Acerca Del Colonialismo, Carl Marx- Friedrich Engels

La Revolución En China Y En Europa.

El texto establece un paralelismo entre la revolución que ocurre en China a causa de la intromisión
inglesa, y como la revolución nipona afecta y se expande por Europa.
Un investigador de los principios que gobiernan el movimiento de la humanidad, solía establecer
que uno de los secretos que rige la naturaleza es la ley de la unidad de los contrarios; "los
extremos se tocan" es una de las verdades de todas las esferas de la vida.
Puede verse una brillante ilustración, en la Revolución China, el efecto que produce la misma en el
mundo civilizado. Puede parecer extraño que la próxima revolución europea dependa más de la
revolución del Imperio Celeste, que de cualquier otra situación política que ocurra en el
continente, incluso en de las amenazas de Rusia y la consiguiente guerra general. Cualesquiera
fueran las causas sócales, que desembocaron en la revolución, que ya lleva diez años. La ocasión
para el estallido, los han dado incuestionablemente los cañones ingleses que obligaron a China a
tomar la droga llamada opio; la dinastía manchú cayo hecha añicos ante las armas británicas; el
bárbaro y hermético aislamiento en que se mantenía del mundo civilizado fue roto; se dio
comienzo a las relaciones que se desarrollaron tan rápidamente, bajo el atractivo del oro de
California y Australia. Hasta 1830, la balanza comercial fue favorable para China, pero desde 1833
y en particular en 1840, la exportación de plata de China a la India, dejo casi exhausto al Imperio
Celeste. De ahí los dos decretos del Emperador contra el comercio del opio, y sus consecuencias
aún más duras, el soborno y contrabando. Desmoralizando enteramente a los funcionarios chinos,
donde la autoridad se construía a partir de una relación patriarcal, único lazo moral que ligaba la
vasta máquina del Estado, fue corrida gradualmente por la corrupción de los funcionarios, que
amasaron fortunas por el contrabando del opio. De esta forma el Emperador y sus funcionarios,
fueron perdiendo su soberanía en la misma media en que iban adquiriendo el opio. Para 1833 y en
mayor medida para 1840 las importaciones de tejido de algodón y lana inglesa, aumentaron
rápidamente, sobre todo luego de la introducción de otras naciones, (EE.UU). Esta introducción de
manufacturas extranjeras tuvo en la industria china un efecto similar al que tuvo en Asia Menor,
Persia y la India. En China, los hilanderos y tejedores sufrieron grandemente por esta causa, con el
debido desorden de la vida social, como consecuencia. La primer guerra del opio en 1840 tuvo dos
consecuencias: los viejos impuestos se hicieron más caros ya estos se añadieron otros nuevos;
Todos los factores disolventes que obraron a una Hacienda, la moral, la industria y la estructura
política de China, obtuvieron su pleno desarrollo en 1840 bajo los cañones ingleses, que dieron al
traste con la autoridad del emperador y forzaron al Imperio Celeste a entrar en contacto con el
mundo terrenal; Ahora, cuando Inglaterra ha motivado la revolución en China, la cuestión es como
va a repercutir, con el tiempo, esta revolución en Inglaterra y, a través de esta en Europa. No es
difícil dar un respuesta; se ha llamado la atención sobre el crecimiento de las manufacturas
inglesas desde 1850, debe llegar e tiempo oportuno, un momento en el que la extensión de los
mercados sea incapaz de llevar el paso con la extensión de las manufacturas británicas, y esta
desproporción deberá traer otra crisis con la misma certeza que en el pasado. Pero si uno de los
grandes se contrae repentinamente, el desencadenamiento de la crisis se acelera por necesidad.
Pues bien, la rebelión de la china debe producir precisamente ese efecto en Inglaterra; Este
exceso, en la cantidad de exportación del té para mercados externos, se dio por dos
circunstancias. Por un lado, el mercado experimentó, a fines de 1851, una gran depresión, y el
considerable remanente paso a la exportación de 1852. Por otro lado, tan pronto se conocieron en
China, los cambios en la legislación del té en Inglaterra, todo él té disponible, fue lanzado al
mercado a precios muy altos. Pero la relación con las futuras cosechas fue muy distinto; Los
medios para asegurar la recolección de la hoja del té no los proporcionaran las escuadras
extranjeras, mas con su intervención podrán originar complicaciones que cesaran todas las
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transacciones entre las regiones del interior productoras del té y los puertos exportadores del
mismo. Razón por la cual, con la contracción del mercado chino, Inglaterra, debe esperar una alza
en el precio de uno de sus principales artículos de consumo, una salida de moneda metálica y una
gran contracción de un importante mercado para sus mercancías de algodón y lana. Esta situación
coincide coincidirán con una cosecha insuficiente en Europa Occidental y, por tanto, con el alza de
los precios de la carne, de los cereales y todos los demás productos agrícolas. Ello originara una
contracción para los mercados manufacturados, porque cada elevación de los precios en los
artículos de primera necesidad va seguida, tanto en el propio país como en el extranjero, de la
reducción de la demanda de artículos manufacturados; Los precios de los productos agrícolas han
aumentado casi un doble por ciento de un año a otro, los cereales han encarecido más en el
continente que en Inglaterra; En estas circunstancias, se puede asegurar, que la revolución China
echara la chispa en la mina, lista a explotar, del presente sistema industrial y desencadenara la
crisis general que hace tiempo se venía acumulando, la cual, cuando se propague al extranjero,
será seguida inmediatamente de revoluciones políticas al continente; La intervención de los
gobiernos occidentales , puede servir únicamente, para hacer la revolución más violenta y
prolongar el estancamiento del comercio; La séptima parte de los ingresos del Gobierno británico,
en la India, depende del comercio de opio a los chinos, los cuales, parecen están muy pocos
dispuestos a renunciar al opio. Pero el nuevo Emperador, acoge favorablemente el cultivo de la
adormidera y la preparación del opio en la misma China, es muy probable que se asentara un
golpe mortal a la producción de opio en la India como a los ingresos de esta y a los recursos
comerciales en el Indostán. Aunque los efectos no se sientan rápidamente, con el tiempo se
notaría y contribuiría a intensificar y prolongar la crisis financiera universal; Desde comenzó del
siglo XVIII no ha habido una revolución seria en Europa que no haya ido precedida de una crisis
financiera y comercial. ni las guerras ni las revoluciones podrán conmover profundamente a
Europa si no son producto de una crisis general comercial e industrial cuya señal deberá dar como
siempre Inglaterra, la representante de la industria europea en el mercado mundial; No es
necesario tratar de las consecuencias políticas que semejante crisis tendrá en nuestros días,
cuando en Inglaterra están adquiriendo una extensión sin precedentes las fábricas, cuando el
aparato del Estado de Francia se está transformado en un inmenso consorcio de especulación, y
Austria esta en vísperas de la bancarrota , cuando las injusticias acumuladas por doquier deben
ser vengadas por el pueblo, cuando entran en conflicto de las potencias más reaccionarias y
cuando se revelan una vez más a todo el mundo los sueños de conquista de Rusia.

