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Enlace iónico y covalente

Enlace químico

La teoría del enlace químico explica el origen de los enlaces entre dos o más átomos y permite
calcular las energías involucradas en la formación de esos enlaces. Para simplificar, puedes
reconocer que hay básicamente tres modelos de enlace: iónico, covalente y metálico.
Los enlaces formados entre dos elementos cualesquiera, ocurren entre electrones,
específicamente entre electrones que se encuentran en la última capa de cada elemento. Dichos
electrones reciben el nombre de electrones de valencia.
Para ilustrar un elemento con sus electrones de valencia, se utiliza una estructura llamada
estructura de Lewis, que indica precisamente sólo los electrones de la última capa del átomo.
Por ejemplo: La estructura de Lewis para el H es: , lo que indica que tiene sólo un electrón. La
estructura de Lewis para C, el cual tiene un z=6, y, por tanto, cuatro electrones en su última capa,

es:

Ejercicio: Establece la estructura de Lewis para los elementos: Li, B, O y N.


La reactividad de un elemento depende, en términos generales, de cuántos electrones tenga para
completar su configuración electrónica, o sea para alcanzar la configuración de cualquier gas
noble, es decir con todos los orbitales completos. De acuerdo a ello, y para simplificar la cuenta de
electrones, cualquier átomo que tenga orbitales p incompletos debe cumplir con la regla del
octeto, es decir ocho electrones en su último nivel. Para el H y He se cumple con la regla de
dueto: dos electrones en el último nivel.
El enlace químico es el resultado de las interacciones atractivas entre los núcleos atómicos y los
electrones, que superan energéticamente a las interacciones de repulsión de los electrones entre
sí y también entre los núcleos.
El modelo más simple es el enlace iónico. Para que un enlace sea iónico debe existir una
apreciable diferencia de electronegatividad, de modo que uno de los átomos atraiga con más
fuerza un electrón y ambos quedan cargados. De este modo, este modelo de enlace supone que
ambos iones se comportan como cargas puntuales e interaccionan de acuerdo a la ley de
Coulomb.
Este tipo de enlaces es típico de moléculas formadas por un elemento del grupo 7A (halógenos) y
un elemento del grupo 1A (alcalinos). Los halógenos son muy electronegativos porque les falta
sólo un electrón para cumplir con la regla del octeto y alcanzar la configuración electrónica de un
gas noble. Esto hace que atraigan un electrón del elemento alcalino. Los alcalinos tienen un
electrón en la última capa, y lo liberan fácilmente para cumplir con la regla del octeto. Ambos
elementos quedan cargados: el halógeno negativo y el alcalino, positivo:
Figura 1: Esquema de formación de un enlace iónico

El enlace iónico involucra la formación de un sólido cristalino ordenado, en el que se distribuyen


espacialmente los cationes y los aniones siguiendo un patrón similar al de un papel mural, pero
dispuestos de manera tridimensional.

Figura 2: Sólido cristalino ordenado producto del enlace iónico

En un compuesto iónico hay un completo balance de la carga eléctrica. Así por ejemplo, si se
dispone de iones aluminio (III) (Al+3) y óxido (O-2), la condición de electroneutralidad se puede
expresar de este modo: si en un cristal de óxido de aluminio hay iones Al3+ y iones O2-, entonces
para que exista neutralidad deberán existir dos iones Al3+ y tres iones O2- en el compuesto sólido
Al2O3.
La principal característica de un enlace covalente es que en él se comparten los electrones
desapareados de la capa de valencia, de modo que cada elemento que participa en el enlace
cumple con la regla del octeto. Este enlace es típico de moléculas diatómicas como H 2. En este
caso, cada uno de los átomos posee un electrón de valencia y la interacción de ambos electrones
desapareados para formar la molécula H2 puede ser representada mediante la estructura , en la
cual se cumple la regla de dueto.
Si observamos el agua, vemos que el oxígeno tiene seis electrones de valencia, de los cuales dos
están apareados en el orbital s, mientras que el orbital p tiene electrones apareados y dos
desapareados. Estos últimos participarán en el enlace covalente que se formará con el H, que sólo
tiene un electrón de valencia.

