BOB VA si ASPEREN
aniversario:
SZYMANIOWSKI
GEORG SOLÍ
RESERVE AU3UN0S APLAUSOS
Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura
Consejo de Dirección
Javier Alfaya, Domingo del Campo Castel,
Manuel García Franco, Aguslín Muñoz Jimé-
nez, Enrique Pérez Adrián.
Año U - n.° 20 - DICIEMBRE 1987 - 400 ptas.
Secciones
Redacción en Barcelona: César Calmell. Actua-
lidad: Arturo Reverter y Enrique Martínez Miu-
ra. Discos: Enrique Pérez Adrián. Alta
Fidelidad: Alfredo Orozco. Danza: Roger Sa-
las. Libros: Xoan Manuel Carreira. lia: Ebbe
Traberg. Música contemporánea: José /¡es.
Scherzo 3
OPINIÓN
El pariente pobre
E ste podría ser el título de una zarzuela. Viene
constituido por una combinación de fonemas si-
milar a la de expresiones que constituyen deno-
minaciones de obras tan conocidas como El pobre Vai-
buena, El chaleco blanco. El cabo primero o La linda
Gran parte de esta situación, —lógicos cambios en
los gustos aparte— se debe al olvido en que de la gue-
rra para acá se ha tenido al género, considerado, casi
nunca con razón, como subgénero. Las distintas ad-
ministraciones han pasado olímpicamente del asunto,
tapada. Pero en este caso la agrupación de términos con ligerísiiias e insuficientes excepciones. Casi todo
tiene una clara adscripción y aplicación no a una par- el esfuerz i por mantener vivo a un quasi cadáver han
titura y libros concretos, sino a un estado de cosas re- venido t¿\ lado privado. Se han montado, como s^e'ha
lacionado precisamente con la actual situación del podido muchas veces, espectáculos poco dignos, autén-
género. Porque, en efecto, y es una historia ya larga, ticos bolos a los que sólo asistían los nostálgicos y al-
la zarzuela, —la grande y la la chica— es El pariente gún curioso, con orquestas prácticamente inexistentes
pobre de la música en este país; definición que, sola- y cantantes de saldo. Y bastante era teniendo en cuen-
mente enunciada, considerando las carencias que en es- ta cómo estaban las cosas, en épocas todavía más difí-
ta tierra tiene el arte de los sonidos en su dimensión ciles que la actual.
más culta, da una idea de la precariedad en que se mue-
ve y organiza (en los casos en que llega a producirse Ligeras luces parecen querer disipar la ominosa nie-
esto último). bla desde hace unos pocos años. El teatro oficial, el
Y hay razones para pensar que no debería ser así ya de la Zarzuela, ha sido anfitrión de algunas minitem-
que desde al menos mediados del XIX es una realidad poradas en las que con escasas salvedades se ha insiti-
la popularidad del género, que ha calado siempre en do en el repertorio más manido —no podía ser de otra
la sensibilidad de las capas bajas de la sociedad. Los manera después de todo—, pero en las que, al menos,
argumentos de los saínetes musicales, de las obras del se ha ensayado y se ha contado a veces con las figuras
llamado género chico, forma hispana del vaudeville actuales, que son —y seguimos con la lógica— por lo
francés o del singspiel alemán, han sido entendidos común cantantes de ópera que no han llegado, joven-
siempre —por razones de cercanía o de identificación— citos que intentan abrirse camino donde sea o viejas
por la gente sencilla, ávida por otro lado de degustar carrozas que se resisten a jubilarse. Es ahora, cuando
la música fresca y directa que los ilustraba, de tararear se están cuidando en mayor medida los repartos, la
los números más pegadizos, de saberse de memoria los prestación orquestal y, sobre todo, las puertas en es-
cantables de la obra. Se establecía una clara relación cena, preparándose espectáculos muy dignos, y toda-
entre lo representado y lo vivido y se daban las condi- vía se funciona en precario. El escenario de la calle de
ciones necesarias para que se creara una forma de arte Jovellanos ha de reservarse a la ópera —un boom de
—habría que discutir hasta qué punto menor— eviden- los últimos años— y nos parece muy bien que el
temente auténtico, nacional, superador de formulismos INAEM, y el equipo que lo representa presidido por
a la italiana y capaz de enfrentarse a la indiscriminada Campos Borrego, le otorgue cierta preferencia. Pero
invasión de la ópera montada en torno a ellos, género sin descuidar al pariente pobre.
éste —y puede verse claro en las zarzuelas que lo imi-
tan o en los productos miméticos alumbrados por nues- En recientes declaraciones, Garrido Guzmán, direc-
tros autores— postizo y alejado de la gran masa tor general de aquel organismo del Ministerio de Cul-
popular. tura, reconocía que ahora mismo, cuando se sabe ya
Los más viejos nos cuentan cómo se vivía la zarzue- que el Real va a reabrirse como teatro de ópera en 1992
la, incluso en los pueblos más pequeños de nuestra geo- y que el nuevo Auditorio de música se inaugurará a co-
grafía, a principios de siglo o en los años mienzos de la próxima temporada, se desconoce el des-
inmediatamente anteriores a la guerra civil. Se organi- tino que se le va a dar a la sala. Qué cosa más lógica,
zaban funciones de aficionados, se montaban recita- más natural, decimos nosotros, que se pensara en ella
les; participaban todos y, he ahí lo más significativo, como albergue de la zarzuela, como centro difusor e
cantaban todos. Se seguía con interés la carrera de los impulsor, revitalizador de un género bastante fosiliza-
Sagi-Barba, Arregui, Pére? Carpió, Pulido, etc. Mo- do. No hablemos ya de resucitar —o más bien crear—
destas compañías abarrotaban los ínfimos teatros de una política de estrenos, cosa harto difícil porque han
la localidad manchega, asturiana o catalana correspon- cambiado mucho la música y la sociedad. Es impensa-
diente. Hoy la situación es muy otra. Generalizando, ble plantear en estos tiempos la composición de zar-
puede decirse que la zarzuela sólo interesa a aquellas zuelas al uso. Quizá no lo fuera tanto si se recuperaran
personas, ya de cierta edad, que han vivido en su pro- sus valores y se restableciera de tal manera el cordón
pia casa el fenómeno, por cuestiones ancestrales nor- umbilical entre el género y su público. Como casi siem-
malmente, o porque han abierto su sensibilidad a él. pre, nuestras autoridades musicales tienen la palabra.
Parece claro que los más jóvenes no sienten el menor De ellas depende la reanimación de este pobre fami-
interés por el tema: o están enfrascados en el amplio liar. El espectador no tardaría en reaccionar. Al am-
y supermanipulado mundo del pop o, si sienten algu- paro de la reciente Orden Ministerial de Ayuda a la
na apetencia cultural de mayores vuelos, se decantan Música y Músicos Españoles podrían arbitrarse
hacia la ópera o hacia la música sinfónica. fórmulas.
4 Scherzo
OPINIÓN
EL DISPARATE MUSICAL
A na normal y de madrileño de a
pie, con la aviesa intención de
contemplar el panorama del mercado
he meditado un poquito y creo que no
deja de ser triste que esta sección se ha-
ya tenido que construir con... las bar-
baridades que los españoles hacemos y
la música y toque el piano, no que al
señor González le sirva de somnífero
(que lo sé de muy buena tinta), cuan-
do debiera ser al revés. Por ahí fuera,
discografico, y contar cuantas versio- decimos sobre la música (clásica, claro
nes de mis sinfonías había en los ana- el señor Schmidt, ex presidente de la
está; en la otra siempre estamos a la úl- RFA, no sólo toca el piano, sino que
queles de las cada vez más escasas tima). Toda aquella ristra de dispara-
tiendas de discos, cuando, hallándome. hasta graba discos. Allí, si el señor Kohl
tes que motivó mi segundo articulo en se durmiera en un concierto, saldría en
en una de ellas, penetró en la misma un esta sección y que terminó por dar ti-
músico ejerciente, cuyo nombre ahora tulo a la misma es, en su mayor parle, los papeles. Aquí, la noticia es que el
no recuerdo. el resultado de la cultura que este país señor González vaya al concierto.
Tras cantar sus propias alabanzas, maneja en general y, especialmente, en Resumiendo, majos, que no tenemos
relatar sus virtudes exquisitas, y soltar lo musical. remedio. El otro día cierto cronista po-
algún gallo, comenzó a denostar la vi- lítico citaba el «Aleluya de Mendel»,
da musical de esta tierra, ya que al pa- Ese y no otro es el motivo de que dis- sin caer en la cuenta de que el Aleluya
recer no le contrataban ni por reco- lates como el famoso «Tosca de Ver- es de Haendel, y que Mendel era aquel
di» salgan a la luz sin que nadie les señor de los guisantes lisos y rugosos
mendación. El personal que había en ponga freno. Pero la cosa tiene raíces que luego originó todo el revuelo de los
el interior de la tienda, tanto emplea- aún más profundas de lo que uno pue- cromosomas, producto de sus leyes. El
dos como presuntos compradores, de imaginarse. Vean, si no, el ejemplo lujosísimo (?) programa (??) de mano
optó por dejar de mirar carpetas y ca- que les expongo.
rátulas y prestar oído a lo que se decía de los conciertos de Kleiber en el últi-
por tan desaforado personaje. Conocí a un sujeto, en cierta oca- mo Festival de Otoño citaba a «Bruno
Yo contemplaba absorto el disco sión, que se solazaba tocando la viola Fricsay» entre las batutas que han di-
de gamba, noble afición donde las ha- rigido a la Sinfónica de Baviera, que,
compacto con mis sinfonías salzburgue- ya, que no sube el colesterol ni perju- como se sabe, ha trabajado también
sas en la eximia versión de Schróeder dica a las vértebras lumbares. El sujeto con Ferenc Walter, Georg Karajan y
y Hogwood, cuando, con riesgo de que relataba compungido cómo, en el col- Herbert Von Solti. En fin, termino con-
se hubiera hecho añicos, lo solté ano- mo de la mala suerte, fue preguntado tándoles lo más gracioso: dicen que
nadado al escuchar de nuestro miste- en la mili por sus habilidades, y, ha- Plácido Domingo (que está en todas
rioso intérprete que determinado crítico biendo citado entre ellas el instrumen-
musical debería meterse sus cataplines to mencionado, resultó fulminantemen- partes,
otro día
como la Coca-Cola) enlró el
en un auditorio de Houston
en la barba (sic) y comprender que no te destinado a la cocina. Quedóse el po-
vale para crítico quien no es músico bre sumido en profundas e imposibles cantando Aida mientras se representa-
profesional. cabalas sobre qué nefasto hado le ha- ba... El rapto en el Serrallo. Los ató-
Mi reacción fue buscar un álbum de bría conducido al culinario aspirar a nitos espectadores todavía se deben
mi Flauta Mágica para estampárselo en que el cabo primero correspondien- estar preguntando cómo se equivocó de
la cabeza, pero llegué a la conclusión te supiera qué cosa es la viola de escenario. Encantador, ¿no creen?
de que como soy músico no puedo cri- gamba.
ticar... y me callé. Rafael Ortega
Ahora pienso que no lo debí hacer,
• previos interesantes
porque vociferar en público contra la <
de Tkmia
al
crítica musical, citar nombre y apelli- • in « T I fiase hoy mismo
dos de un caballero para ponerle ver- •llámenos!
de, sólo puede ser cosa de salieris. Salí
del local vomitando cerveza vienesa. SOTO MESA 2478583/2482927
•danza i Cosf.imH.i lie .S.-irftJnrjn 2
W.A.M. 5Jn n-Upc nal, -i
13 años de experiencia nos avalan 2íK'M ,'MDKIÍJ
Scherzo 5
OPINIÓN
^eriS Performance
BEETHOVEN
Sinfonien
8 Scherzo
ACTUALIDAD
Desde EE.UU
Música antigua en Baden-Würtemberg Nathan Milstein ha vuelto a su pú-
blico de Mannhatan después de diez
meses de inactividad forzada. A sus
L
a Asociación para la Música ochenta años, Milstein se ha recupera-
Antigua de Baden-Würtemberg do asombrosamente de una caída que
(Alemania Federal) organiza, le ha tenido con el brazo en cabestrillo
año tras afio, una singular muestra de y que hizo que más de un seguidor
lo que es el mundo de la interpreta- anunciase el fin de la larga carrera del
ción con instrumentos auténticos, y maestro.
que esta vez se celebró del 25 de oc- Sin embargo, el pasado domingo 10
tubre al 2 de noviembre. Talleres, cur- de octubre, Milstein volvió a la sala
sos, conferencias, debates y concier- «Y» de la calle 92 para tocar con la
tos forman el apretadísimo programa, New York Chamber Orchestra. Según
del que aquí les traemos reseña de lo
que nos pareció más atractivo. los expertos, Milstein ofreció una bo-
nita versión del concierto de Bruch con
El primer concierto que vimos fue las cualidades que siempre le han carac-
el de Reinhard Goebel y Música An- terizado, su naturalidad, un estilo re-
tiqua Kóln, el 29 de octubre, con la finado y pleno de confianza en su
Mensa Sonora de Biber. Con los cam- técnica y una musicalidad delicada, y
bios realizados en el grupo, Goebel ha nada de atrevimientos ni de sobrecar-
conseguido una mayor incisividad y ga en el cansina. La dirección de Ge-
fuerza. Técnicamenie estuvieron per- rad Soward, al parecer, gris, no
fectos (qué bella es la música de cá- produjo sobresaltos. Bienvenido maes-
mara —dos violines, viola y tro, y que sea por muchos años para
continuo— cuando se hace bien...), Reinhard Goebel.
aunque echamos en falta un poco más alegría de los neoyorquinos.
de imaginación para dar un toque La radio pública, la única que no se
personal y diverso a cada una de las Fue muy interesante su visión de las financia con la publicidad agobiante de
sonatas que conforman la Mensa So- obras medievales, con una imposta- este país y que sobrevive gracias a la
nora, Pero, en definitiva, fue una ción de la voz oscura, desgarrada, du- «generosidad de los oyentes» —así lo
gran noche de música, coronada con ra, muy diferente de la utilizada en la repiten sus simpáticos locutores— está
un impresionante bis de la Tafelmu- Misa a cuatro voces de Thomas Ta- pasando ciclos completos de Michel
sik de Telemann, que el grupo acaba llis. Su técnica extraordinaria, su afi- Haydn —que aquí pronuncian a la ale-
de grabar para Archiv. nación absoluta, hacen que puedan mana y no a la inglesa como en
cantarlo todo de modo realmente su- España— y Dietrich Buxtehude. Dos
El 30 de octubre salió a escena Hes- blime, especialmente cuando interpre- compositores mucho más serios de lo
perion XX, con un programa en tor- tan música profana, música menos que la atención que se les presta en la
no a la época de Lope de Vega. Ya severa, en definitiva. programación habitual parece sugerir.
nos va siendo imposible encontrar ha- Hicieron tres canciones de Tallis de La idea de aprovechar conmemoracio-
lagos nuevos para las hermosísimas forma admirable, y ofrecieron varias nes cronológicas trae a veces estas sor-
actuaciones de este conjunto. Fue, propinas que consiguieron transpor- presas tan agradables.
una vez más, una excelente muestra tarnos al ambiente de las tabernas in- La llegada del otoño ha sido una ex-
de gusto, de sonido, de interpretación glesas. La despedida, Sweet and low, plosión musical en Nueva York. La Fi-
imaginativa y exquisita que se tradu- de Barnby, quedará para los anales de larmónica de Viena en el Lincoln
jo en un estruendoso éxito. la interpretación de música vocal. Cerner, bajo la dirección de Leonard
Al día siguiente había dos intere- El 1 de noviembre actuó el laudis- Bernstein, y con Christa Ludwig, en un
santes actuaciones: por la tarde, en la ta José Miguel Moreno, con obras del programa que, junto a la 29 de Mozart
Providenzkirche de Heidelberg (loca- barroco francés —Gaultier y y la Quinta de Sibelius, incluía la Sin-
lidad que acogió este año el Festival) Mouton— y Bach. Moreno entiende fonía número I, «Jeremiafi», del pro-
I aCh ape He Roya) e, con Herréweghe al perfectamente el mundo de la músi- pio Bemstein. En el Avery Fischer Hall,
frente, ofreció un programa de poli- ca francesa, lleno de refinamiento, in- los Moscow Virtuosi, bajo la dirección
fonía renacentista, con la Miso Pan- trospección y atención a los detalles, de su primer violín Wladimir Spivakov
ge Lingua y motetes de Desprez, y que fueron las características de su la- con obras de Shostakovitch, Tchai-
motetes de Lassus. Tuvieron que lu- bor en el escenario, mágica y envol- kovsky y Bach. El 9 de octubre, André
char contra la sequísima acústica, pe- vente. Dotado de una técnica Previn y la Royal Philharmonic y el pia-
ro aún así demostraron su inmensa incomparable, y con un volumen so- nista Horacio Gutiérrez, y el domingo
base técnica y su perfecta afinación. noro inusualmente alio, acompañado 11 la primera visita a EE.UU. de la Or-
La Chapelle es un coro mixto, forma- de una pulsación clara y límpida, hi- questa Filarmónica Central de China
do por hombres y mujeres, pero la zo el mejor Bach que pueda escuchar- bajo la dirección de Suohyang Chen y
presencia femenina no es obstáculo se, hoy por hoy, en laúd barroco. En Li Jian al piano, una visita atractiva
para una adecuación estilística total, la Chaconne BWV 1004 (obra infer- por su exotismo para los aficionados de
que les permite acercamientos a la nal no escrita para laúd, por cierto) Mannhatan con obras de Ravel, Shos-
música del XVI, como fue este caso, hubo algún pequeño tropiezo, pero en takovitch y Chen-Yi. Además, están
de una calidad incontestable. genera] su concierto fue plenamente por aquí la Filarmónica de Rotterdam,
Por la noche llegó el turno del Hi- merecedor del gran éxito alcanzado, la Orquesta Tonkünstler de Viena y
iliard Ensemble, en un concierto inol- que confirma su excelente momento muchas cosas más que les iremos con-
vidable. Cantaron música de los siglos artístico. tando. Como dicen los orgullosos neo-
XIU al XIX, bises incluidos, y siem- yorkinos: «too much of everything»,
pre lo hicieron de manera perfecta. J.C.C.A. demasiado de todo. , .
Javier Roiz
Scherzo 9
harmonía
mundi
IBÉRICA
N V
harmonía Cestl Beethoven/Llszt
mundi OrvntaB Sm'onianúm 7, op 92
Concertó TianscupoOn para piano de F Liszl
O Í Sen* Jacobs Jeai>-C¡aude PenneBer, piano
( K IBÉRICA CDHMC 90110002 CO HMC 901197
LP HMC 110002 LP HMC 1197
BMthown/Llszt J. Brahma
Sinfonía nüm 5. op 67 Cuaneio para piano y cuerdas.
T'anscnpciOn Dflra piano de F Liszl op 25
S c h u b e r t , Smalanüm 19, Sonala para violto y piano, op 108
Íes Musicons
D958 CDHMC 901062
Paul Badura-SkoOa, parió
CDHMC 901155 LP HMC 1062
ArMí i » **n«alno MC HMC 401063
O f t v M/nter Contratenor LPHMC 1155
Phtiarrmnea Baroque Oictiestia MC HMC 401155
toiclioIBS McGegan
CDHMC 905183
LP HMC 5183
NdutM
Schutwrt
Undtar
Alice Arle', «ano
CD LDC 278876
LP LDC 78876
R. StIBUSS
A.B8X Una vtdi iM Hare*. poema sinianico
Conoeno para violoncelo op 40
l^orthen Bailad n° SCwtégBlor Cuairo últimos lieoers. op poa
OrctwHra/Meditairarwan Ovsrture to Feíicty Lotl. soprano
a Picareaque Comedy ScoUtsh Naliona! Oichostra
RaphBef Watlftscri violoncelo Oír. Neeme Jám
London Pbitnarmonic Orcriestra CO CHAN B518
Dir Bryden Thomson MC ABTD 1228
CD CHAN 8*94 LP ABRD 1228
LP ABR01204
Astree Beethov«n
LoaCuaitMo*
Cuaneío Vegh
Auvidis/Valois 8 CDS al precio de 7
CDV4400
Moart
Obras para pianoforte
Paul Badwa-Skoóa
CDE 7710
LPAS40
LA ZARZUELA
Calle Los Madrazo. 1 1 , 6 °
Tel. 429 82 25
Telen 41493 T7M E
2B014 MADRID
SrtremiHideiiie: Jíse Antonio Campos
Direciot Musical Asociado Migue; Ángel Gome; Msilinez
19, 22. 25, 28 y 31 de marzo. 8,11,13, 16 y 18 de junio. REPRESENTACIONES
a las 20 horas a las 20 horas. FUERA OE ABONO.
(Berg)
AUS DEM SERAIL a las 20 horas
En la Sala Olimpia.
Patricia Wise. Mariana Upovsek,
Claudia Eder. Donald George, (Mozart) FÍGARO
Gunlher Reich, Josef Frank Gerslhofer, Mariella Devia,
Libro y Música:
Hoplerweiser. Alfred Burgstahier. Doiolhea Wirtz, Gosta Winberg,
José Ramón Encinar.
BoOo Schwanbeck, Ernst Wilfred Gahmlich, Jaako Ryhanen.
(Estreno)
Gullstein. Hermann Winkler, Hans Dirección musical: Dalmacio González, Carlos
Frazen, Helmut Bohm, Ute Palmer. Miguel Ángel Gómez Martínez Chausson
REPRESENTACIONES Brlgitta Wulscher Dirección de escena- Dirección musical1
DE ABONO Dirección musical: Emilio Sagi José Ramón Encinar.
Arturo Tamayo. Escenografía y Figurines Escenografía. Figurines
MINISTER O DE CULTURA
ACTUALIDAD
Scherzo 13
ACTUALIDAD
OROUESIAYCORO
NACIONALES
DE ESPAÑA
TEMPORADA i987/i988
10 Solutas
4. 5. 6 Diciembre 1987
Walter Weller
Makolm I-Vagfr, piano
Abono Libre
13 Solistas
16, 17 Enero 1988
MINISTERIO DE CULTURA
ACTUALIDAD
Prometedor
comienzo Un Tríptico mediocre
Barctlon*. Gran teatro del Liceo. Puccini. // Trirtico. Olivia Slapp. Alessandro Cassis, Nicola Mar-
Barctlona Ralau de la Música. Brillen, Wat Ré- tín ÜCC i, Maiia Chiara. Margheriia Lilowa, Rolando Panerai, Dalmau González, M' Angeles Pe-
quiem. Coro Pro Música. Orquesla Ciudad de ters. Dirección musical: Robe no Abbado. Dirección escénica: Silvano Bussoiti. 2.Í.8.1O-X1-87.
Barcelona. Director; Franz-Paul Decker. 31-X;
1X1-87. El Triplico pucciano no se repren-
Con la interpretación del War Ré- s en taba completo en el Liceo desde tuvo que vestir una indumentaria ab-
quiem de Briden la Orquesta de la Ciu- 1973, y por lo tanto era lógica la surda y mostrar una caracterización
tat de Barcelona, dirigida por su titular expectación que susciló el hecho de inexitente (¿dónde estaba el gran na-
Franz-Paul Decker, clausuró el Festi- programarlo en la actual temporada, sone del que habla Rinuccio en el li-
val Internacional de Música de este año y más aún como espectáculo inaugu- breto?). Su actuación rayó aún a gran
a la vez que inaugura con este concier- ral, pero los resultados han sido más altura, si bien en ocasiones hizo gala
to su temporada regular de invierno. bien decepcionan (es. Para la que de- de una brusquedad excesiva para el
Un Festival que se ha caracterizado, a biera haber sido brillante ocasión se pillo contadino toscano que es Gian-
la par, tanto por el atrevimiento de su recurrió a una muy discutible produc- ni Schicchi. Lo más logrado estuvo en
programación como por la escasez de ción de la Scala de Milán con regía
del compositor Silvano Bussotti y es- su imitación del difunto Buoso Do-
público asistente en general a cada uno nati. Nada que objetar a la Lauretta
de los conciertos, y que ha puesto una cenografía y vestuario de distintos
autores. // Tabarro nos mos- de Ma Angeles Peters y al Rinuccio
vez más de manifiesto que todavía es- de Dalmau González. Consignemos
tamos muy lejos de conseguir, a pesar traba un París siniestro, qui-
de las apariencias, una ciudad con una zás excesivamente, con un
vida musical normalizada. abusivo uso del filtro rojo en
los focos, que le daba un as-
El concierto de clausura se desarro- pecto falsamente infernal.
lló, pues, en la misma tónica de siem- En Suor Angélica las cosas
pre, y el atractivo de la obra progra- cambiaron para bien: un es-
mada sólo se vio compensado por la pacio conventual diseñado
convocatoria de un escaso número de por Michele Canzoneri con
aficionados. Sin embargo no todo son una cierta proximidad a la es-
motivos para el desaliento si tenemos tética metafísica de Chírico,
en cuenta, sobre todo, el espléndido más en las formas que en el
trabajo que en esta ocasión supo reali- color. Pero en Gianni Schic-
zar Decker al frente de la orquesta, el chi, con decorados y vestua-
Coro Pro-Música de Londres y de los rio del propio Bussotti, de ^ _ _ _ ^_
dos coros infantiles catalanes. Afron- una fealdad absoluta, pare- M
tar una obra de tales magnitudes no es ció que asistíamos a una
tarea fácil ya que además de exigir por función de teatro de aficiona-
parte del conductor una idea global cla- dos, con su comicidad apolillada y que en las tres mini-óperas, las se-
ra donde hacer incidir cada uno de los un movimiento escénico nervioso gundas partes oscilaron entre la sol-
números conectados entre si de una mi- acompañado de gesticulaciones his-
triónicas. Como melteur en scéne vencía más absoluta y la medianía.
sa de réquiem concebida de forma La dirección musical corrió a car-
absolutamente unitaria, había el pro- Bussotti sólo acertó en Suor Angéli-
blema de saber ensamblar tres contin- ca, donde la protagonista —casi tan go del idolatrado Roberto Abbado,
gentes autónomos: coro infantil rematadamente loca como la Senta de que debemos juzgar satisfactoria si no
acompañado de órgano, coro mixto y Harry Kupfer— asiste a una apoteo- fuera por sus precipitaciones en los
orquesta, y solistas junto a pequeña or- sis final iconoclasta, sin madonna ni tempi y sus excesos efectistas. La or-
questa de cámara. Decker, mediante bimbo, puramente luminotecnia). questa del teatro demostró que por el
una acertada disposición de los grupos, momento sigue en el mismo mediano
acentuó la diferenciación de planos so- nivel de las últimas temporadas. Ve-
noros correspondientes a áreas semán- Tampoco los cantantes resultaron remos qué piensa hacer al respecto
ticas específicas, como por ejemplo ser realmente satisfactorios: en // Ta- Uwe Mund, nombrado recientemen-
hacer oír en offcl canto litúrgico y ob- barro destacó el buen hacer de la so- te director musical de la misma.
jetivo de las voces de los niños situa- prano Olivia Stapp —que fue Jordi Ribera Bergós
dos en el piso superior, o separar la ganando en calidad a medida que
soprano solista de los otros dos cantan- avanzaba la representación—y del ba-
tes masculinos encargados de las inter- rítono Alessandro Cassis, pero el te-
polaciones de los textos ingleses del nor Nicola Martínucci fue un Luigi
poeta Wilfred Owen. El resultado fue sin pasión ni mordiente. En Suor An-
una interpretación impecable de todo gélica el ambiente se caldeó en mayor
momento y atenía a poner en eviden- grado con la intervención de María
cia los matices de esta obra compleja Chiara en el rol principal; soprano de
cuyos efectos masivos nunca ensombre- muy agradable voz (recuerda a una 29 41
cen la delicada filigrana de su estruc- especie de simbiosis entre la Freni y
la Scotto) mostró una linea de canto "lodus luv días
tura. Por su parte, Enriqueta Tarrés MOsici Clisie» en directa
estuvo magnífica, y el tenor John van quizás excesivamente centrada en los
agudos. Gustó sin entusiasmar y fue Ik- lunes j nieves) a las 2.1,30. CICLOS
Kesteren supo comunicar una particu- Di: MI SICA CLASICA, dedicados a un
lar emoción en sus intervenciones. En merecidamente aplaudida. A su lado, ¿mor. a un estilo o a un periodo de 3a
fin, prometedores augurios para una la mezzo Margarita Lilowa compuso llist<>riLi de la Música
nueva temporada que lodos esperamos una Zia Principessa calculadamente Viernes, sábados > domingos, dos actua-
fría, con voz pastosa, no extraordi- ciones, a las 20.Í0 V las 2.1.Í0.
no se vea ensombrecida.
naria pero si aceptable. Para prota-
gonizar Gianni Schicchi se contó con
el veterano Rolando Panerai, quien
César Calmell
16 Scherzo
ACTUALIDAD
Regios metales
Dos mezzos de excepción Incluso cuando una audición mu-
sical tiene sus puntos discutibles o ne-
Recitales de Marilyn Home (Martin Kaiz, piano) y Brigúte Fassbaender (Inviti Case, piano). Festival
Iweinacional de Música de Barcelona. Palau de la Música. 22 y 26-X-87. gativos, podemos inferir de ella
consideraciones interesantes que qui-
Las actuaciones prácticamente su- cantante de ópera, y prueba de ello zás puedan invitar al lector a la re-
cesivas de Marilyn Horne y de Bri- es que Marilyn Horne se equivocó al flexión. Algo de ello hay con respecto
gitte Fassbaender denlro del Festival poner en su programa lieder de Schu- al décimo concierto del Festival In-
Internacional de Música de Barcelo- mann y Wolf. Su primera visita a ternacional de Música, que tuvo co-
na nos han dado la oportunidad de Barcelona no hubiera pasado de ser mo invitado al Ensemble de Cuivres
constatar los requerimientos distin- una correcta actuación en el recuer- d'Aquitaine.
tos que exigen dos géneros vocales do del aficionado a no ser por una Está en primer lugar el dualismo
dispares como son la ópera y el lied. segunda parte que sirvió de preludio entre la estética y la acústica. Este
Ambas perfectas cada una en su ver- al impresionante derroche de bises error se ha cometido una vez más en
tiente, demuestran aquello de que la que la cantante brindó, generosa, al el concierto que comentamos, en el
voz de un cantante en sí misma es tan público liceístico que aquella noche que la excelente calidad sonora de es-
sólo la materia prima de una evolu- llenaba el Palau de la Música. Fue en te octeto de metales que es el Ensem-
ción dirigida en un sentido o en olro este momento, en arias como Cruda ble d'Aquitaine era como engullida
de acuerdo con determinadas prefe- sorte, II brindisi o la Habanera de por las elevadas bóvedas de Santa
rencias personales y con el someti- María del Mar. Ello pudimos ya
Carmen cuando la sala ardió en apreciarlo en la primera parte del
miento a los rigores de especialidades auténtico fervor entusiástico de los concierto, dedicado a la Música de
concretas. Porque nos equivocaría- amantes del bel canto, que al fin es- Venecia en San Marcos de los siglos
mos si afirmáramos tan sólo que cuchaban aquello que hubieran que- XVI y XVII. Interesante fue, entre
Horne representa el goce natural de rido oír desde el comienzo. los autores interpretados (en los que
un instrumento prodigioso, mientras No tan espectacularmente celebra- no podía faltar un Gi ovan ni Gabrie-
Fassbaender es más bien el placer in- do pero no por ello menos intensa- 1¡, por ejemplo) la presencia de Bar-
telectual de una voz al servicio de la mente compartido fue el recital de tolomé de Selma y Salaverde
palabra. Algo de esto hay, es verdad, Fassbaender que nos dio una magní- (1580-1640), monje agustino castella-
pero siempre y cuando no pretenda- fica interpretación de canciones de no que publicó en Venecia su única
mos encerrarnos en estériles compa- Liszt, Pfitzner y Mahler. Un recital serie de obras conocidas. De él se in-
raciones cuantitativas acerca de los en que no faltó el aliciente de un pia- terpretó su Canzona a 8. Y también
volúmenes y extensiones de sus regis- nista sensacional como es Irwing Ga- la de Pales trina, autor conocido so-
tros sonoros. Y es que el aria operís- ge gracias al cual el lied romántico se bre todo como polifonista y cuya
tica y la canción no son en absoluto convirtió en lo que realmente tiene obra instrumental es poco divulgada.
niveles distintos medí bles por un mis- que ser: un género de protagonismo Los miembros del Ensemble interpre-
mo sistema de unidades, sino que son compartido entre voz solista e instru- taron su Demaissance Baliade.
dos géneros que difieren cualitativa- Un segundo punto de reflexión nos
mento acompañante. viene dado por la programación de
mente. En este sentido el lied no re-
sulta nunca una práctica fácil para el la segunda parte del concierto, don-
César Calmell de predominaba la música de nues-
tro siglo (Padrós, Poulenc y
Bernstein). ¿Conciertos monográfi-
cos o elécticos? En nuestro caso, la
segunda parte no guardaba relación
alguna con la primera si exceptuamos
aJoanBrudieu, compositor catalán
del siglo XVI cuyos Goigs de Nostra
Dona fueron interpretados por la Ca-
pella de Música de Santa María del
Mar, dirigida por Enric Gispert, y se-
guida de Conjluéncies (subtitulada
Música per a Sania Maña del Mar),
de David Padrós, que se ofrecía con
honores de estreno (véanse las con-
sideraciones del propio autor sobre
esta obra aparecidas en la p. 26 del
número de octubre de SCHERZO.
Por obra y gracia de la realización
electrónica, aparecen en ella ecos de
los susodichos Goigs; asimismo, un
percusionista y los miembros del
Ensemble (repartidos en distintos
puntos de la nave de la basílica)
confluyen en una especie de prolon-
gado juego dialéctico.
Jo.R.B.
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ACTUALIDAD
18 Scherzo
ACTUALIDAD
Cuatro compositores
III Ciclo de música contem asturianos
poránea en Oviedo y Gijón Durante la primera semana del
mes de Octubre tuvo lugar un ciclo
de conciertos en el Teatro Campoa-
Desde el día 14 de octubre al 3 de melodía, cuya fuente de inspiración mor de Oviedo, dedicado a cuatro
noviembre se ha desarrollado en Gi- es un canto llano, como elemento compositores Asturianos. La orga-
jón y en Oviedo, el III Ciclo de Mú- estructural, que va reapareciendo a nización corrió a cargo de la Fun-
sica Contemporánea que organiza lo largo de la obra con leves varia- dación Municipal de Cultura del
la Asociación Voces en Off, en co- ciones. El resultado es una compo- Ayuntamiento de Oviedo.
laboración con las Fundaciones de sición que podríamos calificar de Abrió el ciclo el compositor y
Cultura de Oviedo y Gijón. neoarcaica, cuya raíz podría estar miembro del grupo Quasar GEM,
Este año abrió el Ciclo el guita- en las danzas primitivas. Este con- Avelino Alonso. En la primera par-
rrista francés, afincado en España, cierto de Quasar GEM contó con la te se presentó la obra I.H. V.H., pa-
Patrick Gaudí, que ofreció un re- participación de la danzarina Que- ra flauta sola, interpretada por
cital compuesto exclusivamente por t¡ Velasco, que aportó la compo- Begoña Enguita, y la obra electroa-
obras de compositores asturianos. nente visual a la música del grupo, cústica V.P.M.ll. En la segunda
A través de su guitarra se pudieron insistiendo en la ¡dea de estos de parte del concierto se interpretó
oír obras de muy diversas estéticas, que su música tienda hacia un es- Canciu de Seronda para flauta y
que iban desde el posromanticismo pectáculo en el que se incluyen otras cinta electroacústica. La obra de
a raíces populares de Enrique artes en torno a la música. Avelino Alonso se caracteriza por
Truán, hasta la cerebralidad seria- El cuarto concierto corrió a car- una búsqueda de una nueva expre-
lista de Avelino Alonso, pasando go del violinista mexicano Manuel sividad, que pasa por extraer de los
por el impresionismo de Luis Váz- Enriquez, que presentó obras para instrumentos tradicionales nuevos
quez del Fresno, y la fuerza expre- violín solo y para violín y cinta timbres, y por un rigor formal lle-
siva del Preludio y Danza de Julián magnética. El programa de su con- vado hasta sus últimas consecuen-
Orbón. Pero dentro de esta diver- cierto fue especialmente variado, cias. Así su obra ha pasado por
sidad hay un transfondo común, un desde la ironía de la obra Incomu- diversas etapas, que lo han condu-
ambiente nebuloso, una cierta tris- nicación con Cinta de Carlos Cruz cido a un neoarcaismo manifiesto
teza no exenta de misterio, el pai- de Castro, hasta el ritualismo de en sus últimas obras como
saje asturiano está en la lejanía. Conjuro del mismo Enriquez, pa- V.P.M.ll.
