¿Quién da más?
La calidad en el servicio proporciona clientes satisfechos, que son los que han visto
cubiertas sus necesidades y expectativas, permanecen fieles a la empresa y vuelven a
hacer negocios con ella. Estos clientes leales suponen una garantía de continuidad
para la empresa y son la base de su rentabilidad.
Las empresas deben ver los servicios desde la perspectiva del cliente en vez
de estar continuamente “mirándose el ombligo”. Lo importante es aportar valor al
cliente, sin servicio no hay cliente y sin cliente no hay empresa. A pesar de lo anterior,
son muchas las compañías que se olvidan de quién paga las facturas, trágico error
que influirá negativamente en sui propio desarrollo y viabilidad.
El Cliente es el Juez
¿Cómo evalúan los servicios recibidos? La experiencia que tiene el cliente con
la empresa es positiva o negativa en función de los siguientes factores:
8 7 7 8
Ecuaciones valor-precio
El precio puede ser alto, medio o bajo, lo importante es que el valor, lo que el
cliente obtiene, sea para él superior a lo que da.
Hay una serie de preguntas clave que toda empresa debe formularse, como:
¿Quiénes son nuestros clientes?
¿Qué servicio esperan?
¿Qué ofrecen nuestros clientes?
Estas dimensiones, ¿tienen un nivel diferente para los diferentes segmentos?
¿Con qué parámetros miden nuestros servicios?
¿Se han vuelto más exigentes que antes?
¿Cuáles son los nuevos parámetros? ¿Cuáles han desaparecido?
Para conocer con exactitud cuáles son las necesidades de los clientes, es
necesario mantenerse en contacto permanente con ellos. Aquí cobra especial
importancia el trabajo de campo y la comunicación continua.
Para permanecer en contacto con sus clientes, las empresas utilizan diferentes
herramientas, entre las que cabe destacar los CSC (Centros de Servicio al Cliente).
Utilizados también como arma para la imagen de la empresa. Así, por ejemplo, el
CSC de Polaroid Cumple una triple función: ayudar a los clientes, conocer cuáles son
sus necesidades y ser un instrumento de comercialización. Polaroid, a través del
CSC, hace preguntas y obtiene información del mercado que le permite conocer
detalladamente cuál es la necesidad que intenta satisfacer y cómo cubrirla mejor que
cualquier empresa.
Otras vías de escucha son el cara a cara con los clientes, el análisis de las
sugerencias y de las quejas, los contactos de primera línea, el panel de clientes
asesores y el aprendizaje mutuo.
El cliente que se queja puede ser nuestro mejor aliado. La relación con los
clientes, para que sea sólida y dure, necesita una comunicación clara y abierta. Si no
existe esa comunicación, la relación se deteriora, peligra su existencia y puede
finalizar.
Para tener éxito es necesario preocuparse de los mil detalles que se combinan
para hacer memorable la experiencia de sus clientes. Maneje los detalles prestando
atención a todos los pequeños aspectos que abarca el proceso del servicio.
Recuerde: no son los detalles en si mismos lo que cuenta, es la importancia que tienen
para el cliente.
Las empresas necesitan evaluar los servicios desde el punto de vista del
cliente, centrándose en lo que él quiere o necesita y no tanto en lo que es capaz de
producir o fabricar. El cliente considera dos factores: el proceso (lo que experimenta)
y el resultado (lo que obtiene). Ambos deben superar sus expectativas para que el
servicio sea considerado superior. Jan Carlzon, presidente de SAS, definió el
concepto de momentos de la verdad como aquellos en los que el cliente está en
contacto con la empresa por muy diversas vías (contacto telefónico, visita de un
comercial, estancia en una oficina...) y se forma una opinión de la calidad del servicio
prestado. La gestión de los momentos de la verdad es fundamental dado que el
servicio que recibe el cliente está altamente ligado a ellos. Gestionando los momentos
de la verdad, las empresas gestionan el grado de satisfacción de sus clientes. Según
Jan Carlzon, “jamás pretendimos ser un 1.000% mejores en un solo aspecto, sino un
1% mejores en los 1.000 aspectos importantes para el cliente”. Si su compañía no se
preocupa por sus clientes, otras compañías se preocuparán y su cliente será un cliente
perdido.
