EJECUCIÓN DE SENTENCIAS
§ I
10
PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN DE.i SENTENCIAS
a) Se dijo, en su momento ( supra , nº 37), que el proceso de ejecución es aquel que tiene por objeto asegurar la
eficacia de las sentencias de condena , es decir de los pron u nciamientos judiciales que i mponen el cumpli m iento de
I Q.j ALSINA. Tralado, v. pág. 1 10; AYARRAGARAY. Introducción Cl la ejecución de sentencia; COJ.ü IBO, Código. 111, pág. 773: FALCÓN,
Cúcligo, 111. pág. 479: FE:'JECH. Derecho pr'.icesa/ civil, pág. 53 J ; FER N,\NDEZ, C15dif;O. pág. 49 ]; i\!ONTFRO AROCA-ÜRTELLS RA10S GOJEZ
CoLm1ER-MONTÓN REDONDO. Derecho jurisdiccional, 11, 2. pág. 39; MclR.EI.LO-SOSA BERIZONCE, Cúdiios. VI-A. pág. 71 ; PALACIO. Derecho
procesal cii·i!, V I L p:ig. 261; PODETTI. Tratado ele las e;ecucio11es, Yl l-B. pág. 253: RODRÍG UEZ. Comentarios, 111, piig. 7; YllERBO. "Del
cumplimiento o ejecución de las sentencias judiciales ci vi les". en RDP, I 947, J. p,íg. 1 50.
PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN DE SENTENCIAS 680
alguna prestación (de dar, de hacer, o de no hacer). Pero ello significa, simple
mente, que sólo respecto de esa clase de sentencias ri ge el procedimiento espe
cífico que se ha de exami nar en este capítu lo, y no excluye, por lo tanto, l a
posi bilidad de que también las sentencias declarativas y determinativas se eje
cuten, en sentido ampl io, mediante el cumpl imiento de los actos que general
mente las complementan (v.gr. i nscri pción, en el Registro de las Personas, de la
sentencia de adopción).
398. Cm 1 l'ETENCIA
b) Dice el último apartado del art. 502 CPN que "si la sentencia conde
nare a u na misma parte al pago de cantidad líqu ida y de otra i l íqu ida, pod
rán procederse a la ejecución de la primera, sin esperar a que se l iqu ide la segu
nda". La norma, por lo tanto, confiere al vencedor el derecho ele ped i r la
ejecución i n mediata de la condena de i mporte líqu ido si n necesidad de
aguardar l a term i na ción de l os trám i tes procesales te n d ien tes a la l iqu
idación de las resta n tes condenaciones. De la misma manera podrá procederse
en la hipótesi s de que la sentencia imponga el cu m pl i miento de obligaciones
distintas (de dar, hacer o no hacer): el acreedor pod rá ejecutar una de ellas y
solicitar con posterioridad la ejecución de las otras.
400. EMBARGO
c) Di spone el art. 508 CPN que "vencidos los cinco días sin que se
de dujere oposición, se mandará cont i nuar l a ejecución si n recu rso alguno.
Si se h u biese deducido oposición, el juez, previo traslado al ejecutante por
cinco
d ías, mandará conti nuar la ejecución o si declarase procedente la
excepción opuesta, levantará el embargo".
La sentencia pronunciada en el procedi miento de ejecución de
sentencia carece de eficacia de cosa juzgada material con respecto a las
defensas que se hallen sujetas a l imitaciones probatorias; pero en el proceso
de conocimiento posterior es i nadmisi ble el debate y decisión acerca de
cualquier defensa funda da en hechos anteriores al pronunciamiento de la
sentencia que fue objeto de ejecución o ajena a las excepciones enunciadas
en el art. 506 CPN.
Con respecto a los recu rsos, establece el art. 509 CPN que "la resol
ución que desestime las excepciones será apelable en efecto devol utivo,
siempre que el ejecutante diese fianza o caución suficiente. Todas las
apelaciones que fueren admisibles en las diligencias para la ejecución de la
sentencia, se concederán en efecto diferido". Corresponde sin embargo
aclarar, como ahora lo hace el art. 247 CPN, que sólo deben concederse en
efecto diferido las apelaciones deduci das respecto de resol uciones
anteriores a l a mencionada en el art. 508.
Como se indicó oportu namente ( supra , nº 284 bJ), el art. 165 CPN d ispo
ne que cuando la sentencia contenga condena al pago de frutos, intereses, daños
y pe,ju icios, fijará su i m porte en cantidad l íqu i da, o establecerá por lo
menos las bases sobre que haya de hacerse la liquidación.
Por consiguiente, establecidas por la sentencia dichas bases, que repre
sentan el wz debeatur, resu l ta necesario determi nar, a través de la liqu
idación, la suma que específicamente debe abonar el vencido al vencedor (
quantum de beatur), a cuyo fin se requiere una estricta correspondencia entre
dicho acto y el contenido del fallo.
"Cuando la sentencia -dispone el art. 503 CPN- condenare al pago
de cantidad i l íquida y el vencedor no hu biese presentado la l iquidación
dentro de diez d ías contados desde que aquella fuere ejecutable, podrá hacerlo
el venci do. En ambos casos se procederá de conformidad con las bases que
en la sen tencia se h u biesen fijado. Presentada la l iquidación, se dará
traslado a la otra parte por cinco días".
De tal modo la ley concede al acreedor un pl azo de diez d ías para que
practique l a l iqu idación y sólo después de haber transcurrido dicho plazo sin
que l a hubiere efectuado, el cumpl i miento de esa carga se desplaza hacia el
deudor. En cualquiera de los dos supuestos, se confiere traslado de la liquida
ción a la otra parte.
Prescribe el art. 504 CPN que "expresada la conformidad por el deudor, o
transcurrido el plazo sin que se hubiese contestado el traslado, se procederá a la
ejecución por la suma que resultare, en la forma prescri pta por el art. 502", es
dec i r. como si se tratare de sentencia que contiene condena al pago de cantidad
l íqu i da y determ i nada. Agrega el mismo artículo que ''si mediare impugnación
se apl icarán l as normas establecidas para los incidentes en los arts. 178 y si
gu ientes". La norma es obviamente extensiva al caso de que la liquidación hu
biese sido presentada por el deudor, y la consecuencia de la conformidad o el si
lencio (aunque éste no vi ncula al juez en virtud de lo dispuesto en el art. 150,
párr. 2º CPN) consiste en que debe procederse a librar mandamiento de embar
go por la suma resultante y a citar de venta al deudor u na vez que aquel la me
dida ha sido trabada.
b) Esta norma coi ncide con el pri nci pio recordado preceden temente
(supra, nº 388), de que las obl igaciones de hacer pueden ejecutarse forzada
mente siempre que no fuere necesario emplear violencia contra la persona del
deudor, pues en tal caso el acreedor puede pedir autorización para ejecutar el
hecho por cuenta del deudor, por sí o por u n tercero (salvo que la persona del
deudor hu biese sido elegida para hacerlo por su i nd ustria, arte o cual idades
per sonales), o bien que la obligación se resuelva en el pago de daños y perju
icios (Cód. Civ., arts. 626, 629, 630 y concordantes).
En el supuesto de que el acreedor opte por la ejecución a través de la ac
tividad de un tercero no sólo debe, con carácter previo, requeri r autorización
ju dicial (Cód. Civ., art. 630), sino también proceder a la determi nación del
costo de la obra, ya que éste corre por cuenta del deudor (norma citada) y no
puede imponérsele el pago de erogaciones desproporcionadas a la naturaleza del
he cho que se comprometió a realizar.