Patrick Gaudí, guitarrista de fina y sando por obras de amplia elabo- Miguel A. Fernández presentó un
delicada técnica, supo expresar ración formal como los Juegos concierto de obras puramente elec-
acertadamente este ambiente. Gráfico-Musicales de Jesús Villa troacústicas, en el que pudimos oír
El segundo concierto corrió a Rojo, o la auténtica obra maestra sus obras 6 piezas cortas para ban-
cargo del guitarrista cubano Flores que es Tierra Quebrada, de Beatriz da magnética, Suite Electrónica,
Chaviano, que ofreció un recital Ferreira, obra de una belleza singu- Tonalidad y Rutinas. La obra
para guitarra y cinta magnética. En lar, que resultó realmente impresio- electrónica de Miguel A. Fernández
él se pudieron escuchar Módulos, nante para los que tuvimos la suerte se mantiene dentro de la línea esté-
de A. Lanza, Nairda, de Avelino de escucharla. Manuel Enriquez de- tica de la escuela francesa de los
Alonso, Villa-Lobos 87 de propio jó constancia de su reconocido años sesenta, manteniendo procedi-
Chaviano, Guit-Trónica de Cruz de prestigio como gran intérprete de la mientos concretos y los sonidos
Castro y Yantra I de Barroso. En música actual, demostrando un am- producidos por generadores como
todas ellas, Chaviano dio muestra plio dominio de las técnicas inter- materiales constructivos. Estos ele-
de una fecunda imaginación y de su pretativas contemporáneas. mentos los ordena siguiendo proce-
especializad ó n en este tipo de mú- Cerró el ciclo Ritual, de Esperan- dimientos formales clásicos.
sica, que le hace ser uno de los me- za Abad y José lges, con la direc- El concierto de Luis Vázquez del
jores guitarristas mundiales en e! ción escénica de Antoni Tordera. Fresno se centró en su obra pianís-
repertorio contemporáneo. Las Ritual es un espectáculo con ritmo tica, presentando en la primera par-
obras, de muy variada factura, musical. La luz, la escenografía, el te sus Audiogramas IV y sus Seis
marcan un camino expresivo, que movimiento, la palabra, el gesto, Preludios, y en la segunda su obra
puede ser muy fecundo y que de he- gira en torno a ideas musicales, se para cinta electroacústica, sintetiza-
cho, ya lo está siendo. construye a partir de la música. Es- dor y piano, Leyenda. El apego a
El tercer concierto fue encarga- peranza Abad da un curso de expre- la tradición pianística, en especial
do al grupo asturiano Quasar sión; a lo largo de sesenta minutos al impresionismo francés, y un neo-
GEM, que, junto a obras de Miguel hace desfilar frente a nosotros to- romanticismo muy descriptivo, son
Fernández, Luis Vázquez del Fres- do un repertorio de sensaciones, de las líneas estéticas fundamentales
no y José lges, ofreció dos estrenos sentimientos. José lges manipula la del trabajo de Luis Vázquez del
absolutos: Quasar 87, de Flores electrónica en vivo con singular Fresno. Destaca especialmente,
Chaviano y Vieja Práctica Misterio- maestría. Ritual, construido si- junto a lo anterior, sus trabajos
sa, de Avelino Alonso. La primera guiendo las normas clásicas, es una dentro de la caja armónica del pia-
de éstas obras intenta recrear el am- muestra de la tendencia actual de no, como en el caso del tercer mo-
biente de los clubs de Jazz, centran- las arles hacia un espectáculo tota- vimiento de Audiogramas IV, que
do la pieza en un solo del lizador cuyo ritmo estructural es presenta una explotación exhausti-
saxofonista al que se van añadien- musical. va de los recursos sonoros, para ob-
do intervenciones del resto del gru- tener un resultado de singular
po; la segunda de ellas parte de una Tomás Arguelles belleza. f ^
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ACTUALIDAD
Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
DICIEMBRE TEMPORADA i987/i988
PROGRAMA 7 Jueves 3, Viernes 4 PROGRAMA 9 Jueves 17, Viernes 18|
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ACTUALIDAD
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ACTUALIDAD
Scherzo 25
ACTUALIDAD
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ACTUALIDAD
el alemán Franz-Paul Decker y ei año sin hacer Bruckner, pero eso lo a Messiaen durante diez días. Toca-
español Rafael Frühbeck de Burgos entiendo muy bien. Puedo vivir un mos la Turangalila, Et expecio resu-
—experiencia esta última al parecer mes sin Bruckner, pero no puedo vi- rrectione mortuorum... Y un grupo
no muy afortunada ni para la orques- vir un mes sin Mozart». de cámara hizo también otras obras
ta ni para el director. Todo hace pen- suyas. Luego tuvimos a Ligeti, a Du-
sar que el matrimonio del director tilleux...». Y aquí se le fue el santo al
suizo y la orquesta canadiense seguirá Una treintena de discos cielo a Dutoit: no se acordaba de a
siendo tan feliz como hasta ahora. Con una treintena de discos en su qué otros compositores actuales ha-
Dutoit se considera a sí mismo un haber, la combinación Montreal/Du- bían invitado hasta que al hablar del
«constructor de orquestas». En cier- toit parece tender sobre todo al reper- deseable genio de los sintetizzdores,
to modo su definición es ecléctica torio del gran maestro suizo de la palabra genio le trajo a la memoria
cuando dice: «A mí no me gusta uti- Dutoit, Ansermet: Ravel, Mous- a Lutoslawski: «Lutoslawski es un
lizar un mismo estilo para todo. Por sorsky, Stravinsky, Bartok... Ha- compositor muy importante. Acabo
ejemplo, hay orquestas que lo tocan blando así nos vamos acercando de hacer ahora su Change Two con
todo con el mismo color. Nosotros hacia la música más reciente. Cuan- el Concertgebouw, una obra para
hablamos siempre del sonido, del co- do se evoca la crisis del experimen- violín y orquesta realmente fantásti-
lor, de los problemas de estilo de ca- talismo, Dutoit no se muerde la ca. Y Change Threela haremos aho-
da obra. Pero, claro, cada orquesta lengua y dice, «¡Qué bien!, ¿ver- ra en Nueva York». «He hecho
tiene su personalidad y nuestra or- dad?» y se refiere a esa inspiración también la Séptima Sinfonía de Hans
questa es la más clásica de América romántica que le parece encontrar en Wemer Henze con la Orquesta de la Ju-
del Norte. Tiene una experiencia tre- una buena parte de la música actual. ventud Alemana, cuando él cumplió
los sesenta años. En Montreal también
hemos hecho Boulez, Stockhausen.
Sin duda la música de nuestro tiem-
po es importante para nosotros. Hay
que reconocer que si no le gusta al
público, el público debe resolver ese
problema. Nuestros creadores escri-
ben música de nuestro tiempo, con
todos los problemas que ello conlle-
va. Además, nosotros, en Montreal,
al ser, junto con las de Vancouver y
Toronto, una de las tres orquestas
sinfónicas que hay en el país, tene-
mos que atender también a la pro-
ducción de nuestros compositores
jóvenes».
Con Dutoit se podría estar hablan-
do todavía mucho más rato. Es un
hombre comunicativo, al que le gus-
ta saltar de un tema a otro. Habla-
mos también de sus grabaciones de
Falla, y Dutoit lamenta que no haya
apenas música sinfónica española pa-
ra grabar. Le hablo de Gerhard, no
sólo porque sea el músico español
más grande después de Falla, sino
porque su larga estancia en Inglate-
rra le hizo más famoso Ínter nacional-
mente. Pero Dutoit no lo conoce. Le
digo entonces que hay varias graba-
ciones de obras suyas para orquesta
mío a una valla publicitaria de la orquesta. FRANCOIS GAGNE/DECCA sinfónica de Decca y se interesa, me
pregunta dos veces por el nombre del
menda de la música del siglo XVIII. «El experimentalismo fue, en buena compositor catalán.
Tocamos mucha música de Mozart, medida, un producto de la postgue- Dutoit por la tarde dirigió una pre-
de Schubert —que, por supuesto, es rra. Entonces todo, claro, estaba des- ciosa Pelruschka y una vez más pro-
un compositor del siglo XIX, pero truido, hasta la filosofía. Por bó el placer de un público que él
que está dentro de esa tradición supuesto que la música concreta, los definió como «tan cálido». Su única
clásica—. Así la orquesta tiene ese síntetizadores y todo eso está muy frustración, como la de otros miem-
sentido del fraseo, del color, de la afi- bien, son cosas interesantes en la bros de la orquesta y del crítico de La
nación que viene de la música ciencia del sonido, pero hace falta un Presse, de Montreal, que acompaña
clásica». genio que sintetice todo eso». a la orquesta en su gira, es que el Mu-
Pero también hace Mahler y mú- Y cuando dice la palabra genio de seo del Prado estuviera cerrado por
sica del siglo XX, sobre todo. Y pronto se acuerda de Lutoslawski. una huelga. Luego nos despedimos.
Bruckner. Dutoit dice: «Un amigo Hacía unos momentos estábamos ha- Un hombre simpático, sin poses de
mío, Daniel Barenboim, dice que no blando de la música contemporánea artista, un corredor de fondo que ha
puede pasar un año sin hacer una sin- y decía: «Tenemos la costumbre de llegado a su meta.
fonía de Bruckner. Yo no tengo ese invitar todos los años un compositor
problema, mire, yo puedo estar un a Montreal. El primer año tuvimos Javier Alfaya
Scherzo 27
ACTUALIDAD
La muerte de Petruchka
Madrid. Teatro Rea], 4 y 5 de noviembre de 1987. Sirauss: Don Juan; Bartók; Concierto paro or-
questa; Mussorgsky-Ravfl: Cuadros de una exposición. Berlioz: Carnaval romano1, Morel: Boreal;
Rachmaninov: Rapsodia sobre un tema de Paganini-, Stravinsky: Petruchka, Ravel: Bolero, IM valse.
Orquesta Sinfónica de Montrea], Director; Charles Duioil.
Uno de los momentos más angus- claro, es potente y acredita un empas-
tiosos y patéticos de la música de es- te y una conjunción envidiables. Su
te siglo queda concentrado en el mejor familia es probablemente la
suave golpe de pandereta que, seca- madera, de sonoridad y estilo muy
mente, trágicamente, sugiere la muer- franceses. La cuerda, compacta, no
te del muñeco Petruchka en torno al se caracteriza por la dulzura o el ter-
que Stravinsky tejió una partitura ge- ciopelo; el metal es contundente. El
nial, reveladora, definidora. Las segundo es un conductor fácil, de
múltiples caras de esta obra poliédri- gesto variado y flexible, un animal de
ca, en la que el timbre adquiere im- podio, que domina todos los resor-
portancia nueva, incluso estructural tes del arte de dirigir y que mantiene
y en la que el ritmo y la orquestación en envidiable forma a la centuria de
son utilizados de manera original, es- la que es titular. No es, sin embar-
Paavo Berglund. tableciendo un lenguaje sorprenden- go, dueño de conceptos interpretati-
te que sería aprovechado y vos profundos o especialmente
Un paisaje potenciado en seguida en La consa-
gración de la primavera, fueron mos-
tradas con una nitidez, una
trascendentes que puedan sobrevenir
de una adecuada asunción estilística
y de una sublimación de su dinamis-
muy gris luminosidad, una intencionalidad ex-
presiva, plenamente coreográfica, un
mo y cualidades expresivas. Estas li-
mitaciones quedaron expuestas en la
Madrid. Teatro Rea!. 16 de noviembre de 1987. brillo extraordinarios en la interpre- pálida recreación de Bartók, en la fal-
Momsalvalge: Laberinto: Beeihoven: Concierto ta de sabor romántico de Strauss, en
para piano n.° 4\ Sibehus: Sinfonía n . f l i Solis- tación de la orquesta canadiense y de
la: Jean-Bernard Pommier. Orquesta Royal Phil- su director Charles Dutoit. Cuando la rigidez y no lograda progresión del
harmonic de Londres. Director: Paavo Berglund. sobrevino el suspiro último de la ma- Bolero o en la irregularidad de los
rioneta y cuando, inmediatamente, Cuadros. Espectacular Berlioz, aun-
Se suele hablar de Sibelius como las trompetas con sordina desgrana- que con ciertos problemas de plani-
compositor descriptivo, lo que es inco- ron su disonante lamento, el público ficación (la traicionera acústica del
rrecio porque no estuvo nunca en su que llenaba el Real estaba sin alien- Real): los vientos sonaron siempre
ánimo la pintura directa de su geogra- to, tal había sido la convicción, el vir- mucho más fuerte que la cuerda, a
fía; tampoco utilizó habitualmente le- tuosismo y el vigor con los que se veces materialmente sepultada.
mas populares concreios en su música. había plasmado la cruda pintura stra- Correctas la dirección y la interpre-
Pero no cabe duda de que ésta pinta un vinskiana. Un Petruchka espléndido, tación pianística de Marc-André Ha-
paisaje interior, recoge unas impresio- una interpretación rutilante que pue- melin, canadiense, en Rachmaninov,
nes sonoras, tiene un color en el que su de colocarse al lado de la también buena prestación, sin llegar a la en-
país, Filandia, se reconoce. Está per- grande que hace unos años, en el mis- traña, en La valse (propina de lujo
manentemente aludida. Temáticamente mo escenario, realizara la Sinfónica junto con el Bolero), y no demasia-
. —a través de un folklore imaginario— de Londres dirigida por Yuri Temir- do interesante, dejando aparte la ver-
y orquestal mente. kanov, aunque ésta tuviera una ma- sión, la obra de Morel, bien
El paisaje recreado, con la Quinta yor acidez y destilara unas tintas orquestada pero excesivamente ape-
Sinfonía del autor nórdico, por el tam- quasí expresionistas. gada a moldes repetidos: ostinato rít-
bién finés Berglund fue bastante más Y no puede extrañar la altura de mico en orden a crear efectos de corte
grisáceo de lo que la obra precisa. Es esta versión si se repara en las carac- primitivo o ancestral.
una bella partitura, hábilmente desa- terísticas de orquesta y director. La
rrollada por su creador con esa técnica
tan propia de él basada en la construc- primera posee un sonido brillante. A.R.
ción y elaboración de breves células te-
máticas y en la vanada y progresiva ciales expresivamente en Sibelius. El co- gran formación, admirablemente trata-
utilización del ritmo. Ostinatos, trémo- mienzo estuvo bastante desajustado, da por el autor catalán. La utilización
los, densidades rotas por esporádicos además de falto de ese misterio ecoló- alusiva del ritmo y de una serie de do-
rayos de luz... Triunfo final en los re- gico que vibra en esta música, y las ma- ce sonidos, así como la sabia construc-
petidos acordes que cierran la sinfonía. deras, no a gran nivel en toda la noche, ción sinfónica, otorgan indudable
El director —uno de los pocos que em- rozaron la desafinación. Mucha confu- importancia a esta partitura.
puñan la batuta con la izquierda— sión en el final del Allegro modéralo, El concierto —que no quedará para
Otorgó eso que se denomina idiomatis- con unos metales demasiado fuertes y la historia— se cerró, no en olor de
mo y carácter a su interpretación, a la nada empastados. multitud, con una perfectamente olvi-
que no faltó cierta grandeza y buenas Pommier ofreció una versión un tan- dable danza húngara de Brahms. Hay
dosis de sabor épico, y resaltó adecua- to impersonal de Beethoven, aunque que esperar una futura actuación de la
damente la tonalidad oscura de la or- bien locada, y tuvo el lastre del tosco buena orquesta londinense, que ha de-
questación; se olvidó o no quiso acompañamiento de Berglund. La or- fraudado no poco. Lo mismo que Ber-
—probablemente no supo— de tratar questa, conducida algo mecánicamen- glund, a quien recordamos una más
convenientemente los timbres —menos te, se lució en el espléndido Laberinto matizada versión de la sinfonía de Si-
grises de lo que se cree—, de clarificar de Montsalvatge, tríptico inspirado en belius con al ONE allá por 1975.
los planos, de regular las intensidades el mito de Ariadna. La obra, estrena-
y de graduar las progresiones, tan esen- da en Granada en 1971, emplea una A.R.
28 Scherzo
ACTUALIDAD
Caj a Postal
SALÓN DE ACTOS (Paseo de Recoletos, 7 • Madrid)
CONCIERTOS DEL MES DE DICIEMBRE
Miércoles, 2 (19*00 horas) Miércoles, 16 (19'00 horas)
RECITAL DE CHOPIN CONCIERTO DE VIOLONCELLO Y PIANO
ANTONIO DE RACO (Piano) BRÍGIDA RODRÍGUEZ URIA (Violoncello)
ALMUDENA CANO (Piano)
Miércoles, 9 (19'00 horas)
HOMENAJES Y ESTRENOS Lunes, 28 <19'00 horas)
TRIO MOMPOU RECITAL DE ZARZUELA
JOSEFINA MENESES (Soprano)
Lunes, 14 <19'00 horas) RICARDO JIMÉNEZ (Tenor)
EL CLASICISMO VIENES ISIDORO GAVAR1 (Barítono)
«DÚO VERSUS» IAN FAWCETT (Flauta) AÍDA MONASTERIO (Pianista)
DANIEL SANZ (Guitarra)
Con la colaboración de Caroline Harrison (Viola)
i Caja Postal
AULA DE CULTURA
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ENTREVISTA
CHERZO: ¿Qué es lo que hace que uno escoja la Acepto el halago, pero no estoy de acuerdo. Claro que
S música, y dentro de la música un instrumento co-
mo el clave?
BOB VAN ASPEREN.—En primer lugar, me gus-
también puede darse el caso contrario. Recuerdo que
una vez estuve leyendo el curriculum y las críticas dis-
cográficas de un colega de otro clavecinista, y en ellas
taría decir que fue la música la que me escogió a mí. ponía que esa persona "toca tal y tal otra pieza inclu-
Supongo que ese es el mejor inicio, y el que debiera so mejor que Bob van Asperen..." Yo me río en el sen-
tener todo el mundo... En cuanto al clave, la verdad tido positivo, claro.
es que fue prácticamente por casualidad; mi profesor S.—En todos estos años que lleva Vd. en la música,
de piano se vio obligado a dejar de darme clases, y en- ¿qué es lo que ha aprendido, lo que ha descubierto,
tonces decidí que tenía que hacer alguna cosa mas, no lo que más le importa?
pararme, y ¡o que escogí fue el clave, porque es un ins
truniento con unas posibilidades increíbles. Lo que más B.v.A.—Quizás lo que voy a decirle parezca un po-
me atrae es que uno puede tocar en solitario una gran co raro, o superficial, pero sobre todo me he dado cuen-
cantidad de música que con otros instrumentos habría ta de ¡o mucho que me interesa la música, y de que hay
que compartir, habría que tocar por lo menos con una que apoyarse, hay que confiar en las obras musicales
persona más. Pero cuando uno ve que puede hacer tan- buenas, y en los buenos compositores. Lo que quiero
tísimas obras solo, la experiencia es verdaderamente en- decir es que en la mayoría de las ocasiones lo que el
riquecedora. Nada se puede comparar a la especie de intérprete se pregunta es qué repertorio podría hacer
esquizofrenia que se siente cuando estás tocando una para tener éxito... Hay que olvidarse de uno mismo,
obra a cuatro o cinco voces... y apoyarse en la música. Cuando coges música de Mon-
teverdi, de Bach, de Mozart, de Frescobaldi, o de otros
S.—De todas formas, ¿cuándo se dio cuenta de que compositores así, es cuando puedes descender a los de-
el camino que iba a seguir estaría siempre unido al mun- talles más refinados para intentar comprender lo que
do del clave y de la interpretación auténtica? significa el lenguaje de la música, lo que significa un
B.v.A.— Bueno, es que uno no sabe nunca cómo le determinado tipo de polifonía. Es como descubrir mun-
van a ir las cosas, si lo que tiene entre manos va a fun- truida de ese estudiar
dos nuevos y
modo y
por qué esa polifonía está cons-
no de otro. Creo que descubrir
cionar o no. Simplemente se trata de seguir una espe- las diferentes formas de construcción
cie de voz que te llama; sí te arriesgas y te sale bien, importante, por eso aprendo tanto delmusical
estilo
es muy
polifóni-
estupendo. SÍ no... co, del estilo fugado, de los ricercares polifónicos, de
S.—Es bien sabido que Vd. fue alumno de Gustav los siglos XVI y XVII. Resulta que esa música, es bá-
Leonhardt. ¿Alguna vez, con el paso del tiempo, se ha sicamente una construcción, y luego hay que volver a
sentido incómodo por el hecho de que la fama y la fi- convertirla en música, lo cual es casi como un juego;
gura de Leonhardt pudiera haber oscurecido la suya como un juego parecido al ajedrez, por ejemplo. Lo
o la de otros clavecinistas de también muy alto nivel? que podríamos llamar juego en la música es muy, muy
importante, nunca hemos de pensar que la concepción
B.v.A—No, de verdad, no se trata de buscar com- de una obra musical tiene una forma definitiva, cerra-
paraciones de unos con otros, a mí esas cosas única- da. Es algo sustancial que intento comunicar a mis
mente me hacen sonreír. Mire, voy a ser un poquito alumnos haciendo que experimenten, y explicándoles
indiscreto, pero a veces, en críticas de conciertos o de que no se preocupen por los fallos o los errores, por-
discos, he recibido halagos de personas que piensan que que cuando uno está probando o experimentando al-
toco mejor que, por seguir con el ejemplo que Vd. po- go no se puede considerar que tenga errores. No hay
ne, el señor Leonhardt. Cuando me dicen eso me río. otra solución que tener una vía propia de experimen-
30 Scherzo
ENTREVISTA
Scherzo 31
ENTREVISTA
conciertos para clave, o cosas así. Pero desde luego sarrollar un estilo personal definido. ¿Debe ser real-
nunca ha sido mi deseo ocupar todo mi tiempo diri- mente ésta la preocupación fundamental?
giendo. Además, es un trabajo enorme si se quiere ha-
cer bien, y prefiero tocar solo, claro. Lo otro es mucho B.v.A.—Yo nunca me preocuparía por eso, desde
más complicado, aunque también compense, desde lue- luego. Su pregunta es interesante, porque hay gente que
go. En cuanto a la orquesta, le diré que Melante, 81 cree que eso es muy importante. Le contaré algo: cier-
se trata sobre todo de un grupo de carácter incidental, ta vez un colega, un clavecinista, tuvo que tocar junto
o accidental. Obviamente existe, sigue funcionando, pe- a otro clavecinista, eran unas cuantas piezas... El diá-
ro no hacemos demasiadas cosas, más que nada por- logo fue más o menos así: "Bueno, el público conoce
que yo lo concibo como un instrumento para hacer, tan bien mi estilo personal de interpretación, que pre-
como digo, un tipo de repertorio muy especial, que no feriría no tener que cambiarlo nunca...". A mí eso no
sea el de clave solo. Algunas veces hemos ofrecido con- me preocupa, porque considero que uno ha de ser lo
ciertos con una plantilla muy grande, creo que fue en suficientemente libre como para aceptar sin traumas
España precisamente donde hicimos sinfonías de Mo- cualquier influencia, pero es que también debe uno mis-
zart, pero raramente lo repetiremos. De cuando en mo dejarse influir leyendo, estudiando y experimentan-
cuando hacemos algunas cantatas de Bach, o concier- do métodos e ideas, mezclando todo eso para descu-
tos para clave, y con vistas al año que viene, bicente- brir cosas nuevas. Es como cuando Colón dijo:
nario de Carlos Felipe Manuel Bach, prepararemos "Vayamos al fin del mundo". Si no encontramos co-
algunas cosas, pero me dedicaré más a mis conciertos sas interesantes no pasa nada, quizá lo consigamos un
en solitario. poco más tarde. Lo importante es seguir los impulsos
S.—¿Qué tipo de música le
gusta interpretar? O, si lo pre-
fiere ¿con qué música se siente
más cómodo?
B.v.A.—En realidad me en-
canta hacer muchos estilos dife-
rentes. Quizás uno, al principio
de su carrera, se pregunta: ¿no
será mejor concentrarse en un
repertorio concreto? La verdad
es que nunca he hecho eso, por-
que he tocado Frescobaldi,
Bach, Louis Couperin... Sim-
plemente lo que intento es tocar
cosas buenas, lo cual ciertamen-
te limita el repertorio, pero den-
tro de lo que queda hay donde
elegir. Por otra parte, también
me río cuando de repente leo
una crítica que soy un especia-
lista en música francesa, y al
mes siguiente ya soy especialis-
ta en Carlos Felipe Manuel
Bach. A veces también ocurre
que algún colega me dice: "Ah,
tú y Frescobaldi..., tú tienes al-
go con Frescobaldi..." Me ha- Bob van Asperen con Marijke Miessen en un concieno del curso de Música Barroca, de este
cen gracia estos comentarios, verano, en Madrid.
pero también me gusta escuchar cosas así.,. que brotan de tu mente. Con o sin resultados, seguir
S.—¿Qué tipo de clave, de instrumento, es su pre- ese camino.
ferido?
S. — Vd. forma parte de la élite, de la flor y nata de
B.v.A.—Me temía que iba a preguntármelo, así que la música antigua. Desde su posición privilegiada, ¿qué
seré diplomático. A veces tengo que escoger enue cla- cree que es lo que falta para considerar que en todos
ves con un mecanismo muy preciso y peor sonido, o los campos interpretativos se han conseguido los más
entre otros que suenan de forma más bella pero que exigentes niveles?
son más imperfectos. La verdad es que me inclino más
por los instrumentos de sonido bello, poético, incluso
con problemas técnicos. Así pues, lo que prefiero es queB.v.A.—Este tema es también muy importante, por-
hacer una elección musical, no técnica, aunque al to- cuerda todavía no en
considero que el campo de los instrumentos de
car pueda tener más dificultades y los elementos técni- temenie alto. A pesar de conseguido
se ha
todo, hay
un nivel suficien-
algunos instrumen-
cos no respondan de la forma que uno querría. tistas con una técnica exíraordinariamente alta, pero
S.—Cuando alguien quiere despuntar en un mundo por lo general, en la mayoría de los casos, hay mucho
como el del clave, parece que ¡o más importante es de- que mejorar. Hay que volver a las fuentes, a Geminia-
32 Scherzo
T * TEATRI "'"I
KEAI ENDIISA
X CICLO DE
CAMARAY
POLIFONÍA
TEMPORADA 1987-
11 I de diciembre, martes
Julliard Quartet
Abono D
14 15 de diciembre, marles
ChiHingirian Quartet
Abono D
12 2 de diciembre, miércoles
13 9 de diciembre, miércoles
MINISTERIO DE CULTURA
ENTREVISTA
ni. Lo que él describe a veces lo oigo en manos de los S. —¿ Qué es lo que está preparando para el futuro,
buenos violinistas que de verdad hay, pero que se po- qué grabaciones?
drían contar con los dedos de una mano. No hay que
tener miedo de perder la espontaneidad; el estilo ba- B.v.A.—En estos momentos estoy haciendo El cla-
rroco no viene por si sólo, hay que estudiar... ve bien temperado, de Bach para una casa de discos
S.— ¿Ocurre eso también con los instrumentos de alemana muy conocida, EMI-Electrola, la misma en
la que aparecieron los conciertos para clave de Ema-
viento? nuel Bach. Ya he grabado el Primer Libro, que me ima-
gino que saldrá dentro de medio año, aproximada-
B.v.A.—Quizás no tanto, pero también es difícil en- mente, y creo que en el mes de marzo continuaré con
contrar un intérprete realmente genial de traverso ba- el Segundo. Es un trabajo enorme, de verdad, pero creo
rroco... Creo que todos los instrumentos deberían que los resultados son excelentes. Quizás alguno de los
influir en los demás, podríamos consultar fuentes de lectores escuchó algo del Primer Libro, puesto que ofre-
diversos instrumentos y tratar de conseguir el mismo cí un concierto para Radio 2 en 1985 con la integral,
tipo de entonación y de expresión de un violín pero con y esa fue una de las primeras veces que toqué en con-
el clave. • • Tratar de ser un traverso o un oboe... Mu- cierto esa obra tal y como la estaba grabando. Cuan-
cha gente asegura que el clave, o el piano, son instru- do uno graba en disco una obra como El clave bien
mentos fáciles de tocar, porque no hay que preocuparse temperado se juntan varias cosas. Por un lado, está la
de afinar, únicamente pulsas una tecla y ya está... No, oportunidad de, simplemente, tocarla y dejarla graba-
hay que conseguir una especial entonación, entender da, pero es que hay que pensar en todos los detalles
la música. Este tipo de cosas, quepa- de la Partitura. Uno mismo debe for-
ra un buen cantante son más fáciles zarse a no dejar nada imprevisto. Pa-
de entender, porque está habituado «Para el intérprete ra El clave bien temperado existen 20
a matizar mucho cuando canta, esto fuentes documentales, y no todas son
es lo que hay que conseguir en todos no hay igualmente válidas. Algunas cosas
los instrumentos. hay que tomarlas de un lado, y otras
otra solución de otro. Y ese trabajo lo tienes que
S. — Vd. es el profesor de clave en que tener hacer personalmente, no puedes de-
el Real Conservatorio de La Haya. legar en otra persona la importantí-
¿Cómo ve a ¡a nueva generación de una vía sima tarea que es escoger qué versión
alumnos con los que trabaja en es- vas a grabar de esa obra. Hay que
tos momentos? propia
comprobar todas las variantes que se
B.v.A.—Debo decir que ahora de producen en determinadas notas, o
tengo un grupo muy bueno de gente compases, todos los detalles y las co-
experimentación» sas que se han ido añadiendo poste-
en La Haya, que trabaja con mucho
entusiasmo, especialmente desde que riormente a esos manuscritos, sólo
hace un tiempo inauguramos, por así decirlo, una se- Dios sabe por quién... Quizás por Juan Sebastián Bach
rie de jornadas abiertas al público. Cada mes hacemos mismo, pero es que ni siquiera la última versión cono-
tres días abiertos al público, y la verdad es que todos cida de Bach es definitiva, hay que seguir escogiendo
se esmeran muchísimo. Siempre empezamos con una porque algunas fuentes consideradas como casi las úl-
pequeña conferencia, pero no por mí, sino por uno de timas fueron copiadas por los alumnos de Bach, que
ellos, porque es una forma muy interesante de ver có- mezclaban lo que él había escrito con sus propias con-
mo viven la música, qué hay dentro de ellos. Los alum- tribuciones... Y, por cierto, alguno de estos alumnos
nos trabajan y se esfuerzan, pero a veces hay que era bastante pedante... Pero cuando quieres grabar una
estimularlos, yo creo que de cuando en cuando es nor- versión buena hay que ir comprobando todo. Te da mu-
mal que un alumno se sienta un poco perezoso, pero cho trabajo, pero es fantástico. Es la ventaja y la des-
lo que yo no puedo hacer es trabajar en su lugar. He ventaja de grabar... Resulta que al hacer la grabación
de enseñarles los trucos, los secretos técnicos, decirles tienes que tocar completamente a solas en una habita-
qué deben hacer y qué no, y después hacer que actúen ción de un museo, o en una iglesia, sin público, sin ca-
con responsabilidad. Si no lo hacen así, es un proble- lor... A lo mejor el museo está situado al lado de una
ma, porque, al fin y al cabo, le diré que a mí no me estación de ferrocarril, como ocurría en Hamburgo,
interesa para nada que ellos toquen bien, que sean bue- cuando grabé e! Primer Libro ... Se dan situaciones
nos clavecinistas... (risas). Pero sí que hay que presio- muy divertidas para el técnico de sonido, porque de re-
narlos un poco a veces. Hay también otro aspecto pente pasa un tren... En fin, se dan todas estas carac-
diferente en la enseñanza, que es de los cursos de vera- terísticas, pero además has tenido que hacer antes un
no. Son un poco peligrosos, porque hay mucha gente trabajo muy duro, que quizás no haces para un con-
que tiende a pensar que no son más que unas vacacio- cieno. Sin embargo, una grabación queda ahí, y hay
nes mejoradas con buena música. Dicen... "qué bien, que esforzarse mucho.
un curso de verano...", y hay que tener en cuenta que
otros alumnos sólo tienen esa opotunidad durante el
año, y hay que aprovecharla. Lo que también está cla-
ro es que siempre es necesario tener un profesor al la-
do que te vigile un poco; hacer ejercicios del siglo XVII
o XVIII está muy bien, pero tienes que tener a tu lado
un profesor que te diga que lo estás haciendo mal, o
bien, que te critique continuamente... José Carlos Cabello Arroyo
34 Scherzo
DISCOS
Scherzo 35
DISCOS
BACH: Conciertos para violi'n B.W.W. más patente en las Suites Inglesas—, carac- una interpretación verdaderamente moder-
¡.041 y 1.042; Dobles conciertos B. W. V. terística que es propia del lenguaje bachia- na». Quizá si las Cantatas se analizasen se-
1.043y 1.060. Arthur Grumiau* / H. Kreb- no de madurez. paradamente, una por una, se podrían
bers / H. Holligger. Les Soliste» Romands La versión de Kenneth Gilbert, magnífi- preferir en ocasiones versiones de directo-
- Arpad Gtrecz. Orquesta ^¡ueva Philarmo- co intérprete de la música clavecinística fran- res no tan rigurosos (léase Richter, Rilling
nía. Edo de Waarl. Disco compacto Philips cesa, es de gran calidad. Su lectura se rige o las antiguas y admirables de Hermann
Silver Une Clasics 420.700-2 (61'25" por la correción conceptual y una ejecución Scherchen); pero la coherencia y musicali-
A.D.D.) de elevado virtuosismo. La interpretación dad del músico berlinés hacen que estos dis-
merece uno de los primeros lugares entre las cos puedan ser considerados como piezas
Si en los últimos treinta anos se que han sido llevadas al disco. Tiene más in- modélicas de interpretación bachiana, supe-
han producido cambios y orien- terés que la de Huguette Dreyfus y sólo po- riores incluso a las dirigidas por Gustav
taciones innovadoras en la inter- drían echarse en falta algunos rasgos Leonhardt, el otro responsable de esia edi-
pretación musical, esos cambios hay que interpretativos, como la sobriedad de Leon- ción, de realización más austera y timbres
consignarlos en los criterios aplicados a la hardt o la exigencia musicológica de más secos y fríos. Muy bien las aportacio-
interpretación de la música del barroco, cuya Hogwood, nes de los solistas vocales (los veteranos Ess-
valoración desde una óptica historicista an- wood, Equiluz y Hampson) y no tan bien
tirrománlica ha supuesto una auténtica re- la de alguno de los niños solistas que desa-
E.M.M. finan peligrosamente en varias de las arias
volución estilística que ha redundado en de, por ejemplo, la Cantata BWV. 153. So-
beneficio de autores como Bach, Vivaldi o berbia toma sonora y prensado modélico,
Monieverdi, por citar sólo unos nombres, teniendo que añadir que estas grabaciones
quienes han encontrado un nuevo vigor ex- superan en mucho a bastantes compactos
presivo en los instrumentos originales, Leon- BACH. Suites para orquesta núms.: 2 y 3.
hardt, el Concent us Musicus o Gardiner han William Bennetl, nauta. The Academy of que se hacen en la actualidad. Como es ha-
liberado a esta música de su lastre románti- SI. Martln-in-lhe-Fikds. Philips 416 657. bitual el álbum viene acompañado por las
co, devolviéndole su ligereza, teatralidad, correspondientes partituras y por comenta-
claridad y, por qué no, su rudeza. La serie de precio medio Classics de Phi- rios y análisis interpretativos del propio Har-
lips nos trae uno de los mejores ejemplares noncourt (en alemán, inglés y francés; no
Pero como ninguna revolución surge es- de la serie. Este disco pertenece a la integral hay que olvidar que el álbum es de impor-
pontáneamente, resulta interesante y alec- de las Suites de Bach, grabada por Marri- tación). En fin, por si usted, lector, no se
cionador escuchar aquellas interpretaciones ner y la Academy of St. Martin-in-the-Fields había dado cuenta todavía, hay que rendir-
que, despojadas de planteamientos decimo- a finales de los setenta. Precisamente se trata se ante la evidencia: estamos ante el crea-
nónicos, apuntaban a concepciones más res- de las dos mejores interpretaciones de aquel dor idóneo de la música de Bach. No le dé
petuosas con el estilo de la época. Ese sería álbum. Como es sabido, Marriner ha vuel- más vueltas.
el caso de Arthur Grumiaux, cuyo acerca- to a grabar estas obras en el año 1983.
miento a Bach sigue siendo válido por su En la preparación de estas versiones in-
musicalidad y comprensión del universo del tervino el gran Thurston Dar! y su mano se E.P.A.
barroco bachiano, del que ofrece unas lec- nota. La interpretación es excelente, vivida,
turas sobrias y muy expresivas. muy barroca, con un William Bennett co-
Colaboran con el gran violinista belga el mo extraordinario solista de flauta en la Sui-
extraordinario Heinz Holliger, cuyo sonido te n.° 2. La ligereza de ritmo, la dinámica BACH: Wachet auf, ruft uns die Síimme
es un regalo para el oído, y el antiguo con- típica de Marriner, con su especial manera BWV 140. Magnificar BWV 243. EdlthMat-
certino del Concergebouw Krebbers, digno de comprender a Bach, hacen de estas lec- hU, Peter Schreier (BWV 140); Marta Sla-
parlenaire del belga. turas de lo mejorcito que podamos encon- der, Herí ha Tópper, Ernsl Haefliger,
En resumen, disco interesante que no des- trar, sobre todo en series medias. Hogwood, Dietrích Fischer-Dieskau. Coro y Orquesta
vía los vientos de la historia que soplan vi- Leonhardt, Linde, Kuijken, Leppard, Pi- Bach de Munich. Director: Karl Richter. DG
tales en el Concentus Musicus o la Petite nock, son otras de las muy buenas opcio- Gallert» 419 466-2 Compacto ADD 64'1S".
