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Resumen de Psicología Experimental

TRABAJO PRACTICO 1.
Marradi, Archenti y Piovani, Cap. 3 “Método, metodología, técnicas”.
Los autores realizaran una distinción entre las concepciones de método, metodología y técnicas. Por
“método” se entiende al camino para conseguir un fin. Tradicionalmente ha sido definido por diversos
autores como Descartes y Bacon como el conjunto de reglas y pasos inmodificables que de ser
practicados garantizan el conocimiento científico sobre cualquier argumento; actualmente tal idea
queda rezagada, ya que, se considera que cuanto más el investigador conciba al método como una
secuencia rígida de operaciones, más decisiones tomara sin reflexionar y sin darse cuenta. Es así que
el método es algo mucho más complejo: si bien se cree que el investigador procede de manera
metódica, este aplicara el mismo de manera original a sus problemas. Lo esencial del concepto de
método esta en la elección a las técnicas a aplicar, en la capacidad de modificar técnicas existentes
adaptándolas a los propios problemas, y de imaginar técnicas nuevas.
Por “metodología” se entiende el discurso, estudio, reflexión sobre el método. Se discute si ella debe
ser una disciplina descriptiva o prescriptiva; si es descriptiva se encargaría de la descripción del
método, y si es prescriptiva se encargará de determinar cuáles son los métodos más loables según un
área particular. Es una ciencia reconstructiva que supone reflexionar sobre la propia práctica, lo que
nos permitiría mejorar nuestra propia profesión; tal reconstrucción se realiza en base a dos supuestos:
ontológicos y epistemológicos.
Por último se entiende por “técnica” a los procedimientos específicos y regulares avalados por una
comunidad científica para acceder al conocimiento. Una técnica es tangible y disponible, y podemos
reconocer dentro de esta categoría a la observación, la entrevista, la encuesta, focus group, etc.

-Cassany, D. (1995) Diez reglas para escoger palabras. En la cocina de la escritura.


- Colanzi, I. (2018) Guia para el diseño de la propuesta de investigación. Ficha de catedra.
- Klein, I. (2007) Caracterizacion del discurso académico. En el taller de la escritura.

TRABAJO PRACTICO 2.
Sánchez Vazquez, “Puntualizaciones onto-epistemológicas y éticas vinculadas al abordaje
metodológico en ciencias de lo humano”.
La ciencia es una práctica social. En ese sentido, existen dos formas de entender la metodología como
disciplina: como normativa o como reconstructiva. Por un lado, autores pertenecientes al círculo de
Viena, el círculo de Berlín y el falsacionismo, suelen sostener que la metodología es una disciplina
básicamente normativa (o prescriptiva), es decir, que es la encargada de legislar y sancionar el
quehacer científico, su proceso y resultado de acuerdo a ciertos parámetros científicos regulatorios.
Así, existe la creencia de que es posible definir un programa estructurado que establezca de modo
anticipado las series de operaciones necesarias para arribar a un conocimiento científico justificado.
Por otra parte, y desde algunos representantes del postempirismo como Lakatos y Kuhn, se entiende
que la metodología es una disciplina reconstructiva, ya que supondría el dominio conciente de las
reglas que conducen la práctica investigativa, lo cual sería de suma utilidad para potenciar y manejar
con mayor libertad tal práctica. La reconstrucción implica poder revisar de modo crítico esa práctica,
examen que permite generar condiciones para su optimización y expansión.
Al investigar se mantienen opciones onto-epistemológicas no siempre evidentes ni manifiestas para
los investigadores. Es habitual que ciertas premisas tiendan a permanecer implícitas y acríticas
dificultando el análisis de los fundamentos del conocimiento.
En ambos niveles, el ontológico y el epistemológico, pueden distinguirse dos posturas extremas y
contrarias:
 En el plano ontológico, el hombre de ciencia refiere lo que él cree que es el objeto que va a
indagar. En este primer campo encontramos dos extremos: a- el objeto como agregados,
conformado por una serie de elementos conectados entre sí (nivel físico, químico, biológico,
psicológico y sociocultural). Se manifiesta aquí una visión elementarista y seccionada del
elemento de estudio.
Y b- en donde el objeto se presenta como una totalidad organizada, con fuerte interacción entre
los componentes, por lo cual su estudio requiere la intelección de la estructura dinámica que lo
caracteriza.
 En el plano epistemológico, se refiere a como se cree que el individuo puede conocer ese
objeto que estudia. Aquí las posiciones extremas tambien son dos: a- existe la suposición de
que fuera del sujeto existe un mundo acabado y objetivo. El individuo aparece aquí como una
tabula rasa, vacía, en quien se van imprimiendo los estímulos externos recibidos; la intervención
de este no parece ser muy activa, tan solo conlleva la tarea de “copiar bien”, por lo que la verdad
del conocimiento consistiría en la correspondencia de nuestra imagen interior con la realidad
exterior que representa.
Y b- en donde se supone un modelo holístico del conocimiento humano, se produce una relacion
dialéctica entre el sujeto cognoscente y el objeto de estudio.
El ubicarse en algunos de los polos extremos de estas opciones supone una pobreza de posiciones
ideológicas, difíciles de mantener hoy en día. Según nuestra postura toda epistemología es
inevitablemente personal, lo que indica que es el sujeto, siempre, quien conoce. En efecto no puede
haber experiencia objetiva puesto que el punto de vista es inevitable, ninguna experiencia puede ser
exterior al sujeto o como unidad científica que lo vivencia.

Cuando se trata de estudiar fenómenos o situaciones humanas es muy importante tener en cuenta la
temática de la ética. Existen diferentes modelos para llevar adelante un proceso investigativo: por un
lado, si se trata de diseños de campo, los enfoques adoptados determinarán el tratamiento
metodológico durante el proceso de recolección de datos: los estudios de corte cuantitativo relevan
datos en contextos artificiales, mientras que las investigaciones cualitativas tratan con los participantes
en sus contextos cotidianos o en ámbitos de mayor libertad.
Por otra parte, muchas veces se manipulan datos provenientes de diferentes documentos, donde el
contacto no es directo con la persona aunque la misma sí queda comprometida en la información
resultante. Finalmente, si la investigación está centrada en un diseño de tipo bibliográfico, las
investigaciones muchas veces incluyen datos individuales y/o de grupos donde se hace referencia a
sujetos particulares o comunidades humanas.
Una cuestión clave al investigar con humanos es tener en cuenta la situación disimétrica que todo
encuadre investigativo genera en función de los roles desempeñados. Las problemáticas de la
autonomía y la vulnerabilidad de los sujetos que están a cargo toman protagonismo. Denominamos
“ethos científico” a la configuración que toma en el hombre de ciencia su modo ético de proceder,
incluyendo tanto las cuestiones del deber ser (lo normativo) como las deliberativas (lo reflexivo). La
identificación del investigador con determinados modos morales de manejarse en su estudio le confiere
una caracterización ética singular como científico, valorando determinadas acciones y desestimando
otras.
¿De qué sujeto ético se trata en la investigación? El otro se convierte, en términos jurídicos, en un
sujeto de derechos y en términos morales, en un sujeto de estima y respeto. Ese otro tiene que ser
considerado en todo el proceso investigativo como un ser a la vez autónomo y vulnerable. La
autonomía debe ser siempre supuesta y respetada, mientras que la vulnerabilidad está presente en la
condición existencial de los seres humanos. esta última es entendida en relacion al posible ejercicio o
no de la autonomía, en tanto se la concibe como la incapacidad temporal o permanente de realizar
una evaluación valida de la relacion riesgo-beneficio en el contexto de una investigación. La condición
de vulnerabilidad ha sido tratada bajo el concepto de “poblaciones especiales”.
Es importante explicitar los elementos que aparecen en la condición de vulnerabilidad, para que el
investigador pueda visibilizarlos al tratar con estos tipos de poblaciones:
1. Situación de grupo: la vulnerabilidad se posee por ser parte de un grupo y puede ser en forma
permanente o transitoria.
2. Gravedad: el aumento de la gravedad de un estado de salud es un indicador ético respecto de
la no participación en una investigación mientras dure el mismo, ya que dicha gravedad
compromete la capacidad de ese sujeto de tomar decisiones.
3. Permanencia: define la presencia del estado de vulnerabilidad, el cual puede aparecer en un
momento dado y mantenerse o no, siendo entonces fijo o transitorio.
4. Fluctuación: refiere a los cambios que pueden darse dentro de la misma condición de
vulnerabilidad durante la investigación, afectando la participación del sujeto en su
consentimiento.
5. Situación legal: refiere al status de las personas frente al sistema judicial; éste puede cambiar
por diferentes situaciones y aumentar así la condición vulnerable en tanto se convierten en
subordinados de un sistema e impedidos de ejercer libremente su autonomía.
Para finalizar, sostener que lo ético es un proceso transversal a todo diseño y puesto en marcha de
una investigación. En la actualidad se habla de “cultura ética de la investigación” en referencia a la
adquisición de hábitos de los hombres de ciencia a fin de incluir los principios y reglas presentes en
los códigos de ética, a la vez que poder ser sensibles por los derechos de los sujetos participantes.