Las atrocidades inglesas en China

Hace unos años, cuando el espantoso sistema de torturas aplicado en la India fue denunciado al
parlamento, uno de los directores de la compañía de Indias, lo negó, luego de una investigación
tuvo que admitir que tal situación era real; El actual primer ministro y el conde de Charleston,
parecen estar ahora en la misma situación. intentando justificar las atrocidades cometidas con los
chinos, estableciendo que estos hechos obedecían a una necesidad vital, ya que sus compatriotas,
estaban sometidos a insultos, violencias y atrocidades que no podían quedar silenciadas(por lo
que era necesario) defender los intereses, los encarga de realizarlo, están obligados a reaccionar,
aprobando esos actos, que se establecen como justos; desde las primeras noticias que hemos
recibido de las hostilidades inglesas en China, los periódicos gubernamentales de Inglaterra y
parte de los norteamericanos, han venido acumulando denuncias contra los chinos, calumniosas
acusaciones de violación de los compromisos adquiridos por tratados, de ofensas al pabellón
británico de trato degradante a los extranjeros que residen en el suelo, ni una sola acusación clara
o un simple hecho de apoyo de esas denuncias, salvo el caso de la lorcha de Arrow; esta era una
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pequeña embarcación china, tripulada por chinos, pero contratada por unos ingleses. se le había
cedido el permiso temporal de navegar bajo pabellón inglés, permiso que expiro, antes de la
"OFENSA" alegada. Se dice que había sido empleada para el contrabando de sal y llevaba a bordo a
unos individuos de muy mala fama, piratas y contrabandistas chinos, que las autoridades venían
buscando. Mientras la nave estuvo anclada en Cantón si enarbolar pabellón alguno, la policía se
entró de la presencia de esos delincuentes a bordo y los detuvo. Esta detención entorpecía los
negocios de los propietarios(los ingleses), el capitán se quejó con el cónsul inglés. Una persona
joven y de temperamento vivo e irritable, corrió y exhorto a los policías, que no estaban más que
cumpliendo con su deber, al no tener satisfacción. Torno de prisa al consulado, escribió una
imperativa carta al gobernador de la provincia de Kiang-Kong, exigiéndole la restitución de los
detenidos y satisfacciones, así como una nota a sir Juan Borwing y al almirante Seymour a Hong-
Kong afirmando que él y la bandera de su país habían sufrido una ofensa insoportable, sugiriendo
que había llegado la hora tan esperada de hacer una exhibición de fuerza contra Cantón; El
gobernador Yeh respondió con cortesía y calma. Expuso la razón de la detención y lamento que
hubiera podido haber algún malentendido; al mismo tiempo negó rotundamente la menor
intención de ofender al pabellón británico y devolvió a los hombres, pese a haber sido arrestados
legamente. Mas eso no satifizo al cónsul, quien quiso recibir excusas oficiales y una restitución en
condiciones formales de lo contrario el gobernador Yeh debería atenerse a las consecuencias.
Llego a continuación el almirante Seymour con la flota británica, y empezó entonces otra
correspondencia intransigente y amenazadora .El Almirante, pidió una entrevista personal con el
gobernador, dentro de las murallas de Cantón (desde hacía años los extranjeros no podían
ingresar). El gobernador de Yeh respondió que eso iba contra todos los precedentes y que sir Jorge
Bonham había accedido a no exigir tal cosa. Concedería de buen grado una entrevista, como se
hacía de costumbre, fuera de las murallas de la ciudad o accedería a los deseos del almirante de
cualquier modo que no fuese contra las costumbres chinas. Mas ello no satisfizo al belicoso
representante; Esta guerra, se ha desencadenado, por los motivos someramente expuestos; Se ha
hecho una carnicería entre los ciudadanos y lo pacíficos comerciantes de Cantón de la humanidad
violando con el fútil pretexto de que las ¡las vidas y los bienes ingleses corrían peligro debido a los
actos agresivos de los chinos!; ¡La prensa inglesa gurda silencio de la indignantes violaciones del
