí. Bar-
cuantos húngaros la posibilidad de aprender la mara- tok ha sido uno de los compositores mayores del siglo
villosa técnica de la orquesta de Chicago. XX. De eso no hay la menor duda. Nosotros lo sabía-
—¿Cuál ha sido su impresión de su reciente viaje a mos hasta cuando éramos unos muchachos y le adorá-
Hungría? bamos. Pero no tenía ningún éxito con el público. Era
—¿Musical o política? un revolucionario. Hoy la joven generación de com-
—Musical. positores tiene sus seguidores, los medios de comuni-
—Solamente puedo hablar de las dos orquestas con cación, etc. y todas las facilidades. En tiempos de
las que he trabajado, no de la Orquesta de la Radio, Bartok no era así. Tenía muy pocos admiradores. Ha-
que no conozco. Tienen unas secciones de cuerda muy blo de los años 1930 y 1935, cuando yo era muy joven.
buenas. Lo que falla son las secciones de metal, que Ya saben que él se fue en el 39 de Hungría y se marchó
siguen utilizando una técnica anticuada. Ya en mis a América. En aquellos malos tiempos, Dohnanyi se
tiempos la escuela que se estudiaba era la alemana y quedó allí hasta hasta el 45 y Kodaly tampoco se mar-
hoy sigue igual. Eso hace que sean de! viejo estilo. Los chó. Fue muy curioso lo que les ocurrió. Sólo Bartok
músicos tienen mucho talento y por eso me gusta ayu- tuvo el valor y dijo: «No quiero trabajar con los fas-
darles. Los instrumentos que emplean no son muy bue- cistas»^ se fue en el 39. Nunca volvió. Sé que en el
nos y voy a ayudarles a que compren instrumentos 45 se habló de Bartok como presidente de la nueva Re-
nuevos en EE.UU. Sin duda hay dificultades, pero tie- pública de Hungría. Como Paderewski, El se sintió
nen un gran entusiasmo musical. muy conmovido, dijo que no lo aceptaba, pero le gus-
(De pronto Solti se para y nos pregunta:) tó mucho que hubieran pensado en él.
—¿Cuánto tiempo van a estar ustedes en Londres? Bartok tuvo una vida muy difícil en América, tenía
—Nos marchamos el domingo. que ganarse la vida tocando el piano con su mujer. En
—Es una lástima, porque el domingo que viene pa- el 43 ya estaba muy enfermo, de leucemia. Kussevitsky
san por la televisión la película de mi viaje a Hungría. lo fue a ver al hospital y le dijo que venía de parte de
A ver si pueden conseguir un vídeo. Así podrán ver no la Fundación que llevaba su nombre con un encargo
sólo lo hermosa que es la ciudad y lo bien que tocan para que escribiera un nuevo concierto y le entregó un

56 Scherzo
cheque de 5.000 dólares. Bartok dijo: «Acepto el en- básicos de la música en general y de la música de cá-
cargo pero no el dinero hasta que no termine la obra». mara en particular. Weiner era un solterón. No se ca-
No tenía ni un céntimo. Y aquello que escribió fue el só nunca porque estuvo muy enamorado de una mujer,
Concierto para orquesta. una profesora de piano, que se casó con otro, que por
Solti nos mira al decir esto y hay una emoción ape- cierto ha muerto hace tres semanas. Y esa mujer es la
nas contenida en su voz, mientras habla de Bartok. que ha hecho que yo viva en Londres, porque fue en
Luego sigue: su casa donde conocí al gerente del Covent Garden en
—Y ese encargo le vino muy bien, porque poco des- el año 59. Ella también, por desgracia, ya ha muerto.
pués pudo salir del hopital. Ya estaba mejor, se fue a Weiner nunca se casó cuando ella le rechazó. Era un
casa y compuso el Condeno, que se estrenó en el 43 hombre maravilloso, un músico muy conservador, que
gracias a Kussevitsky. Poco después murió Bartok. Lo no comprendía a Bartok en absoluto, le sonaba a mú-
que es particularmente triste es que probablemente un sica celestial.
año después de la guerra era el compositor más toca- Dohnanyi era un bon vivaní, un pianista excepcio-
do en todo el mundo. A Bartok yo no lo conocí bien. nal, un músico espléndido. Poseía un don especial. Era
Fue durante un período muy corto mi maestro de pia- bastante vago, no ensayaba mucho y le decía a sus
no, cuando mi profesor estaba enfermo. De modo que alumnos que no ensayaran demasiado. Les decía: «SÍ
él se encargó de la clase durante unas cuatro semanas no aprendéis en tres horas no lo vais a aprender nun-
y como teníamos clase dos veces a la semana, tuve unas ca». Por supuesto, eso no era cierto, nunca acabas de
ocho lecciones con él en total. Le teníamos un tremen- aprender, tienes que seguir repitiendo una y otra vez
do respeto. Era un hombre tranquilo, que hablaba para aprender. Pero él nunca lo hizo así. Pero era un
siempre con voz suave. músico extraordinario. Me dio clase durante dos anos,
A Kodaly le conocí bastante bien. Hay una larga his- de modo que le conocí bastante bien. Era germanófi-
toria con él, que algún día contaré en un libro. Como lo, pero no creo que haya sido un nazi. De todos mo-
sabe, Kodaly murió hace muy poco tiempo y su espo- dos lo nombraron director de la Academia en aquellos
sa sigue viviendo en Hungría. Fue un maravilloso pro- tiempos. No creo que lo necesitara, era un hombre ri-
fesor para mí. Dohnanyi era profesor de piano y co. Al final de la guerra, al llegar los rusos, se escapó.
Weiner de música de cámara. Básicamente en los últi- Estuvo primero en Viena en un campamento de refu-
mos cincuenta años todos los músicos húngaros pasa- giados, y luego un amigo mío le llevó a Florida, donde
mos por la clase de Weiner y aprendimos los elementos terminó su vida. Ese mismo amigo estuvo en mi fiesta
de cumpleaños hace dos semanas. Me llevó a mi a Mu-
nich y a Dohnanyi a Florida. Es un hombre muy agra-
dable, un buen pianista, medio americano medio
húngaro. Estudió en Budapest con Dohnanyi y fue allí
donde le conocí. Volvió a USA y fue oficial del ejérci-
to norteamericano. En el 46 apareció con el título de
Funcionario Musical de Baviera. Yo estaba en Munich
y allí me escribió. Pero esa es otra larga historia...
—¿ Había mucho antisemitismo durante su juventud
en Hungría?
—Al principio no era oficial. Era una especie de ley
no escrita. Pero luego se hizo oficial. Por influencia
nazi a partir del 38 empezó a notarse más claramente
la diferencia. Cualquier persona de sangre judía no po-
día ocupar un cargo oficial, únicamente se podía tener
negocios privados. Así fueron las cosas desde el 39 has-
ta el 44, cuando los nazis derribaron al gobierno. El
último gobierno húngaro, seminazi, fue el más terri-
ble, mató en un año a un millón de personas. Los hún-
garos son un pueblo maravilloso y con mucho talento
y como son así mataban con un gran talento. Fue ho-
rrendo, terrible, tuve una suerte inmensa de no estar
allí.
—Usted trabajó en esa época, en los años treinta en
Salzburg, ¿qué nos puede contar de ese período?
—Llegué en el 37 a Salzburg, con una recomenda-
ción. Al presentarla al director del festival me pregun-

i
tó si conocía La flauta mágica. Le dije que sí. Me dijo
entonces que si podía trabajar esa misma tarde, por-
que tenía necesidad de alguien. Había una extraña epi-
demia de gripe en Salzburg y dos de los repetiteurs
estaban enfermos. Aprendí mucho de aquel verano. No
Georg Solti en sus años jóvenes DECCA sólo cómo trabajar, sino lo seria que es la música. Y

Seherzo 57
DOSIER

lo duro que es el trabajo. Toscanini trabajaba durísi- —En diversas entrevistas con usted, en los progra-
mamente y a todas horas. Trabajar, trabajar, traba- mas de televisión sobre su vida, habla usted con fre-
jar. Desgraciadamente fue sólo un verano. No pude cuencia de ese entusiasmo que había en Europa en la
volver al año siguiente porque los nazis habían entra- postguerra por volver a hacer música. ¿ Cree usted que
do en Austria. ese entusiasmo se ha perdido o no?
—Cuál es su opinión actualmente de Toscanini co-
mo director? —Hoy es diferente. Después de la guerra había algo
—No es una pregunta a la que sea fácil responder. muy especial. Era maravilloso estar vivo, poder hacer
Nuestro gusto por la música cambia. Es diferente a co- música. Y en mi caso yo era joven. Hoy existe, sí, una
mo era en el 38 o hasta en el 44. En los últimos cua- cierta saturación. Pero lo que hoy es magnífico es la
renta años nuestras interpretaciones han cambiado. cantidad de gente joven que escucha música, como nun-
Cualquiera que sea la opinión que se tuviera sobre Tos- ca antes en la historia de la música. Y al escuchar lo
canini no cabe duda que hacía música de una manera que sea —en concierto, en discos, por televisión, por
muy enérgica. Tenía una convicción absolutamente cla- la radio— se crea un público culto musicalmente. Por
ra de que tenía que ser así, y eso es admirable hoy tam- cierto, tienen ustedes —y no se lo digo para lison-
bién. Algunos de los discos suyos no han soportado el jearles— un público maravilloso en Madrid.
paso del tiempo, pero otros son los mejores que se han Hay un inciso en la conversación. Sir Georg nos pre-
hecho: las óperas de Verdi, Falstaff, Ótelo... Como gra- gunta por la situación de la enseñanza en España, por
baciones son muy de los primeros tiempos, pero como el estado de las orquestas, etc. Realmente se muestra
interpretaciones son maravillosas. Tenía una capacidad apenado cuando le hablamos del bajo nivel de nuestra
de liderazgo que, te gusten o no las cosas que hacía, enseñanza musical. Dice: «Qué lástima, con un públi-
no se le puede negar una gran personalidad. co tan espléndido». Cuando le decimos que no ha he-
—Usted permaneció durante la guerra en Suiza re- cho nunca música española rebusca en su memoria y
fugiado. Allí aunque no pudo dirigir, prosiguió su ca- dice que sí. Una vez dirigió La Vida Breve. Luego ha-
rrera de pianista y en 1942 consiguió el Premio de Gi- bla de El Prado. «¡Oh Goya! Goya es fantástico. Me
gusta muchísimo Goya. Y el Prado
en su conjunto es prodigioso».
Cuando le decimos que López Co-
bos es el director de la Orquesta Na-
cional comenta: «Eso está muy
bien». Luego habla de Alicia de La-
rrocha y de las grandes voces espa-
ñolas con quienes ha trabajado:
Aragall, Plácido Domingo, Carre-
ras, Berganza, Caballé, Lorengar.
Pregunta si Berganza vive en Madrid
y le decimos que en El Escorial.

La crisis en la ópera

—Quisiéramos preguntarle algo


sobre ópera. Hace poco hemos leí-
do una entrevista con una gran can-
lante —Kiri Te Kanawa— que se
mostraba extremadamente crítica
con respecto a los directores actua-
Solti dirigiendo a la Orquesta de París en el Teatro Real les, diciendo que únicamente usted
era un músico con el que se podía
nebra. ¿ Se podían hacer cosas de interés en esa época? trabajar profesionalmente bien. Parece cierto que hay
—Yo no podía trabajar, pero podía practicar con el una crisi de directores de ópera. ¿Qué podría decirnos
piano. Eso fue lo que me permitieron hacer, nada más. de eso?
Lo que ocurrió fue que en el año 39 todos los músicos —Lo que dice Kiri se lo agradezco mucho, pero no
suizos volvieron a su país y ellos ocupaban los puestos es verdad. Hay pocos pero hay algunos directores de
libres en las orquestas. No eran muchos pero suficien- ópera. Desgraciadamente muchos de los buenos direc-
tes para ocupar todo. Naturalmente no querían com- tores han muerto. Están desapareciendo por muchas
petidores. Era un país pequeño y lo comprendo. No razones. Es muy difícil montar una ópera, muy difícil
querían competencia de extranjeros y sobre todo de ju- conseguir los cantantes adecuados. Conseguir que can-
díos. A los suizos no les gustan los judíos, ni siquiera tantes famosos trabajen durante cuatro semanas ensa-
hoy. Aunque me fue imposible trabajar no me impor- yando una ópera, que es el tiempo medio que se debe
ta: me salvaron la vida. dedicar a ello, es muy difícil. Muchos de ellos lo que

58 Scherzo
quieren es ganar dinero rápidamente. Hay también la villosas voces líricas de antaño. De ahí viene la crisis.
enfatización excesiva en la producción. Ahora parece Aquí se termina la entrevista. Sir Georg tiene un li-
mucho más importante saber de quién es la producción gero catarro, pero le quita importancia. Ayer dirigió
que de quién es la música. Se habla más del productor efectivamente en el Covent Garden el nuevo montaje
que del director, de los cantantes, etc, y eso no debe de El rapto en el serrallo, en una discreta producción
ser así. Me gusta mucho la ópera pero es por todo eso del australiano Elijah Moshinsky, con un conjunto vo-
que la hago poco. Ayer hice El rapto en el serrallo en cal que no pasaba de la medianía. Únicamente la ex-
el Covent Garden. Pero todo se ha hecho tan difícil... cepcional calidad como cantante y como intérprete del
O utilizas cantantes jóvenes, como hice yo ayer, que gran bajo alemán Kurt Molí, la bonita voz y el hechi-
están dispuestos a trabajar esas cuatro semanas, y con- zo sensual de la británica Lillian Watson, eran dignos
sigues un ensembie, lo cual, sin embargo, tiene el in- de la maestría de Solti, que consiguió magníficos re-
conveniente que pierdes esa calidad que sólo puede dar sultados con la orquesta. El público del Covent Gar-
una gran estrella, o utilizas esas grandes estrellas con den reservó para él sus mejores ovaciones. No en balde
lo cual pierdes el ensembie. Y hay también la situación Solti fue durante diez años, entre 1961 y 1971, direc-
de las orquestas. Las orquestas sinfónicas hoy día tie- tor artístico de la Royal Opera House, un período que
nen un nivel mucho más alto que las orquestas de ópe- para muchos ha sido el más brillante del gran teatro
ra. Al utilizar éstas, es una lástima, pero bajas de londinense después de la II Guerra Mundial.
calidad. Lo cual complica las cosas aún más. Pero pe- Magnético, cordial, lleno de vida y de interés por las
se a todo la ópera sigue siendo maravillosa. cosas, Solti se despide de nosotros. Nos vamos con la
—¿Qué opina, maestro, de una crisis más especifi- sensación de haber tenido el privilegio de hablar du-
ca, de la crisis de voces capaces de interpretar adecua- rante una hora larga con la última figura de una pro-
damente a Wagner? digiosa tradición de músicos, con el último
—Yo no creo que sea así. Lo que hay es una crisis representante de una escuela —la húngara— de direc-
de voces fuertes, la crisis de Siegfried, Wotan, Brünn- ción de orquesta que reinó casi incontenstablemente du-
hilde... Quizá no hay actualmente más de cinco voces rante generaciones en las salas de conciertos de todo
capaces de enfrentarse con ese repertorio, pero es que el mundo occidental y oriental.
nunca ha habido, digamos, treinta y cinco grandes vo-
ces wagnerianas. Lo que hemos perdido son las mara- Javier Alfaya y Bárbara McShane

CRONOLOGÍA DE LA CARRERA DE SOLTI son, Paul Schóffler, Christa Ludwig), Salomé (Inge
Borlth) y La Forza del Destino (Renata Tebaldi, Giuliet-
1412: Nace el 21 de octubre en Budapest. ta Simionato, Richard Tucker y Ettore Bastianini).
1917: Recibe las primeras lecciones de piano. 1957: Se presenta con la Filarmónica de Nueva York.
1924: Primer concierto público como pianista. 1958: Comienza en Viena la grabación del Anilla wagneriano
1930: Se gradúa en la Academia Franz Liszt de Budapest, donde con El oro del Rin. Graba la Quinfa y Séptima de
ha tenido ocasión de estudiar con Zoltan Kodaly y Ernst Beethoven.
von Dohnanyi y también, aunque por breve tiempo, con 1959: Se presenta en el Covenl Garden con Der Rosenkavalier.
Reía Bartók. Repetidor en la Opera de Budapest. 1960: Se anuncia que Solti sucederá a Kubelik como Director
1937: Conoce a Toscanini en Salzburgo. artístico del Covenl Garden.
1938: Tiene lugar su primer concierto como director. Figuran 1961: Asume la dirección del Covenl Carden. Dirige las nue-
en el programa un Concierto de Brandenburgo, la ober- vas producciones de Iphigenia en Aulide y La Walkyria.
tura de La Gazza Ladra de Rossini y el Concierto para 1965: Dirige Moisés y Aardn de Schoenberg en el Covent
piano de Schumann. Dirige su primera ópera, Las bo- Garden.
das de Fígaro, en la Opera de Budapest. 1969: Es nombrado director musical de la Orquesta de Chicago.
1939: Ante la ruptura de hostilidades debe refugiarse en Sui- 1971: Concluye, con Tristón e Isolda, la era Solti en e! Covent
za. Toscanini le invita a Nueva Yoik, pero las dificulta- Garden. Nombrado por Isabel II Caballero de la Orden
des para conseguir el visado le impiden trasladarse a del Imperio Británico. Primera gira europea de la Orques-
América. ta de Chicago.
1942: La imposibilidad de dirigir en Suiza le obliga a dedicarse 1972: Director musical de la Orquesta de París.
exclusivamente al piano. Gana el primer premio del Con- 1973: Comienza su asociación con Rolf Uebermann en la Opera
curso Internacional de piano de Ginebra. de París.
1946: Acabada la guerra, dirige ópera en Stuttgart y Munich. 197S: Finaliza su etapa al frente de la Orquesta de París.
Es nombrado director musical de la Opera del Estado de 1976: Dirige ¿os bodas de Fígaro y Otello en Nueva York a
Baviera de Munich. la compañía de la Opera de París.
1947: Inicia su asociación, que ha llegado hasta nuestros días, 1979: Es nombrado Director artíslico de la Filarmónica de
con el sello discográfico Decca. Graba como pianista, jun- Londres.
to a Georg Kulenkampff, las Sonatas para violín y pia- 1983: Dirige en Bayreulh la nueva producción del Anillo. Es
no de Brahms. nombrado director Emeritus de la Filarmónica de
1948: Solti y Kulenkampff graban Sonatas de Mozart y Beet- Londres.
hoven. Solti recibe invitaciones para dirigir en Italia y 1984: Festival Mozart en la Antigua Opera de Frankfurt. Nue-
Austria. va producción de Der Rosenkavalier en el Covent Gar-
1949: Primera grabación como director: Sinfonía n. ° 103 de den para conmemorar el 25 aniversario de su
Haydn con la Filarmónica de Londres. presen (ación.
1951: Dirige Idomeneo de Mozart en el Festival de Salzburgo.
1952: Es nombrado director de la Opera de Frankfurt al rea- 1987: Recibe el Premio Grammy por el registro de la Sinfonía
brir ésta sus puertas. Fausto de Liszl. Interpreta en vivo y graba la Pasión se-
1953: Se présenla en Estados Unidos dirigiendo Elektraát Ri- gún San Mateo en Chicago. Ofrece una serie de recitales
chard Strauss en la Opera de San Francisco. de dos pianos, junto a Murray Perahia, en una gira euro-
1954: Dirige por vez primera a la Orquesta de Chicago. pea. Nueva producción de El rapio en el Serrallo en el
1956: Dirige en la Opera de Chicago La Walkiria (Birgit Nils- Covent Garden.

