Sistemas Constructivos de la
Industria Azucarera Granadina
TESIS DOCTORAL
GRANADA, 2015
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina I
Fdo: José Carlos de San Antonio Gómez Fdo: Miguel Ángel León Casas
ÍNDICE GENERAL
0. AGRADECIMIENTOS............................................................................................................... 1
1. INTRODUCCIÓN. .................................................................................................................... 3
1.1. INTRODUCCIÓN. ............................................................................................................ 3
1.2. OBJETIVOS. .................................................................................................................... 7
2. METODOLOGÍA.................................................................................................................... 13
3. ESTADO DE LA CUESTIÓN. ................................................................................................... 29
4. INTRODUCCIÓN A LOS PROCESOS INDUSTRIALES DEL AZÚCAR EN EL SIGLO XIX. EL AZÚCAR
DE CAÑA Y DE REMOLACHA. ....................................................................................................... 33
4.1. LA INDUSTRIA DEL AZÚCAR DE CAÑA EN LA COSTA DE GRANADA. ........................... 33
4.2. LA INDUSTRIA DEL AZÚCAR DE REMOLACHA EN LA VEGA DE GRANADA................... 41
5. RECOPILACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DIGITALIZACIÓN DE PROYECTOS CONSTRUCTIVOS,
TEXTOS TÉCNICOS Y ATLAS GRÁFICOS. ....................................................................................... 51
5.1. LA FÁBRICA NUESTRA SEÑORA DEL PILAR (MOTRIL, 1882). ....................................... 51
5.1.1. INTRODUCCIÓN. .................................................................................................. 51
5.1.2. PILARES DE FUNDICIÓN GRIS. ............................................................................. 52
5.2. EL INGENIO AZUCARERO DE SAN JUAN (GRANADA, 1882)......................................... 57
5.2.1. INTRODUCCIÓN. .................................................................................................. 57
5.2.2. CUBIERTAS DE MADERA. ..................................................................................... 58
5.2.3. COLUMNAS DE FUNDICIÓN GRIS. ....................................................................... 62
5.3. LA FÁBRICA AZUCARERA NUESTRO SEÑOR DE LA SALUD (SANTA FE, 1890). ............. 70
5.3.1. INTRODUCCIÓN. .................................................................................................. 70
5.3.2. CUBIERTAS DE MADERA. ..................................................................................... 71
5.4. LA FÁBRICA AZUCARERA DE SANTA JULIANA (ARMILLA, 1890). ................................. 77
5.4.1. INTRODUCCIÓN. .................................................................................................. 77
5.4.2. PLANO DE SECCIÓN LONGITUDINAL DE LA FÁBRICA. ......................................... 78
5.5. LA FÁBRICA AZUCARERA DE SAN ISIDRO (GRANADA, 1901). ..................................... 80
5.5.1. INTRODUCCIÓN. .................................................................................................. 80
5.5.2. PLANO DE PLANTA Y SECCIONES LONGITUDINAL Y TRANSVERSALES DE LA
FÁBRICA... ............................................................................................................................ 82
5.6. LA FÁBRICA AZUCARERA DE LA VEGA (ATARFE, 1904). .............................................. 85
5.6.1. INTRODUCCIÓN. .................................................................................................. 85
VI Agustín Castillo Martínez
0. AGRADECIMIENTOS.
1. INTRODUCCIÓN.
1.1. INTRODUCCIÓN.
La industria del azúcar de remolacha llevó la iniciativa en el principal proceso de
generación de tejido industrial que se produjo en la provincia de Granada entre los años
1882 y 1929. En numerosas ocasiones, las soluciones técnicas implantadas en las
factorías de procesamiento de azúcar de remolacha o de caña procedían de Francia o
Alemania, bien en su diseño de proyecto industrial, bien en el origen de sus técnicos
consultores. El impacto económico y social de estas actividades fue notable en la Vega
de Granada y en la Costa de las provincias de Granada y Málaga.
El principal objetivo del presente trabajo es la documentación y difusión de los
sistemas constructivos empleados en las edificaciones de la industria azucarera
granadina, incluyéndose entre ellas la construcción de las cimentaciones superficiales,
los muros de carga, las estructuras en celosía de madera y metálicas, las cubiertas,
diversas tipologías de estructura metálica en fundición y acero, y diversos detalles
constructivos característicos de este tipo de actividad industrial.
Merecen especial atención las soluciones singulares que aparecen, con carácter
local, en algunas de estas edificaciones, así como la integración industrial con los
modos de transporte en auge, sobre todo, de carácter ferroviario, y que dieron cobertura
tanto a trabajadores como a materias primas y productos desde y hacia los entornos
industriales granadinos.
Se referirá igualmente diversa bibliografía técnica en un intento de ilustrar las
diversas tipologías utilizadas, tal y como fueron expresadas gráficamente por los
ingenieros y arquitectos de la época en sus manuales y atlas. Se hará especial hincapié
en la influencia que los técnicos españoles pudieron tener en las edificaciones
ejecutadas para albergar diseños industriales que, usualmente, eran proyectados por
técnicos centroeuropeos.
De esta forma, se pretende aunar el estudio técnico de soluciones poco conocidas
por su singularidad, con un estudio histórico del Patrimonio Arqueológico Industrial de
la ciudad de Granada y la Costa Tropical, donde estos edificios fueron más
significativos, tanto por su impacto económico y técnico como social.
4 Agustín Castillo Martínez
1.2.OBJETIVOS.
Para el estudio de los sistemas constructivos empleados en la industria azucarera
hemos de comenzar por la obtención de las fuentes escritas y gráficas que puedan
apoyar una investigación de tipo histórico. Así, para el caso de edificaciones, resulta de
gran valor la obtención del proyecto constructivo, o cuanto menos, de los planos
contenidos en éste.
El estudio del patrimonio histórico técnico puede plantearse, ante la existencia
de este documento en prácticamente todas las actuaciones ingenieriles y arquitectónicas,
la recopilación y conservación de estos datos como un objetivo en sí mismo. Tanto si
las instalaciones originales se conservan como si no, el proyecto constructivo aporta
gran cantidad de documentación al investigador, aumentando el interés histórico-técnico
en el segundo caso, cada vez más tristemente frecuente. Ante documentación de cierta
antigüedad, la digitalización constituye una solución definitiva y muy adecuada, sobre
todo, si se distribuye y pone a disposición, debidamente indexada, de los posibles
investigadores que la necesiten.
Sin embargo, esta labor plantea diversos desafíos al investigador. Algunos
documentos son demasiado antiguos o están en muy mal estado para poder ser
manipulados, encontrándose a veces incluso incompletos. Otros, en cambio, son de
materiales que ya no se utilizan y dificultan la digitalización, como los planos al
ferroprusiato o “cianotipos”. Por último, algunos de estos planos pueden ser de tamaño
considerable, obligando a un proceso de edición gráfica para obtener archivos gráficos
8 Agustín Castillo Martínez
2. METODOLOGÍA.
En la introducción, hemos visto que los grandes apartados en que se divide esta
investigación son cuatro, atendiendo a los cuatro objetivos propuestos:
entre las que contamos a Miguel Ángel Álvarez Areces, y a los expertos italianos Ivan
Tognarini y Angelo Nesti.
El primero, para aclarar el objeto de esta área de conocimiento de reciente
interés para gran número de investigadores, cita el trabajo de Nizhny Tagil en la reunión
del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH)
celebrada en Rusia en 2003, para delimitar el término conceptual “patrimonio
industrial”, que incluye los siguientes objetos de estudio:
“[…] los restos de la cultura industrial que poseen valor histórico, tecnológico,
social, arquitectónico o científico, ya sean edificios o maquinaria, molinos y
fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos, lugares
donde se genera, se transmite y se usa energía, los servicios funcionales en los
procesos sociales y productivos –como los medios (sic) de transporte y toda su
infraestructura-, así como los sitios donde se desarrollan las actividades
sociales relacionadas con la industria, la vivienda, el culto religioso o la
educación. Comprende, en suma, los bienes generados en el desarrollo histórico
por las actividades productivas y extractivas del hombre, así como aquellas
expresiones relativas a la influencia de estas actividades en la sociedad. Con
independencia de su estado de conservación, cobra especial importancia en su
carácter de vehículo de transmisión de formas de ver y entender la vida: el
patrimonio intangible. Es, por tanto, el patrimonio industrial de lo cotidiano y,
sobremanera, memoria colectiva del trabajo y del lugar” (Álvarez Areces,
2007, págs. 12-13).
Es nuestro estudio, por lo tanto, parte indudable del área de la Historia del
Patrimonio Industrial, tanto en el objeto, como en el tiempo. Los valores
socioeconómicos, como muestra Álvarez Areces, son de importancia también para la
comprensión de la fenomenología del hecho industrial, y de los valores técnicos y
constructivos. En el caso de España, Pitarch y Dalmases concretan el período del inicio
de la revolución industrial en aquel que va del principio de la llamada “década
moderada” en 1844 a la Exposición Universal de Barcelona de 1888 (Pitarch &
Dalmases Balañá, 1982, pág. 78). El inicio de este período histórico fue, como vemos,
muy tardío en la provincia de Granada en relación con el resto de España.
En general, y para preservar la validez semántica de la investigación, deberemos
de tener en cuenta las siguientes pautas:
1. Fuentes escritas.
a. Archivos históricos municipales y provinciales.
b. Archivos generales.
c. Archivos de asociaciones e instituciones.
d. Archivos de particulares.
e. Archivos de fundaciones.
f. Archivos de empresas.
g. Guías, anuarios y libros conmemorativos.
h. Fondos documentales de museos.
i. Fuentes estadísticas.
j. Publicaciones técnicas.
k. Hemerotecas.
2. Fuentes cartográficas.
3. Fuentes iconográficas.
4. Fuentes orales.
“Le fonti scritte sono il pane quotidiano dello storico, più che dell’archeologo.
Mentre quest’ultimo utilizza principalmente le testimonianze materiali di tipo
diretto rintracciate in campagne di scavo o di survey, il terreno dello storicoè
costituito da materiale di archivio, da documenti scritti e conservati nel corso
del tempo. Per chi si occupa della storia del patrimonio industriale queste fonti
rappresentano uno strumento d’indagine particolarmente importante che
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 17
La advertencia de los autores nos pone al tanto de que, en efecto, al fin y al cabo
todas las fuentes escritas son fuentes indirectas, y están puestas a disposición de la
posteridad desde un punto de vista determinado. Un proyecto técnico, por muy preciso
que sea, puede sufrir variaciones durante su ejecución. Un atlas ingenieril o
arquitectónico puede mostrar las tendencias en una parte del conocimiento técnico del
momento, pero sin duda estará influenciado por la visión y experiencia del autor o
autores que lo suscriban, y, en definitiva, del paradigma histórico-técnico en el que se
enmarcan. Sobre esta metodología de investigación histórica se refiere también
Seignobos:
constructiva que fue, y de la forma más fidedigna posible. En estos casos resultan de
especial importancia las llamadas “fuentes inéditas”, a las que los autores describen
como “aquellos que no son de dominio público, no habiendo adquirido notoriedad a
través de la publicación” (Tognarini & Nesti, 2003, pág. 211), recomendando en
cualquier caso desproveer estas fuentes de cualquier atisbo de subjetividad, sea ésta
personal o colectiva (social).
Sobrino incide con especial relevancia en otra de las fuentes iconográficas
ampliamente utilizada en nuestra metodología: las revistas, catálogos de maquinaria
industrial y atlas técnicos de finales del XIX y principios del XX.
“Primera Fase:
Presentar necesidades prioritarias.
Elaboración de objetivos.
Elegir el campo y los recursos de la investigación.
Realizar un estudio de campo exploratorio para evaluar datos.
Segunda fase:
Elaboración de hipótesis explicativas del trabajo.
Definir el campo y el personal necesario.
Recabar datos.
Discutir y analizar los problemas existentes.
Tercera fase:
Diseño de estrategias de acción para atender a los problemas encontrados
(sic).
Ejecución de las estrategias seleccionadas.
Evaluación de los resultados.
Difundir los resultados” (Cáceres Reche, Aznar Díaz, & Hidalgo Lucena,
2007).
1
Para una mayor desarrollo de estas propuestas, cfr. (Saavedra, 1998, págs. 191-211).
22 Agustín Castillo Martínez
teorías neopositivistas. Así, según Hempel, sólo las aserciones verificables lógicamente
o empíricamente son cognitivamente significativas (Hempel, 1966).
No obstante, debe tenerse en cuenta que el tratamiento de los datos también
puede abordarse desde el punto de vista estadístico, según las tesis de Wesley C.
Salmon, que introdujo el modelo de relevancia estadística para reemplazar al modelo
inductivo estadístico (Salmon, 1984).
Sin embargo, y como hemos mencionado, cabe reseñar el hecho de que la toma
de muestras está extremadamente limitada, al tratarse nuestros objetos de estudio de
edificaciones con protección especial, inaccesibilidad o completa desaparición en
algunos casos, lo que supone una mayor restricción en el tratamiento estadístico
posterior de los datos.
Dado que el objeto de esta línea de investigación no es otro que la
caracterización de los materiales empleados, hemos preferido realizar un número
limitado de ensayos a obviar esta línea completamente. En cualquier caso, se ha sido
estricto en ejecutar solamente aquellos ensayos que ofrecían completa garantía, según
los estándares de repetitividad, normalización y verificabilidad del proceso,
desechándose cualquier muestra que no cumpliera con los estándares impuestos por las
normas tecnológicas para la ejecución de los ensayos.
De esta forma, hemos preferido salvaguardar la validez de los valores medidos
según la ciencia de materiales a obtener un mayor número de resultados dudosos. Hay
que recordar que los ensayos de laboratorio deben ser un conjunto ordenado y
verificable, de modo que la obtención de los datos permita contrastar las hipótesis
previas, en un movimiento ascendente y descendente, inductivo y deductivo. Así,
podemos definir la “medición” en ciencias como
Se propone para este apartado, en una primera parte, una metodología histórico-
descriptiva de sistemas constructivos centroeuropeos, sometida a las habituales
directrices que conforman la heurística, la crítica de las fuentes obtenidas, y la síntesis
historiográfica. Para la segunda parte, se propone una metodología histórico-
comparativa de corte analítico.
Por lo tanto, el sistema metodológico propuesto es muy similar al referido en la
segunda línea de investigación. En este caso, sin embargo, utilizaremos para el análisis
histórico-comparativo los datos obtenidos en los apartados anteriores, cotejándolos con
diversos textos técnicos, atlas gráficos y proyectos constructivos que resulten
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 27
3. ESTADO DE LA CUESTIÓN.
“Las condiciones que motivaron esta época dorada del azúcar de caña
peninsular tienen mucho que ver con las alteraciones producidas en los
mercados mundiales del azúcar, las profundas transformaciones tecnológicas
sobrevenidas en las primeras décadas del XIX y las singularidades de la política
comercial y fiscal española” (Piñar Samos, Martín Rodríguez, & Giménez
Yanguas, 1998).
Figura 1. Máquina de vapor de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar de Motril, antes de ser restaurada en 1988.
Fuente: (Piñar Samos, 1989).
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 35
Figura 2. Esquema de fabricación del azúcar de caña y remolacha. Fuente: (Azucarera de Salobreña Nuestra
Señora del Rosario S.A., 1961, pág. 17).
36 Agustín Castillo Martínez
Figura 3. Nave de extracción de jugos en la Fábrica Nª Sra. del Rosario de Salobreña. Fuente: (Azucarera de
Salobreña Nuestra Señora del Rosario S.A., 1961, pág. 15).
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 37
d) CRISTALIZACIÓN.