Sánchez Vazquez, “Cap. III: Responsabilidad ética del científico. Los principios y reglas éticas
en la investigación con participantes humanos”.
La disciplina psicológica se enfrenta con una importante paradoja: su objeto de estudio tiene un
carácter dual ineludible, material e ideal, de objetividad y subjetividad a la vez; y además, la condición
de ser humano es inherente al carácter de pluralidad. El investigador se encuentra con sujetos únicos,
y este encuentro en un encuadre de investigación supone posiciones diferentes y disimétricas: siempre
hay un sujeto que quiere, que desea conocer y otro sujeto al que se intenta conocer, desde algún
ángulo y que es objeto de la investigación.
Trabajar en estas condiciones nos lleva a sostener que la responsabilidad del científico y las prácticas
cuidadosas son innegables; en este sentido, lo ético atraviesa la investigación y no es un epifenómeno
ligado a ella. Desde la ética profesional, el concepto de “responsabilidad” gira en torno a cómo debería
manejarse un profesional, evaluando si su acción ha sido o no responsable. La responsabilidad ética
en cada disciplina supone anteponer al “ethos burocrático” (el mínimo legal) el “ethos profesional”
(atento a la excelencia en el trabajo con las personas concretas).
Por otra parte, ligadas a la responsabilidad profesional, encontramos un continuo de consecuencias
jurídico-legales. La estimación de las consecuencias de una acción que debiera ser responsable
determina muchas veces la imputación civil y penal al profesional con mala praxis. Cada disciplina
establece los parámetros de acción a tomar en consideración para el ejercicio de una práctica
profesional y de investigación regulada. Los análisis sobre una actitud responsable en el ejercicio de
un rol profesional incluyen la preocupación por el otro. Ese otro se convierte, en términos jurídicos, en
un sujeto de plenos derechos, y en términos morales, en un sujeto de estima, respeto y cuidado.
Con respecto a la actitud del científico en relación a la responsabilidad ética en su ejercicio profesional,
se evidenció en los últimos años un progresivo pasaje de un período hegemónico denominado “la
concepción heredada”, donde encontrábamos una neutralidad valorativa del investigador, hacia un
período de mayor compromiso ético y de mayor toma de conciencia respecto de su responsabilidad y
rol social:
 Postura de la neutralidad valorativa. Se considera que el científico es neutral respecto a su
trabajo y las acciones y productos que produce: se establece una dicotomía entre la
construcción del conocimiento científico y la aplicación del mismo. Desde este argumento la
ciencia queda exenta de toda crítica ética; se entiende que la neutralidad otorga impunidad.
Este punto de vista acrítico evidencia ciertos matices, algunos de los cuales introducen la
cuestión de la responsabilidad pero bajo la convicción de que existe una responsabilidad interna
y otra externa; esta responsabilidad es heterónoma, es decir, es impuesta. Estos matices son:
1) La responsabilidad de la ciencia se relaciona con las decisiones internas de la comunidad
científica. Se considera que los científicos se caracterizan por poseer un código moral
autoimpuesto que no depende de sanción externa, desde donde el control político exterior se
presenta como deformante de la actividad científica que busca la verdad.
2) La responsabilidad del científico tiene una mirada hacia lo externo. En esta visión se considera
que la ciencia tiene un prestigio social por sus desarrollos y avances. Son reglas de desempeño
la obligación a difundir el conocimiento a la población de forma clara e informativa, pero también
la regla de qué difundir.
 Postura de la responsabilidad crítica de los científicos. Los científicos revisan de modo
crítico su actividad según ciertas demandas e imperativos epocales, por lo que la división entre
responsabilidad interna y externa no tiene sentido. Éstos no son ajenos a las instituciones que
habitan, lo que no significa que sean autómatas, existe una responsabilidad subjetiva y colectiva
respecto al rol que desempeñan.
La ciencia posee una inevitable carga ética, lo que nos invita a pensar que el científico no solo
es responsable de su acción benéfica para la sociedad, sino también frente a la necesaria
reparación de acciones u omisiones no benéficas hacia los otros, y de la obligación de revisar
las acciones propias y de su comunidad científica.

Los antecedentes históricos respecto de la regulación de la práctica de investigación


responsable en sus aspectos ético-morales, los constituyen el grupo básico de documentos
internacionales en el marco de los derechos humanos. Los códigos de ética asumen, como
parte primordial de sus fundamentos, los principios generales de los derechos humanos:
dignidad, igualdad, libertad, respeto mutuo autodeterminación. En este marco, la
responsabilidad se traduce así en la preocupación por sostener ciertos principios universales
de valoración.
Los primeros documentos en línea con la Declaración de los Derechos Humanos fueron
elaborados para las ciencias de la salud tales como la medicina, y aplicados luego por consenso
general a todos los ámbitos de la investigación. Entre ellos ubicamos el Código de Núremberg,
la Declaración de Helsinski I y II, entre otros; en todos ellos tiene lugar principal la afirmación
de que la responsabilidad recae sobre el investigador y que ella no es transmisible ni al sujeto
investigado ni a terceros. El científico tiene la obligación de evaluar las condiciones en que el
sujeto investigado da su consentimiento y las condiciones de la experiencia misma, previniendo
todo posible riesgo y sufrimiento, previendo posible muerte, invalidez o lesiones, y respetando
la libertad de los sujetos de interrumpir la investigación si así lo desean.
Otros documentos importantes en este sentido, y referidos particularmente a la práctica
psicológica, han sido la Declaración Universal de Principios Éticos para Psicólogas y
Psicólogos y el Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República
Argentina. En ellos se defienden los siguientes principios éticos: respeto por los derechos y la
dignidad de las personas, competencia, compromiso profesional y científico, responsabilidad
social e integridad.
Todos los principios garantistas incluidos en estos documentos de base pueden resumirse en:
-Principio de Dignidad: cada individuo vale por sí mismo y no en función de otra cosa.
-Principio de Autonomía: respeto por la autodeterminación de cada individuo respecto de su
propia vida.
-Principio de Beneficencia: determina la obligación de realizar el bien y de evitar daño en cualquier
situación de injerencia sobre el otro.

- Zurita, J. (2017) Criticas al monismo metodológico desde la perspectiva de la


complejidad. Aportes para las investigaciones en psicología. Ficha de catedra.

TRABAJO PRACTICO 3.
Gómez, “Búsqueda de bibliografía científica en línea. Armado de referencias con Normas APA”.
Durante el proceso de investigación, el investigador se ve precisado a realizar una búsqueda
bibliográfica y a recuperar contenido académico con respecto al problema de investigación que ha
seleccionado. Es necesario que esta información científica se encuentre certificada, entendiendo por
ello un tipo de información que ha sido evaluada por pares especialistas en el área temática y que ha
sido reconocida como importante por una comunidad científica, y que además refleja el estado en que
se encuentran los trabajos de investigación (su avance y primeros resultados, sus conclusiones
teóricas y nuevas hipótesis, las nuevas prácticas de la comunidad científica y los ámbitos teóricos que
ha perdido interés). Según la autora hay tres tipos diferentes de fuentes de información, que se
distinguen según el nivel informativo o de contenido:
 Referencias o fuentes primarias: son comunicaciones científicas de estudios empíricos que
proporcionan información de primera mano y original. Ejemplos de estas son: los libros, artículos
de revistas, monografías, tesis, etc.
 Fuentes secundarias: contienen información ya conocida, elaborada y organizada gracias al
análisis bibliográfico de los documentos primarios originales. Ejemplos: revistas de resúmenes,
los libros o artículos que interpretan otros trabajos de investigaciones, las bases de datos, etc.
 Fuentes terciarias: son repertorios de fuentes primarias y secundarias. Ejemplos: los
diccionarios y las guías de obras de referencia producto de la proliferación de fuentes
secundarias.
Para realizar el relevamiento de la literatura pertinente al planteamiento de un problema de
investigación, se deben desarrollar estrategias de búsqueda y selección de ciertos materiales. Una de
ellas puede consistir en consultar a expertos en el tema, mientras que otra podría ser la realización de
la búsqueda en bases de referencias y de información (bases de datos, metabuscadores, repositorios
de información académica, repositorios y memorias institucionales), filmotecas y hemerotecas. Otra
estrategia muy común es rastrear el tema en un buscador o navegador web; la desventaja de ello es
que se pueden recuperar indiscriminadamente cientos de artículos evaluados por especialistas y otros
elaborados por aficionados, de múltiples subtemas que se podrían desprender del mismo tema. Ante
ello es preciso que se realice una selección de los términos de búsqueda o descriptores a rastrear, lo
que implicaría realizar una identificación de los aspectos más relevantes del problema de investigación.
Los descriptores deben ser precisos para que la consulta tenga mayor enfoque y permita recuperar
bibliografía pertinente.
Para que la búsqueda sea aún más precisa, otra estrategia utilizable sería el uso de operadores
boléanos para realizar búsquedas combinando o descartando términos. Estas operaciones lógicas
permiten filtrar el número de registros recuperados y realizar rastreos más específicos. Dentro de ellos
reconocemos: AND (intersección: permite focalizar el área de búsqueda al recuperar registros que
contengan ambos términos a la vez), OR (unión: recupera los registros que tengan uno o ambos
términos de búsqueda. Permite realizar una búsqueda más extensa), y NOT (exclusión: recupera los
registros que tengan el término seleccionado y no el otro). Éstos pueden ser combinados con otras
estrategias más: uso de años y rangos de fechas, uso de comillas, uso de paréntesis, uso de bases
de datos sólo en español o inglés.
Para seleccionar la literatura, es recomendable consultar los resúmenes de los artículos recuperados
en los sistemas de información académica. Al analizar las referencias, se debe tener en cuenta:
cercanía o similitud al planteamiento del problema, es decir, su utilidad para interpretar el fenómeno
de estudio; semejanza al método y la muestra seleccionada; análisis de fecha de publicación, y el rigor
y calidad del estudio referenciado; y las referencias a investigaciones empíricas, es decir, que
presenten recolección y análisis de datos. Una vez seleccionadas las fuentes útiles para comprender
el problema de investigación, se analizan cuidadosamente y se extrae la información necesaria para
integrarla al marco conceptual y el estado de la cuestión; estas secciones conforman la
fundamentación de cualquier propuesta de investigación.