Scherzo 59
DOSIER

La carrera wagneriana de Solti


l catálogo Decca dedicado a Solti al cumplir éste de la decidida oposición de la empresa contrincante.
E 75 años presenta orgullosamente a dos páginas,
amén de algunas selecciones, los diez álbumes que
jalonan la carrera wagneriana del gran director, único
Mas, al mismo tiempo se velaba, por si acaso, la par-
cela del estudio: DECCA se adelantó con Maestros
Cantores (Knappertsbusch, 1950-51), y EMI respondió
que hasta el presente ha grabado todo el repertorio lí- con La WalkyriadeFurtwangler (1954) y, sobretodo,
rico de Wagner (Rienzi, La prohibición de amar y Las con El Anillo íntegro de este último registrado en un
Hadas no cuentan a efectos de este repertorio). semivivo en Roma en 1953, a su vez torpedeado por
La carrera internacional de este exiliado húngaro DECCA. La consecuencia fue que Bayreuth pareció un
—judío no comenzaría realmente hasta después de la terreno hostil e inconquistable —los Wagner (Wolfgang
Segunda Guerra Mundial, apoyada, hecha abstracción y Wieland) eran de muchísimo cuidado; cada empresa
de su indudable madera de director de orquesta nato, controlaba a sus cantantes exclusivos—, y además Furt-
en dos circunstancias: la prohibición de dirigir a los co- wángler había muerto en noviembre de 1954. El joven
laboracionistas nazis (Furtwángler, Knappertsbusch, John Culshaw, un productor con personalidad y am-
Krauss, Bóhm, Karajan, etc.), que de la noche a la ma- biciones, comenzó a jugar sus cartas: había que man-
ñana elevó a Celibidache a la dirección de la Filarmó- tener y aumentar la supremacía técnica de DECCA (una
nica de Berlín y a Solti lo puso al frente de la Opera realidad incontrovertible en aquellos años); las nuevas
de Munich, y la comercialización del disco microsurco condiciones del estudio de grabación permitían un mon-
y la consiguiente batalla entre EM1 y DECCA por la taje dramático, en cierta medida recordando lo que un
hegemonía; como subfactor, muy importante, el en- Einstein y un Griffith significaron para el cine; a estos
cuentro con John Culshaw en 1949 y la convicción de efectos el viejo superviviente Kna era, con su indife-
éste, prontamente adquirida, de que Solti era el hom- rencia o, aún más, su rechazo del nuevo medio técni-
bre necesario para sus propósitos. co, una dificultad añadida: Culschaw pudo presentar
El joven Solti fue director de la Opera de Munich argumentos técnico-comerciales sólidos contra el pro-
de 1947 a 1952. El edificio de la Opera Nacional esta- pósito de su propio director general, Maurice A. Ro-
ba arruinado por los bombardeos; no había perspecti- sengarten, de confiar a Knappertsbusch la histórica
vas inmediatas de reconstrucción, por lo que la Opera primera grabación del Anillo, y a favor de decidirse por
de Munich estableció su sede en el Teatro del Príncipe Solti, un hombre en línea con las nuevas exigencias y
Regente (un calco a escala reducida el Festspielhaus de que, además, no estaba en edad de morirse. Todo esto
Bayreuth); justamente entonces se gestaba la reaper- eran datos, posibilidades, incluso ponderaciones de
tura del Festival de Bayreuth, que al fin tuvo lugar en marketing perfectamente invocables; lo nefasto es que
1951; todo ello contribuyó a que el rehabilitado Knap- Culshaw se permitió menoscabar a Knappertsbusch y
pertbusch, con la perspectiva de la dirección general despreciar el Bayreuth de Wieland Wagner, que hoy
de música de Bayreuth (no oficial, pero sí de hecho), sabemos que ha supuesto la cima estética del Festival
no presionara para recuperar su puesto vitalicio en Mu- probablemente per sécula seculorutn.
nich, del que había sido despojado en 1936 precisamen- Hubo aún seis o siete años de tensión entre Culshaw
te por los nazis. Pero aún así, en 1952 y hasta 1961, y Rosengarten apreciables en las grabaciones que
Solti buscó otros aires en Francfort, donde, sin nos- DECCA fue realizando: los Wesendonk-Lieder con
talgias que lo lastraran, empezó a labrar su nombre, Kna/Flagstad en 1956 (una joya); el primer acto de La
para consolidarlo de 1961 a 1971 en el Covent Garden Walkyria también con Kna/Flagstad (insuperable or-
teniendo como centro de su actividad El Anillo del Ni- questal mente), y el tercero con Solti/Flagstad/Edel-
belungo, que dirigió repetidas veces en estos años, ade- mann en el mismo 1957 (violentísimo, fuera de estilo);
más de grabarlo. el Tristón completo con Solti/Nüsson y un disco de
El Anillo en disco fragmentos con Kna/Nilsson, ambos registros realiza-
dos en 1959, ante los que una criatura ajena a los mis-
La historia de la grabación del Anillo de Solti es com- terios del marketing ha de preguntarse: ¿por qué no
plicada (I)- EMI y DECCA acariciaban la misma idea; se invirtieron las rectorías? (Finalmente Culshaw reco-
grabar íntegro Wagner, al fin y sobre todo la Tetralo- mendó no grabar Tristón con Kna: que Wagner le
gía. Cada una atesoraba en su escudería una vieja glo- perdone).
ria absoluta: EMI, a Furtwángler; DECCA, a El viejo Kna desaparece a partir de aquí de esta his-
Knappertsbusch. Inicialmente, se pensó que el Festi- toria. Solti es ya el indiscutido director wagneriano de
val de Bayreuth sería la panacea: en 1951, EMI grabó DECCA: en 1958, El oro del Rin; en 1959, Tristón; tras
allí los Maestros cantores y el tercer acto de La Walk- una pausa importante, en 1962 Siegfried (Rosengarten
yria con Karajan (2); DECCA registró Parsifal (1951, impone a Hotter y a Windgassen; falta poco para rom-
Knappertsbusch), Lohengrin (1953, Keilberth), Holan- per con el genio de la técnica llamado Culshaw); en
dés (1955, también Keilberth), y como mínimo obtuvo 1964, El ocaso de los dioses, y en 1965, La Walkyria,
dos tomas de la Tetralogía (1951, Knappertsbusch; una grabación cuya anécdota más expresiva es la pro-
1955, Keilberth), que no fueron comercializadas a causa tagonizada por Astrid Varnay (la Brünnhilde par ex-
(*) John Culshaw ha contado esta historia en Ring Resounding, cellence de Kna en Bayreuth), una mujer con redaños,
Secker-Wartburg, Londres (1967), peio hay que saber leer enlre lí- que mandó a Culshaw literalmente a la mierda cuan-
neas y hacer otras pesquisas, do éste le propuso cantar una Fricka de consolación.
(") Como Furlwángler dirigió sólo la Novena sinfonía de Beet-
hoven, no pudo registrarse nada de Wagnei con él. Kna murió en octubre de este año.

60 Scherzo
r
Pero sobre Solti llueven los premios. ¿Cuántos ejem- digital y compacto, la cassette y el vídeo; Solti firmó
plares se habrán vendido de este Anillo en todo el mun- sólo por tres años, un período de tiempo tradicional-
do? Después vienen el doblete (y sé lo que me digo) mente suficiente para darle el punto adecuado al
de Karajan y la revancha de Bayreuth aprovechando producto.
la interesada luna de miel de Bóhm, donde PHILIPS Mas nuestro hombre se encontró con la dura reali-
recogió o recuperó en parte lo que DECCA (Cuishaw) dad: la crítica conversa al gratificante pseudoizquier-
no había querido. Mas Solti resiste las embestidas co- dismo del dúo Boulez/Chéreau le espetó en su cara a
merciales —el Arte no estaba aquí en juego— y prosi- Solti, un hombre nacido en Hungría en 1912 y con se-
gue su camino. En 1971 entrega su original Tannháuser tenta años de lucha en las alforjas, el escupitajo de reac-
en la mal llamada versión de París (en realidad, es la cionario; entre los propios y los ajenos, la realidad
de Munich, 1867, para la cual Wagner devolvió al ale- vocal se materializó como lamentable: ¿cómo era po-
mán los pasajes escritos o reelaborados en francés en sible grabar Sigfrido con el impresentable Manfred
1860/61), añade en 1973 su Parsifal (primera graba- Jung, sirva este buen hijo honesto electricista de nece-
ción en estudio), y cierra esta etapa con el Holandés sario ejemplo del abismal desastre actual del canto wag-
(única grabación no realizada con los conjuntos de Vie- neriano?; en Bayreuth hizo un calor que alcanzó los
na) y los Maestros, en torno a 1976. Luego, un largo cuarenta grados centígrados en el foso: Solti ha dicho
silencio. que el sudor de su frente cayéndole sobre los ojos no
le dejaba ver la partitura, pero el supremo responsa-
Solti en Bayreuth ble, el ya mítico Wolfgang Wagner, viene repitiendo
La noticia de que Solti dirigiría en Bayreuth el Ani- que nadie le garantiza una climatización insonora, la
llo conmemorativo del centenario de la muerte de Wag- cual, además, costaría mucho dinero; Wolfgang Wag-
ner vio pronto que aquí no tenía na-
da que ganar, sino mucho que per-
der en cuanto a su liberal imagen de
bondadoso propiciador de todas las
experiencias progresistas; y el tingla-
do se vino estrepitosamente abajo:
Solti y su famoso escenógrafo Peter
Hall se fueron en 1984 con la músi-
ca a otra parte; su Anillo (carísimo
en la maquinaria) se sostuvo a duras
penas hasta 1986 confiado a segun-
dones y a favor de la masiva e indi-
ferencia demanda internacional de
localidades; la necesaria restauración
del principio musical de la ópera su-
frió un durísimo golpe, y el colmillu-
do Wolfgang Wagner se permitió
dudar públicamente de la capacidad
física y mental de Solti (entonces de
setenta años) para tomar sobre sí la
conducción de un Anillo triple en las
condiciones vivas y directas de Bay-
reuth: hasta el presente, Solti ha da-
Conferencia de prensa en Bayreuth (28-7-1983). De izquierda a derecha, el alcalde de Bay- do la callada respuesta; sería de
reuth Hans Walter Wied. Sir Georg Solti. Woffgang Wagner, Sir Peter Hall y el escenó- desear que nuestro hombre escribie-
grafo William Dudíey. ra sus memorias.
ner no sorprendió, pero sí interesó al mundo musical. En 1985/86, Solti ha cerrado, a lo que parece, su ci-
Cada quisque se había preguntado desde 1965: ¿por- clo de grabaciones wagnerianas con un registro de Lo-
qué no dirige Solti en Bayreuth? Aquí estaba el pre- hengrin en el que, a priori, Jessye Norman y Plácido
sunto sumo sacerdote del Anillo dispuesto a acudir al Domingo comparten con él el protagonismo. La críti-
santuario después de las herejías del couple Bou- ca de esta grabación no es de este lugar, pero puede
lez/Chéreau. Ciertamente, la gran estrella se anunció anticiparse que, en lo que se refiere a Solti, Wagner
como Solli el Restaurador y sin pelos en la lengua: sigue siendo uno de sus bancos de prueba, un listón
«vengo a devolver a la orquesta su protagonismo», muy alto que el director húngaro no ha temido nunca
«quiero ver por una vez en el escenario la ópera escri- cualesquiera que fueran las condiciones ambientales.
ta por Wagner, no la de Marx», «quiero ver en escena
agua, fuego, niebla, montañas, los elementos de la na- Solti como director wagneriano
turaleza que la orquesta wagneriana traduce en ilusio-
nes románticas». Pero el, no voy a dudarlo, sincero Llegados aquí, el lector puede haberse preguntado:
Solti alimentaba también otras intenciones menos ro- muy bien, ¿pero cómo es el Wagner de Solti?; ¿es Sol-
mánticas; Solti no venia a culminar su carrera en Bay- ti el más grande director wagneriano vivo, en reñida
reuth, no venía a practicar aquello de: «¿Percibir aquí pugna con Karajan?
un salario? Aún tendría yo que pagar de mi bolsillo Para empezar, me parece difícil que pueda sostenerse
(Knappertsbusch)». El propósito era grabar este Ani- que en Solti, como en Karajan, hay un Wagner dado,
llo para DECCA en la cuádruple vertiente del disco entrañable, consustancial; más bien puede hablarse de

Scherzo 61
DOSIER

Wagner adquirido a lo largo de toda una evolución y director que está a la altura no espiritual, pero sí so-
un ejercicio profesionales. nora, de El ocaso de los dioses, obra difícil entre las
Solti no procede del Wagner autor, ni cosa aún más más difíciles, y no me estoy refiriendo sólo a los regis-
determinante, del Wagner director de orquesta. Los Bü- tros de estudio, sino a mi propia experiencia en Bay-
low, Richter, Levi, Mottl, Mahler, Nikisch, Muck, reuth desde 1962 a 1983: Kempe, Klobukar, Bóhm,
Furtwángler, Knappertsbusch, incluso Bruno Walter se Suitner, Maazel, Stein, Boulez y el propio Solti, que
hicieron directores a partir de los postulados románti- repitió (refinado) su enorme friso sinfóníco-dramático
cos de Wagner, inventor de la dirección de orquesta sin comparación con lo antes escuchado.
tal como se ha entendido hasta hace cincuenta años, c) Tannháusery Parsifal: las dos cimas. Solti es un
que hacía del sentido flexible del melos, del rubato co- director en plena madurez, ha reducido al mínimo la
mo factor de expresión y de la traducción subjetiva de violencia de origen y realiza una versión capital del
la partitura (¡Cuidado, subjetivismo no quiere decir al- Tannhauser de París/Munich y una puesta en sonido
teración!) postulados de una participación-transmisión de Parsifal en estudio, por supuesto sin el aura cere-
enriqueced ora: se trata nada menos que de las Tablas monial de las celebraciones de Kna en Bayreuth, que
de la Ley, y sus cancilleres y chambelanes no dejan de muestra ante los sorprendidos agnósticos la excelsitud
ser sus servidores. de este bellísimo canto del cisne wagneriano: Solti si-
En Solti, no en vano pianista profesional en ciertas gue sin servir a Wagner, pero lo aproxima a todos con
etapas de su vida, las fuentes son otras: Hungría, Bar- convicción y nobleza.
d) Holandés y Maestros: el fra-
caso. Se ha agravado la lamentable
situación del canto wagneriano; pe-
ro además empiezan a evidenciarse
en Solti las secuelas de la excesiva
productividad o eficiencia: hay aquí
una cierta indiferenciación sonora, se
echa a faltar el sentido final del dra-
ma, las escenas y pasajes parecen
bloques inconexos, no afloran los ri-
cos trasfondos wagnerianos. Algo de
esto pudo advertirse en Bayreuth en
1983. Solti cometió allí un exceso im-
perdonable: hizo levantar la sección
central de la pantalla del foso, que
constribuye —¿realidad, ilusión?—
a la peculiar acústica del Festspiel-
haus; la suntuosidad del sonido con
ello obtenido es posible que no ten-
ga parangón en toda la historia del
Festival, mas ya se sabe lo que fue
del rey Midas. Agradecidos incluso
a tanta magnificencia, los oyentes
hubimos de preguntarnos a veces:
¿para qué?
Hoyes pura Solti al concluir su último Anillo en Bayreuth. Wotfgang Wagner felicita al e) Lohengrin: parada y fonda.
director, pero la procesión iba por dentro: pronto las flores se tornarían espinas. Véase la crítica en este mismo
numero.
lók, Kodály, la preponderancia del ritmo; el teatro de Una conclusión un tanto apresurada sería que Solti,
ópera con todo el repertorio, en el que Wagner ya no sir Georg, no es reconocible sin Wagner, pero no por
es la grande y absoluta panacea; la dirección sinfónica su influencia escolar, sino por un eficiente empleo de
moderna con el sentido del color (timbre) que han ele- su repertorio. A medida que pasa el tiempo, Bóhm ya
vado a prímus Debussy, Stravinsky, Ravel, Bartók y no entra en liza; quedan Karajan y Solti, y aún habría
otros. que señalar a Sawallisch, si a sus tres desiguales regis-
Las grabaciones Wagner/Solti, que son y serán lo tros bayreuthianos aún pudiera sumar la grabación sis-
asequible al común de los mortales, nos dan a mi jui- temática de todo lo que resta. Pero ninguno de ellos
cio, y desde estas perspectivas, lo que sigue (perdóne- es un wagneriano en el sentido causal, visceral, neu-
se la enumeración un tanto dictaminadora): rálgico, sensitivo. Los cuatro citados son o fueron gran-
a) Walkyria (tercer acto); Oro del rin. Tristón e des directores que, cual planetas, han girado más o
Isolda: traducciones fuera de estilo, agresivas, violen- menos excéntricamente alrededor del sol Wagner en la
tas, húngaras, reveladoras de los orígenes y la forma- parte más exterior del sistema, allí donde el frío con-
ción del joven director. fiere a la atmósfera, cuando ésta existe, una límpida
b) Sigfrido, Ocaso de los dioses, Walkyria: Se con- pureza. De ellos, en conjunto, me quedo con Solti; pero
servan las características originales, pero la experien- quienes sienten y aman a Wagner por encima de todas
cia teatral y una gran voluntad sinfónica hacen justicia las cosas saben que hay testimonios de quienes se abra-
a la orquesta de Wagner; no son realizaciones desde saron con él y nos transmitieron a trancas y barrancas
la entraña de las obras, sino vertiendo en ellas un sifo- su pavesa.
nismo muy desarrollado que recuerda sus orígenes pre-
cisamente wagnerianos; en particular, Solti es el único Ángel-Fernando Mayo
62 Scherzo
NOVEDADES CBS MASTERWORKS
NOVIEMBRE 1987

MARKl'S-pASSlON T

HELMUTHRII.LINO

Cinq fletadles
populan»
giecques

BARTOK JESSYENORNAN MERJARPER


Concierto para orquesta
Filarmónica de Nueva York
Fierre Boulez
JILL GÓMEZ JOSÉ VAN DAM
MENDELSSOHN

• ^ ^ W E B E BOULEZ1
MK4239I CD Los 2 conciertos pata piano
Murray Perahia. piano
BFAHME Orquesta de St Martin m the Fields
Concierto para piano n.° 2,
Intermezzi y Rapsodia Op. 119 Neville Marnner RICHARD STRAUSE
MK42401 CD Sinfonía Doméstica,
Rudolf Eerkin, piano
Orquesta de Cleveland Burles ke para piano y orquesta
George Szell MOZART Daniel Barenboira, piano
MK4ZZ62 - CD Los Cuartetos para flauta Orquesta Filarmónica d e Berlín
Jean Fierre Rampa!, flaula Zubin Menta
HAENDEL Isaac Stern, vioün M42322 LP
El Mesías Mstislav Rostropovich, cello MT42322 • MC
Eileen Fattell, Davis Cunmngham Sal valore Accardo. viola MK42322 - CD
Manha Liplon, William Warfield MK42320 - CD
STBAVINSKY
The Monnon Tabernacle Chaír Fetronchka
Orquesta de Filadelfia MOZART
Eugene Onnandy Don Giovanni Filannonica de Nueva York
R. Rairaondi, K. Te Kanawa, Fierre Boulez
M2K60I 2 CDs
E. Moser. T. Berganza, ]. van Dam MK42395 • CD
HAYDN Orquesta y coro de la Opera de París
Lonn Maazel CANCIONES NAVIDEÑAS
Conciertos pata cello númi 1 y 2
M3K3591Z 3 CDs POR |OEE CARRERAS
English Chara be i Orchestra Noche de Paz, Ave María,
Yo-Yo Ma, violón cello Navidades Blancas, A des te Fideles,
MK36674 CD MOZART Jingle Bells, El cant déls ocella...
Die Versen weigung, jóse Carreras
MAHLER Da* Veilchen, Das Lied der Trennung..
Miembros de la Opera de Viena
Sinfonía n.° 3 R STRAUSS
Margen, Gefunden, Hat gesagt... MK42311 - CD
Agnes Baltsa, mezíosopiano
Niños Cantores de Viena H WOLF
Coro de la Opera de Viena Los 4 liodor de Mignon CANCIONES DEL RENACIMIENTO
Arle en Auger. soprano Obras de Th. Morley, W. Byrd,
Orquesta Filarmónica de Viena O. Gibbons, H. L. Hasslet,
Lonn Maazel Irwin Gage, piano
J. Vázquez, J. Deaprez...
M2K42403 - 2 CDs M42447 LP
Waverly Consort
MK37845 CD
DOSIER

Cuarenta años de grabaciones


egún cuenta el crítico inglés Edward Greenfield este enorme legado. Editado también para celebrar su
S desde las páginas de la revista Gramophone, ver
trabajar a Solti en un estudio de grabación cons-
tituye un gran paso para explicar su éxito como artífi-
75 cumpleaños, este álbum —que comenta Ángel F.
Mayo— marca también el 40 aniversario de Solti con
Decca.
ce millonario de discos en los últimos cuarenta años.
Ha sido un caso único de lealtad hacia una empresa
discográfica, ya que ha permanecido durante esas cua- La primera grabación de Solti
tro décadas con la Decca (salvo tres o cuatro óperas
hechas para la RCA, de las que solamente Bohéme y La primera grabación de Solti para esta compañía
la segunda grabación del Réquiem de Verdi permane- fue realizada en 1947, y en ella nuestro director actuó
cen en su catálogo). Solti en el podio de un concierto como pianista acompañando a Georg Kulenkampff en
público puede sugerir a un boxeador enfebrecido, lle- las Sonólas para violin y piano de Brahms. La varie-
no de violencia, siendo descritas sus interpretaciones dad de repertorio que el maesiro húngaro ha cubierto
(por regla general) como tensas y rudas. Sin embargo, desde entonces es formidable. Hace seis años Teldec
en el estudio de grabación parece ser que se adquiere sacó en Alemania una edición Solti que incluía diez vo-
un retrato mucho más completo de él como gran pro- lúmenes con 203 discos en total, y eso que todavía no
fesional. Siempre tiene en mente de forma clara sus ob- estaba completa del todo. Desde entonces ha seguido
jetivos, pero su habilidad para enfocarlos de la forma grabando con sus tres orquestas habituales: las Filar-
más minuciosa hacen de él un colaborador ideal para mónicas de Viena y Londres y la Sinfónica de Chicago
los ingenieros de sonido, cuyas funciones incluyen una y, al contrario que su gran rival Herbert von Karajan,
preocupación puntillista para cada detalle. Al contra- que tiende a quedarse en su repertorio habitual volvien-
rio que otros muchos directores, acepta de buen grado do a grabar una y otra vez las mismas obras, Solti ha
sus consejos en temas de sonido. Su reciente grabación registrado obras que no había hecho anteriormente, ya
del Lohengrin ha marcado el final de una era en mu- fueran El Mesías de Hándel, La creación de Haydn,
chos aspectos. Por desgracia la Sofiensaal de Viena, Una Sinfonía Fausto de Liszt, u otras obras maestras
escenario de tantas grabaciones espectaculares de Dec- del siglo XX, como Moisés y Aarón de Schónberg o
ca, ha dejado de utilizarse como estudio debido a los el Concierto de violin de Alban Berg. Esta cualidad,
enormes gastos de alquiler. Todas las grabaciones de su interés por los nuevos descubrimientos, ha caracte-
Wagner protagonizadas por Solti, excepto El holandés rizado su carrera desde el comienzo. Recuérdese, por
errante, hecho en Chicago, fueron realizadas allí y Lo- ejemplo, su amor por Elgar (que según cuenta Edward
hengrin precisamente marcó el final del ciclo de todas Greenfield le proporcionó la ciudadanía británica y su
las óperas de madurez del músico alemán, pasando con título de Sir).
ello a convertirse en el primer director que registraba Su carrera despegó con la llegada del LP. Al princi-
pio su repertorio se centró en las
obras capitales de Haydn, Mozart,
Beethoven y Mendelssohn, registrán-
dolas con la Filarmónica de Londres.
En aquel entonces convenció a los di-
rectivos de Decca para grabar músi-
ca húngara, y así nacieron bajo su
mando los Psalmus hungaricus de
Kodaly junto a las Variaciones del
pavo real del mismo autor, seguido
por la suite de Hary Janos y la pri-
mera versión de Solti de la Música
para cuerdas, percusión y celesta de
Bartók. Es una lástima que no haya
vuelto a grabar las obras de Kodaly,
pero una de sus características es no
volver a grabar una partitura si no
tiene algo nuevo que decir, como hi-
zo con su nueva versión del Concier-
to para orquesta de Bartók, del que
llevó a cabo una verdadera labor de
investigación sobre la partitura ori-
ginal. Su repertorio sinfónico está
constantemente activo gracias, sobre
todo, al virtuosismo y brillantez de

