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Einar Edgar Roca Roledo

UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

CARRERA COMUNICACIÓN SOCIAL

NOMBRE: Einar Edgar Roca Roledo

2018
Einar Edgar Roca Roledo

De Aguilera, M., Pindado J. (2006). Nuevos enfoques en comunicación


y salud: perspectivas de investigación. Comunicar. 26, 13-20.
Aguilera y Pindado (2006) manifiestan su preocupación a ciertas prácticas que mantiene
parte de la población joven y que comporta a veces serios riesgos para su salud y la de
otros que pudieran resultar por ellos afectados.

Por tal motivo profesionales en salud han buscado conocer las causas que pudieran
ocasionar estos comportamientos y vieron la importancia de la influencia de los medios
de comunicación en su actuar. Las primeras investigaciones se enfocaron en el
paradigma positivista que trataba de buscar relación entre los mensajes de los emisores
y la influencia en el comportamiento del receptor. Aguilera y Pinedo (2006) citan un
estudio realizado por Brown y Newcomber (1991), donde consideran que los contenidos
sexuales vistos en la televisión incrementan el interés personal hacia estos temas en la
vida real, aunque otros estudios no encontraron relaciones significativas. Dentro de la
corriente positivista hay dos temas que destacan y son la sexualidad y el SIDA.

Strouse y Fabes (1985) indican que existe un valor formativo en la televisión y que existe
una representación distorsionada de la sexualidad. Gantz y Greenberg (1990)
concluyeron que la televisión puede generar altas dosis de emocionalidad, pero resulta
difícil incidir sobre la modificación de actitudes y conductas. Sin embargo se cree que los
medios pueden estimular o servir de freno para comportamientos saludables, por lo que
se pueden aprovechar los medios para tener una labor preventiva de comportamiento de
riesgos para la salud mediante la presentación de los componentes negativos y riesgos
de prácticas malas de salud, y también promoviendo conductas saludables.

También existe una corriente interpretativa, en esta corriente se tiene como principal
característica el reconocimiento del receptor como parte activa del proceso de
comunicación para asimilar e interpretar contenidos. En esta perspectiva interpretativa se
valora también el papel que desempeña el contexto constituido por la cultura del receptor
y de esta manera poder interpretar actitudes, comportamientos y valores. Por esta razón
según varios autores es necesario poder examinar los perfiles de la cultura juvenil para
la corrección de ciertos problemas de salud pública.

Por lo tanto una nueva corriente surge en base a los avances realizados por las anteriores
dos corrientes y esta se basa en proponer soluciones de acuerdo al entorno cultural del
joven. Conocer el entorno cultural para así saber cómo poder incidir directamente en el
joven mediante estrategias de salud, hacer un estudio previo de la misma forma que lo
hacen empresas publicitarias y poder hacer que el mensaje llegue al joven.

El fracaso que hasta ahora se tiene de estrategias de salud también se debe a que los
profesionales del área de la salud se basaron en un enfoque más descriptivo de los
problemas de salud sin tomar en cuenta varios aspectos importantes como ahondar en
la interpretación y comprensión del riesgo desde el punto de vista de un joven. Partir
desde ese punto nos llevaría a responder distintas preguntas y llegar a conclusiones
importantes para poder saber cómo influir en la vida del joven y así poder reducir prácticas
de riesgo que afecten su salud.
Einar Edgar Roca Roledo

Theophile, S. (2006) Comunicación para la salud en África: experiencias


y desafíos. Comunicar. 26, 21-26.
África es el continente con mayores problemas en el ámbito de la salud. Se han realizado
campañas para cambiar cierto tipo de hábitos, pero estos no fueron bien planteados y es
por eso que los resultados no fueron los esperados, además que el papel cultural tiene
una gran importancia para que sus habitantes sean reacios a cambiar ciertas prácticas.

Théophile (2006) afirma que la radio se ha convertido en el medio de mayor difusión en


el África debido a su fácil accesibilidad y a su gran difusión, es por eso que desde hace
años se van promoviendo campañas de salud por este medio, aunque los resultados
obtenidos contrastan con lo que se esperaba. En primera instancias se pensó que el
fracaso de estas campañas se debía al fuerte arraigamiento de los pobladores a prácticas
culturales, pero eso no era del todo cierto ya que también juegan un papel importante
otros factores.