tratado que diariamente cometen los extranjeros en China bajo la protección británica! No oímos
nada del ilícito comercio del opio que engorda anualmente el tesoro británico a expensa de la vida
humana y la moral; no oímos nada de las contestes concesiones de los funcionarios subalternos,
gracias a los cuales el Gobierno chino queda privado de sus ingresos legales por la importación y
exportación de mercancías, No oímos nada de los frecuentes y brutales escarnios que los
extranjeros hacen de la tímida naturaleza de los chinos. No oímos nada de todo, porque la
mayoría de la gente que no vive en China se preocupa poco de la condición social y moral de este
país; y, segundo, porque esta parte de política y prudencia en el aspecto político no mover
materias que no han de reportar ningún provecho pecunario. Los ingleses en su casa no ven más
allá de la tienda en la que compran él te. Mientras tanto en la China, el fuego aplacado del odio a
los ingleses, que se encendió durante la guerra del opio han lanzado una llama de animosidad que,
probablemente, no podrá apagar ninguna oferta de paz ni de amistad.

Comercio del Opio 1

EL COMERCIO DEL OPIO (hay dos textos que hablan del comercio del opio)
Este primer texto se refiere a las consecuencias comerciales en las manufacturas inglesas que trae
aparejado el comercio del opio.
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El nuevo tratado, que lograron arrancarle a China parecen haber hecho surgir las mismas visiones
fantásticas de una vastísima ampliación del comercio que tuvieron los mercaderes en 1845,
después de la primera guerra china; Evocando sueños de mercado inexhausto y estimulando falsas
especulaciones, el presente tratado puede contribuir a la preparación de una nueva crisis en el
preciso momento en que el mercado mundial se está recobrando tan lentamente de la reciente
conmoción universal; La primera guerra del opio estimulo el comercio de este narcótico a expensa
del comercio legítimo, y la segunda guerra del opio tendrá las mismas consecuencias si Inglaterra
no se ve obligada a abandonar el cultivo forzoso de esta adormidera; Los chinos no pueden
comprar a un tiempo mercancías y droga, por lo que se establece que al dejar de comercializar
tanto opio, para poder adquirir más manufacturas. Los efectos funestos que el comercio del opio
produce en el comercio legítimo, estableciendo a continuación el desarrollo del opio en China.
Para 1767 la cantidad de opio exportado de la India no pasaba de 200 cajas, ya que este fue
legalizado como medicamento en China, con un comercio casi exclusivo de los portugueses. En
1773 comienza la comercialización de opio entre las indias orientales y el Imperio celeste. para
1794 se establece un almacén en el puerto de Cantón, desde allí pasaron dos años, para que
adoptasen una ley que amenazaba a los chinos que se dedicasen al contrabando. En 1798 la
compañía de las Indias Orientales dejo de ser exportadora directa para convertirse en productora,
estableciendo un monopolio; Desde comienzo del siglo XIX adquirió rasgos completamente claros
y excepcionales; mientras el Emperador prohibió a un tiempo, para poner fin al suicidio de su
pueblo, la importación de este veneno por los extranjeros y su consumo por los aborígenes, la
Compañía de las Indias Orientales trasformó rápidamente el cultivo de la adormidera en la India y
la venta clandestina en China en partes integrantes de su propio sistema financiero; Un imperio
gigante, cuya población constituye casi una tercera parte de la raza humana, vegete a despecho
del espíritu, por exclusión violenta y se las ingenie así para engañarse a sí mismo con las ilusiones
de su perfección celeste, que tal imperio, digo yo, debía parecer finalmente en un duelo mortal, en
el que representante del mundo caduco está impulsado por motivos éticos, mientras que el
representante de la modernísima sociedad lucha por el privilegio de comprar en los mercados más
baratos y vender en los más caros, eso es, verdaderamente, una tragedia más extraña.

