Desde muy joven, Manuel Galich estuvo ligado al teatro, tanto como actor desde los
once años y como integrante de un grupo de radioteatro en la radio oficial TGW, La
Voz de Guatemala, así como autor de valiosas obras teatrales. Fue, además, uno de
los individuos más representativos de la generación de jóvenes dirigentes que luchó
contra las dictaduras de Jorge Ubico y de Federico Ponce Vaides, y un revolucionario
surgido a partir de la Revolución del 20 de Octubre de 1944, donde participó ocupando
altos cargos del gobierno.
Durante la década democrática de 1944-1954 llegó a ocupar diversos cargos, entre los
que podemos mencionar que fue Presidente del Congreso de la República, Ministro de
Educación, y Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Arbenz. En el
año de 1954, cuando la CIA financió el golpe de estado en contra de Jacobo Arbenz,
Manuel Galich se encontraba en Argentina. Se exiló en Cuba, en donde fue
Subdirector de la Casa de las Américas.
Manuel Galich empezó a escribir pequeñas piezas de teatro en un acto para sus
compañeros de estudios o sus alumnos mientras era catedrático de segunda
enseñanza. Después se atrevió a escribir comedias mayores de tres actos donde
hacia críticas de su entorno social, cosas que ya había ensayado en las pequeñas
piezas anteriores, esas obras fueron una válvula de escape para su inconformidad
política, el lenguaje teatral le permitía decir sugiriendo, sin caer en la denuncia directa.
En la Casa de las Américas en la Habana Cuba hay una sala que lleva su nombre y en
la ciudad de Guatemala la Sala de Teatro de la Universidad Popular también lleva su
nombre. Manuel Galich falleció en la Habana, Cuba, en 1984.
Como parte de la Escuela de Ciencia Politica, es muy importante que se lleven acabo
este tipo de actividades y homenajes, ya que Manuel Galich fue una gran persona con
grandes logros de los cuales me impresionan y me inspira bastante; el saber todo lo
que logró como:
Universidad de San Carlos de Guatemala
Escuela de Ciencia Política
Filosofia
Mariam Juvitza López Hernández
Carné: 201506126 Sección: “C”
Según la charla que se llevo a cabo por Susel Gutiérrez, Galich ayudó a perfilar varias
de las líneas de investigación y de trabajo en la Casa y tuvo un papel importante en el
diseño de su Fondo Editorial. Junto con Ezequiel Martínez Estrada, Camila Henríquez
Ureña y Ángel Rama, asesoró los primeros pasos de la colección de clásicos
Literatura Latinoamericana (que desde hace algunos años enriqueció su nombre e
hizo justicia a su catálogo al rebautizarse como Literatura Latinoamericana y
Caribeña), surgida con la expresa intención de establecer y difundir lo más valioso de
la literatura y el pensamiento de nuestra América.
El guatemalteco, ganador del Premio Casa en 1961 con la pieza El pescado indigesto,
fue subdirector de la Casa de las Américas hasta 1971 cuando pasa a dirigir el
Departamento de Teatro, del cual fue fundador al igual que de la revista Conjunto en
1964. Quienes trabajaron a su lado o quienes eran entonces sus estudiantes,
recuerdan la pasión con que se asomaba a la inmensidad latinoamericana y esa visión
integradora que le permitió escribir un libro como Nuestros primeros padres.
El día jueves 28 de abril se llevo a cabo la presentación del libro “Ideas políticas en el
teatro de Manuel Galich, en el Teatro de Cámara, donde se homenajeo a Manuel
Galich y lo nombraron “Dramaturgo nacional”.
Luego de unos meses intensos en los que pasaron hechos inéditos en la historia
política de Guatemala, empezando por la captura de los mas altos funcionarios de
Gobierno, la caída presidencial, el descubrimiento de la línea y el fenómeno que se
presento de las manifestaciones pacíficas para terminar la corrupción del 2015, el
contexto guatemalteco no cambio mucho ni para bien ni para mal.
Dentro del año de elecciones del 2015 se presentaron todos estos sucesos los cuales
alteraron el curso de las elecciones, ya que el candidato a elegir casi siempre ha sido
el que queda en segundo lugar en las elecciones anteriores sin embargo en este caso
se manifestó un fenómeno el cual las personas no sabían por quien votar y hubo voto
de castigo de muchas personas que dio lugar a que Jimmy Morales, el candidato
menos preparado y menos adecuado para este puesto, ganó las elecciones siendo así
elegido como presidente de Guatemala.
El caso del presidente Jorge Serrano es el que más se asemeja a lo ocurrido con
Jimmy, tanto por el contexto como por el bajo número de diputados conseguidos por
su partido, además de que, al igual que Jimmy, contaba con pocos cuadros políticos
propios. La poca capacidad de maniobra frente al chantaje permanente del resto de
fuerzas políticas y la inexperiencia política de Serrano lo llevaron a leer mal el
contexto, lo cual culminó en la crisis institucional de 1993: una de las más graves en la
historia política reciente. ¿Será Jimmy el segundo Serrano? Es la pregunta que ronda
en la conversación entre analistas, periodistas y personajes políticos.
Por supuesto, Jimmy parte con el beneficio de la duda. Sin embargo, la profundidad de
la crisis y la expectativa son tan grandes que parece complicado rendir resultados en
el corto plazo. Su legitimidad puede empezar a ser socavada lentamente con las
decisiones del día a día, pero en particular con las declaraciones públicas: los
primeros pasos del nuevo gobernante no han dado esa seguridad esperada. Se
espera que al nombrar a quienes integrarán su gabinete se despeje la duda sobre el
futuro inmediato del gobierno de Jimmy Morales.
Sin embargo durante los primeros 100 días de su gobierno no ha logrado mayor cosa,
desaprovecho su tiempo como presidente ya que desperdicio su capital político con
acciones equivocadas como permitir tránsfugas en su bancada, no trabajar de la mano
con sus diputados originales, no ser transparente en los nombramientos de
gobernadores y Magistrado a la CC, y por supuesto despreciar su agenda en visitas
que no son relevantes para el rumbo del país.
Tiene que demostrar que es capaz de mejorar la forma en que operan los hospitales,
la policía, etc. Su cara de bueno, el no robar, y sus fabulas no le alcanzaran para
mantener su popularidad. Debe demostrar que también es un buen gestor. Y su
prueba de fuego será la manera en que se reorganice el presupuesto de ingresos y
egresos del 2017.
Desde que este grupo de jóvenes veinteañeros y adultos de 40-50 años se unió para
pedir la salida de la vicepresidenta, los objetivos han cambiado. Ya no se trata sólo de
exigir la renuncia de altos funcionarios, se trata de impulsar una reforma electoral
antes de que se celebren los próximos comicios que garanticen un cambio
constitucional del país.