Actualmente se centran diversas campañas de salud en la población joven, al ser África


el continente con mayor casos reportados de SIDA, pero los números siguen en aumento
y esto no solo se debe a prácticas culturales sino a otros factores como el riesgo que
corren por comportamientos peligrosos, la carencia de información necesaria por ser
considerado un tabú en su sociedad el hablar sobre temas sexuales y la forma en cómo
se transmite la información a la población.

Por todos esos factores mencionadas hay que hacer un cambio en la forma de como
transmitir la información, partiendo con la idea de que hay que conocer la cultura, hacer
participar a los pobladores de los problemas y ser ellos quienes hagan el diagnostico de
su situación para que luego busquen soluciones. Se realizaron algunos estudios en
Burkina Faso que demostraron que trabajar de esta manera favorece en los resultados
obtenidos. Théophile (2006) refiere que los medios por sí solos como vectores de difusión
de los mensajes, no pueden provocar el impacto esperado en las comunidades

Uno de los desafíos de la comunicación para la salud en África es promover un enfoque


participativo como metodología de intervención en materia de Salud Pública. (Théophile,
2006). Para tal propósito es indispensable hacer frente a ciertos desafíos, uno de ellos
es hacer un diagnóstico de la situación sociocultural, socioeconómica y sociosanitaria
para conocer la naturaleza del problema y así identificar los principales problemas de la
población. Seguidamente se deberá establecer los grupos objetivo, también tener en
cuenta que las campañas a realizarse deben ser llevadas a cabo en idiomas locales, un
aspecto muy importante es realizar un seguimiento periódico.

En conclusión es indispensable tener una metodología acorde a la población, es por ello


que implica un gran reto para la comunicación plantearse estos problemas y así también
plantearse soluciones que puedan generar el impacto deseado para generar un cambio
positivo en el actuar de los pobladores, pero para lograr todo esto es fundamental
plantearse una estrategia de abordaje que se acomoden a las necesidades propias de la
población.
Einar Edgar Roca Roledo

Tufte, T. (2006). SIDA, globalización y seguridad ontológica.


Comunicar. 26, 27-34.
Tufte (2006) centra su preocupación acerca de la historia de la Comunicación y la
prevención del SIDA ante la falta de resultados. Los esfuerzos por disminuir su incidencia
han sido vanos y sólo se ven resultados desalentadores. Esto se ve aún más acentuado
en países en vías de desarrollo, donde los casos en vez de disminuir, han ido en aumento.

Por lo tanto Tufte (2006) pretende realizar una revisión crítica de la comunicación sobre
el SIDA. Para tal efecto se plantea diversos objetivos, entre los que destaca los retos
clave de la Comunicación sobre el SIDA y su prevención dentro del contexto de la
globalización. Otro de los objetivos es analizar las consecuencias de la interdependencia
de SIDA-VIH-Globalización. En décadas pasadas este problema ha sido afrontado desde
un punto de vista meramente médico, por lo que se pensaba que las soluciones de este
problema se limitaban a los sectores de la Salud Publica, durante los primeros años de
la epidemia fue establecer prioridades entre prevención y tratamiento.

Posteriormente se pensó en entenderlo como un problema cultural, desde este punto de


vista se tomó a los aspectos culturales como una barrera al comportamiento sexual
seguro (Airhihenbuwa, 1999). Debido a la creciente propagación del SIDA se ha visto la
necesidad de hacer nuevos enfoques para abordar el problema. Para tal objetivo se han
ido sumando distintas instituciones no gubernamentales para hacer frente a esta
enfermedad, pero la mayoría de estas entidades no tienen la competencia y recursos
necesarios para convertirse en agentes de comunicación con un buen nivel de
investigación, supervisión y evaluación.

Se piensa que las estrategias de comunicación pueden ayudar a parar la epidemia y


retrasar su propagación. Desde este enfoque se pretende realizar campañas de
comunicación preventiva para cambiar el comportamiento sexual. También hay que
tomar en cuenta que la propagación de esta enfermedad está ligada al proceso de
globalización y que la migración es un factor que influye en la propagación de esta
enfermedad ya que el virus viaja con el ser humano.

