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CONOCIMIENTO
CIENTIFICO
Hacia una visión crítica de la ciencia.
Esther Díaz
Mario Heler
CIENCIAS
DE CADA TIPO
BIBLIOGRAFÍA
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COLACILL1 DE MURO, M. y J.f Elementos de lógica moderna y filosofía,
Estrada, Bs. As., 1969.
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IV. L A S CIENCIAS S O C I A L E S
más ciencias sociales comienzan a surgir como tales a partir del siglo pasado.
Cuando se expuso el tema de la verdad (cap. 1, apartado 6) vimos las condi-
ciones históricas que posibilitaron el advenimiento de nuevos dominios de sa-
ber. Las prácticas sociales (acumulación de mercadería y capital, grupos de
control, instituciones de encierro), constituyeron el examen como modo de
acceso a la verdad. Generaron un nuevo tipo de ciencias: las sociales. Es decir
que el hombre, como objeto de estudio de la ciencia, nació hace poco tiempo.
Los fenómenos Físicos comen ra ron a ser estudiados racionalmente por los
Jonios (siglo vil a.C), quienes comienzan a abandonar las explicaciones
mitico-reiigiosas. Se trata de explicar la naturaleza por causas físicas y no por
el accionar de agentes divinos, se prepara el terreno para lo científico. El ob-
jeto de estudio de las ciencias naturales comienza a dibujarse hace 2500 años.
El de las ciencias sociales no llega a 200 anos.
El hombre fue investigado por la filosofía desde la antigüedad, pero la
filosofía no es ciencia; en ciencia, el hombre está aún por determinarse como
objeto de estudio. Hoy, todos iosfísicosse pondrían de acuerdo para definir
qué es el agua. No todos los científicos sociales tendrían una respuesta univo-
ca ante la pregunta 4 ¿qué es el hombre?%
Como objeto de estudio científico lo humano no está cabalmente con-
formado. Hay que pensarlo. Hay que terminar de constituirlo. Las ciencias
sociales tienen la frescura de la juventud y la inmadurez propia de ella. ¿Por
3ué han de competir con las ciencias naturales?,mejor dicho,¿tiene sentido
competir? Entendemos que no pueden ni deben competir porque otra es su
emática, otros, por ende, sus métodos. Sus objetivos de estudio son distin-
!OS. Ni más altos, ni más bajos, simplemente diferentes. Tanto unas como
otras comparten hoy el campo del saber. Esa vecindad no tiene por qué exigir
uniformidad metodológica.
La concepción que se acaba de exponer es una postura no-reduccionista.
Se denomina 4'reduccionistas*' a las posiciones que exigen un solo método de
estudio, cualquiera sea la característica del objeto investigado. En consecuen-
cia, lo expuesto defiende una metodología que varíe de acuerdo con el tipo de
objeto y con las circunstancias en que se lo estudie.