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Digitus impudicus (el dedo impúdico, el dedo

obsceno)
Publicado 20 May 2014 | 0 Comentarios
Cada uno de los dedos de la mano tiene su propio nombre: pulgar,
índice, corazón o medio, anular y meñique. Al tercero, al corazón o
medio, también se le llama “digitus impudicus” “dedo obsceno”.
¿Por qué?
San Isidoro nos lo explica en su obra las Etimologías, XI, 71:
“El tercero (se llama) impúdico, porque muchas veces se expresa
con él la vejación del insulto”
Tertius impudicus, quod plerumque per eum opprobrii insectatio exprimitur.
La mano con sus dedos es sin duda el instrumento que más “a mano” (valga el
juego de palabras) tiene el hombre para ayudarse en algunas funciones: con los
dedos señala y marca, con los dedos cuenta, con los dedos habla (leguaje
gestual), con los dedos amenaza e insulta.
Hay un signo que viene de la antigua Grecia consistente en extender el dedo
corazón o medio de la mano manteniendo los restantes apretados, con lo que se
construye una figura que representa al pene entre los testículos. En
la Antigüedad era un signoapotropaico y también obsceno.
Apotropaico porque aleja “el mal de ojo”, (del griego ἀποτρέπω, apotrépō,
"apartar", alejar), de ἀπό (apó, "lejos") y τρέπω (trépō, "girar"), palabra que
significa precisamente “alejadora, apartadora”, en este caso de males y
calamidades.
Una figura similar, que representa lo mismo, es la higa o figa: del puño
cerrado de la mano sobresale la punta del dedo pulgar entre el corazón y el
índice o cruzar los dedos corazón e índice.
Nota: fica o higa corresponde a la palabra latina ficus, antiguo fica, que
significa higo y también verruga, tumor, excrecencia en las partes pudendas,
generalmente en el ano. También designa figuradamente en el lenguaje popular
al sexo femenino, como en la actualidad en español, y como el griego
antiguo sukon, higo, sexo femenino o en la Italia, por
ejemplo, fica o figa (higa) es un nombre popular de los genitales femeninos y de
ahí el significado apotropaico y obsceno.
Así en Roma se cuelga del cuello de los niños un amuleto representando un falo
o miembro viril o se coloca a la entrada de las casas, con esta función. Véase el
artículo en el que ya comenté estas
cuestiones:http://es.antiquitatem.com/fascinar-mal-de-ojo-falo-apotropaico .
Ahora no es infrecuente encontrar estas figuras o amuletos como meros
elementos de adorno colgando del cuello de algún muchacho o muchacha y en
algunos casos también como pervivencia de una superstición milenaria.
Obsceno porque lo que quiere decir es “que te jodan…” “que te den…”, fuck you»
en inglés. . No hace falta ser más explícito, porque su significado es evidente.
También su uso, a pesar de su nula elegancia, es muy frecuente.
Nota: la etimología de la palabra latina “obscenus” es en realidad desconocida,
por más que algunos la relacionen con ob- scaena y lo expliquen como “lo que
no aparece en escena…”; la relación con “caenum”, cieno, lodo, porquería está
absolutamente injustificada.
Por ser un signo obsceno es por lo que se le llama “digitus impudicus”, dedo
obsceno, deshonesto, desvergonzado… Aparece también la expresión “infamis
digitus”.
Nota: “infamis”, compuesto de in- (preverbio negativo) y famis (del
verbo femi en griego, fari en latín) significa “lo que no se puede o debe decir”,
como “in-fante” significa “el que no habla –todavía-).
Comentemos las referencias griegas:
En griego este gesto era conocido con el término “katapygon” , ( κατάπυγον ,
de kata - κατά , "hacia abajo " y puge - πυγή , " las nalgas " y con él también
se designa al homosexual pasivo que se somete a la penetración anal.
En la comedia griega el gesto es un insulto. Así en la comedia de Aristófanes
Las Nubes(423 a.C.) ll. 650 y ss. cuando Sócrates está examinando a su
alumno sobre los metros poéticos , Estrepsiades dice que él sabe muy bien lo
que es un dáctilo y le muestra el dedo.
SOCRATES: Dime: de las cosas que no conoces, ¿Cuál quieres ahora
aprender primero: las palabras, la medida o el ritmo?
ESTREPSÍADES: La medida, por supuesto; el otro día un comerciante
de harina me estafó dos quénices*
SOCRATES: No te pregunto eso, sino qué medida te parece más
hermosa, la de tres metros (trímetro) o la de cuatro (tetràmetro),**
ESTREPSIADES: Para mí ninguna mejor que el semisextario.***
SOCRATES: Sólo dices tontadas, hombre.
ESTREPSIADES: ¿Qué te apuestas a que el semisextario es la medida
de cuatro?
SOCRATES: ¡Vete a paseo! ¡Mira que eres bruto y duro de mollera!
Pero tal vez puedas aprender con más facilidad algo del ritmo.
ESTREPSIADES: ¿Y de qué me servirá el ritmo para vivir?
SOCRATES: Para ser más agradable y simpático y puedas diferenciar
el ritmo enoplio del dáctilo.
ESTREPSIADES: ¿El dáctilo? Por Zeus, ese ya lo conozco.
SÓCRATES: Pues dilo.
ESTREPSIADES: Cuando yo era niño era éste (levanta el dedo corazón o
medio)****
SOCRATES: eres un grosero y un imbécil.
ESTREPSICORIS: Pero si yo no quiero aprender nada de esto…
*el quénice equivalía a poco más de un litro (1,08)
** Sócrates se refiere a la medida de los versos y Estrepsíades a las medidas de
capacidad.
*** equivalente a cuatro quénices
* *** El gesto de la respuesta es un juego de palabras visual con dos sentidos: la
palabra griega dactylos significa "dedo" y también un pie o medida
rítmica compuesta por una sílaba larga y dos cortas , como las articulaciones de
un dedo (- ‿ ‿ ) y como el pene y los dos testículos.
Diógenes Laercio en “Vida y opiniones de los filósofos ilustres”, VI.34 dice a
propósito de Diógenes el filósofo:
“En una ocasión en que unos forasteros querían ver a Demóstenes,
extendió el dedo de en medio y dijo: ‘este es el conductor
(demagogo) de los atenienses”
Erasmo nos comenta esta anécdota en su adagio 1368:

