Síndrome hepatopulmonar
El SHP se caracteriza por un defecto en la oxigenación arte-
rial inducido por vasodilatación pulmonar en el contexto de
una enfermedad hepática (ya curse con o sin cirrosis, o con o
sin hipertensión portal). No se ha demostrado correlación de
la gravedad de la enfermedad hepática (estimada por el grado
de Child o grado de hipertensión portal) con el desarrollo y
gravedad del SHP. La prevalencia descrita en pacientes valo-
rados como candidatos a TH es muy variable (entre un 5 y
un 32%), posiblemente por no existir un consenso en los
puntos de corte empleados1,2.
La afectación vascular pulmonar se produce por vasodi-
latación difusa de capilares pulmonares, neoangiogénesis y,
en menor medida, por apertura de comunicaciones arterio- Fig. 1. Acropaquias en un paciente con síndrome hepatopulmonar.
venosas localizadas. Esto se traduce en un disbalance de la
ventilación-perfusión pulmonar asociando también un efec-
to shunt (mayor en fases más avanzadas) como causas de la
hipoxia. La circulación hiperdinámica de la cirrosis evolucio-
nada también contribuye a un empeoramiento de la difu-
sión1,2.
El SHP es generalmente asintomático, siendo el síntoma
más frecuente la disnea. Es característica la presencia de pla-
tipnea y ortodesoxia (empeoramiento de la disnea u oxigena-
ción, respectivamente, al ponerse en posición vertical el pa-
ciente respecto al decúbito), debido al predominio de la
vasodilatación en las bases pulmonares, con empeoramiento
de la ventilación-perfusión. En la exploración física se pueden
encontrar arañas vasculares, acropaquias y cianosis (figs. 1 y 2),
aunque ninguno de estos signos es específico del SHP1.
Diagnóstico
Para el diagnóstico del SHP es necesaria la presencia de tres
criterios3:
1. Presentar una enfermedad hepática y/o hipertensión
portal.
2. Presentar un gradiente alveoloarterial (GAa) de oxíge- Fig. 2. Spiders en un paciente con síndrome hepatopulmonar.
no elevado.
3. Demostrar la presencia de dilataciones vasculares in-
trapulmonares. El primer paso consiste en determinar si realmente exis-
Ante la ausencia de síntomas, en un gran porcentaje de te la hipoxemia. Para ello se propone la pulsioximetría por su
casos, la detección no puede ser clínica: se ha de investigar accesibilidad y bajo coste1,3. Para confirmar la alteración en
de forma activa en todos los candidatos a TH1. Sin embargo, el intercambio gaseoso que define el síndrome, se debe rea-
a nivel práctico, debe ser sospechado en cualquier paciente lizar una gasometría arterial con el paciente respirando aire
con enfermedad hepática que presente disnea. ambiente y sentado, con la que obtenemos:
TABLA 1
Gradación de la gravedad del síndrome hepatopulmonar según
la European Respiratory Task Force
Estadio PaO2
Leve ≥ 80 mm Hg
Moderado 60-79 mm Hg
Grave 50-59 mm Hg
Muy grave < 50 mm Hg
Fuente: Rodríguez-Roisin R, et al4.
TABLA 2
Tratamientos aceptados por la Organización Mundial de la Salud para la hipertensión pulmonar
to portosistémico. Estos agentes vasoconstrictores, al actuar mica de la cirrosis en el cálculo de la RVP. En este sentido, el
sobre la vasculatura pulmonar, pueden inducir cambios mor- cálculo del gradiente transpulmonar (diferencia entre la pre-
fológicos, con engrosamiento de la pared vascular y trombo- sión media de la arteria pulmonar y la presión de oclusión de
sis, desencadenando el aumento de la resistencia vascular la arteria pulmonar) refleja con mayor precisión el compro-
pulmonar (RVP)1. miso circulatorio intrapulmonar.