64 Scherzo
r
su Sinfónica de Chicago. Su Mahler lo planteó en los gel Mayo quien les cuente el affaire). El director
estudios de grabación mucho antes de su llegada a la húngaro mostró su gran calibre operístico con Árabe-
ciudad norteamericana, registrando la Cuarta con la Ha de Strauss, grabada también con la Filarmónica de
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam y la Pri- Viena y con Lisa della Casa y George London en los
mera, Segunda, Tercera y Novena con la Sinfónica de principales papeles; la versión no ha sido superada has-
Londres. Las grabó de nuevo con la agrupación de Chi- ta la fecha y la toma sonora a cargo del equipo de in-
cago para hacer un ciclo completo consistente; de ellas, genieros de John Culshaw soporta el paso de los años
casi con completa seguridad, destaca especialmente su sorprendentemente bien. De este período es también
soberbia lectura de la Octava (las demás, por razones Salome, con una Birgit Nilsson en la cima de sus posi-
que ahora nos es imposible exponer, siempre poseen al- bilidades vocales; en la modalidad de Disco Compac-
gún punto flaco). Con Bruckner sucedió otro tanto: to no ha sido superada todavía, ni en interpretación
grabó con la Filarmónica de Viena una fogosas y tru- ni en sonido, lo mismo que la posterior grabación de
culentas Séptima y Octava, volviéndolas a grabar en Elektra. El espléndido registro del Rosenkavalier, a pe-
Chicago junto al resto de sinfonías del músico austría- sar de la indudable maestría de la batuta, no alcanza
co (todavía le faltan las tres primeras). De su ciclo las cotas de las anteriores. Algunos pueden encontrar
Brahms destaca especialmente su lectura de la Terce- el Mozart de Solti un tanto tenso: su Cosi es demasia-
ra.obra en principio poco apta para su temperamento do rígido (no llega ni en sueños a las cimas de un Ka-
y de la que, sin embargo, realiza una versión muy ex- rajan en su registro producido por Walter Legge) y su
presiva y vigorosa. Debe subrayarse también la inter- Don Giovanni puede pecar de excesiva violencia; sin
pretación sobria y plena de madurez del Réquiem embargo, Zauberflóte y Fígaro son dos excelentes
alemán. En cuanto a su Beethoven nos encontramos muestras del teatro mozartino en disco (de su última
con uno de sus puntos más discutibles; de su ciclo con aportación a las óperas del salzburgués, El rapto en el
Chicago solamente la Novena ofrecía completo inte- serrallo, ya hablamos en las páginas de crítica disco-
rés (siempre en opinión de quien esto firma) y es, pre- gráfica). Su Verdi no ha sido valorado en su justa di-
cisamente, la que ha vuelto a registrar otra vez con los mensión, ya que las evidentes cualidades dramáticas y
mismos coros y orquesta y diferentes solistas (Arturo espontaneidad puestas de manifiesto en las lecturas de
Reverter la comenta en estas mismas páginas). Aída, Rigotetto y primera grabación de Bailo (ver co-
Solti no grabó su primera ópera hasta 1957, año en mentario de la segunda en el n.° 1 de SCHERZO), co-
que dirigió por primera vez a la Orquesta Filarmónica locan a estas lecturas en un lugar sobresaliente entre
de Viena con Kirsten Flagstad en el tercer acto de Wal- las distintas interpretaciones de estas óperas. A desta-
küre (simultáneamente la orquesta vienesa grababa car también su vibrante versión del Réquiem verdíano
también para Decca y a las órdenes de Hans Knappert- hecho para Decca, con un insuperable cuarteto vocal.
sbusch el acto primero de ésta ópera... Pero será Án- Enrique Pérez Adrián

BAKTOK: BRAHMS:
Concierto para orquesta. LSO, 1965. CSO,
1981.
Condeno piano n."l. Ashkenazy, LPO,
DISCOGRAFIA Las 4 sinfonías. CSO, 1978 (3. V4.") y 1979
(1.V2.').
BRAHMS:
1984. Abreviaturas: BP= Filarmónica de Berlín; Oberturas Festival Académico y Trágica.
Concierto piano n." 2. Ashkenazy, LPO, COA = Concertgebouw Amsterdam; CSO, 1978.
1978. LPO= Filarmónica de Londres; LSO = Sin- Variaciones sobre un tema de Haydn. CSO
Concierto piano n." 3. Ashkenazy, LPO, fónica de Londres; CSO = Sinfónica de Chi- 1977.
1978. cago; ROCV = Orquesta del Covent Réquiem Alemán. Weikl, Te Kanawa, CSO,
Concierto violín n." I. Chung, CSO, 1983 Carden; WP = Filarmónica de Viena. 1978.
Concierto violín n.° 2. Chung, LPO, 1976. Advertencia; Solamente se indican las gra- Las 3 Sonatas para violin. Kulenkampff
El castillo de Barbazul. Sass, Kovats, LPO, baciones comerciales hechas por Sir Georg (violín), Solli (piano). 1947-48
1979. para Decca y RCA. Cuando no se indica ía BRUCKNER:
Música para cuerdas, percusión y celesta. casa de grabación el disco es Decca. Sinfonía n.° 4. CSO, 1980.
LPO, 1955. LSO, 1963. Sinfonía n. " 5. CSO, 1980.
Suite de danzas. LPO, 1955. LSO, 1965. Sinfonía n.' 6. CSO, 1979.
CSO, 1981. Sinfonía n.° 4. LPO, 1950. Sinfonía n.° 7. WP, 1965.
El mandarín milagroso, suite. LSO, 1968. Sinfonía n.° 5. WP, 1958. Sinfonía n.° 7. CSO. 1986.
BEETHOVEN: Sinfonía n." 7. WP, 1958. Sinfonía n. ° S. WP, 1966.
Coriolano. CSO, 1979. Sonata Kreutzer. Kulenkampff (violin), Solti Sinfonía n. ° 9. CSO, 1986.
Egmont. CSO. 1972. (piano). 1947. DEBUSSY:
Leonora III. CSO, 1972. BERG: El mar. CSO, 1976.
Fidelio, (compl.). Behrcns, Hoffman, Sotin, Concierto violín. Chung, CSO, 1983 Preludio a la siesta de un fauno. CSO, 1976.
CSO, 1979. BERLIOZ: Sinfonía Fantástica. CSO, 1972. DOHNAINYI:
Los 5 Conciertos de piano. Ashkenazy, Les Francs-Juges. CSO, 1974. Variaciones sobre una canción infantil..
CSO, 1972. La condenación de Fausto. Riegel, van Schiff, CSO, 1986.
Concierto violín. Elman, LPO, 1955. Dam, von Slade, CSO, 1982. DUKAS:
Missa Solemnis. Popp, Minlon, Walker, BIZET: El aprendiz de brujo. Filarmónica de Israel,
Howell, CSO, 1977. Carmen, (compl.). Troyanos, Domingo, van 1957
Sinfonía n." 9. Lorengar, Minton, Burrows. Dam, Te Kanawa, LPO, 1975. DVORAK:
Talvela, CSO, 1972. Preludio acto Io (Carmen). ROCV, 1968. Sinfonía n. ' 9. CSO, 1984
Sinfonías I a 8. CSO, 1974. BORODIN: ELGAR:
Sinfonía n." 9, Norman, Runkel, Schunk, Príncipe Igor, obertura. BP, 1959. LSO, Cockaigne. LPO, 1976.
Sotin, CSO, 1987. 1965. Variaciones Enigma. LPO, 1974.
Sinfonía n.° 3. WP, 1959. Danzas Polovtsianos. LSO, 1965. Falstaff. LPO. 1979.

Scherzo 65
DOSIER

In (he South (Alassio). LPO, 1979. Serénala n." IS. Filarmónica de Israel, 1958. SUPPÉ:
Concierto violín. Chung, LPO, 1977. Conciertos piano 25 y 21. de Larrocha, Oberturas. LPO, 1951. WP, 1959.
Marchas de Pompa y Circunstancia. LPO. LPO, 1977. TCHAICOWSKYr
1977. Sinfonía n. ° 25. LSO, 1951. Eugene Oneguin. Kubiak, Weikl, Hamari,
Sinfonías I y 2 . LPO, 1975. Sinfonía n." 38. LSO, 1951. CSO, 1983. Burrows, Ghiaurov, ROCV, 1974.
GL1NKA: Sinfonía n." 39. CSO, 1983. Concierto piano I. Curzon, WP, 1958.
Russlan y Ludmilla. Obertura. BP, 1959. Sinfonías núms. 40 y 41. Orquesta Cámara Schiff, CSO, 1986.
LSO, 1975. de Europa, 1985. Serenata cuerdas. Filarmónica de Israel,
GLUCK: Los 2 Cuartetos para piano y cuerdas. Solti 1958.
Orfeo y Eurídice (compl.). Home, Loren- (piano), Cuaneto Melos, 1986. Sinfonía n. ° 2. Soc. Concs. Conservatorio
gar, Donath, ROCV, 1969. Sonata violín, K. 454. Kulenkampff (violín), París. 1956.
HAENDEL: Solti (piano), 1947. Sinfonía n. " 4. CSO, 1984.
El Mesías, Te Kanawa, Gjevang, Lewis, Ho- MUSSORCSKY: Sinfonía n. ° 5. Soc. Concs. Conservatorio
Cuadros exposición, (orq. Ravel). CSO, París, 1956. CSO, 1975.
well. CSO, 19S5. 1980. Sinfonía n." 6. CSO, 1976.
HAYDN: Khonvantschina. (ptel.) BP, 1959. LSO, TIPPET:
La Creación. Buirows, Wohlers, Molí, 1965. Sinfonía n. "4. Suitepara el cumpleaños del
Nimsgern, CSO, 1982. Noche monte pelado. BP, 1959. LSO, 1965. príncipe Carlos. CSO, 1981.
Sinfonías Londres. LPO. 1981, 1982 y 1986. VERDI:
HOLST: OFFENBACH:
Gaíté parisienne. ( + GOUNOD: Fausto, Aída. L. Price, Vickers, Gorr, Merrill. Ope-
Los Planetas. LPO, 1978. ra Roma, 1962. RCA.
HUMPERD1NCK: mus. ballet). ROCV, 1960.
Cuentos Hoffmann (barcarola). ROCV, Bailo. Nilsson, Bergonzi, Simionato,
Haensel y Grete!. (eompl.). Popp, Grube- McNeill, Santa Cecilia Roma, 1960.
rova. Fassbaender, etc. WP, 1978. 1959.
PONCHIELLI: Bailo. M. Price, Pavarotti, Ludwig, Bruson,
KODALY: Filarm. Nacional. 1985.
Hary Janos. Suiíe. Orquesta Estatal de Ba- La Gioconda (danza horas). ROCV, 1959. Don Cario. Tebaldi, Bumbry, Bergonzi,
viera, 1949. LPO, 1955. PROKOFIEV: Fischer-Dieskau, Ghianrov, ROCV, 1965.
Psalmus Hungaricus. MacAlpine, LPO, Sinfonía n." I. Sultes de Romeo y Julieta. Falstaff. Evans. Ligabue, Simionato, Kraus,
1954. CSO, 1983. Freni, Orq. RCA Italiana, 1963, RCA.
Danzas de Galanía. LPO. 1952 PUCC1NI: Otello. Cossuta, M. Price, Bacquier, WP,
Variaciones sobre el canto popular El pavo La Boheme: (compl.). Domingo, Caballé, 1977.
real. LPO, 1954. Milnes, LPO, 1974, RCA. Réquiem. Suthetland, Horne, Pavarotti,
Tosca (compl.). Te Kanawa, Aragall, Nuc- Talvela, WP, 1977.
LISZT: ci, Filartn. Nacional, 1986.
Mefisto vals. Orquesta de París, 1974. RACHMANINOV: Réquiem. L. Price, Baker, Luchetti, van
Sonidos de fiesta. LPO, 1977. Dam, CSO, 1977, RCA.
Los Preludios. LPO, 1977. Concierto piano 2. Katchen, LSO, 1958. Rigoletto. Kraus. Moflo, Merrill, Orq. RCA
Prometeo. LPO, 1977. RAVEL: Italiana, 1965, RCA.
Tasso. Orquesta de París, 1974. Bolero. CSO, 1976. Pezzi Sacri. CSO, 1977.
De ¡a cuna a la tumba. Orquesta de París, Le Tombeau de Couperin. CSO, 1980. Traviata. prels. 1 y 3. ROCV, 1959.
1974 ROSSINI: Forza del destino (obert.). LPO, 1952.
Una Sinfonía Fausto. Jerusalem, CSO, Barbero (obert.). LPO, 1955. CSO, 1972. WAGNER:
1986. La Boutique fantasque. Filarmónica de Is- Holandés. Bailey, Martin, Kollo, Talvela,
rael, 1957. CSO, 1976.
MAHLER: La italiana en Argel, (obert.). LPO, 1955.
5 Heder de Des Knaben Wunderhorn. Min- Meistersinger. Bailey, Bode, Kollo, Molí,
ROCV, 1959. Dallapozza, WP, 1975.
ton. CSO, 1970.
Lieder eines fahrenden Gesellen. Minton, Semiramis (obert.). ROCV, 1959. Parsifal. Kollo. Ludwig, Frick, Fischer-
CSO, 1970 SCHÓNBERC: Dieskau, Hoiter, WP. 1975.
Das Lied von der Erde. Minton, Kollo, Variaciones para orquesta. CSO, 1974. Tannhauser. Kollo, Dernesch, Ludwig,
CSO, 1972. Moisés y Aarón {compl.). Mazura, Langrid- Braun, Sotin, WP, 1970.
ge, CSO, 1984. Tristón. Nüsson, Uhl, Resnik, Krause, WP,
Sinfonía n.° I. LSO, 1964. CSO, 1984. 1960.
Sinfonía n." 2. Harper, Watts, LSO, 1966. SCHUBERT:
Buchanan, Zakai, CSO, 1980. Sinfonía n." 5. Filarmónica de Israel, 1958. Lohengrin. Domingo, Norman, Gruberova,
Sinfonía n. ° 3. Watts, LSO, 1968. Dernesch, CSO, 1985. Nimsgem, WP, 1986.
CSO, 1983. Sinfonía n." 8. CSO, 1985. El oro del Rhin. Flagsiad, London, Neid-
Sinfonía n. ° 4. Stahimann, COA, 1960. Te Sinfonía n." 9. WP, 1982. linger, Svanholm, WP, 1959.
Kanawa, CSO, 1984. SCHUMANN: Walkiria: Todverkündigung y Acto 3.°..
Sinfonía n." 5. CSO, 1970. Julio César(oben.}. Obertura, ScherzoyFi- Flagstad, Edelmann, Schech, WP. 1957.
Sinfonía n." 6. CSO, 1970. nale. WP, 1969. Walkiria {compl.). Nilsson, Crespin, King,
Sinfonía n." 7. CSO, 1971. Sinfonías núms. I y 2 . WP, 1969. Hotter, Ludwig, WP, 1965.
Sinfonía n. ° 8. Harper, Popp, Minton, Ko- Sinfonías núms. 3 y 4. WP, 1967. Siegfried. Windgassen, Slolze, Hotter, Nils-
llo, Quirk, Talvela, CSO, 1971. son, WP, 1962.
R. STRAUSS:
Sinfonía n. ° 9. LSO, 1967. CSO, 1983. Zaratkuslra, Don Juan, Till. CSO, 1975. El ocaso de los dioses. Nilsson, Windgassen,
Sinfonía Alpina. Radio Bávara, 1979. Ncidlinger, Fischer-Dieskau, WP, 64.
MENDELSSOHN: Holandés: Obertura. WP, 1961. CSO, 1975.
Sinfonía n." 3. LSO, 1952. CSO, 1986. Vida héroe. WP, 1977.
Arabella (compl.). Della Casa. Güden, Lon- Meistersinger: Preludio 1. CSO, 1972.
Sinfonía n." 4. Filarmónica de Israel, 1958. don, WP, 1957. Rienzi: Oberiura. WP. 1961.
CSO, 1986. Tannhauser: Obertura y Venusberg. WP,
Ariadne auffJaxos (compl.). 1.. Price, Ko- 1961. Sólo obertura: CSO, 1975.
MOZART: llo, Gruberova, Troyanos, LPO. 1977.
Cos'ifan tulle (compl.). Lorengar, Bergan- Elektra (compl.). Nilsson, Collier, Krause, Tristón: Preludio y muerte de amor de Isol-
za, Krause, Bacquier, LPO, 1973. WP, 1966. da. CSO, 1977.
Don Ciovanni (compl.) Bacquier, Weikl, Rosenkavolier (compl.). Crespin, Minton, Páginas orquestales del Anillo. WP, 1983.
Price, Sass, Popp, LPO, 1978. Jungwirth, Donath, WP, 1968. Idilio de Sigfrido. WP, L965.
Zauberflote (compt.). Lorengar, Burrows, Salome (compl.). Nilsson, Stolze, Wachter, WALTON:
Talvela, Deutekom, Prey. WP, 1968. WP, 1961. Belzshazzar Feast. Luxon, LPO, 1977.
Nozzedi Fígaro (compl.). Te Kanawa, von STRAV1NSKY: Coronation Te Deum. LPO, 1977.
Slade, Popp, Alien, Ramey, LPO, 1982. Consagración primavera. CSO, 1974. WEBER: Oberon: Obertura. CSO, 1973.
Entfuhrung ausdem Serail(compl.). Talve- Edipo Rey. Pears, Luxon, Meyer. LPO,
la, Gruberova. Battle, WP, 1985. 1976. Enrique Pérez Adrián
66 Scherzo
Los últimos registros HAVDN: Sinfonías n.™ 93 y 99. O r q u « u Filar-
mónica de Londres. Director: Georg íwjlli. DEC-
CA 417 620-1. Compacto. DDD. SZ'SO".
BEETHOVEN: Novena Sinfonía, ttay* Norman, sobre todo en la más reciente, especial su-
RdDhIld Runkel, Roben Scfennck. Urnas Solía.blimidad en la introducción. A la hora de
Cora y Orqocsla Sinfónica df Chicago. Direclo-
cantar el gran tema, la extraordinaria y
n del coro: Marguret Hillií. Direclor: Sil Gcorg J j a s dos piezas agrupadas en este dis-
Solti. DECCA 417 100-2 DH. 1 dbco compílelo efusiva frase, hay mayor exactitud y co- co forman parte de la famosa serie de
DDD. T4.4S". lorido en este registro, pero se percibe un las doce Sinfonías de Londres, que vie-
on motivo de sus 25 años con Dec- más claro temblor y un acento más cáli-

