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EDUCACIÓN AL PACIENTE

1. Está enfocada en promover la participación activa en el cuidado y conservación de la

salud en los pacientes que atienden así como favorecer la pronta recuperación de su

salud. Antes del regreso a casa el paciente o la familia nuevamente son valorados a

fin de verificar si la información facilitada haya sido comprendida favoreciendo así

la pronto recuperación y el seguimiento óptimo del tratamiento en casa.

2. La importancia de la educación al paciente radica en el conocimiento real que debe

tener el paciente de la enfermedad que lo aqueja la importancia del tratamiento y la

gravedad o el peligro que corre. A fin de que adquiera junto con su familia el

conocimiento y las destrezas para participar en sus procesos de atención.

3. La educación al paciente y su familia ayuda a mejorar su participación y a tomar

decisiones informada sobre la atención. La educación tiene lugar cuanto el paciente

interactúa con sus médicos, con el personal de enfermería y con otros profesionales

de la salud. La educación incluye tanto el conocimiento que se necesita durante el

proceso de atención por su implicación directa en la responsabilización y toma de

decisiones compartidas como necesarias a la vez que el paciente es dado de alta, este

conocimiento debe incluir información sobre cuando retomar las actividades

cotidianas, las medidas preventivas y si es necesario información sobre como sobre

llevar la enfermedad o discapacidad.

4. Factores que condicionan el uso irracional del medicamento:

a. La falta de conocimientos teóricos y prácticos: las dudas sobre el diagnóstico,

la falta de conocimientos de los prescriptores sobre los enfoques diagnósticos


óptimos, la inexistencia de información independiente, como pueden ser las

directrices clínicas, y de oportunidades para efectuar un seguimiento de los

pacientes o el temor a posibles pleitos son factores que contribuyen a la

prescripción y dispensación inadecuadas de los medicamentos.

b. Promoción de los medicamentos inapropiada y contraria a la ética por parte

de las empresas farmacéuticas: la mayoría de los prescriptores obtienen la

información sobre los medicamentos de las empresas farmacéuticas y no de

fuentes independientes, como las directrices clínicas. Esto puede conducir a

menudo al uso excesivo. En algunos países está permitida la publicidad de

medicamentos que necesitan receta dirigida directamente al consumidor, lo

cual puede llevar a los pacientes a presionar a los médicos pidiéndoles

medicamentos innecesarios.

c. Disponibilidad de medicamentos sin restricciones: en muchos países la

prescripción de medicamentos como los antibióticos se hace libremente, sin

necesidad de receta. Esto conduce al consumo excesivo, a la automedicación

inapropiada y a la inobservancia de los regímenes posológicos.

d. Sobrecarga de trabajo del personal sanitario: muchos prescriptores apenas

tienen tiempo para dedicarle a cada paciente, lo cual puede originar

diagnósticos y tratamientos deficientes. En ese contexto los médicos muchas

veces se basan en hábitos de prescripción porque no tienen tiempo para

actualizar sus conocimientos sobre los medicamentos.

e. Medicamentos inasequibles: en lugares donde los medicamentos son

inasequibles, los pacientes pueden no comprar las cantidades necesarias para

un tratamiento completo o no comprar ningún medicamento en absoluto. En


lugar de ello pueden buscar alternativas, como los medicamentos de calidad

no garantizada adquiridos a través de Internet u otras fuentes, o los

medicamentos que han sido prescritos a sus familiares o amigos.

f. Inexistencia de políticas farmacéuticas nacionales coordinadas: las políticas

básicas recomendadas por la OMS para garantizar el uso apropiado de los

medicamentos sólo se aplican en menos de la mitad de los países. Dichas

políticas incluyen medidas e infraestructuras apropiadas para monitorizar y

reglamentar el uso de los medicamentos y para capacitar y supervisar a los

profesionales sanitarios que realizan las prescripciones.

5. Método de Evaluación al paciente en su Terapia Farmacológica.

a. El proceso de medicación de un paciente abarca la identificación de su

problema de salud, la prescripción para esa indicación por parte del médico,

la dispensación farmacéutica y el consumo del fármaco. Los estudios de

utilización de medicamentos analizan dicho proceso con el objeto de detectar

los factores que alteran el uso correcto de los fármacos. Objetivo. Evaluar la

calidad de la prescripción de ciertos medicamentos en atención primaria en

función de la indicación para la que fueron prescritos, detectando aquellas

características de los pacientes, médicos prescriptores, centros de atención

primaria y áreas de salud que influyen en su uso inapropiado. Método. Estudio

prescripción-indicación basado en la estimación de modelos multinivel con

bases de datos individualizadas de las prescripciones, que contienen

características de las prescripciones, pacientes, médicos, centros de salud y

áreas de salud de pertenencia. Estos modelos suponen un avance en este tipo

de estudios ya que permiten analizar de forma conjunta la información de


distintos niveles y estimar sus respectivas «cuotas de responsabilidad» en la

inadecuación de la prescripción. Discusión. Además de su interés

metodológico, que puede guiar estudios posteriores, el principal interés del

trabajo estriba en su carácter pionero en la utilización masiva de microdatos

poblacionales para evaluar la calidad de la prescripción, que proceden de las

historias clínicas informatizadas de atención primaria.

