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« » R ol C-293-2016 FOLIO: 56. Cincuenta y seis. NOMENCLATURA : 1.


[40]Sentencia JUZGADO : Juzgado de Letras y Gar. de Panguipulli CAUSA ROL :
C-293-2016 CARATULADO : QUEUPUMIL/QUEUPUMIL Panguipulli, veintiocho
marzo de dos mil dieciocho. Vistos: Que en el folio número uno, compareció don
Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco , pensionado, domiciliado en el sector
Cachim de la comuna de Panguipulli, quien vino en interponer demanda de
reivindicación en juicio especial indígena en contra de don Raúl Queupumil
Trafiñanco, agricultor, domiciliado en sector Cachim de la comuna de Panguipulli,
solicitando en definitiva tener por interpuesta la demanda, acogerla a tramitación y en
definitiva: 1) Declarar que es dueño de la hijuela N° 144, que rola inscrita a fojas 910
N° 1280 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes raíces de Panguipulli
del año 1994; 2) Que el demandado ocupa arbitrariamente y sin su consentimiento
parte de su propiedad, correspondiente a una hectárea aproximadamente; 3) Ordenar
al demandado cesar inmediatamente y con auxilio de la fuerza pública, si fuese
necesario, en la ocupación material que actualmente tiene en parte de la hijuela N°
114, restituyendo para ello el inmueble dentro de tercero día de ejecutoriada la
sentencia; 4) Ordenar al demandado , restituir los frutos que hubiese podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, si hubiera tenido el inmueble en su poder,
desde el día en que entró en posesión material de la propiedad, debiéndosele
considerar poseedor de mala fe para todos los efectos legales; 5) Que el demandado
sea condenado al pago de las costas de las causa. La acción se fundó en que es
propietario de un buen raíz denominado Hijuela N° 144 de 5 hectáreas de superficie
aproximadamente, correspondiente a la División de la Comunidad denominada
Fundo Cachim, ubicado en el lugar del mismo nombre de la comuna de Panguipulli,
y que en especial deslinda: Norte: Línea recta, que separa de la hijuela N° 26;
RQPDEQXKGM « » R ol C-293-2016 Este, cerco quebrado, que separa de la hijuela
N° 52; Sur, cerco quebrado, que separa de las hijuela N° 50 y 51; y Oeste, camino
público Cachim- Liquiñe, y cerco recto, que separa de la hijuela N° 49, título de
dominio inscrito a fojas 910 N° 1280 del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Panguipulli del año 1994. Agregó, que el demandado
pretendiéndose dueño y poseedor ocupa una superficie de su hijuela, correspondiente
a 10 mil metros cuadrados, es decir, una hectárea de terreno aproximadamente que
colinda al lado Oeste con el camino público Cachim-Liquiñe; que el demandado sin
su consentimiento hace tres años atrás procedió a abrir el cerco existente en el
deslinde Oeste y comenzó a ocupar dicho terreno trayendo animales para talaje,
además, cortó árboles nativos existentes en el lugar, denunciando el hecho a CONAF.