Villarreal, “El estado del arte o estado de la cuestión: su función y especificidad en las
investigaciones psicológicas”.
La ciencia reviste un ineludible carácter colectivo y público, donde los hallazgos y descubrimientos son
acumulativos. Dicho carácter está explicitado en un diseño de investigación en el estado del arte o el
estado de la cuestión, instancia de búsqueda de antecedentes científicos que contextualicen el tema
a investigar. El estado del arte consiste en un proceso recursivo donde la búsqueda bibliográfica
afinará el problema de investigación y redirigirá la búsqueda hacia áreas cada vez más específicas en
torno a dos criterios: afinidad temática y afinidad contextual. Cuanto más afín es el tema abordado y
más similar el contexto de una investigación precedente, más relevante resulta como antecedente del
problema en consideración.
Sin embargo, esta práctica suele ser desestimada debido a dos tipos de prejuicios muy presentes en
nuestras tradiciones científicas. En primer lugar, cierta “vulgata kuhniana” sustentada en la suposición
de que el avance científico se produce por revoluciones. En segundo lugar, la “posición radical del
científico cualitativo”, que consiste en creer que la investigación social y subjetiva no requiere de la
revisión de antecedentes, ya que éstos sesgarían la originalidad de la inversión en el campo. En contra
de esta visión, se pretende instaurar una perspectiva crítica sobre el quehacer científico, y para ello la
historia de las ciencias no puede reducirse a una mera sucesión de revoluciones esporádicas,
separadas entre sí por períodos normales de calma. Es necesario concebir al científico en una inmensa
red de discusiones cotidianas. Asimismo, la práctica del científico no se realiza a ciegas, es decir,
obviando los desarrollos previos en busca de una posición neutral que permita un libre acceso al
campo.
Deconstruyendo estos prejuicios se comprende la importancia del estado del arte: un paso
fundamental para desarrollar una investigación coherente y sustentada, que pueda inspirar otras
investigaciones en un circuito de retroalimentación constante. Es fundamental dejar de lado el
estereotipo del genio solitario, y retomar el desafío de una ciencia publica, siendo el estado del arte
una instancia fundamental que implica la responsabilidad y compromiso del científico con el colectivo
del que forma parte.
Es necesario realizar una distinción entre el estado del arte como escrito independiente y la
instancia de revisión bibliográfica propia de toda investigación de campo. Esta distinción es
meramente técnica en tanto depende del objetivo que se perciba. Cuando el estado del arte se redacta
como una revisión de determinado tema en alguna disciplina en particular, se sustenta así mismo.
Prevalece un enfoque histórico que señala las diferentes perspectivas de abordaje, en pos de
comprender las líneas actuales que sustentan la investigación en dicho tema. Aquí la estructura será
ensayística determinada por las siguientes partes:
 Título: donde se condensa el tema y se explicita que se trata de un estado de la cuestión.
 Introducción: donde se presenta el tema que será sometido a la revisión bibliográfica, se
contextualizan los desarrollos de investigaciones que sustentaran las líneas de análisis, se
señala la relevancia de la elección del tema.
 Desarrollo: donde se exponen los aportes realizados al conocimiento.
 Conclusión: donde se evalúa el estado actual del desarrollo del conocimiento respecto del tema
tratado, se señalan las áreas de vacancia y se proponen líneas inéditas de investigación
empírica.
 Referencias bibliográficas: consisten en el listado alfabético de la bibliografía consultada y
utilizada.
Por el contrario, cuando el estado del arte consiste en el relevamiento necesario para delimitar y
conocer el campo a indagar en un diseño empírico, se caracterizara por una función más instrumental.
El foco de la revisión bibliográfica será mucho más específico, y las preguntas de investigación serán
el eje rector de la confección del estado del arte como una instancia fundamental para conocer y afinar
la investigación.

Borsotti, “Cap. II: La situación problemática”.


“Investigar” es un proceso por el cual se intenta dar respuesta a problemas científicos mediante
procedimientos sistemáticos, a la vez que se intenta comprobar si las respuestas que ya han sido
dadas a problemas científicos tienen fundamento empírico. Uno de los componentes fundamentales
de la investigación, y que da inicio al proceso de investigar, es la identificación de lo que se va a
investigar: lo que se ha llamado “tema de investigación”.
En la determinación de lo que se va a investigar es posible diferenciar tres aspectos:
 La identificación de una situación problemática, su contexto y sus antecedentes. Este
componente es principalmente descriptivo.
 La construcción del objeto que implica la transformación de la situación problemática en un
problema de investigación o problema científico.
 La formulación de las preguntas a las que se intentara dar respuesta.

Por “situación problemática” entendemos a un suceso, situación o proceso, existente en la teoría o


en la empiria que, por resultar insatisfactorio para alguien, es percibido como problemático y que, para
abordarlo o solucionarlo, requiere acudir al conocimiento científico disponible o a la producción de un
nuevo conocimiento. Si con el conjunto de conocimientos y técnicas conocidas, la solución no es
evidente, entonces el problema requiere de un proyecto de investigación.
En ella es posible discriminar distintos aspectos: quién la define como tal, cuál es el interés que
presenta la situación y cuántos casos abarca, y en qué medida los actores involucrados la perciben
como problemática. En relación con quién define a la situación como problemática, cabe destacar que
ella no surge en un vacio, no es impersonalmente dada a un grupo o a un individuo, sino que, por el
contrario, esa situación es registrada o percibida por grupos o personas que tienen un determinado
acervo de conocimiento, curiosidad, prejuicios y valores. Por otra parte, la mirada de quién la detecta
está fuertemente determinada por su conocimiento sobre ese tema o disciplina.
Con respecto al interés que presenta la situación, es posible evidenciar diferentes grados de interés
científico y/o práctico, lo que debe ser distinguido de otros aspectos tales como la urgencia de su
solución y la generalidad con que se presenta (cuántos casos abarca). Con ello queremos decir que
no necesariamente las situaciones problemáticas más generalizadas son las de mayor interés; el
interés científico en una situación problemática reside en la pregunta que se plantea y en la conexión
de esa pregunta con el conocimiento científico disponible.
Por último, con respecto a en qué medida los actores involucrados en la situación la perciben como
problemática, es necesario tener en cuenta que los mismos tienden a percibir la situación de distinta
manera. Para algunos, desde un punto de vista, será una situación problemática; para otros lo será
desde otro punto de vista; para otros no será constituirá un problema.

Se vuelve necesario dedicar un tiempo a la familiarización con la situación problemática, es decir, a


compenetrarse en las características de dicha situación, su contexto, sus antecedentes. Ello permite
conocer las distintas posiciones que acerca de ella tienen los agentes involucrados, y así lograr mayor
riqueza en su descripción.
Cuando hablamos de “contexto” nos referimos a que las situaciones problemáticas son el resultado de
procesos sociales dinamizados por distintos agentes. Y cuando hablamos de “antecedentes”
sostenemos que toda situación problemática proviene de una historia, de antecedentes que
condujeron a su producción.
Lo que interesa es solucionar las situaciones problemáticas, resolver lo que se ha percibido como
insatisfactorio. Las situaciones problemáticas se solucionan, se mantienen o empeoran mediante la
intervención de hecho en ellas, sea por acción o por omisión. Ahora bien, toda intervención por acción
u omisión mantiene alguna relación con el conocimiento, y esas relaciones pueden variar debido a
diferentes razones:
A. Una intervención aplicando el conocimiento obtenido por la experiencia propia o ajena, o por
conocimientos teóricos adquiridos anteriormente. Ello implica poner de relieve que las acciones
u omisiones pueden ser puestas en conexión con algún conocimiento que está siendo aplicado,
o remitidas a él.
B. Una intervención produciendo o recopilando alguna información pertinente, ante la falta de
tiempo o de recursos para investigar más a fondo. La necesidad de este nuevo conocimiento
no implica necesariamente que deba encararse un proceso de investigación científica; es
posible que sea suficiente recurrir a otros conocimientos disponibles, ya sean científicos o del
sentido común.
C. Una intervención en la que se da producción de conocimiento científico ante la insuficiencia de
los conocimientos o información disponible.

TRABAJO PRACTICO 4.