Han surgido mecanismos de respuesta mundial para frenar la propagación de la


enfermedad, se crearon programas como el Programa Global AIDS que fue establecido
por la OMS, después se creó la UNAIDS, luego se estableció un Fondo Global para luchar
contra el SIDA. Se establecieron mesas de trabajo para afrontar el problema, pero no
había una idea clara de los objetivos uniformes para combatir el SIDA.
Einar Edgar Roca Roledo

Igartua, J. (2006). Comunicación para la salud y sida: la aproximación


educación-entretenimiento. Comunicar. 26, 35-42.
Reardon (1989) señala que el SIDA constituye el mayor desafío al que se han tenido que
enfrentar los profesionales e investigadores en comunicación desde la II Guerra Mundial.
Debido a que el conocimiento de la enfermedad es escaso, la mayor gran parte de los
esfuerzos se está llevando a cabo en el sentido de la prevención, lo que requiere analizar
los comportamientos asociados a la infección por VIH y diseñar estrategias de
intervención eficaces para cambiar actitudes, creencias y pautas de comportamiento.

Segu y Casbona (2001) manifiestan que el 80% de las infecciones se producen a través
de relaciones sexuales no protegidas, de ellas un 75% por relación heterosexual.

Además, los patrones de comportamiento sexual han cambiado, observándose una


mayor precocidad en el desarrollo de las relaciones íntimas, el incremento del número de
parejas sexuales diferentes a lo largo de la vida y el mantenimiento de relaciones
sexuales con varias parejas en el mismo tiempo (Basabe, 1996).

En base a estos datos se deben diseñar estrategias eficaces para que se pueda lograr
un cambio de actitud en las personas que son vulnerables. Se realizan campañas de
información basadas en un marketing social para así poder lograr un impacto en el
comportamiento, pero muchas de estas campañas no son eficaces y no se logran los
resultados.

Las campañas de información tienen un carácter persuasivo, ya que son actividades que
buscan influir en las actitudes, creencias y comportamientos de riesgo a través de
mensajes difundidos por los distintos medios de comunicación» (Freimuth, 1992).

Es por eso que se han planteado nuevas ideas para afrontar la información, algunas
campañas apelan al sentido emocional del ser humano ya sea sensibilizando al receptor
o impartiendo miedo para que así pueda generar el cambio.

La información que la población tiene es escasa y muchas veces tienen ideas erróneas.
Es por eso la creciente necesidad de que los individuos se involucren en el tema, se
realizaron campañas de narración, persuasión y prevención del SIDA, en estas
campañas pretenden que mediante las historias narradas en primera persona los sujetos
se involucren en el tema.

En un estudio se demostró que los sujetos sometidos a ver cortometrajes preventivos


reforzaban actitudes favorables hacia la prevención. En particular, la exposición a los
cortos preventivos: a) rebajó el sesgo de falsa unicidad con respecto al SIDA; b) reforzó
la intención de adoptar precauciones correctas o eficaces para prevenir el SIDA; c)
estimuló un mayor grado de acuerdo con las creencias en los beneficios del preservativo
y, de forma específica, reforzó creencias positivas sobre los preservativos como
«previenen las enfermedades de transmisión sexual y el SIDA» (Igartua y Lopes, 2002).

Otra estrategia utilizada fue la de combinar la educación con el entretenimiento que


consiste insertar contenido educativo en novelas, series, programas. En un estudio
Einar Edgar Roca Roledo

demostró que mediante una radionovela se pudo conseguir un impacto en las personas
que la escucharon ya que se involucraban e incluso compartían la información preventiva
en las redes sociales mediante la discusión.

Singhal y Rogers (2002), reconocen que se debe expandir el número de perspectivas


teóricas que faciliten el conocimiento de los mecanismos o procesos que explican el
impacto de este tipo de intervenciones. Esta nueva perspectiva abre más posibilidades a
la propagación de la información y se aplica una herramienta que puede ser muy útil para
poder afrontar la lucha contra esta enfermedad y así prevenirla.
Einar Edgar Roca Roledo

Bauer, T. (2006). Estoy vivo..., luego estoy sano. Comunicar. 26, 43-50.
La reducción consiste en renunciar a la búsqueda de alternativas (que pudieran servir
como fundamento) y al experimento. Así, las fuentes emocionales, inspiradoras y
materiales se concentran sobre aquello que ya se conoce (el conocimiento explícito) en
lugar de sobre aquello que aún se ignora. (Bauer, 2006).