Con el comienzo de la formación de cristales, al no contener el jugo agua
suficiente para mantener el azúcar disuelto, y producirse una precipitación parcial, se
daba por terminada la cocción. Se extraía entonces la masa del interior de la tacha y se
dejaba reposar en un depósito durante medio día, realizándose la cristalización.
En sistemas más avanzados, la masa pasaba directamente de las tachas a los
malaxadores, recipientes con la función de realizar una agitación automática.
Figura 4. Conjunto principal de maquinaria en Nuestra Señora del Pilar (Motril), en abril de 2008. Fuente:
Elaboración propia.
Figura 5. Plaza para la descarga de la caña en las instalaciones de la Fábrica Nª Sra. del Rosario de Salobreña.
Fuente: (Azucarera de Salobreña Nuestra Señora del Rosario S.A., 1961, pág. 13).
Figura 6. Acción de la Azucarera del Señor de la Salud. Fuente: Colección privada A. Castillo Vergara.
Como puede verse, el proceso industrial era muy parecido al del azúcar de caña,
anteriormente expuesto. Sin embargo, la inexperiencia en el proceso industrial de la
remolacha en la primera campaña, hizo que en los inicios el rendimiento de la misma
fuera menor comparado con el usual en Centroeuropa. Además, muchos agricultores
eran aún reacios a la plantación del nuevo cultivo, pues se desconocía su rentabilidad.
Las 66 t de azúcar producidas se vendieron con facilidad en el entorno de Granada, su
Vega, y las estaciones del ferrocarril Granada-Bobadilla.
La mejora de la producción al año siguiente fue evidente, pasando a las 498 t de
azúcar. Esto animó a la competencia, y el ingeniero de origen francés Fernando
Guerrero promovió la apertura del llamado “Ingenio de San Fernando” en Atarfe, que
asumió el exceso de remolacha de López-Rubio en el Ingenio de San Juan. El cultivo
había obtenido, por fin, una gran popularidad entre los agricultores de la Vega.
Figura 7. Fachada del Ingenio de San Fernando, en Atarfe. Fuente: Colección privada M. J. Pérez Choín.
44 Agustín Castillo Martínez
Pese a las bajadas del precio del azúcar, los altos precios del carbón –que había
de transportarse desde Córdoba-, la competencia del azúcar malagueño y de la Costa
granadina, y los incentivos apalabrados con los agricultores para la implantación del
nuevo cultivo, la nueva actividad quedó completamente asentada en los años siguientes
en la Vega de Granada, donde en 1888 se producían “2.450 t de azúcar, el 92% del
total del azúcar de remolacha producido en España” (Martín Rodríguez, Giménez
Yanguas, & Piñar Samos, 1998, pág. 218).
De entre los subproductos industriales del proceso, encontramos,
fundamentalmente, dos: la pulpa y la melaza. La primera era usada para la alimentación
de los animales del campo.
Figura 8. Ingenio de San Fernando, en Atarfe: vista posterior. Fuente: Colección privada M. J. Pérez Choín.
En cuanto al suministro del material industrial, fue llevado a cabo por las firmas
“Fives-Lille”, “Etablissements Cail” y “Braunschweigische Maschinenbau-Anstalt”
(también conocida como “B. M. A.”), que también se encargaron de su montaje; “buena
parte de los ingenieros que lo hicieron, se quedaron en Granada para ponerlas en
marcha y algunos de ellos de manera definitiva para hacerlas trabajar” (Martín
Rodríguez, Giménez Yanguas, & Piñar Samos, 1998, pág. 220).
En la campaña de 1898-99, el azúcar de remolacha granadino aún era el 47% del
total de toda España. Sin embargo, el sector cambiaría radicalmente a partir de aquel
año, con la pérdida de Cuba y otras colonias españolas. En tres años aparecieron 31
nuevas fábricas en el territorio nacional para dar solución a la desaparición de la oferta
del azúcar cubano, y tres de ellas lo hicieron en Granada: Nuestra Señora de las
Mercedes, en Caniles; San Isidro, de gran importancia para nuestra investigación, en
Granada; y San Torcuato, en Guadix.
Para la campaña 1903-4, el azúcar de remolacha granadino era tan solo del 19%
del total español, tal fue el crecimiento experimentado por el sector, sobre todo en el
valle del Ebro.
Esta época de oro del azúcar granadino dejó gran prosperidad y una sustancial
mejora de las comunicaciones. Además de la apertura de las nuevas carreteras
nacionales, las azucareras integraron sistemas ferroviarios y tranviarios, como el
2
La factoría, que procesaba caña de azúcar, incorporó en esta fecha el proceso industrial del azúcar de
remolacha.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 47
Figura 9. Anuncio de la firma Arthur-Koppel en la revista científica "La Naturaleza". Fuente: (Cortázar, 1905, pág.
1).
Figura 10. Secadero de pulpa de la Fábrica La Purísima Concepción o Azucarera del Genil en 1928. Fuente:
(Tranvías Eléctricos de Granada, 1929).
Figura 11. Acción de Tranvías Eléctricos de Granada. Fuente: (Castillo Martínez & Castillo Vergara, 2014, pág. 21).
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 49
5. RECOPILACIÓN BIBLIOGRÁFICA Y
DIGITALIZACIÓN DE PROYECTOS
CONSTRUCTIVOS, TEXTOS TÉCNICOS
Y ATLAS GRÁFICOS.
5.1.1. INTRODUCCIÓN.
La fábrica azucarera Nuestra Señora del Pilar se encuentra ubicada al este de
Motril, en la llamada Rambla de las Brujas. Se trata de la más antigua de cuantas
quedan en pie en el litoral granadino, hecha excepción de Nuestra Señora del Rosario,
en Salobreña.
El edificio de la fábrica fue diseñado por el arquitecto granadino D. Francisco
Giménez Arévalo, cuya influencia veremos en otros de los casos de estudio. Dirigió la
ejecución de la casa y almacenes en 1882, y de las cuatro naves en 1883.
52 Agustín Castillo Martínez
Figura 12. Proyecto de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar: sección y alzados de pilares, con doble tipología.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 55
Figura 13. Proyecto de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar: sección longitudinal de edificio de centrifugadoras y
almacenes. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas
56 Agustín Castillo Martínez
Figura 14. Proyecto de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar: alzados de columnas, con detalles de integración en
forjado y cimentación. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 57
5.2.1. INTRODUCCIÓN.
Como se ha comentado en el capítulo anterior, la primera fábrica de remolacha
de la provincia de Granada y de todo el territorio nacional -conocida como “El Ingenio
de San Juan”- fue promovida por el farmacéutico de origen onubense Juan López-
Rubio Pérez el 17 de noviembre de 1881, al asociarse con Juan Creus para constituir la
compañía “Creus y Rubio”.
Las obras se prolongaron del 6 de abril al 6 de noviembre de 1882, con el
proyecto y la dirección de obra del arquitecto Francisco Giménez Arévalo. Emplazada
junto a la Acequia Gorda, la compañía Fives-Lille suministró el material industrial,
“llevando a cabo su montaje el ingeniero francés Alberto Borghi, que ya venía
operando en las fábricas de la costa […]” (Martín Rodríguez, Giménez Yanguas, &
Piñar Samos, 1998, pág. 217).
Con capacidad de procesar 100 toneladas diarias de remolacha, disponía de
batería de difusores para la extracción de los jugos, sistema de cubas cerradas para
obtener la evaporación al vacío, depuración y concentración de los mismos, así como
batería de turbinas centrifugadoras para separación del azúcar de la melaza.
Se localizó una parte de los planos originales de la fábrica en la colección
privada de D. Miguel Giménez Yanguas. Se procedió al escaneo de los distintos planos
en abril de 2008, empleándose el Software IpScan 1.0, con resolución de 300 ppp,
profundidad de 32 bits y almacenamiento digital en ficheros de formato TIFF sin
compresión.
Dada la antigüedad de los documentos, y por consiguiente el delicado estado de
varios de los planos, en algunos casos se procedió al escaneo de los documentos en
partes y a su posterior tratamiento con software de procesamiento digital de imágenes,
para obtener su definitiva configuración en un solo archivo.
El diseño general de la fábrica consiste, arquitectónicamente, en edificios con
muros de carga de ladrillo, con apoyos interiores de fundición gris, y con cubierta
diseñada en madera. Pasamos a describir los planos correspondientes.
58 Agustín Castillo Martínez
Figura 15. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalle de estructura de cubierta. Fuente: Colección privada M.
Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 59
Figura 16. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalles de estribos en extremos de tirantes de los caballetes.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas
60 Agustín Castillo Martínez
Las tejas quedan espaciadas 33 cm entre sí, es decir, tres tejas por cada metro de
cubierta medido en sección transversal, quedando las tres últimas sobre el muro de
carga y conformando un pequeño alero. En total, cada cara de la cubierta alberga
diecisiete filas de tejas.
Las vigas vienen reforzadas con cables tirantes de acero que unen los extremos
de la sección, para evitar la apertura de la estructura por los esfuerzos horizontales. La
longitud de estos cables de acero, que penetran horizontalmente las vigas en todo su
espesor, es de 7,62 m.
Unas pequeñas piezas a modo de estribo en los extremos, que se enganchan a las
vigas en el punto de integración en el muro, suplementan la longitud total del cable para
alcanzar el vano entre muros, que se describe de 7,82 m. Quedan descritas en el plano
de detalle de la figura 16.
Desde el encuentro de las vigas de madera en cumbrera desciende un cable
vertical, central en la sección, que se encuentra en el punto medio del tirante con éste, y
cuya longitud se describe como 2,82 m.
Como hemos referido anteriormente, la figura 16 muestra plano de detalle de los
estribos de los tirantes, a escala ½. Incluye un interesante resumen de mediciones de
herrajes, a modo de contabilidad del total de peso de hierros utilizado. El listado es el
siguiente:
Figura 17. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalle de cubierta. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
62 Agustín Castillo Martínez
Por último, el extremo del tirante, con rosca de tornillo de 180 mm, se une al
estribo mediante dos tuercas que quedan situadas en la parte interior del mismo. En este
plano, se describe el largo total de los tirantes como 11,560 m, y su diámetro, como 25
mm.
En la figura 17 tenemos un plano de detalle del encuentro de la cubierta con el
muro de carga y los tirantes de acero. En él, podemos apreciar que el ancho del muro de
carga viene definido en 500 mm, que, en el encuentro con la cubierta, aumenta
escalonadamente a 560, 620 y 700 mm cada seis centímetros de altura, conformando un
alero que sobresale 20 cm del muro.
Aparece de nuevo el perfil del estribo, unido a la viga de madera mediante el
tornillo, y confirmándose los 60 cm de longitud del mismo y el valor de 11,56 m de
longitud establecido en el plano anterior para los tirantes metálicos.
Se especifica, sin embargo, en este plano, la distancia entre la viga de madera y
la cubierta en 140 mm en lugar de los 100 mm anteriormente descritos, describiéndose
asimismo las piezas sobre las que reposan cubierta, viga y tejas, y conformándose todo
ello sobre el alero antes citado.
La longitud del tirante vertical es, en este caso, de 5,25 metros, y el canto de las
vigas de madera, de 250 mm en lugar de 200. Se confirma en este plano la distribución
de las tejas cada 330 mm, es decir, a tres tejas por metro lineal de cubierta.
Figura 18. Proyecto del Ingenio de San Juan: alzados y secciones de pilares de fundición. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
4 columnas B.
Figura 19. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalle en alzado de prolongación de pilares a través del forjado.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 67
68 Agustín Castillo Martínez
1 columna C.
1 columna D”.
Figura 20. Fachada del Ingenio de San Juan, estado actual. Fuente: (Giménez Yanguas & Reyes Mesa, 2015, pág.
41).
Figura 21. Distribución interior de la maquinaria industrial. Fuente: (Giménez Yanguas & Piñar Samos, 1999).
Figura 22. Distribución interior de la maquinaria industrial (y 2). Fuente: (Giménez Yanguas & Piñar Samos, 1999).
70 Agustín Castillo Martínez
5.3.1. INTRODUCCIÓN.
Proyectado por el arquitecto D. Francisco Giménez Arévalo, fue construido
entre los años 1889 y 1890. Consta de dos edificios de tipología industrial: la azucarera,
con dos naves de ladrillo paralelas y unidas, de 83,5 m de longitud y 12,5 de ancho cada
una, y la alcoholera, conformada por edificación de 66 m de largo por 12 de ancho, en
tres cuerpos.
En el primero, se alojaban los instrumentos industriales de fabricación del
azúcar, además de los almacenes, estando una de las naves reservada para las calderas
de vapor. La alcoholera albergaba la torre de destilación del alcohol en el cuerpo central
de mayor altura, estando los otros dos cuerpos destinados a la fermentación de las
melazas y los depósitos metálicos que servían de almacén del producto (Giménez
Yanguas & Reyes Mesa, 2015).
Figura 23. Edificio de la alcoholera del Ingenio del Señor de la Salud en julio de 2009. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 71
Figura 24. Proyecto de la Fábrica Azucarera Nuestro Señor de la Salud: sección transversal de cubierta. Fuente:
colección privada M. Giménez Yanguas
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 73
Las vigas de madera proyectadas tienen una sección de 250 mm de grosor y 140
de ancho, adjuntándose igualmente un detalle de la cumbrera, en este caso ligeramente
más ancho.
En la figura 25, que refiere al plano nº 20 del proyecto, también en escala 1/10
en el original, se describe con total detalle el diseño completo de las cubiertas de
madera.
Por una parte, se describen los caballetes del “salón de aparatos”, coronados con
un magnífico lucernario en este diseño definitivo. D. Francisco Giménez Arévalo hace
referencia al objeto del diseño, esto es, a que “llevan éstos linternas para la salida de
los vapores y la conservación del maderaje”. La cubierta del lucernario viene protegida
por tres tejas a cada lado, es decir, un total de 1 m de longitud (ya que las tejas están
diseñadas con 330 mm de longitud, como en el Ingenio de San Juan).
Los caballetes de la cubierta vienen definidos mediante dos series de vigas de
madera. La primera serie, llamada de “cota negra”, de 250 mm de grosor y 120 de
anchura, tiene una longitud de 3,6 m para el salón de centrífugas, 3,4 m para el de
aparatos y 3,45 m para el salón de molinos. La segunda serie, llamada “de cota roja”,
posee una sección de 250 mm de grosor y 70 de anchura, y longitudes que varían desde
los 1,8 m del salón de centrífugas, pasando por los 1,7 m del salón de aparatos y 1,725
m del salón de molinos.
La nota del proyectista a este respecto tiene importancia desde el punto de vista
histórico: “N. B. Si se hacen los caballetes con simples tabicones de 70x250 conforme a
lo que arreglamos en Motril, se tomarán las cotas rojas”. D. Francisco Giménez se
refiere, posiblemente, al diseño de la Fábrica Azucarera de Nuestra Señora del Pilar, en
Motril (1882), anteriormente descrita.
Los listones verticales de la cubierta, de 50 mm de grosor (70 mm en los
extremos), quedan separados 0,5 m entre sí. Los apoyos de éstos, de 70 mm por 140
mm de espesor, quedan integrados 40 mm en la viga de la cubierta, de modo que dejan
entre ésta y los listones verticales anteriormente mencionados un espacio de 100 mm.
Están espaciados 2 m entre sí, aunque se hace mención a que debe cambiarse esta
separación a 1 m en caso de usar vigas de 80 x 100 mm de sección en lugar de las de 70
x 140 mm proyectadas.
74 Agustín Castillo Martínez
Figura 25. Proyecto del Ingenio de Nuestro Señor de la Salud: estructura y detalles de la cubierta. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 75
Figura 26. Estado del lucernario del "salón de aparatos" en julio de 2009. Fuente: Elaboración propia.
molinos con los del salón de generadores y taller del negro con un canalón de
desagüe”.
