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Botones dorados a fuego con amalgama de oro en la

indumentaria valenciana de los siglos XVIII y XIX


Fire-gilded buttons with an amalgam of gold in the Valencian
clothing of the eighteenth and nineteenth centuries

Pablo Martín-Ramos, María del Carmen Ramos-Sánchez,


Francisco Javier Martín-Gil y Jesús Martín-Gil
Laboratorio de Materiales Avanzados. ETSIIAA, UVa.
Avenida de Madrid, 44. 34004 Palencia
Botones dorados a fuego con amalgama de oro en la
indumentaria valenciana de los siglos XVIII y XIX
Fire-gilded buttons with an amalgam of gold in the Valencian
clothing of the eighteenth and nineteenth centuries

El interés de los autores por el dorado a fuego con amalgama de oro nos ha llevado,
en un artículo anterior, a verificar su utilización en el adorno de pinjantes durante
época medieval y, en el presente artículo, a constatar su empleo para el dorado de
botones utilizados en la indumentaria valenciana (traje fallero) de los siglos XVIII y
XIX.
The interest of the authors in fire-gilding with gold amalgam led, in a previous article,
to verify its use in the adornment of pendants for horse trappings during medieval times
and, in the present article, to verify its use for the gilding of buttons used in Valencian
clothing (fallero suit) of the eighteenth and nineteenth centuries.

INTRODUCCIÓN

La técnica del dorado a fuego con amalgama, también llamada ormolu


Ormolu (del francés or moulu que significa oro molido) es una expresión inglesa que se
refiere a la aplicación a un objeto de cobre o bronce de una amalgama de oro. El mercurio
es eliminado en un horno dejando tras de sí una capa dorada constituida por una solución
sólida de mercurio en oro y/o una mezcla de compuestos intermetálicos oro-mercurio.
Los franceses se refieren a esta técnica como bronze doré; en español se le conoce como
bronce dorado.
La fabricación del verdadero ormolu empleaba un proceso conocido como dorure au
mercure o dorado a fuego, en la que una solución de nitrato de mercurio era aplicada a
una pieza de cobre, latón o bronce, seguida por una aplicación de aleación de oro y
mercurio. Luego el objeto era sometido a temperaturas en torno a 300 ºC hasta que el
mercurio se vaporizaba y el oro permanecía adherido al objeto metálico.
Una vez aplicado el dorado, se procedía al acabado de la superficie presionando la
capa de oro sobre los poros del soporte con ayuda de un bruñidor. Este proceso da lugar
a un recubrimiento de oro muy fuerte y durable que los artesanos de los siglos XIII a XV
utilizaron para la decoración de pequeños objetos como pinjantes de monturas; y los
diseñadores y ebanistas franceses de los siglos XVII y XVIII, para montajes decorativos
de muebles, relojes, lámparas y porcelana. Es conocido que fondeurs-ciseleurs, como el
famoso Jean Jacques Caffieri (1678-1755), produjeron piezas con acabados de bronce
dorado tan finas como el trabajo de un joyero.

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El comienzo del fin de la utilización del ormolu en la fabricación tradicional de objetos
dorados se produjo en la mitad del siglo XIX, a raíz de la sensibilización institucional
ante las afecciones que sufrían los trabajadores por la exposición a los vapores tóxicos
del mercurio y la prohibición gradual de su uso, comenzando con la ley francesa de 1830.
Desde entonces, otras técnicas han venido siendo utilizadas para dorar, pero ninguna
supera la belleza que confiere el método del dorado a fuego. La galvanoplastia es la
técnica moderna más común.
Como parte de una línea de trabajo sobre la utilización del dorado con mercurio en la
decoración de diversos componentes de indumentaria, los autores identificamos
recientemente la aplicación de dicha tecnología a pinjantes y placas de arnés medievales
(P. Martín-Ramos et al., Estudios de Patrimonio Cultural, 2016, 15:6-14). En el presente
artículo estudiamos su aplicación a la decoración de botonaduras de trajes y, en concreto,
a la botonadura del traje fallero valenciano de los siglos XVIII y XIX.