Afirmó que el demandado ha ejercido actos que importan desconocer su derecho de
dominio y lo ha privado de la posesión material. Finalmente, citó el artículo 889 del
Código Civil, y sostuvo que concurren todos los presupuestos necesarios para que la
demanda sea acogida: a) Que el reivindicante sea dueño de la cosa, lo cual acredita
con la inscripción de dominio; b) Que se trate de una cosa susceptible de reivindicar,
siendo en la especie una cosa corporal inmueble debidamente singularizada; y c) Que
el demandante est
privado de la posesión de la cosa, lo que sucede ya que le demandado ha ejercido
sobre ellas actos de señor y dueño que importan un desconocimiento de su derecho
real de dominio, siendo el fundamento de la acción el poder de persecución y la
inherencia del derecho a la cosa, propia de todo derecho real y muy particularmente
del derecho de propiedad. En el folio número trece se realizó la audiencia de estilo,
en la cual la parte demandante ratificó la demanda. La parte demandada, a través de
su apoderado y mediante minuta escrita que rola en el folio número doce, vino en lo
principal contestar la demanda, solicitando su rechazo en todas sus partes,
argumentando que su mandante Raúl Queupumil Trafiñanco es propietario de la
hijuela N° 50, correspondiente a la División de la Comunidad denominada Fundo
Cahim, ubicado en la comuna de Panguipulli, la cual deslinda al norte con el cerco
quebrado que separa de la hijuela 144 del demandante; que su representado ha
poseído con ánimo de señor y dueño una parte del territorio de dicha hijuela,
correspondiente a una hectárea aproximadamente, situación que ha subsistido en
forma ininterrumpida desde hace treinta y dos años y no tres años como se « » R ol
C-293-2016 sostiene en la demanda, tiempo en el cual su mandante se ha dedicado a
limpiar el lugar con la finalidad que adquiera las condiciones necesarias para poder
sembrar y cultivar, además de realizar trabajos de construcción con sus propios
materiales, utilizándolo para producir y alimentar sus animales, todo lo que se ha
realizado sin violencia ni clandestinidad, ya que ha sido una situación de hecho que
se ha ejecutado en el tiempo y no solo en conocimiento del demandante, sino de
todas las personas que viven en el sector. Que es efectivo que el terreno aparece
inscrito a nombre del demandante principal, pero quien ha tenido la posesión real y
material del lugar, detentándola con ánimo de señor y dueño, al realizar trabajos,
construir y conservar el lugar es su representado. Que en el primer otrosí de la
minuta, el apoderado de la parte demandada don Raúl Queupumil Trafiñanco, vino
en deducir en contra de don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco , demanda
reconvencional de prescripción adquisitiva extraordinaria, solicitando en definitiva
tener por interpuesta la demanda, y declarar la prescripción adquisitiva extraordinaria
respecto de la superficie territorial que su mandante posee con ánimo de señor y
dueño desde hace más de treinta años. La demanda se fundó, en cuanto a los hechos
en los mismos argumentos de la contestación de la demanda, y en cuanto al derecho
citó lo dispuesto en el artículo 2510 del Código Civil, el cual no exige título alguno
para la prescripción extraordinaria, y como ella solo requiere posesión irregular no
sería necesaria la inscripción, siempre que haya posesión material, artículo que
tampoco exige tradición y ésta tratándose de un inmueble es la inscripción puede
omitirse cuando se trata de posesión irregular, operando así el artículo 2510, pues en
caso contrario jamás tendría aplicación la prescripción extraordinaria contra título
inscrito sin nueva inscripción, protegiéndose de esa manera al poseedor ficto que solo
tiene una inscripción a su favor, en contra de aquel que realmente tiene la posesión
material del inmueble, que lo explota y hace producir. Que en el folio número quince,
tuvo lugar la continuación del comparendo de estilo, en el cual la parte demandada
reconvencional, a través de su abogado y mediante minuta escrita que rola en el folio
número catorce, vino en contestar la demanda reconvencional solicitando su rechazo
con costas, argumentó que la parte demandante reconvencional reconoce que se
encuentra ocupando un retazo de terreno de su mandante, « » R ol C-293-2016 el
cual es poseedor inscrito de todo desde el año 1994 de la hijuela N° 144, siendo la
inscripción prueba, requisito y garantía de la posesión, no cesando en la posesión
durante todo el tiempo, aplicándosele a su respecto lo dispuesto en el artículo 728 del
Código Civil, por lo que mientras subsista la inscripción el que se apodera de la cosa
no adquiere posesión ni pone fin a la posesión existente, citando, además, el artículo
724 del Código Civil, y que lo estatuido dentro de lo que se denomina posesión
inscrita se ve coronado con lo dispuesto en el artículo 2505 del Código Civil, el que
dispone que contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de
bienes raíces, o de derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título
inscrito, ni empezará a correr sino desde la inscripción del segundo, siendo esto un
mandato absoluto y que se encuentra dentro de las reglas generales de la prescripción
por lo que no admite excepciones. Finalmente, señaló que no es efectivo que el
demandante reconvencional esté en posesión por más de 32 años del retazo de
terreno que tiene ocupado y de propiedad de su mandante, ya que su representado
adquirió la posesión inscrita en el año 1994, no ha cesado y ha sido ininterrumpida
por más de 22 años, por lo que a favor de su mandante opera ya prescripción para
consolidar el dominio pleno respecto de toda la hijuela N° 144. Además, la demanda
reconvencional incoada no puede prosperar, ya que aunque se llegase a declarar la
prescripción, solo sería letra muerta, ya que en la parte petitoria no se solicitó realizar
una nueva inscripción respecto de lo que dice prescribir el demandante. En el folio
número quince, consta el llamado a conciliación, la cual no prosperó. En el folio
número quince, se recibió la causa a prueba, fijándose como hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos los siguientes: Demanda Principal: 1) Efectividad de ser
el demandante dueño del bien inmueble que se pretende reivindicar; 2) Efectividad
que el demandado se encuentra en actual posesión material del inmueble a que se
refiere la demanda. En la afirmativa, época a partir de la cual se encuentra en
posesión y forma en que se ha desarrollado los actos posesorios; 3) En su caso, sí el
inmueble que ocupa la demandada corresponde al mismo cuya restitución se trata.
