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A. SUETIN EL LABORATORIO DEL AJEDRECISTA Alexis Suetin representa uno de os més firmes pilares sobre los que se sustenta ls ya legendaria ‘upremacia sovistica en et émbito dol ajedrez. A su faceta como Ju: gador. en donde ha alcanzado la Categoria de Gran Maestro, ha unt do Ia labor de instructor en las di ferentes escuelas en donde los prin: ciplantes pueden desarrollar condi. ciones y aptitudes. Todo ello le he valido el prestigio de que hoy goze fen todo el mundo, Paralelamente, Suetin ha sabldo piasmar su expe Fiencla en diferentes obras haste lograr constitulr toda una teorfa encamineda a la formacién. en su vertionde mée sélida, del jugador de aj En esta obra no se ansliza especif- ‘camente ninguno de los momentos criticos que pueden tener lugar en cualquier momento de la partida Su objetivo es englobar una ingen te cantidad de tomas a fin de otor ‘gar al lector los més amplios ca. minos de perfeccionamiento. De festa forma eparecen andlisis de posiciones, metamorfosis de las aperturas, temas relativos al sacri ficio, materializaclén de las vents Jas, estudios sobre posiciones atra- sadas, ete., en un ingente, pero magistralmente estructurado, ‘mo: saico de extremas posibilidades. EL LABORATORIO DEL AJEDRECISTA ‘A. SUETIN EL LABORATORIO DEL AJEDRECISTA EDICIONES MARTINEZ ROCA, S. A. BARCELONA ‘Titulo orginal: Laboratoiesohaimatita ‘Traduclén del nso por Amistin Pie Revision Unica de Jose Leis Bases Shan Vin, Pe Barcelona iS ISB: zero Depa Lag lesen Gren Ditnnte,Zamors 8, Baron -18 Impreso en Bepata — Printed ix Spats INDICE Prélogo FORMAS Y MEDIOS DE PERFECCIONAMIENTO ‘Alfa y omega del razonamiento en ajedrez La combinacién y et célculo {Por qué tienen «desculdoss los maestros? ‘Métodos de adiestramiento de la visién combinatoria EI valor reciproco de las piozas El sacrficio por ls posicién EI analisis de las posiciones tiplcas, El método de valorar la posicién La metamorfosis de la posicién La materializacion de la ventaja La elecoién de los movimlentos El analisis de las partidas aplazadas LA TEORIA DE LAS APERTURAS Y LOS MEDIOS. DE PERFECCIONAMIENTO Principios fundamentales de la apertura Las eperturae cerradas y las ablertas Consejos practicos El desarrollo de la teoria de las aperturas a relacién entre la apertura y el medio Juego EL LABORATORIO PARTICULAR, El estudio de las partides propias El estudio de la literatura y de las partidas de los maestros Formacién del repertorio de aperturas 16 24 27 32 36 a7 58 67 9 100 107 118 119 125 137 PROLOGO poner de manifesto los elementos ccon que el ajedrecsta, cuslquiers que sea su categoria, debe trabajar pata perfeccionarse: pues aun el mejor dotado de ta- lento no podré desarollarlo arménicamente sin una preparacién orientada y justa. En el ajedrer, como en la miisica, es necesario tun trabajo sistemético y minueloso para aleanzar un alto nivel artistico, La labor de perfeccionamiento de un ajedrecista de car tegoria superior es compleja y heterogénea. Varios componentes de la preparacién estin estrechamente ligados con la préctica. De ellos se habla en los dos primeros capftulos, que tratan sobre ol perfeccionamieato en la apertura y en el medio juego, En el capftlo tercerd se analizan algunos aspectos del ejer- cicio individual que, aunque acaso no estén tan relacionsdos con los problemas préctices, son imprescindibles en el desarrollo del ajedrecsta; desarrollo que puede asegurar sélo la adecuada y con- veniente combinacin del juego préctico con el ejercicio analitico; lo primero debe ser el punto principal de referencia en la ejecu- cién de lo segundo, ‘A este respecto quisiers hacer unas advertenclas a todos aque los gue ereen poder aprender a jugar gulados s6lo de los libros ya quienes les espantan [as derrotas: iNo temdis perder una partidal {ened conflanza en vosotres. mismost {No huydis de las combinaciones ni de las entregas de ma- terial! Esta obra tiene por obj El legado de Reti casa aqut perfectamente: Antes de optar por el juego de posicién es necesario aprea- der a combina. Esto tal vez os haga perder varias partidas; pero 0 ensefard a jugar al ajedrez.> PPerfeccionarse significa ir solucionando los problemas que van plantedndose y que no hay que buscar en el ajedrez, por cuanto ‘se presentan a cada paso al jugador. Por ello, el medio de resol- verlos y el discurso del pensamiento del ajedrecsta son dos temas fen que nos ccuparemos seguidamente ‘Aunque en rasgos generales, los tres capftulos de este libro abarean una serie de problemas, que formen el contenido del trabsjo del ajedrecista en su Inboratorio artstico. FORMAS Y MEDIOS DE PERFECCIONAMIENTO Alfa y omega del razonamiento en ajedrez De acuerdo con nuestro pro- posicién de Miklisiy inspira se- pOsito intentaremos primero de- ios temores finir tos componentes de la expresién «razonamiento en a Arezs; expresién que, por lo de- mis, es sobradamente conocida: valoraciéa de la posicién y céleulo de variates Empecemos por anclizar el siguiente caso préctico. En el campeonato por equi os de la URSS, cslebrado en Riga el aio 1968, los jovenes ajedrecistas Karpov y Mikliiev aplazaron su partida, perte- reciente al encuentro. decisi- vo por el primer puesto entre los conjuntos «Burevestaik» y Esta posicién invita a efec- eTSKAv. tuar el movimiento 43. C3Cl; Karpor, componente del de eso modo, los peones negros TSKA, se fue con buen estado estarin amenazados. de dnimo a casa. Reslmente, la La reanudacién de la partida Diagrama nie 1 9 revelé la excelente técnica de las Blancas; por lo cual las ne- ‘gras pronto hubieron de acep- tar lo inevitable, y la resistencia «que opusieron no hizo sino pro- Tongar materialmente Is par sida: Esta maniobra del caballo es decisiva, pues fecllitaré ocupar ef escaque 5A en el momento a. “a 4%. 6. a. Dxe TxD TA oR! oportuno. El rey blanco participa deci ”. 4 4. 50. cp CSA ROA pic DxD Ter Te Ter RIC wr didamente en el juego Le superiordad de las blan- cas es decisiva, ya que las ne- 10 50. 31. 32 33. es 55. BR PXA RID AIR! AxPT asc AxC Tad Tar vt ‘gras no podtéin impedir el avan- ce de sus peones 53. 