En este sentido nosotros vemos a la salud como algo que impide la enfermedad y ésta
como una negación. Este es un punto de vista reduccionista ya que es una problemática
limitada. Esta información que nosotros tenemos es sistematizada, que es una
construcción sintetizada de conocimiento y experiencia que aportan un sentido, pero esta
información es susceptible de desestabilizarse mediante un nuevo nivel de observación
y que se puede hacer a través de la comunicación. Lastimosamente nosotros nos
limitamos a trabajar con esta ficción y sobre ella construimos esquemas y sistemas.

Los sistemas son contextos establecidos por cadenas de comportamiento superpuestas


que desarrollan estructuras para mantener el funcionamiento y la eficacia de dichos
contextos en relación con determinados tema. Tales sistemas tienen siempre un entorno,
es decir, un ambiente social, cultural y simbólico del cual reciben legitimación y confianza
al aprehender sus necesidades intercomunicándose. (Bauer, 2006)

El sistema sanitario, formado por una compleja conjunción de conocimiento, poder y


dinero, obtiene legitimación y confianza mediante la experiencia probada de que las
ciencias en conjunción con el poder y el dinero reaccionan con constancia ante
situaciones en las que la salud se ve amenazada. En ocasiones, los sistemas crean
incluso condiciones, sobre todo cuando el dinero está en juego, a través de las que
legitiman a largo plazo sus prestaciones y también sus competencias. Entonces no
producen únicamente ofertas, sino que crean también necesidades.

Los sistemas necesitan un entorno. Para que el sistema sanitario pueda tener un efecto
sostenible, requiere un entorno mental autorresponsable. Este no se consigue mientras
que el entorno no aprenda a desmarcarse (diferenciarse) del sistema, y sólo lo puede
hacer a través de la comunicación (aquella con capacidad diferenciadora). (Bauer, 2006)

Entre la idea de una salud organizada y aquella de una forma de vida personal podría
mediar la intensificación de una cultura de la salud. Una cultura de la salud serían todos
los contextos de opiniones, posicionamientos, formas de pensar y actos relativos a la
salud que puedan representarse socialmente. A través de ellos, el individuo podría
transformar la valoración social de la salud en un tema de valoración personal en medio
de un estilo de vida concentrado socialmente.

En este vacío de sentido sólo puede intervenir de manera creíble la comunicación. La


comunicación transmite, por un lado, lo susceptible de sociabilizarse, es decir,
conocimientos, métodos de éxito, experiencias, estrategias de evitación, etc.; por otra
parte, sociabiliza distintas experiencias, formas de pensar, interpretaciones y también
métodos de éxito. En este sentido, la comunicación responde a una realidad social que
en lo concerniente a la salud mezcla los conocimientos sistémicos con las preguntas por
el sentido personal de la vida.
Einar Edgar Roca Roledo

Una forma de llevar y romper los esquemas de sistematización fue la creación de un


programa denominado “Yo soy mi vida”, mediante el que se pretende el equilibrio entre
responsabilidad sana personal donde una persona debe adaptarse a objetivos de vida
sano, cultivar fuerzas físicas y mentales, desarrollo de la dimensión de lo social de la
propia vida. Todo esto deberá ser apoyado por un médico que permita que el paciente
desarrolle una autocompetencia.
Einar Edgar Roca Roledo

Guadamarra, L., Valero, J. (2006). Estrategias edu-comunicacionales


para mejorar la salud adolescente. Comunicar. 26, 51-57.
Guadamarra y Valero (2006), manifiesta la preocupación por lo bastante que hay que
trabajar para instaurar hábitos saludables en la población, pese a haber abordado este
tema desde distintos ángulos no se ha podido alcanzar el objetivo deseado. En México
se instauraron varios programas con temas de salud emergentes en la sociedad. A partir
del año 2000 el gobierno instauro distintas propuestas para generar acciones en materias
de salud, educación y servicios para mejorar el bienestar y la calidad de vida de la
población adolescente.

Para apoyar a estas estrategias se lanzan concursos donde se presentan proyectos que
puedan ir en beneficio de las personas y así poder promover la salud en algún grupo
vulnerable. Guadarrama L y Valero J. (2006) indican que diseñaron un proyecto junto a
las autoridades municipales para poder participar en ese concurso, presentaron el
proyecto llamado “Sexualidad adolescente y vida saludable” con el que resultaron
ganadores.