Demanda reconvencional: 4) Efectividad de haber operado la prescripción
adquisitiva alegada. « » R ol C-293-2016 En el folio número cincuenta y cinco, se
citó a las partes a oír sentencia. CONSIDERANDO: EN CUANTO A LAS TACHAS
DEDUCIDAS: PRIMERO: Que el abogado de la parte demandada vino en tachar al
testigo don Sergio Miguel Queupumil Quintoman, fundado en la causal del número
uno del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, habida consideración al
hecho de haber reconocido ser primo del demandante y por ende consanguíneo en
cuarto grado. Además, lo tachó por la causal del numeral siete del citado artículo
358. SEGUNDO: Que la parte demandante al evacuar el traslado conferido, solicitó
el rechazo de la tacha por las causales esgrimidas por la parte contraria, ya que el
testigo es un residente en el sector Cachin, perteneciente a la misma comunidad
indígena a la cual pertenece el demandante, y es la persona idónea para declarar, ya
que ha tomado conocimiento personal de los hechos materia de la causa. Agregó, que
la jurisprudencia ha señalado en reiteradas oportunidades que las inhabilidades han
quedado en desuso en virtud de los nuevos procedimientos actuales. TERCERO: Que
el artículo 358 del Código de Procedimiento Civil dispone: ¿Son también inhábiles
para declarar: 1° El cónyuge y los parientes legítimos hasta el cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad de la parte que los presenta como testigo¿; N°
7 Los que tengan íntima amistad con la persona que los presenta o enemistad
respecto de la persona contra quien declaren¿. CUARTO: Que en lo que respecta a la
primera causal de inhabilidad invocada, la del parentesco, el testigo reconoció ser
primo del demandante, hecho que es suficiente a juicio del suscrito para dar por
establecida la existencia del parentesco por consanguinidad de cuarto grado, por lo
que la inhabilidad para declarar en juicio será acogida, acogiéndose la tacha como se
dirá en lo resolutivo del presente fallo. En cuanto a la inhabilidad por enemistad, el
testigo reconoció haber tenido problemas de terreno con el demandado, a quien
calificó de una persona conflictiva dentro de la comunidad, pero sin perjuicio de
dicha declaración, la cual denota solo la existencia de un problema, el cual no fue
explicado, da cuenta de una situación pasada en el tiempo, que no se mantiene en la
actualidad, siendo « » R ol C-293-2016 necesario que la enemistad que se alega sea
coetánea al momento de prestar la declaración; además, la enemistad debe ser
manifestada por hechos graves, lo que no se da en la especie, por lo que a criterio del
suscrito no se puede tener por configurada la causal de enemistad alegada por la parte
demandada siendo desestimada la inhabilidad alegada. QUINTO: Que la parte
demandada vino en tachar al testigo don Roberto Rodrigo Queupumil Cayuñir, por
las causales números uno, seis y siete del artículo 358 del Código de Procedimiento
Civil, ya que reconoci
ser hijo del demandante, siendo su consanguíneo en primer grado; tener interés
directo en el juicio, demostrando su imparcialidad y tener enemistad con el
demandado. SEXTO: Que la parte demandante solicitó el rechazo de las tachas, ya
que a su juicio no se dan las causales de tacha invocadas por ser el testigo un
residente del sector Cachin, perteneciente a la misma comunidad, siendo una persona
idónea para declarar en el presente juicio; además, la jurisprudencia ha señalado que
las inhabilidades han quedado en desuso. SÉPTIMO: Que conviene dejar establecido
que el sistema probatorio contemplado en el Código de Procedimiento Civil, es el de
la prueba legal o tasada donde se establecen los medios de prueba que pueden
hacerse valer en juicio, como también limitaciones en cuanto a los medios de prueba
a usar para la comprobación de determinados hechos o actos, y es así que en el caso
de los testigos en los artículos 357 y 358 del código ya citado se contemplan ciertas
inhabilidades, las cuales se encuentran vigentes y son plenamente aplicables, por lo
que la pretensión de desuso que alega la demandante desde ya debe ser desestimada,
y ello pese a que en los nuevos procedimientos penal, laboral y de familia ya no
existen los testigos inhábiles, eso no ocurre en nuestro procedimiento civil vigente,
por lo que alegada una inhabilidad legal debe analizarse su concurrencia, y ante el
evento de reunirse los presupuestos legales de la tacha ésta debe ser acogida.
