Todo el mundo sabe lo que es un accidente y ha presenciado uno, sin embargo a pesar de
su carácter cotidiano ¿por qué se tienen categorías distintas para determinar un accidente
y cómo es que este termina perturbando la fina tela social si su carácter es momentáneo?
Pero entonces, ¿qué es lo que unía al accidente con lo sorpresivo si no posee dicha
característica como tal? Lo que lo une es la intensión, la sensación inesperada que
produce no es como tal tampoco el bloqueo de la parte negativa de la vida, sino más bien
la intensión por la cual ocurre el accidente. Un choque automovilístico lo puedo
considerar un accidente, ya que sus probabilidades de que pase un choque cuando
manejas con el entorno adecuado son menores a las probabilidades de llegar al destino
deseado, y porque las intensiones del conductor son llegar al destino esperado, no chocar.
Si por ejemplo el conductor tuviera las intensiones de chocar para cobrar un seguro, a
pesar de que terminara lastimado y el auto destrozado, no sería un accidente. Entonces
son las intensiones las que hacen a un accidente ser accidente, pues quien está
involucrado en el accidente no tiene las intensiones de que ello pase y por eso se ve
afectado por ello.