Su plan de acción se enfocaba en los jóvenes que representan un segmento de la


población con alta vulnerabilidad para conductas de riesgo y para problemas de salud en
la parte sexual. Destacan también que los jóvenes tienen una vinculación mediática que
les permite el acceso a distintos medios para informarse, pero no cuentan con un
asesoramiento necesario.

Los autores señalan que existe un distanciamiento entre padres e hijos a la hora de tocar
temas como la sexualidad, donde los padres hacen vista ciega y prefieren creer que los
temas de sexualidad no se pueden manifestar en sus hijos. También los padres creen
que los medios de comunicación cumplirán con la labor de informar sobre estos temas a
sus hijos. Existe conciencia por parte de los jóvenes que sus padres evitan tocar esos
temas con ellos por lo que se resignan y no insisten en tocar esos temas.

Uno de los aspectos que resaltan en su trabajo es que en el ámbito de la salud existen
diversos materiales, pero que solo tratan el problema que generan determinadas
enfermedades, pero se olvidan de hacer énfasis en la promoción de conductas
saludables y las ventajas que estas tienen.

Además se vio que existe una cantidad limitada de información de manera impresa, por
lo que se ve necesario el ampliar la difusión de esta a partir de la implementación de este
programa. Ya que el objetivo principal de este programa es formar un ambiente con
estrategias educativas y educacionales, también esperan poder ser el punto de partida
desde su experiencia a otros autores para medir el alcance de las estrategias
comunicativas y estas puedan ser replicadas por los mismos.
Einar Edgar Roca Roledo

Muriel, R., Blanco, J. (2006).Comunicación y convivencia en la salud de


los jóvenes. Comunicar. 26, 51-57.
La comunicación en la convivencia con y entre los jóvenes, adquiere una especial
importancia cuando se trata de desarrollar planes y programas que pretenden abordar
situaciones y problemas que tienen que ver con la salud. (Muriel & Blanco, 2006)

Partiendo desde ese punto de vista lo que se quiere hacer es que se le proporcione a la
población el acceso a la información y estos puedan tomar las decisiones en libertad para
escoger una conducta, el objetivo fundamental no es moralizar sino ofrecer alternativas
y mostrar las consecuencias de malos hábitos de salud. Otro aspecto importante es dar
más participación a los jóvenes y proporcionarles una incorporación social progresiva.
También es necesario establecer las prioridades.

Para esto se deberá proporcionar a la población una información diversa que deberá ser
reinterpretada y entendida por ellos mismos en diferentes niveles, por lo que hay que
tomar en cuenta el tipo de jóvenes para los que se quiere comunicar.

Para tener llegada a los jóvenes es necesario poder tener una estrategia determinada ya
que la salud es percibida por estos como algo aburrido. Se relaciona a que para tener
una buena salud son necesarias diversas prohibiciones que los alejan de las cosas
placenteras y diversiones. Otro concepto es que para que los jóvenes se involucren es
necesario la participación de estos y así poder incrementar la eficacia de la comunicación
de mensajes saludables. El trabajo no debe ser aislado, sino tener la participación de
distintos sectores que elaboren propuestas y así mejorar la eficacia.

Con los jóvenes además hay que trabajar mucho en la prevención y en el conocimiento
teórico y práctico sobre estos temas de salud. Y no sólo nos debemos enfocar en conocer
un tema en un momento dado, sino también hacer un seguimiento y ver la evolución del
problema para así poder tener una mayor involucración.
Einar Edgar Roca Roledo

Coronado, J., López, J. (2006). Comunicación y salud pública desde los


Adolescentes. Comunicar. 26, 59-62.
Coronado y López (2006), hacen referencia al rol de los medios de comunicación en la
cotidianidad de los adolescentes, particularmente en el ámbito de la salud.

Se trabajaron en grupos focales para conocer los distintos comportamientos de estos en


torno al uso de medios de comunicación. Los adolescentes de este estudio indican que
tienen un fácil acceso a distintos medios de comunicación donde la televisión es el que
está presente en todos los hogares. Hay una diversidad de preferencias hacia los
programas de televisión y se muestra ciertas preferencias por parte de la población joven
en cuanto a algunos programas, estos varían de acuerdo al género y edad de los
adolescentes.