El botón fallero en la indumentaria valenciana de los siglos XVIII y XIX


Los botones más conocidos y populares eran los llamados mançanetes o pometes, aunque
existían otros con diferentes formas: esféricos, de pera, de bellota, de moneda, etc.
Normalmente eran de cobre o bronce, filigrana de plata o plata sobredorada, pero también
los había de vidrio o azabache, o forrados con tela. Usualmente, el botón iba cosido y se
abrochaba por medio de un ojal.
En el atuendo femenino, los botones eran utilizados en la parte delantera de los jubones
y en bocamangas y puños. En el atuendo masculino, encontraron aplicación en la parte
delantera del chaleco (o jopetí, llamado en el s. XVIII ajustador o armilla), en la chupa
(o jupa, también llamada en el s. XVIII, casaca), calzones, bocamangas, puños y perneras
(Figuras 1-3).

Figura 1. Indumentaria valenciana masculina.

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Figura 2. Botones en la indumentaria de fallero. Figura 3. Botones de traje fallero.

ANÁLISIS ESTILÍSTICO. OBSERVACIÓN AL MICROSCOPIO ÓPTICO

Características físicas y análisis tipológico:


El botón dorado objeto de estudio y los otros dos que formaron parte de un mismo lote
pueden describirse como esferas huecas formadas por la yuxtaposición de dos
semiesferas, de las cuales, la posterior porta un asa de sujeción (para cosido). El tamaño,
peso y morfología difieren según los ejemplares. El diámetro del botón dorado (a la
derecha en la Figura 4) mide 0.8 cm y los dos situados a la izquierda, 1.4 cm y 1.0 cm.
Los pesos respectivos son 0.81 g, 1.24 g y 1.05 g. El botón más grande exhibe en su cara
anterior un diagrama floral de 9 pétalos, mientras que los dos más pequeños, no dorado y
dorado, muestran patrones radiales con 14 y 8 radios, respectivamente. Los dos botones
que han perdido el recubrimiento áureo presentan en su parte posterior asas de menor
tamaño que la del botón dorado.

Figura 4. Vista frontal de la semiesfera anterior de cada uno de los tres botones objeto de estudio.

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El botón más grande, con un patrón característico a base de lóbulos enfrentados que
confieren a la cara anterior un cierto aspecto floral, tiene un precedente en una tipología
presuntamente medieval que, sin embargo, no es compartida con la amplia generalidad
de los botones de esa época, caracterizados por su aspecto semiesférico (o esférico
achatado) y la presencia de asas relativamente grandes (Figura 5). Sin embargo, resulta
muy parecido a algunos ejemplares de una colección de botones decimonónicos puestos
en venta como pertenecientes a la botonadura de un traje regional (Figura 6), si bien su
falta de filiación no permite asegurar su origen fallero.

Figura 5. Izquierda: Botón calado, tipo calabaza, presuntamente medieval. Centro: Botón con diagrama
floral, de épocas medieval-renacentista. Derecha: Botón semiesférico de los siglos XIII a XV.

Figura 6. Botones calados de traje regional. España, siglo XIX. Origen indeterminado.

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Otro es el caso del botón dorado en el que se centra el estudio, cuyas bolitas en el eje
y radios de la cara anterior son los mismos que se encuentran en la tipología tradicional
del botón utilizado en la indumentaria fallera (Figura 3). El tamaño y distribución de las
bolitas permite, en todo caso, su diferenciación de la tipología de época victoriana, del
botón tradicional charro y de los botuni croatas (Figura 7).

Figura 7. Izquierda: botón de época Victoriana (1837-1901). Centro: botón charro tradicional. Derecha:
botun croata.

Observación al microscopio óptico


El examen de imágenes ampliadas con un microscopio óptico del botón dorado a fuego
(Figura 9) lleva a sugerir una relación con algunas formas de damasquinado y hace pensar
en posibles antecedentes mudéjares, hecho que se sostiene por la disposición concéntrica
de las bolitas y la ausencia de espacios vacíos.