OCTAVO: Que en el caso específico del testigo Roberto Queupumil Cayuñir, éste fue
claro en responder que es hijo del demandante, siendo pariente por consanguinidad
con el actor, por lo que a su respecto concurre la causal de inhabilidad del N° 1 del
artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, razón por lo que la tacha será
acogida y la declaración por éste presentada no será considerada. En cuanto a la
segunda causal « » R ol C-293-2016 esgrimida, esto es, tener interés directo o
indirecto en el pleito, la jurisprudencia ha dicho que éste debe ser de carácter
pecuniario, lo cual a juicio del suscrito no se colige de lo declarado por este, por lo
que se tiene por no concurrente dicha causal de inhabilidad, y por último en cuanto a
la enemistad manifiesta, de los dichos del testigo al señalar que el demandado es una
persona agresiva y que no se puede hablar con él, no se puede deducir la enemistad
por solo esos dichos, ya que la misma debe darse con toda claridad lo que no sucede
en la especie, por lo que la causal del inhabilidad del numeral siete del artículo 358
del Código de Procedimiento Civil, será desestimada. NOVENO: Que la parte
demandada vino en tachar al testigo don César Eulogio Ancamilla Quintumán por las
causales de los números 6 y 7 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, es
decir, por tener interés en el pleito y tener una enemistad manifiesta, ello fundado en
los dichos del propio testigo. DÉCIMO : Que la parte demandante vino en solicitar el
rechazo de las inhabilidades en base a los argumentos que utilizó para solicitar que
no se acojan las tachas de los otros testigos. DÉCIMO PRIMERO: Que de los dichos
del testigo queda absolutamente claro que tiene una enemistad con el demandado, tal
como lo reconoció, además, manifestó que tiene interés en el resultado del pleito, lo
que hace al suscrito estimar por concurrentes las causales de inhabilidad alegadas, y
por ende el testigo será tachado para todos los efectos procesales en el presente
juicio. EN CUANTO AL FONDO: DÉCIMO SEGUNDO: Que el objeto del presente
juicio es la solicitud de restitución de un retazo de terreno que efectúa el demandante,
retazo que ocupa la parte demandada y que se encuentra amparado por la inscripción
conservatoria de fojas 910 N° 1280 del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Panguipulli del año 1994. Pretensión a la que se opuso la parte
demandada, argumentando una ocupación con ánimo de señor y dueño y con
ejecución de actos propios del dominio por un lapso de 30 años, lo cual lo llevó a
alegar que en su favor operó la prescripción adquisitiva del retazo reivindicado.