C ca, Solti grabó en 1972 esta sinfo- do en la primera incisión, menos perfec-
nía. Plasmó entonces una ta instrumental mente en este punto.
versión que fue rápidamente situada al la- Transcurridas las iniciales escaramuzas,
do de las grandes; una interpretación de ambas versiones se dan la mano en la ma-
ran la luz entre 1791 y 1795. El acopla-
miento es bastante novedoso dentro de
la discografía, pues es evidente que es-
tas dos obras no son tan populares co-
altos vuelos que se distribuyó en España nera de exponer el celebérrimo tema de mo algunas de sus compañeras con
en 1974. Ahora el director húngaro la Oda a la Alegría: nada de misterios a titulo, como La Sorpresa, El reloj. Mi-
—protagonista de nuestro dosier— cum- lo Furtwángler, de búsqueda de dimen- litar o Londres, y lo habitual es presen-
ple 75 años. Quizá para homenajearle el siones desconocidas; notas precisas, jus- tar alguna de estas páginas junto a la
sello inglés vuelve a grabar con él la No- tas, explicativas por sí mismas; tempo menos conocida por obvias razones co-
vena. La verdad es que el resultado del prudente aunque alejado del éxtasis. La merciales. Un punto, por lo tanto, a fa-
empeño, siendo bueno, incluso muy bue- melodía se eleva asi vibrante, corpórea, vor de Solti y Decca por esta elección.
no, no lo es tanto que haga olvidar la an- rotunda sin haber hecho más que un bre- Estas dos muestras del lenguaje sinfó-
tigua recreación, todavía poseedora de un ve recorrido de un sólido mezzoforte a un
sonido espléndido, aunque sin las posi- fortissimo muy natural. El resto del cuar- nico final de Haydn son ejemplos maes-
bilidades y los brillos del compacto to movimiento, a pesar de la: delicias del tros del grado de dominio de la forma
actual. compacto, resulta mejor estructurado y que su genio había alcanzado en esta
expuesto en la toma de 1972. Hay simi- época. Se aportan en ellas audacias y
Y el caso es que las dos interpretacio- lar claridad pero mayor Ímpetu y contras- novedades que es más difícil que apa-
nes se parecen como dos golas de agua. tes en esa grabación, beneficiada además rezcan como tales a nuestros ojos por
Solti, que utiliza los mismos conjuntos co- de la presencia de un cuarteto vocal más la asunción que ya hemos hecho de to-
ral y orquestal, no da la impresión de que entonado, equilibrado y, en conjunto, do- da la historia musical posterior. Los
haya modificado sus anteriores plantea- tado de mayor calidad. Lorengar aven-
mientos. Hay probablemente en la mo- taja a Norman no en belleza vocal, sino oídos de los londinenses de finales del
derna aproximación un mayor cuidado en XV1I1 sí que supieron darse cuenta de
la gradación de dinámicas y una más am- esto. La prensa de entonces dijo que la
plia gama acentual. Se han suavizado Sinfonía n. " 93 era «... una composi-
ciertas rudezas —nada fuera de lugar, por ción grande, científica, encantadora y
otra parte— y, en general, se pretende y original a la vez».
consigue una versión controlada, medi- Solti empezó su carrera fonográfica
da, de tradicionales premisas románticas, como directa grabando la Sinfonía n. "
sin desmesuras, con todo en su silio y un 103 de Haydn en 1949 (Véase la crono-
notable equilibrio de conjunto. Solti es un
maestro en eso de levantar, cada vez con logía). Ahora ha vuelto al gran clásico
mayor sabiduría, grandes arquitecturas y con uno de los registros hechos en el
en dominar todas sus lineas funda- año 75 de su vida. No es, sin embargo,
mentales. Haydn un músico que se corresponda
con las características directoriales de
La textura orquestal —esa proteica tex- Solti. Aunque el conductor húngaro ha
tura beelhoveniana— está admirablemen- limado parte de las rudezas e inflexibi-
te trabajada en el primer movimiento, que lidades de su estilo, está todavía lejos
se nos brinda en toda su ancha perspec-
tiva sin un solo desfallecimiento. Las pro- de poder.servir el refinamiento, las in-
en agilidad para encaramarse a los impo-
gresiones resultan modélicas. El juego de sibles palomares beethoveníanos. De to- finitas sutilezas y la enorme elegancia
tensiones se diría, sin embargo, que dos modos, aquí podría caber alguna de la música haydniana. No por ello
estaba mejor establecido en la grabación duda, cosa que no ocurre al cotejar las hay que afirmar que sean desdeñables
del 72, en la que este movimiento tenía demás voces. Minton, Burrows (a despe- estas lecturas de la 93 y la 99, pues que-
una lectura algo más primaria. Sólo epi- cho de su mayor ligereza) y Talvela son, da claro que detrás de ellas está la ex-
sódicos confusionismos —que el sonido de lejos, preferibles a la desconocida Run- periencia musical de toda una vida, que
digital no siempre disimula— y un tem- kel, a Schunk y a Sotín, que no brillan enlaza con la vieja tradición —ahora en
po moderado firmemente sostenido. La precisamente a gran altura. quiebra, es cierto— de entender a
pulsación, normalmente insensible, pero
real y efectiva, nacida desde dentro, es En fin, esta Sinfonía n." 9, hecha a la Haydn. El Haydn de Solti es decidida-
una de las señas de identidad del septua- mayor gloria de Sir Georg, proporciona mente sinfónico, dando a este concep-
genario director, que en el gran tutti del a la postre, con todos sus méritos, me- to una dimensión decimonónica. Está
desarrollo obtiene unos espectaculares nor relumbre que la del 72. La verdad es llevado hacia Beethoven —acordes ini-
sforzandi dominados por el pleno del que podría haberse digit atizado (horrible ciales de la 93— y hay en él más con-
metal. término) ésta y trasladarla luego al compac-
to. Ya se sabe lo de las segundas partes. flicto que humor o sorpresa y más
Y en cuestión de Novenas acordémonos de densidad que ligereza.
Nada que objetar, sino todo lo contra-
rio, al Molto vivace, perfectamente ritma- las imperecederas: Furtwángler, Kleiber,
do y acentuado dentro de la moderación Mengelberg, Horenstein, Klemperer, Ka- E.M.M.
agógica comentada. El trío es llevado rajan II, Fricsay... Solti, hay que decir-
muy ligerito. En la antigua versión Solti lo, se sitúa ahí o muy cerca. Después de
acentuaba quizá de forma más incisiva. todo, es un clásico.
Paralelismo también en el sobrecogedor
Adagio molto y cantabile. No se aprecia. Arturo Reverter

Scherzo 67
DOSIER

Lohengrin, punto final wagneriano


WAGNER: Lohengrin. Hans Sotin, Plácido Domingo, Jessye Norman, Siegmund Nimsgeni, aunque fino, no tiene la dulce palidez
Eva Randova, Dietrich Fischer-Dieskau. Coro de la Sociedad de Conciertos de la Opera del de lo etéreo: ejemplo, las maderas en
Estado de Vital: Walter Hagen-Groll. Orquesta Filarmónica de Viena: sir Georg Soiti. Li- las dos entradas de Elsa, técnicamente
breto en alemán, francés, inglés e italiano. Sinopsis. Artículos de William Mann y Dietman perfectas, pero sin dar lo suti! y frágil
Holland. Grabación: Sofiensaal, Viena; noviembre-diciembre de 1985, junio de 1986. Üecca del momento, lo que hay de desvalido
421053-1 (4 discos digitales); se distribuye también en discos compactos (421053-2) y «cas- en la muchacha. Por otra parte, da la
settes» (4I1053-3). impresión de que Soiti —o sus ingenie-
ace ya tiempo que Lohengrin es Para cerrar su hito de grabar en es- ros de sonido— ha definido a priori los

H "ace

existe una
una obra difícil de realizar con-
.vincentemente; la prueba: no
unasola
obragrabación
difícil de en
en vivo vincentemente;
realizar con-
estudio
la prueba: no
del todo satisfactoria.
o ludio las diez obras líricas que forman
el repertorio wagneriano, Solli ha te-
parámetros (empleo a conciencia el tec-
nocrálico barbar i smo) de equis situa-
ciones posibles, y asi, vencida la escena
de Ortrud y Telramund al principio del
nido sin duda en cuenta esta dificultad segundo acto (lo mejor de esta graba-
Los factores de la dificultad son, en- ción, a mi modo de ver), ya están mos-
tre otros, estos: Lohengrin es conclu- estilística, el estado actual del canto tradas todas las cartas expresivas y sólo
sión, cima y despedida de la ópera wagneriano —que hizo naufragar su queda la legítima curiosidad de escu-
romántica alemana de Weber, Mars- Holandés y sus Maestros discográ- char a Domingo en la escena de amor
chner y el Wagner joven; sin embargo, ficos— y su propia y desagradable ex- y en el racconto, pero no el interés por
el drama sigue férreamente la unidad periencia
tenorescan entanBayreuth,
hoy allíen
los1983,donde,
papeles que el conjunto de la acción posterior. En
clásica de lugar, tiempo y acción y las entre otras
otrora cosas, pudo
interpretaron comprobar
Lauritz qué
Melchior, definitiva, están ausentes la unidad en
dos parejas protagonistas son antagó- Franz Vólker, Max Lorenz y Wolfgang la diversidad, el aliento romántico y el
nicas y están contrastadas con sumo vi- Windgassen. Así, ha optado por una tras fondo trágico-pesimista de la obra,
gor; a su vez el coro tradicional es base de especialistas para El Rey, Or- con lo que quedan un escapa-
tratado deliberadamente como •-;) rale y una tienda siempre bri-
coro griego (coro espectador, ñ l liantes, incluso rutilantes a
testigo y comentador); el se- \ veces, pero con trastienda re-
gundo coro, la orquesta ducida: lo que, por otra par-
sinfónico-dramática wagneria- te, no es poco.
na que en la Tetralogía pasa-
ría a ser el primero, puede ser
negro (primera escena del se-
gundo acto), pero tiene aquí Los cantantes
una luminosidad especial, gra-
cias al empleo de las maderas
a tres, que en el sutil juego, so-
bre todo de los violines, afir-
V ayamos con los cantantes;
primero, los especialistas.
Sotin es un profesional solven-
ma la tonalidad azul-plata te, acreditado ya por tres lus-
predominante en la partitura; tros de actuaciones en
este color y el rico melodismo Bayreuth, mas con dos proble-
favorecen la impresión de con- mas: no es un bajo grave y no-
tabilidad general por encima ble, pero tampoco tiene una
de una menor evidencia del re- voz que corra bien arriba; por
citativo (omnipresente, sin em- otra parte, su gama expresiva
bargo, en la parte de Tel- es corta, y desde la invocación
ramund); mas por debajo de lo a Dios para el juicio que va a
luminoso y etéreo, palpita la tener lugar ya está lodo dicho:
acción no exteriorizada, lo el resto es repetición y mono-
oculto y prodigioso que envuelve en tonía. La pareja Nimsgern-
misterio a Lohengrin y a Ortrud, la Randová funciona muy bien en cuan-
cual, al resolverse al final con la inevi- trud y Telramund, una pareja protago- to tal: él es un barítono-bajo más líri-
table marcha de Lohengrin, ta necesa- nista de gran prestigio internacional co que dramático, lejos de los negros
ria extinción de su antagonista Ortrud (decisión ésta favorecida seguramente trazos de un Uhde y aun de un Fischer-
y el fatal expirar de una Elsa puesta en por el hecho de que Domingo ha incor- Dieskau, que articula y pronuncia ex-
medio del choque entre el bien y el mal porado Lohengrin a su repertorio), y celentemente e! vehemente y atropella-
y rota por él, descubre el pesimismo es- la guinda del veterano Fischer-Dieskau, do barboteo de Telramund; como, a su
tructural de la sin duda agradable obra, en principio un lujo para El Heraldo. vez, Eva Randová no es una mezzo de
escrita por Wagner bajo al guía de ese Orquesta y coros son los consabidos e voz cálida y redonda, empasta con él;
su genial y característico instinto poé- indiscutibles de Viena. pero Nimsgern está tirante arriba y no
tico para ser el anticipado cronista de posee condiciones vocales par dar los
los movimientos de su época: en este Resultados acentos más dramáticos y desesperados
caso, de la gran esperanza y la no me- de este ciego instrumento de las maqui-
nos grande decepción de 1848/49. En naciones de Ortrud, y en cuanto a ella,
conclusión, y sin entrar ahora en el pro-
blema de la actual situacióndel canto
L os resultados no puede decirse que
sean decepcionantes, sino los po-
sibles. Soiti atiende eclécticamente a los
en la escena con Elsa descubre su limi-
taciones de toda índole, pues no es en
wagneriano, ya sólo lograr el equilibrio problemas de estilo desde una base ro- absoluto la negra enemiga al acecho de
de los contrarios es, en Lohengrin, co- busta, dramática, teatral en suma; es aquella blanca criatura: Jessye Norman
sa de suyo harto difícil, que con el pa- >mportante, en particular, el cuidado tiene una voz mucho más rica y oscu-
so del tiempo aumenta su dificultad por del relato sinfónico y del comentario ra, y es ella quien parece aquí la mezzo
varias causas, que pueden resumirse un coral, con una muy morosa delectación (su contrincante hubiera tenido que lla-
tanto tópicamente en creciente falta de en los pasajes relacionados con el éx- marse, ¡ay!, Margarete Klose, Astrid
la adecuada sensibilidad. tasis de apariciones, entradas y revela- Varnay o Christa Ludwig). En conjun-
ciones. Mas Soiti posee un color de to, pues, especialistas a secas.
orquesta demasiado áureo y su relato.

68 Scherzo
S

ya en lo que le queda de su centro, trae


el canto hecho con independencia del
texto, emite engolado y amanera la pro-
nunciación; nadie mejor que él mismo
para verificar la circunstancia: como
existe una toma del Festival de Bay-
reulh de 1954 con el joven Fischer-
Dieskau en el mismo papel, que la es-
cuche quien pueda: se verá cómo, por
muy triste que sea reconocerlo, el ac-
tual es una caricatura de aquel nobilí-
simo trabajo.

La grabación

T écnicamente, los discos digitales


son muy limpios y claros, pero
hay en ellos efectos técnicos que a mi
me resultan perturbadores: las interven-
ciones del coro a ocho parles con fra-
ses breves, de tan claras y precisas,
producen a veces un efecto de sallo
muy artificioso, lo mismo que la níti-
da definición de la línea de cada solis-
ta en los concertantes, sobre todo
Solli durante la grabación de Loghengrin en junio de 1936/DECCA. cuanto el que rebosa es Domingo con
su registro menos grato; por otra par-
La pareja internacional famosa es primera sílaba de Tau (mij en negra le, la grabación es dramática, esto es,
ofro cantar: Jessye Norman, sin la voz con calderón) y resolver con sencillez en pleno canto hay desplazamientos del
de soprano lírica requerida (Lotte Leh- la sílaba be con un si: en corchea; pues sonido de la izquierda a la derecha y vi-
mann, Maria Müller, Tiana Lemnitz, bien, sin un Melchior y sobre todo un ceversa, lo que en modo alguno suce-
Elisabelh Grümmer), es de suyo una ar- Konya apenas apuntaban este piano, de en el teatro, donde oímos siempre
tista admirable y hace aqui una Elsa quizá porque la belleza intrínseca de su con los dos oídos; por último, no es
musical, muy bien cantada pese a los canto no requería tanto este matiz de aceptable que por razones técnicas (en
desequilibrios antes apuntados; si en et dulzura, un Wittrisch y un Windgassen, este caso e! corte entre las caras 4 y 5)
primer acto falta a su timbre la dulzu- con materia prima inferior a las de los se altere, aunque sea mínimamente,la
ra ideal y en el segundo encuentra po- citados y, por supuesto, a la de Domin- partitura: en ésta, Telramund conclu-
co apoyo en Eva Randová, en el dúo go, pero artistas líricos de primera mag- ye la segunda escena del segundo acto
nupcial está eminente y ella sola sostie- nitud, extraían de este momento de con una blanca que coincide en las dos
ne la tensión y el desarrollo dramático inflexión todo el sentido poético con- primeras partes del compás con la re-
de la escena: toda una lección de can- tenido en la visión espiritual de la ce- donda inicial de dos de las trompetas
lo, válida para Bellini, para Wagner o lestial paloma que renueva la fortaleza de diana, que inician la tercera escena;
para Puccini. La voz de Plácido Do- de los caballeros del Grial. Lo que Do- en la grabación, Telramund acaba so-
mingo no es, desde luego, la más bella mingo hace es aplanar desde alljáhrlich bre una corchea de la cuerda (sin con-
imaginable (algunos hemos escuchado toda la frase; amanera asi el punto cru- trabajos), y las trompetas inician la cara
en vivo a Sandor Konya}, pero tampo- cial y luego va creciendo exagerada- cinco. El libreto, que contiene dos co-
co tiene nada que ver con la de un Pe- mente al forte sobre la palabra Gral en mentarios serios, se sirve en todos los
ter Hofmann y, además, teóricamente un efecto de los de ahí queda eso: pero casos con el formato para el disco com-
es adecuada al papel; su alemán no es esto, ya lo he dicho, es efecto sin cau- pacto, con la consiguiente reducción de
muy incorrecto ni feo, como si lo era sa, y aún más, efectismo, precisamen- información gráfica: por ello, y no por
el de Jon Vickers, quien pese a ello ha te aquello que más abominaba Wagner. molestar, hay que pedir más esmero a
sido un tenor heroico wagneriano im- En conjunto, no estamos anle el inexis- los responsables de estos tomítos, pues
portante, pero es frío, inintencionado, tente Walther para Jochum, y es pro- no es de recibo que la ilustración de la
como aprendido siguiendo la falsilla del bable que los muchos partidarios de página dos, el conocido cuadro que
texto y nada más; su linea de canto no Domingo se sientan aquí satisfechos ofrece a Wagner en Wahnfried, en
es belcantista (lo que, dando un salto una vez más con unas maneras que les 1882, mostrando a Listz la partitura de
de setenta o más años atrás al presun- son familiares y queridas; pero yo no Parsifal en presencia de Cosima y Hans
to italianismo de Lohengrin hubiera puedo decir que este Lohengrin sea Von Wolzogen, lleve este pie: «Richard
aportado en caso contrario un cierto in- idiomático, purificador de germánicas Wagner en su casa de Bayreuth presen-
terés), sino verista, con esa emotividad tosquedades, ni mucho menos aporta- tando el manuscrito de Lohengrin a
externa y un tamo compungida que lo dor de una visión nueva y enriquecedo- Cosima Wagner, Franz Liszt y el ba-
caracteriza tanto aquí como allá, y con ra del personaje. rón von Volzagen». También se da
acentos, portamemos y reguladores no equivocada la fecha de la pintura.
requeridos, pues es el dominio de la
prosodia alemana —Wagner fue en es- He dejado deliberadamente para el
to un maestro insuperado— lo que per- final a la guinda, a Hscher-Üieskau. El
mi le dar el matiz poéiico-musical otrora grandísimo cantante y artista lle- DECCA y sir George Solti han cul-
adecuado; un único, pero muy expre- va ya largo tiempo arrastrando su de- minado, pues, la empresa que iniciaran
sivo, ejemplo: en la narración del Grial cadencia con incursiones extrañas y en 1958, y lo han hecho con un regis-
iniciada y sostenida a media voz, la fra- haciendo manera de lo que antes fue es- tro cuidado, muy elaborado y de indu-
se «alljáhrlich nahl vom Himmel eine tilo. EL Heraldo ha de ser un barítono dable gancho comercial, donde, si el
Taube» (lodos los años viene del cielo joven, vigoroso, bien timbrado, sin fa- equilibrio de los factores sólo se consi-
una paloma) ha de decirse con la deli- tiga vocal, para transmitir órdenes rea- guió aisladamente, tampoco puede ha-
cada media voz inicial para api a na r la les, arengar a subditos o proclamar blarse de uno de los fracasos en esta
leyes de la liza. El actual Fischer- historia.
Dieskau no hace nada de esto: se apo-
Ángel-Fernando Mayo.
Scherzo 69
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ANIVERSARIO

a situación histórica como deter-

Szymanowski, impulsor L minante de cualquier arte nacio-


nal es invariable sea cual fuere el
curte espacio-temporal que efectuemos.
Hay casos, sin embargo, en los que se-

de la música polaca del siglo XX mejante condicionante se eleva hasta al-


canzar niveles de encrespamiento.
Ocurre de esta forma con la música po-
laca sustentada sobre una nacionalidad
condenada en varias ocasiones a ver so-
metida su identidad a un cuestiona-
mienio radical. El Estado polaco es
fragmentado brutalmente por los repar-
tos de sus prepoientes vecinos en 1772,
1793, 1795 y 1814. Se crean asi las con-
diciones necesarias para que una cul-
tura nítidamente diferenciada se
convierta en un arma arrojadizo, en
una rabiosa exclamación libertadora.
Todas estas notas coinciden, de una u
otra manera, en la máxima figura de la
música polaca del siglo XIX, Frederic
Chopin. Su arte se alzó como una de
las banderas portadoras de una honda
verdad en defensa de la esencia pola-
ca. La sinceridad de este sentimiento,
empero, no pudo impedir que el len-
guaje personal de Chopin se diluyese en
oleadas sucesivas del romanticismo ge-
neral europeo de la primera mitad de
la centuria y en medio de las peculiari-
dades del mundo salonesco francés.
Después de Chopin el arte sonoro
polaco prácticamente no podía esgrimir
ningún gran creador original ubicable
a pareja altura de la que ostentaban los
cabezas de fila del resto del continen-
te. Polonia tampoco podía aducir que
su música discurriese por sendas sepa-
radas de las de sus poderosos vecinos
y, en su caso, anexionad o res. El blo-
que germánico ejercía también en este
caso su función de punía de lanza de
la estética romántica y, más tarde, post-
romántica.
Algunos compositores polacos juga-
ron un importante papel para la músi-
ca de su país, introduciendo en ella un
elemento de reactivación. Su significa-
ción, muy posiblemente, no fue más
allá de las fronteras nacionales, pero
dentro de las mismas sentaron las ba-
ses para un futuro renacimiento, que
habría de tener lugar ya en nuestro pro-
pio siglo.
A los cincuenta años de su muerte, Karol Szymanowski se alza co- Stanisiaw Moniuszko (1819-1872) in-
tenió un planteamiento nacionalista en
mo el compositor polaco de mayor trascendencia de la primera mi- el campo de la ópera, que buscaba en
tad de nuestro siglo. Sin su obra no sería explicable la actual floración la medida de lo posible trasplantar la
de la música polaca, que cuenta con Lutoslawski y Penderecki como opción chopiniana al citado género es-
phmerísimas figuras. Una de las formas posibles de entender la apor- cénico. El paralelismo ha sido acepta-
tación de Szymanowski sería la de considerar su intervención como do, con (odas las matizaciones que se
quiera, por la crítica actual. El estilo
una reelaboración, en términos de lenguaje moderno, del legado cho- autóctono de Moniuszko estuvo sumi-
piniano, que tanto marcó todo el arte sonoro polaco del XIX. En Es- do en un mar de contradicciones. Sus
paña todavía está por reconocer la dimensión europea de la obra de obras tempranas seguían modelos fran-
Szymanowski. El aniversario de su fallecimiento en este año que ya ceses, en especial Auber y Spontini, ob-
concluye ha pasado sin que su música haya sonado entre nosotros. teniendo su página más equilibrada e
independiente con la ópera Halka. Pe-
Sirva al menos de pequeño recuerdo el escrito que sigue. ro la estrechez de los limites de su ex-

