Anda di halaman 1dari 3

ANÁLISIS DE LA IMAGEN

A.D. Coleman es un crítico de la fotografía norteamericano que creó un método para desarrollar
una justa lectura de la imagen fotográfica. Coleman encontró, en diversos talleres y seminarios
dictados alrededor del mundo, que existían una serie dificultades comunes cuando la gente
trataba de articular respuestas sobre la imagen fotográfica. Una de ellas es la tendencia a
proyectar actitudes personales sobre los contenidos temáticos literales en la imagen. Otra actitud
común es la de lanzarse a una interpretación y evaluación de la imagen antes o en lugar de
prestar atención a lo que esta pueda decirnos por sí misma. Coleman propone entonces dividir
la observación critica de la imagen en cuatro instancias, cada una de las cuales producirá una
textura de unas 500 palabras. Estas instancias son:

1. DESCRIPCIÓN
2. ANÁLISIS FORMAL
3. INTERPRETACIÓN
4. EVALUACIÓN

1. DESCRIPCIÓN

Para hablar de manera útil sobre algo tenemos que identificar el tema de nuestra discusión y
obtener toda la información pertinente posible. En este caso en particular es la fotografía que
tenemos entre manos. Para realizar una descripción debemos limitarnos a aquello que
expresamente puede ser señalado y especificado en la imagen misma o el objeto representado.
Es importante en esta descripción lo que podemos verificar en la fotografía NO que es lo que
pensamos sobre ella. Con la excepción de un slide proyectado o una imagen digital, la mayoría
de fotografías nos llegan de una manera tangible, es decir tienen una forma física, aun en la
página impresa. La experiencia nos dice que poca gente es consciente en un principio de este
aspecto mas allá de identificar el tema representado. En el mejor de los casos se emplean
términos vagos como “pequeño” o “viejo”, la mayoría no se toma el trabajo de indicar si se trata
de color o blanco y negro, si es cuadrado o rectangular, si tiene rayaduras u otras marcas
notorias. El aspecto físico (como objeto) puede ayudarnos a identificar una serie de datos para
entender mejor de que estamos tratando. Los materiales y el proceso utilizado moldean la
imagen y la elección de estos pueden decirnos cosas sobre el fotógrafo, sobre la imagen y sobre
la época.

2. ANÁLISIS FORMAL

En esta instancia del análisis lo que pretendemos es pasar del contenido y las características
físicas a preguntar sobre la imagen como una estructura visual. Si nos olvidamos por un
momento de los nombres de los objetos representados, es decir de sus aspectos denotativo y
connotativo y de nuestras relaciones con ellos, podemos considerar la imagen como un
complejo sistema de líneas, formas y tonos y comprobar cómo éstas dirigen el movimiento de
nuestro ojo a través de la superficie.

¿A qué dirigimos nuestra atención primero y porque?,

¿Qué relación podemos observar?

¿Qué consideramos más relevante y qué secundario?

Esta característica depende en gran medida de los principios del Diseño Grafico, pero nos
interesa también notar el aspecto del lenguaje particular de la fotografía: distribución de los
tonos, detalles en las luces y sombras, profundidades de campo, manera de registro del
movimiento en el encuadre, distancia del objetivo, longitud focal empleada, etc. También
podemos observar otras características particulares como por ejemplo si la imagen nos enfatiza
la bidimensionalidad o más bien sugiere la proyección del espacio y de la ilusión de tres
dimensiones. Lo que buscamos es develar las “estrategias de realización”, los aspectos
determinantes de la tecnología empleada y las decisiones conscientes o no adoptadas por el
fotógrafo que tienen efecto en nuestra manera de apreciar lo que la imagen registra.

