3-4 Leenhardt: La tarea crítica 4-5 Mántaras: Fusilando· algi·a ·6-8 Rama: Democratiza
ción de la. sociedad (inédito) 9 Escalante: Necesitamos un tiempo de paz/Migdal: Generosi
dad frente a lo nuevo 1o Schinca: Testimonios 10-11 Cobo Borda: Visto por un colombiano
Angel Rama
El 1° de marzo de 1985, en el marco del inicio democrático, se
~nstituirá formalmente la Fundación Angel Rama, cuyo propósito
inicial es orc!enar el archivo y la biblioteca de Angel Rama, fallecido el
27 de noviembre de 1983, en el momento más fértil de su trabajo
intelectual. Precisamente es con la intención de organizar a partir de su
Jigura y de la perspectiva latinoamericana de su proyección, uncen tro
de estudios, un. archivo y una biblioteca, que la Fundación se
· establecerá de manera regular a partir de una fecha que es más que un
símbolo para todos los uruguayos. La edición de La ciudad letrada y la
inminente aparición del último ensayo de Rama, Las máscaras
democráticas del Modernismo, han sido el prólogo, en.cierta manera, de
la actividad de fa Fundación. La recomposición institucional del país, la
recuperación de la libertad y el ejercicio del pensamiento serán el
ámbito indispensable para que la tarea intelectual de todos se acompase
con la reinvención del país, tarea de todos también. De ahí que a poco de
un año de la muerte de Rama, y en momentos en que el país enfrenta su
momento más difícil pero también más esperado, esta Separata dedique
sus páginas a la personalidad de Angel Rama, un múltiple intelectual
uruguayo que para las nuevas generaciones es un nombre ausente pero
cuyas raíces están fuertemente implantadas en este país, lejos del cual
/""''~;,·
murió.
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V
einte af'íos atrás, Carlos Real taron al perfil de Rama: la profundi- visión histórica a ver el sucederse de las antípodas de la especialización que se
de Azúa trazó con destreza zación y el perfeccionamiento de sus generaciones, conscientes de que la vida cultiva en la academia universitaria, y si
el retrato de Angel Rama al pre- concepciones literarias, la experiencia humana es, como todo ciclo biológico, bien en los últimos años enseñó en diver-
sentarlo en su Antología del en- internacional en la que destacó como perecedera, la desaparición de un hom- sas univer:¡idades norteamericanas
sayo W'Uguayo contemporáneo:" Atraído pocos intelectuales de este siglo y que lo bre como Angel Rama resulta un de- (Stanford,Princeton,en especial Mary-
igualmente por la literatura y por el llevó a viajar y conocer de primera mano rroche fatal de inteligencia y talento que land), nunca se desligó de esa necesidad
cálido, urgido vivir, desde los tiempos de la realidad social, política y cultural de la historia ni la naturaleza deberían per- por romper las fronteras que los estu-
Clinamen (1947), Angel Rama impuso en innumerables países, la amplificación de mitirse: su pérdida es ciertamente aciaga diosos de la literatura se imponen a si
los medios de la nueva generación un es- su conciencia americanista de la que es para la cultura latinoamericana. Jacques mismos, y apeló continuamente al co-
tilo personal tejido por la multiplicidad ejemplo notable la dirección literaria de Leenhardt lo dice con términos exactos: nocimiento plural de la historia, la so-
de sus ambiciones creadoras, la labo- la Biblioteca Ayacucho, y la propia obra "Angel Rama ha muerto, y en el fondo ciología, la psicología, los estudios del
riosidad casi inverosimil, el dinamismo crítica, aún en gran parte dispersa pero de mi corazón tengo el sentimiento cer- lenguaje y la antropologia. Por eso, uno
torrencial, la curiosidad y vastedad de que él mismo había comenzado a re- tero de que América Latina ha perdido a de sus últimos libros, Traneculturación
las lecturas, la viva atención por los con- copilar orgánicamente en una serie de uno de sus más preclaros hijos, a uno de narrativa de América Latina, no sólo
tactos sociales y humanos que la lite- libros durante la década del setenta: sus patriotas, a uno de sus padres fun- "emplea" las herramientas de la moder-
ratura, inexorablemente, establece. Pero 1972, La generación crítica; 1975, Sal- dadores". Si es cierto que la mirada na antropología sino que elabora un
no es una textura monolítica la de Rama vador Garmendia y la narrativa infor- ajena, la mirada otra acierta a veces en lo nuevo sesgo de. fa critica, inédito hasta
(¿cómo podría serlo una d~ su tipo?) y no malista; 1976, Loe gauchipolíticos que nuestros ojos acostumbrados no entonces, para comprender ciertos fe-
parecen faltar en él los conflictos, mo- rioplatenses y Los dictadores latinoa- pueden ver o ven borrosamente, hay que nómenos literarios localizados (Ar-
vimientos pendulares entre el entusias- mericanos; 1982, Transculturación subrayar la afirmación de Leenhardt guedas, la cultura andina), a través de la
mo y el reclamo de la estrictez, entre la narrativa de América Latina y La novela pues no se trata ni de un ditirambo ni de epistemología antropológica, sin la cual
pasión por la lucha social y la noción latinoamericana. Panoramas 1920-1980; una hipérbole, sino de algo mucho más jamás habría llegado a sus conclusiones
exigente de los fueros de la obra de arte, 1984, póstumo, Literatura y sencillo e inmediato. Y es que a través de originales. Y esto no en virtud de una
entre el reclamo axiológico espµitual¡ la Clase social y La ciudad lettada, amén de su ejercicio critico, y en particular de su posible o verdadera multiplicidad de
horizontal, trepidante hospitalida a varias antologías de Arguedas, de gran tesón reinterpretativo de la cultura "intereses" intelectuales sino, ante todo,
toda experiencia". Y conduyendo un primeros cuentos de escritores lati- Rama nos ha permitido apreciar de modo porque su cosmovisión exigía una in-
recorrido por la diversidad productiva de noamericanos, de la nueva narrativa, de diferente, original, nuevo, el continente tegración interdisciplinaria, fa única que
Rama, incluido el teatro en el que dejara Rubén Darlo, de la poesía gauchesca, y, que habitamos y la cultura de que for- pudiera permitirle una auténtica síntesis
al menos tres obras (La inundación, claro está, su libro fundamental sobre mamos parte. La vinculación que él conceptual e histórica.
1958; Lucrecia, 1959; Queridos amigos, Rubén Darío y el modernismo (1970). siempre establecía entre historia, rea- Creo que es a la luz de esta hipótesis
1961 ), la narrativa (¡Oh, sombra puri- Puede afirmarse sin lugar a duda que lidad presente y ex.presión artística, en donde se perfila con mayor luz el proyec-
tana!, 1951; Tierra sin mapa, 1961),la Angel Rama se encontraba en el ápice de vez de restringirse a un fenómeno li- to intelectual de Angel Rama y pueden
critica teatral y ante todo la literaria, Real su madurez intelectual, trabajando terario, se amplió a la consideración del valorarse mejor los frutos que había em-
de Azúa sehaciaecodeunafraseelocuente apasionadamente como siempre, pre- ser latinoamericano, a esta esencia o pezado a cosechar. Es aquí necesario un
aparecida alguna vez en el semanario parado para dar grandes libros sobre la modalidad histórica que ·llamamos con poco de historia, para ver, por ejemplo,
Marcha: "Se sospecha que no duerme cultura de nuestra América , cuando el dicho nombre. Esto se transformó en su su salto de la perspectiva nacional y
nunca". accidente aéreo de Barajas, el 26 de perspectiva, en su campo operatorio, en universal, a la pere:pectivu americana.
Este retrato (del gue he citado sólo noviembre de 1983, clausuró su vida y su tema. Representando él mismo muy Como muchos otros intelectuales Rama
un fragmento) se confmnó y amplió en por ende un itinerario intelectual que no ilustrativamente lo que llamaba el modo descubrió en la década del sesenta la
las dos décadas siguientes sm que había cumplido aún su ciclo natural. de producción intelectual latinoame- necesidad de trabajar la identidad la-
pudiera nunca desmentirse. Lo que en él Pocas veces una muerte habrá de ricano (a diferencia del modo de produc-
faltó fue lo que esas dos décadas apor- ser tan lamentada. Habituados por ción intelectual en Europa o en los Es-
~·Montevideo. viernes 22 de Febrero de 1985 2
. Más importante es citarlo cuando en el una sola -biblioteca que asemeje a la el manejo de sus herramientas meto·
mismo texto se propone definir su papel Ayacucho, en disponer de todas nuestras dológicas y en el procesamiento teórico;
tinoamericana, puso el énfasis en ella en la crítica literaria de Marcha entre obras; bien sabido es que las mejores como tampoco es de extrañarse que con-
pero nunca dejó de ser universal. Coin- 1958y 1968: bibliotecas latinoamericanas se encuen- tinuamente revisara los fundamentos de
cidía sin duda con Carlos Fuentes: tran en los Estados Unidos y que la in- una y de otra, de la teoría y de la me-
"Nosotros tenemos que conocer a Quet- Si tuviera que caracterizar esos diez curia por lo propio es regla común de las todología, empleándolas cuando era
zalcóatl y a Descartes. (Los europeos) años de mi dirección literaria, diría instituciones latinoamericanas. Así, los menester. La vinculación literatura-
creen que con Descartes es suficiente". que a diferencia del período que últimos años que Rama vivió en Mary· sociedad no es patrimonio exclusivo de
Real de Azúa, admirado por la vastedad ocupó Rodríguez Monegal haciendo land (aunque residiendo en Washing- una sociología atenta a los "contenidos"
de lecturas de Rama, decía en la presen- de la sección una sucursal de la ton D.C.) fueron motivados por el mag· manifiestos de la obra de arte; al con-
tación ya referida: "debe ser Rama, revista Sur y de su deslumbramien· nético atractivo de la Biblioteca del Con· trario, esa vinculación ha de encontrarse
dueño de una sólida nutrición europea, to respecto de las letras anglosa · greso, donde trabajó apasionadamente en todo momento y en todos los estratos
uno de los pocos críticos de lengua es- jonas, busqué desarrollar una pers- en particular durante los dos años de su de la obra , básicamente en el lingüístico.
pectiva cultural latinoamericana, beca en el Wilson Center del Smith· De ahí que sus estudios sobre el moder-
pañola capaz de escribir una página sol- situando a su'gran literatura en los
vente sobre figuras ilustres pero un poco sonian Institute. A diferencia del culto nismo utilizaran el rico material testi·
marginadas, del tipo de Apollinaire, marcos sociales e ideológicos que le borgiano por las bibliotecas per se, el de monial e histórico (diarios, cartas,
Valéry Larbaud, Bomtempelli o Charles conferían su fuerza original. Como Rama era absolutamente utilitario: nun- documentos) sin olvidar el análisis es-
es sabido, la Historiá escribe con ca pretendió la erudición pura, q,ue es ur. tricto de la forma ¡¡>oética, o que uno de
Louis Phillipe". No sólo era capaz, lo nuestra mano, y el año 1958 en que
había ya hecho en las páginas de Mar- solemne vicio de la academia, pero sus trabajos recientes (1980) fuera
ingresé a Marcha fue el de la caída apreciaba como el que más la presencia precisamente una "Indagación de la
cha, cuya sección literaria dirigió ad- de las dictaduras (en Colombia, en
mirablemente entre 1958 y 1968, y donde de una biblioteca rica, suficiente, que le ideología en la poesía" haciendo uso de
Venezuela, poco después del fracaso auxiliara en la inmensa tarea. sus conocimientos de métrica, ritmo,
continuó escribiendo hasta la desapa- peronista, poco antes del derrumbe
rición del semanario, desplegando su Quiero insistir en esto último, por- fonética en las estructuras de la poesía.