Clientes potenciales
Posibles clientes;
Convirtámoslos en:
Clientes actuales
Nos ofrecen su confianza y la
Clientes perdidos
No los hemos fidelizado y se van
Las empresas deben conocer claramente quiénes son sus clientes, dónde
están, qué compran y qué valoran. Cuanto más detallada y completa sea la
información que se tenga del cliente, mejor:
El cliente tiene una serie de expectativa sobre cuáles serán las características
del servicio y, por tanto, una percepción de las ventajas que éste debe aportarle. En
función de su nivel de expectativas, valorará el servicio recibido y estará dispuesto a
seguir contratando ese servicio siempre y cuando le satisfaga. La empresa debe
gestionar las expectativas centrándose básicamente en los siguientes puntos: evitar
prometer en exceso, no sobrevendré, anticiparse a las expectativas de los clientes,
educar al cliente y mantenerse en contacto.
Para satisfacer a los clientes es necesario invertir los recursos necesarios. Así,
por ejemplo, Holigy Inn invierte anualmente 1`3 millones de dólares en supervisas las
necesidades de sus clientes, aprende de ellas y realiza los cambios que son
necesarios en el servicio. Holiday Inn, basándose en la información que le
proporcionan sus clientes, mejora de una forma permanente sus servicios.
Para satisfacer al cliente, hay que estar cercano a él. Ésta es la razón por la
que los directivos de IKEA, Wal-Mart y Southland Corporation (7 eleven) realizan
eventualmente visitas a sus tiendas para comprender mejor a los clientes. El cliente
agradece que alguien le pida su opinión y se interese por su respuesta.
En Wal-Mart se está cercano a las necesidades de los clientes con una política
de siempre precios bajos con una adecuada selección de productos que varían en
función de las necesidades de los clientes en cada región geográfica.
Los nuevos call centers tienen como misión fundamental aumentar la fidelidad
de los clientes y obtener una mayor rentabilidad. La tecnología permite dar
información al minuto e interactuar con miles de clientes al mismo tiempo. Gracias a la
tecnología, los representantes de atención al cliente saben con quién están hablando
antes de coger el teléfono y responder a la llamada, pueden escoger servicios
personalizados y presentárselos de forma inmediata al cliente. El call center debe
estar totalmente enfocado al cliente. En él se producen frecuentemente más
“momentos de la verdad” que en las oficinas de la empresa. Para que los
representantes de atención al cliente realicen adecuadamente su función, deben tener
el soporte y apoyo permanente de la organización.
Una vez que se recopila la información, la empresa debe decidir cómo será
procesada y qué acciones se tomarán basándose en ella. La dirección debe entender
cómo su gente, los procesos y la tecnología están implicados y cómo pueden ayudar a
mejorar los aspectos clave de la empresa a la vez que satisfacen las necesidades de
los clientes.
Los directivos deben poner la calidad del servicio al mismo nivel que las otras
responsabilidades. Así, Amex tiene un sistema de garantía de calidad en todo el
mundo y el director general de cada país es responsable de la calidad en el servicio, la
cual empieza desde arriba y es una parte básica en la organización al mismo nivel que
otras direcciones. Cada directivo es evaluado en función de su rendimiento en
relación con la norma y los ejecutivos con rendimiento inferior al 98% deben explicar
qué ha ido mal. El departamento de control de calidad es el “perro guardián” que vigila
continuamente el cumplimiento de los estándares .
Hoy en día, todo el mundo sabe que los empleados satisfechos tratan mejor a
los clientes y que los clientes satisfechos tienden a ser más leales. Los profesionales
que tienen un contacto estrecho con los clientes y que están capacitados y autorizados
para utilizar su propia iniciativa, son los más satisfechos en su trabajo.
Si tiene una idea única, sus competidores se la copiarán en dos semanas; por
tanto por los productos como por el equipo humano. Desgraciadamente, en muchas
ocasiones es terrible la forma tradicional en la que los directivos tratan a su gente.