Creo que viene a cuento lo que, como dijimos en otro lugar, cuenta
Laercio de Diógenes,que a unos extranjeros que querían ver a
Demóstenes no se lo señaló con el dedo índice, sino con el dedo
medio levantado, indicando por señas que era poco viril y un tanto
afeminado. Y poco después, en el mismo pasaje, indica que con el
levantamiento del dedo medio se expresa algo obsceno, cuando nos
dice que son considerados locos quienes levantan el dedo medio, no
así quienes levantan el índice.

Huc arbitror pertinere, quod apud Laerium Diogenes, vt alibi diximus,
hospitibus quibusdam Demosthenem videre cupientibus non indice digito, sed
medio porrecto demonstrauit, parum virum innuens et effoeminatum. Ac
paulo post eodem in loco satis indicat porrectione digiti medii quippiam
obscoenum significari, cum ait insanos haberi, qui medium porrigant digitum,
qui indicem, non item.
En “Epicteto. Disertaciones por Arriano, III,2,12” se narra la misma anécdota
pero referida a un sofista sin especificar que era Demóstenes:
¿No sabes que Diógenes señaló así a un sofista, extendiendo el dedo
medio (corazón), y que luego, al enfurecerse el hombre dijo: “Ése es
el tal individuo; ya os lo he señalado”. Pero a un hombre no se le
señala con el dedo, como a una piedra o a un tozo de madera, sino
que cuando alguien muestra las ideas de un hombre, entonces es
cuando lo muestra como un hombre.
La enciclopedia bizantina del siglo X la Suda explica el término
Ἐσκιμάλισεν,eskimalisen, como:
». [Significa que él / ella / algo] insulta a otro uniendo el pulgar y
el dedo medio y golpeándolo. O significa que le saca el dedo (le hace
la peineta); en sentido estricto se refiere a introducir o insertar el
dedo corazón en el culo de un ave . Pero no sólo esto, sino que
también cuando alguien quiere humillar a otro, extiende su dedo
medio, dejando el resto juntos, y se lo muestra. Aristófanes en “La
Paz, 549” [escribe]: "[...] y cómo se apagó el que hacía la lanza…”
Luego Erasmo, muchos años después, recogió en sus Adagia el término y nos
dice en III,iii 87 (2287):
ΕΣΚΙΜΑΛΙΧΘΑΙ (eskimalichthai se chre) 2287
Ἐσκιμαλίχθαι σε χρή. Con este gesto se expresa un insulto y el mayor
desprecio. Para los griegos ἐσκιμαλίσαι (eskimalisai) consiste en
exponer el dedo medio cerrando los otros, para insultar , o en
expresar desprecio con el chasquido de los dedos. De donde
(leemos) en Juvenal, a lo que ya nos referimos en otra ocasión,:
le mandaba a la horca y le mostraba el dedo (la uña) medio.
La Suda cita este senario de Aristófanes, que se encuentra en La
Paz (ἐν Εἰρήνῃ)
Ὁ δὲ δρεπανουργὸς οὐχ ὁρᾷς ὡς ἤδεται,
Καὶ τὸν δορυξόον οἷον ἐσκιμάλισεν;
Esto es: ¿Acaso no ves cómo gesticula el fabricante de hoces y hace
el lancero con el dedo (uña) medio? Pero el que quiera saber qué
significa propiamente ἐσκιμαλίζειν (eskimalisein), prefiero que lo
aprenda en la Suda que de mí. Se ha desviado como elegancia y con
sentido proverbial hacia la suerte o laerudición o alguna otra cosa,
para expresar rechazo absoluto.
Ἐσκιμαλίχθαι σε χρή. Hoc gestu contumeliam despectumque supremum
significabant. Est enim Graecis ἐσκιμαλίσαι medium digitum ostendere con-
tractis caeteris, ignominiae causa, aut strepitu digitorum significare contemp-
tum. Vnde et apud Iuuenalem, quod alibi retulimus:
Mandaret laqueum mediumque ostenderet vnguem.
Suidas citat ex Aristophane senarium hunc•, extat autem ἐν Εἰρήνῃ:
Ὁ δὲ δρεπανουργὸς οὐχ ὁρᾷς ὡς ἤδεται,
Καὶ τὸν δορυξόον• οἷον ἐσκιμάλισεν; id est
An non vides, vt gestiat falcis faber
Medioque monstret vngue lancearium?
Quid autem proprie significet ἐσκιμαλίζειν, qui scire cupiet, malo e Suida•
discat quam ex me. Elegantius magisque prouerbialiter ad fortunam, ad
eruditionem aut aliud quippiam, quod plane contemnitur, detorquebitur.
La ocasión anterior a la que se refiere Erasmo es el adagio 1367, que es en el
que cita el verso que Juvenal tiene en Satira 10, 53; Juvenal dice
que Democrito mandaba a la horca a la fortuna amenazadora y a “tomar por
culo” en lenguaje actual.
le mandaba a la horca y le mostraba el dedo (la uña) medio.
Mandaret laqueum mediumque ostenderet vnguem
Mandare laqueum viene a significar “¡que te ahorquen!
Erasmo también en el adagio siguiente, 1368, nos explica extensamente qué
significa “médium ostendere digitum:
Asimismo expresaban el mayor desprecio con el dedo medio
levantado.
Medio item digito porrecto supremum contemptum significabant
Y en ese mismo adagio cita a Marcial y su Et digitum porrigito
médium del libro II y cómo le llama “impudicum”. Cita también a Persio, que le
llama “infame” y se refiere también a la anécdota de Diógenes que hemos
narrado anteriormente. Y también al Satiricón. Veamos estas referencias:
Martial. II, 28, 2.
Eres peor que eso.
Ríete mucho, Sextilo, de quien te haya llamado maricón
y levántale el dedo del medio. Porque tú ni eres un pederasta
ni un follador ni te gusta la boca caliente de Vetustina.
Nada de esto eres, Sextilo, lo aseguro.
¿Qué eres pues? No lo sé, pero tú sabes que quedan dos cosas.*
Nota: * parece insinuar que se refiere a la felación y al cunnilingus.
Rideto multum qui te, Sextille, cinaedum
Dixerit et digitum porrigito medium.
Sed nec paedico es nec tu, Sextille, fututor,
Calda Vetustinae nec tibi bucca placet.
Ex istis nihil es, fateor, Sextille: quid ergo es?
Nescio, sed tu scis res superesse duas.

Martial. VI, 70, 5.


