Se demostró que, cuanto más alto era el grado de cambio vital, mayores eran las
probabilidades de que las enfermedades fuesen graves.
el cambio reclama un precio fisiológico. Y cuanto más radical es aquél, más caro es éste.
LA REACCIÓN A LA NOVEDAD
Todos estamos constantemente sometidos a una lluvia de señales de nuestro medio: visuales,
auditivas, táctiles, etcétera.
tenemos instalado en nuestro cerebro un aparato especial, detector de novedades, que sólo
recientemente ha llamado la atención de los neurólogos.