Scherzo 71
ANIVERSARIO

presión saldría de inmediato a la Apunte biográfico tivas de la etapa los 9 Preludios Op. 1
superficie. Sería ahora la vigorosa
atracción de ¡a propuesta wagnenana
la que reduciría en muchos puntos la
A ntes de pasar a tratar la inciden-
cia de Szymanowski como compo-
sitor formado y también sobre qué ám-
(1900), las Variaciones Op.3 (1903) y
los 4 Esludios Op.4 (1904). Pero el eter-
no retorno a la música de Chopin co-
ambición de Moniuszko. Curiosamen- bito concreto hubo de actuar su arte, mo fertilizante para los compositores
te, y de nuevo en relación con la músi- nos referiremos a su origen y a sus años polacos era ya una posibilidad que se
ca alemana, este autor legó una de educación. Karol Szymanowsky na- estaba agostando. El nacionalismo po-
colección, Melodías de la familia, que ció el 6 de octubre de 1882 en Tymows- lítico de Szymanowski en su juventud
giraba en torno al lied alemán, pero que zówka, Ucrania, pequeña población va lomando tintes virulentos y comba-
por reacción extrajo algunos valores de regentada en ese momento por el depar- tivos. Su voz se une a textos de poetas
la música popular polaca. En esta se- tamento ruso de Kiev. En estas fechas polacos marcadamente significados en
rie, que supera las 300 canciones, des- no existe una Polonia independiente. esa línea. En este grupo vocal hay va-
cubrimos una estructura muy sencilla Esa realidad es continua fuente de tor- rios hitos como las Seis Canciones Op.2
al servicio de un melodismo de no muy mento para la mayoría de las familias sobre Tetmajer, redactadas entre 1900
alto vuelo. El sentido que hay que dar- polacas. En la de Szymanowski coin- y 1902, o las Cuatro Canciones Op.U
le al conjunto es sobre todo el de un es- cide con un vivo interés ante las nove- de 1904-5, con base en palabras de Mi-
fuerzo primerizo en volver la mirada dades literarias y musicales. Stanislaw cinski, aunque la partitura que mayor
hacia la tradición folklórica del pueblo Korwin-Szymanowski, padre de Karol, carga conlleva de las del período, en lo
polaco. La ambivalencia de la produc- supo transmitir sus inquietudes a sus hi- relativo a la asociación política en fa-
ción de Stanislaw Moniuszko radica en jos. Conocido este ambiente, no debe vor de la causa polaca, es sin duda, la
su dependencia de músicas foráneas, de extrañarnos que proliferaran las ocu- titulada Tres fragmentos sobre poemas
un lado, y su tímida indagación de lo paciones artísticas entre los hermanos de Jan Kasprowicz Op,5 (1902). El es-
fidedignamente polaco, del otro. Am- de nuestro compositor. Feliks fue un critor siempre se había conducido co-
bos rasgos tuvieron consecuencias en- magnífico virtuoso del piano e igual- mo un patriota polaco militante, hasta
contradas sobre la inmediata música mente se adentró por los caminos de la el punto de haber sido encarcelado por
polaca que le sucedió. Hubo tanto un composición. Los comienzos de su bri- sus obras. La asunción de sus textos por
moderado resurgir por nuevas vías de llante carrera hicieron pensar incluso, parte de Szymanowski tenía el valor de
expresión asociadas a lo nacional, co- en un primer momento, que era él una declaración de principios en el pla-
mo un estéril anquilosamiento produ- quien estaba verdaderamente dotado de no del problema polaco. Desde un en-
cido por la entrada en picado de los talento musical. Stanislawa triunfó co- foque estrictamente musical, la
planteamientos monuszkianos hasta to- mo cantante, Zoila se dedicó a la poe- posición nacionalista activo de los poe-
car el fondo del más craso de los aca- sía, y por fin, Nula ligó su nombre a mas de Kasprowicz no se correspondía
demicismos. la pintura. Todos los hermanos recibie- en absoluto con una actitud semejante
En las promociones situadas en el ron una instrucción musical básica de del idioma szymanowskiano, todavía
cambio de siglo no son apreciables dis- manos de su padre. Karol Szymanows- estrechamente próximo a los métodos
tintas orientaciones. Se renovaban otra ki amplió estos conocimientos gracias del lied alemán. Cabe pensar que
vez ¡as influenzas de Chopin y de Wag- a sus amigos Natalia y Harry Neuhaus, Szymanowski se negó a seguir el cami-
ner. Wladislaw Zelenski (1837-1921) los dos consumados pianistas. Su in- no apuntado por Moniuszko en sus
asumió, sin embargo, posturas extre- fluencia llevó al joven Szymanowski a Melodías de la familia, de indudable-
mas de rechazo del ingente aporte del seguir estudios en la escuela Gustav mente escaso poder de despliegue, por
genio de Bayreuth. Sus óperas, mencio- Neuhaus en Elisavetgrad. Aparte de sus el lastrante academicismo en que había
naremos Goplanay Konrad Wallenrad, progresos técnicos, hay un hecho deci- caído en el momento que vivía nuestro
estaban transitadas de un lirismo tan sivo en la vida de Szymanowski, esta compositor, acercándose al área germa-
sincero como trasnochado en muchos vez en el orden estético-ideológico. Co- na, cuya fuerza expresiva en el género
aspectos. Zelenski huyó de toda preo- mo para casi todos los músicos pola- de la canción no podía por menos que
cupación formal, a plena conciencia, en cos de la época y, realmente para un reconocer.
sus páginas teatrales en beneficio de un porcentaje inmenso de los composito-
discurso gobernado por la melodía en- res occidentales del período, se trata del Reacción contra el academicismo
impacto con la creación gigantesca de
cadenada libremente. Claro está, la
elección es a nuestros ojos merecedora
de critica por la endeblez arquitectóni-
Richard Wagner. En el caso de Szyma-
noskí, éste se produjo tempranamente,
N o sólo para Szymanowski, sino pa-
ra toda una generación de músicos
polacos, se hizo cada vez más evidente
ca que supone. Además de Chopin, el a sus 13 años de edad, cuando tuvo la el bache en que se encontraba hundido
estilo de Robert Schumann se deja sen- oportunidad de asistir a representacio- el arte sonoro de su país. Frente a la
tir asimismo en la música de Zelenski. nes de sus obras en Viena. Fue un ver- cortedad de miras de las prácticas de-
Precisamente es la referencia schuman- dadero choque que marcaría al polaco sarrolladas dentro de las propias fron-
niana la que nos conduce a otro com- por varios años, si bien este influjo sea teras se estaban produciendo aconteci-
positor polaco del período, Zygmunl rastreable a diferentes niveles en su mientos estéticos apasionantes en el res-
Noskowski (1846-1909), autor que qui- obra compositiva. Szymanowski reor- to de Europa. El enganche a lo más
zá no llegó a desarrollar todas las po- denó su un tanto disperso saber en Var- adelantado de la música occidental era
tencialidades que encerraba en un sovia entre 1901 y 1904. Tomó lecciones ya la prioridad máxima. Como enemi-
principio su talento. Noskowski es to- privadas de armonía con Zawirki y de go común de un grupo de jóvenes po-
davía hoy merecedor del recuerdo de- contrapunto y composición con el ya lacos se alzaba la ultracon servad ora
bido a su creación ex nihilo del poema citado Noskowski, cuya huella, como situación reinante en Polonia. La reno-
sinfónico polaco con su partitura Es- indicábamos, es indudable sobre vación precisaba urgentemente un cau-
lepa. A los efectos de nuestro escrito Szymanowski. ce que diera salida a su contribución.
nos interesa Noskowski por su rica y El primer Szymanowski transita por Este fue, en primera instancia, la fir-
colorista técnica de orquestación. En la recurrente senda de la fijación cho- ma editorial llamada Sociedad Edito-
ella hay muchas cosas que anuncian los piniana. Este es el mundo donde se in- rial de Compositores Polacos Jóvenes.
procedimientos de Szymanowski, obje- sertan sus obras pianísticas tempranas. El príncipe Wladislaw Lubomirski apo-
to central de nuestro enfoque Entre ellas son plenamente representa- yó económicamente el empeño, que

72 Scherzo
ANIVERSARIO

cuajó, al fin, en 1905, si bien su sede dei grupo y en especial las de su amigo poriancia, como Dresde, Leipzig,
hubo de fijarse en Berlín, ante las de- Szymanowski. La prematura muerte de Berlín, Viena y Londres. La actividad
sérticas condiciones que ofrecía el pa- Mieczyslaw Karlowicz (1876-1909), del grupo se vio favorecida en muy gran
norama polaco. también sumado a Joven Polonia, frus- medida por el estupendo momento que
El ambiente polaco insistía en su hos- tró abruptamente las expectativas que vivía la interpretación polaca. La Filar-
tilidad por las novedades, pero ya las su sobresaliente talento La producción mónica de Varsovia fue fundada en
cosas no iban a poder mantenerse en el que llegó a dejar daba ya muestras de 1901 y esto supuso una vía idónea pa-
inmovilismo. Los jóvenes polacos se or- unas ideas nuevas y personales en ar- ra las obras orquestales de los compo-
ganizaron como grupo cuya principal moniosa conjunción con un absoluto nentes de Mloda Polska. Entre las
finalidad era difundir la nueva música dominio de la técnica de escritura com- figuras personales no hay que olvidar,
mediante ejecuciones en vivo. El núcleo positiva. Las obras orquestales de Kar- además del ya citado Fitelberg como
de los formadores estaba constituido lowicz, siete poemas sinfónicos, una virtuoso de la batuta, a los pianistas
por Fitelberg, Rózycki, Szeluta y el pro- sinfonía con programa y un concierto Harry Neuhaus y Artur Rubinstein y al
pio Szymanowski. Se les conocía como para violín, son claramente compren- violinista Pawel Kochanski. Volviendo
Joven Polonia, hilada Polska, y en rea- sibles como antecedentes de las páginas al instrumento de teclado, rozaba la ca-
lidad no podían ofrecer un programa del tipo de Szymanowski. Las posibili- tegoría de lo arquetípico el arte de Ig-
estélico coherente y común. No es po- dades de desequilibrio que amenazaban nacy Jan Paderewski (1860-1941),
sible, por lo tanto, referirse a una es- a los Jóvenes Polacos se hicieron por personaje-símbolo de la época que ha-
cuela polaca de composición de demás evidentes en el caso de Ludomir brá de ser mencionado más adelante en
principios de siglo, situación paralela Rózycki (1884-1953), quien se vio final- este texto.
a la actual; se trata lanto en uno como mente atrapado por las ondas del pos-
en otro caso de dos floraciones, a dife- tromanticismo alemán, quebrándose
rentes niveles es cierto, integradas por así toda la perspectiva evolucionadora Períodos creativos de Szymanowski
una pléyade de personalidades perfec- para su obra.
tamente individualizadas. Entre los
miembros de Mloda Polska destacó con
Mloda Polska actuó únicamente du-
rante un lapso de seis años, pero desde E n el catálogo de Karol Szymanows-
ki se pueden distinguir con trans-
parencia varias maneras. Una de ellas
mucho la obra de Szymanowski. Grze- su concierto de presentación el 6 de fe-
gorz Fitelberg (1879-1953) abandona- brero de 1906 en Varsovia, el esfuerzo encuentra su limite cronológico en los
ría prontamente la composición, campo realizado hizo cambiar sustancialmen- años anteriores a la Primera Guerra
al que entregó su Rapsodia Polaca, que te las cosas. La nueva música polaca Mundial. Es una fase de indudable ma-
aún se mantiene en el repertorio de su pudo oírse en concierto tanto en el país, durez creadora aunque primeriza. Se
país, para desplegar una brillante ca- Lvov, Cracovia y Varsovia, como al contabilizan páginas no geniales, pero
rrera como director de orquesta, defen- otro lado de sus fronteras en los cen- logradas: Obertura de Condeno Op.
diendo desde la misma las creaciones tro musicales europeos de mayor im- 12, Segunda Sinfonía Op. 19 y Segun-
da Sonata para piano Op. 21. Con to-
do, es igualmente inocultable el fuerte
amarre del lenguaje del músico al mue-
lle de la música alemana de fines del si-
glo XIX y primeros años del XX. Lo
afirmado se evidencia quizá con mayor
vigor en los ciclos de canciones con nú-
meros de opus, 13, 17 y 22, que se sir-
ven de textos de poetas alemanes como
Dehmel, Bodenstedt y Bulcke. Junto al
ejemplo más o menos lejano de Wag-
ner, la orquesta de Szymanowski en es-
tos años está sobre todo teñida de la
influencia de Richard Strauss, e igual-
mente de la de Max Reger, pese a que
esta última sea menos obvia. La Ober-
tura de Concierto refleja ya en sus im-
pulsivos acordes iniciales la inequívoca
deuda que la une con el mundo de los
poemas sinfónicos straussianos, ante
todo con Don Juan. La Sinfonía n." 2
en si bemol mayor Op. 19, contempo-
ránea de la Sinfonía n," 9 de Gustav
Mahler y de las Cinco Piezas Op. 16 de
Arnold Schoenberg, insiste en la mis-
ma linea de adscripción al estilo del mú-
sico bávaro, pero se pueden señalar en
ella otras notas distintivas como su poe-
ma! ismo muy en sincronía con el prac-
ticado por Alexandr Scriabin. Reger se
halla presente en la página de un mo-
do posiblemente más sutil. Su influjo
más claro es el método de encadenar las
variaciones que forman el segundo de
los dos últimos movimientos y condu-
K. Szymanowski de joven EMI cirlas hasta la fuga conclusiva.

Scherzo 73
ANIVERSARIO

Hacia 1913 entró Szymanowski en magnifico fruto del Concierto para vio- 1918. Pero el logro por excelencia de
contacto con obras fundamentales de lín n. ° I— y que el dedicatario de la Szymanowski en relación con lo árabe
nuestra centuria. Varias audiciones im- obra era el gran Pawel Kochanski. La es, sin duda, \& Sinfonía n. "3 «Elcan-
pactaron su propio estilo, en especial última sección de Mitos ofrece una in- to de la noche». Es ésta la gran produc-
los montajes de los ballets rusos de teresante anticipación con la aplicación ción que alcanzó nuestro compositor
Diaghilev de E¡ pájaro de fuego y Pe- de cuartos de tono, que anuncia la pos- como respuesta a la experiencia medi-
trouchka de Stravinsky, e igualmente terior sistematización de Alois Haba. terránea. En muchos aspectos, estamos
determinante fue su asistencia a repre- Son otras páginas bajo la impresión de ante la apasionante tentativa de la
sentaciones de la ópera de Debussy Pe- lo griego Metopas y Máscaras, ambas transcripción en sonidos de sensaciones
lléas el Mélisande. El nuevo lenguaje para piano. La primera de ellas extrae visuales. Szymanowski se sirve del Se-
sonoro que sale a flote en esos días ac- sus números de La Odisea, que son así gundo Diván del escritor persa Djalál-
tualiza la necesidad personal del pola- denominados La isla de lassirenas, Ca- al-Dín Rumi, el más grande de los mís-
co de evolucionar. Debussy y lipso y Nausicaa. Lo pretendido por ticos sufíes en esa lengua. La conjun-
Stravinsky son, desde luego, focos muy Szymanowski en este tríptico era plas- ción engendró uno de los instantes de
importantes para su obra en esta eta- mar en sonidos su conocimiento de la mayor potencia extática de todo el ca-
pa, pero no son los únicos factores a escultura griega, tal y como pudo ad- tálogo del autor polaco. Los versos de
tener en cuenta. Las lecturas que atraen mirarla en Sicilia. Estas series, junto Rümi y la música de Szymanowski ex-
la atención de Szymanowski calan pro- con las 20 Mazurkas, concentran lo me- presan con unción la unión del artista
fundamente en su visión estética gene- jor de lo destinado por el músico pola- con el cosmos. La obra roza límites ine-
ral. Sus estudios de los grandes trágicos co al teclado; en tanto que sus • fables de lirismo. Este aspecto de la Sin-
griegos y de la filosofía antigua, muy incursiones en la forma tradicional de fonía n. ° 3 Op. 27 ha sido señalado por
especialmente la de Platón, polarizaron la sonata obtuvieron respuestas bastan- el especialista C.R. Halski, para quien
en una dirección distinta de la hasta en- te más rígidas. Todavía debemos citar la composición supone «el renacimien-
tonces seguida su concepción misma de otra producción plenamente griega. to de la emoción lírica que se había ve-
la música. También habría que señalar Nos referimos a la cantata Demeter, nido degradando hasta una ausencia de
su comprensión de Nietzsche como fun- que es una reescritura de la tragedia Ba- alma y un aumento del énfasis que bor-
damental en el viraje que se produjo. cantes de Eurípides. Rey Roger, la deaba la vociferación». Por discutibles
Szymanowski encontraría en la crea- obra-resumen de este planteamiento que sean las opiniones que vierte la fra-
ción filosófica del autor de Ecce homo conceptual, será objeto de comentario se sobre la producción de Szymanows-
un firme apoyo para desprenderse de más adelante. ki hasta ese momento, la valoración es
la capa de wagnerismo que hasta ese Todo este mundo puesto en sonidos, totalmente acertada respecto de la Sin-
momento le había cubierto. El músico la base filosófica que serpenteaba por fonía n." 3 «El canto de la noche».
polaco y e! filósofo alemán adoptaron debajo de la capa mitológica, exigió de Después de las magnificas consecu-
posturas semejantes, volviendo sus mi- Szymanowski una exteriorización me- ciones de la fase que ha sido calificada
radas hacia el fértil universo de la an- diante un lenguaje mucho más concre- en apropiada expresión como «exótico-
tigua Hélade. Concretando aún más, to que el musical. Lo perentorio de la im presión i sta», la música de Szyma-
una figura tomaba también para demanda podemos apreciarlo en el he- nowski no se estancó en ese punto, si-
Szymanowski la categoría de símbolo. cho del momentáneo abandono de la no que iba a descubrir nuevas vetas que
Dionisos, dios patrimonial del desen- propia música. Todas las cuestiones vi- explotar. De nuevo, un acontecimien-
freno, pasaba a ser el nuevo norte exis- tales, estéticas e ideológicas deberían to de su biografía personal determina-
tencial de la música de Szymanowski. quedar reflejadas en la novela Efebos, ría su visión estética. Esta vez fue su
No solamente cabe hablar del acre- redactada en los años 1918-19. Lamen- estancia, a intervalos en varias tempo-
centamiento de la cultura de Karol tablemente, este escrito, que tan útil nos radas a pan ir de 1922, en los montes
Szymanowski como palanca de cambio hubiera sido para iluminar ciertas fa- Tatra con objeto de tratar la progresi-
de su arte. Es asimismo factible hacer cetas de la música szymanowski ana, no va afección tuberculosa que le aqueja-
lo propio respecto de otras experiencias se ha conservado hasta nuestros días. ba. El compositor descubrió la enorme
vitales como los viajes. A partir de los El manuscrito desapareció consumido fuerza comunicativa de la música po-
primeros años de la década de los diez entre las llamas de Varsovia en 1939. pular polaca. Los cantos tradicionales
el músico viajó a varios países de la Algo sabemos, sin embargo, por el tes- campesinos de la región se le revelaron
cuenca mediterránea. Decisivo fue el re- timonio de Iwaszkiewicz, que informó de una sobresaliente capacidad de fer-
corrido de 1914 por algunos territorios de su gran extensión y de la temática mentación para una subsiguiente elabo-
árabes. Tuvo asi lugar una auténtica que desarrollaba: amor y erotismo. ración culta. Curiosamente, hasta esa
conmoción en la mentalidad de Szyma- La mirada fija en lo árabe es, como fecha, Szymanowski se había negado
nowski al contactar con la cultura islá- anunciábamos, la otra gran atracción en redondo a reconocer que la toma di-
mica clásica, que pasaría a ser la otra de Szymanowski en este período. No recta de lo popular pudiera en forma
fuente esencial de inspiración de su asistimos a un vacuo orientalismo con- alguna servir de partida a una creación
música. sistente en coloristas citas Hiérales de culta con una mínima amplitud de mi-
La etapa griega música árabe, colocadas con habilidad ras. El cambio de actitud fue asimismo
aquí o allá en el seno de un discurrir motivado por la admiración del pola-
S e insertan en la esfera de origen grie-
go diversas partituras. Mitos, para
violín y piano, data de 1915. Es una
sonoro de distimo signo estilístico. En
absoluto es esto. El polaco no utilizó
directamenle escalas o melodías árabes.
co por algunas partituras de su tiempo
que demostraban muy a las claras la vi-
talidad de obras que adoptasen una va-
obra formada por pequeños poemas Captó en profundidad la verdad y el liente disposición por adentrarse en la
que responden a los títulos La fuente sentido de esa música, y en su obra de- modernidad, extrayendo su energía de
de Areiusa, Narciso y Dríades y Pan. jó que latieran sus rasgos esenciales, raíces folklóricas manejadas en una u
Radica su significación en la rica explo- desde sus armazones armónico y rítmi- otra forma. La página-símbolo que evi-
tación de los recursos del instrumento co, hasta su aguda tendencia extática. denció todo un nuevo mundo a Szyma-
de cuerda, lo cual no es raro teniendo En esta línea, una de las páginas más nowski fue Las bodas de Stravinsky.
en cuenta el interés de su autor por el fervorosas salidas de su pluma es ¡a se- Otras creaciones de la etapa rusa del
violín —que dará al año siguiente el rie Cantos del almuecín apasionado de maestro Oranienbaum influyeron sin

74 Scherzo
ANIVERSARIO

lugar a dudas en nuestro autor, in- no misma, siendo jefe del Ejecutivo po- Harnasie es la obra que emplea más in-
evitablemente hay que citar Petrouch- laco entre 1919 y 1921. mediatamente el sustrato folklórico en
ka y La consagración de la primavera, todo el nacionalismo de Szymanowski.
pero ninguna ejemplifica como la men- Encuentro con el folklore Desde luego, no es una servil imitación
cionada en primer lugar el salto cuali- o una mecánica reproducción de la mú-
tativo sufrido por el estilo se
Szymanowski.
Debemos recordar también que eran
L a fase que se inauguraba encami- sica popular polaca. El material utili-
naba la producción szymanowskia- zado es tratado con gran flexibilidad.
na a «respirar el aire de las montanas»), Los ritmos, las melodías y los acentos
años de exaltación de todo lo polaco. según la feliz frase de Jan Sliwinski. irregulares propios de los cantos y dan-
El país mismo, tantas veces repartido Los frutos iniciales de la misma llega- zas del pueblo son incorporados a la ar-
y sometido, arrancaba al fin su inde- rían mediada la década de los veinte quitectura global de una obra unitaria
pendencia política. El hecho se produ- con las 20 Mazurcas para piano Op. 20. y que exterioriza elocuentemente la per-
jo a raíz del Tratado de Versalles de La mejor realización tendría una larga sonalidad del compositor. Un original
1919, que aún tuvo que ser ratificado gestación. En el ballet Harnasie centró colorido impregna la página de princi-
sangrientamente con la guerra fronte- Szymanowski su acopio de materiales pio a fin. El estilo de Szymanowski to-
riza entablada en 1919 con la Rusia so- folklóricos de los Tatra, labor que le ma angulosidades más abruptas. Su voz
viética. Un músico tuvo un ocupó a lo largo de muchos años. No se hace bárbara y primordial.