de Batista) y el de una intensa No se llame a esta múltiple facultad
eficaz capacidad crítica en artículos cuya remoción continental en que se ins- que desgraciadamente la muerte le im-
índole de "periodismo cultural" no dis- eclecticismo porque el eclecticismo es
cribirían muchos episodios infaus- pidió llevarlo a cabo. Rama vislumbraba precisamente una indiferencia meto-
minuye su valor, su rigor, su erudición, tos pero asimismo una expectativa la necesidad de pensar con cabeza
su savoir écrire, las más de las veces dológica, y en cambio todas las diferen-
multitudinaria de renovación a la pro¡¡>ia, asistido por un profundo co- tes modulaciones que encontraba Rama
superior a los serios estudios académicos cual debimos el repentino auge de la noc1mien to interdisciplmario de la
que le lleva meses preparar al común de realidad y la historia de América Latina, en el material critico llevaban siempre a
narrativa latinoamericana, eso que un mismo fin, tenían un preciso objetivo.
los mortales. Algún día habrá que re- después pasó a llamarse pobremen- la condición misma de esta cultura a Esto podría definirse, en cambio, como el
coger en libro las mejores de aquellas
notas y articulos y así podrá apreciarse el
te boom. través de sus vehículos más nobles, el
literario y el artístico. Verdaderamente rigor en la búsqueda de nuevos acer-
el valor de una escritura que fue fun· Más adelante, en la década del obsesionado por la tarea, de pronto se camientos, de nuevas posibilidades
dacional para el descubrimiento y va- setenta, Rama era ya un viajero im- sumió en el estudio del mundo novohis· metodológicas acordes con una nueva
loración de la literatura hispanoame- penitente y había accedido a una ce- pano donde se encuentran ciertamente literatura.
ricana. lebridad internacional gracias a su vi- muchas raíces de nuestra identidad cul- Es condición de nuestro trabajo
Precisamente en las páginas de crítico, como lo hacia Rama, revisar s1s-
brante participación en los foros lite- tural. Su tan viva sensibilidad ante la temá ticamen te los postulados, y re-
Marcha, y desde luego, en muchas revis- rarios y a sus tareas docentes en diver- literatura más reciente y fresca, su
tas del continente americano, Angel moverlos si fuese necesario. De ahí que
Rama se hizo sagaz y veloz pionero de la lectura de su último libro, Literatura y
nuestras letras. Aunque su formación clase social (1984), que él no llegó a ver
fuese europeista (como lo era por natural impreso, confirme la existencia de ese
carta de ciudadanía, la rioplatense) tema constante que planea por sobre
Rama inició en los comienzos de la todos sus ensayos, en particular los de
década del sesenta la afirmación de la su última década y media de producción:
cultura hispanoamericana. Ya se ha me refiero, concretamente, a una suerte
dicho más de una vez: el famoso boom de de investigación de los modos y con-
la novela no fue un "comienzo", sino que diciones de producción literaria, que los
redescubrió obras tan importantes como historiadores ingenuamente oscurecen
las de Lezama Lima, Onetti, Marechal, bajo la visión del flujo continuo de una
Carpentier y Cortázar y junto a ellas la tradición. Rama intentó encontrar los
poderosa cuentística de Borges. Rama, diferentes movimientos de la producción
como pocos, comenzó a sistematizar el literaria latinoamericana revisando las
análisis critico de toda esta literatura, "rupturas" en esa tradición. De ahí que
atendiendo con lucidez interpretativa a señalara, al inicio de su libro:
su propio presente (Vargas Llosa, García Se puede constrmr el discurso
Márquez, Fuentes). Esta lectura crítico de una determinada lite-
americana y americanista estaba im- ratura, en este caso el de la lati-
bricada en el fenómeno político más im- noamericana, atendiendo al proceso
portante en el despertar de nuestra con- o a las grandes corrientes, o, sim·
ciencia continental: la Revolución plemente, a la historia, como han
Cubana, y ante todo, para un uruguayo, hecho algunos maestros de la
esto que llamó "La lección intelectual de critica. Pero también se lo puede
Marcha". No por azar Rama estuvo construir mediante las rupturas,
durante toda esa década a la cabeza de siempre y cuando no se las vea como
una concepción que vinculaba la ex-
presión literaria con la historia política En Ecuador en el "Encuentro de Escritores", junto a Luis Goytisolo, fenómenos inmanentes de la inven-
Enrique Anderson lmbert v Pedro Gómez Valderrama (1978). ción estética moderna, tal como las
del continente. Fue consecuente con sus ha visualizado Paz en la descenden-
ideas y en este sentido formó parte del cia vanguardista, sino como el
consejo de colaboración de Casa de las sos paises latinoamericanos: de alguna apoyo decidido como crítico a la valo- registro de una fractura producida
Américas, participó como jurado en con· manera esto sellaba su alejamiento del ración de la "nueva" y de la "novísima" en un cuerpo cultural que, por serlo,
cursos de Casa, propuso nuevos géneros país, el cual se hizo definitivo en 1973 literatura, es decir su atención siempre es una estructura coherente. La
como el de testimonio (tal como lo narra cuando el golpe de estado forzó al exilio a puesta en la aparición de nuevas obras y corroboración de tal fractura se en-
en su ensayo sobre Rodolfo Walsh), y si quienes habían mantenido posiciones escritores, nunca lo alejó del estudio de contrará por el cotejo entre la serie.
luego sus relaciones con la dirigencia progresistas. Poco después, como la literatura del pasado. Prueba de ello literaria (especifica y autónoma) y
cultural cubana se enfriaron, fue por un muchos otros, Rama vio. caducado su son sus estudios sobre la poesía gau- las restantes series culturales: tanto
indeclinable principio del derecho a la pasaporte, prohibida su renovación, e chesca (Los gauchipolíticos rioplatenses, las intelectuales que utilizan el
critica dentro de la revolución y como hizo lo que estaba al alcance: aceptar la por ejemplo, que reúne antiguos en· idioma (filosofía, historiografía,
expresión de la Revoh1ción misma. nacionalidad venezolana. Si las dicta - sayos), o sobre el modernismo como jurisprudencia, política doctrinal,
Hasta 1968, Rama mantuvo una duras nos quieren desterrados y exi- período que implantó la contempora- periodismo, etcétera) o las plurales
constante y laboriosa actitud en su liados, fijos, inmóviles en un punto del neidad en nuestra literatura. Pero el que componen el repertorio de cual-
propio país, alternándola con numerosos planeta (ni siquiera la dictadura de abrazo intelectual tenía que ir más atrás: quier cultura (costumbres, rela-
viaJes por América Latina. Ya en esos Pinochet llegó al grado de la uruguaya de ahí que Rama estuviese trabajando ciones sociales, hábitos alimentj-
años era un excelente editor: después de en el sentido de desproteger a sus ciu- con enorme probidad en la literatura cios, creencias religiosas, compor-
dirigir una colección literaria en la recién dadanos desperdigados en el mundo), la novohispana, y que al mismo tiempo tamientos morales, políticos, et-
surgida Alfa, estableció su propia réplica adecuada consistía en acogerse a preparara penetrantes revisiones de la cétera).
editorial, Arca, en la que comenzó a la hospitalidad de los paises demo- nueva narrativa. Sabía que el presente y
publicar en los mejores tiempos a un rit- cráticos y continuar desde allí la tarea de el pasado se dan simultáneamente en Este desbrozamiento teórico es im-
mo de dos libros semanales, aparte la remoción y denuncia. Rama escribió América.Latina. prescindible si se intentan comprender
"Enciclopedia Uruguaya", todo lo cual notables ensayos sobre la situación de Decir que Angel Rama fue un so- los alcances y formas del proyecto crítico
resultaba una producción increible en un una cultura exiliada y continuó su tarea ciólogo de la literatura resulta una re- cultural de Rama, y es nítido como sólo
país de escasos tres millones de habitan- docente : en Venezuela fue profesor en la ducción al par que una falsedad. Acaso podría serlo en una mente sistemática
tes. Pero en lo personal su actitud era Universidad Central, pero ante todo, co- las categorías heredadas de la crítica que no se arredra ante las dificultades de
febril si se considera que al mismo tiem- directorcrde la revista Escritura (con europea y norteamericana no se avienen .su materia. No resultan, por momentos,
po dirigía el Departamento de Literatura Rafael Di Prisco) y director literario y exactamente ni a nuestra época ni a las tan nítidos sus mismos estudios, y un
Hispanoamericana de la Universidad del principal impulsor de la Biblioteca condiciones de nuestro trabajo intelec- libro como Transculturación narrativa
Uruguay, daba alH clases y era además Ayacucho, sin duda la empresa más im- tual, pese a que no podamos negar el de América Latina es forzosamente com-
profesor de Histofia del Teatro en el portante de recopilación y publicación de valor de esa herencia ni su aporte in· plejo, de difícil lectura, ya que la propia
Conservatorio y profesor de literatura lo mejor del pensamiento y la literatura telectual. Precisamente esta era una de empresa encuentra con frecuencia gran·
General en la Preparatoria, critico de América Latina. las líneas de investigación de Rama: des escollos. Esa dificultad que a veces
teatral en el diario Acción, Jefe de la sec- Creo que su labor al frente de la dett>nninar la pertinencia de metodo- tienen las páginas de Rama me recuer-
ción literada de Marcha y director de Biblioteca Ayacucho, de la que se sentía logías recibidas, en el estudio de nues- dan a Walter Benjamin quien, estoy
Arca y Editores Reuni-dos (Enciclo- legítimamente orgulloso, tenia que ver tros fenómenos literarios' y artísticos, seguro, fue uno de sus altos modelos a
pedia). Con observaciones no exentas de implícita e íntimamente, con su propio pero propio de nuestro peculiar modo de partir de la escritura de Ruben Darío y el
humor reconoce esa excesiva actividad proyecto intelectual. Esos años de producción intelectual, para cumplir esa modernismo. Una cosa es manejar
en un cálido articulo que da cuenta de su trabajo sobre el repositorio cultural de investigación había que valerse de las herramientas probadas :> seguir el trillo
vinculación con Marcha. "Por esa época nuestra América fueron de un signifi- propias metodologías existentes probán- de análisis tradicionales (estilísticos,
el sistema de muñecas chinas unas den- cativo provecho personal por la lectura dolas, revisándolas, apelando a ellas de sociológicos, etc.), otra muy diferente es
tro de otras que es la norma del trabajo riquísima de las obras del pasado. No ol- manera pragmática y lúcida. No es de innovar tanto los recursos como la pers·
de los intelectuales en los paises sub- videmos (él no lo olvidó nunca) que en extraiiar, entonces, que como estudioso pectiva de análisis. Rama perteneció
desarrollados había llegado a su delirio." nuestros países balcanizados no existe de amplio registro, Rama fuera dúctil en siempre a esta segunda línea de trabajo
A la inauguración del monumento al tirano López fueron algunos uniformados y Payssé Reyes, nada más. ¡Qué solo estuvo Solano!
