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No es nuevo mencionar que una de las mayores preocupaciones

que estamos viviendo actualmente, es el impacto ambiental


negativo de las acciones de los seres humanos en el planeta, lo
cual está generando un constante detrimento de la calidad de la
vida, de toda la vida. Siendo así, las universidades tienen la
indiscutida responsabilidad de efectuar cambios que partan de
su razón de ser y del ejemplo.
Existen excelentes ejemplos de universidades alrededor del
mundo que realizan acciones que trascienden la responsabilidad
para convertirlas en su razón de ser. Debido a sus buenas
prácticas y planteamientos, se presenta el top 9 de las mejores
acciones ambientales que deberían trabajar las universidades en
Colombia:
9. Diseñar e implementar políticas de acción ambiental
Las universidades deben contar como mínimo con políticas
ambientales claras. Ahora bien, no es solo tenerlas por escrito
en los muebles de la rectoría, sino hacerlas visibles a la
comunidad interna y externa de la institución, además de
ejecutar y realizar los cambios necesarios que los primeros
resultados puedan arrojar.
Igualmente, se debe invitar y permitir que los estudiantes,
profesores, directivos y en general todo el personal participe de
su elaboración y evolución; pues es la mejor manera de hacer
que llegue a la mente de estas personas y finalmente lo
apropien.
Es importante también comunicar pequeñas secciones de las
políticas en muchos lugares, elementos y a través de los
discursos representativos de la institución. Para esto, se debe
tener muy claro cuáles son los puntos más destacados de las
políticas ambientales para la universidad, y qué acciones se
están implementando que sean una realidad.
8. Infraestructura sustentable
Este punto no se trata de hablar de cómo mejorar los impactos
negativos que tienden a generar las infraestructuras para el
medio ambiente. Se trata de generar transformaciones que
lleven impactos positivos, tales como mejoras significativas para
el ambiente y la sociedad.
Asumir la responsabilidad de entender el impacto que genera el
proceso de construcción de un edificio - conocer las huellas que
representa su operación y la influencia que genera para sus
usuarios es lo mínimo para acercarse cada vez más a tener un
campus sustentable-. Ser transparente en estos aspectos no
solo es cuestión de responsabilidad, pues permite construir
mayor confianza de la marca con la comunidad y facilitará una
educación, no solo desde los salones de clase sino desde cada
mirada hacia y desde la universidad.
7. Comunidad motivada
Si no hay motivación no hay acción. Solo las personas
motivadas pueden ser gestores de cambios significativos. Para
motivar se debe involucrar a las personas enseñándoles las
causas por las cuales la institución pone todo su empeño.
Los estudiantes que ya se encuentran en la universidad de una
u otra forma han confiado en la institución y por eso se
encuentran estudiando allí. Aproveche esa confianza ganada
para hacer que se unan a causas más grandes, e inclusive
que propongan nuevas causas por las cuales luchar. Para esto
es muy importante hacer que conozcan las políticas y participen
también de estas.
6. Viajes y experiencias ambientales
Cuando se vive en los mismos edificios día a día, es posible
olvidarse del mundo por el cual se está estudiando o trabajando.
Invitar a salir, incentivar conocer más allá, es un excelente
mecanismo para generar nuevas causas, proyectos y relaciones.
Las universidades deben incentivar a habitar muchos tipos de
ambientes y relacionar los proyectos con las infinitas
posibilidades que brinda su constante exploración. Los proyectos
relacionados con espacios reales que se han vivenciado, tienen
mayores posibilidades de seguir adelante y no quedar en los
estantes olvidados.
5. Involucrar el ambiente
¿Cómo la universidad se involucra con los sistemas
ambientales?, ¿Cómo se deben mejorar estas relaciones
sistémicas?, ¿Por qué es una universidad sustentable? Son las
preguntas que se debe hacer cualquier institución.
¿Involucrar al ambiente de la universidad o involucrar a la
universidad en el ambiente?, en ambas situaciones es
indispensable reconocer los puntos de unión para afianzar
acciones que generen resultados tangibles y medibles.
4. Educación para la sustentabilidad
Aprender economía sin entender la manera en la que se usan
los recursos ambientales, aprender administración sin conocer
modelos de negocio sustentables, aprender arquitectura sin ser
crítico de la manera en la que se habita el campo y las ciudades,
aprender comunicación para tener los ojos vendados ante las
verdaderas prácticas de las empresas, no es aprender, es solo
estudiar. ¿Cómo la universidad enfrenta estos desafíos desde
cada una de sus enseñanzas?
Educar para la sustentabilidad es quizás uno de los
desafíos éticos más grande que pueden afrontar las
universidades; pues supone no solo efectuar grandes cambios
en sus operaciones, detallar y evaluar cada acción que ejercen
todos los representantes de la comunidad, sino también hacer
frente a las dinámicas presentes del mercado, para entregar
personas con talentos que operan y piensan diferente a lo que
están pidiendo las empresas.
3. Alianzas para ejercer acciones de mayor impacto
Fomentar y generar alianzas para promover iniciativas
ambientales, hace parte de acciones colaborativas y en red que
exige la sustentabilidad. La naturaleza utiliza los residuos de
unos individuos como alimentación de otros y no genera ningún
tipo de "desecho". Así, las universidades deben involucrarse con
su entorno y aprovechar el potencial de lo que industrias
consideran inservible para potenciar proyectos ejemplo para la
productividad.
También es indispensable romper con lo tradicional y buscar
entonces necesidades o desafíos de otros - que finalmente se
convierten en oportunidades - y disponer de sus recursos
financieros, humanos, tecnológicos y de infraestructura para
potenciar sinergias reales y prometedoras.
2. Proyectos sustentables
Promover el planteamiento de proyectos ambientales que
operen desde la sustentabilidad, es quizás uno de los puntos
más importantes para generar resultados duraderos y de
impacto en los entornos locales. Es esencial que se motive a la
comunidad universitaria a pensar en cómo solucionar las
necesidades locales a partir de los recursos con allí se cuenta, y
proyectar que dichas iniciativas que trasciendan hacia una
escala global. Es deber de las universidades acompañar a
establecer propuestas integrales con las comunidades que
operan en los territorios a intervenir y efectuar revisión de
impactos, ya sea para brindar mayor apoyo o mitigar posibles
riesgos en la complementación.
Si quiere promover el emprendimiento y el desarrollo de
proyectos sustentables, entonces conviértase en un
comprador de productos y servicios que su misma comunidad
estaría en capacidad de proveerle, con los mismos estándares
de calidad e incluso cuidando sus finanzas.
1. Desafíos éticos
La capacidad de intervenir en situaciones que requieren
dedicación y conocimiento, es importante, sin embargo, poner a
prueba las consecuencias y resultados obtenidos por las
acciones ejecutadas, es un gran reto. Lo anterior, porque para
alcanzar avances acertados, responsables y sostenibles en el
tiempo, es fundamental la constante crítica constructiva y
correctiva. Las universidades son las primeras que deben estar
midiendo cualquier intervención que por ejercicio u omisión se
efectúan como efecto de su existencia. Proponer e incentivar a
revisar nuevos y más difíciles desafíos éticos por la comunidad
debe ser el día a día de las instituciones para llegar a mejores y
nuevos cambios para la sociedad y el ambiente.
Finalmente, el ser humano es la especie que ha puesto en
peligro a otras en el planeta, incluyéndose a ella misma. Por
este motivo es totalmente relevante rescatar la ética, los valores
y la conciencia de esta especie para alcanzar resultados
concretos y que promuevan un mejoramiento en la calidad de
vida de todos los seres vivos.

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