§ lJ
1 05
EJ F CU C/ ÓN D E SENT ENCIAS EX TRAN J ERAS
a) Por razones de conven iencia y de sol idaridad, casi todas las leyes
pro cesales vi gentes en el mu ndo, entre las cuales se encuentran 1as argent
inas, re-
1 os ALSINA. Tratado. V. pág. 1 61: BOGGI A NO. Derecho i111emacio11al prirndo. Buenos
Aires. 1978. pág. 1 41 : CAPPELLETTI. Las sen /encías ,. las normas ex1ra11jcras en el proceso
cil'il ( trad. SENTÍS MELENDO): CoLml llO, Código. Ill. pág. 807: DE LA COLINA, Derecho y
lcgislacicín procesal. I L pág. 353; GOLDSCH IIDT. Suma del derecho i111ernacio11a / prirndo.
pág. 227: LAZCANO. Derecho in/ernacional ¡nfrado. pág. 647: LUGO. Mc111ucde. pág. 368:
MOR ELLI, DerC'Cho / Jrocesal ch·il illlenwcirmal. pág. 277: l\lORELLO-PASSI LANZA-SOSA
BERIZONCE. Códigos. Vl-1, pág. 95: PALACIO. Derecho procesal civil. Vil. pág. 31 2: PODETTI,
Tralado de las ejernciones , V II, B, pág 293: Rüf\l!RO DEL PR.\DO, ""Ejecución de sentencias
extranjeras. El art. 559 del Código de Procedimientos de la Capital Federal". en L.L., t. 50.
pág. 965: SENTÍS MELENDO. La sentencia extranjern ( exeq11á1ur).
EJECUCIÓN DE SENTENCIAS EXTRANJERAS 693
a) El art. 517 CPN establece que "las sentencias de los tribu nales ex
tranjeros tendrán fuerza ejecutoria en los térmi nos de los tratados celebrados
con el país de que provengan". Y con referencia a los requisitos sustanciales
que cond ici onan la eficacia de tal es sentencias, el mi smo art ícu l o d i
spone: "Cuando no hubiere tratados, serán ejecutables si concu rriesen los sigu
ientes requisitos: 1 º) Que la sentencia con autoridad de cosa juzgada en el
Estado en que se ha pronu nciado, emane de tri bu nal competente según las
normas argen t inas de jurisdicción internacional y sea consecuencia del
ejercicio de una acción personal o de una acción real sobre u n bien mueble, si
éste ha sido trasladado a la República durante o después del juicio t ram itado
en el extranjero: 2º) Que la parte demandada contra la que se pretende ejecu
tar la sentencia hubiese sido personal mente citada y se haya garanti zado su
defensa; 3º) Que la sentencia reú na los requisitos necesarios para ser
considerada como tal en el lugar que hu biere sido dictada y las condiciones
de autenticidad exigidas por la ley nacio nal; 4º) Que la sentencia no afecte los
princi pios de orden públ ico del derecho argenti no; 5º) Que la sentencia no sea
incompat ible con otra pron unciada, con anterioridad o simultáneamente, por u
n tribunal argentino".
EJECUCJÓN DE SENTENCIAS EXTRA NJERAS 695
c) De lo prescri pto en el i nc. !º del art. 517, se sigue que la concesión del
exequát ur o del reconoci miento de la sentencia extranjera, en su caso, depende
ante todo de l a ci rcu nstanci a de que el t ri bu nal que la d ictó se halle provisto de
competencia con arreglo a l as di sposiciones conten idas en el derecho argenti
no vigente al tiempo de su pron u nciamiento. Pero este req uisito no tiende a l a
pre servación exclusiva de la propia jurisdicción internacional, de manera que el
re chazo de l a eficacia extraterri torial de la sentencia extranjera no sólo
procede cuando se i nvade la ju risd icc ión de los t ri bu nales argent inos, sino
también cuando afecta la de u n tercer país cuya legislación coincide con la
argenti na en lo que atañe a la reglamentación de la jurisdicc ión internacional.
En otras pala bras, la admisión de la eficacia de la sentencia extranjera depende
del hecho de que el t ribunal que la d ictó sea competente no sólo de acuerdo
con l as normas vigentes en el Estado a que perte nece, sino ta1]1bién de
conform idad con l as normas atri but ivas de competencia i nternacional co-
i1tenidas en nuestra propia legislación.
La cal idad de cosa juzgada material atri bu ida a la sentencia extranjera
debe juzgarse con arreglo a las normas vigentes en el Estado en que aquél la se
haya pronu nc iado. La prueba de esta circu nstancia debe surgir de la copia au
téntica de la resolución que declare que la sentencia tiene el carácter de ejecu
toriada o pasada en autoridad de cosa juzgada, así como de las leyes en que di
cha resolución se funda (art. 6º del Tratado de Montevideo de 1940), o bien del
informe consular.
g) Tanto el i nc. 5º del art. 517, como el art. 5°, inc. b) de los tratados de
Montevideo, disponen que l a ejecutoria debe reu n ir los requisitos
necesarios para ser considerada como tal en el lugar en que hubiere sido dictada,
agregan do el CPN que tam bién debe reu n i r l as condiciones de autenticidad
exigidas por la ley nacional. El juez argentino ante quien se pide la ejecución de
u na sen tencia extranjera debe, pues, exam i nar si concurren estas
circunstanci as, las que surgirán de los testi monios que el interesado exhiba, o,
eventualmente, de las constancias del informe consular.
405. PROCEDIMIENTO
JUICIO EJECUTIVO
SUMARIO: l. GENERALI DADES: 407. Concepto. nnturalcza y caracteres del juicio ejecu
ti vo.- 408. Requisitos de la pretensión ejecutiva.- 409. Etapas del ju i cio ejecuti
vo.
II. TÍTULOS QUE TRAEN A PARt:J.4.DA EJ ECUC/(J N: 41 0. En u meración
lcgal.- 41 1 . Estudio de los títulos cjccuti\'os en particular.- 41 2. Prcpar;:ición ele l a
vía ejecu ti va.- III. INTIM ACIÓN DE PAGO, EM BARGO Y ClTACtáN PA RA f) fJ
ENSA: 41 3. Despacho del mandamiento.- 41 4. Forma y l ugar de la i nti mación de
pago.- 41 5. El embargo.- 41 6. Citación para defensa.- 41 7. Renu ncia a los trámi
tes del juicio eje cuti vo.- 41 8. Ampliación ele la ejecución.- I V. OPOSICIÓN A
LA PRLTFNS!C )N EJ ECUTIVA: 41 9. Clase de oposiciones.- 420. Examen de las
t:xcepciones en particu lar.- V. SUSTANCIACIÓN DI:' LAS EXCl:"PC!ONES: 421.
Exa men prc,io y t r,tsl a do.- 422. Prueba de las excepciones.- 423. Sentenci a.-
424. Recu rsos.- 425. Cos tas.- VI. CUM PLIM!ENTO DE LA SENTl:'NCIA D{
Rf::J\1ATF: 425 bis. Cicneralidadc,.-
426. Caso de embargo de di nero. títulos o acciones.- 427. La subasta.- 428. El marti
lle ro.- 429. Reglas comunes a la subasta.- 430. Subasta Je muebles o semm·icntes.-
431 . Subasta de inmuebles.- 432. Liquidación. pago. fianza y prerercncia.
§ I
1 06
GENERA LI DAD ES
106 ALSINA, Tratado, V. pág. 1 84; COLOMBO. Código, III, pág. 830; COUTURE, F1111da111e:1-
tos. pág. 437: DE LA COLINA. Derecho y leg. procesal, II. pág. 266: FALCÓN, Código, 111, pag.
gación documentada en alguno de los títulos extrajudiciales (convencionales o
administrativos) legal mente dotados de fehaciencia o autenticidad.
591 : h NECH. Derecho ¡,roccsa/ cii'il. pág. 291 ; FENOCHIETTO-AR,\ZL Código. 2. pjg. 656;
FER NANDEZ. Cr5digo. 1 l. pág. 307: GUASP. Derecho proccrnl cii·i/. 11. p,íg. 130: L\SCANO.
Hacia un IIIU'l'O tipo de proceso. en R DP. 1942. l. pág. 80: L!F.B IAN. M wwulc. l. pág. 79:
I\IE,RCADER. Estudios ele derecho procesal. pág. 525: l\1üRALES MOLINA. Curso dc derecho
procesal cfril. ( Parte especial). pág. 1 51: MORELI.O. Juicios .111111arios. l. pág. 61 : MORELLO
Sos.\-BERIZONCE. Códigos. Vl-1 . pág. 129: P,\L\CJO. Derecho procesal cfril. V I L pág. 331:
Estudio. pág. 303: PODETTI. Tratado de las ejecuciones. V II-A. pág. 99: R ..\h!OS l\1ÉNDEZ.
Derecho procescil ci1·il. 11. pág. 1 1 10.