En la figura de detalle en alzado podemos observar la integración de las
cubiertas de madera, de 250 y 200 mm de espesor respectivamente, en el muro
medianero de carga, de 500 mm de grosor. En el centro de éste se diseña un canalón de
200 mm x 200 mm de sección para evacuación de las aguas.
Los encuentros de la cubierta con los muros extremos, diseñados en 600 mm de
espesor, se realizan a 8 m del nivel del suelo, mediante solución detallada, que incluye
la integración en el muro de viga de madera y conexión con el estribo del tirante de
acero.
Figura 27. Estado de la cubierta de la nave de generadores en julio de 2009. Fuente: Elaboración propia.
5.4.1. INTRODUCCIÓN.
Situada en el término municipal de Armilla, la fábrica azucarera de Santa Juliana
es otro de los proyectos que llevó a cabo el arquitecto D. Francisco Giménez Arévalo.
Fue inaugurada en 1890, y llegó a tener una capacidad de procesamiento de 500 t de
remolacha al día.
En 1903 fue comprada por la Sociedad General Azucarera de España, que en
1931 la convirtió en almacén y taller de reparación de la maquinaria de sus otras
azucareras en Granada.
El recinto constaba de una vivienda para el Director de la fábrica, viviendas para
empleados, talleres de carpintería, cuadra y cochera; una capilla, un edificio para
báscula y una pequeña fábrica de negro animal. Todos estos edificios adyacentes fueron
demolidos para la ejecución del proyecto de rehabilitación de las instalaciones, que
fueron transformadas en recinto ferial, tras su venta al Ayuntamiento de Armilla en
1970. La principal nave de fabricación es hoy en día el pabellón principal del recinto,
cuya sociedad gestora, FERMASA, fue constituida en 1983.
Figura 28. Fachada de la Fábrica de Santa Juliana, c. 1890. Fuente: (Giménez Yanguas & Reyes Mesa, 2015).
78 Agustín Castillo Martínez
Figura 29. Proyecto de la Azucarera de Santa Juliana (Armilla): sección longitudinal de nave principal. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas
80 Agustín Castillo Martínez
5.5.1. INTRODUCCIÓN.
La Azucarera de San Isidro estuvo en funcionamiento entre los años 1901 y
1983. Está emplazada en el actual barrio de La Bobadilla de Granada, y llegó a tener
una capacidad máxima de procesamiento de 1.000 toneladas de remolacha al día,
conservándose en la actualidad íntegramente los edificios.
La fábrica llegó a albergar casi 600 trabajadores, repartidos en tres turnos de
trabajo continuado, lo que generó el desarrollo de una pequeña aldea de servicios
alrededor del recinto. Éste acabó teniendo parada de tranvía y, posteriormente, de
autobús, al encontrarse situado en la antigua Carretera de Málaga.
Figura 30. Estado del recinto fabril de San Isidro en noviembre de 2007. Fuente: Elaboración propia.
Figura 31. Estado de la Fábrica de San Isidro en julio de 2009. Fuente: Elaboración propia.
82 Agustín Castillo Martínez
Figura 32. Plano de planta, sección longitudinal y secciones transversales del proyecto original de la Fábrica de
San Isidro (1901). Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
84 Agustín Castillo Martínez
Figura 33. Batería doble de difusores. Fuente: Catálogo B.M.A., colección privada M. Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 85
La dirección decidió finalmente instalar un sistema triple, hecho que difiere del
diseño original. Esta tecnología, propia de la industria del azúcar de remolacha, también
fue añadida a la molturación de la caña de azúcar en distintas fábricas de la Costa, con
el objetivo de aumentar los rendimientos industriales de la extracción de la sacarosa de
los jugos; uno de sus primeros promotores en este sentido fue el Marqués de Larios, que
comenzó a añadir el proceso en varias instalaciones fabriles de la Costa granadina y
malagueña a partir de 1870.
A modo de anexo, se adjunta la digitalización del catálogo de maquinaria de la
compañía B. M. A., que resulta de gran interés para la reconstrucción del recinto desde
el punto de vista de la arqueología industrial.
5.6.1. INTRODUCCIÓN.
La fábrica azucarera de La Vega ha estado en funcionamiento desde 1904 hasta
1982, representando uno de los mejores ejemplos industriales del azúcar de remolacha
en la provincia, llegando a alcanzar una capacidad diaria de molturación de 400 t.
Uno de los secretos de su longevidad y buena salud económica, hasta en los
momentos más difíciles, fue la incorporación de muchos agricultores al accionariado,
que se comprometían a entregar 30 t de remolacha por acción y año para su
procesamiento. Este método de implicación de los accionistas en la producción también
apareció con mucha importancia en la Fábrica de San Isidro.
Emplazada en plena Vega granadina, entre Atarfe y Pinos Puente, implantó de
forma muy temprana acceso ferroviario de la línea Granada-Bobadilla mediante
apeadero en sus instalaciones, para suministro de remolacha y carbón y transporte del
azúcar producido.
Incorporó de forma posterior fábrica alcoholera, tan popular en los recintos
azucareros por la facilidad de obtención de alcohol de los subproductos del proceso
industrial del azúcar. En los años 50-60 se ejecutó ampliación de instalaciones, para
acondicionar mejor el proceso productivo y las condiciones de trabajo y de los
laboratorios.
86 Agustín Castillo Martínez
Figura 34. Vista desde Sierra Elvira de la Fábrica de la Vega en los años 70. Fuente: Colección privada del autor.
Figura 35. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: portada de plano de cimentaciones. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
88 Agustín Castillo Martínez
Figura 36. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección transversal de nave de carbonatación. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas.
90 Agustín Castillo Martínez
Figura 37. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: planta y alzado de centrifugadora. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 91
Figura 38. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: planta y sección longitudinal de nave almacén; detalles de
integración de pilares en forjado y cimentación. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 93
Figura 39. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: planta y detalles en alzado de las vigas metálicas. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas.
94 Agustín Castillo Martínez
Ésta incorpora dos huecos en el forjado para albergar las calderas, que vendrán
reforzados con distintos perfiles metálicos, detallados aparte. La variedad en este caso
de los perfiles en doble T es enorme, y son los siguientes: 304 x 154 x 14 mm, 204 x
149 x 9 mm, 220 x 103 x 13 mm, 220 x 98 x 8 mm, 220 x 86 x 10 mm y 200 x 95 x 7
mm.
Figura 40. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección transversal de cimentaciones. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
96 Agustín Castillo Martínez
Figura 41. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección longitudinal de cimentaciones. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 97
Figura 42. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección longitudinal y transversal de edificaciones.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
98 Agustín Castillo Martínez
Figura 43. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección transversal de las instalaciones de sulfitación.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
100 Agustín Castillo Martínez
Figura 44. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: plano de replanteo y referencias en planta. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 101
Figura 45. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección de instalaciones de difusión y filtros-prensa.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
102 Agustín Castillo Martínez
5.7.1. INTRODUCCIÓN.
Con una capacidad de procesamiento de 500 t de remolacha al día, la Fábrica
Azucarera Nueva Rosario abrió sus puertas en 1905, con maquinaria suministrada por la
empresa francesa Fives-Lille. A partir de 1918, fue conectada a la red tranviaria
metropolitana de TEGSA.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 103
Figura 46. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: detalles del roblonado de la estructura metálica, en planta
y sección longitudinal. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
104 Agustín Castillo Martínez
Figura 47. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: planta de cimentaciones. Fuente: Colección privada M.
Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 105
Figura 48. Proyecto de reforma de la Fábrica azucarera de La Vega (1950): reformas en la estructura metálica de la
nave de malaxadoras. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
106 Agustín Castillo Martínez
Figura 49. Azucarera Nueva Rosario: solar, chimenea y almacenes aún en pie. Fuente: Colección privada del autor.
Figura 50. Proyecto de la Fábrica azucarera Nueva Rosario: detalles del roblonado de la estructura metálica, en
planta y sección longitudinal. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
108 Agustín Castillo Martínez
Entre otros detalles, podemos observar que el ancho entre los muros de carga (de
560 mm de espesor) de la fábrica es de 14,40 m. La distancia entre las vigas principales
del forjado es de 3,75 m.
5.8.1. INTRODUCCIÓN.
La Fábrica Azucarera “La Purísima” se encuentra situada en la ribera del río
Genil, junto al Puente de los Vados, y en el término municipal de Granada. Fue también
equipada por Fives-Lille, con capacidad de procesamiento de 500 t de remolacha
diarias.
Los primeros accionistas tenían la obligación, ya vista en otros casos, de
entregar 20 t de remolacha anuales por acción a la azucarera para su procesamiento
industrial. Tras la compra de parte del accionariado por parte de Tranvías Eléctricos de
Granada, que la unió a su red metropolitana, le fue instalada una línea de molinos para
el procesamiento de caña de azúcar, que la empresa hacía llegar desde la Costa a través
de su línea de transporte por cable Dúrcal-Motril.
Para el secado de pulpa, se instaló en 1930 un horno o secadero. Igualmente,
para la fabricación de alcohol disponía de instalación completa de columnas de
destilación y rectificación.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 109
Figura 51. Proyecto del acceso tranviario a la Fábrica Azucarera "La Purísima": planta de las instalaciones. Fuente:
Archivo Mº Fomento.
110 Agustín Castillo Martínez
Figura 52. Fábrica Azucarera "La Purísima", tras su inauguración, en 1905. Fuente: (Reyes Mesa & Giménez
Yanguas, 2014, pág. 106).
5.9.1. INTRODUCCIÓN.
El recinto fabril de Nuestra Señora del Carmen está situado en Benalúa, junto a
la acequia del mismo nombre y la línea ferroviaria Linares-Almería. Surge como
respuesta a la concentración de fábricas que estaba llevando a cabo la Sociedad General
Azucarera, y que en la comarca de Guadix había dado un paso importante con la
adquisición de la Fábrica de San Torcuato en 1904, clausurada en 1915 (dos años
después de ponerse en marcha Nuestra Señora del Carmen).
Figura 53. Fábrica Azucarera Nuestra Sra. del Carmen. Fuente: (Giménez Yanguas & Reyes Mesa, 2015, pág. 66).
Figura 54. Proyecto de la Fábrica azucarera de Nuestra Señora del Carmen en Benalúa: planta y alzado de
centrifugadora y su cimentación. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
114 Agustín Castillo Martínez
Figura 55. Portada del volumen gráfico de "Traité de l'Art de la Charpenterie". Fuente: (Émy, 1841-1842).
6. ESTUDIO COMPARATIVO DE
SISTEMAS CONSTRUCTIVOS.
Figura 56. Ampliación de plano original de columna de fundición con cimentación aislada en la Fábrica Nuestra
Señora del Pilar. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 57. Estado de cimentación aislada del Ingenio de Nuestro Señor de la Salud en julio de 2009. Fuente:
Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 119
Figura 58. Croquis con medidas sugeridas para cimentación de columna de fundición. Fuente: (Anónimo, 1909).
Figura 59. Plano original de detalle de implantación de columnas de fundición en rocas en la Fábrica Azucarera de
La Vega (ampliación). Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 60. Detalle de implantación de columnas de fundición en el cimiento. Fuente: (Anónimo, 1909).
Figura 61. Ampliación del plano original de zapata corrida en la Fábrica Azucarera de La Vega. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
Figura 62. Ampliación del plano original de las zapatas corridas bajo los muros de la Fábrica de Santa Juliana.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 123
Figura 63. Ampliación del plano original del muro de carga del Ingenio de San Juan. Fuente: Colección privada M.
Giménez Yanguas.
Estas tipologías de cornisa quedan bien documentadas en los citados apuntes del
curso escolar 1908/1909 de la Escuela Especial de Arquitectura de Madrid:
Figura 65. Ampliación del plano original con espesores en muros de carga exteriores y medianeros en Fábrica de
Santa Juliana. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 66. Ampliación del plano original de planta de la nave principal de la Fábrica Azucarera Nuevo Rosario.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 68. Estribo del tirante de acero de la cubierta de madera del Ingenio de Nuestro Señor de la Salud. Fuente:
Elaboración propia.
tres tejas por metro lineal de cubierta. Esta disposición, que pudimos ver en las figuras
15 y 17, y que vemos ampliada en la 69, era muy usual en la época, como podemos
documentar en las figuras 70 y 71, obtenidas del “Traité de l’art de la charpenterie” de
Amand Rose Émy (1841), y de los citados apuntes de Construcción (c. 1909),
respectivamente:
Figura 69. Ampliación del plano original de cubiertas de madera del Ingenio de San Juan. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
Figura 71. Croquis de disposición de las tejas sobre la cubierta de madera. Fuente: (Anónimo, 1909).
Este sistema continuó siendo muy utilizado, con variaciones, durante la primera
mitad del siglo XX, como podemos ver en el manual británico “The New Carpenter and
Joiner”, editado en 1952. Uno de sus croquis al respecto se muestra en la figura 72.
128 Agustín Castillo Martínez
Figura 72. Disposición esquemática de tejados sobre estructuras de madera a mediados del siglo XX. Fuente:
(Boughton & Ryder, 1952).
En la figura 73, extraída del artículo “Des divers systèmes de couverture. Étude
comparative” de la edición de 1861 de la revista técnica parisina “Revue générale de
l'architecture et des travaux publics”, podemos ver otras disposiciones de tejados sobre
cubiertas de madera, al uso en la segunda mitad del XIX en Centroeuropa.
Figura 73. Distintos tejados sobre cubierta de madera. Fuente: (Daly, 1861).
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 129
La tipología usada a mediados del XIX, sin tirantes de acero, fue evolucionando
progresivamente hasta el comienzo del siglo XX para incorporar poco a poco los nuevos
materiales metálicos. Así, y aunque el diseño original del Ingenio del Señor de la
Salud (figura 74) no incorporaba ninguna viga horizontal de madera que apuntalara el
caballete, finalmente fue instalada, tal vez por influencia de la tradición arquitectónica
de mediados del XIX, que incorporaba este sistema al carecer de sistemas de tracción
metálicos, como el que proporciona el tirante. Cabe destacar que el tirante vertical de
acero se instala, pero no alcanza la cumbrera en longitud, sino tan solo la viga
horizontal de madera. Podemos ver el mismo diseño en la Fábrica Azucarera del Pilar
(1882), con cubierta de madera recién restaurada (figura 75).
Figura 74. Ampliación de plano original de caballetes para cubierta de madera en Ingenio Nuestro Señor de la
Salud. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 75. Cubierta de madera restaurada en Fábrica Azucarera del Pilar (1882). Fuente: Elaboración propia.
Figura 76. Caballetes y cubiertas de madera a mediados del XIX. Fuente: (Émy, 1841-1842).
caso se dispusieron vigas de madera para llevar a cabo la labor del tirante de tracción,
de 300 x 140 mm de sección, al igual que una sección de madera se encuentra haciendo
la labor del tirante vertical, en formas muy parecidas a las que apreciábamos en la figura
76, más propias de mediados del XIX. Es de destacar, por tanto, la audacia y el
conocimiento de los nuevos materiales por parte del proyectista de los Ingenios de San
Juan y Nuestro Señor de la Salud, anteriores en el tiempo.
Mención aparte merece el caso de estudio de la Fábrica de San Isidro, por lo
complejo de su historia constructiva respecto a la cubierta.
6.5.CUBIERTAS METÁLICAS.
Así, en la figura 77 podemos ver la ampliación del plano de sección transversal
de la Fábrica de San Isidro, donde figura una cubierta de cerchas de madera
proyectada para la nave principal.
Figura 77. Ampliación del plano de sección transversal de la Fábrica de San Isidro. Fuente: Colección privada M.
Giménez Yanguas.