Yuni y Urbano “Capítulo: El problema de investigación” y “Capítulo: La formulación de


objetivos”
Capítulo: El problema de investigación.
La primera tarea que debe enfrentar el investigador es la de conceptualizar el “problema de
investigación” y darle una formulación adecuada. Este momento requiere que el investigador
despliegue múltiples actividades de indagación y de reflexión, y que ponga en juego distintas destrezas
y habilidades intelectuales, al mismo tiempo que se respeten ciertas reglas procedimentales sugeridas
por el método.
Esta tarea es esencial para el proceso de investigación por cuanto implica interrogarse acerca de los
hechos de la realidad. Apela para esa indagación a los modelos teóricos ya disponibles, y se propone
añadir algún elemento nuevo a los conocimientos ya existentes. El problema de investigación es
fundamental porque orienta toda la investigación: no solo motoriza el proceso investigativo, sino que
además demarca los limites por los que debe transitar el investigador.
Esto es así porque cuando se formula un problema para investigar, se está anticipando una definición
de los alcances del proceso de investigación, esto es, del tipo de estudio que se va a realizar, los
objetivos que se plantearán, el tipo de recursos metodológicos que se utilizará luego, etc.

El problema de investigación es definido como una dificultad que no puede resolverse en base a la
experiencia común y para la cual no alcanzan los conocimientos disponibles, o los mismos carecen de
precisión. En la realidad se pueden encontrar numerosos problemas; la cuestión radica en cómo los
transformamos en un interrogante válido para ser investigado científicamente. La investigación se
orienta a la producción de conocimiento científico, y por ello, el problema de investigación es
esencialmente un problema de conocimiento.
Para comenzar a delimitar el problema de investigación el investigador debe hacerse la pregunta
necesaria de qué es particularmente lo que se quiere conocer sobre ese área/problema. En tal
delimitación se ponen en juego diferentes tipos de factores:
1. Factores ecológico-contextuales: aquí podemos ubicar al interés personal del investigador
ligado a aspectos subjetivos y biográficos, el interés grupal del espacio en el que trabaja este
investigador, las demandas de las instituciones u organizaciones sociales, etc. Este factor pone
de relieve el modo en que el contexto intelectual y profesional opera como un disparador de
intereses temáticos.
2. Factores actitudinales: ciertas actitudes intelectuales pueden contribuir a la delimitación de un
problema de investigación; entre ellas podemos reconocer el abandono por parte del
investigador de todo dogmatismo sobre los conocimientos adquiridos, poniéndolos en duda.
El proceso mental que debe seguir el investigador en los momentos iniciales del proceso de
investigación, se caracteriza por la procesualidad para delimitar y formular el problema de
investigación. El primer paso a realizar consiste en identificar el área problema: ésta se caracteriza por
su amplitud, por la multiplicidad de problemas de investigación que puede generar y por la variedad
de perspectivas teóricas disponibles para su análisis. Constituye el objeto general de estudio, es decir,
refiere a un aspecto de la realidad que puede conocerse. Para realizar tal identificación es necesario
que el investigador pueda preguntarse: ¿Cuál es el tema que me interesa investigar? y ¿sobre qué
fenómeno me gustaría indagar?; estas preguntas remarcan los aspectos subjetivos ligados a los
intereses personales del mismo.
El segundo paso consiste en identificar posibles preguntas del área/problema. Disponer de un conjunto
de posibles problemas es fundamental para luego poder seleccionar aquel que sea más relevante y
factible de resolver según los medios disponibles.
Como tercer paso se accede a la caracterización de la naturaleza y los alcances de cada una de las
posibles preguntas. El resultado de esto es la selección de una o dos preguntas de investigación,
específicas y contextualizadas en un enfoque particular.
El cuarto paso consiste en la revisión de la literatura y los antecedentes previos, lo cual es fundamental
para delimitar el problema y conceptualizarlo. El carácter acumulativo del conocimiento científico hace
que el punto de partida de un problema de investigación sea la revisión de los conocimientos
disponibles. Tal revisión incluye dos procedimientos diferenciados: la detección de fuentes informativas
válidas de las cuales se extraen conocimientos científicos, y el ordenamiento y procesamiento de la
información recopilada. Se considera que la importancia de esta tarea radica en diferentes razones:
permite conocer si otros investigadores ya han planteado previamente este problema, cuáles fueron
sus conclusiones, y evaluar si es conveniente plantearlo; brinda orientaciones sobre cómo ha de
llevarse a cabo el estudio, y cuáles han sido las principales líneas teóricas y metodológicas con las
que se abordó previamente el fenómeno; entre otras.
El quinto paso consiste en adoptar una perspectiva disciplinar y/o conceptual a partir de la cual se
construirá teóricamente el objeto de estudio. En esta instancia es importante que también se decida el
alcance que se le dará al problema. Ello es una exigencia que deviene de la multiplicidad y diversidad
de modelos teóricos mediante los cuales se describe y explica el mundo, y de la gran variedad de
técnicas y procedimientos para poder abordarlo. Ésta definición y posicionamiento lleva
necesariamente a que el investigador se sujete a las exigencias teórico-metodológicas que le impone
el modelo seleccionado.
Como sexto paso se arriba a la formalización provisional del problema, lo que implica la redacción del
mismo y su evaluación en función de toda una serie de criterios: ¿es factible y viable realizar una
investigación para resolver el problema? ¿hay disponibilidad de medios, recursos y tiempo? ¿se podrá
tener acceso a los datos? Esta evaluación tiene como objetivo que el investigador sea realista respecto
a las posibilidades de resolver el problema, respecto al valor teórico que este problema puede poseer
para hacer avanzar el conocimiento, entre otras cosas.
Y por último el séptimo paso consiste en redactar el problema de investigación de acuerdo a ciertos
requisitos formales de índole metodológico: la redacción del problema debe utilizar la forma
interrogativa, debe incluir las variables o categorías que se estudiarán, referir el tipo de unidades de
observación, y contextualizarse en un tiempo y espacio especifico.

Capítulo: La formulación de objetivos.


Los “objetivos” expresarán los resultados cognoscitivos que se alcanzarán al finalizar el proceso de
investigación, por lo que, la formulación de los mismos es una manera de anticipar los resultados de
conocimiento que se espera obtener. Ellos establecen las metas que se quieren lograr, y en este
sentido constituyen una guía orientadora que delimita las acciones particulares que se realizan en el
proceso investigativo. Éstos deben ser expresados con claridad, deben ser susceptibles de ser
alcanzados en un lapso de tiempo y con un conjunto limitado de medios, deben expresar acciones
intelectuales o cognitivas, y deben ser congruentes entre sí.
Pueden identificarse distintos tipos de objetivos según diferentes criterios:

 Criterio de grado de generalidad y de complejidad cognitiva:


a- Objetivos generales, indican el conocimiento que se obtendrá al finalizar la investigación.
Este objetivo expresa el resultado cognitivo más complejo que se aspira a alcanzar.
b- Objetivos específicos, son más puntuales y expresan acciones intelectuales de menos
complejidad y de alcance más limitado. Su cumplimiento es condición para alcanzar el
objetivo general.
 Criterio de temporalidad:
a- Objetivos inmediatos, se alcanzan al finalizar el proceso de investigación. Permiten evaluar
la eficacia del investigador, ya que sirven como criterio para valorar si se obtuvieron los
conocimientos esperados.
b- Objetivos mediatos, se refieren a la posible aplicación de los resultados de la investigación
en el futuro. Su obtención es independiente del proceso de investigación. Permiten valorar
la importancia que puede tener el tema para otros desarrollos conceptuales o para la
práctica.
 Criterio de naturaleza:
a- Objetivos primarios, apuntan al logro de resultados cognitivos, en la medida que
establecen la finalidad básica de una investigación: producir nuevo conocimiento.
b- Objetivos secundarios, implican la realización de ciertas acciones de naturaleza
metodológica, imprescindibles para el logro de los resultados cognitivos. Si no se cumplen
estos objetivos no se alcanzan los primarios. Estos son un tipo de objetivos específicos que
se incluyen solo cuando la realización de dichas acciones puede considerarse un aporte
para el desarrollo de nuevos métodos o procedimientos.
Para la redacción de los objetivos de investigación es necesaria la presencia de un verbo en infinitivo;
el mismo indica la acción cognitiva que realizara el investigador sobre el fenómeno elegido para la
indagación. También debe incluir las variables, esto es, los atributos y componentes a analizar; al
mismo tiempo será precisa la inclusión de las unidades de observación, es decir, de los sujetos o
entidades sobre los que se producirá conocimiento, y de las referencias contextuales entendidas como
las condiciones y/o contextos en que se conocerá el fenómeno bajo estudio.