Vivimos muy poco
Marciano, Cota ha vivido ya sesenta años, creo que incluso sesenta
y dos, y no recuerda que ni un solo día haya experimentado el
fastidio de un lecho caliente *. Enseña el dedo, pero el obsceno, a
Alconte y a Dasio y a Símaco**.
Pero contemos bien nuestros años y descuéntese de la vida buena
todo cuanto se llevaron las infectas fiebres o una grave enfermedad
o los malos dolores: somos niños y parecemos ancianos. Quien
piensa, Marciano, que la vida de Néstor o de Príamo fue larga, se
engaña y se equivoca en gran manera. La vida no es solamente
vivir, sino estar bien de salud.
Notas: * por la fiebre
*** Tres famosos médicos de los que se ríe Cota
Sexagesima, Marciane, messis
Acta est et, puto, iam secunda Cottae,
Nec se taedia lectuli calentis
Expertum meminit die vel uno.
Ostendit digitum, sed inpudicum,
Alconti Dasioque Symmachoque.
At nostri bene computentur anni
Et quantum tetricae tulere febres
Aut languor gravis aut mali dolores,
A vita meliore separentur:
Infantes sumus, et senes videmur.
Aetatem Priamique Nestorisque
Longam qui putat esse, Marciane,
Multum decipiturque falliturque.
Non est vivere, sed valere vita est.
Y Persio en sus Sátiras: 2, 33.
Hé aquí que la abuela o una tía materna temerosa de los dioses,
saca de su cuna a un niño y lo primero purifica su frente y sus
labios húmedos con el dedo infame y con saliva lustral, experta
ella en evitar el mal de ojo.