GENERAL! DADES 703
§ ¡¡
1 07
TÍTU LOS QU E TRAEN A PAREJ A DA EJ ECU CIÓ N
h) Crédito por expensas comunes (CPN, art. 524). Tiene también fuerza
ejecutiva, de acuerdo con la norma citada, el crédito por expensas comunes de
edificios sujetos al régi men de propiedad horizontal. Establece, al respecto, el
párr. 2º del art. 524 que ''con el escrito de promoción de la ejecución deberán
acompañarse certificados de deuda que reú nan los requisitos exigidos por el re
glamento de copropiedad. Si éste no los hu biere previsto, deberá agregarse
constancia de la deuda l íqu ida y exigible y del plazo conced ido a los
copropie tarios para abonarla, expedido por el administrador o quien haga sus
veces".
Aunque los cert ificados de deuda deben en pri ncipio remi ti r a las cons
tancias de los libros rubricados del consorcio, en el supuesto de que el administra
dor de éste sea una sociedad, configura título hábil para proceder ejecutivamente la
certificación extraída de sus libros de comercio (CNCiv., B, E.D., 40-383).
Mient ras algunos de los títu los enumerados por la ley, como los i nst ru
mentos pú bl icos y los papeles de comercio, traen aparejada ejecución por sí
m ismos ( títulos completos ), los restantes requieren ser complementados o per
feccionados, y aun formados, mediante el cu mpl imiento de ciertos trámi tes
TÍTULOS QUE TRAEN APAREJADA EJECUCIÓN 711
previos a la apertu ra del juicio ejecutivo.
"Podrá prepararse la acción ejecutiva --dice el art. 525 CPN- pidiendo
previamente: !º) Que sean reconocidos los
documentos que por sí solos no trai aan
aparejada ejecución. 2º) Que en la
ejecución por alquileres o arrendam ien
;os, el demandado manifieste previamente si es locatario o arrendatario y, en
caso afirmativo, exhiba el último reci bo, si el requerido negase categóricamen
te ser inquili no y su condición de tal no pudiere probarse sumariamente en for
ma indubitada, no procederá la vía ejecutiva y el pago del crédito será reclama
do por juicio su mario. Si durante la sUstanciación de éste se probare el carácter
de inqui li no, en la sentencia se le impondrá una multa a favor de la otra parte,
equivalente al 30 por ciento del monto de la deuda. 3º) Que el juez señale el
pla zo dentro del cual debe hacerse el pago, si el acto constitutivo de la obl
i gación no lo desi gnare o si autorizare al deudor para realizarlo cuando pudiera
o tuvie se medios para hacerlo. El juez dará traslado y resolverá, sin más
trámite ni re curso alguno. 4º) Que el deudor reconozca el cumpli miento de la
condición, si la deuda fuese condicional".
A conti nuación se analizarán por separado las distintas h ipótesis previs
tas en la norma.
b) La ley 22.434 agregó, como último apartado del art. 526, el siguiente:
"El desconocimiento de la firma por alguno de los coejecutados no impide que
se cu mpla con lo dispuesto por los artículos 531 y 542, respecto de los
deudores que la hayan reconocido, o a quienes se los haya tenido por
reconocida".
Se trata de una aclaración plausible, pues no existe razón válida alguna
que obste a la intimación de pago y citación para defensa respecto de aquellos
coejecutados que, en virtud del reconocimiento expreso o ficto de la firma, po
sibilitaron la integración del título ejecutivo.
En concordancia con lo dispuesto por el art. 1028 Cód. Civ., el art. 527
CPN prescribe que "reconocida la firma del instrumento quedará preparada la
ac ción ejecutiva, aunque se hubiese negado su contenido". Por consiguiente, si
el deudor reconoce la firma del instrumento, pero aduce que su contenido ha
sido adulterado, tal manifestación no impide la ape1tura del juicio ejecutivo, sin
perjui cio de que se haga valer oportunamente mediante la excepción de
falsedad, en cuyo caso incumbirá al ejecutado excepcionante la prueba de la
adulteración.
De acuerdo con el régimen establecido por el código derogado, la negati
va del deudor sobre la autenticidad de la firma no autorizaba la ape1tura del jui
cio ejecutivo, debiendo el acreedor reclamar su derecho en juicio ordinario. El
CPN, en cambio, en consonancia con los propósitos de economía procesal y de
moralidad que fundamentalmente lo inspiran, dispone, en el art. 528, que "si el
docu mento no fuere reconocido, el juez, a pedido del ejecutante, previo dicta
men de un perito designado de oficio, declarará si la firma es auténtica". Si lo
fuere se procederá a librar mandamiento de embargo y se impondrá al ejecuta
do las costas y una multa equivalente al 30% del monto de la deuda. Para que el
ejecutado pueda oponer excepciones y como requisito de admisibilidad de és
tas, aquél debe dar a embargo el importe de dicha multa. Si no opone excepcio
nes, dicho importe integra el capital a los efectos del cumplimiento de la sen
tencia de remate. La resolución que declara la autenticidad de la firma y aplica
la sanción prevista es apelable en efecto d iferido.
El art. 530 CPN se refiere finalmente a los documentos firmados por
au torización o a ruego del obligado y distingue según la forma en que la
autoriza ción se confirió. Si ésta resulta de documento privado o no se
encuentra docu mentada, l a vía ejecutiva queda preparada si, citado el
deudor, reconoce la firma del documento o bien declara que otorgó la
TÍTULOS QUE TRAEN APAREJADA EJECUCIÓN 713
autorización o que es cier-
ta la deuda que el documento expresa. Si, en cambio, la autorización consta en
el instrumento público, basta la presentación de éste y la citación al autorizado
para que reconozca la firma del documento de la
obligación.
c) Créditos por alquileres o arrendamientos. En estos supuestos es me
nester acreditar tanto la existencia del respectivo contrato de locación como el
monto de la deuda. Pero en lo que concierne al primero de esos extremos el pro
cedimiento varía según exista o no contrato escrito y según éste conste en ins
trumento público o privado.
Si el contrato consta en instrumento público, la citación del deudor se
practica al solo efecto de que exh iba el último recibo de alquiler. La incompa
recencia autoriza a librar mandamiento por la suma reclamada en la demanda.
Si el contrato consta en instrumento privado, la citación persigue el doble
objetivo de obtener el reconocimiento de la firma y la exhibición del último re
cibo. El desconocimiento de la autenticidad de la firma determina la aplicación
de la norma contenida en el art. 528, a la cual se ha hecho referencia preceden
temente. Si el deudor reconoce la firma pero no presenta el último recibo, co
rresponde librar mandamiento por la suma reclamada por el acreedor.
En el supuesto de no existir contrato escrito, el deudor debe ser citado
para que manifieste si es locatario y para que, en caso afirmativo, exhiba el úl
timo recibo (art. 525, inc. 2º). La negativa categórica del deudor acerca del pri
mero de los mencionados extremos y la imposibilidad de acreditar tal condi
ción sumariamente y en forma indubitada, impide la apertura de la ejecución,
debiendo el pago del crédito reclamarse por juicio sumario, pero si durante la
sustanciación de éste se prueba el carácter de ínquHino, en la sentencia corres
ponde imponer al demandado una multa equivalente al 30% del importe de la
deuda. En cambio, el reconoci miento de la existencia de la relación locativa y
la falta de exhibición del últi mo recibo autoriza a despachar el mandamiento
en la forma mencionada en los supuestos anteriores.
d) Fijación del plazo y reconocimiento de la condiciói. En la primera
hipótesis (art. 525, inc. 3º), el título se integra mediante la resol ución que, pre
vio traslado, fija el plazo dentro del cual debe hacerse el pago.
En la segunda (art. 525, inc. 4º), corresponde citar al demandado bajo
apercibimiento de tener por confesado el hecho afirmado por el ejecutante (ait.
526). El mismo procedi miento debe observarse en el supuesto de acompañarse
cuentas, pues el art. 523, inc. 4°, remite expresamente a lo dispuesto por el art.
525 y, por consiguiente, al art. 526.
e) Las medidas preparatorias, finalmente, son susceptibles de caduci
dad, sin necesidad de declaración jud icial, cuando no se deduc la demanda
dentro de los quince días de su reali zación. En el caso de que el reconocimiento
haya sido ficto, el plazo mencionado corre desde que la resolución que lo decla
re haya quedado firme (art. 529).
