En realidad, no es nada del otro mundo. Es un mercado, como cualquier otro. Pero
en lugar de carne, frutas o verduras, se compran y venden acciones de empresas.
Pero empecemos desde el principio: ¿por qué existe un mercado de valores?
Mucha gente aspira a tener un negocio. Piensa por un momento en que tú eres uno
de ellos. De esta manera, tienes tres opciones:
1. Iniciar un negocio desde cero. En este caso tienes que constituir una empresa, ya
sea como único dueño o asociándote con amigos o familiares. Mucha gente pone
por lo menos dos socios, para utilizar la figura de “sociedad anónima” que es
bastante popular, pero hay muchas otras opciones. El capital inicial de la empresa
se divide en acciones, que representan la porción que cada uno de los dueños
aporta o posee.
2. Comprar una franquicia o adquirir un negocio existente. Esto también implica
constituir una empresa, o bien documentar ante notario la compra, incluyendo el
monto que se paga a cambio de recibir las acciones que estaban en manos de los
dueños anteriores.
3. Asociarse con alguien que ya tiene un negocio exitoso, que le va bien, pero que
requiere de más capital, que entre dinero fresco, para hacerlo crecer. Entonces
tiene que hacer una ampliación de capital y emitir nuevas acciones que
representen tu aportación. Eso te convierte en dueño de una parte proporcional de
la misma.
Cuando una empresa sale a Bolsa, lo que hace es precisamente buscar capital.
Dinero fresco. Podría hacerlo a través de una colocación privada; es decir, buscar
amigos o conocidos que quieran entrar y aportar dinero. Pero muchas veces es más
fácil hacer una oferta pública, de tal manera que todas las personas que estén
interesadas en invertir en esa empresa, puedan hacerlo.
Esta oferta pública se hace a través de una Bolsa de Valores. Cuando uno quiere
comprar zapatos va a una zapatería (o una tienda departamental que tenga,
precisamente, un departamento de zapatos); cuando uno quiere comprar valores
tiene que ir a la tienda especializada que es la Bolsa de Valores.
Pero además cualquier persona que compró acciones de esa empresa puede
venderlas posteriormente, si así lo desea, a otros inversionistas interesados. Esto se
hace en la tienda especializada, en el mercado en donde se juntan personas que
quieren comprar, con aquellas que están dispuestas a vender. Ese lugar, de nueva
cuenta, es la Bolsa de Valores.
Por eso las empresas que emitieron acciones a través de oferta pública tienen que
listarlas en la Bolsa de Valores y están obligadas a dar la información comentada. De
esta manera todos pueden tener elementos confiables que les permitan evaluar la
conveniencia de comprar o vender una acción.
Por eso los precios tienen mucha volatilidad de corto plazo, ya que tanto
compradores como vendedores fijan libremente sus posturas: a qué precio están
dispuestos a comprarlas o venderlas. Cuando hay coincidencia, se ejecutan las
operaciones.
Te invito