36 THA 57. RAR 58. P6A 59, RSAL 1718 D+ T3 TxPA Este movimiento es un ins- tructivo ejemplo de realizacién: el rey blanco penetra en el dis- positive de las negras, y toma fctivamente parte en este star aque irrechazable. TIA ric+ ri Rec vr Tat gsepess Oo T6R ep RIA TaR+ TR 1 este movimiento, as blancas neutralizan todo inten- to de contraataque adversaio, mediante ol avance dei pe6n AD. RSC AGC pst Por TxP PTA. BeeeaRe RIC RIT RIC nT 6A, TIAR Las negras se rindieron. Desde luego, las blances i cieron valer su ventaja. Pero volvamos a la posicién inicial y seamos lo que podla haber ‘sucedido, La posicién de lac negras no ce tan vulnerable como parece & primera vista, al realmente festin condenadas @ una derro- ta lenta, Pues el dispositivo de las blancas tiene bastantes pun tos débites: sus peones pueden ser stacados: ademas, deben contar con Ia posibilidad de que aquéllas contraataquen en el ‘Manco de rey, por cuanto su torre esté situada en la séptic rma horizontal. Si la dama ne- fra hubiese entrado en juego, el contrastaque habria sido real y efectiv, EI lector objetard: Bstas consideraciones gene- rales estén bien; pero, después de 43. C3C, ze6mo reckazar Ia ameniza 4, DXP-+7s ‘Con todo, las negras tenen posibilidades de hacer contra- juego, mediante 43. ..4, TOT! de ese modo, atacan inmediata- mente el eslabén més vulnerar ble de la cadena de peones blancas; a saber: el punto 3AD. Si las Blancas retiran Ia dama para defender dicho punto con 1 movimiento 44. D2D, las ne- gras activaréa sus foereas por medio de 44... D2Ct, amens zando con tomer la niciatia, La variante principal se pro duce después de 4. DXP-+, DXD; 45. TXD, ADI. [Esto represents Ja. primera sutileza tetiea, Bs menoe dls ro jugar 45. .., TXP, puss gue 46, R2AL. Las blancas prosiguen 46, T6T-+, porque antes de tomar el peda 3D han de logrer que el rey negro vaya al punto 1CR © al 2CR, donde seré stacado por el caballo. 46. uy RIC) 47, TXED, TXP; 4% CXP, TRA 4. C6A+, RIAL ‘Aqui se produce un intere sante momento tictico: en ol 350 de 49... R2C; 50. CXA, TXA+; 5L RA, POA; 52 XC, P7A, no es convenient 1 movimiento légico 53. C3D2, Asbido al inesperado contragol- pe combinatorio 53... TD-+, tras lo cual se verd claro que las Blancas plerden (94. RIR, TXC+H 0 54, RIR, TXC, ¥ Gtas no pueden defenderse de 1a ameniza TSD+ y PEA=D). ‘Ast y todo, Ia varlante 43... R2C no ef satisfactoria, pu las blancas pueden jugar 53. n T6ADY, P8A=D; 54. TXD, ‘TXT; 55. RIR, y el final serfa Adesesperanzador para las ne- eras 50. CXA, TXA+; 51. R2A, ROR ‘Eztoe movimientos son forza dos y ban sido ealeulados con precisin (esto andlisis se debe a los grandes maestros E, Ge- er y 8. Fubrmana). 52. TOR+, RXC; 53. RIRIL YY son las Blancas las que han de procurar salvarse. No con- viene 53. TXC, pues sigue 53. + P6AL, y el peda negro se ‘transforma en dams, 53,» TSD; 54. TXC, PEA; 55, P6D, con lo cual se togran las tablas. Esto demuestra que antes de adentrarse en la posicién del adversario es necesario combi- rar el célculo concreto de las veriantes valorando la posiciéa (peones y puntos vulnerables, actividad de las plezas, eteé- tera). ‘La poricién de las negras era defendibie, y no por los ar tificios fortuitos, producto de Ja imaginacién del ajedrecsta, Sino por los diversos recursos dofensives y de contraataque ‘que entrafa Ta posicién de las plezas. En el caso que nos oot 2 a, el contrajuogo de las negras pudo haber coasistido en la acertada posicién de su torre y en el avance del peda AD, y la posicién de su caballo en el punto 4R era ua importante factor dofensive. Justamente, estos factores objetives de la posiciSn se han mantenido con claridad on el andliss que he- mos. hecho. Este caso patentiaa, sobre todo, 1a importancia que tiene tun diagnéstico» correcto, ba sado en una minuciosa valora- ida de la posicién; ademés, pone de manifesto que la sim: ple ldgics no habria sido sufi lente para hacer tal ediagnés- En las situaciones complica: das es importante intur las su- tilezas que entrafia la posicién, lo cual no hizo el que jugaba Jas negras. Pues slo el fino sen- ‘ido para intuislas pudo haber dado a las negras la posibilidad de hallar 1a maniobra 43. ‘TOT! y, luego, baber desenredar do paulatinamente la madeja de las variantes que hemos visto. I fino sentido de Is posickén no tiene cardcter mistico, sino que se logra por la prictica, y grado de su desarrollo evi dlencia la capacidad del ejedre- ta. No es fortuito, por efem- plo, el echo de que 1a exce- lente intuickén que tuvo Capa blanca respecto de Ja posicién fuese muy notoria. ero esto no quiere decir que la valoraci6n haya de ser auto- mitiea ni que asegure siempre hallazgo de los mejores mo- vimientos. Pues a veces ocurre que el ajedrecista intuye per- fectamente el contenido de la posiciéa, mat no cuenta con ciertas «menudenciase de las varlantes coneretas. En tal caso, las consecuencias son fatales y pueden presentarse antes que cualquier otro error en la valo- racién de la posicién. He aqui un ejemplo que nos ofrece una partida Kupreichik - Tanl (Socki, 1970) BB ataque de las blancas casi ‘no compensa el caballo que ban centrogado, Las negras advictio- ron pronto esta circunstancia, luego su valoracin fue acerta- ds, Pero ea lo tético exeyoron que su plan defensivo era més simple de To que fue realmente Las ocultas amenazas de las blaness no se deben subestimar. Por lo tanto, puede que el con- trasecrificio 22... DBCI? fue- se el medio més eficaz para sor- tearlas, En caso de 23. AXD, AXA, las nepras:dispondrian de ta seria amenaza 2, 4 COC, 018 A ony AKC YB. ony CAD, fo cual les ofrecerfa bus nas perspectivas La partida prosiguié as: 2 pac um DC CHAT ste es el momento esencial de la contiends. La posicién std tan saturada de motivos combinatorios coneretos que su valoracién parece quedar rele- ada a segundo término. Al me- ditar sobre su vigésimo segua- do movimiento, las negras se dispusieron a proseguir 23...» ‘ASC; pero, analizando més de cerca Ta posicién, se les figuré festa fantasmagérica variante: B 24. TRL, AX 23, AXP, AXA+; 26 RIT, RIT; 77. AXPAL CSR? 28, DXP-+I, RxD; 22. ASCH y 30 ‘TT matet Esta circunstancia infuyé en 1a opeién por el movimiento 23. + C4A?, que produjo la catis tote de las negres. Con todo, convenfa haber hecho 23... ASC, con la condiciéa de no roseguir 27... CSR? sino 27. SCY, para responder 2 28. AGC con 28...» T2ARI; 29 TXT, CxD; 30. TXP-+, RIC; 31. ASR+, RIA; 32. AXD, TXP, y las negras ganaban le partida, Después de 23. + CHA2, Kupreichik realiz6 con eficacia su ataque: m4, 28. 6. 2. 8 2. 30. 