§ 111
capital reclamado, del esti mado por el juez en concepto de intereses y costas, y
de la multa establecida por el art. 528, en su caso, dicho funcionario procederá
a embargar bienes suficientes, a su ju icio, para cubrir la cantidad fijada en el
mandam iento. El d inero deberá ser depositado dentro del primer día hábil si
guiente en el banco de depósitos judiciales" (CPN, art. 531 , inc. 1º).
En el mandamiento debe constar la cantidad cuyo pago se exige al deu
dor, más otra que el juez fija provisional mente para responder a i ntereses y
cos tas. Tam bién debe contener autorización para req ueri r el auxi l io de la
fuerza pública y allanar el domici lio del deudor en el caso de que éste se resista
a la di ligencia (CPN, art. 214). Asimi smo, pueden individuali zarse en el
mandamien to los bienes sobre los que se trabará el embargo.
El CPN mantuvo el régi men introducido por la ley 14.237, según el cual
la intimación de pago, el embargo y la citación para oponer excepciones se di
ligencian en u n mismo acto (CPN, art. 542).
d) El art. 532 CPN dispone que la resolución que den iega la ejecución
es apelable. No obstante, y en razón de que dicha resol ución reviste el carácter
de u na providencia simple, también procede contra ella el recurso de reposición
o revocatoria.
415. EL EMBARGO
41 8. AMPLIACIÓN DE LA EJ ECUCIÓN
dencia resol vió que en tal supuesto era necesaria la iniciación de un nuevo
jui cio, aunque, por razones de economía procesal, se admitió que éste
tramitara en el mi smo expediente. Tal solución se fundaba en la inexistencia, en
nuestra le gislación, de la llamada condena de futuro, pero es menester señal
ar que en algunos casos se decidió que, demandándose por cobro de alqu ileres
desde de termi nada fecha hasta la desocupación del inmueble arrendado,
procedía apro bar l a l iqu id ac ión que i nclu ía cuotas devengadas con
posterioridad a la sentencia, aunque la ejecución no se hubiera ampliado en
su oportu nidad.
El CPN contempla expresamen te, con carácter general, el caso de am
pl iaci ón de la ejecución posterior a l a sentencia, y al respecto dispone el
art. 541 que "si durante el juicio, pero con posterioridad a la sentencia,
vencieren nuevos plazos o cuotas de la obligación en cuya virtud se procede, la
ejecución podrá ser ampl iada pidiéndose que el deudor exhiba dentro del
quinto día los recibos correspondientes o documentos que acred iten la
extinción de la obl iga ción, bajo apercibimiento de hacerse extensiva la
sentencia a los nuevos plazos y cuotas vencidos. Si el deudor no exhibiere
recibos o documentos que fuesen reconocidos por el ejecutante, o no se
comprobase sumariamente su autentici dad, se hará efectivo el apercibimiento
sin recurso alguno. En cada caso de am pl iación deberá cumplirse con la inti
mación de pago". Agrega el mi smo artícu lo que tanto lo que en él se
establece como lo dispuesto con respecto a la ampl iación anterior a la
sentencia, rige también en las ejecuciones por cobro de alquileres y expensas
comu nes, y concl uye dispon iendo que la facultad que otorga no puede ser
ejercida una vez terminada la tramitación del juicio (lo que ocurre con el pago
de la liquidación aprobada).
§ IV
109
OPOSICIÓN A LA PRETENS IÓN EJ ECU TIVA
a) Incompetencia (art. 544, inc. 1º). Son aplicables a ella los principios
oportu namente expuestos al tratar de esta excepción en el proceso ordinario
(supra, nº 175), con la salvedad, natural mente, de que en el juicio ejecutivo no
es una excepción de previo y especial pronu nciamiento. Si se trata de incompe
tencia relativa, sólo cabe declararla en el caso de que el ejecutado oponga la co
rrespondiente excepción. Pero cuando se trata de incompetencia absoluta (por
la materia o por el valor), puede ser declarada de oficio durante el trámite de las
di ligencias preli mi nares y en oportunidad de examinarse el título con que se
promueve la ejecución. En el supuesto de no haberse opuesto excepciones, la
incompetencia puede declararse hasta la oportunidad de la sentencia.
b) Falta de personería. De acuerdo con los térmi nos del inc. 2º del att.
544, sólo puede fundarse -corno en los procesos de conoci miento- en la falta
de capacidad de las partes, en la ausencia de mandato otorgado a favor de qu
ie-
nes i nvocan l a representación de aquél las, o en l as deficiencias de que adolezca
el mandato. No es, por con sigu iente, la excepción adecuada para cuestiona r
I a legitimación procesal del ejecutante, pues en tal caso corresponde oponer l a
excepción de inhabilidad de tít u lo, que constit u ye el equivalente procesal de
l a defensa de falta de acción. En tal supuesto, si n embargo, pueden los jueces,
con presci ndencia de la desi gnación acordada por la parte, y por aplicación del
princi pio iura 110 Fit curia , cai ificar autónomarnente a la excepción te111endo en
cuenta l os hechos en que se funda.
d) Falsedad e inhabilidad del título. Dispone el i nc. 4º del art. 544, que
la pri mera pod rá fu nd arse ú n icamen te en la ad ulte raci ón del docu men
to, en tanto que la segu nda se l imitará a las formas extrínsecas del títu lo, si n
que pue da d iscuti rse la legiti midad de la causa. Agrega que el reconoci mien
to expreso de la firma no impide la admisi bilidad de la excepción de falsedad
fundada en la adulteración del documento y que estas excepciones son inad
misi bles si no se ha negado la existencia de la deuda.
De acuerdo con dicha norma, m ient ras que la excepción de fal sedad pro
cede cuando el t ít ulo que sirve de base para la ejecución ha sido materi al mente
adulterado, total o parcial mente, la excepción de inhabilidad de título, en cam
bio, procede cuando se cuest iona la idoneidad ju ríd ica del títu l o, sea porq ue
no figura entre l os mencionados por la ley, porque no reú ne l os requ i sitos a
que ésta condiciona su fuerza ejecutiva (cantidad liquida, exigible, etc.), o
porque el ejecutante o el ejecutado carecen de legitimación procesal, en razón de
no ser las personas que aparecen en el título como acreedor o deudor.
Es común a ambas excepciones la prohi bición de que, mediante ellas, se
discuta·Ja inexistencia, i legiti midad o falsedad de la causa. De allí que se haya
decidido, v.gr., que u na vez i ntegrado el tít u l o en u na ejecución por cobro de
al quileres, no cabe cuest ionar en el proceso ejecuti vo l a \'al idez legal de la
esti pu lación mediante la cual se convi no u na pena por la demora en resti tu i
r el bien, pues tal articu l ación no se refiere a los req u isi tos extrínsecos del tít u
lo si no a la licitud de la causa. Pero la al ud id a prohi bición cede cuando l a il
icitud de la cau sa surge del docu mento mismo, el origen y el conten ido de la
deuda reclamada comportan u n supuesto de n u l idad absol uta o la i
nexistencia de la obli gación resulte en forma man ifiesta de las constancias del
expediente.
Se ha resuelto, ent re ot ros casos, que procede la excepci ón de falsedad
cuando se ha escrito sobren-aspado el nombre del tomador, sin sal varse la
en mienda; el aval ista arguye que en el respectivo docu men to se han agregado
su brepticiamente las pal abras que lo hacen aparecer corno obl igado en aquel
ca rácter; en el cheque aparecen alteraciones no salvadas en los térmi nos del
a11. 211 Cód. Corn.; se n iega categóricamente la autentici dad de la firma del
ejecu tado, etcétera. Con rel ación a este último supuesto, la jurisprudencia se
hallaba dividida en l o tocante a cuál de l as partes i ncu mbe la carga de la
prueba. Algu nos precedentes, fundados en la ci rcu nstancia de que el protesto
del documento no hace perder a éste el carácter de i nstru mento privado,
consideraron que, i m pugnada de fal sedad la firma que en él aparece, pesa sobre
el ejecutante la carga de probar su autenticidad. Ot ros, en cambio,
entendieron q ue corresponde al excepcionante acred itar que la firma que
suscribe el documento protestado no le pe11enece.