1878, como podemos ver en una de sus publicaciones, a cargo del Servicio de
Construcción del Ministerio de Agricultura y Comercio de la República, para difundir
los trabajos de los pabellones internacionales (figura 80).
Figura 78. Estado de la cubierta metálica de la Fábrica de San Isidro en marzo de 2008. Fuente: Elaboración
propia.
Figura 79. Cartelas de unión en las barras de las cerchas de la ampliación de la Fábrica de San Isidro. Fuente:
Elaboración propia.
Figura 80. Detalle de unión de barras de una cercha. Fuente: (Ministére de L'Agriculture et du commerce, Service
de la Construction, 1878).
Figura 81. Detalles de unión de barras de cerchas metálicas, y otras uniones. Fuente: (Marvá Mayer, 1916).
En cualquier caso, los nuevos diseños de las cerchas metálicas partieron del
conocimiento que los arquitectos e ingenieros tenían del comportamiento de estructuras
similares de madera, que, poco a poco, fueron tomando sus propias formas, y siendo
más audaces gracias a las facultades elásticas que proporcionaban los nuevos aceros. En
la figura 82 podemos ver algunos de los croquis y cálculos propuestos en el atlas gráfico
de Marvá Mayer en 1916 a este respecto, aún muy esquemáticos.
Otra tipología aplicada a cubiertas que comenzó a utilizarse, incluso aplicada a
cubiertas de madera, como en el caso de la Fábrica Azucarera de La Vega, fueron las
escuadras de refuerzo para puntos de empotramiento.
134 Agustín Castillo Martínez
Figura 82. Croquis de cerchas y estructuras de pórtico. Fuente: (Marvá Mayer, 1916).
Figura 83. Ampliación de detalle de escuadra metálica de refuerzo en cubierta de madera, planos originales de la
Fábrica Azucarera de la Vega. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 85. Columna de fundición en atlas de principios del XX. Fuente: (Vierendeel, 1902).
Figura 86. Pilares de fundición y vigas de acero en manual de principios del XX. Fuente: (Vierendeel, 1902).
En San Isidro son más audaces, encontrándose separaciones entre ejes de hileras de
4,00 m, 4,10 m, 4,20 m y 4,80 m. Podemos ver esta tipología en la figura 87.
Figura 87. Columna de fundición gris en Fábrica de San Isidro. Fuente: Elaboración propia.
En la figura 88 podemos ver la citada evolución del diseño de los capiteles de las
columnas de fundición con el cambio de la tipología de vigas de madera a acero; estas
segundas son las que podemos ver en la figura 87, en San Isidro. Se trata de croquis de
los mencionados apuntes de Construcción de la E. E. de Arquitectura de Madrid (c.
1909).
Figura 88. Capiteles de columna de fundición para sostenimiento de vigas de madera (88a) y perfiles de acero
(88b). Fuente: (Anónimo, 1909).
138 Agustín Castillo Martínez
La figura 89 refleja una de las láminas que acompañaban a los citados apuntes,
que documenta muy bien la tipología empleada en el caso de la Fábrica Azucarera
Nuestra Señora del Pilar, en Motril, inaugurada en 1882, y que podemos ver en la
figura 90, en su estado actual (edificio de almacenes). Las columnas fueron fabricadas
por “Pastor y Cía” en sus talleres de Granada.
Figura 89. Detalle de capitel de columna de fundición e integración con viga de madera. Fuente: (Anónimo, 1909).
Figura 90. Pilares de fundición sosteniendo vigas de madera en edificio de almacenes de la Fábrica Azucarera
Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882). Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 139
Figura 91. Ampliación de plano original de la Fábrica Azucarera de La Vega, con detalle de capitel de columna de
fundición y apoyo de perfiles de acero laminado. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 92. Detalle de capitel de columna de fundición y apoyo de perfiles de acero laminado. Fuente: (Anónimo,
1909).
Figura 93. Prolongación de pilar de fundición a través del forjado en sucesivos niveles, en la Fábrica de San Isidro.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 94. Ampliación de plano en alzado de prolongación de pilar de fundición en Ingenio de San Juan (1882).
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 141
Figura 95. Cambio en tipologías estructurales en las columnas de dos plantas sucesivas, correspondientes a dos
períodos constructivos diferentes, en la Fábrica de San Isidro. Fuente: Elaboración propia.
como pudimos ver en la figura 90, y se corresponde con el último cuarto del siglo XIX.
En la ampliación de la maquinaria de la fábrica de 1929 podemos ver distintos pilares
ejecutados mediante secciones de acero laminado (figura 96), muy similares a las que
aparecen en la misma década en la Fábrica de San Isidro en la Vega granadina.
Figura 96. Columnas de perfiles de acero laminado en Fábrica Nuestra Señora del Pilar (Motril). Fuente:
Elaboración propia.
La nueva solución estructural por medio del acero era muy conveniente, sobre
todo, por el aligeramiento de las columnas. Hay que recordar que las tipologías de
fundición del Ingenio de San Juan, según los datos recogidos en los planos del proyecto,
oscilaban entre un peso de 240 y 528 kg por columna (para una sola altura), lo que da
una idea de la inversión en fundición gris que había que realizar.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 143
A esta desventaja hay que unir la difícil manipulación y puesta en obra de estas
pesadísimas columnas. Las nuevas estructuras de acero, unidas mediante roblones,
podían transportarse e instalarse como secciones, pletinas y escuadras independientes, y
montarse “in situ” como elementos mucho más aligerados.
Además, las cualidades resistentes del acero laminado iban mejorando conforme
se iban conociendo más sus propiedades y las técnicas de fabricación de los altos
hornos. Este salto en la ciencia de materiales hizo que la industria de la construcción
granadina no pudiera mantenerse en la carrera tecnológica por la fabricación férrica, ya
que aunque diversas casas elaboraban fundición gris en la provincia a finales del XIX,
sucedió que ninguna industria de altos hornos para la fabricación de los modernos
aceros se estableció en Granada, teniendo que importar de otras regiones el nuevo y
preciado material (Málaga, y sobre todo Vizcaya).
El vestigio más antiguo de este tipo de columnas, entre los textos técnicos que
hemos presentado a estudio, lo encontramos en la obra de J. A. Vierendeel, editada en
1902, y que podemos observar en la figura 97. Hemos visto que su implantación fue un
hecho en la industria azucarera granadina a partir de los años 20.
144 Agustín Castillo Martínez
Figura 98. Refuerzo de vigas de acero laminado alrededor de huecos para alojar maquinaria industrial en dos o
más niveles en la Fábrica de San Isidro. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 145
Se utilizan también estas vigas para el refuerzo de los huecos de los forjados
destinados a alojar maquinaria industrial en dos o más alturas, tanto en la fábrica de San
Isidro (figura 98), como en Nueva Rosario (figura 99) o en la Azucarera de La Vega.
Figura 99. Detalle de refuerzo de huecos en forjado mediante vigas de acero laminado en Fábrica Nueva Rosario
(1905). Además, servían de soporte para evaporadores y tachas. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.
En este último caso, se utilizan también estos perfiles para el apoyo directo de la
maquinaria de difusión, y estando las vigas de acero a su vez situadas sobre pequeñas
columnas de fundición gris, separadas 2 m entre ejes.
Por otra parte, tenemos constancia gráfica del uso de este tipo de vigas en la
Fábrica Nuestra Señora del Carmen de Benalúa (1913), como podemos ver en las
figuras 100 y 101, donde aparecen sostenidas sobre pilares de fundición gris.
También podemos encontrar (fig. 102) la tipología en algunas naves del
complejo fabril de Nuestra Señora del Pilar (1882), aunque sus diseños más antiguos,
como los de la nave de almacenes ya comentados, utilizan vigas de madera. También
pueden observarse en la ampliación estructural para nueva maquinaria que se realizó en
el recinto en 1929, como hemos visto en la figura 96, en combinación con columnas de
acero laminado.
146 Agustín Castillo Martínez
Figura 100. Uso de vigas de acero laminado en forjados de la sala de malaxadoras de la Fábrica Nuestra Señora
del Carmen, Benalúa (1913). Fuente: Colección privada M. D. Valdearenas Martín.
Figura 101. Uso de vigas de acero laminado en forjados de la Fábrica Nuestra Señora del Carmen de Benalúa
(1913) (y 2). Fuente: Colección privada M. D. Valdearenas Martín.
En la primera época (finales del XIX), para construir las secciones se unían
pletinas y escuadras mediante roblones, de modo que se conformaban las secciones
proyectadas como combinación de otras más simples. Esta metodología de diseño ha
quedado bien documentada en los atlas y textos técnicos de época.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 147
Figura 102. Vigas de acero laminado en forjados en Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882). Estado de la
restauración parcial en abril de 2008. Fuente: Elaboración propia.
Figura 103. Croquis de conformación de perfil en doble T usando acero laminado y escuadras. Fuente: (Anónimo,
1909).
Figura 104. Ilustraciones del uso de secciones de acero laminado para conformar un perfil en doble T. Fuente:
(Marvá Mayer, 1916).
Figura 105. Forjados de bovedillas en el recinto de la Fábrica de Nuestra Señora del Pilar (1882, Motril), durante el
proceso de restauración (abril de 2008). Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 149
Figura 106. Forjado de bovedillas en Fábrica de San Isidro, ubicado en la zona de la primera construcción (1901).
Fuente: Elaboración propia.
En todos los casos, los forjados descansan sobre vigas de acero laminado, como
también podemos ver en los planos de la Fábrica Azucarera de La Vega (1904), y
150 Agustín Castillo Martínez
más concretamente, en la figura 42. En este caso de estudio, además de contar con este
sistema constructivo en el diseño original, podemos verlo aplicado nuevamente en la
ampliación de 1950 (figura 107).
Figura 107. Detalle de plano original de la reforma de la Fábrica de La Vega en 1950. Fuente: Colección privada M.
Giménez Yanguas.
Figura 109. Croquis de forjado de bovedillas, variante con ladrillo hueco. Fuente: (Chabat & Monmory, 1881).
Figura 110. Forjado de bovedillas, variantes con rasillas y con ladrillos huecos. Fuente: (Vierendeel, 1902).
Nuestra Señora del Pilar, que fue trasladado en 1929 desde la Fábrica del Conde de
Benalúa en Láchar. Podemos ver ampliación del plano de alzado correspondiente al
horno de la Fábrica Azucarera de La Vega en la figura 114.
Figura 111. El conjunto industrial de la Fábrica de Nuestra Señora del Pilar en Motril (1882) está considerado
como uno de los cinco más importantes de España desde el punto de vista del Patrimonio Industrial. Fuente:
Elaboración propia.
Figura 112. Columna de destilación de alcohol Egrot (1890). Fuente: (Martín Rodríguez & Malpica, 1992).
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 153
Figura 113. Edificio de la alcoholera de San Isidro (noviembre de 2007). Fuente: Elaboración propia.
Figura 114. Ampliación del plano de alzado del horno de cal de la Fábrica Azucarera de La Vega (1904). Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas.
154 Agustín Castillo Martínez
Sin embargo, ninguno de ellos supera el carácter icónico de las chimeneas de las
fábricas azucareras, que se han convertido en auténtico referente paisajístico de la Vega
y la Costa de Granada. La mayor parte se ejecutaron en fábrica de ladrillo, y podemos
ver una ampliación del diseño de la chimenea de la Fábrica Azucarera de La Vega
(1904) en la figura 115, de 50 metros de altura.
Figura 115. Ampliación de plano de alzado de la Fábrica Azucarera de La Vega (1904). Fuente: Colección privada
M. Giménez Yanguas.
Algunas de las más representativas aún en pie son las de la Fábrica Nuestra
Señora del Carmen (1913), en Benalúa, y la de San Isidro (1901), en Granada. Podemos
verlas en las figuras 116 y 117, respectivamente.
Figura 116. Fábrica Azucarera Nuestra Señora del Carmen (1913, Benalúa) en octubre de 2012. Fuente:
Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 155
Figura 117. Fábrica de San Isidro (Granada, 1901) en marzo de 2008. Fuente: Elaboración propia.
Figura 118. Fábrica Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882) en abril de 2008. Fuente: Elaboración propia.
156 Agustín Castillo Martínez
Figura 119. Forjado de madera en Fábrica Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882). Fuente: Elaboración propia.
Figura 120. Lucernario en Fábrica de San Isidro, con chimenea reforzada al fondo. Fuente: Elaboración propia.
Figura 121. Refuerzos anulares de acero a modo de zuncho en chimenea de Fábrica de San Isidro. Fuente:
Elaboración propia.
158 Agustín Castillo Martínez
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 159
7. CARACTERIZACIÓN DE MATERIALES
CONSTRUCTIVOS MEDIANTE ENSAYOS
DE LABORATORIO.
“[…] los factores que influyen en la calidad de este producto y que pueden
favorecer o retrasar su deterioro. Hoy en día la producción de ladrillos se ha
transformado de arte en ciencia, lo que debería garantizar una producción más
homogénea y cualificada. Sin embargo, la sustitución parcial de ladrillos antiguos con
(sic) otros modernos suele ser en muchos casos inoportuna”. (Ontiveros Ortega, 2006,
pág. 147).
Nombre de la muestra Soga (cm) Tizón (cm) Grueso (cm) Masa en seco (g)
B1 23,5 11 7 3.094,4
B2 23,5 11 7 3.068,2
B3 23,5 11 7 2.897,6
B4 23,5 11 7 3.594,3
C 24 11 5,5 2.505,6
F1 21 10 4 1.299,8
F23 21 10 4 694,8
G1 22 10 3,5 1.189,21
G2 22 10 3,5 1.123,6
G3 22 10 3,5 1.115,9
Tabla 3. Características geométricas y físicas de las muestras cerámicas. Fuente: Elaboración propia
3
La muestra consistía en no más de medio ladrillo, como puede verse en su peso en seco.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 163
7.1.3. RESULTADOS.
resistencia comprendidos entre los 60 y los 140 kp/cm2. Resistencias por debajo de los
60 kp/cm2 se consideran inaceptables.
Tabla 4. Resumen de resultados de los ensayos de rotura a compresión simple de muestras cerámicas. Fuente:
Elaboración propia
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 167
7.2.1. INTRODUCCIÓN.
Una técnica que se suele emplear en el estudio del sistema poroso de los ladrillos
es la porosimetría de inyección de mercurio, que informa sobre la distribución de los
diferentes tamaños de los poros existentes en la cerámica. Mediante esta técnica, se
suele observar un desplazamiento hacia poros de radio de acceso más grande conforme
sube la temperatura de cocción.
Las rocas naturales son agregados de minerales dispuestos de tal manera que
entre ellos se genera una serie de espacios vacíos. Estos espacios constituyen la
porosidad, que se define como el porcentaje en volumen de espacios vacíos que presenta
el material respecto a su volumen total. Pueden aparecer como poros y fisuras,
constituyendo uno de los componentes más importantes en las rocas desde el punto de
vista de su comportamiento físico, jugando un papel importante en el proceso de
degradación química, cuando éstos están intercomunicados. En este caso, más que la
cantidad de poros, influye su forma, tamaño y distribución. Mediante este ensayo,
intentaremos determinar estas variables.
Siendo la porosidad total un dato importante, no resulta decisivo para establecer
el comportamiento del material frente a los agentes de alteración; los aspectos que
realmente condicionan a largo plazo su comportamiento son el tamaño y la geometría de
los poros.
En relación con el tamaño, existen multitud de clasificaciones en función del
rango que viene definido por la resolución que nos dan las distintas técnicas de análisis
empleadas para su estudio. Una de las más extendidas es la de la establecida por la
IUPAC en 1976, propuesta por Russell en 1927, y que categoriza según el tamaño en
macroporos (>5 nm), mesoporos (2nm < radio < 5 nm) y microporos (<2 nm)
(Ontiveros Ortega, 2006).