El servicio depende de las personas, sobre todo de las que atienden a los
clientes. Todos deben tener pasión por el servicio y conocer cómo su trabajo afecta al
cliente y cómo el cliente les afecta a ellos.
Las personas que trabajan en las empresas punteras del servicio suelen tener
las siguientes características: son agradables, tienen dedicación, se preocupan por los
demás y disfrutan ayudando. Su labor continuamente proyecta una imagen correcta al
cliente. Así, Nords-trom e IKEA buscan gente agradable, con dedicación, que se
preocupe de los demás y disfrute ayudando. En la embotelladora de Pepsi en
Springfield señalán: “Nuestra gente se enorgullece de lo que hace, saben lo que
representa para ellos”. Todas ellas son empresas que tienen fe en los profesionales y
éstos están orgullosos de lo que hacen, saben lo que supone para ellos el buen
servicio.
Las empresas deben estar orientadas con decisión hacia las personas al ser
éste su principal activo; la tecnología viene después. El servicio son las personas. Se
debe unir high tech con high touch. Los profesionales amables y preocupados por el
cliente son mucho más importantes que la alta tecnología. Todos deben saber qué
servicio presta la empresa, cómo y por qué ellos son importantes y con qué apoyo
cuentan de la empresa. Las empresas deben facilitar la adquisición de capacidades
para la resolución de problemas y mostrar un apoyo permanente de la alta dirección.
Conocer lo que quieren los clientes es la primera condición para dar un servicio de
calidad. La empresa debe identificar las expectativas de sus clientes sobre los
diferentes atributos de su servicio y jerarquizarlos. Si se carece de esta información,
puede hacer esfuerzos poco útiles. Así, por ejemplo, British Airways realizó un
profundo estudio de preferencias de sus clientes que le indicó que éstos se
preocupaban, en primer lugar, por el cuidado y la atención (amabilidad, cortesía,
calidez); en segundo lugar, por la iniciativa de sus profesionales (habilidad de los
profesionales en adaptar el sistema a las necesidades de los clientes); en tercer lugar,
por su capacidad de resolver problemas (creación de soluciones); y en cuarto lugar,
por su capacidad para recuperar al cliente (pedir perdón y solucionar las deficiencias
del servicio). Sin embargo, sus directivos no habían pensado nunca en dos de estos
aspectos.
Para que una garantía sea eficaz, ha de tener las siguientes características:
Incondicional
Fácil de entender y comunicar
Significativa
Fácil de invocar
Fácil y rápida de recibir
Incondicional
Supone dar satisfacción al cliente sin excepciones; es lo contrario del “sí, pero...”.
En Wal-Mart o en El Corte Inglés, entre otros, si el cliente no queda satisfecho le
devuelven su dinero. Se facilita al cliente la devolución del producto en cualquier
momento y la posibilidad de recibir su dinero o elegir otro producto. Los clientes no
necesitan un abogado para explicar las condiciones que ampara la garantía. Al existir
una garantía incondicional, el cliente se inclinará con mayor facilidad por nuestra
empresa; su riesgo al elegir esa empresa es menor que si elige una empresa sin
garantía incondicional.
La garantía ha de ser fácil de entender y comunicar. Esto implica que debe estar
escrita en un lenguaje no técnico y comprensible para el cliente. Las garantías
excesivamente técnicas y no comprensibles hacen que el cliente desconfíe de ellas.
Fácil de invocar
Los clientes no deben pasar un calvario para recibirla. El procedimiento debe ser
fácil y rápido; mejor si es en el momento.
Dirigir la relación con los clientes hace que las empresas aumenten su
rentabilidad, crecimiento y valor en el largo plazo y ayuda a atraer y retener a sus
clientes más valiosos. Hoy en día, asistimos a un cambio completo en la forma en que
las empresas crean valor para sus clientes. Enfocarse a los clientes y elegir los más
rentables es la llave del éxito. Dirigir la relación con los clientes supone aplicar la
información que tenemos sobre ellos y construir una relación rentable, redefiniendo
continuamente sus necesidades, deseos y expectativas, proporcionando proposiciones
de valor a medida y enfocando los recursos de la empresa hacia actividades que crean
clientes a largo plazo y aseguran la viabilidad de la empresa.