Esta ú l ti ma solución es la que terminó por prevalecer y l a que debe repu
tarse correcta, porque si bien no se concil ia estrictaltl.ente con los pri ncipios que
gobiernan la carga de la prueba, aparte de contar con fundamento en la regla ge
neral contenida en el art. 549, párr. 2º CPN, at iende al hecho de que l os títulos
ejecutivos cuentan con u na presu nción favorable acerca de l a certeza del dere
cho del acreedor y a la razón práctica de que es el deudor, en el caso anal i zado.
quien se encuentra beneficiado por la disponi bi l idad de los medios probatorios
(EISNER, en L.L, 1 14-91 2).
Diversos precedentes resol vieron que la excepción de fal sedad es im pro
cedente si se l a funda en l a alegada existencia de abuso de la firma en bl anco,
pues ello no sign ifica alegación de falsedad material de las fi rmas o inscripcio
nes conten idas en el docu mento y que tampoco configu ra adulteración material
que justifique esta excepción la alegada existencia de d istintos tipos de letra o
de tintas en el docu mento que se ejecuta.
Con respecto a la excepción de i n habi l idad de títu lo se ha decidido q
ue procede, por ejemplo, cuando la ejecución se promueve sobre la base de u n
do cumento que acred i ta u na obl i gación no exigible o i líqu ida; el documento
apa rece firmado por u na sola de las dos personas cuya firma conju nta se
requiere
en el contrato social; no existe la cuenta corriente cuyo saldo se pretende ejecu
tar; se alega que el otorgante del i nst rumento no es el demandado, etcétera.
Se ha resuel to, en cambio, que es improcedente si se la funda en circuns
tancias ajenas a las formas extrínsecas del títu lo, como son, v.gr., las referentes
a las irregularidades del protesto cuando el ejecutado es el librador del docu
mento, al exceso de los intereses pactados, sin pe1juicio de discutir el pu nto en
la oportun idad de presentarse la liqu idación; al hecho de que el domicilio en el
cual se realizó el protesto no es el domicil io del demandado sino el de u n
terce ro, ya que tal circu nstancia no enerva la val idez formal de la diligencia ni
gra vita sobre sus efectos jurídicos con respecto a la pretensión ejecutiva
interpuesta de conformidad con lo dispuesto en los artículos 5 1, 1O I y 103 del
decreto-ley 5965/63 y 523, inc. 5º del Cód. Com.
e) Prescripción (art. 544, inc. 5º). Procede cuando han transcurrido los
lapsos a que la legislación de fondo supedita el ejercicio jud icial de los dere
chos. Debe tenerse en cuen ta, asi m ismo, que la prescri pción se interru
mpe como consecuencia de las di ligencias preparatorias del juicio ejecutivo.
f) Pago. El inc. 6º del a1t. 544 establece que el pago debe ser documenta
do. Debe acompañarse a tal fin el documento original, no pudiendo ser suplido
por fotocopias de éste, por constancias de los l ibros de comercio, por la
invocación de la entrega de cheques al ejecutante, etcétera. Tampoco es
fundamento suficiente de esta excepción la existencia de un ju icio de
consignación promovido por el ejecu tado, pues el pago por consignación sólo
puede ser eficazmente invocado cuando ha sido aceptado por el acreedor o
declarado válido por sentencia firme; ni la existencia de un depósito judicial
hecho en calidad de embargo.
El i nciso anal izado autoriza también el pago pa rcial, lo que constituye
una innovación con respecto al régi men anterior, durante cuya vigencia se de
cidió que dicha modalidad de pago no podía aducirse como fundamento de esta
excepción, sin pe1juicio de que se la hiciese valer en el procedi miento de cum
pl i miento de la sentencia de re mate. En el caso de prosperar la excepción de
pago parcial, las costas deben imponerse respecto del saldo.
g) Compensación (art. 544, inc. 7º). Debe reu n ir las cond iciones que
de term ina el art. 819 Cód. Civ. y resul tar, el crédito respectivo, de documento
que traiga aparejada ejecución. De all í que la excepción no proceda, por
ejemplo, fundada en la existencia de un fa] lojudicial pendiente de recurso, o en
obligaciones legales contraídas como agente de retención que no se cumplieron
en el momento opo1tuno, o en la mera referencia a las cuentas existentes entre
las pmtes.
OPOSICIÓN A LA PRETENSIÓN EJECUTIVA 725
i) Cosa juzgada (art. 544, inc. 9º). Esta excepción tiene por objeto i m
pedir la inútil tramitación del proceso ejecutivo cuando media sentencia dicta
da en u n proceso anterior sustanciado entre las m ismas partes y en vi rtud del
mismo título.
El CPN, finalmente, autori za a solicitar la n ulidad de la ejecución por vía
de excepción o de incidente , disponiendo en el art. 545, que sólo puede fundar
se en: 1º) No haberse hecho legalmente la inti mación de pago, siempre que en
el acto de pedir la declaración de nulidad, el ejecutado deposite la suma fijada
en el mandamiento u oponga excepciones; 2º) Incumpl imiento de las normas
establecidas para la preparación de la vía ejecutiva, siempre que el ejecutado
desconozca la obligación, niegue la autenticidad de la firma, el carácter de lo
catario, o el cumpli miento de la condición o de la prestación. La ley 22.434 in
trodujo a este inciso u n párrafo en cuya virtud "es inadmisi ble el pedido de nu
lidad si el ejecutado no mencionare las excepciones que no ha podido deducir,
en términos que demuestren la seriedad de su petición". Se trata, empero, de un
agregado i njustificado ya que, por u n lado, las manifestaciones que el inc.
2º) del art. 545 exige del ejecutado dem uestran la existencia de i nterés jurídico
su ficiente para articular la nulidad, y, por otro lado, en razón de que la norma
par te de la base de que, a raíz de l a irregulari dad de que adolecen l as d i l
i gencias preparatorias no existe un t ítulo ejecutivo completo o integrado, no
alcanza a comprenderse el requisito de que el ejecutado mencione las
excepciones que no pudo oponer, pues esta i mposibi lidad deriva, precisamente,
de tal i nexistencia.
El art. 546 CPN agrega que si se anulare el procedimiento ejecutivo o se
declarare la incom petencia, el embargo
que se hu biese trabado se mantendrá con
carácter prevent ivo du rante qu ince días
contados desde que quede firme la resol ución. Si dentro de ese plazo no se rei
nicia la ejecución, se produce la ca ducidad automática de esa med ida.
§ V
42 \ . EXAM EN PR EV IO Y TRASLA DO
b) Si, en cambio, se hal lan cu m pl idos l os req uisitos perti nentes, el juez
dará traslado de las excepciones al ejecutante por el plazo de cinco días y éste, al
contestarl o, debe ofrecer la prueba de que intente valerse (CPN, art. 547, párr. 2º).
423. SENTENCIA
425. COSTAS
,l •
§ Vf
111
CUM PU M !EN TO DE LA SENTENC IA DE REM AT E
1 1 1 r\ partc de la bibliograffa citada en la nota 105. Busros BER RONDO. Juicio ejec11ti1,o, 3ª
ccL. La Pl ata. 1981 , p,íg. 259: l\1ARTÍNE7. La suhasta judicial. La Plata. 1972,
CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA DE REMATE 73 1
Así como, a d iferencia ele lo que ocu rre en las pri meras etapas del ju
icio ejecuti vo, en el proceso de ejecución de senlencia d ictada en proceso
de cono cimiento el embargo constituye u n trám ite esencial y
necesariamente previo a la citación ele venta (CPN, art. 502) ( supra , nº
400), d icha med ida reviste el mismo carácter en el trámi te del cumpl im
iento de la sentencia de remate, pues en ambos casos se cu mple, excl
usivamente, con vi stas a la real ización de l os bienes necesarios para
satisfacer et crédito reconocido en la sentencia de con dena o por cuyo
monto se ordenó l levar adel ante la ejecución. De a l lí que el art. 561 , párr.
l º CPN presc ri ba que "es requ isi to del trám ite de cumpli miento ele la
sentencia de remate, la traba del embargo".
427. LA SUBASTA
428. EL MARTILLERO
d ) El mart i l lero tiene el derecho de perci bir u na remu neración por sus
t rabajos, comú n mente l l amada comisión, y que debe ser pagada. conforme con
l a cost umbre (Cód. Civ., art. 1 7, y Cód. Com., ap. 5, títul o prel imi nar) por el ad
quirente de l os bienes subastados.