EVACUACIÓN:
Initial evacuate (evacuación inicial): 5,0 psia/min
Switch to medium (cambio a medio): 0,50 psia
Switch to fast at (cambio a rápido): 900 μm Hg
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 169
METODOLOGÍA:
Porosimetría por intrusión de mercurio. Esta técnica permite conocer los valores
de densidad real y aparente, así como la porosidad total accesible al mercurio.
Igualmente, posibilita la determinación de la distribución porosimétrica, de la
macroporosidad y de la microporosidad, estableciéndose el límite entre ambas en 5
micrómetros de diámetro de poro. La importancia de determinar la macroporosidad y
microporosidad se basa fundamentalmente en el hecho de que, a igualdad de
condiciones, la microporosidad suele propiciar más la alteración de los materiales.
Se ha utilizado el porosímetro de mercurio MICROMERITICS, Autopore IV,
9500. El rango de medida de tamaño de poro comprende desde los 0,001 hasta 1000
micrómetros, y la presión ejercida para la intrusión del mercurio abarca desde 15 psi
hasta 60.000 psi. Las muestras a ensayar se han secado en estufa durante 24h a 70±5ºC,
y se han introducido en desecador a temperatura ambiente 1h antes de proceder con la
porosimetría. Durante la realización de los ensayos, la temperatura ha permanecido
constante, a 20±4ºC.
Baja presión:
Presión de vacío: 50 μm Hg
Tiempo de evacuación: 15 minutos
Presión de llenado de mercurio: 0.52 psia
Tiempo de equilibrado: 12 s
Máx. Vol. Intrusión: 0.002 ml/g
Alta presión:
Tiempo de equilibrado: 12 s
Máx. Vol. Intrusión: 0.002 ml/g
Estructura de poros:
Tortuosidad: 49.9358
Longitud característica: 3.2285 μm
Constante de permeabilidad: 0.00442
Presión umbral (calculada): 56.02 psi
Permeabilidad: 2.2753 mdarcy
172 Agustín Castillo Martínez
Figura 128. Diagrama de incremento de volumen de intrusión en muestra B-2. Fuente: CSIC.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 175
Baja presión:
Presión de vacío: 50 μm Hg
Tiempo de evacuación: 15 minutos
Presión de llenado de mercurio: 0.52 psia
Tiempo de equilibrado: 12 s
Máx. Vol. Intrusión: 0.002 ml/g
Alta presión:
Tiempo de equilibrado: 12 s
Máx. Vol. Intrusión: 0.002 ml/g
Estructura de poros:
Tortuosidad: 90.6946
Longitud característica: 2.0052μm
Constante de permeabilidad: 0.00442
Presión umbral (calculada): 90.20 psi
Permeabilidad: 2.1521 mdarcy
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 177
Figura 130. Diagrama de incremento de volumen de intrusión en muestra F-2. Fuente: CSIC.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 179
180 Agustín Castillo Martínez
Baja presión:
Presión de vacío: 50 μm Hg
Tiempo de evacuación: 15 minutos
Presión de llenado de mercurio: 0.52 psia
Tiempo de equilibrado: 12 s
Máx. Vol. Intrusión: 0.002 ml/g
Alta presión:
Tiempo de equilibrado: 12 s
Máx. Vol. Intrusión: 0.002 ml/g
Estructura de poros:
Tortuosidad: 0.4558
Longitud característica: 3.3774 μm
Constante de permeabilidad: 0.00442
Presión umbral (calculada): 53.55 psi
Permeabilidad: 3.1637 mdarcy
182 Agustín Castillo Martínez
Figura 132. Diagrama de incremento de volumen de intrusión en muestra G-3. Fuente: CSIC.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 185
186 Agustín Castillo Martínez
7.3.1. INTRODUCCIÓN
En cuanto a los ensayos de tipo químico, es decir, los centrados en los
constituyentes de los materiales cerámicos, uno de los más determinantes es el ensayo
de difracción de rayos X. Los ladrillos están compuestos por una “matriz” (material
plástico), “degrasantes” (o inclusiones, que disminuyen la plasticidad del material
cerámico, evitan retracciones y reducen el tiempo de secado, aumentando la resistencia
mecánica del producto final), “fundentes” (rebajan el punto de fusión), “colorantes” y
“cubiertas” o superficies de acabado (barnices, esmaltes, engobes).
En la matriz, las fracciones más finas están formadas por minerales de sílice,
silicatos y aluminosilicatos: illita, clorita, caolinita, micas y cuarzo. En la fracción más
gruesa se encuentran proporciones variables de cuarzo, mica, calcita, dolomita,
feldespatos y yeso, como minerales mayoritarios; y también pirita, siderita, hematites,
magnetita, en cantidades más pequeñas. Es posible encontrar cantidades generalmente
reducidas de materia orgánica y de sales solubles.
Los materiales degrasantes más empleados en la fabricación reciente del ladrillo
son la sílice, generalmente en forma de cuarzo, feldespatos, chamota, y, en algunos
casos, calcita. Los materiales fundentes típicos son los carbonatos, sulfatos y boratos
sódicos, feldespatos potásicos y sódicos.
Tras la cocción de los ladrillos, se verifican importantes cambios mineralógicos
y texturales, que se interpretan en función de los marcados desequilibrios de un sistema
que se parece, a pequeña escala, a los procesos metamórficos de alta temperatura. En
estas condiciones, un calentamiento rápido determina una anticipación en la reacción
mineral, impidiendo la formación de fases estables y favoreciendo la formación de fases
metaestables (Ontiveros Ortega, 2006).
La mineralogía de la materia prima arcillosa de partida y de los ladrillos puede
determinarse fácilmente mediante el uso de la difracción de rayos X. Estas técnicas
permiten deducir cuáles son las transformaciones mineralógicas que ocurren en los
ladrillos tras la cocción a alta temperatura. Entre ellas se incluye el colapso de la
estructura del feldespato potásico de baja temperatura (microclina u ortosa) y su
188 Agustín Castillo Martínez
Figura 136. Muestra de mortero extraído del ladrillo B3. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 193
Figura 137. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra B2. Fuente: CIC.
194 Agustín Castillo Martínez
Figura 138. Diagrama de DRX sobre la muestra B2 en negro, para resaltar el cuarzo. Fuente: CIC.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 195
Figura 139. Diagrama de DRX de la muestra B2, con ampliación sobre 12<2θ<38. Fuente: CIC.
196 Agustín Castillo Martínez
Figura 140. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra F2. Fuente: CIC.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 197
Figura 141. Diagrama de DRX de la muestra F2, con ampliación sobre 12<2θ<42. Fuente: CIC.
198 Agustín Castillo Martínez
Figura 142. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra G3. Fuente: CIC.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 199
Figura 143. Diagrama de DRX de la muestra G3, con ampliación sobre 10<2θ<35. Fuente: CIC.
200 Agustín Castillo Martínez
Figura 144. Comparativa diagramas DRX de las muestras B2, F2 y G3. Fuente: CIC.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 201
Figura 145. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra de mortero B3. Fuente: CIC.
202 Agustín Castillo Martínez
“[…] la presencia de calcita, dolomita, mica, etc, […] nos permite concluir que
la temperatura de cocción del ladrillo no fue muy elevada (posiblemente inferior a 750
ºC) […] Es un argumento de peso para desechar cerámicas con esta composición en la
recepción en obra.” (Ontiveros Ortega, 2006).
Además, y según las directrices que hemos dado en la introducción del capítulo,
no debemos confundir en los resultados la moscovita con la illita, también un
filosilicato del grupo de las micas, pero con algo más de silicio, magnesio, hierro y agua
en su composición, y menos aluminio tetrahédrico y potasio interlaminar:
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 203
Figura 146. Preparación de las cuatro muestras, separando pequeños fragmentos representativos para analizar
mediante difracción de rayos X. Fuente: Elaboración propia.
cálcico, y que resulta desaparecida en las matrices amorfas de los ladrillos, muy
posiblemente debido al proceso de cocción.
El positivo más interesante es el de la taumasita, un sulfato complejo hidratado
de calcio, con aniones adicionales de silicatos y carbonatos. Su aparición es propia de
zonas de metamorfismos de contacto, aguas geotérmicas o zonas marinas con presencia
de basaltos y tobas. Suele aparecer asociado a yesos o calcitas.
206 Agustín Castillo Martínez
El límite elástico forma parte del mismo modelo de propiedades físicas del
sólido, y denota la tensión máxima que un material elastoplástico puede soportar sin
sufrir deformaciones permanentes, es decir, sin entrar en la zona de comportamiento
plástico y siempre dentro de los límites de la ley de Hooke.
1 461 - - 25,5
2 466 - - 25,5
Tabla 8. Características geométricas de las muestras de acero, antes del ensayo. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 209
7.4.2. RESULTADOS.
La muestra número 1, de longitud inicial 46,1 cm, presentó una longitud tras el
ensayo de 49,1 cm. Se obtuvo un módulo de elasticidad longitudinal para la muestra de
218,6 GPa y un límite elástico de 311,8 MPa, con una tensión de rotura de 382,8 MPa.
210 Agustín Castillo Martínez
Figura 151. Sección de la muestra 1 tras el ensayo de rotura. Fuente: Elaboración propia.
La muestra número 2, de longitud 46,6 cm, midió 53,8 cm tras ser sometida a
ensayo, obteniéndose para ella un módulo de elasticidad longitudinal de 196,9 GPa y un
límite elástico de 230,6 MPa. La tensión de rotura alcanzó los 367,8 MPa.
Figura 154. Sección de la muestra 2 tras el ensayo de rotura. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 9. Resultados de los ensayos de rotura por tracción. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 213
7.5.1. INTRODUCCIÓN.
La determinación metalográfica de microestructuras de los materiales es un
proceso necesario para el conocimiento de la composición granulométrica de los
mismos, de modo que podamos prever las propiedades mecánico-químicas que tendrá
un material en su aplicación industrial o constructiva en el futuro, o como es en nuestro
caso, conocer la que tuvo en el pasado.
En el caso de los aceros, se trata de aleaciones hierro-carbono con
concentraciones apreciables de otros elementos aleantes. Existen miles de aceros de
diferentes composiciones y tratamientos térmicos. Los aceros se clasifican según su
contenido en carbono en: bajo, medio y alto contenido en carbono. Los aceros al
carbono sólo contienen concentraciones residuales de impurezas, mientras que los
aceros aleados contienen elementos que se añaden intencionadamente en
concentraciones específicas. Se clasifican de la siguiente forma, en cuanto a su
composición química:
d) La fundición gris tiene un contenido en carbono entre 2.5 y 4.0 % y de silicio entre 1
y 3 %. El grafito suele aparecer como escamas dentro de una matriz de ferrita o
perlita. El nombre se debe al color de una superficie fracturada. Desde un punto de
vista mecánico las fundiciones grises son comparativamente frágiles y poco
resistentes a la tracción. La resistencia y la ductilidad a los esfuerzos de compresión
son muy superiores.
e) La fundición dúctil o esferoidal se consigue añadiendo pequeñas cantidades de
magnesio y cerio a la fundición gris en estado líquido. En este caso, el grafito no se
segrega como escamas sino que forma esferoides, lo que confiere a la fundición
propiedades mecánicas diferentes. No es frágil y tiene propiedades mecánicas
similares a las de los aceros. Presenta una mayor resistencia a la tracción que la
fundición gris (García Aranda, 2004).
Figura 158. Imagen microscópica (10 aumentos) de la probeta 1. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 219
Figura 159. Imagen microscópica (20 aumentos) de la probeta 1. Fuente: Elaboración propia.
Figura 160. Imagen microscópica (50 aumentos) de la probeta 1. Fuente: Elaboración propia.
220 Agustín Castillo Martínez
Figura 162. Imagen microscópica (10 aumentos) de la probeta 2. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 221
Figura 163. Imagen microscópica (20 aumentos) de la probeta 2. Fuente: Elaboración propia.
Figura 164. Imagen microscópica (50 aumentos) de la probeta 2. Fuente: Elaboración propia.
222 Agustín Castillo Martínez
Figura 165. Imagen microscópica (10 aumentos) de la probeta 3. Fuente: Elaboración propia.
Figura 166. Estructura del acero hipoeutectoide con ferrita y perlita y bajo contenido de C, muy similar a la
muestra 1. Fuente: (Va Larre, 2015).
Figura 167. Estructura del acero hipereutectoide con recocidos de globulización, muy similar a la muestra 2.
Fuente: (Va Larre, 2015).
Figura 168. Estructura del acero hipoeutectoide con 0,5% de C, muy similar a la muestra 3. Fuente: (Va Larre,
2015).
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 225
En resumen, hemos obtenido una variedad muy amplia de aceros desde el punto
de vista del análisis de su composición química. Bien es cierto que las muestras
consideradas eran muy diversas en su concepción, y no son comparables desde el punto
de vista funcional.
Sin embargo, no existe en el estudio ánimo de realizar comparativas entre las
mismas, sino precisamente de poner de manifiesto las diferentes composiciones del
acero para los distintos usos del mismo en la construcción de la fábrica de San Isidro.
Los análisis son de gran utilidad para la redacción de proyectos de rehabilitación de
entornos industriales similares en antigüedad y concepción al que nos ocupa.
226 Agustín Castillo Martínez
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 227
8. INFLUENCIA CENTROEUROPEA EN EL
PROYECTO DE LAS
INFRAESTRUCTURAS INDUSTRIALES
DEL AZÚCAR.
Figura 169. Portada de “L'Architecture Usuelle”, revista técnica de arquitectura del XIX. Fuente: Colección privada
M. Giménez Yanguas.
La gran dificultad de este tipo de ediciones era el apartado gráfico, tan necesario
en muchas ocasiones para ilustrar los artículos técnicos. Los libros de arquitectura de
mediados del XIX recurrían a los grabados, como en el caso del ya mencionado “Traité
de l’art de la charpenterie” de Amand Rose Émy. Sin embargo, la técnica del grabado
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 229
era demasiado lenta y costosa para unas publicaciones que debían de atender el interés
de miles de subscriptores con periodicidades cada vez más cortas. El descubrimiento de
las cianotipias en 1842, que dio lugar a la terminología anglófona “blueprint”, hizo los
procesos de copia más rápidos, aunque el procedimiento no se generalizó hasta finales
de siglo.
De este modo, las publicaciones técnicas de la época solían describir los
procesos constructivos con la mayor cantidad de texto posible, recurriendo a separatas o
volúmenes editados aparte donde el mayor número de ilustraciones posibles se
agolpaban en las hojas, sobre todo, en el caso de las procedentes de grabados.
Figura 170. Distintas disposiciones constructivas de los ladrillos para ejecución de muros. Fuente: (Chabat &
Monmory, 1881).
comenzaron a abrirse paso también con reconocido éxito, como en el caso de la Revista
de Obras Públicas, fundada en 1853.
Sin embargo, la participación en el conocimiento de la comunidad de técnicos
del XIX fue mucho mayor de lo que podría pensarse en el caso de los arquitectos
protagonistas del lanzamiento de la nueva industria azucarera granadina, en el último
cuarto del mencionado siglo. El caso ejemplar lo encontramos en D. Francisco Giménez
Arévalo, cuya implicación con la comunidad científica internacional fue directa y muy
fructífera, sobre todo, a través del otro gran pilar en el que se sostenía la difusión de la
técnica novecentista: las reuniones científicas y exposiciones universales.