~Montevideo, viernes 22 de Febrero de 198s:J
pese a que fuese -más laboriosa y com-
plicada. Como Benjamln, sin embargo,
lo ~ue he llamado momentánea com-
P.lej1dad tiene el premio de las súbitas
iluminaciones, esos hallazgos porten-
tosos que sólo el pensamiento riguroso y
aventurado puede lograr en las más
difíciles condiciones.
Junto a esos momentos del análisis
complejo, hay todo un discurso crítico
fascmante por la elocuencia, la rapidez y
pertinencia del pensamiento y el ejercicio
de la palabra. Lo encuentro en particular
allí donde el mordiente de la polémica
extrae del intelectual los mejores recur-
sos de convicción. Sea cuando encuentra
un nuevo modo de "leer' el modernismo
una vez que parecía todo dicho, sea
cuando encuentra nuevos géneros (el
testimonio en la literatura argentina),
sea cuando discute las vicisitudes del es-
critor en la Revolución, sea cuando hay
·que reflexionar sobre la "riesgosa na-
vegación del escritor exiliado". Creo que.
muy en el fondo de la formación intelec-
tual de Rama había la tradición de los
grandes oradores, de la eloquentia que se
goza en sí misma y en su incisivo ade-
mán de pugna. Como crítico literario, El equipo editorial de Enciclopedia Uruguaya (1969). De izq. a der. parados: Jorge Ruffinelli, Julio
Rama participó en la querella de los "an- Rodríguez, Daniel Belardo, Julio Navarro. Sentados: Luis Oreggioni, Darcy Ribeiro, Alberto Oreggioni,
tiguos" y "modernos" con una acérrima
defensa de los últimos sin olvidar los Eduardo 1razábal, Angel Rama, Julio Bayce y Carlos Benvenuto.
valores del pasado. Propugnador de lo
nuevo, de lo naciente, de lo azaroso, era dible disponer de todo un conjunto sobre
-un propugnador de futuro; podTia
utilizarse para caracterizárselo el epíteto
con que nombró a Cortázar en uno de sus La tar a críti a el cual el critico pueda trabajar entre-
tejiendo sus hilos y dándole un sentido a
esa diversidad.
ensayos: "constructor del futuro". En
ese sentido, cuando se lea seriamente su
obra, cuando se revisen sus aportes a
nuestra cultura y a nuestra visión de la
cultura, podrá advertirse y valorarse esa
en Am ~ ric Latina
" ... pues la misma América Latina sigue sien- dena y organiza, atribuye una arquitec-
Pero esta situación ideal, donde de
una diversidad atomizada nace una
literatura, ¿fuede ser aprehendida por el
escritor y e crítico latmoamericano? El
desarrollo cultural de cada una de las
fuerza como una originalidad superior de do un proyecto intelectual vanguardista tura a lo que es flujo de palabra y de es- naciones del continente -excepción
su trabajo. que espera su realización concreta". critura. Habría que (hay que) constituir hecha seguramente del Brasil- es tan
José Emilio Pacheco destaca, entre cada día el conjunto de las obras pro- incierto, lacunario, disparejo, que es
otros, estos dos rasgos de Rama en un Angel Rama
producidas por el continente en una Li- lícito vacilar antes de decidir si las con-
artículo reciente: "En clase fue el rádicionalmente se habla del teratura: diciones están dadas. Rama lo subraya
profesor más brillante y lúcido que cosmopolitismo europeo del si- Ocurre que si la critica no construye en 10 Problemas, y ninguna duda cabe
recuerdan todos los que tuvieron ocasión glo XVIII, aludiendo con ello las obras, sí construye la literatu.ra que él tendió siempre a poner de relieve
de escucharlo. Como cronista y critico menos a un estado cosmopolita -A· • . esas condiciones socio-culturales. Que
literario fue de quienes hicieron del del mundo (donde los enfrentamientos Para el crítico, el horizonte cuenta ellas hayan existico, o que factores in-
uruguayo el mejor periodismo de su entre potencias y bien pronto entre tanto como el llano y el camino que gol- ternos o externos a las naciones y a las
momento en lengua esk>añola." Y Alvaro naciones era la norma) que a una función pean sus pasos; él es quien da un sentido culturas latinoamericanas hayan im-
Barros-Lemez, fiel discípulo siempre, cosmopolita de la inteligencia. Y ello a la marcha, y ese horizonte no puede ser pedido su desarrollo, la tarea del his-
avala los dos rasgos al señalar, por un porque las Luces, esos soplos de rigor y otra cosa que la propia América Latina toriador y del crítico consiste en cernir
lado que "Rama, como los 'pubhcistas' de libertad,· circulaban entonces por en- como idea rectora de una historia refrac- su difícil génesis. En un seminario que se
del siglo XIX, era un hombre de prensa. cima de las fronteras y los antagonis- tante de las literaturas que en ella flo- proponía realizar a partir de enero de
Diarios y revistas fueron su vehículo mos, dando por su sola existencia una recen. Es así que la crítica se convierte 1984 en la Escuela de Altos Estudios en
principal de comunicación masiva" y por imagen de la U úi.versalidad. en algo auténticamente creador, en Ciencias Sociales, Rama se disponía a
otro, al poner el énfasis en el hecho de Los tien1pos han cambiado. Europa creadora de literatura. Pero el nacimien- sondear el poder catalizador de las
que fuese, "por sobre todas las cosas, un es apenas un pedazo del mundo y su es- to de una literatura no se opera jamás ciudades latinoamericanas en relación
maestro". Ante el hecho brutal e ine- píritu, si lo posee, profetiza en la inexis- por la decisión voluntarista de un tra- con la cultura del continente.
vitable de su muerte, quienes escribimos tencia de su patria. América Latina no bajo crítico. Rama, que lo sabia muy Así, para que los textos se cons-
sobre Angel Rama sentimos la necesidad difiere demasiado. Una guerra lejana bien, recoge en su libro 10 Problemas tituyan en literatura, deben poseer el
de dejar constancia de sus rasgos ex- tolet6 por un instante la ilusión de dis- para el narrador latinoamericano (2) la poderio complementario de la focali-
traordinarios, y el haberlo conocido en poner de un bien común, pero en ella lo distinción que hace Antonio Cándido en- zación social y también el de la crítica. Y
clase nos obliga a recordar la brillantez, cotidiano está fracturado y cada uno tre "manifestaciones literarias" y "li- es en este punto del proceso que la figura
la elocuencia, su velocidad y amplitud de debe cargar con sus propios problemas. teratura propiamente dicha". El trabajo de Rama me parece esencial. Infatigable
pensamiento y erudición, todo eso que la Y sin embargo, al cabo de al~~mos días crítico no puede detenerse en las ma- viajero, infatigable investigador, su vida
persona se llevó consigo. Creo que fue de infortunio, tengo la impresión de que, nifestaciones literarias esporádicas. Su reflejó enteramente la aplicación de sus
esa conjunción de elementos, encanto planeando por encima de sus heridas, búsqueda, en el laberinto de la creación, preocupaciones teóricas. Ser a un tiempo
personal, absoluta brillantez expositiva, América Latina tenia un alma, un vin- consiste en construir un sistema de el saber acumulado en la inmovilidad de
poderosa presencia como catalizador de culo viviente que acaba de perder. Tenia, obras, vinculadas por denominadores las bibliotecas y el nexo espiritual entre
movimientos culturales, conocimiento restañando sus cicatrices, un espíritu comunes, susceptible de hacer surgir los los miembros diseminados de la co-
profundo de múltiples materias, agudeza cosmopolita, un rayo de luz que acaba de puntos dominantes de un proceso. Ese munidad intelectual del futuro, fue para
interpretativa, vitalidad, empuje y extinguirse. Angel Rama ha muerto, y tipo de indagación conduce al crítico a él un deber, pero sobre todo una pasión.
pasión por la literatura (elementos que a: en el fondo de mi corazón tengo el sen- intentar ya sea reagrupamientos deter- En pocos hombres se anudaron tan bien
su vez él admiraba en escritores como: timiento certero de que América Latina minados cronológicamente porque un un proyecto y una vida.
Carlos Fuentes) los que hicieron de la ha perdido a uno de sus más preclaros cierto estado de la lengua o de los gé-
suya una figura impar, inmensamente hijos, a uno de sus patriotas, a uno de neros delata una cristalización (y por lo Poesía y novela
respetada en los lugares por los que sus padres fundadores. tanto una literatura), ya sea convergen-
transitara. Sin embargo, nada de esto le Cuando el dolor conduce la pluma, cias temáticas, a través de las cuales "Comme le peintre, l'écrivain n'est pas le
ahorró, en los dos últimos años de su es inevitable ponerse a dudar de la per- despunta un espíritu de los tiempos en la transcripteur du monde, il en est le ri-
vida, lo que Benedetti calificó bien como tinencia de las palabras empleadas. Des- diversidad de sus contradicciones y en la val".
la •"desigual batalla" librada contra la pués de todo, ¿Rama era algo más que unidad de sus obsesiones. Eso fue su-
administración Reagan, combate que lo uno de esos intelectuales brillantes que cesivamente para Rama el boom, las André M:alraux
hizo célebre por el apoyo de innume- la retórica latina sabe engendrar y novelas del dictador o la poesía moder-
rables universidades y escritores, por el nista. (3) Angel era un escritor, razón por la
alimentar? ¿Era otro de esos manípulos cual concedía a su trabajo critico la em-
periodismo norteamericano (ante todo el que forman la inmensa cohorte de los S1 he subrayado esa cita de Antonio
Washington Post) y que incluso mo- Cándido, es porque detrás de la distin- pinada ambición de ser constitutivo de la
exiliados de la tierra? Aun a riesgo de literatura. Pero ocurre que una paradoja
vilizó a presidentes (Belisario Betancur equivocarme respondo que no. Lo que ción invocada. se perfila en ambos una
frente a Ronald Reagan). La virtual ex- perspectiva que si bien se abre hacia un signa para siempre el terreno en el cual el
me impulsa a hablar así es un sentimien- escritor aplica su saber. Sus inclina-
pulsión de los Estados Unidos bajo car- to que me hostiga desde hace dos se- terreno más vasto que el estrictamente
gos secretos que Inmigración ni siquiera literario, hace que la literatura exista ~or ciones personales lo llevan hacia la
manas: ¿cómo reemplazar. a este hom- poesía, pero él escribió esencialmente
se atrevió a clarificar, la defensa com- bre, no en la vana empresa de hacerlo en sí misma. Se podría llamar "cultural ' o
bativa de su propio caso que tan sig- "sociológica" esta concepción de la li- acerca de la novela. Este es un hecho que
mi corazón, sino en el corazón que late en puede comprobarse, e incluso ser de-
nificativamente narró en un artículo ese cuerpo desaforado que se llama teratura, que examina el desarrollo de su
titulado "212 (d) (3) (A) (28): ·CATCH objeto en su doble aspecto, interno y ex- plorado. Rama lo hizo a su manera, con
América Latina? De algún modo, Rama elegancia, en su último libro:
28", fue su último combate. Había en- era parte de ese influjo que anima la idea terno, conjuntamente.
contrado en París un nuevo ámbito para · misma de que América Latina existe. Su La literatura -Sartre nos lo repitió "Cuando estaba por morir, Pasteur
el trabajo intelectual y se aprestaba a vida y su obra sólo cobran sentido en más de una vez cuando intentó definirla confesaba que no eran las vacunas y
comenzar cursos en la Ecole Pratique de · relación con esa idea, así como nuestro en Qu'es-ce que la littérature?-(4) sería los estudios sobre. el antrax y las
Hautes Etudes, y a culminar su libro recuerdo' y nuestra gratitud lo asumen ininteligible sin un juego de espejos en- bacterias lo que hubiera querido
sobre La ciudad letrada cuando la muer- referido obligadamente a ella. frentados de los textos, sin el jue~o de hacer, sino aquellos estudios de
te interrumpió su fecunda carrera de los textos y del público, sin escritores cristalografía que había iniciado en
crítico de fondo, uno de los mayores que Crítica y literatura que se dirijan a otros escritores y a in- su juventud y que había tenido que
ha dado nuestra cultura. ñumerables lectores. Sin instituciones, abandonar una y otra vez por lo que
"a notre époque, la critique fonde la lit- por último, a partir de las cuales una
térature" Octavio Paz sociedad aprende a leerse en ese produc- le pedían unos señores endomin-
gados que venían a golpear a la
Rama compartía seguramente con to imaginario que es la literatura. Para
Paz esta idea según la cual la critica or- que exista una literatura es imprescin-
Fl ;,.fo del Estado Mayor argentino .es.el Gral. Pian ta. Aquí también el genei;:al se pian ta.
lff,,.w[ ~-__!!l.