3L exe PSAL PxPsc AxPC DxT+ ASA! THR om Pxc PxA, PAXP RIT cic Tie D2AR Y tas negras se rindieron. EE preseate ejemplo indica la cxistenela de muchas posicio- res, cuyo principal eje de var Toriciones no es el célculo de los factores de la posicién sino “ el arte de caleular anticipads- monte las varlantes y la visiéa combinatoria, Por fo tanto, el peasamiento el ajodrecista consta de dos componentes fundamentals: el cflculo de las variates y 1a va- Toracién de la posicin, los eu les daterminan el contenido del juego, es decir, la etrategia y Ia thetiea, EI plan, © método de orien- tacién hacia un objetivo deter- minado y que se cife a las ideas de los momentos tdcticos de la posicién, se asienta en la base de la estrategia. ‘Se conocen muchos planes es- ‘tratégioos tipicos. Pero en la ‘base dela estrategla, todos ellos se apoyan en el ataque 0 en 1a defensa, El notable investiga. dor ajedrecista alemén Guiller- smo Steinitz formulé los princi pios de estos importantisimos procedimientos estratégicos, que todavia esta en vigor. ‘Antes de formulatles, anall- 26 detenidamente las partidss de Morphy. El estudio de es tas partidas y de otros materis- les, aparte sus propias observar cones y su préctica, lo Hevaron aT conclusién de que la part- da de sjedrez esté sujeta a cle tas leyes. BB atague puede Uovarse fo- lizmente a término si el atsean- te tiene mejor posicién Por lo comiln, esta ventaja posicional se logea con Ia acu ‘mulacién consecutive de venta: jas, al parecer pequefias e in- significantes. eAquel que tiene ventaja —dice Steinite— est obligado a atacar si no quiere perderias ‘Atiende partcularmente a estudio de los principios de la defensa. Somete 2 un andlsis critico las partidas de sus con- temporineos, y saca la conclu sién de que los brillantes ata- ques y combinaciones de los maestros de aquel entonces tu- vieron por lo general éxito, de- bido a ta poca eflcaz defense de sus contrincantes, y por no Ihaber investigado sufliente- mente los principios defensivos. CConsidera que el principio fundamental de la defensa es la ‘economéa de los medics defea- sivos. Todo aquel que se ve for- zado a defenderse debe cedet alge, pero. hacerlo comedida- meats. También analiza aquellas po- jones on que las posbilida- des de ambos contendientes son més 0 menos iguales y en que sucede Ia lucha de meniobras pera acumular poqusfas venta- jas: ta de la pareja de alfles, Ja posesién de una columna abierta, los puntos débiles ea el campo del adversario, los peones vulnerables, y asf suce- Notamos que su teorfa se funda en el logro de pequefias y prolongadas ventajas; por e30, no abarca la desscertada post cidn de las piezaso [a poca mo- vilidad de las mismas ea un mo- mento dado y que se puede subsanar en los préximos movi- ‘mientos, En cambio, considera Ja vuluerabiidad de Ja estruc- tura de peones, por cuanto sue- le ser prolongada y dificil de subsanar. Los peones doblados, retrasados y alslados son vuine- rables, por lo que necesitan la proteccisn de las piezas, lo cual limita prolongadaments la ac cl6n de éstas YY asi su teorfa se funda en 1a tesis de que el verdadero re sultado de una partida lo de- termina la lucha posicional. Segin ella, ol plan se apoya on Ts valoraciéa de Ta posicin, es decir, on al céleulo de las particularidedes de la misma, En ana partida, el plan de jue- go viene a serel punto de orien- taciéo, al cual el ajedrecista se 5 ile de acuerdo con las condi- clones de la coatienda, El plan varfa segin varfan las condicio- nes. Bl plan acompafa constan- temente 1a partida de ajedrez, desde el principio hasta el fi ral como si uminase su eur. s0. El plan se hace cimpercep- tible» cuando la téctca, segun- do componente de la partida, represent papel praia La téctica tiene en considera- cién las propiedades combati- vas de las piezas y de los peo- res y sus particularidades. Las ideas estratépicas propuestas se evan a Ia prietica con ayuda e los procadimientos técticos usados en las operaciones. La lucha téetica ef el contenido del eflealo de las variantes. La base de las operaciones tcticas es 1a amenaza. Las ame- nazas pueden tener diversos c3- racteres El procedimiento tictico més poderoso y efectivo es la com- binaciéo, que estéestrechamen- te unida con el stcrifcio de material. (Advertimos que los autores de manuales de ajedrez consideran a menudo como st riénimos los conceptos «técti- cu, ccombinaciéns, «sacrifi- cios, «celadas, etostera, Lo cual es perfectamente admisible en 1a préctica, pues, aunque tiene su mis clara expresin en las combinaciones, la téctica abar~ 2 todas las acsiones en el ta- blero de ajedrez, desde el ele- mento més simple, la jugada, Ihasta Its operaciones més for- zadas y heterogéness.) La combinacién y et célculo ‘Las partes componentes de a combinacién ge repiten con- ‘lauamente; por ello, saber com- Dinar depende no sélo de las dotes intelectuales, sino tam- bin de un apreadizaje apropis~ do para este fin. 16 Las combinaciones, incluso Jas mas simples, constan de var ros elementos, relacionados or- inicamente unos con otros. La siguiente partida es suf ientemente ilustrativa, Korchnol Peterson 200K Campeonato de la URSS, 41565) Por el ataque sacrificaron Ios Dlancas una pieza, y con una bella combinaciéa culminan ahora 1a lucha: L Drc+ —-RIR 2 DxAtHT Bn este movimiento coasiste la idea combinatoria de las blancas, 0 sea la atraccin ‘Atraen al rey negro a su ca- silla 2R y realizan al propio 1p Ta idea de eliminar la efensa del mismo: 2 RxD 37+ RR 4 C6AT mate En esta combinaci6n es fécil ver tanto la idea clara como los motives y el tema de la mis- ma. Los motivas (esto es, las circunstancias que faciltan rea- licar la combinacién y que dan ‘motivo a buscarla) fueron la si tuaciéa, mala y limitada, del rey negro y el debilitamiento de as casillas 2CR y 2AR de las negras. Después de L D7C+, Jas Blancas obligan al rey ad- versario a entrar en une zona pebigrosa; pero el escaque criti co JAR esté defendido por el alfil 2R. De abf procede la idea: eliminar la defensa y a la vez atraer al rey a su casilla 2R, 10 que da a las blancas un tiempo decisive para atacar y dar mate Conviene atender a la circuns- tancia de que la desacertada Aisposicion de las piezas negras, esto es, de la torre ID y del ballo LAR, tambiéo soa tun mo- tivo combinatorio. El tema de la combinacién es naturalmente 1a posicién de la torre y del caballo blancos que permite sprovechar la limitada situacién del rey negro, para atacarle y darle mate "7 Fl siguiente ejemplo iustrala —Osnos_——_Juchtmann 2 ‘Asn Esta porici6n sth saturada do posibilidades combinatorias idea de atraccién. ‘Volgogrado, 1969 Pe 7 < a Y tuvieron que readirse, por. ys principal método de anéli- que a3. AXT sucede 3... sis debe ser el cileulo concreto DxT +. de las variantes. El ajedrocista con cierta préc- 2Cémo deben continuar las tica en combinar crea las pre- negras? No les conviene, por mises para el desarrollo de la ejemplo, jugar 16... PXP?, visién combinatoria y de Ia ca- porque sucederia 17. A4A, pacidad para el céleulo concre- DxPs 18 AXP+, 2D; 19. to. Bmpleza a compeender 1a TID, DAC; 20. PAA, DST; 21. aceién reciproca y arménica de TIC 0 18, 1. T2D; 19. TID, las piezas; los detalles de las DAC; 20. CAH, y el ataque de srelaciones recfprocas» que Ie las blancas seria contuadente, ppermiten ebarruntar» oportans- Si el contenido de la posicién ‘mente laexistencia de wna com- se analiza detenidamente, se binaciéa y dar con ell verd que las negras pueden re- chazar las amenazas y organi: zar un interesante contraataque, Diagrama mi + agra mim 5 Se logra dar mate al rey con Con su timo movimiento Jas siguientes y reiteradas atrac- (PSCR), las negras crearon wna clones: amenaza inmediata en el flan- Zaiteey Bronstein co de rey. Ante la apurada si- Moses, 1968 6 Tspt 1 AD+ TA tuacidn, las blancas tratan de vr ZICH! AXT ——senturbiar las aguase Dizeram ni. En el caso de 17. DSC, ‘Aguf se ha atrafdo al lf L PAA AXPA DSR+; 18, RIT, CC+I; 19. PXG, PAT, ganarian las ne- eras De todos modos, las blancas no pueden evitar la derrota, 3 CUAL exe I bando Blanco ya cont con esta respuesta, teniendo en En este caso se ha atraido cuenta la siguiente continua al caballo. cién: vu. DSR+ 4. TSC! mate, 2 ABR ww CIATxAL TXT DXA Muchas bells combinaciones Tras ello, parece que las blan- 2, PACD DAC se basan en le Uamada idea de cas ganan calidad; mas van a 2. CR PARXP 2 BC | PMP cobertura. Veamos uns. conocer el error: i 19 B. a 2. 