La prevalencia de HPoPu es mucho menor que la descri-
ta en pacientes con SHP, oscilando entre el 1-5% de los pa- Pronóstico y tratamiento
cientes en evaluación para trasplante. Los pacientes con La HPoPu puede ocasionar un fallo cardiaco derecho y
HPoPu pueden permanecer asintomáticos durante largos muerte. Sin tratamiento farmacológico o TH, se asocia con
períodos de tiempo. Los síntomas iniciales son inespecíficos, supervivencia del 46 y 14% a uno y cinco años, respectiva-
incluyendo disnea con el ejercicio y astenia. Si la enfermedad mente11. La mortalidad de la HPoPu es mayor que la de la
progresa, pueden presentar dolor torácico, síncope, ortop- hipertensión pulmonar idiopática, pudiendo deberse al peor
nea, edemas en miembros inferiores y disnea en reposo1,10. pronóstico que confiere la enfermedad hepática12 a su diag-
nóstico más tardío. La HPoPu puede complicar y ser causa
Diagnóstico de contraindicación del TH por su elevado riesgo periopera-
Hay datos que pueden orientar al diagnóstico como la cardio- torio13. El tratamiento se centra en actuar sobre las diferentes
megalia o el ensanchamiento de las arterias pulmonares en la vías de patogenia de la hipertensión pulmonar, con varios
radiografía de tórax, o la presencia de cambios electrocardiográ- agentes farmacológicos como opciones de tratamiento cuyas
ficos (crecimiento de cavidades derechas, bloqueo de rama de- características se resumen en la tabla 2. Como medidas gene-
recha, etc.)1,10. Sin embargo, para el diagnóstico se requiere de- rales se recomienda administrar oxígeno suplementario para
mostrar la presencia de hipertensión portal con o sin enfermedad mantener una saturación de oxígeno superior al 90%, así
hepática y cumplir criterios hemodinámicos medidos por cate- como el uso de diuréticos en los casos en que se precise. Los
terización del corazón derecho y de la arteria pulmonar: bloqueadores beta, frecuentemente prescritos en los pacien-
1. Presión de la arteria pulmonar media (mPAP) igual o tes cirróticos como profilaxis de la hemorragia variceal, su-
superior a 25 mm Hg. ponen un empeoramiento de la hemodinámica en la HPoPu,
2. RVP superior a 240 dynas/s/cm-5. por lo que deben ser suspendidos.
3. Presión de oclusión de la arteria pulmonar (POAP) El objetivo principal del tratamiento es mejorar los sín-
igual o inferior a 15 mm Hg1,10. tomas, la capacidad de ejercicio, la función ventricular dere-
Por lo tanto, el patrón oro diagnóstico es el cateterismo cha y la supervivencia. Es importante destacar que las reco-
cardiaco derecho. A pesar de ello, se utiliza como método de mendaciones se basan en series de casos y en ensayos no
detección el ecocardiograma transtorácico al ser un método controlados9. Las guías actuales recomiendan iniciar el trata-
no invasivo que permite una estimación de la presión sistóli- miento y su titulación basados en la capacidad funcional
ca de la arteria pulmonar (PSAP). Sin embargo, no hay (New York Heart Association —NYHA—) y en los síntomas14,15:
acuerdo en cuanto al punto de corte a partir del cual se ha de 1. NYHA II (limitación leve de la actividad física): se re-
considerar el diagnóstico de HPoPu y, por tanto, ampliar el comienda como tratamiento de inicio los antagonistas del
estudio mediante cateterismo cardiaco derecho. En un estu- receptor de endotelina (ARE), inhibidores de la fosfodieste-
dio reciente, aunque retrospectivo, se estima como mejor rasa tipo 5 (PDE5I) o riociguat.
punto de corte una PSAP de 38 mm Hg, aunque diferentes 2. NYHA III (limitación marcada de la actividad física):
grupos utilizan distintos puntos9. Un asunto especialmente se recomienda cualquiera de los previos o prostaciclina sub-
importante es la interacción entre la circulación hiperdiná- cutánea (sc) o intravenosa (iv), o combinaciones entre ellos.
3. NYHA IV (incapacidad para realizar ninguna activi- Cambios electrofisiológicos. Prolongación del QT (más
dad física sin síntomas, en reposo o síncope): epoprostenol iv de 0,44 s), que se ha relacionado con la gravedad de la enfer-
o treprostinil iv o sc. medad hepática, estando presente hasta en el 60% de los ca-
Salvo en NYHA IV, las guías actuales no recomiendan sos de hepatopatía avanzada16-18. De hecho, se recomienda
ningún fármaco en particular para el tratamiento. Según la evitar fármacos que puedan prolongar el QT en pacientes
respuesta clínica o hemodinámica (se recomienda repetir el con cirrosis.
cateterismo a los 3 meses de tratamiento, para evaluar la res-
puesta), se realizan ajustes o cambios farmacológicos. Desincronización electromecánica. Disociación entre la
La evolución tras el TH es variable: en la mayoría de los sístole eléctrica y la sístole mecánica. Aunque estas alteracio-
casos hay una mejoría que posibilita la disminución e incluso nes pueden asociarse a un mayor riesgo de muerte súbita o
la retirada de la medicación específica; sin embargo, también arritmia ventricular, son eventos poco frecuentes en pacien-
hay descritos casos de empeoramiento9. tes cirróticos, por lo que su significación clínica se descono-
ce18.