Figura 3: Esquema de un enlace covalente

Existen dos tipos de enlace covalentes:


1. Enlace covalente apolar, que se produce entre moléculas de similar electronegatividad como,
por ejemplo, en las moléculas de hidrocarburos, donde la electronegatividad del hidrógeno y del
carbono es similar, formando un compuesto sin polos. Las moléculas homonucleares (de igual
átomo) forman enlaces apolares, debido a que tienen igual electronegatividad.
2. Enlace covalente polar: se forma entre moléculas de diferente electronegatividad, lo que hace
que los electrones se orienten más hacia un átomo que hacia el otro; esto crea una densidad de
electrones mayor en un átomo y forma, por tanto, un polo.
3. Enlace covalente coordinado o dativo: se forma cuando dos átomos comparten un par de
electrones, pero los electrones compartidos los aporta un solo átomo. Por ejemplo, la formación de
ión amonio (NH4+). El átomo de nitrógeno tiene un par de electrones no compartidos con otro
elemento; sin embargo, este par genera un polo negativo que atrae iones positivos como H +, el
cual forma un enlace con ambos electrones que son del nitrógeno.
Figura 4: Representación de los enlaces

La teoría del enlace de valencia supone que los electrones de una molécula ocupan orbitales
atómicos de los átomos individuales. Esto permite conservar la imagen de los átomos individuales
tomando parte en la formación del enlace.
El enlace H-H en la molécula de H2 se forma por el traslape de los orbitales 1s de cada átomo de
hidrógeno. Al inicio ambos átomos de hidrógeno están separados, no hay interacción y la energía
potencial es cero. A medida que se acercan los átomos, los electrones y los núcleos se repelen
entre sí, pero aumenta la atracción de los núcleos por los electrones. Esta atracción es mayor que
la repulsión, por lo que la energía potencial es negativa. El sistema es más estable cuando la
energía potencial es mínima, lo que se logra cuando existe el máximo contacto entre las dos nubes
electrónicas, y por lo tanto, ocurre cuando se ha formado la molécula de H 2.

http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?ID=139509

Comparación de las Propiedades de los


Compuestos Iónicos y Covalentes
Debido a la naturaleza de los enlaces iónicos y covalentes, los materiales
producidos por esos enlaces tienden a tener propiedades macroscópicas bastante
diferentes. Los átomos de los materiales covalentes están firmemente unidos
entre sí en moléculas estables, pero esas moléculas no están generalmente muy
fuertemente atraídas a otras moléculas del material. Por otro lado, los átomos
(iones) en los materiales iónicos muestran fuertes atracciones a los otros iones de
sus alrededores. Esto conduce generalmente a bajos puntos de fusión en los
sólidos covalentes, y altos puntos de fusión en los sólidos iónicos. Por ejemplo, la
molécula de tetracloruro de carbono CCl4, es una molécula covalente no polar.
Su punto de fusión es de -23°C. Por el contrario, el sólido iónico NaCl tiene un
punto de fusión de 800°C.

Compuestos Iónicos Compuestos Covalentes

1. Gases, líquidos, o sólidos (hechos de


1. Sólidos cristalinos (hechos de iones)
moléculas)
2. Altos Puntos de Ebullición y Fusión
2. Bajos Puntos de Ebullición y Fusión
3. Conductores de la Electricidad en
3. Pobres conductores eléctricos en
estado fundido
todas las fases
4. Muchos son soluble en agua, pero
4. Muchos son solubles en líquidos no
no en líquido no polar
polares pero no en agua
A partir de las posiciones de los componentes en la tabla periódica, se puede
anticipar algunas cosas sobre los enlaces. Los elementos de los extremos
opuestos de la tabla periódica forman generalmente enlaces iónicos. Tienen
grandes diferencias en la electronegatividad y por lo general forman iones
positivos y negativos. Los elementos con las electronegatividades más grandes
están en la parte superior derecha de la tabla periódica, y los elementos con las
electronegatividades más pequeñas se encuentran en la parte inferior izquierda.
Si se combinan estos dos extremos, tal como en el RbF, la energía de
disociación es grande. Como se puede ver en la siguiente ilustración, el
hidrógeno es la excepción a esa regla, formando enlaces covalentes.

Los elementos que están muy juntos en electronegatividad tienden a formar


enlaces covalentes y pueden existir como moléculas libres estables. El dióxido de
carbono es un ejemplo común.

http://hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/hbasees/Chemical/bond2.html

https://es.scribd.com/doc/32486242/propiedades-de-Los-Compuestos-Ionicos-Covalentes-y-
Metalicos

https://es.calameo.com/read/00524683642f3c8f354a3

INTRODUCCIÓN:

Las propiedades físicas y químicas de los elementos y de sus compuestos dependen de las estructuras
atómicas y moleculares o cristalinas en que existen.