26. zm. 2B. 2. Por D6A+ BA cxP Ror RIC Tx? PxP RID PsA DsA+ DSA+ Pxc psp EI resultado de la lucha ye eth decidido, 30. aL. 32 Ee 34. 33. 36. 37. 38. 3. prc PAD Ror PIA 12 BC D6A RéT ROT Ror cp pep+ AsD4+ RR DBAR TIAR AXP Pact At P5c+ [Las blancas abandocaron. Volviendo 2 Ia posicion exfti- a, advertimos que log motivos 4e esta complicada combinacién de las negras fueron el debili tamlento téetico de la primera horizontal y la debilidad del al fil LAD, la eizcunstancia de ga- rar un importante tiempo para situar la torre negra en Ja quin- ta horizontal (ataque contra el alfl 4AD) y Ia posibilidad de atacar al rey. tra de Tas posibilidades de festa combinaciin es dar mate en la columns TR. Y sus principales ideas fue- ron la distracci6n, el doble gol pe y la atracciOn (variante 18. , C5C+; 19. PXC, PATRD. 2Por qué tienen descaklos» Ios maestros? Ya se ha dicho que la aten- cidn elemental, o sea Ia habi- lidad para ver los peligros in- minentes, es el principio de la estreza tética dal ajedrecista, ‘Sin embargo, {por qué cometen errores increfbles los sjedrecis- 2» ‘a5, incluso los mis destacados? ‘A modo de ejemplo veamos ‘unos casos sorprendentes. En la préctica, os descuidos de los maestros y grandes maes- tos es un fendmeno regular, aunque poco frecuente. EL gran maestro Korchnoi std considerado como un teti- 0 notable En esta posicién puede decir- se que la luche esté en su co- rmienzo, y las blancas tienen mejores perspectives; _conti- rnuando simplemente 13. D2R y, después, C3R, sacarfan venta en Ta Tucha por la posici6n, de- bido al dominio de los puntos SAR y SD. Pero tnen un descuido inex- plicable. No prosiguieron 13. DaR sino 13. CSD??. Evident mente, no advirtieron la conti- nuaci6n: B. Axe Me PxA PoC ‘Aqut pieeden una pieza, 13. PTXP XC 16 BBC _DxED V. DIC ASA 18 ST GAR 1. TR DBR Las acgras mantuvieron su ventaja material y Ia materia lizaron pronto y con fortuna. La prictica enseBia que el nf mero de descuides ireparablet uments considersblemente en cl efragors de Ia kucha y en las complicadas situaciones del me- io juego, donde 1a limitacién 4e tiempo para pensar ocasiona toda suerte de alucinaciones. Zaltzev Geller Rigs, 1968 Piagrama wim. 8 (Cautivadas por su plan ofen sivo falto de realidad en el flan- ‘co de rey, las blancas prosiguie- ron impradentemente: 20, PAAR? Lo oportuno era reconocer 45s escasas posibilidades y pro- seguir 20. PXPR. Sin duda, ad- virtieron que las complicscio- nes redundarfan en favor de lla si sucedta 20... PCXPs 21, DXB, PRXPDs 22, AXP! 0-20, wy PRXPA; 21. AXP, PAC; 22. AXPC, PXAT B. DxP+. Pero no advirisron una po- sibilidad. Se prosigui 2. pexP 21. DxP PXPA m AXP PACT Las negras han atraido a la dama blanca de la diagonal JADTR. 2. PR CCAD 24. DIA CXA 2. PxC | PXP. Bl bando negro rechaz6 las simples amenazas de su adver- sario e hizo real y efectiva su venta 2 ‘Veamos otro ejemplo de la 3. TxD CxD préctica del destacado gran 2% TXP | CxT: masstro Geller. Pero aqut re- presenta otro papel. En suma, las Blancas se que- daron con una pieza de menos Geller ‘Matulorie cn la fase final. Pero Ta aven- Skopje, 1968 tura no terminé aqui: por su parte las negras cometieron al- Diagrama ni 9 ‘unos exrores elementales y co- dieron la ventaja. Por To que 1a partide finalics en tablas sora Sem Semple toe iv, reams el trigico «des Euidon que fore Chigoin en It decisiva partida con Steinitz, vvaledera para el cempeonato del mundo de 1892. Dragrame mim. 10 En esta posiciin se prosigui6: Rn. Psp 23. Pxer En este luger procedia haber jugado 23. CXP, CXC; 24 TXT4, TXT; 3, PX; de ese modo, ol juego se equiibra- ba, Mas las blancas perderin shora una pieza sta posicién se produjo al trigésino primer movimiento, a Txa ‘Las blancas llevan la ventaja de wa TXT CxP ‘un caballo por un pe6n de me- nos, La suerte de la partida pa rea estar echads, pues la vie- toria se lograba simplemente con 32. TXPC, por euanto a 32. » TXC habria sucedido 33. PXT, TXA; 34. P7R, AIR; 35. TLAD, y 032... TXPD se- guiela 33. CHA, Pero Ia partida prosiguié ast: 3a. ace Semejante descuido no tiene cexplicacién, y menos teniendo en cuenta que el alil defendié ef peba 27R en el transeurso de siete movimientos. Aqu{ se da mate en dos jugadas. 2 TxP+ Las blancas se rindieron. De esta manera, Chigorin aca- s0 perdié uno de los puntos més valiosos a lo largo de su carrera ajedrecist {Cudl es la causa de los des- culos? Hay infinidad de ellas a dis- ‘aceién inaata del sujeto; ol carfeter inquieto o la excesiva confianza en sf mismo; la vit 6a combinatoria insuficiente; Ja lenta adaptacin al contenido de la lucha, y asf sucesivamente. ‘Sabido es que los ajedrecis- 2 tas que tienen mis descuidos son aquellos que aprendieron a jugar relativamente tarde, inde- pendientemente de su talento y ccapacidad de juego. Para citar ‘un ejemplo observamos que aj recistas de nota, como Chigo- in y Rubinstein, cometieron cerrores inconcebibles. En cam bio, Capublanca aprendié a jo- gar a los cuatro atios de edad, 4 casi no tuvo descuidos en el ‘ranscurso de su actividad aje- drecista, Ala progunta de por qué se tienen deseuidos se puede con- testar con esta otta preguata upor qué son inevitables los productos defectuosos en toda rama de la produceién? En el pensamiento creador, os descuidos del ajedrecista Wienen a ser el producto defec- tuoso del trabajo de su imagi- nacién. Los maestros, aun los més esperimentades, son ante todo personas, y las debilidades son propias de la especie hu- Sila tucha discurre en condi- clones de falta de tiempo para pensar, el sistema nervioso se altera y ocasiona, a veces, un esfuerzo excesivo y quebrantar mento, Es natural que los des- cuidos se suelan tener en los ‘momentos més importantes del juego. La tniea forma de evitalos ce al jercicio diario y bien corientado, la observancia de un égimen deportivo severo y el fortalecimiento del sistema