Witold Rowicki, intérprete habilual de la música de Szymanowski. G. Filelberg, amigo y gran defensor de su música.

Sinfonía n."4o Sinfonía concertante


destacadísimo papel en el proceso in- hay quizá en esta recopilación las exi- para piano. Siendo una de las últimas
depende mista. Ignacy Jan Paderewski, gencias de rigor científico de las inves- composiciones del músico, estamos an-
antes nombrado, representaba en sus tigaciones de un Bartok, pero en ambos te el otro extremo del arco de transfor-
interpretaciones pianísticas de obras de casos se trataba de soluciones en buen mación que empezara con la asunción
Chopin la más destilada esencia del es- grado paralelas en cuanto a la compo- del bagaje de los habitantes de los Ta-
píritu polaco. Activo en política y el sición posterior. Harnasie quedó ulti- tra. El nacionalismo que palpita en es-
mejor embajador de su país, consiguió mada en 1931. Recoge una antigua ta obra se ha despegado hasta el postrer
ya en 1915 interesar al presidente esta- leyenda montañesa tejida en torno a los extremo de toda atadura de literalidad.
dounidense Wilson en la conveniencia seculares bandidos que asolaban la re- Nos encontramos con un folklore idea-
de la restauración y la libertad polacas. gión. La formulación que se le dio pa- lizado, muy en la linea —se hace aquí
Su prestigio internacional fue palanca ra el ballet correspondió a las plumas necesario reiterar el nombre de este
decisiva en la obtención del resultado de Jan Rytard y Jaroslaw iwasczkie- gran músico— de Béla Bartok. Dise-
final. Paderewski hubo todavía de wicz, escritores de aspiraciones nacio- ños, células rítmicas y melódicas, tam-
comprometerse en la acción de gobier- nalistas y muy ligados al compositor. bién métodos de articulación, proceden

Scherzo 75
ANIVERSARIO

atrajo hacia su universo personal más


y más zonas del texto. Al mismo tiem-
po, su libretista, Jaroslaw Iwasczkie-
wicz, perdió paulatinamente interés en
su larea. Iwasczkiewicz colaboró en
1918 en la fundación del grupo litera-
rio Skamander de Varsovia. A contar
desde ese instante su dedicación a la
poesía se incrementó por momentos
hasta hacerse total. Szymanowski aca-
bó impacientándose y realizó por sí
mismo la revisión general del lexto en
el estado en que se enconiraba, ade-
cuándolo a las necesidades de su músi-
ca. El trabajo le llevó finalmente a
reescribir casi por entero los actos se-
gundo y tercero de la ópera. Rey Ro-
ger sorprende, a los efectos que antes
apuntábamos, por el mantenimiento de
su unidad estilística, pese a que fuera
redactada en los años de transición del
lenguaje szymanowski ano del heleno-
arabismo al nacionalismo. Tal evolu-
ción no es palpable en la obra, que con-
serva una compacta homogeneidad.
Rey Roger basa su parca acción es-
i i
cénica en el personaje histórico del rey
Roger II de Sicilia, primer gobernante
de dinastía normanda que tuvo la isla
en el siglo XII. La ficción escénica une
estos hechos al tema de Penteo desarro-
llado por Eurípides en su tragedia Ba-
cantes. El punto medular que la
sustenta es el enfrentamiento de la di-
cotomía apo lineo/dio ni siaco, tan pro-
fundamente nietszchiana, como
constante del arte y la cultura occiden-
fi-if'lir'Mií i tales. Cristianismo y Paganismo se opo-
nen también en otro de los planos de
i" j ' IÉT- r i- Í • i j * t !»*(*• la obra, pero es superficial quedarse en
esta única interpretación. Todo un cú-
mulo de enfoques filosóficos y vitales,
apuntando ante todo en una dirección
estética, se hallan superpuestos en la
que no debe vacilarse en considerar la
Tercera sinfonía, segundo movimienlo (manuscrito autógrafo). obra maestra de Szymanowski. Se en-
cuentra en Rey Roger alguna de la mú-
lodos ellos del acervo polaco, pero, co- Rey Roger, ópera nacional polaca sica más imaginativa de su autor. El
mo apuntábamos, lo hacen difuminán- idioma de la partitura bascula entre una
dose en el cuadro general de la obra. a diferenciación estilística que expresión ruda y bárbara y pasajes
Una de las notas que atraen el interés
en la Sinfonía n.°4e$ la inlerpenetración
de su carácter nacionalista con una es-
critura de talante neoclásico que domi-
L hemos efectuado en los párrafos
anteriores no se ajusta a la per-
fección a una compartimentación cro-
transidos de éxtasis lírico.
La auténtica significación de la obra
de Szymanowski no ha sido aún total-
mente incorporada al entendimiento ge-
nológica. Existe una composición de
na en ella. La preocupación del Szymanowski, por otra parte funda- neral de las corrientes europeas de
compositor por lo orgánico sale en es- mental dentro de su catálogo, que atra- nuestro siglo. Ni siquiera la celebración
ta página a la superficie. El resultado viesa sus dos más importantes etapas del centenario de su nacimiento en 1982
es la reunión en una misma partitura creativas. Nos referimos a la ópera Rey cumplió todos los objetivos deseables.
de dos de las grandes corrientes que se Roger. Es ésta la producción decisiva Szymanowslci es por descontado el
enseñoreaban de la escena de la músi- donde acabaron confluyendo los inten- compositor polaco más importante de
ca occidental del tiempo. La Sinfonía tos de alzar una ópera nacional polaca la primera mitad del siglo XX y el autor
concertante, por lo demás, representa debidos a Moniuszko y Zelenski. En más destacado entre Chopin y la pre-
la cumbre de la maestría de Szyma- opinión de H.H. Stuekenschmidl es la sente floración de compositores de su
nowski como orquestador. Las líneas obra de mayor peso que nunca Polo- país. Algunos de los miembros de la
del conjunto —el piano no tiene una nia aportara a la música occidental. primera fila de la creación polaca de
función solista en el sentido de un vir- Rey Roger tuvo una larga gestación, nuestros días, como Penderecki y Lu-
tuosismo acaparador— adquieren una entre 1918 y 1925, que tropezó con es- toslawski, han reconocido explícita-
gran transparencia y producen por su collos de diverso tipo. El más inirinca- mente la deuda que tienen con el gran
tímbrica un efecto de luminosidad do consistió en la forma definitiva que regenerador.
extrema. debía tomar el libreío. El compositor Enrique Martínez Miura
76 Scherzo
ULTIMAS EDICIONES

DECCfl
PHILIPS

BACH: Cantatu BWU 106 "Aclus Tragicus' y 131


6ach Ensemble. Joshua Rifkm
CD 4173232 • LP 4173231 • MC 1173234 Digital BACH: Oratorio de Navidad
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Vladimir Ashkenazy M
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Orquesta Smtónica de Chicago Su Georg Solti
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HAYDN: Sintonía Nos. 62 El Oso" y B3 La Gallina


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Orqjesla del Concertgebouw. Amsterdam. Vladimir Ashkenazy LISZT: Añot de Peregrinación: llalla
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SIBEUUS: las 7 Sinfonías
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PXVAROTTI: CANCIONES Samuel Ramey Orquesta Philharmoma Donato Renzetti
4 CD 4211222 CD 4201842 • LP 4201841 • MC 4201844 Digital
DANZA

mentos repetitivos que alternan con


La modernidad elegante
5chmák: Coreografía c interpretación: Caterína Sagna y Tomeu Verges. Música: M. Nyman's, Gneg
otros de acento lírico y elevado, lo-
gra una curva que permite a los bai-
larínes tener adagios entre las
y l.anner. Luces: Enrico Bagnoli. Vestuario: Pauline Binoux. Efectos especiales: Abdul Alatrez. fuertes variaciones que desembocan
Centro de Nuevas Tendencias Escénicas. Sala Olimpia, Madrid. Del 12 al 15 de noviembre. en el intenso dúo final. La farsa de-

A sombrosamente, la crítica
especializada de la capital
por sí mismo, no les interesa, sino ja sentado desde un principio que
su relación con un mundo sublimi- lodo lo que sucede en escena no es
del Estado no se hizo eco nal de referencias eróticas, plásti- más que una especulación alrede-
del mejor espectáculo contemporá- cas y humorísticas que tejen un dor de un misterio sin esclarecer.
neo de la temporada. La sala Olim- fresco sugerente y ameno. No han La trama negra está servida.
pia permaneció semivacía desde el caído en la tentación de extenderlo Tomeu y Sagna juegan a profun-
día del estreno hasta la última fun- en el tiempo, y eso es de agradecer, didad en una serie de movimientos
ción, y la pieza de Tomeu y Sagna aunque aún podía haber sido mas ora cruzados, ora coordinados,
se ha ido tal como vino, sin ser vis- breve y haber conseguido un efec- donde impera el ritmo quebrado
ta más que por el reducido y mili- to mucho más fuerte.
tante grupo de siempre. La pieza, y ellos mis-
La pieza es muy compleja. Tie- mos, son el producto
ne a su favor los intérpretes. Tan- evolucionado de esa
to él como ella son bailarines vanguardia que ya hoy
maduros que han experimentado empieza a peinar algu-
sobre sus cuerpos las vanguardias nas canas. Es la resul-
y sus tendencias más avanzadas. tante de Gallotta,
Tomeu mismo, acaba de separarse Saporta, Baouguet con
de las manos y los efectos de Ca- el aditamento de la in-
rolyn Carlson. Así, en su obra es- fluencia norteame-
tan presentes los códigos de esa ricana.
búsqueda que ha protagonizado la Aún reconociéndose
nueva danza francesa, donde el estas influencias, el es-
más perjudicado ha sido el movi- pectáculo es tremenda-
miento de la danza convencional, mente original y la
sacrificado siempre en búsqueda de catarsis que culmina en
una renovación formal de los códi- muerte está interpreta-
gos y su resultante artística. da con entrega. Deco-
El tándem Tomeu-Sagna exhibe rados y muebles com- Tomeu Verges y Colerina Sagna.
una buena preparación física, que binan una especie de
es usufructuada por la idea de la decadencia bien llevada. El rito en- sobre la liquidez y el enlace. Am-
pieza. La danza se subordina a un tre personajes se verifica a través de bos marcan breves secuencias que
interés argumental y formal donde una integración dinámica con sillas, luego repiten a manera de recorda-
la puesta en escena se vuelve pro- pasteles de yeso, luces y telas. La torio, de dato sinfónico, pero sin
tagonista. Está claro que el baile, música, hábilmente puesta en frag- llegar a ninguna obsesión minima-
lista o repetitiva. Lo que resalta es
la elegancia y el sobrio empaque
que tiene todo el trabajo. Pasan los
52 minutos con una gentileza veloz.
No hay pausa y no hay aburrimien-
to. Han caído antes, en fantástico
bombardeo, pelotas saltarinas de
colores, un efecto magnífico y des-
lumbrante que abre a la escena
final.
Trinidad Con este espectáculo acaba la
Sevillano y oferta de danza del nuevo ciclo de
Peier
Schau/uss Nuevas Tendencias Escénicas, que
en el haciendo mérito a su nombre, se es-
Corsario. fuerza por mostrar creaciones que
FOTO: se alejan de lo trillado, o al menos,
J. CASTAÑAR de lo visto en los escenarios espa-
El London Festival Ballet ha vuelto a presentarse a finales de noviem- ñoles. Este año el nivel ha sido al-
bre en Bilbao y Tarrasa con un programa combinado que incluyó pie- to, y se ha visto respaldado por
zas contemporáneas de Christopher Bruce y otros autores ingleses piezas como Via, de la valenciana
modernos y dos momentos de repertorio clásico: Danzas de Napoli Gracel Meneu, o el Réquiem de
y el Paso a Dos de El Corsario. En estas piezas han intervenido, entre Verdi, de Cese Gelabert y Lydia
otros, Peter Schaufuss y Trinidad Sevillano, actualmente miembro de Azzopardi.
la prestigiosa agrupación británica.
Roger Salas
78 Scherzo
DANZA

Alicia Alonso: primero seguido por varios especialistas teó-


ricos del ballet de toda Europa,
sentará una pauta trascendental en
el desarrollo y futura madurez del

Roma y después Madrid ballet clásico en España. Si por al-


go ha destacado la Alonso ha sido
por su versatilidad y la profunda
huella que ha dejado en el perso-
naje de Giselle, donde está concep-
El 4 de diciembre Alicia Alonso estrenará en la Opera de Roma un im- tuada como la mejor intérprete de
portante ballet que tuvo su estreno mundial el pasado Décimo Festival nuestro tiempo. A estos méritos
Internacional de Ballet de La Habana. La eximia bailarina cubana, una hay que sumar la creación de la es-
de las más importantes del mundo, comienza así su incursión europea cuela cubana de ballet y su larga la-
de esta temporada, que pasará por unas clases magistrales en la capital bor didáctica a más de tres
española y una gira con toda su compañía, el Ballet Nacional de Cuba, generaciones de bailarines donde
en el próximo verano. han destacado figuras de primer or-
den, como Josefina Méndez, Rosa-
rio Suárez y Dagmar Moradillo,

P ara este estreno europeo,


Alicia Alonso ha venido a la
capital italiana acompañada
de un grupo de técnicos, bailarínes
y coreógrafos que participaron en
beth, con momentos de su vida
real. El teatro se confunde con la
realidad de su vida».
La primera bailarina cubana es-
tará en España en marzo próximo
cada una de ellas digna represen-
tante de su promoción.
Alicia Alonso estará en el esce-
nario de la Opera de Roma a lo lar-
go del mes de diciembre en una
la producción original. La pieza es- para impartir una serie de clases decena de funciones de Diario Per-
tá redactada sobre una partitura magistrales de ballet, continuando dido donde participan solistas y
original de Bruno Tedeschi, según un ciclo del más alto nivel interna- cuerpo de baile de la magna insti-
las palabras del propio coreógrafo, cional que comenzara el gran vio- tución operística de la ciudad
Alberto Alonso, uno de los más im- lonchelista Rostropovich durante eterna.
portantes músicos contemporáneos 1986. A esta feliz idea de José Ma-
de Italia. Los diseños han sido en- nuel Garrido Gúzman, director ge- En el verano de 1988 el Ballet
comendados a Ricardo Reymena, neral del Instituto de las Artes Nacional de Cuba volverá a tener
que también los hizo para la ver- Escénicas y de la Música, la Alon- una extensa gira por varias ciuda-
sión habanera, y que ha recreado so respondió inmediatamente que des españolas entre las que ya se
sus dibujos originales para la nue- sí, con un proyecto que será sin du- cuentan Madrid, Barcelona y San
va realización romana. da un recorrido a través de su maes- Sebastián.
El argumento del ballet gira en tría en los diferentes estilos de la
torno a los recuerdos de una actriz danza clásica. Este curso, que será R.S.
dramática que, en medio de su de-
lirio, vuelve a tener contacto con
sus grandes personajes de antaño.
La Alonso da vida a un difícil per-
sonaje dramático que finalmente se
entrega a los médicos. La coreogra-
fía de Alberto Alonso, que ya ha
hecho varios ballets expresamente
para que fueran interpretados por
Alicia, incursiona en el terreno de
la danza-teatro y las más modernas
corrientes de hoy. Alberto resume
así su trabajo: «Es un ballet que
trata sobre una actriz que ha per-
dido su diario de memorias. Re-
cuerda entonces momentos
esporádicos de su vida privada, pe-
ro los confunde con su vida artísti-
ca. La actriz está solitaria y todo lo
que sucede en el escenario son sus
elucubraciones, los fantasmas del
recuerdo que se interponen y se in-
tercambian, como personajes tea-
trales. Así, ella confunde sus
grandes éxitos, como Ricardo III,
Romeo y Julieta, Medea y Mac- Alicia Alonso.

Scherzo 79
MÚSICA CONTEMPORÁNEA

Desaparición de un creador original


Con motivo del reciente fallecimiento del compositor norteamericano En este período sus características
Morlón Feldman (1926-1987) traemos a nuestras páginas un breve retra- acústicas apenas cambian. Bien cono-
to de su personalidad musical. Feldman, muy poco conocido entre no- cida es la frase de John Cage: «La mú-
sotros, ha sido uno de los autores más interesantes e influyentes de la sica de Feldman anotada convencional-
música americana más reciente. Traza un apunte sobre su significación mente, representa al propio Feldman
tocando su música gráfica.»
y recoge opiniones del propio músico el también compositor Emiliano Una vez su música aparece totalmen-
del Cerro, que tuvo la suerte de conocerlo personalmente. te escrita, se pone claramente de mani-
El pasado 4 de septiembre moría en Hacia 1958 Morton Feldman aban- fiesto su preocupación por la si-
la ciudad norteamericana de Buffalo, dona los gráficos de sus partituras. metría.
el compositor Morton Feldman. Había «La razón por la que mi música está «Un creciente interés en las al-
nacido en Nueva York en enero de ahora escrita, es porque deseo mante- fombras del oriente próximo y me-
1926, y desde su encuentro casi fortui- ner un control sobre el silencio.» dio, me ha hecho cuestionarme las
to con John Cage, iras escuchar una nociones que tenía sobre lo que es
sinfonía de Antón Webern en el simétrico y lo que no lo es.»
Carnegie Hall neoyorkino, su nom- «Disfruto trabajando con pat-
bre ha sido siempre parte integran- lerns, que se pueden sentir simétri-
te del círculo que representaba la cos (Modelos de 2, 4, 8, ...) pero
nueva música norteamericana: que son presentados en un contex-
Brown, Cage, Feldman y Wolff. to particular»
«Había muy poca conversación Las últimas obras de Morton
sobre música con John, pero tuvi- Feldman incorporan un nuevo con-
mos una increíble cantidad de char- cepto: real lime (tiempo real) una
las sobre pintura». idea obtenida de disciplinas ajenas
De un modo paralelo a la escue- al mundo del arte occidental, que le
la de pintura de Nueva York, Fel- permiten hacer obras de una dura-
dman sintió la necesidad de ción inusitada. Su cuarteto de cuer-
explorar nuevos lenguajes, y en con- da dura seis horas. Estas larguísimas
secuencia trató de evitar las ramifi- duraciones de sus obras hace que su
caciones del mundo serial. Con el música fluya y casi flote de una ma-
apoyo de Philipe Guston y el per- nera muy original. Brian O'Doherty
miso de John Cage, Morton Feld- lo ha visto muy bien:
man comienza su etapa gráfica. Sus «El sonido no progresa, única-
«partituras gráficas» estaban divi- mente se amontona y acumula en el
didas en zonas de duración y en ran- mismo lugar (como las pinturas de
gos de registro. Jasper Johns). Esto oscurece y bo-
«Para no perturbar al iniérprete rra el pasado, y oscureciéndolo, bo-
con la memoria, y para que el soni- rra la posibilidad de futuro.»
do no tenga formas simbólicas, per-
mito que la allura quede indeter-
minada». Morlón Feldman BM1 Emiliano del Cerro

Pequeña excursión a Italia clima conversacional entre cello y pia-


no, que en la segunda juegan con el te-
ma de Iradier, y. finalmente, tres
Madrid. (_ utulo de Bellas Arles, 1 de noviembre la), entusiastas, conocedores, pero danzas de Cuadernos del argonauta, del
de 1987. Obras de Dalianiccois. Peiraísi. Sbordo- imperfectos, nos acercaron cinco par- también director de orquesta Marceno
m. De Pablo, Pennisi y Panní. Gmppo Slrumen-
lalc Musito d'oggi. Direclcn Luigi Lanzillolia. tituras de sus autores: Cuaderno musi- Panni (que actuó este año en el Festi-
cale di Annalibera, pequeña colección val de Granada). El piano y el cuarte-
de 11 piezas donde Dallapiccola hace to de cuerda esbozan un tango, un fox
Se nos ofreció en esta nueva sesión gala de su clara, inicisiva y contrasta- lento (escrito en memoria del fallecido
de la temporada del CDMC un peque- da escritura para piano solo utilizando Morton Feldman) y un ragtime. Mú-
ño panorama de la música italiana de sabiamente formas clásicas y barrocas; sica agradable, de excelente factura.
nuestros días con la incorporación de Dúo, en la que Petrassi dibuja con sen- Y un ruego a la organización: los
un titulo de Luis de Pablo, Ofrenda, cillez y mucho arte, a media voz, líneas programas de mano, bien impresos y
para cello solo, en donde está el germen de contrapunto, ornamentos, trinos, casi lujosos, tienen un papel demasia-
de ia importante Sonidos de la guerra una conversación entre violín y viola; do oscuro. Durante las actuaciones sólo
sobre poemas de Aleixandre. Los dis- Eros/Daeda/us de Sbordoni, que nos se encienden luces muy directas sobre
tinios segmentos de esta composición trae ecos postseriales y nos sorprende el escenario y no hay quien lea una pa-
fueron discretamente interpretados por gratamente por su refinamiento tímbri- labra. Seria muy fácil emplear el blan-
el cellista Lanzillotta, a la vez director co alusivo a un asumo mitológico: La co para que la letra destacara con
del pequeño grupo. muse endormie y La paloma, que sir- nitidez.
Los instrumentistas italianos (ade- ven a su autor, Pennisi, para estable-
más del cello, piano, dos violines y vio- cer interesantes relaciones y crear un A.R.
SO
MÚSICA CONTEMPORÁNEA