DÉCIMO TERCERO: Que la demandante principal y demandada reconvencional
rindió la siguiente prueba: « » R ol C-293-2016 Documental: a) Copia de inscripción
de dominio de fojas 910, N °1280 del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes raíces de Panguipulli del año 1994, con certificado de dominio vigente a
nombre de don Fermín Antonio Queupumil Tarfiñanco. b) Copia del plano de sub
división del Fundo Cachim. Absolución de posiciones: En el folio número treinta y
cinco absolvió posiciones el demandado principal don Raúl Queupumil Trafiñanco,
quien respondió a las preguntas contenidas en el predio de la siguiente manera: 1) No
es efectivo; 2) No es efectivo; 3) No es efectivo; 4) Si es efectivo, no tengo título del
terreno pero lo poseo hace como 35 años; 5) No es efectivo, porque él no es el dueño;
6) No es efectivo. DÉCIMO CUARTO: Que la parte demandada principal y
demandante reconvencional rindió la siguiente prueba: Documental: a) Copia de
inscripción de dominio de fojas 863, N °1186 del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994, con certificado de
dominio vigente a nombre de don Raúl Queupumil Tarfiñanco. b) Copia de plano de
subdivisión del Fundo Cachim. c) Set de dos fotografías. Testimonial Declaración de
doña Eva Jacqueline Venegas Queupumil, quien legalmente examinada sobre el
segundo hecho a probar, declaró que es efectivo y por dichos sabe que lo está
ocupando por más de treinta años, y desde que tiene uso de razón hace unos
veinticinco años; que conoce el lugar; que él ha hecho uso del terreno limpiándolo,
tiene animales, construyó un galpón, pero no vive en el terreno, todo lo que le consta
por haber visitado el lugar. Repreguntada la testigo, respondió que visita el lugar
desde hace unos 25 años; que el terreno tiene una hectárea y un poquito más y
desconoce los vecinos colindantes del terreno. Contra interrogada, respondió que en
cuantos a los títulos como hace treinta años anduvo el ingeniero, pero no sabe en qué
trámites. « » R ol C-293-2016 Al hecho a probar número tres, declaró que es mismo
terreno que el demandante solicita su restitución, y le consta porque conoce el
terreno. Al hecho a probar número cuatro, la testigo declaró que el demandado posee
el terreno hace años y en la actualidad aun lo posee. Repreguntada, contestó que el
demandado ha construido en el terreno un galpón, llevar a pastar sus animales y
mantiene limpio el terreno; que la posesión que el demandado ha hecho del terreno es
pública; y que el demandante estaba en conocimiento de la situación; y la posesión
ha sido ininterrumpida. Contrainterrogada la testigo declaró que el dueño del terreno
es Fermín Queupumil Trafiñanco, y le consta porque en algún minuto el demandado
dijo que el terreno le pertenecía a don Fermín, y tal como don Raúl tiene el título de
su hijuela, debiera tenerla don Fermín. Declaración de don Guido Ricardo Quisulef
Martínez, quien sobre el segundo hecho a probar declaró que es efectivo que el
demandado se encuentra en actual posesión del terreno, y la posesión está hace como
treinta y dos años, que ha hecho limpieza, construyó un galpón y también tiene una
casa, lo que le consta porque se crió en el sector de Cachin y conoce a las partes del
juicio y el terreno. Repreguntado dijo, que el terreno tiene una superficie de más o
menos una hectárea, y le consta porque lo ha visto sembrar y lo ha visto como vecino
cercano; los deslindes son Al Norte, don Sergio Queupumil; Al sur, camino público
hecho por la Municipalidad; Al Este, con Fermín Queupumil y al Oeste, con Audilio
Trafiñanco. Al hecho número tres, declaró que no corresponde al mismo terreno,
puesto que el demandante no vivía allí, él llego ahora poco, él vivía en el sector
Tranguil. Repreguntado, señaló que reconoce como dueño del terreno a don Raúl,
porque cuando tuvo conocimiento de las cosas él ya vivía en el terreno. Al hecho a
probar número cuatro, declaró que está lo ya declarado en el punto número dos.
Repreguntado el testigo declaró que el demandado ha poseído hace como treinta y
dos años, una posesión que no ha ocultado, que ha sido ininterrumpida en el tiempo.