ner- ‘Métodos de adiestramiento de la visl6n combinatoria En su perfescionamiento, los ajedrecistas j6venes deben aten- der principalmente al desarrollo de sus aptitudes para pensar coneretamente, Lo cual se refie- +, sobre todo, ala visin com binatoria y al arte de calealar las varlantes. Estas dos cualida- des dependen mucho de un ejer- ciclo bien orientado, y su de- a surrollo se logra con el trabajo analitice; para esto, se han de legir aquellas posiciones que estén saturadas de posibilidades combinatorias. Pero téngase presente que el método de ejercicio analitico con ayuda de las manos» no es suficente para el sjedrecista préctico. Pues en el trancurso de la partida hay que caleular variantes mentalmente y en ‘un tempo limitado. For es0, con- viene sjercitarse en el andlisis especulativo, procurando hacer el eileulo con rapidez y exae- titud, Ademés, en dicho andlisis es mecesario pulir la tdctica cal- culatoria, mediante 1a fijacién de las posiciones m4s_ impor. tantes que sirven de punto de partida y que van presenténdo- se en él transcurso del célculo, el cual se debe ampliar todo lo que se pueda La capacidad humana_para clegir un dptimo niimero de va- Fiantes que tengan valor préc- tieo y ealeularlo es To que dis- tingue al hombre de la méquina caleuladora. Esta cuslidad se perfecciona igualmente en et proceso del anéliss. ‘Aparte del anélisis de parti- 4s, también conviene solucio- nar especulativamente proble- mas y estudios con ayuda de los diagramas; sobre todo, es importante la solucign de estu- dios porque contienen general- ‘mente un complejo de proble- mas téetices, y su anilisis es Gul para el estudio de los fina- les de partida ‘Veamos un ejemplo, cuyo autor es A. P. Guliaiey. Esta posicién es artificioss; cn ella ganan las Blancas, cuya ventaja material et coasidera- ble, A pesar de lo eual han de tomar medidas enérgicas ante ft peligro de que las negras tansformen sus peones 7C y 7 en dama. L GR Ditiase que este movimiento despeja la situacién, por cuan- to impide 1a conversion de los peones citados. Pues a ns PBC=D tucede 2. ASD-+, DIC; 3 CxD, PXC; 4. THT, y asf sucesivamente. A las negzas tampoco les da tiempo de traas- formar su pedn 7T, porque a 1 + RBC puede seguir 2. CAC, PET=D; 3. TRY, y las negras 25 no pueden defenderse del mate. Sin embargo, todo esto es Musorio. Lot ‘aeontecimieatos principales se desarrollan en tuna defensa mis eficaz: L PBAL 2 AIC PAD 3. Trp La torre se propone trasla: arse a la primera horizontal, para tomar parte en el ataque con que se daré mate. Con todo, Ia solucién del pro- blema no estd a la vuelta de 1a eequina. El challazgo» de las siguientes partes de este estudio roquiere una visién combiaato- sia bastante desarrollada 3. es Pac ann Se ve claro que los movimien- tos de las megras van a ser for- zados. Desde luego, no se pue de hacer 4. DXC, debido a 5. AAR! mate. Se diria que la Jucha esté de- cidida; pero las negras tienen tun ingentoso recurso: 4 pict ‘Ahora, todas Iss piezas ats- 2% cantes, a torr, el afl y el car Dallo, han de permanecer inmé- wiles en sus posicfones respec- tivas. (Mas tienen una pieza I bre, el rey! La victoria se al- ccanza con el movimiento: & Rar! Los dtimos movimientos re- presentan un curioso_tiroteo con igualdad de oportunidades. a « z & AIAS AD AIRY DIA psc DIA+ psc Ahora va producise el de- enlace 9. ASAT mate, Todos los métodos de ejercie ios del razonamiento conereto {que hemos enumeredo son muy importantes, aunque ausiliares. Porque el maestro principal ha de ser la préctica. Las lecciones e téctica hay que tomarlas en proceso de la partida yen el consecuente andisis de la mis- ma, Al jugar y-analizar una partids, es stil anotar las ¥a- Flantes, ealeuladas en el trans- curso del juego, y los errores caracterstioos que se observen durante el andiss, Hay un largo trecho desde que se aprende a solucionar problemas y estudios y a com- prender las combinaciones de Jos maestros hasta que uno pue- de realizar sus propias combi- naciones. Y no sblo se trata de esarrollar Ia capacidad para combinar, sino también para dirigir le partida por wa cauce estratégico determinado. Para lo cual el ajedrecista ha de s2- ber seatir la posicién. Es nece- sarlo aprender a valorar con precisién y objetividad las posi- fiones que van_presenténdose durante el juego y el anilisis posterior. Precisamente vamos a bablar de allo BI valor reciproco de las plezas Los sjedrecietas empiezan su aprondizaje con la escala de va- lores correlativos de las piezas. Ya en las primerat leciones, el aficionado sabe que el peda os la unidad de medida en dicha scala. La pleza menor, see balla 0 alfl, vale 3 unidades: Ja torre, 45: la dama 9, y el rey se halla en una situacién special, por cuanto es dificil eadueir su valor en eifeas en la apertura y en el medio juego Pero en el final, donde rara vez se halla en trance de mate y es tuna plezs activa, ew equivalen- te numérico es 5 unidades Bn la prictica, el ajedrecista pronto saca la consecuencia de ‘gue la eseala de valores gene- ralmente admitide es bastante convencional y exteasiva. Con todo, no se puede prescindir de clla por ser el primero y casi ims importante punto de orien tac. Queremos atraet la atencién el lector a ciertos problemas roferentes al valor real de las iezas BL caballo y el afi Cul de estas piezas es mis forte? Esta cuestion ha preocupado slempre alos ajedrecistas de to- das Tas categorfas. En cualquier manual se pue- de leer que cada una de estas dos plezas equivale a tres peor ” Pero si se profundiza en la fuerza correlativa de cade una de lls, no seré diffell desc brir una serie de detalles que ‘nos autorizaré para decir que tal equivalencia es inexact Los alfles son muy podero- sos en sus acciones de largo a: Stcharov __ Chierepkov XXXVI Campeonato de la URSS. (1969) Diagrams mi. 12 Los alfiles blancos hacen un papel decisivo en la relizaci6n del atague. 35. AMPH RKA 360 TXT) | AXT 37. TAT +. 2B Y las negras sbandonzron por que 237. wu RIC sigue 38. TOT, RXT; 39. DOT + y 40. DxPI mate. Al propio tiempo hay muchas posiciones, en que los caballos tienen una potencia colosal Esto ocurre particularmente ceutndo la contienda se desarro- aa corta distancia, El salto de estas piezas es tan peligroso como inesperado. ‘A este respecto yeamos un caso aleccionader. Kholmov Keres XXVI Campeonato de la URSS. (1959) Bi bando negro no advirtis ct peligro y jue a AAD? Ao que sucedi6 el inespe- rado salto de caballo: 12, C6AL ‘Ahora se ve que no coavie- ‘ne responder con 12... DXD, porque sigue 13. TXD, A2C (0 A2D); M4. CSD, y no se puede Ve uy AXG, debido a 15. CAS, RIA; 16. CXT. 2 pe 13. CxPRIE Este caballo hace maravillas. Seguro que en la vasta colec- cign de combinaciones hay po- ‘cag de ellas en que un caballo rmanifieste un poder tan des: Bw Rx ‘Tampoco es mejor Bs.» DX, pues sigue 14, CSD, « Io cual no se puede responder con 14, D2D, porque sucede 15. AXC y 16 C6A+ y las 6° sas plerden Ia dama. AKC AXA 15. DIA AICR 16 GDH RID a Be ‘row 3c! ac La potencia del caballo hace que las negras no puedan evi- tar una pérdida de material con- siderable 1B Bw 2. 