A l respecto d ispone el an. 565 CPN que el "'marti llero perci bi rá l a
com i sión que corresponda conforme al bien subastado, etablecida por la ley o,
en su caso, l a cost u m bre'". En el orden naci onal dicha comisión no ha sido l
egal mente fijada. de manera que corresponde atenerse a la cost u mbre con
arreglo a la cual aquélla es del 1 00é sobre el total del precio de venta en materia
de bienes mue bles y del Yk cuando se trata de bienes i n muebles.
Si el remate se suspende o fracasa sin culpa del martil lero, el monto de la
comisión debe ser fijado por el juez, de acuerdo con l a i m portanci a del
trabajo real i zado; si se anu la, también sin su cu l pa, tiene derecho a perci bi r la
comisión que corresponda. Si el rnismo manillero vende el bien en u n remate
posterior,
CUMPLll\'IIENTO DE LA SENTENCIA DE REMATE 735
d) Prescribe el art. 572 CPN que "si existieren motivos fundados y sin
perjuicio de la facultad del juez para disponerlo de ofü:io, el ejecutado o el mar
tillero podrán solicitar al juzgado la adopción de las medidas necesarias para
proveer a la regu laridad del remate y al manten imiento del orden que asegure
la libre oferta de los interesados".
A fin de preservar la seguridad de la subasta e impedi r que se alteren sus
resultados normales, el juez, en los térmi nos de la norma citada, puede dispo
ner, entre otras medidas, la vi gi lancia del acto por personal pol icial o su fisca
lización por u n veedor, por auxiliares internos del juzgado e incluso por el pro
pio magistrado.
Complementaria de la norma precedentemente transcripta es la conteni da
en el art. 570 CPN, en cuya vi rtud "cualquiera sea la naturaleza de los bienes a
subastar, a pedido de parte o de oficio el juez podrá disponer que se admitan
post uras en sobre cerrado, en las condiciones que fije, que deberán indicarse en
los edictos y, en su caso, en la propaganda. La Corte Suprema de Justicia de la
Na ción o las cámaras podrán establecer las reglas u niformes de aplicación de
la expresada modalidad del remate. Si se tratare de subasta de muebles que se
rea lice por intermedio del Banco de la Ciudad de Buenos Ai res u otras
institucio-
nes oficiales que ad m itan posturas bajo sobre, se aplicará esa modal idad en los
términos que establezcan las respectivas reglamentaciones".
Este precepto, en tanto posi bil ita la adjudicación de los bienes a quienes
no estén presentes en el acto de la subasta proporciona, lo mismo que el ya ci
tado art. 572, u n arbitrio idóneo para desbaratar las actividades ilícitas de las
tristemente célebres "ligas de compradores".
2º) Requeri r al deudor para que, dentro del plazo de cinco días, manifies
te si los bienes están prendados o embargados. En el primer caso, aquél debe i n
d icar el nom bre y domicilio de los acreedores y el monto del crédito y en el
segundo, el juzgado, secretaría y la carátula del expediente. El requerimiento
debe diligenciarse personalmente con el ejecutado por cuanto, de lo contrario,
en virtud de las consecuencias que la ley imputa al silencio del intimado, la su
basta realizada con esa omisión puede hallarse afectada de nu lidad.
c) Expresa final mente el art. 574, párr. l º CPN que "al adjudicatario
que planteare cuestiones manifiestamente improcedentes que demoraren el
pago del saldo del precio, se le impondrá la multa que prevé el art. 581'' (inji-a,
nº 431 ).
43 1. SUBASTA DE I NM UEBLES
g) Como arbi t rio tend ien te a preservar el cumpli miento del deber de
l ealtad y buena fe, dispone el art. 581 CPN que "al adjudicatario que planteare
cuest iones ma n ifiestamente i mprocedentes que demoraren el pago del saldo
del precio, se le i mpond rá una mul ta que podrá ser del cinco por ciento al
diez por ciento del precio obtenido en el remate".
m) Si por culpa del postor cuya oferta fue aceptada como defin itiva en el
acto del remate la venta no se formal i za, debe ordenarse u na n ueva subasta.
Di cho postor será responsable de l a d i smi n ución real del precio que se obtenga
en el nuevo remate, de los intereses acrecidos, de los gastos ocasionados y de las
cos tas causadas con ese motivo. El cobro del importe que resulte. previa I
iquidación, debe tram i tar por el procedim iento de ejecución de sentencia,
quedando embar gada a ese efecto la suma que el postor hubiere entregado (CPN,
art. 584).
La responsabilidad del postor remiso comprende, en pri mer l ugar, el i
m porte correspondiente a la dismin ución real del precio obten ido en el
segundo remate, lo cual excl uye la posibi l idad de computar valores meramente
nomi na l es que sól o se hallan determ i nados por factores monetarios y no
trad ucen l as modificaci ones experi mentadas en el mercado i nmobi l i ario. En
segu ndo l ugar, los "intereses acrecidos" deben liqu idarse sobre la total i dad del
precio de com pra, y los gastos y costas, final mente, son los que
corresponden al remate que no l legó a real izarse a raíz de la cond ucta cul posa
del postor rem iso.
a) Dentro de los cinco días contados desde que se pagó el precio (cuan
do se trata de subasta de muebles o de la hipótesis de sobresei miento) o desde
la aprobación del remate (en el caso de subasta de i n m uebles), el
ejecutante debe presentar la liqu idación del capital, intereses y costas, de la que
corres ponde dar traslado al ejecutado (por cinco días, art. 150). Si el
ejecutante no presenta oportu namente l a liqu idación, puede hacerlo el
ejecutado, en cuyo caso debe conferi rse traslado a aquél. Contestado dicho
traslado o vencido el plazo para hacerlo, el juez debe resol ver (art. 591,
párrs. I º y 2º), correspon diendo que las eventuales objeciones que ambas
partes pueden formular contra las l iquidaciones efectuadas por su contraria se
ventilen por el trámite de los i n cidentes.
La falta de impugnación no obliga a aprobar la liquidación en cuanto ésta
no se ajuste a derecho (norma citada, párr. 3º), de modó,que el juez, de oficio,
puede disponer l a corrección de aquélla cuando adolece de errores numéricos o
contraría princi pios corno los contenidos en el art. 953 y concordantes del Có
digo Civil.
EJECUCIONES ESPECIALES
§ l
112
GENERALI DADES
433. CONCEPTO
l l 2 ARAZ! - ROJAS, Código, III, pág. 1 1; FALCÓN, Código, lll, pág 821; FENOCHlETTO
ARAZJ, Código, 3, pág. 97; MORELLO, Juicios sumarios, l, págs. 363, 41 1 y 424: MüRELL<?
PASSJ LANZA-SOSA-BERIZONCE, Códigos. Vl-2, pág. 977; PALACIO, Derecho procesal cm/,
VII, pág. 678: PODETTI, Tratado de las ejecuciones. Vll-B, pág. l l 9.
EJ ECUCIÓN HIPOTECARIA 752
fomentar ciertos préstamos con garantías reales y en asegurar la expedita re
caudación de la renta pública proveniente de impuestos, tasas y retribuciones
de servicios públicos.
434. CLASES
c) El CPN dedica el Título III del Libro III a las ejecuciones especiales,
las que están reguladas en dos capítulos.
Con el carácter de disposiciones generales establece, en primer término,
que los títulos que autorizan esta clase de ejecuciones son únicamente aquellos
que se mencionan expresamente en el código o en otras leyes (CPN, art. 595).
En segundo lugar, prescribe el art. 596 que en ellas se observará el procedi
miento establecido para el juicio ejecutivo, con las siguientes modificaciones:
1º) Sólo procederán las excepciones previstas para cada tipo de ejecución o en
la ley que crea el título, y 2º) Sólo se admitirá prueba que deba rendirse fuera de
la circunscri pción territorial del juzgado cuando el juez, de acuerdo con las cir-
cunstancias, lo considere i mprescindible, en cuyo caso fijará el plazo dentro del
cual deba prod ucirse.