.-· ~~ tf--,----------~.,~i.~~·,=---_:_____·_·
___:... -~·.m
~E Montevideo, viernes 22 de Febrero de 1985LJt
~ . ~:
A
quienes pudimos qucldarnos, la Recuento de fallas
la p,oesia me había penilltido resis- d' Amérique latine (8) a la que estábamos dictadura nos impuso el deber
tir'. (5) aplicados y que saldrá a luz gracias a la moral de mantener viva la memo- Tal voz por exceso minucioso y falta
tarea que él ya le había consagrado, pero ria .del pasado y de reivindicar de concreción didáctica, no llega a mar-
Esta i~dgnifica confesión de una que sin él no será lo que debió ser. Isis y car bien la presencia de tres grupos en-
pesadumbre que no sabía <J..Ue ya estaba Penélope, he aqui las dos figuras tu- siempre .el recuerdo de los padres y her- frentados en la generación del 40: el de
condenada a ser definitiva, nos da telares que él supo proporcionar a su elh· manos ausentes por "encierro, destierro
preciosas :ndicaciones tanto sobre el presa critica, que tan bellamente con- o entierro". Y aún la de vindicar los los "lúcidos", el de "Asir", el de los "en-
traña vivistas".
hombre coml') sobre su tiempo. Tiempo trastan con la imaginería marcial de los errores del ausente. ~l primero lo caracteriza y valora
imperativamente volcado hacia la no- héroes de Ayacucho. · En los años del silencio por "mor- ¡
daza'', para "remar" bastó con ocupar detemda y completamente a lo largo de
vela, en el mundo occidental en general y
en.América Latina en partiéular, nuestra Para qué siirve la experiencia µn lugar físico, con aguantarse y no el casi toda la obra y en todas sus facetas.
época obnubila su fascinación en el es- miedo. Todos conocemos la dinámica ~ cuando resume la tarea de Emir
tudio de los antrax y las bacterias. Ab- América Latina puede jactarse de j'mano que hoy nos permite hablar, desde que la Rodríguez Monegal (p.88) y la suya
... que delineó el remo,. .. se puso a propia (89) en la jefatura de la Sección
sorbido por los tumores de nuestra his- poseer intelectuales COIX,J.petentes. Co- Literaria de "Marcha", hay que reveren-
toria y los fermentos que la agitan, nues- nozco pocos, en cambio, cuya experien- dibujar el agua''.
Ciar la objetiviqad del juicio, la hones-
tra mirada y nuestra escritura han per- cia personal de las situaciones y de los . ' Para quienes, como yo, somos hijos
tidad intelectual y la altura ética con que
dido de vista los mundos enclaustrados hombres, cuyo espectro de los intereses intelectuales de la generación del 40 y tesponde a los muchos y agresivos insul-
de la Belleza poética. Nuestra literatura y de las curiosidadés, en una palabra tendemos a la nostalgia idealizadoi:a, la
se ha abierto hacia lo real y lo cotidiano, (como si ella pudiera calificar una re· herencia que nos dejó nos obliga a
tos que E.R.M. le prodigara
pretende estar grávida del peso de nues- . lación con la realidad) intelectuales cuya "fusilar las nostalgias". Este Uruguay es
tras miradas, es decir, de nuestras generosidad haya sido tan total como la ~uy otro del que ellos y nosotros vivimos. Un error y una injusticia
preferencias. La Belleza, por el contrario, deR~ma. . En la caracterización de "Asir"
Consentir a la generosidad del La" tarea que enfrentamos hoy es in-
escapa a la parcialidad de escoger, quiere 1
ser eterna y da por supuesto -para vivir ~arácter un valor intelectual puede pres- ventar un nuevo país: con lucidez,. causas r
procede con aciert.o. _apunta bien las
de la frustraéion de su tarea en la
en nuestros espíritus- que más allá de tarse a discusiones. Aunque en realidad no imaginación y coraje. Pero esa invención
ello sea válido tan sólo para aquellos que puede cortar con el pasado. Debe futuridad. Pero comete un errof inex-
los gustos¡revalece una evidencia, que cusable que se vuelve flagrante injus-
más allá.d momento pasajero se afirma se forjan en el deber de pensar la imagen revisarlo y reelaborarlo. Tarea doble:
prospectiva y retrospectiva. Tarea triple ticia. No fue Real de Azúa el primero en
la eternidad de un consenso. Las viejas, más académica. ¿Cómo, en efecto, en un -en el estricto presente del reencuen- caracterizar y razonar las limitaciones
clásicas lunas, podrá decirse. No hemos continente (no hablemos más de países tro-: desexilio, dese;:icierro, desamor- del pensamiento del grupo. Fue Ruben
terminado, confesémoslo sin embargo, desde el momento en que se trata de dazamiento. Y así sucede que debemos Cotelo en dos notas de "El País" de
de apostar contra la dislocación de nues- Rama) donde el arte y la política, lo
recurrir a las mejores armas que nos 8/I/61 y 16/II/62, tal como el mismo
tro cotidiano a un cierto fantasma de social y la poesía - por la fuerza o la per- legaron los del 40: lucidez, conciencia Real de Azúa lo marca (en "Antologia
eternidad y de revestirlo con el lauro suasión - han tejido lazos inextricables, critica, pelea, elaboración de un pasado del ensayo uruguayo contemporáneo",
~ético. cómo ponerse a jugar a los pensadores
útil, imaginación. Ed.Universidad, Mont., 1964, T. II, p.
¿Por qué? Para resistir, responde parnasianos? ¿Cómo escafar al tor- Por todo eso , me propuse revisar 436).' Y es dé i1Dportancia señalarlo por
Angel Rama. La poesía, porq_ue se re- bellino cuando las orillas de río se per·
este libro en que Angel Rama estudió cuanto, al 'lí"aéer una valoración más
cluye en el arte de su lenguaje, indiferen- dieron para siempre? Y sin embargo, la cultura uruguaya entre 1939-69, del equilibrada de 11): 4ttbor de Cotelo, afir-
te ..en apariencia a lo que representan las Rama no concibió jamás su combate
como una toma de partido. ¿Por cuál de modo como él y otros de sus contem- ma: "Sólo excepcionalmente contribuyó
pálabras o -mejor aún- consciente de poráneos me enseñaron: con lucidez y · con críticas" (204-5). No es así. Están
que su propio canto es el más allá de lo los males que afligen a América Latina,
fervor, con afán de pelea, buscándole las éstas y otras. Un ejemplo: las proba-
que, en este mundo, es asi porque si. La por otra parte, podríamos tomar par- fallas. Es el único homenaje que acepta torias de la primera lectura critica seria
poesía, entonces, como el deber ser de la tido? Intelectual comprometido sig-
nificaba para él la exigencia de compren- un creador como Rama y el único que de Onetti como escritor religioso.
literatura, se convierte en literatura de puede sernos útff.
un mundo que deberla ser, de un mundo- der y el deber de mostrar. No desde un
otro, en cuya contemplación, a veces, arbitrario punto de vista exterior, con- El crítioo es el creador Un olvido
para resistir a su hermano más inme· siderado como objetivo, y menos aún por Encontré, sí, fallas. Pero antes, en- En cuanto a los "entrañavivistas",
diatamente real, nos confiamos y bus- obediencia a una doctrina cualquiera. tendámonos: Rama es, sin duda, el más sólo los menciona una :vez como opuestos
camot? perdemos. Rilke ayudaba a Rama ¡Incomoda, se dirá, la posición de quien
importante de los creadores culturales a los "lúcidos", cuando expone los
a formular por si mismo ~a fascinación no está adentro ni afuera! Por supuesto, que hemos tenido los uruguayos (y aún ataques de Juan· Flo a ambos en 1954
y esa función de la poesía, 9.ue él decia y en estos tiempos de guerra. fría
pensando en el hombre prosaico: ideológica más que nunca. ¡Qué importa! los latinoamericanos). No hablo de lo que (216). Rama integró ese grupo de amigos
Ni adentro ni afuera, él estuvo. Lo más habitualmente se entiende por "critica junto a Ida Vitale, José Pedro Díaz,
Et nous, ici et la, toujours témoins, cerca posible de la acción y de la crea· literaria", ni de las virtudes "artísticas" Amanda Berenguer, Mario Arregui,
Tournés vers ce qui est, mais jamais ción, Rama fue un intelectual cuyo cam- de su prosa. Uruguay ha dado tres ejem- Gladys Castelvecchi, Marinés Silva Vila,
au-dela. po era el mundo y cuyo terreno fue una plares de esta raza creadora: Rodó, Zum Carlos Maggi, Manuel Flores Mora. Y
Submergés, nous organisons. Cela biblioteca. ¿Es eso lo que la historia Felde y él. sabía que en los 40 el enfrentamiento
tombe en morceaux. llamó antaño con el hermoso nombre de El único crítico literario que de ver- más ácido se dio entre ambos grupos. Es
Derechef nous organisons, et c'est "Luces"? Quiero creerlo, y esta metáfora dad importa, es el capaz de construir una verdad que los formuladores y porta-
nous-memequi asume todo su sentido cuando nos hace literatura como sistema de obras a las yoces del "entrañavivismo" fueron los
tombons en morceaux. (61 recordar que Rama jamás pensó ni ~ue vincula en el presente, en y desde el dos últimos (aún lo predican). Es verdad
.l!::l crltico es un testig... , enumera los trabajó como no fuera en la perspectiva pasado y atendiendo a un pro-yecto que desde mucho antes de este libro
{le la Utopía de América . jiterario que juzgue necesario y deseable Rama estaba alejadísimo -no de la
.seres y las cosas, los textos y los gé- para la sociedad a que se dirige . Tal amistad- sino de esa postura, como lo
neros. Pero reclamado por la multi· Ecole des Hautes Etudes en Sciences ·estirpe, escasísima, de críticos sabe que estaba J .P.Díaz. Pero también es verdad
plicidad, tiende a construir el edificio que ~ociales. París, diciembre de 1983 su función no es servir a las obras. li- que, al exponer .con minucia esa época,
abrigará un sentido. Vana pasión, bella terarias, ni aisladamente ni en su con- no hubiera debido obviarlo. ·
pasión.: Cada día nos convertimos en uacnues Leenhardt junto sincrónico y/o diacrónico: está al
·-·
cenizas y cada día renacemos: tal es la servicio de su comunidad . Una explicación insuficiente
promesa que nos hace el amor por la (Tradu. c?ión de ornar Preg~)x - La obra en que me he concentrado ·Otra falla,· que ]uzgo relevante, dice
poesía. La novefa no puede pretender a estudia en forma minuciosa, completa, !"elación con lo referido a la ausencia de
ello, ligada como está a la fragmentación · brillante y caladora en todas las direc- crítica televisiva.