2. 2 cxe DXxPAR TxD+ TxA. ASAD Pxc AXER AXT Y tas negras no tantaron en rendirse. Entonces, qué pieza es més fuerte, el lf] 0 el caballo? Depeade del carécter de la posicién. Los alfles tienen un fran poder en posiciones abier- tas; por el contrario, los cabs os son muy fuertes en la u- cha a corta distancia y en po- siclones cerradas. Queremos sefialar algunas condiciones complementarias (que ha establecide Ia prictica y que se deben tomar en consi- eracién al valorar el poder re- cfproco del alll y del caballo. 1) La potencia del afl a lar- 2 distancia se pone de mani- fiesto cuando ol juego se de- sarrolla en fot dos flancos y en la fase final de 1s partida, » 2) La importancia del caba- fio aumenta en las posiciones ccerradas en que las cadenas de ‘eones no tisnen movilided; so- bre todo, cuando el alfil «due pleas Ia sceién de sus peones, fe decir, cuando ae ve forzado a limitar su movilidad a Ja de sus peones; por lo tanto, es in- ferior al caballo en este c350. En el curso de la historia del ajedrez. ha habido dos tenden- cis entre los grandes maestros: ‘unos han preferido jugar con los alles y otros con los caba- Tos. El notable ajedrecista ruso M. L Chigorin fue partidario de los caballos hasta el punto de formar una serie de sistemas de apertura, con ellos. Ea eamblo, sus competidores, Steinitz Tarraseh, preficieron los alfles. Entre los contempordineos tam- bidn bay diferencia de opinio- nes: B. Spassky y M. Tal pre- fieren los alfles, y T. Petrosian se muestra partidario de los c3- ballos. ‘Los cambios acertados Y desacertados Hoy en dia, el cambio de pie zas es un importante método de juego de posiciones. A la pregunta: «2En qué coasiste la tan pregonada ventaja de la pax reja de alfles?> un destacado gran maestro contests: «Esta ventaja es real y efectiva cuan- do la situacién aconseja cam- biar uno de los alfles propios por un caballo del contrin- cantes, Veamos un caso instructive perteneciente a la préctica de los ajedrecistas jovenes. CChechelian Kachaiev ‘Campeonato de juveailes de la ‘Unién Soviética, 1969 LPR BR 2 PD PD 3 @D GAR 4 BR = CRID 5. PAAR AAD 6 BA GAD 7. CDA DBC. & OR ‘Tras estos conocidos movi- mientos de Ia defense francesa, cl bando negro no prosiguié de- sarrollando la apertura median- Le Bag PXPY 9 vy ABC, sino que hizo le siguiente ma. siobra con el caballo: & PsTR 9. PICR CAR? so no se puede considera de decisi6n sin un plan conere- to. Las negras quieren situar este caballo en [a casilla 4AR, para reforzar el flanco de rey Yy proseguir luego C2D-1C-3AD, PSCR, A2CR y 0-04, levantan- do as! un bastin seguro, iPero ft tiempo es muy valioso en el ajedrez! El conocido maestro S, Belavenets llama al ajedrez stragedia de un tiempo En el caso que nos ocapa es precissmente la falta de tiempo Jo que malogra el plan de las negras. wo st PIC 1 eo ore Diagrama mdse 18 12 Axe! Este cambio es oportano y tiene por objeto abrir el centro. 2 PCXA 1 PAAL Esta idea es excelente. Apro- vectando Ia desicerteds posi- clén de las piezas negras y et retraso en su desarrollo. las blaneas empieza una fuerte cofensiva en el centro 3 3B. PAXP. AB. .., PDXP sucede 14, POD, y a M4. ..., PXP sigue 35. DxPI; as, la alclativa de Jas blancas serfa contundente, MPXP AGA, ‘Tras haber empezado a ope- rar en el centro, las blancas te- nfan que haber contado con la variate Mou POD; 15. 24D, AGA; 16 ABR, y asf su cesivamente. No se debe olvidar nunca el lado téctieo de cual: quier plan, 1. C2xP AKC? Este cambio es totalmente esacertado, porque los exer ques negros de las negras care cern de defensa. 16 CxA PXP. Vv. GR CHA 18. GCI Este movimiento causaré a las negras la pérdida de una pie- 2a Se puede afirmar que la con- tienda ha terminado, 1. Bsr W. AxXC BCR 2. DxP PXP 2 TDD PXP+ 2 RIT ARR 23. DxP ‘Aqui, el bando negro depuso las armas, Lo que va de un cambio a otro! Se deben cambiar solamente aquellas piezas del contrincan- ‘t que ocupan posiciones impor- tantes, y se ha de tener cuids- do en no cambiar las piezas propias que puedan ser necesa- vias y stiles para una situacién dada, BI sacrificlo por la posiciéa Et juego de posiciones no se debe contraponer con el téct- co. La entrega de material pue- de correr pareja no s6lo con lo combinatorio. Con frecuencia, ‘uno de los bandos se decide & 2 saccificar material, para hacer- se con la iniciativa o sacar otras ventajas de la posicién, aun cvando no se puedan prever las consecuencias de tal sscrificio. Griinfeld Spielmann Sopron, 1934 2 Parte Esto es el principio de una admirable combinacién. Obser- vemos que 1a continuaciéa 12. su CBA es apropiada para pro: seguir el juego posicional. Al tomar su paradéjica decisién, lag negras intentaron aprove. char el ventajoso desarrollo de sus piezas Tal devisién entrafia difieul- tades cuando la posicién es ce rad; con todo, decidieron pa: sar, al juogo abierto a costa de importantes pérdidas materia es, 1. PAP CXxP! De esa manera, se entrega Himpiamente uaa pleza. Con cesta combinacion se intenta que al rey blanco permanezea en el centro, Las blances han de acep- tar Ia eitacién al desafio; si a0, aM. AIR podria suceder 14. » CAL MPxc PSD La combinaciéa del bando negro es intutiva. Lo cual prue- ba Ta observaciéa hecha por sa ‘autor, el gran maestro Spiel- mann: «La justifeacién de la centroga de este caballo no se puede demostrar analiticamen- te, En una partida por corres: pondencia, dicha entrega quiz sea impugnable; pero casi siem- pre da buen resultado cuando uuno lucha sentado al tablero y hha de cefirse a Ia limitacién e tiempo para peasar ‘Luego prosigue diciendo: «Si cada entrega de material se le exigiese una justficacién, de- ‘mostrada Incondicional y anali- tleamente, habria que borrar to- os tos elementos que constitu: yen ol riesgo en el juego del ajedrez y admitirs6lo los ima inarios, es decir, aquellos que no se pueden coasiderar como sacrificioss 3 ca 16 vv. 8 1. cw PAR cory DsTR AIR? AXPR AXPR AaD Convenia haber jugado 19. RID y, ea el caso de 19, AXPTD, 20. A4AD, mante- nieado asf la capacidad defen- siva de Ie posieién, Ahora, el bando negro tiene medios para Iniciar un atague arrollader. vw. Poot Esto se lama sacrficio sibe- radors, segin la terminologla ‘sada por Spiellmana. Después de 20. xP, TRIR, to serfa oportuno proseguir 21. 0-02, puss sucederfa 21. 4 ASD-+1, recuporando 1a pieza, 20, sta maniobra es contundes xP, RIA TR ca, ICR TR AxPCD! ter a 25. ASD sucederfa 25. ..5 Tcl. 25. u PsTR Eq el caso de 25. D3AR, la contiauacién 25. 