« » R ol C-293-2016 Contra interrogado, el testigo señaló que no sabe el número de
la hijuela objeto del juicio; que don Raúl es el dueño del terreno; es dueño hace 32
años; y que tiene su título el que le entregaron hace más de veinte años. Absolución
de posiciones. En el folio número treinta y cuatro, absolvió posiciones don Fermín
Antonio Queupumil Trafiñanco, quien respondió de la siguiente manera a las
preguntas del pliego: N° 1, no es efectivo; N° 2, no es efectivo; N° 3, no es efectivo;
N° 4, No es efectivo; N° 5, no es efectivo, nunca ha hecho esa cosas; N° 6, Sí es
efectivo y para ello abrió el cerco y echó sus animales; N
7, no es efectivo. DÉCIMO QUINTO: Que en el folio número cincuenta y tres, rola
el informe técnico, jurídico y social emitido por la Corporación Nacional de
Desarrollo Indígena de la Región de Los Ríos, suscrito por su Director don Pedro
Mauricio Huenulef Oporto, en el cual se contiene el informe Técnico N° 37, suscrito
por don Pedro Soto Vio, donde en resumen se indica que el demandado ocupa su
propiedad denominada hijuela número cincuenta, más el retazo de 1,40 hectáreas
aproximadamente que corresponde a la hijuela número ciento cuarenta y cuatro
propiedad del demandante, y recíprocamente, el demandante, a su vez ocupa su
propiedad denominada hijuela número ciento cuarenta y cuatro, excluyendo de ésta
el retazo de 1,40 hectáreas aproximadamente que ocupa el demandado. También, se
adjuntan los informes sociales de ambas partes litigantes. DÉCIMO SEXTO: Que la
acción reivindicatoria o de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de
que no está en posesión, para que el poseedor sea condenado a restituírsela, siendo
fundamento de ésta acción el poder de persecución y la inherencia del derecho a la
cosa, propio de todo derecho real, en especial del derecho de propiedad, buscando el
actor con ésta acción el reconocimiento del derecho de dominio, y no su declaración
puesto que afirma tenerlo, y que como consecuencia de dicho reconocimiento se
ordene la restitución de la cosa a su poder por el que la posee. DÉCIMO SÉPTIMO:
Que en el caso sub lite corresponde verificar si se reúnen los requisitos de
procedencia de la acción reivindicatoria, esto es, cosa singular reivindicable, prueba
del dominio, privación de la posesión, y acción dirigida contra el actual poseedor,
recayendo según ha dicho la « » R ol C-293-2016 doctrina y la jurisprudencia de
nuestros tribunales superiores de justicia, la carga de la prueba en la parte
demandante. DÉCIMO OCTAVO: Que en lo que respecta al dominio del inmueble
cuya reivindicación se solicita, la parte demandante acompañó como prueba la
inscripción de dominio de fojas 910 N° 1280 del registro de Propiedad el
Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994, instrumento con el cual
de acuerdo a nuestra legislación se prueba la posesión del citado inmueble, lo que
sumado al paso del tiempo, esto es, desde el año 1994 a la fecha, permite tener por
acreditado el dominio del bien materia del presente juicio, pues han transcurrido los
plazos de prescripción a su respecto, por lo que a juicio del suscrito se tiene por
probado el primer hecho a probar fijado en la presente causa. Además, del libelo de
contestación de la demanda se colige que esto es un hecho que no controvierte el
demandado principal al manifestar ¿Como señala el demandante de autos, mi
representado ha poseído con ánimo de señor y dueño una parte de su territorio,
correspondiente a una hectárea aproximadamente¿. Por último, cabe decir, que el
informe técnico emitido por CONADI ratifica la conclusión de que el inmueble en
litigio pertenece en dominio al actor principal, ya que se encuentra dentro de los
deslindes amparados por la inscripción de dominio de fojas 910 N° 1280 del registro
de Propiedad el Conservador de Bienes raíces de Panguipulli del año 1994. DÉCIMO
NOVENO: Que en lo referente a la pérdida de la posesión del inmueble que se
reivindica, y que el demandado es el actual poseedor, ello se acredita por los propios
dicho de don Raúl Queupumil Trafiñanco quien al momento de contestar la demanda
reconoce dicha ocupación por un lapso de treinta años, lo que incluso lo llevó a
alegar las prescripción adquisitiva en su favor, dicha declaración a juicio del suscrito
constituye una confesión judicial expresa en los términos del artículo 1713 del
Código Civil, por lo que sus dichos producen plena fe en su contra, por lo que para
todos los efectos procesales se tiene por cumplida la carga probatoria que se le exigía
al actor en el sentido de que se encuentra desposeído del inmueble cuya
reivindicación se solicita. Además, los propios testigos presentados por la demandada