El pianismo Ciclo demúsica electroacústica


español Si se me pidiera una opinión rápida,
de trazo grueso, diría que los compo-
Turenasde John Chowning, este reco-
rrido sonoro por nombres olvidables
contemporáneo sitores representados en los conciertos
del 16 de noviembre —obras realizadas
muestra al oyente una vano virtuosis-
mo en el que el programador se luce,
Madrid. Circulo de Bellas Artes. 26 de octubre de
en el Laboratorio de la City University y el compositor brilla por su ausencia.
1987. Obras dt Miguel Alonso. Bart?, Canoh Mar- de Londres— y del 18 —trabajos repre- Sin duda, el ejemplo más claro de ese
eo. Aracil, Balboa y Slefani. Humberto Quaglia- sentativos del CCRMA de Stanford, en exceso efectista —con unos toques un
ta. piano.
Estados Unidos— logran producios so- tanto horteras por la vía country— fue
No es frecuente asistir a un concier- noros biensonantes pero de escasa, la pieza dedicada por David Jaffe al Si-
to en el que la totalidad de las obras cuando no nula, ideación musical. De llico n Valley en el que se asienta Stan-
programadas estén dedicadas, precisa- interés en el primero de ambos actos la ford. Como hecho más destacable en
mente, al instrumentista encargado de pieza del mexicano Javier Alvarez, Te- la sesión citada, cabe reseñar la presen-
ejecutarlas. El recital de Quagliala pa- maxcal, que explota un primitivismo tación, por parte de Tomás Marco y Jo-
ra el Centro difusor de la música con- autóctono junto a unos materiales so- sé Luis Temes, del primer disco de la
temporánea revestía un primer interés noros concretos transformados por el serie dedicada a «Música Electroacús-
por tal circunstancia. Un segundo as- ordenador; en esta obra, la cinta dia- tica Española», iniciativa del Circulo de
pecto atrayente era el de ver qué y có- logaba con las maracas interpretadas en Bellas Artes de Madrid; un álbum que
mo escriben algunos de nuestros vivo por Pedro Estevan. La obra de Ju- ofrece obras de los veteranos Juan Hi-
compositores actuales con destino al lio d'Escrivan, lírica, introspectiva, dalgo y Andrés Lewin-Richter junto a
piano. Dos de las partituras eran ade- abundaba también en elementos extraí- la de autores de la última generación.
más estreno absoluto, la de Aracil, Cal- dos del folklore latinoamericano e in- Y, hablando de los jóvenes composito-
mo, y la de Stefani (de origen corporaba asimismo un intérprete —la res, la sesión del 19 —«Música Elec-
uruguayo, como Quagliata), Macum- flautista María Antonia Rodríguez- troacústica Hispana»— ofreció
ba. Aquélla, en la que el autor, como junio a la cinta. Las piezas de Viñao, trabajos de los mexicanos Russek y Ro-
es costumbre en él, organiza intelectual- Emmerson y Manley, más ambientalis- jo, del venezolano Rugeles, del argen-
mente el material de acuerdo con un tas que otra cosa —sobre todo las del tino afincado en España Daniel
plan estructural definido, capta la aten- último, tenidas de un vago esoterismo Zimbaldo, y de los españoles Jep Nuix
ción por su serena e íntima pátina poé- que pretende ser sugerido por unas so- y José Manuel López (del que tuvo tu-
tica establecida a partir de la sabia noridades tan planas como tópicas. gar el estreno de ¿es temps múltiples).
utilización, medida y espaciada, de Con presentación de Adolfo Núñez se Salvo excepciones, cabe señalar respec-
acordes que recorren súlilmente una escucharon el día 18 grabaciones de los to de los citados y de sus obras una po-
suave y vanada gama dinámica. Esta compositores que pululan por el equi- bre ideación, exenta además en su caso
es una obra de ambiente, alusiva a un padísimo CCRMA de Stanford; y, por del alto nivel, en lo puramente tecno-
ritual afro-brasileño, donde Stefani, el resultado de la audición, diríase que lógico, de los trabajos de ingleses y nor-
buen conocedor de la técnica y posibi- para tales autores el ordenador es más teamericanos. O sea, similares intencio-
lidades del instrumento, articula hábil- importante que la música. Desde los es- nes compositivas pero con más soplo
mente un proceso rítmico que va carceos por la timbrica de Schottstaedt de cinta.
adquiriendo, en virtud de paulatinas (Música Acuática) hasta la conocida José Iges
modificaciones agógicas y dinámicas,
cada vez mayor complejidad hasta al- La Fantasía para piano de Cano tes las miradas hacia atrás, la sensibili-
canzar un tono orgiástico. (Madrid, 1940) es obra breve (4 minu- dad exquisita para los timbres, una
Alonso, siempre delicado y meticu- tas) e intensa, de bella sonoridad, car- cierta trascendida nostalgia y la nítida
loso en su escritura, nos ofrece en es- nosa y mórbida, y enjundiosa caligrafía. Partitura llena de aromas
tas Atmósferas una serie de breves, a estructura rítmica. Se desarrolla en un que posee alto valor evocativo.
veces fugaces, momentos en los que el sólo movimiento según un tradicional Quagliata, aunque tocó siempre con
teclado es ampliamente trabajado en esquema A-B-A. Marco (Madrid, 1942) el papel en el atril, y que se cambió de
todos los órdenes con ayuda de un pe- pretende y consigue en Campana raja- un piano a otro según la obra, dio
dal aplicado a variadas sfumature. Hay da, estrenada por el pianista en Cuen- muestras de conocer excelentemente to-
lejanos ecos impresionistas e, incluso, ca hace seis años, un estudio de das ellas. Pocos defectos podrían po-
aromas cultivados por Mompou; ma- sonoridades ya típico en él donde el fac- nerse a su desentrañamiento y a la
nos cruzadas, trinos, escalas, vaporo- tor temporal tiene importancia básica. forma en la que sirvió, con bello soni-
sidad... E instantes violentos que Hay en ella como un constante bordo- do y pulcro mecanismo, los diversos es-
salpican aquí y allá el evidente precio- neo acompañado de atractivos efectos tilos y exigencias.
sismo de buena ley de toda la pieza. En iiiribricos y un estatismo que propor- Interesante sesión. Probablemente
4 preludios en nivel de Mi Barce (Ma- ciona a la pieza un permanente efecto no hubo en ella ninguna obra maestra
drid, 1928) continúa su larga explora- de suspensión, de inquietante irresolu- e incluso cabría discutir la entidad de
ción armónica iniciada en 1964 y a ción. El gallego Balboa (La Coruña, algunas de las piezas. Con todo, pare-
partir de la que ha compuesto, entre 1958), colaborador en estas mismas pá- ce excesivo el grito dado por un ener-
otras, obras como la serie de 48 Prelu- ginas, reconoce un valor decididamen- gúmeno criticando a Quagliata por
dios en la que se incluyen los cuatro to- te sentimental a su intermezzo op. I, tocar esta música.
cados por Quagliata, que proponen un obra en la que ya el joven compositor
conciso recorrido, lan poco lineal co- apuntaba un lenguaje posteriormente
mo vanado. perfeccionado en el que son constan- A.R.
81 Scherzo
Recuerdo muy bien, y tengo anotado El pasado mes de noviembre se presentó en
el día. la primera vez que oí música de el Centro Cultural de la Villa de Madrid, el
Fermín Gurbindo (¡9Í5-1985). Fue el
30 de abril de 1913 en el ya desapare- álbum doble del compositor invidente
cido Café Concierto Beetboven. de la
calle Núñez de Balboa, en Madrid. El desaparecido Fermín Gurbindo
violinista José Mena, que tocaba muy
bien el saxofón, interpretó en este último
instrumento, con la pianista Pilar Gallo, recordando a
una "Sonatina" de Gurbindo. Se tra-
taba de una adaptación para saxo de la FERMÍN GURBINDO
"Sonatina" (1911) para flauta y plano
que figura en este disco. Me fascinó la Concierto
soltura de la invención, la gracia y
espontaneidad de la melodía. Estába-
Flauta y Acordeón
mos ante un verdadero músico, con un
claro saber que se bacía patente en la
transparencia de la armonía, pero con
una cordialidad natural, una elegancia
y un ingenio que nos remiten al arte de
Poulenc.
Antonio Arias
Después de la música, conocí al hom-
Bogdan Precz
bre, la excelente persona y gran amigo
de sus amigos que fue siempre Fermín.
Nos unió una larga amistad, alimen-
tada en nuestras charlas durante sus El disco y la cassette se
visitas al Real Musical, y por ellas supe, hallan a la venta en
en todo momento, de sus vicisitudes todas las Delegaciones
artísticas (casi siempre gratas, pues se de la ONCE y tiendas
Domingo. 8 Noviembre especializadas.
traducían en constantes premios a sus
Sala 2. Centro Cultural
creaciones). de la Villa de Madrid
La muerte en accidente urbano, ocu-
rrido en Madrid el 4 de marzo de ¡985.
nos arrebató, de modo inesperado, al ONCE
músico y a! amigo.
Un años después, la O.N.C.E., a la
que por su grate deficiencia visual per-
tenecía desde la infancia (Gurbindo fue
profesor de Armonía en los Colegios de
¡a O.N.C.E. durante treinta años), or-
ganizó un homenaje al compositor en el
Teatro Real.
Ese programa y sus intérpretes son
básicamente el origen y la base del pre-
sente registro, bien representativo mues-
trario del quehacer compositivo de Gur-
bindo, gracias al cual alcanzó numero-
sos premios, algunos de la importancia
del conseguido en el Coiiiurm interna-
cional de Música de Cámara de Praga.
No hemos dicho que José Fermín
Gurbindo Ruiz nació en la fatalidad
rinjana de Abafas, el 5 de febrero de
19}%
Aquí podemos oír una creación señera
en el sentido del interés por el folclore
su tierra natal, en la Suite Rapsódica
sobre temas vascos y navarros "Luu-
buru". para cuarteto de cuerda, flauta y
acordeón.

Andrés Ruiz Tarazona


JAZZ

EPISODIOS
para adivinar lo que piensan ilustres
pianistas de la actualidad como Herbie
lusionados fuimos hacia el primer
I encuentro con Michel Camilo, uno
de los nombres estelares del VIH
Festival de Jazz de Madrid. Desde su
Hancock, Chick Corea, Keith Jarrett
o Tete Montoliu del boom de Camilo.
Este joven puede ser todo lo serio y sin-
cero que se quiera, lo que hace no sig-
primera aparición como solista en ci- nifica nada en el contexto donde se
tas con la afición europea, en el vera- mueve —o donde le mueven. Al con-
no de! 86, los elogios no han cesado de trario, por la desproporcionada aten-
llover sobre este joven pianista, naci- ción que recibe ocupa un lugar que no
do en la República Dominicana y es el suyo, a costa —y es lo grave del
convertido en fenómeno iras un apren- caso— de toda una legión de músicos
dizaje relativamente corto en Nueva que, a duras penas, lograron abrirse ca-
York. El dossier del Ministerio de Cul- mino en décadas anteriores para más
tura, nunca parco en sus superlativos, tarde caer en el olvido.
habla de él como «creador de un len- Todos tenemos todavía presentes y
guaje musical», que es nada menos que muy de cerca a estilistas y precursores
«una nueva forma, expresiva y excitan- como An Tatum, Bud Powell, Thelo-
te, de tocar jazz, combinando los rit- nious Monk, LennieTristano, Ahmad
mos de su herencia caribeña con un uso Jama), Errol Garner, Paul Bley, Bill
rico e inteligente de las texturas aromá- Evans, McCoy Tyner y Cecil Taylor.
ticas, las raíces del jazz y su soberbia Doúo Marmorosa. También conocemos y escuchamos a
pianística»... los Kenny Drew, Horace Silver, Hank,
El recital de Camilo prometía, por lo el último de los cracks, mientras un Jones, Duke Jordán, Tommy Flana-
tanto, ser un alivio después de otro fra- auténtico monstruo, como Barry Ha- gan, Kenny Barron, Kirk Lightsey,
casado intento (¡y van unos cuantos!) rris, difícilmente ha podido lograr una Mulgrew Míller, James WiUiams, tal
de unir —dentro del marco de un fes- solitaria actuación en !¡i capital. Casi vez incluso a Andrew Hill. Don Pullen,
tival de jazz— la música más o menos nadie conoce la veink na de discos, to- Muría! Richard Abrams, Abdullah
popular de Brasil y el flamenco. Los se- dos ejemplares y conmovedores, de este
genial pianista, mientra! que Camilo lurahim, Giorgio Gaslini, Joachim
ñores Tiso y Sanlúcar tampoco logra- Kühn y Martial Solal. Pero ¿quién
ron otra cosa que confundir al grabará disco tras disco que serán lan-
zados con ayuda de toda la pesada má- piensa hoy en aquellos que en su día
respetable y aburrir a los pocos aficio- destacaron por su indiscutible persona-
nados que nos encontrábamos entre quina publicitaria y vendidos
masivamente —como gato por liebre. lidad e impecable gusto basado en un
una masa de entusiastas porque sí... Pe- Cierta crítica influyente volverá a ha- profundo respeto por la tradición del
ro nos quedaba la nueva sensación do- blar de sus supuestas virtudes, y nada piano jazzístico —genios como Clyde
minicana. cambiará. El simpático dominicano se- Hart (1910-45), Mary Lou Williams
Grande era la expectación, y ¿qué guirá siendo un intruso que, sin querer- (1910-81). Elmo Hope (1923-67), Sonny
nos esperaba? Oirá decepción, y esta lo, roba el sitio a multitud de músicos Clark (1931-63), Al Haig (1923-82),
vez de tal envergadura que hasta el afi- importantes. Hampton Hawes (1928-77), Jimmy Jo-
cionado más curtido no recuerda ma- nes (1918-82), Wynton Kelly (1931-71),
yor frustración. A pesar del buen hacer Así de injusto suele ser este mundo. Cari Perkins (1928-58), Víctor Feldman
del solista y de los cálidos aplausos que Porque la cruel verdad es que muchos (1934-87) o Dick Twardzik (1931-55)?
constantemente provocó en la sala, pioneros del jazz han sido condenados Descansen en paz quienes figuran en los
aquello parecía un fraude. Michel Ca- a una vida en la sombra, a veces inclu- anales del jazz no ya con importantes,
milo es, sin duda, uno de los teclistas so en la miseria, por culpa de su pro- sino trascendentales, grabaciones que
más brillantes surgidas en esta confu- pia honradez. Otros se han aprove-
chado de sus lecciones para cosechar llevan lustros cubiertas por el triste pol-
sa década, forjado en la escuela clási- vo del olvido...
ca y dotado de una técnica casi grandes éxitos que legítimamente co-
rrespondían a los que nunca quisieron Y ¿qué decir de los todavía vivos y
inverosímil, pero lo que ofrece no tie- semiocultos Dodo Marmarosa, Phineas
ne ni la más remota relación con nues- hacer concesiones para convertir su arte
en un mero producto comercial. Newborn, Walter Davis Jr., Freddie
tra música. No es precisamente un Redd, Joe Albany, Dolo Coker, Geor-
bluff, pero está desprovisto de perso- No hace falta mucha imaginación ge Wallington, Chris Anderson. Ellis
nalidad y de lo que normalmente enten- Larkins, Roger Kellaway, Hugh Law-
demos por feeling, no sabe lo que es el son, Gerry Wiggins, Steve Kühn, Wal-
swing, y su fraseo, deslumbrante pero ter Norris, Horace Parlan, Ronnie
rígido, es el menos jazzístico que se Mathews. Jaki Byard o el mismísimo
pueda imaginar. Desconoce el lengua- Barry Harris que ahora, a sus 58 años,
je del blues, y en ningún momento se ALBURQÜERQUE, 14 hace por fin su primera visita a Espa-
alreve a interpretar un standard. Su Junio Metro Bilbaí) rta sin que nadie parezca esperar a este
piano, que tan a menudo suena anti- formidable maestro con la ansiedad y
cuado, se limita al mundo de la salsa, El mejor
la curiosidad que merece, dada su tra-
musicalmente tan monótono y desola-
dor como aquel que describió Claude
Jazz en Vivo yectoria por el surco más limpio de es-
cada ta música tan enormemente rica que
Levy-Strauss en su inolvidable libro llamamos jazz? Personajes aparente-
Tristes Trapiques. noche mente oscuros y olvidados que encie-
Por muy encantador que sea, este con 2 PASES rran lo mejor que nos ha dado el piano,
pianista no tiene obviamente sitio en el y que hacen que el éxito de un Michel
marco de un festival de jazz. Y, sin em- diarios Camilo, a pesar de su magnitud, parez-
bargo, madrileños, gallegos, canarios 11,30 y 1,30 h. ca sin relieve.
y andaluces han sido confrontados con Ebbe Traberg
Scherzo 83
JAZZ

VIII Festival de Jazz de Madrid recinto, tiene un riesgo: si la actuación


El VIH Festival de Jazz de Madrid, sexto organizado por el Ministerio
de Cultura, ha sido el acontecimiento que ha protagonizado el interés del primer grupo es sobresaliente, su re-
musical del mes de noviembre. Treinta y siete conciertos a lo largo y an- cuerdo nos priva de centrarnos en la
cho de doce días ofrecidos en diferenciados escenarios evidencian una música del segundo. Y si nos aburren
preocupación Ministerial por la ley del número, descuidando el rigor pro- llegamos cansados a la segunda actua-
gramativo, y despreciando crear previamente un espíritu de festival, que ción. Menos y más seleccionados gru-
apoyado en actividades paralelas y en una adecuada promoción convo- pos, en locales adecuados, que repitan
actuación, tarde y noche, o al día si-
caran a la cada vez más dispersa afición al jazz, ahuyentada por las 1.800 guiente, sería más lógico. Programar
pesetas de la entrada en el Palacio de los Deportes, —1.000, ¡a general conciertos nocturnos, compitiendo con
lateral—, para ver los correspondientes conciertos, pues oírlos seria mu- los locales que durante todo el año lo
cho decir. hacen, sin recibir ninguna ayuda, es
La ley numérica ha presidido también las giras exportadas a provin- desleal. Además es un ghetto donde se
cias. El frío dato de 108 conciertos en 18 ciudades diferentes, en 78 de margina a jazzmen que tiene méritos
los cuales participó el Ministerio, así lo evidencia. para estar en el Albéniz, mientras aquí
se cuelan nombres que nada tienen que
l Festival de Jazz de Madrid, El Festival tuvo otros escenarios:

E creado en 1982 por el gabinete de


Soledad Becerril, del que poco a
poco han desaparecido tas actividades
Teatro Albéniz y Círculo de Bellas
Artes.
El primero reúne buenas condiciones
ver con el Jazz. Y esto es más grave.
Excepcionalmente, puede tener gra-
cia que nos metan alguna figura de ron-
dón, pero programar con fondos
paralelas, insiste en llevar dicha músi- acústicas, excelente visión y comodi- destinados al Festival de Jazz de Ma-
ca al Palacio de los Deportes, lugar de dad. Sin embargo el tratamiento sono- drid a Uakty, Enrique Morente, Sivu-
condiciones acústicas intratables, a pe- ro del mismo dio mejores frutos en ca, Wagner Tiso, Manolo Sanlúcar,
sar del esfuerzo realizado por quienes ocasiones pasadas, aunque pueda pa- Michel Camilo, Spyro Gyra y Gerardo
se encargaron de sonorizarlo, que tan sar el aprobado en la presente edición. Núñez, despreciando la oferta de otros
sólo pudieron paliar los defectos del po- El Círculo de Bellas Artes habilitó managers, pasa de castaño oscuro, co-
lideportivo. Además no pueden tratarse su Salón de las columnas para ofrecer mo diría un castizo.
igualmente los rebotes ante un audito- los conciertos de medianoche, convir-
rio de 4.000 que de 7.000 personas. O Creemos que el afán maratoniano
tiéndo en maratón i anas sesiones lo que debe dejar paso en el futuro a un festi-
a veces de mil, número de espectado- hubiera podido ser disfrute y relajo.
res que también queda para la estadís- val menos disperso, sin coqueteos
Parece que el Ministerio piensa que na- extra-jazzísticos, y que ante todo se
tica, y que fueron los que presenciaron die madruga, o que iodos los aficiona-
los es pendidos conciertos del sábado ofrezca en locales adecuados, con el so-
dos al Jazz son parados, pero con el nido que el público y dicha música
día 14, protagonizados por United Jazz bolsillo lleno y el ánimo dispuesto a la
+ Rock Ensemble y Tony Williams merecen.
bebida. Si es un pequeño disparate acu- También es justo significar el buen
Quintet. Claro; pero hablar de esplén- mular dobles programaciones, incidir
dido concierto, cuando cada golpe de trabajo del departamento de prensa de
en lo mismo, con nocturnidad y alevo- la presente edición a cargo de Pape
batería se multiplicaba en tres y hasta sía, de los que sólo tres eran sábados,
cinco ecos, pertenece a la ciencia Pérez.
es excesivo.
ficción. La programación doble, en cualquier
Las figuras
En la presente edición, patrocinada
por la firma Fortuna, y con la colabo-
ración del Ayuntamiento de Madrid,
han existido momentos felices, y otros
que hubieran podido serlo, de no ha-
berse celebrado —hay que insistir en
ello— en el Palacio de los Deportes.
Entre todas las figuras que acudie-
ron a Madrid, el nombre del legenda-
rio Miles Davis acaparó la atención del
público, donde se encontraban no só-
lo jazzadictos. Unas siete mil personas
presenciaron su música en continuidad
a la línea marcada por Decoy, You're
under arres!, y Tutu, La formación in-
cluía a un fogoso saxofonista, Kenny
Garrett, a un baterista peleón atrinche-
rado tras múltiples tambores y platillo,
a un percusionista trabajador, Rudy
Bird, y a un guitarrista porfiador, Joe
Chik Corea PACO MANZANO McCreary. Permanecían Darryl Jones,