3. INTERPRETACIÓN

Descripción y análisis formal son entonces dos tareas de recopilación de información


evidenciada por la fotografía que nos ocupa y son los pasos previos a la interpretación y
evaluación. Como dijimos anteriormente, por lo general el espectador confrontado con una
imagen suele lanzarse a interpretar y hasta evaluar sin tener en consideración los pasos previos
(descripción y análisis formal), esto sugiere lo que podríamos llamar “inferencia acríticas” y
nos lleva a evaluar la imagen sobre la base de prejuicios. La razón por la que se insiste en
acercarnos ordenadamente a juzgar una imagen reside en que las evaluaciones que toman en
consideración estas dos primeras instancias son siempre más acertadas y útiles. Es decir, son
análisis que se sustentan DESDE y no HACIA la fotografía. Una obra de arte o para el caso,
cualquier acto de comunicación no es un recipiente vacio donde podemos volcar libremente los
pensamientos y sentimientos que nos embargan en cualquier momento dado. Un escrutinio
cuidadoso de las especialidades de la imagen y el objeto puede traer interpretaciones lúcidas y
muchas veces inesperadas y traerán por tierra interpretaciones antojadizas que dicen más sobre
el espectador que sobre la imagen misma.

Lo que buscamos ahora es descubrir las actitudes del fotógrafo hacia el tema y como se
manifiestan éstas en la foto en sí. ¿Qué pensaba o sentía el fotógrafo respecto a lo que tenía
enfrente a su lente? Así, el primer nivel de interpretación consiste la probable intención y
naturaleza de la foto en cuestión, a partir de las inferencias sugeridas por las dos instancias
anteriores (descripción y análisis formal). Las preguntas podrían ser las siguientes: ¿cuál es la
más simple y al mismo tiempo más amplia explicación de esta imagen-objeto, que incluya todo
lo significativo notado en ella y que no es contradicha por la evidencia interna que hemos
constatado previamente? Como no podemos verificar fehacientemente todo lo que
interpretamos, esta debería usar la forma condicional “parece que…….” “sugiere que…..”
encontraremos que en nuestro caso, mas de una interpretación es posible, esto es perfectamente
válido mientras no exista contradicciones con lo verificado en la imagen.

Lo que hacemos es dar sentido usando todo lo que la imagen nos ofrece. Comenzaremos con
una semántica de la imagen-objeto en su nivel literal de comunicación, luego estaremos libres
para pasar al nivel de la poética si comprobamos que podemos sostener una lectura metafórica.
Ya sea que lleguemos a una interpretación mundana o a un extremo imaginativo la que queda
en nuestra memoria es la que surge de manera orgánica, de la foto misma, pues será inseparable.

4. EVALUACION

La evaluación de la imagen en cuestión también se apoyara en la evidencia contenida en ella


misma. Si hemos reconocido la intención podríamos preguntarnos, ¿es una buena fotografía? a
lo que podríamos contestar ¿buena para qué? porque esto dependerá de los estándares que
apliquemos en nuestra interpretación. No hay nada de malo en determinar que la fotografía
materia de nuestra intervención no tiene valores artísticos, pero si periodísticos o utilitarios por
ejemplo. No toda la fotografía tiene que encajar en la misma clasificación, puede que esta tenga
valor como documento, memoria familiar, retrato comercial o lo que fuere. Lo mas apropiado
puede consistir en compararla con otras imágenes de su categoría. Podríamos por ejemplo
comparar con otras imágenes y notar que tiene éxito en un sentido pero falla en otro, la
composición es confusa, hay elementos que interfieren en la visión o partes muy oscuras, etc.
¿Nos da la imagen algunos elementos para la mente, como lo podría ser una carta personal
particularmente lúcida pero que no necesariamente consideramos de valor literario? Finalmente
podemos preguntarnos si esta imagen en particular ha tenido alguna resonancia en nosotros
mismos. ¿Nos interesa volver a ella? ¿Nos ha tocado en lo personal de alguna manera? ¿Nos
parece agradable? Es posible que en esta mirada final la imagen haya cobrado un significado
diferente de la primera impresión que tuvimos.

Anda mungkin juga menyukai