1) TXAK 26 DxT, ASAI dociieia el resul tado de la partida 25. 26. ASCD 2. 8 AxT psc DIR Txt} ‘Ter! Después de 28, DBC+, R2Ci 2._AMC, AMAL; 30. AXA, DST+, se da mate a las blan- cas en pocas jugadas 2. 2». 30. aL. 32. 3. 4 RxT RID TR AR AXA RIA TxA+ Dxc+ AXPC GAS AGAL DxA+ AXT Y¥ las Blancas se rindieron, EI sactificio de material por 1a posicién suele ir acompafado de otro problema estratégico; esto es: el earécter de Is lucha de plezas dlstintas. Por ejem- plo: 1a dama contra una torre yuna pleza menor la torre con tra una pieza menor y un peédn, testers La pérdida de material, oce- sionada por la entrega del mis mo, exige una compensacin. bis imprescindible disponer acti- weamonce las plezas, para lograr Ia iniciatva, Si esto se consi ‘ue, 1a contienda suele tener un earicter téctico muy contun- dente y complejo en Ta. valorae cidn el contenido de a posi ci, Najdort Ragozin Estocolmo, 1948, Diagram mi, 18 Ante el peligro de CxP-+ DXC, se dirfa que las blancas pueden sostener prolongada- fonte la iniistiva. Esto hace ‘que sea mis interesante el brus- «0 cambio que Ias negras pro- rmueven con el sacrificio de la ‘mente sus posbilidades si prosi- ‘goen 10, ASCR, DXB; 1. C3A, ABR; 12 AXC, PXA; 13. CAR, DAR; 14, CXA, DXC; 15. DBAL, como sucedi6 en Ia partida Schamkovich - Aronin, Moses, 1962. ‘Advertimos de pasada que el bbando negro no encuentra di- ficultades si el blanco opta por vuna tdetica lenta y reposada; por ejemplo, en la variante 5. PSD, PSD; 6 AIR, C2D; 7. CDR, 0.9; 8. P3A, CARI 0 5. 139 GBA, PSD; 6& PMD, PXP; 7. xP, AD. El légico plan ofensivo PAD. y PAD de las blancas en el cea- ‘uo entrafia mucho peligro para Iss negras. ‘Aqui = oportuno comparar dicho plan con una de las an- tiguas y populares variantes de Ja apertura italiana, donde ol blanco también Intenta atacar por el centro y el negro efec: tia el contragelpe PADI; con- tragblpe que es més dificil de ffectuar en la apertura espa- fla, ‘Comparemes, por ejemplo, 1a variante de te epertura italiana . PAR, PAR; 2. C3AR, C3AD; 3. AGA, ASA: 4. PBA, CA; 5, PHD, PXP; 6 PXP, ASCH 7. ADD, AXA+: 8 CDXA, 9. PXP, CXP 06. PSR, y el juego se cequiliraligeramente) con el anflogo propésito de Iss negras en la apertura espafola: 3... AAA; 4. P3A, C3A; 5. PAD. Y la respuesta 5... PX ya no es suficiente para igualar el juego, pues of centro de las Dlaneas adquiere gran fuerza después de 6 PSR, CAD; 7. 0-0, 0.0; & PXB, ASC; 9. ASAD, 32K; 10. ASCR, DIR; 1 DSC, P3AD; 12, CD2DI; como 140 sucedié en la partida Smislor - Barcza (Helsinki, 1952), 0 de 6 PSR, COR; 7. 00, 04; 8. PXP, ASC; 9. PSD, C2R; 10. AID, PAAR; 11. CD2D, C4A; 12. P6DI, con ventaja de las blan- En Ia sitima de estas dos va- rlantes, Ins negras pueden op- tar por la siguiente continua- cidn de gambito: 6 .., CBR; 7. 0-0, PADI; 8. PXP 2p, 00; 9. PDXP, D3A; pero, lo mis- ‘mo que en la pertida Stein - Spassky (KXVIDL* campeonato e la Unién Soviética, 1961), n0 se compensa con nada la des- ventaja de un peén, después de 10, AXC, PXA; IL PXP, ASD; 12. THR, AGAR; 13. C3A, TRIR; M4, CXC, AXG IS. ASC, AXC; 16. TXT +, TXT: W7, DXA, DXD; 18. PXD, AXPA; 19. TIAD. Por lo tanto, el plan ofens- vo de peones en el centro es cl mas peligroso para las ne- gras; Ja préctiea ha demostra- do que el verdadero plan de tas debe consist s6lo en el contrajuego de sus pieza, y las diversas posibilidades técticas tienen mucha importancia en la defensa activa. ‘A partic de la posicidn refle- jada en ef diagrama 71, 1a var ante 5. PIA, 00; 6 PAD, ABC: 7. PXB, CRXP: 8 DSD, C4A; 9. ASC, C2R; 10. DAA’ se consideré mucho tiem- po como la mis peligrosa para las negras. Y ast, el staque de las blan- cas es casi irechtzable si sue cede 10... P3TR; 11, DATRI, TUR; 12, AXPT, y las negras Aifcilmente equilibran el juego si oourre 10 ny P3AD; LI. DETR, TIR; 12. A4AD, PAD; 1B. PXP a. p, DXB; Mi. AA. ‘A pesse de lo cual las negeas pueden neutralizar pronto la Injelativa de las blancas, como se comprobs en la partida Gi- plis ~ Suetin XXXL" campeo- rato de la Unidn Soviética, 1963): 10, ..g P3TDI; I. DATR, SCH 12 AXD, CxD; 1 AXG, PXA. Tras esto fueron las blancas las que tuvieron que buscar la forma de equilibrar juego. En le pertida Geller - Spassky (Leningrado, 1962), las Blancas Ro jugaron 10. DMA, sino que pretendieron luchar por Ia ven- tala mediante 10, DID. Suce- i610, 24 CSR; ML. AATR, PAD; 12. CD2D, F3AD; 13. 13. ABD. Pero lat negeas tam= bin igualaron las posibilidades, fon un juego faventivo y tet 0, y consiguieron buen contra juego: 13... AAARY 14. D2A, CXC; 1S. AXA, CXCHE 16. PxC, RIT; 17. TDIR, D2A; 18, AST, TDIR; 19. PAAR, PAARI; 20. PXP a. p, CIC. Puede que el lector se pre- gunte con raz6n: jpor qué el sistema 3. ., ASA es relative ‘mente poco popular? Pues 10 se ve que las negras se encuen- ten con dificultades en las va- tes citadas Francamente, la defensa de las negeas no es fil en la préc- tica de los maestros y grandes maestros; por otra parte, éstas corren mas peligro cuando las blaneas van ejerciendo presion ¥¥ no se apresuran en forzar los Bcontecimientos: 1. PAR, PAR; 2. CAR, C3AD; 3. ASC, ASA: 4. 040, C3A; 5. BBA, 0 PéD, ASC; 7. ASC, PSTR; AATR, P3D; 9. PATDS En ‘esta posicn, mo con viene 9% ..y PSTD, por 10. AXCD, PXA; I. TIR, ASC; 12. PST, A2T; 13. PXP, PXP; M4. DxD, TDXD; 15. CxP, PAC; 16. ASC, XP; 17. CXPSAD, y Ia situacion de las negtas no es muy buene. Por ello, a 9, PATD doben responder con 9. PATD, si bien las blancas jugando 10. ma ‘TAR les obligan a ceder el cen- tro: 10... PXP; I. CxP, CXC; 12. PXC, PAC} 13. AIC. Aguf ya no es suficente res- ponder 13. .. PAD, debido a M. PXPL, CxP; 1B. GA, PSAD; 16 AAD, ASR; 17. ‘CARI, y Las blaneas mantienen suficieate dominio. Esto se ‘comprobs en la partida Glige- ric = Zuidema (XVI Olimpia- da, 1968). La prictica de tos grandes maestros atin no ha dado su dl- tima palabra a esta variante, pues la continuaciéa 3. ‘ASC merece ser tenida en cuenta Tal ver a las blancas les con viene mas jugar 1. AXC3ADS, PXA} 12, CXB, eteétera. ‘Todas estar disousiones te6- ricas y de aalto aivels no de- ‘ben confundie al ajedrecista jo- ven. Sefalamos que los siste- mas antiguos son més vulnera- bles que los modernas en la prctica de los maestros; a pe- sar de todo, Ia solider tedrica de los primeros es suficente para el aficionado. jAdemés, ‘éngase presente que 13s negras se encuentran con dificultades tedricas, tanto en las aperturas fntiguas como en las moder- ast a En cuma, el sistema 3. AMA; 4. 