reconocen el hecho de la ocupación que efectúa el demandado, por lo que por
aplicación de la regla del número 6 del artículo 384 del Código de Procedimiento
Civil, se tendrá como presentados por el actor, ya que su declaración le favorece a
éste, ya que se reafirma el hecho « » R ol C-293-2016 que se encuentra privado de la
posesión del bien reivindicado, como también que la demanda se ha dirigido contra
el actual poseedor. Por último, cabe hacer referencia que el hecho de la ocupación se
ratifica a través del informe técnico emitido por CONADI. Y a mayor abundamiento,
se cuenta con la absolución de posiciones, en la cual el demandado señor Raúl
Queupumil Trafiñanco nuevamente reconoce que efectivamente se encuentra en
posesión de un retazo de terreno que le corresponde al actor, ya que al responder la
pregunta número cuatro del pliego de posiciones dijo no tener título del terreno que
ocupa, pero que lo posee hace como 35 años. VIGÉSIMO: Que en cuanto al tercer
hecho a probar de la sentencia interlocutoria de prueba, en base a los dichos del
propio demandado, y considerando el informe técnico emitido por CONADI, se da
por establecido el hecho que el bien inmueble cuya restitución se pide es el mismo
que ocupa el demandado principal, y que corresponde a un retazo de terreno de 1,40
hectáreas aproximadamente de superficie, y cuyos deslindes según la determinación
que se hizo en terreno por el Topógrafo de CONADI serían: Norte: línea imaginaria,
que separa de la hijuela número veintiséis; Este: cerco quebrado, que separa del resto
de la hijuela número ciento cuarenta y cuatro, en la parte que ocupa su titular inscrito,
don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco; Sur: Línea imaginaria quebrada que
separa de la hijuela número cincuenta; y Oeste: Camino público Cahim-Liquiñe, y
cerco quebrado que separa de la hijuela número cuarenta y nueve. VIGÉSIMO
PRIMERO: Que de acuerdo a lo señalado en los considerandos precedentes, a juicio
de este sentenciador el actor cumpli
con la carga procesal que le correspondía, ya que probó todos y cada uno de los
requisitos de procedencia de la acción reivindicatoria referidos en el considerando
undécimo, por lo que la demanda será acogida como se señalará en la parte resolutiva
de la presente. VIGESIMO SEGUNDO Que respecto a la pretensión del actor de que
el demandado sea considerado poseedor de mala fe, no se accederá a ella por cuanto
no se rindió prueba a juicio de este Juez que destruyera el principio general que
impera en nuestra legislación que es el de la buena fe. Además, se debe tener
presente que el origen del conflicto en la presente causa dice relación con una
alegación de ocupación que sería anterior incluso al título de dominio del inmueble
de propiedad del demandante, por lo que la ocupación realizada por el actor
reconvencional no puede « » R ol C-293-2016 estimarse realizada con la intención de
dañar al demandante principal, sino más bien dice relación con una ocupación basada
en un derecho que legítimamente creía tener, pero que de acuerdo a nuestra
disposiciones legales vigentes no existe. En cuanto a la restitución de los frutos se
estar
a lo dispuesto en el artículo 907 del Código Civil. VIGÉSIMO TERCERO: Que en lo
que respecta a la demanda reconvencional de prescripción adquisitiva interpuesta por
don Raúl Queupumil Trafiñanco, para resolverla hay que tener presente lo dispuesto
en el artículo 2505 del Código Civil, el cual prescribe: ¿Contra título inscrito no
tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de derechos reales
constituidos en estos, sino en virtud de otro título inscrito, ni empezará a correr sino
desde la inscripción del segundo¿. Y además, que el retazo de terreno que ocupa el
demandado se encuentra amparado por la inscripción de fojas 910 N° 1280 del
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Panguipulli del año
1994, la cual se encuentra vigente a nombre del demandado reconvencional. Y
también, quedó asentado con la prueba de absolución de posiciones del demandado
principal y demandante reconvencional que no tiene título inscrito respecto del bien
inmueble en litigio. VIGÉSIMO CUARTO: Que la norma legal señalada en el
motivo precedente ha sido interpretada en forma prácticamente unánime por los
tratadistas y la jurisprudencia de los tribunales superiores de justicia en el sentido de
que contra título inscrito no es procedente la prescripción ordinaria ni extraordinaria,
sino en virtud del otro título, siendo lo ordenado por la norma legal absoluta y que no
merece excepciones, tal como se ha resuelto en las causas de la Excelentísima Corte
Suprema de Justicia ROL 3.248-05, de fecha 19 de julio de 2017; ROL 1789-07, de