Bande. nes entre las que se puede elegir.
En cualquier caso, una reedición muy El paso del tiempo no ha sido
A.M.J. oportuna y positiva, que saludamos con ale- precisamente clemente con el
gría. El disco, con comentarios sólo en idio- Bach de Karl Richter. En los
mas foráneos, está arropado por una años sesenta se quiso ver su propuesta co-
BACH: Las seis Suites francesas BWV discreía carpeta y una grabación de notables mo un Bach de apreciable pureza. Con el
812-817. Kenneth Gilbert, clave Ruckers de características técnicas. avance de tos criterios históricos, el estilo de
1636. Harmonía Mundí HMC 90437.38 2 Richter ha vuelto al lugar al que pertenecía,
Compactos ADD 44'56", 50'13". G.Q.LL.O. la tradición romántica. Un Bach de fraseo
amplio, excesivamente masivo, incluso ma-
La Suite para clave nace en Fran- cizo en ocasiones, con una lírica claramen-
cia con Chambonieres y pasa a te anacrónica y al que es por completo ajena
Alemania merced a Froberger. BACH: Las Cantatas completas, vol. 37 la incisividad de acentuación a que nos ha
La influencia francesa se siente todavía con (BWV. 152 a 156). Paul Esswood (contral- acostumbrado Harnoncourt. A todo ello hay
claridad en las Suites de Bach. El composi- lo); Kurt Equiluz (tenor); Thornas Hamp- que añadir que el color, dados los medios
tor admiraba sinceramente a los clavecín is- son (bajo). NÍ6os Cantores de Tolz y utilizados, tampoco tiene nada que ver con
las franceses —en especial a Coupcrin— y Concentus musicus de Vtena. Director: Nl- el mundo que descubrió la renovación en la
permitió que en su escritura se introdujesen kolaus Harnoncourl. Tddec 6.35656, álbum interpretación barroca. Richter viene a cons-
métodos típicos de su arte. Las Suites fran- de 2 LPs. incluyendo comentarios y parti- tituirse asi en un eslabón de la historia de
cesas—(¡lulo que no procede de Bach—es- turas. Grabaciones Vieoa, 1985. la interpretación bachiana de la línea acriti-
tán relacionadas con el Libro de Ana ca y que, desde luego, no es un precedente
Magdalena, lo que las situaría cronológica- de la visión actual. Por lo demás, Richter
mente hacia el aflo 1722. Parece que Bach Prosigue esta monumental edición de to- fue siempre fiel a si mismo, como demues-
reelaboró el material del Buchlein y le dio das las Cantatas de J.S.Bach, uno de los le- tra que la Cantata BWV 140, grabada en
la forma de Suites bajo la que aparece en gados de mayor envergadura e importancia 1979, tenga una lectura tan romántico co-
esta colección. Las obras muestran una ten- en toda la historia de la música grabada, a mo el Magníficat, que data de 1962. Si us-
dencia a la abstracción, que irá en aumento pesar de que aún hoy se levanten voces aira- ted lector es partidario de Karl Richler, o
en composiciones posteriores, que confirma das en contra de este macroproyecto. Una no se plantea demasiados problemas estilís-
lo avanzado de la fecha de creación y cues- vez más habremos de acudir a palabras del ticos, podrá disfrutar de un Bach muy bien
tiona su datac ion en el período de Weimar propio Harnoncourt diciendo que «estamos tocado y sobre todo extraordinariamente
(1708-1717) El estilo que domina en las obras ante una nueva tentativa de desligar esta ad- cantado. El sonido es además excelente.
es marcadamente francés, pero en unión con mirable música antigua de la sonoridad sin-
elementos italianos —aspecto que aún será fónica clásica y de obtener, por medio de las
características de los instrumentos antiguos, E.M.M.
36 Scherzo
DISCOS
BARCE: Preludios 1-24 Eulalia Solé, Pla- un intento de exposición sistemática del mé- ba. Lisa contribuyó, de esta manera, a di-
no. Etilos 04 - A - XXXVII. Madrid. 19S7. todo armónico diseñado por Barce y deno- fundir generosamente no sólo la música de
minado «Sistema de niveles». No se trata de sus contemporáneos, sino también la de
Regresa al mercado el sello Etnos con la un disco de audición fácil y no creo que fuera autores anteriores (casos como Bach, Mo-
serie «La música española para leda», pro- pensado para ser oído de un tirón, pero es zarl, Schubert, entre otros). En lo que ata-
yecto que se prolongará por varios años bajo un documento de gran interés que demues- ñe a Beethoven, el compositor húngaro
la asesoría de Amonio Gallego, sucesor de tra que el motivo por el que alguna de estas transcribió para el piano las Sinfonías, asi
Andrés Ruiz Tarazo na en tales menesteres. piezas no está en el repertorio habitual es por como algunos Lieder y el Septeto, Op. 20.
El proyecto presenta un equilibrio entre la consabida tendencia a la rutina de los pia- En estas geniales transcripciones, el autor lo-
amores de los siglos XV1U, XIX y XX con nistas españoles. A su favor está la esplén- gró trasladar magistral mente al piano el es-
claro predominio del piano sobre otros ins- dida versión de Eulalia Solé, intérprete píritu de la orquesta, al ser capaz de
trumentos de (ecla. idónea para proyectos de este tipo por su producir, en palabras del propio Liszt, «to-
gran técnica, meticulosidad e inteligencia dos los rasgos, todas las combinaciones, to-
Por lo que a la música española reciente musical. das las figuras de la composición más
se refiere parece un lanto simbólico que el compleja, sin dejar a la orquesta otras su-
primer autor sea Ramón Bar ce. autor que perioridades que las de la diversidad de tim-
ha representado dentro de la arbitrariamente X.M.C. bres y los efectos de masas».
La interpretación pianística de la sinfo-
nía núm, 5, ofrecida en este registro por el
gran pianista autríaco Paul Badura-Skoda,
es encomiable desde todos los puntos de vis-
ta. Badura-Skoda ha sabido captar plena-
mente ese deseo de Liszt, antes mencionado.
La bellísima exposición de la obra va unida
a una claridad absoluta y, sobre todo, a un
perfecto equilibrio en los matices, en espe-
cia] en algunos momentos de la interpreta-
ción (escúchese con atención, a este respecto,
el segundo movimiento).
En la cara B de este disco figura la Sona-
ta núm. 19, en do menor, D.958, de Schu-
berl. Se trata de una grabación realizada en
un concierto público, ofrecido por Paul
Badura-Skoda en la Sala Gaveau, de Paris,
el 14 de octubre de 1978. Es, sin duda, un
documento interesante, pero carece de sen-
tido su presencia en este disco. Si se ha he-
cho con la intención de ofrecer una segunda
obra, debido a la brevedad de la Sinfonía
núm. í, ¿no habría resultado más congruen-
te incluir, sin ir más lejos, una de las nume-
rosas sonatas del propio Beethoven? De este
modo, se habría salvaguardado, al menos,
la unidad de autor.
Finalmente, como datos informativos de
denominada generación del 51 el rol de com- BEETHOVEN: Sinfonía ntim,5. en do me- interés, es de señalar que el sello de Harmo-
positor humanista y, a lo largo de su pro- nor, Op. 67 (transcripción pira piano de nía Mundi ha publicado, aunque con intér-
ducción ensayística, le ha tocado reflexionar Franz Ltezl). SCHUBF.RT: Sonata núm. 19. pretes diferentes, las restantes sinfonías de
sobre múltiples aspectos de la Nueva Músi- en do menor, £>. P5S. Paul Badura-Skoda, Beethoven transcritas para piano, salvo la
ca. Acierta Antonio Gallego cuando escri- piano. Harmonía Mundl, HMC 1195. Séptima y la Noveno. Con anterioridad a es-
be que la actividad de ensayista y la de tas grabaciones, únicamente existia en Es-
compositor de Barce están «intimamente en- paña una versión, publicada por Archiv, de
En presencia de Liszi nos encontramos, la Sinfonía núm. 8, interpretada al piano por
troncadas. No son actividades paralelas ciertamente, ante uno de los músicos más
—como en el caso de otros compositores, Leonard Hokanson.
grandes e interesantes de la Historia de la
capaces de desdoblarse muy especiacular- Música. No creo que la admisión de este
mente— sino cara y cruz de las misma axioma ofrezca duda alguna. Lo que sí re- F.G.U.
moneda.» sulta más dudoso es el grado de conocimien-
Ahora bien, sin duda que ese entronca- to de la inmensa obra escrita por Liszi. En BEETHOVEN: Cristo en el Monte de los
miento no ha dejado de hacer de la obra de la mayoría de las ocasiones, dicho conoci- Olivos. Op. 85. Montea Pick-HIeronimi, so-
Barce un lugar aparte en la creación musi- miento se limita a la interpretación de algu- prano. James Anderson, tenor. Viciar van
cal comemporánea española. Aún cuando nos poemas sinfónicos, obras para piano y, Halt-m, bajo. Coros y Orquesta Nacional de
la oferta de música desde el sector público muy raras veces, las sinfonías. Las restan- Lyon. Director: Serge Baudo. Harmonía
ha venido condicionada en lo últimos vein- tcs y numerosas faceras del compositor que- Mundi HMC 5181.
ticinco años por condicionantes politico- dan en el más absoluto olvido. ¿Qué decir,
ideológicos exclusivamente y, sorprendente- por ejemplo, del conocimiento de su obra
para órgano o del de sus bellísimas compo- El Oratorio Cristo en el Monte de los Oli-
mente, esos condicionantes han sido igua- vos, obra temprana a pesar de ocupar en el
les para todos los gobiernos desde el periodo siciones vocales y corales? Y, por supuesto,
sus magníficas transcripciones para el pia- catálogo beethoveniano el número 85, per-
de Fraga, el caso de Barce es peculiar, pues tenece a un capítulo del autor no muy abun-
si bien su persona ha intervenido en lodo ti- no ni se conocen. Por todo ello, el disco es
un buen remedio para paliar la carencia en doso, aunque no por ello desdeñable. Dentro
po de actividades desde 1964 hay que seña- del bloque integrado por la obra vocal de
lar que hasta hace unos pocos años su obra vivo de esle tipo de obras.
Beethoven. este Oratorio ocupa un lugar de
ha protagonizado muchas menos cosas. In- considerable relieve. Escrito en quince días,
cluso obras que reúnen [amos factores pa- Liszi transcribió para el piano y otros ins-
trumentos un buen número de obras de com- sobre un texto del poeta Franz Xaver Hu-
ra gozar del favor de un público normal ber que parafrasea el del Evangelio, fue es-
como su Música Fúnebre de 1969, no vie- positores diversos, incluso algunas
compuestas originalmente por el mismo. Es- trenado en el teatro Am der Wien, en
ron el disco ni la imprenta hasta 1979, y lo programa con la Segunda Sinfonía y d Con-
primero en versión más bien mediocre. tas transcripciones son, dentro de la produc-
ción lisüliana, un capitulo fundamental para cierto para piano núm. 3, el día 5 de abril
conocer al artista y al mundo que le rodea- de 1803.
Los Preludios de piano es el resultado de
Scherzo 37
DISCOS
Estamos, por supuesto, ante una obra in- les reticencias, las aguas volvieron a su cau- ble en disco de vinilo. Así. este compacto
frecuente, tanto por to que hace a la sata del ce y el concierto fue aclamado como una reúne dos grabaciones del violinista Henryk
concieno como al disco. En este último cam- obra maestra. De carácter eminentemente lí- Szeryng (1918), el Concierto de Brahms y el
po. Deutsche Grammophon publicó en su rico pero orquestado con brillantez, su in- más popular de los dos compuestos por
momento una magnífica versión a cargo de terpretación exige un solista de excepción Mendelssohn. Realizadas respectivamente en
Elizabeth Harwood, James King y Franz que sepa recrear todos los matices de la obra. 1973 y 1976, recogen en plenitud al artista
Crass. En lo que afecta a ésta nueva, de Har- Del recientemente fallecido Arthur Gru- polaco de origen y mexicano de nacionali-
monía Mundi, es algo desigual, sobre todo miaux, Philips publica en compacto su se- dad. La belleza de su sonido, la perfección
en lo que a las voces concierne. De los tres gunda versión del concierto brahmsiano. la de su técnica, su noble expresión y su impe-
solistas —soprano, tenor, bajo— que inter- que a comienzos de la década de los 70 gra- cable musicalidad, rara vez habrán sido su-
vienen en la obra, son la voces de soprano bó con Coün Davis y la Orquesta Phitarmo- peradas aún en los numerosísimos registros
y tenor quienes asumen el peso original. La nia. Se trata de una interpretación muy que la partitura de Brahms ha conocido.
intervención del tenor James Anderson no transparente, excesivamente Úrica e intinüsta Pienso que esta versión sólo ha sido mejo-
resulta demasiado brillante. Su voz, poco que, si bien permite disfrutar del irreprocha- rable, en conjunto, por las de Oistrakh con
clara y carente de potencia, contrasta con ble juego del violinista belga en las parles Klemperer o Szell o la de Perlman con Giu-
la de la soprano, que sin llegar a un nivel más camerís ticas, en el primer movimiento lini (todas EMI).
óptimo, realiza, sin duda, una labor acep- de carácter más sinfónico la dirección exce-
table, no sólo en sus intervenciones solistas, sivamente tímida de Colin Davis le priva de Ambas tomas sonoras, de óptima calidad,
sino también en los casos en que canta acotn- su vigor y su fuerza esenciales, desequilibran- reflejan a la perfección tanto la riqueza tim-
paflada por el conjunto vocal. Esta desigual- do todo el conjunto del concierto. brica del violin como la espléndida sonori-
dad tenor-soprano es apreciable, en el duetto dad —pastosa, amplia, cálida— de ¡a
So ruhedenn mil ganzer Schwere, en el que Ha sido una pena que Philips no haya edi- Orquesta de Amsterdam, una de las prime-
la voz del tenor aparece prácticamente ve- tado la primera grabación de Grumiaux con ras del mundo, muy bien dirigida por Hai-
lada por la de la soprano. Por su parte, la Van Beinun y el Concertgebow que, en la tink. Pero en el Concierto de Mendelssohn,
Orquesta Nacional de Lyon realiza, en lineas misma línea de Davis, logran una versión la aproximación de director y solista es qui-
generales, un trabajo aceptable, aunque no más equilibrada, transparente y vigorosa. zá demasiado grave y cautelosa y hay otras
uniforme en todos tos números de la obra. Esta grabación está editada por Salvat en la opciones preferibles, aunque ésta sea bue-
Así, en la introducción orquestal, no llega Enciclopedia de los grandes compositores na. Así, por ejemplo, las de Menuhin, las
a expresar en su plenitud la profunda emo- con un sonido aceptable. de Perlman con Previn o el propio Haítink
tividad derivada de los pentagramas beetho- Completa el compacto el grandilocuente (ambas EMI), la de Mintz con Abbado (DG)
venianos. Esto mismo parece acusarse en Concierto de Bruch que, en manos de Gru- o la de Mutter con Karajan (DG). Curiosa-
algún momento de acompañamiento a so- miaux, alcanza una interpretación inolvida- mente, todas ellas abordan la obra con gran
listas y coro. ble, a pesar de la tosquedad del director que amplitud de ¡empi, acercando su duración
lo acompaña, Heinz Walberg, un Kapelmeis- a los 30 minutos. No estaría de más para el
ter que no sabe aprovechar la sonoridad de posible comprador, contrastar alguna de es-
En resumen, versión que, a pesar de lo di- tas grabaciones, que acaso posea, con las
cho, puede escucharse con agrado. No obs- una orquesta como la de la Philarmonía de más incisivas y nerviosas del gran Jase ha
tante, yo me sigo pronunciando por la de los 70, cuando el espíritu de Klemperer res- Heifetz, sea dirigido por Münch (RCA), sea
Deustsche Grammophon, más arriba citada. piraba aún entre sus músicos. por Beectiam (EMI): creo que ambas pue-
En suma, disco para los incondicionales den ya disfrutarse en compacto.
F.G.U. de Grumiaux. El resto por el mismo precio
encontrará en la viña del señor a Oistrakh,
BRAHMS: Concierto para viotín Op. 77 Menuhin, Stem, Szeryng. R.A.M.
BRUCH. Concierto paro violín Op, A.M.J.
iá.Arihut Grumiaux - Orquesta Nueva Fi-
larmonía dirigida por Sir Colín Davis / BRUCKNER: Sinfonía n.° 7 en Mi mayor.
Heinz Walberg. Disco compacto Philips SU- BRAHMS: Concierto para violfn en re ma- Orquesta Filarmónica de Viena. Director:
ver Une Clussics 420.703-2 <Ó2'29"A.D.D.) yor, opus 77. Cario María Ciuliui. Deutsche Grammop-
MENDELSSOHN; Concierto para violín en bou, compacto, 419627-2. DDD. Duradón:
Cuando se estrenó el Concierto mi menor, opus 64. 67*52. Grabación realizada en la Musikve-
de violín de Brahms en 1879, los Henryk Szeryng, violín. Orquesta Conctrt- rein, Grosser Saal, Viena, durante el mes de
buenos oyentes de Leipzig no gebouw de Amsterdam. Bemard Hailink, di- junio de 1986.
daban crédito a lo que oían: un concierto rector.
erizado de dificultades, escrito contra el vio- PhUÉps 41643S-Z. Disco compacto ADD. Hace algunos aflos, en una en-
lín y que, para colmo, parecía una sinfonía. Duración 70'10". trevista concedida por el maes-
No les faltaba razón porque Brahms en su tro italiano a José Luis Pérez de
obra intentaba una síntesis entre lo sinfóni- La tecnología moderna permite Arteaga, se podía leer la siguiente declara-
co y lo concertante, síntesis que lograría po- agrupar, sin merma de calidad ción de principios relacionada con el con-
co después brillantemente con su segundo sonora, obras cuya duración su- cepto de Giulini en su aproximación a
concierto para piano. Superadas las inicia- pera los 70 minutos, cifra casi impractica- Bruckner; «... Esto es lo que yo veo de ex-
38 Scherzo
DISCOS
traordinario en Bruckner, la existencia de Lully. Incluso no parece demasiado aven- ofrece aquí con el joven Inbal —discreto y
una inocencia que sufre; una angustia, un turado pensar que si las condiciones exler- respetuoso él: hace ya 15 años de esto— una
dolor, un sufrimiento, sí, pero sin rebeldía. nas hubieran sido otras Charpentier hubiese de las lecturas más recomendables, con un
El sufrimiento ha sido aceptado como una competido directamente con el florentino sonido muy bueno, por mucho que no pue-
necesidad de vida, ha sido acepiado con bon- con su producción escénica. Este aspecto de da deshacerse del lodo del ruido de fondo
dad. Pot esto en Bruckner se da esie increí- su tálenlo no fue probablemente desarrolla- (el masier en cinta, ya saben). Completa el
ble don de fe, bondad y amor a todo y hacia do por completo. Incluso así legó páginas disco una rara avis, las Variaciones "lá ci
todos. Para llegar a emendei todo esto yo del interés de David et Janathas y Médée, darem la mano", la pieza que Béjart con-
he necesitado una madurez humana y vital El idilio en música Les Arts Florissants es virtió en un soberbio ballet alrededor del mi-
que me permitiera acercarme a este senti- obra un tanto menor y de circunstancias, pe- to de Don Juan. Con esta bella obra el
miento positivo con la necesaria capacidad ro en la que desde luego sale a flote la flui- compacto se convierte en disco negro y me-
de comprensión no sólo musical, sino tam- dez de ideación de su autor. dio. Es, pues, un disco muy interesante aun-
bién anímica...» Hermosos conceptos, qué que no importante, donde se encontrará
duda cabe, de los que se deduce que Giulini William Christie es el más activo defen- calidad, pero no genio. Advirtamos que es-
ha necesitado llegar a los sesenta años para sor de Charpentier. Con el Concertó Voca- to significa que se trata de un disco por en-
lograr la madurez humana que demandan le realizó una lectura de gran intensidad linca cima de la media.
las interpretaciones del compositor austría- de las Lecons de Ténébres. Los registros de
co. De esta forma vemos que coincide con Médée y Actean, con el grupo que toma su
otros bmcknerianos de pro, como Günter nombre de la obra de Charpentier aquí gra- S.M.B.
Wand (ver comentario a su ciclo Bruckner bada, han supuesto valiosísimas aportacio-
en el n°l6 de SCHERZO), Cari Schuricht, nes al conocimiento de nuestro músico y del
Hans Knappertsbusch o Karl Bóhm (quien barroco francés en general. La interpreta-
decía a propósito de la Séptima: «la más ción de Les Arts Florissants cuenta con la GRIEG: Peer Cynt iSuites núm. 1, Op. 4ti
grande obra musical jamás escrita»), y tam- comprensión del lenguaje, incluidos los tó- y núm. 2, Op. 55), Cuatro Danzas Norue-
bién vemos que podría ser una permanente picos y ese cierto aire de pomposidad retó- gas, Op. 35 (orquestación: Hans Sftt). An-
lección de humildad y sabiduría para los di- rica que se encuentra en tantas obras tigua Romanza Noruega, Op. 51. English
rectores más jóvenes que ya desde sus co- francesas de la época, y la cuidada ejecución Chamber Orcheslra. Ph¡Iharmonía Orches-
mienzos se atreven con reses tan peligrosas de todos los trabajos de Christie y su gru- tra. Direi-lor: Raymond Leppard. PHILIPS
(así pasa lo que pasa). po. Sin embargo, se echa de menos una con- CLASSICS 420 (181-2. Digital compacto.
vicción más sincera, que quizá los músicas
no han encontrado en esta pieza de valor no Verdadero campeón de la músi-
La grabación que ahora comentamos es esencial en el catálogo de Charpentier. ca del XVIII, Raymond Leppard
la cuarta realizada por Giulini en lo que a nos ha legado para el microsur-
sinfonías de Bruckner refiere. Hace unos co ejemplares versiones de obras de grandes
diez altos salieron al mercado internacional E.M.M. compositores de esta centuria (Haendel en
del disco sus versiones de la Segunda (Sin- particular); por ello, no es raro que en un
fónica de Víena) y Novena (Sinfónica de determinado momento deseara grabar obras
Chicago), ambas en EM1 y que próxima- de otras épocas y estilos. Y ahí tenemos el
mente estarán disponibles en compacto. Pos- CHOPIN: Concierto para piano n." I. Va-
riaciones "Id ci darem la mano ". Filarmó- presente disco, que auna grabaciones de
teriormente el músico italiano grabó la obras de Gríeg efectuadas en 1975 (las Sui-
Octava con la Filarmónica de Viena pra nica de Londres: EJIahu labal. Claudio
Arrau, piano. Philips - Silver Lint Classics. tes de Peer Gynt y las Danzas, reprocesa-
Deutsche Grammophon (ver comentario en das digitalmente) y en 1981 (la Antigua
d n.° Ode SCHERZO) y ahora nos llega esta CD 420 706-2 ADD.
Romanza Noruega). Lógicamente, su inte-
Séptima que marca, a juicio de quien esto rés creemos que no radica en las archicono-
escribe, la cota más alta de calidad interpre- Proceden estas dos obras de la cidas Suites de Peer Gynt, sino en las Danzas
tativa junto a la lectura panteísta, linca y integral de música para piano y y en la Antigua Romanza, poco conocidas
expresiva de la Segunda (no se puede ima- orquesta grabada entre 1972 y en nuestros ambientes musicales.
ginar versión más bella). Esta Séptima cuen- 1973 por Arrau e Inbal para Philips. El Con-
ta con una gloriosa Filarmónica de Viena, cierto es una obra que encierra bellezas y en- Para Peer Gynt, Leppard se vale de la
de la que Giulini extrae un sonido cálido y cantos, la belleza del Chopin de nocturnos English Chamber Orchestra. Ello puede
luminoso, con carnosa efusividad románti- y baladas, el encanto mórbido pero innega- parecer un poco raro, ya que estamos
ca, amplia gama dinámica (sin exageracio- ble de un romanticismo Intimo y doliente. acostumbrados a escuchar esta música inci-
nes) y enorme claridad de texturas (ayudado No es, como saben bien los aficionados, una dental de la mano de las grandes formacio-
por una excelente grabación). La articula- de las grandes obras del repertorio concer- nes sinfónicas, pero tendríamos que ver de
ción es impecable y el discurso sonoro re- tante. No comparto el desprecio de algunos qué orquesta disponía Grieg cuando el es-
bosa sencillez y diafanidad. Además hay colegas hacia esta obra. No es una obra con- treno de la obra teatral de Ibsen (1876) pa-
sensibilidad para el erotismo místico de la certante de Brahms, de Beethoven, de Men- ra juzgar si la solución es lícita o no. De la
partitura y para el misterio. En fin, otra (ra- delssohn, pero posee calidades suficientes Suite núm. I debemos mencionar la lectura
ra) ocasión en que la industria del disco rea- por si mismas. Es obra de uno de los gran- de la Muerte de Aase, que no resulta lán-
liza un registro que constituye una gran des del piano de todos los tiempos y la or- guida como en otras versiones, sino de un
experiencia espiritual, y no decimos aque- questa, que a veces pasa inadvertida, nunca gran lirismo y profundidad expresiva. Muy
llo de «Busque, compare, etc.», porque, hoy resulla molesta. La discografia ha dado al- contrastada —quizás demasiado, pues tuvi-
por boy, la Séptima de Bruckner por Giuli- gunas versiones memorables: la antigua de mos que controlar el volumen de nuestro
ni es la alternativa indudable. Brailowsky para RCA o la moderna de Z¡- aparato— En el palacio del rey dt la mon-
mermann y Giulini para D.G. muestran dos taña; algo similar sucede en el Retomo de
maneras tan diferentes de enfrentarse a la Peer Cynt de la Suite núm. 2.
E.P.A. obra que las constituyen en referencias ex-
tremas de dos formas de entender a Chopin, Las Cuatro Danzas Noruegas fueron es-
más lánguida y egocéntrica la de Brailowsky, critas originariamente para piano a cuatro
CHARPENTIF.R: í.« Arts Florisstwts. En- de mayores intenciones objetivas la de Zi- manos en 1881, pero en seguida las orques-
semble Vocal el Instrumental l-M Arts Flo- mermann. Otras opciones interesantes son tó el compositor, director y violista checo
rissan». Director: Wllliam Christl*. Pollini-Kletzki (EMI), Samson Francois- Hans Sitl (1850-1922). quien desempeñó su
Harmonía Mundi (Musique d'abord) HMA Frémaux (EMI) o Gilels-Kondrashin (Melo- labor con evidente savoir faire. En el disco
1901083. Compicto ADD 40'35". día). Pero una de las versiones más desta- que comentamos, su interpretación corre a
cadas es ésta que nos ocupa, donde Arrau, cargo también de la English Chamber, des-
La recuperación de la música de gran chopiniano que ha grabado una de las tacando la juguetona núm. 2 en La y la núm.
Marc Antoine Charpentier series más equilibradas de Nocturnos de to- 4 en Re, con un interesante tema iniciado
(1644-1704) es posiblemente la dos los tiempos (y en Chopin el equilibrio por el oboe y de sabor oriental izan te.
es acaso lo más difícil... y lo más de agra-
más importante de las producidas en lo que decer por razones evidentes), además de Por su parte, la A ntigua Romanza Norue-
se refiere al diecisiete francés. Se ha podido otras muchas cosas (scherzi, baladas, etc.). ga (ue compuesta ea 1891 para dos pianos,
comprobar así que Charpentier es el com- pero diez años después Grieg la orquestó.
positor mejor dotado después del propio omitiendo empero alguna de las Variacio-
Scherzo 39
DISCOS
nes. El tema principal se basa en una bala- la lectura del Segundo Concierto. El repro- nición de estados anímicos. ¡ Cuántos
da que el compositor halló en la colección cesado alcanza mayor sentido en este soporte gondoleros venecianos, canciones de cuna,
de música popular noruega editada por L.M. CD, con una eliminación considerable de pa- escocesas y marchas fúnebres han hecho sus-
Lindemann. Precisamente, el aspecto más rásitos de fondo y mayor verosimilitud so- pirar a sus recreadores en el claroscuro de
interésame de la obra se basa en las dichas nora, si bien el punto de partida era ya de los salones románticos! De Schubert a
Variaciones, construidas partiendo de este excelente calidad: el ingeniero de los Con- Brahms, de Field a Chopin, todos los com-
tema principal, que predomina asimismo en cierlos era Gumer Hermanns (1976) y el de positores del siglo XIX cultivaron la pequeña
el Fínate, harto brillante y contrastado. Venezia e Napoli fue Hans-Peter Schweig- forma.
mann(!977). Es muy importante que en es- Mendelssohn, como en tantas otras cosas,
Jo.R.B. te soporte el Segundo Concieno sea ofrecido también fue uno de los primeros en abor-
en seis posibilidades de acceso directo, una dar estas miniaturas que, en número de 48,
para cada parte del amplio único movimien- constituyen una de las colecciones más per-
H1NDEMITH: Sinfonía Maltas elpintor. R. to en que consiste la obra: la facilidad de es- fectas de su genero y de más hondas reso-
STRAUSS: Muerte y transfiguración, Op. tudio y análisis es ahora enorme y algo no nancias, toda vez que el autor berlinés supo
24. Orquesta Sinfónica de Londres. Direc- desdeñable para muchos aficionados. hallar el equilibrio entre la forma lied y un
tor: Jascas Horenalein. Cnandos, 8533, elaborado sentido de lo descriptivo que se
compacto. ADD. SI,05. Grabaciones efec- puede traducir en diseños apenas esbozados
tuadas eo la Walihunstow Town Hall, Lon- S.M.B. y sagazmente contorneados por una delica-
dres, el 19 de mayo de 1972 (Hindemirh) y da paleta cromática, que pone en juego la
en la t'airfieid Hall. Croydon.d 29 de julio imaginación del intérprete, que ha de saber
át 1970 (Strsuss). Distribuido en España por LOCATELLI. Sonatas para flauta travese- cantar y hallar el colorido de cada romanza
Harmonía Mundi Ibérica. ra y bajo continuo op. 2 núms.: 2, 6, 7 y sin caer en el exceso ni la afectación.
10. WUbert Hazrlzel, flauta. Ton Koopnum,
clave y Richte van der meer, violoocello. Pintura melódica destinada a la evocación
La sinfonía Mathis der Moler Pnilips 416 613. y el ensueño, pintura melódica para aque-
(tres fragmentos orquestales ex- llos que quieran hacer música disfrutando
traídos de la ópera del mismo ti- con el rey de los instrumentos, como Baren-
tulo) fue la última grabación realizada por Compre Vd. este disco, amigo lector, por
lo que su portada le sugiere. Efectivamen- boim, el pianista argentino que con estas Ro-
Jascha Horenstein un año antes de su falle- manzas sin palabras firma uno de sus más
cimiento. En ella puso de manifiesto, sobre te, Joven pastor tocando la flauta es el titu-
lo de la obra de Dirck van Santvoort que grandes e indiscutibles registros, no ya por-
todo, los elementos ácidos y sarcásticos de que técnicamente su juego pianístico sea irre-
la partitura de Hindemith, mediante una di- ilustra este ejemplar. Es el típico producto
de la escuela holandesa del siglo XVII. De prochable, sino porque Barenboim sabe
rección inexorable, plena de tensión, conec- darles ese tono clásico romántico, insinuan-
tando el mundo del compositor alemán con él se desprende una rústica plasticidad, una
juvenil dedicación; el joven flautista, mira do lo que de descriptivo hay en cada una de
el amarga expresionismo de la Segunda Es- ellas sin caer jamas en lo cursi. Su interpre-
cuela de Viena y ofreciendo, en consecuen- algo burlón a quien le escucha, y la pieza que
parece estar sonando adquiere todo el en- tación, marcada por la naturalidad y toca-
cia, una versión de discurso musical áspero da por la poesía, tiene el sabor de los grandes
y cortante. La lectura, por lo expuesto, se canto de su tiempo.
vinos que gustan de ser saboreados sin can-
aparta bastante del mensaje propuesto por Locatellí es un compositor que si bien sar jamás y en los que siempre se descubre
Hindemith, a saber: "tratar de establecer aprendió bajo los auspicios del gran Core- algo nuevo.
una relación cálida con el oyente a través de lli, consiguió su estilo propio a fuerza de ori-
una orquesta romántica", a pesar de lo cual ginalidad y gracia. Estas cuatro Sonatas para Dos discos de buen sonido y prensado ha-
es una interpretación realmente fascinante, flauta de la op. 2, son un buen reflejo de cen plenamente recomendable un producto
fogosa y combativa, el canto del cisne de un ese estilo, adquirido y propio a la vez. Por hecho para gozar y disfrutar.
gran director. Con el poema sinfónico de Ri- tratarse de obras tempranas, el compositor
chard Strauss sucede Otro tanto: la batuta respeta aún las formas tradicionales. Son A.M.J.
de Horenstein no plasma transfiguraciones piezas que, en todo caso, exigen del intér-
celestiales, sino tumultos expresivos, furia prete un gran virtuosismo. Esto no es pro-
instrumental y viólenlas antítesis sonoras. La blema para ninguno de los tres intérpretes
respuesta orquestal, aun siendo sobresalien- que protagonizan la grabación, especialmen- MENDELSSOHN: Sonatas para violin en
te, denota que no estamos ante un director te para Hazelzei, cuyo arte de tocar la flau- Fa menor, Op. 4 y en Fa mayor sin número
preciso (con las ventajas de espontaneidad ta hemos alabado en numerosas ocasiones de Opus. Sfalomo Mintz, violin. Paul Os-
que ello conlleva y los inconvenientes de los y que en este caso ratificamos plenamente. tro vslt y, plano. D.G. 419 244-2. Digital
pequeños desajustes que seguramente mo- Es uno de los grandes. Su grabación de la compacto.
lestarán a más de uno). La grabación, clara op. 10 de Vivaldi fue modélica. Estas So-
y definida en origen, ha mejorado al sei natas de Locatelli encuentran en él su tra- A los adictos y afectos a la mú-
transferida a compacto. Disco excelente, en ductor ideal. A su lado, Koopman hace sica de Mendelssohn, puede con-
definitiva, que requiere toda su atención. diabluras a) clave, muy bien secundado con siderarse que la diosa Fortuna
el cello barroco de van der Meer. les ha sonreído con la publicación de este dis-
co, que contiene dos obras poco difundidas
En suma, un disco delicioso, como su pro- del músico de Hamburgo y en óptimas ver-
E.P.A. siones.
pia portada. No le defraudará y comproba-
rá una vez más que lo de los instrumentos Compuesta en 1823, cuando e! composi-
LISZT: Conciertos para piano I y 2. Vene- de la época, no es ninguna tontería cuando tor no contaba más que catorce años, la So-
zia e Napoli: Condoliera, Cantone y Taran- se alcanzan cotas de traducción sonora co- nata en Fa menor, Op. 4 sorprende ya por
tella. Lazar Bcrman. Sinfónica de Vtena: mo las de este trío. A ello hay que sumar su madurez contructiva, aunque desde el
Cario María Gialini. Deutsche Grammop- una buena grabación, no digital, pero no por Adagio-Allegro modéralo inicial acuse un
hon Gallería 415 839-1 CD ADD. ello de inferior calidad. El prensado es in- cierto sabor beethoveniano, que puede sen-
maculadamente holandés. Un acierto. tirse en la totalidad de la obra. Con ella de-
Este reprocesado fue ya objeto muestra Mintz ser un violinista de muchos
de comentario, como disco ne- C.Q.LL.O. quilates, a pesar de exhibir una sonoridad
gro, en el n.° 4 de SCHERZO. un tanto desgarrada. Por su parte, Os-
Razonábamos allí la categoría de referencia trovsky se identifica con un modelo de pia-
de ambos conciertos jumo a dos versiones MENDIÍLSSOHN: 48 Romanzas sin pala- nista expresivo, de nítida y recia pulsación
lejanas (Sauer-Weingartner para EMI, y buen acompañante.
bras, Daniel Bartnbolm piano. 2 Lps, D.G.
