000 mujeres son asesinadas en el mundo y uno de los lugares donde esto
ocurre con más frecuencia es Guatemala, que tiene una de las tasas más altas de feminicidio
del mundo.
"Nos están matando nuestros padres, hermanos, padrastos… la misma gente que se
espera que nos cuiden", dice Rebecca Lane, una rapera feminista de la ciudad de
Guatemala.
"La mayoría de nosotras ha tenido que vivir en silencio cuando alguien nos golpea o nos
grita, sólo cerramos nuestros ojos y aceptamos la situación. Tenemos que unirnos a otras
mujeres y hablar de ello para darnos cuenta de que no es aceptable, no es normal", añade.
Cuando Lane tenía 15 años, se involucró con un hombre de mayor edad que no sólo era
controlador, sino también un abusador sexual.
Ahora usa la música para promover los derechos de las mujeres. "La poesía me salvó la
vida. Empezar a escribir fue vital para mi recuperación", asegura.
Entre 2007 y 2012 hubo 9,1 asesinatos por cada 100.000 mujeres, según la Policia
Nacional de Guatemala.
El año pasado, al menos 846 mujeres fueron asesinadas en una población de poco más de
15 millones, dice la fiscalía nacional.
Las raíces de esta situación se remontan al pasado brutal del país y, en particular, a la
guerra civil de 36 años.
Una década más tarde, un informe de la ONU afirmó que el abuso sexual había sido
generalizado y sistemático. Se estima que un 25% o 50.000 de las víctimas de la guerra en
Guatemala fueron mujeres.
La violencia sexual fue "usada al más alto nivel y fue un instrumento de guerra", dice
Helen Mack, de la fundación Myrna Mack.
"El estereotipo era que las mujeres eran usadas para el sexo y vista como objetos y para
servir a las familias, y eso continúa hoy en día", expresó.
Violencia sistemática
La hermana de Helen Mack, Myrna, murió tras ser acuchillada en las calles por un
escuadrón de la muerte en 1990
Myrna había puesto al descubierto hasta qué punto el ejército había usado la violencia física
y sexual en contra de las comunidades maya durante la guerra.
Helen Mack sostiene que, tras la Guerra, unos 40.000 hombres que habían sido
entrenados para violar mujeres retornaron a sus hogares y no recibieron ayuda para
regenerarse.
Mack afirma que, por ello, redirigieron su agresividad contra de sus esposas, madres y
novias.
"Esta semana recibimos una llamada de una mujer. Su esposo había conducido su vehículo
sobre ella varias veces para asegurarse de que había muerto", dice Mack.
Es común, agrega Mack, que se mate a las mujeres y que las intimiden de esta forma.
Pese a esto, la violencia en contra de las mujeres es, en la práctica, considerada como un
asunto doméstico.
"La justicia puede hacer mucha para cambiar esa cultura", dice.
"Le pedimos a las mujeres que denuncien y rompan el silencio. Casos de feminicidios y
otras formas de violencia contra las mujeres son hoy en día los crímenes más reportados,
con un promedio de 56.000 reportes cada año", explica.
Aunque, en noviembre, en sólo una semana fueron hallados cinco cuerpos de mujeres
asesinadas en la ciudad de Guatemala, Helen Mack piensa que se ha progresado.
"En los últimos 10 años hemos tenido avances. Ahora al menos las mujeres están
hablando", dice en referencia a una generación de juezas y activistas que están impulsado
cambios.
La Violencia Contra la Mujer en Guatemala se manifiesta de diferentes formas, los
niveles de violencia contra la mujer son preocupantes, el Estado no logra garantizar una
protección eficiente, en consecuencia fue creado el Decreto 22-2008 del Congreso de la
República, Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer -Ley contra
el Femicidio- (PDH, 2014).
Violencia sexual
Tanto los datos registrados por la Policía Nacional Civil, como por el Instituto Nacional de
Ciencias Forenses -INACIF-, se evidencia que la muerte violenta de mujeres continúa
siendo un problema importante para el país (PDH, 2014).
Solamente en 2013, según la información del INACIF, indica que el principal medio para
provocar la muerte de las mujeres ha sido con arma de fuego, que asegura el cumplimiento
de la intencionalidad de dar muerte, seguida de la asfixia, politraumatismo y arma blanca,
que evidencian altos niveles de saña expresados en los cuerpos de las mujeres, esto permite
concluir que la muerte violenta de mujeres está relacionado con la misoginia, pues en ella
se evidencia la falta de respeto a su dignidad, indemnidad sexual y su libertad sexual, las
cuales quedan registradas en el cuerpo de las mujeres expresando el menosprecio hacia las
mujeres (PDH, 2014).
La trata de personas es una de las formas en que se ejerce violencia contra las mujeres en
todas sus edades –adolescentes, jóvenes y niñas-. Desde que Guatemala se adhirió en 2003
y ratificó el Protocolo de Palermo en 2004, se ha fortalecido el trabajo para enfrentar este
flagelo. En 2004 se hicieron cambios en el Código Penal, específicamente en el artículo
194, para armonizarlo con el Protocolo de Palermo, en el sentido de no considerar el tema
solo para las mujeres extranjeras y víctimas de explotación sexual, sino para incluir todas
las modalidades de trata que el Protocolo reconoce. En 2008 se elabora la Política Pública
contra la Trata de Personas –el decreto 9-2009-, la cual constituye un avance en la
legislación nacional en la materia e inicia una nueva etapa en la visualización del fenómeno
en Guatemala (PDH, 2014).
En 2013 se recibió una denuncia por matrimonio forzado. En algunas modalidades de trata,
generalmente por servidumbre, las víctimas suelen ser niñas indígenas quienes son
vulnerables (PDH, 2014).