Afectación cardiaca en el paciente Disfunción diastólica. Suele preceder a las alteraciones sis-
cirrótico tólicas y puede ser consecuencia de cierta hipertrofia. Se ma-
nifiesta en el ecocardiograma con un E/A ratio menor de 1
Cardiomiopatía del paciente cirrótico (ratio de las fases auriculares precoz y tardía del llenado ven-
tricular). Curiosamente, tras las paracentesis, los pacientes
cirróticos presentan una mejoría de la disfunción diastóli-
La cardiomiopatía del paciente cirrótico se define como una ca16,17. Es importante señalar, en cualquier caso, que los pará-
disfunción crónica cardiaca en pacientes con cirrosis, caracte- metros empleados para la estimación de la disfunción diastó-
rizada por una respuesta contráctil anómala en circunstancias lica son altamente dependientes de las condiciones de
de estrés con o sin alteraciones de la función diastólica, con precarga y poscarga, lo que limita su validez en el contexto
anormalidades electrofisiológicas, en ausencia de otras causas de la cirrosis, en la cual es frecuente la presencia de estas al-
de cardiopatía e independiente de la etiología de la cirrosis. teraciones.
Esta enfermedad se considera relacionada con la presen-
cia de cirrosis y de hipertensión portal, siendo producida por Disfunción sistólica. Los pacientes con cirrosis suelen mos-
cambios intrínsecos en el miocardio16,17. La prevalencia de la trar en reposo una función sistólica normal o aumentada. Sin
enfermedad es desconocida, puesto que la mayoría de los pa- embargo, presentan una incompetencia inotrópica y crono-
cientes mantienen una función cardiaca normal en reposo, trópica al tener menor capacidad de aumentar la frecuencia
siendo difícil su diagnóstico16. cardiaca y la fracción de eyección en respuesta al ejercicio,
En cuanto a la etiopatogenia, es conocido que en la cirro- fármacos o cambios posturales. Empeora con la gravedad de
sis se produce una circulación hiperdinámica como respuesta la enfermedad hepática. En el ecocardiograma se puede ob-
a la vasodilatación esplácnica, una hipovolemia funcional con servar una dilatación de la aurícula izquierda, engrosamiento
disminución de las resistencias periféricas, lo que conlleva la de la pared y disminución de la fracción de eyección.
activación de sistemas vasopresores y la expansión de volu-
men17. En la cardiomiopatía del paciente cirrótico, la res- Pronóstico y tratamiento
puesta a la sobrecarga de volumen no podría generarse ade- Aunque la cardiomiopatía del paciente cirrótico es una pato-
cuadamente por la existencia de cambios intrínsecos en el logía infradiagnosticada, y no se conoce bien su historia na-
miocardio. Esta incapacidad supone una disminución del tural, su presencia implica un aumento de la mortalidad, es-
volumen efectivo con mayor activación de los sistemas pre- pecialmente en el contexto de la cirrosis descompensada.
sores y de retención de sodio y agua, empeorando el círculo Respecto al tratamiento, se recomienda el uso de diuré-
vicioso. Sin embargo, la vasodilatación esplácnica descarga al ticos para evitar la sobrecarga de volumen, y en especial an-
corazón disminuyendo su precarga, pudiendo enmascarar la tagonistas de la aldosterona. Los bloqueadores beta, usados
disfunción ventricular típica del cuadro. De hecho, es habi- frecuentemente en la cirrosis, pueden disminuir la función y
tual que el ecocardiograma en pacientes cirróticos descom- contractilidad cardiaca, por lo que se cree que pueden em-
pensados muestre una función normal en reposo. Sin embar- peorar el cuadro. El uso de antagonistas de los receptores de
go, en situaciones de estrés fisiológico (ejercicio físico) o angiotensina-II, así como los inhibidores de la enzima con-
inducido (farmacológico, infeccioso, tras colocación de shunt vertidora de la angiotensina han mostrado resultados contra-
portosistémico intrahepático (TIPS) o durante el procedi- dictorios16, siendo además controvertido su uso en pacientes
miento quirúrgico del TH) se pueden desenmascarar estas con enfermedad descompensada.
alteraciones, mostrando la presencia de la cardiomiopatía de Se requiere especial precaución en situaciones que supo-
base16. nen una sobrecarga aguda de volumen al corazón, especial-
mente en presencia de disfunción diastólica, como en el caso
Diagnóstico de la colocación de un TIPS17 o durante el TH, habiéndose
En los pacientes con cirrosis se puede encontrar una am- estimado hasta un 22,5% de respuestas cardiacas anómalas
plia variedad de alteraciones cardiológicas que orientan el durante este, sugiriendo que podrían deberse a cardiomiopa-
diagnóstico y que enumeramos a continuación. tía del paciente cirrótico oculta19.