del mundo. Sólo la poesía está de cara al ciones, el proceso cultural uruguayo de Luego de marcar los excesos ne-
más allá y nos permite resistir !, Angel Rama, La novela en América Latina, 30 años claves. Y lo hace de acuerdo a lo gativos del hipercriticismo inicial
Panoramas 1920-1980, Bogotá~ Instituto que fue el aporte fundamental de Rama: aplicado al cine, reconoce que "esta res·
"porque como al rilkeano personaje Colombiano·de Cultura, 1982, p. 15.
de los Cuadernos de Malte Laurids 2 Cf. Angel Rama, 10 Problemas para el vincular todas las manifestaciones de puesta critica fue una manera de res·
narrador latinoamericuno, Caracas, Síntesis una cultura a los procesos económicos, guardar valores que se entendían pe-
Brigge, la poesía me había per· sociales y políticos del país, la Cuenca culiares de la nacionalidad y de adoc-
mitido resistir" Dosmil, 1972.
3 Cf. sobre todo Más allá del boom, México, · platense, América Latina y los centros trinar a un público totalmente inedu-
¿Habrá que recordar, más allá de la Marcha Editores, 1981. Compilación y mundiales de poder. Vinculando: cado. Fue por tanto un dique a una
dilnensión estrictamente literaria, lo que prólogo de Angel Rama; La novela lati- aquellos procesos no se exponen como frenética coloniz~_ción cuya positividad
pudo significar en la vida de An~el noamericana, op. cit.; Clásicos hispanoa- mero soporte estructural al cual me- puede medirse si se la· compara con la
Rama "resistir"? Contra el desarraigo mericanos (Modernismo), Barcelona, Círculo cánicamente obedece lo que se muestra terrible falta de critica que en los años 60
cultural, e~ desgarramiento de la leng1Ia de Lectores. Compilación y prólogo de Angel . en la superestructura (al modo esque- encaró el fenómeno televisivo, con las
Rama (de próxima aparición). 1
maternal, .la arrancia, ·casi el vacío, a 4 Cf. J. P. Sartre, Qu'est·ce que la littéra- mático y simplista de ciertos "marxis- previsibles y dañosas consecuencias"
fuerza de: fatigar domicilios y "natu- ture?, en Situations II, París, Gallmard, tas" (?) que traicionan a Marx). Al con- (43). Pero deja el hecho sin explicación.
·~1,füzaciones", cuán solicitado y poderoso 1948. trario, fiel al espíritu, al meollo revo- En los 60 ya estaba actuando la segunda
debió ser el recurso poético. Pero la fuer- 5 Angel Rama, La novela latinoamericana, lucionario, dinámico y creador de Marx, promoción, la del 55 o "de la crisis", y si
za creadora tiene el poder divino de op. cit., p. 10. Rama recurre a él y a los neomarxistas y bien Rama apunta que ésta fue aban-
transformar la n~esidad. Puesto que fue 6 H.ainer Maria Rilke, Les élégies de Duino, aún a los no marxistas, capaces de donando la virulencia <;le la anterior,
arrancado, exiliado, rechazado, Angel 8é élégie (la traducción es nuestra). "traicionar la letra de Marx por necesaria también demuestra su tendencia a la es-
Rama iba a transformar esas deter- 7maestros Cf. ·Angel Rama, Primeros cuentos de diez fidelidad a aquel meollo.Más claramente: pecialización y al retomar el tema de la
de la narrativa latinoamericana,
minantes negativas en una afirmación Barcelona, Editorial Planeta, 1975, 258 p. (4" la cuestión no es que ante tal infraestruc- multiplicidad del ejercicio crítico de los
más fuerte aún. Se convertirla en el men- edición, México, 1979). Trad. brasileña: Río tura económica debe escribirse.por ej.,tal del 40, lo explica por la demanda social
sajero de esas heridas, se convertirla en de Janeiro, Paz e Terra, 1978; trad. italiana o cual tipo de narración de poesía . (29,30,69,190,202,204).
la !sis del despedazamiento cultural de Latinoamerica: 75 narratori; trad. inglesa o de dramaturgia. Falso, entonces, lo de De acuerdo. Objeto que falta la ex-
América Latina, aquél que en su espíritu Doors and mirrors. literatura subdesarrollada para los plicación básica: los dueños de los ca-
y su t¡:-abajo reconstituirla la carne y el 8 Patrocinada por la Asociación Interna· paísns del subdesarrollo. Muy por el con- .nales de TV lo son también de las radios
espíritu del Continente. ¿Había escogido cional de Literatura Comparada. Ana Pizarro trario, tal o cual tipo de narración, de de mayor alcance y de la "prensa gran-
e8ta misión? ¿Le fue ella impuesta por Comité coordinadora del proyecto y miembro del poesía o de dramaturgia, son la respues· de". Si muchos de los más prestigiosos
editorial compuesto de Antonio
los dramas de su país, el Uruguay? Poco Cándido, Jacques Leenhardt, Juan Loveluck, ta ante un determinado proceso his- críticos de cine tuvieron -y tierien
importa:. conocer las causas. Lo que en Franco Meregalli, Angel llama y Mario Val- tórico-social que resulta, claro está, de todavía- graves problemas con sus em·
cambio es cierto es que la actividad de des. aquella infraestructura económica. pleadores por desaconsejar filmes. cuyos·
1i.MI- Montevideo, viernes 22 de Febrero de 1985 -
~l::.. ;1
Una
. vida fecunda
A
ngel Rama nace en Montevideo y quilla, la Universidad de San Carlos de
hace sus estudios primarios y se- Guatemala, la Universidad de San José
cundarios en escuelas públicas. ·en Costa Rica, la Universidad del Zulia y
Desde 1947 a 1950 estudia lite- Universidad de Los Andes de Venezuela, .
ratura europea e hispanoamericana en la la Universidad de Sao Paule y la Univer-
Facultad de Humanidades y Ciencias de sidad <le Campinas.
Montevideo, y pedagogia en la Sección Tuvo igualmente una activa ac-
Agregaturas del Consejo de Enseñanza tividad como editor, comenzando en
Secundaria ( 1948-1949). Continúa sus 1960 como asesor literario de la Colec-
estudios en el College de France de la ción de Clásicos Uruguayos de la Bi-
Universidad de París ( 1955-56) y hace un blioteca Artigas, puesto que ocuea hasta
año de práctica de educación en la Ecole 1965. Fue director de la Editorw.l Arca
de Sevres de Paris en 1956. ( 19-65-1968 ), director de la Enciclopedia
Comienza su actividad docente Uruguaya ( ~968-1970), asesor liter~rio
como profesor de literatura en el Ins- de la Editorial Galerna de Buenos Aires
-,..,.,
ti tut des Hautes E tudes de Paris,la sidad Mayor de San Marcos de Lima
hacerlo todo a la vez. Lo que también destrucción.
implica una re-auto y coeducación Pese a ello, Rama ganó la apuesta:
progresiva de la población entera en la lo mejor.,. lo más valioso, lo realme?te
Universidad de Bonn, la Universidad de
M unich, la Universidad de Estocolmo, la
(1983). V
Universidad de Uppsala y la Univer-
totalidad de los pensares y de los ha- importante que nuestra narrativa sidad de Gotenborg en Europa, y las
ceres. produjo en estos años, pertenece a esa universidades de Harvard, Nueva York,
·otros análisis de Rama, más zona de creación. (Algunos lo negaron, Princeton,J ohn Hopkins, Florida,Stan-
ceñidos a lo literario, alertan sobre más pero sin poder siquiera fundamentar su ford, Texas, California, Arizona State
peligros que algunos hemos visto, y con- negación). , Maryland, New York State y Católica de
signado, por lo menos desde el 82. No hay duela: Angel Rama tema Es~ados Unidos.
La apertura política conlleva un ojos que miraban y veían en todas las
direcciones de la horizontalidad, de la En América Latina dio una pro-
inevitable .y necesario "destape" que verticalidad hacia abajo y a lo hondo y, fusión de cursos sobre literatura lati-
responderá, también, a una intensa, ex- noamericana y metodologia en la
tensa, desinformada e ineducada deman- como el ornitorrinco, un ojo en la parte
superior del cráneo que llegaba muy Universidad de Santiago de Chile, la
da social. Ya empiezan a aparecer los Universidad Santa María de Valparaiso,
registros testimoniales del horror. Mien- lejos y muy alto.
la Universidad de Buenos Aires, la
tras sean testimonio, bienvenidos y
necesarios por razones de información
veraz, ele sanidad moral, de aguijón de la
Graciela Mántaras V Universidad Nacional Autónoma· de
México, la Universidad de Xalapa, la
-~
Universidad Nacional de Bogotá, la
Justicia y de historio grafía. Pero cui- Universidad del Atlántico en Barran-
El pueblo los mandú al infiern.o, pero allá tampoco los quieren, porque pueden dar un golpe.
~(l~)_M_o_-n_t_e_vi_d_e_o_,v_i_e_rn_e_s_2_2_d_e_F_e_b_r_e_ro e_1_9_a_s_~-'--=--·=--~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
__d__
-. ·o p.reveia Thomas Hobbes en dominante contra la nueva clase sionadas por los orígenes ·sometidos rie
:Democratizac
L 1651, cuando publica su Levia-
tán, que de las tres clases de!
República por institución que
describe, en un ejercicio de rigurosa es-
dominante, se desarrollará de una
manera aguda y profunda. 3
La descripción sólo se refiere a la
que procedían, se caracterizaban por un
aire aventurero y provocativo que tenía
que ver con los modelos sociales esta-
blecidos por los poderosos de la hora, y al
peculación racional, la que menos atiende
y estima habría de ser la que alcanzarla
más ancha aceptación en los tiempos·
modernos. Ni la monarquía, que es el
modelo que prefiere, ni la aristocracia, al-
ocupación plena del poder, pero de ella se
infiere que la habitual emergencia
progresiva ae una clase que se va for-
mando -al tiempo que toma conciencia
de sí- implica una modificación tam-
introducir su visión dentro de aquella que
regía desde antes el sistema, lograrol}
subvertirlo, trasmutarlo a veces, siempre
modificarlo de alguna manera, aunque no
podría decirse que lo sustituyeran com-
de la socieda~
canzarían el éxito que estarla reservado a
esa tercera que él definió en sus términos
clásicos: ''Cuando el representante es una
asamblea de todos agrupados, es una
bién progresiva de los valores vigentes
en la sociedad, a través de una guen-a de
ideas (también de estéticas) que preludia
la posterior guerra de las armas. La Auf-
pletamente.