Katch en -Argenta para Decca) y apuntába- 419.105-1 Las mismas cualidades de ambos intérpre-
mos dos modernas como muy importantes, tes deben aplicarse a la versión de la Sonata
pero acaso no equiparables (Brendel-Haitink Impromptus, nocturnos, fantasías, ro- en Fa mayor, sin número de Opus, obra da-
para Philips y Beroff-Masur para EMI). No manzas sin palabras, momentos musicales, tada en 1838, contando Mendetssohn ya con
es preciso ampliar aquel comentario, aun- pueblan el romanticismo con su perfume me- veintinueve años; se trata de una obra más
que quiero ahora precisar lo maravilloso de lancólico y su intimismo proclive a la defi- definida en lo estilístico que la anterior, he-
40 Schcrzo
DISCOS
cha que queda bastante claro desde el prin- De las dos interpretaciones resulta modé- menos por el momento, y aunque hayan fir-
cipio: el primer y principal tema del primer lica la del Román, en la que se acierta ple- mado logros parciales que incluso superan
movimiento (Allegro vii/ace) es típico del namente con el tono de sátira, pero no se cae a Hogwood/Schróder no llegan al emperto
compositor y parangonadle a oíros temas en exgeraciones. Absolutamente memorable formidable de este corpus global. La reedi-
que podríamos hallar en la Sinfonía Esco- la intervención de Rene Zosso. Una de las ción en disco compacto representa una me-
cesa (1842) y sobre todo en la obertura Mar grandes realizaciones del Clemencic Consort. jora del sonido con respecto al soporte en
encalma y'feliz viaje (1832). Destaca tam- Sujeta a discusión, en cambio, la reconstruc- LP, que gozaba de condiciones de gran cali-
bién, por su calidad y elaboración, el Ada- ción de La fele de Vane, donde es quizá dad en este aspecto.
gio central. excesiva. El trabajo, en gran medida especu- El quinto volumen de la colección, que es
La toma de sonido —el ingeniero es Klaus lativo, tiene interés, pero es mucho lo debi- el aquí comentado, cubre la creación sinfó-
Scheibe, un hombre muy activo en D.G.— do a la Fantasía de los intérpretes. nica mozartiana de los altos 1775-1783. Son
es de gran claridad; por éste y por los moti- La edición en compacto de estos discos años en los que el compositor se dedica con
vos más arriba reseñados, debemos consi- mejora considerablemente su sonido, en es- menos entrega al género después de una eta-
derar este disco como obligado para pecial si los comparamos con el prensado es- pa de gran actividad dentro del mismo. Pe-
mendelssohníanos impenitentes y amantes de pañol, en verdad malo. ro si la cantidad es menor, el dominio de la
la música de cámara, pero puede hacer fe- forma se manifiesta en todo su esplendor,
liz también al melómano medio con in- E.M.M. pues página tras página se suceden obras
quietudes. maestras. En estos discos apenas pueden se-
ñalarse obras más logradas que otras. Aquí
Jo.R.B. MOZART: Las Sinfonías. Volumen V. Salz- se encuentran sinfonías de la madurez ple-
burgo 1775-1783. Sinfonías en do mayor na de Mozart, como la n.° 35 «Haffner» y
k-318, n.° 33 en si bemol mayor k-319. en n.° 36 de «Linz».
Lafete de Vane. Ckraenck Consorl. Direc- re mayor «Haffner» k-385 (con la Marcha
k-408. n.° 2), n.° 36 en do mayor «Linz» La interpretación de la Academy of An-
tor: Rene Clemencic. Harmonía Mundi cient Music restituye las prácticas diecioches-
HMC 901036. Compacta 4T07". k-425. The Academy of Abcient Music Jaap
Síhrodtr, concertino; Christophtr Hog- cas de ejecución orquestal. Además de los
Le román de Fauvel. CJemencfc Consort. Di- instrumentos del momento se recuperan ele-
rector: Rcné Clemencic. Harmonía Mundi wood, continuo. 1,'Oiseau-Ijre. 3 compac-
tos ADD 55", 67'17", 63'33". mentos estilísticos —ausencia de víbralo con-
HMC 90994. Compactó S9'44". tinuo, maneras de frasear y articular— y
costumbres interpretativas: separación de
Dos visiones musicales de la Es difícil exagerar la importan- violines primeros y segundos, alejamiento de
Edad Media que comparten un cia del ciclo de las sinfonías mo- flautas y trompetas. No se da tampoco el so-
carácter de heterodoxia en el se- zartianas grabado por la metimiento al criterio único de un director.
no de la cultura oficial de la época. Lafete La música se organiza por secciones. El re-
de l'áne es una de tantas celebraciones que of Ancient Musíc en 1981. Esta interpreta- sultado no sólo es fiel —incluso con una fi-
delidad a lo escrito muy superior a lo que
las formaciones del tiempo de Mozart esta-
ban técnicamente capacitadas para propor-
cionar— sino sobre todo de una gran belle-
za. La claridad, la atención al detalle, la exac-
titud rítmica y la conjunción en el fraseo son
algunas de las notas que deben destacarse de
estas interpretaciones de la Academy of An-
cíent Music. Estamos, sin dudarlo, ante un
clásico de la fonografía de nuestros días.
EM.M.
Scherzo 41
DISCOS
Pero señalemos, en primer lugar, algo de difíciles arias, haciendo gala de gusto, varie- Fragmentos escogidos, ahora en
lo mucho bueno que se da cita en la presen- dad de matices y cálida expresividad. un compacto de buena calidad,
te interpretación. Muti, gran director de ópe- Ann Murray perfila inteligente y sentida- de una de las más bellas ver-
ra, que reúne en su todavía joven batuta el mente un Cherubino vivaz y nervioso en el siones de ese singspiel sublimado que es La
nervio de un Toscaníní, el ardor de un Can que queda patente el lado erótico. Dice muy flauta mágica, que muy bien podría haber-
telli, la precisión de un De Sabata y la ele- bien el recitativo, con calor y trémula expre- se reeditado en su integridad; aún contando
gancia de un Giulini, demuestra aquí de sión. Cumplidores sin más la Nicolesco y con que la grabación primigenia no recoge
nuevo hasta qué punto pretende y casi siem- Rydl (no muy hábil en la agilidad) como la totalidad de la obra, que aparece despro-
pre logra los mejores efectos teatrales y mu- Marcelina y Bartolo, inadecuado Ramírez, vista de diálogos.
sicales a base de un estudio serio y que hace un Don Basilio demasiado tímido Fíente a la aproximación infantil de Bóhm
concienzudo de la partitura. Pone de mani- y soso, gentil la Pace como Barbarina y no I (Decca, 1955) o Fricsay (DG, 1956), a la
fiesto una decidida inteligencia, convenien- especialmente feliz De Grandis como Anto- más grandiosa y solemne de Bóhm II (DG,
temente acompañada de arte, para nio. Eficaz el Don Curzio de Gavazzi. 1965), a la ultraterrena y mágica de Karajan
desentrañar con un respeto exquisito al tex- 1 (EMI, 1950), a la tan equilibrada y vital de
to y sobre todo af espíritu los matices más Soberbia prestación de la Filarmónica de
insignificantes, a veces escondidos, que se Viena, atenta siempre a las precisas deman- Beecham (EMI Rcferences, 193S), a la más
contienen en el pentagrama. Hay cuidado, das de la batuta, incluso a aquéllas que im- a ras de tierra pero bella de Solti (Decca,
casi mimo en la acentuación, las respiracio- plican un cierto grado de rudeza. La forma 1971) o al cuidadosísimo fresco pintado por
nes están muy naturalmente colocadas y las de cantar de esta orquesta, su transparencia Haitínk (Philips, 1981) —por no citar sino
acotaciones puntualmente observadas. Con sonora siguen siendo admirables. La graba- las más significativas—, Klemperer opone,
todo ello se obtiene un discurso fluido, sin ción, que es buena, muy buena, recoge ex- en esta incisión realizada en marzo y abril
fisuras, elocuente, convincentemente mazar- celentemente todos los timbres, aunque a de 1964 en Londres, una amplitud y una
tino. Los tempos parecen estar siempre en veces —la obertura podría ser un ejemplo- perspectiva que llevan, por el camino de un
el justo término y el ritmo es aplicado de for-
ma elástica. Se aprecia una transparencia de
texturas y un equilibrio de voces que rara vez
se dan y que permiten seguir con claridad
el desarrollo de momentos tan embrollados
como el final del segundo acto o el sexteto
Riconosci in quest'amplesso, n.° 19. Gene-
ral precisión y exactitud de ataques (alguna
leve desigualdad en el terceto n° 14, Susan-
na. or vía sorlile) y muy trabajados y medi-
dos recitativos, en los que el bajo, en la voz
aquí de un fortepiano (bien manejado por
Bob Kettleson) —idea nada discutible si se
hace con gracia—, sustituye al clave y enri-
quece ocasionalmente la armonía y la línea
vocal con oportunos ornamentos.
42 Scherzo
DISCOS
MOZART: Misa de la Coronación k-317. ra tres cantantes solistas y trío de cuerdas, rea se concentró especialmente en la música
Misa breve k-220. Exsultate, jubílate k-165. tiene una disposición de repetición de se- religiosa, lo que dio lugar a que las colec-
Ave Verum Corpus k-618. Mathis. Procter, cuencias (transiciones instrumentales a la ciones de música instrumental y profana que
Troyanos, Grobe, Laubenlhal, Shirley- manera del antiguo ritornello) que recuer- tema previsto publicar no vieran la luz en
Quirk, Eogen. Coro de la Radio dt Bavtera da el tema Tabula rasa. En su defecto, una su totalidad. Este disco recoge, parcialmen-
(k-317). Coro de la Catedral de Regcnsburg duración demasiado extensa, de lo que no te, una de sus escasas colecciones instrumen-
(k-HO, k-618). Orquesta dd Estado de Dres- se beneficia la idea musical básica. tales, y sin duda, la más conocida: Las
de llí-165). Director: Bemhard Kke. Orques- Quizá se le pueda achacar a Párt el uso Danzas de Terpsichore.
ta Sinfónica de la Radiod i fusión bávtrm de un material no exclusivo y su recurso a The New London Consort ha selecciona-
(k-220,i 17,618). Director: Rafael kubdik. formas antiguas, pero de lo que no se pue- do treinta y un piezas de Terpsichore: Pas-
DG Gallería 419 060-Z Compacto ADD de dudar es de la enorme efectividad I im- sameze. Gallardas, Pavanas, Ballets,
S9-2S" brica y de la subyugante musicalidad que Zarabandas y Voltas. Entre las más cono-
desprenden todas sus obras. Las referencias cidas están las Branles de la Torchey de las
La reedicción de estas grabacio- aquí van del ambiente de las fanfarrias de Brujas. Diversas versiones discográficas de
nes —originales de 1973 y 1979 metales típico de Janacek de la Sinfonietta estas obras avalan su interés y calidad. En-
(Klee)— en formato LP fueron (Arbos), hasta el empleo de formular típi- tre las más celebradas destaca la del desa-
ya comentadas en su momento en las pági- cas de la polifonía del XIII; se piensa en Pe- parecido David Munrow. Este disco
nas de SCHERZO por quien esto firma rotino a la hora de escuchar el carácter compacto, de sonido límpido y extraordina-
(n°10, pp. 41-42). Poco hay que añadir a lo lacrimoso de Aden Wassern zu Babel. Pari riamente claro, vuelve a confirmar nuestra
entonces dicho. En lo que se refiere al soni- intervallo es un homenaje explícito a la es- opinión acerca del New London Consort.
do se puede confirmar que el del presente critura en espejos de los corales de Bach para Excelentes instrumentistas, estilo muy ade-
compacto mejora —en pulcritud y sensación órgano, Summa es un arreglo del Credo a cuado, pero de una frialdad y academicis-
de especialidad— al ya notable LP. Lo más imagen y semejanza del Credo de Stravinsky, mo (si es que de ello se puede hablar en
valioso de las interpretaciones se centra en y el canto típicamente medievalista está pre- músicas de esta época), que muchas veces
el trabajo de Kubelik, mientras que la pági- sente en Es sang vor tangen Jahren. malogran lo que podrían haber sido versio-
na dirigida por Klee no pasa de lo meramen- nes de referencia. ¿Dónde está la gracia que
Pero por encima de esas referencias, que exigen algunas Volta, o la furia en las Bran-
te correcto. El Mozart de Kubelik es quizá nunca llegan a ser plagio, lo más importan-
más robusto, sobre todo en el tratamiento les? Por eso, hay que señalar que as( como
te en Párt es la contención de su música, la en las piezas solemnes la lectura es sobera-
de los coros, de lo que se tiende a hacer hoy, uniformidad y la fluidez del discurso, su tre-
pero su vision del salzburgués no carece en na, en las más populares, estos fríos ingle-
mendo poder de seducción, del que es ejem- ses nos dejan casi congelados. Por lo demás,
absoluto de gracia y vitalidad, con un su- plo ilustre el De profundis, para cuarteto
brayado especialmente atractivo de la cuer- la presentación gráfica y literaria del disco
vocal, órgano y percusión, que funciona con es muy buena.
da aguda. base en un gran ostinato en Mi menor de los
instrumentos, sosteniendo el movimiento si-
E.M.M. métrico de tas voces. Pieza delicada, de sua- G.Q.LL.O.
ve vehemencia, no exenta de dramatismo.
Si a la belleza de la música, añadimos una RAVEL: Bolero. Rapsodia española. Pava-
PÁRT: Arbos. Tht HOUard Eoscmble. Brasa interpretación precisa y con sobrado cono- na para una infanta di/unta. La Valse. Ma
Ensemble Staatorchester. Stuttgari. ÍMr,: D. cimiento del material que se tiene entre ma- mere l'Oye. Sinfónica de Boston: Charles
Rnssell Davits. ECM digital LP 831959-1. nos (los miembros del Hilliard Ensemble
demuestran una sensibilidad a prueba de Mnnch. RCA PapUlon Collection GD
CD 831959-2. «6512. CD ADD.
bomba), no se puede negar que estamos ante
una de las grabaciones más estimulantes del STRAVINSKY: La Consagración de la pri-
Dentro del catálogo Nevis Series, ano. Un disco que, aparte de ofrecer músi- mavera. Petrochka. Sintónica de Bostón:
el sello alemán ECM acaba de ca de nuestro tiempo, tiene un carácter de Pkrre Montean*. RCA PapiUon CoUeclion
publicar un segundo disco con universalidad que casi fuerza a decir «apto GD 86529. CD ADD.
obras recientes del soviético Arvo Pan, na- para todos los públicos».
cido en 1935 y actualmente reside entre Vie- Reseñamos estos dos discos co-
na y Berlín Oeste. Tras la excelente acogida La toma de sonido es irreprochable y los mo muestra atractiva de la nue-
del anterior álbum, Tabula rasa, compues- fondos con ruidos que se apreciaban en Ta- va Papillon Collection de RCA,
to por obras de un carácter instrumental y bula rasa han desaparecido aquí para dar pa- serie económica en que se realiza un lanza-
expresivo muy homogéneo, la editora ha te- so a un prensado limpísimo. Digno de miento de antiguas grabaciones del sello, al-
nido la feliz idea de agrupar en este segun- comprar con urgencia. go alicaído en los últimos tiempos. Se trata
do disco, de tftulo genérico Arbos, un de la clásica colección de antiguas glorias,
puñado de piezas de igual, por no decir ma- F.R.
algunas de referencia, donde la calidad y lo
yor, homogeneidad que el anterior. Se tra- comercial se aunan en reprocesados de alta
ta de una serie de pequeñas composiciones, exigencia. No creemos necesario insistir en
vocales en su mayoría, escritas entre 1976 la calidad artística de este Ravel y de este
y 1985, recopiladas de un par de conciertos PRAETORIUS: Danzas de Terpsichon, Stravinski, ya que se trata de registros legen-
dedicados a la música de Pan en agosto de 1.612. New London Consort. Director: Phi- darios de los que todos los aficionados han
1986 y enero de !987enLudwisburgy Lon- lip Pkkcn. L'Oiseau-Lyrt 414 633 compacto tenido alguna vez noticia. Son grabaciones
dres, a cargo de miembros del Hilliard En- DDD. de 1951 a 1962, es decir, la época en que la
semble, el Brass Ensemble Staatsorchester Sinfónica de Boston gozaba de la titulari-
Stuttgart y el violinista invitado, Gidon Kre- Entre 1571 y 1621 nos cuentan dad de Münch y era —como sigue siendo—
mer, que parece muy ligado a la música de las crónicas que vivió este curio- uno de los más importantes conjuntos del
Parí, no en vano ya asombró con su inter- so personaje llamado Michael mundo. Tanto Monteaux como Münch han
pretación de Fratres en el otro disco. Praetorius, cuyas Danzas de Terpsichore (al repetido grabaciones en sus respectivos com-
menos algunas de ellas) nos ofrece este dis- positores de estos discos (Münch con París,
Todo el ambiente místico, realzado con co que interpreta el New London Consort. orquesta que él fundó en la época Lando ws-
una paleta sonora de enorme seducción, del Su vida, funestamente influida por las lu- ki; Monteaux con Sinfónica de Londres).
Tabula rasa vuelve a estar aqui presente, ha- chas luteranas de la época, se desarrolla en Monieaux fue quien estrenó ambos Stravins-
ciendo más hincapié, si cabe, en la fuerte re- diversas ciudades alemanas. Desde 1587 es kis en el lejano París anterior a la primera
ligiosidad y el sentimiento de nostalgia por organista en la iglesia de St. Manen en gran guerra. Münch es uno de los grandísi-
el pasado, ya habituales en Parí, como que- Francfort. Años más tarde establecerá re- mos de la música oiquestal francesa. Es de-
da ampliamente reflejado en las dos com- lación con un gran músico en Dresde: cir, hablar de sus interpretaciones podría ser
posiciones más a trayentes del disco: por un Schütz. como intentar descubrirles a ustedes el Me-
lado, el Siabat Mater, que al mismo tiempo Su espíritu sistemático le hace emprender diterráneo.
es la más extensa, y por otro, a mi juicio, un ambicioso programa de publicaciones con
la composición estrella del álbum: la emo- el objeto de poner su vasta producción mu-
cionante Deprofundis. El Stabai Mater, pa- Nos limitaremos a ponderar ventajas de
sical a disposición de otros músicos. Su ta- la reedición de estos registros en soporte CD.
Scherzo 43
DISCOS
Son al menos las cuatro siguientes: larga du- mas de acentuar y el subrayado de los con Radio Nacional de España. No obstan-
ración (más de 65 minutos cada uno, sin ol- vientos. te, es difícil, por el momento, conocer esta
vidar que ambas obras de Stravinski fueron Como curiosidad puede oírse cantar al versión, puesto que no ha sido publicada en
publicadas en dos discos negros separados), mismo Harnoncourt en el número 4 de Der disco.
reprocesado con mayor calidad y relieve so- Schauspieldireklor.
noros, eliminación relativa de ruido de fon- F.G.U.
do (menos en Consagración, de 1951 y E.M.M.
monoaural, que en Petrouchka, de 1959, o
en los Ravel. de 1958-62) y amplísima divi- SCHUBERT: SinfoníaN."9en Do Mayor
sión en pistas. Esta última cualidad es de SCARLATT1: Sonatas para clavicémbalo. D.944. «La Grande». Orquesta Filarmóni-
enorme importancia. Por ejemplo, Consa- Trevor Plnnock, clavicémbalo. Archlv
419632-2 AH. DDD Compacto <55'55"). ca de Berlín: Daniel Barenboim. CBS-42316.
gración permite escucha continuada y tam- Digital, Importación.
bién catorce accesos directos (cada número
o danza en que se divide la acción y que en Domenico Scarlatti, contempo-
disco negro no es posible con exactitud, ai ráneo estricto de Bach y de Obra de lenta recuperación, y como tan-
ser un todo musical continuo). A su vez, Pe- Haendel (nacidos los tres en tas de su autor, postuma, debe su éxito tan-
trouchka está dividida en once pistas. Inde- 16S5), es un compositor cuya vida y obra to al celo de Mendelsshon —quien la
pendientemente de que por ejemplo, usted aparecen estrechamente vinculadas a nues- estrenara en Leipzig en 1839—, como al
prefiera una Consagración más aristada o tro país y a la historia de nuestra música, buen acuerdo llevado a cabo entre Schu-
un Bolero menos apresurado, creo que se asi como a la de nuestros vecinos portugue- mann, descubridor ante la historia de la par-
(rata de dos discos imprescindibles por su ses. En 1720 entró al servicio de la corte de titura, y Ferdinand Schubert, hermano y
calidad artística y sonora y por ser de am- Portugal como maestro de la infanta María primer admirador del gran músico.
plio repertorio en magnificas versiones. In- Bárbara. Al contraer ésta, en 1729, matri- La interpretación de Barenboim y los fi-
vitamos al aficionado a que examine el resto monio con el futuro Fernando VI de Espa- larmónicos berlineses no resulta demasiado
del lanzamiento de la serie Papillon, donde ña, Scarlatti se instaló en Madrid, donde convincente. El Andante del primer movi-
encontrará nombres como Richter, Or- permaneció hasta su muerte, ocurrida en miento está dicho con una blandenguería y
mandy, Reiner, Brüggen, Previn y otros. 1757. Su producción se encuentra dividida una lentitud expositiva exasperantes. El paso
en dos etapas, cuya línea divisoria está mar- al Allegro está planteado de forma brusca
cada, precisamente, por su instalación en y artificial, sin la planificación necesaria, lo
S.M.B. Portugal y, con posterioridad, en España. que acentúa la impresión de que Barenboim
Durante la primera compuso, sobre todo, no acaba de hallar ese tempo básico del que
música vocal, mientras que, a lo largo de la van naciendo los demás sin dallar la conti-
SAL1ERI: Prima la música, poi le parole. segunda, su producción quedó ligada exclu- nuidad del discurso musical. Alguna mejo-
MOZART: Der Schauspieldirektor k-486. sivamente al teclado. ra, fundamentalmente externa, viene a
Robert Holl, Thomas Hampson, Robería resaltar el tiempo lento. Barenboim se hace
Alexander, Julia Hamarí, Magda Nador, De Domenico Scarlatti nos han quedado eco de la indicación «p» en la introducción
Kriutina Ijlki, Harry van der Kamp, Niko- casi 600 sonatas, tituladas Essercizi en las a cargo de los contrabajos, paia continuar
laus Harnoncourt. Orquesta del Concertge- únicas treinta editadas en su vida. Estas so- con casi idéntica intensidad al manifestarse
bouw de Amslerdam. Director: Nlkolaus natas constan de un único movimiento, di- el tema principal, dicho por el oboe con be-
Harnoncourt. Teldec 6.43336 AZ. vidido en dos secciones, y son, generalmente, llo sonido y estricta observancia de las indi-
monotemáticas, aunque en muchas de ellas caciones de Schubert. Aún así domina la
Harnoncourt ha tenido ta buena idea de se encuentra el germen de una segunda idea, pesantez en un Andante que no debiera ser
reunir en un solo registro dos obras de ca- con lo que se apunta ya el bitematismo que ni lento ni rápido, y el movimiento discurre
racterísticas muy similares de Salieri y Mo- caracterizará a la sonata en la siguiente eta- por un cauce de general monotonía, plano
zart y que fueron compuestas para la misma pa de su evolución. Uno de tos aspectos más de contrastes y desvaido en el fluir. A esto
ocasión. Prima la música, poi le parole y Der interesantes de estas breves sonatas reside en cabe añadir la poca variedad que preside el
Schauspieldirektor nacieron por un encar- su escritura instrumental, de una riqueza y Scherzo —muy patente en el trio—, y la for-
go del emperador Joseph II y fueron inter- de un atrevimiento inusitados en la época. ma en que son desaprovechados los ricos
pretadas jumas en el palacio de Schónbrunn En este sentido, significan una de las apor- contrastes de color de los metales, cuyo tra-
el 7 de febrero de 1786. Las dos son breves taciones mayores de la evolución de la téc- tamiento mira ya hacia Bruckner. Si en el
obras en un acto de talante ligero, Diverti- nica de los instrumentos de teclado. Allegro vivace final las cosas parecen me-
mento en el caso de Salieri, Komódie en el jorar algo, tampoco escapa éste a la sensa-
de Mozart. Ambas tratan el mismo tema, la En este compacto de Archiv se han reco- ción general de pobreza dinámica y falta de
creación de una ópera y la fundación de una gido una serie de sonatas, todas ellas perte- planificación.
compañía pata tal fin, sirviéndose de la sá- necientes al último período scarlattiano. El
tira para atacar a los camantes y las eternas clavicembalista Trevor Pinnock, intérprete
de la versión que nos ocupa, demuestra, una Conclusión: Barenboim debe ceder el paso
querellas entre ellos. Como nos recuerda el a otras versiones mucho más hondas; enca-
propio Harnoncourt en las notas del libre- vez más, su conocimiento y su buen queha-
cer en la ejecución de !a música barroca pa- bezando la lista están Furtwángler y
to que acompaña a la grabación, triunfó la Klemperei.
ópera italiana de Salieri en aquella ocasión, ra teclado. La brillante lectura de las obras,
en tanto que la de Mozarl fue recibida con los recursos del fraseo, los cambios de co- J.M.S.
frialdad. El Divertimento teatral de Salieri lor o de nivel dinámico, son aspectos impor-
tiene un buen libreto y una música hábil y tantes a destacar en la visión de Trevor
chispeante. Hay que lamentar que para po- Pinnock. Todo ello, unido a un profundo SCHIIMANN: Concierto para piano y or-
der acoplar las dos obras en el mismo disco sentido expresivo, se pone ampliamente de questa en La menor, Op.54. GR1EG: Con-
se hayan cortado todos los recitativos y al- manifiesto en cada una de las sonatas aquí cierto para piano y orquesta en La menor,
gún aria de Prime la música. Una decisión recogidas. Es de resaltar, en especial, la lec- Op. 16. Radu I.upu. piano. Orquesta Sin-
que es el único fallo de una grabación deli- tura de algunas de ellas. Así, en la Sonata fónica de Londrev Director: André Previn.
ciosa. Al parecer asistimos a un renacimiento K.SI8 se pueden apreciar de modo muy claro DECCA OVAT1ON 417 728-1. Dígita]
de Salieri —¿efectos del film Amadeus—, los puntos señalados: grandes efectos de co- compacto.
Al que se empieza a tocar y a grabar. Siga- lor y contrastes notables de forte y piano,
mos a la espera de nuevas interpretaciones con violentos cambios de atmósfera y con-
para el disco. El compositor, sin ser un ge- traposiciones de fuerte carácter dramático. Estos dos conciertos suelen edi-
nio imprescindible, tiene el interés suficien- Pinnock amplía hasta el máximo las posi- tarse juntos; recordemos que
te como para merecerlo. bilidades del instrumento para lograr estos además de está existen también
efectos de dramatismo y expresividad. en disco por ejemplo la antigua versión de
Katchen y Kertesz (con ta Filarmónica de Is-
Las versiones, que cuentan con un buen En lo que a versiones de las Sonatas de rael, también para Decca) o la más joven de
plantel de cantantes, son vivaces y llenas de Scarlatti se refiere, en ta actualidad la úni- Anda y Kubelik (con la Filarmónica de Ber-
humor. Hay más elementos interpretativos ca grabación completa existente de las mis- lín, para D.G.). Su reunión obedece más a
nuevos y de interés en la recreación de Mo- mas se debe a Scotl Ross, realizada a imperativos comerciales que a imperativos
zart que en la de Salieri, como son las for- iniciativa de Radio France en colaboración de afinidad. Schumann inició la composi-
44 Scherzo
DISCOS
ción de su concierto en 1841 y la concluyó mente, tiene un sonido que podriamos de- los comentarios del disco, el concierto fue
en 1845; aquél período fue para el músico cir que no es el típico inglés, se trata de una dedicado por Shostakovitch a su amigo Ois-
de Zwickau de madurez y desarrollo de su solidez más centroeuropea que inglesa. Los trakh con motivo de su sexagésimo aniver-
lalenlo creador; aunque sin haber conquis- violinistas adornan mesuradamente, refor- sario, pero el compositor erró, ya que el
tado aún la eslima del gran público. En cam- zando asi el carácter ni excesivamente bri- violinista cumplía sólo 59. Probablemente
bio, Gríeg, perieneciente a una generación llante ni muy apagado de la música. En fue un error afortunado para Oistrakh, que
más joven, no compuso el suyo hasta 1868, alguna ocasión podría pensarse que su so- un ailo después recibió en su verdadero se-
contando sólo con veinticinco arios, y la par- nido es duro, si bien esto se debe más a la xagésimo aniversario una partitura realmen-
titura denota claramente el deseo de agra- búsqueda de un efecto que a una caracterís- te excepcional: La Sonata para violin y
dar y la influencia de su época de formación tica suya. piano. Evidentemente, las colas que alcan-
en Leipzig al acometer una labor de tipo con- El continuo está muy bien realizado por zan el Nocturno y el Pasacalle del Concier-
certante. Mas, de todos modos, podríamos el celtista y director Charles Medlam, que tie- ta N." 2 del que hasta ahora —para quien
hallar elementos similares en ambos concier- ne una técnica más que suficiente, y un so- suscribe— había sido imposible encontrar
tos, como por ejemplo la misma tonalidad nido poderoso (que alguna vez peca de poco grabación alguna. De todas formas, se tra-
(La menor) o que —según afirma Bryce Mo- refinado, es cierto). Nosotros no dudamos ta de una obra notable, que no dejará de te-
rríson en el documentado articulo que acom- en recomendarlo, especialmente a los lecto- ner interés para quienes gusten de la peculiar
paña al disco— fue hacia el concierto de res auténticos. Como alternativa a este re- y anacrónica música de Shostakovitch (di-
Schumann que Grieg «volvió su mirada pa- gistro únicamente podriamos señalar la cho sea ésto sin ánimo peyorativo alguno,
ra tener una guia precisa». grabación del también conjunto inglés The en estos tiempos de furor de lo moderno, la
Parley of Instruments, con obras de Muffat posmodernidad y ia ultramodernidad).
Las presentes versiones (grabadas en 1973 (el Armónico Tributo, en Hypcrion A66032).
y reeditadas ahora) se cuentan a nivel de to- Al carácter histérico de este CD protago-
ma de sonido, entre las de mayor claridad. J.CCA. nizado por David Oístrakh —fallecido en
En Schumann, Lupu demuestra haber en- 1974— viene a contribuir también la presen-
tendido a la perfección el deseo del compo- cia de Kondrashin, director fallecido en
sitor, según el cual su Concierto no debe ser SHOSTAKOVITCH: Conciertos para vio- 1981.
una pieza convencional para virtuosos. Es- lín y orquesta. N.° I en La Menor, Op. 99. El sonido del CD es excelente y quizá só-
tamos ante un pianista de gran refinamien- N.° 2 en Do Sostenido Menor. Op. 129. Or- lo cabe setlalar un ligero siseo de fondo que
to y absoluta nitidez, buen intérprete de lo questa Filarmónica de Moscú/Kirill Kon- no es de extrañar en grabaciones de 1956 y
romántico y, a juzgar por lo escuchado, qui- drashin. Vio Un: David Oistrakh. Le Chant 1967, por muy procesadas que estén.
zás un mozartiano importante. Esta misma do Monde, CD 278 882. Fabricado en la
nitidez se acentúa en su brillante versión del J.A.T.G.
Concierto de Grieg: escúchense por ejemplo RFA.
los acordes descendentes y la exposición y SIBELIUS: Sinfonía número 2 en Re ma-
desarrollo del primer tema de] Allegro mol- Este CD forma parte de una se- yor, Opus 43. Orquesta Filarmónica de Yle-
ió modéralo con que empieza la obra, asi rie dedicada al violinista David Di. Director, Leonard Bernstein. DG
como su cadenza. También el tercer movi- Oistrakh y contiene dos graba- 419.771-2- Disco compacto DDD. Duradón,
miento —quizás el de mayor sabor ciones/fisítíricas(1956y 1967 respectivamen- 51'28".
noruego— logra una interpretación de gran te) de los dos conciertos para violin y orques-
dase. Por su parte, Previn se destaca por de- ta de Shostakovitch, ambos dedicados a este En los últimos años Bemstein ha
jar respirar al solista y a la orquesta. violinista. realizado bastantes grabaciones
Al Concierto N.° I muchas fuentes le atri- para Philips y DG. En núme-
Jo.R.B. buyen el Op. 77, ya que al parecer el autor ros anteriores de SCHERZO expresé entu-
decidió finalmente adjudicarle el opus co- siasmo por la Misa y las Sinfonías de Haydn
rrespondiente a la fecha de su composición y disgusto por el ciclo sinfónico de Schu-
SCHMELZER Y MUFFATÍ Sonatas (Obres (1948) y no a la de su estreno (1955). Esta mann. En general, los últimos discos del di-
de Johann Heinrích Schraelzer y Georg obra es probablemente una de las que sus- rector norteamericano (Elgar, Tchaikovsky,
MUFFAT). London Baroque; Dlr.: Charles citan mayor consenso entre las del contro- Mahler, Wagner, el ya citado Schumann) tie-
Median. CD Harmonía Mnndl HMC vertido Shostakovitch; pocos son los que nen varios rasgos comunes: tempi lentos o
MUZO. DDD. Duración: 61'35". vacilan en calificarla de obra maestra. Es re- lentísimos, énfasis general, fuertes contras-
lativamente conocido en nuestro país tes dinámicos... Tales presupuestos encaja-
El austríaco Schmelzer —varias veces interpretado en el Teatro ban mal en las obras de Schumann;
(1623-1680) es un músico nada Real— y han sido accesibles algunas graba- aplicados ahora a una sinfonía tardorromán-
frecuentado en grabaciones, y eso ciones del mismo: una de Melodía — tica, épica y retórica, funcionan muy bien.
que tiene una calidad más que estimable, co- fabricada en la URSS— con la Orquesta Sin- Tanto, que ésta me parece la más impresio-
mo por otra parte se encarga de demostrar- fónica de la Radio de la URSS dirigida por nante versión de una obra que ha conocido
nos el excelente conjunto London Baroque d hijo del autor y con Igor Oistrakh —el hijo ya muchas interpretaciones discográficas
desde el principio, con una maravillosa ex- de David Oistrakh— al violfn. Otra editada memorables, como las de Monteux, Szell,
posición de la sonata Lamento sopra la mar- (no muy bien) en España por EMI con la or- Kussevitsky, Beecham, Rojdestvensky, Bar-
te Ferdinand II, una sobrecogedora pieza questa New Ph Harmonía dirigida por Ma- birolli o Karajan. Comparado con el rigu-
funeraria con algo de música programática. xim Shostakovitch y con David Oistrakh roso tratamiento objetivo de los dos
El resto de las obras es también interesantí- como solista. Las tres versiones son abso- primeros citados, o con su propia grabación
simo, ya que se trata de música que dice al- lutamente recomendables y quien suscribe realizada en los anos 60 para CBS, el traba-
go, no es solo una colección de melodías que se encontraría en un aprieto si se viera for- jo de Bernstein puede parecer desmedido,
se dejan oír. Como ejemplo puede valer la zado a elegir una. Claro está que no es el iiltrarromántico; pero como ya se ha dicho,
Sonata a 3, un lamento noblemente embe- caso, porque el disco de Melodía ya no se ello va de perlas en esta ocasión. Asi por
llecido con virtuosas figuraciones de los encuentra en nuestros lares y el de EMI de- ejemplo, el Andante dura unos cuantos mi-
violines. ja mucho que desear en cuanto a sonido. nutos más de lo habitual (18.52. Frente a
El Concierto N." 2, mucho menos cono- 12.35 de Szell o 14.53 de Rojdestvensky) pe-
En el disco encontraremos también dos cido y apreciado que su hermano mayor, se ro en ningún momento resulta pesado por-
composiciones del más conocido Muffat inscribe perfectamente en el estilo persona- que Bernstein sabe sostenerlo muy bien,
(1653-1704); entre ellas está la Sonata n." 5 lisimo del compositor. Contiene temas que manteniendo la tensión armónica y contras-
de la colección Armónico Tributo, pieza mo- recuerdan al folklore judio y combinacio- tando certeramente las diferentes secciones:
numental que termina con una pasacaglia nes instrumentales que el autor también uti- hasta once veces cambia Síbelius la indica-
con 24 variaciones, en donde el ingenio y el liza en el Primer concierto para violin y en ción de lempo, circunstancia que propicia
oficio del músico se demuestran perfec- el Concierto N,° 2 para violoncello. Curio- alternancias dramáticas en un movimiento
tamente. samente, la cadenza principal irrumpe en el cuya inspiración parece vinculada a ensayos
Allegro final de la obra, que luego acaba co- operísticos de su autor, según las notas del
London Baroque hace una sensacional in- mo el Conciero N." 1, a toda marcha en un disco. Esa lentitud es también aprovechada,
terpretación de este repertorio, que por otra júbilo genaral. Según cuenta Jean Gailois en con la inestimable cooperación de la Filar
parte les viene como anillo al dedo, ya que
ette conjunto, aunque es británico, obvia-
Scherzo 45
DISCOS
montea de Viena, para desentran ai detalles mejor Karajan. Vida de héroe recorre en sus Una cosa hay que está muy clara: dados
orquestales rara vez audibles con ta claridad, manos un amplio arco expresivo, de lo épi- los precios de los discos compactos corrien-
el color y la intensidad presentes en este rae- co a lo lírico, de lo grotesco a lo sublime, tes, los adictos a esie sistema necesitamos se-
morabe registro. siempre con un extraordinario control or- ries que aunen la calidad con la facilidad en
Philips ha publicada en disco compacta questal —con una respuesta sensacional de el precio.
de precio reducido la buena versión que de la Filarmónica de Berlín— y una prodigio- Jo.R.8.
esta Segunda Sinfonía grabó Colín Davis ha- sa alquimia sonora.
cia 1975, acoplada con tres piezas breves del
propio Sibelius. A pesar de lan ventajosa al- E.M.M. VERDI: Ariís de Giovanna d'Arco, I Mas-
ternativa, y aunque cualquiera de los regis- nadieri, Jerusalem, ¡I Corsaro, II TYovato-
tros antedichos basta por si sólo para TCHAIKOVSKVr Sinfonía núm. 5 en Mi re, I Vespri siciliani, Don Cario y Otella
disfrutar esta bella Sinfonía, el de Bernstein menor, Op. 65. GLINKA: Obertura de Rus- Dúos de Un bailo in maschera y Otello. Ka-
hay que conocerlo y puede resultar óptimo tan y Ludmila. Mussorgsky: Preludio de lii Ricciarelll, Plácido Domingo. Orquesta
complemento a los más clásicos de Szell o Khovanchino. Una noche en el Monte Pe- Filarmónica de Ruma y Academia de Sania
Monieux. Esperemos que este altísimo ni- lada Orquesta sinfónica di Chicago. Orques- Cecilia. Director Gianandrea Gavazzenl.
vel musical se mantenga a lo largo de la gra- ta Sinfónica de landres. Director Slr Ceorg RCA Gd S6S34. Compacto 66'W".
bación del ciclo completo de Sinfonías de Solti. DECCA OVATION 417 723-2. Digi-
Sibelius poí Bernstein, para ayudar a la me- tal compacto La parcela lírica de la serie de
jor apreciación del gran músico finlandés, RCA Papillon Coleclion, de pre-
La receta par? montar discos co- cio económico, está cubierta por
R.A.M. mo el presente es fácil: recurran este registro, que recoge el recital grabado por
ustedes a añejas grabaciones dis- Katia Ricciarelli en 1972, y que sirvió para
STRAUSS: Vida de héroe Op. 40. Orques- pares de un mismo director que puedan reu- presentarla, poco después de ganar un con-
ta Filarmónica de Berlín. Director: Herbert nirse por razones de nacionalidad, estilo o curso vocal organizado por la R.A.l. Una se-
von Karajan. EMI Studio CDM 7 69027 2. contemporaneidad de los compositores; ac- lección de arias verdíanas, oportunamente
Compacto ADD 45 "12". tualicen la toma de sonido y envásenlo... y escogidas para que la soprano, protegida por
ahí tienen ustedes el producto: un disco — la veterana batuta de Gavazzeni, pudiera salir
Es reconocido con rara unanimi- en este caso de maestros clásicos rusos— a airosa. Asi predominan los andantes, don-
dad que Herbert von Karajan es base de obras en su mayoia archiconocidas, de su voz lírica, de timbre cálido y mórbi-
KiWAUH)
uno de los más grandes intér- que ahora reaparecen bajo la escuderia de do, atractivos medios tonos, puede
pretes que ha conocido la música de Richard una serie de divulgación. expansionarse con efusividad, en un canto
Strauss (no olvidemos a Kempe). Gran par- más aplicado que distinguido. Cuando aco-
Pero, a pesar de ello, no minimicemos las mete (Masnadieri, Thtvatore) el dinámico re-
te de las necesidades expositivas del arte so- cosas: la lectura que Solti nos lega de la citativo verdiano o sus briosas cabalettas, los
noro del bávaro —suntuosidad, exquisitez, Quinta de Tchaikovsky (grabada en 1975) es resultados son muy otros. La cantante, ade-
virtuosismo orquestal— son precisamente al- una de las más impactantes y electrizantes más, hace caso omiso de las indicaciones de
gunas de las virtudes de la batuta de Kara- de cuantas se han escuchado en disco, pu- la partitura: los trinos, por ejemplo, están
jan. Muchas de las obras de Strauss en las diendo competir con las de un Haití nk (pa- confortablemente suprimidos; el fa grave de
lecturas de Karajan se han convertido en re- ra Philips) o un Markevich (en su integral que la terrorífica cadencia de Arrigo! Ah, parli
ferencias obligadas: El caballero de la rosa, grabara tambiín para Philips anos ha). La a un core, ignorado
Zarathustra, Don Juan, Muerte y transfigu- actuación de los músicos de Chicago —
ración, Don Quijote (con Rostropovitch), realzada ahora por el reprocesamiento
Cuatro últimos Lieder (con Janowitz). Otro El disco se completa con los dos dúos, con
digital— resulta extraordinaria; ahí están esos Plácido Domingo, de una grabación realiza-
tanto ocune con Vida de héroe, autoconiem- clarinetes del Andante inicial o el admira-
plación narcisista de su autor y extraordi- da también en 1972, que incluía fragmentos
ble solo de trompa del Andante cantabile además de Butterfly, y Francesco da Rimi-
naria realización musical, que Karajan ha con alcana licenza que le sigue.
grabado varias veces. No se diferencian de- ni. La presencia del tenor no añade un adi-
masiado una lecturas suyas de otras de esta Comparativamente hablando, la versión de cional interés; al contrario, nunca Domingo
obra. Karajan no ha variado mucho su idea la Obertura de Ruslán y Ludmila de Glinka estuvo peor en Riccardo del Bailo, ni tan in-
con el paso del tiempo. Esta grabación pa- (grabada entre 1965 y 1966) se nos antoja co- conveniente en Otello.
ra EMI de 1975 —que aparece ahora en mo algo más efectista y precipitada. Como Un modesto ejemplo, en suma, de dos can-
compacto de buen sonido y a precio medio— contraste, las obras de Mussorgsky (graba- tantes que han dado prueba otras veces de
reúne todas las excelencias interpretativas del das en el mismo período) son un verdadero superiores condiciones.
ejemplo de equilibrio conceptual. ER
46 Scherzo
LA MÚSICA EN LA URSS Y REAL MUSICAL
REAL MUSICAL representa en España a la
DIMITRI KABALEWSKI URSS en los más diversos aspectos de su
Op. »
rico panorama musical contemporáneo: discos
Melodía, ediciones Meskniga, agencia estatal
de conciertos Gosskoncert, instrumentos en
general y a la Sociedad de autores o BAAP.
PEDAGOGÍA MUSICAL
ERSHEMSKI
10-+.01: Psicología de la dhtcrlon.
SPOSOBIN. L. B.
¡X 1.021 Taina de U Música.
PIEZAS INFANTILES
PARA PIANO PIANO
(_R\!; Real Musical Midhd
KABALEVSKY. D. (1904...)
• 11-1.007 Fieras infantiles.
Op. 39 y Op. 51 niíms. 1 y 3
NEUHAUS. H.
D. SHOSTAKOV1CH • 10-t 009 H arte del piano.
NUCOLAIEV, A.
• 11-1.016 Escuela rusa dd piano. w\ I "
SEIS i • I I I 017 Escuela rusa dd piano, wl. I." pinte 2.
SHOSTAKOVICH, D. (IW6-107S)
PIEZAS = • 11-1.013 Seis piezas Infantiles.
IIIIIIIIIIIIH = II
OBOE
II III II III II III II vV
II ni ii ni ii A ^ r ESHPAI, A. I1925..1
13-2.201 Concierto para Oboe y Orquesta. (Red. Obrn: y Piam>)
TROMPETA
PIANO SOLO
ARUTUNIAN, A.
• I3-7.2UI Concierto para trompeta y orquesta
(BM) (Rix) trompeta y pian»!.
REAL MUSICAL • 13-7.202 Tona y variaciones para trompeta y orquesta.
(Rol. trompeta y pian»!
MAW1D na m I • » I •
LIBROS
GILLES CANTAGREL: Bach en son lemps. hecho los ti? 6037,6078, ¡6109!, y 6160 y no
PJurid. Hachetle. París, 1982. S68 páginas.
1 TOI. de 18 x II cm. LIBROS existen los estatales de Cartagena y Puer-
tollano.
La bibliografía sobre Johann Sebastian Otra cuestión de reflexión obligada es la
Bach es tan ingente que se está tentado de de quienes contestan a la encuesta de perso-
creer que apenas hay ya lugar para nuevos des que colaboran mayoritariamente y nas, pero no a la de su actividad al servicio
libros que aporten realmente algo. Se cuen- aquellas otras que no lo hacen. Generalmente de entidades y aun de quienes lo hacen a la
ta ya con biografías y estudios musicales ge- son muy colaboradoras las dedicadas a la in- de personas y de su entidad privada, pero
nerales (Spilta, Basso), visiones personales terpretación y mas ¡as de gestión privada que no a la de la entidad pública que dirigen. Se-
dotadas de genio (Schweitzer) y monografías las de gestión pública; muchísimo los Cen- ñalaré como ejemplos a la persona 3342 que
sobre partes concretas de su obra (Dúrr, tros de Documentación e Invesfigación y fo- cubre su encuesta y la de su grupo instru-
Whiitaker). Lamentablemente, no lodos es- notecas, a medias los Conservatorios, poco mental el 3814, pero no la de la enlidad pú-
tos trabajos fundamentales se hallan dispo- las bibliotecas y archivos y poquísimo las blica 6571. La persona 1394 cubre su
nibles en castellana El libro francés que ha Universidades (siete sobre diecinueve). Este encuesta, pero no la 6160 del Conservatorio
sido remitido a nuestra redacción presenta apartado registra 193 Agrupaciones de Cá- que dirige. La persona 1426 cubre su ficha
la suficiente originalidad de planteamiento mara, 16 Agrupaciones Líricas, 692 Bandas, individual y no las 4233, 5760, 5761 y 6090,
como para hacerse con un sitio propio. Se 1.040 coros, 35 Orquestas Sinfónicas. 80 entidades que gerenta. Sirva para pedir un
construye la recopilación de Gules Cantagrel Agrupaciones Orquestales diversas, 83 Ar- poco de responsabilidad a quienes desempe-
en forma de una sucesión de más de 400 fi- chivos, 50 Bibliotecas, 22 Centros de Docu- ñen cargos y que entiendan que un reperto-
chas lomadas de textos de la época, siendo mentación e Investigación, 50 Fonotecas, 5 rio no es un lugar de auto promoción, sino
éstos canas, peticiones, contratos, opiniones Laboratorios de Música Electroacústica, 8 un fichero.
de los contemporáneos del músico e indica- Museos y colecciones de Instrumentos, 284
ciones sobre obras especificas. El cuerpo que Conservatorios, Escuelas y Academias, 19 Completa el volumen un directorio de Or-
asi se logra en una masa documental consi- Universidades, 24 Agencias, 57 Asociacio- ganismos oficiales de gestión musical y el
derable, a la que hay que sumar las nume- nes Profesionales y Sindícalos, 283 Funda- prólogo incluye algunas estadísticas de in-
rosas notas explicativas y las breves noticias ciones, patronatos y sociedades filarmónicas, terés. El volumen es serrvido a pedido por
que se dan acerca de los personajes que apa- 36 Afinadores, 17 Compañías Discográficas, el Centro de Documentación Musical. Mi-
recen a lo largo del libro. Todas eslas instan- nisterio de Cultura. INAEM. Teatro Real.
táneas cumplen a la perfección con la misión Plaza de Isabel II. 28013 Madrid, y en for-
120 Comercios mayoristas 67 puntos de ma no venal. Si no lo posee el lector, no de-
que se declara en el tílulo del libro, colocandoconstrucción yrestauraciónde instrumentos,
a Bach sobre el animado paisaje de su tiem- je de solicitarlo pues su uso se convertirá en
121 Editoriales, 26 Estudios de grabación y práctica habitual.
po y su sociedad. Et trabajo de Cantagrel, 124 Salas de Concierto. Ello puede dar idea
que confiamos en ver traducido alguna vez de la utilidad de este repertorio incluso co- X.M.C
al castellano, pasa así a ser una magnifica mo simple agenda.
Un capítulo de confección reprensible re-
fuente de consulta sobre Bach. sulta el de Conservatorios, escuelas, acade- ADAM ZAMOYSKI: Paderewski. Javier
£.A/.Af. mias, dividido en Ceñiros privados (148) y Vergarm. Buenos Aires, 1986. 280 páginas.
JACINTO TORRES et al. Recursos Musi- Centros Públicos (136). Aun siendo escasos 1 vol. de 22 x 13 c m.
cales en España 1987. Centro de Documen- aquellos centros que cubrieron las hojas de
la encuesta es iriste comprobar que el direc-
Ignacy Jan Paderewski fue el dios del pia-
tación Musical. Ministerio de Cultura. no de fines del XIX y primeras décadas del
Madrid, 1987. 728 pp. dt 23 x 16,5 cm.
torio está mal elaborado por falla de nor- XX. Sus interpretaciones de Beethoven —
malización de la ficha. Se supone que el aunque tocaba tan sólo unas pocas obras
En su segunda edición. Recursos Musica- orden es: denominación, dirección postal y suyas—, Liszt y, sobre todo, Chopin, del que
les en España se présenla como el directo- leléfono, dependencia administran va, nom- se consideraba su supremo oficiante, le ha-
rio de la Base de Dalos de igual nombre bre del director y u'iulos que imparte. Ello bían ganado la adoración de todos los pú-
residente en la red informática de los Pun- no se respeta escrupulosamente ni en aque- blicos. Paderewski fue también un polaco
tos de Información Cultural PIC. Cerrada llos centros que han repon di do a la encues- militante, intervino en la obtención de la in-
con la información recibida hasta fines de ta. Por lo demás es sorprendente comprobar dependencia de su país iras la 1 Guerra Mun-
1986, incluye 8.037 entradas divididas en que entre los declarantes hay quienes mien- dial y por algún tiempo tomó a su cargo la
3.744 Personas; 3.466 Entidades; 761 Acti- ten con total y absoluto descaro simulando presidencia del Consejo de ministros. Toda
vidades y 66 Publicaciones Periódicas. Quie- ser centros públicos cuando lo son privados la gloria que su propia época le otorgara al
nes deseen consultar en los «PIC» este Banco y así dicen ser públicos pero no aclaran su músico se encargó la posteridad de negárse-
de Datos deben pedirlo con la denominación dependencia. Cierto es que esie tipo de erro- la drásticamente. Sobre su labor compositi-
IMUS para diferenciarlo de los otros dos re- res se acumula en el listado de centros que va, asociada casi toda ella a sus comienzos
pertorios musicales disponibles en los PIC, no han respondido a la encuesta, pero en des- como pianista en la década de 1880, ha caí-
el biográfico y el hemerográfico. cargo del Centro de Documentación he de do una valoración por completo negativa. El
decir que ni el Ministerio de Educación y triunfo del objetivismo, por su parte, ha con-
Como señala Jacinto Torres en la carta que Ciencia es capa/ de decir con exactitud qué denado los excesos, la fuerza subjelivista, del
adjunta al envío de los libros, «a pesar del reñiros son estatales, cuales autonómicos, arte interpretativo de Paderewski.
cuidado que hemos puesto en su elaboración, cuales de diputaciones, cuales municipales,
es inevitable que en una obra como ésia se cuales de patronatos y cuales privados. Y asi La tarea para un biógrafo como Zamoys-
produzcan errores y omisiones» e invita a en- es posible que existan en España Centros Pri- kí es desde iuego ardua: librar a Paderewski
viar «observaciones críticas y sugerencias» vados al 100%, sin subvención pública de de su propio mito, retornar a su figura mu-
de todo tipo. Efectivamente, dado que sólo ningún tipo, que no respetan por ello la le- sical, lanío tiempo denostada, y perfilarla
han respondido un 34,83% de tas personas gislación vigente sobre ordenación académica con sus verdaderos contornos. El por otro
y un 57,91 Va de las Entidades es lógico que ni órganos de gobierno (ni siquiera la LO- lado interesante trabajo contenido en este li-
menudeen los errores más diversos; así per- DE) ni la referida a emisión de títulos y que, bro no consigue plenamente responder a las
manecen personas fallecidas (por ej. la en- sin embargo, usan papel timbrado y símbo- exigencias de la situación. Zamoyski persi-
trada 1.139), se omiten1 personas de relieve los del Ministerio de Educación y Ciencia gue más al hombre, cuya vida parece una
(cual et profesor de H de la Música de ta (por ejemplo el n° 6090). Este volumen de aventura, que al músico, cuyo estilo e influ-
Universidad de Zaragoza o el de Paleogra- Recursos Musicales es testimonio de la anar- jo se deja en un segundo plano, en favor de
fía del R- Conservatorio de Madrid), algu- quía reinante en los centros de docencia mu- la actividad política. La visión que domina
nas figuran desplazadas de su actividad de sical y debiera servir de invitación ai MEC en el texto no acaba de perder todos los re-
mayor relevancia (así el n? 713) y otras va- a poner coló a desmanes que desembocan sabios románticos que tanto acabaron por
riedades de error que se verán corregidas en en la actual emisión de t(luios sin validez en perjudicar a Paderewski. Un entendimiento
la 3* Edición como en ésta se vieron muchas diversos lugares de nuestro país. Asimismo, subjeiivista de la practica del arte, que en esta
de la 1 *, ello depende de la colaboración de debiera el MEC sugerir a los Conserváronos ocasión se nos presenta como un triunfo de
los recipiendarios de la información. de su dependencia la conveniencia de respon- la voluntad personal.
der a las encuestas oficiales, pues no lo han
Por lo que se refiere a las Entidades es cu-
rioso el estudio de aquellos tipos de en tí da- E.M.M.
48 Scherzo
FUNDACIÓ CAIXA DE PENSIONS
3 Mtemere Centre Ciitural de la Cata de Penstcns BÉIA 9 » . plana Beetnown. scftumjnn. De&usv. Cnapn
20 9*r*r Centre Cultural de la Carta de Pensáis BRUNO CANINO, piano Bwtnown. Faurí. BrSms, Menóelssohn
Jfeírw Centre Cultural Oe la Cana de Pcnslwis JOAN ENR1C LLUNA, clarnet «NNA CALVO, VIOII SAU.V HEATH, oana
UHDSAY MARTINOALE. vlonncel Brahms. Mendetssaln
lOfebnr Centre CuRural de la CaUa de PensKrc. QUARTET ENEKO He París, UMON COU, plana
JanÜect, SOiumann. MenOWsMiíi
17fetw Centre Cultural Oe la C3W * Petwom JOMH MASÓ, plano LKJt UendelssDhn. Cticcln.
MMnr Cmtre Ottural de la ata ae PenKms CORAL CARMINA, erguí. Qrector JORDI CASAS. Mende&ohri
i man; Centre Cultural de la Cabía Oe Penslnis. AIKRT METO, puno Scrunann. LBK Menjetuhon.
sman; Centre Cultural de la Calía de Pensión; OIVERTIHENTI E N S E U B I Í de Lordres. BMi. Tialtovskv. MmMssorn.
1S man; Puau de la Música Catalana SBC CONCEíT ORCHESTRA, CWfEO UTALA. Soltetes Orectcr LASaO HHTAT.
EllES de MenWssohn
15 atril Centre CJturji de la Cata de Penocns. MELVn TAN, forteOano Beetmwn. Scnuaert
W JOffl Centre Cultural W la Cana de Penstcns DIATESSARON. JOAN CARLES SENTTS, Rauta travessera. JOWI ARCELACA. 000*
Mrroc flauta dota JEAN LOUIS PRADAL, acné M m c JOSEP BORRAS, Fagot
Mann Uarais. L Autor» Dornd. P O Ptmnjor. F Coupam
n Jtrt Centre O t o í i de la Cala de PensKms THE AMST1RDAM F0ÍTEP1AN0 TK10. Hawtn i Mozart
CtrmD«urMc«laCltadeP>BlonsHAIfíMARTINLINDE.ftautaOSCA«MILAIII.cl3vK0nI)3lPEn
Ltdalr. H a n M Bacn. LOtU
tgn <k cmMni ovnancMn t M M h
PalaudelaUúsKaCKllmOtOJJESTUDELSEaEXVIlLWectornAJKSRÜG^
Mourt Beethover
U *™n i <kam ii o m dinn « a u n
n»gatinjan IM M I I malg Centre CuHural de la Cato de PensMns. STAMfr HOOCLAMD, forttpBno Havon. Nozart Becthovtn. OusMt
Cido de Cámara Oratorio de Navidad (Mil). Parker, piano. Copian, Patání. Cotrubas, Rawn-
CONCIERTOS y Pottfonfa 13,16,19: Mismos intérpre- Rachmaninov, Vaughan sley. 21, 23, 27, 29.
te!. Bach, Oratorio de Na- Williams.
1: Juilliird Quartcl. vidad (IV-VIJ. 15: Alfred Brendel. piano.
ASTURIAS Brahms. los (res cuartetos. Schubert. BERLÍN
2: Orquesta de Cámara Es- lí: Philharmonia Orchestra. DeulKhe Opcr
Sinfdnk* de Asturias pañola. Víctor Martin. Ho- BERLÍN Cario María Giulini.
menaje a Hermes Kriales. Filarmónica de Berlín Schumann. DER FREISCHUTZ (We-
9,10,11: Luis Aguin-e. Dié- Bach, Vivaldi, Mozart. 19: New London Consort. ber) López Cobos. Schaaf.
guez, Haydn, Betihoven. 9: Malcolm Frager, piano. Philip Pickett. Música me- Schmidt, Róhrl, Kleindienst,
21,13: Vieloi Pablo Pérei. 1, 3: Lorin Maazel. Men- Welker. Kollo. 19. 22, 25,
Haydn, Weber, Brahms. delssohn, Beethoven, Pro- dieval navideña.
Josep Colom, piano. Mo- 15: Chillingirian Qusnet. 12: Academy of Si. Martin 21.
zart, Haydn. kofiev.
22: Coro Nacional. Orques- 12,13: James Conlon. Barry in the Fields. lona Brown.
ta de Cámara Española. Douglas, piano. Prokofiev, Vivaldi. FLORENCIA
BARCELONA Carmen Helena Tellez. Stravinsky. Ravel. Teatro Comuaak
Bach, Tres Cantatas de lí, 19: Coro de la Radio y
Orquesta Clidid Navidad. MUNICH
de Barcelona Coro de Cámara de Estocol- LA BOHEME (Puccini)
mo. Levine. Ballle, Win- Filarmónica de Munich Kleiber. Zefnrelli. Freni,
S, 6: Uri Segal. Anne-Sophie Ibenniísica bergh. Haydn, La Creación. Menitt, Summers, Ferrin,
22, 23: Coro de la Catedral 10, II.12: Coro de la Filar- Mori. I, 3,6,9, 11, 13.
MulEer, violín. Mozart, II: Orquesta de Cámara de mónica. Flor. Vakar, Boch-
Strauss, Brahnis. Santa Euduvigis. Menuhin.
Europa- Claudio Abbado. Olass. Calgani. Zakai. Vi- WÍI7. Holl. Haydn, La LONDRES
10,12,13: Franz-Paul Dec- Schubett, Mendelssohn. Creación.
ker. Eslhei Nyffenegger, valdi, Mazan, Haydn. Eaglish National Optra
violoncello. Cervelló, pfiz- 30, 31: Karajan. A de- 19, 20, 21: Kutt Sanderling.
Orquesta de RTVE terminar. Nelson Freiré, piano.
ner. Weber, Hindemilh. Brahms. Shostakovitch. RIGOLETTO (Verdi) Da-
19, 20: Sinfónica de Bilbao. 3, 4: Antoni Ros-Marbá. JO, 31: Coro de la Filarmó- niel. Miller, Rawnsley, Shar-
Coral San Juan Bautista de Anne-Sophie Mutter, violin. nica. Blomstedt. Solistas. pe. Rendall, Davies,
Leioa. Coral Zigor. Solistas. BOSTON Dwnson. 1, 4, 10. 12, 17.
Brahms, Bartok. Beethoven, Novena.
Enrique Carda Asen sí o. 10, 11: Enrique Carda Sinfónica de Bailan
Berlioz, Infancia de Cristo, Asensio. Maribe] Calvin,
21, 23: Coral San! Jordi. Al- 3.4,5,11,1S: Coro del Fes- PARÍS MUNICH
bert Argudo. Bach, Ferrer, piano. Antonio Josí, Albé-
niz, Gould, Copland, tival de Tanglewood. Seiji Orquesta de París Biyerische Staatsoper
Debussy. 17, 18: Antoni Ros-Marbá. Ozawa. Peter Serkin, piano.
Ravel. 9, 11: Coro del Festival de 2, 3: Jeffrey Tale. Miisuko DIE FRAU OHNE SCHAT-
iBCrcamera Tanglewood- Behrens. Lud- TEN (Strauss) Sawallisch.
wig, King. Seiji Ozawa. Uchida, piano. Wagner.
3: Naum Gruben, piano. Ctalro Dlroslon Música Bartok, Dvorak. Busse. Fassbaender, Jones.
Contemporánea Strausj, Elektra. 9, 10: Semyon Bychkov. Schunk, Weikl. 19, 2*.
Schubert, Beelhoven. Rach-
maninov. Haydn, Mozart, Strauss.
1* Teatro Real. Grupo Cir- 16, 17, 18: Christoph von
13: Orquesta de Cámara de culo. Josí Luis Temes. CLEVELAND
Europa. Claudio Abbado. Dohnanyi. Raphael Oleg, PAKIS
Ouras finalistas del Premio Orquesta de Cleveland violin. Mussorgsky, Sibe-
Brahms, Rihm, Haydn. SGAE. Theaire National
lius, Tchaikovsky.
3, S, I: Chrisioph von Doh- Opera dt París
Cmrocmcerl Asociación Española de oanyi. David Cerone, violln.
Música de Cámara Mussorgsky, Chausson, NUEVA YORK NORMA (Bellini) Valdís.
18: Lucia Popp. liwin Gage. Sain!-Saens, Ivés. Pizzi. Frusoni. Kavrakos.
Schubert, Schumann, 3: Cuarteto Euler. Centro Filanndalca de Nueva York
Schoenberg, R. Strajss. 1Q, 11, 11: Christoph von Plowright, Dupuy, Galois.
Cultural de IB Villa. Dohnanyi. Lynn Harrell. 3, 4. S: Leonard Slatkin, 3. 5, 8. II.
17: Colectivo de Músicos de violoncello. Schumann, Cárter, Haydnt Fauré. CENDR1LLON (Davies)
BILBAO la Asociación. Homenaje a Mahler. 10.11.12: Leonard Slaikin. Burdekin. Cáctrcs. 9, 10,
Sintónica de Bilbao Villa-Lobos. Fine, Ginaslera, Rach- 11.
DRESDE maninov . MACBETH (Verdi) Schoen-
16,17; Cora] San Juan Bau- 17, lí, 19: Leonard Slatkin. wandt. Vilez. Estes, Grund-
TARRASA Filarmónica de Dmde heber, Burchuuidzc, Con-
tista de Leioa. Coral Zigor. Vaughan Williams, Erb.
Coral Andra Mari de Rente- Temporada de la C»J« de Brahms. nell. 1, 1, 4, 7, 9, 10, 11,
ría. Solistas, Enrique Garda Ahorros de Tamsa 6. 7: Woss. Yaeko Yamane, 19, 30: Zubm Mehia. Katn- 13.
Ase.isio, Berltoz, La Infan- piano. Haydn, Makino. leen BattJe. soprano. Mo- DON GIOVANNI (Mozart)
cia de C"¡lo. 2t: Mi que] Farrí, piano. Bruckner. zart, Strauss, Suppí, Zagrosck, Járvefeit. Le
Brahms, Mompou. 2t, 27: Rhode. Slrauss. OFfenbach. Lehar. Roux. Lagrange, Dran,
Haydn. Mozart, Btethoven. Courtis, Garetti. 4, 7. 14,
CANARIAS 16. 11,11, 23.26, U, 3fl.
Sociedad Filarmónica VALENCIA VIENA
LONDRES
de La» Pilmas Palau át la Miiaici Orquesta de la ORF SAN FRANCISCO
Tbc Soalh Bank Centre
2: New American Chamber 3: Cuarteto Juilliard. 10,11: Carlos Kalmar. Rez-
Orchestra. Mísha Rach- Brahms, los tres cuartetos. 1- Philharmonia Orcheslra y nicek. Komgold, Bartok. Opera de Sao Fnncfeco
levsky. Constantin Orbelian. 9: Ensemble de Madrid. Fer- Chorus. Simón Presión. So- 13: Coro Laulu Mihet de
listas. Haendel. Mesías. Helsinki. Mattila, Hynni- PIQUE DAME (Tchaikows-
piano. nando Poblelc. Vivaldi, ki) Coleman. Tchekarov.
Bach, Mozart, Schubert. 3: Royal Philharmonic. Paa- nfn. Leif Segersiam. Si-
9: Elisabelh León s kai a. vo Bcrglund. Stephen Evstaieva, Crespin, Och-
piano. 15, 16: Orquesta de Cáma- belius. man 1,5,9, 13.
ra de Europa. Claudio Ab- Bishop-Kovacevich. piano. 21: Coro de jóvenes de Vie-
1S: Hermanas Pekinel. Mendelssohn, Mozart. ROMEO ET JUL1ETTE
pianos. bado. Brahms. Haydn, na. Ghazarian, Protschka, (Gounod) Plasson. Uzan.
Schubert. / Schubert, Men- Debussy. Polgar Charles Mackerras. Swenson, Lima. Dickson,
delssohn. 6: Alfred Brendel. piano. von Eybler. Howeil. 2, 4.
MADRID Schubert.
19, 20: Orquesta Municipal LES CONTES D'HOFF-
de Valencia. Manuel Gal- 7: Philharmonia Orchestra.
Orquesta Nacional Giuseppc Sinopoli Mariko MANN (Offenbach) Plas-
duf. Mozart, Gounod, Of-
Senju, violin. Mendelssohn, OPERA son, Mansouri. Domingo,
4, 5, 6: Víctor Pablo Pérez. fenbach. Biiet, Strauss. Krause, Dahl. Gustafson. 8,
26, 27: Academia de Viena Bruckner.
Jean-Pierre Rampal, Amo- (: Alfred Brendel, piano. 11.
nio Arias, flautas. Cimaro- y Coro Coneentus Vocales. BARCELONA
Haendel, El Mesías. Schubert.
sa, Khachaturtan, García 9: Sinfónica BBC. Gúnter Gran Teatro del Liceo
Abril. Brillen. Wand. Mozart, Brucfcner. VERONA
11, 11, 13: Walter Weller. LOS ANGELES 10: Royal Philharmonic. MEFISTOFELE (Boito) Teatro Filarmónico
Malcolm Frager, piano. Salvaiorc Accardo, violin. Collado. Caballé, Giaiotti.
HalFFter. Mozarl, Dvorak. Filarmónica de Los Angele)
Brahms. Sibelius. 4, 7. 10, 13. PRINCIPE 1GOR (Boro-
18, 29. 20: Philippe Entre- 8,10, II; Los Angeles Mas- 13: Alfred Brendel, piano. CAVALLER1A RUSTICA- din) Lazarev, Pokrovskij.
moni, director y sol isla. ter Chórale. Christopher Schubert. NA (Mascagni) Patane. Kalinina, Sinijsvskaja, Fe-
Stravinsky, Mozart, Saint- Hogwood. Kirkby, Robbin. 14: Royal Philharmonic. Obraztsova, Murgu, Serra. din. Alekseev, Nesterenko.
Saens. Cordón, Tilomas. Bach, André Previn. Jon Kimura PAGLIACCI (Leoncavallo) 4 , 6 . 9 , 11, 13.
50 Schcrzo
DOSIER
Scherzo íl
DOSIER
52 Scherzo
equilibrio polifónico o producido distorsiones. La rítmi- do de los planos sonoros y un aliento sensacionalmente
ca, justa, tajante, furiosa en ocasiones. Todo ello otorga administrado. Daba gusto ver a aquel diablo, calvo co-
a las versiones de Solti una tensión, una vitalidad y, tam- mo una bola de billar, agitarse hasta la exasperación, vol-
bién, una agresividad que pueden llegar a sobrecoger y, carse en una continua danza, contorsionarse, dirigir con
por lo mismo y a sensu contrario, a producir determinado todo el cuerpo, marcar sin desfallecimiento el ritmo de
grado de incomodidad física. Existe en ellas un algo de base con la batuta y, al tiempo, subdividir con un codo,
redundante que las aproxima a veces a lo estentóreo abrasarse en ia orgía sonora provocada por él.
—nunca a lo retórico dado su habitual y buscado esque-
matismo ni a lo ampuloso teniendo en cuenta su frecuen- La evolución
te crudeza (imbrica y ia economía acentual— y les otorga
ras 75 años de existencia y más de 50 de carrera al-
un cierto grado de rudeza además de proporcionarles un
tono epidérmico nada favorecedor.
No puede negarse, de todos modos, a este estilo direc-
T gunas de las características comentadas, que en el fon-
do continúan estando presentes de uno u otro modo, han
torial, a esta forma de hacer música un inevitable atracti- perdido virulencia. La manera directorial de Solti se ha
vo. Las interpretaciones obtenidas a partir de estos dulcificado, sus conceptos son ahora más elaborados, sus
presupuestos por el conductor húngaro han poseído mu- discursos, más reflexivos. Hay menos agresividad, menos
chas veces un valor de seducción casi salvaje. Solti fusti- inmediatez en sus acentos. Busca y consigue muchas ve-
ga, prende, arrastra materialmente, nos atenaza y —en ces —aun a cambio de pulir en exceso, de limar antiguas
particular si le vemos— puede ganarnos para su causa, asperezas, de hacer peligrar la naturalidad— una articu-
introducirnos en un mundo áspero, aristado, no exento lación más fluida, un fraseo más romántico, más amplio;
de fulgurante belleza. No es la belleza de lo trascendente tantea un sonido más muelle; elige unos tempos más mo-
ni aquélla que procede de la sutileza, de la exquisitez, del derados. Sus últimas actuaciones y grabaciones nos ilus-
tran al respecto. ¿Hasta qué punto es
preferible este Solti más domestica-
do, más sabio —en ciertos aspectos
más standard— al Solti más prima-
rio, conminativo, barlokiano de an-
taño? La cuestión queda en el aire.
En cualquier caso, de esto no cabe
duda, un director sensacional, un
conductor fuera de serie; antes que
un músico profundo o un creador re-
volucionario. Un rapsoda antes que
un poeta. Un profesional de altos
vuelos que puede compararse sin es-
pecial desdoro con algunos otros
grandes de la batuta nacidos como él
en Hungría y, como él, emigrados.
No posee Sir Georg, es cierto, el re-
finamiento y exquisitez, la finura de
Fritz Reiner (1888-1963), que llevó a
la cima a la Sinfónica de Chicago,
que ahora gobierna él; ni las dotes
constructoras, el equilibrio interno y
el vigor estructural de Ferenc Fricsay
(1914-1963); ni el raciocinio prodigio-
so, la concentración y la elocuencia
—lograda a partir de sutiles tensio-
nes— de Georg Szell (1897-1970). Pe-
ro sus valores, en algún caso no
inferiores, son indiscutibles.
refinamiento del espíritu o del ansiado equilibrio intelec- Con Solti, que, en virtud de aquellos y de un talento
tual. Es la belleza de lo fragoroso, de lo implacable. No dramático singular, es uno de los grandes directores de
es la poética lo que nos seduce; es el vértigo, la dimen- foso del presente, la tradición húngara tiene sin duda a
sión telúrica. su más egregio representante, fallecidos los tres citados
En su época más fogosa Solti era capaz de encandilar, y de calidad menor los que permanecen en la brecha: Do-
jugando tales bazas, incluso con músicas teóricamente ale- ran (1906), Melles (1926), Lehel (1926), Kulka (1929), So-
jadas de su estilo. Un ejemplo: las oberturas de Von Sup- mogy (1907)... Aunque, en realidad, Georg Solti,
pé. Nunca Poeta y aldeano o Caballería ligera han tenido nacionalizado inglés y permanente director musical de la
ese sabor agreste, ese poderío energético, esa tan conta- Orquesta de Chicago, es, como suele decirse, ciudadano
giosa vitalidad que determina, a pesar de la falta de aro- del mundo y, en no pocas cosas, ciudadano de América.
ma vienes, el atractivo de su versión para el disco con la Quizá fuera útil —en todo caso, motivo para otro
Filarmónica de Viena. Forzoso es recordar algunas de sus trabajo— establecer sus afinidades y disparidades con al-
recreaciones mahlerianas. ¿Cómo no saltar del asiento an- gunas de las pocas batutas eminentes que hoy existen; so-
te la forma de bramar las terroríficas escalas descenden- bre todo con las que son, más o menos, de su quinta y
tes del comienzo de su Segunda de Mahier con la Sinfónica a cuyo nivel artístico en raras ocasiones llegaría: Giulini,
de Londres? Pocos han organizado como él una tan pa- Karajan, Celibidache, Kubelik...
vorosa batalla como la que desencadenó en Madrid cuan-
do hace años dirigiera en el Real a la Orquesta de París
Vida de héroe de Richard Strauss; con un pasmoso senti- Arturo Reverter
Scherzo 53
LA MÚSICA etnos
ESPAÑOLA
NOVEDADES
PARA TECLA
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E uláiia S o l é , piano
LA mjBJCA
••PAROLA
FADA TECLA M A N U E L DF F A L L A
Obra p i n Piano
E U L A L I A S O L É
M. DE FALLA ; Obra para piano 02 A XXXIX M. DEL ADALID; Piano a cuatro manos 02-A-XU
Eulalia Solé Aligue! Zanetli / Fernando Turina
OTRAS ¡NOVEDADES
C. BRUNO EN CONCIERTO 06-B-XL
F. Chupín, J. L. Turina, E. Rincón TEOBALDO POWER II 03 A-03
Guillermo González, piano
RODOLFO HALFFTER
0TR4S RE EDICIONES
01-A-VIII
Perfecto García Chornei, piano TEOBALDO POWER 01-A-VI
Guillermo González, piano
J
La energía tenaz de Georg Solti Hace poco nuestros colegas de Le Monde de la Mu-
C
omo Karajan, como Mravinski, como Giu-
lini, Solti es ya una leyenda, una leyenda sigue publicaban unas deliciosas caricaturas de Jorge
viviente. Nacido en Budapest hace setenta Sitre, con texto del gran chelista Janos Starker, de so-
y cinco años —que lleva con un soberbio bresalientes figuras de la música actual: el texto de la
vigor— Solti es una de las escasísimas fi- de Solti decía lacónica y expresivamente: «Sir Georg
guras indiscutibles que quedan en aclivo en el mundo Solti: La respuesta a la crisis energética mundial». Uno
de la dirección orquestal. Alto, de largos bracos, de re- siente la tentación de pensar que la frase no es entera-
cia contextura, con movimientos rápidos y peculiarísi- mente exagerada. Porque Solti irradia energía dé una
mos, camina ligeramente arqueado y cuando se le habla manera natural, espontánea. Hay en él siempre la pre-
se vuelve casi por completo hacia su interlocutor, cla- sencia de un luchador que ha triunfado, pero que sabe
vando en él una mirada de increíble vivacidad, que re- hacerse perdonar su triunfo por la humanidad y la cor-
cuerda inevitablemente la famosa mirada de otro viejo dialidad que desprende. Sólo alguna vez, muy de vez
que fue eternamente joven: Pablo Picasso. Amable, ex- en cuando, hay una sombra de melancolía en la mira-
presivo, atento a lodo lo que ocurre a su alrededor, es- da de Solti. Por ejemplo, cuando recuerda aquella vez
cucha con atención cada pregunta, reflexiona un en 1939 en que vio a su padre en la estación de ferro-
instante y después de un «yes»1 muy marcado y acen- carril cuando iba camino de Suiza. Su padre comenzó
tuado, se dispone a responder. a llorar. El joven Solti, un poco irrilado, le preguntó
por qué lo hacía. El padre no supo qué responder. Nun-
ca más se vieron. Toda ía familia del músico pereció
asesinada por la bestia inmunda del Tercer Reich, por
la abyecta máquina de matar nazi.
Pero él sobrevivió. Refugiado en la neutral Suiza,
luchando contra un destino adverso Solti siguió su ca-
mino. Honrado en todo el mundo —su país natal aca-
ba de concederle la más alta condecoración de
la República—ciudadano británico, Sir Georg Solti
vive en una hermosa mansión de Hampstead.
Su estudio está enteramente tapizado de libros,
de partituras, de diplomas, de cuadros— hay un
soberbio autorretrato de Kokoschka, unos hermosos
dibujos de Caesar Kunwald, el tío de Antal Dorad,
de las cabezas de Bartok, Dohnanyi, Kodaly, Leo
Weiner... Es ahí donde nos recibe.
Un ambiente excepcional
—¿Podría hablarnos del ambiente, del
clima musical de la Hungría de su
FOTO: DECCA juventud? —Teníamos una
Lord Snowdon escuela de música excep-
cionalmente buena,
la Academia Fe rene
Liszt, que sigue exis
tiendo y en el mis-
mo edificio. Aca-
bo de visitarlo en
septiembre. Que
dan las mismas
aulas, igual que
donde yo re-
Scherzo 55
DOSIER
cibí mis lecciones, nada ha cambiado. Era una escuela las orquestas. Son asombrosamente buenos. Pero na-
maravillosa. ¿Qué es lo que hace buena a una escue- turalmente hay problemas, relacionados con el dine-
la? Instalaciones. Pero sobre todo buenos maestros. Tu- ro, la enseñanza, los instrumentos y los profesores.
vimos profesores excepcionalmente buenos. Esa es Pero hay mucho talento. Me lo pasé muy bien.
probablemente una de las razones por las cuales hubo —¿Podría hablarnos usted de sus maestros?
y hay hoy tantos buenos músicos húngaros. Pienso que
una buena formación es importante. Y nosotros tuvi-
mos la mejor imaginable. Y he de decir que la mezcla Cuatro retratos
de húngaros y judíos fue propicia. Húngaros y judíos
crearon una mezcla musical maravilosa. Así, pues, te- Solti se pone en pie y nos enseña su galería de retra-
níamos una escuela excepcionalmente buena y la com- tos. Pero no sólo nos habla de Bartok, Dohnanyi, Wei-
petición era maravillosa, lo cual es muy importante. ner y Kodaly sino también de un profesor de violín,
Nos sentábamos en un aula
cinco o seis de los estudiantes
con más talento, tocando dos
veces a la semana en presencia
del profesor, lo cual nos hacía
naturalmente cada vez más
exigentes. Por supuesto es una
manera muy dura de aprender,
porque o sobrevives o te hun-
des. Estaré eternamente agra-
decido a esa escuela. No tengo
muchas cosas que agradecer a
Hungría porque mi vida fue
muy difícil allí, pero siempre
tendré ese agradecimiento por
la educación musical que
recibí.
Me gusta dirigir en Budapest
y en señal de agradecimiento
entrego mis honorarios a los
estudiantes de dirección y he
establecido un fondo para
ellos. Ahora tenemos un proyecto algo más ambicio- de un viejo profesor alemán amigo de Brahms, y de
so, voy a llevar a unos cuantos intérpretes de metales otros.
húngaros a Chicago para que mis músicos les enseñen —Todos estos dibujos de ellos me los regaló Dora-
durante unas cuantas semanas. Quiero así dar a unos ti, son obra de su tío. Eran muy diferentes entre sí. Bar-
cuantos húngaros la posibilidad de aprender la mara- tok ha sido uno de los compositores mayores del siglo
villosa técnica de la orquesta de Chicago. XX. De eso no hay la menor duda. Nosotros lo sabía-
—¿Cuál ha sido su impresión de su reciente viaje a mos hasta cuando éramos unos muchachos y le adorá-
Hungría? bamos. Pero no tenía ningún éxito con el público. Era
—¿Musical o política? un revolucionario. Hoy la joven generación de com-
—Musical. positores tiene sus seguidores, los medios de comuni-
—Solamente puedo hablar de las dos orquestas con cación, etc. y todas las facilidades. En tiempos de
las que he trabajado, no de la Orquesta de la Radio, Bartok no era así. Tenía muy pocos admiradores. Ha-
que no conozco. Tienen unas secciones de cuerda muy blo de los años 1930 y 1935, cuando yo era muy joven.
buenas. Lo que falla son las secciones de metal, que Ya saben que él se fue en el 39 de Hungría y se marchó
siguen utilizando una técnica anticuada. Ya en mis a América. En aquellos malos tiempos, Dohnanyi se
tiempos la escuela que se estudiaba era la alemana y quedó allí hasta hasta el 45 y Kodaly tampoco se mar-
hoy sigue igual. Eso hace que sean de! viejo estilo. Los chó. Fue muy curioso lo que les ocurrió. Sólo Bartok
músicos tienen mucho talento y por eso me gusta ayu- tuvo el valor y dijo: «No quiero trabajar con los fas-
darles. Los instrumentos que emplean no son muy bue- cistas»^ se fue en el 39. Nunca volvió. Sé que en el
nos y voy a ayudarles a que compren instrumentos 45 se habló de Bartok como presidente de la nueva Re-
nuevos en EE.UU. Sin duda hay dificultades, pero tie- pública de Hungría. Como Paderewski, El se sintió
nen un gran entusiasmo musical. muy conmovido, dijo que no lo aceptaba, pero le gus-
(De pronto Solti se para y nos pregunta:) tó mucho que hubieran pensado en él.
—¿Cuánto tiempo van a estar ustedes en Londres? Bartok tuvo una vida muy difícil en América, tenía
—Nos marchamos el domingo. que ganarse la vida tocando el piano con su mujer. En
—Es una lástima, porque el domingo que viene pa- el 43 ya estaba muy enfermo, de leucemia. Kussevitsky
san por la televisión la película de mi viaje a Hungría. lo fue a ver al hospital y le dijo que venía de parte de
A ver si pueden conseguir un vídeo. Así podrán ver no la Fundación que llevaba su nombre con un encargo
sólo lo hermosa que es la ciudad y lo bien que tocan para que escribiera un nuevo concierto y le entregó un
56 Scherzo
cheque de 5.000 dólares. Bartok dijo: «Acepto el en- básicos de la música en general y de la música de cá-
cargo pero no el dinero hasta que no termine la obra». mara en particular. Weiner era un solterón. No se ca-
No tenía ni un céntimo. Y aquello que escribió fue el só nunca porque estuvo muy enamorado de una mujer,
Concierto para orquesta. una profesora de piano, que se casó con otro, que por
Solti nos mira al decir esto y hay una emoción ape- cierto ha muerto hace tres semanas. Y esa mujer es la
nas contenida en su voz, mientras habla de Bartok. que ha hecho que yo viva en Londres, porque fue en
Luego sigue: su casa donde conocí al gerente del Covent Garden en
—Y ese encargo le vino muy bien, porque poco des- el año 59. Ella también, por desgracia, ya ha muerto.
pués pudo salir del hopital. Ya estaba mejor, se fue a Weiner nunca se casó cuando ella le rechazó. Era un
casa y compuso el Condeno, que se estrenó en el 43 hombre maravilloso, un músico muy conservador, que
gracias a Kussevitsky. Poco después murió Bartok. Lo no comprendía a Bartok en absoluto, le sonaba a mú-
que es particularmente triste es que probablemente un sica celestial.
año después de la guerra era el compositor más toca- Dohnanyi era un bon vivaní, un pianista excepcio-
do en todo el mundo. A Bartok yo no lo conocí bien. nal, un músico espléndido. Poseía un don especial. Era
Fue durante un período muy corto mi maestro de pia- bastante vago, no ensayaba mucho y le decía a sus
no, cuando mi profesor estaba enfermo. De modo que alumnos que no ensayaran demasiado. Les decía: «SÍ
él se encargó de la clase durante unas cuatro semanas no aprendéis en tres horas no lo vais a aprender nun-
y como teníamos clase dos veces a la semana, tuve unas ca». Por supuesto, eso no era cierto, nunca acabas de
ocho lecciones con él en total. Le teníamos un tremen- aprender, tienes que seguir repitiendo una y otra vez
do respeto. Era un hombre tranquilo, que hablaba para aprender. Pero él nunca lo hizo así. Pero era un
siempre con voz suave. músico extraordinario. Me dio clase durante dos anos,
A Kodaly le conocí bastante bien. Hay una larga his- de modo que le conocí bastante bien. Era germanófi-
toria con él, que algún día contaré en un libro. Como lo, pero no creo que haya sido un nazi. De todos mo-
sabe, Kodaly murió hace muy poco tiempo y su espo- dos lo nombraron director de la Academia en aquellos
sa sigue viviendo en Hungría. Fue un maravilloso pro- tiempos. No creo que lo necesitara, era un hombre ri-
fesor para mí. Dohnanyi era profesor de piano y co. Al final de la guerra, al llegar los rusos, se escapó.
Weiner de música de cámara. Básicamente en los últi- Estuvo primero en Viena en un campamento de refu-
mos cincuenta años todos los músicos húngaros pasa- giados, y luego un amigo mío le llevó a Florida, donde
mos por la clase de Weiner y aprendimos los elementos terminó su vida. Ese mismo amigo estuvo en mi fiesta
de cumpleaños hace dos semanas. Me llevó a mi a Mu-
nich y a Dohnanyi a Florida. Es un hombre muy agra-
dable, un buen pianista, medio americano medio
húngaro. Estudió en Budapest con Dohnanyi y fue allí
donde le conocí. Volvió a USA y fue oficial del ejérci-
to norteamericano. En el 46 apareció con el título de
Funcionario Musical de Baviera. Yo estaba en Munich
y allí me escribió. Pero esa es otra larga historia...
—¿ Había mucho antisemitismo durante su juventud
en Hungría?
—Al principio no era oficial. Era una especie de ley
no escrita. Pero luego se hizo oficial. Por influencia
nazi a partir del 38 empezó a notarse más claramente
la diferencia. Cualquier persona de sangre judía no po-
día ocupar un cargo oficial, únicamente se podía tener
negocios privados. Así fueron las cosas desde el 39 has-
ta el 44, cuando los nazis derribaron al gobierno. El
último gobierno húngaro, seminazi, fue el más terri-
ble, mató en un año a un millón de personas. Los hún-
garos son un pueblo maravilloso y con mucho talento
y como son así mataban con un gran talento. Fue ho-
rrendo, terrible, tuve una suerte inmensa de no estar
allí.
—Usted trabajó en esa época, en los años treinta en
Salzburg, ¿qué nos puede contar de ese período?
—Llegué en el 37 a Salzburg, con una recomenda-
ción. Al presentarla al director del festival me pregun-
i
tó si conocía La flauta mágica. Le dije que sí. Me dijo
entonces que si podía trabajar esa misma tarde, por-
que tenía necesidad de alguien. Había una extraña epi-
demia de gripe en Salzburg y dos de los repetiteurs
estaban enfermos. Aprendí mucho de aquel verano. No
Georg Solti en sus años jóvenes DECCA sólo cómo trabajar, sino lo seria que es la música. Y
Seherzo 57
DOSIER
lo duro que es el trabajo. Toscanini trabajaba durísi- —En diversas entrevistas con usted, en los progra-
mamente y a todas horas. Trabajar, trabajar, traba- mas de televisión sobre su vida, habla usted con fre-
jar. Desgraciadamente fue sólo un verano. No pude cuencia de ese entusiasmo que había en Europa en la
volver al año siguiente porque los nazis habían entra- postguerra por volver a hacer música. ¿ Cree usted que
do en Austria. ese entusiasmo se ha perdido o no?
—Cuál es su opinión actualmente de Toscanini co-
mo director? —Hoy es diferente. Después de la guerra había algo
—No es una pregunta a la que sea fácil responder. muy especial. Era maravilloso estar vivo, poder hacer
Nuestro gusto por la música cambia. Es diferente a co- música. Y en mi caso yo era joven. Hoy existe, sí, una
mo era en el 38 o hasta en el 44. En los últimos cua- cierta saturación. Pero lo que hoy es magnífico es la
renta años nuestras interpretaciones han cambiado. cantidad de gente joven que escucha música, como nun-
Cualquiera que sea la opinión que se tuviera sobre Tos- ca antes en la historia de la música. Y al escuchar lo
canini no cabe duda que hacía música de una manera que sea —en concierto, en discos, por televisión, por
muy enérgica. Tenía una convicción absolutamente cla- la radio— se crea un público culto musicalmente. Por
ra de que tenía que ser así, y eso es admirable hoy tam- cierto, tienen ustedes —y no se lo digo para lison-
bién. Algunos de los discos suyos no han soportado el jearles— un público maravilloso en Madrid.
paso del tiempo, pero otros son los mejores que se han Hay un inciso en la conversación. Sir Georg nos pre-
hecho: las óperas de Verdi, Falstaff, Ótelo... Como gra- gunta por la situación de la enseñanza en España, por
baciones son muy de los primeros tiempos, pero como el estado de las orquestas, etc. Realmente se muestra
interpretaciones son maravillosas. Tenía una capacidad apenado cuando le hablamos del bajo nivel de nuestra
de liderazgo que, te gusten o no las cosas que hacía, enseñanza musical. Dice: «Qué lástima, con un públi-
no se le puede negar una gran personalidad. co tan espléndido». Cuando le decimos que no ha he-
—Usted permaneció durante la guerra en Suiza re- cho nunca música española rebusca en su memoria y
fugiado. Allí aunque no pudo dirigir, prosiguió su ca- dice que sí. Una vez dirigió La Vida Breve. Luego ha-
rrera de pianista y en 1942 consiguió el Premio de Gi- bla de El Prado. «¡Oh Goya! Goya es fantástico. Me
gusta muchísimo Goya. Y el Prado
en su conjunto es prodigioso».
Cuando le decimos que López Co-
bos es el director de la Orquesta Na-
cional comenta: «Eso está muy
bien». Luego habla de Alicia de La-
rrocha y de las grandes voces espa-
ñolas con quienes ha trabajado:
Aragall, Plácido Domingo, Carre-
ras, Berganza, Caballé, Lorengar.
Pregunta si Berganza vive en Madrid
y le decimos que en El Escorial.
La crisis en la ópera
58 Scherzo
quieren es ganar dinero rápidamente. Hay también la villosas voces líricas de antaño. De ahí viene la crisis.
enfatización excesiva en la producción. Ahora parece Aquí se termina la entrevista. Sir Georg tiene un li-
mucho más importante saber de quién es la producción gero catarro, pero le quita importancia. Ayer dirigió
que de quién es la música. Se habla más del productor efectivamente en el Covent Garden el nuevo montaje
que del director, de los cantantes, etc, y eso no debe de El rapto en el serrallo, en una discreta producción
ser así. Me gusta mucho la ópera pero es por todo eso del australiano Elijah Moshinsky, con un conjunto vo-
que la hago poco. Ayer hice El rapto en el serrallo en cal que no pasaba de la medianía. Únicamente la ex-
el Covent Garden. Pero todo se ha hecho tan difícil... cepcional calidad como cantante y como intérprete del
O utilizas cantantes jóvenes, como hice yo ayer, que gran bajo alemán Kurt Molí, la bonita voz y el hechi-
están dispuestos a trabajar esas cuatro semanas, y con- zo sensual de la británica Lillian Watson, eran dignos
sigues un ensembie, lo cual, sin embargo, tiene el in- de la maestría de Solti, que consiguió magníficos re-
conveniente que pierdes esa calidad que sólo puede dar sultados con la orquesta. El público del Covent Gar-
una gran estrella, o utilizas esas grandes estrellas con den reservó para él sus mejores ovaciones. No en balde
lo cual pierdes el ensembie. Y hay también la situación Solti fue durante diez años, entre 1961 y 1971, direc-
de las orquestas. Las orquestas sinfónicas hoy día tie- tor artístico de la Royal Opera House, un período que
nen un nivel mucho más alto que las orquestas de ópe- para muchos ha sido el más brillante del gran teatro
ra. Al utilizar éstas, es una lástima, pero bajas de londinense después de la II Guerra Mundial.
calidad. Lo cual complica las cosas aún más. Pero pe- Magnético, cordial, lleno de vida y de interés por las
se a todo la ópera sigue siendo maravillosa. cosas, Solti se despide de nosotros. Nos vamos con la
—¿Qué opina, maestro, de una crisis más especifi- sensación de haber tenido el privilegio de hablar du-
ca, de la crisis de voces capaces de interpretar adecua- rante una hora larga con la última figura de una pro-
damente a Wagner? digiosa tradición de músicos, con el último
—Yo no creo que sea así. Lo que hay es una crisis representante de una escuela —la húngara— de direc-
de voces fuertes, la crisis de Siegfried, Wotan, Brünn- ción de orquesta que reinó casi incontenstablemente du-
hilde... Quizá no hay actualmente más de cinco voces rante generaciones en las salas de conciertos de todo
capaces de enfrentarse con ese repertorio, pero es que el mundo occidental y oriental.
nunca ha habido, digamos, treinta y cinco grandes vo-
ces wagnerianas. Lo que hemos perdido son las mara- Javier Alfaya y Bárbara McShane
CRONOLOGÍA DE LA CARRERA DE SOLTI son, Paul Schóffler, Christa Ludwig), Salomé (Inge
Borlth) y La Forza del Destino (Renata Tebaldi, Giuliet-
1412: Nace el 21 de octubre en Budapest. ta Simionato, Richard Tucker y Ettore Bastianini).
1917: Recibe las primeras lecciones de piano. 1957: Se presenta con la Filarmónica de Nueva York.
1924: Primer concierto público como pianista. 1958: Comienza en Viena la grabación del Anilla wagneriano
1930: Se gradúa en la Academia Franz Liszt de Budapest, donde con El oro del Rin. Graba la Quinfa y Séptima de
ha tenido ocasión de estudiar con Zoltan Kodaly y Ernst Beethoven.
von Dohnanyi y también, aunque por breve tiempo, con 1959: Se presenta en el Covenl Garden con Der Rosenkavalier.
Reía Bartók. Repetidor en la Opera de Budapest. 1960: Se anuncia que Solti sucederá a Kubelik como Director
1937: Conoce a Toscanini en Salzburgo. artístico del Covenl Garden.
1938: Tiene lugar su primer concierto como director. Figuran 1961: Asume la dirección del Covenl Carden. Dirige las nue-
en el programa un Concierto de Brandenburgo, la ober- vas producciones de Iphigenia en Aulide y La Walkyria.
tura de La Gazza Ladra de Rossini y el Concierto para 1965: Dirige Moisés y Aardn de Schoenberg en el Covent
piano de Schumann. Dirige su primera ópera, Las bo- Garden.
das de Fígaro, en la Opera de Budapest. 1969: Es nombrado director musical de la Orquesta de Chicago.
1939: Ante la ruptura de hostilidades debe refugiarse en Sui- 1971: Concluye, con Tristón e Isolda, la era Solti en e! Covent
za. Toscanini le invita a Nueva Yoik, pero las dificulta- Garden. Nombrado por Isabel II Caballero de la Orden
des para conseguir el visado le impiden trasladarse a del Imperio Británico. Primera gira europea de la Orques-
América. ta de Chicago.
1942: La imposibilidad de dirigir en Suiza le obliga a dedicarse 1972: Director musical de la Orquesta de París.
exclusivamente al piano. Gana el primer premio del Con- 1973: Comienza su asociación con Rolf Uebermann en la Opera
curso Internacional de piano de Ginebra. de París.
1946: Acabada la guerra, dirige ópera en Stuttgart y Munich. 197S: Finaliza su etapa al frente de la Orquesta de París.
Es nombrado director musical de la Opera del Estado de 1976: Dirige ¿os bodas de Fígaro y Otello en Nueva York a
Baviera de Munich. la compañía de la Opera de París.
1947: Inicia su asociación, que ha llegado hasta nuestros días, 1979: Es nombrado Director artíslico de la Filarmónica de
con el sello discográfico Decca. Graba como pianista, jun- Londres.
to a Georg Kulenkampff, las Sonatas para violín y pia- 1983: Dirige en Bayreulh la nueva producción del Anillo. Es
no de Brahms. nombrado director Emeritus de la Filarmónica de
1948: Solti y Kulenkampff graban Sonatas de Mozart y Beet- Londres.
hoven. Solti recibe invitaciones para dirigir en Italia y 1984: Festival Mozart en la Antigua Opera de Frankfurt. Nue-
Austria. va producción de Der Rosenkavalier en el Covent Gar-
1949: Primera grabación como director: Sinfonía n. ° 103 de den para conmemorar el 25 aniversario de su
Haydn con la Filarmónica de Londres. presen (ación.
1951: Dirige Idomeneo de Mozart en el Festival de Salzburgo.
1952: Es nombrado director de la Opera de Frankfurt al rea- 1987: Recibe el Premio Grammy por el registro de la Sinfonía
brir ésta sus puertas. Fausto de Liszl. Interpreta en vivo y graba la Pasión se-
1953: Se présenla en Estados Unidos dirigiendo Elektraát Ri- gún San Mateo en Chicago. Ofrece una serie de recitales
chard Strauss en la Opera de San Francisco. de dos pianos, junto a Murray Perahia, en una gira euro-
1954: Dirige por vez primera a la Orquesta de Chicago. pea. Nueva producción de El rapio en el Serrallo en el
1956: Dirige en la Opera de Chicago La Walkiria (Birgit Nils- Covent Garden.
Scherzo 59
DOSIER
60 Scherzo
r
Pero sobre Solti llueven los premios. ¿Cuántos ejem- digital y compacto, la cassette y el vídeo; Solti firmó
plares se habrán vendido de este Anillo en todo el mun- sólo por tres años, un período de tiempo tradicional-
do? Después vienen el doblete (y sé lo que me digo) mente suficiente para darle el punto adecuado al
de Karajan y la revancha de Bayreuth aprovechando producto.
la interesada luna de miel de Bóhm, donde PHILIPS Mas nuestro hombre se encontró con la dura reali-
recogió o recuperó en parte lo que DECCA (Cuishaw) dad: la crítica conversa al gratificante pseudoizquier-
no había querido. Mas Solti resiste las embestidas co- dismo del dúo Boulez/Chéreau le espetó en su cara a
merciales —el Arte no estaba aquí en juego— y prosi- Solti, un hombre nacido en Hungría en 1912 y con se-
gue su camino. En 1971 entrega su original Tannháuser tenta años de lucha en las alforjas, el escupitajo de reac-
en la mal llamada versión de París (en realidad, es la cionario; entre los propios y los ajenos, la realidad
de Munich, 1867, para la cual Wagner devolvió al ale- vocal se materializó como lamentable: ¿cómo era po-
mán los pasajes escritos o reelaborados en francés en sible grabar Sigfrido con el impresentable Manfred
1860/61), añade en 1973 su Parsifal (primera graba- Jung, sirva este buen hijo honesto electricista de nece-
ción en estudio), y cierra esta etapa con el Holandés sario ejemplo del abismal desastre actual del canto wag-
(única grabación no realizada con los conjuntos de Vie- neriano?; en Bayreuth hizo un calor que alcanzó los
na) y los Maestros, en torno a 1976. Luego, un largo cuarenta grados centígrados en el foso: Solti ha dicho
silencio. que el sudor de su frente cayéndole sobre los ojos no
le dejaba ver la partitura, pero el supremo responsa-
Solti en Bayreuth ble, el ya mítico Wolfgang Wagner, viene repitiendo
La noticia de que Solti dirigiría en Bayreuth el Ani- que nadie le garantiza una climatización insonora, la
llo conmemorativo del centenario de la muerte de Wag- cual, además, costaría mucho dinero; Wolfgang Wag-
ner vio pronto que aquí no tenía na-
da que ganar, sino mucho que per-
der en cuanto a su liberal imagen de
bondadoso propiciador de todas las
experiencias progresistas; y el tingla-
do se vino estrepitosamente abajo:
Solti y su famoso escenógrafo Peter
Hall se fueron en 1984 con la músi-
ca a otra parte; su Anillo (carísimo
en la maquinaria) se sostuvo a duras
penas hasta 1986 confiado a segun-
dones y a favor de la masiva e indi-
ferencia demanda internacional de
localidades; la necesaria restauración
del principio musical de la ópera su-
frió un durísimo golpe, y el colmillu-
do Wolfgang Wagner se permitió
dudar públicamente de la capacidad
física y mental de Solti (entonces de
setenta años) para tomar sobre sí la
conducción de un Anillo triple en las
condiciones vivas y directas de Bay-
reuth: hasta el presente, Solti ha da-
Conferencia de prensa en Bayreuth (28-7-1983). De izquierda a derecha, el alcalde de Bay- do la callada respuesta; sería de
reuth Hans Walter Wied. Sir Georg Solti. Woffgang Wagner, Sir Peter Hall y el escenó- desear que nuestro hombre escribie-
grafo William Dudíey. ra sus memorias.
ner no sorprendió, pero sí interesó al mundo musical. En 1985/86, Solti ha cerrado, a lo que parece, su ci-
Cada quisque se había preguntado desde 1965: ¿por- clo de grabaciones wagnerianas con un registro de Lo-
qué no dirige Solti en Bayreuth? Aquí estaba el pre- hengrin en el que, a priori, Jessye Norman y Plácido
sunto sumo sacerdote del Anillo dispuesto a acudir al Domingo comparten con él el protagonismo. La críti-
santuario después de las herejías del couple Bou- ca de esta grabación no es de este lugar, pero puede
lez/Chéreau. Ciertamente, la gran estrella se anunció anticiparse que, en lo que se refiere a Solti, Wagner
como Solli el Restaurador y sin pelos en la lengua: sigue siendo uno de sus bancos de prueba, un listón
«vengo a devolver a la orquesta su protagonismo», muy alto que el director húngaro no ha temido nunca
«quiero ver por una vez en el escenario la ópera escri- cualesquiera que fueran las condiciones ambientales.
ta por Wagner, no la de Marx», «quiero ver en escena
agua, fuego, niebla, montañas, los elementos de la na- Solti como director wagneriano
turaleza que la orquesta wagneriana traduce en ilusio-
nes románticas». Pero el, no voy a dudarlo, sincero Llegados aquí, el lector puede haberse preguntado:
Solti alimentaba también otras intenciones menos ro- muy bien, ¿pero cómo es el Wagner de Solti?; ¿es Sol-
mánticas; Solti no venia a culminar su carrera en Bay- ti el más grande director wagneriano vivo, en reñida
reuth, no venía a practicar aquello de: «¿Percibir aquí pugna con Karajan?
un salario? Aún tendría yo que pagar de mi bolsillo Para empezar, me parece difícil que pueda sostenerse
(Knappertsbusch)». El propósito era grabar este Ani- que en Solti, como en Karajan, hay un Wagner dado,
llo para DECCA en la cuádruple vertiente del disco entrañable, consustancial; más bien puede hablarse de
Scherzo 61
DOSIER
Wagner adquirido a lo largo de toda una evolución y director que está a la altura no espiritual, pero sí so-
un ejercicio profesionales. nora, de El ocaso de los dioses, obra difícil entre las
Solti no procede del Wagner autor, ni cosa aún más más difíciles, y no me estoy refiriendo sólo a los regis-
determinante, del Wagner director de orquesta. Los Bü- tros de estudio, sino a mi propia experiencia en Bay-
low, Richter, Levi, Mottl, Mahler, Nikisch, Muck, reuth desde 1962 a 1983: Kempe, Klobukar, Bóhm,
Furtwángler, Knappertsbusch, incluso Bruno Walter se Suitner, Maazel, Stein, Boulez y el propio Solti, que
hicieron directores a partir de los postulados románti- repitió (refinado) su enorme friso sinfóníco-dramático
cos de Wagner, inventor de la dirección de orquesta sin comparación con lo antes escuchado.
tal como se ha entendido hasta hace cincuenta años, c) Tannháusery Parsifal: las dos cimas. Solti es un
que hacía del sentido flexible del melos, del rubato co- director en plena madurez, ha reducido al mínimo la
mo factor de expresión y de la traducción subjetiva de violencia de origen y realiza una versión capital del
la partitura (¡Cuidado, subjetivismo no quiere decir al- Tannhauser de París/Munich y una puesta en sonido
teración!) postulados de una participación-transmisión de Parsifal en estudio, por supuesto sin el aura cere-
enriqueced ora: se trata nada menos que de las Tablas monial de las celebraciones de Kna en Bayreuth, que
de la Ley, y sus cancilleres y chambelanes no dejan de muestra ante los sorprendidos agnósticos la excelsitud
ser sus servidores. de este bellísimo canto del cisne wagneriano: Solti si-
En Solti, no en vano pianista profesional en ciertas gue sin servir a Wagner, pero lo aproxima a todos con
etapas de su vida, las fuentes son otras: Hungría, Bar- convicción y nobleza.
d) Holandés y Maestros: el fra-
caso. Se ha agravado la lamentable
situación del canto wagneriano; pe-
ro además empiezan a evidenciarse
en Solti las secuelas de la excesiva
productividad o eficiencia: hay aquí
una cierta indiferenciación sonora, se
echa a faltar el sentido final del dra-
ma, las escenas y pasajes parecen
bloques inconexos, no afloran los ri-
cos trasfondos wagnerianos. Algo de
esto pudo advertirse en Bayreuth en
1983. Solti cometió allí un exceso im-
perdonable: hizo levantar la sección
central de la pantalla del foso, que
constribuye —¿realidad, ilusión?—
a la peculiar acústica del Festspiel-
haus; la suntuosidad del sonido con
ello obtenido es posible que no ten-
ga parangón en toda la historia del
Festival, mas ya se sabe lo que fue
del rey Midas. Agradecidos incluso
a tanta magnificencia, los oyentes
hubimos de preguntarnos a veces:
¿para qué?
Hoyes pura Solti al concluir su último Anillo en Bayreuth. Wotfgang Wagner felicita al e) Lohengrin: parada y fonda.
director, pero la procesión iba por dentro: pronto las flores se tornarían espinas. Véase la crítica en este mismo
numero.
lók, Kodály, la preponderancia del ritmo; el teatro de Una conclusión un tanto apresurada sería que Solti,
ópera con todo el repertorio, en el que Wagner ya no sir Georg, no es reconocible sin Wagner, pero no por
es la grande y absoluta panacea; la dirección sinfónica su influencia escolar, sino por un eficiente empleo de
moderna con el sentido del color (timbre) que han ele- su repertorio. A medida que pasa el tiempo, Bóhm ya
vado a prímus Debussy, Stravinsky, Ravel, Bartók y no entra en liza; quedan Karajan y Solti, y aún habría
otros. que señalar a Sawallisch, si a sus tres desiguales regis-
Las grabaciones Wagner/Solti, que son y serán lo tros bayreuthianos aún pudiera sumar la grabación sis-
asequible al común de los mortales, nos dan a mi jui- temática de todo lo que resta. Pero ninguno de ellos
cio, y desde estas perspectivas, lo que sigue (perdóne- es un wagneriano en el sentido causal, visceral, neu-
se la enumeración un tanto dictaminadora): rálgico, sensitivo. Los cuatro citados son o fueron gran-
a) Walkyria (tercer acto); Oro del rin. Tristón e des directores que, cual planetas, han girado más o
Isolda: traducciones fuera de estilo, agresivas, violen- menos excéntricamente alrededor del sol Wagner en la
tas, húngaras, reveladoras de los orígenes y la forma- parte más exterior del sistema, allí donde el frío con-
ción del joven director. fiere a la atmósfera, cuando ésta existe, una límpida
b) Sigfrido, Ocaso de los dioses, Walkyria: Se con- pureza. De ellos, en conjunto, me quedo con Solti; pero
servan las características originales, pero la experien- quienes sienten y aman a Wagner por encima de todas
cia teatral y una gran voluntad sinfónica hacen justicia las cosas saben que hay testimonios de quienes se abra-
a la orquesta de Wagner; no son realizaciones desde saron con él y nos transmitieron a trancas y barrancas
la entraña de las obras, sino vertiendo en ellas un sifo- su pavesa.
nismo muy desarrollado que recuerda sus orígenes pre-
cisamente wagnerianos; en particular, Solti es el único Ángel-Fernando Mayo
62 Scherzo
NOVEDADES CBS MASTERWORKS
NOVIEMBRE 1987
MARKl'S-pASSlON T
HELMUTHRII.LINO
Cinq fletadles
populan»
giecques
• ^ ^ W E B E BOULEZ1
MK4239I CD Los 2 conciertos pata piano
Murray Perahia. piano
BFAHME Orquesta de St Martin m the Fields
Concierto para piano n.° 2,
Intermezzi y Rapsodia Op. 119 Neville Marnner RICHARD STRAUSE
MK42401 CD Sinfonía Doméstica,
Rudolf Eerkin, piano
Orquesta de Cleveland Burles ke para piano y orquesta
George Szell MOZART Daniel Barenboira, piano
MK4ZZ62 - CD Los Cuartetos para flauta Orquesta Filarmónica d e Berlín
Jean Fierre Rampa!, flaula Zubin Menta
HAENDEL Isaac Stern, vioün M42322 LP
El Mesías Mstislav Rostropovich, cello MT42322 • MC
Eileen Fattell, Davis Cunmngham Sal valore Accardo. viola MK42322 - CD
Manha Liplon, William Warfield MK42320 - CD
STBAVINSKY
The Monnon Tabernacle Chaír Fetronchka
Orquesta de Filadelfia MOZART
Eugene Onnandy Don Giovanni Filannonica de Nueva York
R. Rairaondi, K. Te Kanawa, Fierre Boulez
M2K60I 2 CDs
E. Moser. T. Berganza, ]. van Dam MK42395 • CD
HAYDN Orquesta y coro de la Opera de París
Lonn Maazel CANCIONES NAVIDEÑAS
Conciertos pata cello númi 1 y 2
M3K3591Z 3 CDs POR |OEE CARRERAS
English Chara be i Orchestra Noche de Paz, Ave María,
Yo-Yo Ma, violón cello Navidades Blancas, A des te Fideles,
MK36674 CD MOZART Jingle Bells, El cant déls ocella...
Die Versen weigung, jóse Carreras
MAHLER Da* Veilchen, Das Lied der Trennung..
Miembros de la Opera de Viena
Sinfonía n.° 3 R STRAUSS
Margen, Gefunden, Hat gesagt... MK42311 - CD
Agnes Baltsa, mezíosopiano
Niños Cantores de Viena H WOLF
Coro de la Opera de Viena Los 4 liodor de Mignon CANCIONES DEL RENACIMIENTO
Arle en Auger. soprano Obras de Th. Morley, W. Byrd,
Orquesta Filarmónica de Viena O. Gibbons, H. L. Hasslet,
Lonn Maazel Irwin Gage, piano
J. Vázquez, J. Deaprez...
M2K42403 - 2 CDs M42447 LP
Waverly Consort
MK37845 CD
DOSIER
64 Scherzo
r
su Sinfónica de Chicago. Su Mahler lo planteó en los gel Mayo quien les cuente el affaire). El director
estudios de grabación mucho antes de su llegada a la húngaro mostró su gran calibre operístico con Árabe-
ciudad norteamericana, registrando la Cuarta con la Ha de Strauss, grabada también con la Filarmónica de
Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam y la Pri- Viena y con Lisa della Casa y George London en los
mera, Segunda, Tercera y Novena con la Sinfónica de principales papeles; la versión no ha sido superada has-
Londres. Las grabó de nuevo con la agrupación de Chi- ta la fecha y la toma sonora a cargo del equipo de in-
cago para hacer un ciclo completo consistente; de ellas, genieros de John Culshaw soporta el paso de los años
casi con completa seguridad, destaca especialmente su sorprendentemente bien. De este período es también
soberbia lectura de la Octava (las demás, por razones Salome, con una Birgit Nilsson en la cima de sus posi-
que ahora nos es imposible exponer, siempre poseen al- bilidades vocales; en la modalidad de Disco Compac-
gún punto flaco). Con Bruckner sucedió otro tanto: to no ha sido superada todavía, ni en interpretación
grabó con la Filarmónica de Viena una fogosas y tru- ni en sonido, lo mismo que la posterior grabación de
culentas Séptima y Octava, volviéndolas a grabar en Elektra. El espléndido registro del Rosenkavalier, a pe-
Chicago junto al resto de sinfonías del músico austría- sar de la indudable maestría de la batuta, no alcanza
co (todavía le faltan las tres primeras). De su ciclo las cotas de las anteriores. Algunos pueden encontrar
Brahms destaca especialmente su lectura de la Terce- el Mozart de Solti un tanto tenso: su Cosi es demasia-
ra.obra en principio poco apta para su temperamento do rígido (no llega ni en sueños a las cimas de un Ka-
y de la que, sin embargo, realiza una versión muy ex- rajan en su registro producido por Walter Legge) y su
presiva y vigorosa. Debe subrayarse también la inter- Don Giovanni puede pecar de excesiva violencia; sin
pretación sobria y plena de madurez del Réquiem embargo, Zauberflóte y Fígaro son dos excelentes
alemán. En cuanto a su Beethoven nos encontramos muestras del teatro mozartino en disco (de su última
con uno de sus puntos más discutibles; de su ciclo con aportación a las óperas del salzburgués, El rapto en el
Chicago solamente la Novena ofrecía completo inte- serrallo, ya hablamos en las páginas de crítica disco-
rés (siempre en opinión de quien esto firma) y es, pre- gráfica). Su Verdi no ha sido valorado en su justa di-
cisamente, la que ha vuelto a registrar otra vez con los mensión, ya que las evidentes cualidades dramáticas y
mismos coros y orquesta y diferentes solistas (Arturo espontaneidad puestas de manifiesto en las lecturas de
Reverter la comenta en estas mismas páginas). Aída, Rigotetto y primera grabación de Bailo (ver co-
Solti no grabó su primera ópera hasta 1957, año en mentario de la segunda en el n.° 1 de SCHERZO), co-
que dirigió por primera vez a la Orquesta Filarmónica locan a estas lecturas en un lugar sobresaliente entre
de Viena con Kirsten Flagstad en el tercer acto de Wal- las distintas interpretaciones de estas óperas. A desta-
küre (simultáneamente la orquesta vienesa grababa car también su vibrante versión del Réquiem verdíano
también para Decca y a las órdenes de Hans Knappert- hecho para Decca, con un insuperable cuarteto vocal.
sbusch el acto primero de ésta ópera... Pero será Án- Enrique Pérez Adrián
BAKTOK: BRAHMS:
Concierto para orquesta. LSO, 1965. CSO,
1981.
Condeno piano n."l. Ashkenazy, LPO,
DISCOGRAFIA Las 4 sinfonías. CSO, 1978 (3. V4.") y 1979
(1.V2.').
BRAHMS:
1984. Abreviaturas: BP= Filarmónica de Berlín; Oberturas Festival Académico y Trágica.
Concierto piano n." 2. Ashkenazy, LPO, COA = Concertgebouw Amsterdam; CSO, 1978.
1978. LPO= Filarmónica de Londres; LSO = Sin- Variaciones sobre un tema de Haydn. CSO
Concierto piano n." 3. Ashkenazy, LPO, fónica de Londres; CSO = Sinfónica de Chi- 1977.
1978. cago; ROCV = Orquesta del Covent Réquiem Alemán. Weikl, Te Kanawa, CSO,
Concierto violín n." I. Chung, CSO, 1983 Carden; WP = Filarmónica de Viena. 1978.
Concierto violín n.° 2. Chung, LPO, 1976. Advertencia; Solamente se indican las gra- Las 3 Sonatas para violin. Kulenkampff
El castillo de Barbazul. Sass, Kovats, LPO, baciones comerciales hechas por Sir Georg (violín), Solli (piano). 1947-48
1979. para Decca y RCA. Cuando no se indica ía BRUCKNER:
Música para cuerdas, percusión y celesta. casa de grabación el disco es Decca. Sinfonía n.° 4. CSO, 1980.
LPO, 1955. LSO, 1963. Sinfonía n. " 5. CSO, 1980.
Suite de danzas. LPO, 1955. LSO, 1965. Sinfonía n.' 6. CSO, 1979.
CSO, 1981. Sinfonía n.° 4. LPO, 1950. Sinfonía n.° 7. WP, 1965.
El mandarín milagroso, suite. LSO, 1968. Sinfonía n.° 5. WP, 1958. Sinfonía n.° 7. CSO. 1986.
BEETHOVEN: Sinfonía n." 7. WP, 1958. Sinfonía n. ° S. WP, 1966.
Coriolano. CSO, 1979. Sonata Kreutzer. Kulenkampff (violin), Solti Sinfonía n. ° 9. CSO, 1986.
Egmont. CSO. 1972. (piano). 1947. DEBUSSY:
Leonora III. CSO, 1972. BERG: El mar. CSO, 1976.
Fidelio, (compl.). Behrcns, Hoffman, Sotin, Concierto violín. Chung, CSO, 1983 Preludio a la siesta de un fauno. CSO, 1976.
CSO, 1979. BERLIOZ: Sinfonía Fantástica. CSO, 1972. DOHNAINYI:
Los 5 Conciertos de piano. Ashkenazy, Les Francs-Juges. CSO, 1974. Variaciones sobre una canción infantil..
CSO, 1972. La condenación de Fausto. Riegel, van Schiff, CSO, 1986.
Concierto violín. Elman, LPO, 1955. Dam, von Slade, CSO, 1982. DUKAS:
Missa Solemnis. Popp, Minlon, Walker, BIZET: El aprendiz de brujo. Filarmónica de Israel,
Howell, CSO, 1977. Carmen, (compl.). Troyanos, Domingo, van 1957
Sinfonía n." 9. Lorengar, Minton, Burrows. Dam, Te Kanawa, LPO, 1975. DVORAK:
Talvela, CSO, 1972. Preludio acto Io (Carmen). ROCV, 1968. Sinfonía n. ' 9. CSO, 1984
Sinfonías I a 8. CSO, 1974. BORODIN: ELGAR:
Sinfonía n." 9, Norman, Runkel, Schunk, Príncipe Igor, obertura. BP, 1959. LSO, Cockaigne. LPO, 1976.
Sotin, CSO, 1987. 1965. Variaciones Enigma. LPO, 1974.
Sinfonía n.° 3. WP, 1959. Danzas Polovtsianos. LSO, 1965. Falstaff. LPO. 1979.
Scherzo 65
DOSIER
In (he South (Alassio). LPO, 1979. Serénala n." IS. Filarmónica de Israel, 1958. SUPPÉ:
Concierto violín. Chung, LPO, 1977. Conciertos piano 25 y 21. de Larrocha, Oberturas. LPO, 1951. WP, 1959.
Marchas de Pompa y Circunstancia. LPO. LPO, 1977. TCHAICOWSKYr
1977. Sinfonía n. ° 25. LSO, 1951. Eugene Oneguin. Kubiak, Weikl, Hamari,
Sinfonías I y 2 . LPO, 1975. Sinfonía n." 38. LSO, 1951. CSO, 1983. Burrows, Ghiaurov, ROCV, 1974.
GL1NKA: Sinfonía n." 39. CSO, 1983. Concierto piano I. Curzon, WP, 1958.
Russlan y Ludmilla. Obertura. BP, 1959. Sinfonías núms. 40 y 41. Orquesta Cámara Schiff, CSO, 1986.
LSO, 1975. de Europa, 1985. Serenata cuerdas. Filarmónica de Israel,
GLUCK: Los 2 Cuartetos para piano y cuerdas. Solti 1958.
Orfeo y Eurídice (compl.). Home, Loren- (piano), Cuaneto Melos, 1986. Sinfonía n. ° 2. Soc. Concs. Conservatorio
gar, Donath, ROCV, 1969. Sonata violín, K. 454. Kulenkampff (violín), París. 1956.
HAENDEL: Solti (piano), 1947. Sinfonía n. " 4. CSO, 1984.
El Mesías, Te Kanawa, Gjevang, Lewis, Ho- MUSSORCSKY: Sinfonía n. ° 5. Soc. Concs. Conservatorio
Cuadros exposición, (orq. Ravel). CSO, París, 1956. CSO, 1975.
well. CSO, 19S5. 1980. Sinfonía n." 6. CSO, 1976.
HAYDN: Khonvantschina. (ptel.) BP, 1959. LSO, TIPPET:
La Creación. Buirows, Wohlers, Molí, 1965. Sinfonía n. "4. Suitepara el cumpleaños del
Nimsgern, CSO, 1982. Noche monte pelado. BP, 1959. LSO, 1965. príncipe Carlos. CSO, 1981.
Sinfonías Londres. LPO. 1981, 1982 y 1986. VERDI:
HOLST: OFFENBACH:
Gaíté parisienne. ( + GOUNOD: Fausto, Aída. L. Price, Vickers, Gorr, Merrill. Ope-
Los Planetas. LPO, 1978. ra Roma, 1962. RCA.
HUMPERD1NCK: mus. ballet). ROCV, 1960.
Cuentos Hoffmann (barcarola). ROCV, Bailo. Nilsson, Bergonzi, Simionato,
Haensel y Grete!. (eompl.). Popp, Grube- McNeill, Santa Cecilia Roma, 1960.
rova. Fassbaender, etc. WP, 1978. 1959.
PONCHIELLI: Bailo. M. Price, Pavarotti, Ludwig, Bruson,
KODALY: Filarm. Nacional. 1985.
Hary Janos. Suiíe. Orquesta Estatal de Ba- La Gioconda (danza horas). ROCV, 1959. Don Cario. Tebaldi, Bumbry, Bergonzi,
viera, 1949. LPO, 1955. PROKOFIEV: Fischer-Dieskau, Ghianrov, ROCV, 1965.
Psalmus Hungaricus. MacAlpine, LPO, Sinfonía n." I. Sultes de Romeo y Julieta. Falstaff. Evans. Ligabue, Simionato, Kraus,
1954. CSO, 1983. Freni, Orq. RCA Italiana, 1963, RCA.
Danzas de Galanía. LPO. 1952 PUCC1NI: Otello. Cossuta, M. Price, Bacquier, WP,
Variaciones sobre el canto popular El pavo La Boheme: (compl.). Domingo, Caballé, 1977.
real. LPO, 1954. Milnes, LPO, 1974, RCA. Réquiem. Suthetland, Horne, Pavarotti,
Tosca (compl.). Te Kanawa, Aragall, Nuc- Talvela, WP, 1977.
LISZT: ci, Filartn. Nacional, 1986.
Mefisto vals. Orquesta de París, 1974. RACHMANINOV: Réquiem. L. Price, Baker, Luchetti, van
Sonidos de fiesta. LPO, 1977. Dam, CSO, 1977, RCA.
Los Preludios. LPO, 1977. Concierto piano 2. Katchen, LSO, 1958. Rigoletto. Kraus. Moflo, Merrill, Orq. RCA
Prometeo. LPO, 1977. RAVEL: Italiana, 1965, RCA.
Tasso. Orquesta de París, 1974. Bolero. CSO, 1976. Pezzi Sacri. CSO, 1977.
De ¡a cuna a la tumba. Orquesta de París, Le Tombeau de Couperin. CSO, 1980. Traviata. prels. 1 y 3. ROCV, 1959.
1974 ROSSINI: Forza del destino (obert.). LPO, 1952.
Una Sinfonía Fausto. Jerusalem, CSO, Barbero (obert.). LPO, 1955. CSO, 1972. WAGNER:
1986. La Boutique fantasque. Filarmónica de Is- Holandés. Bailey, Martin, Kollo, Talvela,
rael, 1957. CSO, 1976.
MAHLER: La italiana en Argel, (obert.). LPO, 1955.
5 Heder de Des Knaben Wunderhorn. Min- Meistersinger. Bailey, Bode, Kollo, Molí,
ROCV, 1959. Dallapozza, WP, 1975.
ton. CSO, 1970.
Lieder eines fahrenden Gesellen. Minton, Semiramis (obert.). ROCV, 1959. Parsifal. Kollo. Ludwig, Frick, Fischer-
CSO, 1970 SCHÓNBERC: Dieskau, Hoiter, WP. 1975.
Das Lied von der Erde. Minton, Kollo, Variaciones para orquesta. CSO, 1974. Tannhauser. Kollo, Dernesch, Ludwig,
CSO, 1972. Moisés y Aarón {compl.). Mazura, Langrid- Braun, Sotin, WP, 1970.
ge, CSO, 1984. Tristón. Nüsson, Uhl, Resnik, Krause, WP,
Sinfonía n.° I. LSO, 1964. CSO, 1984. 1960.
Sinfonía n." 2. Harper, Watts, LSO, 1966. SCHUBERT:
Buchanan, Zakai, CSO, 1980. Sinfonía n." 5. Filarmónica de Israel, 1958. Lohengrin. Domingo, Norman, Gruberova,
Sinfonía n. ° 3. Watts, LSO, 1968. Dernesch, CSO, 1985. Nimsgem, WP, 1986.
CSO, 1983. Sinfonía n." 8. CSO, 1985. El oro del Rhin. Flagsiad, London, Neid-
Sinfonía n. ° 4. Stahimann, COA, 1960. Te Sinfonía n." 9. WP, 1982. linger, Svanholm, WP, 1959.
Kanawa, CSO, 1984. SCHUMANN: Walkiria: Todverkündigung y Acto 3.°..
Sinfonía n." 5. CSO, 1970. Julio César(oben.}. Obertura, ScherzoyFi- Flagstad, Edelmann, Schech, WP. 1957.
Sinfonía n." 6. CSO, 1970. nale. WP, 1969. Walkiria {compl.). Nilsson, Crespin, King,
Sinfonía n." 7. CSO, 1971. Sinfonías núms. I y 2 . WP, 1969. Hotter, Ludwig, WP, 1965.
Sinfonía n. ° 8. Harper, Popp, Minton, Ko- Sinfonías núms. 3 y 4. WP, 1967. Siegfried. Windgassen, Slolze, Hotter, Nils-
llo, Quirk, Talvela, CSO, 1971. son, WP, 1962.
R. STRAUSS:
Sinfonía n. ° 9. LSO, 1967. CSO, 1983. Zaratkuslra, Don Juan, Till. CSO, 1975. El ocaso de los dioses. Nilsson, Windgassen,
Sinfonía Alpina. Radio Bávara, 1979. Ncidlinger, Fischer-Dieskau, WP, 64.
MENDELSSOHN: Holandés: Obertura. WP, 1961. CSO, 1975.
Sinfonía n." 3. LSO, 1952. CSO, 1986. Vida héroe. WP, 1977.
Arabella (compl.). Della Casa. Güden, Lon- Meistersinger: Preludio 1. CSO, 1972.
Sinfonía n." 4. Filarmónica de Israel, 1958. don, WP, 1957. Rienzi: Oberiura. WP. 1961.
CSO, 1986. Tannhauser: Obertura y Venusberg. WP,
Ariadne auffJaxos (compl.). 1.. Price, Ko- 1961. Sólo obertura: CSO, 1975.
MOZART: llo, Gruberova, Troyanos, LPO. 1977.
Cos'ifan tulle (compl.). Lorengar, Bergan- Elektra (compl.). Nilsson, Collier, Krause, Tristón: Preludio y muerte de amor de Isol-
za, Krause, Bacquier, LPO, 1973. WP, 1966. da. CSO, 1977.
Don Ciovanni (compl.) Bacquier, Weikl, Rosenkavolier (compl.). Crespin, Minton, Páginas orquestales del Anillo. WP, 1983.
Price, Sass, Popp, LPO, 1978. Jungwirth, Donath, WP, 1968. Idilio de Sigfrido. WP, L965.
Zauberflote (compt.). Lorengar, Burrows, Salome (compl.). Nilsson, Stolze, Wachter, WALTON:
Talvela, Deutekom, Prey. WP, 1968. WP, 1961. Belzshazzar Feast. Luxon, LPO, 1977.
Nozzedi Fígaro (compl.). Te Kanawa, von STRAV1NSKY: Coronation Te Deum. LPO, 1977.
Slade, Popp, Alien, Ramey, LPO, 1982. Consagración primavera. CSO, 1974. WEBER: Oberon: Obertura. CSO, 1973.
Entfuhrung ausdem Serail(compl.). Talve- Edipo Rey. Pears, Luxon, Meyer. LPO,
la, Gruberova. Battle, WP, 1985. 1976. Enrique Pérez Adrián
66 Scherzo
Los últimos registros HAVDN: Sinfonías n.™ 93 y 99. O r q u « u Filar-
mónica de Londres. Director: Georg íwjlli. DEC-
CA 417 620-1. Compacto. DDD. SZ'SO".
BEETHOVEN: Novena Sinfonía, ttay* Norman, sobre todo en la más reciente, especial su-
RdDhIld Runkel, Roben Scfennck. Urnas Solía.blimidad en la introducción. A la hora de
Cora y Orqocsla Sinfónica df Chicago. Direclo-
cantar el gran tema, la extraordinaria y
n del coro: Marguret Hillií. Direclor: Sil Gcorg J j a s dos piezas agrupadas en este dis-
Solti. DECCA 417 100-2 DH. 1 dbco compílelo efusiva frase, hay mayor exactitud y co- co forman parte de la famosa serie de
DDD. T4.4S". lorido en este registro, pero se percibe un las doce Sinfonías de Londres, que vie-
on motivo de sus 25 años con Dec- más claro temblor y un acento más cáli-
C ca, Solti grabó en 1972 esta sinfo- do en la primera incisión, menos perfec-
nía. Plasmó entonces una ta instrumental mente en este punto.
versión que fue rápidamente situada al la- Transcurridas las iniciales escaramuzas,
do de las grandes; una interpretación de ambas versiones se dan la mano en la ma-
ran la luz entre 1791 y 1795. El acopla-
miento es bastante novedoso dentro de
la discografía, pues es evidente que es-
tas dos obras no son tan populares co-
altos vuelos que se distribuyó en España nera de exponer el celebérrimo tema de mo algunas de sus compañeras con
en 1974. Ahora el director húngaro la Oda a la Alegría: nada de misterios a titulo, como La Sorpresa, El reloj. Mi-
—protagonista de nuestro dosier— cum- lo Furtwángler, de búsqueda de dimen- litar o Londres, y lo habitual es presen-
ple 75 años. Quizá para homenajearle el siones desconocidas; notas precisas, jus- tar alguna de estas páginas junto a la
sello inglés vuelve a grabar con él la No- tas, explicativas por sí mismas; tempo menos conocida por obvias razones co-
vena. La verdad es que el resultado del prudente aunque alejado del éxtasis. La merciales. Un punto, por lo tanto, a fa-
empeño, siendo bueno, incluso muy bue- melodía se eleva asi vibrante, corpórea, vor de Solti y Decca por esta elección.
no, no lo es tanto que haga olvidar la an- rotunda sin haber hecho más que un bre- Estas dos muestras del lenguaje sinfó-
tigua recreación, todavía poseedora de un ve recorrido de un sólido mezzoforte a un
sonido espléndido, aunque sin las posi- fortissimo muy natural. El resto del cuar- nico final de Haydn son ejemplos maes-
bilidades y los brillos del compacto to movimiento, a pesar de la: delicias del tros del grado de dominio de la forma
actual. compacto, resulta mejor estructurado y que su genio había alcanzado en esta
expuesto en la toma de 1972. Hay simi- época. Se aportan en ellas audacias y
Y el caso es que las dos interpretacio- lar claridad pero mayor Ímpetu y contras- novedades que es más difícil que apa-
nes se parecen como dos golas de agua. tes en esa grabación, beneficiada además rezcan como tales a nuestros ojos por
Solti, que utiliza los mismos conjuntos co- de la presencia de un cuarteto vocal más la asunción que ya hemos hecho de to-
ral y orquestal, no da la impresión de que entonado, equilibrado y, en conjunto, do- da la historia musical posterior. Los
haya modificado sus anteriores plantea- tado de mayor calidad. Lorengar aven-
mientos. Hay probablemente en la mo- taja a Norman no en belleza vocal, sino oídos de los londinenses de finales del
derna aproximación un mayor cuidado en XV1I1 sí que supieron darse cuenta de
la gradación de dinámicas y una más am- esto. La prensa de entonces dijo que la
plia gama acentual. Se han suavizado Sinfonía n. " 93 era «... una composi-
ciertas rudezas —nada fuera de lugar, por ción grande, científica, encantadora y
otra parte— y, en general, se pretende y original a la vez».
consigue una versión controlada, medi- Solti empezó su carrera fonográfica
da, de tradicionales premisas románticas, como directa grabando la Sinfonía n. "
sin desmesuras, con todo en su silio y un 103 de Haydn en 1949 (Véase la crono-
notable equilibrio de conjunto. Solti es un
maestro en eso de levantar, cada vez con logía). Ahora ha vuelto al gran clásico
mayor sabiduría, grandes arquitecturas y con uno de los registros hechos en el
en dominar todas sus lineas funda- año 75 de su vida. No es, sin embargo,
mentales. Haydn un músico que se corresponda
con las características directoriales de
La textura orquestal —esa proteica tex- Solti. Aunque el conductor húngaro ha
tura beelhoveniana— está admirablemen- limado parte de las rudezas e inflexibi-
te trabajada en el primer movimiento, que lidades de su estilo, está todavía lejos
se nos brinda en toda su ancha perspec-
tiva sin un solo desfallecimiento. Las pro- de poder.servir el refinamiento, las in-
en agilidad para encaramarse a los impo-
gresiones resultan modélicas. El juego de sibles palomares beethoveníanos. De to- finitas sutilezas y la enorme elegancia
tensiones se diría, sin embargo, que dos modos, aquí podría caber alguna de la música haydniana. No por ello
estaba mejor establecido en la grabación duda, cosa que no ocurre al cotejar las hay que afirmar que sean desdeñables
del 72, en la que este movimiento tenía demás voces. Minton, Burrows (a despe- estas lecturas de la 93 y la 99, pues que-
una lectura algo más primaria. Sólo epi- cho de su mayor ligereza) y Talvela son, da claro que detrás de ellas está la ex-
sódicos confusionismos —que el sonido de lejos, preferibles a la desconocida Run- periencia musical de toda una vida, que
digital no siempre disimula— y un tem- kel, a Schunk y a Sotín, que no brillan enlaza con la vieja tradición —ahora en
po moderado firmemente sostenido. La precisamente a gran altura. quiebra, es cierto— de entender a
pulsación, normalmente insensible, pero
real y efectiva, nacida desde dentro, es En fin, esta Sinfonía n." 9, hecha a la Haydn. El Haydn de Solti es decidida-
una de las señas de identidad del septua- mayor gloria de Sir Georg, proporciona mente sinfónico, dando a este concep-
genario director, que en el gran tutti del a la postre, con todos sus méritos, me- to una dimensión decimonónica. Está
desarrollo obtiene unos espectaculares nor relumbre que la del 72. La verdad es llevado hacia Beethoven —acordes ini-
sforzandi dominados por el pleno del que podría haberse digit atizado (horrible ciales de la 93— y hay en él más con-
metal. término) ésta y trasladarla luego al compac-
to. Ya se sabe lo de las segundas partes. flicto que humor o sorpresa y más
Y en cuestión de Novenas acordémonos de densidad que ligereza.
Nada que objetar, sino todo lo contra-
rio, al Molto vivace, perfectamente ritma- las imperecederas: Furtwángler, Kleiber,
do y acentuado dentro de la moderación Mengelberg, Horenstein, Klemperer, Ka- E.M.M.
agógica comentada. El trío es llevado rajan II, Fricsay... Solti, hay que decir-
muy ligerito. En la antigua versión Solti lo, se sitúa ahí o muy cerca. Después de
acentuaba quizá de forma más incisiva. todo, es un clásico.
Paralelismo también en el sobrecogedor
Adagio molto y cantabile. No se aprecia. Arturo Reverter
Scherzo 67
DOSIER
H "ace
existe una
una obra difícil de realizar con-
.vincentemente; la prueba: no
unasola
obragrabación
difícil de en
en vivo vincentemente;
realizar con-
estudio
la prueba: no
del todo satisfactoria.
o ludio las diez obras líricas que forman
el repertorio wagneriano, Solli ha te-
parámetros (empleo a conciencia el tec-
nocrálico barbar i smo) de equis situa-
ciones posibles, y asi, vencida la escena
de Ortrud y Telramund al principio del
nido sin duda en cuenta esta dificultad segundo acto (lo mejor de esta graba-
Los factores de la dificultad son, en- ción, a mi modo de ver), ya están mos-
tre otros, estos: Lohengrin es conclu- estilística, el estado actual del canto tradas todas las cartas expresivas y sólo
sión, cima y despedida de la ópera wagneriano —que hizo naufragar su queda la legítima curiosidad de escu-
romántica alemana de Weber, Mars- Holandés y sus Maestros discográ- char a Domingo en la escena de amor
chner y el Wagner joven; sin embargo, ficos— y su propia y desagradable ex- y en el racconto, pero no el interés por
el drama sigue férreamente la unidad periencia
tenorescan entanBayreuth,
hoy allíen
los1983,donde,
papeles que el conjunto de la acción posterior. En
clásica de lugar, tiempo y acción y las entre otras
otrora cosas, pudo
interpretaron comprobar
Lauritz qué
Melchior, definitiva, están ausentes la unidad en
dos parejas protagonistas son antagó- Franz Vólker, Max Lorenz y Wolfgang la diversidad, el aliento romántico y el
nicas y están contrastadas con sumo vi- Windgassen. Así, ha optado por una tras fondo trágico-pesimista de la obra,
gor; a su vez el coro tradicional es base de especialistas para El Rey, Or- con lo que quedan un escapa-
tratado deliberadamente como •-;) rale y una tienda siempre bri-
coro griego (coro espectador, ñ l liantes, incluso rutilantes a
testigo y comentador); el se- \ veces, pero con trastienda re-
gundo coro, la orquesta ducida: lo que, por otra par-
sinfónico-dramática wagneria- te, no es poco.
na que en la Tetralogía pasa-
ría a ser el primero, puede ser
negro (primera escena del se-
gundo acto), pero tiene aquí Los cantantes
una luminosidad especial, gra-
cias al empleo de las maderas
a tres, que en el sutil juego, so-
bre todo de los violines, afir-
V ayamos con los cantantes;
primero, los especialistas.
Sotin es un profesional solven-
ma la tonalidad azul-plata te, acreditado ya por tres lus-
predominante en la partitura; tros de actuaciones en
este color y el rico melodismo Bayreuth, mas con dos proble-
favorecen la impresión de con- mas: no es un bajo grave y no-
tabilidad general por encima ble, pero tampoco tiene una
de una menor evidencia del re- voz que corra bien arriba; por
citativo (omnipresente, sin em- otra parte, su gama expresiva
bargo, en la parte de Tel- es corta, y desde la invocación
ramund); mas por debajo de lo a Dios para el juicio que va a
luminoso y etéreo, palpita la tener lugar ya está lodo dicho:
acción no exteriorizada, lo el resto es repetición y mono-
oculto y prodigioso que envuelve en tonía. La pareja Nimsgern-
misterio a Lohengrin y a Ortrud, la Randová funciona muy bien en cuan-
cual, al resolverse al final con la inevi- trud y Telramund, una pareja protago- to tal: él es un barítono-bajo más líri-
table marcha de Lohengrin, ta necesa- nista de gran prestigio internacional co que dramático, lejos de los negros
ria extinción de su antagonista Ortrud (decisión ésta favorecida seguramente trazos de un Uhde y aun de un Fischer-
y el fatal expirar de una Elsa puesta en por el hecho de que Domingo ha incor- Dieskau, que articula y pronuncia ex-
medio del choque entre el bien y el mal porado Lohengrin a su repertorio), y celentemente e! vehemente y atropella-
y rota por él, descubre el pesimismo es- la guinda del veterano Fischer-Dieskau, do barboteo de Telramund; como, a su
tructural de la sin duda agradable obra, en principio un lujo para El Heraldo. vez, Eva Randová no es una mezzo de
escrita por Wagner bajo al guía de ese Orquesta y coros son los consabidos e voz cálida y redonda, empasta con él;
su genial y característico instinto poé- indiscutibles de Viena. pero Nimsgern está tirante arriba y no
tico para ser el anticipado cronista de posee condiciones vocales par dar los
los movimientos de su época: en este Resultados acentos más dramáticos y desesperados
caso, de la gran esperanza y la no me- de este ciego instrumento de las maqui-
nos grande decepción de 1848/49. En naciones de Ortrud, y en cuanto a ella,
conclusión, y sin entrar ahora en el pro-
blema de la actual situacióndel canto
L os resultados no puede decirse que
sean decepcionantes, sino los po-
sibles. Soiti atiende eclécticamente a los
en la escena con Elsa descubre su limi-
taciones de toda índole, pues no es en
wagneriano, ya sólo lograr el equilibrio problemas de estilo desde una base ro- absoluto la negra enemiga al acecho de
de los contrarios es, en Lohengrin, co- busta, dramática, teatral en suma; es aquella blanca criatura: Jessye Norman
sa de suyo harto difícil, que con el pa- >mportante, en particular, el cuidado tiene una voz mucho más rica y oscu-
so del tiempo aumenta su dificultad por del relato sinfónico y del comentario ra, y es ella quien parece aquí la mezzo
varias causas, que pueden resumirse un coral, con una muy morosa delectación (su contrincante hubiera tenido que lla-
tanto tópicamente en creciente falta de en los pasajes relacionados con el éx- marse, ¡ay!, Margarete Klose, Astrid
la adecuada sensibilidad. tasis de apariciones, entradas y revela- Varnay o Christa Ludwig). En conjun-
ciones. Mas Soiti posee un color de to, pues, especialistas a secas.
orquesta demasiado áureo y su relato.
68 Scherzo
S
La grabación
8IZET. Carmen
Bejganía. Domingo Colrubas Milnes Coro Ambrosian
Orquesta Sinfónica de Londres Claudio Abbado
3 CD -1196362
Scherzo 71
ANIVERSARIO
presión saldría de inmediato a la Apunte biográfico tivas de la etapa los 9 Preludios Op. 1
superficie. Sería ahora la vigorosa
atracción de ¡a propuesta wagnenana
la que reduciría en muchos puntos la
A ntes de pasar a tratar la inciden-
cia de Szymanowski como compo-
sitor formado y también sobre qué ám-
(1900), las Variaciones Op.3 (1903) y
los 4 Esludios Op.4 (1904). Pero el eter-
no retorno a la música de Chopin co-
ambición de Moniuszko. Curiosamen- bito concreto hubo de actuar su arte, mo fertilizante para los compositores
te, y de nuevo en relación con la músi- nos referiremos a su origen y a sus años polacos era ya una posibilidad que se
ca alemana, este autor legó una de educación. Karol Szymanowsky na- estaba agostando. El nacionalismo po-
colección, Melodías de la familia, que ció el 6 de octubre de 1882 en Tymows- lítico de Szymanowski en su juventud
giraba en torno al lied alemán, pero que zówka, Ucrania, pequeña población va lomando tintes virulentos y comba-
por reacción extrajo algunos valores de regentada en ese momento por el depar- tivos. Su voz se une a textos de poetas
la música popular polaca. En esta se- tamento ruso de Kiev. En estas fechas polacos marcadamente significados en
rie, que supera las 300 canciones, des- no existe una Polonia independiente. esa línea. En este grupo vocal hay va-
cubrimos una estructura muy sencilla Esa realidad es continua fuente de tor- rios hitos como las Seis Canciones Op.2
al servicio de un melodismo de no muy mento para la mayoría de las familias sobre Tetmajer, redactadas entre 1900
alto vuelo. El sentido que hay que dar- polacas. En la de Szymanowski coin- y 1902, o las Cuatro Canciones Op.U
le al conjunto es sobre todo el de un es- cide con un vivo interés ante las nove- de 1904-5, con base en palabras de Mi-
fuerzo primerizo en volver la mirada dades literarias y musicales. Stanislaw cinski, aunque la partitura que mayor
hacia la tradición folklórica del pueblo Korwin-Szymanowski, padre de Karol, carga conlleva de las del período, en lo
polaco. La ambivalencia de la produc- supo transmitir sus inquietudes a sus hi- relativo a la asociación política en fa-
ción de Stanislaw Moniuszko radica en jos. Conocido este ambiente, no debe vor de la causa polaca, es sin duda, la
su dependencia de músicas foráneas, de extrañarnos que proliferaran las ocu- titulada Tres fragmentos sobre poemas
un lado, y su tímida indagación de lo paciones artísticas entre los hermanos de Jan Kasprowicz Op,5 (1902). El es-
fidedignamente polaco, del otro. Am- de nuestro compositor. Feliks fue un critor siempre se había conducido co-
bos rasgos tuvieron consecuencias en- magnífico virtuoso del piano e igual- mo un patriota polaco militante, hasta
contradas sobre la inmediata música mente se adentró por los caminos de la el punto de haber sido encarcelado por
polaca que le sucedió. Hubo tanto un composición. Los comienzos de su bri- sus obras. La asunción de sus textos por
moderado resurgir por nuevas vías de llante carrera hicieron pensar incluso, parte de Szymanowski tenía el valor de
expresión asociadas a lo nacional, co- en un primer momento, que era él una declaración de principios en el pla-
mo un estéril anquilosamiento produ- quien estaba verdaderamente dotado de no del problema polaco. Desde un en-
cido por la entrada en picado de los talento musical. Stanislawa triunfó co- foque estrictamente musical, la
planteamientos monuszkianos hasta to- mo cantante, Zoila se dedicó a la poe- posición nacionalista activo de los poe-
car el fondo del más craso de los aca- sía, y por fin, Nula ligó su nombre a mas de Kasprowicz no se correspondía
demicismos. la pintura. Todos los hermanos recibie- en absoluto con una actitud semejante
En las promociones situadas en el ron una instrucción musical básica de del idioma szymanowskiano, todavía
cambio de siglo no son apreciables dis- manos de su padre. Karol Szymanows- estrechamente próximo a los métodos
tintas orientaciones. Se renovaban otra ki amplió estos conocimientos gracias del lied alemán. Cabe pensar que
vez ¡as influenzas de Chopin y de Wag- a sus amigos Natalia y Harry Neuhaus, Szymanowski se negó a seguir el cami-
ner. Wladislaw Zelenski (1837-1921) los dos consumados pianistas. Su in- no apuntado por Moniuszko en sus
asumió, sin embargo, posturas extre- fluencia llevó al joven Szymanowski a Melodías de la familia, de indudable-
mas de rechazo del ingente aporte del seguir estudios en la escuela Gustav mente escaso poder de despliegue, por
genio de Bayreuth. Sus óperas, mencio- Neuhaus en Elisavetgrad. Aparte de sus el lastrante academicismo en que había
naremos Goplanay Konrad Wallenrad, progresos técnicos, hay un hecho deci- caído en el momento que vivía nuestro
estaban transitadas de un lirismo tan sivo en la vida de Szymanowski, esta compositor, acercándose al área germa-
sincero como trasnochado en muchos vez en el orden estético-ideológico. Co- na, cuya fuerza expresiva en el género
aspectos. Zelenski huyó de toda preo- mo para casi todos los músicos pola- de la canción no podía por menos que
cupación formal, a plena conciencia, en cos de la época y, realmente para un reconocer.
sus páginas teatrales en beneficio de un porcentaje inmenso de los composito-
discurso gobernado por la melodía en- res occidentales del período, se trata del Reacción contra el academicismo
impacto con la creación gigantesca de
cadenada libremente. Claro está, la
elección es a nuestros ojos merecedora
de critica por la endeblez arquitectóni-
Richard Wagner. En el caso de Szyma-
noskí, éste se produjo tempranamente,
N o sólo para Szymanowski, sino pa-
ra toda una generación de músicos
polacos, se hizo cada vez más evidente
ca que supone. Además de Chopin, el a sus 13 años de edad, cuando tuvo la el bache en que se encontraba hundido
estilo de Robert Schumann se deja sen- oportunidad de asistir a representacio- el arte sonoro de su país. Frente a la
tir asimismo en la música de Zelenski. nes de sus obras en Viena. Fue un ver- cortedad de miras de las prácticas de-
Precisamente es la referencia schuman- dadero choque que marcaría al polaco sarrolladas dentro de las propias fron-
niana la que nos conduce a otro com- por varios años, si bien este influjo sea teras se estaban produciendo aconteci-
positor polaco del período, Zygmunl rastreable a diferentes niveles en su mientos estéticos apasionantes en el res-
Noskowski (1846-1909), autor que qui- obra compositiva. Szymanowski reor- to de Europa. El enganche a lo más
zá no llegó a desarrollar todas las po- denó su un tanto disperso saber en Var- adelantado de la música occidental era
tencialidades que encerraba en un sovia entre 1901 y 1904. Tomó lecciones ya la prioridad máxima. Como enemi-
principio su talento. Noskowski es to- privadas de armonía con Zawirki y de go común de un grupo de jóvenes po-
davía hoy merecedor del recuerdo de- contrapunto y composición con el ya lacos se alzaba la ultracon servad ora
bido a su creación ex nihilo del poema citado Noskowski, cuya huella, como situación reinante en Polonia. La reno-
sinfónico polaco con su partitura Es- indicábamos, es indudable sobre vación precisaba urgentemente un cau-
lepa. A los efectos de nuestro escrito Szymanowski. ce que diera salida a su contribución.
nos interesa Noskowski por su rica y El primer Szymanowski transita por Este fue, en primera instancia, la fir-
colorista técnica de orquestación. En la recurrente senda de la fijación cho- ma editorial llamada Sociedad Edito-
ella hay muchas cosas que anuncian los piniana. Este es el mundo donde se in- rial de Compositores Polacos Jóvenes.
procedimientos de Szymanowski, obje- sertan sus obras pianísticas tempranas. El príncipe Wladislaw Lubomirski apo-
to central de nuestro enfoque Entre ellas son plenamente representa- yó económicamente el empeño, que
72 Scherzo
ANIVERSARIO
cuajó, al fin, en 1905, si bien su sede dei grupo y en especial las de su amigo poriancia, como Dresde, Leipzig,
hubo de fijarse en Berlín, ante las de- Szymanowski. La prematura muerte de Berlín, Viena y Londres. La actividad
sérticas condiciones que ofrecía el pa- Mieczyslaw Karlowicz (1876-1909), del grupo se vio favorecida en muy gran
norama polaco. también sumado a Joven Polonia, frus- medida por el estupendo momento que
El ambiente polaco insistía en su hos- tró abruptamente las expectativas que vivía la interpretación polaca. La Filar-
tilidad por las novedades, pero ya las su sobresaliente talento La producción mónica de Varsovia fue fundada en
cosas no iban a poder mantenerse en el que llegó a dejar daba ya muestras de 1901 y esto supuso una vía idónea pa-
inmovilismo. Los jóvenes polacos se or- unas ideas nuevas y personales en ar- ra las obras orquestales de los compo-
ganizaron como grupo cuya principal moniosa conjunción con un absoluto nentes de Mloda Polska. Entre las
finalidad era difundir la nueva música dominio de la técnica de escritura com- figuras personales no hay que olvidar,
mediante ejecuciones en vivo. El núcleo positiva. Las obras orquestales de Kar- además del ya citado Fitelberg como
de los formadores estaba constituido lowicz, siete poemas sinfónicos, una virtuoso de la batuta, a los pianistas
por Fitelberg, Rózycki, Szeluta y el pro- sinfonía con programa y un concierto Harry Neuhaus y Artur Rubinstein y al
pio Szymanowski. Se les conocía como para violín, son claramente compren- violinista Pawel Kochanski. Volviendo
Joven Polonia, hilada Polska, y en rea- sibles como antecedentes de las páginas al instrumento de teclado, rozaba la ca-
lidad no podían ofrecer un programa del tipo de Szymanowski. Las posibili- tegoría de lo arquetípico el arte de Ig-
estélico coherente y común. No es po- dades de desequilibrio que amenazaban nacy Jan Paderewski (1860-1941),
sible, por lo tanto, referirse a una es- a los Jóvenes Polacos se hicieron por personaje-símbolo de la época que ha-
cuela polaca de composición de demás evidentes en el caso de Ludomir brá de ser mencionado más adelante en
principios de siglo, situación paralela Rózycki (1884-1953), quien se vio final- este texto.
a la actual; se trata lanto en uno como mente atrapado por las ondas del pos-
en otro caso de dos floraciones, a dife- tromanticismo alemán, quebrándose
rentes niveles es cierto, integradas por así toda la perspectiva evolucionadora Períodos creativos de Szymanowski
una pléyade de personalidades perfec- para su obra.
tamente individualizadas. Entre los
miembros de Mloda Polska destacó con
Mloda Polska actuó únicamente du-
rante un lapso de seis años, pero desde E n el catálogo de Karol Szymanows-
ki se pueden distinguir con trans-
parencia varias maneras. Una de ellas
mucho la obra de Szymanowski. Grze- su concierto de presentación el 6 de fe-
gorz Fitelberg (1879-1953) abandona- brero de 1906 en Varsovia, el esfuerzo encuentra su limite cronológico en los
ría prontamente la composición, campo realizado hizo cambiar sustancialmen- años anteriores a la Primera Guerra
al que entregó su Rapsodia Polaca, que te las cosas. La nueva música polaca Mundial. Es una fase de indudable ma-
aún se mantiene en el repertorio de su pudo oírse en concierto tanto en el país, durez creadora aunque primeriza. Se
país, para desplegar una brillante ca- Lvov, Cracovia y Varsovia, como al contabilizan páginas no geniales, pero
rrera como director de orquesta, defen- otro lado de sus fronteras en los cen- logradas: Obertura de Condeno Op.
diendo desde la misma las creaciones tro musicales europeos de mayor im- 12, Segunda Sinfonía Op. 19 y Segun-
da Sonata para piano Op. 21. Con to-
do, es igualmente inocultable el fuerte
amarre del lenguaje del músico al mue-
lle de la música alemana de fines del si-
glo XIX y primeros años del XX. Lo
afirmado se evidencia quizá con mayor
vigor en los ciclos de canciones con nú-
meros de opus, 13, 17 y 22, que se sir-
ven de textos de poetas alemanes como
Dehmel, Bodenstedt y Bulcke. Junto al
ejemplo más o menos lejano de Wag-
ner, la orquesta de Szymanowski en es-
tos años está sobre todo teñida de la
influencia de Richard Strauss, e igual-
mente de la de Max Reger, pese a que
esta última sea menos obvia. La Ober-
tura de Concierto refleja ya en sus im-
pulsivos acordes iniciales la inequívoca
deuda que la une con el mundo de los
poemas sinfónicos straussianos, ante
todo con Don Juan. La Sinfonía n." 2
en si bemol mayor Op. 19, contempo-
ránea de la Sinfonía n," 9 de Gustav
Mahler y de las Cinco Piezas Op. 16 de
Arnold Schoenberg, insiste en la mis-
ma linea de adscripción al estilo del mú-
sico bávaro, pero se pueden señalar en
ella otras notas distintivas como su poe-
ma! ismo muy en sincronía con el prac-
ticado por Alexandr Scriabin. Reger se
halla presente en la página de un mo-
do posiblemente más sutil. Su influjo
más claro es el método de encadenar las
variaciones que forman el segundo de
los dos últimos movimientos y condu-
K. Szymanowski de joven EMI cirlas hasta la fuga conclusiva.
Scherzo 73
ANIVERSARIO
Hacia 1913 entró Szymanowski en magnifico fruto del Concierto para vio- 1918. Pero el logro por excelencia de
contacto con obras fundamentales de lín n. ° I— y que el dedicatario de la Szymanowski en relación con lo árabe
nuestra centuria. Varias audiciones im- obra era el gran Pawel Kochanski. La es, sin duda, \& Sinfonía n. "3 «Elcan-
pactaron su propio estilo, en especial última sección de Mitos ofrece una in- to de la noche». Es ésta la gran produc-
los montajes de los ballets rusos de teresante anticipación con la aplicación ción que alcanzó nuestro compositor
Diaghilev de E¡ pájaro de fuego y Pe- de cuartos de tono, que anuncia la pos- como respuesta a la experiencia medi-
trouchka de Stravinsky, e igualmente terior sistematización de Alois Haba. terránea. En muchos aspectos, estamos
determinante fue su asistencia a repre- Son otras páginas bajo la impresión de ante la apasionante tentativa de la
sentaciones de la ópera de Debussy Pe- lo griego Metopas y Máscaras, ambas transcripción en sonidos de sensaciones
lléas el Mélisande. El nuevo lenguaje para piano. La primera de ellas extrae visuales. Szymanowski se sirve del Se-
sonoro que sale a flote en esos días ac- sus números de La Odisea, que son así gundo Diván del escritor persa Djalál-
tualiza la necesidad personal del pola- denominados La isla de lassirenas, Ca- al-Dín Rumi, el más grande de los mís-
co de evolucionar. Debussy y lipso y Nausicaa. Lo pretendido por ticos sufíes en esa lengua. La conjun-
Stravinsky son, desde luego, focos muy Szymanowski en este tríptico era plas- ción engendró uno de los instantes de
importantes para su obra en esta eta- mar en sonidos su conocimiento de la mayor potencia extática de todo el ca-
pa, pero no son los únicos factores a escultura griega, tal y como pudo ad- tálogo del autor polaco. Los versos de
tener en cuenta. Las lecturas que atraen mirarla en Sicilia. Estas series, junto Rümi y la música de Szymanowski ex-
la atención de Szymanowski calan pro- con las 20 Mazurkas, concentran lo me- presan con unción la unión del artista
fundamente en su visión estética gene- jor de lo destinado por el músico pola- con el cosmos. La obra roza límites ine-
ral. Sus estudios de los grandes trágicos co al teclado; en tanto que sus • fables de lirismo. Este aspecto de la Sin-
griegos y de la filosofía antigua, muy incursiones en la forma tradicional de fonía n. ° 3 Op. 27 ha sido señalado por
especialmente la de Platón, polarizaron la sonata obtuvieron respuestas bastan- el especialista C.R. Halski, para quien
en una dirección distinta de la hasta en- te más rígidas. Todavía debemos citar la composición supone «el renacimien-
tonces seguida su concepción misma de otra producción plenamente griega. to de la emoción lírica que se había ve-
la música. También habría que señalar Nos referimos a la cantata Demeter, nido degradando hasta una ausencia de
su comprensión de Nietzsche como fun- que es una reescritura de la tragedia Ba- alma y un aumento del énfasis que bor-
damental en el viraje que se produjo. cantes de Eurípides. Rey Roger, la deaba la vociferación». Por discutibles
Szymanowski encontraría en la crea- obra-resumen de este planteamiento que sean las opiniones que vierte la fra-
ción filosófica del autor de Ecce homo conceptual, será objeto de comentario se sobre la producción de Szymanows-
un firme apoyo para desprenderse de más adelante. ki hasta ese momento, la valoración es
la capa de wagnerismo que hasta ese Todo este mundo puesto en sonidos, totalmente acertada respecto de la Sin-
momento le había cubierto. El músico la base filosófica que serpenteaba por fonía n." 3 «El canto de la noche».
polaco y e! filósofo alemán adoptaron debajo de la capa mitológica, exigió de Después de las magnificas consecu-
posturas semejantes, volviendo sus mi- Szymanowski una exteriorización me- ciones de la fase que ha sido calificada
radas hacia el fértil universo de la an- diante un lenguaje mucho más concre- en apropiada expresión como «exótico-
tigua Hélade. Concretando aún más, to que el musical. Lo perentorio de la im presión i sta», la música de Szyma-
una figura tomaba también para demanda podemos apreciarlo en el he- nowski no se estancó en ese punto, si-
Szymanowski la categoría de símbolo. cho del momentáneo abandono de la no que iba a descubrir nuevas vetas que
Dionisos, dios patrimonial del desen- propia música. Todas las cuestiones vi- explotar. De nuevo, un acontecimien-
freno, pasaba a ser el nuevo norte exis- tales, estéticas e ideológicas deberían to de su biografía personal determina-
tencial de la música de Szymanowski. quedar reflejadas en la novela Efebos, ría su visión estética. Esta vez fue su
No solamente cabe hablar del acre- redactada en los años 1918-19. Lamen- estancia, a intervalos en varias tempo-
centamiento de la cultura de Karol tablemente, este escrito, que tan útil nos radas a pan ir de 1922, en los montes
Szymanowski como palanca de cambio hubiera sido para iluminar ciertas fa- Tatra con objeto de tratar la progresi-
de su arte. Es asimismo factible hacer cetas de la música szymanowski ana, no va afección tuberculosa que le aqueja-
lo propio respecto de otras experiencias se ha conservado hasta nuestros días. ba. El compositor descubrió la enorme
vitales como los viajes. A partir de los El manuscrito desapareció consumido fuerza comunicativa de la música po-
primeros años de la década de los diez entre las llamas de Varsovia en 1939. pular polaca. Los cantos tradicionales
el músico viajó a varios países de la Algo sabemos, sin embargo, por el tes- campesinos de la región se le revelaron
cuenca mediterránea. Decisivo fue el re- timonio de Iwaszkiewicz, que informó de una sobresaliente capacidad de fer-
corrido de 1914 por algunos territorios de su gran extensión y de la temática mentación para una subsiguiente elabo-
árabes. Tuvo asi lugar una auténtica que desarrollaba: amor y erotismo. ración culta. Curiosamente, hasta esa
conmoción en la mentalidad de Szyma- La mirada fija en lo árabe es, como fecha, Szymanowski se había negado
nowski al contactar con la cultura islá- anunciábamos, la otra gran atracción en redondo a reconocer que la toma di-
mica clásica, que pasaría a ser la otra de Szymanowski en este período. No recta de lo popular pudiera en forma
fuente esencial de inspiración de su asistimos a un vacuo orientalismo con- alguna servir de partida a una creación
música. sistente en coloristas citas Hiérales de culta con una mínima amplitud de mi-
La etapa griega música árabe, colocadas con habilidad ras. El cambio de actitud fue asimismo
aquí o allá en el seno de un discurrir motivado por la admiración del pola-
S e insertan en la esfera de origen grie-
go diversas partituras. Mitos, para
violín y piano, data de 1915. Es una
sonoro de distimo signo estilístico. En
absoluto es esto. El polaco no utilizó
directamenle escalas o melodías árabes.
co por algunas partituras de su tiempo
que demostraban muy a las claras la vi-
talidad de obras que adoptasen una va-
obra formada por pequeños poemas Captó en profundidad la verdad y el liente disposición por adentrarse en la
que responden a los títulos La fuente sentido de esa música, y en su obra de- modernidad, extrayendo su energía de
de Areiusa, Narciso y Dríades y Pan. jó que latieran sus rasgos esenciales, raíces folklóricas manejadas en una u
Radica su significación en la rica explo- desde sus armazones armónico y rítmi- otra forma. La página-símbolo que evi-
tación de los recursos del instrumento co, hasta su aguda tendencia extática. denció todo un nuevo mundo a Szyma-
de cuerda, lo cual no es raro teniendo En esta línea, una de las páginas más nowski fue Las bodas de Stravinsky.
en cuenta el interés de su autor por el fervorosas salidas de su pluma es ¡a se- Otras creaciones de la etapa rusa del
violín —que dará al año siguiente el rie Cantos del almuecín apasionado de maestro Oranienbaum influyeron sin
74 Scherzo
ANIVERSARIO
lugar a dudas en nuestro autor, in- no misma, siendo jefe del Ejecutivo po- Harnasie es la obra que emplea más in-
evitablemente hay que citar Petrouch- laco entre 1919 y 1921. mediatamente el sustrato folklórico en
ka y La consagración de la primavera, todo el nacionalismo de Szymanowski.
pero ninguna ejemplifica como la men- Encuentro con el folklore Desde luego, no es una servil imitación
cionada en primer lugar el salto cuali- o una mecánica reproducción de la mú-
tativo sufrido por el estilo se
Szymanowski.
Debemos recordar también que eran
L a fase que se inauguraba encami- sica popular polaca. El material utili-
naba la producción szymanowskia- zado es tratado con gran flexibilidad.
na a «respirar el aire de las montanas»), Los ritmos, las melodías y los acentos
años de exaltación de todo lo polaco. según la feliz frase de Jan Sliwinski. irregulares propios de los cantos y dan-
El país mismo, tantas veces repartido Los frutos iniciales de la misma llega- zas del pueblo son incorporados a la ar-
y sometido, arrancaba al fin su inde- rían mediada la década de los veinte quitectura global de una obra unitaria
pendencia política. El hecho se produ- con las 20 Mazurcas para piano Op. 20. y que exterioriza elocuentemente la per-
jo a raíz del Tratado de Versalles de La mejor realización tendría una larga sonalidad del compositor. Un original
1919, que aún tuvo que ser ratificado gestación. En el ballet Harnasie centró colorido impregna la página de princi-
sangrientamente con la guerra fronte- Szymanowski su acopio de materiales pio a fin. El estilo de Szymanowski to-
riza entablada en 1919 con la Rusia so- folklóricos de los Tatra, labor que le ma angulosidades más abruptas. Su voz
viética. Un músico tuvo un ocupó a lo largo de muchos años. No se hace bárbara y primordial.
Witold Rowicki, intérprete habilual de la música de Szymanowski. G. Filelberg, amigo y gran defensor de su música.
Scherzo 75
ANIVERSARIO
DECCfl
PHILIPS
CHOPIN: 16 Polonesas
Vladimir Ashkenazy M
1
2 CD 4210322
rf»i ,Sfr i-fct •
G. GABBIELI: "La Gloria de Venecia' E
Coro del Kings College. Cambridge. Stephen Cleobury ai
Philip Jones Brass Ensemble
CD 4174682 • LP 4174681 • MC 4174684 í ^LM
SlKPIIIlilN
iñmnimiTinriiu
A sombrosamente, la crítica
especializada de la capital
por sí mismo, no les interesa, sino ja sentado desde un principio que
su relación con un mundo sublimi- lodo lo que sucede en escena no es
del Estado no se hizo eco nal de referencias eróticas, plásti- más que una especulación alrede-
del mejor espectáculo contemporá- cas y humorísticas que tejen un dor de un misterio sin esclarecer.
neo de la temporada. La sala Olim- fresco sugerente y ameno. No han La trama negra está servida.
pia permaneció semivacía desde el caído en la tentación de extenderlo Tomeu y Sagna juegan a profun-
día del estreno hasta la última fun- en el tiempo, y eso es de agradecer, didad en una serie de movimientos
ción, y la pieza de Tomeu y Sagna aunque aún podía haber sido mas ora cruzados, ora coordinados,
se ha ido tal como vino, sin ser vis- breve y haber conseguido un efec- donde impera el ritmo quebrado
ta más que por el reducido y mili- to mucho más fuerte.
tante grupo de siempre. La pieza, y ellos mis-
La pieza es muy compleja. Tie- mos, son el producto
ne a su favor los intérpretes. Tan- evolucionado de esa
to él como ella son bailarines vanguardia que ya hoy
maduros que han experimentado empieza a peinar algu-
sobre sus cuerpos las vanguardias nas canas. Es la resul-
y sus tendencias más avanzadas. tante de Gallotta,
Tomeu mismo, acaba de separarse Saporta, Baouguet con
de las manos y los efectos de Ca- el aditamento de la in-
rolyn Carlson. Así, en su obra es- fluencia norteame-
tan presentes los códigos de esa ricana.
búsqueda que ha protagonizado la Aún reconociéndose
nueva danza francesa, donde el estas influencias, el es-
más perjudicado ha sido el movi- pectáculo es tremenda-
miento de la danza convencional, mente original y la
sacrificado siempre en búsqueda de catarsis que culmina en
una renovación formal de los códi- muerte está interpreta-
gos y su resultante artística. da con entrega. Deco-
El tándem Tomeu-Sagna exhibe rados y muebles com- Tomeu Verges y Colerina Sagna.
una buena preparación física, que binan una especie de
es usufructuada por la idea de la decadencia bien llevada. El rito en- sobre la liquidez y el enlace. Am-
pieza. La danza se subordina a un tre personajes se verifica a través de bos marcan breves secuencias que
interés argumental y formal donde una integración dinámica con sillas, luego repiten a manera de recorda-
la puesta en escena se vuelve pro- pasteles de yeso, luces y telas. La torio, de dato sinfónico, pero sin
tagonista. Está claro que el baile, música, hábilmente puesta en frag- llegar a ninguna obsesión minima-
lista o repetitiva. Lo que resalta es
la elegancia y el sobrio empaque
que tiene todo el trabajo. Pasan los
52 minutos con una gentileza veloz.
No hay pausa y no hay aburrimien-
to. Han caído antes, en fantástico
bombardeo, pelotas saltarinas de
colores, un efecto magnífico y des-
lumbrante que abre a la escena
final.
Trinidad Con este espectáculo acaba la
Sevillano y oferta de danza del nuevo ciclo de
Peier
Schau/uss Nuevas Tendencias Escénicas, que
en el haciendo mérito a su nombre, se es-
Corsario. fuerza por mostrar creaciones que
FOTO: se alejan de lo trillado, o al menos,
J. CASTAÑAR de lo visto en los escenarios espa-
El London Festival Ballet ha vuelto a presentarse a finales de noviem- ñoles. Este año el nivel ha sido al-
bre en Bilbao y Tarrasa con un programa combinado que incluyó pie- to, y se ha visto respaldado por
zas contemporáneas de Christopher Bruce y otros autores ingleses piezas como Via, de la valenciana
modernos y dos momentos de repertorio clásico: Danzas de Napoli Gracel Meneu, o el Réquiem de
y el Paso a Dos de El Corsario. En estas piezas han intervenido, entre Verdi, de Cese Gelabert y Lydia
otros, Peter Schaufuss y Trinidad Sevillano, actualmente miembro de Azzopardi.
la prestigiosa agrupación británica.
Roger Salas
78 Scherzo
DANZA
Scherzo 79
MÚSICA CONTEMPORÁNEA
EPISODIOS
para adivinar lo que piensan ilustres
pianistas de la actualidad como Herbie
lusionados fuimos hacia el primer
I encuentro con Michel Camilo, uno
de los nombres estelares del VIH
Festival de Jazz de Madrid. Desde su
Hancock, Chick Corea, Keith Jarrett
o Tete Montoliu del boom de Camilo.
Este joven puede ser todo lo serio y sin-
cero que se quiera, lo que hace no sig-
primera aparición como solista en ci- nifica nada en el contexto donde se
tas con la afición europea, en el vera- mueve —o donde le mueven. Al con-
no de! 86, los elogios no han cesado de trario, por la desproporcionada aten-
llover sobre este joven pianista, naci- ción que recibe ocupa un lugar que no
do en la República Dominicana y es el suyo, a costa —y es lo grave del
convertido en fenómeno iras un apren- caso— de toda una legión de músicos
dizaje relativamente corto en Nueva que, a duras penas, lograron abrirse ca-
York. El dossier del Ministerio de Cul- mino en décadas anteriores para más
tura, nunca parco en sus superlativos, tarde caer en el olvido.
habla de él como «creador de un len- Todos tenemos todavía presentes y
guaje musical», que es nada menos que muy de cerca a estilistas y precursores
«una nueva forma, expresiva y excitan- como An Tatum, Bud Powell, Thelo-
te, de tocar jazz, combinando los rit- nious Monk, LennieTristano, Ahmad
mos de su herencia caribeña con un uso Jama), Errol Garner, Paul Bley, Bill
rico e inteligente de las texturas aromá- Evans, McCoy Tyner y Cecil Taylor.
ticas, las raíces del jazz y su soberbia Doúo Marmorosa. También conocemos y escuchamos a
pianística»... los Kenny Drew, Horace Silver, Hank,
El recital de Camilo prometía, por lo el último de los cracks, mientras un Jones, Duke Jordán, Tommy Flana-
tanto, ser un alivio después de otro fra- auténtico monstruo, como Barry Ha- gan, Kenny Barron, Kirk Lightsey,
casado intento (¡y van unos cuantos!) rris, difícilmente ha podido lograr una Mulgrew Míller, James WiUiams, tal
de unir —dentro del marco de un fes- solitaria actuación en !¡i capital. Casi vez incluso a Andrew Hill. Don Pullen,
tival de jazz— la música más o menos nadie conoce la veink na de discos, to- Muría! Richard Abrams, Abdullah
popular de Brasil y el flamenco. Los se- dos ejemplares y conmovedores, de este
genial pianista, mientra! que Camilo lurahim, Giorgio Gaslini, Joachim
ñores Tiso y Sanlúcar tampoco logra- Kühn y Martial Solal. Pero ¿quién
ron otra cosa que confundir al grabará disco tras disco que serán lan-
zados con ayuda de toda la pesada má- piensa hoy en aquellos que en su día
respetable y aburrir a los pocos aficio- destacaron por su indiscutible persona-
nados que nos encontrábamos entre quina publicitaria y vendidos
masivamente —como gato por liebre. lidad e impecable gusto basado en un
una masa de entusiastas porque sí... Pe- Cierta crítica influyente volverá a ha- profundo respeto por la tradición del
ro nos quedaba la nueva sensación do- blar de sus supuestas virtudes, y nada piano jazzístico —genios como Clyde
minicana. cambiará. El simpático dominicano se- Hart (1910-45), Mary Lou Williams
Grande era la expectación, y ¿qué guirá siendo un intruso que, sin querer- (1910-81). Elmo Hope (1923-67), Sonny
nos esperaba? Oirá decepción, y esta lo, roba el sitio a multitud de músicos Clark (1931-63), Al Haig (1923-82),
vez de tal envergadura que hasta el afi- importantes. Hampton Hawes (1928-77), Jimmy Jo-
cionado más curtido no recuerda ma- nes (1918-82), Wynton Kelly (1931-71),
yor frustración. A pesar del buen hacer Así de injusto suele ser este mundo. Cari Perkins (1928-58), Víctor Feldman
del solista y de los cálidos aplausos que Porque la cruel verdad es que muchos (1934-87) o Dick Twardzik (1931-55)?
constantemente provocó en la sala, pioneros del jazz han sido condenados Descansen en paz quienes figuran en los
aquello parecía un fraude. Michel Ca- a una vida en la sombra, a veces inclu- anales del jazz no ya con importantes,
milo es, sin duda, uno de los teclistas so en la miseria, por culpa de su pro- sino trascendentales, grabaciones que
más brillantes surgidas en esta confu- pia honradez. Otros se han aprove-
chado de sus lecciones para cosechar llevan lustros cubiertas por el triste pol-
sa década, forjado en la escuela clási- vo del olvido...
ca y dotado de una técnica casi grandes éxitos que legítimamente co-
rrespondían a los que nunca quisieron Y ¿qué decir de los todavía vivos y
inverosímil, pero lo que ofrece no tie- semiocultos Dodo Marmarosa, Phineas
ne ni la más remota relación con nues- hacer concesiones para convertir su arte
en un mero producto comercial. Newborn, Walter Davis Jr., Freddie
tra música. No es precisamente un Redd, Joe Albany, Dolo Coker, Geor-
bluff, pero está desprovisto de perso- No hace falta mucha imaginación ge Wallington, Chris Anderson. Ellis
nalidad y de lo que normalmente enten- Larkins, Roger Kellaway, Hugh Law-
demos por feeling, no sabe lo que es el son, Gerry Wiggins, Steve Kühn, Wal-
swing, y su fraseo, deslumbrante pero ter Norris, Horace Parlan, Ronnie
rígido, es el menos jazzístico que se Mathews. Jaki Byard o el mismísimo
pueda imaginar. Desconoce el lengua- Barry Harris que ahora, a sus 58 años,
je del blues, y en ningún momento se ALBURQÜERQUE, 14 hace por fin su primera visita a Espa-
alreve a interpretar un standard. Su Junio Metro Bilbaí) rta sin que nadie parezca esperar a este
piano, que tan a menudo suena anti- formidable maestro con la ansiedad y
cuado, se limita al mundo de la salsa, El mejor
la curiosidad que merece, dada su tra-
musicalmente tan monótono y desola-
dor como aquel que describió Claude
Jazz en Vivo yectoria por el surco más limpio de es-
cada ta música tan enormemente rica que
Levy-Strauss en su inolvidable libro llamamos jazz? Personajes aparente-
Tristes Trapiques. noche mente oscuros y olvidados que encie-
Por muy encantador que sea, este con 2 PASES rran lo mejor que nos ha dado el piano,
pianista no tiene obviamente sitio en el y que hacen que el éxito de un Michel
marco de un festival de jazz. Y, sin em- diarios Camilo, a pesar de su magnitud, parez-
bargo, madrileños, gallegos, canarios 11,30 y 1,30 h. ca sin relieve.
y andaluces han sido confrontados con Ebbe Traberg
Scherzo 83
JAZZ
84 Seherzo
JAZZ
Bobby Irving y Adam Holzman en el y las baladas universales. En el mismo recuerdo de Colirane, con Sonny For-
bajo eléctrico y los teclados. escenario triunfó lambién Donna High- tune, Freddie Hubbard, McCoy Tyner,
Miles dirigía desde su propio iecLa- tower, cuya potencia y buen gusto ma- Reggie Workman y Elvin Jones, de-
do y con el mágico sonido de su trom- ravilló al respetable, sobre todo en I've mostró la validez de su mensaje Ore-
peta. Todos los músicos, como es gol you under my skin. nette Coleman triunfó con su cuarteto
habitual en su actual etapa, eran me- Los europeos que triunfaron fueron clásico (Billy Higgins, Don Cherry y
ros instrumentos del pensamiento jazz- los esteticistas de la Art Vienna Orches- Charles Haden), como The Leaders,
pop del trompetista. El resultado, una Ira, el trio .ToachSm Kühn/Daniel Hu- con el inigualable Lester Bowie. Cum-
música popular y llena de tensión, que mair/Jean Francois Jenny-Clark plieron Chick Corea, y Joe Pass con
encontraba su contrapunto en la sor- —ambos con la utilización de sus co- Herb Ellis y fracasaron Albert Collins
dina y el silencio del instrumento de nocimientos clásicos, pasados por la li- y John Scofield, demasiado repetitivo.
Da vis. bertad deíjazz—, y United Jazz Rock El grupo de Barry Harris y el de Bob
Mención aparte merecen las vocalis- Ensemble, banda que es capaz de emu- Berg y Randy Brecker pudieron dar
tas. Anita O'Day resumió su carrera, lar a las grandes orquestas americanas más de sí, y entre los españoles desta-
y entrañablemente fue aplaudida por el o evidenciar la tradición romántica có el saxofonisía Pedro Iturralde, Nai-
público que conocía sus grabaciones, y europea. El flautista y saxofonisla che- ma y Neobop. Los exiliados de
que al fin podía verla. Su clase y esti- co Jiri Stivin, con el guitarrista Rudolf Trasatlantic y el grupo de Da ve Tho-
lo, en un show que economizaba su Dasek, y el trompetista polaco Tomasz mas, estuvieron notables, aunque esle
prolagonismo vocal, nos recordaba su Stanko, virtuoso solista que se alimen- último desilusiona cuando comparte el
etapa de plenitud, y no dejó de admi- ta del free y recuerda la filosofía del protagonismo con la cantante Mónica
rarnos a pesar de su veteranía. AACM, fueron una alternativa diferen- Morales.
María Joao, acompañada por la es- ciada y positiva de las corrientes con-
pléndida pianista Aki Takase, consi- temporáneas del jazz. En definitiva, un Festival maratonia-
guió que el abarrotado Salón de las La herencia del bop estuvo perfecta- no, cuyo balance es dudoso, al no ha-
Columnas del Circulo de Bellas Artes mente desarrollada, y con brillanlez, ber podido escucharse en las debidas
guardara silencio absoluto. Su contor- por el quinteto del baterista Tony Wi- condiciones a las grandes figuras que
'sionismo vocal, y su personalidad en la lliams y el coliderado por Terence Blan- pasaron por el Palacio de los Deportes.
interpretación y presencia sobre el es- chard (trompeta) y Dona Id Harrison
cenario, nos recordaba la influencia de (saxo alto), en el que se coló el guita-
Bobby McFerrin, el folklore portugués rrista valenciano Carlos Gonzálbez. El Ángel Luis Inurria
Biín*ngnjm Symph Oicr. * H Ar4kDld KallHY" 5I0TT Plinn '37b SCHOENBeiG / CtnrabB Synvft. Op 9 19/5 EAflLr ENGLI9H 0R8AN MUSIC
1975 C. PH E. UCH / CMC. tgr 1 c l i m 1875 FR£KRICX THE GREAT / FIlHt l l tfH U E WgUR F1V &Ui * ZbCi Mehu S P r n l o n - T pinfiocfc
fl mi. Muuj «itigiia non • fl Gww- tmn 1975 SCRIABIN / PUiio m u l l í H i - ( ¡975 FLUTE COHCERTOS {REINECKE. BU
1375 MCH/ Ari» fiünpjl • E n u m c i í thcli flp París • J F Wdllcz SONI.)
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1375 URT0K7 VMm conurto I R Wnltoy T'lnrty Cw«ar Cdmixmp? > R Wdikn I67Í FRENCH CONNECTION (fAURE...|
1 Pnrlman Lorio» Syi"Oh D*cn • * PIKIH 1275 PHILIP fiLASS / M u » la 12 pjrtl Audofirr DF S I U j r n n in rhH Fi«ias • H Udinii«i
127b SUfít / Dwiuni
1975 BARTOK / DtwUmanto.. LonOon Pn.l Oren • N Maiinti rs« HADMONIOUS BLACKSMITH
1375 HINOEMITH / VIMIn CHCIIU f Pmnock • C I M
lyphaus Clumttr dren 117b IEIEMWH / MKI C H U D H
ÍB« EHGLISH RECORDED MUSIC
1875 ALBAN BERG / Eartf totigt 1375 KHACHATURIAN / S | W ) » I I ) N*. i FULmdnn B m u Hlli • Ac«Hiny or $4 Mdnm ifi
D Fuh*r DiKiiiv • A tanupn 1W r«va • 1 Rimrm • tiiía UirTm Lin«
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S « BOTTESINI / A t l i m e i l l ¡975 TELEMANN • HATDN / TnimpH EDK. (6/5 ITALIAN CIARINETTIST |CAVALLINI...|
1275 FUN2 USTZ / PlIM une. 1+1
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¡375 LAU). FAURE-.
375 IMITEN / M k rr"•«*•"»- I M M M *» ¡975 LOCATELU / 4 HlIHI » m U s ¡375 VÁRESE / Aruni
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RosliWtPnct. CCU • ÉfigH&l* Clurntar Qicli .6"ift«i [9/S MU&C FOR TRUMKTS ANO 0R6AN
1375 MESIIAEH / Ll iHIhllt ¡875 VÁRESE / EcuMHttl
(PURCELL. BUXTEHUDE . )
1375 SMTTEN / N K B H M ftc. Frse^Ale IniflrtoiWBfflaordin • Bflüle;
M v n n . v»ir$dr<g HuTur p^iion
Plltr Ptti. Lonttm ^rnWtyif Otch • 6rmen
1975 MOZADT / Skll ClMHUnH N. 3*4... 1275 VAUGHAN WILLIAMS AND HOWELIS ¡975 MLESTRINA, BTOD, FRESCORALOI .
1875 CABEZÓN / S(u«li* tnHiuiHirUI M»lc Pvlnwi. Zukarnun • ISIKI Pfin Drch ^ub# K i n g ' í CDUflQfl DdmDrOQe « S I Í D Wliimcks AjnHIeíOdm meck' ^ d i a u v QIEI
Htiperior " " • -Oíd- Sí-áll 1375 MLESTRINA. TALLIS. ALLEGRI...
MAMa 1975 VIVALDI / Gultai CfMHtOl
1875 CANTE LOUBf / ChHli DAumoM m . i Hng\ ral*jf f^nund^p « SiJ n WillfK-i
1575 MICHAEL NITHAN / And U « m ü
1875 RAMPAL ANO P DOMINGO (MOZART -|
JS7S MICHAEL N>MAN / A n d >n« I M 1275 WAUDN / B*tataiar'i M U
1375 CHMKNTIER / M » MiguMtK u n a n PTiii • Wdlun 1)75 VICTHIA, UBKIELI, PALESTRINI-.
¡675 •ICHAEL NVMAN / Onwjhltmin cintrad 1675 <K(FJI / Sfiwh 1 mí I 1975 WORKt F M HORN AND PIANO IBEETHO-
1975 CHMISSdN / P o m 0». H . He. 'UflCn Ib! Mar'in in llv f"ílQ¿ * fj Mjtrirt*1
IIHUI rtiKn» «,» wh Fmar™n< . ; u «n '675 HICHAEL NYMAN / K l u i M « M i VEN. ...|
167b JANICE WEKR / mno. T n u u | M M I H B*jminn L hokanwm
875 CHERUtINI / CffOUtlea • • • • "• A Kr«- ¡875 OCKEGHEH / R n M n . . . 1875 ALLEBRI / FnmMMI. ... ¡875 WORKI F W PIANO ANO VIOLIN |RACH-
nungimlH HilhM tnieml* • f H I M ungí Cul^v CanDrictgB ' £ Cnoouiy HAJIINOFF. .)
pniinimou Cn»us B U Otn - n Uiiu 1975 pmuioni / MIWIUU ¡975 •AtOQUE HORN CONCdrniI (REIH- C r » Lung Lin S Hri«r^
875 ELBAR 1 Hmt ti I M t K E . PhlarmHUd OcrJi - f üdirn^ HAROT..I 2275 « FLUTE COHCEflTDS (ALBINONI. SCAR-
1875 DESFIGHI / Plnl di Ronu B li*t*Vr *CXeny SI hülir .n ir« FtA» < F U t n i . . I 2LP
27b El&AR / Tha Black NMil Plhiucviiii Ofdi * ti Muí" RKMKI
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