El otro medio de comunicación con un impacto es la radio, especialmente los programas


musicales, donde los jóvenes mencionan que encontraron cierta información sexual
acerca de la prevención de comportamientos de riesgo en relación al SIDA, embarazo no
deseado y Enfermedades de Transmisión sexual (ETS). El tercer lugar de preferencia
ocupa el internet que es usado particularmente de forma individual y que
mayoritariamente se lo utiliza para el entretenimiento.

El adolescente ve que las principales fuentes para informarse sobre la salud son la
televisión, prensa, revistas y en menor cantidad Internet y radio. También reconocen a la
familia como una fuente de información con respecto a temas de salud. Detectan los
adolescentes que los medios de comunicación promueven escasamente
comportamientos que modifiquen sus hábitos de salud y aun en menor medida temas
relacionados al ámbito sexual.

Dentro de los temas de salud el tema que más llama la atención es el SIDA,
principalmente aquellos comprendidos entre 12 a 15 años. Además también se mostró
que las mujeres tienen mayor predilección de conocer acerca de temas de violencia. En
el rango de edad de 16 a 19 años los adolescentes ven como un tema prioritario a la
sexualidad.

Otro aspecto importante detectado es que los adolescentes tienen mayor credibilidad
hacia los profesores y profesionales en salud, pero solo validan la transmisión de
conocimientos y no así la supervisión de sus prácticas. En temas de sexualidad se
evidencio que existe un rechazo de los adolescentes a tocar el tema con sus familiares y
que existe muy poca comunicación al respecto.

En cuanto a los temas de sexualidad se evidencia que los jóvenes rehúyen a hablar de
esto con su familia y si se lo hace, solo es esporádicamente y temas formales. Las que
más tratan de estos temas son las chicas y en el caso de varones la comunicación es
prácticamente nula.

Si bien no se aprecian diferencias en género, edad o clase social en relación al


conocimiento y habilidades para prevenir el SIDA y el embarazo no deseado, en la
práctica, como expone Martín Serrano (2000), hasta un 60% de los jóvenes manifiestan
Einar Edgar Roca Roledo

no haber podido usar el preservativo por carecer de él en el momento oportuno. Este


hecho se manifiesta de igual manera entre nuestros adolescentes varones. Además, los
varones de 16 a 19 años reconocen determinados comportamientos de riesgo que, en el
caso del embarazo no deseado, se subsanan con la píldora del día siguiente, pero en el
caso del SIDA estas prácticas vienen determinadas por la creencia de que la probabilidad
de contraerlo es tan pequeña que no se preocupan por ello.

Hay otros temas de interés como el alcohol, tabaco, drogas y violencia. Dentro de las
drogas ha tomado una enorme importancia el cánnabis, dentro de estas prácticas hay
una tendencia a que cada vez haya más mujeres que lo consuman. En este tema si hay
comunicación con la familia, siendo estos también una fuente fidedigna de la información.
El Alcohol y el tabaco son reconocidos como drogas, pero legales.

Con respecto al papel de los medio en estos temas, los adolescentes manifiestan que
son pocos los programas que se enfocan en esta temática donde les muestren las
consecuencias del consumo de estos.

En temas de violencia también se evidencia el papel que juega la televisión que se


muestra como el medio en el que está más presente la violencia, bien mediante imágenes
reales en los informativos o a nivel ficticio en las series, dibujos animados, películas, etc.
La influencia de los medios sobre los adolescentes en el tema de la violencia ha sido
sometida a estudios por múltiples autores sin llegar a ninguna conclusión definitiva. Hay
autores como Cantor (1997) que manifiestan la existencia de cierta correlación entre la
violencia televisiva y el comportamiento violento y otros, como Goldstein (1993), que
establecen que las escenas violentas procedentes de los medios, no tienen una relación
causal con los comportamientos agresivos. Los adolescentes no muestran una clara idea
del papel de los medios en cuanto a la violencia y en muchas ocasiones existe confusión.

Se ve la necesidad de un tratamiento integral de toda esta problemática dirigida desde


las instituciones, pero con mayor participación de los jóvenes que sean factibles de
aplicar.

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