Colanzi, “Formulación de un problema científico en una propuesta de investigación en


psicología”
La formulación del problema de investigación se realiza cuando el investigador ha profundizado
sus saberes en relación con una temática elegida, y precisa de creatividad, motivación e interés social
y/o científico sobre el tema que se indagará. Tal formulación es precedida por la delimitación de una
situación problemática, que supone un aspecto de la realidad que reporta una insatisfacción cognitiva
al sujeto cognoscente. Es de suma importancia diferenciar la situación problemática, en tanto una tarea
cognitiva que permite desnaturalizar un aspecto de la realidad que se caracteriza por exigir una
respuesta, del problema de investigación científica.
Para definir el problema de investigación es preciso identificar, clasificar y sistematizar la literatura
precedente sobre el área temática que interesa indagar, a fin de construir una pregunta de
investigación que luego permita la formulación del problema de investigación. Tal formulación exige
una posición crítica que permita dar cuenta qué dimensiones del tema elegido ya se han indagado,
cómo se han desarrollado estas investigaciones, qué preguntas de investigación fueron formuladas y
qué aspectos son significativos para generar nuevos análisis en el campo disciplinar elegido. Además
al momento de la formulación del problema se vuelve necesario tener en cuenta el origen del mismo
(¿Cómo se originó? y ¿Qué tipo de contacto tiene el investigador con el problema?), el interés
institucional (¿Es un problema que resulta de interés para el campo en el que se inscribe el
investigador?), el interés personal (¿Qué conocimientos tiene el investigador sobre el tema elegido y
¿Cómo contribuyen a la motivación por indagar el problema en cuestión?), y los alcances de la
investigación (¿Cuál sería el aporte del problema de investigación en el ámbito de conocimiento en el
que se inscribe?).
Existen tres modos en que puede presentarse el problema de investigación:
 El problema como incógnita: se refiere a la falta de conocimiento sobre un área que conozco.
 El problema como instrumento de indagación: alude a un fin instrumental del problema de
investigación, es decir, como el problema contribuye al investigador al momento de construir
sus interpretaciones.
 El problema como llegada y como salida: el problema se define en función de los alcances de
la investigación y de sus metas.
Este problema puede ser formulado de distintas maneras:
a- Interrogativo: se formula con formato de pregunta de investigación.
b- Declarativo: se plantea como un enunciado.

TRABAJO PRACTICO 5.

Manzini y Azcona, “La unidad de análisis y la unidad de observación. Su operacionalización a


partir del diseño de investigación”.
¿Qué entendemos por Unidad de análisis? Si hablamos de “unidad” es porque nos referimos a un
dominio delimitado con propiedades inherentes, diferenciable de otras entidades. Si hablamos de
“análisis” es porque suponemos que la unidad definida es pasible de conocerse siguiendo algún tipo
de procedimiento de indagación. Entonces, decimos que la Unidad de análisis es un tipo de objeto
delimitado por el investigador para ser investigado: con “tipo de objeto” aludimos a que el referente de
la Unidad de análisis es un concepto, es decir una clase de entidades y no una entidad concreta del
espacio tiempo; es un conjunto abstracto y no un individuo concreto. Con “delimitado” nos referimos al
carácter sitiable del objeto (ubicable en un tiempo y espacio precisos). Entonces, la Unidad de análisis
se constituye delimitando del universo de entidades posibles de abordaje (el tipo de objetos) aquellas
entidades que se van a investigar.
La Unidad de análisis puede constituirse y/o reformularse en distintos momentos del proceso de
investigación. Pero, cabe aclarar, que ella sólo podrá formularse cuando ya han sido formulados el
tema y los problemas e interrogantes centrales (no hay UA sin tema-problema). Su formulación se
encontrará comprendida dentro de las decisiones que el investigador hace en la confección de su
diseño de investigación, por lo cual no existe una sola Unidad de análisis sino una gran variabilidad de
las mismas, ligada a la libertad que el investigador tiene en este sentido.
Dada una Unidad de análisis, el investigador construye una serie de variables desde un particular
enfoque teórico. Por “variable” se entiende una característica o cualidad de la realidad que es
susceptible de asumir ciertos valores. En cualquier proceso de investigación las variables a investigar
se construyen siempre desde una teoría y por eso es importante definirlas desde esa teoría
seleccionada: lo que se denomina “definición teórica de la variable”; pero ello es insuficiente porque
muchas investigaciones requieren, además de descripciones teóricas, mediciones empíricas de las
variables estudiadas y entonces se impone la obligación de definirlas en términos de las operaciones
necesarias para poder medirlas: lo que se llama “definición operacional de la variable” u
“operacionalización”. Este último proceso supone la adjudicación de valores a cada variable
seleccionada.
Para obtener los datos que se necesitan de la Unidad de análisis se utilizan diferentes referentes
empíricos que se denominan “Unidad de observación”; esta última es el soporte de las técnicas de
recolección de datos, es el material al que se le aplican. Se supone que el investigador la selecciona
porque en ella encontrará la información sobre los atributos que las variables en juego demandan. El
conjunto de las Unidades de observación constituye la población de entidades concretas y delimitadas
témporo-espacialmente para soportar la administración de las técnicas de recolección de datos. A
diferencia de la Unidad de análisis que tiene un referente abstracto, la Unidad de observación siempre
tiene un referente observable. Por otro lado, una Unidad de análisis puede tener distintas Unidades de
observación, pero nunca puede suceder a la inversa.

Manzini y Villarreal, “Muestreo: el portero de la investigación”.


El “muestreo” vendría a ser como el portero de la investigación, ya que decide qué Unidades de
observación entrarán a nuestra investigación. Con este término queremos aludir a un rol activo del
equipo de investigación, donde el proceso de selección de los integrantes de una muestra no es un
procedimiento azaroso ni de mera conveniencia personal, sino que obedece a ciertos procedimientos.
Las decisiones relativas al muestreo no deberían ser nunca llevadas a cabo de modo independiente
al resto del proceso: para ello es preciso volver a la pregunta, ya que todo el proceso está concentrado
allí. Un buen muestreo es aquel que atiende a las especificidades de los objetivos de investigación,
los cuales, a su vez, dependen de la pregunta; y estas especificidades tienen que ver con la acción
cognitiva que se desea llevar a cabo. Por lo tanto, diferentes acciones cognitivas requerirán muestras
diferentes.
Un conocido cliché metodológico sostiene que existen dos tipos de muestreos: los probabilísticos o
aleatorios, y los no probabilísticos o no aleatorios. Se entiende que en los primeros, los sujetos de la
población cuentan con una probabilidad conocida y no nula de ser seleccionados, y que en el otro esto
no sucede, y por lo tanto es tendencioso, inexacto y poco representativo de la población de referencia.
Los autores consideran que si bien es cierto que la aplicación de un muestreo aleatorio aumenta la
probabilidad de obtener una muestra representativa de la población de referencia, lo que no es cierto
es que ello garantice dicha representatividad. Agregan que, de todas formas, el uso de muestreos
aleatorios sí logra evitar sesgos del propio investigador en la selección de las unidades. ¿Eso quiere
decir que el azar no tiene sesgos? Sí, los tiene. Entonces, la elección de un muestreo azaroso sería
un modo de no hacerse responsable por los sesgos de la muestra.
Dentro de los muestreos probabilísticos o aleatorios, se reconocen diferentes tipos de muestreos,
entre los que reconocemos:
1) Azar simple: en donde todos los miembros de la población tienen la misma probabilidad de ser
incluidos en la muestra, la inclusión de un miembro no ha sido influenciada por la de otro
miembro, y todas las muestras que puedan formarse con los elementos de la población tienen
las mismas probabilidades de ser elegidas.
Lo primero que debemos hacer en un muestreo de este tipo es contar con lo que se denomina
“Marco de Referencia”, que se entiende como un registro o listado completo de todas las
unidades que componen la población. Una vez obtenido este, se asigna un número a cada
elemento del Marco de Referencia, y luego, se escogen algunos de estos números a través de
algún procedimiento azaroso (sorteo). Los números escogidos formarán parte de la muestra
final.
2) Muestreo por azar sistemático: intenta resolver un problema que podría presentarse en el
azar simple: la desproporción entre ciertas cualidades de los elementos seleccionados (por
ejemplo: se quiere investigar el nivel socioeconómico de los habitantes de LP. Se aplica un
muestro por azar simple y se escogen 100 individuos para la encuesta final. Luego de efectuado
el sorteo, esos 100 individuos resultan ser todos varones, todos menores de 30 años y todos
residentes de la zona céntrica. Vemos que en este caso el muestreo por azar simple no resulta
representativo de la población de referencia).
Frente a este problema, el azar sistemático ofrece una alternativa: la “saltatoriedad” en la
selección de los elementos de la población, es decir, la presencia de un intervalo necesario
entre elemento y elemento. Esto no garantiza tampoco la presencia de representatividad, pero
al menos aumenta las chances de que la selección final de la muestra sea más dispersa.
3) Muestreo por conglomerados: se asume que la población se divide en subconjuntos
poblacionales y que estos subconjuntos son, respecto a la variable investigada, heterogéneos
dentro de sí, pero homogéneos entre ellos. Se subdivide a la población en conglomerados y se
elige uno de ellos al azar para luego estudiar los elementos que lo conforman.
4) Muestreo estratificado: se asume que la población se divide en subconjuntos poblacionales y
que éstos son, respecto a la variable investigada, homogéneos dentro de sí, pero heterogéneos
entre ellos. Se estratifica la población, por así decirlo. En este caso, lo que tendrá que hacer el
investigador será seleccionar, dentro de cada estrato, una cierta cantidad de elementos al azar,
los cuales conformarán la muestra final.
Por otra parte, dentro de los muestreos no probabilísticos o no aleatorios, ubicamos los siguientes:
1) Muestreo accidental: la muestra se conforma con aquellos sujetos de la población a los que
es más fácil acceder en una situación dada. Por ejemplo: encuestas en la vía pública.
2) Muestreo intencional: se basa en la selección de un subconjunto de elementos que el
investigador subjetivamente considera representativos de la población. Requiere una
considerable experiencia previa con la población objeto de interés. El investigador “invita” a los
sujetos a participar de su estudio, porque en ellos se encuentra la información que éste necesita;
selecciona casos a estudiar según su potencial para ayudar a refinar o expandir las teorías o
conceptos ya desarrollados.
Dentro de éste ubicamos cuatro categorías, de acuerdo con los propósitos a los que apuntan:
a) Los que intentan encontrar situaciones o casos que representen a otros similares a ellos, y
también a los que buscan comprar situaciones distintas; b) Los que centran su interés en el
caso mismo o en un grupo específico de casos; c) Los secuenciales, donde prevalece el
principio de selección gradual, ya sea porque el propósito del estudio sea la generación de
teoría, o porque la integración de la muestra se va decidiendo sobre la marcha, conforme van
emergiendo los conceptos al ir recabando información, y d) Los que combinan diversidades de
técnicas propositivas.
3) Muestreo por cuotas: el investigador se encarga de especificar, sobre la base de su juicio,
cuotas en función de determinadas variables demográficas (edad, sexo). Luego instruye a
encuestadores para que completen dichas cuotas. Por ejemplo: encuestas de opinión.
En los muestreos probabilísticos, el tamaño de la muestra es el número de sujetos que componen la
muestra extraída de una población, necesarios para que los datos obtenidos sean representativos de
la población. Por su parte, en el ámbito de los muestreos no probabilísticos, se recurre generalmente
a la “saturación teórica” como criterio para determinar el tamaño de una muestra: es el punto en el
cual se ha escuchado ya una cierta diversidad de ideas y con cada entrevista u observación no
aparecen ya otros elementos pertinentes para la investigación. Mientras sigan apareciendo nuevos
datos o nuevas ideas, la búsqueda no debe detenerse. A nuestro entender, el investigador debe
continuar indagando no hasta el punto de una saturación, sino hasta el momento en el que considere
que puede decir algo importante y novedoso sobre el fenómeno que lo ocupa.