El CPN contempla, como
ejecuciones especiales, la
hipotecaria, la pren
daria, la comercial y lafiscal. Con respecto a la ejecución de prenda con regis
tro, sin embargo, debe tenerse en cuenta que, pese a la aparente generalidad del
art. 596 CPN, el proced imiento apl icable a aquélla es el estableci do en l a ley
12.962, con la variante que en materia de excepciones admisibles ha introduci
do el art. 600 CPN. Tal concl usión se funda, esencialmente, en que este ú l timo
excluye en principio de su reglamentación a los títulos ejecutivos que se hallan
sujetos a un procedi m iento especial (art. 523, inc. 7º), en la circunstancia ele
que las normas procesales contenidas en la ley ele prenda no han sido objeto de
expresa derogación, y en la referencia que a dichas normas se hace en el art.
601, párr. 2º.
Cada una de las mencionadas ejecuciones se analizará a conti nuación.
§ 1/
113
EJ ECU CIÓN H I POT ECA RIA
I
l 3 COLOhlBO. Cádigo. IV. pág 280; DE LA COLINA. Derecho y legislación procesal, ll. pág.
43; FALCÓN. Código, JII, pág. 825; Fl:NOCHIETTO-ARAZI. Código. 3, pág. 597; MORELLO, El
Juicio hipotecario en el Código Procesal de Buenos Aires; las excepciones de jálta de
acción, pa go y cosa ju::.gada. en J.A. J 962-111-488: Juicios sumarios, l. pág. 363; l\10REU.o-
SosA BERlZONC.E, Códif;OS. Vl-2, pág. 980; PALACIO. Derecho procesa/ civil. V I I. pág. 684;
PODETTI. Tratado de las ejecuciones, Vlf-8, pág. 151.
436. PROCEDIMIENTO
b) La ley 24.441 introd ujo al art. 598 CPN diversas modificaciones que
si bien aparecen destinadas a simplificar al trámite de la ejecución hipotecaria
a partir del d ictado de la sentencia de remate entrañan, en importante med
ida, como se verá, u na ostensi ble incongruencia con normas no derogadas que
rigen dicha ejecución, al par que acuerdan al ejecutante facultades suscepti
bles de afectar derechos de terceros y de otros eventuales acreedores.
De acuerdo con el mencionado art. 598 en su act ual versión, d ictada l a
sentencia de remate el juez debe ordenar la verificación del estado físico y de
ocupación del i n mueble, y designar a tal fin al escribano propuesto por el
acree dor. Si de tal diligencia resulta que el inmueble se encuentra ocupado,
debe in timarse su desocupación en el plazo de diez días bajo aperci bi miento
de lanza m ien to, y no verificada aquélla en ese pl azo, con intervención del
referido notario y auxilio de la fuerza pública debe procederse (salvo que se
acredite la existencia de contratos de locación con fecha cierta anterior a la
constitución
del gravamen) al desahucio y ent rega de tenencia a l acreedor hasta la aproba
ción del remate (inc. 1º).
El acreedor está facultado no sólo para solici tar di rectamente al Registro
de la Propiedad u n i nforme sobre el estado y gravámenes que afecten al i n
mue ble hipotecado, con i ndicación del i mporte de los crédi tos, sus t i t u lares y
domi cilios, si no también para req ueri r la l iquidación de las deudas existentes
en con cepto de expensas de la propiedad horizontal, bajo apercibi miento
que de no contarse con esas l iq uidaciones en el plazo de d iez d ías hábi les
desde l a recep ción del pedido, puede subastarse el bien como si estuviera l ibre
de deudas, sin que los reclamos que pud ieren art icu larse sean aptos para
afectar el trámite de la subasta (incs. 2º y 3°).
La venta, conforme a lo prescri pto en el actual i nc. 4º del art. 598, queda
perfeccionada u na vez pagado el precio estipu lado y real i zada l a t rad ición a fa
vor del comprador, pudiendo el pago reali zarse directamente al acreedor qu ien
debe depositar judicial mente el remanente (es decir el event ual importe que ex
ceda el monto de lo que corresponde perci bir al ejecutante y demás acreedores
de acuerdo con las liquidaciones practicadas, de modo que viene a erigirse al
primero en u na suerte de distribuidor extrajudicial y supuestamente ecuán i me
de fondos que no le pertenecen). Asi mismo, de acuerdo con el mismo inciso, en
el caso de que el acreedor ostente la tenencia del i n mueble subastado, puede
transmiti rla directamente al comprador, pero en el supuesto contrario y no ha
biendo mediado la desposesión a que alude el i nc. 1º, debe ser entregado con i n
tervención del juez. En cuanto a la escritu ra de protocolización de las actuacio nes
la norma examinada reitera, innecesariameúte, 1'a contenida en el art. 587 CPN (
supra, nº 431 , jl).
Agrega el nuevo art. 598 CPN, inc. 5°, que ni el deudor n i el tercer posee
dor pueden interponer incidente ni recurso alguno, salvo las defensas del art. 64
en la oportunidad del art. 54 (de la ley 24.441 ), sin perju icio de que el deudor
pueda ejercitar, en juicio sumarísimo posterior, los derechos que tenga que re
clamar al acreedor, y que si existiera peligro de desprotección de alguno de los
interesados debe notificarse al defensor oficial para que asuma el control del
proceso de ejecución de la garantía.
Au nq ue el plazo del art. 54 pareciera ser el de cinco d ías
correspondiente al traslado que el juez debe conferir del pedido del acreedor en
el sentido de que se ordene verificar el estado físico y de ocupación del
inmueble hi potecado, la propia índole de l as defensas enumeradas en el art.
64 (inexistencia de mora, falta de i nti mación de pago, ausencia de pacto sobre
la vía elegida y existencia de vicios graves en la pu bl icidad) carecen de toda
posi bil idad de oponerse en el plazo previ sto en el mencionado art. 54, ya
que las tres pri meras obstarían, como excepciones procedentes, al pron u
nciam iento de la sentencia, y la úl ti ma
- que debe hacerse valer por vía de i ncidente- conduce a la d isposición
de una n ueva pu bl icidad.
Prescri be asimismo el art. 598, i nc. 6º CPN, que una vez realizada la su
basta y cancel ado el crédi to ejecutado, el deudor puede i mpugnar por vía judi
cial la liquidación practicada por el acreedor y el incumplimiento de los recau
dos establecidos en d icha norma por parte del ejecu tante, añadiendo que
en todos los casos el segundo debe i ndem ni zar los pe1juicios ocasionados, sin
per juicio de las sanciones penales y admin istrativas de que se haga pasi ble.
Pero 1rnís allá de que no resulta coherente la impugnación de la liquida
ción u na vez cancelado el crédito, parece claro que, en el ámbito civil, la causa
de la pretensión resarci toria que la misma norma contempla se halla constit u i
da, precisamente, por los hechos configurativos del i ncu mpli miento, por parte
del acreedor, de los recaudos previstos en el art. 598 CPN.
Dispone, por úl timo, el art. 598, i nc. 7° CPN, que en la ejecución hipote
caria no procede la compra en comisión ni la i ndi sponibilidad de los fondos de
la subasta, lo cual excluye, en dicho proceso, la aplicación de los arts. 571 y 582
de aquel ordenamiento.
a) Dice el art. 3162 CPN que "si el deudor enajena, sea por título
oneroso o lucrativo, el todo o una parte de la cosa o una desmembración de ella,
que por sí sea susceptible de hipoteca, el acreedor podrá perseguirla en poder
del adquiren te, y pedir su ejecución y venta como podría hacerlo contra el
deudor".
La aplicación de esta norma supone que el i n mue ble ha salido del patri mon
io del deudor med iante la correspond iente escritu ra públ ica, tradición e
inscripción en el Registro de la Propiedad. En consecuencia, sólo revi ste el ca
rácter de tercer poseedor contra quien puede dirigirse la ejecución, el propieta
rio del in m ueble hi potecario, no siéndolo, por ejemplo, qu ien sólo tiene a su
fa vor u na promesa de venta.
§ 111
1 14
EJ ECUC IÓN PREN DARIA
1 14 ALSINA, Tratado, V. pág. 383: C:\MARA, Prenda con registro o hipoteca mobiliaria:
CUll,IBO, Código. I V. pág. 323: FALCÓN. Código. JJ L pág. 832; MüRELLO, Manual. pág. l
; Jwcws s11111arios. 11. pág. 424: MORELLO-PASSI L\ NZA-SOSA-8ERIZONCE. Códigos. Yl-2.
pag. 1081 : PAI.AClO. Derecho procesal civil, V II. pág. 713: PODETTI. Tratado de las
ejecuciones. YII-8. pág. 1 89.
u na ejecución ext rajud icial o pri vada para l os casos en que el acreedor sea el
Estado o u na i nst i tución bancaria o
financiera (art. 39).