Ecce avia aut metuens divum matertera cunis


Exemit puerum, frontemque atque uda labella
Infami digito et lustralibus ante salivis
Expiat, urentis oculos inhibere perita;
Suetonio, hablando del interés de Augusto en poner disciplina en los
espectáculo públicos, nos dice acerca de los actores de teatro, en Vida de
Augusto, 45, 4
Hasta tal punto reprimió el desorden de los actores, que
habiéndose enterado de que el actor de obras romanas Estefanión
se hacía servir por una matrona con la cabeza rapada como un
niño, después de azotado a palos en tres teatros lo desterró; al
actor de pantomimas Hilas, por una queja del pretor, lo azotó con
el látigo en el atrio de su propia casa estando todo el mundo; y
echó de la ciudad y de Italia a Pilades, porque a un espectador que
le silbaba le señaló con el dedo y lo puso en evidencia.
nam histrionum licentiam adeo compescuit, ut Stephanionem togatarium, cui
in puerilem habitum circumtonsam matronam ministrasse compererat, per
trina theatra uirgis caesum relegauerit, Hylan pantomimum querente
praetore in atrio domus suae nemine excluso flagellis uerberarit et Pyladen
urbe atque Italia summouerit, quod spectatorem, a quo xibilabatur,
demonstrasset digito conspicuumque fecisset.
Y sin duda a este signo se refiere Suetonio a propósito de Calígula, cuando dice
a propósito de uno de los ofendidos que más tarde lo mataron, en Vida de
Calígula, 56, 2
Como le gustaban mucho los juegos Palatinos, decidieron agredirle
a mediodía cuando salía del espectáculo. Pidió para sí mismo el
papel principal Casio Querea, tribuno de una cohorte pretoriana, a
quien Cayo acostumbraba a zaherir siendo ya viejo con todo tipo
de ultrajes como indolente y afeminado y a darle como santo y
seña cuando se lo pedía “Príapo” o “Venus”; o una vez cuando le
daba las gracias por algún motivo le tendió la mano para que se la
besase presentándola y moviéndola de forma obscena.
Cum placuisset Palatinis ludis spectaculo egressum meridie adgredi, primas
sibi partes Cassius Chaerea tribunus cohortis praetoriae depoposcit, quem
Gaius seniorem iam et mollem et effeminatum denotare omni probro
consuerat et modo signum petenti 'Priapum' aut 'Venerem' dare, modo ex
aliqua causa agenti gratias osculandam manum offerre formatam
commotamque in obscaenum modum.
Petronio, Satiricón, 131, 4:
Ella (la vieja) sacó de su seno una cinta tejida con hilos de varios
colores y me ató el cuello. Luego con su dedo medio cogió polvo
mezclado con saliva y me marcó la frente aunque yo me resistía…
…acabado este conjuro me mandó escupir tres veces y tres…
Illa de sinu licium prolulit varii coloris filis intortum, cervicemque vinxit
meam. Mox turbatum sputo pulverem medio sustulit digito, frontemque
repugnantis signavit. <. . .> Hoc peracto carmine ter me iussit expuere terque
Nota: alguien afirmó en alguna ocasión que Tácito narraba en algún sitio cómo
losGermanos hacían tal gesto a las legiones romanas; parece que lo
dijo Thomas Conley, professor emeritus de la University of Illinois, que
escribió sobre la retórica de los insultos. Pero en ningún pasaje de Tácito, al