Desde que Alexis de Tocqueville
impasiblemente describió a sus com-
y de la litera1'
democracia o república popular". 1 klárung del XVIII dio el modelo de esta patriotas euror eos cuál serla su futuro,
mutación progresiva, cuyas manifes- leyéndolo en e espejo de La démocratie $i
en la transculturación con el viejo mundo la id<
taciones aun pueden comprobarse desde américaine (1835-1840), adquirió cuerpo proyección histórica, también es aquélla que d69C
La palabra democracia, bien exótica fines del XVII con nitidez. Marx llegó a y coherencia la alarma intelectual que, Populismos del siglo XX ha evolucionado dem
en esa fecha y aun durante el siglo si- ver cómo el triunfo burgués le era dis- sin necesidad de prevalecerse de las -P~alelo al proyecto idoológioo va el cultural¡
guiente, ·se haría protagónica a partir de putado en el XIX por los estratos emer- viejas Reflections on the Revolution in
las revoluciones burguesas - la nor- gentes que el nuevo sistema económico France de Edmund Burke (1790), hi~toria de la lucha de nuestros pueblos porS
teamericana de 1776 y en especial la había forjado, los que desan-ollaban un atacaba la subversión de valores que · sus artistas~ pensadores por la obtención de
francesa de 1789- para ser plenamente pensamiento, un estilo, un comporta- acarreaba la democratización y que se tes- comienzo de nuestro siglo af4"ma conceptualJ
aceptada, progresivamente, en los países miento opositor. Este incesante proceso, timoniaba en las muchedumbres urbanas
hispanoamericanos nacidos de la Eman- que teje la dinámica de la sociedad, tam- generadas por la industrialización, que ei primer discurso original y pleno en lo literq
cipación de 1810. Uno de los motivos de bién es reproducido por el arte. reclamaban derechos políticos y sociales. iintema y las interacciones histórico-cultural:
la reticen.cia, cuando no de la oposición Hubo democratización artística en afirma 1n11 nuevo camino en los estudios cult~
hispanoamericana al Brasil durante el el siglo XVIII, cuando comenzó la que Dentro de un abundante corpus ·siguiente es el capítulo inicial die Las máscar1
siglo XIX, fue el régimen monárquico Amold Hauser ha denominado "diso- doctrinal se inscribirían las lecciones
alli imperante, que animó los vituperios lución del arte cortesano" que se expresó magistrales de Ernest Renan, los pan- prúxima edición por la Fundación An~el Ran
de Lastarria. primeramente en el rococó: "En el favor fletos flamígeros de Nietzsche e incluso
Habiendo sido la consigna pro· del público progresista ocupan las la escuela sociológica de Gustave Le
gresista del XIX europeo, ya a mediadm galantes escenas de sociedad de W atteau Bon, que tanto pesara y ahogara a los
de ese siglo la palabra democracia le ser- el lugar de los cuadros ceremoniales, latinoamericanos, más la beligerante
vía al colombiano José Maria Samper religiosos e históricos, y el cambio de lucha antimodernista de la Iglesia desde la
(en quien pocJ.emos ver a un fundador de gusto del siglo se expresa de la manera pérdida de los estados papales en 1870. El
la sociología latinoamericana) para una más clara en este tránsito de Le Brun al siglo de la ciencia, como se le llamó, era
curiosa definición de la raza hispa- maestro de las f~tes galantes". 4.Tras él también el de la democracia, con su
noamericana (que él prefirió llamar se abre paso "el ideal de sencillez y la masificación y su vulgaridad, su mate-
colombiana) concebida desde el ángulo seriedad de un concepto puritano de la rialismo y su igualitarismo, los que ponían
de una incipiente y confusa antropología vida", de tal modo que "al finalizar el en })eligro la entera estructura jerárquica
cultural: aiglo no hay en Europa sino un arte bur- de a cultura, ag'l'ediendo a sus más cons-
gés, que es el decisivo". 5.Hubo aún más pícuos oficiantes. No solo los intereses
Ella pertenece a una etnología en- visible democratización artística, expan- económicos estaban en juego, sino tam-
teramente nueva: es la raza de- sivamente den-amada por el XIX que fue bién los culturales, pues esta atTemetida
mocrática. Es una raza sin pasado, el siglo republicano, burgués, social: nos afectaba el principio mismo de la pro-
que ha nacido de una revolución dio la novela emocionalista y el melo- piedad, se tratara de tierras o de cono-
continental en siglo XIX; raza sin drama románticos en que la prosa triun- cimientos, de acciones de la Bolsa o de ex-
nobles, ni plebeyos, toda de már- fa sobre la poesía y nos dio el realismo de clusivistas degustaciones del arte.
tires y héroes, toda de ciudadanos prosa y poesía de mediados de siglo,
hermanos, toda pueblo. Es una raza .:nientado paradójicamente por los "ar-
que, resultando de la fusión de las tepuristas" Flaubert y Gautier. Hubo La conmociól!D. de la
razas indígenas con la europea y la nuevos avances de la democratización,
etíope, forma un compuesto creado modemización burguesa
consciente y aun teorizada, en el final del
para la libertad, sin más título que siglo XIX, que nos proveyó de la pintura Esa doble vertiente del siglo la sin-
el derecho, y teniendo por cuna la impresionista y del simbolismo poético. tetizó José Enrique Rodó, desde un pun-
victoria de todos. 2 El impulso transformativo de ambas es- to excéntrico, el Montevideo de 1900, en
Pero si las repúblicas democráticas téticas, respondió a una democratización su mensaje a la juventud americana,
de la modernidad, comenzarían a curiosamente similar a la que había sig- Ariel, que ·concitara la adhesión de las
aparecer y a hacer sus primeros ensayos nado al rococó inicial, con el cual com- juventudes cultas y ordenadas de la
públicos desde fines del XVIII, muy partió regímenes de expresión, salvo que época:
frecuentemente enmascarando las que no se desprendia de la aristocracia, sino
Hobbes definía con rigor como repú- de la burguesía que había ocupado su Con frecuencia habréis oído atribuir
blicas aristocráticas, el proceso de de- lugar en el poder, y qué su circunstancia, a dos causas fundamentales el des-
mocratización de la sociedad europea se social y estilística, fue diferente, pues borde del espiritu de utilidad que da
había iniciado con anticipación, primero operó contra el realismo anecdótico de sU: nota a la fisonomía moral del
con la evolutiva incorporación burguesa Courbet (exceptuados sus solitarios siglo presente, con menoscabo de la
y luego con la de otros estratos sociales retratos de rocas) o el naturalismo consideración estética y desinte-
inferiores. mecánicamente legalizador de Zola. Su resada de la vida. Las revelaciones
peculiar medio, dentro de la sociedad in- de la ciencia de la naturaleza -que,
Guerra de ideas dustrial triunfante a la que regía im- según intérpretes, ya adversos, ya
periosamente la burguesía vuelta su favorables a ellas, convergen a des-
De hecho, la palabra democrati- segura clase dominante, fue el de los truir toda idealidad por su base-
zación sólo alcanza su significado ín- pequeños empleados y operarios, de- son la una la universal difusión y el
tegro, históricamente hablando, en cididamente urbanizados, o pueblerinos triunfo de las ideas democráticas, la
relación al anterior campo de valores que acudían a las capitales, de la baja otra. ( ... ) Sobre la democracia pesa
contra el cual se formula, revolucio- clase media. la acusación de guiar a la huma·
nariamente, oponiéndosele por estimar nidad, mediocrizándola, a un Sacro
que no es democrático, que no representa Subidos al barco del mundo Imperio del utilitarismo. 6
los intereses de los más. La sociedad se
democratiza cuando echa abajo las Por debajo de las sucesivas con- El proceso democratizador había
barreras jerárquicas pre-existentes, o al quistas -técnicas o artísticas, políticas o entrado a América Latina de la mano de
menos algunas de ellas, aun cuando sociales- de estos dos siglos largos, y la expansión económica imperial hacia
mantenga o edifique otras, las cuales a · dirigiéndolas distantemente desde la in- 1870 y la enorme disparidad de los dos
veces los grupos renovadores ni siquiera fraestructura, se encontrará al impetuoso niveles que entonces se pusieron for- ·
llegan a percibir. Esas barreras -con- crecimiento demográfico y económico de zosamente en relación, así como la
servadas o nuevas- serán objeto de las sociedades occidentales, que nos violencia de esta irrupción transfor·
posteriores embates democratizadores deparan el proletariado, la baja clase madoo-a y mediocrizadora que para
por las clases marginadas o inferiores de media, las muchedumbres que pueblan las muchos traía riquezas, sembraron la
la pirámide social, ya se trate de clases primeras ciudades masivas de la historia, alarma en el (;lquipo intelectual que es-
sometidas de antes o _clases generadas al los nuevos sistemas de producción indus- taba formado en las tradiciones aris- Más alarma experimentaron ·los in-
servicio de los nuevos sistemas sociales. trial, la expansión imperial, la agresiva tocráticas de la cultura. Pues no empece telectuales tradicionales de aquellas
Lúcidamente, Marx observó ese proceso política comercial de la burguesía. Fueron la revolución emancipadora, eran esas zonas en que irrumpieron las masas
de sustitución de las clases en el poder: acompañadas por fuertes demandas tradiciones las que constitman el baluar- famélicas de inmigrantes europeos, las
presentadas por los estratos que ascen- te del núcleo intelectual de la vieja que procuraban ansiosamente las indis-
Toda nueva clase que ocupa el lugar dían y que reclamaban un lugar dentro de "ciudad letrada" colonial que seguía pensables y básicas conquistas mate-
de la que dominaba anteriormente, la estructura cultural que, por anterior a persistiendo a pesar del pasaje de Vi- riales de la vida, sin parar mientes en
para realizar sus fines está obligada ellos, los ignoraba, y a la cual fatalmente n-einato a República. Sin reconocer la cómo ni cuándo. Los programas román-
a presentar sus intereses como el in- modificarían mediante su incorporación, cualidad aristocrática, elitista y clasista ticos abstractamente diseñados (el
terés colectivo de todos los miem- fuera central o marginal, consentida o en que durante siglos se había desa- "gobernar es poblar" que hizo la fortuna
bros de la sociedad, expresándolo arrancada a la fuerza: desde los austeros rrollado la tarea de los intelectuales de Alberdi) mostraban su rostro real.