84 Seherzo
JAZZ

Bobby Irving y Adam Holzman en el y las baladas universales. En el mismo recuerdo de Colirane, con Sonny For-
bajo eléctrico y los teclados. escenario triunfó lambién Donna High- tune, Freddie Hubbard, McCoy Tyner,
Miles dirigía desde su propio iecLa- tower, cuya potencia y buen gusto ma- Reggie Workman y Elvin Jones, de-
do y con el mágico sonido de su trom- ravilló al respetable, sobre todo en I've mostró la validez de su mensaje Ore-
peta. Todos los músicos, como es gol you under my skin. nette Coleman triunfó con su cuarteto
habitual en su actual etapa, eran me- Los europeos que triunfaron fueron clásico (Billy Higgins, Don Cherry y
ros instrumentos del pensamiento jazz- los esteticistas de la Art Vienna Orches- Charles Haden), como The Leaders,
pop del trompetista. El resultado, una Ira, el trio .ToachSm Kühn/Daniel Hu- con el inigualable Lester Bowie. Cum-
música popular y llena de tensión, que mair/Jean Francois Jenny-Clark plieron Chick Corea, y Joe Pass con
encontraba su contrapunto en la sor- —ambos con la utilización de sus co- Herb Ellis y fracasaron Albert Collins
dina y el silencio del instrumento de nocimientos clásicos, pasados por la li- y John Scofield, demasiado repetitivo.
Da vis. bertad deíjazz—, y United Jazz Rock El grupo de Barry Harris y el de Bob
Mención aparte merecen las vocalis- Ensemble, banda que es capaz de emu- Berg y Randy Brecker pudieron dar
tas. Anita O'Day resumió su carrera, lar a las grandes orquestas americanas más de sí, y entre los españoles desta-
y entrañablemente fue aplaudida por el o evidenciar la tradición romántica có el saxofonisía Pedro Iturralde, Nai-
público que conocía sus grabaciones, y europea. El flautista y saxofonisla che- ma y Neobop. Los exiliados de
que al fin podía verla. Su clase y esti- co Jiri Stivin, con el guitarrista Rudolf Trasatlantic y el grupo de Da ve Tho-
lo, en un show que economizaba su Dasek, y el trompetista polaco Tomasz mas, estuvieron notables, aunque esle
prolagonismo vocal, nos recordaba su Stanko, virtuoso solista que se alimen- último desilusiona cuando comparte el
etapa de plenitud, y no dejó de admi- ta del free y recuerda la filosofía del protagonismo con la cantante Mónica
rarnos a pesar de su veteranía. AACM, fueron una alternativa diferen- Morales.
María Joao, acompañada por la es- ciada y positiva de las corrientes con-
pléndida pianista Aki Takase, consi- temporáneas del jazz. En definitiva, un Festival maratonia-
guió que el abarrotado Salón de las La herencia del bop estuvo perfecta- no, cuyo balance es dudoso, al no ha-
Columnas del Circulo de Bellas Artes mente desarrollada, y con brillanlez, ber podido escucharse en las debidas
guardara silencio absoluto. Su contor- por el quinteto del baterista Tony Wi- condiciones a las grandes figuras que
'sionismo vocal, y su personalidad en la lliams y el coliderado por Terence Blan- pasaron por el Palacio de los Deportes.
interpretación y presencia sobre el es- chard (trompeta) y Dona Id Harrison
cenario, nos recordaba la influencia de (saxo alto), en el que se coló el guita-
Bobby McFerrin, el folklore portugués rrista valenciano Carlos Gonzálbez. El Ángel Luis Inurria

C/. MARQUES DE LEGANES, 6


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'275 ADA* / filMHt 1875 ELGAfl / Mío C«K«rta Op. B9 1975 SCMDENBERG / OSi lo NipMMn WCBERN 1975 CONCERTÓ! FOR FLUTE ANO OBOE (Cl-
w w pmurmnn.Mr . U . W D / Strrng Uto... MAROSA...I
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Biín*ngnjm Symph Oicr. * H Ar4kDld KallHY" 5I0TT Plinn '37b SCHOENBeiG / CtnrabB Synvft. Op 9 19/5 EAflLr ENGLI9H 0R8AN MUSIC
1975 C. PH E. UCH / CMC. tgr 1 c l i m 1875 FR£KRICX THE GREAT / FIlHt l l tfH U E WgUR F1V &Ui * ZbCi Mehu S P r n l o n - T pinfiocfc

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1375 HINOEMITH / VIMIn CHCIIU f Pmnock • C I M
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1875 ALBAN BERG / Eartf totigt 1375 KHACHATURIAN / S | W ) » I I ) N*. i FULmdnn B m u Hlli • Ac«Hiny or $4 Mdnm ifi
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375 IMITEN / M k rr"•«*•"»- I M M M *» ¡975 LOCATELU / 4 HlIHI » m U s ¡375 VÁRESE / Aruni
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Plltr Ptti. Lonttm ^rnWtyif Otch • 6rmen
1975 MOZADT / Skll ClMHUnH N. 3*4... 1275 VAUGHAN WILLIAMS AND HOWELIS ¡975 MLESTRINA, BTOD, FRESCORALOI .
1875 CABEZÓN / S(u«li* tnHiuiHirUI M»lc Pvlnwi. Zukarnun • ISIKI Pfin Drch ^ub# K i n g ' í CDUflQfl DdmDrOQe « S I Í D Wliimcks AjnHIeíOdm meck' ^ d i a u v QIEI
Htiperior " " • -Oíd- Sí-áll 1375 MLESTRINA. TALLIS. ALLEGRI...
MAMa 1975 VIVALDI / Gultai CfMHtOl
1875 CANTE LOUBf / ChHli DAumoM m . i Hng\ ral*jf f^nund^p « SiJ n WillfK-i
1575 MICHAEL NITHAN / And U « m ü
1875 RAMPAL ANO P DOMINGO (MOZART -|
JS7S MICHAEL N>MAN / A n d >n« I M 1275 WAUDN / B*tataiar'i M U
1375 CHMKNTIER / M » MiguMtK u n a n PTiii • Wdlun 1)75 VICTHIA, UBKIELI, PALESTRINI-.

¡675 •ICHAEL NVMAN / Onwjhltmin cintrad 1675 <K(FJI / Sfiwh 1 mí I 1975 WORKt F M HORN AND PIANO IBEETHO-
1975 CHMISSdN / P o m 0». H . He. 'UflCn Ib! Mar'in in llv f"ílQ¿ * fj Mjtrirt*1
IIHUI rtiKn» «,» wh Fmar™n< . ; u «n '675 HICHAEL NYMAN / K l u i M « M i VEN. ...|
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E n un pueblecito holandés cerca-


no a la frontera alemana vive
uno de los 'mitos' de la alta fi-
delidad mundial. Van den Huí comen-
zó a tener fama por sus trabajos en las
Van den Huí cajas han sido creadas usando la mis-
ma idea que usó la casa Rogers en su
modelo LS3-5A, las pantallas monitor
de la BBC. Son unas pantallas de un
tamaño pequeño pero de una fidelidad
modificaciones y mejoras de las cápsu- asombrosa. La filosofía de Van den
las y las agujas. Tiene un corte especial Huí al crear estas pantallas es que ca-
de la aguja, el corte Van den Huí, que da vez sea más gente la que pueda ac-
consigue leer más información del sur- ceder a aparatos de alta fidelidad de
co del disco y por consiguiente envía Alta Gama y que no sea un privilegio
más información que la que se pueda de unos pocos el poder oír un buen
obtener con un corte tradicional de agu- equipo de música.
ja. Algunos fabricantes de cápsulas
una vez comprueban que la modifica- Hace unos días recibí un prototipo
ción de sus productos con esle tipo de de las cajas que oi en agosto en Holan-
aguja dan un rendimiento mayor op- da. Los altavoces usados son solamen-
tan por comercializar algunos modelos te dos Dynaudio daneses, uno de graves
con este tipo de mejora. Algunas cáp- y otro de agudos, la reproducción de
sulas con corte Van den Huí en la agu- los medios se efectúa a través de los dos
ja son las MC 1000 de Empire, la MC-1 altavoces en la medida en que está di-
de Elac, la MC-20 Super de Ortofón, señado el filtro.
la EMT de la casa Thorens, todas es- Son unas cajas de dos vías de muy
tas cápsulas son de bobina móvil. En pequeñas proporciones. El filtro ha si-
cápsulas de imán móvil la Decca Super do realizado intentando usar el menor
Gold tiene la aguja tipo Vand den Huí. número de componentes posibles para
No sólo se dedica a modificar cápsulas Cejas Van den Huí que al pasar la señal eléctrica por los
para otros fabricantes, sino que tam- distintos componentes que lo forman
bién produce varios modelos propios tualmente para los desarrollos de sus se vea lo menos distorsionada posible.
como la MCIO y la MC-ONE. productos. Tanto en las fases de dise- Lo que se pretendía con esta idea se ha
ño como en las de comprobación usa conseguido perfectamente y la fidelidad
exhaustivamente ordenadores y apara- en la reproducción es realmente asom-
La importancia de los cables tos de altísima precisión. Los contro- brosa. Una de las cosas que más llama
les de calidad de las cápsulas se hacen la atención en esta caja es la tremenda
Van den Huí no se ha limitado sim- analizando la señal generada leyendo espacialidad que tiene. La imagen so-
plemente a investigar en cápsula, es uno un disco de prueba a través de un or- nora se reproduce de una forma que
de los causantes de la aparición de un denador que emite una gráfica de la in- podríamos decir total, hay una perfec-
nuevo componente en los equipos de formación generada por la cápsula. De ta localizarión de instrumento así co-
Alta-Fidelidad, los cables de intercone- esta forma si hay algún problema en la mo un panel sonoro muy grande. El
xión. Durante años daba lo mismo con cápsula se ve que la gráfica de la señal conseguir esto en una caja de este ta-
qué conectaran los diferentes elemen- de respuesta proporcionada por el or- maño es realmente excepcional. En el
tos del equipo, así se podía dar la pa- denador no es correcta. Así se puede mercado hay cajas más grandes que és-
radoja de gastarse gran cantidad de hacer el ajuste oportuno a la cápsula tas y con más nombre que no lo consi-
dinero en unos pocos equipos sofisti- hasta que el nivel de señal proporcio- guen. El grave proporcionado es un
cados y luego conectar estos aparatos nado esté dentro de los márgenes de! grave correcto pero condicionado por
con cualquier cable (por ejemplo, la co- control de calidad. el tamaño de ia caja.
nexión de los altavoces a las etapas de
potencia se hacía con un simple hilo de La escucha se hizo con una cápsula
corriente con los polos marcados). Van Otras investigaciones Ortofón SPU Gold y un brazo Dyna-
den Huí se puso a investigar en estos vector 505. Un preprevio de ELAC y
problemas y diseñó toda una gama es- Van den Huí no sólo se ha dedicado preamplificador Accuphase C-230. La
pecial de cables de interconexión. Por al desarrollo y fabricación de cápsulas, etapa de potencia usada fue una
supuesto, dependiendo de los elemen- ha hecho algunas incursiones en el cam- ElectroCompaniet-100 y los cableados
tos que se quería conectar se necesita- po de la electrónica de válvulas y en es- fueron todos Van den Huí, a excepción
ba un tipo de cable diferente. De esta tos momentos está investigando en el del cable de altavoz que era un Symo.
investigación nace cada uno de estos ca- tema de las cajas. Durante este verano, Hubo una segunda escucha con una
bles específicos de interconexión como en una visita a su fábrica, pude oír los cápsula Supex-1000 y un brazo
el modelo CS-122 para la interconexión últimos diseños de Van den Huí, el EPA-100 de Technics.
de altavoces a etapa de potencia /am- asombro fue la tónica de la audición
plificador, el CS-12 para cableado in- realizada. La primera parte de la audi- Otra de las grandes ventajas de esta
terno de los altavoces o el D-502 para ción se hizo con una cápsula Van den caja es que tiene una fácil ubicación,
la conexión de ios brazos al pre/ampli- Huí de nuevo diseño montado en un hice varias pruebas de sonido a diferen-
ficador. La lista de cables no acaba brazo EPA-IOOdelacasaTechnics, un tes alturas e incluso una a un nivel del
aquí hay algunos cables que podríamos preamplificador Audio-Suite de Cello suelo. En el suelo se conseguía un gra-
llamar 'inaccesibles' como el cable es- y unas etapas Van den Huí. Las cajas ve mayor y las diferencias entre las dis-
pecial de plata trenzada que el propio eran un prototipo exactamente igual al tintas alturas (40, 70, 85 cm.) eran
Van den Huí dice que es el más caro de las fotos. Para la conexión de las ca- mínimas. Esto es de agradecer, ya que
del mundo (su precio es de unas 60.000 jas se usó el mejor cable de Van den no hay que hacer pruebas hasta encon-
pesetas el metro). Huí (cable de plata trenzado) y para la trar el sitio donde suena o la altura a
interconexión entre los distintos tipos la que mejor suenan, sino que son en
de aparatos cable Van den Huí. La cáp- cierto modo independientes de la ubi-
Gracias a la amabilidad de Sane sula, según las propias palabras de Van cación. Espero que este prototipo que
Audio Élite (importador para España den Huí, era el mejor modelo que ha- he probado se convierta en una reali-
de los productos Van den Huí) tuve la bía realizado hasta la fecha, pero lo que dad y se fabrique en serie pronto, ya
oportunidad de visitar al propio Van verdaderamente nos asombró más fue que es una caja que proporciona un al-
den Huí y comprobar la excelente cali- el sonido que daban los prototipos que to grado de satisfacción.
dad de sus productos. Van den Huí usa habia terminado ese mismo día. Estas
los medios más avanzados existentes ac- Carlos Gaseó

Scherzo 87
ALTA FIDELIDAD

Algo más sobre el auricular


Sennheiser HD-540 Reference
esde la confección de mi comen- • La transparencia del sonido es aún

D tario publicado en el número


anterior del mes de noviembre
sobre el auricular Sennheiser HD-540
mayor de la que pudo apreciarse con
el preamplificador Luxman CL-35. En
particular, la cuerda de la orquesta se
percibe con una nitidez absoluta. Cons-
he seguido explotando este excepcional
componente y me parece imprescindi- tituye una gratificante experiencia es-
ble dar cuenta de las nuevas experien- cuchar obras de cámara bien grabadas
cias. Desde luego mis horas de sueño con esta combinación de componentes. Sennheiser HD-540 Reference
se han reducido. • La mezcla stereo rCíulta superior
Las escuchas que dieron lugar a mi con el concurso del pequeño amplifi- Es obvio que la culpa era del pequeño
comentario anterior fueron hechas co- cador Thorens-Restek. Existe una me- amplificador para auriculares que equi-
nectando e! 540 a la loma de auricula- nor sensación de artificialidad. pa el preamp Luxman CL-35/II.
res de un preamplificador Luxman • Los climax orquestales son resuel-
CL-35/II. El resultado, como ya sabe- tos sin el menor atisbo de esfuerzo. En Estos experimentos con el auricular
mos, fue excelente y con muy pocas ca- el mismo sentido la diferenciación de Sennheiser demuestran una vez más
rencias; el problema de la cortedad en planos orquestales se ofrece con una que el material de acompañamiento re-
graves y poca cosa más. claridad enorme, incluso en obras de sulta casi siempre vital para obtener
La innovación ha consistido en escu- mucha complejidad. He podido cons- rendimientos máximos de los transduc-
char el HD-540 a través del módulo de tatar este aspecto escuchando reitera- tores acústicos. En este sentido, estoy
amplificación para auriculares damente tres discos, a saber: Schuman, plenamente convencido de que mucha
THORENS-RESTEK MHA-5 que se «Renana». Giulini-Filarmónica de los gente no ha explotado a óptimos sus ca-
ha revelado igualmente como un com- Angeles, Mahler: Segunda, Klemperer- jas acústicas ya por carencias en la elec-
ponenle excepcional. El módulo Res- Philarmonia y R. Strauss, Zarathuslra, trónica, en el equipo de lectura de
tek ha tenido que ser preamplificado y Reiner-Sin fónica de Chicago. En los discos o en ambas cosas. En este caso
a estos efectos he utilizado indistinta- tres ensayos la combinación Thorens- el material de acompañamiento, anci-
mente los previos Marantz-7 y Coun- Restek y Sennheiser ha ofrecido unos llary equipment según terminología
terpoint SA-S.l. De esta forma se resultados espléndidos. británica, ha sido el módulo MHA-5 de
pueden combinar perfectamente los • He podido percibir cosas que no Thorens, cuya prestación acústica ha
mandos de volumen de los previos y el había oído nunca antes a través de al- resultado perfecta para excitar de for-
que equipa el módulo MHA-5; esto re- tavoces; incluso con discos muy elabo- ma plena el auricular HD-540 a quien
sulta más que necesario porque el auri- rados. Se trata de pequeños detalles que auguro el mismo éxito que durante mu-
cular Sennheiser no se caracteriza están en las grabaciones y que se pier- chos años ha disfrutado el modelo 430
precisamente por su eficiencia. Las den si no se trabaja con instrumentos de la misma firma. El 540 es aún me-
audiciones con este nuevo sisiema han de gran precisión como es el caso de los jor con una óptima relación calidad-
resultado algo verdaderamente extraor- componentes que analizamos. precio.
dinario. Son dignos de resaltar los si- • La cortedad en graves que advertí
guientes aspectos: en el anterior examen ha desaparecido. Alfredo Orozco Buezo

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88 Scherzo
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THIEL: cajas acústicas


procedentes de Kentucky
o todos los grandes sistemas dos Dynaudio de origen danés. Los
N de altavoces son ingleses ni
electrostáticos o de cinta. Las
cajas acústicas Thiel con una gama
paneles de tres centímetros de gro-
sor con el fin de reducir al mínimo
las resonancias de caja. El panel
de tres modelos procede de Estados frontal del modelo CS-35 tiene cin-
Unidos y están ya presentes en el co centímetros de grosor.
mercado español, gracias a la im- La gama actual de Thiel com-
portadora valenciana Sarte. Thiel prende tres modelos: el CS-1 de dos
ha trabajado siempre bajo el dise- vías y los CS-2 y CS-3,5 de tres vías
ño clásico de altavoces dinámicos respectivamente. Los gabinetes son
perfeccionando paulatinamente la de considerable altura: desde 107
calidad de éstos, pero con una filo- cms para el CS-3.5 hasta 92 cms.
sofía muy conservadora con respec- para el CS-1 que es el más peque-
to a los recintos acústicos. ño. En todo caso, este tamaño no
Jim Thiel salió al mercado USA ofrece problemas, toda vez que es-
en 1976 y las primeras referencias tos sistemas están diseñados para su
que por estas playas tuvimos del apoyo directo sobre el suelo, es de-
personaje llegaron a través de una cir, que no es preciso el uso de so-
entrevista realizada por Klaus Ren- portes.
ner publicada por la bimensual Para el modelo superior CS-3.5
francesa LAudiophile (Número 23, la firma Thiel ha desarrollado un
febrero 1982, págs. 65 a 67). En es- ecualizador capaz de extender las
te reportaje, por demás interesantí- bajas frecuencias por debajo de los
simo, Thiel explica su postura ante 20 ciclos. Hay quien, sin embargo,
el diseño de cajas acústicas de cali- opina que el modelo más atractivo
dad, sus ideas sobre los problemas es el intermedio CS-2 ligeramente
de fase de los altavoces (Teoría de menor en tamaño, con una respues-
los planos inclinados), calidad de ta en graves menos extendida, pero
las unidades, grosor de los paneles, con una relación calidad-precio más
consecución de filtros divisores fia- Caja acústica TH/EL CS2 interesante. Los precios americanos
bles, etc. de este material son de 2.450 dóla-
Una constante de los gabinetes dita de una forma más fina y per- res para el modelo CS-3.5 sin incluir
Thiel ha sido la del bafle con una ceptible la calidad de los ecualizador de aumento de graves
pronunciada inclinación de suerte componentes que canalizan la señal y 1.550 dólares para el modelo
que el altavoz de agudos está en una hasta llegar al sistema de altavoces. CS-2. Se trata, pues, de material de
línea más atrasada que el de medios Indica asimismo Thiel que el bafle élite en ese dificilísimo campo de
y ésta a su vez que el de graves. Es- en plano inclinado hacia atrás me- los sistemas de altavoces donde tan
te sistema, al decir del propio Jim jora de forma muy sensible las pres- poco acostumbrados estamos a no-
Thiel, mejora sensiblemente la co- taciones de la caja acústica en un vedades de verdadero interés. Des-
herencia de la fase de los altavoces, aspecto tan importante como es el de luego, el mercado español queda
lo que a su vez se traduce en una de la dispersión del sonido. enriquecido desde ahora con una
mejor calidad de la caja acústica en Otro aspecto siempre muy cuida- gama de cajas acústicas de verda-
líneas generales. Según Thiel el oído do por la firma ha sido y es una se- dera calidad sin grandes problemas
es extremadamente sensible a estas lección óptima de los altavoces. En de colocación ni exigente de electró-
facetas del comportamiento de una este aspecto puede hablarse de una nicas esotéricas; este último detalle
caja acústica. Además, una caja genuina evolución siempre para me- muy digno de consideración.
acústica con una buena disposición jorar; la gama actualmente en vigor
de las unidades de radiación acre- emplea unidades de medios y agu- A.O.B.
90 Scherzo
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