menos que yo conozca, figura tal hecho; resulta, pues, una de tantas citas falsas
que individuos desaprensivos introducen en sus escritos sin contrastar la fuente,
mejor, sin el más mínimo rigor. ¿qué ayudan estas alegrías disparatadas a la
comprensión de la Historia?
Así pues está suficientemente atestiguada la ecuación antigua “dedo del medio =
falo, pene” y los dedos a cada lado son los testículos; el significado de exhibir o
presentar ese dedo a alguien es evidentemente un insulto.
El insulto es conocido para la gran mayoría de los estadounidenses como
“giving the finger”, dar el dedo, o “flipping the bird” “estirar el pajarito”.
El famoso antropólogo Desmond Morris, autor, entre otras, de la famosa obra
“El mono desnudo” dijo:
"El dedo medio es el pene y los dedos doblados a cada lado son los
testículos. Al hacerlo, usted está ofreciendo a alguien un gesto
fálico. Está diciendo," esto es un falo" que usted está ofreciendo a la
gente, lo que es una demostración visual muy primitiva ". ( Daniel
Nasaw; BBC News Magazine, Washington, 6 February 2012)
Resulta llamativo cómo este gesto que viene desde las
antiguas Grecia y Roma ha llegado a nuestro tiempo y se ha extendido de
manera generalizada como signo de insulto, de falta de respeto, de gesto
obsceno entre numerosos grupos sociales. Probablemente es el gesto de insulto
más antiguo y más extendido en todo el mundo. En cambio ha perdido su
valor apotropaico o alejador de maleficios o del mal de ojo.
Está en todas partes y en todo momento: lo han utilizado políticos, cantantes,
artistas, deportistas; ha penetrado por completo en la sociedad actual; es sin
duda la reacción preferida de violentos conductores automovilísticos, etc. Y sin
embargo el gesto es de auténtico mal gusto y maleducado hoy como lo fue ayer.
Como resumen de esta obscena generalización reproduciré , por ejemplo, una
chocante fotografía de la famosa Lady Di realizando este gesto. La fotografía es
falsa, es un montaje y por tanto no deja de ser un fraude, pero ello acrecienta la
importancia de la extensión y generalización del gesto en nuestra sociedad que
produce tales composiciones: la fotografía forma parte de una exposición en el
Museo Pompidou de Metz titulada “Paparazzi”, es obra del “paparazzo” Alison
Jackson, que la titula “Diana: finger-up”. Y de ella se hacía eco el periódico
(seguramente otros muchos también) El País del día 25 de febrero de 2014.

O esta fotografía publicada en el diario El Mundo, del día 9 de marzo de 2014


para ilustrar el artículo: Una especie violenta por naturaleza. / Científicos
españoles defienden en un ensayo que la agresividad humana como una
tendencia biológica que no se puede erradicar.

O esta otra de una muchacha perteneciente un conocido grupo feminista


aparecida también en el diario El Mundo, 29, marzo, 2014.
O esta de un famoso futbolista:

O estas de conocidos políticos españoles:

Podríamos reproducir miles de fotografías con este motivo en las situaciones


más curiosas, pero para muestra valen estos botones.