idealmente: de presentar sus pen- burgueses a quienes interpretó Pope (o americanos, la cual había sobrevivido al Prácticamente no hubo intelectual al-
samientos bajo forma universal, Bello) hasta los bohemios de la clase baja cataclismo de la revolución, nada se tamente educado que no se ·sintiera
como los únicos racionales y univer- entre quienes cantó Verlaine(o Darío). Se puede entender de la conmoción que se agredido por esas masas que ignoraban
salmente válidos. subieron al barco del mundo sin repararen produjo durante la modernización, ni se todo del pasado americano, se desenten-
medios, en franca pelea: venían- de las puede medir cabalmente qué significó dian de sus valores particulares y se
Toda clase nueva, por lo tanto, es- profundidades, de los márgenes desde- ésta para los más jóvenes que sin p,asar aplicaban a asegurar- su sítuacióri eco-
tablece su dominación sobre una ñados, y se hicieron un lugar entre los que por las viejas y rutinarias vías que nómica sin mayor respeto por los símbolos
base 'más amplia que la antigua ocupaban espaciosos puestos sobre daban acceso al cogollo letrado, in-um- tradicionales. (Sólo unos pocos intelec-
clase dominante; por eso, más tar- cubierta. Acarreaban cosmovisiones pieron desde la calle tratando de apo-. tuales, formados en el mensaje revolu-
de, el antagonismo. de la clase no propias, a veces simples e incluso distor- derarse de la literatura. cionario que venia con los inmigrantes
~----~--~~~~--~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-==--=--=-~-~M~on_t_e_vi_de_o_._v_ie_r_ne_s_2_2_d_e_F_e_b_re_r_o_de
.:ion ~ procuraba contener a 1a población que
convocaba a esas tareas, tratando de
mantenerla en una anterior sujeción. Y no
solo por crudas razones clasistas, sino
no y en esto proceden por temor de
declarar con franqueza que su verdadero
programa es el de su interés, su bienes-
tar o sus caprichos". La oposición a los
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espíritu de análisis" conduce a la corrup-
ción de la novela naturalista, y la para él
similar degradación del sistema político
9ue se había podido ver en la Revolución
también porque esta emergencia popular utilitaristas, efectivamente, combate la l<'rancesa, pasando de los altos ideales de
4--
sus amigos. Observada retrospectivamente esa lado de la vida.
caudal. Impulsó el desarrollo de su rara euforia que Angel trasmitía en sus
personalidad, lo lanzó hacia la plenitud ~Laura Escalante clases, en sus conferencias, en sus ar-
del batallador por el espíritu y la cultura. tículos, en la charla cotidiana, esa eu-
en que se transformó con los años. La foria, digo, ante lo nuevo y ajeno no
Purante el proceso terminó el tiempo de las vacas flacas, y vino el de las vacas flaquísimas.
~
·~~•.'~-·~-~~~~~~-=---~~~~~~~~~~~....-~~~~~
--_-,.J·,·.' ~·Montevldeo,viernes.22deFebrergde1985 I()
Testimonio acerca de
Angel y su áiigel múltiple
· unca del aba de asombrarme An-
N
to en los dos registros. Su prosa flula
gel. Quiero decir: su funciona- flexible, confortable, coloreada, hasta
miento intelectual, su inusual cuando se internaba en disquisiciones
combinación de capacidades, eruditas o manejaba informaciones
'que en él se conjugaban de modo ·nada rigurosas, que en otro resultarían áridas.
forzado, y 'si con holgura y naturalidad En tanto, cuando le tocaba exponer oral-
dichosas. Relaté hace poco en la Feria mente -fueron incontables sus clases y
del Libro .un episodio que habla de su charlas-, lo hacia con una: sabrosura,
pasmosa y casi lúdica facilidad. Allá por una efusividad, una gracia y una vividez
1959, Rama se desempafiaba como que magnetizaban de modo infalible. Su
critico teatral del diario ~cción, y un dia exposición oral solía apelar a lo que
me pidió que lo acompafiara en esa tarea, parecía un innato instinto histriónico ,
en la que mé inicié, pues, a sus instan- (¿residuo de alguna vocación teatral
cias. Escribir una simple critica re- postergada?), cierto gusto por el ademán
presentaba para mi una batalla nada in- terso o la gesticulación aguzada, que
cruenta con los conceptos, las apre- agregaban mayor relieve y fulgor, si
ciaciones y las formas, y me insumía cabe, a sus dichos.
literalmente horas, al cabo de las cuales Recuerdo que alguna vez me dije a 'Oflciandode Jurado en; ''Casa de Las Américas'' junto a Carpentier,,
quedaba, invariablemente, tan fatigado mi mismo, no sé si bromeando (¿se lo David Viñas y Salvador Garmendia.
como desconforme. Una mafiana llegué a llegué a decir a él también?), que más
casa de Angel en el momento en que és- que un intelectual, Angel tenia la
te, visiblemente urgido, colocaba una apariencia de un equipo; .como si dijé-
hoja en blancQ en su máquina de escribir. ramos, un conjunto heterogé:r-eo de in-
,"Tengo que entregar esta ·critica antes telectuales de primera linea, dada esa
de una hora, porque sale en la edición de
esta tarde". Lo tranquilicé: "No ºte
preocupes, vuelvo miúíana". Angel me
retuvo, mientras se sentaba frente a su
máquina: "De ningún modo. Sentate ahí
conjunción de talentos dispares que en él
se dieron gustosa cita. Pero lo más sor-
prendente de todo, quizás, fuera, por úl-
timo, comprobar cómo esta confluencia
e lombiano
de facultades tan difíciles de combinar,
y decime qué te trajo. Si no te importa, en él se conjuntaban con una naturalidad a plácida e inofensiva repúbli- Laspll'egu:ntasdeRama
yo, mientras, escribiré la critica". Y así y una holgura que delataban la presencia ca de las letras colombianas,
_<>eur,!i.ó ante mi sorpresa (y envidia, ¿por de un ángel privilegiado, de ésos que con su chismografía barata, Angel, en cambio, ya andaba en otra
·q~é ()(!Ultarlo?zal ver semejante alarde todo lo vuelven jue~o elegante, alarde sus resquemores provincianos y cosa, preguntándonos quién era Ramón
de desdoblarmento y facilidad). Puedo ligero, prestidigitación intelectual sin sus sonetistas dominicales, fue sacudida, Vinyes, cuáleslibroshabiapublicadoJosé
dar fe de que mientras conversó conmigo esfuerzo. (Cuántas veces, en sus escritos, a fines de los años 60, por un ventarrón Félix Fuenmayor, porqué Alvaro Cepeda
a propósito de un tema que nada tenia lo vimos encontrar un sesgo inédito, un macondiano. Eran lasconferenciasqueun Samudio no escribía más, o dónde secon-
que ver ni con su critica ni siquiera con el vislumbre inesperado, que nos hacía critico uruguayo, Angel Rama, dictaba en seguía una colección completa de la revis-
teatro, fue elaborando su gacetilla sin patente una dimensión que él recién elauditoriodela Universidad Nacional, en ta VOCES, la única revista de vanguardia
detenerse un momento. Cuando la dio sacaba a luz acerca de una realidad cul- . Bogotá, invitado por Marta Traba. ¿De que había existido en Colombia, entre
por terminada, se levantó de su asiento tural o sociológica ya conocida, sobre la qué hablaba? 1917 y 1920, dirigida por el sabio catalán
-no habrían pasado más de cuarenta que ese ángel parecía haberse posado Su caudal verbal era apabullante, enlapujanteBarranquilladeaquélenton-
minutos-, y sin leerla siquiera ( ¡mien- para volverla nueva). pero aquellos que asistíamos, estupefac- ces. No sabiamos qué responderle, pero
tras a mi ·las relecturas y afinamientos Me abruma pensar todo lo que tos, a ese espectáculo de pirotécruca in- quedabanlasganasdeaveriguarlo.Partía
finales me demandaban un tiempo :Rama se llevó consigo: la calidad y el telectual, insólita dentro delos sosegados·. luego, llevándose a Marta Traba éomo
abrumador!), partimos en su coche hacia rigor de los conocimientos que pudo ir parámetros de la altiplanicie chibcha, , "c()mpañera suya para el resto de sus dias,
el diario, donde lo vi entregar su trabajo acopiando a lo largo de toda una vida de íbamos distinguiendo, poco a poco, por peto no dejaba sólo ese rastro fugaz hecho
sin haberle siquiera dado un vistazo... y indeclinable trabajo; la experiencia cul- debajo de las citas deRolandBarthes y los de incitaciones y preguntas.
resultó un articulo lleno de sagacidad, de tural que supone haber' frecuentado formalistas rusos, el tema de sus charlas. Divél'Qdo con el hecho de que en el
equilibrio y hasta de humor, compuesto medios intelectuales tan dispares como' Hablaba de Gabriel Garcia Márquez. La C"razón de la:cultura "cachaca" -Bo-
en un estilo desenvuelto y elegante. Caracas y Washington, como Paris y dificultad para reconocer el"tema residia gotá- hubiese un enclave germánico, la
Nunca me cansaba de comprobar Puerto Rico, como, Bogotá y Buenos en su manera de abordarlo: dentro de un Librería Bµchholz y la revista ECO, que
eso que me parecía -y me parece hoy- Aires, como .. ; ¿De qué manera recom- marco de exigencias a los cuales no es- comencé a dirigir en 1973, me bombar-
absolutamente desconcertante: la con- poner alguna vez lo que pudo reunir tábamos acostumbrados. Un marco de deaba desde cualquier lugar de este con-
fluencia en él, a que me refería, de ca- Rama a lo largo de afios de lecturas e in- exigencias rigurosamente contempo- tinente 1 -Montevideo, Puerto Rico,
pacidades y dones tan dispares, que sólo vestigaciones en territorios que muchas ráneo. Caracas, Washington-, con artículos
con suerte se dan en un mismo indivi- veces él inauguró; cómo reconstruir tan- Aún recuerdo, con azoro, como al- suyos y manuscritos ajenos que con-
duo. Poseía, por e~emplo, un poder que tas llaves de cultura que llegó a poseer a gunas de las reseñas que apareclan por tribuirían, más que ningunos otros, a
es. propio de eruditos: el de almacenar través de relaciones y contactos que su aquelentoncesenlaprensacolombiana, se crear una fecunda continuidad latinoa-
datos e informaciones a propósito de un prestigio le fue ofertando, y que no es especializaban en señalar los lunares que, mericana en sus páginas.
tema, y traerlos a su servicio con in- fácil que paren en manos de un mismo según ellas, afeaban a Cien años de so- En la bibliografía parcial de su
falible exactitud, toda vez que se le intelectual creador? ledad. Ignacio Escobar López, por ejem- trabajo que realizaron discípulos suyos,
hacían necesarios. Pero no es frecuente Por eso, el dia que me enteré por el plo, en "El Tiempo", de Bogotá, le re- en Maryland, los marqué, y eran varios.
encontrar eruditos que sean capaces, a la diario, aterrado, de su muerte espantable prochaba sus expresiones gruesas y sus No la tengo ahora a mano pero recuerdo,
vez, de lanzar vastas lineas interpre- -me encontraba todavía en México-, ques galleados (ques galleados que luego, con claridad páginas suyas dedicadas,
tativas acerca de ciertas realidades, de no sólo lloré al amigo irrecuperable para como diría un amigo, el poeta Rogelio cómo no, a Onetti y Augusto Monterroso,
reunir en amplias síntesis, en ricos en- mi experiencia personal; me apesadum- Echavarría, no se notaban tanto en la Carpentier y Juan Gelman, Reinaldo
tendimientos de conjunto, un panorama bró no menos la certidumbre casi física edición francesa). De otra, parte Eduardo Arenas y Plinio Apuleyo Mendoza, El
completo y coherente de los hechos que de que aquello era un tronchamiento Gómez, en "Enfoque Internacional" una otoño del patriarca y La guerra del fin del
,an~n_;_ y_ ésta era, empero, una de las brutal para la cultura latinoamericana, revista financiada por la Unión Soviética mundo, Heinrich Boll y los problemas, en
mcUltades más sobresalientes de An~l. que esta vez si sufría, pero ahora literal- para divulgar las bellezas de Ucrania, el pensamiento, que acarrea la censura.