TRABAJO PRACTICO 6.

Gómez y Dorati, “Diseños de investigación en ciencias sociales y psicología: definiciones y


tipos de diseños”.
El diseño de investigación es nodal para comprender e idear la planificación del conjunto de los
pasos a seguir y de las actividades que conformaran el desarrollo de una investigación concreta. Existe
una importante polisemia en torno a la cuestión. Es así como autores como Hernández Sampieri,
Fernández Collado y Baptista Lucio clasifican a los tipos de diseños teniendo en cuenta las
características de los enfoques de investigación; consideran al diseño como aquella fase posterior
a la que permite delimitar el problema de investigación, los objetivos y el marco teorico, e identificar
posibles hipótesis de trabajo. Definen al diseño como el plan o estrategia concebida para obtener la
información que se desea con el fin de responder al planteamiento del problema.
Respecto de investigaciones de corte cuantitativo, los autores consideran que se pueden adoptar
dos grandes tipos de diseños, cada uno de los cuales cuenta con subtipos internos:
 Diseños experimentales: se caracterizan por organizar situaciones controladas donde el
investigador manipula estímulos (variables independientes supuestas como antecedentes de
otros fenómenos o conductas) para observar sus efectos sobre otros aspectos de la situación
experimental (variables dependientes supuestas consecuentes de las anteriores).
Dentro de estos tipos de diseños encontramos:
a- Pre-experimentos: son diseños implementados con un solo grupo, donde el grado de
control es mínimo. Se utilizan para explorar las relaciones de las variables dependientes con
otros factores en ese grupo en particular. Los resultados obtenidos deberán ser evaluados
con precaución, ya que son vulnerables en formas de control, de validez interna y de alcance
por no haber contraste con otro grupo.
b- Experimentos puros: permiten la manipulación de variables independientes y de variables
dependientes; tambien, la comparación y equivalencia de grupos, al asignar a sus miembros
al azar. Así, estos diseños permiten alcanzar los requisitos de control y validez interna. El
supuesto general es que todo aquello que interviene en un grupo tambien influirá de manera
equivalente en los demás.
c- Cuasi-experimentos: utilizan grupos conformados previamente a la situación a evaluar,
tambien llamados “grupos intactos”. La falta de aleatorización introduce posibles problemas
de validez interna y externa, ya que no puede constatarse la equivalencia inicial de los
grupos ni tampoco pueden determinarse los elementos que los hacen potencialmente no
representativos de la población.
 Diseños cuantitativos no experimentales: son diseños post facto en los cuales las variables
independientes no se manipulan porque ya han sucedido o por limitaciones procedimentales y
éticas. En consecuencia, las relaciones entre variables se observan en el contexto natural, lo
que posibilita mejorar su validez externa, es decir, la posibilidad de generalizar los resultados a
otros grupos de individuos y situaciones similares.
Dentro de estos tipos de diseños encontramos:
a- Diseños transversales: son diseños donde el investigador recolecta información en un
único momento o tiempo.
b- Diseños longitudinales: en estos diseños la recolección de información se realiza en
distintos momentos o periodos de tiempo para realizar inferencias sobre el cambio, sus
determinantes y consecuencias en ciertas categorías, variables o sucesos en estudio. Son
diseños de seguimiento de tendencias y de evolución.
Respecto de las investigaciones cualitativas, los autores sostienen que su propósito es comprender
los fenómenos de estudio, los cuales son interpretados desde la perspectiva de los participantes en
su contexto cotidiano. En este tipo de investigaciones, los diseños tienden a ser flexibles y abiertos.
Cada estudio cualitativo es un diseño porque no hay dos investigaciones que puedan ser iguales ni
replicables, así como tampoco se utilizan procedimientos estandarizados. En este sentido, en este tipo
de investigaciones, el diseño refiere al modo de abordaje que se utilizara en el estudio, y por ello un
mismo estudio puede incluir elementos de varios de los tipos de diseño que se caracterizaran a
continuación:
 Diseños de Teoría Fundamentada: el investigador que elije este diseño produce una
explicación general sobre un fenómeno en cuestión, no contemplado aun por las teorías
existentes; se trata de construir un cuerpo conceptual en situación.
 Diseños etnográficos: el etnólogo pretende comprender distintos sistemas sociales, como por
ejemplo grupos, comunidades o sociedades, con el fin de producir interpretaciones y
significados culturales desde la perspectiva de los participantes. Para implementar este diseño,
el investigador se sumerge y se apropia personalmente de los sentidos de tales actividades
sociales.
 Diseños narrativos: el investigador interpreta fenómenos y eventos donde se involucran los
pensamientos, sentimientos e interacciones narradas por los propios participantes. Se utilizan
múltiples estrategias de recolección de datos y recursos para poder comprender estas
experiencias con el fin de elaborar una historia o narrativa general.
 Diseños fenomenológicos: el investigador comprende el significado de una experiencia vivida
por una persona, grupo o comunidad a partir de categorías conceptuales preexistentes. Ello
implica un importante riesgo, el de la violencia de interpretación.
 Diseños de investigación-acción: el investigador comprende una situación con el propósito
de intervenir para solucionar problemáticas y motivar cambios: se pretende que los participantes
se impliquen en la detección de las necesidades.
 Estudio de casos cualitativos: el investigador toma como referencia casos ejemplares que le
permiten echar luz sobre su interés teorico.
Otros autores como Sabino fundan su categorización de diseños en la distinción para la obtención
de los datos o informaciones, resultando de ello dos grandes tipos de diseños:
 Diseños de campo: estudios que se basan en informaciones o datos primarios, es decir,
aquellos que son obtenidos directamente por el investigador. Esto le permite conocer las
verdaderas condiciones en las que se han conseguido los datos, haciendo posible su revisión
y garantizando un mayor nivel de confianza. No obstante, los diseños basados en datos
primarios adolecen de una clara limitación: la de su reducido alcance.
Dentro de estos tipos de diseños encontramos:
a- Diseño post facto: consiste en estudiar situaciones reales que se han producido
espontáneamente como si efectivamente se hubieran dado bajo el control del investigador.
b- Diseño encuesta: permite obtener información de un grupo socialmente significativo para
estudiar sus resultados a través de análisis estadísticos; las conclusiones que se obtengan
se extienden a la población.
c- Diseño panel: se realiza una sucesión de mediciones a través de encuestas, efectuadas
en condiciones regulares, con el fin de determinar los valores de una variable.
d- Diseños cualitativos: introducen en el análisis la complejidad del sujeto, de sus modos de
ser y de su relacion con el contexto.
e- Estudio de casos: permiten el estudio exhaustivo de uno o muy pocos objetos de
investigación. Aborda las relaciones entre muchas propiedades y los vínculos de ciertas
variables.
 Diseños bibliográficos: utilizan datos secundarios. Estos últimos son los datos interpretados
por otros investigadores, y en consecuencia, no se pueden garantizar las condiciones en las
que han sido producidos. Estos diseños adolecen de un menor nivel de confianza que los
diseños de campo.
Dentro de este tipo de diseños ubicamos:
a- Diseño experimental: su propósito es obtener datos que sostengan la hipótesis explicativa
causal de un fenómeno; se somete al objeto de estudio a la influencia de ciertas variables,
en condiciones controladas por el investigador, para observar los resultados que cada
variable produce en el objeto.
Este mismo autor utiliza otro criterio para categorizar a los diseños de investigación: el alcance de
sus resultados, es decir, una clasificación basada en los objetivos cognitivos intrínsecos. En
este sentido encontramos:
 Diseños exploratorios: son estudios que permiten dar una primera aproximación a las
cuestiones en estudio, puesto que es un tema que no ha sido muy estudiado y no hay suficiente
bibliografía. Tambien suele utilizarse cuando el investigador no dispone de recursos y medios
suficientes para realizar un estudio con mayor profundidad y con más tiempo.
 Diseños descriptivos: son estudios donde se describen los aspectos del fenómeno o hecho
en estudio.
 Diseños explicativos: son estudios donde se da una explicación de las causas de los
acontecimientos bajo estudio. Explican porque suceden los temas investigados, y por ello son
los tipos de estudio que permiten completar o modificar a las teorías vigentes.
 Diseños correlacionales (ampliación de Yuni y Urbano): son estudios donde el investigador
pretende determinar el tipo de asociación y las relaciones de las variables del fenómeno, sin
especificar aun cuales son variables independientes y cuales dependientes.

Valles propone que “diseñar” supone tomar decisiones durante todas las fases o momentos del
proceso de investigación. El diseño no es un molde que se organiza de una vez y se plasma en toda
situación, sino que depende de las lecturas teóricas del investigador y la adopción de una perspectiva
disciplinar, del reconocimiento de distintos tipos de estrategias metodológicas y de la reflexión sobre
las implicancias éticas. Para este autor no habría un diseño tradicional (representante de un polo
cuantitativo) frente a un diseño emergente (representante de un polo cualitativo), sino un continuo
entre ambos.
El autor propone tres tipos de elementos diferentes del diseño: 1) Elementos del diseño I:
formulación del problema, implica pasar de las ideas e interrogantes iniciales a la formulación de un
problema investigable, e incluye la lectura bibliográfica para familiarizarse con el estado de la cuestión
y la puesta en forma de la experiencia personal y profesional para focalizar el problema y hacerlo
manejable; 2) Elementos del diseño II: decisiones muestrales, supone la selección de contextos, de
casos y de fechas para la realización del estudio; y 3) Elementos del diseño III: selección de
estrategias de obtención, análisis y presentación de los datos, que abarca la elección de estrategias
metodológicas y técnicas específicas, así como de los criterios de evaluación de calidad del estudio.
Marradi, Archenti y Piovani retoman la propuesta de Valles y definen al “diseño” como una
descripción o bosquejo de algo, como un proyecto o plan. Sin embargo, sostienen que el mismo no es
solo una simple descripción, sino que consiste en realizar una anticipación modélica y abstracta del
conjunto de decisiones y acciones a implementar. Estos autores sostienen que esta concepción del
diseño acarrea dos consecuencias importantes: la primera es que no es posible una actividad de
investigación no diseñada, y la segunda es que no se puede pensar en tipos cerrados sino en un
continuum de diseños posibles. Este continuo de diseños está limitado por dos polos ideales, ya que
no se dan de modo puro en la práctica; uno de ellos es el polo estructurado, en el que la investigación
sería la aplicación fiel al plan estipulado, y el otro es el polo emergente, donde ninguna decisión o
actividad estaría planificada al momento de iniciar y desarrollar el estudio.
En su lugar proponen la idea de diseños flexibles como una concepción más realista del diseño. Ellos
pueden ser más o menos estructurados, existiendo la posibilidad de que algunas decisiones varíen en
el proceso investigativo con el fin de adaptarse a diferentes situaciones imprevistas. Este mínimo de
diseño implica decisiones que se pueden agrupar en cuatro grandes conjuntos: decisiones relativas a
la construcción del objeto/delimitación del problema a investigar, decisiones relativas a la selección
(muestra), decisiones relativas a la recolección (técnicas) y decisiones relativas al análisis (resultados).
En relación con lo anterior, Maxwell también se encuentra cuestionando la idea de “diseño” como
una secuencia unidireccional de pasos o etapas para planear y desarrollar un estudio. En su lugar,
propone un tipo de diseño que nomina “modelo interactivo” en el que cada componente del diseño
puede necesitar ser reconsiderado o modificado en respuesta a nuevos desarrollos o a cambios en
alguno de los otros componentes. Encontramos cinco componentes claves del diseño: los propósitos,
el contexto conceptual, las preguntas de investigación, los métodos y la validez del estudio. Estos
elementos no son distintos a los reconocidos por otros metodólogos, y es por ello que señala que la
novedad en su propuesta radica en la relación que supone entre estos elementos: los mismos
conforman una totalidad integrada, donde cada elemento interactúa con los demás.
Maxwell sostiene que las preguntas de investigación se ubican en el centro, y que deben tener una
relación ineludible con los propósitos del estudio y con el contexto conceptual. Esto conforma lo que
denomina “aspectos externos del diseño”, es decir, las metas, los conocimientos, las experiencias que
se incorporan a la investigación. Por otro lado, las preguntas tienen que ser formuladas para tener en
cuenta la viabilidad de los métodos y técnicas, y a su vez, éstas últimas tender a dar información para
responder a los interrogantes y para enfrentar las amenazas a la validez. Esto conforma lo que se
llama “aspectos internos del diseño”.
Siguiendo estas líneas de reflexión metodológica, Mendizábal sostiene que los diseños articulan
lógicamente los elementos constitutivos de toda investigación. Para esta autora, la utilización de
diseños flexibles alude a la estructura subyacente de los elementos que gobiernan el funcionamiento
de un estudio; se refiere a la articulación interactiva de esos elementos que permite la posibilidad de
cambio durante el transcurso de la investigación. Este proceso se desarrolla en forma circular, opuesto
a la propuesta lineal unidireccional de los diseños estructurados.

- Colanzi, I. (2017) diseños de investigación-accion en el campo de la salud mental y


comunitaria. Ficha de catedra.
- Mendizabal, N. (2006) los componentes del diseño flexible en la investigacion cualitativa.
-

TRABAJO PRACTICO 7.
- Manzini, F. (2013) la psicología experimental en los contextos artificiales de
investigación.
- Manzini, F. (2017) Diseño de caso único y su relación en neurociencias. Ficha de catedra.

TRABAJO PRACTICO 8.

Villarreal, “Las técnicas de recolección de datos en investigaciones en Psicología”.


Las “técnicas de recolección de datos” (TDR) cumplen un papel central en tanto permiten el pasaje
hacia la producción de conocimiento, son el puente entre lo empírico y lo teórico, sin ellas nos
quedaríamos anclados en el plano puramente especulativo por no tener manera de producir
información a partir de nuestros sujetos de investigación. Éstas son el elemento que genera los datos
a partir de una muestra, para permitir su ulterior análisis y llevar la investigación a enunciados más
generales y producir teoría.
Marradi, Archenti y Piovani señalan que la etimología de la palabra “técnica” hace referencia a un
“saber hacer” transmisible y valorado dentro en un colectivo cultural determinado. Es un saber que
delimita los procedimientos específicos que permiten relevar información de manera aceptable para
un sector de la comunidad científica.
Hoy día dentro de la investigación social y psicológica hay todo un abanico de técnicas dentro de las
cuales tenemos que elegir aquellas más aptas para nuestra investigación. Esta elección se hace
conociendo qué tipo de información releva cada una, y no en base a nuestra comodidad o
acostumbramiento como investigadores, es decir, según su poder heurístico y su función práctica:
¿para qué me sirven? ¿Qué tipo de información me permiten recolectar?
Cada TRD tiene un instrumento, definido como una guía de aquellas dimensiones específicas a
indagar, o sea una guía de preguntas que tendrá diferentes características de acuerdo a la TRD en
cuestión.
 Encuesta: sustentada en un cuestionario preponderantemente cerrado, donde las respuestas
a las preguntas ya están contempladas dentro de un rango de posibilidades. Es por ello que se
suele decir que recolectan información descriptiva y superficial en estudios donde se desee
relevar ¨muchas propiedades referidas a muchos individuos¨. Si bien pueden haber algunas
preguntas abiertas en la encuesta, estás son un complemento de preguntas con un alto grado
de estructuración.
Es por esto que la encuesta nos puede ayudar a obtener la información necesaria si nuestra
investigación tiene como objetivo: conocer la magnitud de un fenómeno social, su relación con
otro fenómeno o cómo o por qué ocurre, especialmente en el caso de que sea necesario
conocer la opinión de una gran cantidad de personas.
El instrumento de la encuesta, como vemos, es el cuestionario. Éste tiene que tener una serie
de características particulares: hacer preguntas específicas; comenzar con preguntas fáciles y
neutrales; las preguntas deben referirse a un único aspecto lógico (no deben ser dobles); evitar
el uso de palabras o frases cargadas emocionalmente y ambiguas; la redacción de la pregunta
no debe dirigir la dirección de la respuesta; los cuestionarios deben iniciarse con un pequeño
texto que explique los objetivos del estudio, el agradecimiento por su colaboración, la relevancia
del tema a investigar, y la garantía del anonimato y confidencialidad de las respuestas, entre
otras. En cuanto a los tipos de preguntas que se pueden presentar en un cuestionario,
encontramos dos tipos:
1. Abiertas: explican el proceso. Las respuestas a estas preguntas dependen de la
capacidad y del nivel de instrucción del entrevistado. También dificultan su tratamiento
estadístico. Son adecuadas para: Examinar los conocimientos de las personas, conocer
el vocabulario de la población sobre un tema determinado, medir la actualidad de temas
o argumentos y estudiar terrenos desconocidos.
2. Cerradas o estructuradas: se pueden codificar. Pueden ser: dicotómicas (adecuadas
para obtener respuestas relacionadas con hechos o temas de comprensión clara. Si- No
/ Acuerdo- Desacuerdo), tricotómicas, de elección múltiple, o destinadas a establecer la
intensidad de una opinión o actitud (se presentan como una gradación de 3 a 5 niveles:
totalmente de acuerdo, de acuerdo, indeciso, en desacuerdo, muy desacuerdo).
Es importante recordar que en la técnica de la encuesta se utilizan cuestionarios donde
predominan las preguntas cerradas. Las preguntas abiertas se utilizan para
complementar las opiniones centrales y su uso se reduce producto de su dificultad de
codificación.
 Entrevista en profundidad: es todo lo contrario a la encuesta, su uso implica relevar pocas
unidades de observación haciendo hincapié en la profundidad de opinión y reflexión en una
situación con alto grado de intimidad. Será así de gran utilidad en investigaciones donde se
necesite conocer en profundidad una problemática compleja tratando no solo de describir una
opinión sino de saber cómo se sustenta dicha opinión desde el singular punto de vista del
entrevistado. En cuanto a sus desventajas, la entrevista en profundidad conlleva un alto grado
de artificialidad, donde no se observa al individuo en su contexto de actuación. Por lo tanto es
una técnica donde la confianza generada es fundamental, para propiciar un ambiente que
permita expresar opiniones sinceras sobre temas diversos.
El instrumento de esta técnica es el guion de preguntas donde predominan las preguntas
abiertas. Existen diferentes tipos de preguntas del guion de la entrevista:
1. Preguntas primarias: introducen un nuevo tema o bien abren un nuevo interrogante.
Podemos distinguir tres tipos de preguntas primarias: preguntas descriptivas, preguntas
estructurales (tienen como finalidad descubrir cómo estructura el entrevistado su
conocimiento), preguntas de contraste (basadas en una comparación).
2. Preguntas secundarias: tienen como finalidad articular y profundizar el tema de la
pregunta primaria.
Una entrevista no consiste simplemente en plantear una determinada pregunta y registrar la
correspondiente respuesta. La parte esencial del bagaje técnico del entrevistador está
constituida por una serie de instrumentos dirigidos a descubrir y a poner de relieve las
posiciones reales del entrevistado. Una típica intervención en esta dirección consiste en el
empleo de las denominadas preguntas exploratorias: éstas no son verdaderas preguntas,
sino estímulos que tratan de ser neutrales y que tienen como función animar al entrevistado a
continuar, a que no esté a la defensiva, a profundizar en la cuestión, a dar más detalles.
Podemos distinguir diversas maneras de formular estos estímulos:
-Repetición de la pregunta. A veces basta con repetir la pregunta, bien formulándola de forma
distinta, o bien haciendo hincapié en determinadas palabras.
-Repetición de la respuesta o de una síntesis de las últimas respuestas (acción “eco”). En
este caso se trata de retomar las últimas respuestas del entrevistado, con sus palabras o con
una síntesis nuestra, para invitarlo a profundizar en ellas o a aclararlas.
-Estímulo, expresión de interés. En este caso el entrevistador se limita a manifestar interés,
con expresiones verbales o a veces incluso con simples gestos con la cabeza o bien con
interjecciones como “a-ha”, en relación a todo lo que el entrevistado está contando.
-Pausa. A veces dejar pasar algún segundo de silencio puede favorecer que se genere
confianza por parte del entrevistado; otras veces el momento de cierta incomodidad creada por
la pausa hace que el entrevistado se sienta obligado a romper la situación retomando su
narración con más detalles.
-Solicitud de profundización. A veces es necesario pedir al entrevistado más explícitamente
que suspenda la narración, para aclarar o profundizar algún extremo.
La guía debe funcionar simplemente como un recordatorio, una ayuda instrumental que permita
cubrir los temas relevantes de acuerdo con los objetivos de la investigación, pero sin imponer
un orden determinado ni limitar de modo rígido las cuestiones a tratar. Esta modalidad también
permite que temas nuevos y relevantes surjan durante la conversación de manera tal que
puedan ser considerados en la investigación. Esta sería quizás la característica fundamental de
la entrevista en profundidad: la flexibilidad del guion que se retroalimenta y enriquece en cada
entrevista, modificándose a partir de la experiencia de adentrarnos en la temática de la
investigación.
 Observación: la técnica privilegiada para observar a los sujetos en sus contextos cotidianos.
En ella el investigador puede elegir posicionarse en dos polos totalmente opuestos, entre los
cuales aparece una gran diversidad de posturas intermediarias:
-Posición activa de observación participante: si no conoce los códigos culturales que está
observando, es por ello que trata de participar activamente de las prácticas para comprender
desde la acción el significado que entraña para el grupo estudiado. El instrumento de la técnica
está conformado por “las notas de campo”. El investigador obtendrá dos tipos de datos: lo
observado como descripción de los hechos y, aparte, interpretaciones e hipótesis de trabajo.
-Posición pasiva o expectante de observación no participante: si conoce los códigos
involucrados y comprende, aunque sea a grandes rasgos, aquella situación observada.
Tenemos a un observador que, aun sabiendo que afecta la situación observada, trata de pasar
lo más desapercibido posible. De esta manera el instrumento de este tipo de observación no
participante es un protocolo de observación más estructurado, donde se delimitan de antemano
las dimensiones y algunas de las posibles categorías de respuestas o espectros a ser
considerados en las respuestas.
Entre estas dos posturas en relación a la observación es que el investigador puede elegir
diversos estadios intermedios, combinando algunos elementos de la observación participante,
pidiendo aclaraciones y profundizaciones en situaciones que lo requieran y alternando con
momentos de observación no participante donde el observador se aleja instrumentalmente y
releva más “objetivamente” aquella información que así lo requiera, en base a categorías
conocidas de antemano que permitan una rápida comparación entre las respuestas.
 Factores focales de discusión o focus group: toma tanto elementos de la entrevista en
profundidad como de la observación: por un lado consiste en una entrevista grupal que ocurre,
por lo tanto, en un contexto artificializado, pero centrada en el proceso social de debate, siendo
una producción de sentido in situ como ocurre en la observación. El propósito principal del grupo
focal es hacer que surjan actitudes, sentimientos, creencias, experiencias y reacciones en los
participantes; sin centrarnos en las respuestas individuales de los sujetos sino haciendo
hincapié en la construcción grupal de sentido. Al poner cara a cara a los participantes en la
reunión, entre seis y ocho, éstos reconstruyen discursivamente el grupo social al que
pertenecen. Es tal proceso de reconstrucción discursiva del grupo social, ante un fenómeno
determinado que es básicamente el objetivo de la investigación, lo que constituye el principal
material para el análisis.
De esto se desprende que los grupos se conforman intencionalmente de manera homogénea a
su interior y heterogéneos entre sí. Es así que la técnica del Focus group consta de diversos
grupos (generalmente entre dos y seis) conformados de acuerdo a un rasgo en común que
resulta relevante para la investigación.
Por último hacer referencia a la posibilidad de combinar técnicas dentro de una misma investigación:
lo que se ha llamado “triangulación metodológica”. Vemos aquí una herramienta enriquecedora
ante, donde se ponderan diferentes puntos de vista para tratar de acercarnos al objeto de estudio,
enriqueciéndolo desde la multiplicidad. La combinación de técnicas dependerá de cada problema de
investigación y cada una ofrece una visión de los diferentes aspectos de la totalidad del fenómeno,
más que la repetibilidad de los hallazgos de la observación. De esta manera la triangulación
metodológica complejiza el fenómeno investigado.
Hay diferentes tipos de triangulación metodológica donde se aplican dos criterios básicos de distinción:
1. Si la combinatoria es intramétodos, donde solo se combinan técnicas donde prevalezca una
intención cualitativa o solo se combinan técnicas con una tendencia cuantitativa; o si es
intermétodos, donde se mezcla la perspectiva idiográfica de las técnicas cualitativas con la
perspectiva nomotética de las técnicas cuantitativas, buscando mixturar profundidad con
medición. En las técnicas abordadas podríamos decir que en la encuesta y en la observación
no participante más estructurada prevalece una perspectiva nomotética y clasificatoria, mientras
que en la entrevista en profundidad, la observación participante y el focus group prevalece una
intención idiográfica de profundizar en la singularidad de un fenómeno.
2. Si la combinatoria es secuencial, donde se sostiene que los resultados de una TRD son
esenciales para la planeación de la otra TRD; o si es simultánea, donde la combinatoria de
técnicas sucede al mismo tiempo y la interacción entre los resultados de cada TRD se hará al
final del estudio.

- Arlía, A. (2017) el focus group como técnica de investigación en ciencias humanas y


sociales. Ficha de catedra.
- Yuni, J. & Urbano, C. (2006) La observación como técnica de investigacion científica.
Técnicas para investigar.

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