EN: NIHIL NOVUM SUB SOLE

1001 hechos, dichos, curiosidades y anécdotas del mundo antiguo

Costumbres, Cultura, Historia Arqueología, Lengua y Literatura

http://es.antiquitatem.com/digitus-impudicus-dedo-obsceno-peineta

El fascinante origen de la palabra “fascinante”


Publicado 05 November 2013 | 0 Comentarios

A veces nos sentimos “fascinados”, atraídos, impresionados, tocados


(touché en francés) al enterarnos del origen de una palabra, como si
al correr la cortina observáramos lo que había detrás o sepultado en
el fondo del valle. Esa es la fuerza de la etimología de las palabras,
cuyo conocimiento nos aporta una información básica sobre la que
se asienta su significado ampliado posteriormente.
Pues bien “fascinar”, según el Diccionario de la Real Academia Española, deriva
del latín “fascinare” y tiene tres acepciones: 1. Engañar, alucinar, ofuscar. / 2.
Atraer irresistiblemente. / 3. Hacer mal de ojo.
“Fascinare” en latín significa: causar o producir mal de ojo, maleficiar,
encantar, hechizar. Para Plinio los “fascinantes” son los hechiceros.
“Fascinatio” es la acción de fascinar, de hechizar, la fascinación, encantamiento,
hechizo, encanto. Así lo empleaCatulo en sus Poesías 7,12:
(tantos besos) que ni los curiosos puedan contar
ni maleficiar con su mala lengua.
(basia) quae nec pernumerare curiosi
possint nec mala fascinare lingua.
O Virgilio en su Égloga 3,103:
No sé que ojo me maleficia mis tiernos corderos.
Nescio quis teneros oculus mihi fascinat agnos.
Así que es fácil entender la primera acepción de nuestro diccionario, que no
corresponde realmente con el significado latino, aunque sí deriva de él.
Pues bien, “fascinare” es un verbo de acción formado a partir de la palabra
“fascinum o fascinus” que significa “encanto, maleficio, hechizo”. El término
latino se correspondería con el griego βάσκανον “baskanon”, según Aulo Gelio
16, 12,4:
Así Cloacio Vero lo llama “fascinum”, como “bascanum” y
“fascinare” es como “bascinare”.
(Cloatius Verus) Item fascinum appellatum quasi “bascanum” et “fascinare”
esse quasi “bascinare”
βάσκανον “baskanon significa fascinador, hechicero, envidioso, fisgón,
calumniador, malicioso.
Pero también significa miembro viril, falo, aunque los latinos tienen otro
término (entre otros muchos de sentido figurado o metafórico de los que quizás
en otra ocasión trataré) para designar al falo, pene o miembro viril: mentula,
por lo que “fascinus” parece referirse más bien al miembro en erección.
Así lo emplea Horacio en Epodos, 8, 15-20
quid? quod libelli Stoici inter Sericos
iacere puluillos amant,
inlitterati num minus nerui rigent
minusue languet fascinum?
quod ut superbo prouoces ab inguine,
ore adlaborandum est tibi.
¿Y qué? Porque a los libritos de los estoicos
les guste descansar sobre cojines de seda,
¿acaso los músculos de los iletrados tienen menos vigor
o su miembro es menos lánguido?
Si lo quieres hacer salir desde mi orgullosa ingle,
me lo tienes que trabajar con la boca.
Porfirio en su “Ad Horatii epodon 8,18” explica por qué Horacio empleo este
término:
“puso “fascinum” en lugar de parte viril porque se suele colocar la
deformidad del miembro junto a las cosas que nos pueden fascinar”
“fascinum pro virili parte posuit, quoniam praefascinandis rebus haec membri
deformitas apponi solet”
Arnobio, tras su conversión al Cristianismo ridiculiza a los dioses paganos y así
utiliza el término “fascinus” con este mismo significado en su Adversus
nationes libri VII, 4,7
¿Y existe también Tutunus, en cuyas descomunales partes
pudendas y en su horrendo miembro queréis que cabalguen
vuestras matronas y consideráis señal propicia?