04, CBAR susle cco Sionar posiciones interesuntes y enas de juego combinatorio € intensive, Evolucién de las ideas de ta apercura en el medio juego Para comprender bien la aper- tra es muy conveniente obser- var el desarrollo de las mismas en el medio juego, 1o cual se ogra iavestigando enteramente Ia partida La apertura esti estrecha- ‘mente ligada con el medio jue- 40. Los resultados de la movie Tizecién determinan el carécter de Ja contienda en el medio juego, y el juego segin todo es- ‘quem concreto en la apertura determina el cardeter de la mo- vilizaién. Examinemos clertoe eases ‘que caracterizan el paso de la aperture al medio juego en et sistema 1. PAR, PAR; 2. C3AR, C3AD; 3. ASC, AMA. EL siguiente ejemplo revela aque uno y otro bando corre pe~ Tigro con esta variante tensa. Basta que las Dlancas no valo- ron debidamente sus posible des para que paguen las con A. Kuznictsor —_Spassiy Kislovodsk, 1960 1 PAR PAR 2 GAR GAD 3. ASC AMA, 4 00 GA 5. CxP exe 6 CxPAr! Esta decisién es extraia. Em- pieza un tenso juego de piezas. Las blaneas hacen que el rey negro salga al centro del tax blero; pero el blanco no tar- dard en inguietarse. 6 Rx 7. DST+ PC. & DSD+ — RIC 2 Axc | TIR 1. AT PIA ML DD DST Se ha legado al interesante momento en que se pase al me- io juego. Las negras lucha intensamente por hacerse proa- ‘tm con Ia iniistiva; pero en el fragor de la contiends 20 han advertida el movimiento UL... D3C!, que probablemente hue biese planteado problemas inso- lubles a las blancas. Vedios: 12 PACD (esta continusciin pa race ser la mejor), AXP-+5 13. RIT, ASD; ahora, las negras tiene probablidades de ganar, tanto si se prosigue 14. CA, AXG 1B. PXA, C7AtS 16 TXC, DXT como M4. D3AR, CIA+. La continuacion UL. D3A es menos convinceate, por ‘cuanto sucede 12. D3ARI y, si 2... DXD; Be PX, CXP2A} 14, RIC, y les bln cas superan las diffeultades. 1 BCR ST B. PACD CXP2A, 1 DBA+ RIC 15, DXA? Las blancas no dan con 1a verdadera solucié téctice. ¥ la continuacién 15. PXAL, CSC; 16. ASC4, PAD; 17. PXP+ 2 py ABR; 18. T2A hubiese creado una situaciéa muy con- fuse El ataque de las negras seré lerechazable. Be csc 16 ASC} PAD 1. AXP ABR 1 TRA+ RIC Los dos bandos compiten en fl arte del juego combinatorio, La respuesta 18, wy TXT es ‘menos clara, porque oeurre 19. 43 AXA+, TRA; 20, AXT4, RxA; 2. DIA+, RIC; 2. DAD+, eteétera. Las negras realizan con pre- cisién el final, W. Act RST 2. TXT TXT 2L AAR DxPT+ 2 RIA DxPC Be AKC ASAG! Y las blancas.sbandonaron, EI estudio de los momentos de transiciéa de la apertura at ‘medio juego muestra que el re- sultado de la Tucha puede a ve- ces estar ya decidido cuando tuno de los bandos sale de la apertura con ventaje impor- tate ‘A menudo, un golpe téctico inmediato es el nico medio de imaterializar La ventaja, En ef sjemplo precedente, las negras esaprovecharon Ia eficaz_imn- pugnacion tdetica 11... DICE Y se encontraron en una situa ida difil; situacién que hu- biera sido ain més difell si las blaneas no hubiesen come: ‘ido un error en el décimoquin- to movimiento, La lgica ajedrecista enseia que ol epecador» suele padecer 14 las conseeuencias de sus desa- ciertos. Desde Tego, no es ffeil hae lar 1a impugnacién adecuada, Bn el ejemplo precedente, 1a mala situacidn de las blancas se debio a su errénea estrate- ia; esto es: el prematuro in- teato de aprovechar Ia inicia- tiva en el juego abierto, lo que ‘provocd la poderosa acciéa re- ciproca del adversari. En este sistema antiguo, el juego correo- ‘to forma posiciones de lucha tctica. Lo cual exige del ban- do que esté a Ia defeasiva mu- cha perspicacia © inventiva ‘combinatoria, Boleslavsky O'Kelly Bucarest, 1953 LPR PAR 2 GAR GAD 3 ASC AMA 4 BA GA 5 00 oo 6 PD AC 7 PxP CRXP & DD CHA 9 ASC | OR 10. DAA GR Como se ha dicho, eo esta ion es mejor jugar 10. ‘cuando se jug6 esta partida la defensa de las nogras estaba ‘menos estudiada que ahora. Ta temprana apertura del centro es lo que caracteriza cesta varlante; esto ocasiona un juego de piezas tenso ‘Las blancas han finelizado a apertura y tienen Ia inicatva pero la materialzacién de la ventaja que tienen en el de- sarrollo de sus piezas depende Ge las variantes concretas, pues fo que las negras mo thenen puntos vulnerables en su eam- po. El desarrollo posterior de Tos acontecimientos muestra que el bando negro tiene re- ‘cursor suficientes para. defen: derse, a pesar de la ventaja del blanco, Le contundente lucha de piezas es el motivo predo- sminante; en ella las negras han do errochar inventiva en la Dbésqueda de posibilidades tée- 1 AgTR apt 1 PXPap DXP 13. cpa CHAR Era necesario retirar el ca boallo de la casilla 2R; las ne ‘Fas tienen que ir rechazando las amenazas directas, CHR SA 1. ASC Diagrama nim 72 No se puede jugar 15...» CXA?, por 16 C6A+ y lat nnegras pierden la dama; su si- tuaciéa es dificil, pero’ tienen posibilidades de salvacin. 1 on csp 1 cxe La continuacién 16. AXD, CxD; 17, AXP, CxP; 18. AXA, PXA; 1B. PATD, CZAI no offece ninguna ventaja real a las lances 6. xc v. TDD DIA 1 AIR 145 Las blaneas orientan el jue 40 hacia ef final y mantienen a fniciatva, que Tes negras eutralizan, y se defienden con Ia inventiva y orientacién ante- ormente mostradas. B vw. 20, AxD PxA Dxp AXA, TR I bando negro tiene diffeul tadet en Ia movilizacién del ‘Manco de dama; situaré la torre en el punto 2R, para defender cl 2AR y la segunda horizon- tal; esto faciltaré el desarro- No del alfil a través de Ia ca silla 2D. a. 2 2B. m. 2B. 26, PAR PSR car. A TxA TLIAR RIA TR caer AXC GR FE blanco no ganabs con pro- seguir 26. AXC, TXA; 27. TID, porque bubiese sucedido m, 6. 2. 28, 2. Ms 4» TAR. TS3A, AXC ™ BCR RC PxA, TIAR Y se acordaron las tablas. Quisiera volver a subrayar que mis recomendaciones, 0 ‘més bien ilustraciones, son extremadamente condicionales respecto del tema eLa defensa de las negras en la apertura 05- ppafiolan, Pues al principio con- viene rebuir la variante 3. .» POAR?!, la antigua defensa Steinitz 3... P3D, Ia variante Derlinesa 3. ny CAR; 4 00, CX, a 3.) PIER entre las snumerosas sutlezasestratégicas modemas. ‘Cada uno de estos sistemas ‘se puede practicar siempre y cevando sea det agrado del aje- drecista; pero cada ver convi re estudlar las estructuras mis ‘importantes relacionadas con el medio juego. Ponemos punto final al tema Bl laboratorio del. ajedrecis- tas, a pesar de ser muy amplio. FE ajedrocista tiene que traba- jar y estudiar mucho si quiere perfeccionarse; esto significa que Ia investigacin es inmensa en este campo, Por elo, el autor ha propuesto sélo algunos pro- blemas y ha indicado la forma de resoivertos. Lo mismo que otro trabajo en que iatervengan el tablero y las piezas, el de laboratorio es muy interesante; pero los aje- Arecistas j6venes no siempre ‘comprenden el mérito que tie- ne. Si este libro les ayada no s6lo a comprender lo vt del trabajo analitico sino también ‘8 experimentar su atroctivo, ef autor verd satisfechos sus an- helos.

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