Figura 171. Diploma correspondiente a la medalla de oro concedida a D. Francisco Giménez Arévalo en la
Exposición Universal de París de 1889. Fuente: (Martín Rodríguez, Giménez Yanguas, & Piñar Samos, 1998).
obras de la fábrica de azúcar de caña de Nuestra Señora del Pilar, en Motril, proyecta y
dirige la construcción de la pionera fábrica de remolacha, el Ingenio de San Juan en
Granada (1882), como hemos visto en los diseños correspondientes al capítulo 5.
Poco a poco, esta colaboración con la industria del azúcar pasa de lo técnico y
entra en lo empresarial, donde comienza a desarrollar la industria alcoholera que tan
buen entendimiento tiene en su proceso con la azucarera. Sus diseños, así como su labor
empresarial con la Fábrica Alcoholera “La Purísima”, le llevan a conseguir la medalla
de oro en la Exposición Universal de Barcelona de 1888, así como en la de París de
1889, como podemos ver en la figura 171.
Figura 172. Portada de la revista técnica "Revue Générale de L'Architecture et des Travaux Publics". Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas.
Figura 173. Diseño de fábrica de azúcar según el catálogo B. M. A. (incluido en los anexos). Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas.
científica granadina del momento. Tal fue el caso del químico francés Charles Choin,
que se hizo cargo de los inicios del Ingenio Nuestro Señor de la Salud, en Santa Fe.
Figura 174. El químico francés Charles Choin y su señora. Fuente: Colección privada M. J. Pérez.
Figura 175. Fábrica de San Isidro en marzo de 2008. Fuente: Elaboración propia.
234 Agustín Castillo Martínez
Figura 176. Anuncio de la marca de material ferroviario francés Decauville. Fuente: Colección privada del autor.
Así, vemos cómo el ferrocarril, íntimamente unido a los procesos industriales del
XIX en toda Europa, llegaba imparable a la provincia de Granada, con gran impacto en
lo técnico, en lo urbanístico y, por qué no decirlo, en la vida diaria de los granadinos.
Como veremos más adelante, la concreción de la técnica ferroviaria en los sistemas
tranviarios fue también muy importante para esta industria del azúcar.
Como ejemplo de alarde técnico en cuanto al avance ferroviario y sus
influencias centroeuropeas, pondremos el ejemplo del caso de estudio del Ferrocarril
Transpirenaico, que en el primer cuarto del siglo XX asombró a los técnicos de todo el
mundo, en una suerte de colaboración técnica franco-española de resultados muy
interesantes.
Figura 177. Diseño en planta y sección del Ferrocarril Transpirenaico. Fuente: (Rich, 1929).
236 Agustín Castillo Martínez
Figura 178. Alzado, aguas arriba, del puente sobre el río Aspe, cerca de Urdos (Francia), en la línea del Ferrocarril
Transpirenaico. Sistemas constructivos utilizados. Fuente: (Rich, 1929).
Figura 180. Plano de planta de la Estación Internacional de Canfranc. Fuente: (Rich, 1929).
Figura 181. Estado de la Estación Internacional de Canfranc en agosto de 2013. Fuente: Elaboración propia.
Figura 182. Pilares de fundición, columnas de acero laminado empresilladas y vigas de acero en Estación de
Canfranc. Fuente: Elaboración propia.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 239
Figura 183. Apoyo en columna para la electrificación del apeadero francés de Lescun-Cette-Eygun, en la línea del
Ferrocarril Transpirenaico. Fuente: Elaboración propia.
Figura 184. Croquis de la línea de transporte por Cable Dúrcal-Motril de TEGSA según Memoria de la Compañía en
1929. Fuente: (Castillo Martínez & Castillo Vergara, 2014).
Figura 185. Almacén de TEGSA en el Puerto de Motril. Fuente: (Castillo Martínez & Castillo Vergara, 2014).
Figura 186. Proyecto de A. Velasco para almacenes de TEGSA en el Puerto de Motril (1926). Fuente: (Castillo
Martínez & Castillo Vergara, 2014).
autobús, modo de transporte poco útil, sin embargo, para mover las materias primas y
los productos que la industria azucarera precisaba importar y distribuir.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 243
9. CONCLUSIONES.
9.1.CONCLUSIONES.
Para comenzar, queremos precisar que la labor de digitalización de proyectos del
Patrimonio Industrial es, en sí, de gran valor como resultado de una investigación
relacionada con sus tipologías constructivas.
La pérdida de calidad y disgregación de la documentación en papel hace cada
vez más difícil la conservación de estos datos del patrimonio azucarero, de gran utilidad
no sólo para su estudio especulativo, sino para su aplicación a posibles proyectos de
rehabilitación o reforma de estas instalaciones.
Además, la accesibilidad y posibilidades de indización de los datos digitales es
muy superior a la de los medios impresos, y favorece la difusión de este conocimiento
entre los posibles investigadores de esta materia.
En este sentido, la colección de planos, proyectos y catálogos digitalizada que se
aporta con la presente tesis nos parece de la mayor novedad y relevancia sobre la
industria azucarera granadina. Particularmente interesantes son las aportaciones sobre
los casos de estudio de: el Ingenio de San Juan de Granada, el primero de su clase en
España; la fábrica de Nuestra Señora del Pilar de Motril, con diseños muy antiguos que
datan al menos de 1882; el plano de la Fábrica Nueva Rosario de Pinos Puente,
probablemente, el único que se conserva de la misma; y la Fábrica Azucarera de la
Vega, con un conjunto de planos digitalizados muy completo y variado.
En cuanto a lo que al análisis de sistemas constructivos se refiere, las
conclusiones son múltiples y muy variadas.
La cimentación de las columnas de fundición se realizó en numerosas ocasiones
sobre piedras aisladas, que en la Vega de Granada procedían de las canteras de Sierra
Elvira. Se ha documentado esta técnica constructiva en las fábricas de Nuestra Señora
del Pilar, Nuestro Señor de la Salud y La Vega.
Los muros de carga fueron universalmente utilizados en la industria azucarera de
la provincia, siendo común a todas las instalaciones. Se ha documentado su cimentación
sobre zapatas corridas de mampostería de cal grasa y piedras en las fábricas de Nuestro
Señor de la Salud, La Vega y Santa Juliana.
244 Agustín Castillo Martínez
conformaba a base de pletinas y escuadras roblonadas, que daban lugar a una sección
resistente, usualmente de ala estrecha. Se ha documentado su uso, además, en las
fábricas de San Isidro, La Vega, Nueva Rosario, Nuestra Señora del Carmen y en
ampliaciones de Nuestra Señora del Pilar. Se utilizó también esta tipología para el
refuerzo de los huecos en el forjado, que eran necesarios para la instalación de
maquinaria conectada a través de diversas alturas.
Los forjados de bovedillas sustituyeron a los de madera muy pronto en la
industria azucarera provincial. Así, aunque el diseño inicial de la Fábrica Nuestra
Señora del Pilar (1882) usa la madera como material, sí aparece allí el forjado de
bovedillas en ampliaciones posteriores, así como en San Isidro (1901) y La Vega
(1904).
Otros sistemas constructivos documentados fueron los refuerzos metálicos en los
muros de carga, la construcción de chimeneas en ladrillo y en hormigón armado, la
construcción en altura de hornos de cal y edificaciones para albergar las columnas de
destilación del alcohol, así como la instalación de lucernarios sobre las naves para
aumentar su iluminación, conservar mejor las maderas y evacuar más diligentemente los
vapores procedentes del proceso industrial de las fábricas.
En cuanto a los materiales utilizados en la construcción de la industria azucarera,
las conclusiones a las que llegamos son múltiples.
En primer lugar, las muestras obtenidas en todos los casos de la Fábrica de San
Isidro arrojaron unos resultados de resistencia a compresión de los ladrillos de los
muros de carga un tanto escasa, aunque aún dentro de los estándares de un ladrillo
artesano. Sin embargo, si comparamos los resultados con los obtenidos en el informe
que el Ayuntamiento de Santa Fe encargó para la evaluación del estado de las
instalaciones de la Fábrica de Nuestro Señor de La Salud4, los valores de resistencia
(168-273 kp/cm2) son mucho más altos que en nuestro caso (91-127 kp/cm2).
En los resultados de los ensayos de porosimetría mediante inyección de mercurio
de las muestras de ladrillos de los muros de carga, con valores comprendidos entre el
36% y el 44%, no se encontró ninguna anomalía, siendo todos los parámetros normales,
y propios de un buen estado de conservación.
4
“Estudio de reconocimiento de unas edificaciones: Azucarera de Santa Fe (Granada)”. Sevilla, 28 de
abril de 2003. Suscrito por D. José Manuel Ferrari Roca y D. Victoriano González Fernández.
246 Agustín Castillo Martínez
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Figura 1. Máquina de vapor de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar de Motril, antes de ser
restaurada en 1988. Fuente: (Piñar Samos, 1989). ..................................................................... 34
Figura 2. Esquema de fabricación del azúcar de caña y remolacha. Fuente: (Azucarera de
Salobreña Nuestra Señora del Rosario S.A., 1961, pág. 17)........................................................ 35
Figura 3. Nave de extracción de jugos en la Fábrica Nª Sra. del Rosario de Salobreña. Fuente:
(Azucarera de Salobreña Nuestra Señora del Rosario S.A., 1961, pág. 15). ............................... 36
Figura 4. Conjunto principal de maquinaria en Nuestra Señora del Pilar (Motril), en abril de
2008. Fuente: Elaboración propia. .............................................................................................. 39
Figura 5. Plaza para la descarga de la caña en las instalaciones de la Fábrica Nª Sra. del Rosario
de Salobreña. Fuente: (Azucarera de Salobreña Nuestra Señora del Rosario S.A., 1961, pág. 13).
..................................................................................................................................................... 41
Figura 6. Acción de la Azucarera del Señor de la Salud. Fuente: Colección privada A. Castillo
Vergara. ....................................................................................................................................... 42
Figura 7. Fachada del Ingenio de San Fernando, en Atarfe. Fuente: Colección privada M. J.
Pérez Choín. ................................................................................................................................ 43
Figura 8. Ingenio de San Fernando, en Atarfe: vista posterior. Fuente: Colección privada M. J.
Pérez Choín. ................................................................................................................................ 44
Figura 9. Anuncio de la firma Arthur-Koppel en la revista científica "La Naturaleza". Fuente:
(Cortázar, 1905, pág. 1). .............................................................................................................. 47
Figura 10. Secadero de pulpa de la Fábrica La Purísima Concepción o Azucarera del Genil en
1928. Fuente: (Tranvías Eléctricos de Granada, 1929). .............................................................. 48
Figura 11. Acción de Tranvías Eléctricos de Granada. Fuente: (Castillo Martínez & Castillo
Vergara, 2014, pág. 21). .............................................................................................................. 48
Figura 12. Proyecto de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar: sección y alzados de pilares, con
doble tipología. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas .............................................. 54
Figura 13. Proyecto de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar: sección longitudinal de edificio de
centrifugadoras y almacenes. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas ........................ 55
Figura 14. Proyecto de la Fábrica Nuestra Señora del Pilar: alzados de columnas, con detalles
de integración en forjado y cimentación. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas ...... 56
Figura 15. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalle de estructura de cubierta. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas. .................................................................................... 58
Figura 16. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalles de estribos en extremos de tirantes de los
caballetes. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas ...................................................... 59
Figura 17. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalle de cubierta. Fuente: Colección privada M.
Giménez Yanguas. ....................................................................................................................... 61
Figura 18. Proyecto del Ingenio de San Juan: alzados y secciones de pilares de fundición.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ....................................................................... 65
Figura 19. Proyecto del Ingenio de San Juan: detalle en alzado de prolongación de pilares a
través del forjado. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.......................................... 66
256 Agustín Castillo Martínez
Figura 20. Fachada del Ingenio de San Juan, estado actual. Fuente: (Giménez Yanguas & Reyes
Mesa, 2015, pág. 41). .................................................................................................................. 68
Figura 21. Distribución interior de la maquinaria industrial. Fuente: (Giménez Yanguas & Piñar
Samos, 1999). .............................................................................................................................. 69
Figura 22. Distribución interior de la maquinaria industrial (y 2). Fuente: (Giménez Yanguas &
Piñar Samos, 1999)...................................................................................................................... 69
Figura 23. Edificio de la alcoholera del Ingenio del Señor de la Salud en julio de 2009. Fuente:
Elaboración propia. ..................................................................................................................... 70
Figura 24. Proyecto de la Fábrica Azucarera Nuestro Señor de la Salud: sección transversal de
cubierta. Fuente: colección privada M. Giménez Yanguas ......................................................... 72
Figura 25. Proyecto del Ingenio de Nuestro Señor de la Salud: estructura y detalles de la
cubierta. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas ......................................................... 74
Figura 26. Estado del lucernario del "salón de aparatos" en julio de 2009. Fuente: Elaboración
propia. ......................................................................................................................................... 75
Figura 27. Estado de la cubierta de la nave de generadores en julio de 2009. Fuente:
Elaboración propia. ..................................................................................................................... 76
Figura 28. Fachada de la Fábrica de Santa Juliana, c. 1890. Fuente: (Giménez Yanguas & Reyes
Mesa, 2015)................................................................................................................................. 77
Figura 29. Proyecto de la Azucarera de Santa Juliana (Armilla): sección longitudinal de nave
principal. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas ........................................................ 79
Figura 30. Estado del recinto fabril de San Isidro en noviembre de 2007. Fuente: Elaboración
propia. ......................................................................................................................................... 80
Figura 31. Estado de la Fábrica de San Isidro en julio de 2009. Fuente: Elaboración propia. .... 81
Figura 32. Plano de planta, sección longitudinal y secciones transversales del proyecto original
de la Fábrica de San Isidro (1901). Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ................ 83
Figura 33. Batería doble de difusores. Fuente: Catálogo B.M.A., colección privada M. Giménez
Yanguas. ...................................................................................................................................... 84
Figura 34. Vista desde Sierra Elvira de la Fábrica de la Vega en los años 70. Fuente: Colección
privada del autor. ........................................................................................................................ 86
Figura 35. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: portada de plano de cimentaciones.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ....................................................................... 87
Figura 36. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección transversal de nave de
carbonatación. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. .............................................. 89
Figura 37. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: planta y alzado de centrifugadora.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ....................................................................... 90
Figura 38. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: planta y sección longitudinal de nave
almacén; detalles de integración de pilares en forjado y cimentación. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas. ..................................................................................................... 92
Figura 39. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: planta y detalles en alzado de las vigas
metálicas. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ...................................................... 93
Figura 40. Proyecto de la Fábrica azucarera de La Vega: sección transversal de cimentaciones.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ....................................................................... 95
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 257
Figura 61. Ampliación del plano original de zapata corrida en la Fábrica Azucarera de La Vega.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ..................................................................... 122
Figura 62. Ampliación del plano original de las zapatas corridas bajo los muros de la Fábrica de
Santa Juliana. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. .............................................. 122
Figura 63. Ampliación del plano original del muro de carga del Ingenio de San Juan. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas. .................................................................................. 123
Figura 64. Diversas tipologías de cornisa. Fuente: (Anónimo, 1909). ....................................... 123
Figura 65. Ampliación del plano original con espesores en muros de carga exteriores y
medianeros en Fábrica de Santa Juliana. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ... 124
Figura 66. Ampliación del plano original de planta de la nave principal de la Fábrica Azucarera
Nuevo Rosario. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas............................................. 125
Figura 67. Tipologías de muros de carga. Fuente: (Marvá Mayer, 1916). ................................ 125
Figura 68. Estribo del tirante de acero de la cubierta de madera del Ingenio de Nuestro Señor
de la Salud. Fuente: Elaboración propia. .................................................................................. 126
Figura 69. Ampliación del plano original de cubiertas de madera del Ingenio de San Juan.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ..................................................................... 127
Figura 70. Instalación de tejas en cubierta de madera. Fuente: (Émy, 1841-1842). ................ 127
Figura 71. Croquis de disposición de las tejas sobre la cubierta de madera. Fuente: (Anónimo,
1909). ........................................................................................................................................ 127
Figura 72. Disposición esquemática de tejados sobre estructuras de madera a mediados del
siglo XX. Fuente: (Boughton & Ryder, 1952). ............................................................................ 128
Figura 73. Distintos tejados sobre cubierta de madera. Fuente: (Daly, 1861). ........................ 128
Figura 74. Ampliación de plano original de caballetes para cubierta de madera en Ingenio
Nuestro Señor de la Salud. Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ......................... 129
Figura 75. Cubierta de madera restaurada en Fábrica Azucarera del Pilar (1882). Fuente:
Elaboración propia. ................................................................................................................... 130
Figura 76. Caballetes y cubiertas de madera a mediados del XIX. Fuente: (Émy, 1841-1842). 130
Figura 77. Ampliación del plano de sección transversal de la Fábrica de San Isidro. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas. .................................................................................. 131
Figura 78. Estado de la cubierta metálica de la Fábrica de San Isidro en marzo de 2008. Fuente:
Elaboración propia. ................................................................................................................... 132
Figura 79. Cartelas de unión en las barras de las cerchas de la ampliación de la Fábrica de San
Isidro. Fuente: Elaboración propia. ........................................................................................... 132
Figura 80. Detalle de unión de barras de una cercha. Fuente: (Ministére de L'Agriculture et du
commerce, Service de la Construction, 1878). ......................................................................... 133
Figura 81. Detalles de unión de barras de cerchas metálicas, y otras uniones. Fuente: (Marvá
Mayer, 1916). ............................................................................................................................ 133
Figura 82. Croquis de cerchas y estructuras de pórtico. Fuente: (Marvá Mayer, 1916)........... 134
Figura 83. Ampliación de detalle de escuadra metálica de refuerzo en cubierta de madera,
planos originales de la Fábrica Azucarera de la Vega. Fuente: Colección privada M. Giménez
Yanguas. .................................................................................................................................... 134
Figura 84. Croquis de escuadra de refuerzo. Fuente: (Anónimo, 1909). .................................. 135
Figura 85. Columna de fundición en atlas de principios del XX. Fuente: (Vierendeel, 1902). .. 136
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 259
Figura 86. Pilares de fundición y vigas de acero en manual de principios del XX. Fuente:
(Vierendeel, 1902). .................................................................................................................... 136
Figura 87. Columna de fundición gris en Fábrica de San Isidro. Fuente: Elaboración propia. .. 137
Figura 88. Capiteles de columna de fundición para sostenimiento de vigas de madera (88a) y
perfiles de acero (88b). Fuente: (Anónimo, 1909). ................................................................... 137
Figura 89. Detalle de capitel de columna de fundición e integración con viga de madera.