etiamne Tutunus, cuius inmanibus pudendis horrentique fascino uestras


inequitare matronas et auspicabile ducitis » et optatis ?
Incluso Fascinus es el nombre del dios protector venerado por las
vírgenes Vestalescontra el mal de ojo y la envida y así lo utiliza, por
ejemplo, Plinio en Naturalis Historia, XXVIII, 7, pasaje en el que nos dice
también que se colocaba debajo del carro del general vencedor para prevenirle
de la “fascinación”.
Quizás en otra ocasión trataré del falo como divinidad y de su culto.
Pues bien, la pregunta obligada es ¿qué tendrá que ver el llamado miembro viril
con la fascinación, los hechizos, el mal de ojo?
Algo deben tener que ver no sólo lingüísticamente, porque una costumbre bien
establecida entre los romanos es la de colocar a los niños un pequeño colgante
al cuello con un falo, o colgar tintinabula o campanillas en las puertas de las
casas con falos, o colocar falos, grabados o esculpidos, en la entrada de las
casas o en otros lugares, o adornar lámparas, lucernas y otros objetos. Ya vimos
en otra ocasión como se figuraba aHermes o Terminus, el mojón, con un pilar
con cabeza del dios y con un falo o genitales bien señalados.
El tema está amplísimamente documentado en los textos y en los numerosos
restos arqueológicos. Por ejemplo, nos dice Varrón en su “De lingua latina” VII,
97:
“O puede (derivar) de la costumbre de colgar en el cuello de los
niños ciertos objetos obscenos para que no les suceda nada malo…”
“Potest vel ab eo quod pueris turpicula res in collo quaedam suspenditur, ne
quid obsit…
Es decir, se trata de un amuleto en forma de falo que se lleva para alejar el mal
de ojo, el hechizo, el encantamiento. A esa función se le llama técnicamente
“apotropaica”, (del griego ἀποτρέπω apotrépō, "apartar", alejar), de ἀπό
(apó, "lejos") y τρέπω (trépō, "girar"), palabra que significa precisamente
“alejadora, apartadora”, en este caso de males y calamidades.
Fascinum es pues el amuleto en forma de miembro viril que los niños llevaban
al cuello para evitar el mal de ojo. Hoy es relativamente frecuente encontrar
personas con tal colgante en el cuello, en algunos casos por mero adorno pero
en otros también por persistir una superstición milenaria. Del “mal de ojo”
hablaré en otra ocasión, porque además del falo hay otros instrumentos y
métodos apotropaicos, como por ejemplo escupir tres veces al suelo.
Pero la cuestión realmente difícil es comprender por qué el falo y su
representación tienen valor apotropaico y capacidad de impedir el mal de ojo.
Tradicionalmente, en los escasos y timoratos estudios que la moral imperante
permitía, se interpretaba que el falo era símbolo de la fertilidad y abundancia de
bienes y por tanto lo opuesto al maleficio. También se interpretaba que evitaba
el mal de ojo porque la visión del miembro viril, considerada obscena, obliga a
apartar la mirada, por lo que el mal de ojo resultaba imposible si el ojo enfoca a
otro lugar.
Pero Pascal Quignard, autor francés contemporáneo, en su obra “El sexo y el
espanto”, en la que hace una interpretación desinhibida de la rígida sexualidad
romana, opuesta a la alegre sexualidad griega, bucea en la psicología profunda
de los hombres y ofrece una explicación al respecto más sugerente y profunda y
también más difícil de comprender: el hombre es fruto de un acto generador en
el que no estuvo presente y que le genera una enorme curiosidad y desasosiego;
la visión del acto sexual o del fascinum (miembro viril erecto) paraliza al
hombre, lo fascina, lo atrae y embruja, detiene su mirada; la visión de la
representación directa de la cópula humana procura una emoción siempre
extrema de la que nos defendemos con espanto …..
Quignard relaciona el fascinum con los obscenos y picantes versos “fesceninos”
que se cantaban en las bodas, cuya función sería similar a la ya descrita y con la
“fascia” o venda que las mujeres romanas usaban como sujetador para sostener
los senos; y lo relaciona también con “fasces” o haz de varas atadas con una
correa roja (de donde por cierto deriva “fascismo”).
El espanto que produce la visión del “fascinum” o de la cópula es lo que explica
según Quignard que en las pinturas pompeyanas las mujeres mantengan la
mirada oblicua, lateral, evitando la visión directa de la escena incomprensible de
la generación animal.
Si la principal función es prevenir el “mal de ojo” en función de la “fascinación”
que el “fascinum” provoca, conviene comentar que el mal de ojo consiste
precisamente en “in-videre” (de in-, contra, videre, ver)”envidiar”, “lanzar la
mirada contra” alguien.
Y en eso consiste precisamente la envidia o “invidia”, en acumular en el interior
la maldad que a alguien se desea y expresarla por la puerta más evidente del
alma, por la mirada, por los ojos. Obligar a alguien a apartar la vista es
impedirle que nos “envidie” o nos mire mal.
La psicología profunda nos ayuda también a entender mitos y ritos antiguos,
incomprensibles ya para los propios antiguos que a veces buscan explicaciones
racionales, y absolutamente oscuros para nosotros, aunque se sigan
practicando.

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