TABLA 3
Recomendaciones nutricionales generales para los pacientes cirróticos
TABLA 4
Déficits de micronutrientes en la cirrosis avanzada
de micronutrientes encontrados en estos pacientes y su rela- tradas en la enfermedad hepática crónica, las cuales suponen
ción con la cirrosis. un deterioro en la calidad de vida de los pacientes. Se reco-
mienda una evaluación del metabolismo óseo en los pacien-
tes con hepatopatía crónica avanzada para prevenir fracturas
Tratamiento y dolor crónico futuro26,27. La osteomalacia en la actualidad
es poco frecuente en la enfermedad hepática crónica, siendo
Aunque la vía de alimentación de primera elección es la oral, la biopsia el patrón oro para su diagnóstico.
las recomendaciones tanto de ASPEN (American Society for En los pacientes cirróticos se estima una prevalencia de
Parenteral and Enteral Nutrition) como ESPEN (European So- osteoporosis del 20-56% con riesgo de fractura del 5-20%:
ciety for Clinical Nutrition and Metabolism) indican iniciar nu- ambas aumentan en relación directa con la gravedad de la
trición enteral o parenteral en caso de que no se estén cu- hepatopatía, especialmente en las de etiología colestásica.
briendo los requerimientos proteicos-energéticos por la La enfermedad ósea asociada a la cirrosis está ocasionada
dieta oral. Se recomienda utilizar una fórmula estándar, que por un disbalance entre la formación ósea y su resorción, y
en caso de ser necesario puede ser introduciendo una sonda se manifiesta como osteoporosis u osteomalacia. La etiolo-
nasoentérica. La nutrición parenteral debería ser reservada gía es multifactorial, asociada a déficit de vitamina D, bajo
para esos pacientes que no toleran la vía oral y enteral24,25. índice de masa corporal, hipogonadismo, menopausia, se-
Especial interés han despertado los suplementos de ami- dentarismo, consumo de alcohol, tabaco o esteroides, défi-
noácidos de cadena ramificada (valina, leucina, isoleucina), ya cit de vitamina K o hiperbilirrubinemia indirecta (parece
que algunos estudios muestran una mejoría de la superviven- interferir en la función osteoblástica en estudios anima-
cia en pacientes con sarcopenia, con menor tasa de compli- les)26-28.
caciones de la cirrosis22,24. Ante la alta prevalencia de estas enfermedades en pa-
En cuanto al ejercicio físico, se considera que su realiza- cientes con enfermedad hepática crónica, se recomienda
ción moderada en conjunto con un adecuado aporte nutri- valorar la densidad mineral ósea y un estudio metabólico,
cional puede mejorar la sarcopenia. Sin embargo, las pautas sobre todo si la etiología es la colangiopatía biliar prima-
de ejercicio necesarias para lograr una mejoría y que se con- ria29,30. Se recomienda realizar un estudio analítico con per-
sideren seguras en pacientes con cirrosis, sobre todo descom- fil hepático, metabolismo de fósforo-calcio, perfil gonadal y
pensada, necesitan de más investigación22. tiroideo26, así como una prueba de imagen. El estudio se
realiza mediante DEXA, considerándose el mejor predictor
de riesgo de fractura28. La presencia de ascitis puede sobre-
Afectación ósea en la cirrosis diagnosticar la osteoporosis, por lo que se recomienda la
realización de la medición cercana a una paracentesis pre-
La osteodistrofia hepática es un término genérico que hace via27. La frecuencia con la que se deben realizar estas prue-
referencia al conjunto de alteraciones minerales óseas encon- bas permanece en debate.
Conflicto de intereses ✔
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Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. ✔
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Protección de personas y animales. Los autores declaran 18. Mozos I. Arrhythmia risk in liver cirrosis. World J Hepatol. 2015;7(4):662-
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que para esta investigación no se han realizado experimentos 19. Ripoll C, Catalina MV, Yotti R, Olmedilla L, Pérez-Peña J, Lo Iacono O,
en seres humanos ni en animales. et al. Cardiac dysfunction during liver transplantation: incidence and
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Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en and its neurological complications. J Clin Exp Hepatol. 2014;4(2):141-50.
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