fecha 14 de julio de 2008. Razón por lo que la demanda reconvencional será
desestimada, ya que al estar ante un bien inscrito, y ser absoluto el artículo 2.505 del
Código Civil, prevalece por el criterio de especialidad incluso por sobre lo regulado
en el artículo 2510 del Código Civil, ya que el artículo 2505 es doblemente
excepcional al aplicarse a inmuebles inscritos, por lo que la prescripción adquisitiva
extraordinaria, también alegada, fundada en la sola posesión material no cabe contra
el título inscrito, el que solo hubiese perdido su vigencia ante un nuevo título del cual
carece el actor « » R ol C-293-2016 reconvencional, es más la primacía de la
inscripción material se reconoce en varias otras normas del Código Civil, como lo
son los artículos 724, 728 y 730, desprendiéndose de la norma del artículo 728, que
mientras subsista la inscripción, como ocurre en la especie, se conserva la posesión
inscrita. En consecuencia, no reuniéndose los supuestos para la procedencia de la
acción deducida, al quedar establecido que el demandante reconvencional carece de
título inscrito respecto del retazo de terreno cuya adquisición por prescripción
pretende, la demanda no puede prosperar, por ser clara y absoluta la norma del
artículo 2505 del Código Civil, que establece que contra título inscrito no procede la
prescripción adquisitiva, ya sea ordinaria o extraordinaria, sino en virtud de otro
título, del cual como ya se dijo carece el demandante reconvencional. VIGÉSIMO
QUINTO: Que encontrándose el demandado principal y demandante reconvencional
patrocinado por un abogado de la Corporación de Asistencia Judicial, no será
condenado en costas por gozar de privilegio de pobreza legal de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales. Y teniendo presente,
además, lo dispuesto en los artículos, 582, 700, 707, 724, 729, 730, 889, 890, 893,
895, 904, 905, 906, 907, 908, 909, 910, 911, 912, 913, 1.698. 1.700 y siguientes,
2505, 2510, 2511 del Código Civil, artículo 144, 160, 170, 254, 309, 342 y
siguientes, 356 y siguientes y 385 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
artículos 600 del Código Orgánico de Tribunales, se resuelve : EN CUANTO A LAS
TACHAS: I.- Que se acogen las tachas deducidas por la parte demandada, y en
consecuencia se declaran inhábiles a los testigos de la parte demandante Sergio
Miguel Queupumil Quintoman, Roberto Rodrigo Queupumil Cayuñir, y César
Eulogio Ancamilla Quintuman. EN CUANTO AL FONDO. DEMANDA
PRINCIPAL: II.- Que se ACOGE la demanda de lo principal del folio número uno y
en consecuencia se declara que el actor don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco
es dueño del retazo de terreno que se reivindica. III.- Que en consecuencia, se ordena
al demandado Raúl Queupumil Trafiñanco a restituir al actor el retazo de terreno
reivindicado de 1,40 hectáreas aproximadamente de superficie, y cuyos deslindes
según la « » Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser validado
en http://verificadoc.pjud.cl o en la tramitación de la causa. A contar del 13 de agosto
de 2017, la hora visualizada corresponde al horario de verano establecido en Chile
Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez restar
2 horas. Para más información consulte http://www.horaoficial.cl R ol C-293-2016
determinación que se hizo en terreno por el Topógrafo de CONADI serían: Norte:
línea imaginaria, que separa de la hijuela número veintiséis; Este: cerco quebrado,
que separa del resto de la hijuela número ciento cuarenta y cuatro, en la parte que
ocupa su titular inscrito, don Fermín Antonio Queupumil Trafiñanco; Sur: Línea
imaginaria quebrada que separa de la hijuela número cincuenta; y Oeste: Camino
público Cahim-Liquiñe, y cerco quebrado que separa de la hijuela número cuarenta y
nueve, dentro de 30
día de ejecutoriada esta sentencia, libre de todo ocupante y de toda construcción. IV.-
Que el demandado no es poseedor de mala fe, y la restitución de los frutos naturales
y civiles queda sujeta a lo dispuesto en los artículos 904 y siguientes del Código
Civil. DEMANDA RECONVENCIONAL V.- Que se rechaza la demanda
reconvencional deducida por don Raúl Queupumil Trafiñanco VI.- Que no se
condena en costas al demandado principal y demandante reconvencional por gozar de
privilegio de pobreza legal de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 600 del Código
Orgánico de Tribunales. Regístrese, notifíquese y archívese oportunamente. Del Rol
C 293-2016. Dictó don CARLOS GUILLERMO AGUILAR HERNANDEZ , Juez
Titular. Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final
del art. 162 del C.P.C. en Panguipulli, veintiocho de Marzo de dos mil dieciocho.

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