La dirección de las relaciones con los clientes permite a las empresas “hacer
trajes a medida”. Según investigaciones recientes, el 60% de los clientes está más
preocupado por obtener productos o servicios que le aporten valor en lugar de sólo
estar centrado en el precio. Cuando los bancos analizan a sus clientes, en que el 20%
de ellos le proporcionan el 95% de sus beneficios. Muchos bancos, al carecer de la
información adecuada sobre sus clientes, sólo extraen de éstos del 10 al 15% de su
valor potencial.
Las compañías que se reinventan con éxito se adaptan a los retos del mercado,
están continuamente cuestionando las creencias tradicionales, desarrollan nuevos
productos y servicios y están guiadas por la innovación continua. Como mínimo, las
compañías deben reinventar su negocio cada cinco años o incluso en períodos más
cortos de tiempo. Baste citar como ejemplo a Michael Dell, que continuamente
reinventa su compañía y ha conseguido una revalorización de las acciones de Dell de
un 2.600% en tan sólo tres años, y es la única compañía de Fortune 500 que ha
aumentado sus ventas y beneficios en más de un 40% anual en cada uno de los tres
años pasados.
Seguros
La información necesaria debe venir de muy diversas fuentes, entre las que
cabe destacar: encuestas, información del servicio de atención al cliente, respuestas a
promociones e historial de ventas de cada uno de los clientes. Una vez que se ha
recogido esta información deben aplicarse modelos de segmentación que combinen
un análisis de rentabilidad del cliente, información sobre su renta y otros datos para
poder definir cuáles son los segmentos más rentables, y servirlos adecuadamente.
Telecomunicaciones
Asistimos a una verdadera revolución y las empresas del sector deben sacar
las máximas ventajas del cambio, que cada vez es más exponencial. Quién no
compita de acuerdo con las nuevas reglas se queda fuera de juego. En esta
revolución, el servicio al cliente juega un papel crucial.
En las telecomunicaciones, la satisfacción del cliente está influida tanto por las
interacciones con las compañías proveedoras del servicio, como por la calidad del
producto (por ejemplo, el teléfono móvil) o el servicio por sí mismo. Estas compañías
aprovechan, o deberían aprovechar, los momentos de la verdad para fomentar y
estrechar la relación con sus clientes.
La relación con los clientes supone que en cada paso o proceso el cliente es la
pieza central alrededor de la que gira el resto de las actividades de la empresa.
Líneas aéreas
Según los resultados del ACSI de 1998, los pasajeros se sienten prisioneros en
los aviones. Las líneas aéreas están actualizando y rediseñando sus servicios y
fomentando las alianzas globales con el fin de sobrevivir y poder retener los clientes
más rentables.
Con sus estrategias de marca, las líneas aéreas enfocan la actividad hacia los
clientes más leales, que son los que mayor rentabilidad aportan a la compañía.
Redefinen sus procesos de negocio y productos para proporcionar a sus clientes más
habituales servicios preferentes, soluciones flexibles a sus problemas o demandas y
tratamientos personalizados para aumentar su lealtad.
Algunas compañías ofrecen esos servicios sin realizar un estudio previo de las
necesidades de sus pasajeros, con el riesgo que esto supone. Otras desarrollan sus
nuevos productos y servicios tras conocer en profundidad cómo valora el cliente los
servicios y productos actuales, cuáles son los puntos más débiles en la prestación y
qué nuevos servicios son demandados. Los retornos en la inversión, los impactos en
Estrategia de servicio
Todos los profesionales han recibido un curso básico sobre satisfacción del
cliente y políticas de la empresa al respecto.
Los profesionales en contacto directo con los clientes reciben un entrenamiento
más completo y se actualiza regularmente.
Existe comunicación regular entre los diferentes departamentos sobre las
necesidades y el grado de satisfacción de los clientes y se coopera en lugar de
competir.
Los profesionales de atención al cliente están autorizados para hacer lo que
sea necesario para satisfacer las necesidades de los clientes y resolver sus
quejas