440. PROCEDlMIENTO
con presci ndencia de los trámites judiciales que se han analizado, pues la inter
vención de los jueces se limita a.facilitar, mediante la perti nente orden de se
cuest ro. l a ve n ta de d ich os bienes. Pero las ent idades favorecidas por
este privi legio pueden renu nciar a él y optar por el proced imiento judicial.
§ IV
1 15
EJECUCICJ N COMERC/1\ L
444. PROCEDENCIA
El CPN regula l a denomi nada ejecución comercial en los ai1s. 602 y 603,
normas éstas que contem pl an el proced i m iento a seguir en determi nados casos
I I :\ PA!.ACIO. Dr.:rec/w procesa/ civil. V I l. pág. 752: PODETTI. Trntodo de /us cjec11cio11es.
Vll-B. pág. 237.
que con anterioridad a la promulgación de dicho ordenamiento estaban previs
tos en la ley 50 (art. 308).
Dispone el pri mero de esos preceptos que procede l a ejecución comercial
para el cobro de: 1º) Fletes de los transportes marítimos, terrestres y aéreos
acred itados con l a póliza de fletamento o conoci miento o carta de porte o
docu mento análogo en su original, y en su caso, el reci bo de las mercaderías, a
cuyo fin corresponde atenerse a lo dispuesto en los arts. 589 y 590 de la ley
20.094, 167 del Cód. Com. y 1 19 del Cód. Aeronáutico; 2º) Créd i to por las vi
tuallas su min istradas para la provisión de los buques (o sea el emergente de la
venta de las cosas destinadas a la al imentación de los tripulantes del buque y de
las per sonas que éste transporta a raíz de u n contrato de pasaje), justificado
con las respecti vas facturas valoradas, aprobadas por el capitán, consignatario o
carga dor por cuya orden las haya entregado el acreedor.
§ V
116
EJ ECUClÓ N FI SCAL
446. CONCEPTO
c) Asi mismo, nu merosas leyes nacionales d ispon ían que los créditos
en ellas contempl ados (especial mente los derivados de impuestos y multas),
debían percibirse judicial mente por la vía del ju icio de apremio, remitiendo,
algunas, en cuanto al procedi miento apl icable, a l as normas de la ley 50. En
la actual idad, en cambi o, env ían al t ipo de ejecución reglamentad o en los
arts. 604 y 605 CPN (v.gr. leyes 1 1.683 f t.o. en 19781 lD.G.I.]; 19.782 lMu
nici pal i dad de la Ciud ad de Buenos Aires]; 20.324 [Obras Sanitarias de l
a Nación]).
d) En cuanto a la forma del títu lo y a su fuerza ejecutiva, el art. 604, párr.
2º CPN rem i te a l o que en cada caso determi ne la legislación fiscal.
Tratado, 1, pág. 161:(OLO IRO, Código. [V, p,íg. 359: MüRELLO, Manual, 111. pág. 81 : Juicios
sumarios, l. pág. 41 1 : PALACIO. Derecho pmc{'sa / cil'il, VIL pág. 757: PODETTI. !ratado de
las ejernciones. Yll-B. pág. 21 3: SARTORIO, La Ley 50, p:1g. 697; \VJTTH.\US, U _¡1ucw de
apremio, Buenos Aires, 1966.
447. PROCEDIMIENTO
a) Di spone el art. 605, párr. l º CPN que "la ejecución fiscal tramitará
conforme a las reglas que estableciere la ley que específicamente regula la ma
teria i mposi t iva u ot ro tít u lo al que también por ley se haya atribuido fuerza eje
cutiva".
Mientras que algunas leyes tributarias y previsionales remiten, sin más,
al trámite de la ejecución fiscal reglamentado por el CPN --que es el establecido
en el art. 596 de ese ordenamiento con respecto a todas l as ejecuciones
especiales-, otras, si n perjuicio de hacer i gual rem isión, i ntroducen ciertas
modificaciones que, sin embargo, no afectan la est ructura básica del proceso
anal i zado.
b) El art. 605 CPN agrega, en su segundo párrafo, que "a falta de tales
d i sposiciones o en lo que el l as no previeren procederán las excepciones autori
zadas en los i ncs. 1º, 2º, 3º, y 9º del art. 544 y en el art. 545 (vale decir las de i n
competencia. falta de personería, 1it ispendencia, cosa juzgada y nulidad de
ejecución) y las de fal sedad material o inhabil idad extrínseca del título, falta
de legi t i mación para obrar pasi va en el ejecu tado, pago total o parcial, espera y
prescri pción''. Agrega el párrafo final de dicha norma que "las excepciones de
pago y espera sólo pod rán probarse con documentos".
Este precepto, como se ad vierte, contempla dos situaciones: que la ley
es pecífica no contenga u na enumeración de excepciones, o que, con teniendo
tal enumeración, ésta no incl u ya l a total idad de las previstas en ella.
Frente a la pri mera situación, es claro que son admisi bles todas las
excep ciones que contempla el art. 605. Cuando concurre l a segund a
situación, en cambio, corresponde formul ar u na disti nción fundada en la
naturaleza de las excepciones.
Si se trata de aquellas que, como las de incompetencia, falta de persone ría,
l itispendencia, cosajuzgada, n ul idad de la ejecución, falsedad e inhabi l idad
de título y falta de legi ti mación procesal del ejecutado, se hallan referidas
a la aptitud del tít u lo ejecuti vo y a la regu l aridad del proceso, deben
reputarse admi sibl es aun cuando la ley específica no las prevea e i ncl uso
las prohíba. Si se tra ta, en cambio, de aquel l as excepciones que hacen a l
a subsistencia o exigibi l i dad act ual del créd i to, debe pri var, por
razones de prelaci ón normativa, l o d ispuesto en la ley específica. §
VI
448. GENERALIDADES
b) Al t ratar el ju ici o ejecut ivo se recordó que según el art. 591 CPN
aprobada la liqu idación en dicho juicio, se hará el pago de su i m porte,
prestan d o.fianza el ejecutante, si el ejecutado lo pidiere, a las resultas del
juicio de co noci miento que puede promover el último. Esta fianza, que debe
ser apreciada por el juez (normas citadas y sus remisiones), y cuyo objeto consiste
en garan-
449. ALCANCE
sido objeto de alegación y de prueba idónea en el juicio ejecutivo. Sin men gua
de u n elemental pri ncipio de economía procesal , resu lta inadmisi ble, como
'ie ñala COLOMBO, la existencia de dos ju icios contrad ictorios plenos sobre u na
misma cuestión. Tampoco resulta concil iable con la seguridad jurídica l a posi
bilidad de supeditar el proceso de conoci miento a la volu ntad del deudor om iso
o negligente.
f) Fi nalmente, cabe señalar que la ley 22.434 introdujo al texto del art.
553 dos párrafos. ·
El pri mero dice que "la falta ele cumpl imiento ele las condenas i mpuestas
podrá ser opuesta como excepción de previo y especial pronunciamiento". Esta
770 EJ ECUCIONES ESPECI ALES
norma, que reconoce como antecedente la disposición contenida en el deroga do art. 173, i nc. 6º
del códi go de Mendoza, guarda estricta coherencia con el pátTafo i nicial del art. 553 CPN, que
eleva a la categoría de requisito de admi sibil idad de la pretensión de conoci miento ulterior al juicio
ejecutivo, el cum pli miento de las condenas i mpuestas en éste al ejecutante o al ejecutado (o sea,
respectivamente, el pago de las costas o el de la liqu idación de capital, intereses y costas aprobada
en l a ejecución).
Corresponde empero reparar en la circu nstancia de que l a excepción de que se trata no puede
oponerse como de previo y especial pronu nciam iento si el proceso trami ta de conformidad con las
reglas del juicio sumarísi mo (art. 498, i nc. 1 º).
El segundo de l os referidos párrafos prescri be, final mente, que el "'ju icio ordinario promovido
mientras se sustancia el ejecutivo no prod uce l a parali za ción de este últi mo".