Fuente: (Anónimo, 1909). ......................................................................................................... 138
Figura 90. Pilares de fundición sosteniendo vigas de madera en edificio de almacenes de la
Fábrica Azucarera Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882). Fuente: Elaboración propia. ........ 138
Figura 91. Ampliación de plano original de la Fábrica Azucarera de La Vega, con detalle de
capitel de columna de fundición y apoyo de perfiles de acero laminado. Fuente: Colección
privada M. Giménez Yanguas. ................................................................................................... 139
Figura 92. Detalle de capitel de columna de fundición y apoyo de perfiles de acero laminado.
Fuente: (Anónimo, 1909). ......................................................................................................... 139
Figura 93. Prolongación de pilar de fundición a través del forjado en sucesivos niveles, en la
Fábrica de San Isidro. Fuente: Elaboración propia.................................................................... 140
Figura 94. Ampliación de plano en alzado de prolongación de pilar de fundición en Ingenio de
San Juan (1882). Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. .......................................... 140
Figura 95. Cambio en tipologías estructurales en las columnas de dos plantas sucesivas,
correspondientes a dos períodos constructivos diferentes, en la Fábrica de San Isidro. Fuente:
Elaboración propia. ................................................................................................................... 141
Figura 96. Columnas de perfiles de acero laminado en Fábrica Nuestra Señora del Pilar (Motril).
Fuente: Elaboración propia. ...................................................................................................... 142
Figura 97. Pilares de acero laminado. Fuente: (Vierendeel, 1902). .......................................... 143
Figura 98. Refuerzo de vigas de acero laminado alrededor de huecos para alojar maquinaria
industrial en dos o más niveles en la Fábrica de San Isidro. Fuente: Elaboración propia. ....... 144
Figura 99. Detalle de refuerzo de huecos en forjado mediante vigas de acero laminado en
Fábrica Nueva Rosario (1905). Además, servían de soporte para evaporadores y tachas.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ..................................................................... 145
Figura 100. Uso de vigas de acero laminado en forjados de la sala de malaxadoras de la Fábrica
Nuestra Señora del Carmen, Benalúa (1913). Fuente: Colección privada M. D. Valdearenas
Martín........................................................................................................................................ 146
Figura 101. Uso de vigas de acero laminado en forjados de la Fábrica Nuestra Señora del
Carmen de Benalúa (1913) (y 2). Fuente: Colección privada M. D. Valdearenas Martín. ........ 146
Figura 102. Vigas de acero laminado en forjados en Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882).
Estado de la restauración parcial en abril de 2008. Fuente: Elaboración propia. .................... 147
Figura 103. Croquis de conformación de perfil en doble T usando acero laminado y escuadras.
Fuente: (Anónimo, 1909). ......................................................................................................... 147
Figura 104. Ilustraciones del uso de secciones de acero laminado para conformar un perfil en
doble T. Fuente: (Marvá Mayer, 1916). .................................................................................... 148
Figura 105. Forjados de bovedillas en el recinto de la Fábrica de Nuestra Señora del Pilar (1882,
Motril), durante el proceso de restauración (abril de 2008). Fuente: Elaboración propia....... 148
260 Agustín Castillo Martínez
Figura 106. Forjado de bovedillas en Fábrica de San Isidro, ubicado en la zona de la primera
construcción (1901). Fuente: Elaboración propia. .................................................................... 149
Figura 107. Detalle de plano original de la reforma de la Fábrica de La Vega en 1950. Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas. .................................................................................. 150
Figura 108. Croquis de forjado de bovedillas. Fuente: (Anónimo, 1909). ................................ 150
Figura 109. Croquis de forjado de bovedillas, variante con ladrillo hueco. Fuente: (Chabat &
Monmory, 1881). ...................................................................................................................... 151
Figura 110. Forjado de bovedillas, variantes con rasillas y con ladrillos huecos. Fuente:
(Vierendeel, 1902). .................................................................................................................... 151
Figura 111. El conjunto industrial de la Fábrica de Nuestra Señora del Pilar en Motril (1882)
está considerado como uno de los cinco más importantes de España desde el punto de vista
del Patrimonio Industrial. Fuente: Elaboración propia. ............................................................ 152
Figura 112. Columna de destilación de alcohol Egrot (1890). Fuente: (Martín Rodríguez &
Malpica, 1992). .......................................................................................................................... 152
Figura 113. Edificio de la alcoholera de San Isidro (noviembre de 2007). Fuente: Elaboración
propia. ....................................................................................................................................... 153
Figura 114. Ampliación del plano de alzado del horno de cal de la Fábrica Azucarera de La Vega
(1904). Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas.......................................................... 153
Figura 115. Ampliación de plano de alzado de la Fábrica Azucarera de La Vega (1904). Fuente:
Colección privada M. Giménez Yanguas. .................................................................................. 154
Figura 116. Fábrica Azucarera Nuestra Señora del Carmen (1913, Benalúa) en octubre de 2012.
Fuente: Elaboración propia. ...................................................................................................... 154
Figura 117. Fábrica de San Isidro (Granada, 1901) en marzo de 2008. Fuente: Elaboración
propia. ....................................................................................................................................... 155
Figura 118. Fábrica Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882) en abril de 2008. Fuente:
Elaboración propia. ................................................................................................................... 155
Figura 119. Forjado de madera en Fábrica Nuestra Señora del Pilar (Motril, 1882). Fuente:
Elaboración propia. ................................................................................................................... 156
Figura 120. Lucernario en Fábrica de San Isidro, con chimenea reforzada al fondo. Fuente:
Elaboración propia. ................................................................................................................... 157
Figura 121. Refuerzos anulares de acero a modo de zuncho en chimenea de Fábrica de San
Isidro. Fuente: Elaboración propia. ........................................................................................... 157
Figura 122. Probeta D antes de la rotura. Fuente: Elaboración propia. ................................... 163
Figura 123. Probeta G1 antes de la rotura. Fuente: Elaboración propia. ................................. 163
Figura 124. Probeta D tras el ensayo. Fuente: Elaboración propia. .......................................... 164
Figura 125. Probeta G1 tras el ensayo. Fuente: Elaboración propia......................................... 165
Figura 126. Probeta G3 tras el ensayo. Fuente: Elaboración propia......................................... 166
Figura 127. Diagrama de intrusión acumulada en muestra B-2. Fuente: CSIC. ........................ 172
Figura 128. Diagrama de incremento de volumen de intrusión en muestra B-2. Fuente: CSIC.
................................................................................................................................................... 174
Figura 129. Diagrama de intrusión acumulada en muestra F-2. Fuente: CSIC.......................... 177
Figura 130. Diagrama de incremento de volumen de intrusión en muestra F-2. Fuente: CSIC.
................................................................................................................................................... 178
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 261
Figura 131. Diagrama de intrusión acumulada en muestra G-3. Fuente: CSIC. ........................ 182
Figura 132. Diagrama de incremento de volumen de intrusión en muestra G-3. Fuente: CSIC.
................................................................................................................................................... 184
Figura 133. Muestra B2. Fuente: Elaboración propia. .............................................................. 189
Figura 134. Muestra F2. Fuente: Elaboración propia. ............................................................... 190
Figura 135. Muestra G3. Fuente: Elaboración propia. .............................................................. 191
Figura 136. Muestra de mortero extraído del ladrillo B3. Fuente: Elaboración propia. ........... 192
Figura 137. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra B2. Fuente: CIC. .................. 193
Figura 138. Diagrama de DRX sobre la muestra B2 en negro, para resaltar el cuarzo. Fuente:
CIC. ............................................................................................................................................ 194
Figura 139. Diagrama de DRX de la muestra B2, con ampliación sobre 12<2θ<38. Fuente: CIC.
................................................................................................................................................... 195
Figura 140. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra F2. Fuente: CIC. .................. 196
Figura 141. Diagrama de DRX de la muestra F2, con ampliación sobre 12<2θ<42. Fuente: CIC.
................................................................................................................................................... 197
Figura 142. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra G3. Fuente: CIC. .................. 198
Figura 143. Diagrama de DRX de la muestra G3, con ampliación sobre 10<2θ<35. Fuente: CIC.
................................................................................................................................................... 199
Figura 144. Comparativa diagramas DRX de las muestras B2, F2 y G3. Fuente: CIC. ............... 200
Figura 145. Diagrama de difracción de rayos X sobre la muestra de mortero B3. Fuente: CIC.201
Figura 146. Preparación de las cuatro muestras, separando pequeños fragmentos
representativos para analizar mediante difracción de rayos X. Fuente: Elaboración propia. .. 204
Figura 147. Muestra 1 antes del ensayo. Fuente: Elaboración propia...................................... 206
Figura 148. Muestra 2 antes del ensayo. Fuente: Elaboración propia...................................... 207
Figura 149. Muestra 3 antes del ensayo. Fuente: Elaboración propia...................................... 208
Figura 150. Muestra 1 preparada para el ensayo. Fuente: Elaboración propia........................ 209
Figura 151. Sección de la muestra 1 tras el ensayo de rotura. Fuente: Elaboración propia..... 210
Figura 152. Muestra 2 preparada para el ensayo. Fuente: Elaboración propia........................ 210
Figura 153. Muestra 2 tras el ensayo de rotura. Fuente: Elaboración propia. ......................... 211
Figura 154. Sección de la muestra 2 tras el ensayo de rotura. Fuente: Elaboración propia..... 212
Figura 155. Muestra 3 preparada para el ensayo. Fuente: Elaboración propia........................ 213
Figura 156. Muestra 3 tras el ensayo de rotura. Fuente: Elaboración propia. ......................... 213
Figura 157. Imagen microscópica (5 aumentos) de la probeta 1. Fuente: Elaboración propia. 218
Figura 158. Imagen microscópica (10 aumentos) de la probeta 1. Fuente: Elaboración propia.
................................................................................................................................................... 218
Figura 159. Imagen microscópica (20 aumentos) de la probeta 1. Fuente: Elaboración propia.
................................................................................................................................................... 219
Figura 160. Imagen microscópica (50 aumentos) de la probeta 1. Fuente: Elaboración propia.
................................................................................................................................................... 219
Figura 161. Imagen microscópica (5 aumentos) de la probeta 2. Fuente: Elaboración propia. 220
Figura 162. Imagen microscópica (10 aumentos) de la probeta 2. Fuente: Elaboración propia.
................................................................................................................................................... 220
262 Agustín Castillo Martínez
Figura 163. Imagen microscópica (20 aumentos) de la probeta 2. Fuente: Elaboración propia.
................................................................................................................................................... 221
Figura 164. Imagen microscópica (50 aumentos) de la probeta 2. Fuente: Elaboración propia.
................................................................................................................................................... 221
Figura 165. Imagen microscópica (10 aumentos) de la probeta 3. Fuente: Elaboración propia.
................................................................................................................................................... 222
Figura 166. Estructura del acero hipoeutectoide con ferrita y perlita y bajo contenido de C, muy
similar a la muestra 1. Fuente: (Va Larre, 2015). ...................................................................... 223
Figura 167. Estructura del acero hipereutectoide con recocidos de globulización, muy similar a
la muestra 2. Fuente: (Va Larre, 2015)...................................................................................... 224
Figura 168. Estructura del acero hipoeutectoide con 0,5% de C, muy similar a la muestra 3.
Fuente: (Va Larre, 2015)............................................................................................................ 224
Figura 169. Portada de “L'Architecture Usuelle”, revista técnica de arquitectura del XIX.
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ..................................................................... 228
Figura 170. Distintas disposiciones constructivas de los ladrillos para ejecución de muros.
Fuente: (Chabat & Monmory, 1881). ........................................................................................ 229
Figura 171. Diploma correspondiente a la medalla de oro concedida a D. Francisco Giménez
Arévalo en la Exposición Universal de París de 1889. Fuente: (Martín Rodríguez, Giménez
Yanguas, & Piñar Samos, 1998). ................................................................................................ 230
Figura 172. Portada de la revista técnica "Revue Générale de L'Architecture et des Travaux
Publics". Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ...................................................... 231
Figura 173. Diseño de fábrica de azúcar según el catálogo B. M. A. (incluido en los anexos).
Fuente: Colección privada M. Giménez Yanguas. ..................................................................... 232
Figura 174. El químico francés Charles Choin y su señora. Fuente: Colección privada M. J. Pérez.