Comercio Del Opio 2

La apropiación del monopolio del opio en la India por el Gobierno británico es lo que ha llevado a
proscribir el comercio del opio en China. Los crueles castigos infligidos por el legislador del Imperio
celeste a sus súbditos y la prohibición rigurosa, han resultado igualmente ineficaces. El efecto
inmediato de la resistencia moral, fue que los ingleses desmoralizaron a las autoridades
imperiales, a los oficiales de aduanas y a los mandarines en general. la corrupción, que ha
penetrado hasta la burocracia del Imperio Celeste; Nutrido por la Compañía de Indias Orientales e
infructuosamente combatido por el gobierno de Pekín, el comercio del opio fue adquiriendo
gradualmente mayores proporciones hasta alcanzar unos 2.500.000 de dólares en 1816, con un
numero de 12.639 cajas para 1824; El resultado de todos esos esfuerzos que se trasladaron los
almacenes de opio, de los lugares pocos seguros, a una base de operaciones mas cómoda, se
organizó un almacén permanente de navíos bien armados y con numerosas tripulaciones. cuando
el gobierno chino logro detener temporalmente las operaciones de las viejas casas de Cantón, el
comercio no hizo más que cambiar de manos y paso a gentes de clase inferior; 1824 marca una
época en la historia del comercio del opio. La Compañía de Indias no perdió entonces el privilegio
de comerciar con él te chino. Trasformando así, de establecimiento mercantil en institución
administrativa, el comercio con la China paso completamente a una empresa privada inglesa, que
puso manos a la obra, tanto que para 1837 un total de 25.000.000 dólares en opio, pasaron de
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contrabando en China. Aquí dos hechos llaman la atención: primero, en cada progreso del
comercio de exportación con China, corresponde al contrabando del opio; y segundo, con la
desaparición gradual del interés puramente mercantil del Gobierno anglo-indio en el comercio del
opio, aumento la importancia de su interés fiscal por este ilícito tráfico; Las medidas
extraordinarias del Gobierno chino entre 1837-1839, cuyo punto culminante fue la llegada del
comisario Lin a Cantón, la confiscación y la destrucción, bajo sus órdenes, del opio de
contrabando, constituyeron el pretexto para la primera guerra anglo-china, cuyas consecuencias
fueron la rebelión china, el agotamiento del tesoro Imperial, el éxito de la invasión rusa en el
Norte y las gigantescas proporciones que alcanzo el comercio del opio en el Sur. aunque prohibido
en el tratado, Inglaterra gozo prácticamente de una impunidad absoluta; en sus atribuciones de
Gobierno imperial, finge no tener nada en común con el contrabando del opio no tener nada en
común con el contrabando del opio e incluso concierta tratados que lo prohíben. Mas, en sus
atribuciones de Gobierno indio, impone la producción del opio en Bengala, con gran detrimento
de las fuerzas productivas de este país; obliga a una parte de los ryots indios a cultivar la
adormidera: seduce a otra parte a hacer lo mismo, concediéndoles créditos; no suelta de sus
manos el monopolio cerrado de la producción de este nociva droga; vigila, mediante todo un
ejército de espías oficiales, el cultivo de la adormidera, su acarreo a determinados lugares, su
condensación y preparación del opio conforme a los gustos de los consumidores chinos, su
embalaje en fardos especialmente adaptados a la conveniencia del contrabando y, finalmente, su
trasporte a Calcuta, donde se pone en venta en subasta pública por funcionarios públicos a
especuladores, para luego pasar a manos de los contrabandistas que lo introducen en China; El
propio gobierno británico, participa hasta el presente en las pérdidas y ganancias de los
comerciantes y armadores que se embarcan en la arriesgada operación de empitonar a un
imperio. La hacienda india del Gobierno británico depende, de hecho, no solo del comercio del
opio, el tesoro anglo-indio sufriría una grave catástrofe. Predicando abiertamente el comercio
libre de este veneno, defiende en secreto el monopolio de su producción. Siempre que
examinamos atentamente la naturaleza del libre cambio británicos, vemos, por regla general, en
la base de su "libertad", el monopolio.