b. El proceso de medicación de un paciente comienza con la identificación de su

problema de salud, continúa con la prescripción para esa indicación por parte

del médico y su dispensación farmacéutica, y finaliza con la toma efectiva del

medicamento. Los estudios de utilización de medicamentos (EUM) analizan

dichas etapas con el objeto de detectar los factores y actuaciones por parte de

los agentes decisores que influyen en el mal uso de los fármacos.

c. El auge de los EUM en los últimos años ha estado potenciado por el aumento

progresivo del gasto farmacológico en atención primaria (AP), así como la

cuestionada calidad de algunos medicamentos prescritos. La mayoría de los

trabajos publicados en los últimos 20 años se refiere a estudios cuantitativos

sobre datos agregados del consumo de fármacos usando variables proxy para

medir la calidad de la prescripción2,3. Otros trabajos se basan en indicadores

cuantitativos de la prescripción4, y en medir y monitorizar el gasto y el

consumo de medicamentos, cuantificando su importe y el número de envases.

Pero estos indicadores cuantitativos no son capaces de valorar la calidad del

fármaco ni de la prescripción en sí.

d. Se entiende por calidad de la prescripción la adecuación del medicamento

prescrito y su dosis a la indicación terapéutica correspondiente, determinada


por el correcto diagnóstico del problema de salud que presenta el paciente,

para el que existe un tratamiento efectivo.

e. Existen dos tipos de estudios de calidad de la prescripción: prescripción-

indicación e indicación-prescripción. En los del primer tipo, a partir de un

fármaco o familia de fármacos determinados se analizan las indicaciones para

los que fueron prescritos; por tanto, es necesario valorar la calidad de la

prescripción tomando como referencia un protocolo estándar. En los del

segundo tipo, indicación-prescripción, se toma como punto de partida una

determinada indicación o familia de indicaciones y se estudian los fármacos

prescritos con el objetivo de determinar si el tratamiento es el más correcto en

relación con el beneficio esperado, el riesgo asociado y el coste.

f. Nuestra metodología supone un avance en los estudios de utilización de

medicamentos, ya que permite integrar en el análisis las fuentes de

información de los pacientes procedentes de las historias clínicas

informatizadas en AP y la información proveniente de los médicos

prescriptores, centro de AP y zona de salud. Sin embargo, no podemos

soslayar la desigual penetración de la historia clínica informatizada en todo el

territorio nacional, así como posibles errores de codificación que pueden

generar sesgos importantes de información. Dichos sesgos serán controlados

en una primera fase de análisis de la calidad de las bases de datos, eliminando

del estudio aquellos centros donde se detecte una infracodificación de

diagnósticos principales y secundarios que lleven a una estimación al alza de

la inadecuación de la prescripción.
g. La Farmacovigilancia (FV) es la actividad de salud pública cuyo objetivo es

la identificación, evaluación y prevención de los riesgos del uso de los

tratamientos farmacológicos una vez comercializados. Por lo tanto, está

orientada inevitablemente a la toma de decisiones que permitan mantener la

relación beneficio/riesgo de los medicamentos en una situación favorable, o

incluso suspender su uso cuando esto no sea posible.

h. El programa de Notificación Espontánea de reacciones adversas. El

núcleo fundamental de trabajo del SEFV es la notificación de sospechas de

reacciones adversas a través del Programa de notificación espontánea. Estas

notificaciones adversas son enviadas por los profesionales sanitarios a través

de unos formularios estandarizados de recogida de datos y en los Centros de

Farmacovigilanica son evaluadas, codificadas y registradas en una base de

datos común, FEDRA. La información contenida en FEDRA es evaluada

periódicamente por los técnicos del SEFV con el fin de identificar de forma

precoz posibles problemas de seguridad derivados del uso de los

medicamentos (generación de señales de alerta). Dichas señales son discutidas

en el Comité Técnico y trasladadas al Comité de Seguridad de Medicamentos

de Uso Humano (CSMH) cuando se considere oportuno, atendiendo al

prodedimiento establecido en el reglamento interno del CSMH.

i. Tarjeta amarilla. Es el formulario de recogida de sospechas de reacciones

adversas, editada en color amarillo, y distribuida por los Centros Autonómicos

de Farmacovigilanicia a los profesionales sanitarios de su Comunidad

Autónoma, para permitirles la notificación. Llevan impresa la dirección del

Centro y su franqueo es en destino, para facilitar su envío. Recoge


información relativa al paciente (identificación, edad, sexo, peso), al fármaco

sospechoso (nombre, dosis, vía, frecuencia, fecha de inicio y final, indicación

terapéutica), a la reacción adversa (descripción, fecha de comienzo y final,

desenlace, efecto de la reexposición si ha existido, etc.) y al profesional

notificacor (nombre, dirección, teléfono, profesión, nivel asistencial, etc)

BIBLIOGRAFÍA

FARMACOVIGILANCIA:

https://www.unioviedo.es/gaife/index.php?option=com_content&view=article&id=2:c

entros

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