................................................................................................................................................... 233
Figura 175. Fábrica de San Isidro en marzo de 2008. Fuente: Elaboración propia. .................. 233
Figura 176. Anuncio de la marca de material ferroviario francés Decauville. Fuente: Colección
privada del autor. ...................................................................................................................... 234
Figura 177. Diseño en planta y sección del Ferrocarril Transpirenaico. Fuente: (Rich, 1929). . 235
Figura 178. Alzado, aguas arriba, del puente sobre el río Aspe, cerca de Urdos (Francia), en la
línea del Ferrocarril Transpirenaico. Sistemas constructivos utilizados. Fuente: (Rich, 1929). 236
Figura 179. Construcción del túnel de Somport. Fuente: (Rich, 1929). .................................... 237
Figura 180. Plano de planta de la Estación Internacional de Canfranc. Fuente: (Rich, 1929). . 237
Figura 181. Estado de la Estación Internacional de Canfranc en agosto de 2013. Fuente:
Elaboración propia. ................................................................................................................... 238
Figura 182. Pilares de fundición, columnas de acero laminado empresilladas y vigas de acero en
Estación de Canfranc. Fuente: Elaboración propia. .................................................................. 238
Figura 183. Apoyo en columna para la electrificación del apeadero francés de Lescun-Cette-
Eygun, en la línea del Ferrocarril Transpirenaico. Fuente: Elaboración propia. ....................... 239
Figura 184. Croquis de la línea de transporte por Cable Dúrcal-Motril de TEGSA según Memoria
de la Compañía en 1929. Fuente: (Castillo Martínez & Castillo Vergara, 2014). ...................... 240
Figura 185. Almacén de TEGSA en el Puerto de Motril. Fuente: (Castillo Martínez & Castillo
Vergara, 2014). .......................................................................................................................... 241
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 263
Figura 186. Proyecto de A. Velasco para almacenes de TEGSA en el Puerto de Motril (1926).
Fuente: (Castillo Martínez & Castillo Vergara, 2014). ............................................................... 241
264 Agustín Castillo Martínez
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 265
INTRODUCCIÓN. OBJETIVOS.
La industria del azúcar de remolacha llevó la iniciativa en el principal proceso de
generación de tejido industrial que se produjo en la provincia de Granada entre los años
1882 y 1929. En numerosas ocasiones, las soluciones técnicas implantadas en las
factorías de procesamiento de azúcar de remolacha o de caña procedían de Francia o
Alemania, bien en su diseño de proyecto industrial, bien en el origen de sus técnicos
consultores. El impacto económico y social de estas actividades fue notable en la Vega
de Granada y en la Costa de las provincias de Granada y Málaga.
El principal objetivo del presente trabajo es la documentación y difusión de los
sistemas constructivos empleados en las edificaciones de la industria azucarera
granadina, incluyéndose entre ellas la construcción de las cimentaciones superficiales,
los muros de carga, las estructuras en celosía de madera y metálicas, las cubiertas,
diversas tipologías de estructura metálica en fundición y acero, y diversos detalles
constructivos característicos de este tipo de actividad industrial.
Merecen especial atención las soluciones singulares que aparecen, con carácter
local, en algunas de estas edificaciones, así como la integración industrial con los
modos de transporte en auge, sobre todo, de carácter ferroviario, y que dieron cobertura
tanto a trabajadores como a materias primas y productos desde y hacia los entornos
industriales granadinos.
Se referirá igualmente diversa bibliografía técnica en un intento de ilustrar las
diversas tipologías utilizadas, tal y como fueron expresadas gráficamente por los
ingenieros y arquitectos de la época en sus manuales y atlas. Se hará especial hincapié
en la influencia que los técnicos españoles pudieron tener en las edificaciones
ejecutadas para albergar diseños industriales que, usualmente, eran proyectados por
técnicos centroeuropeos.
De esta forma, se pretende aunar el estudio técnico de soluciones poco
estudiadas por su singularidad, con un estudio histórico del Patrimonio Arqueológico
Industrial de la ciudad de Granada y la Costa Tropical, donde estos edificios fueron más
significativos, tanto por su impacto económico y técnico como social.
268 Agustín Castillo Martínez
de considerar los resultados de los ensayos como una caracterización del estado actual
de los materiales, que han podido sufrir una pérdida de características resistentes y una
cierta alteración en sus composiciones químicas y medidas físicas. Hecha esta salvedad,
y conociendo estas limitaciones, nos parece interesante conseguir unos datos que sean
representativos de los materiales usados en la construcción de las infraestructuras
estudiadas.
Así, nuestro tercer objetivo será la caracterización de los materiales más
comunes usados en las construcciones industriales, mediante ensayos de
laboratorio, que nos proporcionen tanto las características resistentes como las de
carácter químico y físico de las muestras obtenidas.
En cualquier caso, se limitarán estos ensayos de laboratorio, usualmente
destructivos de las muestras, a los casos en que éstas puedan conseguirse sin daño o
perjuicio alguno para los entornos industriales, y todo ello a pesar de que el número de
resultados obtenidos sea muy inferior a los habitualmente reflejados en las normas UNE
e ISO que se utilizan hoy día en el estudio de calidad de los materiales modernos.
Por último, y tras la obtención de los primeros resultados del objeto primero de
esta tesis doctoral, apareció una última línea de investigación, que completa el
conocimiento histórico del estudio estructural. Dado que la mayor parte de los diseños
industriales eran proporcionados por empresas francesas y alemanas, casi siempre las
afamadas “Fives-Lille” y “Braunschweigische Maschinenbau-Anstalt” (B. M. A.), los
proyectos constructivos planteaban, sin duda, diversos condicionantes de tipo técnico.
En efecto, habiendo tenido constancia de que los suministradores anteriormente
citados enviaban proyectos industriales particularizados para cada una de las fábricas
azucareras granadinas, nos interesamos por la influencia que estos diseños industriales
pudieron tener en las construcciones de las infraestructuras que contenían y daban
utilidad a las mencionadas maquinarias de origen centroeuropeo.
La averiguación del alcance de estas influencias francesas y alemanas es
nuestro cuarto objeto de estudio, realizando un trabajo histórico-descriptivo de
diversas infraestructuras centroeuropeas coetáneas, así como de proyectos constructivos
de zonas industriales o del transporte, manuales, atlas gráficos, etc. La labor
comparativa culminaría un estudio historiográfico y técnico del que se podrían extraer
conclusiones usando el método crítico.
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 271
METODOLOGÍA
La metodología de investigación es diferente para cada uno de los objetivos a
alcanzar en la tesis. Pasamos a describir pormenorizadamente cada uno de los métodos.
1) Recopilación y digitalización de proyectos, atlas gráficos, catálogos y
manuales de ingeniería.
Emplearemos una metodología de recogida de datos mediante criterios
heurísticos que permitan una adecuada selección documental. Dicha heurística es la
propia del método histórico-crítico, enmarcado dentro del grupo de métodos de
investigación que podemos denominar cualitativos.
La preservación del patrimonio industrial a través de estas digitalizaciones se
justifica en sí misma como un objeto de investigación, tal y como ya hemos planteado
en la introducción. Sin embargo, los datos obtenidos nos servirán, entre otros, como
base para nuestro segundo apartado.
2) Estudio comparativo de los medios anteriormente digitalizados con los
sistemas constructivos encontrados en las instalaciones más
significativas del patrimonio industrial azucarero.
Se continúa en este apartado utilizando una metodología de investigación
cualitativa propia de las disciplinas históricas. En este caso, queda claro que el
conocimiento no constituye un producto estático, entendido como una realidad neutra.
Tal como afirma Hilton Japiassú, se trata de un “conocimiento proceso”, en el que se
percibe la intersubjetividad, los condicionamientos socioculturales sobre una realidad
concreta. Mientras que el paradigma cuantitativo se basa en un “conocimiento estado”,
como producto de la investigación, percibido como objetivo, neutral e impersonal, la
investigación histórica y, en general, la de tipo cualitativo parte de la existencia de un
vínculo indisociable entre la subjetividad del sujeto y el mundo objetivo, conformando
una relación dinámica (Cáceres Reche, Aznar Díaz, & Hidalgo Lucena, 2007).
Desde el paradigma interpretativo, cualitativo y simbólico se presentan diversas
propuestas teóricas y metodológicas. En nuestro caso, para el trabajo de campo, se trata
de un enfoque eminentemente etnográfico.
La toma de datos se realiza en este caso de dos formas. La primera, mediante la
visita y fotografía de las construcciones e instalaciones que aún quedan en pie,
seleccionándolas mediante muestreo y descripción de los casos de estudio más
272 Agustín Castillo Martínez
teorías neopositivistas. Así, según Hempel, sólo las aserciones verificables lógicamente
o empíricamente son cognitivamente significativas (Hempel, 1966).
No obstante, debe tenerse en cuenta que el tratamiento de los datos también
puede abordarse desde el punto de vista estadístico, según las tesis de Wesley C.
Salmon, que introdujo el modelo de relevancia estadística para reemplazar al modelo
inductivo estadístico (Salmon, 1984).
Sin embargo, cabe reseñar el hecho de que la toma de muestras está
extremadamente limitada, al tratarse nuestros objetos de estudio de edificaciones con
protección especial, inaccesibilidad o completa desaparición en algunos casos, lo que
supone una mayor restricción en el tratamiento estadístico posterior de los datos.
Dado que el objeto de esta línea de investigación no es otro que la
caracterización de los materiales empleados, hemos preferido realizar un número
limitado de ensayos a obviar esta línea completamente. En cualquier caso, se ha sido
estricto en ejecutar solamente aquellos ensayos que ofrecían completa garantía, según
los estándares de repetitividad, normalización y verificabilidad del proceso,
desechándose cualquier muestra que no cumpliera con los estándares impuestos por las
normas tecnológicas para la ejecución de los ensayos.
De esta forma, hemos preferido salvaguardar la validez de los valores medidos
según la ciencia de materiales a obtener un mayor número de resultados dudosos. Hay
que recordar que los ensayos de laboratorio deben ser un conjunto ordenado y
verificable, de modo que la obtención de los datos permita contrastar las hipótesis
previas, en un movimiento ascendente y descendente, inductivo y deductivo.
Así, para el diseño de laboratorio, se ha recurrido a las normas tecnológicas al
uso que rigen en España para los ensayos de caracterización propuestos, y que pasamos
a describir a continuación.
a) Ensayos de rotura a tracción de los aceros.
b) Ensayo de caracterización del acero por microscopía óptica.
c) Ensayos de rotura a compresión simple de los ladrillos.
d) Ensayos de porosimetría mediante técnicas de inyección de mercurio
aplicados a los ladrillos.
e) Ensayos de difracción por rayos X aplicados a los ladrillos y el mortero.
274 Agustín Castillo Martínez
RESULTADOS Y CONCLUSIONES.
Para comenzar, queremos precisar que la labor de digitalización de proyectos del
Patrimonio Industrial es, en sí, de gran valor como resultado de una investigación
relacionada con sus tipologías constructivas.
En este sentido, la colección de planos, proyectos y catálogos digitalizada que se
aporta con la presente tesis nos parece de la mayor novedad y relevancia sobre la
industria azucarera granadina. Particularmente interesantes son las aportaciones sobre
Sistemas Constructivos de la Industria Azucarera Granadina 275
los casos de estudio de: el Ingenio de San Juan de Granada, el primero de su clase en
España; la fábrica de Nuestra Señora del Pilar de Motril, con diseños muy antiguos que
datan al menos de 1882; el plano de la Fábrica Nueva Rosario de Pinos Puente,
probablemente, el único que se conserva de la misma; y la Fábrica Azucarera de la
Vega, con un conjunto de planos digitalizados muy completo y variado.
En cuanto a lo que al análisis de sistemas constructivos se refiere, las
conclusiones son múltiples y muy variadas.
La cimentación de las columnas de fundición se realizó en numerosas ocasiones
sobre piedras aisladas, que en la Vega de Granada procedían de las canteras de Sierra
Elvira. Se ha documentado esta técnica constructiva en las fábricas de Nuestra Señora
del Pilar, Nuestro Señor de la Salud y La Vega.
Los muros de carga fueron universalmente utilizados en la industria azucarera de
la provincia, siendo común a todas las instalaciones. Se ha documentado su cimentación
sobre zapatas corridas de mampostería de cal grasa y piedras en las fábricas de Nuestro
Señor de la Salud, La Vega y Santa Juliana.
Las cubiertas de caballetes de madera, muy comunes en el siglo XIX, comienzan
a añadir en el último cuarto de siglo tirantes de acero que actúan a tracción para evitar la
apertura de los caballetes, y que sustituyen, parcial o totalmente, a vigas horizontales de
madera que realizaban esta misma función. Con el cambio de siglo, la madera es
reemplazada por perfiles de acero laminado, a los que se unía una estructura metálica
roblonada en forma de cercha, con cartelas de chapa gruesa en las uniones de las barras.
La tipología de las cubiertas de madera se ha documentado en los casos de
estudio de los Ingenios de San Juan y Nuestro Señor de la Salud, en la Fábrica de
Nuestra Señora del Pilar y en el proyecto de la Fábrica de La Vega, así como en el de
Santa Juliana. Las cubiertas metálicas aparecen por primera vez en la Fábrica de San
Isidro (1901), con cambio de tipología ordenado por la dirección de obra respecto del
proyecto original. Posteriormente, aparecen en Nuestra Señora del Carmen en Benalúa.
Las columnas de fundición gris fueron tremendamente comunes en los procesos
constructivos de la industria azucarera de toda la provincia. Así, han sido documentadas
en la Fábrica de Nuestra Señora del Pilar, el Ingenio de San Juan, las Fábricas de Santa
Juliana, San Isidro, La Vega y Nuestra Señora del Carmen, aunque fueron usadas en
muchas otras. Su uso era, fundamentalmente, el de añadir más niveles al interior de los
276 Agustín Castillo Martínez
MORT
B2 F2 G3 B3
2 𝜃 Conteo 2 𝜃 Conteo 2 𝜃 Conteo 2 𝜃 Conteo
2 27 2 29 2 28 2 63
2.02 25 2.02 32 2.02 33 2.02 42
2.04 17 2.04 26 2.04 41 2.04 50
2.06 34 2.06 22 2.06 33 2.06 44
2.08 25 2.08 30 2.08 31 2.08 39
2.1 26 2.1 27 2.1 31 2.1 47
2.12 28 2.12 21 2.12 32 2.12 39
2.14 23 2.14 27 2.14 33 2.14 50
2.16 18 2.16 26 2.16 22 2.16 38
2.18 20 2.18 23 2.18 25 2.18 41
2.2 21 2.2 27 2.2 37 2.2 45
2.22 17 2.22 23 2.22 18 2.22 44
2.24 15 2.24 23 2.24 27 2.24 43
2.26 23 2.26 25 2.26 18 2.26 43
2.28 26 2.28 18 2.28 25 2.28 45
2.3 26 2.3 33 2.3 24 2.3 42
2.32 25 2.32 25 2.32 31 2.32 41
2.34 23 2.34 13 2.34 35 2.34 41
2.36 21 2.36 18 2.36 31 2.36 38
2.38 21 2.38 17 2.38 23 2.38 28
2.4 18 2.4 18 2.4 25 2.4 31
2.42 15 2.42 18 2.42 26 2.42 33
2.44 16 2.44 16 2.44 28 2.44 47
2.46 18 2.46 17 2.46 22 2.46 33
2.48 21 2.48 22 2.48 22 2.48 34
2.5 20 2.5 28 2.5 21 2.5 37
2.52 14 2.52 20 2.52 26 2.52 30
2.54 19 2.54 22 2.54 32 2.54 31
2.56 13 2.56 18 2.56 14 2.56 31
2.58 19 2.58 16 2.58 22 2.58 32
2.6 23 2.6 23 2.6 16 2.6 34
2.62 12 2.62 31 2.62 20 2.62 32
2.64 23 2.64 21 2.64 16 2.64 30
2.66 12 2.66 14 2.66 17 2.66 35
2.68 16 2.68 15 2.68 19 2.68 27
2.7 14 2.7 18 2.7 21 2.7 31
2.72 16 2.72 14 2.72 23 2.72 33
2.74 16 2.74 16 2.74 22 2.74 30
2.76 14 2.76 13 2.76 17 2.76 31
2.78 11 2.78 13 2.78 23 2.78 33
2.8 14 2.8 9 2.8 19 2.8 30
280 Agustín Castillo Martínez