La hipótesis a seguir que sugiere Churchland en éste texto es que la forma en que
nos desenvolvemos en un contexto social depende en gran parte de los
mecanismos neurales; motivaciones, impulsos, memoria, predicción y toma de
decisiones. Lo que se entiende por moralidad es una estructura de conducta social
determinada por el cuidado y atención a los demás, el reconocimiento de estados
psicológicos de otros, la resolución de problemas en un contexto social y el
aprendizaje de prácticas sociales. Se sostiene que el circuito neuronal es la base y
el motor de los valores en un sentido elemental. La organización neuronal en
primer lugar procura el bienestar del individuo, la cual se modifica ampliándose a
terceros según esto sea exitoso y con el tiempo da forma a la moralidad.