Podemos llegar a predecir para los materiales su comportamiento en diferentes situaciones si


conocemos sus propiedades físicas y químicas. Estas a su vez nos permiten clasificar a la materia entre
diferentes estados físicos, comportamientos metálicos o no-metálicos, propiedades oxidantes y
reductoras, etc. También; un mismo elemento o compuesto químico puede presentarse con estructura
sólida diferente y tendrá por ello diferentes aplicaciones, por ejemplo: el carbono es muy duro en forma
de diamante con estructura tetraédrica, mientras que en la forma de grafito, por ser laminar puede servir
como lubricante y el carbono amorfo en muy pequeños tamaños de partícula puede adsorber otras
partículas también muy pequeñas y entonces servir para purificar soluciones.

Por otra parte, las reacciones químicas específicas nos pueden dar a conocer la composición de los
materiales, por ejemplo: los metales activos con agua, producirán hidrógeno gaseoso; las reacciones de
combustión nos darán idea de la presencia o no de metales en la muestra, según si quedan cenizas o
no, en el residuo de la ignición. Otras pruebas como solubilidad en agua u otros solventes y pruebas de
conductividad eléctrica, manifestarán qué tipo de enlace químico hay en los compuestos que se
estudian.

Los compuestos pueden clasificarse en función del enlace químico que se encuentre presente; estos
pueden ser iónicos o covalentes.

Los compuestos que contienen enlaces iónicos están formados por iones positivos y negativos
dispuestos unos con respecto a los otros en forma regular en un enrejado cristalino, cuando los
compuestos son sólidos. La atracción entre los iones es de naturaleza electrostática y se extiende
igualmente en todas direcciones.

Los compuestos con enlace covalente están formados generalmente por moléculas discretas, los
enlaces son direccionales y existen fuerzas de enlace covalente entre los átomos de esa molécula y
otra. En el sólido solamente actúan fuerzas de carácter débil entre una molécula y otra, las cuales son
llamadas fuerzas de Van Der Waals.

Los compuestos iónicos en solución o en estado fundido pueden conducir la corriente eléctrica, en forma
importante, y este comportamiento es débil en los compuestos covalentes polares o no se presentará si
el compuesto es covalente no polar.

En un cristal iónico, los iones están atrapados en sitios fijos en la red cristalina, estos no pueden migrar
y por lo tanto no pueden conducir la corriente eléctrica. Si el cristal no es perfecto (algunos cristales
presentan defectos estructurales y existe un punto de la red cristalina donde está ausente un ión), se
puede presentar una conducción del ión desde un punto de la red al punto vacante de la misma. En
contraste los compuestos covalentes están aislados, pues ellos no presentan cargas eléctricas y por lo
tanto no conducen la corriente eléctrica en ninguno de los estados sólido, líquido o gaseoso.

En cuanto a la solubilidad: los compuestos iónicos son generalmente solubles en agua y en solventes
polares, esto es, solventes con alta constante dieléctrica, mientras que los compuestos covalentes que
no sean polares solo se disolverán en solventes orgánicos no polares, o sea, solventes de baja
constante dieléctrica como el benceno y el tetracloruro de carbono.

Respecto a las temperaturas de fusión, estas también están en función del tipo de enlace presente en el
compuesto.

La fusión de compuestos iónicos implica necesariamente el rompimiento de la red cristalina, esto


requiere una considerable energía de tal manera que los puntos de fusión y de ebullición son
generalmente altos, y los compuestos son muy duros.
La energía calorífica requerida para fundir o evaporar un compuesto covalente es comúnmente baja,
debido a su naturaleza y carácter débil de las fuerzas de Van Der Waals. Por lo tanto los compuestos
que presentan enlaces covalentes son por lo general gases, líquidos y algunas veces sólidos pero con
bajo punto de fusión, en algunas ocasiones presentan estructuras covalentes infinitas en tres
dimensiones en lugar de moléculas discretas, en estos casos operan fuerzas de enlace fuertes en todas
direcciones; algunos ejemplos son el diamante y la sílice (SiO2), son compuestos covalentes pero muy
duros y tienen altos puntos de fusión.

https://rodas5.us.es/file/ec399b85-b8cb-3506-4d09-
b29846ee1123/2/practica_10_SCORM.zip/page_02.htm

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