Más raro aún: pocas veces un erudito, mente, eso que el des~astado lu~ar señalaba sus carencias ideológicas: la Esta enumeración, también parcial, y sólo
que sea además un interpretador de común denomina, casi siempre con im- novelanoconcluíaenunaformapoi¡itivay referida a una revista colombiana, co-
vuelo, se hallará dotado igualmente para propiedad flagrante, "pérdida irrepa- recurría a un exotismo bastardo. Esto úl- rrobora el modo infatigable como asumía
ejercer con rigor y penetración la critica , rable". ¿Pues cómo reparar, estricta- timo a propósito de los gitanos. Locualno su tarea de crítico literario. Una vez, en
de una obra en particular, de un hecho mente, todo lo que Rama se llevó consigo erademasiadogravepuesalfinyalcabo,y Bogotá, y en rueda de amigos, evocó los
artístico o cultural aislado, y enjuiciarlo y todo lo que dejó sin entre~arle a ese según este reseñista, el modelo que debían tiempos míticos de MARCHA. Cómo, en
en profündidad: otra capacidad no naciente, aún inseguro patrimonio es- seguir los jóvenes escritores colombianos una ocasión, y ante los siempre impre-
menos notable en Rama, que desempefió piritual de América Latina; él, que fue, no era precisamente García Márquez sino visibles dictámenes de los arcanos per-
asiduamente' la critica -literaria, quizás, uno de los primeros intelectuales Thomas Mann. Cada cual, entonces, es sonajes de la Academia Sueca, el Nobel
teatral, éultural- con indiscutible for7 que trascendieron de verdad la módica libre de elegir el exotismo que más le con- había recaído sobre un checo, polaco, es-
tuna. Pero aún no conf!luye ~f;e. il!V~Jl:_ órbita nacional, para proyectarse hacia venga. Loqqesemidesonlosresultados. candinavo, hawaiano o australianq, aún
·tario: agregado a sus dotes de erudito, una perspectiva genuinamente ame- No sé si eri todas partes suceda lo no traducido al español. Al comenzar la
1de interpretador y de critico, Rama era ricana que a tantos le faltan? mismo, y cada país pueda aportar su cuota noche, y luego de haber ubicado en Mon-
duefio también de una portentosa ca- Me duelo pensando que los géneros propia de anacronismo e insania. Sólo sé, y tevideo al emigrante atónito, Rama, a su
pacidad de comunicación, ya que sabia en que mejor se movia -el ensayo me consta, que en el mío pasaba (¿pa- lado, oía la versión oral de alguna de las
como pocos hacer accesible y seductor monográfico, las vastas elaboraciones saba?) ésto, y lo recuerdo, con nombres novelasdelgalardonado,ytomabanotas.
todo contenido que se proponía trans- histórico-culturales- son necesariamen- propios, para no olvidarlo del todo. Rama, Luego, sin pausa, redactaba el artículo, y
mitir. Es que era un comunicador nato, te obra de experiencia, y suponen una en cambio, apelaba, sí, a Umberto Eco y a al día siguiente, además del inevitable
duefio de un ángel envidiable en el es- decantación, una madurez de capaci- Galvano della Vol pe, también bastante cable de lá U. P. I., dando la noticia, alli es-
quivo arte de llega1· a los demás: sumen- dades que en Angel iban llegando a su espesos ambos, pero, además, se iba a tabalareseñaesclarecedora.
saj~ aparecía invariablemente dotado de punto de sazón. Dificil imaginar, que, Barranquilla, a escarbar, en medio del Para nosotros, todo ésto parecía una
una luminosidad, un relieve, un brillo desde ahora, la cultura de América calor del trópico, los tijereteados archivos fábula moralizante, en pro del trabajo.
sed1,1ctor, que hacian de su prosa o de su Latina deberá marchar sin su aporte; locales, rastreando allí los orígenes de Pero así era como se laboraba en el
palabra oral una obra de encantamiento pero tendrá que hacerlo sin dejar de García Márquez. Sus primeras columnas Uruguay de aquél entonces. Con cuatro,
siempre certero. Y acabo de mencionar recurrir, como animándola, al magisterio periodísticas, sus iniciales esbozos na- cinco, o seis puestos de la cátedra al pe·
una última rareza: sucede que no es de su memoria, al legado intelectual rrativos, sus raíces propias. Iniciaría, sus- riódico, de la universidad al colegio secun-
frecuente que un comunicador oral sea inapreciable que fue la construcción de citador como siempre, una investigación dario, de la reseña teatral a la correcciónde
igualmente feliz por escrito, o viceversa. ése su ángel pl~ral. , que luego Jacques Gilard, más franc~s. pruebasenunaeditorial.
···-
Los más tienen que conformarse con op- más profesora!, y más pausado, llevaría a Rama, urgido por tantas demandas,
tar por un campo u otro, modestamente. Milton Schinca, su término. Los extranjeros, gracias a un no parecía tener demasiado tiempo para
Rama, en cambio, poseía dones por nativo de Aracataca, comenzaban a es- darnos obras acabadas. Pero de todos
igual, y se comunicaba con parejo encan- : tudiarnoscomo bichos raros. modos, y en aquéllos años, ensayos como
Dicen que son los vencedores, pero es improbable que al irse den 1 "elta olímp;
ME: Montevideo, viernes 22 de Febrero de 198511
"Diez problemas para el novelista lati- gasVila. sionante. panoamericanos (Círculo de Lectores) 3U
noamericano", aparecido en "Casa de las Todos aplaudieron unánimes pero Sólo esa forma de memoria colectiva, estilo, y sus ideas, se habían aquietado un
Américas'' y reproducido en "Letras Angel, más sádico, tenía otros planes para qµe era la literatura, conjugando lo que poco, tornándose más diáfanas. Había
Nacionales", una revista colombiana, se mí: meobligóareinventaraSaninCano. padecía la gente, y la visión artística que llegado a una ajustada comprensión de
volvieron tema de conversación habitual. Diez libros, miles de artículos disper- reelaboraba el testimonio inmediato, era nuestro modo de ser, a partir de las ca-
Marcaron una época, de euforia sos por el mundo -de Londres a Buenos factible superar el horror y no perder, del tegorías establecidas por José Luis
positiva e intercomunicación válida. Era Aires, de San José de Costa Rica a Rio- todo, una identidad hecha trizas. Sí, tor- Romero, el historiador argentino, en su
el alba de nuestro 'boom" narrativo, por negro, Antioquia, y con una existencia tura y exilio, tal fue la década del 70, entre libro Latinoamérica: las ciudades y las
todo el continente, al cual Rama con- que llegó casi al siglo, nunca, como enton- nosotros. Nuestro destino, en las buenas y ideas (1976 ). Rama ya percibía, con honda
tribuiría, de modo decisivo, y del cual ces, por culpa de Don Baldomero Sanin en las malas, era común. Tal fue una de las nitidez, el matiz diferencial americano, y
luego renegaría, con rotundos argumen- Cano, por culpa de Angel Rama, había lecciones más importan tes de Rama. lo proyectaba, a nivel de historia intelec-
tos y pormenorizadas estadísticas. (Véase trabajado tanto. Me estaba "urugua- tual, a lo largo de cinco siglos, y a través de
Más allá del boom: literatura y mercado, yizando' ·. Las respuestas creativas todos sus cambios, modulándolo sin per-
de Rama y otros, editado por Marcha, Empecé a frecuentar las bibliotecas, der la visión de base:
México, 1981). A Rama le encantaban no sólo las de Colombia sino las de Estados La mejor respuesta a tantas catás-
esos virajes. Contribuían a mantenerlo U nidos, donde si estaba todo, perdí la vis- trofes, quién lo duda, eran las 500 páginas
perpetuamente joven. Lo llevaban a plan- ta intentando descifrar desdibujadas en que Rama agrupaba sus panoramas "La conquista española fue una
tearse nuevos interrogantes. fotocopias, empecé a pensar en Martí y novelísticos. Allí, siguiendo a Darcy frenética cabalgata por un continente
Mariategui, Alfonso Reyes y Pedro Ribeiro, él nos hablaba de una cultura an- inmenso, atravesando ríos, selvas,
Sus métodos de trabajo Henríquez Ureña, en Picón Salas y Ar- dina, de una cultura caribe, de una cultura montañas, deunespaciocercanoalos
ciniegas, en Borges y Octavio Paz, en Pepe del Río de la Plata, no balcanizadas sino diez mil kilómetros, dejando a su
Más tarde la reunión de sus artículos Bianco. En los años del '"boom" novelís- unidas gracias al aderto de sus mejores paso una ringlera de ciudades, prác-
en La generación crítica, en Los gau- tico, gracias a Sanín Cano, gracias a creadores. ticamente incomunicadas y aisladas
chipoliticos rioplatenses, un título tan Rama, iba descubriendo que América Desde los precursores de los 20 en el inmenso vacío americano que
horrible que sólo podría ocurrírseie al Latina era una tierra de grandes ensayis- -Felisberto Hernández, Pablo Palacios, sólo recorrían aterradas poblaciones
propio Rama; en su prólogo al Onetti de El tas. Julio Garmendia, José Félix Fuenmayor, indígenas .
pozo y en su ensayo, en un volumen colec- No era extraño, entonces, que otro Martín Adán- pasando por los "trans-
tivo (Paidos) sobre Juan García Ponce, uruguayo, Zum Felde, maestro de Rama, culturados -Rulfo y Arguedas, García A partir de esas ciudades, de esos es-
nos mostraba su forma peculiar de enfocar haya dejado un libro imprescindible al Márquez y Roa Bastos, Guimaraes pacios urbanos que invertían, exactamen-
el análisis literario. Teniendo siempre · respecto, y que nuevamente, gracias a Rosa- hasta llegar a los "novísimos'", a
todos ellos unidos, sea factible trazar las te, el proceso fundacional europeo -no un
presente la sociedad que lo engendraba, quienes alcanzó a visualizar en un vo- desarrollo agrícola que concluía en una ur-
elaboraba, por una parte, síntesis am- grandes líneas de nuestro desenvolvi- lumen antológico (Marcha, México, 1981)
miento intelectual que ahora desembo- be, sino una urbe que debía generar el
plias, que abarcarán una región o un otro mapa dü nuestras letras, más amplio, desarrollo agrícola, olvidándose de lo que
·período; o hundiéndose, con delectación caban en ese chisporroteo feliz de na- generoso, y sugerente, se iba dibujando.
obsesiva, en un solo tema, o en un solo rradores, tan acuciosamente seguido, y decía Hernán Cortes: "Llegué aquí en
Un mapa donde Puerto Rico y las antillas busca de oro, y no para arar la tierra como
autor, intentaba agotarlo. De ahí su promovido, por Rama. Madurez y au- francesas tenían cabida. Un mapa orlado un campesino cualquiera·· - era necesario
volumen sobre Salvador Garmendia, su tonomía, éstos eran inE-xplicables sin por las largas letanías rituales de Aime
análisi_s de José Antqnio 'f:tamos Sucre, el aquéllos, los_~buelos que habían des- Cesaire y la sofocante música de Luis replantearse todo el asunto, estudiándolo
con óptica propia. Percibiendo la sin-
gularidad de los tiempos que habrían de
insertarse en tal espacio, también sin-
gular. Así, hablando de Tomás Carras-
quilla, diría Rama: