Ahora bien, el último estudio de la OCDE sobre Colombia aborda algunas de las
problemáticas mencionadas anteriormente y propone reformas con la finalidad de
fortalecerlas y de esta manera estimular el crecimiento de la economía Colombiana
y reducir así la pobreza y la desigualdad social.
De esta manera, surge el interrogante ¿Qué le falta a Colombia para ser aceptado
en la OCDE?
La OCDE constituye un foro en el que los gobiernos pueden trabajar juntos para
compartir experiencias y buscar soluciones a problemas comunes. Trabajan con los
gobiernos para entender lo que impulsa el cambio económico, social y ambiental.
Miden la productividad y los flujos globales de comercio e inversión. Analizan y
comparan los datos para predecir las tendencias futuras, y establecido las normas
internacionales sobre una amplia gama de ítems, de la agricultura y el impuesto a
la seguridad de los productos químicos.
También tienen en cuenta las cuestiones que afectan directamente la vida diaria de
los ciudadanos, al igual que la cantidad de impuestos que paga la gente y seguridad
social, además la cantidad de tiempo libre que pueden tomar. Comparan cómo los
diferentes países y sus sistemas escolares están preparando sus jóvenes para la
vida moderna, a la vez que como cuidan a sus ancianos a través de sus sistemas
de pensiones.
El país enfrenta el desafío de contar con recursos públicos que le permitan financiar
el gasto adicional que se necesitaría para mejorar los indicadores sociales y
llevarlos por encima de los niveles que se encuentran actualmente.