Figura 9. Fotografías ampliadas del botón dorado a fuego en el que se muestran detalles de la filigrana.

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CARACTERIZACIÓN DEL DORADO UTILIZANDO MICROSCOPÍA
ELECTRÓNICA DE BARRIDO (MEB/SEM) ASOCIADA A ANÁLISIS POR
DISPERSIÓN DE ENERGÍAS (EDS)

Imágenes por MEB/SEM


La imagen por microscopía electrónica de barrido con electrones retrodispersados de la
superficie del botón dorado a fuego permite advertir la presencia de elementos pesados,
resultado compatible con la existencia de oro y mercurio (Figura 10).

Figura 10. Imágenes por microscopía electrónica de barrido (MEB/SEM) de la superficie del botón dorado.
La imagen de la izquierda ha sido obtenida con electrones secundarios. La imagen de la derecha,
correspondiente al mismo campo, pero obtenida con electrones retrodispersados, muestra una zona muy
brillante acorde con la presencia de elementos pesados (Au, Hg).

Resultados del microanálisis por EDS


Las previsiones obtenidas por imagen resultan comprobadas en el análisis por dispersión
de energías (EDS). Los resultados del microanálisis evidencian tanto la presencia
significativa de oro y restos de mercurio en las zonas de recubrimiento dorado del botón
(Figura 11), que corresponden a las regiones brillantes obtenidas con electrones
retrodispersados, como la presencia exclusiva de cobre y óxidos de cobre en las zonas
que perdieron el dorado (Figura 12).
La observación de concreciones negruzcas en los tres botones referidos y la realización
del subsiguiente análisis por EDS (Figura 13) ha llevado a la caracterización de aquellas
como mezcla de residuos carbonosos y un silicato tipo feldespato (Mg, Ca, Fe, K, O, Al
y Si), lo que orienta a considerar que los botones estuvieron algún tiempo enterrados.

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Elemento Wt % At %
Ir M 03.10 02.71
Ag L 01.33 02.07
Cu K 07.70 20.35
Au L 80.83 68.97
Hg L 07.03 05.89

Figura 11. Resultados del microanálisis por EDS de la zona brillante de la Figura 10 que
evidencian la presencia significativa de oro amalgamado.

Elemento Wt % At %
OK 12.84 36.92
Cu K 87.16 63.08

Figura 12. Resultados del microanálisis por EDS de la zona no brillante de la Figura 10 que
evidencian la presencia significativa de cobre y óxidos de cobre.

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Elemento Wt % At %
CK 46.66 60.97
OK 29.91 29.34
Mg K 00.44 00.28
Al K 01.85 01.07
Si K 05.11 02.85
Pb M 00.62 00.05
K K 00.59 00.23
Ca K 10.40 04.07
Fe K 00.69 00.19
Cu K 03.74 00.93

Figura 13. Resultados del microanálisis por EDS de una de las concreciones negruzcas
observadas en los botones estudiados.

CONCLUSIONES

La caracterización química, como amalgama de oro, del recubrimiento de un botón


perteneciente a la indumentaria valenciana del siglo XIX (o quizás, de finales del siglo
XVIII) lleva a concluir que, durante esa época, permanecía vigente en España la
aplicación del dorado a fuego en trabajos de decoración. Esta técnica de dorado,
ampliamente aplicada en época medieval e instaurada entre los orfebres valencianos,
halló continuidad, pese a sus efectos tóxicos, hasta fechas cercanas, siendo reconocida
como tal actividad en la Ley de Enfermedades Profesionales de 13 de julio de 1936 (“para
indemnización del obrero víctima de ellas o de sus derechohabientes en caso de
defunción”).
Existe consenso en considerar que, pese a sus efectos deletéreos sobre los orfebres, el
dorado a fuego con amalgama de oro seguido de bruñido confiere a las piezas tratadas
una belleza de acabado superior al de otras técnicas de dorado.

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